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Minerales

Durante toda la vida hay que procurar alimentarse de forma sana y equilibrada
ya que es un pilar fundamental para mantener la buena salud.

El cuerpo está cobijando, ayudando a desarrollar y a crecer al bebé, y se


necesita de todos los nutrientes que aporten las energías suficientes como para
realizar esta tarea de la mejor manera posible. Los minerales ayudarán a que el
organismo utilice la energía que le proporcionarán los alimentos que nosotros
ingerimos. Ellos, además, contribuirán a reparar y a mantener en óptimo estado
las células y los tejidos del cuerpo. Los minerales inorgánicos son necesarios
para la reconstrucción estructural de los tejidos corporales además de que
participan en procesos tales como la acción de los sistemas enzimáticos,
contracción muscular, reacciones nerviosas y coagulación de la sangre. Estos
nutrientes minerales, que deben ser suministrados en la dieta, se dividen en
dos clases: macro elementos, tales como calcio, fósforo, magnesio, sodio,
hierro, yodo y potasio; y micro elementos, tales como cobre, cobalto,
manganeso, flúor y cinc.

Un suplemento prenatal consiste básicamente en un compuesto de vitaminas y


minerales que se podrá tomar diariamente a fin de asegurarse de que se está
aportando a el organismos todos los nutrientes necesarios que ayudarán a
satisfacer las necesidades propias de las personas y del embarazo.

I.- Minerales importantes en las mujeres en edad fértil:

Los minerales son nutrientes necesarios en la etapa fértil de la mujer. Todos


son importantes ya que contribuyen con el crecimiento adecuado de nuestro
organismo sobre todo en esta etapa llena de cambios. Sin embargo
hablaremos de uno en especial que no solo es necesario durante el crecimiento
sino que es fundamental para las mujeres en edad fértil.

• El hierro es un mineral esencial que desempeña funciones muy


importantes en el organismo. El hierro es necesario para la formación de
la hemoglobina, pigmento de los glóbulos rojos de la sangre
responsables de transportar el oxígeno. Asimismo, fortalece la calidad
de la sangre y aumenta la resistencia al estrés y las enfermedades, sin
embargo, este mineral no es absorbido con facilidad por el sistema
digestivo , previene la fatiga, estimula la piel sana y la resistencia a las
enfermedades.

En los hombres se encuentra en cantidades suficientes, pero las


mujeres en edad menstrual, que necesitan casi dos veces más cantidad
de hierro debido a la pérdida que se produce en la menstruación, suelen
tener deficiencias y deben tomar hierro fácil de asimilar.

Algunos grupos de personas son más proclives a padecer déficit de


hierro. Se trata de las mujeres con sangrado excesivo, es decir, con
reglas abundantes; las mujeres embarazadas (el organismo consume
más hierro), los niños y los adolescentes. En España una de cada tres
mujeres en edad fértil tiene déficit de hierro, lo que puede convertirse en
una anemia si no se corrige rápidamente: un 3 por ciento de ellas
padece anemia ferropénica. De la misma manera, la falta de hierro
afecta al 17% de los niños en los países desarrollados y al 42% en los
países en vías de desarrollo. Un 10 por ciento de los adolescentes en
España tiene también déficit de hierro.

• El organismo pierde cada día a través de la descamación de la piel, la


orina y las heces de media 1 miligramo para un hombre adulto y 1,5
miligramos para una mujer en edad fertil, y utiliza más hierrro por su
propio funcionamiento. Por eso, la cantidad diaria recomendada alcanza
entre 10 y 18 mg diarios. Los requerimientos de hierro aumentan en
algunos períodos de la vida: durante la época fértil de la mujer, su
embarazo, la lactancia (debido a las escasas reservas) y en los periodos
de crecimiento (adolescencia).

II.- Minerales importantes en las mujeres embarazadas:

Durante la gestación es una obligación ineludible alimentarse de forma


equilibrada e ingerir los suplementos dietarios que indique el obstetra. Ya que
de esta manera se conserva no solo el propio bienestar sino también el del
futuro bebe.

Las embarazadas precisan de otros nutrientes esenciales, estos son los


minerales. Cuando se está gestando un bebé además de comer de forma
equilibrada hay que procurar ingerir alimentos ricos en determinados
minerales, que son indispensables para la salud tanto del bebé como de la
mamá.

Entre los minerales importantes durante el embarazo encontramos el yodo,


magnesio, hierro, zinc y calcio.

-El yodo es un elemento esencial e indispensable para la salud del hombre y


los animales, por ser necesario para la síntesis de las hormonas tiroideas, las
cuales juegan un papel fundamental en el metabolismo de la mayor parte de
las células y en el proceso de crecimiento y desarrollo de todos los órganos,
especialmente del cerebro.
Si una mujer embarazada ingiere menos yodo del necesario, puede presentar
una hipotiroxinemia que repercuta negativa e irreversiblemente sobre el
cerebro en desarrollo de su hijo.

No debemos olvidar que la hipotiroxinemia materna secundaria a la


yododeficiencia puede afectar también al desarrollo de otros órganos y ser
responsable de retrasos de crecimiento intrauterino, hipoacusia permanente y
malformaciones congénitas varias, que gravan la morbimortalidad perinatal e
infantil.

Este mineral tan importante lo podemos encontrar en pescados, mariscos,


lacteos, vegetales, huevos y en muchos alimentos más.

-El magnesio es un mineral con importantes funciones en el organismo:


interviene en la transmisión de los impulsos nerviosos y en la actividad
muscular, en el aprovechamiento de los nutrientes que contienen los alimentos
y en el buen funcionamiento del corazón.

Además, forma parte de la matriz del hueso y juega un papel primordial en la


relajación muscular. Por este motivo, la deficiencia de magnesio durante el
embarazo se puede acusar con calambres en las piernas, sobre todo por la
noche.

Lo podemos encontrar en cereales, pescado, carne, soja , lácteos y en el agua


ya que también es buena fuente de dicho mineral

-El hierro ayuda en el desarrollo de los músculos en la madre y el bebé.

Ayuda a prevenir la anemia, una condición en la cual los glóbulos rojos de la


mujer son muy pequeños y de baja cantidad. Los glóbulos rojos llevan oxígeno
alrededor de su cuerpo y al bebé.

El hierro también puede reducir el riesgo del nacimiento prematuro y el bajo


peso al nacer.

-El zinc yuda a la futura madre a prevenir las náuseas y a contraer mejor los
músculos. Este mineral es esencial también para el correcto crecimiento del
feto.De hecho, está comprobado que una deficiencia de zinc durante el
embarazo puede provocar un aborto.

Lo podemos encontrar en la carne, el salvado, los quesos secos, mariscos,


zanahorias, maíz, tomate, plátanos y muchos otros alimentos más.

-El calcio, ayuda a fortalecer los huesos y dientes en la mamá y el bebé.

También ayuda a mantener sano los sistemas nervioso, muscular y sanguíneo.


Cuando una mujer embarazada no obtiene suficiente calcio de su dieta, el
cuerpo adquiere el calcio de sus huesos para ofrecerlo al bebé en desarrollo.
Tener menos calcio en los huesos puede causar condiciones de salud serias
más tarde en la vida, como la osteoporosis. En la osteoporosis, los huesos son
delgados, y la persona tiene un riesgo más alto de fracturas. Lo podemos
encontrar en lácteos, legumbres, zanahorias y frutos secos en menos medida.

III.- Minerales importantes en las mujeres en proceso de lactancia:

Al igual que en el embarazo, durante la lactancia aumentan los requerimientos


de calcio y fósforo en unos 400 mg, debido a que la calcificación de los huesos
y el crecimiento del nuevo ser demandan de estos minerales que aporta la
leche materna en las cantidades necesarias. La ingestión insuficiente de estos
pudiera desabastecer las reservas de la madre y conducir a una
descalcificación ósea y otros trastornos por deficiencia, lo que se incrementa
con el número de hijos. La cantidad recomendada de calcio durante la lactancia
alcanza los 1 200 mg diarios, por lo que se deben consumir alimentos como la
leche y sus derivados para garantizar que esta sea suficiente.

En el caso del hierro la ingesta recomendada es ligeramente superior a la


mujer no lactante e inferior a la indicada en el embarazo, debido a la
relativamente poca cantidad de este en la leche materna y a la ausencia de
menstruaciones en este periodo. Sin embargo, se requiere atención para la
recuperación de sus reservas en el hígado, ya que pueden haberse depletado
durante la gestación y como consecuencia de las hemorragias durante el parto.
Se recomienda ingerir unos 14 mg diarios de este mineral que abunda
fundamentalmente en el hígado de cerdo y también en otras vísceras, en las
carnes rojas y en la yema de huevo, así como en fuentes de origen vegetal
como el perejil y los frijoles.

Durante este periodo también están incrementadas las necesidades de zinc y


selenio.

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