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Definición del problema

El término Hidrocefalia se deriva de las palabras griegas "hidro" que significa agua y "céfalo" que
significa cabeza.
Como indica su nombre, es una condición cuya principal característica es la acumulación excesiva de
líquido en el cerebro. Aunque la hidrocefalia se conocía antiguamente como "agua en el cerebro", el
"agua" es en realidad líquido cerebroespinal o líquido cefalorraquídeo (LCR) - un líquido claro que
rodea el cerebro y la médula espinal.

En las personas afectadas con este problema, el LCR se acumula en los “ventrículos cerebrales” o
cavidades del cerebro lo que puede causar un aumento de la presión intracraneal y un agrandamiento
progresivo de la cabeza, convulsiones, problemas mentales y hasta la muerte.

La Hidrocefalia es una enfermedad para toda la vida y como tal, las complicaciones siempre pueden
ocurrir, por lo cual es importante que los padres comprendan perfectamente la enfermedad, su
desarrollo, consecuencias, tratamiento y complicaciones.

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¿Qué es el cerebro y qué partes lo componen?

Para entender este padecimiento es importante saber algunos conceptos básicos de la anatomía del
cerebro, de su funcionamiento y de su importante relación con otras estructuras vecinas. Para
comenzar diremos que el sistema nervioso central está compuesto por el cerebro y la médula espinal.
Estas estructuras vitales están rodeadas y protegidas por huesos que son: el hueso del cráneo y los
de la columna vertebral. Todos los huesos del cráneo juntos rodean al cerebro, cerebelo y parte del
tallo cerebral y los huesos de la columna vertebral (vértebras) le dan protección a toda la médula
espinal a lo largo de su recorrido. En los bebés, el cráneo está compuesto de huesos separados que
se unen en lugares llamados suturas y hasta aproximadamente los 18 meses de edad, existen varias
ventanitas de áreas blandas del cráneo llamadas fontanelas (o molleras).

Los mayores componentes del sistema nervioso central son: el cerebro propiamente, el cerebelo y el
tallo cerebral.
Entre el cráneo y el cerebro hay tres membranas protectoras (meninges) que rodean completamente
tanto al cerebro como a la médula espinal. El líquido cefalorraquídeo (LCR) fluye en el espacio entre
estas membranas, llamado “espacio subaracnoideo”. Este líquido está en constante circulación y
cumple varias importantes funciones:

1) mantener flotante el tejido cerebral, actuando como colchón o amortiguador; 2) servir de vehículo
para transportar los nutrientes al cerebro y eliminar los desechos; y 3) fluir entre el cráneo y la espina
dorsal para compensar por los cambios en el volumen de sangre intracraneal (la cantidad de sangre
dentro del cerebro).

¿Dónde se produce el líquido cefalorraquídeo? El líquido cefalorraquídeo se produce dentro de unas


cavidades cerebrales llamadas ventrículos, que pueden imaginarse como grandes cisternas llenas con
líquido y tenemos cuatro de ellas: 2 ventrículos laterales, 1 tercer ventrículo y 1 cuarto ventrículo.
Todos los ventrículos se interconectan por pequeñas tuberías.
El LCR circula, pasando de los ventrículos hacia las cisternas (espacios cerrados que sirven de
reservorios) en la base del cerebro, baña la superficie del cerebro y la médula espinal y de ahí es
"eliminado" hacia la sangre.

El sistema ventricular es la mayor vía de drenaje y circulación del líquido cefalorraquídeo y actúa con
los ventrículos como un sistema de cañerías para drenarlo desde el cerebro y para que esté en
circulación permanentemente.

Nuestro cuerpo produce aproximadamente medio litro de líquido cefalorraquídeo diariamente, el cual
es continuo y simultáneamente elaborado y absorbido. El equilibrio entre la producción y la absorción
de este líquido, es de vital importancia. Sin embargo, hay circunstancias que, cuando se hallan
presentes, impedirán o perturbarán tanto la producción de LCR como su flujo normal.

Cuando se perturba este equilibrio, hay una acumulación de LCR y esto produce la hidrocefalia. En
los bebés y los lactantes, la cabeza se agranda pero en los niños y en los adultos, el tamaño de la
cabeza no puede aumentar ya que los huesos que forman el cráneo, ya están completamente unidos
entre sí.
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Clasificación

Se dice que hay Hidrocefalia cuando el balance del LCR está alterado porque:

1. La cantidad de LCR que se produce es mucha.


2. Hay una obstrucción en la circulación del LCR
3. No se "elimina" todo el líquido que se produce.

De acuerdo con esto, la Hidrocefalia puede ser:

1. Congénita o adquirida.
• La Hidrocefalia congénita está presente al nacer y resulta de una compleja interacción
entre factores genéticos y ambientales. Aunque puede no ser reconocida y
diagnosticada de inmediato, la Hidrocefalia congénita actualmente es posible
diagnosticarla en el embarazo durante los ultrasonidos de rutina. La Hidrocefalia que
se diagnostica en la edad adulta puede haber existido desde el nacimiento y puede
considerarse congénita y se dice entonces que es una “Hidrocefalia compensada”.
• La Hidrocefalia adquirida se desarrolla después del nacimiento. Este tipo de
hidrocefalia secundaria puede afectar a las personas de todas las edades y puede ser
ocasionado por un trauma en la cabeza, un tumor cerebral, un quiste, hemorragia
(sangrado) intraventricular o en cualquier parte del cerebro, o por secuelas de alguna
enfermedad infecciosa del sistema nervioso central.
2. La Hidrocefalia también puede ser comunicante o no comunicante.
• La Hidrocefalia comunicante, externa o no obstructiva, ocurre cuando el flujo del
líquido cerebroespinal no puede reabsorberse aún cuando no haya un bloqueo entre
los ventrículos cerebrales y el espacio subaracnoideo. El LCR se ve bloqueado
después de salir de los ventrículos. Esta forma se denomina comunicante porque el
líquido cerebroespinal aún puede fluir entre los ventrículos, que permanecen abiertos
pero el paso del LCR está bloqueado en el espacio subaracnoideo. Se impide su
regreso a la circulación venosa y se acumula en ese espacio causando una presión
externa del cerebro que puede causar daño cerebral y muerte de los tejidos
nerviosos.
• La Hidrocefalia no comunicante o Hidrocefalia interna- llamada también hidrocefalia
"obstructiva" - ocurre cuando el flujo del líquido cerebroespinal se ve bloqueado a lo
largo de una o más de las vías estrechas que conectan los ventrículos. Se encuentra
bloqueada la salida normal del LCR pero la producción continúa con lo que la presión
se incrementa dentro del cerebro dañando el tejido nervioso y agrandando los
ventrículos cerebrales. La compresión del tejido cerebral generalmente resulta en
daño irreversible.

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Causas

Las causas más comunes de Hidrocefalia congénita o adquiridas son las siguientes:

Congénita Adquirida
• Estenosis (estrechamiento) del acueducto de • Hemorragia intraventricular
Silvio
• Defectos del tubo neural • Meningitis
• Quistes aracnoideos • Trauma en la cabeza
• Síndrome de Dandy Walker • Tumor cerebral
• Malformación de Chiari

Estenosis del acueducto de Silvio: ésta es la forma más común de Hidrocefalia congénita. Cuando el
largo y estrecho paso entre el tercero y el cuarto ventrículo (el acueducto de Silvio) se estrecha más o
se bloquea quizás por una infección, hemorragia o por un tumor, el LCR se acumula a partir de la
obstrucción y causa Hidrocefalia.

Defectos del tubo neural: Otra causa común son los defectos del tubo neural. La Espina Bífida o el
Meningocele son un defecto abierto en el cual la médula espinal está expuesta y drenando LCR. Este
tipo de defecto del tubo neural generalmente causa la Malformación de Chiari Tipo II que hace que
parte del cerebelo y el cuarto ventrículo se empujen hacia abajo a través de la abertura en la base del
cerebro bloqueando la circulación del LCR fuera del cuarto ventrículo provocando Hidrocefalia.

Quistes aracnoideos: Estos quistes se pueden presentar en cualquier parte del cerebro. En los niños
generalmente están localizados en la parte posterior del cerebro (fosa posterior) y en el área del tercer
ventrículo. Estos quistes están llenos de LCR y cubiertos de membrana aracnoides (una de las tres
membranas meníngeas). Algunos de estos quistes están aislados mientras que otros están
conectados con los ventrículos cerebrales o con el espacio subaracnoideo. Los quistes pueden
bloquear el camino del LCR causando así la Hidrocefalia.

Síndrome de Dandy Walker: en este síndrome el cuarto ventrículo se agranda porque sus salidas están
parcial o totalmente bloqueadas y parte del cerebelo no se ha desarrollado. En estos casos también se
desarrolla Hidrocefalia cuando los quistes aumentan de tamaño y generan presión en los tejidos. El
síndrome de Dandy Walker puede asociarse también con desarrollo anormal en otras partes del
cerebro y algunas veces lleva a estenosis (estrechamiento) del acueducto de Silvio. En algunas
ocasiones, para tratar la Hidrocefalia es necesario colocar dos válvulas en el cerebro del bebé una en
el ventrículo lateral y otra en el cuarto ventrículo.

Malformación de Chiari: Existen dos tipos de esta malformación y ambos ocurren en la base del
cerebro en el sitio de unión del cerebro con la médula espinal.

Hemorragia intraventricular: La hemorragia intraventricular afecta principalmente a los bebés


prematuros que son más vulnerables de desarrollar Hidrocefalia porque sus vasos sanguíneos son
muy frágiles y pueden romperse fácilmente si sufren una variación muy grande en la presión
sanguínea o si adquieren alguna otra enfermedad. Debido a que el área que está debajo de los
ventrículos del cerebro contiene gran cantidad de sangre, hay un riesgo de que se presente una
hemorragia, lo que podría generar un bloqueo o desarrollar un coágulo, si hay un bloqueo, ya sea
temporal o definitivamente, el niño desarrollará Hidrocefalia.

Meningitis: es la inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Puede ser
causada por bacterias o –menos frecuente- por virus. La meningitis puede dejar cicatrices en las
membranas que recubren el paso del LCR. Esta obstrucción puede ser la causa de la Hidrocefalia. La
meningitis puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en niños. Hoy en día los casos de esta
enfermedad se han reducido considerablemente, gracias a la vacuna HIB (Haemophilus influenzae tipo
B).

Trauma en la cabeza: Un golpe en la cabeza puede dañar los tejidos del cerebro o los vasos
sanguíneos. La sangre que escapa de los vasos rotos puede invadir el paso del LCR y causar
inflamación. Los lugares de absorción del LCR pueden ser bloquedos también por cicatrices de las
meninges o por células de la sangre. Se restringe el flujo del LCR y se desarrolla la Hidrocefalia.

Tumores de la cabeza: En los niños se presentan más frecuentemente en la parte posterior del cerebro
(fosa posterior). Conforme el tumor crece, puede llenar o comprimir el cuarto ventrículo bloqueando el
flujo del LCR, causando Hidrocefalia. Un tumor en algún otro lugar del cerebro puede también
bloquear o comprimir el sistema ventricular.

Cuando se desconoce totalmente la causa de la Hidrocefalia, se dice que es: Hidrocefalia Idiopática.
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¿Incidencia?

Los datos sobre incidencia y prevalencia son difíciles de establecer ya que no hay un registro nacional
o base de datos de las personas que tienen Hidrocefalia y los trastornos estrechamente asociados a
esta enfermedad; sin embargo, se cree que la hidrocefalia afecta a uno de cada 500 niños.

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¿Qué le pasa al bebé?

Los síntomas de la Hidrocefalia varían con la edad, el progreso de la enfermedad y las diferencias
individuales de tolerancia al problema. Por ejemplo, la habilidad de un bebé para compensar el
aumento de la presión y el agrandamiento de los ventrículos cerebrales, es diferente a la del adulto. El
cerebro del bebé puede agrandarse para acomodar la acumulación del LCR porque las suturas (las
uniones fibrosas que conectan a todos los huesos que conforman el cerebro) todavía no se han
cerrado.

En los bebés, el signo más obvio de la Hidrocefalia es el rápido crecimiento de la circunferencia de la


cabeza o una cabeza demasiado grande y las fontanelas se verán abombadas aún cuando el bebé este
en posición vertical (el abombamiento de las fontanelas (mollera) suele ser síntoma de hipertensión
intracraneala. Otros síntomas pueden incluir, adormecimiento, vómitos frecuentes, irritabilidad y
desvío de los ojos hacia abajo y, a veces, convulsiones.

Lactante con hidrocefalia avanzada. Nótese la inflamación de las venas de la cabeza por la elevación de la presión
arterial dentro del cráneo. Así mismo, el “signo del sol poniente” en los ojos.

La forma de la cara se ve desproporcionada, siendo más delgada en la parte del mentón en proporción
con el resto del rostro.
Los niños más grandes (y los adultos), cuyas fontanelas y suturas ya se han cerrado, van a mostrar
otro tipo de manifestaciones, ya no de crecimiento de la cabeza sino de aumento de la presión
intracraneal causado por el agrandamiento de sus ventrículos. Si no se interviene a tiempo para
drenarlo, la presión obtenida puede provocar un daño cerebral irreversible.

Los síntomas muy comúnmente incluyen:

• Dolor de cabeza severo, seguido de vómitos en proyectil


• Náusea
• Visión borrosa
• Baja coordinación
• Somnolencia
• El llanto puede tener un tono alto (agudo)
• Signo del sol naciente (desviación de los ojos hacia abajo).
• Irritabilidad y cambios en la personalidad
• Algunos tienen convulsiones (temblores en todo el cuerpo)

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Diagnóstico

Cuando la Hidrocefalia se desarrolla desde el embarazo, es posible diagnosticarla al realizar un


ultrasonido de cuarta dimensión que permita visualizar el tamaño de los ventrículos cerebrales. Esto
puede lograrse hasta la semana 18 ó 20 ya que antes de esto, la dilatación de los ventrículos laterales
del cerebro es normal. En muchos casos, la hidrocefalia no se desarrolla hasta el tercer trimestre del
embarazo y, por consiguiente, es posible que no se detecte en ecografías realizadas anteriormente a
esta fecha.

En todo caso, cuando ya es diagnosticado prenatalmente, es conveniente además del ultrasonido de


alta resolución hacer un estudio de resonancia magnética fetal y una amniocéntesis (extracción de
líquido amniótico mediante una punción, para realizar estudios de laboratorio y medir algunas
sustancias químicas que son marcadores de defectos al nacimiento) para la determinación de alfa-
fetoproteínas, además de estudios virales, para descartar otros problemas mentales o anomalías
cromosómicas.

En los casos en los que no se hayan confirmado las graves alteraciones mencionadas y si el
crecimiento de los ventrículos (ventriculomegalia) es moderado y estable, el médico vigilará
cercanamente la evolución del embarazo tomando en cuenta la necesidad de tratamientos urgentes en
cuanto nazca el bebé. Si la Hidrocefalia se incrementa, se debe valorar la inducción del parto por
cesárea, más o menos a los 7 meses, cuando la maduración de los pulmones del bebé, le permitan
vivir y en ese momento se deberá aplicar la válvula o derivación ventricular.

Cuando la Hidrocefalia no se detectó durante el embarazo, se hace al nacimiento o poco después,


dependiendo de la causa. El médico especialista –neurólogo pediatra- hará una revisión física
completa del bebé y una evaluación neurológica teniendo en cuenta los antecedentes prenatales y de
nacimiento completos del bebé y preguntará a los padres si existen en la familia antecedentes de
Hidrocefalia u otros trastornos médicos.
Pedirá también que se le realicen al bebé algunos estudios de imagen y de laboratorio que le ayudarán
en el diagnóstico.

En el bebé se puede realizar una ecografía efectuada a través de la fontanela. En los niños mayores se
puede utilizar la tomografía computarizada (TC), o las imágenes de resonancia magnética (RNM) que
permiten identificar la acumulación del LCR en los ventrículos.
El médico elige el estudio que se vaya a realizar teniendo en cuenta la edad, el estado de salud del
bebé o infante y la presencia de otras anormalidades conocidas -o que se sospechan- del cerebro o la
médula espinal.

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Consecuencias de la Hidrocefalia

Debido a que la Hidrocefalia puede dañar el cerebro, el pensamiento y el comportamiento pueden ser
afectados. Los efectos a largo plazo dependen de la causa de la Hidrocefalia. Los problemas de
aprendizaje incluyendo la pérdida de la memoria a corto plazo es muy común, sin embargo, la
severidad del daño puede variar mucho entre cada individuo y algunos pueden tener una inteligencia
normal.

Otros sin embargo, pueden tener dificultades en la visión o problemas con el control de los
movimientos como sentarse, gatear, caminar y coordinación motora. El niño puede tener inteligencia
un poco disminuida o normal pero con problemas para procesar cierto tipo de información, por
ejemplo, al leer o hacer matemáticas.

Muchos niños con Hidrocefalia desarrollan inteligencia normal, desarrollo físico y coordinación
normales pero tienden a ser un poco más lentos en adquirir habilidades en la coordinación ojo-mano y
en aprender a caminar.

Otros problemas menos comunes que se pueden presentar son convulsiones tipo epilepsia y
sensibilidad exagerada a los sonidos o a las luces brillantes.

ASOCIADAS: Puede acompañarse de otras malformaciones del sistema nervioso como:


Mielomeningocele, Espina Bífida, Encefalocele y Meningocele. Pero también en el resto del cuerpo
como en la cara, extremidades, columna vertebral y otros órganos internos.

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Tratamiento

No existe una cura para la Hidrocefalia, pero sí puede ser tratada. El tratamiento específico para la
Hidrocefalia será determinado por el médico de tu bebé basándose en lo siguiente:

• la edad gestacional del bebé, su estado general de salud y los antecedentes médicos
• la gravedad del trastorno
• el tipo o la causa del trastorno
• la tolerancia del bebé a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
• las expectativas para la evolución del trastorno

El objetivo del tratamiento es reducir la presión en la cabeza del bebé y drenar correctamente el
líquido cefalorraquídeo (LCR).

Medicamentos o procedimientos: En algunas ocasiones, pueden utilizarse medicamentos o


procedimientos para extraer el LCR adicional.

Válvula o derivación: La Hidrocefalia se trata con más frecuencia mediante la colocación quirúrgica de
un sistema de una “válvula” o “derivación” entre las cavidades de los ventrículos cerebrales. Este
sistema no ha cambiado mucho desde que se desarrolló en 1960. La válvula debe de implantarse
dentro del cerebro del niño -un procedimiento delicado que en sí mismo puede causar daño cerebral
por lo que debe hacerlo un cirujano neurólogo pediatra- y su objetivo es desviar el flujo del líquido
cerebroespinal de un lugar dentro del sistema nervioso central a otra zona del cuerpo donde pueda ser
absorbido como parte del proceso circulatorio reduciendo así la presión dentro del cerebro.
Una derivación (o válvula) es un tubo silástico (material especial) flexible pero robusto. Un sistema de
derivación consta de tres partes: el tubo, un catéter y una válvula. Un extremo del catéter se coloca en
el sistema nervioso central - las más de las veces dentro del ventrículo en el interior del cerebro, pero,
también, puede ser colocado dentro de un quiste o de un lugar cercano a la médula espinal.

El otro extremo del catéter se coloca normalmente dentro de la cavidad peritoneal (abdominal), pero
también puede colocarse en otros lugares dentro del cuerpo, tales como en una cámara del corazón o
en una cavidad en el pulmón donde el LCR puede drenar y ser absorbido. Una válvula situada a lo
largo del catéter mantiene el flujo en una dirección y regula la cantidad de flujo del líquido
cerebroespinal.

Válvula peritoneal Válvula atrial

Las válvulas regulan la presión a que se drena el LCR y las hay varios tipos, de baja, mediana y alta
presión, así como otras de presión regulable.

En la actualidad, un número limitado de personas afectadas con este problema pueden ser tratados
con un procedimiento distinto. En algunos casos de Hidrocefalia llamada "no comunicante" (porque
no hay comunicación desde los ventrículos hacia los espacios en que se absorbe), se puede hacer un
Tercer Ventrículo: Cisternostomía. Esta operación consiste en pasar un endoscopio (instrumento que
se conecta a una cámara de vídeo y permite visualizar el interior del cerebro), que permite el paso de
instrumentos con los que se abre una comunicación que permite el paso del LCR desde los
ventrículos a los sitios en donde se absorbe (espacio subarcnoideo).
Si este procedimiento es indicado y resulta efectivo, el paciente podrá vivir sin válvula.

El tratamiento de los pacientes con Hidrocefalia salva y sostiene la vida de la persona afectada. Si se
deja sin tratar, la Hidrocefalia progresiva, con raras excepciones, es mortal. El tratamiento agrupa a
varios especialistas como el neonatólogo, neuropediatra, psicólogo, el especialista en rehabilitación y
el neurocirujano, cada uno con visiones distintas pero necesariamente complementarias que trabajan
en equipo.

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¿Qué cuidados se deben tener con un niño con válvula?

• No tocar la válvula salvo por indicación médica.


• No acostar al niño sobre la válvula, ya que la presión sobre la misma puede maltratar la piel.
Cuando el niño se movilice solo y pueda reaccionar al dolor, el mismo se acostará de la mejor
manera que le acomode.
• Vigilar la aparición de coloración roja o supuración de la piel sobre alguna parte de la válvula.
• Vigilar que ninguna parte de la válvula quede expuesta a infecciones a través de heridas sobre
la piel o granos.
• Continuar el control de niño sano.
• Vigilar que la mollera del niño se mantenga a nivel.
• Vigilar que no aparezcan síntomas que sugieran que la válvula funciona mal.

La clave para controlar la Hidrocefalia es la prevención, la detección temprana y el tratamiento de las


infecciones. Un bebé con Hidrocefalia requiere exámenes médicos frecuentes para asegurarse del
correcto funcionamiento de la derivación. El equipo médico trabajará exhaustivamente junto a la
familia, le proporcionará toda la información necesaria y los guiará en el crecimiento y desarrollo de
su bebé.

Con este tratamiento muchos bebés sobreviven y a los cinco años pueden ser normales, no obstante,
otros fallecen por infecciones interrecurrentes y obstrucción frecuente de la válvula.

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¿Cuáles son las posibles complicaciones de un sistema de derivación?

La colocación de la válvula generalmente tiene éxito, pero es muy raro que la válvula dure toda la vida
sin tener complicaciones. Uno de los aspectos críticos del manejo de la válvula es estar bien
informado y vigilante ante las posibles complicaciones que pueden llegar a ser muy graves. La
mayoría de estos problemas ocurren semanas o incluso años después de su instalación y esa es una
de las razones por las que puede haber descuidos. Cuando las cosas van bien, las personas tienden a
olvidarse de la Hidrocefalia y su tratamiento.
Es importante que los padres estén siempre alertas e informados. Si saben cuáles son los síntomas
estarán más tranquilos. Algunos de estos pueden confundirse fácilmente con los síntomas de las
enfermedades infantiles, si tienen duda, siempre deben acudir al médico especialista para que haga
una revisión neurológica del niño.

Los sistemas de derivación no son mecanismos perfectos. Entre las complicaciones pueden figurar:

• Falla mecánica: generalmente hay un bloqueo total o parcial de la válvula. El LCR se regresa
desde este punto de obstrucción y, si no se corrige, regresarán todos los síntomas de
Hidrocefalia.
o Obstrucción de la válvula: esto puede ocurrir en cualquier parte de la válvula, el
catéter ventricular (el que está dentro del cerebro), se obstruye con el tejido del plexo
coroideo o de los ventrículos. En los adultos generalmente se obstruye el catéter
distal (el que lleva el LCR a otra parte del cuerpo). Los catéteres o la válvula se
pueden obstruir con células sanguíneas o con bacteria.
o Se desconecta alguna de sus partes, se rompe (generalmente el catéter distal): las
válvulas son muy durables, pero los componentes pueden desconectarse o
fracturarse como resultado del uso o por el crecimiento del niño.
o Alguno de los catéteres se sale de su sitio de colocación
o La válvula saca más o menos cantidad de LCR de lo esperado:

 El drenaje excesivo ocurre cuando la derivación permite al LCR drenar de los


ventrículos con más rapidez que aquella a la que se produce. Este drenaje
excesivo puede hacer que los ventrículos se colapsen, rompiendo vasos
sanguíneos y ocasionando dolor de cabeza y hemorragia.
 Ocurre drenaje insuficiente cuando el LCR no sale con suficiente rapidez y
los síntomas de la Hidrocefalia vuelven a aparecer.
• Infecciones: Además de los síntomas comunes de la Hidrocefalia, las infecciones de una
derivación, pueden producir también síntomas tales como fiebre ligera, dolor en los músculos
del cuello o los hombros y enrojecimiento o sensibilidad a lo largo del conducto de
derivación. Este problema debe ser tratado inmediatamente para evitar enfermedades graves
que pondrían en riesgo la vida o causarían daño cerebral.
• Convulsiones: son un problema común en la Hidrocefalia, sin embargo, no hay ninguna
relación entre el número de revisiones de la válvula y el riesgo de presentar convulsiones.
• Complicaciones abdominales: el peritoneo (en el abdomen) es el lugar más común para
colocar el catéter distal, sin embargo también ahí puede haber complicaciones serias cuando
se pierde el catéter, se perfora el intestino o se forman hernias que requieren atención
especial.

Por lo general, los sistemas de derivación requieren vigilancia y seguimiento médico regular. Cuando
ocurren complicaciones, el sistema de derivación normalmente requiere algún tipo de ajuste o
revisión.

Cuando hay razón para sospechar que un sistema de derivación no está funcionando de forma
apropiada (por ejemplo, si vuelven a aparecer los síntomas de la hidrocefalia), deberás llamar a tu
médico de inmediato.

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¿Cuáles son los síntomas si la válvula funciona mal?

• Alguno o varios de los siguientes:


• Dolor de cabeza persistente
• Vómito
• Visión doble
• Irritabilidad
• Decaimiento
• Convulsiones
• La mollera se abulta, si aún la tiene abierta.

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Prevención

El diagnóstico y tratamiento precoz puede evitar las complicaciones de largo plazo.

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Complicaciones

ASOCIADAS: Puede acompañarse de otras malformaciones del sistema nervioso como:


Mielomeningocele, Espina Bífida, Encefalocele y Meningocele. Pero también en el resto del cuerpo
como en la cara, extremidades, columna vertebral y otros órganos internos.

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Pronóstico

El pronóstico para los infantes a los que se les ha diagnosticado Hidrocefalia es difícil de predecir y
depende más bien de la causa y de la oportunidad del tratamiento. El pronóstico se complica aún más
cuando existe la presencia de otros trastornos asociados.
No se ha comprendido bien el grado en el que la descompresión (el alivio de la presión o incremento
del líquido cerebroespinal) después de una cirugía de derivación pueda reducir o invertir el daño del
cerebro.

Las personas afectadas y sus familias deberían estar conscientes de que la hidrocefalia presenta
riesgos para el desarrollo tanto cognoscitivo como físico. Sin embargo, muchos niños a los que se les
ha diagnosticado el trastorno se benefician de terapias de rehabilitación e intervenciones educativas
que les ayuda a llevar una vida normal con pocas limitaciones.

El tratamiento de los pacientes con Hidrocefalia salva y sostiene la vida del paciente. Si se deja sin
tratar, la hidrocefalia progresiva, con raras excepciones, es mortal. Entre más temprano el tratamiento
mejor el pronóstico. Es muy importante si un padre ve algún cambio en su hijo llevarlo de inmediato
con su pediatra.

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Probabilidad de que se repita

Es posible que el médico del bebé le recomiende consultar a un médico especialista en genética para
discutir acerca de los riesgos de recurrencia en embarazos futuros y de los análisis prenatales que se
podrían realizar para la detección de la Hidrocefalia.

Para los casos que se presentan esporádicos (o sea sin algun otro tipo de malformación congénita),
tienen un porcentaje del 5%; para los que intervienen las formas genéticas, el riesgo dependería del
tipo de herencia que se presente como en el caso de la Hidrocefalia ligada al X donde 50% de los
varones pueden heredarla y 50% de las mujeres serán portadoras (pero sanas) del defecto. Es
recomendable que todos los bebés con Hidrocefalia acudan al Consejo Genético y se estudie si
corresponden a una forma esporádica o no.

Usa nuestra sección de “directorio de Genetistas” para localizar a un profesional especializado en


genética en tu área.
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Preguntas frecuentes

¿Puede un niño con Hidrocefalia y válvula hacer una vida normal? : Un niño con hidrocefalia
compensada por el uso de una válvula podrá tener un desarrollo normal, sin embargo debe tenerse
en cuenta que la causa de la hidrocefalia puede haber dejado secuelas a nivel cerebral que dificulten
su desarrollo.

Si no existe ninguna otra enfermedad asociada, el niño podrá, dentro de su condición, asistir a la
escuela, practicar deportes o actividades artísticas igual que otros niños de su edad y no deberá
marginarse por ninguna razón.

¿Qué pasa si el niño se golpea en la cabeza?: Como ya lo dijimos, el llevar una válvula no debe
impedir que el niño haga una vida lo más normal posible. Las válvulas no se rompen en los golpes
leves en la cabeza. Sin embargo, cuando un niño que lleva una válvula se golpea fuertemente en la
cabeza, debe ser vigilado especialmente (por el pediatra o en el hospital), ya que puede presentar
hematomas (derrames de sangre) intracraneales con más facilidad que otros niños.

¿Cuántas veces debe cambiarse la válvula?: Más o menos 6 de cada 10 niños, en algún momento de
su vida deberán ser sometidos a una revisión o cambio de válvula.

Mientras la válvula funcione bien no es necesario cambiarla. En algunas ocasiones por el crecimiento
del niño (entre los 10 y los 14 años), puede que el catéter distal se rompa, se salga de su sitio o se
desprenda de la válvula, en estos casos el niño presentará datos de mal funcionamiento valvular y los
padres se darán cuenta. Esto va a depender de la longitud del tubo que va dentro del vientre y de la
altura que alcance el niño. Igualmente será necesario el cambio de válvula cuando ha sido afectada
por alguna infección.

¿La válvula es para siempre?: En términos generales, la válvula es para siempre. Como el niño con
espina bífida con hidrocefalia, su trastorno se debe a la obstrucción del LCR y por lo tanto, él va a
necesitar siempre la válvula.

¿Hay posibilidad de que mi niño deje de necesitar la válvula?: Esto sucede en algunas ocasiones,
generalmente porque la obstrucción al paso del LCR desaparece. Sin embargo puede que esto pase
desapercibido sin que signifique ningún problema para el niño y tampoco es necesario intervenirlo
sólo para retirar la válvula ya que ésta no producirá ningún problema al permanecer en su sitio.

¿Qué información sobre la válvula deben tener presente los padres?

• El día en que se le colocó.


• El tipo de válvula.
• La presión de apertura de la válvula.

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