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que la tengo”
El libro acerca del que voy a hablar “Shopping de la poesía y otras causas I y II” fue parido y vió la
luz a partir de las instancias previas de una de las tantas crisis importantes que desangraron la
Argentina. Era entonces que nuestro país era un gran shopping: todo estaba en venta, los valores, las
conciencias, los logros laborales, todo. El libro se permite, desde el formato del comic o la
historieta, discurrir sobre esas cosas que, aparentemente, ya no importan1. Esa “aparente
intrascendencia” insiste y pulsa desde el verso breve, casi epigramático. Los poemas tienen (casi
todos) dedicatorias muy ambiguas, que invitan a la sonrisa reflexiva. No es un libro de chistes, ni
siquiera chistoso, no provoca la llana carcajada. Posee un humor inocente y casi triste, de sonrisa
melancólica.
Es en ese rasgo justo (en esa precisión) donde se percibe el poeta, que en los aspectos formales
incluso desde la paradoja y el absurdo, como en “Cursillo breve sobre el sujeto y sus
clasificaciones”, o en una parte muy experimental, donde encontramos poemas como “Historia con
palabras prestadas” donde a términos científicos específicos de la zoología se les hace decir otra
cosa, y otra cosa, y otra cosa: el signo resignifica el sentido desde el humor, socavando los
cimientos del sentido común, del más común de los sentidos: “porque así son los burgados sin
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Invito a los lectores a pensar que el momento de este libro, no tan lejano en la dimensión de tiempo histórico (el año 2000) no se
aparta demasiado de la crisis que hoy por hoy atraviesa nuestro país. Por eso, este trabajo se formulará pensando en el pasado (2000)
cuando el poeta se refiere al amor; donde el lugar común se hace más peligroso, donde se obliga al
poeta a ser un equilibrista cuidadoso, que se sirva de ese lugar común y que lo explote a conciencia,
El poeta trabaja entonces con el lugar común, conciente de su peligro, absolutamente enterado de
sus límites y acechanzas, como un experto en explosivos lo hará al desactivar una sustancia
sumamente tóxica, o como un adiestrador de fieras logra dominar a un tigre de bengala: al igual que
los especialista, que nos convencen de la simpleza de su arte, Berón nos hace creer que escribir así
Mucho menos referirse al amor, jugar con sus conceptos, movilizar a la reflexión pero sin perder el
candor que el tema exige. Así, en el poema “Te lo repito” dedicado “a ella” dice: “Como no sé qué
Donde la reflexión filosófica acerca de la trascendencia de la vida se ensambla con la reflexión con
la eternidad del amor, Cosas tan trascendentes como la vida o la muerte, el humor, entonces,
permite acercarse, disminuye la distancia, ejerce su crítica, pero siempre des-dramatizando, aún
cuando nos recuerda constantemente que los temas de la poesía son siempre el amor, la muerte, la
insurrección/ permanente.
Por supuesto no faltan en el libro las reflexiones metapoéticas, es decir cómo evalúa, qué piensa el
autor acerca del oficio. En la parte II hay varios poemas pero el más significativo al respecto es
“Esperando inspiración”, donde el poeta sale a la pesca (literalmente y en todos los sentidos)
munido de un ovillo de lana, una birome azul, un caramelo y una manzana para exportación. El
punta la birome, en la otra el caramelo, arma una caña de pescar (figuresé el lector cuál en un
extremo y cuál el otro, para asombrarse más) y dice que arroja al cielo de la noche la carnada,
esperando que pique una estrella. La manzana le sirve sólo para comer. Un rarísimo arte de pesca.
Nos figura que escribir es un oficio, un oficio casi mágico, pero un trabajo al fin.
Luego sigue en el poema siguiente (a modo de continuación ) con una serie de experimentos
extraordinario o de realidad alterada) se mete en la cuestión transformando aquello que era una
búsqueda poética de lo bello en algo feo, contaminado por la realidad ordinaria y fea.
Es también un libro que habla, irreverentemente acerca del ser de las cosas, en el más puro sentido
ontológico de la palabra. A través del humor se esconde una ontología , un poner en crisis
constantemente de las cosas en sí, los fenómenos y las apariencias de las cosas. Igual que el
cuestionamiento acerca del ser acecha todo el tiempo, bajo la apariencia de una broma, una chanza
poco seria, como en el siguiente poema, titulado “Hablando con Freud” dedicado a noni: Extraña
clave del sueño/ donde la noche afila su fantasma/ y fabrica fotocopias del hombre.
Hay un poema en el libro que de alguna manera es el arte poética del libro. El poema se llama
“Novedad en el pueblo” y está dedicado al negocito del barrio. Lo que expresa este poema es la
instancia lo que provoca en un artista un cambio de episteme, de modo de ver el mundo; un filósofo
lo haría con un libro o un ensayo filosófico, y el poeta lo hace del único modo que sabe, poetizando.
En el más puro sentido de la palabra poiesis. Me permito transcribir entero este poema, porque es
Salí a caminar
por el centro del pueblo.
Llegué, vi y me metí en el shopping.
Recorrí las góndolas,
pero no pude hallar
ni paquetes de nubes,
ni limadura de estrellas,
ni amor en polvo.
Tampoco el cenicero
tenía corazón de pájaro.
En la sección mercería,
me dijeron que ellos
no trabajaban más
ni el hilo de luz,
ni los botones con agujeros
para mirar al futuro.
En la sección juguetería,
me quisieron vender bolitas sueltas
que me llevaban tres cuadras de ventaja.
Me puse furioso
y decidí alejarme
de aquel lugar maldito.
Llegando a la salida,
estaba la sección inmobiliaria.
Exhibía una casa de ventanas abiertas
por las que soy loco y decidí comprarla.
Pero el tipo, además de la guita me pedía:
el zapato del sueño,
el llaverito con la cara de Ernesto
y la birome con que escribo los poemas.
Yo le juro, hice lo posible.
Tomé aire.
Realicé dos ejercicios de yoga.
Volví a tomar aire y lo contuve
con los ojos apretados.
Pero le soy sincero.
No pude.
Y al tipo y al shopping
los mandé a la puta que los parió.2
Para el poeta las cosas que verdaderamente importan son el zapato del sueño, el llaverito con la cara
de Ernesto y la birome con que escribe los poemas, eso es lo que el vendedor de su casa de sueño le
En el poema “leyes del mercado, leyes del poeta” subtitulado “poema en vuelo” dice:
Ese mundo escindido, separado, del mercado y del poeta queda expresado claramente en este
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Página 105. Parte I
poema, donde los bandos antagónicos compiten acerca de sus capacidades, hay un límite que el
mercado no puede superar: un pájaro con corazón que vuele. En cambio si lo puede hacer la poesía,
Mundo escindido, particionado, donde raramente se tocan sus orillas. Este libro, incluso desde su
forma, un tanto graciosa, despreocupada, no intenta postular ninguna ley fundamental. “Nada sirve
para todo” me decía el poeta el otro día, mientras hablábamos de el proyecto “Viajerocielo” del
poema inédito de Washington Berón, donde podemos ver que la aparente inutilidad de la poesia se
derrumba estrepitosamente. Que un solo poema sirva como inspiración para que un grupo de
personas pongan manos a la obra en algo con tanta trascendencia social nos debería hacer replantear
si realmente, nuestro trabajo es tan inútil como creemos, o como nos ha hecho pensar el sistema que
lo es.
Este trabajo entonces pretende dar cuenta de aquellas cosas que ,desde una aparente
Este libro, en su estructura, compendia de alguna manera, aquellas cosas que le preocupan al poeta,
además de las que comprenden al sentido, las innovaciones formales, el trabajo sobre el lenguaje,
las reflexiones metafísicas de un poeta, como una persona que no vive en una realidad habitual,
donde la inspiración se espera, sentado en la orilla del universo, a la pesca del poema,
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http://www.jursoc.unlp.edu.ar/infancia/1aportes/comision7/Depascuale_y_otros__ponencia.doc.
DePascuale Matías, Maltas, Carolina, Obregón, Victoria y Tassano María Emilia