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SI SMOS SISMOS.

¿QUÉ ES UN SISMO?
Los sismos son perturbaciones súbitas en el interior de la tierra que dan
origen a vibraciones o movimientos del suelo ; la causa principal y
responsable de la mayoría de los sismos (grandes y pequeños) es la
ruptura y fracturamiento de las rocas en las capas más exteriores de la
tierra. Como resultado d un proceso gradual de acumulación de energía
debido a los fenómenos geológicos que deforman la superficie de la
tierra, dando lugar a las grandes cadenas montañosas.

En el interior de la tierra ocurre un fracturamiento súbito cuando la


energía acumulada excede la resistencia de las rocas. Al ocurrir la
ruptura, se propagan (en el interior de la tierra) una serie de ondas
sísmicas que al llegar a la superficie sentimos como un temblor (Figura
2). Generalmente, los sismos ocurren en zonas de debilidad de la
corteza terrestre que llamamos fallas geológicas. Existen también
sismos menos frecuentes causados por la actividad volcánica en el
interior de la tierra, y temblores artificiales ocasionados por la detonación
de explosivos. El sitio donde se inicia la ruptura se llama foco y su
proyección en la superficie de la tierra, epicentro.

El fenómeno sísmico es similar al hecho de arrojar un objeto a un


estanque de agua. En ese caso, la energía liberada por el choque de
dicho objeto con la superficie del agua se manifiesta como un frente de
ondas, en este caso circular, que se aleja en forma concéntrica del punto
donde cayó el objeto. En forma similar, las ondas sísmicas se alejan del
foco propagándose por el interior de la tierra, produciendo vibraciones
en la superficie. Por ejemplo, el sismo del 19 de septiembre de 1985,
cuyo epicentro se ubicó en la costa de Michoacán, fue sentido a
distancia de hasta 1 000 km del epicentro.

En el caso de la tierra existen fundamentalmente dos tipos de ondas


sísmicas internas, es decir, vibraciones que se propagan en el interior de
la tierra : ondas compresionales o longitudinales y ondas de corte o
cizallamiento. Las ondas compresionales, llamadas P en la terminología
sismológica, comprimen y dilatan el medio donde se propagan en una
dirección de propagación del frente de ondas. Las ondas de sonido, por
ejemplo, son ondas compresionales que se propagan en el aire. El
segundo tipo de ondas que se propagan en sólidos son las ondas de
corte., llamadas ondas S. En este caso la deformación que sufre el
sólido es en dirección perpendicular a la trayectoria del frente de ondas .
La propagación de estas ondas produce un esfuerzo cortante en el
SI SMOS medio y de ahí el nombre de ondas de corte o cizallamiento.

La velocidad de propagación de las ondas en el interior de la tierra varía,


dependiendo de la densidad y de las propiedades elásticas de las rocas.
En rocas típicas de la corteza terrestre las ondas P se propagan a
velocidades promedio de entre 4.5 y 6.5 km/seg, mientras que en el
núcleo de la tierra, a profundidades de 6 000 km, la velocidad de las
ondas P alcanzan los 15 km/seg. Las ondas S viajan a una velocidad
más lenta que las ondas P; la relación aproximada entre ambas
velocidades es: Vp = v 3Vs. Como viajan más rápidamente, las ondas P
son registradas antes que las ondas S; es por ello que en sismología a
las ondas compresionales se les llama ondas primarias (P) y a las ondas
de corte, que arriban más tarde, ondas secundarias (S).

Además de las ondas internas P y S que hemos discutido arriba existe


otro tipo de ondas que se propagan sobre la superficie de la tierra a
velocidades menores que las de las ondas P y S. A esta clase de ondas
elásticas se les llama ondas superficiales.

¿POR QUE OCURREN SISMOS EN MÉXICO?

A pesar de que las localizaciones de los temblores se hicieron más


precisas a medida que aumentaban la calidad y sofisticación de los
aparatos y demás se profundizaba en el conocimiento de la estructura
interna de la tierra, era evidente, desde principios de este siglo, que los
sismos tenían una tendencia muy clara a ocurrir en bandas angostas de
gran longitud. De entre estas líneas o bandas de sismicidad son muy
evidentes las que ocurren en el centro del Océano atlántico y a lo largo
de toda la costa del Pacífico, Asimismo, era notable que en muchos
sitios esta actividad sísmica estaba asociada a volcanes activos. El
SI SMOS ejemplo más claro de ello es tal vez el llamado "Anillo de Fuego del
Pacífico" que conforma las costas americana y asiática del Océano
Pacífico.

A pesar de que durante la primera mitad de este siglo la sismología


avanzó rápidamente, no fue posible dar una explicación racional a la
ocurrencia preferencial de sismos en estas franjas delgadas. La
explicación de muchos fenómenos sismológicos tuvo que esperar hasta
finales de los años sesenta y principios de los setenta, época en que
surge la teoría de tectónica de placas que revoluciona e integra las
diversas ramas de la ciencia de la tierra. La tectónica de placas
representan uno de los ejemplos más recientes de una revolución
científica que, en un tiempo muy corto, modifica radicalmente e integra
bajo una misma tectónica de placas, las distintas disciplinas que integran
las ciencias de la tierra habían llegado a un avanzado conocimiento de
ciertos fenómenos, sin embargo, aún no eran capaces de ofrecer una
explicación racional y bien fundamentada de por qué ocurrían dichos
fenómenos.

En términos muy simples, la tectónica de placas mostró que la capa más


superficial de la tierra está formada por una serie de fragmentos rígidos
llamados "placas" que se desplazan sobre la superficie de la tierra
flotando, por así decirlo, sobre un estrato de material viscoso llamado la
astenosfera. Estas placas o cascarones rígidos, de aproximadamente
100 km de espesor, varían en dimensiones, desde la enorme placa del
Pacífico, por ejemplo, hasta pequeñas placas como la de Rivera, frente
a las costas de Jalisco. La figura 7 muestra la subdivisión de placas que
conforman la superficie de la tierra, así como sus direcciones relativas
de movimientos sobre la astenosfera.

Como mencionamos arriba, estas placas se mueven una con respecto a


la otra sobre la superficie de la tierra, desplazando los continentes que
yacen sobre ellas. De hecho, la similitud de las líneas de costa de Africa
y América del Sur fue lo que llevó al meteorólogo alemán Alfred
Wegener a postular, a principios de este siglo, que los continentes
deberían de haber sufrido un desplazamiento relativo, como dos piezas
SI SMOS de un gigantesco rompecabezas que separamos paulatinamente. El
desplazamiento de una placa con respecto a otra se lleva a cabo a lo
largo de grandes fallas geológicas sobre las cuales se acumulan
gradualmente energía elástica ; cuando la energía acumulada rebasa la
resistencia de las rocas se un deslizamiento que da como resultado un
sismo. Por tanto, no es sorprendente que las bandas de sismicidad que
hemos descrito anteriormente correspondan a fronteras entre distintos
pares de placas.

La actividad sísmica más frecuente y de mayor magnitud tiene lugar en


las fronteras de placa donde éstas se mueven en direcciones contrarias
a las otras, como ocurre a lo largo de la costa del Pacífico. Como
resultado de este movimiento relativo en direcciones contrarias y al
comportarse las placas casi como cuerpos rígidos, una de las dos placas
de desliza por debajo de la otra.

Este proceso donde una placa se introduce pro debajo de otra se llama
subducción y da como resultado una gran actividad sísmica y volcánica.
La actividad sísmica ocurre de preferencia sobre el plano de contacto
entre las dos placas, donde se forma una enorme falla geológica. La
extensión de esta falla llega generalmente hasta los 30 ó 40 km de
profundidad ; por debajo de esta profundidad, la temperatura aumenta
notablemente y el movimiento relativo de las placas no tiene ya el
comportamiento elástico propio de las fallas geológicas activas, sino que
se relaja por deformación plástica ; es decir, el deslizamiento es continuo
y asísmico. Durante los grandes sismos, las fallas que se deslizan
pueden llegar a tener longitud ( a lo largo largo de la costa) hasta de 1
000 km, y alcanzar, como hemos visto, hasta los 30 ó 40 km de
profundidad.

Este tipo de fallamiento existe a lo largo de la costa del Pacífico, donde


las diferentes placas que forman el lecho del Océano Pacífico se
subducen por debajo de los continentes americano y asiático. Si bien la
mayor parte de la actividad sísmica tiene lugar, como ya hemos visto en
el plano de contacto entre las dos placas, ocurren también sismos en el
interior de la placa en subducción, que pueden alcanzar profundidades
de hasta 700 km y que reflejan el estado de esfuerzos al que está
sometida la placa al introducirse en el interior de la tierra. Por otro lado,
al penetrar la placa cada vez más profundamente en el interior de la
tierra, ciertos minerales se funden a una determinada presión y
temperatura, formando un magma que asciende a la superficie y genera
las cadenas volcánicas que acompañan a las zonas de subducción.
En el caso de México, existe una zona de subducción a lo largo del
SI SMOS Pacífico que abarca desde las costas de Jalisco hasta la frontera con
Guatemala. Una placa relativamente pequeña determinada Placa de
Cocos forma el piso oceánico del Pacífico mexicano y se mueve hacia el
continente con una velocidad promedio de siete centímetros al año. El
movimiento relativo entre la placa de Cocos y la placa de Norteamérica,
sobre la cual yace México, no es constante e ininterrumpido sino que se
lleva a cabo en deslizamientos súbitos y episódicos de la zona de
contacto. Cada vez que se acumula energía suficiente en un cierto
segmento de la falla ocurre un desplazamiento que puede llega a ser del
orden de uno a tres metros, originando así un terremoto. En algunas
partes de la costa mexicana, como ciertas zonas de Oaxaca y Guerrero,
por ejemplo, los grandes sismos parecen repetirse aproximadamente
cada 35 ó 40 años; éste parece ser el lapso necesario para acumular
suficiente energía capaz de generar un gran sismo.

Al introducirse por debajo de la costa sur de México, la placa de Cocos


se rompe y deforma produciendo sismos profundos (80 a 100 km de
profundidad) que reflejan los esfuerzos a que está sometida la placa al
penetrar al interior de la tierra (Figura 8). Si bien los sismos en el interior
de la placa son menos frecuentes y de magnitudes generalmente
menores que los temblores de subducción, aquéllos ocurren hacia el
interior del país, donde se encuentran los mayores centros de población.
Su ocurrencia cercana a concentraciones urbanas produce daños
relativamente altos para las magnitudes de los sismos en cuestión. Los
sismos de Orizaba, Ver. En 1973 y de Huajuapan de León, Oax. En
1980 ocasionaron graves daños en estas localidades.

Fuente: Cuadernos del Instituto de Geofísica de la UNAM, Gerardo suárez R. y


Zenón Jiménez J. Investigadores.
SI SMOS ¡QUE HACER…?

A) ANTES.

En el centro de trabajo.

• Pregunte acerca de y conozca el PROGRAMA DE PROTECCION


CIVIL.
• Coopere en las actividades de Protección Civil en tu centro de
trabajo.
• Identifique los señalamientos de emergencia, las áreas de riesgo y la
zona de seguridad.
• Identifique la Señal de ALARMA.
• Identifique y sugerir (o realizar) las modificaciones y reparaciones
necesarias en el inmueble para aumentar su seguridad.
• Tenga a la mano los teléfonos de personas e instituciones, con
quienes en caso de emergencia será necesario comunicarse.

En la calle.

• Observe como son las calles por las que transita e identifique los
elementos que podrían ser peligrosos durante un movimiento sísmico.
• Comprenda y facilite la realización de obras públicas.
• Informe a las autoridades sobre elementos que pudieran en un
momento ser peligrosos o generar un riesgo.
• Identifique los sitios o lugares que estén libres de riesgos (áreas
abiertas)

En la casa.

• Revise las condiciones de la construcción y repare todo lo que pueda


afectar su resistencia, si es necesario consulte a un profesional.
• Identifique los lugares de mayor riesgo dentro y fuera de la casa para
alejarse de ellos cuando perciba un sismo (ventanas, grandes
muebles, plafones, canceles, marquesinas, cables eléctricos, etc.)
• Identifique los lugares de menor riesgo dentro y fuera de la casa y
téngalos presentes cuando ocurra un sismo.
• Platique con todos los miembros de su familia sobre lo que harán en
caso de presentarse un sismo, acciones como:

Determinar una lista de diversos objetos y utensilios


personales que es necesario mantener siempre a disposición,
como: documentos personales y de bienes.
Tenga a la mano una pequeña maleta que contenga un
radio de baterías, una linterna y un botiquín con desinfectante para
heridas, jabón, algodón, vendas elásticas de diversos tamaños,
tela adhesiva, tijeras, pastillas de cloro para desinfectar agua, un
bolígrafo y una carpeta de mano.
Anote en una tarjeta o en la carpeta de mano el tipo de
SI SMOS sangre, alergias y medicamentos indispensables en caso de
requerirlos algún miembro de la familia.
Determinar formas y medios para comunicarse en caso
que los miembros de la familia se encuentren en diferentes
lugares, asegúrese que todos conozcan los teléfonos de
emergencia y de familiares y amigos cercanos.
Póngase de acuerdo con su familia sobre donde reunirse
o a que teléfonos reportarse después de un sismo.
Fórmese hábitos de prevención como: Dejar las llaves de
las puertas en un lugar accesible e identificado por los miembros
de la familia; quitar obstáculos de puertas y pasillos, fijar a los
muros grandes muebles que puedan caer durante un sismo; no
dejar objetos tirados en el piso.

B) DURANTE

En el centro de trabajo.

• Al sentir el sismo o escuchar alguna alarma CONSERVE LA CALMA.


• Si es miembro de la organización para emergencias, realice las
funciones que tiene predestinadas.
• Siga las instrucciones de los brigadistas de emergencia.
• No grite, no corra y no haga comentarios que puedan alterar a las
demás personas.
• Salga rápidamente hacia las zonas de seguridad.
• Si hay plafones colóquese debajo de un mueble en una zona
resistente de la construcción.
• No use escaleras.
• Al dirigirse a las zonas de seguridad cuídese de la caída de objetos.
• En caso de quedar atrapado, situarse en el lugar menos peligroso y
haga ruido en forma permanente con algún objeto, puede estar
seguro que alguien acudirá a rescatarlo en breve tiempo.
• En las áreas de seguridad manténgase unido al grupo con el que se
encuentre, proporcione la información que se le requiera y siga las
instrucciones que se le den.
• Si se ofrece a ayudar, primero ayúdese a si mismo para que pueda
apoyar a los demás.

En la calle.

• Si es necesario abandonar el inmueble, no corra y siga las


instrucciones que le den los miembros de la organización para
emergencias.
• Si se le indica retirarse a su casa hágalo.
• No se acerque a zonas siniestradas.
• En la calle hay que cuidarse de los automóviles, cables, árboles,
bardas y demás elementos que pudieran causarnos algún daño.

En la casa.

• Mantenga la calma.
• Procure apagar todos los aparatos eléctricos y los que usen gas,
SI SMOS cierre todas las llaves principales de abastecimiento que estén a la
mano incluyendo la del agua.
• No utilice escaleras y elevadores.
• Si abandona la casa, hágalo con cuidado.

C) DESPUÉS.

• No use el teléfono a no ser que se trate de una urgencia.


• No se desespere si los demás miembros de su familia se encuentran
en otro lugar, sea paciente para recibir noticias.
• Manténgase informado a través de los medios de comunicación social
y siga las instrucciones que se transmitan a través de ellos.
• Procure no utilizar el automóvil a no ser que se trate de una urgencia.
• No encienda ningún fuego, como cigarros, velas o candiles.
• Cuando abra closets o armarios, hágalo con cuidado, ya que los
objetos del interior pueden caer.
• Si percibe la presencia del derrame de una sustancia peligrosa,
procure limpiarla.
• Desconecte la acometida principal de electricidad, en su caso no
utilice los equipos eléctricos hasta verificar que la instalación se
encuentra en buenas condiciones.
• Antes de usar los muebles del baño, verifique el buen estado de las
instalaciones hidráulica y sanitaria.
• Manténgase informado a través de la radio o la televisión.
• No se acerque a zonas donde se registraron daños.
• Recuerde que después de los grandes sismos, pueden ocurrir otros
de menor o mayor intensidad.
• Si puede, apoye las acciones de auxilio en lo que se le indique.
• Si percibe daños en la construcción donde vive o en otras vecinas,
repórtelos.

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