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Introducción.
El análisis del lubricante usado en los motores de combustión interna es una de las
herramientas del mantenimiento predictivo; esto es, el mantenimiento realizado en base
a un deterioro de un equipo(en este caso un motor), señalado por la variación de un
parámetro controlado e indicativo del funcionamiento o rendimiento de la máquina.
Es por todo esto que proliferan en la actualidad multitud de nuevos equipos más
completos destinados al análisis in situ del aceite, algo que hasta ahora quedaba
reservado para aquellos usuarios que no tenían mas remedios que operar de esta manera
con laboratorios especializados.
Este trabajo hará hincapié precisamente en estos equipos rápidos de análisis, presentará
métodos aplicados al monitorizado y control de aceites lubricantes para motores diesel.
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1.1 Propiedades necesarias del lubricante en motores de combustión interna.
Tanto en los motores de combustión por compresión (MEC), como por lo de encendido
provocado (MEP), el combustible es quemado en las entrañas del motor, la lubricación
se ve enormemente dificultada debido a los fenómenos adicionales y más exigentes a los
que se debe enfrentarse; altas temperaturas, productos de la combustión y residuos que
pueden contaminar el lubricante, altos esfuerzos de cizalladura, etc.
El tipo y calidad del combustible utilizado así como el tipo de ciclo de motor van a ser
parámetros importantes en la lubricación. Las altas temperaturas a las que se verá
sometido el lubricante en este tipo de motores es la característica básica que diferenciará
la lubricación de estos equipos frente a otro tipo de maquinaria.
El grado de refino de los combustibles, la presencia de impurezas o de aditivos son
parámetros importantes con relación a como va a quemar el combustible y como
consecuencia de ello el efecto que va a tener sobre el lubricante del motor. La mayor
parte de los productos de la combustión son evacuados a la atmósfera vía el sistema de
escape pero con una significativa proporción de los mismos pueden existir fugas a
través de la holgura entre segmentos y camisa contaminando el aceite lubricante y
pudiendo causar efectos negativos.
En este paso de los productos de la combustión hacia el cárter es conocido con el
término de blow-by, y es muy significativo en los pequeños motores. Estos están
diseñados para que tengan un tamaño reducido, así como su coste.
La conexión directa entre pistón y cigüeñal mediante el bulón del pistón y la biela es un
problema, especialmente en aquellos motores de carrera corta, porque los pistones y
segmentos se mueven distancias menores. Esto conlleva la imposición de cargas
laterales en el pistón y por tanto un sellado defectuoso por parte de los segmentos, con
lo cual existe una tendencia creciente al paso de gases de la combustión al cárter.
Los motores dotados con el sistema de ventilación positiva de cárter (Positive Crankase
Ventilatión: “ PCV ”) recirculan una cierta proporción de este blow-by hacia la cámara
de combustión vía el sistema de admisión, pero de todas formas una gran parte de
dichos gases quedan atrapados por el aceite del cárter.
Los productos de la combustión y que aparecen en los gases del blow-by, tenemos:
dióxido de carbono (CO2), agua, componentes ácidos e hidrocarburos parcialmente
quemados, así como óxidos de nitrógeno (NOx).
El dióxido de carbono y el agua provienen de la combustión de los combustibles:
De las ecuaciones anteriores hay que resaltar lo importante de la gran cantidad de agua
que se produce en una reacción de combustión de un hidrocarburo. Naturalmente,
cuando el motor está operando en una temperatura normal, el agua permanece en estado
de vapor y es eliminada por el sistema de escape, pero el vapor de agua presente en los
gases del blow-by pasa al cárter relativamente más frío y puede condensarse en el
mismo. El agua líquida puede fijarse en diversos mecanismos del motor causando
oxidación en los mismos o bien mezclarse con el mismo aceite creando una especie de
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barro (sludge). La parte relativamente más fría del motor suele ser la capa de balancines
y es allí donde también suele condensarse el agua formando el barro anteriormente
mencionado.
La utilización de aditivos dispersantes en el aceite trata de evitar que se produzcan estas
condensaciones llevando en suspensión el agua hasta partes más calientes donde permita
a la misma evaporarse y ser eliminadas vía el sistema de ventilación. El equilibrio de la
proporción de agua que existe en el aceite depende en parte de las temperaturas de
funcionamiento del mismo así como del diseño general del motor.
El dióxido de carbono producido, aún teniendo características de un ácido débil, puede
ser desestimado como sustancia peligrosa para el motor y el lubricante. Por otra parte,
los combustibles que tienen impurezas (los Diesel en mayor proporción) pueden
conducir a más serios problemas debido a la formación de ácidos. El petróleo crudo
contiene cantidades significativas de azufre (S), el cual no es totalmente eliminado
durante el proceso de su refinado del mismo. En los motores Diesel el azufre residual
presente se quema en la cámara de combustión y produce ácidos sulfuroso y sulfúrico.
2 S + 2 O2 → 2 SO2
No hace mucho tiempo, las gasolinas para motores de encendido provocado (MEP)
tenían un contenido en azufre mucho menor que los combustibles para Diesel, en el
caso de las gasolinas con plomo existían aditivos utilizados para evitar la formación de
los depósitos de óxidos de plomo formados a su vez por los compuestos en base de
plomo utilizados como mejoradores del índice de octano, estos aditivos solían ser
cloruro y bromuro de etileno, los cuales pueden reaccionar en la cámara de combustión
formando complejos oxácidos de cloro y bromo y también ácidos hidroclórico e
hidrobrómico (1).
Todos estos ácidos son capaces de producir corrosión y desgaste corrosivo en el motor
así como actuar de catalizadores tanto para la degradación del aceite como para la
formación de barnices y gomas a partir de dicho aceite. Estas gomas o depósitos tipo de
laca pueden producir el agarrotamiento de determinadas partes del motor, y resultan
como consecuencia de combustiones parciales del combustible, en las cuales se
producen sustancias reactivas conocidas como “precursores de depósitos” y que
aparecen en el blow-by.
(1) La eliminación de estos compuestos de plomo [tretraetilo de plomo (TEL)] de la gasolina se inició
en 1975. Cuando se le agregaba a la gasolina, incrementaba su octanaje y reducía su tendencia a
detonar
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Estos, junto con otros productos de la degradación del lubricante, polimerizan en
presencia de ácidos para formar depósitos (gomas), que en el caso de las partes calientes
del motor como la falda del pistón pueden depositarse formando barnices marrones o
amarillos. La formación continuada de estos barnices llevará finalmente a la producción
de depósitos duros de carbón.
Los aditivos alcalinos se utilizan en el aceite para la neutralización de estos ácidos y de
esta manera prevenir sus peligrosos efectos tanto sobre el motor como sobre el aceite. El
espectacular aumento de la vida útil de los motores en estas últimas décadas se debe
principalmente a la utilización de estos aditivos en los aceites lubricantes. La
introducción de las gasolinas sin plomo y las continuas reducciones en las cantidades
máximas de azufre permitidas en los combustibles para motores Diesel han llevado a
una gran reducción en la formación de estos ácidos conduciendo a nuevos tipos de
formulaciones de aceites y probables incrementos en las vidas útiles tanto de los aceites
como de los motores.
Otro importante contaminante que aparece en mucha mayor medida en los motores
Diesel es la materia carbonosa. Proveniente de la combustión incompleta del
combustible en las partes más frías de la cámara de combustión, así como debido a otros
contaminantes, aparece en cierta proporción en el blow-by. Esta materia carbonosa
puede adherirse a los depósitos de barniz acelerando la formación de depósitos
carbonosos si la tendencia a la formación de barnices no está lo muy controlada.
Como resumen, un moderno lubricante no sólo debe ser estable a altas temperaturas y
mantener la viscosidad adecuada en un amplio rango de temperaturas para el correcto
funcionamiento del motor, sino que además debe contrarrestar los perniciosos efectos de
los contaminantes. Ello incluirá aditivos para la dispersión del agua, materia carbonosa
y otros constituyentes del blow-by, así como la capacidad de mantener estas sustancias
en suspensión en el aceite. Otros aditivos reaccionaran y neutralizaran los diversos
contaminantes ácidos que en el caso de no ser así provocaran oxidación, corrosión o
problemas debidos a la formación de depósitos.
Hasta aquí hemos visto las características de motores que típicamente podemos
encontrar en el parque automovilístico moderno, los motores lentos grandes (Large
Diesel Engines), fundamentalmente utilizados en marina o como generadores, así como
los motores semirrápidos (Médium size - médium speed) utilizados como tracción en
locomotoras, equipos de movimientos de tierras y operaciones de perforaciones, así
como motores auxiliares en buques o centrales de producción de energía; tienen como
característica principal que sus costes de funcionamiento, y básicamente el coste del
combustible dentro de estos, es el parámetro de mayor importancia a tener en cuenta.
Por esto, la tendencia es a utilizar combustibles de bajo coste y por lo tanto, de baja
calidad; por lo que serán necesarios lubricantes de alta capacidad detergente para paliar
las deficiencias del uso de estos combustibles en cuanto a sus efectos adversos sobre el
motor. Los combustibles de baja calidad suelen tener altos contenidos de azufre con lo
que ello conlleva la utilización de aceites con elevada reserva alcalina para neutralizar
los ácidos provenientes de la combustión de los mismos.
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1.2 El desgaste de los motores.
Una de las principales misiones del lubricante es la reducir el rozamiento entre las
superficies con movimientos relativos entre ellas y con ello el desgaste que sufren a los
valores mínimos posibles. Evidentemente las consecuencias que se derivan de un
desgaste excesivo son: avería total, con lo que supone (indisponibilidad, reparación,
etc.), molestias al usuario (aumento de los gastos de explotación: consumos excesivos,
pérdidas de satisfacción o comodidad: ruidos), pérdidas de potencia, incidencias directas
sobre la vida del vehículo.
De todas maneras no hay que decir únicamente que el lubricante sea el causante de
todas estas causas ya que otros factores van a afectar al mismo como son: la tecnología
del conjunto y la de cada pieza considerada independientemente, la composición
metalúrgica de estas últimas, las condiciones de utilización del motor y su grado de
acuerdo con las previsiones que por diseño debía tener, el combustible empleado, la
calidad de la combustión, etc.
Comencemos por definir qué entendemos por desgaste, que será aquellas situaciones
que supongan pérdida de materia en una pieza sometida a rozamiento. Los tipos de
desgaste que pueden presentarse en un motor son los siguientes:
Esta forma de desgaste (pitting), interesa sobre todo a los mecanismos en los que
intervienen el rozamiento de rodamientos. En este caso la aplicación de las ecuaciones
de Hertz para las deformaciones elásticas muestra que los esfuerzos máximos se
producen a una determinada profundidad por debajo de la superficie.
• Desgaste corrosivo.
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• Desgaste abrasivo.
• Desgaste erosivo.
Este tipo desgaste se produce cuando las superficies metálicas están “bañadas” por un
fluido animado de gran velocidad y cargado de partículas sólidas y duras. Este desgaste
es muy semejante al abrasivo, pero mientras en este último, las partículas trabajaban las
superficies bajo el efecto de las fuerzas angulares en los juegos pequeños, en el caso de
la erosión, es únicamente la energía cinética de las partículas la que puede, en los puntos
de impacto sobre las superficies, provocar las deformaciones o arranque de materia.
▪ Partículas metálicas, provenientes del desgaste de las partes metálicas del motor
sometidas a fricción. Son capaces de producir un desgaste abrasivo, rugosidad en las
superficies que facilitan el desgaste adhesivo y pueden catalizar los procesos de
degradación del propio aceite.
▪ Productos carbonosos, como resultado del paso de los gases de la combustión hacia el
cárter. Estos mismos gases actúan facilitando la degradación del aceite.
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▪ Productos varios como residuos que quedan después de una acción de mantenimiento.
▪ Origen interno, por desgaste de los componentes mecánicos y degradación del propio
lubricante.
▪ Contaminación externa, a través del soplado, de los añadidos, la ventilación del cárter,
etc.
▪ Fabricación, donde pueden quedar residuos del mecanizado, partículas empleadas para
la limpieza de las partes, etc.
▪ Por acciones de mantenimiento.
Teniendo en cuenta los mismos y de cara a un adecuado mantenimiento del motor hay
que intentar atajar la presencia de los contaminantes en su foco de creación siempre que
sea posible.
Desde comenzó la aparición de los primeros aditivos para la mejora del comportamiento
de los aceites en uso, fueron desarrollados como respuesta a la aparición de un problema
real sobre motores en uso. En este caso, el fabricante (Caterpillar Tractor Company)
conjuntamente con la industria productora de lubricantes trabajaron conjuntamente en el
desarrollo de una prueba sobre motor en laboratorio para evaluar mejoras sobre
formulaciones del aceite. En el segmento de mercado dedicado a los lubricantes para
motores Diesel, esta forma de trabajo ha continuado y es usual encontrar actualmente
una secuencia similar:
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Excepto alguna ocasión puntual, cada especificación nueva para aceites, supera el nivel
de exigencia para una o más áreas de la especificación anterior. La mejora en el nivel de
comportamiento puede implicar un aumento en el periodo de vida del motor entre
revisiones overhaul o en un aumento en el periodo de cambio del aceite.
Estas mejoras pueden consistir en mantener los periodos de cambio de aceite o periodos
de revisión overhaul para los motores en nuevos diseños de motor o sobre los mismos
motores en condiciones de funcionamiento más severo, lo cual no hubiese sido posible
sin las mejoras de comportamiento del aceite. Es más extraño que cambios en la calidad
del aceite resulten de forma directa como mejoras en el comportamiento de motor y
esto, es caso de suceder darse en áreas importantes como son la del ahorro de
combustible, el consumo del lubricante, reducción de emisiones contaminantes, etc.
donde el aceite entra en juego de forma directa.
El comportamiento motor del aceite es prácticamente evaluado de forma completa
mediante pruebas de uso motor, bien en motores en banco o en pruebas sobre motores
en servicio. Son excepcionales las medidas como el comportamiento de la viscosidad
frente al esfuerzo cortante, donde se utilizan principalmente inyectores de motor Diesel
y las pruebas de compatibilidad con elastómeros. Estas pruebas son realizadas sobre
aceites nuevos y no reflejan los cambios físicos y químicos que sufre el aceite en
servicio. Estas pruebas, por tanto, son más relevantes de cara a las especificaciones que
a la clasificación. Por el contrario los ensayos en banco tratan de simular las condiciones
reales en servicio y por tanto de proteger contra los posibles problemas que pueden
aparecer en el funcionamiento real. Es importante distinguir entre el comportamiento de
una muestra de aceite y su especificación detallada. La especificación puede incluir
requerimientos de comportamiento así como requerimientos físico y químicos que no
están directamente relacionados con el comportamiento. Muchos de los requerimientos
físicos, tales como el punto de inflamación se incluyen como elemento de protección
frente a la realización de malas mezclas o la contaminación. Otros requerimientos como
la viscosidad a altas temperaturas pueden representar un compromiso entre las
necesidades de diferentes tipos de equipamiento.
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La razón principal es que los motores Diesel tienen una gran variedad de diseño y rango
de potencias y por tanto son necesarias pruebas de diferentes tipos para asegurar que
este espectro de motores esté bien cubierto. Aquí radica la cuestión básica si el motor
debe diseñarse para aprovechar el aceite o es el lubricante el que debe ser aprovechado
en el motor. La proliferación de los test para motores Diesel en motores policilíndricos
ha venido debido a la problemática de los fabricantes de motor con la durabilidad de los
mismos demandando para ello nuevas calidades de lubricantes para minimizar este
efecto.
▪ Oxidación
▪ Espesamiento
SOBRE EL ACEITE ▪ Corrosión de cojinetes (por la oxidación)
▪ Viscosidad
▪ Degradación de sellos (elastómeros)
▪ Desgaste en árbol de levas y picado
▪ Desgaste en cojinetes
▪ Desgastes de segmentos
DESGASTE SOBRE EL MOTOR
▪ Desgaste de camisa
▪ Pulido de camisa( Bore polishing)
▪ Carbón y Barnices:
En alojamientos de segmentos
En caras de segmentos
FORMACIÓN DE DEPÓSITOS
▪ Barros:
En culata
En cárter
▪ Oxidación / Corrosión tren de válvulas
OXIDACIÓN Y CORROSIÓN
▪ Corrosión en cojinetes
El argumento en contra es que sin la mejora en la calidad de los lubricantes los nuevos
diseños de motor no habrían alcanzado los altos niveles de fiabilidad y alta potencia
específica que tienen en la actualidad.
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Para la reducción del tiempo de los ensayos sobre motor, los primeros tests definidos
por Caterpillar requerían severos y exigentes estándares para la formación de barnices
en faldas de pistón y cabeza así como requerimientos para el pegado de segmentos.
Un pistón que no ha superado el test de Caterpillar puede encontrarse en mejor situación
que un pistón que trabaja correctamente en un motor en servicio. Esto puede ser
considerado como poco realista, aunque la alternativa supone irse a la realización de
tests más largos (la prueba de Caterpillar necesita 480 horas) o más severos.
Una de las formas ha sido, en el pasado, aumentar el contenido de azufre en el
combustible para incrementar el valor de generación de ácidos. Con niveles de
contenido de azufre en combustibles comerciales disminuyendo la similitud entre la
realidad y los ensayos es cada vez más difícil. De todas formas la posibilidad de
abandonar los tests de laboratorio y realizar únicamente ensayos en campo puede
rechazarse debido a consideraciones de costo y de tiempo empleado.
Ante los nuevos diseños de motor que se han desarrollado, las necesidades de nuevos
tipos de tests sobre lubricantes han evolucionado. Los motores de gran potencia con
reducidas distancias entre el segmento de fuego y la cabeza de pistón han dado
problemas con el pulido de camisa que puede llevar a un alto consumo de aceite antes
de la degradación general del comportamiento del motor. Por otra parte el uso de
pequeños motores Diesel de alto régimen de giro en automóviles ha llevado al
desarrollo de tests específicos para este tipo de motores sobre todo en el desgaste de
camisa y el tren de válvulas.
La realización de ensayos en banco de motor para la evaluación de lubricantes tiene hoy
en día en la actualidad varios problemas entre los que podemos destacar el alto coste de
los mismos, su baja precisión, la falta de combustibles o recambios adecuados, la falta
de calidad de los recambios, su incompatibilidad con otros requerimientos o la
innecesaria duplicación con otros tests.
En Europa podemos señalar las especificaciones de calidad en estas pruebas motor:
Mercedes Benz con su clasificación MB 2XX, o las de MAN, VolksWagen, Volvo etc.
En USA disponen de especificaciones Mack, Caterpillar etc.
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2.TÉCNICAS UTILIZADAS EN EL ANÁLISIS DE ACEITES LUBRICANTES
PARA MOTOR. EQUIPOS RÁPIDOS DE TALLER ACTUALES.
2.1 Introducción
Hay una tendencia importante por parte de las grandes corporaciones dedicadas a
ofrecer servicios de análisis de aceites a recomendar la utilización de los ensayos
mediante los llamados de equipos rápidos de taller, como pruebas “pasa-no pasa”, para
únicamente en los ensayos que no superan este test previo de campo ser enviado
posteriormente a laboratorios especializados para la obtención de una apreciación
cuantitativa de los mismos de forma más precisa. Esto conlleva un ahorro importante en
el gasto de muestras analizadas en laboratorios externos, ya que la mayoría de casos es
esperable que los resultados de los análisis sean correctos y mediante esta forma de
operación únicamente se requiere un análisis más detallado en aquellas muestras que
presentan indicios de algún tipo de problemática.
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2.2.1 Técnicas analíticas para la determinación de la degradación del aceite
Las técnicas posibles son: viscosidad, punto de inflamación, acidez-basicidad del aceite,
insolubles del aceite, capacidad detergente/dispersante y constante dieléctrica del aceite,
de esta última comentamos los equipos de taller.
▪ An-oil-izer
En este equipo se mide la variación de la constante dieléctrica del aceite usado, con
respecto a unas muestras de calibración de referencia que se suministran con el equipo.
El elemento sensor es un condensador hemisférico comprendido entre una esfera
independiente desmontable y la cavidad dispuesta en el cuerpo del instrumento, en el
cual se colocan tres o cuatro gotas de aceite de prueba, antes de introducir la esfera a
presión la constante dieléctrica del condensador variará debido a la degradación del
aceite, causada por el propio uso del mismo o por la contaminación.
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Los elementos contaminantes se pueden clasificar en tres grupos: los que producen
incremento moderado de la constante dieléctrica del aceite, tales como lodos, suciedad,
oxidación y ácidos; los que producen un aumento considerable comparado con los
anteriores, tales como agua, anticongelante, metales y materia carbonosa y los que
producen un descenso en la constante dieléctrica como es la presencia de gasoil.
▪ Lubri- sensor.
Este equipo mide la constante dieléctrica del aceite usado, frente a una muestra de
referencia que generalmente es el mismo aceite fresco. Este instrumento utiliza como
medidor un condensador circular de electrodos concéntricos. La medida del equipo se
lee en microamperios o en la escala arbitraria del equipo. Este equipo junto con alguna
otra prueba de análisis rápido como la determinación de agua por el ensayo de la
viscosidad por comparación permite realizar un buen control del estado del aceite en
periodos de revisión inferiores al cambio, actuando estas pruebas como un control pasa-
no pasa en cuanto al estado del aceite. Hay que resaltar el fácil manejo del equipo y la
rapidez de realización del ensayo, que de cara a su utilización en mantenimiento
predictivo lo hace un equipo muy interesante.
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2.2.2. Técnicas de análisis de la contaminación del aceite.
▪ Método de crepitación.
▪ Lubri-sensor.
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Se realizan los ensayos a la temperatura ambiente, 20ºC, para tener una idea del
comportamiento del lubricante a la temperatura del arranque en los puntos críticos. El
ensayo también se puede realizar a 200ºC que es la temperatura crítica que soporta el
lubricante en el motor, no obstante, el proceso analítico y los resultados son similares
para ambas temperaturas. Normalmente se opta por el ensayo a temperatura ambiente
dado la dificultad de calentar el aceite hasta los 200ºC en taller con equipos portátiles.
▪ La zona central que caracteriza, por su color más o menos oscuro, pero uniforme, la
cantidad de materia carbonosa contenida en el aceite.
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2.2.3 Análisis para la determinación del desgaste del motor.
El aceite lubricante, como fluido que está en contacto directo con las superficies
rozantes del mecanismo que protege, arrastra en su seno las partículas que se forman
debido a esa fricción y debe tener como misión llevarlas hasta los dispositivos
empleados para su eliminación, tales como los filtros. Es por ello que el estudio
detallado de las partículas que se encuentran en el aceite, tanto de forma cualitativa, en
el estudio de conocer de que materiales se trata, como cuantitativamente para poder
conocer su cantidad es muy interesante e importante, ya que a partir de ello se puede
inferir si se están alcanzando niveles de fricción anormales y cual es el origen más
probable de estas partículas pudiendo así focalizar el problema en algún mecanismo
concreto del motor o elemento que esté en estudio.
Existe una amplia gama de métodos empleados para conocer el estado de desgaste en
que se encuentra un motor Diesel a partir del estudio de las partículas contenidas en el
mismo, de las cuales se pueden nombrar:
▪ Espectrometría
▪ Ferrografía
▪ Recuento de partículas
▪ Colectores magnéticos
▪ Microscopía
Los dos primeros métodos son los mas ampliamente utilizados, aunque el primero aún
esta muy por delante del segundo, el cual tiene un coste bastante superior (ASM
Handbook, 1992). La espectrometría proporciona resultados cualitativos y cuantitativos,
esto es, metales presentes en el aceite y en qué cantidad. Los demás métodos no pueden
dar directamente la composición de las partículas metálicas presentes en el aceite y se
requiere de un análisis posterior si se quiere conocer dicha composición. De las
comentadas prácticamente todas son de laboratorio, aunque hay un tipo de ferrografía
que si se puede realizar en campo.
▪ Ferrografía Directa
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En ferrografía pueden distinguirse dos técnicas de análisis: por una parte la ferrografía
analítica, que suministra información exacta de la forma y composición de las partículas
que permite identificar los tipos de desgaste mediante el análisis global del ferrograma.
Por otra parte, la ferrografía directa (DR) que determina la concentración de los
elementos de la muestra a partir de dos lecturas particulares del aerograma.
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3. EQUIPOS RÁPIDOS DE ANÁLISIS DE ACEITE.
• Medida de viscosidad a 40 o 50 ºC con calentamiento real del aceite, así como una
extrapolación a la viscosidad a 100 ºC con una precisión del 2% (con rangos de
viscosidad a 40ºC entre 100 y 450 cSt, esto supone una precisión de ±9 cSt). El
principio de funcionamiento del viscosímetro es similar a un viscosímetro de caída de
bola automatizado, ya que el mismo contiene una bola de acero en su interior, donde
se rellena de aceite y en el ensayo se gira el equipo para medir el tiempo de caída.
• Medida de presencia de agua, mediante la utilización de una celda específica con dos
posibles resoluciones de medida, hasta 2,5% o 6000 ppm. En el primer caso con
resolución de ±0,1% y en el segundo con ± 100 ppm. La base para la obtención de la
medida es la utilización de un reactivo específico que reacciona de forma exotérmica
con la presencia de agua, generando un aumento de presión en el interior de la celda
donde se realiza la mezcla, convirtiendo esta variación en una lectura de contenido en
agua sobre el equipo que soporta la celda.
• Medida de TBN (Total Base Number: Es la reserva alcalina de los aceites para
neutralizar los ácidos procedentes de la combustión), en un rango entre 0 y 50 mg
KOH/g y con una precisión del ± 5%. La medición se realiza con la utilización de una
celda de reacción y un reactivo específico a una cantidad que depende del TBN que
tenía el aceite cuando era nuevo.
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• Determinación de presencia de agua salada. Este ensayo permite determinar si el agua
de contaminación encontrada en el aceite es de tipo salada, procedente de agua
marina. La razón de este ensayo deriva de la situación que se presenta en los barcos
en los cuales es usual utilizar un circuito de refrigeración del aceite con agua dulce y
a su vez la refrigeración de esta agua dulce que sea por agua de mar. La presencia de
sal procedente del mar sería un indicador de que existe fuga del circuito secundario
de agua de mar hacia el primario de agua dulce y de este hacia el aceite.
Con la utilización de este ensayo se puede detectar presencia mínima de 100 ppm de
sal. Adicionalmente el mini laboratorio posee un equipo para medida de densidades,
entre 800 y 1010 kg/m³, así como un equipo de medida de compatibilidad de
combustibles.
Para ello se ha desarrollado este equipo, como respuesta a la demanda de las grandes
flotas de vehículos en el control del estado del lubricante y la posibilidad de extensión
de los periodos de cambio de aceite.
El equipo emplea un análisis infrarrojo para la determinación del contenido en materia
carbonosa. La unidad es fácilmente utilizable, ya que no se requiere preparación previa
de la muestra a analizar. El análisis se puede realizar en menos de 30 segundos y los
resultados obtenidos se expresan en contenido porcentual de materia carbonosa en el
aceite. Tras la prueba una sencilla limpieza del recipiente permite analizar una siguiente
muestra.
Los resultados que se han obtenido con este equipo comparado frente a medidas
realizadas en laboratorio ofrecen unos resultados muy buenos.
Tal como hemos comentado previamente actualmente existe una importante presencia
en el mercado de equipos para su utilización en el monitorizado de condición de aceites
lubricantes. A los anteriormente comentados podemos sumarles estos otros que
podemos encontrar de forma fácil en internet. Se comentan algunos a modo de ejemplo.
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• Equipo RULER.
De la casa Dexsil para la medición del TBN y TAN en aceites usados. El TAN es un
parámetro muy útil en el monitorizado de motores a gas, donde el nivel de detergencia-
dispersancia de los aceites es menor atendiendo a que la combustión en este tipo de
motores es más limpia comparada frente a un Diesel. Como se comentó en motores
Diesel pueden conducir a error.
• Equipo ArtiPODS.
Un aspecto importante muchas veces olvidado, por eso hacemos hincapié en este factor
de gran importancia, como es el hecho de cómo tomar la muestra y que en recipientes
tomar la muestra.
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Otro factor muy importante a tener en cuenta es la limpieza del recipiente de toma de
muestra, este factor es fundamental en algunos sistemas de lubricación como los
sistemas hidráulicos, ya que un grado de limpieza incorrecta del recipiente puede dar
lugar a conclusiones erróneas en los resultados obtenidos de dicha muestra.
Debido a las fuerzas de adherencia entre las paredes del recipiente y las partículas de
pequeño tamaño, es necesario una considerable energía para asegurar una total
resuspensión de las mismas para su posterior análisis. La siguiente tabla muestra las
diferencias obtenidas en el recuento de partículas en tres muestras idénticas. Todas ellas
fueron extraídas de un tanque donde se había preparado una mezcla homogénea de
aceite hidráulico.
Comparativa de los resultados del contaje de partículas en función del grado de agitación de la muestra.
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• Bibliografía
[ Tormos B. 2005]
Tormos B.. Diagnóstico de Motores Diesel mediante el análisis del aceite, Reverte,
Barcelona 2005.
[ Holman, J. P. ; 1978]
Holman, J. P. Experimental methods for engineers. McGraw- Hill. 1978.
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