Para el Boletín de Ademu-Montevideo de agosto de 2004
¿ES HOY ADEMU, EL SINDICATO QUE QUEREMOS?
Nuestra concepción sindical es y ha sido siempre la del trabajo
fundado en la mayor participación de todos los maestros. Por ese motivo hemos defendido y defendemos los organismos que depositan la toma de decisiones en la más amplia base de sustentación (Asambleas generales, Zonales y Mesa Representativa). Sabemos que los ámbitos más amplios son menos susceptibles de manipulación y control. Confiamos en la capacidad de los colectivos reunidos, intercambiando posturas, argumentos e información para tomar decisiones. Llegamos a pensar incluso que las delegaciones de la capacidad de decisión son un mal necesario de las formas de participación directa. En todo caso creemos que los representantes deben ser estrecha y expresamente controlados por los colectivos. No creemos que participación directa se oponga a participación organizada. Ni que democracia y representación sea un binomio inseparable como se ha sostenido en un artículo sobre lo público en este mismo boletín (marzo 2004). Entendemos además que un sindicato debe atender asuntos públicos (de todos). En ese sentido los espacios sindicales deberían ser, espacios de lo colectivo, de los intereses generales que nos nuclean y dan una nueva perspectiva a los intereses individuales. No solamente “me intereso por lo que me afecta individualmente”, en mi área, mi escuela, mi concurso o mi trámite jubilatorio sino por lo colectivo, lo de todos los maestros, por la educación y su repercusión en la vida del país y hasta por lo que ocurre en el mundo. Por eso salir de mis intereses particulares y hacerme responsable de lo que ocurre a otros es esencial a un funcionamiento sindical auténtico que implica lo solidario. En los sindicatos de la educación esto significaría como mínimo ocuparse de la marcha del sistema educativo en su conjunto, reclamando las transformaciones profundas, acordes con una determinada concepción de lo social que también debe ser discutida.
¿QUÉ OCURRE HOY?
Ambos aspectos están fuertemente cuestionados en las sociedades
actuales en general y en los sindicatos en particular. Los individuos han sido convencidos de que solo deben preocuparse por lo que los afecta personalmente (aplicando la ética de “hacé la tuya”) y de que los ámbitos de lo colectivo no tienen sentido. La ideología neoliberal trabaja fuertemente esta idea del abandono de los sentimientos de solidaridad a los que considera “residuos tribales que dificultan la competitividad, motor del desarrollo”, como lo afirma Hayek. Los sujetos víctimas de esta convicción, delegan sus decisiones a dirigentes que no son controlados más que cada tanto a través de la renovación o revocación de su mandato exclusivamente por medio de las elecciones. Hay una tendencia al individualismo extremo y a la privatización del espacio público. La democracia está en crisis ya que se basa en la participación de los ciudadanos. Quienes disfrutan de pequeñas o grandes cuotas de poder, en los organismos políticos y sindicales son beneficiados por esta situación ya que actúan sin condicionamiento alguno. Eso explica que no se hagan esfuerzos por revertir esta situación. En esta suerte de aislamiento de los dirigentes respecto de las bases, éstos tienden a acercarse más al poder, a negociar, conversar y acordar. Todo esto creemos que también está pasando en ADEMU y en la FUM. Se eternizan quienes están en el poder y aseguran a estos afiliados desinteresados: no exigirles ninguna responsabilidad por lo colectivo y ofrecerles a cambio servicios (recursos administrativos, asesoramiento jurídico, convenios, vacaciones económicas por sorteo y defensa de pequeños reclamos de sus derechos)
¿QUÉ NOS PROPONEMOS ANTE ESTA SITUACIÓN?
1- Unirnos con quienes tienen nuestras preocupaciones
No nos creemos iluminados, hemos coincidido ideológicamente y en la acción durante años con compañeros que no han estado en nuestra agrupación. Sabemos que hoy debemos convocar a sumar esfuerzos en pro de las ideas compartidas, sin perder identidad ideológica ni obligar a que otros lo hagan. En este sentido, ya nos estamos reuniendo con compañeros con quienes compartimos el diagnóstico de la situación para buscar estrategias y alternativas que saquen al sindicato de este estado de cosas.
2-Revitalizar al sindicato como ámbito de lo público, con participación amplia y
efectiva en los niveles de decisión. En este sentido esas convocatorias amplias han estado buscando estrategias para el logro de este objetivo. Se consideró imprescindible generar espacios donde se debatan temas fundamentales que deben preocupar a la sociedad toda y a los maestros en particular. También es nuestra prioridad revitalizar las zonales como ámbitos de información, discusión, elaboración y decisión insustituibles dentro del sindicato. Desde el punto de vista del contenido se vio la necesidad de volver a centrar el debate sindical en los problemas sociales y culturales, especialmente en aquellos que afectan a la educación. En este sentido apuntar a analizar críticamente el actual sistema educativo, su reforma neoliberal y comenzar con urgencia a trabajar para la elaboración de una propuesta alternativa profunda y verdaderamente transformadora de la educación para que colabore con la transformación indispensable de la sociedad toda. Sabemos que este emprendimiento será lento y trabajoso. Sabemos que tendremos muchos opositores dentro y fuera de los sindicatos. Dentro a todos aquellos que se benefician con este estado de cosas ya que viajan cómodamente instalados en un pequeño poder sin controles. Afuera porque al sistema le sirve mucho más este sindicalismo amortiguador de conflictos, negociador y de servicios que uno que se oponga profundamente a las estrictas y el sistema imperante. Sin embargo para los que tenemos la condena histórica de pensar como nosotros, no nos queda otra que continuar el escabroso camino al que nos llevan nuestras convicciones. Poco adaptados a la época “light”, apostamos a la necesidad de sentirnos útiles en la lucha hacia una sociedad justa y la educación de un hombre libre para esa sociedad.