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8 DEL HABLA ¥.LA ESCRITURA Jos tratamientos que ofrezca y los impondré a aquellos que acaso-no-sean usuarios de ese modo. aa La situacién del nifio y su relacién con la in jon de Ja terapia del lenguaje pueden-servir como simbolo con- veniente de la relacién entre los usuarios del modo habla- do y los usuarios del modo escrito del lenguaje. Podemos esbozar algunos de los rasgos caracteristicos de la re- Jaciér: : Terapista det tenguaje Nino profesional paciente. Clase media clase obrera adulto nigo (tepresentante de la) insti —_individuo ee, yalorador/categorizador valorado/catalogado (usuario de) lenguaje elevado _(usuario.de) lenguaje bajo forientado sabre) el inodelo(orientado sobre) el modelo escrito hablado El efecto de estas caracterfsticas es que el uno es pode- roso, el otro impotente, La relacién simboliza a otras de un upo similar en la sociedad: maestro-alumno, profesio- nal-cliente, administrador-administrado, etc. Las diferencia- Jes de poder-subyacentes-se realizan en incontables’situa- ciones y relaciones-tipo. En cada una de estas situaciones hay un “terapista” que hace un “‘diagnéstico” y un “pa siente” que seré “tratado” sobre la base de ese diagnéstico: ‘ya sea un solicitante de trabajo, un aspirante a una promo- cién, o simplemente un, conocido casual. Una de las bases mas poderosas (por ser de las més ocultas) de tales diag- ndsticos, y uno de los medios mas poderosos de perpetuar Ia dicotomia basica, descansa en Ja relacién no admitida y mal entendida entre los dos modos distintos del lengua- je: Ia forma hablada y la forma escrita. IV. ENTREVISTAS GUNTHER KRESS y ROGER FOWLER ‘Tooo lenguaje se dirige a alguien y supone un destinatario tanto un emisor ; es relacional. Sugerimos que las re- laciones comunicativas sch geniétalmente asimétricas, en el sentido de que uno de los participantes tiene has auto- ridad que el otro o los otros; que las diferencias de clase © estatuto estén en juego en el discurso; la relacién es més o menos competitiva, es una negociaciéa sobre el po- der. En la conversacién, toda apariencia de intimidad, soli- daridad y cooperacién es generalmente ilusoria. Los ha- blantes representan sus papeles socialmente adscritos al competir por la atencién, por el derecho a iniciar nuevos segmentos de la conversacién, a suscitar nuevos temas, a’“ocupar el proscenio”. La influencia de esas relaciones sociales subyacentes puede verse en la estructura de las opciones lingiifsticas. Para mostrar que estas fuerzas actian sobre la estruc- tura de la conversacién informal se necesitaria tin andlisis muy largo: y’Complejo que cae fuera de’las posibilidades de este libro. En este capitulo examinamos un género mds bien simple y claro de discurso socialmente estructurado: la entrevista. En las entrevistas, los participantes estéu obviamente diferenciados por su propésito individual, sus diferencias de estatuto, sus papeles, de suerte que este modo de conversacién exhibe una desigualdad, un sesgo en Ia distribuciéa del poder. Lo cual refleja el lenguaje. El hecho central es que el entrevistador tiene poder en cuanto entrevistador, Ticne el control de Ja mecanica de la i inicia, tiene derecho a hacer preguntas, y fo de terminarla, Mediante su eleccién de Jas pregu: elecciona los temas que pueden introdu- cirse y, como vetemos, tiene incluso la prerrogativa de ha- cer preguntas configuradas estructuralmente de tal: modo que no pueda introducirse ningua informacién nueva. Fl entrevistado s6lo tiene derecho a hacer preguntas en la si- 8 8) 90 ENTREVISTAS ninguna sancién alegar f en cambio dejar de contestar a la pre- gunta o desvierse del rumbo de la pregunta es el mis irremisible que puede cometer el entrevistado. Jas manos de un practicante experimentado, los di vos de control que le son dados al entrevistador por el formato y la situacién de Ia entrevista misma constituyen: un formidable arsenal, Tipicarnente —y ciertamente en las dos entrevistas que vamos @ examinar—, los estatutos de poderoso_y desam- parado adscritos por el formato de la entrevista al Er (En- trevistador) y al Eo (Entrevistado) respectivamente coin- ciden con una diferencial de pader que ocupan por razones fpxteriores a la entrevista misma: empleador/desempleado, aestro/posible alumno, adulto/joven, etc. Pero vale In pena sefialar de pasada que esta correspondencia no siem- pre es tan nitida. El reportero novel que es enviado a entrevistar al atareado politico o al ministra que esta de paso, puede encontrar muy dificil afirmar su poder como, entrevistador, puesto que la diferencial de estatuto que ) los relaciona generalmente es tan obviamente inversa de! que produce-la situacién de la entrevista: Pero ese-mis mo ministro puede encontrar diffcil afirmar su poder en una entrevista justo antes de las elecciones generales, in- cluso contra un reportero novel. ‘ Si miramos la entrevista como una clase de conversa- cién, es una elase peculiar por cuanie las reglas formales de la relacién de estatutos, y los medios para expresarlas en Ienguaje, son especialmente explicitas, estrictas y legi- timadas por el género entrevista. En qué medida estos procedimientos son efectivamente utilizados por los partic. Dantes, o en qué medida les dan su adhosién puede conside- rarse que depende de factores introducidos en la entrevista desde el exterior, factores que se relacionan con los esta~ nies de los participantes. 's como conversaciones peculiares pue- mente a considerar las conversaciones como clases peculiares de ent: que hacemos provisionalmente tutos sociales prec: ‘Mirar las enti s conversaciones que ENTREVISTAS 1 nosotros y nuestros estudiantes hemos analizado de manc- ra més o menos formal, se ha dado e] caso de que los ha- blant Iuso cuando se consideran como iguales, ami- utilizado formas que recuerdan las séfiales de poder que se encuentran en la entrevista. hipétesis es valida, podria explicarsé por Ia asime- tria inherente a toda comunicacién social, Los textos que analizamos aqui provienen de clases muy conocidas ‘aciones de entrevistas, y creemos que son de entrevista. Pueron recogidos por estu- Tenguaje diantes ‘transcurso de su trabajo de pregraduados en sociolin; con el permiso de las personas interesa. das. En la medida en que los participantes eran conscientes de que se estaba registrando su actuacién, esa conciencia podria haber introducido un leve factor distorsionador, aunque nuestra experiencia es que los hablantes no se al. teran en al por la presencia de una grabadora de cinta, o al menos que Ilegan pronto a no hacerle caso y se dedican al propésito mas absorbente de su conversa- clén. Ta primera entrevista fue grabada en Jas ofisinas de una agencia de empleos comercial. La segun le grabada en la Universidad de East Anglia y es una de las miles de Jeatrevistas levadas a cabo cada afio con egresados del sex- / to grado que solicitan ser a en la Universidad, Ambas entrevistas eran pues cuestin de rutina. ‘Todo-andlisis completo de una interaccién hablada fren- te a frente deberia comprender idealmente declaraciones, tan plenas como sea posible, sobre Ja situacién en la que tuvo lugar, los participantes, sus pr 3 mos esta informacién en el caso de la primera entrevista, excepto un hecho que podria ser informative, y es que el Eo Mary (cl nombre, como todos los de este texto, es fic ticio) es originaria de las Indias Occidentales, Laz: Toma ssiento, Mary. (Pause mantras les la tarjeta) éTe importa en qué area sea, s610 algo ast como el West End o el centro 0...2 5 Maer:.No, silo el centro probablemente, ENTREVISTAS ENTREVISTAS. 93 Lie: cesta bien? i, (podrian mandarlo dentro de esta cosa, porque 20 qui. estropeara, sabes? Por eso me diso que viniera y Io reco. misma. : Aqui hay uno, no, no sirve, es para un minimo de dos sfios de experiencia... May: Si, ENTREVISTAS te “baza” de la entrevista, Mary no puede iniciar la si de modo que’ se’ queda call ‘La manera en que Liz se ye a Mary es también sig- nificativa: se siente perfectamente Libre de usar su-nom- bre de pila (equivalente aproximado, en inglés, del tuteo en espafiol), mientras que Mary no utiliza ni una sola vez el nombre de pila de Liz (Jo que permite suponer que, si hhabla‘an en espaftol, no la tutearia). En realidad, Mary no se dirige a Liz con ningin nombre. El uso de-los té:- minos de interpelacién est estrictamente regulado en toda sociedad, El inglés tiene reglas que parecen un poco menos formales gue las de la Europa continental; son sin embargo bastante estrictas, y claramente entendides por los miembros de-la sociedad inglesa? Mary no esta auto- rizada a utilizar ol nombre de pila (y si no sabe cudl es el nombre de pila de Liz, no tiene el poder de pedir que se Jo digan) : Ja interpelacién con el ‘nombre de pila sefiala en inglés ya sea una intimidad o uma condescendencia, y ninguna de estas posturas le estd permitida a Mary en esté permitida esta ultima. esta situacién, aunque a Li pregunta aa llamada as tinicamente Ia respuesta “si” o Ja respuesta “no”. En theo! to, a Mary se le esti pidiende aqut.aue nenuncle,3:¢u°po> hay otra pregunta de un t “pregunta k” (ver més abajo mente transparente en Ia superficie, Liz no s6lo est pre- guntando a Mary si le importa de qué area se trate, sino también qué éréa quiere, West End o Centro, 0... Mary responde negativamente al “{Te importa. . mativamente a la “pregunta k”, diclendo “Centro”, de modo que hay una contradiccién en sus respuestas: No, 3 Vease R. Brown y M, Ford, “Address in American English”, John Laver y Sandy Hutcheson (comps.), Communication in Face i Face Interaction, Harmondsworth 1972, pp. 128.145; S. M. Bivin-Tripp, “Soclolinguistic Rules of Address’, J. B. Pride y.3, Holmes (comps.), Sociolinguistics, Harmondsworth Penguin, 1972, pp. 225-240. ENTREVISTAS $8 no me importa qué drea sea; si, quiero el Centro. Se sien- te complaciente en cuanto.a Ja’ primera pregunta, que no era aparentemente una verdadera pregunta. La ausencia de elternatives genuinas en la primera pregunta puede de manifiesto con una respuesta diferente de iTe importa en qué drea sea?”, “S{ me importa.’ ybablemente no puede decirse sin subrayar el “St”, y semiejante respuesta puede interpretarse como im dese- Ho directo. Uno sélo pregunta si al otro le importa algo si uno conffa en que ese otro no puede objetar nada a ese algo. Si la persona interrogada es poderosa, uno presumi- blemente da por sentado que si le importa'y, asi, se abs tiene de preguntar. De este modo, la respuesta de Mary a Ia segunda pre- gunta es también un desafio a Liz, pues mientras afirma que no le importa, Mary implica que sf le importa, recha- zando con eso la apreciacion que Liz ha hecho de ella como de una persona que no tiene derecho a que le im- porte. Es este desafio implicito el quo hace necesario para Mary compensar su respuesta con “syavizadores” y moda res “solo” y “algo ast como”? El motivo no puede ser la humildad o la sumisién, puesto que todo el contexto auto- riza el papel de dominancia de Liz; es, sugerimos un gesto ‘en cierto modo de disculpa, un velo sobre el ejercicio des- nude del, poder di, Ia. Siguicnta: Mince, So-encueriizs Sita otra pregunta s{/no: “ cho caso omiso de la respuesta de Mai especifica (gqué area quieres?) y ha tomado nota tinica- * Véase M. A. K. Halliday, “Modality and Modulation in English”, G. R, Krees (comp.), Halliday: System-and Panction i Languaze. Londres, Oxford University Press, 1976, po. 189-213. UbeTss ENTREVISTAS ‘de la esperada conformidad de conjunto de Mary inicial y coercitivo “¢Te importa... Jas entrevistas se proponen la obtencién de informa- de aquellos que la poseen por aquellos que no la po- entonces Liz se las arregla de manera extrafia. Las guntas s{/no no pueden utilizarse para extender e] am- de una conversacién, porque el interrogador, al uti las; restringe Ja informacién que se introduce. Por ca nuevos materiales facticos. Si reescribimos las pregun- s consideradas hasta ahora, podrfan tomar formas como inde te gustaria trabajar?”, “zPor qué no quieres tra- local?””, que podrian haber dado a Mary Ja oportuni- dad de elaborar sus deseos y motivos. Las respuestas 2 tales preguntas potenciales vienen todas de Liz: supone que sabe perfectamente lo que hay en el espiritu de Mary y puede contestar por ella a las preguatas, de mode que hace Jas preguntas, sino que simplemente proporciona respuestas : “Si conseguimos local no te importa” (6), ‘Ta no sabes...” (3031). Fsta técnica es bien conocida, ¥ motivo de bastante furia, entre los nifios, los alumnos, los pacientes, los examinados, las personas que desempe- fian papeles muy. despojados de poder..Un problema que se plantea es por qué Liz hace en todo caso preguntas, es decir, incluso preguntas sf/no. La explicacién podria ‘ser estén ahi para establecer Ia conformidad o disconfor- d de Mary con las suposiciones de Liz sobre sus de- pero esto es poco probable dado el total desdén que muestra hacia los deseos de Mary (Ifnea 6). Liz no esta lo informacién, ya sea de una clase factica general sea sobre los descos de Mary. La respuesta tiene que ser que esta interesada, simplemente, en hacer pasar por el aro a Mary.*Esto puede parecer cinico, pero no puede Sacarse ninguna otra conclusién. E] beneficio ‘Liz, 0 para su organizacién, 0 para todo entrevistador de esta clase (médico, maestro, progenitor, examinador) es que la realizacién de una entrevista se Hevé a término: el en- tevistado fue interrogado, asintié a la realizacién y no tiene, tras eso, ninguna base, formal para quejarse, Es éste un suceso frecuente en Ia vida cotidiana: “Pero yo te pre. ! | | -te todas las oportunidades-de decir. ENTREVISTAS 2 -", "Pero ti estuviste de acu ; el en- bra algo que no es trevistado ha sido forzado a poner en sf mismo valioso o productivo, sino en su puesta en obra una resfirmacién de las relaciones sociales entre los participantes. La funcién de tales actuaciones podria con- siderarse como muy similar a las afirmaciones rituales de sujecién, lealtad y dominacién que conocemos bien en mu chas sosiedades. La funcién de la actuacién es una re- escenificaci6n, y por ende una recreacién, de la relacién entre el control y la sujecién, Sin embargo, Mary respondié en efecto de manera in- apropiada a Ja primera pregunta de Liz, afirmando una preferencia cuando debié dejar la decisin a Liz. Semejan- te transgresién pudo haber tenido consecuencias desagra. dables. En la linea 6 Liz responde a la expresién de pre ferencia de Mary, pero lo hace por medio de una pregunia, como si de hecho no hubiera ofdo la preferencia de Mary: "¢O preferirtas ir al Centro y ganar mis?” Esto esen realidad lo que Mary ha pedido al decir “Centro”, Pero esta pregunta estrictamente redundante de Liz casa con el principio de Ia entrevista ritual de que toda la i formacién debe provenir de Er, ya que Eo tiene la fancién de lenar el papel complementario requeri esta autorizada ahora a recibir ese. propuesta; ha venido de la fuente autorizada, Responde mente, con una copia perfecta de ja sustancia pre- gunta de Liz, salvo que omite el embarazoso motivo “quie- ro més dinero”. Durante la ent: , Mary tiénde-a adoptar palabras, frases y clausulas directamente del len- guaje de Liz. Las preguntas sf/no aseguran que Mary no pueda introducir material nuevo; y su aceptacién de-que Er tenga el control del contenido sc exti talle de adherirse al Ienguaje concreto El proceso puede entenderse si lo ref comin y bien comprendida del lengu: inferiores gencralmente no remplazan co! nativas las palabras usadas previamente or sus superio. res. Tal cosa seria vista como una tentativa impertinente labra remplazante, fuese de “correccién", luso si mucho més precisa y adec En la linea 12 Liz pregunta ‘Hiciste un mst 029 y 059 PSE rape ENTREVISTAS que necesita, pero hace esta pregunta tres veces Jineas 14-18), y todas las veces Mary se ve obligada a contestar negativamente. FJ propésito de este interroga- ‘torio no puede ser obtener informacién de parte de Mary; su funcién es humillar a Mary, castigarla por su, trans- gresién inicial, Z En las lineas 23-31 Liz habla a Mary mientras repasa sus ficheros de empléos, Basicamente, sus comentatios pro- siguen la humillacién de Mary, mostrando la riqueza de Tos ficheros, pero inaccesibles ‘a una chica sin prepara- cidn; pero hay dos nuevos puntos que vale Ia pena sefia- lar, Primero, la alternancia en los pronombres que usa Liz, A veces’ se refiere a si misma como “yo” y a veces como “nosotros”: cuando se refiere a acciones especificas que esté Ilevando a cabo tiende a usar “yo”; cuando se refiere a. s{-misma-como. parte: dela compania,- usa “‘nos- otros”: “...no lo he diriamos visto ni nada pero tenemos algo asi come varias...”; aqui la divisién entre el indi- viduo y la compafifa parece clara. Sin embargo, en otros lea 39, “.. .podemos const linea 44, “. . voy a telefonearles. tos el uso de la primera persona d ular _y de plural podria haberse invertido sia gue eso cambiara la propia clasificacién ya sea como individuo 0 como tepre- sentante de la agencia. En lo que se refiere a la entrevis- tada, este cambio de pronombres aparentemente inmoti- vado tiende a mistificar los papeles de [® cntrevistadora. Mary no puede estar segura de quién le esta hablando y a quién Ie esta hablando ella a su vez. Podria sentirse hostil a Liz sélo para descubrir que es la compaiifa Ja que resulta reprochable, 0 sentir que est tratando con una compaaia eficiente sdlo para encontrar que toda Ia ayuda que haya podido estar recibiendo se la debe a Ia accién i 1 | i } { | ! ENTREVISTAS os de un individuo, En esta situacién el entrevistador goza de todos los privilegios del poder sin ninguna de sus respon- sabilidades. El segundo punto concierne al revelador desliz de las lineas 29.30: ‘'Ti no sabes... gsabes qué velocidad tie- nes?” Liz empieza a formular una pregunta relativa a una informacién que tiene, o que cree tener, sobre Mary, en forma declarativa. Ya ha hecho lo mismo dos veces :“...si conseguimos local no te importa ‘Nunca has hecho ningun trabajo temporal usdndolo, geh?” (18). Esta clase de pregunta, que anticipa totalmente Ia respuesta del inter- locutor, es manifiestarnente una expresién del poder del muy poderoso, y no es de extrafiar que la encontremos en esta entrevista extremadamente asimétrica. La reelabora- cién de la frase por Liz como pregunta “real” es una con- cesién, una modulacién de la expresién chillante de la autoridad de Liz (cf. los modalizadores sefialados a 5). ja linea 54, las contribuciones de Mary a esta con- se han limitado a “si” y “no”, a veces en esa (Mary pronuncia a menudo el “yes” —"s"— “ye veces en la forma més extensa de la repeticién © de la Tepeticion negada de partes de la pregunta a la que esté contestando: "Z.. .cudntas presiones de teclas?” “No sé. cusntas.” No-ha tomado la iniciativa una-sola-vez, si intentado ampliar el contenido de la entrevista de una manera o de otra, por ligeramente que fuese. La unica ex- cepcién ocurre en Ia Itnea 55, Liz ha dado por terminada le diré a la sefiora Ia conversacién en Jas lineas 53-54: Kelly que te mande tu certificado, ¢De acuerdo” "De acuer- do” es, para Liz, la pregunta si/no final, que busca el asentimiento confiadarente esperado, Mary, conforme a su papel de Eo desamparado, tinuacién prosigue con un “per "sdlo” es uma “negacién cidn. Liz la or hubiera tenido Ingar. Su “¢de acuerdo?” es una reaccién a la prolongacién de la presencia de Mary, que presumible- ENTREVISTAS jente deberfa estar para entonces a medio camino hacia blado, Significativamente, no se tata de una respuesta al significado (reserva) del “pero” de Mary. Una respues- ta adecuada, en una conversacién flexible, habria sido un dagador, o incluso “¢En qué puedo servirte?” De acuerdo?” de Liz no es més que otra pregun- que busca el-acuerdo en cuanto a que todo ha quedade resuelto, y a la vez una afirmaciOn velada de que la entrevista ha'terminado, La respuesta de Mary ¢s una vez mds bivalente: acuerdo con Ia demanda, y después Ia declaracién de su deseo: “Si, gpodrian mandarlo den tro de esta cosa...2” Esto es en realidad una orden, pero muy transformada. Si imaginamos la situacion en que Liz podria pedir a Mary que le enviara algo por correo, usaria probablemente una forma como “Oye, méndanoslo por co- rreo en esta cosa”; es decir utilizarfa muy probablemente un imperativo. Mary utiliza una forma tentativa, una pre- gunta, y,la modaliza atin més utilizando el condicional “podrian” en vez de la forma mas directa “pueden” Asi, Ja unica parte de Ja conversacién en que Mary intenta di: rigic el comportaimiento de Liz esta hecha en el lenguaje provisional y no coercitivo que corresponde enteramente ~ a Ia posiciéa sumisa en que el modo de las entrevista, y Jas circunstancias ecopémicas que autorizan tal. mado, co- Jocan a Mary. La asimetria de la distribucién del poder, y la claridad de las reglas formales que dan expresion lingiifstica a esta cesigualdad, sugieren que esta entrevista en particular po- dria ser un ejemplo paradigmatico de uno de los extre- mos del espectro de las e: a saber, el que esta mas alejado de la conversaci ria “ordinaria”. El si- guicnte texto, en el cual Ja d de clase y poder no es tan grande, ven el que el entrevistador posee efectivs- rente algo que quiere poder dar al entrevistado (un lugar enla esperarse que los mecanismos 1 # Vénse G, R. Kress, “Tense as Modality”, UA Papers iit Linguis- ties, 5, 1977, pp. 40-52. ee la puerta, y también ante el hecho de que Mary haya ha- - . kieih 4 el ENTREVISTAS 101 tan s6lo con cambios menores que zeflejaran diferencias en las relaciones sociales de esta entrevista comparadas con las de la primera, ‘Dp. JONES: Lo primero que quiero decir es que si tiens alguna ob- Jecién a que esta miquina eaté funclonando, si (inaudibie} entoners déte una una yatads. Bann Gixns: No, no me estorbaré, ++ magnifico, entonces, dle ha side posible pasar todo ‘el dfs can nosotres? 2Estaba aqui urante Ia plitica dal Rector? ‘BRIAN: Si, st estaba, Si, sf estaba, Y Iuego fui un poco, eh, anduve mirando. Hegué aquf como a lat once y media, eh, Inge derecho 8 la plética, y luego como que eché un vistazo a la Biblioteca, y, eh, las librerias. Jonss: Ast que ha tenido ¢l tratamiento completo? 1.0 bastante cerca del centro de la Universidad? ‘BRIAN: Si, el que est’ asi como en el centro de la. Jonas: Ab, si, gran lugar para papas fritas y tortas calientes, ¢n0 es clerto? ‘Beuwxt: Eb, sl, et verdad, Jones: Estupendo eatonces. Eh... bueno, ahora que ha tenido, ha tenido ocasién de leer el Prospecto en algia momento y luego ha teni- do Ia plética del Rector, gle parece que el sistema, eh, tiene sentido? BRIAN: Sf, ereo que estoy eh, emperando a entenderlo un poco mejor ahors, ¥ debo decir que estoy bastante as! como imprestona- do... Me gusta bastante la idea de, eh, la cosa de, eh, la con da Ia fi |, creo que es Ia palsbra clave, quo es cierto? ...en Ia ENTREVISTAS mejor, si se, como que sé, th, se toms, el conjunto, el conjunto ig periodor, y hmmm, eso, se lo elabora en evalusciones 45 asi, en Tugar de algo asi como tres horas, aprobado 0 reprobado, algo asi. Jones: ¢Como le va con su Don Juan? Bean: Eh, hmmm, me gusta bastante realmente, ¢s, eh, uma par- te me parece, ch, como, eh, un poco alambicado, pero me imagino 50 que es, eh, como que es el estilo de Byron que, ch, hmmm. oss {interrwmpiendo}: :Cusl ex ol estilo de Byron? ‘nun: Un estilo, me parece en general, es, eh, es hmmm'un poco ‘silo eatfrice en Jo que. Toxss: Ajé (ruidos afentadores). 58 Bux: ..Hmmm estd especialmente en Don Juan, esth como echando afuora la, ch, amargura de su vida de familia o lo que sea, quiero decir, su mujer, ch, lo abandoné eh... Algunos contrastes y comparaciones entre las dos en- trevistas pueden predecirse por el andlisis del primer tex- to, asi que sélo los mencionaremos brevemente. Como an- tes, e] principal procedimiento lingiifstico que utiliza Er para controlar las contribuciones de Eo a la conversacién es la interrogacién. En este breve texto Er hace no menos de diez preguntas, mientras que Eo hace slo una (i nea 38), ¥ esa es Solo una “pregunta-latiguillo”, una peti- cién de apoyo que no exige respuesta. La secuencia de preguntas permite al doctor Jones mantener a Brian Gen- tle en continue movimiento, y le permite determinar de qué va a hablar Brian. Una diferencia notable respecto de la primera entrevista es el uso de “preguntas k” (Ii- neas 23, 25, 47, 51) que alientan a Eo a introducir material nuevo, Las’ dos “preguntas k” de la wiltima parte de la en- trevista son ciertamente muy abiertas y generales y son utilizadas para aguijonear al candidato a decir todo lo que pueda sobre los temas interrogados: habiendo pregunta- do “2 ?”, Er abandona a Eo a sus propios recursos. Es interesante observar que Brian, muy lejos de lo que hace Mary en el texto anterior, interpreta algunas de las preguntas s{/no como invitaciones.a comentar en general més que a contestar meramente “s{" 0 “no”: véase su res- puesia a las preguntas de las Iineas 1415 y 34. A este respecto, compérese un torpe fragmento del intercambio entre Er y Eo en otra entrevista de ingreso, llevada a cabo y grabada por Roger Fowler: ENTREVISTAS 103 RF: :Ha tenido noticias do algunas de las otras mmiversidedes donde presenié su candidarura? Fo: Sf (Pouse). :Ouiere que le cuente Ia, eh...? RF; Si, por favor. Mientras las preguntas sf/no en la entrevista de empleo se utilizaban para lograr un control con claustira del len- guaje de Eo, en las entrevistas de ingreso la convencién require que los candidatos sean expresivos; Brian sera penalizado si no trata las preguntas como oportunida- des para revelar su independencia intelectual, mientras que para Mary hacer tal cosa equivaldria a falta de espiritu de cooperacién o incluso a rebeldia. Sin embargo, para Brian, lo mismo que para Mary; la interrogacion sigue siendo un mecanismo de control, Er sigue estando reves tido de una autoridad incontrovertible. De modo que Brian avanza por Ja cuerda floja; y es de esperarse que su esta- tuto ambivalente se refleje en Ia estructura de sus expre- siones. Es de esperarse igualmente que esa inseguridad tenga su efecto sobre el lenguaje del entrevistador, pues- to que, como vimos, el uso del lenguaje es esencial- mente Telacional y las expresiones de cada hablante estén influidas por su conciencia del estatuto del destinatario. La incertidumbre en cuanto 2 los papeles se hace evi- demie desde el comienzo de la entrevista. El entrevistador trata de poner a sus anchas al entrevistado con it cin a dar una patada a la grabadora. E] segmen ble de la linea 2 era probablemente algo como ‘si le estor- ba entonces déle una patada”. Por supuesto, Eo esta en una posicidn en que diffcilmente podria pedir que apaguen la maquina, pero su respuesta “No” sugiere que ha inter- pretado Ja primera expresién del doctor Jones como una pregunta, aunque en la superficie fue un “si... enton- ces” hipotética con un imperativo incrustado (embedded) (“‘déle una patada"). Mientras Liz hacfa caso omiso. de Ia respuesta de Mary a su primera pregunta, el doctor Jones acepta Ia respuesia de Brian: "Bien, estupendo, trataré de ’ ’ . ’ ’ ’ ’ : ’ SFSCSssssssessssse 104 ENTREVISTAS @ue no me estorbe a mi.” En Ja grabacién, ese pronombre (me) es enfético, gracias a un movimiento de. tone pro- eminente situado sobre él. La interpretacién a que esto conduce es contrastiva; podriamos dar la siguiente para- frasis: esta clase de cosa podria estorbar a cualquiera (in- cluso a usied), tengo que tratar de que no me estorbe & mi, En otras palabras, el doctor Jones interpreta las segu- ridade$ de Brian como algo exigido por la coavencién y por endé no real; toma por su cuenta reconocer en noni- bre de Brian ta dificultad real introducida en esta situa- cién, Tanto el doctor Jones como Liz dan por sentada la obligacion de Eo de estar de acuerdo con su primera de- manda, pero sélo el doctor Jones reconoce abiertamente Ja concurrencia, y va incluso mas lejos, poniéndose en el lugar de Brian. El doctor Jones no tiene ningtin motivo para desconectar el aparato, puesto que no arriesga nada or participar en Ie entrevista; pero su conciencia. de los papéles a que se recurre en esta actuacién le empuja efec- tivamente a simpatizar con Brian. Predeciblemente, 1a conciencia del papel produce un efecto mas fuerte én el lenguaje de Eo que en el de Er. Bl estatuto de Brian Gentle aguf es extremadamente ambi- guo. En su papel de Eo, ocupa un estatuto inferior en relacién con Er, y esta distancia se ve reforzada por los hechos exteriores. (aunque.no sin relacién) de ser mas joven que el doctor Jones, de que Jones tiene una cultura elevada, es un hombre que se gana la vida y miembro de una institucién en relacién con la cual Brian es todavia tm mero aspirante. Pero no obstante la distancia social ‘que existe entre los dos participantes, la posicién de Brian noes, a diferencia de la de Mary, de completa subordina- cidn, Su situacién exige que sea cortés, no rebelde, modes- to, pero al mismo tiempo tiene que probar ser un miembro. pdtencial digno de la comunidad intelectual del doctor Jones, y esto exige una confianza en uno mismo adecuada y-una independencia de opinion. Este conflicto se mues- tra lingiifsticamente en dos aspectos de su lenguaje: un uso exagerado de los marcadores de desconfianza, y una tendencia a darse a si mismo papeles semanticos no agen- colocande no obstante referencias a m de sujeto en la sintexis. , primer punto, los marcadores de des- Con referencia “ encuentros forzados con representant ENTREVISTAS 105 confianza, véanse por ejemplo los “eh” y “hmm” y “como que”. Estas cosas son endémicas en el discurso”de Brian, casi ausentes en el del doctor Jones, Pueden aceptarse va- rias explicaciones, Una que podria sof en parte verdadera serfa que Brian (como individu) es inarticulado y falto de confianza en s{ mismo, Es mucho més probable que esos signos de desconfianza lo tipifiquen como mic de una clase subprivilegiada (joven, etc.) y que est. in- tensificados por su posicién actual extremadamente des- entrevista: es ventajosa come solicitante sometido a decir, su comportamiento aguf como it portainiento condictonado de una estar en una situacién tfpicamente los miembros de esta clase son son ificado por icionante a la que habitualmente: autorizados de la clase dominante de los mayores, empleadores, etc. En Jo que hace al discurso de Brian en su conjunto, son tam. bién un procedimiento de desconfianza por “suavizar’’ su expresién, permitirle evitar parecer demasiado confiade 0 arrogante en sus juicios. A este respecto, la colocacién de algunos de sus modalizadores es significative: Ia mayoria de las palabras clave de contenido. las palabras mas in- formativas, estén fuertemente modaliza de, eh, Ia cosa de la flexibilidad” (37-38. un poco alambicado” tilo satfrico” (52.53). Si se,equivoca en estos juicios, el delito queda mitigado por él hecho de que los ha califi- cado, Y esta colocacién de modalizadores delante de | elementos léxicos clave cae de hecho dentro de un patrsr comin en el habla elaborada y discursiva de Jos indivi- duos: colocar pausas, rellenos de vacilacién (“eh”) y cali- ficadores (“algo as{ como") delante de los focos Iéxicos principales, habito que acompafia, segin se dice, a la pla neacién conscients del habla cuidadosa.' Asi, elgunos de los calificadores del entrevistado surgen de una coinci- dencia de dos fuerzas sociolinglifsticas bastante opuestas, la desconfianza y el azoro del subprivilegiado y la cautela lHgonee” (1962), Cui Londres, Routledge & Kegan Paul, ss, ch, es hmimmm un poco ¢s-'- i i i ENTREVISTAS 3 ENTREVISTA 101 de alguien que pretende ser intelectusimente preciso, Esta cipante afectado, el hablante ba escogid ¢sre ulimo: de alguien gies un buen simbolo de Ta precaris ambiguic- a cipants jivo" de los dos. Si asignamas Jos dow papeles en convergenmaigato que carece de poder y sin ember esté mds “Tin del poder, es claro que cl papel del afectado esta- dad del dio un luger en una instituclén que le conferira 1a scale oer Mel extromo negativo de esa sscele que al de poder. Ta amie, Sin embargo, Brian todavia se atrbuyt si mismo ‘La dificultad de esta doble postura s& refleja en otra Ja posicion sinticti ujeto, a pesar del significado no gama dg hechos estructurales, esta vez no a0 ‘obvios en a i activo de su pa iG dice “el Prospecto me ayude Riperficie: Ia evitaci6n, a le que nos referimos més arriba, fa entenderlo” ; cf. mas abajo SnPios papeles de agente para si mismo mientras sigue ‘Observemos las lineas 46 y siguicntes + “¢Cémo le va Cbnigadase en posicién de sujet en 18 sintaxis, Considé- coe on Tuan?” “Eh, honmm, me gusta, bastsree real poniéndose, plo, el didlogo.de las Lineas 32 y siguientes: con su, 71" cgtructura de la pregunta permite 4! interlocu- > atine = menteverse en un papel de agente; podria haber. dicho aioe que Wa waldo, Da tenida ocak do Tere PFOS- Sigel como “He lefdo el poema entero’ pero esquiva esa ‘Darcce que ol sistema, en, tiene sentido? alstisa, eontestando “Me. gusta bastante!” Se ‘asigna a sf Mico gue ertoy, cy empezaado + entenderlo {= POCO Sigma. el papel de participante afectado, porane “gustar”, § & i ' : ae eve de “el asunte ‘me- parece un, POS, ‘alambicado”'>~ Suan?” jhee adoptado (prabablemente de manera inc0rr eae) un proceso lingiistico disehado par indicar a un cliente) 8 Fo no totalmente inferior, en la entrevien, Com- prende una transformacion del conjunto de las percepcio- hes y experiencias del entrevistado en otro conjunto juz como aquel que Bede apropiado para la ocasiGn. para decirlo de , 5 para decvial que ee causado por “ello”. De los dos papeles eens ertabo del todo; de hecho, queda yefrenada en Ge estan presentes en esta cléusula, el agente ¥ el parti- Statin lugar cerca del punto de equilibrio enthe el desam- PETIT IT EV ST IIIS ENTREVISTAS 0 y el poder,

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