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/w EPDw UKMTg5
Cetoacidosis es la acumulación
de cetonas en la sangre y se debe
a la falta de insulina en el
organismo. Suele sólo afectar a
personas con diabetes tipo I, y es
raro en personas con diabetes tipo
II. La cetoacidosis es una
complicación muy grave para la
cual se deberá buscar asistencia
médica inmediata. Entre los
síntomas están: exceso de orina,
exceso de sed, aliento frutado,
respiración acelerada, náusea o
vómito, cansancio y
desorientación.
Causas
La diabetes suele afectar a
personas con antecedentes
familiares de ésta. Aunque existe
un componente genético, el
desarrollo de la diabetes, está
relacionado a ciertos hábitos de
vida, como es el sedentarismo y la
alimentación inadecuada.
Complicaciones
Algunas de las complicaciones que
acompañan la diabetes tipo II son
los problemas relacionados a la
vista, pies, riñones, dientes,
sistema cardiovascular así como el
sistema nervioso.
Complicaciones
•Para la madre:
Una vez que ya ha padecido
diabetes gestacional, se
incrementan las posibilidades
que la vuelva a tener en nuevos
embarazos.
Las mujeres que demuestran
diabetes gestacional suelen
desarrollar diabetes tipo II.
•Para el bebé:
Debido a que la diabetes
gestacional se da hasta una
etapa tardía en el embarazo, no
produce los mismos tipos de
defectos congénitos o
complicaciones que a veces se
produce en madres que
padecen de diabetes antes de
su embarazo. No obstante, es
necesario mantenerlo bajo
control con revisiones y
tratamientos ya que puede
contribuir al desarrollo de un
bebé con macrosomía, es decir
un recién nacido con peso
arriba de lo normal.
• Asimismo, la diabetes
gestacional puede producir
diabetes tipo II en un futuro para
el bebé.
Tratamientos
El tratamiento varía según las
necesidades de cada madre.
Pueden incluir una o todas de las
siguientes opciones:
• Dietas especiales
• Actividades físicas
• Exámenes diarios de niveles de
glucosa
• Inyecciones de insulina
Es necesario hablar con el
ginecólogo para ver que
combinación es la más
recomendable.
Diabetes mellitus:
Definición, diagnóstico y
clasificación
La Diabetes Mellitus (DM)
describe un desorden
metabólico de etiología
múltiple, caracterizado por
hiperglicemia crónica con
disturbios en el
metabolismo de los
carbohidratos, grasas y
proteínas, que resulta de
trastornos en la secreción
y/o en la acción de la
insulina. Los nuevos
criterios para su diagnóstico
y clasificación fueron
desarrollados casi
simultáneamente por un
comité de expertos de la
Asociación Americana de
Diabetes (ADA) y por un
comité asesor de la
Organización Mundial de la
Salud (OMS). Su
clasificación se basa
fundamentalmente en la
etiología y características
fisiopatológicas, pero
adicionalmente describe la
etapa de su historia natural
en la que se encuentra el
paciente diabético.
Es una enfermedad
progresiva dual,
caracterizada en primer
lugar por resistencia a
la insulina, pero
también por una falla
progresiva de la función
de las células β de los
islotes pancreáticos.
Existen alrededor de 15
millones de personas
con DM en
latinoamérica y se
estima que esa cifra
llegará a 20 millones en
los próximos 10a,
mucho más de lo
esperado por el simple
incremento poblacional.
Dicho comportamiento
probablemente se deba
a varios factores, entre
los cuales destacan la
raza, el cambio en los
hábitos de vida y el
envejecimiento de la
población.
La mayoría de la
población
latinoamericana es
mestiza, aunque hay
algunos países como
Guatemala, Ecuador,
Perú y Bolivia, donde
más del 40% de sus
habitantes son
indígenas. Estudios en
comunidades nativas
americanas han
demostrado una alta
propensión al desarrollo
de DM y otros
problemas relacionados
con la resistencia a la
insulina, que se
manifiesta con el
cambio de los hábitos
de vida, que está
ocurriendo de manera
progresiva.
Se estima que entre un
20 y 40% de la
población
centroamericana y
andina todavía vive en
condiciones rurales,
pero su acelerada
migración urbana
probablemente está
influyendo sobre la
incidencia de la DM. La
prevalencia de la
enfermedad en zonas
urbanas oscila entre un
7% y 8%, mientras que
en las zonas rurales es
de 1% a 2%.
El aumento de la
expectativa de vida
también contribuye con
el aumento de la DM.
En la mayoría de los
países latinoamericanos
la tasa anual de
crecimiento de la
población mayor de 60a
es del 3% al 4%. La
prevalencia de DM2 en
menores de 30a es
menor del 5%, mientras
que en mayores de 60a
sube a más del 20%.
Por otro lado, la altura
parece ser un factor
protector, ya que la
prevalencia de DM2 en
poblaciones ubicadas a
más de 3.000 m sobre
el nivel del mar, tienen
proporcionalmente una
prevalencia que es casi
la mitad de la
encontrada en
poblaciones similares,
pero ubicadas a menor
altura.
Otro factor que influye
es que la DM2 se
diagnostica
tardíamente: alrededor
de un 30% a 50% de
las personas diabéticas
desconocen su
enfermedad por meses
o años y en zonas
rurales puede llegar
hasta un 100% de los
afectados.
Los estudios
económicos han
demostrado que el
mayor gasto en
atención médica del
paciente diabético se da
en hospitalizaciones y
el mismo se duplica
cuando el paciente
tiene complicaciones
micro o
macrovasculares e
incluso es cinco veces
más alto cuando tiene
ambas. La mayoría de
las causas de
hospitalización en el
diabético se pueden
prevenir o por lo menos
retardar con una buena
educación y un
adecuado programa de
reconocimiento
temprano de las
complicaciones.
La principal causa de
muerte de la persona
con DM2 es
cardiovascular y
prevenirla implica un
manejo integral de
todos sus factores de
riesgo. Todos ellos,
exceptuando el hábito
de fumar, son más
frecuentes en los
diabéticos y su impacto
sobre la enfermedad
cardiovascular también
es mayor.
Diagnóstico de la
diabetes mellitus
Para el diagnóstico de
la DM se pueden utilizar
cualquiera de los
siguientes criterios:
1.Síntomas de
diabetes (descritos
por las 4Ps:
Poliuria, secreción y
emisión
extremadamente
abundantes de orina,
Polidipsia, sed
excesiva, Polifagia,
hambre voraz o
excesiva y Pérdida
inexplicable de
peso) + una glicemia
casual (a cualquier
hora del día SIN
relación con el
tiempo transcurrido
desde la última
ingestión de
alimentos o bebidas)
medida en plasma
venoso que sea igual
o mayor a 200 mg/dl
(11.1 mmol/l)
2. Glicemia en ayunas
(definida como un
período sin ingesta
calórica de por lo
menos 8 horas)
medida en plasma
venoso que sea igual
o mayor a 126 mg/dl
(7 mmol/l)
3. Glicemia medida en
plasma venoso que
sea igual o mayor a
200 mg/dl (11.1
mmol/l) 2 horas
después de una
carga de glucosa,
durante una prueba
de tolerancia oral a
la glucosa (PTOG)
Para el diagnóstico en
el paciente asintomático
es esencial tener al
menos un resultado
adicional de glicemia
igual o mayor a las
cifras que se describen
en los numerales 2 y 3.
Si el nuevo resultado no
logra confirmar la
presencia de DM, se
recomienda hacer
controles periódicos
adicionales hasta que
se aclare la situación.
Se deben tener en
cuenta factores
adicionales como la
edad, presencia de
obesidad, historia
familiar y otras
enfermedades
concurrentes antes de
tomar una decisión
diagnóstica y
terapéutica.
Tabla 1: Criterios para el
diagnóstico de DM, utilizando
diferentes muestras de sangre
Prueba de
Glicemia en
tolerancia oral a l
ayunas (mg/dl)
glucosa (mg/dl)
Plasma o
uero venoso ≥ 126 ≥ 200
(1)
Sangre total
≥ 110 ≥ 180
venosa
Plasma
≥ 126 ≥ 220
capilar
Sangre total ≥ 110 ≥ 200
capilar
(1) El plasma o suero debe
separarse mediante centrifugación
tan pronto se extraiga la muestra
de sangre, para evitar la glicólisis
que puede originar una
subestimación de la glicemia real
del paciente. Si esto no es posible,
la muestra debe ser conservada
entre 0° y 4°C hasta la separación
del plasma o suero.
Tabla 2: Criterios para el
diagnóstico de trastornos de la
regulación de la glucosa
utilizando plasma o suero
venoso(1)
Prueba de
Glicemia en
tolerancia oral a l
ayunas (mg/dl)
glucosa (mg/dl)
Resultado
< 100 < 140
NORMAL:
Glicemia en
ayuno 100 - 125 No aplica
alterada
ntolerancia a
No aplica 140 - 199
la glucosa
Sangre total
≥ 110 ≥ 200
capilar
(1) El plasma o suero debe
separarse mediante centrifugación
tan pronto se extraiga la muestra
de sangre, para evitar la glicólisis
que puede originar una
subestimación de la glicemia real
del paciente. Si esto no es posible,
la muestra debe ser conservada
entre 0° y 4°C hasta la separación
del plasma o suero.
La glicemia en ayunas es la prueba
más sencilla para el despistaje de
DM en personas asintomáticas que
por algún motivo acuden a un
servicio de salud; sin embargo, el
estándar de oro para el diagnóstico
en estudios poblacionales sigue
siendo la PTOG.
Como medida de prevención
primaria, debe realizarse una
glicemia en ayunas al menos una
vez al año, particularmente en
aquellas personas que tengan uno
o más de los siguientes factores de
riesgo:
• IMC mayor de 25Kg/m2
• Familiares diabéticos en primero
(padres) o segundo grado
(abuelos) de consanguinidad
• Antecedentes obstétricos de
DMG y/o de hijos cuyo peso al
nacer superaron los 4Kg
• Menor de 50a con cardiopatía
isquémica: angina de pecho,
infarto miocárdico, etc.
• Hipertenso con otro factor de
riesgo asociado
• Nivel sanguíneo de triglicéridos
mayores de 150 mg/dl con HDL
(colesterol bueno) menor de 35
mg/dl
• Procedencia rural con
urbanización reciente
• Alteración previa del nivel de
glucosa
• Diagnóstico de síndrome
metabólico
El término
"Pre-
Diabetes"
se ha
revivido
para catalogar a las personas que
no reúnen los criterios para el
diagnóstico de diabetes, pero
cuyos resultados NO son normales
en las pruebas diagnósticas. Estas
personas tienen un alto riesgo de
desarrollar diabetes y también
presentan un mayor riesgo de
tener un evento cardiovascular, en
comparación con aquellos que
tienen glicemias normales,
especialmente si también tienen
otros componentes del síndrome
metabólico (SM) (. Algunos
expertos prefieren el término
"disglicemia" o incluso el más
descriptivo de "alteración en la
regulación de la glucosa".
La condición "prediabética" más
reconocida es la intolerancia a la
glucosa (ITG) que se diagnostica
mediante una PTOG. Las personas
con ITG tienen un riesgo alto de
desarrollar diabetes, cuya
magnitud depende de las
características étnicas y
ambientales de la población. Este
riesgo puede ser reducido hasta en
un 50% con intervenciones
dirigidas a cambiar el estilo de vida
y hasta en un 62% con
medicamentos, por lo cual es de
gran importancia la identificación
de estos individuos para
involucrarlos en programas de
prevención primaria de diabetes.
En la actualidad también se
reconoce la alteración de la
glicemia en ayunas (AGA) como
otra condición prediabética. Para
algunas organizaciones como la
ADA, los nuevos criterios para
diagnosticar AGA (tabla 2) tienen
la sensibilidad y la especificidad
suficientes para incluir también a
las personas con ITG, por lo que la
PTOG se hace innecesaria. Sin
embargo, la OMS y la Federación
Internacional de Diabetes (FID)
recomiendan que a toda persona
con AGA se le practique una
PTOG, debido a que los pacientes
con ITG probablemente se
encuentran en una etapa más
avanzada de prediabetes, tienen
un mayor riesgo cardiovascular y
constituyen un grupo en el que se
puede prevenir o retardar la
aparición de la diabetes con base
en la evidencia de ensayos clínicos
aleatorizados.
La presencia de AGA e ITG
confieren a la persona un mayor
riesgo de desarrollar diabetes.
Ambos junto con la diabetes
forman parte del SM y la presencia
de diabetes incrementa
significativamente el riesgo
cardiovascular de estos individuos.
De la misma forma, la presencia
del SM en personas con diabetes,
también aumenta
significativamente su riesgo
cardiovascular.
Clasificación de la diabetes
mellitus
La DM abarca cuatro grupos de
entidades:
• Diabetes mellitus tipo 1 (DM1)
• Diabetes mellitus tipo 2 (DM2)
• Otros tipos específicos de
diabetes
• Diabetes mellitus gestacional
(DMG)
Con frecuencia los pacientes con
DM2 llegan a requerir insulina en
alguna etapa de su vida, así como
algunos con DM1 pueden
progresar lentamente o tener
períodos largos de remisión sin
requerir la hormona. Por esta
razón, SE ELIMINARON LOS
TÉRMINOS frecuentemente
utilizados "no insulino-
dependientes" e "insulino-
dependientes" para describir los
tipos de DM.
En la DM1 las células β,
encargadas de la producción de
insulina en el páncreas, se
destruyen, lo que conduce a la
deficiencia absoluta de insulina.
Sus primeras manifestaciones
clínicas suelen ocurrir en la
infancia o más adelante, en la
pubertad, cuando la función se ha
perdido significativamente y la
terapia con insulina es
indispensable para la sobrevida del
paciente.
Sin embargo, existe una forma de
presentación de lenta progresión
que inicialmente puede NO
requerir insulina y que tiende a
manifestarse en etapas tempranas
de la vida adulta. A este grupo
pertenecen aquellos casos
denominados como diabetes
autoinmune latente del adulto
(LADA). La etiología de la
destrucción de las células β
pancreáticas es generalmente de
origen autoinmune, pero existen
casos de DM1 de origen idiopático
(forma elegante de decir
desconocido), donde la medición
de los anticuerpos conocidos da
resultados negativos.
Recientemente se ha descrito una
forma de DM1 que requiere de
insulina en forma transitoria y no
está
mediada
por
autoinmunidad.
La DM2 se presenta en personas
con grados variables de resistencia
a la insulina, aunque se requiere
que exista una deficiencia en la
producción de insulina que puede
o no ser determinante. Ambos
fenómenos deben estar presentes
en algún momento para que se
eleve la glicemia. Aunque NO
existen marcadores clínicos que
indiquen con precisión cual de los
dos defectos predomina en cada
paciente, el exceso de peso
sugiere la presencia de resistencia
a la insulina, mientras que la
pérdida de peso sugiere una
reducción progresiva en la
producción de insulina. Aunque
tradicionalmente se reconocía a
este tipo de diabetes
principalmente en el adulto, su
frecuencia está aumentando en
niños y adolescentes obesos.
Desde el punto de vista de su
fisiopatología se puede subdividir
en:
1.DM2 predominantemente
INSULINO-RESISTENTE con
deficiencia relativa de insulina
2.DM2 predominantemente con
un DEFECTO SECRETOR DE
INSULINA, con o sin resistencia
a la insulina.
El tercer grupo de diabetes lo
conforma un variado y numeroso
grupo de patologías, de las cuales
se enumeran las más significativas
en la tabla 3.
Tabla 3: Otros tipos específicos
de DM
Defectos del cromosoma 20,
Defectos genéticos HNF-4α, HNF-1α, del
de la función de la cromosoma7, glucoquinasa,
célula β del cromosoma 12, del ADN
mitocondrial y otros
Resistencia a la insulina tipo
Defectos genéticos
A, leprechaunismo, síndrome
en la acción de la
de Rabson-Mendenhall,
insulina
diabetes lipoatrófica y otros
Enfemedades del Pancreatitis, trauma
páncreas exocrino pancreático, pancreatectomía,
cáncer pancreático, fibrosis
quística, hemocromatosis,
pancreatopatía fibrocalculosa
y otros
Acromegalia, síndrome de
Cushing, glucagenoma,
feocromocitoma,
Endocrinopatías
hipertiroidismo,
somatostinoma,
aldosteronoma y otros
Pentamidina, ácido nicotínico,
Inducida por glucocorticoides, hormona
drogas o agentes tiroidea, agonistas
químicos betaadrenérgicos, tiazidas,
fenitoína, interferón α y otros
Rubeola congénita,
Infecciones
citomegalovirus y otros
Formas poco Anticuerpos contra el receptor
comunes mediadas de insulina, síndrome del
inmunológicamente "hombre rígido"
Otros síndromes Síndrome de Down, s. de
Klinefelter, s. de Turner, s. de
genéticos algunas Wolfram, corea de
veces asociados Huntington, distrofia
con diabetes miotónica, porfiria, s de
Prader Willi y otros.
El cuarto grupo está constituido por
la diabetes mellitus gestacional,
que consiste en una alteración del
metabolismo glucídico, de
severidad variable, que se inicia o
se reconoce por primera vez
durante el embarazo. El término se
aplica independientemente de si se
requiere o no insulina o de si la
alteración persiste después del
embarazo y no excluye la
posibilidad de que dicha alteración
haya estado presente antes de la
gestación.
Etapas de
la
diabetes
mellitus
La DM se
entiende
como un proceso de múltiples
etiologías que comparten
manifestaciones clínicas comunes.
La posibilidad de identificar la
etapa en la que se encuentra el
paciente con DM facilitaría al
clínico las estrategias para su
manejo.
Estas etapas son:
1.Normoglicemia: cuando los
niveles de glicemia son
normales, pero los procesos
fisiopatológicos que conducen a
la DM ya han comenzado e
incluso pueden ser reconocidos
en algunos casos.
2.Hiperglicemia: cuando los
niveles de glicemia superan el
límite normal. Esta etapa se
subdivide en:
a. Regulación alterada de la
glucosa (incluye la glicemia
en ayunas alterada y la
intolerancia a la glucosa)
b.Diabetes Mellitus, dividida a
su vez en:
i. DM NO insulino-
requiriente (NIR)
ii.DM insulino-requiriente
para lograr control
metabólico (IRC)
iii.DM insulino-requiriente
para sobrevivir (IRS),
antiguamente llamada
insulino-dependiente
Una vez identificada la etapa de la
enfermedad, el paciente puede o
no progresar a la siguiente o
incluso, si es capaz de cambiar su
estilo de vida y alimentación y
tratado adecuadamente, puede
retroceder a la etapa anterior. Por
el momento no se dispone de
marcadores específicos y
sensibles para detectar la DM2 y
DMG en la etapa de
normoglicemia. La detección de
DM1 en esta primera etapa se
basa en la combinación de análisis
genéticos e inmunológicos que
todavía se restringen al nivel de
investigación clínica. Las etapas
que le siguen se refieren al estado
de hiperglicemia que se define con
base en los criterios diagnósticos
de la DM explicados previamente.
La distinción del paciente NIR, IRC
e IRS se basa en la apreciación
clínica, aunque existen algunos
indicadores de falla de la célula β,
tal como la falta de respuesta del
péptico C a diferentes estímulos.
Vea también:
Disfunción de las células del
•
islote pancreático en la
génesis de la diabetes
mellitus tipo 2
Estándares de cuidados
•
médicos en adultos de la
diabetes mellitus: 2009
Manejo médico de la
•
diabetes mellitus
El riesgo de diabetes mellitus
•
plasmática en ayunas y 2h
post-prandial con la
mortalidad!
ENFERMERÍA Y DIABETES
Queridos amigos, este blog está
diseñado para que podais
encontrar todo lo relacionado
con la diabetes en el amplio
campo de la Enfermería; siendo
mi objetivo fundamental
convertir este espacio en una
fuente continua y permanente de
información útil y veraz, capaz
de disipar cualquier duda que se
nos presente. Todo el que quiera
puede participar aportando
información, sugiriendo nuevas
entradas, planteando sus
dudas... en definitiva, cualquier
tipo de aportación será
considerada y atendida con la
máxima dedicación. Espero que
con la ayuda de todos
construyamos una fuente
interactiva que aborde
satisfactoriamente cualquier
cuestión referente a la diabetes.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
FRECUENTES DE LA DIABETES
Poliuria (aumento de la cantidad
de orina)
Hiperglucemia
Polidipsia (necesidad de beber
con frecuencia y abundantemente)
Polifagia (aumento del apetito
debido a la falta de la insulina ya
que la glucosa no se aprovecha y
se trata de compensar la falta de
energía)
Astenia (fatiga intensa debido a
pérdida de electrolitos)
Adelgazamiento (debido a la
perdida de energía y
deshidratación)
SEÑALES DE ALERTA
Imprimir
El grado de descompensación de
la diabetes debido a una
enfermedad como las descritas
puede ser muy variable, desde
alteraciones inapreciables hasta
importantes trastornos como por
ejemplo la cetoacidosis.
La presencia de determinadas
señales permite identificar el
posible riesgo de
descompensación:
Diabetes mellitus
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Diabetes mellitus
Clasificación y recursos
externos
Aviso médico
CIE-10 E10.–E14.
CIE-9 250
MedlinePlus 001214
eMedicine med/546
MeSH C18.452.394.750
Sinónimos {{{sinónimos}}}
La diabetes mellitus (DM) o
diabetes sacarina es un grupo de
trastornos metabólicos,[2] que
afecta a diferentes órganos y
tejidos, dura toda la vida y se
caracteriza por un aumento de los
niveles de glucosa en la sangre:
hiperglicemia.[3] Es causada por
varios trastornos, incluyendo la
baja producción de la hormona
insulina, secretada por las células
β del páncreas, o por su
inadecuado uso por parte del
cuerpo,[4] [5] que repercutirá en el
metabolismo de los carbohidratos,
lípidos y proteínas.
Los síntomas principales de la
diabetes mellitus son emisión
excesiva de orina (poliuria),
aumento anormal de la necesidad
de comer (polifagia), incremento de
la sed (polidipsia), y pérdida de
peso sin razón aparente.[6] La
Organización Mundial de la Salud
reconoce tres formas de diabetes
mellitus: tipo 1, tipo 2 y diabetes
gestacional (ocurre durante el
embarazo),[5] cada una con
diferentes causas y con distinta
incidencia. Varios procesos
patológicos están involucrados en
el desarrollo de la diabetes, le
confieren un carácter autoinmune,
característico de la DM tipo 1,
hereditario y resistencia del cuerpo
a la acción de la insulina, como
ocurre en la DM tipo 2.
Para el 2000, se estimó que
alrededor de 171 millones de
personas eran diabéticos en el
mundo y que llegarán a 370
millones en 2030.[7] Este
padecimiento causa diversas
complicaciones, dañando
frecuentemente a ojos, riñones,
nervios y vasos sanguíneos. Sus
complicaciones agudas
(hipoglucemia, cetoacidosis, coma
hiperosmolar no cetósico) son
consecuencia de un control
inadecuado de la enfermedad
mientras sus complicaciones
crónicas (cardiovasculares,
nefropatías, retinopatías,
neuropatías y daños
microvasculares) son
consecuencia del progreso de la
enfermedad. El Día Mundial de la
Diabetes se conmemora el 14 de
noviembre.
Contenido
[ocultar]
• 1 Clasificación
○ 1.1 Diabetes mellitus tipo 1
autoinmune
○ 1.2 Diabetes mellitus tipo 2
○ 1.3 Diabetes mellitus
gestacional
○ 1.4 Otros tipos de diabetes
mellitus
• 2 Etimología
• 3 Descripción general
• 4 Síntomas y signos de diabetes
mellitus no tratada
• 5 Diagnóstico
• 6 Tratamiento
○ 6.1 Intervenciones orientadas
al estilo de vida
○ 6.2 Medicamentos
○ 6.3 Dieta y ejercicio físico
• 7 Historia de la Diabetes Mellitus
• 8 Causas
• 9 Complicaciones de la diabetes
• 10 Complicaciones agudas
• 11 Dieta en la diabetes
• 12 Laboratorios
• 13 Hemoglobina glucosilada
• 14 Unidades de los exámenes
de glucosa en la sangre
• 15 Bibliografía
• 16 Referencias
• 17 Enlaces externos
[editar] Clasificación
Clasificación
etiológica de
la diabetes
mellitus[2]
Nom Caracter
bre ísticas
Deficit
Diabe
absoluto
tes
de
tipo 1
insulina.
-
Diabetes
tipo 1
autoinmu
ne:
destrucci
ón
autoinmu
ne de
células
beta
-
Diabetes
tipo 1
idiopática
:
destrucci
ón de
células
beta por
razones
descono
cidas
Déficit de
insulina
Diabe
con
tes
resistenci
tipo 2
a a la
misma
Otros
tipos -
de Diabetes
diabetMODY
es
-
Defectos
genético
s de la
insulina
(leprecau
nismo,
síndrome
de
Rabson-
Mendenh
all,
diabetes
lipoatrófi
ca)
-
Enferme
dades
del
páncreas
:
pancreati
tis,
pancreat
ectomía,
neoplasi
a,
fibrosis
quística
-
Endocrin
opatías:
acromeg
alia,
síndrome
de
Cushing,
glucagon
oma,
feocromo
citoma y
otros
tumores
endocrin
os
-
Inducida
por
fármacos
,
incluyend
o vacor,
pentamid
ina,
ácido
nicotínico
,
glucocort
icoides,
tiazidas,
fenitoína,
etc.
-
Infeccion
es:
rubéola,
citomega
lovirus,
coxsacki
e
Resisten
cia
temporal
Diabe
a la
tes
insulina
gesta
durante
cional
el
embaraz
o
Diabetes mellitus por país en 2002:
afectados por cada 100.000
habitantes. sin datos menos
de 100 100-200 200-300
300-400 400-500 500-600
600-700 700-800 800-900
900-1000 1000-1500 más
de 1500
Actualmente existen dos
clasificaciones principales. La
primera, correspondiente a la
OMS, en la que sólo reconoce tres
tipos de diabetes (tipo 1, tipo 2 y
gestacional) y la segunda,
propuesta por la Asociación
Americana de Diabetes (ADA) en
1997. Según el Comité de expertos
de la ADA, los diferentes tipos de
DM se clasifican en 4 grupos:
a) Diabetes Mellitus tipo 1.
b) Diabetes Mellitus tipo 2
c) Diabetes gestacional
d) Otros tipos de Diabetes
Mellitus
[editar] Diabetes mellitus tipo 1
autoinmune
Artículo principal: Diabetes mellitus
tipo 1
Este tipo de diabetes corresponde
a la llamada antiguamente
Diabetes Insulino dependiente o
Diabetes de comienzo juvenil. Se
presenta mayoritariamente en
individuos jóvenes, aunque puede
aparecer en cualquier etapa de la
vida, y se caracteriza por la nula
producción de insulina debida a la
destrucción autoinmune de las
células β de los Islotes de
Langerhans del páncreas
mediadas por las células T.[8] Se
suele diagnosticar antes de los 30
años de edad, y afecta a cerca de
4.9 millones de personas en todo
el mundo, de las que 1,27 millones
son europeos, lo que arroja una
prevalencia del 0,19 por ciento de
la población total, aunque la
prevalencia más alta, de 0,25 por
ciento, se encuentra en América
del Norte, variaciones que reflejan
la distinta susceptibilidad genética
entre poblaciones.[9]
[editar] Diabetes mellitus tipo 2
Artículo principal: Diabetes mellitus
tipo 2
Se caracteriza por un complejo
mecanismo fisiopatológico, cuyo
rasgo principal es el déficit relativo
de producción de insulina y una
deficiente utilización periférica por
los tejidos de glucosa (resistencia
a la insulina), esto quiere decir que
los receptores de las células que
se encargan de facilitar la entrada
de la glucosa a la propia célula
están dañados. Se desarrolla a
menudo en etapas adultas de la
vida, y es muy frecuente la
asociación con la obesidad;
anteriormente llamada diabetes del
adulto o diabetes relacionada con
la obesidad. Varios fármacos y
otras causas pueden, sin embargo,
causar este tipo de diabetes. Es
muy frecuente la diabetes tipo 2
asociada a la toma prolongada de
corticoides, frecuentemente
asociada a la hemocromatosis no
tratada. Insulinorresitencia. La
diabetes tipo 2 representa un 80%-
90% de todos los pacientes
diabéticos.
[editar] Diabetes mellitus
gestacional
Artículo principal: Diabetes mellitus
gestacional
La también llamada diabetes del
embarazo aparece durante la
gestación en un porcentaje de 1%
a 14% de las pacientes, y casi
siempre debuta entre las semanas
24 y 28 del embarazo. En
ocasiones puede persistir después
del parto y se asocia a incremento
de trastornos en la madre
(hipertensión o presión arterial
elevada, infecciones vaginales y en
vías urinarias, parto prematuro y
cesárea) y daños graves al bebé
(muerte fetal o macrosomía, esto
es, crecimiento exagerado del
producto debido a que está
expuesto a mayor cantidad de
glucosa que la habitual —esto se
debe a que estimula su páncreas y
segrega abundante insulina que
contribuye a incrementar su
desarrollo—, lo que puede
generarle lesiones al momento de
pasar por el canal de parto).
El embarazo constituye un
esfuerzo metabólico en el cuerpo
de la madre, ya que el bebé utiliza
sus órganos para obtener alimento
(energía), oxígeno y eliminar sus
desechos. Por esta razón, la mujer
que se embaraza tiene mayor
posibilidad de presentar una
deficiencia de la hormona que
permite que el azúcar o glucosa
sea empleada por las célula
(insulina), haciendo que se
presente este problema.[10]
[editar] Otros tipos de diabetes
mellitus
Otros tipos de diabetes mellitus
menores (< 5% de todos los casos
diagnosticados):
Tipo 3A: defecto genético en las
células beta.
Tipo 3B: resistencia a la insulina
determinada genéticamente.
Tipo 3C: enfermedades del
páncreas.
Tipo 3D: causada por defectos
hormonales.
Tipo 3E: causada por
compuestos químicos o
fármacos.
[editar] Etimología
Proviene del latín diabētes, y éste
del griego διαβήτης, (diabétes,
'correr a través' con δια o 'dia-', 'a
través', y βήτης o 'betes', 'correr',
de διαβαίνειν (diabaínein,
‘atravesar’). Como término para
referirse a la enfermedad
caracterizada por la eliminación de
grandes cantidades de orina
(poliuria), empieza a usarse en el
siglo I en el sentido etimológico de
«paso», aludiendo al «paso de
orina» de la poliuria. Fue acuñado
por el filósofo griego Arateus de
Cappadocia.
La palabra Mellitus (griego mel,
"miel") se agregó en 1675 por
Thomas Willis cuando notó que la
orina de un paciente diabético
tenía sabor dulce.
[editar] Descripción general
Las células metabolizan la glucosa
para convertirla en una forma de
energía útil; por ello el organismo
necesita recibir glucosa (a través
de los alimentos), absorberla
(durante la digestión) para que
circule en la sangre y se distribuya
por todo el cuerpo, y que
finalmente, de la sangre entre al
interior de las células para que
pueda ser utilizada. Esto último
sólo ocurre bajo los efectos de la
insulina, una hormona secretada
por el páncreas.
En la DM (diabetes mellitus) el
páncreas no produce o produce
muy poca insulina (DM Tipo I) o las
células del cuerpo no responden
normalmente a la insulina que se
produce (DM Tipo II).
Esto evita o dificulta la entrada de
glucosa en la célula, aumentando
sus niveles en la sangre
(hiperglucemia). La hiperglucemia
crónica que se produce en la
diabetes mellitus tiene un efecto
tóxico que deteriora los diferentes
órganos y sistemas y puede llevar
al coma y la muerte.
La diabetes mellitus es un
trastorno endocrino-metabólico
crónico, que afecta la función de
todos los órganos y sistemas del
cuerpo: el proceso mediante el
cual se dispone del alimento como
fuente energética para el
organismo (metabolismo), los
vasos sanguíneos (arterias, venas
y capilares) y la circulación de la
sangre, el corazón, los riñones, y el
sistema nervioso (cerebro, retina,
sensibilidad cutánea y profunda,
etc.).
[editar] Síntomas y signos de
diabetes mellitus no tratada
En el caso de que todavía no se
haya diagnosticado la DM ni
comenzado su tratamiento, o que
no esté bien tratada, se pueden
encontrar los siguientes signos
(derivados de un exceso de
glucosa en sangre, ya sea de
forma puntual o continua):
Signos y síntomas más frecuentes:
• Poliuria, polidipsia y polifagia.
• Pérdida de peso a pesar de la
polifagia.
• Fatiga o cansancio.
• Cambios en la agudeza visual.
Signos y síntomas menos
frecuentes:
• Vaginitis en mujeres, balanitis
en hombres.
• Aparición de glucosa en la orina
u orina con sabor dulce.
• Ausencia de la menstruación en
mujeres.
• Aparición de impotencia en los
hombres.
• Dolor abdominal.
• Hormigueo o adormecimiento
de manos y pies, piel seca,
úlceras o heridas que cicatrizan
lentamente.
• Debilidad.
• Irritabilidad.
• Cambios de ánimo.
• Náuseas y vómitos.
• Aliento con olor a manzanas
podridas.
[editar] Diagnóstico
Se basa en la medición única o
continua (hasta 2 veces) de la
concentración de glucosa en
plasma. La Organización Mundial
de la Salud (OMS) estableció los
siguientes criterios en 1999 para
establecer con precisión el
diagnóstico:[2]
• Síntomas clásicos de la
enfermedad (Poliuria, Polidipsia,
Polifagia y Perdida de peso
inexplicable) más una toma
sanguínea casual o al azar con
cifras mayores o iguales de
200mg/dl (11.1 mmol/L)
• Medición de glucosa en plasma
en ayunas mayor o igual a
126mg/dl (7.0 mmol/L). Ayuno
se define como no haber
ingerido alimentos en al menos
8 horas.
• La prueba de tolerancia a la
glucosa oral (curva de tolerancia
a la glucosa). La medición en
plasma se hace dos horas
posteriores a la ingesta de 75g
de glucosa en 375 ml de agua;
la prueba es positiva con cifras
mayores o iguales a 200 mg/dl
(11,1 mmol/l).
[editar] Tratamiento
COMPLICACIONES CRONICAS
DE LA DIABETES MELLITUS
INTRODUCCIÓN
Resulta interesante recordar que,
hasta el año 1921, los diabéticos
que hoy llamamos de
tipo 1 morían de cetoacidosis a las
pocas horas del diagnóstico,
aunque unos pocos sobrevivían un
poco
más con desnutrición y debilidad
progresivas, hasta morir 1-2 años
después en caquexia extrema. Por
otro lado, en esos años la
expectativa de vida al nacer de
gran parte de la población mundial
era de poco
más de 40 años, de modo que muy
pocas personas llegaban a tener lo
que hoy llamamos Diabetes tipo 2,
enfermedad que comienza
habitualmente después de esa
edad.
Era esta la situación cuando en
1921 se descubrió y purificó la
insulina. Tan pronto como
los primeros diabéticos
comenzaron a ser tratados con
inyecciones de insulina, una
oleada de optimismo
contagió a médicos, pacientes y
familiares, y muchos pensaron que
el problema de la Diabetes estaba
resuelto para siempre. No ocurrió
así. Por un lado, en los 75 años
transcurridos desde 1921, la
esperanza
de vida al nacer aumentó a más de
70 años en extensas áreas del
mundo, aumentando enormemente
el
número de diabéticos. Por otro
lado, el tratamiento con insulina de
los tipo 1 elevó su expectativa de
vida
cifras cercanas a las de la
población general. Como
resultado, en los últimos 75 años
han ocurridos dos
cosas: (a) La así llamada
“epidemia global” de Diabetes
Mellitus, que hoy afecta a 100-120
millones de
personas en el mundo. (b) La
emergencia de las ”complicaciones
crónicas” de la Diabetes, que antes
de
1940 no se conocían, simplemente
porque los diabéticos no vivían el
tiempo suficiente para
desarrollarlas. Estas
complicaciones crónicas, que
comenzaron a conocerse 20 años
después del
descubrimiento de la insulina,
emergieron como una “nueva”
amenaza para la calidad de vida
de los
diabéticos, y constituyen hoy día
problemas mayores de salud
pública a nivel mundial.
Las complicaciones
microvasculares crónicas de la
diabetes son tres: retinopatía,
nefropatía
y neuropatía.
La Gran Culpable - La
Hiperglicemia:
Entre las décadas de 1940 y 1970,
se sabía que las complicaciones
crónicas existían, y que
aparecían varios años después del
diagnóstico de la Diabetes.
Inicialmente, los médicos las
consideraron,
con criterio algo fatalista, como
parte de la historia natural de la
enfermedad. Sin embargo, en la
década
de los años ‘70 comenzaron a
aparecer diversos estudios
retrospectivos que correlacionaban
la severidad
de las complicaciones, con la mala
calidad del control glicémico de los
diabéticos.
Finalmente, en 1993 quedó
demostrado que el control estricto
de la glicemia en
diabéticos era capaz de reducir
drásticamente la aparición de
complicaciones crónicas:
retinopatía, nefropatía y
neuropatía.
El estudio DCCT (Diabetes Control
and Complications Trial) mostró
que, en gran parte, la
fisiopatología de las tres
complicaciones crónicas de la
Diabetes tiene un punto en común
para el origen
de la retinopatía, la nefropatía y la
neuropatía: la hiperglicemia. Es la
sumatoria de las elevaciones de la
glicemia la que, a través de los
años, va desencadenando
procesos bioquímicos y físico-
químicos en los
tejidos, los que finalmente se
manifiestan como los síntomas y
signos clásicos de las
complicaciones. El
estudio DCCT también demostró
los enormes beneficios del buen
control de la glicemia: reducción en
la
aparición de neuropatía (en 76%),
nefropatía (en 56%) y neuropatía
(en 60%). Se demostró también
que,
mientras más cercana a lo normal
se mantiene la glicemia y la
hemoglobina glicosilada, mayor es
el
beneficio en la reducción de
complicaciones.
Mecanismos Fisiopatológicos de
Complicaciones a partir de la
Hiperglicemia:
En general, hay tres vías
metabólicas a través de las cuales
la hiperglicemia lleva, a través
de los años, a las complicaciones
microvasculares crónicas de la
diabetes:
1) Aumento de la actividad de la
Aldosa Reductasa
2) Aumento del Diacilglicerol
(DAG) y de la actividad de la b2 -
Proteín Kinasa-C
3) Aceleración de la glicosilación
no enzimática de proteínas.
1) Aumento de la Actividad de la
Enzima Aldosa-Reductasa: La
Aldosa-Reductasa, es una enzima
que
cataliza la reducción de hexosas,
como la glucosa, a sorbitol. La
Aldosa-Reductasa está presente
en el ojo
(epitelio corneal, cristalino y
pericitos retinales), riñón
(podocitos, células mesangiales,
epitelio tubular),
y nervio periférico (axones y
células de Schwann).
Cada vez que hay hiperglicemia, la
Aldosa Reductasa transforma a la
glucosa en sorbitol, y
este último es metabolizado a
fructosa a través de la Sorbitol-
Deshidrogenasa. En este proceso
ocurren
cuatro fenómenos: (1) producción
de sorbitol, (2) producción de
fructosa, (3) disminución del
NADPH, y (4) aumento del NADH.
El sorbitol mismo aumenta la
presión osmótica intracelular, y
dañaría a los tejidos por
edema celular. Pero también,
particularmente en las fibras
nerviosas, el aumento del sorbitol
bloquea el
contratransportador Na+
/Mioinositol, haciendo disminuir el
mioinositol y los fosfoinositósidos
intracelulares, lo que causa una
depleción de diacilglicerol. En el
nervio, la disminución del
diacilglicerol
(DAG) frena la actividad de la
ATPasa Na+ / K+ , causando
mayor edema axonal. La
disminución del
diacilglicerol ocurre
exclusivamente en la neuropatía,
pero no en la retinopatía ni en la
nefropatía
diabéticas, donde el diacilglicerol
en realidad aumenta (ver más
adelante).
El aumento de la fructosa causa
fructosilación de las proteínas, un
fenómeno muy similar a
la glicosilación, que se ve más
adelante en este capítulo.
El consumo de NADPH favorece
por un lado el estrés oxidativo, al
disminuir el cuociente
glutatión reducido / oxidado. Más
adelante, en la sección de
glicosilación proteica, aparece que
el estrés
oxidativo acelera la glicosilación. El
aumento de la actividad de la
ciclooxigenasa, también favorece
la
producción de PGE2 , sumándose
a uno de los efectos de la
activación de la b2 -Protein Kinasa
C. La
baja del NADPH también aumenta
la actividad de la vía de las
pentosas, activando a su vez a la
b2 -
Proteín Kinasa C.
Finalmente, el aumento del NADH
favorece la síntesis de diacilglicerol
(DAG) , lo que
ocurre en la retinopatía y en la
nefropatía, pero no en la
neuropatía, como decíamos más
arriba. El
aumento del DAG también activa a
la b2 -Proteín Kinasa C.
En resumen, la activación de la
Aldosa Reductasa no sólo produce
daño celular por sí
misma, sino que aumenta el daño
producido por los otros dos
mecanismos que veremos luego, -
la
activación de la b2 -Proteín Kinasa
C y la glicosilación proteica.
2) Aumento del Diacilglicerol
(DAG) y de la Actividad de la b2
-Proteín Kinasa C:
Este mecanismo ocurre en la
retinopatía y la nefropatía, pero,
como decíamos antes, no es
válido para lo que sucede en la
neuropatía, ya que en este último
caso el DAG está disminuido.
La Protein Kinasa C es miembro
de una familia de enzimas que
tienen en común el ser
capaces de fosforilar las proteínas
responsables de la transducción de
señales intracelulares. La isoforma
b2 -Proteín Kinasa C aumenta su
actividad en las células
endoteliales de retina y riñón,
cuando éstas son
expuestas a la hiperglicemia. Esta
activación de la b2 -Proteín Kinasa
C ocurre porque la hiperglicemia
produce un aumento en la síntesis
de novo de diacilglicerol (DAG),
que es un potente estimulador de
esta
enzima. Este aumento en la
síntesis de diacilglicerol a partir de
hiperglicemia ocurre gracias a una
activación en la vía de las
pentosas, y a una mayor oferta de
dihidroxiacetonfosfato (DHAP).
La b2 -Proteín Kinasa C, a su vez,
activa a la Fosfolipasa A2,
aumentando así la
producción de prostaglandina
PGE2 y de Tromboxano A2. Estos
últimos mediadores modifican
drásticamente la permeabilidad
endotelial y la respuesta a la
Angiotensina II en el músculo liso
vascular.
Precisamente, los cambios en la
permeabilidad endotelial y en la
respuesta vasoconstrictora a la
Angiotensina II son
importantísimos en la génesis de la
retinopatía y la nefropatía
diabéticas.
3) Glicosilación No Enzimática
de Proteínas:
La glucosa se combina con los
residuos amino de las proteínas,
formando inicialmente una
base de Schiff, la cual
posteriormente se reordena,
formando el así llamado Producto
Amadori.
El producto Amadori demora horas
o días en producirse, y la reacción
inversa es muy lenta.
Precisamente, la “Hemoglobina
Glicosilada” que es un índice de
calidad de control glicémico, es un
producto Amadori de glucosa y
hemoglobina.
En proteínas de larga vida, y en el
curso de meses y años, el
producto Amadori se reordena
para formar compuestos de
ketoaldehido que son mucho más
estables (irreversibles). Se forman
así los
‘AGE’ (Productos de Glicosilación
Avanzada), que son proteínas que
sufren una serie de cambios a
consecuencia de este proceso: (a)
formación de puentes anormales
entre péptidos, (b) alteración de la
estructura secundaria y terciaria y
(c) alteraciones funcionales.
Entre las alteraciones funcionales
de las proteínas se destaca el
cambio en la permeabilidad
de las membranas basales,
fenómeno muy importante en la
génesis de la retinopatía y la
nefropatía
diabéticas. La glicosilación del
colágeno hace que ligamentos,
cápsulas y aponeurosis pierdan
elasticidad.
En este punto, cabe recordar que,
especialmente en condiciones de
hiperglicemia, la glucosa
puede también sufrir un proceso de
‘autooxidación’ intracelular en
presencia de un metal de
transición,
generando radicales libres y
ketoaldehido. El mismo
ketoaldehido actúa como
propagador en la
transformación de producto
Amadori en AGE. De este modo, la
autooxidación de la glucosa
acelera aún
más la glicosilación no enzimática
de proteínas.
En resumen, la hiperglicemia hace
que la glucosa se combine con las
proteínas en un
proceso que puede producir
cambios irreversibles en la
estructura y función de estas
moléculas. También
la autooxidación de la glucosa, que
no sólo genera radicales libres
oxidantes, es capaz de acelerar
aún más
el proceso de glicosilación
avanzada, al transformar a la
glucosa en un ketoaldehido.
RETINOPATÍA DIABETICA
Esta complicación crónica está
estrechamente relacionada con el
daño que la hiperglicemia
es capaz de hacer especialmente
en los capilares de la retina.
Los pericitos retinales son los
primeros en ser afectados, ya que
acumulan sorbitol, pierden
capacidad contráctil, y mueren.
Simultáneamente, ocurre una
vasodilatación capilar, que se debe
en parte
a la pérdida de pericitos, y en parte
a la activación de la b2 -Proteín
Kinasa C. Ya a estas alturas hay
aumento de la permeabilidad
capilar. Sin embargo, tienen que
transcurrir 5 o más años desde el
comienzo
de la hiperglicemia para que esta
permeabilidad aumentada de la
membrana basal (glicosilación)
produzca exudados céreos por
exudación de lípidos y
microhemorragias por grietas en
los capilares. En
este mismo momento comienzan a
perderse las células endoteliales,
debilitándose la pared capilar y
dando origen a microaneurismas.
Años después, la pérdida de
células endoteliales llega a tal
punto que se
da origen a los ‘capilares
acelulares’, simples tubos de
membrana basal, obstruídos en
parte por
microtrombos originados en el
interior de los microaneurismas. A
partir de este momento hay
isquemia
en extensas áreas de la retina,
produciéndose microinfartos que
se ven en el oftalmoscopio como
‘exudados algodonosos’. Como
respuesta a la isquemia, la retina
secreta un ‘factor angiogénico’,
que
estimula la génesis de capilares de
neoformación. Estos nuevos
capilares son frágiles, y se rompen
con
gran facilidad, dando origen a
hemorragias mayores en la retina
primero, y en el cuerpo vítreo
después.
Es la hemorragia vítrea la
responsable final de la ceguera en
la mayoría de los diabéticos.
NEFROPATIA DIABETICA
Esta causa el 44% de todas las
insuficiencias renales terminales
en el mundo occidental. La
hiperglicemia crónica es también la
responsable de esta complicación.
En los primeros años de la
diabetes, la hiperglicemia produce
cambios funcionales, como
son la vasodilatación de las
arteriolas aferente y eferente
(Aldosa Reductasa y b2 -Proteín
Kinasa C
activadas), con aumento del flujo
plasmático renal. Sin embargo, la
activación de la b2 -Proteín Kinasa
C
hace que la vasodilatación sea
mayor en la arteriola aferente que
en la eferente, aumentando la
presión de
filtración y la filtración glomerular.
Ya después de 5 años de diabetes,
la hiperglicemia se ha traducido en
cambios moleculares
y estructurales. El engrosamiento
de la pared de las arteriolas
aferente y eferente (glicosilación)
normaliza
eventualmente el flujo plasmático
renal, y la membrana basal
glomerular se engruesa y aumenta
su
permeabilidad, apareciendo
microalbuminuria primero (30-200
mg/24 horas), y macroalbuminuria
después (>200 mg/24 horas).
Simultáneamente las células
mesangiales se multiplican
(activación de b2 -
Proteín Kinasa C) y aumenta la
cantidad de matriz mesangial. En
esta etapa el paciente tiene
macroalbuminuria en el rango de
síndrome nefrósico, con
hipertensión arterial en casi todos
los casos.
Finalmente, la suma de matriz
mesangial aumentada, más el
engrosamiento de la membrana
basal glomerular, van
estrangulando a las asas capilares,
reduciendo progresivamente el
lumen de éstos.
En esta situación sobreviene una
progresiva disminución del flujo
plasmático renal y de la filtración
glomerular, que llevan al paciente
a la insuficiencia renal terminal.
La lección más importante que da
el conocimiento de la fisiopatología
de la
nefropatía diabética, es que la
hiperglicemia ya está produciendo
drásticos cambios en la
fisiología renal años antes de la
aparición de macroalbuminuria,
hipertensión y caída de la
función renal. De allí la importancia
del buen control de la hiperglicemia
desde el momento del
diagnóstico de la Diabetes.
NEUROPATÍA DIABETICA:
Esta complicación de la
hiperglicemia está relacionada con
la activación de la Aldosa
Reductasa y con la glicosilación de
proteínas. La activación de b2
-Proteín Kinasa C poco o nada
tiene
que ver con esta complicación, ya
que en las fibras nerviosas
sometidas a hiperglicemia no
existe un
aumento sino una disminución del
diacilglicerol.
Muy precozmente en la evolución
de la Diabetes, la activación de la
Aldosa Reductasa en el
nervio produce una depleción de
Mioinositol, lo que lleva a una
disminución del diacilglicerol. Esto
produce una menor actividad de la
ATPasa Na+/K+ y edema axonal.
En estas circunstancias ya se
observa una disminución en la
velocidad de conducción nerviosa.
El edema también puede producir
compresión de nervios que pasan
por canales óseos inextensibles,
como los pares craneanos
(mononeuropatías), fenómeno que
puede ocurrir a poco de
diagnosticada la Diabetes, y que
es reversible.
Más adelante, la combinación de
obstrucción de vasa nervorum
(arteriolosclerosis y
engrosamiento de membrana
basal), más la glicosilación de la
mielina, que la hace apetecible a
los
macrófagos, produce
desmielinización segmentaria. A
esto se agrega la glicosilación de
la tubulina, con
severo daño del transporte axonal.
Este último fenómeno produciría
mayor daño en las fibras más
largas,
lo que explicaría la mayor
severidad distal de la neuropatía
diabética.
Clásicamente, esta secuencia de
eventos hace que en una biopsia
de nervio periférico,
aparezca una combinación
simultánea de fibras normales,
fibras desmielinizadas, fibras
destruidas, y
axones en regeneración.
Cabe recalcar que la
susceptibilidad de las fibras
nerviosas al daño por la diabetes
no es la
misma para cada tipo de fibra. En
general, las fibras mielinizadas
gruesas (motoras, sensibilidad
táctil y
vibratoria) son más resistentes a la
hiperglicemia y más susceptibles al
daño por la isquemia. Por otro
lado, las fibras mielinizadas
delgadas, y las fibras no
mielinizadas (sensaciones de dolor
y calor), son más
sensibles al daño por hiperglicemia
y más resistentes a la isquemia. Es
por esta razón que los diabéticos
pueden perder la sensibilidad al
dolor y al calor en los pies, años
antes de tener pérdida de
sensibilidad
vibratoria o táctil.
El daño que produce la
hiperglicemia en los nervios
periféricos no sólo ocurre
precozmente
en la Diabetes, sino que es
extraordinariamente frecuente.
También, por su naturaleza, puede
producir una
variada gama de manifestaciones
clínicas. Sin embargo, el
conocimiento de su fisiopatología
le permitirá
entender que el clínico no debe
esperar a que estas
manifestaciones clínicas
aparezcan para comenzar a
luchar por obtener glicemias
normales en los diabéticos.
La neuropatía, junto con las otras
complicaciones crónicas de la
diabetes nos enseñan que el
médico debe hacer esfuerzos por
obtener euglicemia desde el
momento del diagnóstico de la
Diabetes, y
debe continuar esa lucha por toda
la vida del paciente.
El Control de la Diabetes
.
Subtítulos
.
El Primer Avance
Alimentación
1
Actividad física
Medicamentos para
el control de la
glucemia
Estrés y ajuste
social
Supervisión
Prevención,
detección y
tratamiento de
complicaciones
crónicas
Sustitutos del
Azucar para
personas Diabèticas
Consigue Yacon
AQUI
La primera
referencia clínica de
lo que hoy
conocemos como
Diabetes Mellitus se
encuentra en el
Papiro de Ebers,
fechado en el año
1500 a.c. y escrito
en Egipto.
En ese papiro además de
caracterizarse el cuadro clínico de
la enfermedad, ya se hacía
referencia a algunas medidas
generales para su manejo y
control. Los escritos médicos
griegos, romanos y árabes también
hacen mención del cuadro clínico y
manejo de la diabetes.
El nombre “diabetes” se debe al
filósofo griego Arateus quien fue
reconocido por una profunda
sabiduría y amor hacia la medicina.
Un programa de autosupervisión
es un intento por normalizar el
metabolismo mediante el ajuste de
factores importantes para
aproximarse en la medida de lo
posible a la fisiología normal. Se
trata de un programa
individualizado que exige
compromiso y dedicación por parte
del paciente y del equipo de salud.
Puntos básicos para la
autosupervisión
Prevención, detección y
tratamiento de complicaciones
agudas
Dentro de los puntos importantes
en este rubro se encuentran; la
identificación de los sistemas de
hipo e hiperglucemia, cómo
pueden cambiar los síntomas a
medida que se ajusta el control,
fenómeno del amanecer (presencia
de hiperglucemia en la madrugada
debida a factores metabólicos -
identificación y tratamiento - ) y
cetoacidósis diabética.
Metas de control Metabólico
para Diabetes tipo I:
Glucemia
capilar Glucosuria Hb
glucosilada Dosis
insulina
(unidades)
Control mínimo 150-200 mg/dl + en
forma esporádica 9 a 10% 1 o 2
Control
promedio 116-149
mg/dl + en forma esporádica 8% 2
Control
estricto 70-120
mg/dl Negativas 3 o más
Metas de Control Metabólico
para Diabetes tipo II:
Indicador Ideal
mg/dl Aceptable
mg/dl Malo
mg/dl
Glucemia ayunas < 115 116-199 >
200
Glucemia posprandial < 140 141-
234 > 235
Hb glucosilada 6% 8% > 10%
Colesterol total 200 201-239 > 240
Triglicéridos 150 151-249 > 250
Prevención, detección y
tratamiento de complicaciones
crónicas
Lo importante aquí sería el
seguimiento sistemático del estado
de salud para observar la
intensificación en las
complicaciones existentes. Se
recomiendan exámenes rutinarios
de colesterol y otros lípidos, de
fondo de ojo y de la función renal ,
entre las más importantes.
Es importante recordar que
cualquier infección afectará los
niveles de glucosa, haciendo que
ésta se eleve, por lo tanto se
requerirá de una dosis un poco
mayor de insulina. Esto se debe
consultar con el médico tratante en
el, caso de requerirlo.
Cuidado de piel y pies
La higiene es un punto importante
en el paciente diabético para evita
o cuidar de trastornos comunes.
En el caso de la piel: el baño
diario, la lubricación y protección
solar de la misma, así como la
rotación en las áreas de aplicación
de la insulina van a reducir riesgos.
Se recomienda tratar de inmediato
las cortadas o heridas abiertas y
no reventar ampollas.
En el caso de los pies: se
recomienda la revisión diaria de los
mismos con el fin de identificar
cualquier señal de infección o
lesión. Lo ideal es lavar los pies a
diario y secarlos muy bien. Utilizar
cremas para lubricarlos o talcos si
padece de sudoración excesiva,
cortar uñas rectas y no utilizar
calcetines o zapatos que aprieten o
lastimen.
Se recomienda no lavar los pies
con agua muy caliente, no utilizar
bolsas con agua caliente para
calentarlos, y no cortar callos,
padrastros o permitir que se
entierren las uñas . Se recomienda
acudir al médico si nota cualquier
cambio de temperatura, forma,
tamaño y coloración de los pies.
Como se puede observar, un buen
control diabético es como un
rompecabezas. A medida que el
paciente logre concientizar y
manejar cada factor, podrá armar
su rompecabezas y lograr un
óptimo control de su enfermedad.
Es sabido que el esfuerzo diario
rendirá frutos en la calidad de vida
de todo paciente que crea en el
mismo y se comprometa.
Sustitutos de azúcar para
personas diabéticas
Existen muchos mitos sobre la
alimentación del diabético; uno de
ellos es que no deben de comer
pan, frutas ni cereales, pero la
realidad es otra, ya que su dieta
debe de ser casi normal, cuidando
grasas en caso de obesidad,
aumentando el consumo de fibra y
por supuesto evitando azúcares
simples como jaleas, mieles,
chocolates y mermeladas.
En la actualidad las personas
diabéticas pueden consumir estos
alimentos que mencioné
anteriormente, pero endulzados
con fructuosa, ya que este azúcar
no eleva los niveles de glucosa
sanguínea.
Los diabéticos pueden consumir
bebidas endulzadas con este
azúcar —pero no en cantidades
excesivas, ya que puede provocar
diarrea—, o con sustitutos como el
caso del aspartame,
maltodextrinas o asesulfame
potásico, todos estos son
contenidos en alimentos lights, es
decir que un diabético puede
consumir refrescos lights, gelatina
dietética o agua con saborizantes
bajos en calorías.