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AGRADECIMIENTOS

Durante todo el proceso de creación de este articulo, fueron muchas las personas
que estuvieron presentes; agradezco a mi Madre por apoyar mis dudas y soportar
mis ausencias, a mi padre y hermanos por su incondicional apoyo, a Johana
Romero, Martín Sánchez y Jeniffer Tijaro por su significativas colaboraciones, a
Nicolás Martínez Echeverri por su Monstruosa Singularidad, a Chris Rahel por
mostrarme el afuera, a Mateo González Carreño por su compañía y soporte
incondicional, a Deisy Alfonso, Carolina Piracoca, Laura Herrera y Andrés
Bautista por sus conversaciones de cafetería y su compañía y apoyo durante este
largo proceso de formación, a mi director de trabajo de grado Adrián Perea, por su
constante orientación y soporte en la estructuración de este articulo, a Natalia
Sánchez por sus lecturas y opiniones, a mi profesora de niñez Claudia Niño por
haberme mostrado la posibilidad otra y el amor a esta carrera, al profesor Mario
Montoya por su valiosa lectura y en general todos a aquellos que apoyaron este
proyecto.

[1]
Cuerpo-escolar, poder-saber, subjetividad singular
De la subjetividad para la producción a la monstruosidad singular.

¿Cómo no me extraigo las venas


y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
Alejandra Pizarnik – El despertar.

Introducción

El siguiente artículo nace a partir de la experiencia vivida en el año 2009,


dentro del desarrollo de las prácticas profesionales en el colegio Codema, la duda
sobre la clase de formación que se imparte dentro de las aulas, surgió como un
ejercicio de observación, pues en el desarrollo del que hacer docente, pude
evidenciar en un espacio cerrado como las artes y la literatura o la llamada clase
de artes y literatura, se convertían en una obligación, en un deber, perdiendo el
carácter estético, ético y político del arte, ético en tanto acción consigo mismo,
haciendo de sus acciones y de su formación un laboratorio dirigido por sí mismo,
una auto experimentación, Estético desde las diversas formas, texturas y
corrientes inmersas dentro la cotidianidad de la vida que puede hacer de la
experiencia una obra de arte, un retrato, una pieza musical, una danza, y político
en tanto que se asume una posición ante la sociedad, no de izquierda ó derecha,
sino mejor una posición otra, una acción diversa, jamás un deber siempre un
querer.

De esta forma nace la idea de hacer un estudio de la escuela y de la


formación que allí se aplica con el fin de averiguar cuál es el fin último de la
formación dentro del espacio escolar y cómo se aplican esas formas de gobierno y
de direccionamiento sobre el cuerpo de los estudiantes, se trata acá de hacer un
estudio no de los saberes que se imparten en tal o cual materia, sino mejor de
averiguar cuáles son las relaciones, dinámicas, acciones o formas de construir un
cuerpo dentro del espacio que nosotros conocemos como escuela, parecería ser

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que la escuela sufre por estos días un terrible achaque, todo esto, desarrollado
desde el seminario de grado para la investigación y formación de la ciudadanía
crítica, en el campo ético humanístico, impartido por Adrián Perea.

Pero de nada sirve el cuestionarnos y averiguar cuál es el problema o la


enfermedad que padece la escuela sino proponemos formas nuevas, es darle un
nuevo respiro que quiera subvertir y resistir a ese aparato, a ese virus que ataca la
escuela y que es inyectado en los más profundo de la piel; para esto, al igual que
Nietzsche, estoy convencido que CREAR es la única forma de escapar, de hacer
de nuestros cuerpos una danza, de volar tan alto que el deber sé asfixie con
nuestro aire creador, pero crear no como una forma irreal, no se trata de crear
mentiras celestiales, se trata de crear en esta realidad, destruyendo y creando,
queriéndose como una obra de arte, quererse como singular, quererse como
monstruo será la propuesta que se desarrollará como resistencia a la enfermedad
que nos invade por estos tiempo. Un monstruo nómada hecho de nervios, piel y
huesos, que es capaz de hacerse agua para fluir y mutar en la forma que quiera,
quien es capaz de traspasar la rigidez mutante de la bacteria universalista.

El problema de la escuela y de la educación, se asume en este artículo como


un problema corpóreo, como un problema que nace de lo visceral; como un
cuerpo que carga con toda una sociedad en la espalda, que sufre día a día el paso
del tiempo, pareciera ser un cuerpo vagabundo que se presenta ante los ojos del
mundo en una silueta achacada y enferma, pues son diversas sus dolencias. Para
conocer este cuerpo enfermo, cuerpo amorfo, sin un sexo, ni un rostro, se debe
realizar un reconocimiento del espacio, del lugar al cual pretendemos darle una
posible solución, una posible cura.

Reconocer y diagnosticar el espacio en el que se trabajará, la misión será


encontrar cuál es esa dolencia, cuál es ese anti-cuerpo que ataca el sistema, que
hace que funcione de manera adecuada: mecánico y exacto, rígido y disciplinado;
¿qué es eso que define la forma, que define el modo de existencia, esa forma de
vivir el mundo y de asumirlo? es decir, ¿qué es ese ―algo‖? y ¿qué es lo que está
en ese algo que hace que funcione de tal o cual forma?

¿Cuál es el modo de existencia formado por los dispositivos disciplinarios en la


escuela, frente a la formación del sujeto singular? Es necesario identificar cuál es
la formación o la clase de formación que propone la escuela desde los dispositivos
discursivos - no discursivos, es decir, desde la disciplina, y que en un primer
momento dará una visión clara sobre lo que se entiende por dispositivo y sus
resultados en la aplicación sobre el cuerpo. Luego de identificar cuál es la forma

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de existencia ó subjetividad que la escuela forma a partir de estos dispositivos, se
propone abordar la cuestión de la subjetividad singular dentro de la formación del
sí mismo. Es decir, qué rostro tiene la subjetividad singular, para proponer su
desarrollo desde la imagen de sí utilizando la imagen como medio y como fin de
diversos acontecimientos que evidencien lo singular, que evidencia una nueva
formar de mirar, de crear una mirada otra a través de la imagen.

Se propone la subjetividad singular en pro del desarrollo y la formación de


un modo de existencia como obra de arte; no desde la singularidad de la
maquinaria, que corresponde a la singularidad del engranaje, en donde ―El cuerpo
singular se convierte en un elemento que se puede colocar, mover, articular sobre
otro‖ (Foucault M., 1998, pg. 168) haciendo de él una pieza estandarizada,
definiéndolo desde el espacio que usa, el lugar que ocupa, en un espacio
utilizado; es esto justamente lo que este artículo tiene por objetivo, buscar la
forma de escapar a esta singularización; se abordará la subjetivación singular
desde la unicidad de la relación del sí mismo como otro, desde ese único lugar
existente en el interior de cada subjetividad; para hacer más claro esto, quisiera
citar un fragmento del guión del film dirigido por James McTiegue, V for
Vendetta: ―(…) es todo lo que tenemos, es nuestro centímetro, es nuestro último
centímetro, pero dentro de ese centímetro, somos libres. (…) Moriré aquí, cada
centímetro en mi perecerá, cada centímetro menos uno; un centímetro es pequeño
y es frágil, y es lo único que vale la pena tener, jamás debemos perderlo, ni
renunciar a él, jamás debemos dejar que nos lo arrebaten (…)‖ (McTiegue, 2005);
es ese espacio, ese lugar único, ¡es ese centímetro el singular! que hace de
nosotros un constante movimiento, un ethos, una acción, un caminar, es lo que se
dice, lo que se ve, esto hace de nosotros un acontecimiento1, ―se trata de una
relación de la fuerza consigo mismo, (…) se trata de un ―pliegue‖ de la fuerza, de
acuerdo con la manera en que se pliega la línea de las fuerzas, se constituyen
modos de existencia, se inventan posibilidades de vida que implican también la
muerte, nuestras relaciones con la muerte: no ya la existencia como sujeto, sino
como obra de arte. Se trata de inventar modos de existencia, siguiendo las reglas
facultativas, capaces de resistir al poder y de hurtarse al saber, aunque el saber
intente penetrarlas y el poder intente apropiárselas‖ (Deleuze G., 1995, pg. 150);
la cuestión con la muerte, no corresponde a una analogía con la máquina tanática
y cierto sentido de autodestrucción, sino desde la relación consigo mismo en una
voluntad artística, en un ethos artístico, con capacidad creadora, que abra una
nueva puerta que nos adentre en un mundo desconocido, una nueva creación, una
nueva configuración en relación con sí mismo. Más allá de una identidad, de una

1El Acontecimiento no es otra cosa que el devenir Nietzscheano, en el sentido estricto


de aquello que se hace, aquello que se puede llegar a ser, es decir en lo que la
subjetividad singular puede llegar a convertirse según su querer, es el camino que
recorre paso a paso, es la línea transitada entre el ser y el dejar de ser. No es otra cosa
que la incomodidad de lo estático, de lo universal que, será transformado a partir del
devenir, del ethos de la subjetividad singular.

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nominalización es, una forma, un modo de existir, una subjetividad creada por la
relación con el sí mismo; se habla de una formación ética-estética, para formar-se,
para moldear-se a sí mismos y, ésta relación ética-estética tiene como finalidad
una formación política, una posición política-estética; una formación, que ayude a
la construcción de nuestro centímetro como obra de arte y que a su vez conforme
una resistencia las relaciones de fuerza y escape a los estratos historicos. Se
plantea una subjetividad Singular, en donde el individuo es cada instante, cada
minuto, cada segundo, todo esto desde la imagen, desde la fotografía y sus
implicaciones con el sí mismo.

Así pues, a este nivel ya habremos respondido a la pregunta: ¿Qué clase o


cuál es la subjetividad creada desde los dispositivos discursivos - no discursivos
dentro del espacio escolar? y ¿Estos dispositivos forman subjetividades
singulares? además, evidenciar cuál es la relación entre saber-poder; respondiendo
estos interrogantes estaríamos identificando y diagnosticando la posible
enfermedad, para en un segundo momento formular una solución, se trata de
plantear otro tipo de reglas, visibilidades, discursos, técnicas, luego de evidenciar
las ya existentes. No es una verdad absoluta, sino un podría, una posibilidad de
escape, una respuesta que emerja de cada uno de los movimientos y formas de
quererla; se trata de: ―no el descubrimiento de las cosas verdaderas, sino las
reglas según las cuales y respecto de ciertos asuntos, lo que un sujeto puede decir
depende de las cuestión de lo verdadero y de lo falso‖ (Foucault M., 1999, pg.
364)

Es necesario tener en cuenta que este estudio tendrá una ubicación; el


territorio en tanto que espacio, no irá más allá, ni más acá de las páginas que hace
institucional y de carácter obligatorio la conformación de un perfil, de un modelo
específico propuesto por esos espacios reales de interacciones y formación de
subjetivaciones singulares en apariencia, ese lugar que hace las veces de mapa o
guía, que legitima y da cabida a una política de control y vigilancia dentro de la
formación; la mirada franqueará las páginas de las bases institucionales de cada
espacio académico, los planteamientos e instructivos del manual de convivencia,
es en manual donde se encuentra cimentado la estructura discursiva de las
acciones pertinentes dentro del espacio escolar, el análisis estará enfocado en
diversas posiciones, diversos manuales del año 2009, por lo tanto diferentes
discursos sobre un espacio; de este modo, se estaría evitando caer en una crítica
reduccionista; por otro lado y como soporte discursivo, se pretende tomar
fragmentos de relatos-narrativas, que den cuenta de la existencia de subjetividades
dentro del espacio escolar: el observador del alumno, apegándome a las palabras
de Foucault y siguiendo uno de sus textos, la vida de los hombres infames
(Foucault M., 1993) como justificación al uso de estas narrativas: ―He decidido
que estos textos tuviesen siempre una relación o mejor la mayor relación posible
con la realidad: no solamente que se refieran a ella, sino que la produzcan, que

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sean una pieza de la dramaturgia de lo real, que constituyan el instrumento de la
venganza, el arma del rencor, un episodio de una batalla, el gesto de la esperanza
o de la envidia, una súplica o una orden (…) En esas frases se ―han jugado‖ vidas
reales (…)‖ (Id.:pg. 86); estos dos aspectos: el Manual de Convivencia y las
acciones y realidades de esas existencias, se confrontarán en una batalla caústica
que dejará en el campo solo lo necesario, destruirá la máscara y con ella la
aparición de lo oculto; será como unos rayos X, que nos dejarán ver más allá de
un simple apretón de manos.

El diagnóstico estaría casi listo y la enfermedad detectada; la singularidad,


¿será un anticuerpo adecuado o solo hará las veces de un placebo? A partir de ese
momento se iniciará un proceso de medicación, de proposición que tiene por
objetivo curar las dolencias del cuerpo rígido, del cuerpo dócil y maltratado.
¿Cómo formar sujetos singulares? ¿Cómo el singular escaparía a la limitación del
sí mismo por parte de los dispositivos? ¿Cómo esta subjetividad singular podría
resistir al poder y al saber? ¿Cómo hacer de sí mismo una obra de arte? Obra de
arte que se cuestione, qué se critique y se re-configure día a día ¿Cómo la obra de
arte se enfrentaría a la singularización de la maquina escuela? ¿Cuál sería el rostro
del singular? Estas son los cuestionamientos que se tendrán en cuenta para el
proceso de creación.

Crítica genealógica

¿Cómo se desarrollará? ¿Cuál será la metodología? Para efectos de la


misma, el método utilizado será el genealógico, el fin es realizar una historia
crítica de las prácticas, dicho de otra forma, se analizarán cuáles son los límites de
la acción, cuáles son sus implicaciones y cuál es la atmósfera que gira a su
alrededor, ―la crítica se ejercerá no ya desde la búsqueda de las estructuras
formales que tiene valor universal, sino como investigación histórica a través de
los acontecimientos que nos han conducido a constituirnos y a reconocernos como
sujetos de lo que hacemos, pensamos, y decimos (…) y esta crítica será
genealógica en el sentido de que no se deducirá de la forma de lo que somos, las
posibilidades de ya no ser, hacer o conocer, sino que extraerá de la contingencia
que nos ha hecho ser lo que somos, hacemos o pensamos. (…) busca relanzar tan
lejos y tan ampliamente como sea posible el trabajo indefinido de la libertad‖
(Foucault M., 1999, pg. 348), partir la coraza de los discursos, abrirlos a la luz y
ver en su interior, tomar pequeños fragmentos de esas vidas, para dar cuenta del
funcionamiento y del choque entre la subjetividad, el poder y el saber, en tanto
ente de control, vigilancia y conocimiento; se intentará a través de la historia ir
más allá, mostrar cuáles son los resultados del choque entre el poder-saber y las
formas de existencia. En términos de Deleuze ―No se trata de buscar los orígenes,
perdidos o borrados sino de tomar las cosas allí donde nacen, en el medio,

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HENDER LAS COSAS, HENDER LAS PALABRAS. No buscar lo eterno,
aunque se trate de la eternidad del tiempo, sino la formación de lo nuevo, la
emergencia, lo que Foucault llamaba ―la actualidad‖‖ (Deleuze G., 1995, pg. 140).
Finalmente serán las prácticas que someten el cuerpo en la historia, las que
contarán todas sus infidencias.

Sujeto-cuerpo-objeto – Sujeto–Sujetado – Subjetividad

El concepto de sujeto y subjetividad pueden parecer algo confusos, puesto


que no es obvia, ni evidente la distancia que existe entre lo uno y lo otro por un
lado se dice del sujeto que es la representación de la existencia del hombre, pero
la palabra sujeto parece decir más de sí misma. El fin último de esta aclaración
conceptual, no es otra más que mostrar qué se entiende en este artículo por sujeto
y subjetividad, cuales es la distancia existente entre uno y otro, además de hacer
evidentes los límites enunciativos.

El pensamiento ha girado en torno a la relación sujeto-objeto esta relación


es mutable dependiendo del saber que lo trate, no siempre es igual en todos los
casos, todo depende del lugar desde donde se le observe; la contingencia del
sujeto estará mediada por esa posibilidad que hace que el sujeto sea sujeto porque
está dentro de una legitimación, un espacio cercado, que en últimas no constituye
más allá de un saber-poder; entonces el sujeto además de ser sujeto de un saber,
también es objeto de un saber y un poder; esto será un: sujeto-cuerpo-objeto, que
lo estudia, lo divide, lo fragmenta, que hace del cuerpo una nueva forma de
subjetivación, un modo de proceder, lo que Foucault llama los juegos de verdad
(Foucault M., 1999, pg. 364), y en tanto juegos de verdad, el sujeto es ese riesgo
de ser sujetado a un espacio establecido, que tiene un background, un trasfondo
que se sujeta con alfileres a lo que se dice de sí mismo: Sujeto–Sujetado; esa
sujeción concibe una forma de proceder, una forma de actuar según los límites,
según las restricciones, según el espacio en el que se encuentre sujetado el sujeto,
esto hace del cuerpo una forma de proceder, una forma de saberse y de saber, se
trata de: La subjetividad. Aquí es necesario hacer la distinción entre un
subjetividad que responde a las sujeciones del sujeto a una subjetividad que
escapa al saber y al poder, como una nueva posibilidad, un nuevo lugar, como la
voluntad creadora, artística de la subjetividad singular.

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Diagnóstico del cuerpo-escolar

21/04/09- 1:30 pm. Clase de artes, Laboratorio de química. Colegio


Codema. Grado 10-02.

Clase de artes, en el horario del grado 10-02 está especificado lo


siguiente: la sesión inicia a las 1:30 pm. y termina a las 2:30 pm.
Los estudiantes deben estar dentro del aula de clase a la hora
establecida, en este caso por disposición del profesor, deben
esperar en una fila al costado derecho de la puerta de ingreso al
aula; requisitos de la fila: mantener distancia, un orden ascendente
determinado por la estatura, estar discriminado por genero, primero
ellas, luego ellos. Esto para el profesor debe durar menos de cinco
minutos, mientras los estudiantes toman su lugar dentro de la fila,
el profesor está dentro del salón ubicando los puestos de cada uno
con el fin de evitar la indisciplina y el desorden; el profesor indica
a cada estudiante donde es su lugar, separa los ―compadres‖ y las
―comadres‖, desfragmenta grupos y alianzas para él problemáticas,
tiene un lugar para los mejores y para los casos perdidos; a medida
que los estudiantes ingresan al aula, se les hace observaciones
sobre el uniforme y su porte adecuado según el manual de
convivencia: ―el uniforme de la institución está dividido en
uniforme de diario y uniforme de educación física; el primero lo
componen : una camisa blanca, debidamente planchada y limpia,
un saco de hilo café, con los respectivos distintivos de la
institución, un pantalón de paño negro con zapatos negros; el
uniforme de educación física debe ser portado únicamente cuando
sea necesario, consta de un pantalón y una chaqueta negra
elaborada en material sintético para asegurar una mejor movilidad,
además debe llevar zapatos deportivos blancos, una pantaloneta
negra y una camiseta blanca con los respectivos logos de la
institución‖ (Codema, 2009); luego del ingreso al aula, se procede
hacer el llamado de lista, luego a la descripción de los
procedimientos a desarrollar dentro del aula y finalmente el
proceso de desarrollo de las actividades planteadas.

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El dispositivo en el cuerpo

¿Qué clase o cuál es la subjetividad creada desde los dispositivos discursivos - no


discursivos dentro del espacio escolar?

Dentro del tratamiento que se le da al sujeto-cuerpo-objeto en un espacio


disciplinario, se pueden identificar dos clases de acciones o coacciones: la
primera, está constituida por el enunciado en sí, en este caso se podría hablar del
marco legislativo del espacio escolar: el manual de convivencia; estos enunciados
encarnan en una segunda clase de acción que parte de la forma discursiva, para
conformar ahora todo un espacio de acciones y de agenciamientos (Deleuze G.,
1986); el manual de convivencia es el fundamento principal de la norma
(discursivo), norma que debe encauzar y dirigir cuerpos al perfil o fin último de la
institución en sí; el manual desarrolla e implanta dentro de la formación de
normas que deben ser cumplidas a través de tecnologías o instrumentos como la
disciplina para lograr un control de los individuos, es decir, la escuela debe
desarrollar un poder y un saber del sujeto-cuerpo-objeto; un enunciado hace de un
espacio un lugar de desarrollo de diversos entramados, de acciones y
movimientos, Foucault identifica estos enunciados como dispositivos que no son
el artefacto en sí, no corresponden a una máquina, sino a la integración de lo
discursivo y lo no discursivo que hacen que tal o cual individuo proceda una
forma determinada; este dispositivo, dirá Deleuze, es un agenciamiento: conjunto
de técnicas o formas constituidas por unos enunciados relacionados en un espacio,
que hace de un cuerpo una acción, es la forma constituida por unos enunciados
relacionados en un espacio, que responden ante ciertos estímulos dados por el
dispositivo, es decir, el dispositivo tiene una finalidad o un objetivo, en este caso,
de formación; así pues, el dispositivo además de ser un medio también es un fin.

¿Cómo funciona el dispositivo en la escuela para la formación de


subjetividades? Deleuze (1986), menciona que a partir de estos planteamientos, se
puede evidenciar a una sociedad moderna como una sociedad disciplinada, una
sociedad que posee todo un aparato de control que despliega sobre el espacio de la
sociedad; el requerimiento como parte fundamental del desarrollo del capitalismo
temprano: parte de la necesidad de formar cuerpos para el trabajo, cuerpos
productivos con una conducta dócil, ―es dócil un cuerpo que puede ser sometido,
que puede ser utilizado, que puede ser transformado y perfeccionado‖ (Foucault,
1998, pg. 140). A lo largo de la historia de la humanidad se ha tenido claro que la
escuela es, desde los griegos hasta ahora la encargada de formar los hombres de
una sociedad, por lo tanto, si se quiere una sociedad moderna será la escuela quien
la forme, hombres modernos, hombres que cumplan y conformen una sociedad
ideal, para esto, la escuela se apoyará en formas de control y encauzamiento de

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conductas, absorbiendo como un hoyo oscuro todo lo que a su paso encuentre;
todos deben estar dentro de la norma, haciendo de ellos sujetos productivos,
dóciles y capaces de cumplir los requerimientos establecidos por la sociedad.

La escuela se servirá de estos dispositivos para moldear sujetos-cuerpos-


objetos según el interés, sea el que sea, generando una nueva forma de existir
desde la institución, en este caso desde la escuela, formando cuerpos castrados,
cuerpos rígidos, cuerpos mecánicos. Pero ¿Cómo se dan esos encuentros entre los
dispositivos y el cuerpo escolar, dentro del espacio-escuela?

Es precipitado afirmar e identificar el rostro que produce los dispositivos


aplicados sobre el cuerpo dentro del espacio escolar, pues necesario realizar todo
un ejerció histórico de las relaciones de poder y los saberes desarrollados en la
escuela ¿cuáles han sido los límites de la acción en términos y el desarrollo de las
tecnologías dentro del espacio escuela para la formación de en relación con la
sociedad en términos de poder-saber? Para responder a esta pregunta es necesario
tomar nuestra pala genealógica y cavar en los cimientos de lo actual, a partir de la
época clásica, pasando por la sociedad disciplinaria hasta la sociedad de control o
la biopolítica Foucaultina.

Cuerpo útil- Cuerpo inteligible (Id.:pg.140) Poder- Saber

Foucault presenta en vigilar y castigar cuales han sido los cambios desde la
época clásica, hasta la sociedad disciplinaria del siglo XVII – XVIII frente al
control del cuerpo; por un lado, se habló de un estado anatomo-metafísico se
resumía en la sumisión, en el cuerpo de rodillas frente a dios, en doblegación del
cuerpo bajo el poder divino, frente al infinito, frente a la verdad que poseía la
diestra de dios padre, obteniendo un cuerpo útil; esto se podría entender mejor si
hacemos la relación metafórica entre el pastor y el rebaño, este poder pastoral se
integra a un segundo instante que encuentra en el cuerpo un carácter técnico-
político, instante plagado de reglamentos, normas, procedimientos, y formas de
dirigir la conducta con el fin de corregir las malformaciones, lo torcido, lo
desviado, lo anormal. Finalidad del cuerpo inteligible: generar una individuación,
una construcción, una discriminación entre un cuerpo y el otro a través de la
disciplina.

Se inició todo un estudio de cómo hacer del cuerpo un mapa que pudiera ser
utilizado, individualizado, y a su vez, que evidenciaría de una susceptibilidad
moldeable, adaptable a la ortopedia normativa; todo esto, en el interior de las

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instituciones (educativas, carceleras, hospitalarias, etc.); se inició con la
construcción de elementos de control, que tomaran el cuerpo como un objeto, lo
formaran a partir de técnicas, técnicas que se encargarían de singularizar el cuerpo
en su totalidad, hacerlo toda una clasificación, un sectorización, mostrando cada
una de sus características, perfiles, fallas, movimientos, aptitudes; para hacer el
sujeto-cuerpo-objeto: económico y productivo.

La escuela desde su nacimiento se acogió a este estudio, allí se inicio la


construcción del cuerpo escolar. La disciplina como mecanismo de docilidad-
utilidad se instauró como una anatomía - política, desmontando el cuerpo escolar
en partes, haciendo de él una multiplicidad de individualidades, haciéndolo más
productivo (poder) y mucho más manejable (saber) en la totalidad de la molécula,
en la fragmentación de la piel.

Para esto, la escuela debió aplicar mecanismos espaciales de organización y


control, de encauzamiento o re-direccionamiento (vigilancia, castigos, pruebas) y
por ultimo todo un espacio que legitime y haga del sistema disciplinario toda una
máquina universal, que no descuide ningún ángulo de la existencia de los
sometidos.

El espacio escolar se lanzó sobre el cuerpo, adecuándole un cuadro,


construyendo un lugar para cada cual, un puesto a cada estudiante, creando una
codificación en el espacio; construyó una zona que deja ver las posibilidades, que
muestra y caracteriza las conductas anormales; este lugar será entonces el espacio
en el que el cuerpo se desplazará, se encontrará y se analizará, con el fin de hacer
útil, practica y estudiada la situación de cada sujeto. Ahora es un sujeto-sujetado a
la escuela.

En la actualidad, dentro de la escuela, este lugar mencionado, el rotulo y/o


etiqueta en el que el estudiante se encuentra inscrito gracias a la diligencia de la
disciplina, en realidad no ha cambiado mucho; si bien es cierto, lo evidenciado
por Foucault data de los siglos XVII – XVIII, en la actualidad, siglo XXI, año
2009, en un proceso de transformación de sociedades, aún se establecen y se usan
esta clase de lugares legibles, donde se inscriben cierta información sobre un
estudiante, todos poseen su propio acto, su propio espacio, su código, único e
irrepetible, que los describe, los categoriza y los analiza. (Ver anexo 1)

El ―rango‖, en el siglo XVIII, comienza a definir la gran forma de


distribución de los individuos en el orden escolar: hileras de

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alumnos en la clase, los pasillos y los estudios; rango atribuido a
cada uno con motivo de cada tarea y cada prueba, (…);
alineamiento de los grupos de edad unos a continuación de los
otros; sucesión de las materias enseñadas, de las cuestiones tratadas
según un orden de dificultad creciente. Y en este conjunto de
alineamientos obligatorios, cada alumno de acuerdo con su edad,
sus adelantos y su conducta, ocupa ya un orden ya otro; se desplaza
sin cesar por esa serie de casillas, las unas, ideales, que marcan la
jerarquía del saber o de la capacidad, las otras que deben traducir
materialmente en el espacio de la clase o colegio la distribución de
los valores o de los meritos. Movimiento perpetuo en el que los
individuos sustituyen unos a otros, en un espacio ritmado por
intervalos alineados (Id.:Pg. 150)

Los rangos presentes desde el siglo XVIII, hoy por hoy son existentes; la
calificación, clasificación y la asignación de espacios analizables aún están dentro
de la formación de los individuos, de otra forma, la escuela aun acude a la
heteronomización del estudiante para poder mantener un control y un seguimiento
frente a la norma educativa. Esta asignación del espacio, ya sea en el campo del
saber o en el campo del poder, están determinadas por múltiples formas: el
observador del alumno, la distribución en las aula de clase, los boletines o
informes trimestrales, la lista, la nota, hasta se posee un rango subjetivo, desde la
opinión del mismo profesor frente a un aula o estudiante específico. (Ver anexos
1,2, 3 y 4.)

Minutos después de la finalización de la clase, mantengo una


conversación con el docente titular, el me comenta que este grupo,
que el grupo 10-02, es el grupo más indisciplinado y complicado en
cuanto a convivencia y rendimiento académico, comentaba - la
junta académica está pensando en disolver ese curso, porque nadie
da un peso por ellos. Por eso no se preocupe por ellos, en ese salón
hay pandilleros, esposas de pandilleros, ladrones, es mejor no tener
nada que ver con esa clase de personas. (Diario de campo, febrero
del 2009)

Estos relatos presentados como narraciones serán los que finalmente


expongan ante la mirada del poder –saber, la existencia, las formas y siluetas de
los cuerpos objetivados por la norma, entonces, los rangos, perfiles y lugares
asignables y la individuación de los cuerpos en estos lugares permiten fragmentar
y analizar cada una de las partes que lo componen, la individuación para la
fragmentación de la totalidad, lo que se llamo la singularización de la maquinaria,

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la cual dará un nuevo conocimiento sobre el cuerpo, haciéndolo productivo y
controlable entre otros ejercicios de dominación.

Ser mirado, observado, referido detalladamente, seguido a diario


por una escritura ininterrumpida, era un privilegio. La crónica de
un hombre es el relato de su vida, su historiografía relatada al hilo
de la existencia formaban parte de los rituales de su poderío. Ahora
bien, los procedimientos disciplinarios invierten esa relación,
rebajan el umbral de la individualidad descriptible y hacen de esta
descripción un medio de control y un método de dominación.
(…)Esta consignación por escrito de las existencias reales no es ya
un procedimiento de heroización, funciona como procedimiento de
objetivación y de sometimiento (Foucault, 1998, pg. 196)

Pero la sujeción del cuerpo, no ha estado únicamente grapada a una clase de


saber poder, por el contrario han sido diversas las formas de sujetar el cuerpo y de
hacer de el una mejor forma de saberlo y de dominarlo. Lugares, tecnologías del
cuerpo, métodos, instrumentos y toda una clase de dispositivos se han creado a
través del espacio/tiempo con el fin de saber, controlar, individualizar, vigilar,
castigar e instruir, de acuerdo al espacio/tiempo dominante.

En conclusión el poder-saber se ejerce y se aplica sobre el cuerpo a través


del acondicionamiento y la construcción de dispositivos, es necesario aclarar que
no existe un único dispositivo, el de disciplina, sino que, dependiendo del
espacio/tiempo será la medida de la multiplicidad de dispositivos (control,
vigilancia, formación, disciplina, sexualidad, etc.), estos dispositivos se
conforman inicialmente a partir de la conjugación y complementación entre el
poder-saber pero ¿de dónde nace el poder y el saber? Tomando como punto de
partida el Foucautl de Deleuze (1986), comprendemos que, el saber está
conformado por estratos o formaciones históricas, y que a su vez, estos estratos
están constituidos por campos de visibilidades y legibilidades, lo que se ve y lo
que se habla, contenidos y expresiones, las cuales están en constante
transformación de acuerdo al espacio/tiempo en el que se originen; entonces,
habrán modos de ver y regímenes de decir y leer, diferentes en el estado soberano,
en el estado disciplinario o el estado biopolítico de Foucault o de control de
Deleuze, estas visibilidades no discursivas y legibilidades discursivas, se aplicarán
sobre el espacio y los enunciados los cual se complementarán en una acción, en
agenciamiento, en un dispositivo; esas acciones puestas sobre el cuerpo,
conformaran un saber del cuerpo, harán del cuerpo un sujeto-sujetado a la
diversidad de saberes existentes en el espacio.

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Las visibilidades no se definen por la vista sino que son complejos
de acciones y de pasiones, de acciones y reacciones, complejos
multisensoriales que salen a la luz. Cada formación histórica ve y
hace ver todo lo que puede en función de sus condiciones de
enunciado, nunca hay secreto, a pesar de que nada sea
inmediatamente visible, ni directamente legible (id.: pg. 87)

Por otro lado el poder se define, desde Nietzsche, como la relación de


fuerzas, pasando por Foucault a una relación equivalente a las relaciones de poder,
que se construye y se dibuja a partir de una acción en relación con otras acciones,
que no tiene otro objetivo, y Foucault lo hace evidente en vigilar y castigar, la
distribución en ele espacio, la ordenación en el tiempo, la distribución en el
espacio-tiempo, de esta forma es el poder responde a una sustancialidad
manifestad en una cosa u objeto sino que pasa a ser físico, a ser movimiento, es
una acción que se ejerce.

El poder en la vigilancia jerarquizada de las disciplinas no se tiene


como se tiene una cosa, no se transfiere como una propiedad;
funciona como una maquinaria. Y si es cierto que se su
organización piramidal le da un ―jefe‖, es el aparato entero el que
produce ―poder‖ y distribuye a los individuos en ese campo
permanente y continuo. Lo cual permite al poder disciplinario ser a
la vez absolutamente ―indiscreto‖, ya que esta por doquier y
siempre alerta, no deja en principio ninguna zona de sombra y
controla sin cesar a aquellos que están encargados de controlarlos;
y absolutamente ―discreto‖, ya que funciona permanentemente y en
una buena parte en silencio. (Foucault, 1998, pg. 182 )

Pareciera ser que el poder no solamente es represivo sino que además


vigila, jerarquiza, produce, distribuye y controla; el poder dice más de sí mismo,
pues no se trata de una relación de transición vertical entre el arriba y el abajo y
viceversa, el poder en tanto que fuerza, en tanto que acción en relación con otras
acciones es ejercido de igual forma sobre los dominados y los dominantes, pues
es la relación la que va hacer del poder una fuerza mayor sobre otra, pero no en
términos de propiedad sino de ejercicio, que viene de diversos puntos o focos,
unos sobre otros, esta relación con otra y otra sobre otra. Finalmente el poder se
manifiesta a través de las acciones en relación con otras relaciones como
afectación, entonces, el poder es un afecto que afecta y que se servirá de los
enunciados y de las visibilidades del saber para aplicarse en el cuerpo.

14
El poder no es la institución, y no es una estructura, no es cierta
potencia de la que algunos están dotados: es el nombre que se
presenta a una situación estratégica compleja en una sociedad
dada. (Foucault M., 2002, pg. 113)

Finalmente el poder y el saber se conjugan en ejercicio irreductible,


sirviéndose del reglamento fundamentado en lo que se habla y lo que se ve del
cuerpo sujetado al saber y las conexiones discretas del poder. De lo anterior queda
evidenciada la relación entre el poder-saber sobre el cuerpo.

A continuación, un recorrido que busca evidenciar el movimiento de


cuerpo social, y que tiene por objetivo, mostrar las diversas sujeciones que ha
tenido el cuerpo, a partir del espacio/tiempo, no todas las épocas y todos los
tiempos corresponde a los mismos saberes y poderes.

Del palacio-iglesia a la escuela-cárcel-hospital, del encierro a la transparencia

El segundo tres mil y seiscientos avisos


nos murmura: ¡recuerda! Presuroso, el ahora
dice con voz de insecto: ¡Soy el Tiempo Pasado
y he sorbido tu vida con mi escuálida trompa!

Manirroto, ¡Recuerda! Esto memor! Remember!


(mi garganta metálica habla todas las lenguas.)
mena es cada minuto, oh mortal insensato,
no lo sueltes sin antes extraer todo su oro.

Charles Baudelaire
Las flores del mal. El reloj.

Si bien es cierto, y lo he mencionado en líneas anteriores, el cambio que se


ha dado dentro de las sociedades es importante dentro de lo que hoy se conoce por
escuela, pero ¿por qué hablar de las sociedades ahora? Bueno, pues es necesario,
hasta el momento no se han mostrado cuáles han sido las relaciones directas entre
el espacio-escolar y el espacio-sociedad, se debe hacer evidente de manera mucho

15
más específica la forma de transformación de una sociedad a otra, para averiguar a
qué nos enfrentamos en nuestra actualidad.

Palacio-Iglesia

El rey, la palabra de dios, la maquina simple y el inocente desarrollo de una


actividad agrícola, eran los arquitectos de esta época, su finalidad: demostrar
poder, fuerza, pertenencia; estas edificaciones mostraban el ostentoso poder y
mandato que poseía el rey, o en el caso de las iglesias, la grandeza de dios padre
todo poderoso en sus exageradas y elevadas cúpulas en contraste con la miseria y
la sumisión sombría del alma humana, que solo podría ser salvada y sacada de la
penumbra por el látigo fulgurante del infinito, sólo sí y únicamente sí hacía parte
del rebaño del señor, sólo sí, se es esclavo de sus mandamientos; de no ser así,
caería sobre su cuerpo sucio, pecador y deshonrado el suplicio (Id.: 1998, pg. 11),
es decir, se decidía sobre la muerte y no sobre la vida.

En términos escolares la escuela adapto nuevas formas de ver el cuerpo del


estudiante, en un primer momento se implanto una serie de métodos e
instrucciones que sujetaban al cuerpo a un nuevo fondo, se trataba de las nuevas
metodologías creadas para que el ejercicio y que el aprovechamiento del tiempo
fuera el máximo, el primero de ellos fue creado en la India y Reino unidos, por
Bell y Lancaster, y fue traído al contexto Colombiano por los héroes nacionales:
Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander con el fin de implantar estos
métodos dentro de la escuela colombiana; el método Lancasteriano, que encajaba
perfectamente con la idea de una máquina escuela, que buscaba moralizar,
cristianizar y militarizar cada movimiento del reo; fusionaban a un centenar de
estudiantes dentro de un único espacio, un espacio abierto, amplio que poseía todo
un código construido por señales y sonidos, dentro de este espacio la distribución
era jerarquizada, lugar para los buenos estudiantes y lugar para los malos
estudiantes, a los primeros se les premiaba y a los segundos se les castigaba:

Un juego de letreros distinguiendo a los alumnos buenos y malos era


parte integrante de este movimiento: el sistema de castigos y premios
era inherente a esta verdadera máquina pedagógica. Pero además, para
garantizar el orden y la obediencia, Lancaster había previsto otra serie
de castigos de dolor físico, (palmetazos, cepos) o penas ―infamantes‖:
―confinamiento‖ o separación del grupo en un banco aparte, gorros o
letreros (―perezoso‖, ―distraído‖, ―burro‖, ―puerco‖, Etc.) (Sáenz,
Saldarriaga, 2007)

16
La escuela-cárcel-hospital

Esta transición se instauró de manera lenta y dinámica; se pasó de una


sociedad a otra, no de un día para otro, sino que, se presentó como la modificación
y la implantación de nuevas preocupaciones, crisis que dan nuevas formas de
pensar el espacio, la casa, el colegio, el hospital; necesidades específicas
urbanísticas, sanitarias, etc.; emerge una nueva forma de concebir el espacio y las
relaciones entre los habitantes de una sociedad dice Foucault (Foucault M., 1979)

Surge una arquitectura específica. Philippe Aries ha escrito cosas


que me parecen importantes sobre el hecho de que la casa, hasta el
siglo XVIII, es un espacio indiferenciado. En este espacio hay
habitaciones en las que se duerme, se come, se recibe..., en fin poco
importa. Después, poco a poco, el espacio se específica y se hace
funcional. Un ejemplo es el de la construcción de las ciudades
obreras en los años 1830-1870. Se fijará a la familia obrera; se le va
a prescribir un tipo de moralidad asignándole un espacio de vida
con una habitación que es el lugar de la cocina y del comedor, otra
habitación para los padres, que es el lugar de la procreación, y la
habitación de los hijos. Algunas veces, en el mejor de los casos,
habrá una habitación para las niñas y otra para los niños. Podría
escribirse toda una ―historia de los espacios‖ -que sería al mismo
tiempo una ―historia de los poderes‖- que comprendería desde las
grandes estrategias de la geopolítica hasta las pequeñas tácticas del
hábitat, de la arquitectura institucional, de la sala de clase o de la
organización hospitalaria, pasando por las implantaciones
económico-políticas. (Foucault M., 1979)

Se inicia el desarrollo de la sociedad disciplinaria, su rostro: la fabrica, la


escuela, la cárcel, el hospital; su finalidad: ―concentrar, repartir en el espacio,
ordenar el tiempo, componer en el espacio-tiempo una fuerza productiva cuyo
efecto debe superar la suma de las fuerzas componentes‖ (Deleuze G.,1995, pg.
277-278) esta sociedad utilizó el encierro como medio, dividió el cuerpo y aplicó
leyes, generó un gran aparato (dispositivo), grandes círculos, con micro-
penalidades, con normas, con sanciones; la familia, la escuela, el hospital, el
ejercito, etc.

El método Lancasteriano muto e hizo de su instrucción una nueva


maquinaria, un nuevo saber, un nuevo espacio el cual generó nuevas formas de

17
ver el cuerpo-escolar en el método de Lancaster y Bell, el aula única consistía en:
el lugar donde se albergaban a centenares de estudiantes, el sistema de enseñanza
simultanea, tomo el aula única lancasteriano y lo modificó, haciendo ya no un aula
para muchos, sino una discriminación de cuerpos; Michel Foucault decía: ―podría
escribirse toda una ―historia de los espacios‖ – que sería al mismo tiempo una
―historia de los poderes‖ (Foucault M., 1979) así que, la distribución no solo
obedeció a un orden de regulación, sino que instauró todo un entramado de
relaciones entre el poder, el control y la vigilancia; se dividieron en varios
espacios, y allí se aceptaban hasta 40 estudiantes, estos debidamente clasificados,
según la edad, el grado de conocimiento, su temperamento, la finalidad: un control
y tratamiento de cada cuerpo, se individuaba, se localizaba, se conocía por lo tanto
se instruía y se reprendía según el proceso de cada cuerpo; una de las técnicas
utilizadas por este método fue la del poder pastoral y la confesión, lo que se
buscaba era hacer volver al niño sobre si, sobre su cuerpo y acción, para luego
hacerle odiar su condición de hombre, a través del pecado, modificando su
conducta por medio de la culpa, y negando su condición de humano, para luego
encauzarlo al rebaño del señor, entregarlo a los brazos del pastor que lo guiará por
el camino del bien.

Del encierro a la transparencia

La sociedad disciplinar alcanzo su cresta a principios del siglo XX; a partir


de ese momento nació un nuevo monstruo en términos de Foucault; se iniciaron
nuevas modificaciones, esto no quiere decir que la sociedad disciplinaria
desaparezca por completo, no, sino que se verá cómo la sociedad disciplinaria
inicia una nueva forma, comienza una mutación, toma otro rostro, ahora es una
empresa, no más fabrica; aunque la fabrica todavía exista, lo que se percibirá es
un hibrido entre una fabrica-empresa.

La fábrica hacía de los individuos un cuerpo, con la doble ventaja


de que, de este modo, el patrono podía vigilar cada uno de los
elementos que forman la masa y los sindicatos podían movilizar a
toda una masa de resistentes. La empresa, en cambio, instituye
entre los individuos una rivalidad a modo de sana competición,
como una motivación excelente que contrapone unos individuos a
otros y atraviesa a cada uno de ellos dividiéndole interiormente.
(Deleuze G. , 1995, pg. 280)

18
El plan de acción de la sociedad de control está liderado, ya no por una
individualización de los cuerpos; ahora los cuerpos son divíduales y su
composición está inmersa en toda una tabla estadística, no un rango, sino un dato,
una cifra, que prohíbe el acceso a la información dice Deleuze (1995). Así, la
sociedad de control, es un rostro omnisciente, invisible y virtual, no es algo que se
pueda tocar, ni ver: ―el hombre ya no está encerrado sino endeudado‖. (Id.: Pg.
280)

Esta sociedad de control ha sacado del encierro a los sometidos y los ha


puesto ante los ojos de todos a competir; la competitividad tan hablada en
nuestros tiempos; la maquinaria capitalista atrapa los flujos que corren por el
cuerpo para codificarlos y asignarles un territorio, un lugar.

Un cuerpo social se define así: perpetuamente las cosas, los flujos


chorreando sobre él, chorreando de un polo a otro, y perpetuamente
codificando; y hay flujos que escapan a los códigos, y después hay
un esfuerzo social para recuperarlos, para axiomatizarlos, para re-
hacer un poco el código, a fin de darle un lugar a flujos tan
peligrosos; y todo a la vez. (…) En otros términos, el acto
fundamental de la sociedad es: codificar los flujos y tratar como
enemigo lo que, con relación a ella, se presente como un flujo no
codificable, porque una vez más, esto pone en cuestión toda la
tierra, todo el cuerpo de esta sociedad. (Deleuze G., Les cours de
Gilles Deleuze, 1971)

La escuela no sería la excepción a esta transformación del cuerpo social,


ahora la escuela es un ente empresarial abstracto, que busca fomentar en sus
procesos de formación, una nueva vertiente, una nueva posibilidad empresarial,
buscando esa competitividad tan anhelada, esa producción de bienes y servicios,
integrando a sus programas educativos, alianzas con instituciones como el SENA,
de educación empresarial o técnica.

Por otro lado el seguimiento aunque es el mismo, ahora se genera desde una
perspectiva mucho más específica, basada en las estadísticas, resultado de
diversas ramas del saber, que buscan preparar al cuerpo escolar para enfrentarse a
un mundo laboral, la formación para el mundo globalizado y emprendedor.

En el manual de convivencia se evidencia el funcionamiento de la escuela


más allá de la disciplina, más allá del cuerpo escolar, ahora se aplica a todos,

19
desde los empleados de servicios generales, hasta el rector, el área administrativa
y la comunidad en general, cada uno vela por su bienestar y por el de los demás,
para hacerlo más claro, podríamos decir que todos somos vigilados y vigilantes, se
escucha resonar en un noticiero nacional: Ojo ciudadano, no se quede callado
¡denuncie!. (Ver anexo 2)

Los anormales, desviados y casos perdidos

Día 17 de marzo del año 2010. Cl 19 – Cr 4. 8:50 Pm.


Noche normal, me encuentro dentro de un taxi esperando a que el
semáforo cambie a verde para poder llegar a mi destino; miro
vagamente por la ventana, nada fuera de lo normal, gente va y
viene, muchos buses, vitrinas abarrotadas de maniquíes, nada
importante. Peeeee!! Peeeee! Paaaaa!! Paaaa!! Suenan por todos
lados,- malditos pitos- pienso; la ciudad es un caos y mucho más
cuando es hora pico, la calles están atestadas de gente, atestadas de
carros, buses y busetas y lo peor es que todos quieren la
inmediatez, todos salen despavoridos de sus oficinas, de sus
trabajos, de sus lugares de estudio o en su defecto se dirigen a
ellos; todos, de no ser porque cometerían una infracción, lanzarían
el carro, el bus, el taxi, hasta el caballo sobre los otros, aquí lo que
importa es llegar… de repente se escucha un alarido, fue tan
desgarrador que creo que media ciudad quedo en silencio… todos
miraban con los ojos desorbitados, algunos trataban de asomar sus
caras sudadas por las diminutas ventanas de un colectivo dorado
que decía: ―Floresta- Cl. 72 Av. 68- metrópolis‖, otros detuvieron
su marcha aligerada para gastar un minuto de su tiempo en el
espectáculo callejero; le robaron el show al malabarista del
monociclo, los machetes y las bocanadas de fuego de la 19 con 5;
se trataba de un cuerpo ahogado en su auto-satisfacción,
abandonado a media calle, exhibiendo lo más profundo de su piel,
de sus entrañas de su carne desnuda y erizada; algunos reían con
algo de morbo y temor, otro dejaron ver su lado voyeur, sacando el
camarógrafo amateur reprimido. ¡ASÍ! ¡RICO! ¡MÁS! Se
escuchaba en medio de tanto alboroto citadino, se veía como los
dedos iban y venían, como su cuerpo desnudo rebotaba en el
asfalto, como su cara se desfiguraba cada vez que sentía los
choques de placer… de repente… un golpe seco, una gota de
sangre brotó de su cuerpo extasiado, el bolillo de un policía cayó
sobre su cabeza dejándola aturdida e inconsciente… Todo volvió a
ser normal.

20
Estamos hablando aquí del poder y el saber frente a esos que tratan de
refugiarse en la penumbras de las aulas de clase, esos que son conocidos como los
anormales, los que para Foucault(1993) son los hombres infames esos hombres que
hacen parte de lo que el poder hace ver y decir, ―(…) el hombre ordinario, el
hombre cualquiera bruscamente sacado a la luz por un suceso, una denuncia de los
vecinos, una llamada a la policía, un proceso… es el hombre confrontado con el
poder, obligado a hablar y a dejarse ver‖ (Deleuze, 1995, pg. 174) se trata de una
modalidad del poder para dirigir sus fuerzas no a los sujetos-cuerpos-objetos
normalizados, sino a los que representan un desafío, un desacato al poder, que
terminan siendo inmortalizados a través del saber.

Sus múltiples tentáculos se dirigen con la mayor precisión a la captura de


estos hombres, estudiantes, seres, cuerpos anormales, desviados y perversas
mentes que viven en la oscuridad; diferencias que toman vida propia frente al
poder, es la otra cara de la moneda, por una lado el poder haciendo visible todo en
el horizonte, haciendo del panóptico una maquina infalible, sin ningún escape,
tratando de hacer hablar a la masa y por el otro, estas existencias legitimadas por el
poder (Visibilidad) e interrogadas por el saber (sonoridad).

Michel Foucault definió la figura del anormal a partir del siglo XIX como
una figura degenerativa, una figura que requiere de un estatuto disciplinar, que
debe ser corregida y re- encauzada dentro de las filas del poder a través de un
marco jurídico; según Michel, existen tres figuras representativas del anormal que
van contra el estatuto jurídico y en algunas casos contra la naturaleza, el monstruo
humano, el individuo a corregir y el onanista, estas tres figuras representan la
degeneración dentro de lo natural y lo social; el monstruo humano fue una figura
que según Foucault, que representó una dualidad preocupante, no solamente para
el marco jurídico y la norma, ésta toma el estatus de anti-natura, su representación
más inmediata se identifica a partir de la figura de un ser mitad hombre mitad
bestia temida en la edad media; las individualidades dobles legitimadas en el
renacimiento y los hermafroditas perseguidos en los siglos XVII y XVIII, todos
estos monstruos representaban para el poder una amenaza hacia los otros, en tanto
que normales, y aun más al marco legislativo, en cuestiones de corte social, como
ritos religiosos y prácticas culturales; “El monstruo humano combina a la vez lo
imposible y lo prohibido” (Foucault M., 1993, pg 40). Todo este acontecimiento
frente a los anormales, a los que están fuera de lo jurídico-natural, ya sea por
naturaleza o por voluntad, requiere y demanda al cuerpo, al poder, una nueva
configuración, un nuevo tratamiento de esas figuras peligrosas y amenazadoras de
lo real, de lo legítimo, demanda unos nuevos mecanismos de control y
seguimiento.

21
Entrando en el contexto escolar, se evidencian dos figuras importantes que
van más allá del adiestramiento de bestias, de la representación del hombre-
bestia; ahora se trata de una figura más cercana a la sociedad disciplinaria,
también desarrollada en los siglos XVII y XVIII, se trata del individuo a corregir,
esta figura se ubica dentro de los espacios de control disciplinario, su finalidad:
corregir a los incorregibles, a los que por su voluntad no desean ser corregidos,
para esto se emplean nuevas formas y mecanismos de corrección ―se produce así
la formación técnico-institucional de la ceguera, la sordomudez, de los imbéciles,
de los retrasados, de los nerviosos, de los desequilibrados.‖ (Id.: pg. 41)

Por último, está la figura del ―onanista‖ (Foucault M. , Dispositivo de


sexualidad, 2002) figura propia del siglo XVIII, que toca directamente con el
niño y su rol dentro de la familia, desde la sexualidad infantil y la configuración
cultural; se habla del cuerpo sexual del niño, (Id.: 2002, pg. 41) legitimado desde
la norma, en el poder jurídico sobre el cuerpo sexual, sensual, deseante; su
intención: controlar la carne; para este control se utilizan nuevas formas,
específicamente de corte religioso: la confesión y el acto de penitencia además del
desarrollo de diversos estudios, para que este control se convirtiera en un saber, en
algo tratado científicamente; ―esta campaña coloca a la sexualidad, o al menos al
uso sexual del propio cuerpo, en el origen de una serie de trastornos físicos que
pueden hacer sentir sus efectos en todo el organismo y durante todas las etapas de
la vida‖ (Id. pg. 42.)

Pero, ¿existen sujetos anormales dentro del espacio escolar actual? Está
claro que dentro de un espacio escolar se encuentran fundamentados un poder y
un saber que imponen dentro de ese lugar toda una relación entre los individuos
que allí se encuentran ubicados, desde luego, el marco legal de toda institución es
el manual de convivencia, y el desarrollo de este marco legal está mediado por
los instrumentos creados para dichos fines; claramente podríamos hablar de un
haz de luz y una onda acústica que se apropian del espacio escolar, entonces:
sujeto-cuerpo-objeto-sujetado que no registre dentro de este marco de visibilidad-
sonoridad, será bautizado como anormal-herético–desviado de la naturaleza
jurídica escolar.
Este espacio de visibilidad y sonoridad funciona de la siguiente forma2:

2El siguiente ejemplo no representa un estudio de caso que limita, hace parte de las
narraciones que permitirán evidenciar una serie de acciones que legitimarán el orden
de la demostración.

22
Visibilidad – Legibilidad – Relaciones de Poder. (Ver Anexo 3)

Ficha de identidad personal.

Datos personales:

Apellidos: xxxxxxxxxxxx Nombres:


xxxxxxxxxxxxxxxxxx.

T.I o C.C.: xxxxxxxxxxxxxx EPS: xxxxxxxxxxx

Lugar de nacimiento: xxxxxx Fecha:


xxxxxxxxxxxxxxxxxx

Información Familiar

Padre: xxxxxxxxx Ocupación: xxxxxxxx Tel.: xxxxxxxxxxx.

Madre: xxxxxxxxxxx Ocupación: xxxxxxxx Tel.: xxxxxxxxxxx

Acudiente: xxxxxxxxxx Parentesco: xxxxxx Tel.:


xxxxxxxxxx

¿Tiene hermanos en el colegio? SiX NO X. Grado: xx

Nombre de un familiar que no viva con el estudiante: XXXXXXXXXXXXXX

Dirección: XXXXXXXXXXXX

Enfermedades que ha padecido. Enfermedades que padece. Tratamientos


especiales. XXXXXX

Rh: XX

Fecha: Abril 28 del 2008. (Ver anexo 4)

Descripción de la situación

23
El estudiante no espera a los profesores cuando hay cambio de clase en el salón,
despeina a las niñas, le quita $ 500 a Jefferson y le pega 5 patadas; le tira papeles
por la cabeza y se ríe de Estevan; Hugo y Andrés lo hacen con el estuche del
esfero. El 23 de abril estuvo fuera del salón en tecnología, mucha indisciplina en
ética y matemáticas, el mismo 23 de abril. El 25 de abril Indisciplina en inglés y la
profesora lo anotó en el observador
Fecha: Mayo 23 del 2008.
Siendo las 2:20 se presento la mamita de Harold Villalobos porque tuve que
llamarla a la casa por la indisciplina del niño en la clase y su bajo rendimiento.
Los profesores Armando, Carmenza y Paulina rindieron un informe verbal a la
mamita, en concreto se le da una oportunidad al estudiante, después de varias
oportunidades, esta será la última y a la mamita se le dijo que la próxima llamada
de atención deberá trasladar al niño a otra institución, Queda el estudiante con
matricula en observación.

Matricula en observación.
Bogotá D.C Mayo 17 de 2008.
(…) Razón (es) por la(s) cual(es) firma la siguiente MATRICULA EN
OBSERVACIÓN, teniendo en cuenta que se ha seguido el conducto regular
establecido en el MANUAL DE CONVIVENCIA con el registro de los
siguientes antecedentes:
No trabaja en clase por la constante indisciplina, No trae materiales para el trabajo
en clase, llega tarde a clase, Hace fraude; va perdiendo varias asignaturas.
La matricula en observación compromete al (a los) acudiente (s) y al estudiante a
cumplir con los compromisos pactados en la parte académica y disciplinaria
según lo establece el MANUAL DE CONVIVIENCIA.
El incumplimiento de los compromisos pactados después de la firma de la
matricula en observación, acarreará la remisión del estudiante a rectoría y/o
consejo directivo para determinar la cancelación inmediata del contrato de
matricula o pérdida del cupo para el año siguiente.
Fecha: Febrero 11 de 2009.
Bogotá
Fecha: Febrero 27 del 2009.
El estudiante Villalobos Niño Harold Alejandro del curso 706 ha sido cambiado al
curso 704 por constante indisciplina una vez iniciado el año escolar del 2009.

24
El alumno a partir de la fecha se le inicia seguimiento disciplinario y académico y
de no presentar cambio en su comportamiento se procederá a ubicarlo en otra
institución de la secretaria de educación de Bogotá.

En este día de dirección de curso, fomente la indisciplina, me comprometo a


portarme bien de ahora en adelante o si no me someteré a lo que estipula el
Manual de convivencia.
Harold Alejandro Villalobos Niño.
704

Fecha: Marzo 17 del 2009.


Harold Villalobos.
Matemáticas: No trabaja en clase, no hace tareas, constante indisciplina en clase,
pierde el primer periodo.
Tecnología: Poco trabaja en clase por no traer sus elementos, debe mejorar la
disciplina en clase, llega siempre tarde a la clase que es la primera hora.
Ciencias Naturales: No trabaja en clase, no tiene cuaderno, generalmente llega
tarde a clase, conversa mucho, nunca presenta tareas, ni trabajos en clase, cometió
fraude presentando como dueño un cuaderno que no le correspondía.
Ética y religión: Alumno muy indisciplinado, no parece en el contexto de la clase,
se comporta erráticamente.
Fecha: Marzo 18 del 2009.
Yo Harold Alejandro Villalobos Niño, me comprometo a mejorar y rendir en el
salón, con los profesores para cambiar conmigo mismo y con los profesores para
poder pasar el primer periodo con excelentes notas.

Finalmente…

Fecha: Marzo 24 del 2009.


Se cita por constante indisciplina con todos los maestros de grado 7°; se traslada
para el colegio san Agustín.

25
Son estos relatos y estos cuadros por donde debe transitar todos y cada uno
de los habitantes de este lugar, es allí donde se configura su existencia; será este el
ligar donde habitan cada uno de sus pasos, movimientos y acciones, decibles y
visibles, desde el ángulo de la escuela, es aquí donde se ve y se habla de los
cuerpos, es aquí donde se sujeta con grapas el cuerpo.

El poder ha actuado, y ha hecho de Harold todo un saber, todo un


conocimiento, registrado dentro de un perfil desde el cual se ve y se habla de
Harold, como un anormal, como una existencia que no era productiva, ni bien
vista ante los ojos del poder, es decir era un caso perdido que, al parecer la
maquinaria escuela no permitiría, alejándolo, expulsándolo y aplicándole todo el
peso de la norma, de la ley, del marco jurídico; dejo caer el ―bolillo‖ sobre su
cuerpo, el ―bolillo‖ déspota de la escuela, todo esto sustentado y legalmente
legitimado por el MANUAL DE CONVIVENCIA. Harold es ahora ese cuerpo
extasiado, el de la Cl 19; castigado y expulsado.

Aunque el manual en la actualidad esté presentado como un instrumento


mediador, para los diferentes actores del espacio escolar, y su objetivo sea el de
generar una mejor convivencia y una construcción de un ―sujeto‖ capaz de vivir
en sociedad, en el fondo su cimentación sigue siendo un aparato legitimo del
poder, en él se encuentran inscritas las prácticas permitidas dentro del espacio;
entonces, el manual muestra por donde se debe caminar, qué se debe hacer, cómo
se debe hacer y por qué se debe hacer, apoyándose en los deberes como algo
necesario, universal e indispensable para la formación; se desarrolla toda una
democracia que rige al espacio-escolar:

¿Qué es una responsabilidad? Es la capacidad o competencia que


tiene cada persona de obrar según los principios universales,
buscando desarrollar sus capacidades individuales, sin desconocer
las de los demás, en una búsqueda permanente del bien común, la
podemos definir como un ―deber‖, y por lo tanto, su cumplimiento
como el no hacerlo acarrean consecuencias (Morales, 2009)

No hay que olvidar que nos encontramos en una transición, diría Deleuze de
poderes, de sociedades, Pasamos lentamente de una sociedad disciplinada a una
sociedad de control, de la fabrica a la empresa, modificándose algunas
configuraciones dentro del espacio escolar por un lado, pero, por otro lado,
existen otras que se mantienen desde el siglo XVII y XVIII. El manual de
convivencia no ha sido la excepción dentro de esa transformación, ahora se
muestra más como una herramienta donde se inscriben una serie de actos en pro

26
de una mejor convivencia, pero sin embargo no deja de lado la legitimación de un
espacio en donde se debe hacer lo adecuado cumplir con unas reglas, normas y
requerimientos que de lo contrario se tendrá como resultado un castigo, una
sanción, un seguimiento, un tratamiento y una categorización entre otros.

El manual de convivencia de nuestro colegio XXXXXX es un


instrumento mediador de carácter LEGAL, FORMATIVO-
NORMATIVO, que anima y orienta a la comunidad educativa
(rector, coordinadores, orientadores, docentes, estudiantes, padres
de familia, personal administrativo, personal de servicios generales
y celaduría) para el ejercicio pleno de sus derechos y deberes
permitiendo la formación en el desarrollo de las competencias para
vivir en sociedad y la construcción de valores éticos y morales a
partir de las normas explicitas o implícitas en el ordenamiento
escolar. (Colegio Distrital Enrique Olaya Herrera, 2009, pg. 14)

Las acciones que están fuera de este marco, se podrían señalar como
acciones ilegales, anormales o enfermas. Lo que está fuera de esta norma con
nombre de deber, es entonces lo que el poder legitimará como anormal será ésta
avalancha de anormalidades y desviaciones las que el poder tratará de oír, ver y
hacer mover dentro de una senda normalizadora.

DEBERES (Id.: 2009)

 Conocer, aceptar y cumplir los principios y normas del


manual de convivencia.

 Cumplir con los trabajos, tareas y evaluaciones en las


fechas programadas en cada una de las áreas.

 Aprovechar el tiempo libre para afianzar y complementar


los conocimientos adquiridos en las diferentes áreas.

 Asistir puntualmente y permanecer en la institución


respetando los horarios de clase y los espacios asignados
para las distintas actividades escolares, incluso aquellas
extra clase que se programen.

 No traer elementos diferentes a los requeridos por las


labores académicas.

 No intentar, ni cometer fraude, hurto, robo algún acto


delictivo, dentro o fuera de la institución.

27
 Cuidar los bienes propios y ajenos, responsabilizándose de
los objetos personales, asumiendo las consecuencias en caso
de pérdida.

 No portar, ni ingerir, ni distribuir, ni comercializar dentro


de la institución bebidas alcohólicas, sustancias
psicoactivas, cigarrillos, material pornográfico, armas y
demás elementos o sustancias nocivas para la comunidad.

 Portar el carnet estudiantil para efectos de identificación


como miembro de la comunidad educativa.

 Informar de manera oportuna sobre su estado de salud


(físico y psicológico), así como los cambios que afecten su
convivencia, asistencia o desempeño dentro de la
institución.

 Dar a conocer a las instancias pertinentes de forma verbal o


escrita cualquier anomalía o violación de las normas del
manual de convivencia en las que haya participado algún
miembro de la comunidad.

Como estas rutas-deberes-normas, existen miles dependiendo del espacio,


cada institución es libre de conformar su propio manual de convivencia, cada
lugar posee, en términos de Foucault, una MICRO-PENALIDAD, una micro-
democracia, y el no cumplimiento de dichos ―deberes‖ será el castigo, el rigor del
―bolillo‖ de la escuela sobre el cuerpo-escolar.

En el corazón de todos los sistemas disciplinarios funciona un


pequeño mecanismo penal. Beneficia de cierto privilegio de
justicia, con sus propias leyes, sus delitos especificados, sus formas
particulares de sanción, sus instancias de juicio. Las disciplinas
establecen una ―infra-penalidad‖; reticulan un espacio que las leyes
dejan vacío; califican y reprimen un conjunto de conductas que su
relativa indiferencia hacía sustraerse a los grandes sistemas de
castigo. (…) En el taller, en la escuela, en el ejército, reina una
verdadera micro penalidad del tiempo (retrasos, ausencias,
interrupciones de tareas), de la actividad (falta de atención,
descuido, falta de celo), de la manera de ser (descortesía,
desobediencia), de la palabra (charla, insolencia), del cuerpo
(actitudes ―incorrectas‖, gestos impertinentes, suciedad), de la
sexualidad (falta de recato, indecencia). Al mismo tiempo se
utiliza, a título de castigos, una serie de procedimientos sutiles, que
van desde el castigos físicos leves a privaciones menores y a

28
pequeñas humillaciones. Se trata a la vez de hacer penables las
fracciones más pequeñas de la conducta y de dar función punitiva a
los elementos en apariencia indiferentes del aparato disciplinario:
en el límite, que todo pueda servir para castigar la menor cosa; que
cada sujeto se encuentre prendido en una unidad castigable-
castigante. (Foucault M., 1998, pg. 183)

Esta micro-penalidad posee sus métodos de castigo, debe hacer funcionar


ese marco legal, implementar instrumentos de corrección y punición, las multas,
las penas, condenas, y todo ese grupo de acciones que hacen que el otro, que el
cuerpo identifique y sienta que su proceder ha sido equivocado y lo corrija; la
práctica actual de esta penalidad, se ha modificado, ya no se aplica directamente
en el cuerpo del niño, esto se ha modificado, pero se tienen nuevas formas de
hacer que la micro-penalidad siga aplicando el orden punitivo.

Falta: Es toda acción u omisión que atente contra el bienestar, la


seguridad moral, física, material o contra los derechos tanto de sí
mismo como de los demás.

Procedimiento: Es por principio, el conjunto de acciones


formativas y pedagógicas, antes que sancionatorias, que aplican en
el marco del conducto regular y del debido proceso, cuando a ello
hubiese lugar. La intensidad de la falta y las acciones
correspondientes serán definidas teniendo en cuenta la proporción
del perjuicio potencial o efectivo que el hecho ocasione a la
comunidad o a alguno de sus miembros.

Faltas (Colegio Distrital Enrique Olaya Herrera, 2009):

 El desinterés y el abandono de su presentación personal y


porte inadecuado del uniforme en detrimento de la imagen
institucional.

 Ingreso tarde al plantel.

 Ingreso o movilización por lugares no autorizados en horas


de clase (sala de profesores, cafetería, pasillos, sedes
diferentes a las asignadas).

29
 El porte o divulgación de material pornográfico, escritos
vulgares y/o similares que lesionen la integridad moral de
cualquiera de los miembros de la comunidad.

 El ingreso a establecimientos públicos de diversión


(billares, maquinitas, centros comerciales, entre otros),
donde su estadía como estudiante ofenda la dignidad
personal y el buen nombre de la institución.

 Usar los computadores del colegio para acceder a páginas


pornográficas, juegos individuales o en red, drogas, alcohol,
violencia o de chateo.

 Encubrimiento de las faltas graves de sus compañeros,


interferencia o entorpecimiento de investigaciones
adelantadas por las instancias correspondientes del
conducto regular.

 Practica de acciones o rituales relacionadas con satanismo y


porte o distribución de mensajes subliminales.

 Utilizar medios electrónicos para ridiculizar, agredir,


intimidar, atentar contra la honra y buen nombre, de
cualquier miembro de la comunidad educativa.

 La conformación, integración, organización o participación


en pandillas o movimientos que vayan en contra del
bienestar social, estudiantil o de la institución en general.

 Bloquear los accesos de al colegio sin causa justificada, y/o


impedir el libre tránsito a los miembros de la comunidad
educativa por las instalaciones de la institución,
interrumpiendo o perturbando el normal desarrollo de sus
actividades.

 Atentar contra el buen nombre y prestigio del colegio.

 Todas aquellas planteadas en el código de infancia y


adolescencia, el código penal y las leyes vigentes que
regulan la convivencia armónica de los ciudadanos.

Claramente se ven, cuáles son las bases de ésta micro-penalidad y su


relación directa con la sociedad en general, siempre buscando un bien común y
una optimización productiva, que el tiempo sea aprovechado de la mayor y mejor
forma. Además de contar con todo un aparato, llamado en algunos colegios y
multinacionales: conductos regulares que hacen posible una jerarquización y una
serie de procedimientos jurídicos dentro del espacio. Una pirámide. Todo esto con

30
el fin de lograr una sociedad trans-nacional, competitiva y capaz de estar a la
altura de los desarrollos económicos y tecnológicos. La construcción de una
escuela-empresa es el proyecto actual.

Para finalizar, entonces ¿Cuál es la subjetividad formada por los


dispositivos disciplinarios en la escuela?

La escuela se encuentra aquí en una paradoja, además de una clara


representación de la sociedad, en tanto que la escuela como la sociedad devienen
dispositivo, es decir, el derecho como derecho y como dispositivo frente a una
relación con la ley y la autonomía del individuo en la formación para la
producción, entonces el derecho crea una micro penalidad dotada de sanciones
normalizadoras representadas en la norma que a su vez están desplegadas sobre el
espacio escolar social apoyada en la ley, controlando la conducta del sujeto,
generando un sujeto cuerpo-objeto-sujetado escolar, que tiene como resultado
una subjetivación para la producción. Es como el canario que debe ser canario
entre los barrotes de su jaula.

Entonces, ¿Cómo formar sujetos singulares? ¿Cómo el singular escaparía a


la limitación de la formación de la subjetividad para la producción? ¿Cómo esta
subjetividad singular podría resistir al poder y al saber del espacio-escolar?
¿Cómo hacer de sí mismo una obra de arte? Obra de arte que se cuestione, que se
critique y se re-configure día a día ¿Cómo la obra de arte se enfrentaría a la
singularización de la maquina escuela? ¿Cuál sería el rostro del singular.

31
Transfiguración3

Crear- esa es la gran redención del sufrimiento,


así es como se vuelve ligera la vida.
más para que el creador exista
son necesarios sufrimientos
y muchas transformaciones.

Friedrich Nietzsche – Las islas afortunadas.

«Agua de la acuarela, tan inmensa como


un lago, agua, demonio-omnívoro, ladrón de
islotes, hacedor de espejismos, quebrantador
de diques, desbordador de mundos».
Henri Michaux- Agua.

Del cuerpo enfermo a la subjetividad singular

Diagnóstico del cuerpo: cuerpo individual/dividual, formado para la


producción; después de un largo recorrido, tratando de identificar cuál es la
subjetividad formada por los dispositivos disciplinarios dentro de la escuela y
cómo estos marcan el cuerpo para hacer de él todo un saber – poder, que crea un
mapa corporal que señala y mide las capacidades de producción como parte de la
sociedad, se ha dado cuenta del sometimiento del cuerpo atado a una serie de
entramados sociales, de exigencias que, al parecer menosprecian la posibilidad del
cuerpo, la posibilidad de la potencia, de la voluntad; estas exigencias niegan
nuevas posibilidades, nuevos lugares, alejando la mirada de lo extraño, de lo
escondido, de lo impensable, cercenándolo de su naturaleza vital, lo mejor que
pudo hacer fue apartarlo del camino de lo otro, del afuera, de lo que se estaba por
crear ¡lo castró!
Pareciera que ahora, al igual que en su momento la religión y el brazo
divino que recayó sobre el cuerpo desnudo, señalándolo con el dedo acusador de

3Al hablar de transfiguración o del hombre transfigurado, se está aludiendo a la


capacidad que tiene el hombre de ir más allá de sí mismo, la capacidad de crear, de
hacerse más fuerte, diferente; la capacidad de transformarse en otro, ese otro en
comparación con sí mismo. Véase (Nietzsche F., 2006, pg.18)

32
pecado e impureza; se modificará, para ahora ser, una fuerza omnisciente, pero no
de carácter trascendental; hoy en día se presenta como una especie de mutante
divino cibernético que se encuentra en todo lugar, en todo espacio, aquí en la
tierra de los hombres; que instaura todo un dispositivo en el espacio, toda una
forma de existencia, legitimada por una legalidad, un marco constitucional que
debe ser justo y necesario; la transición de los siete mandamientos de la ley de
dios entregados a Moisés en el monte Sinaí, pasó a ser una ley universalista
creada por los hombres en la sociedad moderna que, debe ser cumplida por todos
y cada uno de los individuos existentes dentro del espacio, con el fin de asegurar
un mejor desarrollo de la sociedad, una mejor producción; que hace del hombre
no un borrego de dios, sino un sujeto-sujetado a la sociedad.

Entonces ¿de qué se trata esta segunda parte? Siendo fiel al texto, lo que se
busca es dar una posible solución a eso que aqueja al cuerpo, que lo hace tan
rígido y dócil; tratar de proponer y desarrollar la subjetividad singular como una
nueva forma, un nuevo espacio, una nueva escritura que no estará sobre, ni
debajo, ni encima del cuerpo, directamente nacerá dentro de él; una subjetividad
singular que se encarne en la piel, que se integre al movimiento de cada uno, que
sea una acción mutante, que abra nuevos espacios/tiempos capaces de
transfigurarse, destruirse y mutarse desde su voluntad, desde su querer, desde su
deseo; que haga de su centímetro un lugar otro, desde su fluir, una danza, de su
caminar, música, de su cuerpo, arquitectura, un lienzo, una escultura, una obra de
arte, de su rostro, un auto retrato.

No se trata de una verdad absoluta que constituye un método para crear


subjetividades singulares, no es eso lo que trato de hacer ver, sino mejor,
proponer una nueva forma, un nuevo lugar, sólo una propuesta, que al momento
de realizar este ejercicio la ubica entre un saber y un poder; para contrarrestar esta
clasificación, es necesario que cada cual tenga su propia creación, que mute en la
forma que desee, que esté transfigurándose según sus antojos, según sus fines,
que sea una figuración fugaz, crear formas-acontecimiento no a través de un
método sino a partir de la fuerza ejercida sobre el sí mismo, sobre el afuera del
afuera del pliegue.

Por otro lado, tampoco pretendo denunciar al espacio-escolar, anunciando


su muerte y exigiendo un cambio, así esta muerte esté pareciendo más evidente
cada día; parece necesario una nueva forma de ver la escuela, más allá de la
sociedad, es ella quien hace sociedad, entonces es ella la primera en
transfigurarse, en mutar; sería romántico pensar que esto pasará en un abrir y
cerrar de ojos; en la actualidad hay muchos trabajando sobre el cuerpo-escolar, ya
sea re-afirmándolo, ya sea matándolo, o medicándolo, pero mientras no se haga de
la escuela una acción, mientras no se vea la escuela más allá del encierro y el

33
control, en donde se inscriben los pequeños ―engendros‖ que no conocen la reglas
del cuerpo-social, será un campo casi minado de trabajar, el cual dificulta el
movimiento de aquellos que intentan modificar algo de ese cuerpo casi inerte, de
ese cuerpo acartonado y lleno de virus que no puede más sino ser un actor pasivo
que está todo el tiempo recibiendo los golpes del tiempo y del estado.

En nuestros días, los derechos humanos desempeñan la función de


valores eternos. Se trata del estado de derecho y de nociones
similares, que todo el mundo sabe que son extremadamente
abstractas. Y, en nombre de todo ello, el pensamiento se ha
detenido, han quedado bloqueados todos los análisis en términos de
movimiento. Y, a pesar de todo, si las opresiones son tan terribles
es por que impiden el movimiento, no porque ofendan a los valores
eternos. (Deleuze G., 1995, pg. 194)

Según lo anterior, aclaro que, es necesario ocuparnos de los límites, de


nuestros propios límites frente a nuestra acción y no de los límites dados, resistir
y escapar es el objetivo del darse forma, de hacer de nuestro cuerpo y nuestra
existencia un espacio singular, un espacio otro, forjar un ethos estético-político.

Subjetividad singular: Rareza nacida en el cuerpo


La subjetividad singular propuesta está ligada a la creación de la obra de
arte como sí mismo, esto a partir de una construcción del sí mismo como
acontecimiento, como otro, como devenir4 diferente a lo que se dice que somos, a
lo que se habla de nosotros y lo que se ve de nosotros, es devenir eso que escapa
a la mirada y se convierte en una acción, en proceder en un acontecimiento, que
muta cada segundo, cada minuto, cada hora.

Pero ¿por qué la subjetividad? Y ¿por qué singular? Bueno, todo gira en
torno a los modos de existencia, mencionados por Foucault, y me uno a su
conclusión, al considerar la subjetividad, no como una conformación de un sujeto
–objeto, ni de un sujeto sujetado a un estatuto científico, sino que éste hace parte
de una construcción de nuevas posibilidades artísticas desde la potencia, desde la

4 Devenir: este concepto es utilizado en la obra de Nietzsche como “sinónimo de


imperfección e insatisfacción. Ningún instante se justifica a sí mismo” (Nietzsche F.,
2000) aludiendo a la transformación del hombre a partir del tiempo, negando y
destruyendo totalmente la realidad y las verdades que se le han impuesto, dando como
resultado un hombre transfigurado.

34
voluntad5, y es esta subjetividad la que escapa al poder y al saber, la que hace
parte de un estado salvaje, en tanto terreno oculto, susceptible de ser creado de ser
jugado, en términos de Bataille, ―jugar es rozar el limite, ir lo más lejos posible y
vivir al borde del abismo‖ (Bataille G., 1979, pg. 109); entonces la subjetividad
consistiría en un proceso de posibilidades vitales, que busca una relación con el sí
mismo; es decir, verse al espejo y dar cuenta de ese rostro, crear un auto retrato
marcado con los designios de nuestro movimiento, ver eso que no somos, eso que
no nos hace persona sino un continuo retorno, un eterno retorno6 que desea, que
quiere querer algo, que la pasión le invade, que quisiera para sí una
transformación, una transfiguración.

El término sujeto al parecer se torna universalista, responde al parámetro de


objeto o de alma abstracta, móvil únicamente desde el saber que lo atraviesa y el
poder que lo controla, negando su posibilidad de sentir, de vivir, de experimentar;
al proponer la subjetividad singular como espacio otro, acudo a la capacidad del
singular de ser movimiento, de ser fluido, de ser mutable, pero también acudo a su
juego doble de significado, por un lado de lo que puede llegar a nacer de cada
cuerpo, de cada construcción, de cada danzar, de esa energía singular que posee la
corporeidad de cada cual; y por otro lado, una dimensión de lo raro, no lo raro en
tanto anormal, esto sería caer en la bipolaridad del estado de lo bueno y lo malo,
sino mejor de la rareza, la belleza rara, el monstruo exótico propio de una
construcción que solo conoce los límites en el agotamiento de su fuerza. Entonces
el singular desde lo que nace de cada cuerpo y desde la rareza de lo que se hace
del cuerpo, en este caso de la obra de arte hace de la subjetividad singular una
composición/descomposición (Deleuze G., 1977, pg 163). en el sentido musical
de la construcción nota a nota de una melodía, de una armonía, de un tempo, ésta
a su vez posee una - latitud/longitud, es decir, un grado de extensión, sobre el cual

5 Entiendo por voluntad ó voluntad de poder desde Nietzsche (Nietzsche F., 2006) : el
ser mismo en relación con otras voluntades de poder, pongamos por caso: existen
tantas voluntades de poder como estrellas en el firmamento, estas estrellas están en
constante lucha, cada una de ellas tiene un interés, una necesidad propia, todas son
“universos” diversos, que interpretan el universo de forma otra, es decir, estamos
ubicados en un espacio diverso ligado a el devenir; destruir y crear como manifestación
propia de la voluntad de poder; ya lo decía Nietzsche “Crear- esa es la gran redención
del sufrimiento, así es como se vuelve ligera la vida. Más para que el creador exista son
necesarios sufrimientos y muchas transformaciones” (Nietzsche F., 1983, pg 133).
6 Por eterno retorno entiendo, un ser que está volviendo a sí mismo como otro, pero

que además deja ese otro que ahora es, para llegar a ser otro más fuerte; de esto se
trata el eterno retorno, de no fijar un límite ni un fin, como meta o punto final, sino,
de estar en constante transfiguración, de dar nacimiento a un hombre que crea,
incapaz de llegar a ser, sino de querer ser desde su voluntad de poder. Sobre este
aspecto, Véase (Deleuze G. , Nietzsche y la Filosofia, 1971).

35
se construye la imagen, lo que hace visible y lo que soporta eso que no es un YO,
sino que enuncia una tercera persona, una No persona, no la totalidad territorial-
espacial de un YO, sino el movimiento y desplazamiento de un ÉL (Deleuze G.,
1994). Ya no soy yo, eso que dicen que soy, sino ese acontecimiento, esa
tormenta, ―Yo no soy un hombre, soy dinamita‖ (Nietzsche F., 1932. Pg 309),
dice Nietzsche desde las profundidades de su Ecce Homo.

Subjetividad singular y escuela

Acudiendo nuevamente al Foucault de Deleuze (1986), podríamos afirmar


que fue necesario buscar una nueva salida a la estratificación de lo visible y lo
legible del saber y a la relaciones de poder, esta tercera raíz derivada de las otras
dos raíces (poder-saber), será llamada por Foucault subjetividad, esta subjetividad
nace a partir de la relaciones de fuerza que se lanzan sobre la vida, al querer
ejercer una presión sobre la vida, se organizan nuevas relaciones de fuerza desde
la vida que buscan resistir a las relaciones de poder; se crean nuevas formas de
lucha, que escapen, que atraviesen los encauzamientos y sujeciones de la vida
frente al poder-saber ―la vida deviene resistencia al poder cuando el poder tiene
por objeto la vida‖ (Id.: pg. 122)

De esta forma, aparece la subjetividad como un último aspecto junto al


saber y al poder, derivado pero no dependiente de estas dos últimas dimensiones,
que se instala en una lucha interminable por no dejarse sujetar por saber, ni
objetivizar por el poder y hacer de si una nueva forma, nuevas formas tantas como
las fuerzas que intentan apropiarla, la subjetividad tiene por objetivo hacer de sí
una multiplicidad que sea capaz de luchar, desaparecer, aparecer resistir y mutar.

La fuerza de la subjetividad, aparece en Foucault (id.: pg.131) al hacer un


estudio de las prácticas de los griegos y el cuidado de sí mismo en relación
diferencial con el poder-saber. El cuidado de sí consistía en un pliegue o un
desdoblamiento de la fuerza en relación consigo mismo, en relación con los otros
y finalmente en relación con la norma, se trataba de un ethos que se definía desde
la relación del afuera consigo mismo:

36
―es como si las relaciones del afuera se plegasen, se curvasen para
hacer un doblez, y dejar que surja una relación consigo mismo,
que se constituya un adentro que se abre y se desarrolla según una
dimensión propia‖ dando paso al nacimiento de una ―existencia
estética del hombre libre‖ (id.: pg. 132)

Desde los griegos, se evidencia, según Foucault (1990) en Tecnologías del


Yo, la existencia de dos vertientes importantes, por un lado se encuentra el
conocimiento de sí mismo y por otro lado, el cuidado de sí; el conocimiento de sí
se constituía como el desarrollo de un saber acerca del sí mismo que no era
determinante en la relación griega para los fines ciudadanos; por otro lado el
cuidado de sí en los griegos tomaba una importancia significativa, pues hacia
parte de los requisitos de los ciudadanos dentro de la polis griega, es una regla
social y personal, que hacia parte de las artes de la vida establecida como práctica
política, pedagógica y del amor, que los griegos llamaban askesis:

askesis no significa renuncia, sino consideración progresiva, del yo,


o dominio sobre sí mismo, obtenido no a través de la renuncia a la
realidad sino a través de la adquisición y de la asimilación de la
ver- dad. Tiene su meta final no en la preparación para otra realidad
sino en el acceso a la realidad de este mundo. La palabra griega que
lo define esparaskeuazo («estar preparado»). Es un conjunto de
prácticas mediante las cuales uno puede adquirir, asimilar y
transformar la verdad en un principio permanente de acción.
Aletheia se convierte en ethos. Es un proceso hacia un grado mayor
de subjetividad. (id.: pg. 73-74)

Finalmente, la importancia del cuidado de sí resumida en una acción, en un


ethos, pierde fuerza y se hace una inversión de lugares, haciendo del conocimiento
de sí una máxima, el conocimiento de sí en los griegos era consecuencia directa
del cuidado de sí, para el cuidado de sí era necesario conocerse por medio de un
ejercicio de contemplación (retrato-autorretrato) que identifique una imagen que
luego servirá para la acción, el ethos visual del cual en páginas siguientes
ahondaré. Los Helenísticos posteriormente se problematizaran en varios aspectos:
1. la actividad de sí y la relación con la política, ¿cuándo era necesario retirarse la
política para ocuparse de sí mismo? 2. El ocuparse de sí mismo en un sentido
pedagógico era ahora necesario durante toda la vida, entre otros.

37
A partir del desplazamiento hacia el conocimiento de sí, dentro de los
valores de los grecorromanos, nació una nueva experiencia del Yo, la cual se
fundamentaba en la verdad, se instaura un nuevo seguimiento analítico de lo que
se hace, se piensa y se siente, se trata ahora de un nuevo examen de conciencia
diferente al cristiano, que vendrá posteriormente, este examen de conciencia
enfatiza en las acciones, en lo que se ha hecho en la vida cotidiana, registrado
paso a paso en la escritura, en el nacimiento de los hypomnêmatas, entonces, es un
control a partir de la escritura y un seguimiento minucioso de lo que se ha hecho.

En el campo pedagógico desaparece el dialogo y se da una nueva relación


desde el escuchar la verdad y guardar silencio para interiorizar dicha verdad
impartida por el maestro, el discípulo sólo podía hablar pasados cinco años de su
formación e interiorización de la verdad.

Al finalizar el imperio romano e iniciar la espiritualidad cristiana en sus


principios monásticos, se evidenciaron grandes cambios, el desplazamiento del
cuidado de si a la conformación de un conocimiento de sí, será ahora la
preocupación cristiana.

Ha habido una inversión entre la jerarquía de los dos principios de


la antigüedad ―preocúpate por sí mismo‖ y ―conócete a ti mismo‖.
En la cultura grecorromana el conocimiento de sí, se presentaba
como la consecuencia de la preocupación de sí. En el mundo
moderno, el conocimiento de sí constituye el principio
fundamental. (I.d.: pg. 54)

La relación con la verdad, de decir la verdad de sí mismo ante la


universalidad divina, fue la preocupación cristiana, pues el alma del individuo
debe ser sometido a una salvación en el momento de la muerte y, para esto el
cristianismo aplicó una serie de reglas e instrumentos para poder transformar la
impureza del Yo.

El cristianismo no es tan solo una religión de salvación, es una


religión confesional. Impone obligaciones muy estrictas de verdad,
dogma y canon, más de lo que lo hacen las religiones paganas. Las
obligaciones referidas a la verdad de creer tal o cual cosa eran y

38
son todavía muy numerosas. El deber de aceptar un conjunto de
obligaciones, de considerar cierto número de libros como verdad
permanente, de aceptar las decisiones autoritarias en materia de
verdad, el no sólo creer y aceptar institucionalmente la autoridad,
son las características del cristianismo. (Id.: pg. 80-81)

Para concluir el cristianismo inició un sometimiento del cuerpo bajo el ideal


divino de la salvación, el pecado y la culpa, a través de la confesión, la penitencia,
el examen de conciencia y las instrucciones mencionadas en páginas anteriores.

De esta forma, quería hacer evidente la dimensión de la subjetividad en los


griegos y luego modificada por los cristianos que le impusieron el saber y el
poder, lo que llama aquí la atención es, la posibilidad de hacer de la fuerza un
pliegue, un pliegue, pliegue que después será para Foucault una posibilidad, es la
curvatura del afuera, es el adentro del afuera, será el afuera atrapado en el adentro
del afuera, en donde nace el sí mismo en relación inacabable con las relaciones de
poder y las formaciones de saber, ese sí mimo será mutante pues las relaciones de
poder y de saber son mutantes, están en constante cambio, en ese sentido el sí
mismo no debe ser un sujeto inmóvil y rígido sino un subjetividad móvil, mutante
y monstruosa en su singularidad.

Sabiendo de ante mano que la escuela actual, es todo un aparato de control,


vigilancia y disciplina que desde su nacimiento el poder y el saber han sido los
gobernantes de este espacio que tiene por finalidad, encauzar, vigilar y producir
sujetos para la producción, para la competitividad para el emprendimiento
empresarial, dejando de lado las relaciones consigo mismo, promoviendo una
maquinización, deshumanización, y negación del cuerpo como voluntad, como
fuerza que es capaz de crearse, de quererse; de esta forma es necesario buscar
nuevas alternativas para escapar a los límites que imponen el saber y el poder al
cuerpo; dentro del espacio escolar es imprescindible idear posibilidades que
formen sujetos capaces de afectarse a sí mismo en relación con el afuera, sujetos
que surjan a partir de la creación en sus pliegues de formas de resistencia y lucha
al afuera, es decir que formen subjetividades singulares éticas-estéticas-políticas
en relación consigo mismo, en relación con el Otro y con el afuera, a partir de sus
luchas, intereses, transformaciones desde la monstruosidad de su pliegue.

39
El pliegue

Entonces la subjetividad será la posibilidad de doblar la fuerza y afectarse


así mismo creando un afuera del afuera, en ese afuera del pliegue será el espacio
donde se alojará el sí mismo, será el lugar de creación y formación, ser una nueva
posibilidad de vivir entre los pliegues, en el afuera del afuera; el pliegue es la
curvatura que la fuerza realiza sobre sí mismo, esto es un acción de reflexión la
cual escapa al poder y al saber; el pliegue en tanto que pliegue consiste en: ―tener
o poseer es plegar, es decir, expresar lo que uno tiene en cierta potencia‖
(Deleuze G., 1989, pg. 141), es así como el pliegue evocará un doble, un
redoblamiento del afuera, creando un afuera en un aparente adentro que no es más
que el afuera del afuera, se trata de un replegamiento de ―lo otro lo lejano que es
lo proximo y lo mismo‖ dirá Deleuze (1986), haciendo del doble una fisura, un
corte en el que reposara el sí mismo como doble de lo otro; en ese vacío creador
del pliegue es donde la subjetividad singular dará la fuerza creadora de la obra de
arte, producto de las fuerzas del afuera expresada desde la potencia del ejercicio
ético-estético-político del la imagen de sí, en una figuración monstruosa.

Crear la vida.

Partiendo del hecho de que formarse y formar a otros es un proceso


pedagógico-político, en tanto que es la práctica social más cercana a una
construcción de un estado, a la construcción de una sociedad, y la participación de
la misma, entonces, es en este espacio donde aparece la capacidad de creación, la
decisión y las formas de quererse, las posibilidades de hacerse como se quiere,
frente a las formas en las que debemos darnos o existir; generando nuevas formas,
nuevos caminos, nuevas líneas, espacios otros de formación; se trata de la
transfiguración del cuerpo, de su existencia, de sus acciones, del gobierno de sí,
frente al gobierno de los otros.

La obra de arte, se trata entonces de un saber adquirido de la vida, de la


experiencia vital, que luego se toma y se transforma en una forma exteriorizada
que definirá un proceder ético-estético- político, es lo que hace del hombre
alguien fuerte o débil frente a tal o cual situación, construyendo un carácter
fundido entre una estética de la existencia y una razón ética del actuar político;
singularidad de cada cuerpo, de cada existencia, de la monstruosidad que nace en
el movimiento de la unidad corpórea.

40
La existencia vital se debe pretender desde un carácter dinámico, un estar en
movimiento, una vida nómada, un hombre caminante, un hombre que hace
camino; en esto consiste el acontecimiento, en estar siempre transformándose
paso a paso, como mencione al principio de esta exposición: En sentido estricto,
el acontecimiento no es otra cosa que el devenir Nietzscheano, aquello que se
hace, aquello que se puede llegar a ser, es decir, en lo que la subjetividad singular
puede llegar a convertirse según su querer, es el camino que recorre paso a paso,
es la línea transitada entre el ser y el dejar de ser. No es otra cosa que la
incomodidad de lo estático, de lo universal que será transformado a partir del
devenir del ethos de la subjetividad singular.

Pero ¿cómo lograr esta transformación en la escuela? Echaré mano de la


caja de herramientas propuestas por Foucault para responder a esta cuestión: La
escritura dentro de la formación y la construcción, juegan un papel bien
importante para la formación de individuos, es decir, a partir de la escritura se
podrían generar nuevas formas, un nuevo ethos, cuidadoso, auto controlado, que
será el reflejo, el doble o el auto retrato de su propio existir. La escritura de si
(Foucault M., 1999, pg 289) hace parte de los estudios que realizó Michel
Foucault y, que conforman una colección de técnicas para el gobierno de sí y de
los otros; en la escritura de sí, como técnica de formación, se evidencia desde los
hypomnêmatas, consistía en la anotación de todas las acciones y pensamientos de
alguien, el objetivo es: llevar un control de todas las acciones, la preocupación de
cuidar de sí mismo actuando siempre de la mejor forma existente; esta escritura
buscaba hacer un retrato exacto del movimiento realizado día a día. ¿Cómo hacer
de esta técnica una posibilidad de construcción de la singularidad como obra de
arte, dentro del la acción sobre sí mismo?

La escritura de sí consiste en una actividad reflexiva, se trata de plegarse


sobre sí mismo, se trata de virar los ojos de afuera hacia adentro y revisar que hay
en nuestra existencia para luego desplazarlo, destruyendo todo punto fijo e inútil
dentro del Ethos vital, para abrir un nuevo espacio, un lugar otro que permitan
lanzar más allá de lo ya pensado nuestra acción, nuestro caminar; se trata entonces
de mutar eso que somos, de crear un nuevo modo de vivir, un nuevo
acontecimiento en el vacio del afuera.

La imagen de sí será entonces, un Autorretrato, un doble que se creará en el


espacio del afuera, esa reflexión y construcción de un espacio, compondrá desde
la escritura un espacio que proyecte la imagen de mi existencia, verme allá y
modificarme aquí, creando una lectura, escritura e imagen; una escritura de una
imagen que es, ―por tanto, <<mostrarse>>, hacerse ver, hacer aparecer el propio

41
rostro ante el otro (…) es un manera de entregarse a su mirada por lo que se dice
de uno mismo‖ (Foucault M., 1999, pg 300)

A partir de esa mirada que en cierto sentido se dirige a mí, desde el


fondo de ese espacio virtual que está en el otro lado del cristal,
vuelvo hacia mí y comienzo a dirigir mis ojos hacia mi mismo y a
reconstituirme allí donde estoy. (Id.: 1999, pg. 435)

El retrato de la Gorgona

Este retrato que nace de la imagen de sí en el pliegue, será el retrato


monstruoso, en relación con el afuera del afuera, en relación con lo otro, será la
máscara de la Gorgona una potencia monstruosa, será el rostro del sí mismo:

Lo masculino y lo femenino, lo joven y lo viejo, lo bello y lo feo, lo


humano y lo bestial, lo celestial y lo infernal, lo alto y lo bajo
(Gorgo da a luz a través del cuello a la manera de las comadrejas
que, parir por la boca, invierten la función bucal y vaginal), lo
interior y lo exterior (la lengua no permanece oculta dentro de la
boca sino que se proyecta como un sexo viril, desplazado, erecto,
amenazante), en fin todas las categorías se trastruecan, funden y
confunden en este rostro. (Vernant J.P, 1986, pg. 103)

Será la figura de Gorgo el retrato de sí mismo monstruoso creado por la


potencia de la subjetividad singular, será la Gorgona la fuerza guerrera del afuera,
la que se muestra ante los ojos de los otros y del sí mismo, será retrato y
autorretrato del pliegue a través de la imagen, en términos fotográficos será la
imagen el autorretrato del sí mismo y el retrato de la imagen del rostro de la
Gorgona que captura la mirada del otro en un devenir monstruoso y sin ley.

El devenir monstruoso y sin ley; la gran devoración de cada


instante, el engullimiento de toda la vida, de sus miembros, están
vinculados a la exactitud del nuevo comienzo: El devenir nos hace
entrar en ese gran laberinto que apenas es diferente en su naturaleza
del monstruo que lo habita; pero del mismo fondo de esta
arquitectura, por completo retorcida, y vuelta sobre sí misma, un

42
sólido hilo permite volver a encontrar la huella de sus pasos
anteriores y permite volver a ver el mismo día. (Foucault M., 1995,
pg. 36)

El retrato de la Sirenas.

La ley, soberanamente, asedia las ciudades, las instituciones, las


conductas y los gestos; se haga lo que se haga, por grandes que
sean el desorden y la incuria, ella ya ha desplegado sus poderes
(…) Las libertades que se toman no son capaces de interrumpirla;
uno puede llegar a creer que se ha desentendido de ella, que
observa desde fuera su aplicación; en el momento en que se cree
estar leyendo de lejos los secretos válidos sólo para los demás, uno
no puede estar más cerca de la ley, se la hace circular, (…) Y, sin
embargo, esta perpetua manifestación no ilumina jamás aquello que
dice o aquello que quiere la ley: mucho más que el principio o la
prescripción interna de las conductas, ella es el afuera que las
envuelve, y por ahí las hace escapar a toda interioridad; es la noche
que las limita, el vacío que las cierne, devolviendo, a espaldas de
todos, su singularidad a la gris monotonía de lo universal, y
abriendo a su alrededor un espacio de malestar, de insatisfacción,
de celo multiplicado. (Foucault M., 1977, pg. 44 - 45)

¿Cómo el singular escaparía a la limitación del sí mismo por parte de los


dispositivos disciplinarios y de control? Esta imagen de sí será una figuración de
la subjetividad singular, del cuerpo y la transfiguración, será el rostro que se
mostrará en la lucha por escapar y resistir de la subjetividad para la producción y
el emprendimiento de la sociedad de control, la construcción de un espacio/tiempo
a partir de la imagen de sí, a través del autorretrato monstruoso, establecerá un
acontecimiento fluido generando una mirada otra del mundo, no la del estado
natural de las cosas, sino mi propia mirada, mi mirada sobre la cosas, que no
corresponderá a una persona, sino a esa imagen como acontecimiento como ethos
visual, a una mirada singular y monstruosa que nace de la reflexión, del
autorretrato, de la imagen de sí, que evidencia mi existencia vital, lo que soy
capaz de ver y decir: ―visibilidad fuera de la mirada…‖ (Deleuze G., 1995, pg
174), la mirada capturada del otro.

«Agua de la acuarela, tan inmensa como


un lago, agua, demonio-omnívoro, ladrón de
islotes, hacedor de espejismos, quebrantador

43
de diques, desbordador de mundos».
Henri Michaux- Agua

Es experimentar con la imagen de sí una nueva forma de mirar-se, de


extrañarse, de extraviarse en él afuera, es actuar, es tener un carácter
performativo, invadido de gestos, que más allá de hacer parte de una época, harán
ahora parte de la singularidad, del cuerpo mutante, será el gesto de la existencia, el
gesto del monstruo que nace en el afuera del afuera, capaz de deslizarse por
debajo y sobre las relaciones de poder-saber, esta singularidad será mutante,
saltará de acontecimiento en acontecimiento. De cada rincón saldrá un monstruo
entregado a la imaginación y a la creación de la obra de arte interminable, a la
construcción de espacios/tiempos singulares transgresores, pero que jamás será
inmóvil, pues el afuera de la ley lo volverá a la monotonía de lo universal, estará
nuevamente en el afuera, entonces, se trata de atraerse a la ley, para transgredirla
y caminar sobre el borde de la línea divisoria, que atrae como el canto de la sirena,
pero no caer en el abismo hipnótico es el objetivo, mejor es suspenderse en el aire
de la transgresión.

este canto puro —tan puro que no dice otra cosa que su recelo
insaciable— hay que renunciar a escucharlo, taponarse los oídos,
atravesarlo como si estuviera sordo, para continuar viviendo y
poder así comenzar a cantar; o mejor aún, para que nazca el relato
que no morirá nunca, hay que estar a la escucha, pero permanecer
al pie del mástil, atado de pies y manos, vencer todo deseo
mediante una astucia que se violenta a sí misma, sufrir todo
sufrimiento permaneciendo en el umbral del atrayente abismo, y
volverse a encontrar finalmente más allá del canto, como si se
hubiera atravesado vivo, la muerte, pero para restituirla en un
segundo lenguaje. (Foucault M., 1977, pg. 57 - 58)

Monstruosidad vital

Se había hablado del singular como un espacio otro, que se origina en el


cuerpo, y que se hace real en el espacio del afuera a partir del ethos de la
existencia y de la mirada, capaz de hacer una imagen de sí, un autorretrato que
sea la reflexión del afuera en relación con el sí mismo, que haga las veces de
devenir, de pliegue, generando un movimiento telúrico que derrumbe esas
quimeras humanas que no son más que engaños e ilusiones de la realidad que no
expresa la realidad en sí misma, sino que, crea falsas realidades a partir de las

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necesidades del hombre, necesidades que se acomodan según el interés de cada
quien, afirmando al hombre en el deber-ser dejando olvidado el devenir, el
querer-ser, abandonando al hombre en un punto fijo, en un fin ya alcanzado,
negándole la posibilidad de transfiguración, de alcanzar una transformación a
partir de la incomodidad y la insatisfacción; se trata entonces de ―henchir de tanto
contenido las palabras que algo rebose del horizonte lingüístico y quede fuera del
él, pero estando allí como la parte oscura, irónica o paródica‖ (Nietzsche F.,
Aforimos, Seleccionados por Andrés Sanchéz Pascual, 1994) esta parte oscura,
este vacío es el lugar otro en donde se genera la relación de alteridad entre el aquí
y el allá, es en ese espacio desolado, es donde brota la nueva obra de arte, donde
se engendra el monstruo, donde lo desconocido se expresa y la monstruosidad de
lo singular, de lo vital, se alza en lo más alto de las intensidades corporales.

Esta monstruosidad de lo singular, de lo vital, en relación con la mirada, la


fotografía y la creación de la obra de arte como arte de la existencia de la
subjetividad singular, hace que se abra un espacio real entre el retrato y el
autorretrato, el espacio que se crea en ese intersección, será el adecuado para que
irrumpa el monstruo que tanto le teme la normalización, la mutación del virus que
entrará en el sistema y lo resistirá, lo engañará y lo hará mutar nuevamente. La
existencia monstruosa, es mostrarse excesivamente fantástico, extraordinario,
danzarín y bufón frente al régimen, es mirar de manera extraordinaria, de crear y
nacer en ese espacio entre el aquí y el allá, es estar mutando como una masa
informe de acuerdo al nivel de hostilidad.

Esa atracción al régimen, a la línea divisoria, nos lleva a entrar en lugares


extraños, en vacios; el singular nómada, el caminante del afuera que no hace otra
cosas que experimentar, navegar por los mares del afuera, es el que acude a las
distorsiones, a la luz y por lo tanto a la sombra, que toma el ruido y los silencios
para desdibujar y dibujar nuevas siluetas, para abrir y cerrar comisuras…vacios.

En el momento en que la interioridad es atraída fuera de sí, un


afuera se hunde en el lugar mismo en que la interioridad tiene por
costumbre encontrar su repliegue y la posibilidad de su repliegue:
surge una forma —menos que una forma, una especie de
anonimato informe y obstinado— que desposee al sujeto de su
identidad simple, lo vacía y lo divide en dos figuras gemelas
aunque no superponibles, lo desposee de su derecho inmediato a
decir Yo y alza contra su discurso una palabra que es
indisociablemente eco y denegación. Prestar oídos a la voz
argentina de las sirenas, volverse hacia el rostro prohibido que
hurta la mirada, no es únicamente saltarse la ley para afrontar la
muerte, como tampoco abandonar el mundo ni el olvido de la

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apariencia, es sentir de repente crecer en uno mismo un desierto, al
otro extremo del cual (aunque esta distancia sin medida es tan
delgada como una línea) espejea un lenguaje sin sujeto asignable,
una ley sin dios, un pronombre personal sin persona, un rostro sin
expresión y sin ojos, un otro que es el mismo. (Foucault M., 1977,
pg. 64-65)

Entonces la fotografía será esa posibilidad, haría parte de una de los tantos rostros
del singular; esto no como una limitación pues considero que esta característica es
propia de las artes en general, la música, la pintura, la literatura, la danza, la
escultura, el teatro y cualquier actividad que permita al hombre despegarse de su
estabilidad para ahora moverse, destruir y construir nuevas formas, lugares otros,
llenos de movimientos e intensidades; la fotografía será la forma como nos
moveremos y crearemos esos lugares otros que escapan a la subjetividad creada
por la escuela y su sistema de control, la fotografía monstruosa y subvertida al
nivel del vacío creador. Y la belleza extraordinaria del rostro frontal de la
Gorgona reflejado en el auto retrato de sí mismo que se muestra ante los ojos del
afuera y captura, enmudece y petrifica la mirada del otro. Es así como se llega a
ser lo que se es. (Nietzsche F., 1932)

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Conclusiones

 Para concluir, recordemos que a través este artículo se evidenció cuál es la


clase de subjetividad que producía la escuela, entendiendo el
funcionamiento dentro del espacio como todo un sinfín de entramados
discursivos – no discursivos, los cuales hacen del sujeto un
desplazamiento; de esta forma la escuela, se apropia de una serie de
tecnologías que ayudan a construir ese hombre ideal escolar, esas
tecnologías hacen parte de todo un aparato micro-penal, que en su
finalidad hace parte del encauzamiento de cuerpos, desarrollando todo un
saber y un poder que hace del cuerpo una producción óptima; entonces,
según la sociedad, la formación que se debe dar en la actualidad, no es otra
que la formación empresarial, la formación del sujeto emprendedor,
sujetado a una ciencia y controlado por un poder que le dice cómo
moverse en el espacio social.

 Aunque en la actualidad estemos constituidos por una serie de saberes y


poderes que nos ubican históricamente en una biopolítica desde Foucault,
o en una sociedad de control desde Deleuze, no se debe desconocer que las
sociedades anteriores no han muerto del todo, pues se modificaron y se
integraron a nuevas formas de sujeción y de conocimiento, que les permite
estar presentes en nuestra actualidad.

 La subjetividad para la producción es la conclusión de la primera parte de


este articulo, nace a partir de una estudio histórico en el que se evidencio
cuales han sido los procesos de sujeción y dominación del cuerpo, pues no
han sido los mismos, se modifican , desaparecen y aparecen dependiendo
el espacio/tiempo que los evoque, para esto el espacio/social se ha servido
de herramientas para el encauzamiento, entonces la escuela, el hospital, la
cárcel, el manicomio, hacen parte de los lugares de control, vigilancia y
tratamiento de aquellos que se salen o necesitan ser formados dentro de la
norma natural o legal, pues todo aquello que este fuera de ella, será
tomado como anormal. En el caso de la escuela será la que forma a los
futuros ciudadanos, y aunque la escuela no es una proyección de la
sociedad, si hace parte de los micro-poderes que la componen, por lo tanto
deviene dispositivo en tanto que institución.

 La institucionalización del la norma dentro del espacio escolar y su


aplicaciones sobre el cuerpo hace del cuerpo una maquina que recibe

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órdenes y las ejecuta desde el deber, negando el querer como cuerpo,
como ethos estético- político, olvidando por completo la capacidad de
formarse a sí mismo como un querer.

 El espacio, al igual que las relaciones de poder y las formaciones de saber,


se ha modificado para adaptar el cuerpo, pues es el espacio donde se
desarrolla y se encadenan todos los entramados del saber y el poder en
tanto que relaciones de fuerza sobre el cuerpo.

 Parece ser que en el transcurso de las modificaciones que han surgido en la


escuela, el ocuparse de sí se dejo a un lado para ahora encargarse de un
conocimiento de sí que diga la verdad sobre el cuerpo y esta a su vez la
sujete a un saber que lo objetiviza, aplicando sobre el sujeto las fuerzas del
poder para dominarlo y conformarlo en el caso de la sexualidad e
individualizarlo y analizarlos en cuestiones de saber.

 Foucault decía que no existían generalidades en la historia, por esa razón


sus estudios eran específicos y en periodos de tiempo definidos, pero no
por eso, algunos aspectos podrían ser utilizados en la actualidad, no se
trata de retornos a tal o cual época, sino de adaptaciones de herramientas
históricas a la actualidad, es por eso que encuentro en el cuidado de sí una
forma que puede ser una nueva posibilidad de formación dentro de la
escuela, pues se trata de una acción, de un movimiento expresado a partir
del cuerpo, se trata de un arte de la existencia expresado desde la
subjetividad singular, en tanto que nace de cada cuerpo, por lo tanto la
subjetividad será singular en tanto la unicidad de la creación monstruosa.

 La imagen de sí hace parte de las modificaciones de las herramientas


históricas que me interesan, pues es una mutación de la escritura de sí,
pero no al nivel de la escritura sino de la imagen, en tanto expresión de la
acción sobre sí mismo, entonces, es la imagen fusionada con la
monstruosidad las que luchan, resisten y escapan al poder-saber, entonces
será la imagen fotográfica la encargada de realizar un autorretrato de la
acción del pliegue que se muestra antes los ojos del otro y captura la
mirada y la congela en la belleza monstruosa y terrorífica de lo singular,
de lo impensado, mirar de otra forma.

48
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50
Anexos.

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