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Asociación Española de XVIII CONGRESO NACIONAL

Ingeniería Mecánica DE INGENIERÍA MECÁNICA

Análisis cinemático y cinético de la articulación de la rodilla en


maniobras de alta demanda: bajada escalones, quiebro y vuelta
R. Martín, S. Postigo, F. Ezquerro, A. Pérez de la Blanca, M. Prado
Área de Ingeniería Mecánica. Universidad de Málaga
spostigo@uma.es

Resumen

Con técnicas de análisis de movimientos y basándose en perfiles de comportamiento normales de sujetos sanos
en distintas actividades, es posible identificar anomalías que advierten de actuales o posibles desórdenes futuros
en las articulaciones. El objeto del presente estudio es caracterizar cinemática y cinéticamente las
articulaciones de las extremidades inferiores de sujetos sanos en movimientos que solicitan específicamente el
ligamento cruzado anterior de la rodilla. Se han realizado sesiones de captura de movimientos y registro de
fuerzas en pisada sobre un grupo de 8 sujetos jóvenes sanos. Se han capturado 4 tipos de movimiento elegidos
con la finalidad de provocar la rotación interna-externa en la rodilla, para solicitar específicamente al
ligamento cruzado anterior. Las capturas de movimiento se han llevado a cabo con 4 cámaras Vicon Motion
Systems Ltd. y el registro de fuerzas mediante dos plataformas de fuerza Kistler. Para la obtención de la
cinemática y cinética articular se ha aplicado el modelo biomecánico de Newington – Helen Hayes a las
trayectorias capturadas de 16 marcadores situados en la pelvis y miembros inferiores de los sujetos.
Procesando el modelo se obtienen las variables cinemáticos y cinéticos del movimiento, que se han referido al
porcentaje de ciclo, y mediante tratamiento estadístico se han obtenido las curvas medias que caracterizan la
biomecánica de cada maniobra. Los resultados indican que las gráficas representativas de la cinemática y
cinética articulares para movimientos exigentes en rotación y carga de la rodilla, muestran variaciones
destacables con respecto a la marcha en algunas variables, el más indicativo, como cabía esperar, es el ángulo
de rotación interna-externa de la rodilla, en la que se aprecia respecto a la marcha una diferencia que aumenta
con la solicitación en giro. Se producen también variaciones significativas en los resultados de ángulos de
aducción-abducción en rodilla y tobillo, y rotación interna-externa en la cadera y el tobillo, así como en las
gráficas de momentos en la rodilla. La mayor solicitación en carga por la bajada de escalones se hace patente
en la zona inicial de la pisada, mostrándose los efectos del giro en la zona final de la pisada.

INTRODUCCIÓN

El análisis del movimiento humano es una rama de la biomecánica ampliamente aceptada como apoyo a la
investigación y a la práctica clínica en traumatología y ortopedia. El estudio experimental del movimiento
humano puede basarse en distintas tecnologías disponibles: electrogoniómetros de hasta 6 grados de libertad
fijados a las extremidades del paciente, acelerómetros y giróscopos, sistemas electromagnéticos que capturan el
movimiento de marcadores corporales situados en puntos anatómicos específicos, o sistemas de análisis de
imágenes de video que graban la posición de marcadores activos o pasivos. De entre todas ellas, la última
tecnología es la más ampliamente empleada, fundamentalmente cuando se basa en el uso de marcadores
reflectantes pasivos, por permitir un movimiento natural del paciente no condicionado por el instrumental de
medida y en un campo de trabajo relativamente amplio. Además los errores de las medidas, causados
fundamentalmente por el movimiento del tejido blando alrededor de la estructura ósea, resultan aceptables con
la capacidad tecnológica actual, aunque mayores que los derivados de sistemas basados en técnicas radiológicas.
Sin embargo estos últimos, además de la limitación impuesta por la exposición del paciente a la radiación, solo
pueden trabajar con rangos de movimientos y campos de visión muy reducidos, por lo que su uso se ve
restringido al estudio de movimientos locales entre estructuras óseas, fundamentalmente en el análisis
cinemático de componentes protésicos o de articulaciones concretas en movimientos simples.
R. Martín et al. / XVIII Congreso Nacional de Ingeniería Mecánica (2010) 2

La rodilla es una de las articulaciones más complejas e importantes del cuerpo humano y multitud de personas
presentan dolencias de algún tipo en dicha articulación en algún momento de su vida. Estas dolencias en muchos
casos se presentan en los ligamentos, y concretamente el ligamento cruzado anterior (LCA) sufre a menudo las
consecuencias de la realización de gestos bruscos con rotación de la rodilla al realizar tanto actividades
deportivas como actividades cotidianas de la vida diaria. Estos gestos bruscos en muchos casos dan lugar a daños
serios en el ligamento, que normalmente se han de resolver mediante intervención quirúrgica, lo que hace que la
reconstrucción del LCA sea una de las intervenciones más importantes en número y en dificultad, dado que la
complejidad de la articulación hace que la restitución de la función anatómica articular de la rodilla sea difícil.
La función del LCA es estabilizar la tibia en cuanto a desplazamientos antero-posteriores respecto al fémur y
también limitar su rotación interna-externa; adicionalmente, se considera que contribuye en cierta medida a
mantener la estabilidad en varo-valgo El ligamento está constituido por dos bandas o fascículos principales,
funcionalmente independientes y distintos: una banda anteromedial (AM) y otra posterolateral (PL). Estudios in-
vitro con rodillas cadavéricas han puesto de manifiesto que la banda AM es la principal actuación en cuanto a la
limitación de la traslación anterior, fundamentalmente en valores altos de flexión, y contribuye en cierta medida
a la estabilidad en la rotación interna y externa. La banda PL por su parte, tiende a estabilizar la rodilla en
posiciones próximas a la extensión, limitando la hiperextensión y cobrando especial importancia en la
estabilización de la rotación interna-externa. [1]
Con el fin de aportar conocimientos con que facilitar tanto la diagnosis como la validación de técnicas de
intervención para la reconstrucción del LCA, y la posterior progresión en rehabilitación, se aborda en este
trabajo la caracterización de la cinemática y cinética de las articulaciones de los miembros inferiores de sujetos
sanos en movimientos que solicitan específicamente el LCA. Para ello se han empleado técnicas de captura de
movimiento mediante fotogrametría 3D y medición de fuerzas en pisada mediante plataformas de fuerza.
Aplicando un modelo biomecánico a los datos obtenidos de la captura de los diferentes movimientos se obtienen
los sistemas de referencia que representan a cada segmento corporal del modelo: pelvis, fémur, tibia y pie. El
cálculo de los ángulos de Euler entre cada sistema de referencia y su contiguo proporciona la cinemática de las
articulaciones, y empleando la fuerza de reacción obtenida mediante las plataformas de fuerza junto a datos
antropométricos, se caracteriza su comportamiento cinético.

MATERIALES Y MÉTODOS

Sujetos
Se han estudiado los patrones de movimiento de un grupo de 8 sujetos jóvenes sanos, con los siguientes criterios
de inclusión:
1. Edad comprendida entre los 26 y los 34 años.
2. Sin historial de lesiones ni patologías considerables en ninguna extremidad.
3. Sin historial de lesiones neuronales centrales o periféricas.
4. Aceptando cumplir con el protocolo de estudio.
Para cada paciente, se ha tomado una media de 6 capturas por sesión y movimiento, que se incluyen en las bases
de datos correspondientes.

Ensayo
Los datos cinemáticos del movimiento fueron recogidos por cuatro cámaras MX-T010 con tecnología de
iluminación y recepción infrarroja de Vicon Motion Systems Ltd® (Advanced Medical Systems SL), capturando
a una frecuencia de 100 Hz. Simultáneamente se registraron las fuerzas de reacción del sujeto con el suelo
durante el apoyo al paso por dos plataformas dinamométricas de tipo piezoeléctrico Kistler® modelo 9286ª
(Kistler Instruments, Inc., Amherst, NY, USA), capturando a una frecuencia de 1000 Hz. Esos elementos se
conectaron a sendos equipos informáticos, siendo controlados mediante software específico para las plataformas
y cámaras.
El almacenamiento, tratamiento y reconstrucción de la evolución tridimensional de la posición de los marcadores
se realizó con el software Vicon Nexus® (Advanced Medical Systems SL). Utilizado también para la integración
y sincronización de los datos cinemáticos y cinéticos.
Se ha utilizado el modelo biomecánico de Newington – Helen Hayes, descrito por Davis et al. [2], para resolver
el problema cinemático y cinético inverso de las extremidades inferiores. El modelo está compuesto por 7
eslabones: pie derecho e izquierdo, pierna derecha e izquierda, muslo derecho e izquierdo y pelvis. La posición
Análisis cinemático y cinético de la articulación de la rodilla en maniobras de alta demanda: bajada… 3

de los eslabones se calcula a partir de los datos cinemáticos del conjunto de 16 marcadores indicado en la misma
referencia [2]. Se utilizaron marcadores pasivos reflectantes de infrarrojos de 3mm de diámetro, que evitan que
el sujeto vea su movimiento impedido por la presencia de cables. La resolución del modelo biomecánico
permite identificar la posición absoluta y relativa entre los eslabones que lo configuran, así como fuerzas,
momentos y potencias a nivel de las articulaciones de tobillo, rodilla y cadera.

Fig. 1. Esquema de pasos de movimientos marcha, quiebro, escalones y vuelta.


Tomando como base la anatomía y biomecánica articular de la rodilla [1, 3] e indicaciones de médicos
traumatólogos especialistas en intervenciones en rodilla, se programó el estudio tanto del movimiento de marcha
como de movimientos de mayor demanda dinámica, especialmente aquellos que permitan estudiar la movilidad
de la rodilla en situaciones en las que el LCA se encuentra más solicitado. En la Fig. (1) se muestran esquemas
de pasos correspondientes a los cuatro movimientos programados. Las envolventes discontinuas representan el
ciclo de movimiento estudiado para la pierna izquierda, que en todos los casos comienza y finaliza con inicios de
pisada (en el caso del movimiento vuelta la pisada inicial es la que se produce sobre la plataforma de fuerzas.)
En la misma Fig. (1) se ha señalado la ubicación de las plataformas de fuerzas que intervienen en cada ensayo.
Los cuatro movimientos estudiados han sido:
1. Marcha a cadencia natural (en torno a 1Hz), por ser el movimiento más estudiado y mejor conocido,
disponiendo en la bibliografía científica de una colección de datos publicados que permitirá validar el
ensayo.
2. Quiebro: desde marcha a cadencia natural se solicita al sujeto la realización de un paso lateral, en
dirección perpendicular a la marcha. Esta actividad induce una considerable rotación entre tibia y fémur
cuando la articulación de la rodilla se encuentra en extensión, por tanto supondrá una importante
solicitación cinemática del LCA cuando la banda PL se encuentra más extendida. Es sabido que este
movimiento, sumado a cargas dinámicas importantes (derivadas habitualmente de saltos) ha dado lugar
en ocasiones a rotura del LCA.
3. Escalones: el sujeto es instruido para descender una escalera de dos peldaños a cadencia natural
colocando un solo pie en cada escalón y al alcanzar el suelo para realizar un giro de 90º respecto a la
dirección del desplazamiento del cuerpo, siendo este último paso el considerado para el estudio. La
maniobra combina una demanda moderada en cuanto a cargas dinámicas sobre la articulación de la
rodilla, debido a la deceleración en la bajada de los escalones, que se suma a una solicitación cinemática
moderada en cuanto a valores de rotación en extensión de la pierna debido al giro. Es, por otra parte, un
movimiento habitual en cualquier sujeto.
4. Vuelta: se instruye al sujeto para realizar marcha a cadencia normal e invertir el sentido de la marcha
durante el apoyo unipodal al pisar la plataforma de fuerzas. La actividad supone una mayor exigencia en
cuanto a la rotación externa-interna de la rodilla que los movimientos de quiebro y escalones, somete por
tanto al LCA a las mayores solicitaciones cinemáticas, aun cuando se realiza con cargas dinámicas bajas
a fin de evitar lesiones.
Todos los sujetos practicaron las maniobras las veces que fue necesario con anterioridad a los ensayos de
recogida de datos, hasta que consideraban que realizaban los movimientos de forma natural.
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Las cuatro cámaras se sitúan sobre trípodes que permiten el cambio en su ubicación según el tipo de movimiento
a capturar, y las dos plataformas de fuerza se sitúan camufladas en una tarima de tal modo que se dispone de una
superficie plana para realizar los movimientos. Se ha prestado especial atención a la situación de las cámaras,
que depende en gran medida del movimiento a capturar, pretendiendo con ello capturar datos con la mayor
calidad posible. Debido a los tipos de movimiento, en los que se producen cambios en la dirección de la marcha
y por tanto giros en pelvis y piernas, se presenta la dificultad de la pérdida de marcadores de la visión de las
cámaras en determinados instantes del movimiento. Para evitar esto se ha realizado un análisis gráfico previo y
una sesión de ensayos de comprobación para determinar la situación idónea de las cámaras en la captura de cada
movimiento. De este modo, se han realizado los ensayos con dos configuraciones en cuanto a la situación de las
cámaras según se tome como pierna de interés la derecha o la izquierda. Esto es especialmente interesante para la
captura de los movimientos quiebro, escalones y vuelta, ya que la calidad de los datos recogidos mejora
notablemente al situar las cámaras específicamente para la captura de dichos movimientos.
Para la calibración del modelo se ha realizando un ensayo estático previo a la captura dinámica para cada sujeto
de estudio. En el ensayo estático se añade un dispositivo externo que define la posición anatómica del eje de
flexión de la rodilla con respecto al eje longitudinal de tibia y fémur. Esta captura se ha de realizar sustituyendo
el marcador de la rodilla por el mencionado dispositivo. Al definir este eje los resultados cinemáticos
proporcionados por el modelo presentan mayor exactitud ya que se elimina la subjetividad en la orientación del
eje de flexión.

Cálculo de resultados
Tras la captura de movimientos se reconstruye la posición tridimensional de los marcadores. Se resuelve el
modelo biomecánico de Newington – Helen Hayes [2] para calcular las variables cinemáticas y cinéticas del
movimiento. El modelo es modificado desplazando el eje de flexión de la articulación de la rodilla calculado
según en función de la posición de los marcadores anatómicos, a la posición calculada en el ensayo estático
mencionado en la subsección anterior. Considerando los parámetros antropométricos de cada sujeto se resuelve
el modelo y se generan bases de datos que almacenan a lo largo del tiempo para cada ensayo:
- Posición angular relativa entre eslabones
- Fuerzas a nivel de las articulaciones
- Momentos a nivel de las articulaciones
Los valores se exportan al entorno Matlab® (The MathWorks, Natick, MA, USA) donde se aborda su posterior
análisis. El primer paso consiste en la identificación en cada ensayo de los puntos de inicio y final de ciclo en
cada movimiento, como se definieron en la Fig. (1). Posteriormente se realiza un cambio de la referencia
temporal, para presentar las variables del movimiento en función del porcentaje de ciclo, lo que permite
comparar ciclos de distinta frecuencia en su realización. Finalmente, los resultados cinéticos se normalizan: las
fuerzas respecto al peso y los momentos respecto al peso y la altura de cada sujeto. Dando así lugar a las bases
de datos que serán analizadas estadísticamente.
El tratamiento estadístico de los resultados se ha realizado mediante una serie de programas de elaboración
propia basados en el mismo entorno Matlab®.

RESULTADOS

A partir de los ensayos realizados sobre los 8 sujetos


con 6 capturas por sesión y movimiento,
considerando para cada uno de ellos de manera
diferenciada las maniobras sobre pierna derecha e
izquierda, y una vez descartados los ensayos en los
que perdidas de marcadores por alguna cámara
impidieron la reconstrucción de su trayectoria
espacial en el ciclo de ensayo, se incluyeron en el
estudio el siguiente número de ciclos válidos: 88
ciclos de marcha, 57 ciclos de quiebro, 55 ciclos de
escalones y 62 ciclos de vuelta.
Fig. 2. Angulo de flexión-extensión en cadera.
En las Fig. 2 a Fig. 13 se presentan los valores —Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta
medios encontrados a partir de estos conjuntos de
datos, referidos al porcentaje de ciclo y normalizados tal y como se indicó en la sección “Materiales y Métodos”.
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Fig. 3. Ángulo de flexión-extensión en rodilla. Fig. 4. Ángulo de flexión-extensión en tobillo.


—Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta —Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta

Fig. 5. Ángulo de aducción-abducción en cadera. Fig. 6. Ángulo de aducción-abducción en rodilla.


—Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta —Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta

Fig. 7. Ángulo de aducción-abducción en tobillo. Fig. 8. Ángulo de rotación interna-externa en cadera.


—Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta —Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta
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Fig. 9. Ángulo de rotación interna-externa en rodilla. Fig. 10. Ángulo de rotación interna-externa en tobillo.
—Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta —Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta

Fig. 11. Momento de flexión-extensión en rodilla. Fig. 12. Momento de aducción-abducción en rodilla.
—Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta —Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta

Fig. 13. Momento de rotación interna-externa en rodilla.


—Marcha; —Quiebro; —Escalón; —Vuelta

Se presentan en primer lugar los resultados cinemáticos, correspondientes a la posición espacial relativa entre
eslabones, definida por los ángulos de Euler de la tibia respecto al fémur (ángulos en rodilla), pie respecto a tibia
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(ángulos en tobillo) y fémur respecto a pelvis (ángulos en cadera) , calculados siempre en la secuencia flexión-
extensión (Fig 2-4); adución-abducción (Fig 5-7) y rotación externa-interna (Fig. 8-10)
En cuanto al estudio cinético, se muestra la evolución a lo largo del ciclo en los 4 movimientos de los momentos
globales a nivel de la articulación de la rodilla en los tres planos anatómicos (Fig. 11-13), la articulación objeto
de interes en este estudio orientado a evaluaciones del comportamiento del LCA.

DISCUSIÓN

El objetivo de este trabajo ha sido presentar una descripción de los patrones de movimiento de las articulaciones
de las extremidades inferiores en movimientos en los que el LCA se vea especialmente solicitado. Los resultados
del estudio han revelado diferencias interesantes frente a los encontrados para la marcha.
En las curvas medias correspondientes al ángulo de flexión en las articulaciones de la cadera, rodilla y tobillo,
Figs. (2-4), se observan en todos los movimientos patrones similares a los conocidos para la marcha [4],
apareciendo la diferencia más destacada se observan en el movimiento de bajada de escalones. En la gráfica
correspondiente a la flexión del tobillo se observa una extensión inicial de dicha articulación debida a que el
apoyo inicial se produce con la parte anterior del pie, en lugar de ocurrir en el talón como sucede en la marcha y
en los otros dos movimientos estudiados. Al producirse el apoyo total del pie y la deceleración completa de la
componente vertical de la inercia se produce un cambio, observándose una flexión más pronunciada que la
correspondiente al resto de movimientos. El valor máximo de dicha flexión se produce en torno al 15% del ciclo,
coincidiendo con el máximo de la primera flexión en rodilla y debidos ambos máximos a la mayor solicitación
dinámica provocada por la bajada de los escalones. Para el movimiento de vuelta se observa sin embargo una
flexión menor que para el resto de los movimientos en torno al 60-80% del movimiento, especialmente en cadera
y rodilla. Esta zona se corresponde con el final de la pisada e inicio de la fase de oscilación de la pierna,
momento donde el cambio de dirección incide especialmente.
En las gráficas de ángulos de aducción-abducción Figs. (5-7), se observan en la cadera diferencias significativas
entre el movimiento de marcha y el resto de movimientos en los que se provoca el giro, desde el inicio hasta el
80% del movimiento, siendo similares los resultados para la fase final de oscilación. Respecto a las
articulaciones de rodilla y tobillo, las diferencias entre movimientos se tienen en torno al 50-70%, observándose
similitud entre los resultados correspondientes a quiebro y escalones, como era esperable pues suponen
solicitaciones cinemáticas similares. Esas gráficas difieren principalmente en la zona inicial del movimiento, que
corresponde con la mayor solicitación dinámica debida a la deceleración tras la bajada de los escalones. Se
observa en dicha zona (50-70%), una tendencia en los valores debida a la solicitación rotacional que se hace más
patente en cuanto a los valores del ángulo de aducción-abducción del tobillo. Específicamente, en la Fig. (7), se
observa un valor para el 50% del movimiento de 10º para el movimiento de vuelta, 6º y 4º para los movimientos
de escalones y quiebro respectivamente, y sólo 1º para la marcha.
Respecto a las gráficas correspondientes a la rotación Figs. (8-10), los resultados más interesantes se observan
para la rodilla (articulación que los movimientos programados pretendían solicitar en rotación lateral e interna-
externa) en la zona comprendida entre el 40% y el 70% del movimiento, que corresponde con la fase final del
apoyo y el inicio de la oscilación. Es en esta zona final donde la rotación provocada por la realización del
movimiento solicita en mayor medida al LCA y donde quedan reflejadas las diferencias en los valores obtenidos
para cada movimiento. En la gráfica correspondiente a la rodilla, Fig. (9), se observa en esta zona una rotación
mayor para el movimiento de vuelta. En torno al 60% del ciclo la diferencia entre la rotación correspondiente a
la vuelta y la correspondiente a quiebro y escalones es de unos 10º, siendo de unos 18º respecto al movimiento
de marcha. Las gráficas correspondientes a quiebro y escalones son similares en la zona mencionada,
encontrándose las diferencias entre dichos movimientos en la zona inicial de la pisada, debidas a la mayor carga
dinámica por la bajada de escalones. En la articulación del tobillo, Fig. (10), se observa igualmente una
tendencia en las gráficas similar a la comentada para la rodilla, produciéndose un cambio en la forma de las
gráficas a medida que el movimiento solicita rotacionalmente más a las articulaciones. En esta gráfica las
diferencias son igualmente significativas en la zona del 50% de los movimientos.
En cuanto a la cinética de los movimientos, en las gráficas correspondientes a los momentos en la rodilla, Figs.
(11-13), se observa una diferencia considerable en la zona inicial de la pisada en torno al 15%, entre el
movimiento de escalones y el resto de movimientos. En el caso de los momentos de aducción-abducción, Fig.
(12) y rotación, Fig (13), los valores para el movimiento escalones toman valores en torno al doble que los
correspondientes a los otros movimientos, observándose una tendencia al aumento con el giro respecto al
movimiento de marcha. Esta tendencia se muestra igualmente en la zona final de la pisada comprendida entre el
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40% y el 60%. Se puede observar como el momento de flexión en la rodilla, Fig. (11) para la marcha presenta
valores positivos mientras en el resto de las gráficas en dicha zona se produce un momento de extensión. Esto es
interesante dado que se produce en la zona final de la pisada, que es la zona de los movimientos en que se
produce la mayor solicitación rotacional en la rodilla.

CONCLUSIONES

La técnica de videogrametría es actualmente la tecnología más ampliamente utilizada para el estudio del
movimiento humano, especialmente los sistemas basados en marcadores pasivos. Si bien es necesario reconocer
que introduce errores importantes a la hora de evaluar la cinemática de los elementos óseos, fundamentalmente
debidos al desplazamiento relativo entre la piel que soporta los marcadores y el esqueleto. Es un error difícil de
eliminar, puesto que su contenido en frecuencia es similar al del movimiento que se quiere analizar. Para
solucionar el problema se ha propuesto utilizar marcadores unidos a agujas intracorticales insertados en tibia y
fémur [5]. Sin embargo la aplicabilidad del método está muy limitada, por ser las agujas intracorticales
elementos muy invasivos que causan incomodidad y dolor en el paciente, lo que no sólo limita el número de
posibles voluntarios sino que además puede alterar su comportamiento durante la filmación. La alternativa es la
aplicación de métodos computacionales que minimicen el error cometido, basados en la utilización de vectores
de marcadores (clusters) sobre los eslabones de interés [6].
Si bien existe una amplia bibliografía científica referida al estudio del comportamiento cinemático y cinético de
las extremidades inferiores en la marcha humana, no es así para otros movimientos también habituales en la
actividad diaria y/o deportiva. Es más, los estudios existentes se centran en actividades que solicitan
específicamente las articulaciones en el plano sagital ya sea cinemática o cinéticamente, actividades como
carrera, ascenso o descenso de escaleras o acuclillamiento [7-10]. Pero muy pocos estudios se han ocupado de
movimientos que solicitan la articulación de la rodilla en los planos secundarios, y aun así estos se centran en el
estudio del comportamiento de las articulaciones en el plano sagital. [11,12].
Los resultados del presente estudio indican que al comparar las gráficas representativas de la cinemática y
cinética articulares para movimientos exigentes en rotación y carga de la rodilla, se muestran variaciones
significativas en algunas variables. La variable más indicativa es el ángulo de rotación interna-externa de la
rodilla, en la que se aprecia respecto a la marcha una diferencia que aumenta con la solicitación en giro. Se
producen también variaciones significativas relacionadas con el giro en los movimientos, en las gráficas de
ángulos de aducción-abducción en rodilla y tobillo, y rotación interna-externa en la cadera y el tobillo. Sin
embargo, las diferencias son menos significativas entre los movimientos de quiebro y escalones en la zona final
de la pisada, mostrándose que la carga dinámica debida a la deceleración en la bajada de escalones se hace
patente en los momentos iniciales de la pisada.
Respecto a las gráficas de momentos en la rodilla, se tiene un cambio importante respecto a los valores de
marcha debido al giro que se incluye en los movimientos programados, en la gráfica correspondiente al momento
de flexión, que queda especialmente patente en la zona final de la pisada. Igualmente se muestran diferencias en
los momentos de aducción-abducción y rotación interna-externa, no siendo tan significativas las diferencias entre
las gráficas correspondientes a quiebro, escalones y vuelta. En la zona inicial de la pisada las diferencias se
producen principalmente entre el movimiento de escalones y el resto de movimientos, debido a las fuerzas de
inercia en la bajada, reflejando la mayor carga correspondiente a la reacción perpendicular al suelo.
Como conclusión se tiene que en la zona final de la pisada la influencia principal es debida al giro en los
movimientos, siendo el movimiento de vuelta el más exigente rotacionalmente y por tanto al que corresponden
los valores máximos en las gráficas, mientras que la zona inicial de la pisada los máximos se producen para el
movimiento de escalones debido a la mayor carga dinámica. En cualquier caso las diferencias entre los
movimientos de quiebro, escalones y vuelta respecto a la marcha son notorias, existiendo diferentes parámetros
cuya variación en los valores puede ser un indicativo del estado de integridad de los ligamentos cruzados de la
rodilla.

REFERENCIAS

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Análisis cinemático y cinético de la articulación de la rodilla en maniobras de alta demanda: bajada… 9

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