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The recent economic changes in metropolitan regions have given rise to significant shifts in the locational strategies
of firms, the spatial organisation of different activities, functions and jobs, with direct consequences for urban
form. A diagnosis of the new economic geography of world cities and metropolitan regions is a key factor in shaping
new economic promotion policies and urban planning. This paper offers a critical review of diverse concepts and
theories relating to the recent territorial evolution of metropolitan economies, it analyses the recent trends in spatial
organisation of activities, and it emphasises the strategic value of local responses in the construction of competitive
and innovative cities.
Key words: metropolitan economy, urban form, location of activities, territorial models of
innovation.
Resumen
Las transformaciones económicas recientes ocurridas en las regiones metropolitanas suponen importantes
cambios en las pautas de localización de las empresas, el dinamismo y la organización espacial de las diferentes
actividades, empleos y funciones, con evidentes efectos sobre la forma urbana. Un diagnóstico sobre la nueva
geografía económica de las ciudades mundiales y sus regiones metropolitanas es un factor clave para orientar
las nuevas políticas de promoción económica y planeamiento urbanístico. El artículo propone una revisión
crítica de diferentes conceptos y teorías sobre la actual relación entre economías y territorios metropolitanos,
analiza las tendencias recientes en la organización espacial de las actividades y destaca la importancia de las
respuestas locales en la construcción de ciudades competitivas e innovadoras.
Revista eure (Vol. XXXIII, Nº 100), pp. 51-67. Santiago de Chile, diciembre de 2007
[51]
Ricardo Méndez
L
bana (ciudad postfordista, informacional, digital,
as grandes aglomeraciones urbanas
telépolis, ciberciudad, softcity…), el reforzamiento
constituyen un observatorio privilegiado
de los contrastes internos (ciudad collage, ciudad
para describir, analizar e interpretar buena
fractal, ciudad dual…), o suponen la integración
parte de las transformaciones asociadas a la nueva
de algunas en el marco de la llamada sociedad del
fase de desarrollo capitalista. La evolución reciente,
conocimiento (ciudad inteligente, creativa…).
tanto de su estructura y morfología internas
Están también aquellos términos que aluden a
como de sus límites externos y sus relaciones
un cambio de escala (megaciudad, hiperciudad,
con el entorno, afectan el funcionamiento de sus
ciudad región…), o a su expansión más allá de
empresas, el volumen y calidad del empleo, así
unos límites bien definidos (ciudad dispersa,
como la vida de sus ciudadanos, exigiendo nuevas
difusa, metrópolis policéntrica, metápolis, post-
formas de pensar y actuar sobre ellas.
suburbia…). Síntesis de esos cambios y reflejo,
En el plano de la actividad económica, se mo- a la vez, de esa inflación nominalista tan afín a
difican las estrategias competitivas de las empresas determinadas visiones posmodernas, puede ser la
para adaptarse al nuevo contexto tecnológico, postmetrópolis de Soja (2000), que es definida por
a modelos de organización más flexibles y seg- este autor como flexcity, cosmopolis, exópolis, polarcity,
mentados, así como a unos mercados en donde carceral city y simcity al mismo tiempo. Algunos
su creciente apertura y ampliación genera nuevas valiosos intentos recientes de poner orden en esta
oportunidades, pero también hace surgir nuevos confusa maraña de denominaciones (Gaja, 2004;
competidores y demandas de innovación que no García Palomares, 2007) encuentran así serias
todos están en condiciones de afrontar. Se trans- dificultades para lograrlo.
forman, en paralelo, unos mercados de trabajo en
los que las mayores exigencias de formación y la Si bien es cierto que esto puede entenderse
aparición de nuevos yacimientos de empleo van, a como manifestación del periodo de cambio intenso
menudo, de la mano con la difusión de formas de vivido en las últimas décadas, en bastantes ocasio-
trabajo precarias e inestables. Se diversifican, por nes se trata de términos sugerentes, pero no tanto
último, las trayectorias espaciales de las diferentes de conceptos demasiado precisos en la descripción
actividades, funciones, empresas y empleos, lo que de sus características o en las claves interpretativas
refuerza la especialización y jerarquización de los de los procesos que subyacen a su construcción, al
territorios. no responder a una interpretación teórica sobre las
transformaciones urbanas estructurales del periodo
Transformaciones que se asocian de forma actual, más allá de algunas de sus manifestaciones
directa a nuevas formas urbanas, que han dado concretas. Como señala Ramírez (2006, p. 63),
origen a una amplia proliferación de neologismos y “subsiste una falta de claridad en los conceptos
metáforas en los últimos años, que se superponen que usamos para definir el proceso urbano y, en
a los de metrópolis, conurbación o megalópolis, ocasiones, los usamos automáticamente sin llegar
de más larga tradición, y ponen de manifiesto realmente a contextualizarlo y caracterizarlo”. De
las dificultades del lenguaje para proporcionar este modo, es frecuente la utilización de diversas
instrumentos capaces de describir adecuadamente denominaciones para aludir al mismo tipo de
la nueva urbe (Amendola, 2000, p. 35). En unos fenómeno, mientras en otras ocasiones un mis-
casos, hacen referencia a su contenido funcional y mo término se utiliza con significados diversos
al protagonismo de algunas ciudades en la era del según autores. También hay un evidente sesgo en
capitalismo global (ciudad postindustrial, global, la consideración de las ciudades estadounidenses
mundial…), mientras en otros destacan la relación –con Los Ángeles como paradigma- o de algunos
ejemplos estudiados en regiones desarrolladas del
*
mundo como modelo universal, que a menudo
Profesor de investigación, Instituto de Economía y Geo-
grafía CSIC, Madrid, España. E-mail: rmendez@ieg. se pretende trasladar a territorios muy distintos,
csic.es. Enviado el 27 de marzo de 2007, aprobado el 13 lo que conlleva evidentes excesos. Finalmente,
de junio de 2007. parece existir cierta dicotomía entre la bibliogra-
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El territorio de las nuevas economías metropolitanas
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El territorio de las nuevas economías metropolitanas
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Figura 1. Actividades y funciones dinámicas en las economías servindustriales metropolitanas: efectos sobre el
empleo
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El territorio de las nuevas economías metropolitanas
imperante en otras regiones se caracterizó tra- con diferentes definiciones y criterios para su
dicionalmente por la existencia de un acusado delimitación, supone y exige un cambio de escala,
gradiente densimétrico con máximos valores en al tratarse de un nuevo tipo de entidad, de carácter
las áreas centrales, tanto en términos de población esencialmente funcional, que integra múltiples
como de actividad económica y empleo, junto a ciudades y una extensa área de influencia, de baja
la identificación de unos límites externos bastante densidad y alta movilidad resultante del urban
netos frente al entorno rural, se desdibuja hoy sprawl (Goldberg, 1999; Gregory, 2002).
con rapidez. Si hace ya más de medio siglo la
aparición del fenómeno metropolitano certificó Si en una primera fase este proceso se vio fa-
el desbordamiento suburbano de las grandes ciu- vorecido por la desconcentración de la industria
dades, las transformaciones actuales suponen un y de la logística, el movimiento ha afectado luego
nuevo salto -cuantitativo y cualitativo- que afecta con similar intensidad a un amplio abanico de
de nuevo su fisonomía externa y organización actividades. Como señala Ferrão (2004, p. 518),
interna, incluyendo la reorganización del mapa “esta nueva realidad ha alterado la coincidencia
empresarial y en la distribución de los diversos históricamente existente entre presencia y perte-
tipos de ocupaciones. nencia”, pues la vida cotidiana se organiza dentro
del tejido metropolitano en torno a múltiples
Factor esencial de esa evolución es la transfor- polos, a menudo alejados, lo que exige una cre-
mación de las relaciones espacio-tiempo, genera- ciente movilidad, con los costes económicos y
dora de una ampliación del campo de externalidad ambientales consiguientes. Esto plantea especiales
metropolitano (Dematteis, 1998), asociado al dificultades para lograr una gestión integrada a
aumento de velocidad en los transportes y la ins- partir de la multiplicidad de gobiernos locales y
tantaneidad en las telecomunicaciones. Tres son agentes privados que en ellas operan, constituyen-
los rasgos de esta nueva geografía económica que do uno de los retos más importantes en nuestras
con más frecuencia se repiten en la bibliografía sociedades para avanzar hacia una más adecuada
internacional: la expansión del fenómeno metro- ordenación del territorio.
politano hasta alcanzar, en ocasiones, una dimen-
sión regional; un cambio en su estructura interna Por su parte, el concepto de metrópolis poli-
que sustituye de forma progresiva los esquemas céntrica o multipolar intentó describir un proceso
monocéntricos caracterizados por un acusado habitual que modifica la estructura interna de estos
gradiente centro-periferia, por otros de carácter territorios, consistente en la aparición de concen-
multipolar; y una ruptura en la continuidad como traciones secundarias de empresas y empleos en
elemento definidor del espacio metropolitano, subcentros localizados, sobre todo, a lo largo de las
al considerar la existencia de áreas dispersas y a principales vías de circulación y en los nodos inter-
gran distancia del núcleo metropolitano, pero modales de transporte –con accesibilidad incluso
fuertemente interconectadas con él. El resultado mayor que las áreas centrales-, llegando en ciertos
de todo ello es un creciente protagonismo de las casos a la construcción de lo que Garreau (1992)
periferias metropolitanas como espacios de especial bautizó como ciudades de borde o edge cities. Frente
dinamismo y complejidad, sometidos también a al anterior proceso de suburbanización residencial,
fuertes tensiones derivadas de la competencia entre la novedad estriba ahora en la formación de áreas
usos y la multiplicidad de actores e intereses que que integran las viviendas con áreas de actividad
en ellos se confrontan. y empleo, lo que reduce su dependencia respecto
a los espacios centrales de la aglomeración.
En primer lugar, los límites urbanos se extien-
den en un movimiento que alcanza en ocasiones Según afirma Borsdorf, que identifica este
una dimensión regional, ante el que la pervivencia fenómeno con lo que Kling, Olin y Poster (1991)
de unos límites administrativos estables se convier- o Teaford (1997) denominaron post-suburbia, “las
te en un elemento disfuncional. El concepto de nuevas estructuras no son zonas complementarias
región metropolitana, que en el ámbito interna- a la ciudad, como ocurre con las áreas suburbanas.
cional (UN-Habitat, OCDE, ESPON…) cuenta Se distinguen de éstas por su provisión de lugares
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de abastecimiento, de trabajo, de recreación, de- la eliminación del espacio por el tiempo como
portivos…A la postsuburbia se trasladaron no sólo resultado del exponencial desarrollo de las tecno-
funciones centrales, como servicios de alto nivel, logías de información y comunicación (TIC), y
oficinas, parques comerciales o centros comerciales que difuminan la realidad metropolitana en un
de tipo mall, entre otras (…) El resultado es una territorio-red compuesto de flujos materiales e
unidad espacial caracterizada por la heterogenei- inmateriales, en el que las conexiones alcanzan
dad, la fragmentación de estructuras y funciones, y en ocasiones una escala mundial, también aquí la
por un patrón espacial más parecido a un patchwork supuesta desterritorialización del fenómeno me-
que a un modelo claramente ordenado” (Borsdorf, tropolitano resulta un argumento recurrente. Lo es
2005, p. 22). Se trata, pues, de una nueva cate- igualmente el cambio tecnológico como principal
goría espacial, poco o nada dependiente ya del factor de impulso, que permite –supuestamente- a
centro metropolitano, al que vuelve a asociarse, los individuos y las organizaciones liberarse de las
de nuevo, ese viejo deseo de integrar la residencia, necesidades de copresencia y simultaneidad para
el trabajo, el consumo y el ocio, reduciendo así la la comunicación y el intercambio.
movilidad diaria, sin considerar suficientemente la
dificultad de hacer compatibles dos lógicas –las de El conjunto de consideraciones anteriores
producción de espacio residencial y de localización justifican el creciente interés por analizar lo ocu-
empresarial- que responden a criterios diferentes, rrido en las periferias metropolitanas, espacios
ejecutadas por actores con intereses específicos, a cada vez más alejados de la ciudad central, donde
veces contradictorios. la velocidad absoluta y la intensidad relativa de
los cambios ha sido generalmente mayor, hasta el
La ruptura de la continuidad espacial como punto de provocar una verdadera metamorfosis
rasgo asociado a las metrópolis difusas, o a lo económico-funcional, social y morfológica, en
que Ascher calificó como metápolis, resulta un breves periodos de tiempo. Como señala Aguilar
tercer componente habitual en muchas de las (2006, p. 5), en muchas de ellas “las transforma-
interpretaciones sobre las tendencias en curso que, ciones que han tenido lugar han sido realmente
hasta cierto punto, convierte en obsoleto el clásico dramáticas: grandes obras de infraestructura como
debate sobre los límites metropolitanos. Según esa es el caso de los aeropuertos; redes de carreteras;
perspectiva, de corte marcadamente funcionalista, masivas urbanizaciones formales e informales;
es la conexión y no la contigüidad lo que permite pérdida de grandes extensiones de suelo agrícola
aproximarse a unos límites metropolitanos que y otros recursos naturales, o surgimiento de com-
dejan de ser espaciales y pasan ahora a ser tempo- plejos industriales y centros corporativos”.
rales pues, como afirma Dupuy (1998, p. 125), “el
espacio pertinente ya no es el espacio continuo de Pero si el dinamismo resulta, tal vez, su atribu-
los modelos geográficos clásicos, sino una tipología to más visible, las periferias son también territorios
compleja de espacios discontinuos, desarticulados, de transición y diversidad, en donde el impulso de
de conexiones que generan combinaciones espa- la urbanización se superpone a unas sociedades,
cio-temporales inéditas”. La metápolis desborda economías, culturas y paisajes rurales con desigual
los anteriores conceptos de metrópolis o, incluso, capacidad de resistencia. Y son, por último, te-
de megalópolis, al tratarse de un “conjunto de rritorios de oportunidad para la revitalización de
espacios en los que todos o parte de sus habitantes, las economías metropolitanas, al tiempo que de
sus actividades económicas y sus territorios están conflictos potenciales asociados a la competencia
integrados en el funcionamiento cotidiano”, lo que por los recursos (suelo, agua…) y a la multiplicidad
implica “una sola cuenca de empleo, de hábitat y de de agentes, endógenos y exógenos, que operan
actividad”, si bien “los espacios que la constituyen en ellos. Pueden, por tanto, ubicarse entre los
son profundamente heterogéneos y no necesaria- territorios inestables, “que plantean una dificultad
mente contiguos” (Ascher, 1995, p. 34). cada vez mayor para entenderlos, aprehenderlos,
construirlos intelectualmente y actuar sobre ellos
Aun sin llegar a propuestas radicales al estilo a través de la planificación y el ordenamiento
de la telépolis (Echevarría, 1994), que suponen territorial” (Cicolella, 2006, p. 308).
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El territorio de las nuevas economías metropolitanas
Parece indudable que buena parte de estas y ejes, si bien a las conocidas geometrías
tendencias resultan visibles en multitud de regio- de tipo axial les sustituyen otras más com-
nes metropolitanas y la bibliografía internacional plejas, de carácter reticular, acordes con la
parece confirmar muchos de esos extremos. Pero propia mejora y densificación de las redes
una mirada más atenta a algunas diferencias de transporte (radiales, orbitales…). En
también detectables entre unas y otras permite ese sentido, las dinámicas de proximidad
llevar a cabo una revisión crítica de algunas de parecen lejos de haber perdido su vigencia,
esas afirmaciones, que pretende apuntar líneas de tanto en términos de la elevada accesibilidad
debate en futuras investigaciones: que caracteriza a los nuevos subcentros de
actividad, como en la formación de clusters
• Las mejoras en las comunicaciones amplían empresariales localizados en determinados
de forma notable, sin duda, las posibilidades sectores del territorio metropolitano, que a
de elección para la ubicación de las firmas, la proximidad física unen la cultural y orga-
pero ese potencial no basta por sí solo para nizativa para generar ventajas competitivas
transformar la realidad si no se traduce en dinámicas mediante la reducción de los
actuaciones concretas de unos actores que costes de transacción y mayores facilidades
lo aprovecharán o no en función de sus al intercambio de conocimientos tácitos,
intereses o su capacidad para rentabilizar esenciales para los procesos de innovación
esas ventajas comparativas. Hace ahora un (Dupuy y Burmeister, 2003).
siglo, la revolución tecnológica del momento
(teléfono, automóvil, tranvía, radio…) tam- • Parece existir, en ocasiones, cierta confusión
bién permitió suponer que se abrían nuevas entre los enfoques funcionales y los morfoló-
posibilidades para superar las congestionadas gicos, lo que conduce a perspectivas del fenó-
ciudades industriales y favorecer formas ur- meno metropolitano que se plantean como
banas más dispersas y sostenibles, pero hoy contrapuestas cuando, en realidad, resultan
sabemos que las décadas siguientes registraron complementarias. Es lo que ocurre cuando se
procesos de concentración nunca conocidos pretende negar la posibilidad de dibujar sus
hasta entonces. Por ese motivo, las actuales contornos mediante alusiones a la existencia
posibilidades desconcentradoras no deben de territorios lejanos que mantienen vínculos
entenderse como automáticas, sino que funcionales diarios con la metrópoli, lo que en
exigen una reflexión en cada caso sobre los el plano de la información, las mercancías o
actores urbanos (promotores inmobiliarios y el capital puede alcanzar un ámbito mundial.
propietarios del suelo, empresas industriales, Las aglomeraciones metropolitanas siempre
logísticas y de servicios, gobiernos estatales, han mantenido una estrecha vinculación con
regionales y locales…) que, a partir de objeti- territorios alejados, reflejo de su funcionalidad
vos definidos, aplican unas u otras estrategias, como centros de dirección, gestión, innovación
lo que se traduce luego en la aprobación de y control de la economía-mundo capitalista,
determinados documentos de planeamiento, por lo que la situación actual supone una nueva
junto a fuertes inversiones en la construcción fase en ese proceso; pero eso no invalida la
de infraestructuras, la promoción de suelo, evidencia de que la mancha urbana –que no la
viviendas, parques industriales, comerciales, cultura o la economía urbanas- no se extiende
empresariales, etc., que pueden propiciar de forma aleatoria o generalizada, sino que
tendencias espaciales heterogéneas. pueden establecerse unos límites –siempre
convencionales y nunca bruscos- con relación
• Los procesos en curso no parecen provocar a su entorno, lo que sigue haciendo útiles los
esa dispersión aleatoria y caótica de las intentos en esa dirección para orientar una más
empresas o la población que Dear y Flusty adecuada ordenación del territorio.
(1998) asociaron al urbanismo posmoder-
no, sino más bien una aceleración de las • La creciente heterogeneidad interna que
anteriores tendencias difusoras por coronas caracteriza a la economía y la sociedad
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Ricardo Méndez
metropolitanas se acompaña por una mul- Tendencias generales vs. respuestas locales:
tiplicación e intensificación de los contrastes ciudad, innovación y desarrollo
entre las diferentes áreas que forman parte
Más allá de esta interpretación general sobre
de la aglomeración, lo que hace cada vez
las trayectorias recientes de las economías y los
más necesario combinar diversas escalas
territorios metropolitanos, cualquier observador
de análisis para lograr una descripción e
atento puede constatar comportamientos más o
interpretación adecuadas sobre el sentido
menos dinámicos e innovadores muy distintos
e intensidad de esas desigualdades. Dentro
según aglomeraciones y, en el interior de cada
de los mismos espacios metropolitanos
una de ellas, entre las diferentes ciudades que las
coexisten empresas, actividades, grupos
constituyen. Sin ignorar los condicionamientos
sociolaborales y territorios a los que puede
impuestos por los procesos estructurales domi-
calificarse como ganadores o perdedores,
nantes en la actual fase de desarrollo capitalista,
según su diversa capacidad de adaptación
en los últimos años se ha prestado creciente
a las transformaciones estructurales del
atención a aquellos otros factores específicos que
momento, lo que favorece la inserción y el
permiten a algunas ciudades aprovechar mejor
dinamismo de unos frente a la exclusión y el
sus recursos y oportunidades, frente a la escasa
declive de otros. Por esa razón, tal como pro-
capacidad mostrada por el resto. Incorporar este
puso Veltz hace casi una década, “el territorio
tipo de argumentación al análisis de la actividad
es cada vez menos susceptible de ser descrito
económica y los territorios metropolitanos supone
en términos de macrodiferencias, como las
hacer compatibles dos tipos de argumentación
que oponen globalmente una región a otra...
que aquí se entienden como complementarias, tal
En cambio, las microdesigualdades son con
como refleja el diagrama de la figura 2.
frecuencia muy fuertes... El territorio social
y económico se vuelve a la vez más homo- Desde la clásica perspectiva de la economía
géneo a gran escala y más fragmentado a urbana (Camagni, 2005), los argumentos expli-
pequeña escala.” (Veltz, 1999, p. 55). cativos de las ventajas competitivas de las grandes
ciudades y las aglomeraciones urbanas concedieron
• Más allá de su posición con respecto a la ciu-
siempre especial importancia al efecto derivado de
dad central o su accesibilidad relativa, algunas
la dimensión que, además de generar economías
ciudades metropolitanas manifiestan un
de escala derivadas de la indivisibilidad de algu-
especial dinamismo y una mayor capacidad
nos procesos, sería la causa fundamental de la
para combinar ese deseo tantas veces repetido
aparición de externalidades positivas. Según esta
de construir espacios competitivos y, a la vez,
interpretación, las mayores regiones metropolita-
habitables, lo que también incluye la consoli-
nas del mundo desarrollado serán las que, con su
dación de entornos empresariales dinámicos e
acumulación de capital físico, humano, financiero
innovadores. La abundante bibliografía de la
y de conocimiento, generan el mayor volumen de
última década sobre modelos territoriales de
economías de localización y urbanización, lo que
innovación (Moulaert y Sekia, 2003) puede
supone un atractivo para todo tipo de actividades,
aportar claves para acercarse a la comprensión
en especial las de mayor contenido tecnológico y
de esas dinámicas urbanas que no se limitan
las empresas más innovadoras, lo que justifica la
a los ámbitos metropolitanos, sino que in-
persistencia de fuertes tendencias polarizadoras
cluyen en ocasiones a determinadas ciudades
en este tipo de funciones estratégicas. A partir de
intermedias (Méndez, Michelini y Romeiro,
la metrópoli central, algunas de esas actividades
2006).
podrán luego difundirse de forma progresiva y li-
La posibilidad de integrar así los estudios mitada hacia ciertas ciudades del entorno próximo
urbanos con perspectivas más próximas a las y, en su caso, otras de rango intermedio dentro del
relacionadas con el desarrollo local justifica que sistema urbano. Eso convierte a las aglomeraciones
dediquemos a este aspecto el último apartado del metropolitanas en potenciales ambientes innova-
artículo.
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dores, pese a que la activación de ese potencial considerarse como su capital territorial. Frente a su
resulta claramente distinta según los casos. concepción como simple acumulación de factores
productivos o yacimiento de externalidades, la
No obstante, tanto los estudios sobre la ciudad se entiende así como construcción social
diversa empresarialidad de los territorios como, específica en donde, a partir de unas dotaciones
sobre todo, toda la literatura que en la década iniciales variables, algunas sociedades son capaces
pasada se vinculó a la idea de los milieux o
de generar un escenario favorable a la innovación
entornos innovadores (Maillat y Kébir, 1998;
mediante la utilización de recursos específicos que
Crevoisier y Camagni, 2000) y en la actual a
hacen posible la creación de unas condiciones sólo
las denominadas ciudades inteligentes y ciuda-
entendibles en relación con ese ámbito. Entre los
des creativas (Cooke y Morgan, 1998; Scott,
principales recursos específicos, que deben conver-
2006), las razones del dinamismo y la capacidad
tirse en activos movilizados por la sociedad local,
innovadora –tanto económica como social-
se encuentran el capital físico o infraestructural
tienen, ante todo, una raíz endógena, en la que
(desde comunicaciones a servicios avanzados,
factores económicos y socioinstitucionales se
centros educativos de calidad, instituciones de
complementan.
producción o transferencia de conocimiento…), el
En esa interpretación, un primer factor a consi- capital humano (población con cierto nivel forma-
derar son los recursos locales puestos a disposición tivo, saber hacer local, iniciativa empresarial…),
de las empresas. Parecen de especial importancia el capital productivo (estructura empresarial
aquellos que resultan específicos del ámbito que heredada, cultura empresarial…), el financiero o
los ha producido, constituyendo lo que puede el patrimonial.
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El territorio de las nuevas economías metropolitanas
Figura 3. Influencia de las instituciones y el capital social sobre los procesos de innovación urbana.
medio plazo, lo que exige la creación de un clima riales, en bastantes ocasiones las relaciones que se
de confianza, generalmente difícil de alcanzar. Por observan tienen un carácter circunstancial y una
el contrario, la falta de redes locales de cooperación escasa formalización pero, incluso en esos casos,
puede entenderse como un obstáculo en el camino la presencia de lo que Granovetter (1985) calificó
de la innovación y algo similar puede afirmarse de como la fuerza de los vínculos débiles permite la
la escasa implicación de los poderes locales en la aparición de formas de solidaridad conmutativa
generación de proyectos comunes. que relaciona a individuos y organizaciones per-
Particular atención se concede en los últimos tenecientes, a su vez, a múltiples redes, haciendo
años a la capacidad de concertación entre los posible su participación conjunta en proyectos que
diferentes niveles de gobierno con incidencia se juzgan de interés colectivo. Según Ascher, esta
en la ciudad y de éstos con los actores privados, gobernanza urbana define un modo de regulación
orientada a promover una nueva gobernanza en que califica de societario, “en la medida en que
la que el poder “no está asignado ni adquirido de actores con lógicas diferentes e intereses posible-
forma definitiva, sino, sobre todo, es ejercido y ne- mente divergentes o incluso contrapuestos sobre
gociado a través de relaciones en las que se expresa una serie de puntos, intentan o se ven obligados
un reparto de responsabilidades” (Barthe, 1998, a una gestión conjunta, a negociar compromisos
p. 6). Al igual que ocurre con las redes empresa- duraderos y crear instituciones colectivas”, al
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formas metropolitanas asociadas a los procesos de en Ciudad de México. EURE, 28, 85, 121-
índole económica, tecnológica o sociocultural. La 150.
proliferación de neologismos que reiteran –bajo ___________ (Coord.) (2006). Las grandes aglo-
muy diversas denominaciones- la generalización meraciones y su periferia regional. Experiencias en
de aglomeraciones de baja densidad, discontinuas y Latinoamérica y España. México: Miguel Ángel
aparentemente informes, resulta una descripción, a Porrúa-UNAM.
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que debe someterse a revisión, cuando se constata drid: Celeste Ediciones.
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