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Funciones ejecutivas en el autismo y el trastorno de Asperger:

flexibilidad, fluidez, y la inhibición.

Natalia Kleinhans
Conjunto Programa de Doctorado en Psicología Clínica
San Diego State University y la Universidad de California en San Diego

Natacha Akshoomoff
Departamento de Psiquiatría
Universidad de California en San Diego
Niño y del Adolescente Centro de Servicios de Investigación
Children's Hospital, San Diego

Dean C. Delis
Facultad de Medicina
Universidad de California en San Diego

La prueba de interferencia de color-Word, Trail Making Test, prueba de fluidez


verbal, y Diseño Prueba de la fluidez de la Delis-Kaplan Función Ejecutiva del
Sistema (Delis, Kaplan, y Kramer, 2001) fueron administrados a 12 adultos de alto
funcionamiento y adolescentes con trastorno autista o un trastorno de Asperger.
Cada ensayo incluyó un estado de conexión, además de con el valor basal y / u
otras condiciones la función ejecutiva. Los participantes realizaron
significativamente inferior a la media en una medida compuesta de ejecutivos
funcionamiento ajustado de la capacidad cognitiva de base. Complejo tareas
verbales que se requiere el cambio cognitivo y puesta en marcha de estrategias
eficaces de recuperación léxica producido déficits themost coherente, mientras
que la inhibición cognitiva estaba intacto. Se discuten las implicaciones de estos
hallazgos para la comprensión de los sustratos neurocognitivos de los trastornos
del espectro autista.

Desordenes como el trastorno del Espectro Autista (TEA), el trastorno del autismo
y el trastorno de Asperger, se caracterizan por la comunicación atípica, el
desarrollo social restringido, repetitivos y patrones estereotipados de
comportamiento también son las principales características del desorden y se cree
que reflejan una falta de inhibición, la rigidez cognitiva, y
un impedimento general (Turner, 1997).

El comportamiento restringido y repetitivo observado en TEA son heterogéneos y


parecen diferir de acuerdo con el nivel de desarrollo y la capacidad cognitiva
(Militerni, Bravaccio, Falco, Fico, y Palermo, 2002). Por ejemplo, el aumento de los
individuos que funcionan con trastorno autista puede mostrar más insistencia en la
igualdad de los individuos con trastorno de Asperger que, alternativamente
demuestran un nivel más alto de los intereses circunscritos (Ozonoff, Sur, y Miller,
2000). Sin embargo, los más jóvenes, menores las personas que funcionan con
trastorno autista presentan más comúnmente estereotipias motoras tales como
aleteo de manos (Militerni et al., 2002). Tales comportamientos se cree que
reflejan la disfunción ejecutiva en individuos con TEA.
Se ha encontrado que las personas con trastorno autista y trastorno de Asperger
pueden verse afectadas en las pruebas neuropsicológicas de la función ejecutiva,
como; el Wisconsin Card Sorting Test (WCST; Berg, 1948), la Torre de Hanoi
(Boyrs, Spitz, y Dorans, 1982), y Camino Making Test (prueba individual de la
batería del Ejército, 1944; Bennetto, Pennington, y Rogers, 1996;. Liss et al, 2001;
Minshew, Meyer, y Goldstein, 2002; Ozonoff y Jensen, 1999; Pennington Ozonoff,;
Ozonoff y McEvoy, 1994 , y Rogers, 1991; Pascualvaca, Fantie, Papageorgiou,
Mirsky y, de 1998; Antes y Hoffmann, 1990; Rumsey, 1985; Rumsey y Hamburgo,
1988, 1990, Shu, pulmón, Tien, y Chen, 2001; Tuff, Szatmari, Finlayson, y
Bartolucci, 1990). Sin embargo, los factores relacionados con los malos resultados
en estas pruebas no son claros. Pruebas de función ejecutiva como la del grifo
normalmente múltiples habilidades de orden fundamental y cognitivas superiores,
haciéndolos medidas clínicas altamente sensibles, pero carecen de especificidad
para delinear diferentes procesos cognitivos. Por ejemplo, la parte B de la
tradicional Trail Making Test requiere compleja exploración visual, la velocidad del
motor, número de secuencia de habilidades y destrezas carta secuencia, además
de la flexibilidad cognitiva (Lezak, 1995). Como estas dificultades, con la
secuencia carta, una debilidad común en personas con problemas de aprendizaje
verbal, puede contribuir a las alteraciones en esta tarea que se han encontrado en
personas de alto funcionamiento con trastorno autista (MAH; no los individuos con
retraso mental) (Minshew et al, 2002;. Rumsey y Hamburgo, 1988).

Determinar la importancia de los malos resultados en las pruebas de función


ejecutiva se complica aún más por las deficiencias en otras funciones
neurocognitivas en individuos con TEA. Varios de los procesos cognitivos básicos
necesarios para el éxito en varios componentes pruebas de la función ejecutiva,
se ven afectados de HFA. Por ejemplo, cambiar la atención, el ajuste de la
distribución espacial de la atención, la orientación de la atención, la modulación
sensorial, visual y de filtrado han sido detectaron deficiencias en el trastorno
autista (Akshoomoff, Courchesne, y Townsend, 1997; Allen & Courchesne, 2003;
Belmonte, 2000; Bryson, Landry, y Wainwright, 1997; Casey, Gordon, Mannheim,
y Rumsey, 1993; Courchesne, Ciesielski, y Elmasian, 1990;. Courchesne et al,
1994; Harris, Courchesne, Townsend, Carper, y Lord, 1999; Pierce y Courchesne,
2001; 380 Kleinhans, AKSHOOMOFF, Rinehart DELIS, Bradshaw, Moss,
Brereton, y Tonge, 2001; Townsend et al, 1999;. Harris, Townsend, y Courchesne,
1996). Por lo tanto, puede ser que los individuos con ASD un mal desempeño en
las pruebas de funcionamiento ejecutivo no a causa de la disfunción cognitiva de
alto nivel, pero debido a los déficits en las habilidades cognitivas más
fundamentales.

Ciertos componentes de la función ejecutiva pueden ser salvados en el TEA. Por


ejemplo, varios estudios no han podido detectar un déficit en los aspectos
cognitivo y motor de la inhibición, evaluado por el Go-No Pasa (Ozonoff, Strayer,
McMahon y Filloux, 1994), NegativePriming (Tipper, 1985), StopSignal (Logan,
Cowan, y Davis, 1984), andStroop (1935) las tareas (Brian, Tipper, Weaver, y
Bryson, 2003; Bryson, 1983; Eskes, Bryson, y McCormick, 1990; Ozonoff y
Jensen, 1999; Ozonoff y Strayer, 1997 ). Ozonoff y Strayer (1997) estudiaron a
motor y de la inhibición cognitiva en 17 niños sin retraso y adolescentes con
trastorno autista. Eran similares a los participantes en el control de la inhibición de
respuestas motoras a los estímulos neutros y prepotentes en la tarea de señal de
parada inhibición motora. En una tarea de inhibición cognitiva (priming negativo,
Tipper, 1985), las personas con trastorno autista demostrado intacta negativos
cebado de tal manera que, al igual que los participantes control de la misma, sus
respuestas eran más lentos y menos precisos a los objetivos que se han
presentado anteriormente como distractores. Un estudio de seguimiento por
Ozonoff y Jensen (1999) encontraron que el rendimiento en una tarea de Stroop,
otra medida de inhibición cognitiva, estaba intacto con respecto a la muestra de
control normal a pesar de actuaciones deteriorado de manera significativa en el
WCST y la Torre de Hanoi tarea (Ozonoff y Jensen, 1999).

Fluidez semántica también se ha encontrado para ser un área de fortaleza para


TEA. Los niños con trastorno autista y el trastorno de Asperger generar tantas
palabras de una determinada categoría de niños de desarrollo típico (Boucher,
1988; Dunn, Gomes, y Sebastián, 1996; Manjiviona y Prior, 1999), aunque pueden
incluir un mayor número de categoría común miembros (por ejemplo, "Yak" para
los animales) de lo esperado Dunn et al., 1996). Un estudio (Turner, 1999)
encontraron que los individuos con HFA también fueron adecuados en su
rendimiento en una prueba de fluidez no verbal, que es una medida de la
capacidad de generar nuevos diseños, sin embargo, en contraste con otros
estudios, este estudio reportó que los individuos HFA fueron dañados en la
categoría de la fluidez.

Los resultados en las tareas de fluidez fonológica (generación de palabras que


comienzan con una letra designada) han sido más variables. La fluidez fonológica
requiere una mayor organización y esfuerzo para recuperar los elementos léxicos
adecuados de fluidez semántica, que se basa más en más aprende semántica.
Fluidez fonológica ("F", "A" y "S") se ha encontrado para estar intacto en alto
funcionamiento participantes autistas en relación con el control de los participantes
por Minshew, Goldstein, y Siegel (1997) y las normas publicadas por Manjiviona y
Prior (1999). Por el contrario, otros investigadores han encontrado que los adultos
con HFA fueron dañados en la fluidez fonológica en relación con los controles
normales (Rumsey y Hamburgo, 1988, 1990, Turner, 1999) y adultos con dislexia
severa (Rumsey y Hamburgo, 1990).

Los objetivos de este estudio fueron identificar un patrón de fortalezas y


debilidades en algunos aspectos del funcionamiento ejecutivo (el cambio cognitivo,
verbal y fluidez no verbal y la inhibición) y determinar si fundamentales déficits en
las habilidades cognitivas podría dar cuenta de los déficit se informó anteriormente
en pruebas de la función ejecutiva en el TEA. Las tareas elegidas en este estudio
son de la Delis-Kaplan Ejecutivo función de sistema (D-Kefs, Delis y cols, 2001.).
Las pruebas seleccionadas son adaptaciones de uso común ensayos clínicos
neuropsicológicos que son ampliamente considerado como sensible a la
disfunción ejecutiva: una tarea de Stroop, Trail Making Test, fluidez verbal, Test y
Diseño fluidez de prueba. Las pruebas de D-Kefs incluyen nuevos procedimientos
que están diseñados para aumentar la sensibilidad a los déficits sutiles función
ejecutiva. Por ejemplo, las nuevas condiciones de conmutación se han añadido a
la prueba de color-la Palabra de interferencia (una tarea de Stroop), fluidez verbal,
Test y pruebas de diseño fluidez. Además, las nuevas condiciones de referencia
se han agregado a la prueba de D-Kefs TrailMaking que permiten al clínico para
distinguir entre las principales habilidades básicas o componente y mayores
niveles de cualificación de conmutación aprovechada por estas pruebas. Este
estudio es el primero en comparar el rendimiento de las personas con TEA a los
datos de una muestra amplia normativa sobre estas medidas en particular. Por lo
tanto, más fuerte se pueden sacar conclusiones acerca de las fortalezas y
debilidades relativas que son posibles cuando se comparan entre los estudios
anteriores de la CIA, de qué tamaño pequeño debido a la muestra (pero ver
Minshew et al., 2002), utilizado grupos de control potencialmente no equivalentes.
Los datos normativos disponibles dentro de la categoría D-Kefs también nos ha
permitido informar nivel de deterioro clínico, así como diferencias significativas de
rendimiento normal.

El grupo TEA se predijo que tienen dificultades con el cambio cognitivo basado en
en los estudios que han mostrado un peor rendimiento en el WCST (al Minshew y
otros, 1992;. Liss et al 2001.) y un funcionamiento anormal en los estudios
experimentales de cambiar la atención (Courchesne et al, 1994;. Townsend et al,
1999.). Con base en estudios anteriores, también la hipótesis de que el perfil de
TEA se presentan ventajas relativas en la inhibición, fluidez semántica y fluidez
verbal, con un déficit relativo en la fluidez fonológica.

MÉTODO

Los participantes
Doce adultos y varones adolescentes (edades 14-42 años, M = 26.4, SD = 7.7)
participaron en este experimento. De los participantes, 6 cumplieron con los
criterios para el trastorno autista y 6 cumplieron con los criterios para el trastorno
de Asperger. Todos habían participado previamente en estudios de neuroimagen
funcional de la conducta y la cognición en los TEA en nuestro laboratorio. Nueve
fueron entregados derecho y 1 era zurdo. Dos informaron que no hubo preferencia
de mano fuerte, pero utiliza la mano derecha para todas las pruebas. Uso de las
manos se determinó mediante el informe. Los participantes fueron reclutados sin
distinción de raza o género. Todos los participantes eran de raza blanca.

Los participantes fueron diagnosticados con trastorno autista que cumplían


criterios de trastorno autista en la Entrevista de Diagnóstico de Autismo-Revisada
(ADI-R, Señor, Rutter, y Couter Le, 1994), el diagnóstico de Autismo de
Observación de la Lista (ADOS; Señor et al, 382 Kleinhans. , AKSHOOMOFF,
DELIS 2000), y el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (4
ª ed [DSM-IV];. American Psychiatric Association, 1994) los criterios para el
trastorno autista. Los participantes fueron diagnosticados con trastorno de
Asperger que cumplían criterios de trastorno autista o TEA en el ADI-R y ADOS y
los criterios del DSM-IV para el trastorno de Asperger. El DSM-IV exige que hay
déficits importantes en la comunicación social, y los intereses restrictivos y
repetitivos en la ausencia de una historia clínica significativa de retraso en el
lenguaje, las funciones cognitivas, o las habilidades de adaptación y la ausencia
de un diagnóstico DSM-IV de autistas trastorno. Sobre la base de las preguntas de
la ADI-R que preguntar a los padres acerca del comportamiento del niño entre las
edades de 4 y 5, todos los individuos con trastorno de Asperger tenían dificultades
en busca de sus padres en la cara y sonrió, no cuando la gente de felicitación, la
oferta de compartir, participan en juegos imaginativos con sus compañeros, o
mostrar interés en otros niños. Además, todos los informes, no hizo uso de "ojo de
mirada coordinada con la vocalización de acompañamiento" en situaciones en las
que fueron motivados para comunicarse y no respondió de una manera
socialmente apropiada cuando los demás se acercaran a ellas de una manera
amistosa. El ADI-R y el pasado se utilizaron registros médicos para determinar si
los participantes tenían antecedentes de retraso del lenguaje clínicamente
significativo de acuerdo a los criterios del DSM-IV (es decir, palabras, solo 2 años
de edad y frases comunicativas a la edad de 3 años). Cinco de los participantes
diagnosticados con trastorno de Asperger se informa con palabras sencillas a los
24 meses de edad y el habla frase de 36 meses. Los padres de los participantes
sexto informaron que no podía recordar cuando su hijo se había reunido hitos
específicos del lenguaje, pero que miembros de notre tener alguna preocupación
en ese momento. Todos los individuos diagnosticados con trastorno autista
cumplieron con los criterios de retraso en el lenguaje. En el momento de la prueba,
una persona con trastorno de Asperger fue tomando Adderall ®, un individuo con
autismo está tomando Zoloft ®, y un individuo con autismo estaba tomando Ritalin
® y Paxil ®. CI de escala completa (CIT), evaluada mediante la Escala Wechsler
abreviadas de Inteligencia (WASI; Wechsler, 1999), oscilaban entre 80 a 117 en
nuestra muestra (M = 100), véanse los cuadros 1 y 2 para obtener más
información sobre los participantes. Este estudio fue aprobado por la Universidad
de California, San Diego y el Hospital de Niños de San Diego Juntas de Revisión
Institucional. El consentimiento informado escrito fue obtenido de los participantes
y sus padres, y los participantes se les pagaba $ 20 por hora de la prueba.

Los participantes con trastorno de Asperger y HFA se combinaron en un solo


grupo TEA. Aunque se consideran trastornos por separado en el DSM-IV, la
validez de distintas categorías diagnósticas actualmente es motivo de controversia
(por ejemplo, Mayes, Calhoun, y Crites, 2001; Miller y Ozonoff, 1997, 2000).
Diferencias significativas en el rendimiento de pruebas neuropsicológicas no se
han encontrado entre MAH y el trastorno de Asperger, sobre todo cuando se
controla para IQ (Manjiviona y Prior, 1999; Miller y Ozonoff, 2000). La evidencia
preliminar apoya el argumento de que el autismo y el trastorno de Asperger se
encuentran a lo largo de un espectro y que la distinción de diagnóstico actual, en
la práctica, se basa principalmente en la severidad de los síntomas y la historia
temprana de desarrollo del lenguaje en lugar de distintos perfiles cognitivos y de
comportamiento (Mayes y Calhoun, 2001)
PROCEDIMIENTO

Los participantes se les administró el Trail Making Test, la fluidez verbal de


prueba, diseño fluidez de prueba, y el color-la Palabra de interferencia de prueba
de la D-Kefs (Delis y cols., 2001) como parte de una batería más grande
neuropsicológicas. Procedimientos de administración conforme con las
instrucciones detalladas en el manual de D-Kefs, y las pruebas se administraron
en el orden que acabo de mencionar.

D-Kefs Trail Making Test. Esta prueba consta de cinco condiciones de ensayo:
número de secuencia de exploración visual, la secuenciación carta, el cambio de
número de letras, y la velocidad del motor. La condición principal ejecutivo de la
función de conmutación es el número-letra, una tarea de secuenciación
visuomotor que las medidas de flexibilidad de pensamiento (análoga a la Parte B
de la prueba tradicional). Esta condición requiere de los alumnos deben alternar
entre los números de conexión y las letras en la secuencia. Se diferencia de la
parte B de la tradicional Trail Making Test en el que las demandas de exploración
han aumentado (es decir, los estímulos se extiendan a dos páginas en lugar de
uno) y la inclusión de estímulos de captura (es decir, pares de números
consecutivos o letras consecutivas colocado cerca de cada otros). Los cuatro
restantes condiciones de esta prueba de medir los componentes básicos de la
tarea de conmutación número de letras. En la tarea de exploración visual, el
participante se compromete a cancelar todos los 3s. Esta condición se mide la
exploración visual y el componente de atención de realizar el nivel más alto estado
de conexión número de letras. La condición de la secuencia número es similar a la
parte A de la tradicional Trail Making Test en el que se pide al alumno a los
números de secuencia rápida y precisa, sin embargo, tanto en números y letras
están presentes en la matriz de estímulo. En la condición de secuenciación carta,
el alumno se le pide a las cartas de la secuencia presentada en una matriz de
estímulo comparable a la utilizada en el estado de la secuencia de números. Esta
condición es particularmente útil en la interpretación de rendimiento número-letra
de la conmutación en desarrollo examinado con dificultades de aprendizaje verbal
para quien los problemas de la secuencia del alfabeto representan una debilidad
cognitiva hace mucho tiempo. Por último, en la condición de la velocidad del
motor, el alumno se presenta en blanco con círculos conectados por una línea
discontinua. El alumno deberá elaborar una línea sobre la línea de puntos tan
rápido como él o ella puede. Esta condición ha sido diseñado para evaluar la
contribución de la disfunción del motor para probar el rendimiento. Calificaciones
en escala se basa en la cantidad total de tiempo necesario para completar cada
tarea.

Prueba de fluidez verbal. La fluidez verbal prueba consta de tres condiciones: la


fluidez carta, la fluidez de la categoría, y cambiar la categoría. Los participantes se
les dieron 60 segundos para generar tantos elementos como sea posible por
ensayo. En la condición de fluidez carta, el alumno se le pide para generar tantas
palabras como se puede pensar en que comienzan con las letras "f", "una" y "s" en
la condición de fluidez categoría, el alumno se le pide para generar como muchas
palabras diferentes como sea posible de las categorías de ani-386 Kleinhans,
AKSHOOMOFF, males DELIS "y" Los nombres de niño. "En la condición de la
categoría de conmutación, el alumno se le pide que se alternan entre el
nombramiento de un tipo de fruta y una pieza de mobiliario. Calificaciones en
escala se basa en el número total de palabras válidas generadas por condición.

Prueba Diseño de fluidez. Diseño fluidez también se compone de tres


condiciones: lleno de puntos, puntos vacíos, y la conmutación. En cada condición,
el alumno se le pide que dibuje diferentes diseños durante 60 segundos con sólo
cuatro líneas rectas para conectar los puntos. Para todas las condiciones, un
diseño que no se le da crédito si contiene más o menos de cuatro líneas o es una
repetición de un diseño previo. En la condición de llenado puntos, el alumno se
presentan cuadros con cinco llenos (negro, es decir,) puntos, y se les pide que
dibujen sus diseños mediante la conexión de los puntos. Las plazas en la
condición de puntos vacíos contenían cinco puntos vacíos y llenos de cinco
puntos. Los examinados tienen instrucciones de conectar sólo los puntos vacíos.
Además de las directrices de calificación mencionados anteriormente, los diseños
en los que una línea conectada a una llena de puntos no se les dio crédito. El
estado de conexión también contenía cinco puntos vacíos y llenos de cinco
puntos, sin embargo, en esta condición, el alumno se instruye a fin de alternar
entre los puntos de conexión vacío y lleno de puntos. El crédito no se da para los
diseños en los que los examinados no cambiar correctamente.

Color-Palabra de prueba de interferencias. Esta tarea de Stroop se compone de


cuatro condiciones: nombrar el color, la lectura de palabras, la inhibición, la
inhibición y / conmutación. En la condición de la denominación de colores, el
alumno se presenta con una página de estímulo mostrando hileras de manchas de
color (rojo, azul, verde, amarillo) y pidió que el nombre de cada color en voz alta lo
antes posible. En la condición de la lectura de palabras, el alumno se presenta con
las palabras impresas en tinta de color negro y le preguntó a leer cada palabra en
voz alta lo antes posible. En el estado de inhibición, el alumno se presenta con
nombres de colores que están escritas en un color de tinta incongruente. El
alumno se le pide que nombre el color de la tinta y hacer caso omiso de la palabra
escrita, lo que requiere el alumno para inhibir la respuesta de la lectura de
palabras más automático (es decir, el "Stroop" efecto). La inhibición / estado de
conexión también contiene nombres de colores escritos en tinta de colores
incongruentes. Sin embargo, la mitad de las palabras aparecen en un cuadro. Los
examinados tienen instrucciones del nombre del color de la tinta si no aparecen en
un cuadro o leer la palabra si aparece en una caja. Las calificaciones de escala
para cada condición se basa en el número total de segundos necesarios para
completar la tarea.

Compuesto medidas. Dos indicadores combinados se utilizaron en este estudio


para reducir los datos en dominios específicos (línea de base y el funcionamiento
ejecutivo) para reducir el número de pruebas t necesaria para poner a prueba
nuestra hipótesis principal. Además, dada la variabilidad en la prueba individual
que se ha encontrado en estudios previos (Antes y Hoffmann, 1990; Rumsey,
1985), las medidas de compuesto puede capturar con mayor precisión la función
ejecutiva porque las pruebas se combinan varios. Sin embargo, las fortalezas y
debilidades específicas en relación con la población normal no se pueden deducir.
Be-el desorden de Asperger 387 normas motivo de estos indicadores compuestos
no estaban disponibles, la predicción de puntuación media de los indicadores
compuestos se basó en la premisa de que el rendimiento promedio en el dominio
representado por el resultado compuesto debe ser igual al número de medidas
incluidas en la calificación global multiplicado por 10, por ejemplo, la puntuación de
referencia compuesto = 6 (número de tareas) × 10 (promedio normal) = 60. El
puntaje promedio fue de 60 prevé para la medida de referencia compuesto y 80
para el funcionamiento ejecutivo medida compuesta. Las pruebas incluidas en las
medidas compuestos figuran en el cuadro 3.

Contraste escala puntuaciones. Contraste escala puntuaciones fueron incluidos


en las medidas compuestas, además de las puntuaciones estándar a escala.
Calificaciones a escala de contraste son normados variables incluidas en Thed-
KEFSmanual. Ellos fueron derivados por primera restando la puntuación en una
escala cognitivemeasure de la calificación en base a otra medida cognitiva (a
menudo una función de línea de base cognitiva de una función de alto nivel
cognitivo) y luego convertir la diferencia de escala de puntuación con una escala
de puntaje. Puntuaciones de escala para las medidas de contraste también tienen
una media de 10 y desviación estándar de 3 puntuaciones de contraste minimizar
sobrestimaciones de la disfunción ejecutiva que se deben a factores ajenos a la
operación cognitiva de interés (Delis y cols., 2001). Un ejemplo del efecto de las
puntuaciones de cambio en los resultados y la interpretación en este ejemplo se
muestra en la Figura 1.

RESULTADOS:
Se comparó el desempeño del grupo TEA a la edad corregida puntuaciones a
escala proporcionada por el D-Kefs normativa base de datos nacional. La muestra
del D-Kefs normativa incluye, en parte, 100 de catorce años de edad, 100 de
quince años de edad, 175 de dieciséis a diecinueve años de edad, 175 de veinte
años a veinticinco años de edad, y 100 de cuarenta años de edad y cuarenta y
nueve años de edad (Delis y cols., 2001). La puntuación media escala para cada
condición es de 10 con una desviación estándar de 3. Las puntuaciones directas
se convierten en puntuaciones ajustadas a escala para cada condición.

TABLA 3
Composición de la combinación de los resultados

La denominación de colores La inhibición frente a nombrar el color

La lectura de palabras La inhibición de conmutación frente a la inhibición

Exploración visual Número de letras de conmutación en función del número


combinado + secuenciación carta

Número de secuencia La fluidez del diseño lleno de puntos + vacío combinado


Carta de secuenciación Diseño de conmutación fluidez frente llena de puntos +
vacío combinado

Velocidad del motor Carta de la fluidez


Categoría fluidez
Categoría cambio de categoría en comparación con fluidez

FIGURA 1 Ejemplo de dos participantes que contrastan con los perfiles de los
puntos fuertes y débiles en la Prueba de Color-Palabra de interferencia.
Participante autismo de alto funcionamiento Número 3 (HFA3) un buen
desempeño en las tareas de base y la inhibición, pero demostró una disminución
relativa en la inhibición / estado de conexión. Participante trastorno de Asperger
Número 4 (AD4), por el contrario, se vio afectado ligeramente en todas las tareas,
pero el contraste de escala puntuaciones indican que la inhibición y la inhibición /
conmutación no fueron dañados en particular con respecto a nombres
fundamentales y las habilidades de lectura. Tenga en cuenta que a pesar de
marcada diferencia en las capacidades cognitivas fundamentales, la inhibición
cognitiva fue equivalente en los dos participantes (puntuación de cambio a escala
= 11).

Línea de base cognitiva Funcionamiento


De referencia de cada participante puntuación compuesta igualó la suma de su
edad corregida puntuaciones a escala de las medidas compuestas de referencia.
El rendimiento global de medidas de línea base del funcionamiento cognitivo en la
CIA no fue significativamente inferior a la media prevista (60, M = 53, SD = 14.2), t
(11) = -1.71 p = 0.12. Sin embargo, el 50% de los participantes fueron dañados en
dos o más medidas de referencia. El déficit más consistentes llevó a cabo el
barrido visual (M = 7.25, SD = 4.41), que se debe en gran medida a los
participantes del MAH (véase más adelante).

Funciones ejecutiva:
Evaluamos si un déficit generalizado en el funcionamiento ejecutivo estuvo
presente en el TEA. Medidas de contraste se incluyeron cuando esté disponible
para dar cuenta de posibles deficiencias en las medidas de referencia o con
menos tareas con esfuerzo la función ejecutiva. la función ejecutiva de cada
participante puntuación compuesta igualó la suma de su edad corregida escala
puntuaciones en las medidas de ejecución de funciones. El grupo ASD realiza
significativamente por debajo de la puntuación media prevista (80) sobre esta
medida del funcionamiento ejecutivo (M = 75,2, SD = 6.0), t (11) = -2.79 p = 0.02.
Las pruebas individuales fueron evaluados para caracterizar el patrón de
fortalezas y debilidades en aspectos particulares de la función ejecutiva (ver Tabla
4). Figuras 2 a 5 muestran actuaciones individuales en las pruebas de función
ejecutiva. Los participantes realizaron por debajo del promedio en la fluidez letra
(M = 8, SD = 2.5) y la fluidez categoría de conmutación (M = 6.4, SD = 2.7).

Errores
Calificaciones en escala y los percentiles acumulado de los tipos de errores fueron
analizados. Acumulativa rangos percentiles reflejan el porcentaje de la muestra
normativa que se obtiene puntajes brutos que eran iguales o peores (es decir,
mayor número de errores) que la puntuación bruta obtenida por el alumno. Cuadro
5 muestra un resumen de las puntuaciones promedio de error estándar del grupo
ASD en relación con la muestra normativa de la línea de base y las tareas
ejecutivas-función. Las tasas de error promedio en todas las medidas estaban
dentro de los límites normales.
DISCUSIÓN
Los adultos de alto funcionamiento y adolescentes con TEA en este estudio
realizado significativamente inferior a la media en nuestra medida compuesta de la
función ejecutiva por encima de sus aparentemente intactas las habilidades
cognitivas fundamentales. Confunde potencial de las deficiencias de base en los
procesos cognitivos de controlar por las medidas de contraste, que se escalan las
puntuaciones basado en la diferencia relativa entre las tareas de nivel más bajo y
más alto nivel de tareas en lugar del individuo, los resultados no corregidos.
Incluso con este método de análisis conservadores, 11 de los 12 participantes
(92%) fueron impedidos (puntuación ajustada a escala ≤ 7) en al menos una
condición de ejecutivo-función, y el grupo de un promedio de dos anotaciones
afectada por persona (rango = 0-3).

La disfunción ejecutiva en la TEA fue generalmente de leve, con un 78% de las


puntuaciones de discapacidad comprendido entre 1 y 2 desviaciones estándar por
debajo del promedio. El déficit más consistente se encuentran en las medidas de
fluidez verbal que requiere el cambio cognitivo y puesta en marcha de estrategias
eficaces de recuperación léxica. Este hallazgo no fue probablemente debido a las
dificultades expuestas por sólo unos pocos participantes: 10 de 12 participantes
fueron dañados en la fluidez o carta o categoría de conmutación fluidez. Además,
este déficit no puede explicarse por una dificultad general con las tareas basadas
en el lenguaje dado el fuerte desempeño global del grupo en la fluidez categoría.
Aunque no encontramos un déficit significativo de la actividad de referencia total,
el 50% de los participantes tenían leve a moderado déficit en dos o más medidas
de referencia. Muchos de los déficits fueron leves y se produjeron en nombrar el
color, la secuencia de número, y la secuencia de letras. Sin embargo, cuatro
participantes (todos los MAH) realizado en el primer percentil en la tarea de
exploración visual. Este hallazgo sugiere que las dificultades de atención pueden
estar presentes en individuos con TEA. Los problemas visuales atención de este
tipo pueden ser más comunes en personas con autismo que el trastorno de
Asperger. La determinación de similitudes y diferencias en las habilidades
ejecutivas no fue el tema central de este estudio, por lo tanto, la prueba adicional
es necesaria para determinar en qué grado las diferencias en la clasificación
diagnóstica (severidad de los síntomas, historia de retraso en el lenguaje, etc)
pueden afectar el desarrollo de estas habilidades. Un estudio anterior
(Pascualvaca et al., 1998) informó de que los niños pequeños con autismo se
irreprochable en una prueba similar exploración visual, a pesar de que se realice la
tarea más lentamente que los niños control. Debido a que los niños de control en
el Pascualvaca et al. Estudio fue de 2 a 3 años más joven que el grupo de
trastorno autista, las diferencias de edad probable atenuado las diferencias
potenciales del grupo. Por desgracia, el otro publicado estudios autismo que han
incluido una medida similar exploración visual no han presentado datos que
termine el tiempo (Liss et al, 2001;. Minshew et al, 1997.), Lo que impide las
comparaciones con este estudio.

La disfunción ejecutiva en nuestro grupo de personas de alto funcionamiento con


TEA no se caracteriza por una preponderancia de los clásicos errores "frontal" de
tipo. Por ejemplo, algunos pacientes no TEA con lesiones del lóbulo frontal seguir
haciendo errores de perseveración en el WCST pesar de verbalizar los principios
de clasificación correcta (Milner, 1964). Este error puede estar relacionado con la
incapacidad para traducir el conocimiento en acción porque no puede inhibir una
respuesta prepotente (es decir, una tendencia de respuesta construida a través de
la repetición). Dificultad para desconectarse de una respuesta prepotente, no se
observó en este estudio. El grupo TEA hecho que la pérdida conjunto muy pocos o
errores de perseveración, los cuales estaban dentro de los rangos normales. En
cambio, la lentitud fue la causa típica de malos resultados en las pruebas de
función ejecutiva. Sin embargo, es posible que cuando los individuos con TEA son
niños pequeños, este tipo de errores puede ser más común que en los niños
control de la misma (McEvoy, Rogers, y Pennington, 1993; Pascualvaca et al,
1998;. Antes y Hoffmann, 1990). Además, el informe de los padres de la ADI-R
indicó que este tipo de conductas son más importantes cuando los participantes
en este estudio eran muy jóvenes.

En este estudio, las personas con TEA siempre tenía dificultades sólo en tareas
complejas verbal que requiere la generación y el inicio de estrategias eficaces de
búsqueda cognitiva y resolución de problemas técnicas para mejorar el rendimiento.
Curiosamente, a pesar de deficiencias en la fluidez verbal, los participantes CIA eran
normales en la fluidez del diseño. Estos hallazgos sugieren TEA pueden estar asociados
con una modalidad específica, el déficit de la función ejecutiva. El grupo TEA puede tener
un buen desempeño en la tarea de fluidez verbal debido a la fuerza inherente en el
procesamiento visuoespacial que muchos individuos con TEA posee (José, Tager-
Flusberg, y Señor de 2002, Lincoln, Courchesne, Kilman, Elmasian, y Allen, 1988;
O'Riordan, Llanos, conductor, y Baron Cohen, 2001; O'Riordan, Llanos, y Baron Cohen,
1998a, 1998b).

Minshew y sus colegas (Goldstein, Johnson, y Minshew, 2001; Minshew et al, 1997) han
postulado que la disfunción cognitiva en TEA refleja la complejidad de las demandas de
procesamiento de información en tareas cognitivas con la excepción de los de dominio
viso-espacial. Aunque la actuación del grupo TEA en la prueba de fluidez verbal era
compatible con este punto de vista, los otros resultados de este estudio no fueron, como
su rendimiento normal sobre el cambio de número de letras, la inhibición, la inhibición y /
conmutación en relación con las tareas de base, que pone en duda la generalización de
esta teoría. La teoría de que el motor fundamental, sensorial, y el procesamiento de la
atención están intactos en el trastorno autista y que el déficit sólo surgen una vez que las
demandas cognitivas de un aumento de tareas que predicen que el grupo TEA que los
mejores resultados en las medidas cognitivas de referencia, seguido de no cambiar las
funciones ejecutivas, y peor en las tareas de conmutación. Este patrón no se observó en
tres de las cuatro pruebas independientes empleadas en este estudio. En la Palabra de
color de interferencia y pruebas de diseño fluidez, los participantes TEA logrado una
puntuación más alta escala en los estados de conexión que en el ejecutivo de
conmutación no funcionamiento condiciones (es decir, la inhibición y lleno de puntos +
vacío). Este patrón inverso fue aún más pronunciado en el Trail Making Test en el que los
participantes se desempeñaron peor en la exploración visual que en cambio el número-
letra. Como tal, la complejidad de la tarea no puede ser el factor crítico para determinar el
éxito o el fracaso en estas pruebas cognitivas. En cambio, un mayor éxito se puede
predecir en las pruebas con mayor estructura inherente, incluso si son complejas.

Una visión alternativa es que los niños con trastorno autista son desafiados por
algunas pruebas de la función ejecutiva, ya que es poco probable que codifican las
reglas de una forma verbal (Russell, Jarrold, y Hood, 1999). Russell et al. la
hipótesis de que esta función pretendida hace difícil para los niños con trastorno
autista a un buen desempeño en las tareas que implican reglas arbitrarias y
requieren una respuesta no verbal (por ejemplo, el WCST), pero que los niños
autistas no se vean afectadas en relación a los controles cuando uno de estos
requisitos se levanta . La fluidez y la Carta de Pruebas Diseño fluidez son ideales
para investigar si las personas con TEA son diferencialmente alterada en relación
con los controles normales en las tareas verbales y no verbales con reglas
arbitrarias. Ambas tareas requieren la fluidez de los participantes a seguir varias
reglas arbitrarias y generar tantos ejemplos diferentes como sea posible dentro de
los 60 seg. Sin embargo, los participantes presentan un desempeño deficiente
TEA sólo en la fluidez carta, una tarea que requiere una respuesta verbal. El
promedio del grupo para la fluidez del diseño estaba dentro del rango promedio
(puntuación de escala M = 9.5).

Un patrón claro de las fortalezas de la función ejecutiva y el déficit está empezando a


surgir, con considerable evidencia que apunta a las capacidades intactas en las pruebas
de inhibición cognitiva en TEA. La inhibición y la inhibición / conmutación estaban intactas
en este estudio, de acuerdo con estudios previos (Brian et al, 2003;. Ozonoff y Jensen,
1999; Ozonoff y Strayer, 1997;. Russell et al, 1999). Sin embargo, la validez del
paradigma de Stroop como medida de inhibición cognitiva en TEA ha sido cuestionada
porque se basa en la automatización del proceso de lectura (por ejemplo, Russell et al.,
1999). Por lo tanto, una media o promedio por encima de la condición de interferencia
puede resultar de procesamiento intacto inhibitorio o la falta de un efecto de interferencia
relacionada con la lectura. Dado que los individuos con TEA tienen un desarrollo atípico
del lenguaje, estas posibilidades se investigaron mediante el análisis de los resultados de
las medidas de los componentes. Nosotros sostenemos que el rendimiento intacta con la
condición de la inhibición de la prueba de color-palabra interferencia indica procesamiento
inhibitorio intacto, porque los participantes realizaron en la gama media con la condición
de la lectura de palabras. Además, el tiempo de la terminación de la condición de
inhibición fue el doble del tiempo de la terminación de la condición de nombrar el color
(60,75 seg vs 33,5 seg, respectivamente), lo que sugiere que las palabras escritas
provocó un efecto de interferencia. Aunque está claro que los individuos con TEA un buen
desempeño en las pruebas de inhibición cognitiva, es posible que estas pruebas no son
sensibles a los procesos que conducen a la desinhibición del comportamiento observado
clínicamente en los individuos con TEA.

El amplio rango de edad (adolescentes y adultos) de las personas que se incluyeron en


este estudio junto con el tamaño de la muestra relativamente pequeña hay que tener en
cuenta al considerar los resultados de este estudio. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que las puntuaciones de cada participante se transformaron a puntuaciones a
escala y en comparación con la muestra normativa que supuestamente proporcionaba
una base mucho más fuerte para la inferencia de un grupo de control tradicional lo habría
hecho. Tampoco abordó el tema de los cambios relacionados con la edad en el
funcionamiento ejecutivo en este estudio, y es posible que los patrones de habilidades
ejecutivas, informó la función no se observó en el mismo grado en todas las edades.
Veinte y cinco por ciento de la muestra estaba tomando medicación psicotrópica en el
momento de las pruebas para controlar los síntomas de ansiedad, falta de atención, y la
depresión. En teoría, no se espera que afecten negativamente el rendimiento de pruebas
neuropsicológicas, aunque poco que no hay información disponible sobre los efectos de
medicamentos psicotrópicos en el rendimiento neuropsicológico en individuos con TEA.
Debido a las limitaciones señaladas anteriormente, la réplica con una muestra mayor se
justifica para determinar la medida en que estos resultados se generalizan a toda la gama
de las personas con TEA.

En general, la disfunción ejecutiva está presente en el trastorno de Asperger y HFA que


no pueden ser explicados por deficiencias en los procesos cognitivos fundamentales. Sin
embargo, la función ejecutiva en este grupo no se caracterizó por un perfil global
deprimida ejecutivo-función. Por el contrario, los déficit en las funciones ejecutivas fueron
leves y circunscrito. El déficit más consistente se observaron en el dominio verbal en las
pruebas que requiere ejecutivo de alto nivel de funcionamiento, tales como el cambio
cognitivo y puesta en marcha de estrategias eficaces de recuperación léxica. Dado el
fuerte desempeño global del grupo en la fluidez categoría, por deterioro de estas tareas
no pueden ser atribuidos a una crisis generalizada en las tareas basadas en el lenguaje.
Dificultad con ciertos procesos cognitivos fundamentales era también frecuente en el
grupo TEA. En particular, una deficiencia fundamental en la atención visual se observó,
que parece ser más prominente en HFA que en el trastorno de Asperger. Este hallazgo
pone de manifiesto la importancia de la contabilidad para el funcionamiento de referencia
cuando las pruebas de interpretación de las complejas operaciones cognitivas,
especialmente en el estudio de poblaciones de pacientes se caracterizan por la
heterogeneidad de los déficits cognitivos.

AGRADECIMIENTOS
Este trabajo fue apoyado por el Instituto Nacional de Salud Mental de subvención SR1-
MH36840 otorgado a Eric Courchesne. Algunas partes de este trabajo fueron presentadas
en la Reunión de la Sociedad Internacional de Neuropsicología, Honolulu, Hawai, febrero
de 2003.

Damos las gracias a Jeanne Townsend por sus valiosos comentarios sobre el artículo
Síndrome de Asperger
El síndrome o trastorno de Asperger es un trastorno mental y del comportamiento que
forma parte del espectro autista. Se encuadra dentro de los trastornos generalizados del
desarrollo.

El sujeto afectado muestra principalmente severas dificultades en la interacción social y


en la comunicación, así como de áreas actividades e intereses son muy restringidas y
estereotipadas. Se diferencia del trastorno autista en que en el trastorno de Asperger no
se observa retraso en el desarrollo del lenguaje, no existiendo una perturbación
clínicamente significativa en su adquisición. No hay retardo, por ejemplo en la edad de
aparición de las primeras palabras y frases, aunque pueden existir particularidades
cualitativas (por ejemplo gramaticales) que llamen la atención.

Aunque la edad de aparición y detección más frecuente se sitúa en la infancia temprana,


muchas de las características del trastorno recién se hacen notorias en fases más tardías
del desarrollo, cuando las habilidades de contacto social comienzan a desempeñar un
papel más central en la vida del sujeto.

La persona que lo presenta tiene inteligencia normal o incluso superior a la media,


presenta un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas
restringidas.

Las forma en que se manifiesta el síndrome varía mucho entre los diferentes individuos
que lo padecen. Sin embargo existen ciertas características comunes:

• Dificultades para la interacción social (especialmente con personas de su misma


edad).
• Alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal.
• Intereses restringidos a un único tema o a una muy reducida variedad de temas.
• Inflexibilidad cognitiva y comportamental.
• Dificultades para el pensamiento abstracto y la formación de conceptos.
• Coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles.
• Interpretación literal del lenguaje.
• Dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación.
• Interpretación muy disminuida o nula de los sentimientos y emociones ajenos y
propios.

La mayoría de las personas son capaces de asociar información acerca de los


estadoscognitivos y emocionales de otras personas basándose en pistas otorgadas por el
entorno y ellenguaje corporal de la otra persona. Las personas con SA no poseen esta
habilidad, no son empáticas; se puede decir que tienen una especie de " ceguera
emocional".

Para las personas más severamente afectadas puede resultar imposible incluso
reconocer el significado de una sonrisa o, en el peor de los casos, simplemente no ver en
cualquier otro gesto facial, corporal o cualquier otro matiz decomunicación indirecta. Del
mismo modo, el control voluntario de la mímica facial puede estar comprometido. Es
frecuente que las sonrisas "voluntarias" en las fotografías familiares sean una colección
de muecas sin gracia. Por el contrario, las sonrisas espontáneas suelen ser normales.

Las personas con SA en general son incapaces de "leer entre líneas", es decir, se les
escapan las implicaciones ocultas en lo que una persona le dice de forma directa y verbal.
Autismo
El autismo es un trastorno del desarrollo, permanente y profundo. Afecta a la
comunicación, imaginación, planificación y reciprocidad emocional.

Los síntomas, en general, son la incapacidad de interacción social, el aislamiento y las


esterotipias (movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos).
El bebé autista puede pasar desapercibido hasta el cuarto mes de vida; a partir de ahí, la
evolución lingüística queda estancada, no hay reciprocidad con el interlocutor, no
aparecen las primeras conductas de comunicación intencionadas (miradas, echar los
brazos, señalar...).

Su origen obedece a una anomalía en las conexiones neuronales que es atribuible, con
frecuencia, a mutaciones genéticas.

El autismo no tiene cura, aunque sí se puede tratar.

Se estima que el autismo afecta a cuatro de cada 10.000 personas.

El autismo afecta cuatro veces más a los hombres que a las mujeres, y se puede
encontrar en todo el mundo, sin importar etnia o cultura.

El autismo varía en severidad. Los casos más severos se caracterizan por una completa
ausencia del habla de por vida y comportamientos extremadamente repetitivos, inusuales,
autodañinos y agresivos. Este comportamiento puede persistir durante mucho tiempo y es
muy difícil de cambiar, siendo un reto enorme para aquéllos que deben convivir, tratar y
educar a estas personas. Las formas más leves de autismo (típicamente autismo de alto
rendimiento) pueden ser casi imperceptibles y suelen confundirse con timidez, falta de
atención y excentricidad. Cabe notar que una persona autista puede ser de alto
funcionamiento en ciertas áreas y de bajo funcionamiento en otras. Por ejemplo, existen
personas autistas que carecen de habla pero pueden comunicarse por escrito muy
elocuentemente.

Función ejecutiva y autismo: las investigaciones

Podemos hablar de dos etapas en la investigación de las relaciones entre función ejecutiva y
autismo. La primera de ellas abarca el periodo comprendido entre 1985 y 1994, mientras
que la segunda se desarrollaría desde ésta última fecha hasta la actualidad.

Primer periodo: 1985–1994. El hallazgo de alteraciones en el funcionamiento


ejecutivo de las personas con autismo
El primer trabajo empírico del que se tiene constancia fue publicado por Judith Rumsey en
el Journal of autism and developmental disorders bajo el título Resolución de problemas
conceptuales en adultos autistas no retrasados de alto nivel verbal (Rumsey, 1985). Ella
parte del modelo de Damasio y Maurer mencionado anteriormente.
En este estudio se exploró la solución de problemas conceptuales y su relación con
alteraciones socioadaptativas en una muestra de 9 adultos con autismo de edades
comprendidas entre los 18 y 39 años. Sus CI globales eran superiores a 80 y fueron
emparejados con un grupo control (de sujetos normales), en edad mental, edad
cronológica y nivel educacional. La autora pretendía descubrir si las personas con
autismo, sin retraso mental asociado, presentaban déficits evidentes similares a los vistos
en pacientes frontales y si existía alguna relación entre estos y las alteraciones sociales
típicas del trastorno. Para ello empleó dos tipos de medidas: el Test de clasificación de
tarjetas de Wisconsin (WCST) y la Escala de madurez social de Vineland. La primera
prueba es una tarea neuropsicológica clásica empleada en la detección de daños
frontales en la cual el sujeto debe descubrir una regla o criterio de clasificación
subyacente a la hora de emparejar una serie de tarjetas que varían en función de tres
dimensiones estimulares básicas (forma, color y número). Además para resolverla es
necesario adaptar la respuesta a los cambios en el criterio de clasificación, que se
producen cada vez que el examinado da una serie de respuestas consecutivas correctas.
El procedimiento de administración consiste en colocar frente al sujeto las cuatro tarjetas
alineadas horizontalmente. Posteriormente se le dan dos barajas idénticas de 64 cartas,
pidiéndole que vaya emparejando cada tarjeta de las barajas con las imágenes clave. El
experimentador proporciona un feedback verbal (Ej: dice bien o mal) cada vez que la
persona responde, pero no revela la estrategia de clasificación necesaria ni ofrece
aclaraciones adicionales. El criterio de emparejamiento (forma, color o número) cambia
cuando el examinado da diez respuestas consecutivas correctas y así sucesivamente. En
ese momento la estrategia de clasificación previa comienza a recibir feedback negativo.
Entonces se espera que las respuestas del sujeto cambien adaptándose al nuevo
principio de categorización. La prueba finaliza una vez completadas las seis categorías
correspondientes a las dos barajas o cuando los dos mazos de cartas se agotan.
La segunda de las medidas es un instrumento clínico que evalua el funcionamiento social
adaptativo.
Los datos mostraron diferencias significativas del grupo autista respecto al grupo control
en cuanto al número de categorías completadas, número de errores y la tendencia a dar
respuestas perseverativas, que se producían con independencia del CI. Además se
destacaba la considerable variabilidad en las puntuaciones de las personas con autismo.
Por otro lado, no se halló relación entre estas medidas y los déficits sociales. En cualquier
caso parecía haberse demostrado la existencia de disfunciones ejecutivas en esta
población clínica.
Figura 3. Las cuatro tarjetas criterio del WCST (adaptado de Heaton, 1981)

Estudios posteriores confirmaron estos resultados, encontrándose diferencias en la


ejecución del WCST, entre otra muestra de 10 personas autistas adultas de alto nivel de
funcionamiento cognitivo (CI superior a 80) y dos grupos controles emparejados en nivel
de desarrollo e integrados por sujetos disléxicos y normales (Rumsey y Hamburger,
1990). En cuanto a la hipotética relación con una explicación en un nivel de análisis
neurobiológico las autoras señalan: nuestros hallazgos cognitivos también apoyan la
implicación de sistemas frontales-subcorticales en el autismo (p. 166).
Otra investigación evidenció fallos no sólo en la tarea de Wisconsin sinó también en otra
prueba ejecutiva llamada Laberinto de Milner (Prior y Hofman, 1990). Aquí el examinado
debe descubrir el camino correcto que le conduce a la meta, en un laberinto electrónico,
avanzando desde la esquina inferior izquierda de la pantalla hasta la esquina superior
derecha. Pero deben seguirse algunas reglas: regresar al punto previamente acertado
cuando se comete un error, no volver a pasar de nuevo sobre la trayectoria correcta una
vez recorrida y no moverse en diagonal. Parece necesario recurrir a habilidades de
planificación, organización de la conducta y memoria para responder correctamente.
Un año después Sally Ozonoff, Sally Rogers y Bruce Pennington publican una detallada
investigación en la que pretendían averiguar hasta que punto los déficits de percepción de
emociones, teoría de la mente y función ejecutiva se daban en el autismo. Además
intentaban determinar el grado de primacía (universalidad, especificidad y precedencia
causal) de los mismos (Ozonoff,Pennington y Rogers, 1991). Ellos aceptan la idea de la
existencia de un conjunto de déficits primarios como base del autismo(Goodman, 1989) y
tratan de averiguar el papel de la tríada, objeto de análisis, en esa supuesta configuración.
Observan que las personas autistas presentan características que recuerdan alteraciones
ejecutivas no sólo en la rigidez e inflexibilidad típicas de su conducta sinó también en el
plano cognitivo (Ej: falta de propositividad u orientación hacia el futuro, dificultades de
anticipación, autorreflexión, automonitorización e inhibición).
En la investigación fueron comparados un grupo autista de 23 personas con un grupo
control compuesto por 20 sujetos con dislexia, trastornos de aprendizaje, hiperactividad
con déficit de atención y retraso mental ligero. Los rangos de edad oscilaban entre 8 y 20
años y sus CI medios globales eran de 89,52 y 91,30 respectivamente. Para explorar la
función ejecutiva usaron la prueba de Wisconsin y la torre de Hanoi, una tarea de
planificación. Básicamente consiste en que al sujeto se le presentan tres ejes verticales
en el primero de los cuales estan colocados otros tantos discos de diferente tamaño y
color dispuestos piramidalmente. El objetivo final es reproducir la configuración original
transfiriendo los discos desde el primero de los ejes hasta el más alejado. Para ello debe
tenerse en cuenta la restricción de que no pueden colocarse discos de mayor tamaño
sobre los discos más pequeños.
La investigación encontró diferencias de grupo en tres medidas ejecutivas: planificación
eficaz de la torre de Hanoi, perseveraciones, y fallos para mantener una estrategia en el
WCST.
Este grupo de investigadores presuponía que las principales diferencias entre la muestra
estudiada y los controles se producirían en el dominio de la Teoría de la mente pero
sorprendentemente los resultados contradigeron sus expectativas: ¡las mayores
diferencias se daban en las medidas de función ejecutiva!. De hecho un subgrupo de
sujetos autistas resolvió las tareas de teoría de la mente de primer orden en las cuales el
objetivo es predecir la conducta de otra persona cuya creencia no coincide con el estado
real de los sucesos observados.
La mayor frecuencia de fallos en la respuesta a las tareas ejecutivas les hace concluir
que: …este debe ser un déficit primario en el autismo (p. 1099). Finalmente comentan la
posibilidad de que una alteración prefrontal combinada con disfunciones subcorticales
podría ser un buen candidato capaz de explicar tanto los síntomas sociales como los
cognitivos del trastorno.
Figura 4. La Torre de Hanoi

En otra investigación continuación de la anterior, en la que se emplearon las mismas


muestras, el grupo de estudio fue dividido en dos subgrupos diagnosticados de autismo
de alto funcionamiento (HFA) y síndrome de Asperger (AS), un trastorno generalizado del
desarrollo en el que no existen déficits lingüísticos. Curiosamente los individuos con AS
que resolvían correctamente las tareas mentalistas de segundo orden, las cuales
requieren un pensamiento recursivo sobre los estados mentales (predecir lo que una
persona piensa acerca del pensamiento de otra persona), no superaban las pruebas de
función ejecutiva. De nuevo estos datos reforzaban la idea de la universalidad de esta
disfunción en los trastornos del espectro autista (Ozonoff, Rogers y Pennington, 1991).
Las investigaciones anteriores parecen demostrar la existencia de déficits ejecutivos en
adolescentes y adultos con autismo de alto nivel de funcionamiento pero: ¿y en los
sujetos más jóvenes?. Robin McEvoy y col. (1993) intentaron responder a esta cuestión
comparando un grupo de 17 autistas preescolares con otros dos compuestos por 13 niños
con retraso en el desarrollo y 16 niños normales. Los integrantes del segundo grupo
tenían habilidades mentales no verbales similares a los autistas, mientras que los niños
con desarrollo normal estaban igualados en habilidades verbales con la muestra
investigada. Estos controles se llevaron a cabo dada la disparidad entre las habilidades
verbales y no verbales de las personas autistas en un intento de excluir posibles errores
debidos a un déficit cognitivo general. Las tareas utilizadas (tarea piagetiana del error AB,
tarea de respuesta demorada, tarea de inversión espacial y tarea de alternancia) estaban
jerarquizadas en orden de dificultad creciente y demandaban capacidades de memoria de
trabajo, planificación, flexibilidad en el cambio de estrategia e inhibición. Los niños
autistas mostraron un rendimiento significativamente peor respecto a los controles en la
prueba de inversión espacial que requiere realizar cambios estratégicos en las respuestas
para localizar el lugar donde se oculta una recompensa. Es decir, es necesario generar
una estrategia de búsqueda en ausencia de claves externas (Cabarcos y Simarro en
preparación). En general estas personas exhibían respuestas más inflexibles y
perseverativas (Mc. Evoy, Rogers y Pennington, 1993).
Segundo periodo: 1994–actualidad. Los paradigmas computacionales desde el
Enfoque de componentes de procesamiento
Sin duda la investigación de Claire Hughes y col. (1994) constituye un punto de inflexión
en las investigaciones sobre función ejecutiva y autismo. La importancia de la misma
radica en el hecho de que por primera vez se plantea la necesidad de descomponer el
constructo en las operaciones cognitivas que lo integran.
Las tareas neuropsicológicas clásicas pretenden evaluar determinadas capacidades
mentales implicadas en su resolución. Por ejemplo, el test de clasificación de tarjetas de
Wisconsin es un instrumento que se ha utilizado comunmente para medir flexibilidad
mental pero también es necesario poner en marcha otras capacidades como la inhibición,
categorización, memoria de trabajo, atención etc. Además no siempre es sensible al daño
frontal (Shallice y Burguess, 1991). Esto no significa que no evalue función ejecutiva sinó
que lo hace de modo amplio con limitaciones en cuanto a su fiabilidad y validez (Ozonoff,
1995; Axelrod y cols, 1996). Sucede lo mismo con la Torre de Hanoi que aunque ha sido
típicamente empleada para medir planificación requiere habilidades de razonamiento
abstracto, memoria, atención, manejo de reglas etc. Es decir, nos encontramos ante un
problema evidente de ausencia de operativización de las variables o componentes que
forman parte del concepto función ejecutiva. Esto trae como consecuencia problemas de
medida.
En la investigación comentada anteriormente (Hughes,Russell y Robins, 1994) se
pretendía avanzar desde esta perspectiva científica basada en el procesamiento de la
información (Farah, 1984).
El paradigma empleado utilizaba dos versiones computerizadas y simplificadas del WCST
y de la Torre de Hanoi denominadas Tarea del cambio Intradimensional-Extradimensional
y Torre de Londres. La utilización del ordenador suponía un control más estricto en el
procedimiento de administración, al eliminarse posibles fuentes de error. Además al
mismo tiempo ofrecía la posibilidad de aislar los estímulos, que eran presentados en
etapas sucesivas, y por tanto, las operaciones implicadas en las respuestas.
Este trabajo empírico también incluía una serie de controles internos sobre aquellos
procesos que podían afectar al rendimiento en la tarea (unos relacionados con la atención
y la coordinación sensomotora en la Torre de Londres así como otros para el aprendizaje
discriminativo, mantenimiento de la estrategia o transferencia del aprendizaje en la tarea
del cambio ID-ED). De este modo pudieron excluirse déficits debidos al bajo nivel de
inhibición motora como causa de las frecuentes perseveraciones registradas que se
relacionarían más con la condición experimental en la que el examinado debía transferir lo
aprendido, en las etapas iniciales de la prueba, y cambiar su estrategia de respuesta. No
obstante la variabilidad en los resultados de los sujetos, que aparece en más trabajos,
podía relacionarse con fallos de distinta naturaleza (Ej: cambios atencionales, incremento
de aprendizaje irrelevante, etc).
Figura 5. Discriminación simple (Tarea del cambio intradimensional – extradimensional)

Continuando la misma linea investigadora Ozonoff, Strayer y colaboradores comparan un


grupo de niños autistas no retrasados con dos grupos control constituidos por sujetos con
Síndrome de la Tourette (trastorno en el que también se observan alteraciones ejecutivas)
e individuos normales respectivamente (Ozonoff, Strayer, McMahon y Filloux, 1994).
Pretendían descubrir perfiles disejecutivos distintos para ambas condiciones clínicas
además de explorar los mecanismos constituyentes de la inhibición y flexibilidad. La tarea
seleccionada, Go-Nogo, consistía en tres condiciones test con demandas de
procesamiento jerarquizadas: inhibición neutral (responder a un estímulo neutral mientras
se inhibe la respuesta simultaneamente ante la presencia de otro), inhibición prepotente
(requería la inhibición de una respuesta previamente aprendida) y flexibilidad (demandaba
frecuentes cambios en la respuesta). Es precisamente esta última medida la que arroja
diferencias significativas entre el grupo autista y los controles. No obstante los primeros
obtuvieron un rendimiento moderadamente alterado en la segunda condición.
go–no go

Recientemente Ozonoff y Strayer han vuelto a estudiar el componente inhibitorio en un


grupo de 13 niños autistas no retrasados y 13 controles normales. Ellos pensaron que en
su anterior investigación existía un problema que hacía dificil la interpretación de los
resultados. La condición flexibilidad también necesitaba la capacidad de inhibir
respuestas. Era necesario entonces "finar en la medición a fin de aislar correctamente los
mecanismos involucrados en este proceso. No obstante ni la prueba Stop-Signal, que
medía inhibición del control motor voluntario ante estímulos neutros y prepotentes, ni la
tarea Negative Priming, en la que era necesario inhibir estímulos distractores irrelevantes,
mostraron diferencias significativas entre las muestras (Ozonoff y Strayer, 1997).
La memoria de trabajo también ha sido estudiada, sin embargo los resultados no son
concluyentes. Russell y col. encuentran que las personas autistas de su muestra
presentan fallos en una tarea de memoria, propia del ejecutivo central, superiores a los de
los controles normales, y similares a los de otro grupo de sujetos con dificultades
moderadas de aprendizaje (Russell, Jarrold y Henry, 1996). No obstante habría que
interpretar sus conclusiones con cautela debido a que la media de la edad mental verbal
de la muestra clínica estudiada se situaba entorno a 70, por lo que los fallos encontrados
podían deberse a la capacidad mental general y no al autismo en particular.
Jarrold y Russell no hallan diferencias en otra investigación en la que los niños con
autismo de su muestra resolvieron correctamente, al igual que los controles con
dificultades de aprendizaje, tareas de memoria de trabajo. Sin embargo sí mostraron
problemas con la memoria de fuentes, que es la capacidad para recordar el origen y
características contextuales en las que se generó el conocimiento (Jarrold y Russell,
1996). En otra investigación Loisa Bennetto y sus claboradores encontraron fallos en
ambos tipos de memoria (Bennetto y cols, 1996).
Nuevas evidencias sugieren la posible afectación de otros procesos. Ejemplo de ello es
un estudio de Russell y Jarrold que aporta datos sobre alteraciones en la monitorización
aparentemente involucradas en los problemas para autocorregir errores en sujetos
autistas (Russell y Jarrold, 1998).
Conclusiones
La investigación proporciona datos que prueban la existencia de disfunciones ejecutivas
en personas autistas con edades y niveles de funcionamiento cognitivo diferentes (crf.
Russell, 1997). Estos resultados han sido obtenidos mediante diseños experimentales que
emplean medidas de distinto tipo.
Si bien es cierto que algunos científicos han usado la expresión paraguas conceptual en
clara alusión a las dificultades para operacionalizar el término (Happé, 1994; Ozonoff y
Strayer, 1997) no es menos cierto que en los últimos años se está produciendo un
importante proceso de refinamiento metodológico a la hora de desarrollar modelos y
procedimientos de investigación adecuados (Hughes y cols, 1994; Rabbitt, 1997) que
permitan aislar los componentes que integran este constructo.
El estudio de las investigaciones de los últimos años muestra una clara evolución en el
tratamiento científico del concepto función ejecutiva. Los primeros trabajos científicos se
caracterizaban por la falta de operativización e indefinición de las variables estudiadas.
Pero la situación empieza a cambiar con la llegada de paradigmas cognitivos
computerizados como los basados en el estudio de los componentes de procesamiento.
Este enfoque ha supuesto un mayor control en los procedimientos de administración de
las tareas, que son aplicadas a través del ordenador. Además, permite controlar
objetivamente las variables relacionadas con la respuesta, incrementándose así la
posibilidad de aislar los subcomponentes investigados. Esto contribuye a mejorar la
validez de las medidas.
Uno de los argumentos empleados para criticar la relevancia de la teoría del déficit
ejecutivo es el de la no especificidad de esta alteración en el autismo. Sin embargo, la
cuestión se relativiza si lo que se pretende es entender su contribución, junto a otras
explicaciones, a la sintomatología del cuadro con independencia de su hipotética
consideración bien cómo factor causal bien cómo déficit secundario. No obstante y a
pesar de que esta hipótesis parece encajar mejor con esa aparente inflexibilidad mental y
conductual, que constituye el tercer criterio diagnóstico de autismo (DSM-IV.APA, 1994),
también es necesario determinar la relación entre la disfunción ejecutiva y otros síntomas
típicos del trastorno como los sociales o los lingüístico-comunicativos. ¿El lenguaje
estereotipado e inflexible podría reflejar déficits de ejecución subyacentes?
Debe investigarse hasta que punto los datos de los test son extrapolables a situaciones
naturales más dinámicas e impredictibles. Algunos autores han criticado la validez
ecológica de las pruebas ejecutivas (cf. Cripe, 1996) e incluso la validez de constructo, al
existir otras razones que podrían explicar un pobre rendimiento en las tareas. Es
necesario disponer de test ejecutivos empíricos que cumplan determinadas características
como ser novedosos en forma y contenido para el sujeto o que eviten respuestas
automáticas de acomodación durante la ejecución (cf. Phillips, 1997). Lo que si parece
más dificil de obtener son medidas puras de función ejecutiva ya que también se hallan
involucrados otros aspectos de la cognición. Recordemos que estamos hablando de un
conjunto de procesos ampliamente distribuidos a través de diferentes sistemas neurales.
Desde la teoría de la mente (Baron Cohen, Leslie y Frith, 1985) se ha defendido la
participación de los lóbulos frontales en el déficit cognitivo subyacente al autismo. Algunos
trabajos han aportado datos sobre el activo papel de estas regiones en la realización de
tareas mentalistas (Baron-Cohen y col. 1994; Flechter y col. 1995 Stone y cols, 1998) por
lo que la investigación futura deberá determinar las consecuencias de estos hallazgos en
términos de relaciones inter e intrateorías.
La explicación disejecutiva intenta comprender determinados síntomas presentes en las
personas con autismo tratando de integrar datos neurobiológicos, cognitivos y
conductuales. Es necesario continuar explorando el alcance de este enfoque y sus
posibles implicaciones educativas

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