Sie sind auf Seite 1von 504

Anuario de Investigación de la Comunicación

CONEICC

XIII
Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación
de las Ciencias de la Comunicación

Anuario de Investigación
de la Comunicación CONEICC
XIII

María Antonieta Rebeil Corella


EDITORA

LEÓN
Directorio Institucional
Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación
de las Ciencias de la Comunicación

Comité Coordinador 2006-2009

Presidenta
Cecilia Ivonne Quintanilla Salazar

Vicepresidenta
Cecilia Thomsen Zenteno

Secretaría de Actas
† José Antonio Hernández Molina

Tesorera
Mónica Gutiérrez González

Coordinadora de Asuntos Académicos


Leticia Gaspar Bojórquez

Coordinadora de Documentación
Sofía Paláu Cardona

Coordinadora de Difusión
María de la Luz Fernández Barros

Coordinadora de Investigación
María Antonieta Rebeil Corella
Vocalía Valle de México
Karla Rojas Hernández

Vocalía Golfo-Sureste
Marisol Tello Rodríguez

Vocalía Noreste
Zoila Hernández Blanco

Vocalía Centro Occidente


María de Lourdes Hernández Castañeda

Vocalía Noroeste
Edith Yánez Sánchez

Director Regional de México ante FELAFACS


Jorge Calles Santillana
Anuario de Investigación de la Comunicación
CONEICC

XIII

Editora
María Antonieta Rebeil Corella
Universidad Anáhuac México Norte

Coordinación Editorial
Cándido Pérez Hernández
Universidad Anáhuac México Norte

Asistentes de la Coordinación Editorial


Gualberto Canul Rodríguez
Diana Vega García
Universidad Anáhuac México Norte
Consejo Editorial

Francisco de Jesús Aceves González


Universidad de Guadalajara

Alejandro Acuña Limón


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Ciudad de México

Diana Cardona Stoffregen


Universidad Intercontinental

María de la Luz Casas Pérez


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Cuernavaca

Vicente Castellanos Cerda


Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa

Ivone Castro Cota


Universidad de Occidente, Unidad Los Mochis

Inés Cornejo Portugal


Universidad Iberoamericana Ciudad de México

Miguel Ángel Corona Ayala


Universidad Anáhuac México Norte

Delia Crovi Druetta


Universidad Nacional Autónoma de México

Blanca Chong López


Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Torreón

Jesús Elizondo Martínez


Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Javier Esteinou Madrid
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco

José Antonio Forzán Gómez


Universidad Anáhuac México Norte

Raúl Fuentes Navarro


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente

Delia Gómez Morales


Universidad Anáhuac México Norte

Jorge Alberto Hidalgo Toledo


Universidad Anáhuac México Norte

Tanius Karam Cárdenas


Universidad Autónoma de la Ciudad de México

María Concepción Lara Mireles


Universidad Autónoma de San Luis Potosí

José Carlos Lozano Rendón


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Monterrey

Lenin Martell Gámez


Universidad Autónoma del Estado de México

Francisco Javier Martínez Garza


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Monterrey

José Samuel Martínez López


Universidad Iberoamericana Ciudad de México

Marco A. Millán Campuzano


Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa
Anajilda Mondaca Cota
Universidad de Occidente, Unidad Culiacán

Abraham Nosnik Ostrowiak


Universidad Anáhuac México Norte

Carlos Enrique Orozco


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente

Cándido Pérez Hernández


Universidad Anáhuac México Norte

Maricela Portillo Sánchez


Universidad Autónoma de la Ciudad de México

Cristina Romo Gil


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente

Raúl Trejo Delarbre


Universidad Nacional Autónoma de México

Guadalupe Valdés Blásquez


Universidad del Claustro de Sor Juana

Aimée Vega Montiel


Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación
Contenido

19 Introducción
María Antonieta Rebeil Corella
Coordinación de Investigación CONEICC

Primera Parte
Reflexiones teóricas sobre la comunicación
Capítulo 1
31 / El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas
Magdalena Sofía Paláu Cardona
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente

Capítulo 2
51 / Escuela Latinoamericana de Comunicación (ELACOM):
referente histórico y conquista de la hegemonía
en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
Gustavo Adolfo León Duarte
Universidad de Sonora

Capítulo 3
85 / La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos
de estudio de la ciencia de la comunicación:
exploraciones teóricas y abordajes empíricos
Marta Rizo García
Universidad Autónoma de la Ciudad de México

Capítulo 4
105 / Espacio, tiempo y discursividad
María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
Capítulo 5
123 / Sistema y mundo de la vida en la acción comunicativa
Marco Antonio Millán Campuzano
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa

Capítulo 6
137 / (Re) Pensar la comunicación y la cultura:
consumos culturales juveniles en México.
Un acercamiento hemerográfico
Héctor Gómez Vargas
Universidad Iberoamericana León

Segunda Parte
Consideraciones metodológicas de la disciplina
Capítulo 7
171 / La negociación: proceso clave para comprender a la recepción
desde la perspectiva culturalista anglosajona
Laura López Rivera
Universidad Intercontinental

Capítulo 8
193 / Reflexiones metodológicas para investigar
la comunicación no verbal
Cyntia Cerón Hernández
Universidad Intercontinental

Tercera parte
Observatorio de medios

Capítulo 9
217 / Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México
antes y después del TLC
María de la Luz Casas Pérez
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Cuernavaca

14 •
Capítulo 10
239 / La transformación del índex en el cine en la era digital:
análisis de la cinematografía de las películas The Matrix
y The Matrix Reloaded
Vicente Castellanos Cerda
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa

Capítulo 11
257 / Estereotipos demográficos y ocupacionales de la mujer
y el hombre en la televisión mexicana
María Leticia Flores Palacios, Ana Gabriela Sánchez Santana
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Monterrey

Capítulo 12
273 / El rol de la televisión en la socialización política
de los niños: resultados preliminares
Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Monterrey
Sandra Iliana, Carmen Gómez
Universidad Autónoma de Tamaulipas

Capítulo 13
289 / Oferta de espacios informativos en la radio lagunera
Blanca Chong López, Alfredo Morales Pérez
Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Torreón

Capítulo 14
301 / Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación
en la conducción radiofónica de informativos
Tanius Karam Cárdenas
Universidad Autónoma de la Ciudad de México

• 15
Cuarta Parte
Opinión pública

Capítulo 15
327 / Opinión pública y transformación del espacio público
en América Latina: del Informe MacBride a la Red Indymedia
Francisco de Jesús Aceves González
Universidad de Guadalajara

Quinta Parte
Cultura e identidad: casos de estudio
Capítulo 16
341 / Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación
Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio
Universidad Cristóbal Colón

Capítulo 17
365 / Comunicación y aprendizajes: notas para promover
experiencias educativas en la ciudad
Genaro Aguirre Aguilar
Universidad Veracruzana

Capítulo 18
379 / Comunicación masiva - culturas tradicionales:
un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas
del pueblo de Conkal, Yucatán
Roxana Quiroz Carranza
Universidad Autónoma de Yucatán
Gretty Escalante Góngora
Universidad del Mayab

Capítulo 19
401 / Rehacer el tejido de Penélope:
mujeres y reproducción de la emigración
Ana Leticia Gaspar Bojórquez
Universidad del Valle de Atemajac

16 •
Sexta Parte
La formación del comunicador
Capítulo 20
429 / La formación en comunicación en Tijuana:
apuntes sobre un modelo de plan de estudios
de la licenciatura en comunicación de la UABC, Tijuana
David González Hernández, Gerardo León Barrios,
Ángela Serrano Carrasco
Universidad Autónoma de Baja California, Unidad Tijuana

Séptima Parte
Nuevas perspectivas de la comunicación organizacional
Capítulo 21
445 / Sistemas de comunicación para organizaciones no corporativas
Cándido Pérez Hernández
Universidad Anáhuac México Norte

Capítulo 22
457 / Empresas mediáticas de fuente abierta: la transformación
organizacional en la era del entretenimiento
Jorge Hidalgo Toledo
Universidad Anáhuac México Norte

Resúmenes de Tesis Ganadoras del


PREMIO NACIONAL CONEICC 2005

Categoría Licenciatura
Primer lugar
475 / Procesos socioculturales de apropiación de obras de arte
digital en museos y galerías
María del Carmen Llaguno Aguiñaga, Reyna Yunuhen Ponce
Navarrete, María Eugenia Prieto Rodríguez, Karla Reyes Galván
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco

• 17
Segundo lugar
481 / El consumo cultural de la danza contemporánea
en los jóvenes de la Ciudad de México:
las necesidades de comunicación de un campo
Cyntia Cerón Hernández
Universidad Intercontinental
Tercer lugar
486 / Historia del RADIOARTE en México
Samantha Fernández de Lara Arroyo
Universidad Autónoma de Puebla

Categoría Maestría
Primer lugar
490 / La familia frente al fuego: estudio de recepción televisiva
Sandy Rodríguez García
Universidad Nacional Autónoma de México

Premio Especial de Periodismo


495 / Lo público y lo privado en los impresos decimonónico:
libertad de imprenta (1810-1882)
Elba Teresa Chávez Lomelí
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

18 •
Introducción

Los textos que integran el Anuario de Investigación de la Comunicación CO-


NEICC Número XIII, aparecen a continuación y fueron agrupados en las siguien-
tes secciones: 1) Reflexiones Teóricas sobre la Comunicación; 2) Consideraciones
Metodológicas de la Disciplina; 3) Observatorio de Medios; 4) Opinión Pública;
5) Cultura e Identidad: Casos de Estudio; 6) La Formación del Comunicador y
7) Nuevas Perspectivas de la Comunicación Organizacional. Los títulos de los
textos y los correspondientes resúmenes hablan por sí mismos de la diversidad
y la intensidad que han adquirido los estudios de la comunicación en el país.
La diversidad de los marcos teóricos que se emplean para conformar el pre-
sente texto y los nuevos esfuerzos metodológicos, dan indicios del deseo por
innovar y por ir más allá de lo previamente explorado. Las nuevas miradas a los
medios en tanto que presencia en el espacio audiovisual que está en continua
transformación, hablan de la necesidad de tener más y mejores herramientas
de análisis. Los estudios de caso específicos muestran el amplio espectro de
análisis que se abre para los procesos de la comunicación. La insistencia sobre
la problemática de la opinión pública, busca llamar la atención a situaciones de
los espacios público y privado que siguen vigentes a pesar de los importantes
esfuerzos realizados a la fecha. La formación del comunicador, razón de ser
primordial del CONEICC, puede y debe ganar más espacios en la reflexión y en
la investigación. Las nuevas miradas a la comunicación organizacional indican
que se trata de un campo fértil para el análisis y para la acción.
Vale la pena revisar la trayectoria de las temáticas abordadas por los distintos
números del Anuario de Investigación de la Comunicación. Si bien, el Anuario es
una de muchas obras que se publican anualmente por parte de la comunidad
de investigadores en el país, también es cierto que ésta tiene características
que la distinguen como un trabajo colectivo que se conforma con base en los
intereses espontáneos de los autores que aportan sus ideas y que, por lo menos
en los últimos años, sus contribuciones son evaluadas por los mismos grupos
de pares integrantes de la comunidad de comunicadores. Las tendencias que
muestran los números del I al XII del Anuario de Investigación de la Comuni-
cación CONEICC, remiten a las inquietudes manifiestas por el grupo de autores
que han escrito en las páginas de los XII volúmenes.

Gráfica 1
Participación institucional en artículos de Anuarios de Investigación
de la Comunicación CONEICC 1

1
Se contabilizaron un total de 153 artículos extraídos de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC del número I al XII. Fuente: Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA),
Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac México Norte.

20 • María Antonieta Rebeil Corella


Contenidos e instituciones de los autores de los números I al XII
del Anuario de Investigación de la Comunicación CONEICC

La gráfica inicial muestra la distribución de los artículos por institución. La UAM


Xochimilco, destaca con un total de 21 artículos, por lo que es la institución
que tiene el mayor número de publicaciones en los Anuarios del CONEICC,
seguida por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, misma que ha
publicado un total 15 artículos (Gráfica 1). Es interesante observar que los ar-
tículos provienen de un total de 33 instituciones académicas lo cual señala que
existe una sana representatividad de varias organizaciones de educación superior
en los anuarios, aunque ésta podría estar más equitativamente distribuida.
Llama la atención la participación de un artículo cuyo autor se desempeña en
la empresa privada, Multivisión.
A continuación se analizan las áreas temáticas que concentran la atención
de los Anuarios: Industrias mediáticas, Institucionalización, Política, Ética,
Estudios culturales y Comunicación Administrativa. La denominada Industrias
mediáticas, conforma el 34 por ciento del total de los trabajos incluidos. Le
siguen la temática sobre Ética con un 22 por ciento del total y Estudios culturales
con un 19 por ciento, respectivamente (Gráfica 2). Esos tres constituyen los
principales intereses a los que los investigadores dedican sus esfuerzos en los
12 tomos del Anuario.

Gráfica 2
Temáticas generales de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC números I al XII*

*Se contabilizaron un total de 153 artículos extraídos de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC del número I al XII. Fuente: Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA),
Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac México Norte.

Introducción • 21
En seguida, se presenta la información que tiene que ver con los subtemas
abordados por los autores en los Anuarios. Para la temática de Industrias cul-
turales, es la Televisión el principal interés de las investigaciones reportadas.
Según los datos, 31 artículos de 153 tomaron, ya sea como tema principal o
periférico, el análisis de esta industria mediática (32 por ciento del total en esta
categoría) (Gráfica 3). Por otra parte, el rubro de Nuevas tecnologías, cuenta
con 19 por ciento de participación, temática que ha cobrado importancia en
los últimos años, debido, principalmente al fenómeno de la convergencia que
está ocurriendo entre los medios tradicionales y los digitales.
Cabe señalar que existe un subtema que incluye aquellos estudios que no
profundizan en algún medio en específico sino que generalizan; estos se agru-
paron bajo la temática: Medios masivos de comunicación y representan el 15 por
ciento de la temática Industrias mediáticas (Gráfica 3).

Gráfica 3
Subtemas comprendidos en las Industrias mediáticas* de los Anuarios
de Investigación de la Comunicación CONEICC números I al XII

*Se contabilizaron un total de 153 artículos extraídos de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC del número I al XII. El total de artículos para esta gráfica corresponde únicamente al subtema
Industrias mediáticas que da un total de 96 textos. Fuente: Centro de Investigación para la Comunicación
Aplicada (CICA), Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac México Norte.

Los trabajos agrupados en el campo de la Institucionalización están referidos


plenamente a la concepción y conformación de la disciplina de la comunicación.
En éste se incluyen las autorreflexiones sobre la disciplina así como los avances
en materia de las teorías de la comunicación. Es así como, por un lado están las

22 • María Antonieta Rebeil Corella


investigaciones que abordan algún aspecto teórico, 18 artículos (49 por ciento);
y por otro, aquellas de Autorreflexión sobre el desarrollo de la disciplina en
México, 19 artículos que representan el 51 por ciento del total (Gráfica 4).
Es evidente que existe la preocupación por parte de diversos autores por
revisar los distintos aspectos que conforman la disciplina, estos van desde la
conformación de programas académicos en las Escuelas de Comunicación hasta
el espectro profesional del ejercicio laboral.

Gráfica 4
Subtemas comprendidos en Institucionalización* de los Anuarios
de Investigación de la Comunicación CONEICC números I al XII

*Se contabilizaron un total de 153 artículos extraídos de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC del número I al XII. El total de artículos para esta gráfica corresponde únicamente al subtema
Institucionalización que da un total de 37 textos. Fuente: Centro de Investigación para la Comunicación
Aplicada (CICA), Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac México Norte.

Los datos muestran que hay 61 trabajos en torno a la Ética. Esta temática
incluye los trabajos que tienen que ver con la Regulación y Legislación de los
medios, así como los procesos de Educación para la recepción y los que se ocupan
de las interrelaciones Familia – medios (generalmente referidos a la televisión).
Es importante anotar que de las tres subtemáticas, es precisamente la Educa-
ción para la recepción, la cuestión de mayor seguimiento con 34 artículos que
representan el 55 por ciento del total (Gráfica 5).
Como se sabe, los aspectos que abordan la temática de los Estudios culturales
representan un amplísimo abanico de posibilidades de investigación pues son
muchos los objetos de estudio que caen dentro de esta temática. En el presente
estudio se concretaron cinco categorías: globalización, ciudad, identidad, género
y arte (Gráfica 6). 24 artículos sitúan el subtema de la Identidad, como una
de las líneas de investigación más explorada, bajo enfoques de estudios de
tipo sociológico y antropológico, dicho subtema concentra el 46 por ciento
de los trabajos.

Introducción • 23
Gráfica 5
Participación de subáreas pertenecientes a la Ética* de los Anuarios
de Investigación de la Comunicación CONEICC Números I al XII

*Se contabilizaron un total de 153 artículos extraídos de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC del número I al XII. El total de artículos para esta gráfica corresponde únicamente al subtema
Ética que da un total de 61 textos. Fuente: Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA),
Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac México Norte.

Cabe anotar que el subtema de la Globalización es una preocupación que


interesa cada vez más a los investigadores de la comunicación por su trascenden-
cia. 26 por ciento de los trabajos tienen este importante asunto (Gráfica 6).

Gráfica 6
Categorías pertenecientes a Estudios culturales* de los Anuarios
de Investigación de la Comunicación CONEICC números I al XII

*Se contabilizaron un total de 153 artículos extraídos de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC del número I al XII. El total de artículos para esta gráfica corresponde únicamente al subtema
Estudios culturales que da un total de 53 textos. Fuente: Centro de Investigación para la Comunicación
Aplicada (CICA), Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac México Norte.

La relación comunicación y política ha sido un aspecto retomado conti-


nuamente por los investigadores de ambas ciencias. El caso de los Anuarios
CONEICC no es la excepción. Fueron ubicados en este contexto un total de 28

24 • María Antonieta Rebeil Corella


artículos, la mayoría referidos a Comunicación política electoral, 54 por ciento
de los trabajos (Gráfica 7).
El incremento en el interés en esta última categoría es un indicativo de la
preocupación de los investigadores por saber e inferir sobre el impacto, prin-
cipalmente en el nivel nacional, de los discursos y planteamientos políticos así
como el análisis de la receptividad del público.

Gráfica 7
Subtemas que integran estudios de Política* de los Anuarios
de Investigación de la Comunicación CONEICC números I al XII

*Se contabilizaron un total de 153 artículos extraídos de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC del número I al XII. El total de artículos para esta gráfica corresponde únicamente al subtema
Política que da un total de 28 textos. Fuente: Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA),
Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac México Norte.

Adicionalmente, se realizó una categorización por territorialidad, es decir,


se ubicó cada uno de los temas por sus alcances geográficos: sean éstos en el
nivel de las Entidades Federativas, Estatal, de la Federación, Nacional o Interna-
cional. Los datos señalan que el 57 por ciento extienden sus análisis al ámbito
nacional, 35 por ciento en el local Estatal. Solamente el 18 por ciento restante
se ocupa del estudio del contexto Internacional (Gráfica 8). Cabe hacer notar
que a la fecha existe la tendencia entre los investigadores mexicanos autores de
los Anuarios del CONEICC, en escribir más acerca de la propia realidad que en
analizar los acontecimientos comunicacionales tras fronteras.
En el análisis realizado se encontró que en muchos de los casos, los estudios
locales o circunscritos a alguna problemática de la comunicación en el nivel
de alguna entidad federativa específica, se ubican principalmente en las zonas
Norte y del Bajío del país. Así como en algunos estados adicionales como son
el Estado de Veracruz y la Ciudad de México. Desde luego que ello está deter-
minado por la ubicación geográfica de la institución académica que auspicia
la investigación o al investigador.

Introducción • 25
Gráfica 8
Ubicación del planteamiento y alcance Territorial de los trabajos*
de los Anuarios de Investigación de la Comunicación CONEICC números I al XII

*Se contabilizaron un total de 153 artículos extraídos de los Anuarios de Investigación de la Comunicación
CONEICC del número I al XII. El total de artículos para esta gráfica corresponde únicamente al subtema
Territorialidad que da un total de 153 textos. Fuente: Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada
(CICA), Escuela de Comunicación, Universidad Anáhuac México Norte.

Con los datos anteriormente analizados es posible determinar, tanto las áreas
temáticas que interesan a los investigadores en México y que cuentan con un
historial de por lo menos 12 años de existencia. Por otra parte, permite observar
cuáles son aquellos temas cuyo estudio está por iniciarse mismos que pueden
estar siendo prioritarios para la realidad nacional.
Ante este panorama vale la pena proponer las siguientes conclusiones:
• A pesar de que las Universidades Autónoma Metropolitana, Unidad
Xochimilco y la Iberoamericana Ciudad de México son las que más
contribuciones tienen en los doce números del Anuario de Investigación
de la Comunicación CONEICC, el total de instituciones participantes es
de 33, dato que da cuenta de la amplia convocatoria del Anuario y de
la diversidad del mismo.
• Los temas que tratan los autores de los Números del I al XII de los
Anuarios de Investigación de la Comunicación CONEICC son: indus-
trias mediáticas, institucionalización, política, ética, estudios culturales
y comunicación administrativa.
• La que más atrae a los comunicólogos es industrias mediáticas, que abarca
la tercera parte del total de los trabajos incluidos; ética, que incluye bajo
sus rubros la problemática de los procesos de recepción, le sigue con más
de una quinta parte del total y estudios culturales con otro 20 por ciento
aproximado. Los tres temas: industrias mediáticas, ética y estudios cul-

26 • María Antonieta Rebeil Corella


turales constituyen los principales focos de interés de los investigadores
autores del Anuario (Números I al XII).
• Para el tema de industrias mediáticas es importante considerar que es el
medio televisivo el que más atrae los esfuerzos intelectuales de la comu-
nidad de comunicadores.
• Los artículos teóricos se dividen en dos tipos: los que indagan acerca
de la misma disciplina y su desarrollo en México y en América Latina
y los que buscan construir referentes teóricos que ayuden a la mejor
comprensión de la comunicación.
• Los estudios de ética contienen un enfoque sobre los procesos de edu-
cación en los auditorios y cómo ello afecta al núcleo familiar.
• Interesantemente, en el contexto de los estudios culturales, son las in-
dagaciones sobre los procesos de identidad las que prevalecen.
• En los estudios que tienen como foco de interés la política hay una
preferencia por los estudios sobre elecciones más que sobre la opinión
pública o el análisis del discurso político.
• Hay un predominio de los estudios del espectro nacional sobre los de
corte regional y los que tienen puntos de vista internacionales.

María Antonieta Rebeil Corella


Coordinación de Investigación, CONEICC

Introducción • 27
Primera parte
Reflexiones teóricas sobre
la comunicación

3
Capítulo 1

El campo de la comunicación:
algunas discusiones abiertas
Magdalena Sofía Paláu Cardona*
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente

En este artículo se propone una nueva mirada en el acercamiento a


cuatro aspectos centrales en la discusión abierta respecto del campo de la
comunicación. Los aspectos abordados son: el estatuto disciplinar de los
estudios de la comunicación, el enfoque para la construcción de objetos
de estudio, las teorías y metodologías pertinentes para el estudio de la
comunicación y las articulaciones posibles entre los subcampos de la
comunicación. El supuesto que está a la base de esta lectura es que estos
cuatro aspectos no se han debatido suficientemente y en forma incluyente
aunque se plantean reiteradamente por los agentes del campo.

This article proposes a fresh reading of four aspects which are central to the
ongoing discussion concerning the field of communication: the disciplinary
statute of communication studies, approaches to the construction of study
objects, pertinent theoretical and methodological frameworks for the study
of communication, and possibilities of articulation among the sub-fields of
communication studies. Underlying this reading is the assumption that,
though repeatedly brought up and discussed by field actors, these four aspects
have been debated neither sufficiently nor in relation to one another.

* Profesora del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO. Licenciada en Cien-


cias de la Comunicación por el ITESO, Maestra en Ciencias Sociales por la Universidad de
Guadalajara. Actualmente estudia el Doctorado en Estudios Científico – Sociales, línea de
Comunicación, cultura y sociedad en el ITESO. Correo electrónico: spalau@iteso.mx
Introducción

Aproximarse o reaproximarse al campo de la comunicación es una oportunidad


de repensarlo y, al repensarlo, construir nuevos significados y nuevas interpre-
taciones sobre él. Los significados e interpretaciones que se construyen tienen
el propósito general de aportar nuevos elementos a una discusión iniciada hace
ya muchos años. Sin desconocer la riqueza y diversidad de la trayectoria del
campo de la comunicación en nuestras sociedades contemporáneas, propongo
aquí cuatro aspectos que, desde mi punto de vista, continúan siendo debates
abiertos en el campo de la comunicación.
En el primer apartado se presenta una discusión que coloca en el centro
el estatus disciplinar de los estudios de la comunicación. La discusión intenta
contextualizar, en un primer momento, la emergencia del campo como campo
académico en el pensamiento de las humanidades y las ciencias sociales y en
sus respectivos procesos de institucionalización y disciplinarización. Desde
este contexto se reconocen los movimientos que han seguido los estudios de la
comunicación, desde su intento por colocarse como una disciplina científica,
pasando por la explosión y fragmentación de posibles objetos, hasta la propuesta
de asignarle un estatus transdisciplinario y concebirlo como un campo.
En el segundo apartado se desarrolla con más detalle una discusión que ha
acompañado, desde hace muchos años, al campo académico de la comunica-
ción. La disyuntiva entre estudiar la comunicación desde los medios masivos o
estudiarla desde la cultura. Aunque para algunos esta discusión ha sido supera-
da, aún quedan elementos y agentes que parecieran buscar regresar al pasado.
Otros consideran que es un “malentendido” a la propuesta del estudio de la
comunicación desde la cultura a través de las mediaciones.
El tercer apartado intenta colocar algunas bases para la discusión respecto de
los objetos y metodologías pertinentes a los estudios de comunicación. Recojo
aquí dos aproximaciones teóricas a la comunicación que comparten la intención
de construir una mirada que abarque la complejidad del fenómeno, es por ello
que creo que pueden ser un buen punto de partida para la discusión. No se
consideran éstas aproximaciones teóricas como las únicas vías de entrada a la
discusión, sino simplemente como propuestas que pueden servir de punto de
partida. Evidentemente hay muchas otras propuestas teóricas que han estado
presentes en el trabajo de investigación de la comunicación.
El cuarto apartado recoge una antigua preocupación respecto de la desar-
ticulación del campo de la comunicación. Es la invitación a repensar, a través

32 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


de la reconstrucción del proceso de emergencia y conformación del campo,
caminos posibles para la fertilización productiva entre los subcampos: acadé-
mico (de formación profesional y de investigación) y profesional (con todas las
variantes del ejercicio profesional existente, incluida la investigación comercial
o aplicada).
Los temas aquí discutidos no son nuevos, tampoco se recogen, en este
artículo, todas las discusiones que se han abierto en la historia del campo,
sin embargo se recogen algunos que aparecen como centrales para el fortale-
cimiento del campo de la comunicación. Es el intento de una mirada nueva
sobre temas ya instalados en la discusión. Es la propuesta de una relectura a
partir del pensamiento de muchos otros que ha quedado impreso en las pá-
ginas de sus libros, artículos y conferencias. Es el esfuerzo por construir una
nueva intertextualidad que permita una nueva discusión sobre estos asuntos.
Es, finalmente, una invitación a repensar juntos algunos de los temas que nos
van constituyendo como campo.

Estatuto disciplinario de los estudios de comunicación

Contexto científico del surgimiento de estudios de la comunicación


Los estudios de comunicación aparecieron en un momento histórico y científico
particulares: se desarrollaron en el mundo moderno y al interior del sistema
mundial de universidades. En este contexto predominaba el cientificismo, una
corriente de pensamiento que sostiene que la ciencia es el único modo legítimo
de conocimiento, que existe el mundo real y la posibilidad de conocerlo em-
píricamente, aunque sea parcialmente. Con la modernidad se desarrolló una
estructura de conocimiento de “dos culturas” y un divorcio entre la ciencia y
la filosofía. En el mundo moderno hubo un marcado aumento del prestigio
cultural de la ciencia a expensas del decrecimiento del prestigio cultural de las
humanidades y la filosofía.
Las ciencias sociales se constituyeron, a partir del Siglo XIX, “a la sombra de
la dominación cultural de la ciencia newtoniana e internalizaron la lucha entre
estas dos culturas.” (Wallerstein, 2004, p.17) Las ciencias sociales estuvieron
en medio de la lucha entre las ciencias naturales y las humanidades. Este es el
contexto en el que se dio el proceso de disciplinarización de las ciencias sociales.
En este proceso participaron cinco países (Inglaterra, Francia, Alemania, Italia
y Estados Unidos) y se conformaron seis disciplinas: la historia, la economía,
la ciencia política, la sociología, la antropología y los estudios orientales. Según

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 33


Wallerstein (1996) esta división disciplinar respondió a tres ejes distintos. El eje
presente/pasado, en donde la historia trabaja sobre el pasado y el resto de las
disciplinas se enfocan en el presente. El segundo eje fue el del espacio hipotético
en donde la economía se interesaba por el mercado, la ciencia política por el
estado y la sociología en la sociedad civil. El tercer eje respondía a la división
entre el mundo civilizado y los “otros”. Las cuatro primeras más interesadas
en el occidente, es decir, en lo que se consideraba como el mundo civilizado;
mientras que la antropología y los estudios orientales se interesaron por los
países no occidentales, los considerados “otros”.
Los estudios de comunicación, como tales, surgieron con el advenimiento
de los medios electrónicos de comunicación de masas, primero la radio y poste-
riormente la televisión. Si queremos remontarnos a los orígenes del pensamiento
moderno sobre la comunicación es necesario entender que hay dos grandes
núcleos de pensamiento de los que abreva la reflexión sobre comunicación: las
humanidades y las ciencias sociales.
Desde las humanidades la reflexión sobre comunicación está muy ligada
a la teoría del conocimiento que tienen, como base común, las preguntas
respecto de la construcción del significado y el tema de la intersubjetividad,
como lo señala Jensen: “¿Cómo y por cuáles significados es posible compartir
la comprensión de ciertos significados?”. Con la aparición de los medios de
comunicación la pregunta se amplía “¿Cuáles son los rasgos relativamente fijos
en cada significado de comunicar y cómo estos rasgos hacen física, psicológica
y socialmente diferentes unos medios de otros y de la interacción cara a cara?
“ (Jensen, 2002, p. 16)
Las tradiciones más importantes de la historia de las ideas y que han ali-
mentado la reflexión en comunicación son: la retórica, la hermenéutica, la
fenomenología y la semiótica, siendo esta última la que más ha aportado en la
conformación de los estudios de medios como un campo específico.
Desde las ciencias sociales hay que considerar que la concepción de la sociedad
como un organismo, el desarrollo industrial y la división del trabajo, en síntesis,
el desarrollo del capitalismo, es lo que inspira las primeras ideas respecto de la
comunicación. En estas concepciones primeras, la comunicación, por un lado,
está muy relacionada a la idea de vías de comunicación para el flujo de bienes y
por el otro, es vista como un factor de integración de ese organismo-sociedad.
Estas dos concepciones son denominadas por Carey (1989) como la visión de
“transmisión” y la visión “ritual” de la comunicación y han estado presentes desde
el siglo XIX, antes de la aparición de los medios masivos de comunicación.

34 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


Con el auge y crecimiento de los medios de comunicación masiva se desa-
rrollaron también algunas teorías que intentan explicar este fenómeno social.
Al mismo tiempo comienza a desarrollarse, dentro de las Ciencias Sociales, la
disciplina de la sociología. Estos dos elementos intervinieron en los primeros
desarrollos teóricos que, sobre la comunicación, surgieron en Estados Unidos
y Europa.
Después de la Segunda Guerra Mundial la estructura de las ciencias sociales
colapsó por diversas razones y comenzaron a expandirse los campos de estudio.
El campo referido específicamente a la comunicación estaba en una etapa ini-
cial de constitución y en el intento por allegarse el reconocimiento como una
disciplina con límites bien definidos. Al colapsar la división disciplinaria de las
ciencias sociales, los estudios de comunicación se enfrentaron a la disyuntiva de
consolidarse como una disciplina específica o abrirse al reto de pensarse, junto
al resto de las disciplinas de las ciencias sociales, de un modo nuevo.

Intento por constituir una disciplina bien delimitada

Con lo anteriormente expuesto queda suficientemente claro que el campo


de estudios de la comunicación, en la primera mitad del Siglo XX, siguió el
movimiento generalizado de las ciencias sociales por conseguir un estatuto
científico. Los esfuerzos de agentes del campo, como Wilbur Schram, por
reunir un cuerpo de conocimientos teóricos, un grupo de objetos de estudio
específicos y una orientación metodológica son clara evidencia de ese impulso
por alcanzar el estatus disciplinar para los estudios de comunicación. En ese
esfuerzo predominaron las metodologías con perspectiva cuantitativa, los medios
de comunicación de masas como objeto de estudio y las teorías en relación con
los efectos de la comunicación de masas.
Estos esfuerzos llegaron “tarde” en términos del desarrollo de las ciencias
sociales, llegaron en el momento en el que la división disciplinaria de las ciencias
sociales era fuertemente cuestionada y se imponía un movimiento generalizado
hacia la interdisciplinariedad. Sobre este tema Renato Ortiz (1999) afirma
que en las ciencias sociales “la especialización disciplinaria, subdisciplinaria y
temática alcanzó un grado tal en el Siglo XX que comprometió la frontera de la
ciencia social, devino en un movimiento de fragmentación que no permite que
se formulen un conjunto de problemas que no se pueden formular desde una
disciplina particular”. (Ortiz, 1999, p.30) Un segundo elemento que ha transfor-
mado la investigación en las ciencias sociales es la transformación del momento

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 35


histórico mundial, “con la globalización diversos aspectos de la realidad social
se ven penetrados por un conjunto de fuerzas que recomponen el marco de las
relaciones sociales, por lo que es necesario dar paso al estudio de las relaciones
sociales mundializadas” (Ortiz, 1999, p. 36), es decir, los objetos de estudio de las
ciencias sociales se han transformado y por lo tanto las ciencias sociales habrán de
cambiar también. El cuestionamiento a las ciencias sociales y sus consecuencias
inmediatas afectaron el desarrollo de los estudios de comunicación.

La inter – post – anti – disciplinariedad de los estudios


de la comunicación

Después de 1945, la innovación académica más importante fue la creación de


estudios por áreas o regiones. Estos nuevos estudios por áreas eran, por defini-
ción, “multidisciplinarios”. Las prácticas académicas conjuntas de científicos
de diversas especialidades “dejaron ver lo mucho que hay de artificial en las
rígidas divisiones institucionales de conocimiento asociado a las ciencias sociales”
(Vasallo, 2001, p. 50)
Una manera de enfrentar el desdibujamiento de las líneas divisorias entre
las disciplinas de las ciencias sociales y la heterogeneidad de las mismas al irse
estirando los límites de sus objetos de estudio y debilitándose la coherencia de
las premisas intelectuales que se habían esgrimido para defender una existencia
separada, fue la creación de ámbitos interdisciplinarios. La interdisciplinariedad
suponía la combinación de diversas disciplinas sobre un objeto, esto llevó a la
conformación de un equipo multidisciplinario para el estudio de dicho objeto.
Otra forma que tomó la interdisciplinariedad fue la de colocar un objeto en la
frontera de dos o más disciplinas.
El resultado de este esfuerzo interdisciplinario fue un acercamiento im-
portante entre las disciplinas existentes, pero no implicó “una fructífera ferti-
lización recíproca entre las disciplinas” (Vasallo, 2001, p.51) Los estudios de
comunicación operaron, en este esfuerzo y en algunos casos, como un ámbito
interdisciplinario y, en otros, como un campo disciplinar particular que aportaba
desde su especificidad a estudios en los que intervenían diversas disciplinas.
Ante el desdibujamiento de las líneas divisorias entre las disciplinas de las
ciencias sociales, algunos académicos interesados en los estudios de comuni-
cación recurrieron a otras dos vías. La primera fue considerar los estudios de
comunicación como un ámbito post-disciplinario, es decir más allá y posterior
a la disciplinarización de las ciencias sociales. Los estudios de comunicación se

36 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


presentaron como una alternativa que proponía objetos de estudio incorporan-
do las perspectivas de múltiples disciplinas simultáneamente. Este esfuerzo no
fructificó pues los agentes no contaban con suficiente peso específico y relativo
en la lucha al interior del campo científico.
Una segunda vía, tomada por un grupo minoritario de académicos, fue
la antidisciplina. Esta posición implica un rompimiento más radical, no sólo
con la forma en que se estructuró el campo de las ciencias sociales en términos
institucionales y disciplinares, sino como un cuestionamiento al pensamiento
científico ortodoxo como única forma de conocimiento válido. Esta vía an-
tidisciplinaria se afinca en “la dificultad actual que experimenta la ciencia, el
descrédito a partir de la crítica respecto de su posible subjetividad y el cuestio-
namiento a su desinterés y a su pretendido carácter extrasocial.” (Wallerstein,
2004, p. 13) Adicionalmente, implica la conciencia de que la realidad del
mundo es cambiante y por lo tanto las interpretaciones que de él se hacen
serán siempre transitorias.

La transdisciplinariedad de los estudios de comunicación

Ante la complejidad de los procesos de disciplinarización y desdibujamiento


de las fronteras disciplinares en las ciencias sociales y ante las posturas inter
– post – anti disciplinarias revisadas anteriormente, aparece como alternativa
la transdisciplinariedad. El fundamento de esta es la emergencia de “campos
de estudio” (Fuentes, 1998) que es un “movimiento hacia la superación de los
límites entre especialidades cerradas y jerarquizadas y el establecimiento de
un campo de discurso y prácticas sociales cuya legitimidad académica y social
dependa cada vez más de la profundidad, extensión, pertinencia y solidez de las
explicaciones que produzca y no del prestigio institucional acumulado” (Vasallo,
2001, p. 53) El de la comunicación es un campo que emerge de la relación
orgánica entre las ciencias sociales y la comunicación. La comunicación en las
sociedades contemporáneas está colocada en un lugar central, al grado que se
le ha llegado a denominar “sociedad de la comunicación”. Esto hace posible
colocar a los estudios de comunicación como un campo de estudio que implica
articular la experiencia y los recursos de diversas ramas y enfoques en una síntesis
que confluya, en tanto lógica científica, para la producción de conocimiento
pertinente y consistente y que responda a las necesidades sociales.
Esta forma de entender la transdisciplinariedad no supone romper con las
formas institucionales que han tomado los estudios de comunicación sino la

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 37


conquista del rigor teórico-metodológico y la ampliación y consolidación de los
saberes que hasta ahora han estado fragmentados. En palabras de Jesús Martín
Barbero (2002) “la propuesta latinoamericana es insertar la investigación de
comunicación en el espacio de las ciencias sociales: la transdisciplinariedad…hay
que pasar de la legitimidad teórica del campo a su legitimidad intelectual que
es la posibilidad de que la comunicación sea un lugar estratégico desde el que
pensar la sociedad”. (Martín Barbero, 2002, p. 211)

La comunicación: estudios de medios vs. estudios de la cultura

Al parecer los estudios de comunicación han asumido esta posición transdisci-


plinaria y esto ha implicado la construcción de objetos de investigación desde
una nueva perspectiva. Es en el encuentro entre los tradicionales estudios de
la comunicación centrados en los medios y sus efectos y desde una perspectiva
cuantitativa de la investigación, con una nueva forma de entender la comuni-
cación desde la cultura, que se plantea como objeto los procesos de producción
social de sentido y se abre a metodologías de corte cualitativo, que se ha ido
reconstruyendo el campo.
Este proceso ha supuesto una diversificación de objetos tal que al construir
una mirada amplia nos encontramos con un campo caracterizado por una
“investigación de la comunicación [que] ha tendido a ser más bien pluridisci-
plinaria (interacción existente entre dos o más disciplinas)… [una] constitución
fragmentaria (y centrífuga) de marcos disciplinarios diversos…[con] la sociolo-
gía como marco transdisciplinario para los estudios sobre la comunicación…”
(Fuentes, 1998).
Concebir la comunicación como un proceso social más amplio, no sólo
centrada en los medios, ha llevado a los estudios de comunicación por cami-
nos nuevos. La construcción social de sentido es un proceso que no sólo se
realiza en interacción con los medios masivos de comunicación sino que es un
constitutivo básico de la interacción cotidiana y un proceso fundamental para
la integración social. Esto ha sido planteado por algunos investigadores esta-
dounidenses como James Carey (1989) quien señala que asumir la perspectiva
cultural de la comunicación implica enfrentarnos a la pregunta ¿Dónde termi-
nan las condiciones de vida y comienza la ciencia? ¿Hasta dónde la producción
científica es una ideología más? Las estrategias para enfrentar tal paradoja, tanto
en los estudios de comunicación en particular, como en las ciencias sociales en
general han sido tres:

38 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


• Concebir la comunicación como una ciencia del comportamiento cuyo
objetivo es la elucidación de leyes.
• Concebir la comunicación como una ciencia formal cuyo objetivo es
elucidar las estructuras.
• Concebir la comunicación como una ciencia de la cultura, cuyo objetivo
es la elucidación del significado.
Optar por la tercera estrategia significa que el reto de los estudios de co-
municación es tomar los significados que la gente construye en sus palabras y
acciones y hacer estos significados, estos llamados acerca de la vida y la expe-
riencia, explícitos y articuladores para que podamos juzgarlos claramente. La
tarea es, entonces, construir una ‘lectura’ de la acción humana, interpretar las
interpretaciones que los sujetos han construido sobre sus prácticas.
Tomar este camino implica asumir que la comunicación es algo sin esencia,
sin cualidades universales, la comunicación simplemente constituye un con-
junto de prácticas y reflexiones, históricamente variadas, sobre el mundo. “El
significado es una forma de dar orden y coherencia al mundo para los propó-
sitos humanos que se realizan al interior de un conjunto de relaciones sociales
estructuradas y estructurantes” (Carey, 1989, p. 29)
Desde esta perspectiva el reto para la investigación de la comunicación de
masas es “examinar los diversos mundos culturales en los cuales la gente existe
simultáneamente, la tensión entre ellos, los patrones de ánimo y motivación
distintivos de cada uno y la interpenetración entre ellos” (Carey, 1989, p. 60)
Ante una postura como la anteriormente expuesta, surgen voces que plan-
tean que es necesario regresar al centro de los estudios de la comunicación las
interacciones sociales que se han visto transformadas por las nuevas formas de
comunicación masiva. Se hacen señalamientos respecto de que una perspectiva
de la comunicación desde la cultura deja de lado la mirada sobre los medios
de comunicación como instituciones sociales o como industrias culturales y
se coloca en una postura relativista en la que toda interpretación posible es
pertinente.
Aunque podemos reconocer que hay un intento por ‘regresar’ a las formas
tradicionales de los estudios de medios, probablemente porque tener un campo
de estudios bien delimitado permite construir una identidad académica fuerte,
es evidente que el regreso como tal es, ahora, imposible. La amplia reflexión que
se ha realizado en torno a la comunicación y la cultura ha llevado, a quienes
están más interesados en la comunicación de masas, a plantear su trabajo desde
una perspectiva más amplia, considerando los múltiples factores culturales e

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 39


histórico – sociales que intervienen en los procesos de comunicación. Es difícil
que, en estos tiempos, alguien se plantee estudiar, por ejemplo, los efectos de la
comunicación sin considerar la complejidad de factores que intervienen.
En un esfuerzo por aclarar los ‘malentendidos’ que un planteamiento del
estudio de la comunicación desde la cultura ha generado, Jesús Martín Barbero
(2002) señala: “pensar la comunicación desde la cultura es hacer frente al pensa-
miento instrumental que ha dominado el campo desde su nacimiento, no es un
abandono del campo sino su desterritorialización para diseñar un nuevo mapa
de problemas en el que quepa la cuestión de los sujetos y las temporalidades
sociales, es decir, la trama de la modernidad” Martín Barbero, 2002, p. 211)
Aún así, sigue abierto, para muchos, el debate respecto de cuáles son los
objetos pertinentes a los estudios de comunicación y la necesidad de reconocer
la diferencia entre estudios de la cultura y estudios de la comunicación.

Los objetos y metodologías pertinentes

Los debates planteados en los apartados anteriores tanto el referido al estatus


disciplinario de los estudios de comunicación como las visiones del estudio de
la comunicación desde los medios o desde la cultura han establecido una gama
muy amplia de posibles objetos y metodologías pertinentes para los estudios
en este campo. En el trabajo concreto de investigación se han abordado múl-
tiples objetos empíricos desde diversas posiciones teóricas y epistemológicas y
siguiendo perspectivas metodológicas distintas.
Los estudios de comunicación en particular, como las ciencias sociales en
general, avanzaron desde esfuerzos por construir un conocimiento que abarcara
todos los aspectos implicados en la comprensión de lo social, hacia estudios
más delimitados y particulares en términos históricos y geográficos. La multi-
plicación de objetos disparó los intereses de investigación fragmentándolos y,
de algún modo, reduciéndolos.
A pesar de lo anterior se han ido construyendo, en los últimos años, mo-
delos teóricos que pretenden establecer las bases de una comprensión amplia,
compleja y transdisciplinar de la comunicación. El asunto está abierto al debate.
Por ahora, propongo dos de estos modelos que pueden ayudar como puntos
de partida para este debate. Son recuperaciones sintéticas de un pensamiento
más amplio y complejo, planteado por cada uno de los autores que los han
construido y que han sido expuestos ampliamente en sus publicaciones recien-
tes. Es necesario enfatizar que son considerados sólo como punto de partida

40 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


para ese debate mayor respecto de las perspectivas teóricas que pueden y deben
acompañar los estudios de comunicación.

La propuesta de Thompson

Thompson (1998) entiende la comunicación de masas como: “la producción


institucionalizada y difusión generalizada de bienes simbólicos a través de la
fijación y transmisión de información o contenido simbólico”
La comunicación de masas cuenta con una serie de características típicas:
• Implica ciertos medios de producción y difusión técnicos e institu-
cionales. Es por este carácter institucional que algunos los denominan
“industrias culturales” o “industrias mediáticas”.
• Implica la explotación comercial de las innovaciones técnicas y la pro-
ducción de formas simbólicas para el consumo.
• Instituye una ruptura estructurada entre la producción de formas sim-
bólicas y su recepción.
• Extiende la disponibilidad de las formas simbólicas en el espacio y el
tiempo
• Las formas simbólicas quedan a disposición de cualquiera que posea los
medios técnicos, capacidades y recursos para adquirirlos, es decir, son
formas simbólicas de circulación pública.
Para producir o recibir formas simbólicas a través de soportes técnicos se
requieren habilidades y competencias específicas. Es necesario distinguir aquellas
que se requieren para codificar la información o contenidos simbólicos y las que
se requieren para decodificar el mensaje. Algunas pueden coincidir pero otras
no. Thompson señala además: “Cuando los individuos codifican o descodifican
mensajes, emplean no sólo las habilidades y competencias requeridas por los
soportes técnicos, sino también varias formas de conocimiento y presuposi-
ciones que comprenden parte de los recursos culturales que se dan durante los
procesos de intercambio” (Thompson, 1998, p. 43).
El aspecto central de la comunicación de masas es que los medios técnicos
modifican sustancialmente las formas de acción e interacción humana, los
modos en que se producen, transmiten y reciben las formas simbólicas. Si
consideramos, como Giddens (1995), que la estructuración de la sociedad (es-
tructuración sistémica y estructuración social) está relativamente determinada
por la interacción de los agentes sociales, podemos entonces reconocer que la
modificación de las formas de interacción social producida por el desarrollo

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 41


de los medios técnicos, es uno de los aspectos centrales de la comunicación de
masas. A este asunto Thompson le llama “impacto interaccional” de los medios
técnicos y reconoce cuatro dimensiones de este impacto:
• Los medios facilitan la interacción a través del espacio y del tiempo
y producen una forma de interacción que Thompson denomina semi
– interacción mediada.
• Los medios afectan la manera en que los individuos actúan para otros,
en la medida en que los otros para quienes lo hacen pueden constituir
un público extendido, disperso y distante. Se redefinen las formas de
auto-representación y las regiones anteriores y posteriores de los espacios
de interacción.
• Afectan la manera en que los individuos actúan en respuesta a otros,
los medios de comunicación posibilitan formas de acción (acción con-
certada) y reacción que se extienden o comprimen en el tiempo y que
rebasan las fronteras de los Estados-nación.
• Afectan las maneras en que los individuos actúan e interactúan en el
proceso de recepción, es decir, afectan la organización social de las esferas
de la vida cotidiana donde la actividad de recepción es una actividad
rutinaria.
En su teoría de la comunicación de masas, Thompson plantea que el desa-
rrollo de la comunicación masiva ha generado una reconstitución de los límites
entre la vida pública y la privada. Los medios han posibilitado el carácter pú-
blico (visibilidad ) de sucesos o individuos tanto del campo público como del
privado con independencia del lugar físico en el que se sitúen, es desde allí que
se construyen las categorías de sucesos públicos mediados y sucesos privados
mediados. Esta nueva condición de los sucesos cambia su naturaleza, la esfera
pública ya no requiere ni de la co-presencia ni de una interacción dialógica.
Por otro lado, los sucesos mediados (públicos y privados) invaden el espa-
cio privado en el proceso de recepción (ámbito doméstico o laboral privado)
y modifican las interacciones de los individuos, sean receptores principales o
secundarios. Se genera también una mayor accesibilidad y participación en la
esfera pública, lo que dificulta la capacidad de controlar y limitar la información
para quienes ejercen el poder.
Al revisar el desarrollo de los marcos institucionales para la comunicación
de masas Thompson plantea que las instituciones de los medios deberían
ocupar un espacio entre la operación desenfrenada de las fuerzas del mercado
y el control directo del Estado. Para ello propone desarrollar un pluralismo

42 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


regulado que implica la desconcentración de recursos en las industrias de los
medios y la separación clara entre las instituciones de los medios y el ejercicio
del poder estatal.
Desde estos planteamientos generales Thompson propone tres campos
– objetos para el estudio de la comunicación:
• La producción y transmisión o difusión de las formas simbólicas que
implica reconstruir las condiciones socio – históricas y los contextos de
producción de las formas simbólicas, las reglas y convenciones, las rela-
ciones e instituciones sociales y la distribución del poder, los recursos y
las oportunidades en virtud de las cuales estos contextos forman campos
diferenciados y socialmente estructurados. Este primer campo-objeto
deberá abordarse a través del análisis socio – histórico y de la investiga-
ción etnográfica.
• La construcción del mensaje de los medios que tiene como propósito
develar la estructura articulada de los objetos y expresiones significativas
que circulan en los campos simbólicos, entendiéndolas como construc-
ciones simbólicas complejas. Para abordar este campo – objeto Thompson
propone el análisis formal o discursivo a través del análisis semiótico,
el análisis conversacional, el análisis sintáctico, el análisis narrativo y el
análisis argumentativo.
• La recepción o apropiación de los mensajes de los medios, es decir, la in-
dagación respecto de cómo los mensajes son recibidos por los individuos
o grupos de individuos, que se sitúan en circunstancias socio – históricas
específicas y que emplean los recursos que tienen a su disposición para
entender los mensajes recibidos y para incorporarlos en sus vidas diarias.
Este tercer campo – objeto también se deberá abordar a través del análisis
socio – histórico y la investigación etnográfica.
Thompson señala que “un enfoque comprehensivo para el estudio de la
comunicación masiva requiere la capacidad de relacionar entre sí los resultados
de estos diferentes análisis, demostrando cómo se alimentan e iluminan entre
sí los diversos aspectos” (Thompson, 1998, p. 441).

Una propuesta Latinoamericana

Desde América Latina es Jesús Martín Barbero quien ha hecho el esfuerzo


más sistemático y consolidado por plantear un mapa que ayude a debatir la
pertinencia de los objetos de investigación para la comunicación.

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 43


Para Martín Barbero (2002) pensar la comunicación en América Latina es
una tarea de envergadura antropológica pues lo que está en juego es la vida
cotidiana de las mayorías que se ha transformado profundamente. Esta trans-
formación se debe a que las masas en nuestro continente se han incorporado a
la modernidad a través de los formatos y los géneros de las industrias culturales
audiovisuales, especialmente la televisión. Esto lleva, necesariamente, a que los
estudios de comunicación busquen abordar la relación comunicación/cultura
sin totalizarla.
Para ello propone pensar las mediaciones comunicativas de la cultura con
un nuevo mapa que logre dar cuenta de las relaciones constitutivas de la co-
municación en la cultura y afronte el pensamiento único que legitima que la
tecnología es el ‘gran mediador’ entre las audiencias y la realidad.
Desde el mapa que propone es necesario incorporar a los estudios de comu-
nicación la transformación de las mediaciones socioculturales (tradicionales y
nuevas) que introducen nuevos sentidos de los social y nuevos usos sociales de
los medios. Esto implica “asumir el desafío político, técnico y expresivo…del
espesor cultural que hoy contienen los procesos y los medios de comunicación…
[y reconocer] el lento alumbramiento de nuevas esferas de lo público” (Martín
Barbero, 2002, p. 226)
El mapa se articula sobre dos ejes, uno diacrónico que se constituye de la
tensión entre las matrices culturales y los formatos industriales; y uno sincrónico
que se constituye en la tensión entre las lógicas de producción y las competen-
cias de recepción y consumo. Las relaciones posibles entre los polos de ambas
tensiones se encuentran mediadas por diversos procesos. El mapa propuesto
por el autor se podría visualizar de la siguiente forma:
Lógicas de producción
Institucionalidad Tecnicidades

Matrices culturales Formatos


industriales

Socialidad Ritualidad

Competencias de recepción

La propuesta es que la investigación en comunicación se oriente al estudio


de las mediaciones, en este caso, la socialidad, la ritualidad, la institucionalidad
y las tecnicidades.

44 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


La socialidad es entendida como “la trama de relaciones cotidianas que tejen
los hombres al juntarse y en la que anclan los procesos primarios de interpreta-
ción y constitución de los sujetos y las identidades… lo que en la socialidad se
afirma es la multiplicidad de modos y sentidos en que la colectividad se hace
y se recrea, la polisemia de la interacción social” (Martín Barbero, 2002, pp.
227-228).
La ritualidad es “lo que en la comunicación hay de permanente recons-
trucción del nexo simbólico…es lo que en el intercambio hay de forma y de
ritmo…la ritualidad pone reglas al juego de la significación introduciendo el
mínimo de gramaticalidad que hace posible expresar y compartir el sentido”
(Martín Barbero, 2002, p. 228).
La institucionalidad “atraviesa la comunicación en dos órdenes contra-
puestos: el que desde el Estado configura a los medios de comunicación como
‘servicio público’, y el que desde el mercado convierte la ‘libertad de expresión’
en libre comercio…mirada desde la institucionalidad la comunicación se con-
vierte en cuestión de medios, esto es de producción de discursos públicos cuya
hegemonía se haya hoy, paradójicamente, del lado de los intereses privados.”
(Martín Barbero, 2002, p. 230).
La tecnicidad “nombra entonces lo que en la sociedad no es sólo el orden
del instrumento sino también de la sedimentación de saberes y la constitución
de prácticas…la técnica es un organizador de prácticas…del diseño de nuevas
prácticas…y competencia en el lenguaje.” (Martín Barbero, 2002, p. 231).
El autor propone, además, cuatro mediaciones que es necesario trabajar para
que el análisis y la crítica puedan vincularse creativamente a la producción: las
estructuras sociales, las lógicas de producción, las dinámicas culturales y las
gramáticas discursivas.

Puntos de convergencia

Las propuestas para la elaboración de una Teoría de la Comunicación plan-


teadas por los autores revisados coinciden en algunos aspectos que recupero
muy brevemente:
• Los dos proponen comprender la comunicación de masas como una
práctica cultural.
• Los autores coinciden en que los procesos de comunicación de masas
no están en los medios sino en los procesos de interacción social entre
los medios y las audiencias.

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 45


• Los dos reconocen que los medios y su desarrollo en el siglo XX han
modificado sustancialmente las formas de interacción social.
• Esta modificación de las formas de interacción social ha modificado
también los límites y la comprensión que tenemos de la esfera pública.
• Los dos proponen un proceso interpretativo para comprender la comu-
nicación de masas como práctica cultural.
Aunque algunos autores privilegian los estudios de recepción, es necesario
comprender que siguen una tendencia muy marcada en los estudios de comu-
nicación recientes. La controversia entre los académicos, en este nivel, es amplia
y de larga data. Es necesario señalar que es imprescindible construir objetos
que aborden la relación entre las tres instancias señaladas por Thompson y que
son uno de los núcleos de la controversia: los procesos de producción y difu-
sión, la construcción o contenidos de los mensajes y los procesos de recepción
o apropiación. Si logramos construir objetos que se sostengan en la tensión o
relación entre estas instancias lograremos tomar una posición epistemológica que
evite reducir la comunicación a los mensajes o que, finalmente, evite centrarse
únicamente en la recepción sin considerar las condiciones socio-históricas en
las que se posibilita la comunicación.
Adicionalmente, si asumimos que son los agentes, en sus interacciones cotidia-
nas, los que constituyen las estructuras sociales y al mismo tiempo están determina-
dos por éstas, es necesario construir objetos que aborden la relación entre ambas.
Sobre estas propuestas teóricas y las posibles posiciones que pueden adoptar
los agentes del campo en relación a ellas, el debate continúa abierto.

La articulación por construir

El proceso de institucionalización del campo de la comunicación en México,


se originó en función de la aparición de los medios electrónicos masivos, es
decir, la radio y la televisión. Aunque la comunicación masiva no surge con el
advenimiento de la radio y la televisión, pues la prensa de finales del siglo XIX ya
tenía las características de una comunicación de masas, el oficio del periodismo
no consideraba la necesidad de una formación profesional específica.
Con la aparición de los medios electrónicos se comienza a constituir un
campo profesional específico y la necesidad de tener sujetos formados en las
universidades para desempeñar las tareas que la producción de comunicación
requiere. En México en la década de 1960, surgen las primeras licenciaturas en
periodismo y comunicación en las universidades, con la intención de formar

46 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


profesionales de la comunicación. Es allí donde surge la comunicación como
un ámbito universitario específico. El proceso de institucionalización de este
ámbito de la formación profesional experimenta un crecimiento acelerado y
consistente durante casi tres décadas. Se multiplican los programas de formación
profesional con énfasis diversos, con múltiples proyectos sociales a la base. El
proceso de institucionalización se consolida pues se conforman departamentos
de comunicación, al interior de las universidades, y asociaciones que tienen
como centro la enseñanza de la comunicación.
Aunque a nivel internacional los estudios de comunicación aparecieron
desde la década de 1920, en México es en la década de 1970 cuando da inicio
el proceso de investigación académica de la comunicación. Sobre el desarrollo
institucional de los programas de formación profesional se constituyen grupos
y sujetos universitarios (inicialmente profesores) interesados en realizar inves-
tigación sistemática sobre la comunicación. Algunos sujetos salen a formarse
en posgrados del extranjero y otros se forman en los nacientes posgrados en
comunicación, cuyo interés central es formar investigadores de la comunica-
ción. Hay claros indicadores del desarrollo y consolidación de este subcampo
de la investigación de la comunicación como el surgimiento de publicaciones
especializadas y la conformación de la Asociación Mexicana de Investigadores de
la Comunicación (AMIC), además de la constitución de programas de Maestría
y más recientemente, de doctorados en comunicación.
Desde esta mirada el campo de la comunicación alberga en su interior, al
menos, tres esferas o subcampos que se constituyeron y han operado de forma
desarticulada: la esfera profesional de la comunicación, la esfera de formación
profesional de comunicadores y la esfera de la investigación de la comunicación.
Adicionalmente la esfera profesional tiene, en su interior, diversas áreas como son
la producción de comunicación, la comunicación organizacional, la publicidad
o la investigación comercial de la comunicación, entre otras.
Esta desarticulación, que responde a condiciones históricas de la emergencia
del campo e incluso a historias de relación personal entre los propios agentes
del campo, es quizá la mayor debilidad a la que nos enfrentamos. Ante esta
situación de desarticulación Sánchez Ruiz (2002) hace un llamado a “generar
las pertinencias mutuas y las correspondencias entre los subcampos” (Sánchez,
2002, p. 30) y plantea algunas articulaciones posibles:
• Los investigadores “académicos” interactúan con los sujetos sociales del
subcampo de la comunicación profesional a través de la investigación
empírica.

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 47


• Los resultados de la investigación comercial o aplicada pueden ser recu-
perados por la investigación académica para generar argumentaciones
explicativas e interpretativas más amplias.
• Los hallazgos y teorías formuladas desde la investigación académica
enriquecen y contextualizan el trabajo de la investigación comercial o
aplicada y el trabajo de los profesionales de la comunicación.
• Los docentes enriquecen su trabajo educativo con los hallazgos de la
investigación académica y comercial, incorporando los hallazgos de estas
a los cursos.
• Los investigadores académicos sirven de consultores expertos a quienes
diseñan las políticas de comunicación, a los que toman decisiones en el
ámbito profesional y a grupos de la sociedad civil.
Con esto queda abierto el debate respecto de si realmente es un camino
viable y deseable la articulación propuesta y respecto de las estrategias que,
quienes participamos del campo y creemos necesaria la articulación, podemos
echar a andar para lograr avanzar en este camino.

Conclusiones

El campo de los estudios de comunicación enfrenta, actualmente, retos muy


importantes entre los que podemos señalar al menos cuatro:
• Asumir la transdisciplinariedad como lugar de construcción de objetos
de estudio.
• Reconocer la importancia de la relación comunicación/cultura sin to-
talizarla o, a partir de ello, fragmentar más el campo de estudios de la
comunicación.
• Desarrollar líneas, metodologías y perspectivas teóricas pertinentes.
• Avanzar hacia la articulación entre investigación, enseñanza y profe-
sión.
Enfrentar estos retos de un modo constructivo, que lleve al campo de los
estudios de comunicación a ganar mayor legitimidad científica y social, implica
necesariamente pasar por un debate amplio de los asuntos aquí planteados.
Debatir a través de un diálogo abierto, reconociendo que las posibilidades
son múltiples, asumiendo los procesos socio – históricos tanto del desarrollo
de las ciencias sociales y la constitución del campo, como de los procesos de
construcción social de sentido y trabajando en una posible articulación y en-
riquecimiento mutuo de los subcampos.

48 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


La agenda, por supuesto más amplia y compleja que los puntos expuestos
en este artículo, ha sido planteada muchas veces en el pasado y desde perspec-
tivas muy diversas. La reiterada reflexión sobre estas cuestiones no es más que
un síntoma de la “insatisfacción generalizada con el estado actual del campo
y la urgencia de repensar sus fundamentos y de reorientar el ejercicio de sus
prácticas” (Vasallo, 2001, p. 49)
Para avanzar en el diálogo – debate se pueden realizar acciones, relativamente
sencillas y al alcance de la mano, como reconocer los posibles núcleos de debate,
leer con inteligencia y profundidad el trabajo de los colegas, abrir espacios de
discusión centrados en algunos de los temas específicos, involucrar a los diversos
agentes del campo: académicos (investigadores y profesores) y profesionales en
estos espacios de discusión, construir intencionadamente relaciones con agentes
de otros subcampos para enriquecer el propio trabajo, poner en relación más
abierta las asociaciones nacionales y latinoamericanas centradas en la enseñanza
con las que agrupan el trabajo de los investigadores.
Seguramente el diálogo y debate de estas cuestiones no nos llevará a cons-
truir acuerdos generalizados y asumidos por todos, no es ésta la pretensión
ni el propósito final, sino a fortalecer al propio campo al asumir las tensiones
que lo constituyen, asumir la propia posición y tomar un papel activo en él,
reconociendo la innegable diversidad de posibilidades que lo conforman. Es, en
última instancia, convivir con la incertidumbre como característica fundacional
de todo proceso social y de la propia condición humana.

Bibliografía
Carey W. (1989). Communication as Culture. Essays on Media and Society. New
York & London: Routledge
Fuentes R. (1998). La emergencia de un campo académico: continuidad utópica y
estructuración científica de la investigación de la comunicación en México.
Guadalajara: ITESO/Universidad de Guadalajara.
Jensen, K. (1995). The Social Semiotics of Mass Communication. London: Sage.
Jensen, K. (2002). A Handbook of Media and Communication Research. Qualitative
and Quantitative Methodologies. London & New York: Routledge.
Katz, P., Liebes & Orloff. (2003). Canonic Texts in Media Research. Cambridge
UK: Polity Press.
Martín, J. (2002). Itinerarios de la investigación, Oficio de Cartógrafo. Travesías la-
tinoamericanas de la comunicación en la cultura. Santiago de Chile: Fondo
de Cultura Económica.

El campo de la comunicación: algunas discusiones abiertas • 49


Ortiz, R. (1999). Ciencias sociales, globalización y paradigmas, en Reguillo y Fuentes
(coords.). Pensar las ciencias sociales hoy: Reflexiones desde la cultura. Gua-
dalajara: ITESO.
Sánchez, E. E. (2002). La investigación latinoamericana de la comunicación y su
entorno social: notas para una agenda, Diálogos de la Comunicación, No.
64, Lima: FELAFACS.
Thompson, J. B. (1998). Ideología y Cultura Moderna. Teoría crítica social en la era
de la comunicación de masas. México: UAM-UX.
Vasallo, M. I. (2001). Reflexiones sobre el estatuto disciplinario del campo de la co-
municación, en Lopes y Fuentes (coords.). Comunicación: campo y objeto de
estudio. Perspectivas reflexivas latinoamericanas. Guadalajara: ITESO/ U.A.A./
UdeCol./ UdeG.
Wallerstein, I. (1996). Le futur des sciences sociales. Recuperado de http://www.uqac.
uquebec.ca/zone30/Classiques_des_sciences_sociales/index.html
Wallerstein, I. (Coord.) (1996). Abrir las Ciencias Sociales. Informe de la comisión
Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales. México: Siglo
XXI / Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias Sociales y
Humanidades UNAM
Wallerstein, I. (1999). Impensar las ciencias sociales: límites de los paradigmas deci-
monónicos (Parte VI). México: Siglo XXI.
Wallerstein, I. (2004). The uncertainties of knowledge. Phildalephia: Temple Uni-
versity Press. pp. 7-58.

50 • Magdalena Sofía Paláu Cardona


Capítulo 2
Escuela Latinoamericana de Comunicación
(ELACOM): referente histórico y conquista
de la hegemonía en el pensamiento
latinoamericano de la comunicación
Gustavo Adolfo León Duarte* 
Universidad de Sonora

De una década a esta parte, una de las iniciativas institucionales que


quizás mejor simbolice la búsqueda de identidad en el Pensamiento
Latinoamericano de la Comunicación (plc) es el programa de trabajo
que encarna la llamada Escuela Latinoamericana de la Comunicación
(elacom). La voluntad de saber se centra en tratar de identificar una
parte del tejido histórico referencial que le es propio a la construcción
de la idea que representa la llamada elacom. La idea medular que se
construye aquí, trata de colocar los antecedentes y referentes históricos de
conocimiento desde la iniciativa y perspectiva conceptual y discursiva que
le ha suministrado no solamente su procedencia y razón institucional,
sino, además, en tratar de conocer el porqué de la ubicación en debate
del programa de la elacom. El conjunto de recursos científicos heredados
del plc que existen hoy en estado objetivado, bajo la forma de instru-
mentos, de obras y de instituciones, así como en estado incorporado,
bajo la forma de habitus científico, merecen sin duda un mayor esfuerzo
para materializar y ampliar la iniciativa institucional de la elacom. No
obstante, debe considerarse el más amplio consenso de participación de
la comunidad académica latinoamericana de la comunicación.

* Profesor Investigador Titular en el Departamento de Ciencias de la Comunicación de la


Universidad de Sonora, México. Es Doctor en Periodismo y Ciencias de la Comunicación
por la Universidad Autónoma de Barcelona. El autor agradece las observaciones y los co-
mentarios críticos realizados al presente documento por Miquel Rodrigo Alsina, Manuel
Parès y Maicas, Miquel de Moragas i Spà, José Marques y Raúl Fuentes Navarro
From the last decade to the present, one of the institutional initiatives which
best symbolizes the search for identity in Latin American Thought on Com-
munication (latco) is the work program symbolized and represented by the
Latin American School of Communication (elacom). This study centers
on identifying part of the referential historical framework that underlies
the construction of the ideas represented by elacom. The main idea being
constructed tries to place the historical background and references from the
conceptual and discursive initiative and perspective that have contributed
not only to its origin and institutional cause, but also in trying to under-
stand the basis for the positioning of debate in the elacom program. The
collection of scientific resources inherited by the Latin American thought
on communication that exist today in an objetive state, under the form of
instruments, works, and institutions, as well as in an incorporated state,
under the form of scientific habitus, deserve without a doubt greater effort to
materialize and expand the institutional initiative of elacom. Nevertheless,
the broadest consensus of participation from the Latin American academic
community in communication must be considered.

Presentación

Como producto de varias décadas de transitar entre luchas y conciliaciones por


la legitimación del campo académico y el reconocimiento institucional, hoy
los estudios de la comunicación en América Latina han acentuado la necesidad
de una búsqueda de identificación y unidad en torno a ciertas propiedades
que comporta la generación de conocimiento que le es propia a la comunidad
latinoamericana de investigadores e investigadoras de la comunicación. Con-
cretamente, entorno a la producción ética-epistemológica que despliegan no
pocas fuentes conocidas y reconocidas al interior de la estructura del campo de
estudios de la comunicación en América Latina. Sobre el terreno de la arena
académica, el desarrollo histórico de la búsqueda de la identidad latinoamericana
de la comunicación pasa por diversas guías bien documentadas que sirven de
partida para ubicar y contextualizar el análisis de los debates dominantes sobre
el tema. Una de las primeras guías implicaría retomar el hoy distante análisis
planteado por Jesús Martín Barbero (1982) sobre la mencionada “relevancia
social” del objeto de estudio en la investigación de la comunicación en América
Latina. Significaría también, preguntarnos sobre qué problemas necesitan ser
investigados y cuáles preguntas importantes deben ser hechas y atendidas en
nuestros países latinoamericanos. (Martín Barbero, 1987; 1988). Sobre esta línea
de análisis se tendría que explicitar, además, hasta qué punto y desde dónde

52 • Gustavo Adolfo León Duarte


están siendo renovadas o reconfiguradas aquellas “utopías fundacionales” de los
estudios de la comunicación en Latinoamérica planteadas en diferentes etapas y
momentos de desarrollo del campo por Luis Ramiro Beltrán (1974; 1978; 1982;
1999; 2004). También, en qué sentido se definen, en el caso hipotético de que
así fuese, los términos del debate de la función social en la investigación de la
comunicación planteado por Raúl Fuentes Navarro (1999), quien, por su parte,
apunta que, pese a su gran importancia, esta es una discusión insuficientemente
desarrollada por los investigadores latinoamericanos de la comunicación.
De una década a esta parte, una de las iniciativas institucionales que quizás
mejor simboliza la búsqueda de identidad en el pensamiento latinoamericano de
la comunicación es el programa de trabajo que simboliza y encarna la llamada
Escuela Latinoamericana de la Comunicación (elacom). Al menos dos son las
líneas que suponen la identificación básica de la producción investigativa de
la hipotética elacom. Por un lado, la característica central de ser una singular
investigación mestiza que incorpora diversas formas y corrientes de hibridación
teóricas-metodológicas y, por otro, la permanente alusión renovadora de su
posicionamiento ético-político (León, 2005). En tanto iniciativa y programa
de trabajo institucional, la presencia y caracterización de la elacom ha sido
discutida y cuestionada. El debate lo abrió el impulsor principal de la elacom,
José Marques (1999; 1999a) en dos foros distintos en el mismo año de 19991.
En abril de ese año, en La Trinidad, Tlaxcala, México, en la conferencia in-
augural del X Encuentro de la Asociación Mexicana de Investigadores de la
Comunicación (amic), Marques planteó, a manera de propuesta, una revisión
crítica de la experiencia brasileña como modelo para fortalecer la comunidad
latinoamericana de la comunicación. Si bien la invitación fue recibida con
bastante interés por los investigadores mexicanos, el debate central de su dis-
cusión se trasladó hasta el I Seminario Latinoamericano sobre la Investigación
de la Comunicación, celebrado en Cochabamba, Bolivia, en noviembre de ese

1
No obstante, habría que señalar que el profesor José Marques (1992, Pp. 5-25), sin duda
uno de los investigadores más destacados y conspicuos dentro del campo de estudios de la
comunicación en Brasil, inició desde tiempo antes un proceso de identificación y rescate
del pensamiento de la elacom. Por ejemplo, en 1992, siendo presidente de la Asociación
Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (alaic), mostró enfáticamente como
una de sus principales preocupaciones el rescate urgente de la memoria del pensamiento
“comunicacional” latinoamericano, centrándose en sus raíces contemporáneas, su proyec-
ción internacional y las tendencias emergentes que se cultivaban en el campo académico
de la comunicación en América Latina.

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 53


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
mismo año. José Marques, Director de la cátedra unesco Comunicación en
Brasil, consideró la existencia de lo que él llamó Escuela Latinoamericana de
Comunicación, caracterizada por su mestizaje teórico, su hibridismo metodo-
lógico, su compromiso ético político y su dimensión extranacional.
Sin embargo, la discrepancia inmediata la asumió en el mismo foro Gui-
llermo Orozco, impulsor de los estudios cualitativos sobre recepción de medios
en México, al poner en duda la iniciativa de hablar de una Escuela, pues, dijo,
conllevaría a algunas homogeneidades de las que la comunicología latinoameri-
cana carece. Orozco respaldó, en cambio, otras alternativas, también aportadas
por Marques, como la Vía Latinoamericana de Comunicación (Torrico, 2000).
Argumentó, además, que quizás en esta región se empiece a configurar una
Escuela Latinoamericana de Comunicación en torno a la propuesta de Jesús
Martín Barbero, quien ha revolucionado los abordajes teóricos metodológicos
de los procesos comunicativos a partir de los medios y las mediaciones.
Desde 1999 hasta el último foro abierto del Coloquio Internacional de
Estudio sobre la Escuela latinoamericana de la Comunicación (celacom),2
José Marques (2004; 2004a; 2004b; 2005; 2005a) ha articulado un discurso
renovador entorno a la elacom. Entre otras cuestiones centrales, ha definido
las metas propuestas para el itinerario del debate que debe centrar el mapa del
pensamiento y del investigador latinoamericano de la comunicación. Según
Marques (2004, pp. 210-211), estas propuestas deben centrarse en tres aspectos
generales: la naturaleza del proceso de la comunicación, la autonomía teórica y
el fomento a la crítica metodológica y, por último, el rescate del conocimiento
empírico en su triple dimensión: autóctono, mestizo y popular.
En relación al primer aspecto, la naturaleza del proceso de la comunicación
debe iniciar y contemplarse en su análisis comunicativo como un desarrollo

2
Los celacom son una iniciativa institucional promovida y auspiciada por la Cátedra unesco
Comunicación para el Desarrolla Regional en Brasil y, desde luego, por la universidad que
les cobija: la Universidad Metodista de São Paulo (umesp). La orientación de los eventos
se realizan bajo la orientación de su director titular, el Profesor Dr. José Marques. Con una
periodicidad anual, el Primer Coloquio Internacional de Estudios sobre la Escuela Latinoa-
mericana de Comunicación se llevó a cabo en Sao Paulo, Brasil, entre el 24 y 26 de marzo
de 1997; este primer Coloquio fue dedicado a las ideas comunicacionales del investigador y
Profesor boliviano Dr. Luís Ramiro Beltrán. En este evento, como en cada uno de los siete
coloquios posteriores efectuados a la fecha, se publicaron las contribuciones o trabajos de
investigación recibidos bajo el título A Trajetória Comunicacional de Luiz Ramiro Beltrán; con
este volumen se inicia la publicación unesco-umesp titulada “Serie Análisis de la Escuela
Latinoamericana de la Comunicación”.

54 • Gustavo Adolfo León Duarte


social amplio. Para ello, se debe estimular la realización de estudios sobre el
comportamiento de los emisores (mapas etnográficos o sociográficos) y sobre
los efectos (impactos psicosociales, políticos, educativos), con la finalidad de
influir en la etapa de construcción de nuevos productos mediáticos y de pro-
ducir conocimiento aplicable, o bien hacer la crítica socialmente utilitaria. Con
respecto a la autonomía teórica y el fomento de la crítica metodológica, se trata
aquí, de acuerdo con el análisis planteado por Marques, de recurrir a estrategias
de investigación que permitan mejorar la calidad de los productos mediáticos
demandados por la sociedad. Ello debe ser fruto de un diálogo abierto y equili-
brado con las ciencias sociales, superando complejos de inferioridad intelectual
que fragilizan al sector más diletante de nuestra comunidad. Finalmente, el
tercer aspecto del itinerario que define Marques, es la apuesta por el rescate de
un tipo de conocimiento de saber práctico, en su triple dimensión: autóctono,
mestizo y popular. Marques apunta que, en gran medida, la tradición “comu-
nicacional” latinoamericana proviene de adaptaciones metodológicas que se
hicieron de modelos importados (estadounidenses y europeos) y de soluciones
ingeniosas que asimilamos de las culturas populares.3 En la formación de las

3
Efectivamente, para el caso de América Latina, se ha podido comprobar que los proce-
dimientos de síntesis entre la metodología norteamericana y la reflexión europea vienen
marcados por las tendencias epistemológicas y los modelos metodológicos foráneos y externos
a la investigación propiamente latinoamericana (León, 2006, pp. 9-85). Por un lado, aquella
tendencia empírica funcionalista que predominó desde 1950 y hasta fines de la década
de los años setenta, la Mass Communication Research. Por otro, las tendencias originarias
de Europa, donde destacan la perspectiva de la teoría crítica (que a partir de 1964, con
la publicación en Estados Unidos de El hombre unidimensional de Herbert Marcuse se le
empieza a nombrar e identificar en América Latina como la Escuela de Frankfurt, lo mismo
que algunos de sus más destacados representantes como Adorno, Horkheimer, Benjamin
y el propio Marcuse) y las diferentes interpretaciones marxistas: la semiótica de Pierce y el
estructuralismo francés. En esta última corriente de investigación cobra una importancia
determinante el grupo del Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Torcuato Di
Tella, en Argentina, bajo el liderazgo de Eliseo Verón (1968; 1969; 1970) y Luís Prieto
(1967; 1975; 1978), cuya preocupación por la interpretación ideológica de los medios y
su esfuerzo por conseguir una síntesis teórica entre psicoanálisis, marxismo y lingüística
estructural, hallarían una amplia repercusión en toda América Latina a partir de la década
de los años setenta (Moragas, 1982). La vitalidad del estructuralismo, unida a la capacidad
de Verón para formar cuerpos académicos y de investigación en Buenos Aires, llevan a este
investigador, en octubre de 1970, a formar y dirigir la Asociación Argentina de Semiótica,
sólo un año después de fundarse la Asociación Internacional de Semiótica. Cuatro años más
tarde fundaría la primera revista especializada en semiótica y una de las primeras revistas
especializadas en Latinoamérica: Lenguajes.  

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 55


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
nuevas generaciones de comunicadores, José Marques propone recurrir al arsenal
empírico guardado por las corporaciones profesionales, ayudar a sistematizarlo
y actualizarlo a partir de la referencia crítica que siempre caracterizó el trabajo
universitario.
Pero, lo anterior también provee y lleva, casi de manera ineludible, al plan-
teamiento de varias preguntas de investigación que sirven, además, para con-
figurar el marco de abordaje del tema y objeto de estudio:4 ¿Qué es la Escuela
Latinoamericana de la Comunicación? ¿Qué características específicas soportan
a la tesis de existencia de la elacom? ¿Por qué este proyecto cobra cada año
una mayor importancia en el campo académico de la comunicación en Lati-
noamérica? ¿Cómo opera su programa de trabajo? ¿Existe acaso algún apoyo
institucional que respalde el programa de trabajo de la elacom? Si es así, ¿Cuál
institución es y en qué consiste dicho apoyo? ¿Qué problemas presenta la idea
y el programa de trabajo de la elacom entre las fuentes del campo académico
de la comunicación de Latinoamérica? O, por el contrario, ¿Qué problemas se
presentan en el campo académico de la comunicación de Latinoamérica para
consolidar el programa y las perspectivas de trabajo de la elacom?
En este contexto, el objetivo del presente estudio es identificar una parte
del tejido histórico referencial que le es propio a la construcción de la idea que
simboliza la llamada elacom. La idea medular que se construye aquí, trata de
colocar los antecedentes y referentes históricos de conocimiento desde la inicia-
tiva y perspectiva conceptual y discursiva que le ha suministrado no solamente
su procedencia y razón institucional, sino, además, en tratar de conocer el
porqué de la ubicación en debate del programa de la Escuela Latinoamericana
de la Comunicación. Dicha ubicación del objeto se realiza desde una perspec-
tiva de análisis que contiene dos planos relativamente diferenciados. Por un
lado, desde la perspectiva de algunas ilustres y destacadas posiciones o fuentes
del campo académico de la comunicación en nuestra región y, concretamente,
desde la perspectiva del creador de la tesis de la existencia de la elacom, el
Profesor Dr. José Marques. Por otra, desde las condiciones y representaciones
que le son propias a las instituciones, en este caso tanto a la unesco como a la
Universidad Metodista de São Paulo (umesp), a través de la Cátedra unesco
4
Las preguntas de investigación son entendidas aquí como planteamientos de apoyo a las
guías del estudio y a los objetivos concretos de investigación. Plantear el objeto y problema
de estudio a través de preguntas tiene la ventaja de presentarlos de manera directa, mini-
mizando la distorsión y, sobre todo, apuntar hacia lo que habrá de hacer sentido y centrar
nuestra voluntad de saber en el estudio.

56 • Gustavo Adolfo León Duarte


Comunicación para el Desarrolla Regional en Brasil, cuyo Director Titular es
precisamente el Profesor José Marques. Desde ambas perspectivas de análisis
se trata de ir descifrando y reconstruyendo un enigmático “rompecabezas”
llamado elacom. Se trata, de ir trazando, entre documentos e ideas separadas
por al menos cuarenta años, una idea clara a cerca de su definición y su origen
histórico. De ir marcando una delimitación a las posibles características que
le son propias, como de puntualizar aquellos problemas que enfrenta en tanto
se conforma como un proyecto y a la vez como un programa institucional de
trabajo hasta un punto concreto en el tiempo: el desarrollo institucional que ha
alcanzado hasta marzo de 2005, es decir, hasta la realización del octavo celacom.
El desarrollo de contenidos se efectúa a partir de un análisis interpretativo de
carácter histórico hecho a diversas producciones sobre el tema y objeto de es-
tudio.5 En el presente documento, por motivos de espacio, el enfoque se centra
fundamentalmente en una parte importante de la producción discursiva y la
práctica científica (tratada aquí como un proceso histórico de conocimiento
y reconocimiento de sus agentes e instituciones) originada por su principal
impulsor, José Marques. El periodo de estudio abarcó desde mediados de la
década de los sesenta hasta 2005.

Elacom. Cepas y procedencias institucionales

Un camino que nos revela ciertas pistas sobre el desarrollo de los orígenes que
soportan tanto la iniciativa como el programa de trabajo de la elacom tiene
un precedente no sólo cercano a lo que históricamente ha venido aconteciendo
en el discurso académico de los estudios de la comunicación en Latinoamé-
rica. Todo parece indicar que una de las ideas que soportan el proyecto de la
elacom, creado e impulsado por el Profesor José Marques, tiene sus cepas y
procedencias en el campo académico de la comunicación en Brasil. Concre-
tamente en aquellas ideas que durante la década de los 70 inspiraron, por un
lado, algunas prácticas en la enseñanza y la investigación de la comunicación
en este país y, por otro, la relación de dichas prácticas con el trabajo académico

5
Dichos análisis devienen de una propuesta metodológica más amplia que hemos incor-
porado en trabajos recientes (León, 2005, 2006, 2006a). Por nombre se distingue como
Metodología de Identificación de las Prácticas Institucionales para el Campo Científico de
la Comunicación (mipicc). El objetivo de la estrategia metodológica es lograr el acopio de
indicadores y categorías de información que permitan analizar el contexto institucional del
campo académico de la comunicación en América Latina.

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 57


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
por demás arduo y resistente que promovieron algunos centros y asociaciones
dedicadas a la enseñanza y la investigación de la comunicación en Brasil. El
propósito de ambos cruces de ideas no fue otro que el consolidar las bases del
proceso de institucionalización de los estudios de la comunicación, iniciado
durante la década de los 40 al instalarse formalmente la Escuela de Periodismo
Cásper Libero en São Paulo, Brasil. Dichas prácticas pueden ser claramente
reconocidas en Marques, Anamaria Fadul y Carlos Lins da Silva (1979, pp.
5-294), al analizar la crisis de la enseñanza y la investigación en Brasil en la
década de los años 70.
Por ejemplo, una primera característica que puede ser reconocida como cen-
tral en la identificación de un conocimiento comunicativo propio en la región
es el eje de la no-dependencia de modelos foráneos de comunicación. Este primer
elemento es ya familiar en las prácticas discursivas de Marques (1978; 1979) al
resaltar el hecho de que ciespal fue uno de los pocos centros de investigación
que encarnó un proyecto en defensa de los valores culturales nacionales en
América Latina. El Profesor Marques apunta, en un primer momento, el papel
institucional que desarrolló el Centro Internacional de Estudios Superiores
de Periodismo para Amerita Latina (ciespal) en los procesos de formación
docente y de investigadores durante las décadas de los años 60 y 70. Con una
conciencia basada en la “inadecuación” de modelos teóricos-metodológicos
foráneos a las situaciones propias de la vida brasilera y latinoamericana emer-
gerían lenta y gradualmente caminos alternativos para superar la dependencia.
Situado en el análisis del contexto urbano industrial de principios de los 70
en Brasil, Marques (1979, p. 37) afirma que si bien ciespal en un principio se
vinculó a “la capacitación de la mano de obra intelectual que era necesaria para
justificar y hacer funcionar los equipamientos y los estilos de vida importados
de los países metropolitanos”, dicha situación cambió y se reorientó hacía una
política latinoamericanista, no-dependiente; de rechazo a la hegemonía de los
países industrializados y defensa de los valores culturales nacionales de la región;
en contra de la “penetración de estereotipos consumistas y alienadores de las
naciones desarrolladas”.
Por otro lado, Marques (1979, p.38) reconoce también que la enseñanza
de la comunicación en Brasil durante los años 70 presentaba un diagnóstico
extremadamente complejo y aceptaba, como premisa central, que los problemas
en la enseñanza de la comunicación no solamente eran problemas aislados a la
realidad brasileña sino que presentaban los mismos síntomas de malestar del
inadecuado sistema de enseñanza superior entonces vigente en ese país. En-

58 • Gustavo Adolfo León Duarte


tendía, entonces, que la estructura de una escuela de comunicación no podía
circunscribirse a la esfera de la enseñanza sino que tenía que ampliarse a acti-
vidades de auténtica práctica profesional, sustentadas en un trabajo continuo
de investigación capaz de influir positivamente en la operación del sistema
nacional de comunicación. Marques (1979, p.38) sentenciaba que solamente
cuando se construyan “escuelas de esta naturaleza, se acelerará la tecnología
nacional y se romperá la dependencia que nos atrae inevitablemente al carro
de los países desarrollados”.
Por su parte, Anamaria Fadul (1979, pp. 50-57), destacaba que no solamente
la adecuada vinculación entre teoría y práctica podía ser pensada en función de
la propia relación entre escuela y sociedad sino también por la superación de dos
factores centrales en la relación de acción pedagógica y escuelas de comunicación
en Brasil: por un lado, en la superación de la alta dependencia nacional que
presentan las escuelas respecto de la bibliografía extranjera en comunicación;
por otro, en la no-aceptación de que en ningún curso de comunicación se
propusiese como objetivo la formación de sujetos con posibilidades de acción
en la sociedad brasilera. Para Fadul (1979, p.57), la teoría de la comunicación
debería centrar la investigación en este sector pero jamás podía ser pensada como
una teoría general válida para todos los hombres y para todos los países, sino
como una teoría que permitiese entender de manera particular el fenómeno
de la comunicación en la región y concretamente en Brasil. Es por ello que,
para Fadul (1979, p.58), enfrentar la crisis de la enseñanza y la investigación
en el Brasil de los 70 significaba en primer término aceptar como necesaria la
reorientación de la enseñanza de la comunicación a los términos y propuestas
de la Asociación Brasileña de Enseñanza e Investigación de la Comunicación
(abepec) y a la regulación misma de la enseñanza de la comunicación social
en Brasil, misma que había sido promulgada en mayo de 1942 a instancias de
reivindicar las aspiraciones que desde principios de siglo entrañaban y exigían
los y las periodistas brasileños.

Abepec e Intercom. Primeras disposiciones institucionales


de la Elacom

La abepec surgió en 1975 como producto de la primera tentativa de aglutinar a


los líderes de la enseñanza y la investigación en las escuelas de comunicación en
Brasil en virtud de que existía la necesidad de enfrentar colectivamente la crisis
de calidad en la enseñanza y de estimular la investigación (Marques, 1991, pp.

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 59


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
130-131). De acuerdo con la justificación de la propuesta que realizó la abepec
en Brasilia, la última semana de mayo de 1976, un primer reconocimiento que
es válido para denotar los términos de las recomendaciones y propuestas para
la reorientación de la enseñanza de la comunicación es conocer la evolución de
la enseñanza de la comunicación en Brasil entre 1942 y 1977. Concretamente,
los datos ofrecidos por la abepec (Marques, Fadul y Lins da Silva, 1979, pp.
75-77), en este período, muestran que Brasil presenta diversas características
predominantes en la enseñanza de la comunicación. Dichas características, en
términos generales, se ubican en tres fases o etapas comparativamente diferen-
ciadas: una primera fase es la que la abepec define como “Clásico-Humanista” y
que trascurre desde el inicio de la regulación de la enseñanza (1947-1948) hasta
la segunda mitad de la década de los años 60. La característica predominante
de la enseñanza en el periodo es la orientación europea clásica, concentrada casi
exclusivamente en el periodismo gráfico; su orientación básica estuvo confor-
mada por actividades y aspectos de corte literario, ético-jurídico e histórico. La
segunda fase, denominada “Científico-Técnica”, inicia la segunda mitad de la
década de los 60 y se consolida al final de la misma, inmediatamente después
de la implantación del currículo de la enseñanza de la comunicación en 1969.
En este periodo, reincide el tratamiento científico-empírico y técnico del fe-
nómeno comunicativo. En el ámbito curricular son introducidas materias que
están dirigidas a la enseñanza de los fundamentos psicológicos, sociológicos y
antropológicos de la comunicación y sus técnicas de investigación donde so-
bresalían el análisis de contenido y el análisis de base cuantitativo. Además, en
esta fase se conserva la orientación “gutemberguiana” al conferirle un excesivo
peso a las materias destinadas a la preparación de profesionales para trabajar
en medios impresos. Finalmente, la tercera fase es la que abepec apela con el
título de “crítico-reflexiva”. Su periodo transcurre desde mediados de la déca-
da de los años 70, justo después de que los estudios de licenciatura pierden el
carácter de terminal tras el establecimiento de la política de post-graduación
implementada por el gobierno federal. La característica principal del periodo
es que las escuelas han comenzado a adquirir las condiciones necesarias de
tranquilidad y, con ello, el desarrollo de la reflexión, como pasos previos para
sentar las bases de su institucionalización, acción que no se concretaría hasta
la década de los años 80.
Según la visión de la abepec (Marques, Fadul y Lins da Silva, 1979, pp. 77-
85), una de las principales fallas que comporta la enseñanza de la comunicación
en Brasil es que no se enfocaba a conocer ni a solucionar los problemas de la

60 • Gustavo Adolfo León Duarte


propia realidad. La reorientación propuesta por la abepec partía de que tanto
la realidad regional como la brasilera comportaban características propias, que
sometidas a través de un estudio comprensivo se podía llegar a proponer solu-
ciones adecuadas para los problemas. Así, la abepec propondría un currículo
conformado por un amplio cuadro de materias y referencias que se traduciría
en el análisis práctico de la propia producción cultural brasileña. Además, se
rompería la tendencia a formar “profesionales capacitados para la manipulación
tecnológica” y se relevaría por un modelo “orientado en la intervención social
para el desarrollo” en función de entender que la “comunicación es indispensable
para mejorar la calidad de vida en tanto afecta a la productividad, a la expresión
personal como a las necesidades de vínculos sociales”. Sin embargo, para abepec
la estructura sugerida para un currículo mínimo en las escuelas de enseñanza de
la comunicación en Brasil no debía parar ahí. La abepec propondría una nueva
y completa consideración respecto al carácter de estudio de la comunicación.
En primer término, propondría entender a la comunicación como un proceso,
en la medida en que se estudia sincrónica y diacrónicamente los fenómenos
de comunicación en términos de la variedad de operaciones que la integran.
Segundo, estudiar a la comunicación como un sistema, en la medida en que
los procesos de comunicación no son independientes de las estructuras en que
operan u ocurren. Tercero, estudiar la comunicación como arte, en la medida
en que los procesos de elaboración y transmisión de mensajes son envueltos
bajo complejos mecanismos de creación aún cuando algunos mecanismos son
bien conocidos y sistematizados. Cuarto, se propondría estudiar a la comuni-
cación como ciencia, en la medida en que su estudio constituye una reflexión
sobre principios, métodos y datos que permiten el tratamiento conceptual y
explicaciones a los fenómenos de comunicación.
Sin embargo, y de acuerdo con las pistas localizadas, los primeros elemen-
tos contextuales históricos relacionados con la conformación y creación de la
elacom por parte de las fuentes de campo, nos indican que el debate del estudio,
la enseñanza y la investigación de la comunicación en Brasil pronto dejó el pa-
norama nacional. Al crearse la Sociedad Brasileña de Estudios Interdisciplinares
de la Comunicación (intercom), y, concretamente, los encuentros llamados
Ciclos de Estudos Interdisciplinares da Comunicação, se destaca un cambio
notable en el paisaje y la perspectiva de análisis.6 Con ella, las representaciones

6
La intercom es una sociedad civil fundada en diciembre de 1977 en São Paulo por aca-
démicos, investigadores e intelectuales brasileros que pensando, practicando e investigando

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 61


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
simbólicas de la elacom cobraran, sin lugar a dudas, sus primeras señales de vida.
La internacionalización de las discusiones sobre la enseñanza y la investigación
de la comunicación ocurren en dos planos y momentos distintos, de acuerdo
con el propio Marques (1983, pp. 7-13): primero, a través de la reflexión que
investigadores brasileros realizaran sobre las tendencias de la investigación en
comunicación en países desarrollados; segundo, a través del intercambio y la
participación directa que investigadores europeos, norteamericanos y latinoa-
mericanos realizaron y contribuyeron para revisar críticamente los modos de
investigar los procesos de comunicación e interacción simbólica en los países de
origen. En este sentido, Marques (1983, p.11), apunta un elemento que aquí
consideramos como una segunda característica que es medular para ir confor-
mando un conocimiento comunicativo propio en la región y que se produce en
el intercambio de pares internacionales a través del Ciclo intercom de 1982:
el sepultar un antiguo “complejo de inferioridad” que siempre acompañó a los
investigadores brasileros de sus pares extranjeros. Para Marques este evento
situó en un plano de igualdad a los investigadores brasileños y estableció un
nuevo orden de relación entre investigadores de diferentes países al grado de
“romperse los parámetros peculiares de relaciones de subordinación entre las
naciones en el plano internacional”.7

la comunicación, no disponían de un espacio propio donde pudiesen debatir críticamente


sobre la comunicación contemporánea (Marques, 1983, pp. 237). intercom surge con
dos características bien nítidas: la interdisciplinariedad y el pluralismo, de ahí que, además
de la integración de investigadores y estudiosos de la comunicación, se vincularan también
diversos científicos sociales que privilegian a la comunicación en cuanto objeto de análisis
profesional y académico. Es un hecho que los títulos de las temáticas analizadas en los
cinco primeros encuentros o ciclos de intercom pueden ser un fiel reflejo del cambio de
panorama al que hacemos mención. Es evidente que el plano nacional abre paso al plano
regional latinoamericano. Los títulos de los Ciclos intercom entre 1978 y 1982 son: 1978)
Estrategias para o Encino de Comunicação; 1979) Modas de Comunicação das Clases
Subalternas; 1980) Estado, Populismo e Comunicação no Brasil; 1981) Comunicação,
Hegemonia e Contra-informação; 1982) Teoria e Pesquisa em Comunicação. Panorama
Latino-Americano.
 7
El ciclo intercom de 1982 también reveló para Marques (1983, p. 11) un tercer elemen-
to que a la postre (justamente una década después) sería clave para unir a la comunidad
académica latinoamericana: la manifestación de una nueva fase de investigación en Brasil
(que de hecho fue un elemento homogéneo en gran parte de Latinoamérica) al surgir in-
vestigadores jóvenes que incursionarían al campo académico de este país y que, bajo ningún
tipo de relación subalterna establecida, se lanzaron al debate aportando contribuciones
valiosas y empujando de la investigación participativa y de la investigación denuncia a la
investigación acción.

62 • Gustavo Adolfo León Duarte


Un vínculo importante se teje entre las pistas de estudio que significan el
“complejo de inferioridad” y el eje de la “no dependencia teórica”: el llamado
“combate al aislacionismo”. De hecho, en esta incursión histórica se ha podido
comprobar que el llamado “combate al aislacionismo”, en tanto característica
contextual significativa en la tesis sobre la elacom, guarda una estrecha rela-
ción con el contexto referencial de la formación de Marques. Pero, también,
con un planteamiento futuro que caracterizará la posición de José Marques al
ser el primer académico latinoamericano en plantear la tesis de la existencia
de la Escuela Latinoamericana de la Comunicación: el llamado “síndrome del
colonizado”, tratado más adelante.

Icinform, Alaic y Elacom. Tres proyectos, un impulsor protagónico

El “combate al aislacionismo”, tercera característica central que apoya la tesis de


la existencia de la elacom, deviene de la marca que define a una institución
pionera en la investigación de la comunicación en Brasil y Latinoamérica: el
Instituto de Ciencias de la Información (icinform). El icinform surge en la
Universidad Católica de Pernambuco (en la región noreste de Brasil) en 1963,
bajo el liderazgo intelectual del Profesor Luiz Beltrão. El Profesor José Marques,
entonces incursionando al campo de la comunicación en Brasil, se integró al
equipo coordinador del icinform, por lo que se vio fuertemente vinculado,
sino influenciado, en y por las filosofías y las políticas de trabajo del Instituto y
de su Director, Luiz Beltrão.8 En el contexto de los estudios de la comunicación
en Brasil de mediados de la década de los 60, el icinform implementaba estra-
tegias de desarrollo que se orientaban más por el estimular la importancia de la
investigación, el espíritu investigativo y el valor y la pertinencia de su práctica,
antes que el “puro rigor científico” que ello implicaba (Nobrega, 2000, p. 162).
Uno de los modos o formas que enfatizó Beltrão para combatir la falta de parti-
cipación en el quehacer de la investigación por parte de la comunidad académica
en Brasil, fue el implementar una “visión amplia del mundo” en la formación
de los periodistas (hasta entonces no se manejaba el término comunicólogo o
comunicador). Dicha visión puede ser claramente registrada en el I Curso de
Ciencias de la Información, que se realizó en Recife, Pernambuco, Brasil, entre
el 16 de enero y el 4 de marzo de 1965. En este I Curso, pionero en su tipo

 8
Guías de estudio en esta dirección son desarrolladas en Nóbrega (2000), Targino (2000)
y Gobbi (2001).

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 63


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
en Brasil y en América Latina, se concretaría el llamado que Beltrão haría a la
comunidad académica brasilera y latinoamericana para integrar y aumentar su
participación en el campo de estudios bajo el lema “combate al aislacionismo”.
Por añadidura, el “combate al aislacionismo”, junto con la presentación de la
característica de “no dependencia teórica-metodológica” y el derrumbamiento de
“los complejos de inferioridad”, la entrada en escena de jóvenes investigadores
en la comunidad académica de la comunicación en Brasil y en Latinoamérica
implicó, entre otras cosas, el inicio de un proceso de revitalización y empuje
de los mecanismos de auto sustentación y retroalimentación de la alaic, cuya
estrategia de participación, al iniciar la década de los 80, estaba pensada en
pasar de las fronteras nacionales y de los particularismos regionales (Marques,
1992, p.7). En nuestra opinión con la explotación “productiva” de dichas ca-
racterísticas, se consolidaría implícitamente el desarrollo gradual seguido por
la investigación latinoamericana de la comunicación y se demarcarían aquellos
caminos alternativos identificados con el mestizaje teórico y la práctica de un
sincretismo metodológico.
La alaic tuvo una actuación de altibajos y claroscuros desde inicios de
los años 80 y hasta su reconstitución en 1989. Desde mediados de la década
de los 60 hasta prácticamente el cierre de la década de los 80, el periodo fue
atravesado por varios elementos importantes de carácter coyuntural, desde la
época de la distensión (1962-1975) y el inicio y desarrollo de un nuevo periodo
de recrudecimiento de la guerra fría (1975-1989), hasta el lanzamiento de la
campaña y búsqueda de un nuevo orden internacional de la información y la
comunicación.9 Bajo este contexto, no fue extraño que a lo largo y ancho del

9
El lanzamiento de la campaña inicia con la declaración de un nuevo orden económico
internacional adoptada por consenso el 1 de mayo de 1974, durante la VI Asamblea Especial
de la onu; las disposiciones adoptadas aquí se concretarían en 1978 durante la XX Con-
ferencia General de la unesco con la presentación de los primeros resultados del Informe
de la Comisión McBride, el cual se estructuró en función de dos conceptos antagónicos:
Nuevo Orden Internacional de la Información y la Comunicación (nomic) y el libre flujo
de la información (Free Flow of Information). A fines de la década de los años 70, de los
4.600 millones de hombres y mujeres que vivían en 135 países de este planeta, menos de
mil millones y medio tenían derecho a comprar un periódico “libre” y voluntariamente;
en el llamado “tercer mundo” (hasta entonces, 82 países que totalizaban aproximadamente
1.300 millones), se agregaba al control riguroso de la información y la censura, el hecho de
que las actividades de recogida, elaboración y difusión de las noticias casi en tu totalidad
provendría de agencias noticiosas internacionales como la ap y upi (de Estados Unidos
de América), apf (de Francia) y la agencia Reuters (del Reino Unido), que ignoraban, y

64 • Gustavo Adolfo León Duarte


subcontinente aparecieran centros e institutos de investigación que, organiza-
dos como entidades de interés público pero gestionados por el sistema de la
administración privada, abordaran los procesos y fenómenos comunicativos
desde diferentes perspectivas de análisis macro-político hasta el plano micro-
ideológico; de hecho, las tendencias hegemónicas en la investigación de la
comunicación eran apoyadas y subsidiadas para su financiación por recursos
provenientes principalmente de agencias y organizaciones extranjeras –no
latinoamericanas– como la unesco, las Fundaciones Ford, Frederic Ebert,
Konrad Adenauer y otras.

Elacom. Generaciones de intelectuales e identidades multifacéticas

Al ingresar la gran mayoría de las universidades latinoamericanas tardíamente


al escenario de la investigación de la comunicación, las modernas facultades de
comunicación que se levantaban en las principales metrópolis latinoamericanas
a principios de la década de los 70 no siempre significaron, como sucede hasta
hoy en día en una gran parte de las universidades públicas de la región, un
compromiso con la producción de conocimiento. De ahí, que la generación de
conocimiento comunicativo (y no comunicativo) en los centros e institutos de
comunicación que germinaban en la región alcanzaron una fuerte resonancia,
en un periodo, reiteramos, que se caracterizaba por la búsqueda de alternativas
comunicacionales y por la construcción de políticas democráticas de gestión
de los medios masivos. Desde la teología de la liberación, la denuncia del im-
perialismo cultural, las corrientes estructuralistas, “frankfurtianas” y marxistas
e inclusive los postulados heredados del funcionalismo norteamericano, se
hicieron presentes, e impregnaron en mayor o menor medida, el pensamiento
comunicacional latinoamericano tanto en el aula como en la configuración del
campo académico de la investigación.
A mediados de la década de los 80, se manifiesta un claro declive de los
centros e institutos de investigación. Ello ocurría en función de la crisis eco-
nómica que hundía tanto a la unesco como a la mayoría de las agencias inter-
nacionales de financiación, influenciadas, además, por el clima de polarización

continuarían ignorando, gravemente los intereses de los países en “vías” de desarrollo. Para
mayor información, se puede consultar: El País, 04/04/1980: VII, en la siguiente dirección
electrónica: http://www.portalcomunicacion.com/macbride/esp/mb_1_b.htmll (dirección
consultada el día 17.12.2004).

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 65


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
ideológica que confluía, paradójicamente, entre la Perestroika de Gorbachov
y la caída del Muro de Berlín. Según la visión de Marques, el sentimiento de
derrota política que asumió la izquierda latinoamericana por ello, se fraccionó
en luchas electorales por la democracia pero también debilitó el campo de la
comunicación en la región: “En varios países de la región, eso influyó para
la desmovilización de las instituciones, la última de las cuáles en desaparecer
fue el ipal...” (Marques, 2001, p.21). A pesar de ello, las bases de la reflexión
critica sobre los fenómenos generados por la acción y el impacto de los medios
en las sociedades latinoamericanas estaba ya consolidada. De acuerdo con
Marques (2001, p.23), la identidad propia del pensamiento latinoamericano
de la comunicación se inspiró en dos matrices ideológicas convergentes que
fueron desarrolladas durante la década de los 60: La teoría de la dependencia
y la teología de la liberación. Algunos estudiosos que son representantes del
período embrionario en el estudio de la comunicación en América Latina y a
los que Marques (2001, p.24), llama “pioneros” son: Antonio Pasquali, Luís
Ramiro Beltrán, Luiz Beltrão, Paulo Freire, Jorge Fernández, Eliseo Verón, Ro-
que Faraone, entre otros, los cuales lanzaron “tesis originales” y “construcciones
científicas autóctonas” en el estudio de los fenómenos comunicacionales.
Sin embargo, para Marques (2001, p.24), la mayor proyección de los
estudios de la comunicación en América Latina ocurre durante la década del
70, justo con la participación de una siguiente generación de estudiosos de la
comunicación a la cual ha denominado “grupo de innovadores”, pues, según este
enfoque analítico, son los responsables del avance metodológico de los estudios
comunicacionales al incorporar modelos analíticos probados en las ciencias
de lenguaje y las ciencias sociales en general. De acuerdo con Marques, a esta
generación pertenecen Armand Mattelart, Heriberto Muraro, Jesús Martín Bar-
bero, Anamaria Fadul, Mario Kaplún, Juan Díaz Bordenave, Fátima Fernández,
Eleazar Díaz Rangel, entre otros. Para la década de los ochenta se concretaría
lo que Marques (2001, p.25) denomina “grupo de renovadores” en la elacom.
Se trata aquí de un grupo nutrido de intelectuales que, ubicados en facultades
de comunicación de diversas universidades de la región, tuvo la capacidad de
comprensión y explicación del pensamiento latinoamericano sobre medios,
estructuras de poder, mediaciones culturales, usos y gratificaciones sociales,
sus potencialidades educacionales, etc. En este grupo sobresaldrían algunos
investigadores e investigadoras como Marcelino Bisbal, Carlos Eduardo Lins
da Silva, Jorge González, Raúl Fuentes Navarro, Guillermo Orozco, Raúl Trejo,
Patricia Terrero, Valerio Fuenzalida, Tereza Quirós, entre otros.

66 • Gustavo Adolfo León Duarte


El primer encuentro formal de estas tres generaciones que abarcan, según
la posición de José Marques (2001, p.25) las décadas del 60, 70 y 80, fue el I
Congreso Latinoamericano de Ciencias de la Comunicación que se llevó a cabo
en São Paulo, Brasil, durante la segunda semana de agosto de 1992. Fue en este
foro, donde las tres corrientes intercambiarían sus puntos de vista y conexiones
con una nueva generación que asume el liderazgo en la comunidad académica
de los estudios de la comunicación en América Latina. Es en este momento
donde, según el profesor Marques (2001, p.26), el campo de la comunicación en
Latinoamérica se robustecería en una doble fase: por un lado, porque la Escuela
Latinoamericana de la Comunicación, en cuanto corriente de pensamiento, es-
taría confirmando su vitalidad a través de la emergencia de una nueva generación
intelectual que Marques llamaría provisionalmente como “continuadores” y, por
otro, porque la Escuela Latinoamericana de la Comunicación estaría concluyendo
su trayectoria histórica al abandonar aquel perfil original de “extra-nacional”,
para asumir una “identidad multifacética”, en torno a una región estructurada
por “comunidades nacionales” de pensadores comunicacionales.

Elacom, tras la conquista de la hegemonía en el pensamiento


latinoamericano de la comunicación

Para empezar a definir lo que por nombre lleva Escuela Latinoamericana de


la Comunicación, habría primero que señalar que los significados explícitos a
la elacom son prácticamente inexistentes. De hecho, el único señalamiento
indirecto encontrado al respecto es aquel que María Cristina Gobbi (2001,
p.12) apunta respecto a “la definición de la elacom que ha hecho Marques
aludiendo a un grupo de investigadores que piensan los fenómenos de comu-
nicación relacionados con la cultura latinoamericana”. De acuerdo con Gobbi,
el profesor Marques ha definido las características singulares de la elacom,
fundamentalmente a partir de la práctica del hibridismo y el mestizaje. Como ya
anotábamos, desde principios de la década de los noventa, el Profesor Marques
se manifestaba como la primera fuente de campo que identificaba la existencia
de lo que él llama la Escuela Latinoamericana de la Comunicación. Hasta
1992, Marques (1992, pp. 5-25), identificaba varias peculiaridades en torno a
la producción de conocimiento comunicativo en Latinoamérica. Entre otros
elementos y características importantes de la elacom, Marques reconocía, a
partir de la posición de varios investigadores(as) conocidos(as) y reconocidos(as)
en los estudios de la comunicación en el mundo, las siguientes peculiaridades:

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 67


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
a) Un modelo de estudio de la comunicación propio del contexto y las nece-
sidades históricas latinoamericanas, donde no domina ni la corriente empírica
norteamericana ni la reflexión crítica europea; b) Un modelo propio fuertemente
marcado por las implicaciones políticas de la investigación y la reflexión crítica
sobre la comunicación de masas, que durante las décadas de los 70 y 80 llegó
a perfilarse como el vértice de la investigación mundial de la comunicación.
Además, otras características que entonces precisaba Marques son: c) La nota-
ble y creciente intercomunicación entre los investigadores(as) y proyectos de
investigación (además de la concreción de sus publicaciones) como producto
de que los investigadores(as) latinoamericanos(as) consideraban su tarea como
una empresa subcontinental ligada a la experiencia en el posicionamiento y la
transformación política y ética latinoamericana.
Con todo, para José Marques (2000, pp. 22-23), la principal caracterís-
tica que, hasta hoy, ha identificado al conocimiento que genera e identifica
a la elacom y, por tanto, “a las elaboraciones científicas” que históricamente
“han desarrollado los pensadores latinoamericanos” de la comunicación y que
ha llegado a plasmar “una singular investigación mestiza representativa de la
fisonomía cultural latinoamericana, es el hibridismo teórico y la superposición
metodológica”. En la visión de Marques (2000, pp. 22-23), este perfil se carac-
teriza por varios cruces de tradiciones de investigación y estudio de la comu-
nicación que encontraron su cause natural en la región después de la creación
de la ciespal –1959– y una vez que se minimizaron las mediaciones guber-
namentales y se privilegió el intercambio entre universidades, fundaciones e
institutos de investigación; mezclando los paradigmas norteamericanos con los
postulados europeos y adaptándolos a las condiciones propias de la sociedad y
la cultura latinoamericana, fue posible superar dicotomías entre metodologías
cuantitativas y cualitativas, entre búsqueda crítica e indagación administrada.
Para Marques (1999, pp. 4-5), fue así como “construimos una vía latino-
americana para estudiar e interpretar los procesos comunicacionales, anticipán-
donos tal vez a la superación de los tabúes impuestos por la guerra fría y por las
barreras creadas entre Humanidades y Ciencias Sociales...La mezcla distintiva
de tales elaboraciones científicas es el hibridismo teórico y la superposición me-
todológica, que se caracteriza por los cruces de tradiciones europeas, herencias
meso-suramericanas (pre y postcolombinas), costumbres africanas, innovaciones
de modernas matrices norteamericanas, además de muchas contribuciones
introducidas por los distintos grupos étnicos que navegaron por los océanos
durante las recientes sagas migratorias internacionales”. Sin embargo, tanto en

68 • Gustavo Adolfo León Duarte


la instauración de políticas de comunicación históricamente fieles a los legados
de los pioneros de la elacom, como en las propias perspectivas de desarrollo
de la Escuela Latinoamericana de la Comunicación, para el profesor Marques
(2004b, pp. 210-211), existen algunas acciones que implican moverse sobre
un guión de luchas que se debate sobre dos frentes simultáneos: la batalla de
la ciudadanía y la batalla académica de las universidades.
Es decir, de acuerdo con estudios recientes de Marques (2004b, p. 211),
la primera se distingue por poseer un carácter difícil, amplio y polifacético. Se
desenvuelve en el ámbito de las sociedades nacionales, justo donde se requieren
romper las estructuras ancestrales de la exclusión social como la ignorancia y el
silencio. Al eliminar la exclusión comunicacional, según Marques, las sociedades
latinoamericanas estarán habilitadas para recorrer el camino de la elevación
cultural de sus industrias mediáticas y, consecuentemente, para forjar ciudada-
nos que hagan de la democracia el instrumento de la coexistencia pacifica y de
cooperación civilizada. En el ámbito de la batalla académica, que se desarrolla
en las universidades, Marques la caracteriza como un frente específico, sinuoso
y resistente, que ha debilitado y conducido, a veces, a la inercia corporativa; su
inhibidor central ha sido un elemento ya adelantado arriba, el “síndrome del
colonizado”. Por “síndrome del colonizado”, José Marques (2003b, p.15), entiende
el “comportamiento insólito de amnesia histórica” de “renunciar a la tarea de
examinar críticamente el referencial teórico acumulado por las generaciones que
las precedieron, reproduciendo sin discusión los cuadros cronológicos esbozados
en los países que lideran a la producción académica mundial. Por eso mismo,
dejan de reconocer el mérito de pensadores que actuaron adelantando la hora,
como bien decía el poeta Carlos Drummond de Andrade”.
Para superar, además, lo que Marques (2003a, p.209) llama “tendencia del
comportamiento aislacionista”, que ha debilitado al campo académico, y rescatar
el compromiso histórico con la transformación latinoamericana, Marques pro-
pone para debate de la comunidad latinoamericana de Ciencias de la Comuni-
cación aquellas tres líneas de acción concretas que referimos anteriormente: el
trabajo sobre la naturaleza del proceso de la comunicación; la autonomía teórica
y el fomento a la crítica metodológica y, por último, el rescate del conocimiento
empírico, en su triple dimensión: autóctono, mestizo y popular. Al plantear
estas líneas de acción, Marques (2004b, pp. 210-211), cree que pueden ayudar
a transformar la injusta realidad de déficit cultural y exclusión comunicacional a
la que históricamente ha sido sometida Latinoamérica. Para ello, sostiene que se
deben superar varias posturas, comenzando “por la superación de la casi atrofia

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 69


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
al que se auto condenaron nuestras comunidades académicas. Inapetentes para
el trabajo cooperativo, ciegas en relación a los proyectos holísticos, temerosas
en reconocer el mérito de las generaciones precedentes, avergonzadas ante
su propia identidad, confusas delante del pasado, desconfiadas en relación al
futuro” (Marques, 2004b, pp. 211).
Sin embargo, se debe reconocer que la batalla académica también va más
allá. La disputa académica que se lleva a cabo en algunos centros académicos y
de investigación en América Latina muestra claros tintes de cautela e, incluso,
resistencias, frente a lo que se ha dado en llamar Escuela Latinoamericana de
la Comunicación. Como se recordará, desde 1999, la afinidad en torno a la
iniciativa de hablar de elacom no ha sido compartida por algunos investigadores
destacados del campo académico de la comunicación; por ejemplo, algunos
investigadores del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente
(iteso), ubicado en la Ciudad de Guadalajara, México y a la sazón uno de los
centros de enseñanza e investigación de la comunicación más importantes y
reconocidos de este país y de Latinoamérica, han sobresalido por entrar en
discrepancia pública frente a la iniciativa que lidera Marques. Por un lado, ha
sobresalido la voz de Guillermo Orozco (Torrico, 2000, pp. 8-9), impulsor
de los estudios cualitativos sobre recepción en México, al poner en duda la
iniciativa de hablar de una Escuela como tal, porque “ello conllevaría a algunas
homogeneidades de que la comunicología latinoamericana carece”. Además,
argumenta y afirma, que si acaso existe una Escuela Latinoamericana de la Co-
municación, recién empieza a configurarse pero entorno a la propuesta de Jesús
Martín Barbero, quien ha revolucionado los abordajes teórico-metodológicos
de los procesos comunicativos a partir de los medios y las mediaciones (Torrico,
2000, pp. 8-9). Por otro lado, ha sido bastante conocida la postura que Raúl
Fuentes Navarro ha tomado respecto de la iniciativa y el programa de trabajo de
la elacom. El Profesor Fuentes, uno de los principales impulsores y estudiosos
del campo académico y de la investigación de la comunicación en México y
Latinoamérica, sitúa bajo duda el modelo de práctica social que desde 1997
realiza el investigador brasileño José Marques porque éste ubica el presente y
el futuro de la investigación brasileña y latinoamericana bajo la sombra de la
institucionalización de la Escuela Latinoamericana de la Comunicación.
Es bastante notorio que las críticas de Fuentes (1999, pp. 52-67) han logrado
un único y exclusivo reconocimiento hacia la figura y propuesta de José Marques
en virtud de que su propuesta “es exactamente análoga” a la que realizó durante
la década de los 50’s y 60’s en Estados Unidos de América el Profesor Wilbur

70 • Gustavo Adolfo León Duarte


Schramm: “El modelo que subyace en los análisis y las propuestas de Marques
-y en las acciones colectivas que se ha encargado de liderar- a mi manera de ver
es exactamente análogo al que subyacía en la agencia de Wilbur Schramm en
los años cincuenta y sesenta en Estados Unidos, cuando se constituyó bajo su
liderazgo y autoridad el campo académico de la investigación de la comunica-
ción...A pesar de que ahora, como novedad en su larga y reconocida trayectoria,
Marques apoya su argumentación en autores como Kuhn y Bourdieu para
reconocer el anclaje sociopolítico y la dinámica de tensiones y contradicciones
de las estrategias de legitimación en el campo académico, su propuesta se asimila
mucho más como una ruptura en el plano ideológico que en cualquier otro.
El modelo de práctica social en que Marques ubica el presente y el futuro de
la investigación brasileña y latinoamericana de la comunicación no es el que él
mismo reconstruye como eje de la que llama la «Escuela Latinoamericana de
Investigación de la Comunicación», y que probablemente haya sido formulado y
asumido más como «utópico» que como utopístico”. (Fuentes, 1999, p. 63).
La propuesta de Fuentes (1999, p.65) se realiza “especialmente en relación
con la tensión entre la orientación ideológica y la «cientificidad» implícita en la
«comunicología» propugnada por Marques”. La proposición de Fuentes (1999,
p. 65), se centra básicamente en dos ejes: por un lado, en dar mayor sustancia,
vía la teoría, a aquellos conceptos centrales del campo, en definir lo comuni-
cativo y propiciar una anarquía en dichos conceptos, libres de lo que Fuentes
llama “toda intromisión institucional”; por otro, de que la investigación de la
comunicación en América Latina debe alcanzar una reafirmación ética antes
que de una reformulación epistemológica basada en una posición utopística, es
decir, en una “evaluación seria, racional y realista de las alternativas históricas”.
(Fuentes, 1999, p.56).
Tal y como hemos descrito anteriormente, el campo académico de la co-
municación reviste formas y estrategias específicas de operación en tanto es un
universo que comporta relaciones objetivas, constantes y permanentes, entre las
distintas posiciones adquiridas por sus agentes y donde cada cual compromete y
define, en su competencia con los demás, una determinada posición dentro del
campo. El compromiso y la competencia que define Marques (1999, pp. 1-12),
tras el asedio de la conquista por la hegemonía institucional del pensamiento
comunicacional latinoamericano, demanda enfrentar y superar algunas posturas,
inercias y conductas que comportan algunos investigadores de la comunidad
académica de la región. Sobre todo, en aquellos donde se “traduce con mayor
nitidez el comportamiento de los investigadores que se encontraron con las

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 71


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
angustias de la guerra fría”. Por ejemplo, entre otras posturas y problemas que
Marques (1998, pp. 9-13; 1999, pp. 5-6; 2004, p.15) ha identificado, se pueden
destacar las siguientes:
a) La baja autoestima de la comunidad académica latinoamericana, impac-
tada por los cambios de políticas económicas que disminuyen el prota-
gonismo del Estado paternal y atribuyen papeles decisivos al mercado y
a la sociedad civil.
b) El proceso de difusión del pensamiento comunicacional latinoamericano
es lento y, además, se enfrenta a las barreras que suponen la moda teóri-
ca, el comportamiento insólito de la amnesia histórica o el prejuicio de
cuantos siguen valorizando exclusivamente las metodologías importadas
de los países industrializados.
c) La comunidad académica latinoamericana, por paradójico que parezca,
ha relegado a la Escuela Latinoamericana de la Comunicación a una
posición secundaria en la mayoría de los cursos de comunicación social
en Latinoamérica, sino ausente; ello se ha manifestado en una parte de
jóvenes investigadores que ignoran las contribuciones de científicos de
la mega región, iluminando y fundamentando sus hipótesis de trabajo
exclusivamente en referencias foráneas.
d) La ausencia de una comunidad académica institucionalmente organi-
zada en el área de las ciencias de la comunicación. En los programas de
maestría y doctorado que han asumido el desafío de formar exclusiva-
mente recursos humanos destinados a las prácticas comunicacionales
(en medios masivos, en empresas o instituciones de la sociedad civil)
asientan obstáculos estructurales importantes, como por ejemplo, la
falta de disponibilidad de fuentes documentales latinoamericanas y las
dificultades para el intercambio y la movilidad científica dentro de la
propia mega región.
e) La falta de agilidad de la propia comunidad académica para responder
pronto a las cuestiones planteadas por los centros contemporáneos de
decisión, localizados en las empresas o en el sector público.
f ) La dependencia del mercado, uno de los estigmas heredados del pasado,
que impide establecer agendas de investigación que correspondan con
las demandas de las industrias culturales.
g) El miedo de convertirse en apéndice de las estructuras estatales ha dis-
tanciado también la participación de la comunidad académica latinoa-
mericana de las tomas de decisión sobre las políticas públicas.

72 • Gustavo Adolfo León Duarte


Al constituir el Programa de Doctorado en Comunicación Social en la
Universidad Metodista de São Paulo, a partir de 1995, José Marques (1998,
pp. 10-11), buscó establecer un conjunto de acciones que pudieran desarro-
llar estudios comprometidos y que pudieran, a la vez, situar y establecer de
manera hegemónica el pensamiento comunicacional latinoamericano. En aras
de alcanzar esta meta, Marques ha llevado a cabo durante varios años y, por
lo que se puede apreciar en su impresionante producción académica, con una
constancia permanente, diversas estrategias y prácticas académicas puntuales.
Desde nuestra óptica y desde nuestra particular tarea de búsqueda sobre los
orígenes institucionales que han apoyado el programa de trabajo de la alaic,
se acentúan como acciones y apoyos centrales, las siguientes:
1. Un primer apoyo institucional ha sido la Universidad Metodista de São
Paulo, a través de la Facultad de Comunicación Social y el Programa de Doc-
torado en Comunicación Social (fcs-umesp). La umesp surge del Instituto
Metodista de Ensino Superior (ims), el cual se funda en 1970 en el Campus
de Rudge Ramos, Municipio de Sao Bernardo do Campo, y está destinado a
mantener la Federación de Escuelas Superiores del abc (conjunto de facultades
que ofrecen cursos de pre y postgrado en diversas áreas de conocimiento) del
Consejo Federal de Educación de Brasil. De acuerdo con Marques (1996, p.158),
de esta iniciativa se constituye, en 1973, la Facultad de Comunicación Social de
la Universidad Metodista de Sao Paulo (fcs-umesp). Las directrices pedagógicas
de la fcs-umesp valoran la formación cultural humana, procurando mantener
sintonía con las demandas del mercado laboral de las áreas de su especialización:
el periodismo, la radio y televisión, las relaciones públicas, publicidad y propa-
ganda; en la fcs-umesp se ha procurado mantener un contacto permanente y
estrecho con las principales asociaciones de enseñanza e investigación como la
International Association for Media and Communications Research (iamcr), la
Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social (felafacs) o
la alaic; la fcs-umesp crea el primer curso de postgrado en 1978 con la Maestría
en Comunicación Social y, desde agosto de 1994, el Programa de Doctorado en
Comunicación Social. Dentro de los apoyos relevantes que la umesp brinda al
programa de trabajo anual que suponen los encuentros celacom se encuentran
los apoyos de trasporte y hospedaje de los profesores visitantes y conferencistas
que han recibido tanto la fcs-umesp como los Coloquios; en este sentido, se
destacan, entre otras personalidades relevantes, los nombres de Armand Mattelart,
Jorge González, Elizabeth Fox, Juan Díaz Bordenave, Manuel Parés i Maicas,
Carmen Gómez Mont, Luis Ramiro Beltrán, Jesús Martín Barbero, etc.

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 73


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
2. Un segundo apoyo institucional de la mayor relevancia la ha brindado la
unesco. A partir de 1996, la fcs-umesp pasa a ser sede de la Cátedra unesco
de Comunicación para el Desarrollo Regional a través del convenio promovido
con la División de Comunicación de la unesco, con sede en París, Francia. La
Cátedra unesco de Comunicación en Brasil es supervisada por la Consejería
Regional de unesco en América Latina, con sede en Quito, Ecuador, y afiliada a
la World Network of unesco Communication Chairs (orbicom), cuya sede se
encuentra en Montreal, Canadá. Como anteriormente se anotó, la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco) fue
creada el 16 de noviembre de 1945 por la Organización de las Naciones Unidas
(onu) durante la conferencia promovida para tal caso en Londres; casi medio
siglo después de su fundación, se crea en 1989 la primera Cátedra unesco de
Comunicación a nivel mundial en la Facultad de Ciencias de la Comunicación
de la Universidad Autónoma de Barcelona, Campus Bellaterra, bajo la destacada
y solidaria coordinación del profesor catalán Dr. Manuel Parés y Maicas. Entre
los apoyos importantes que la Cátedra unesco de Comunicación en Brasil
destina al programa de trabajo anual que implican los encuentros celacom
se encuentran: a) La financiación parcial para la realización de los encuentros
celacom; b) La financiación para realizar investigación sobre dos ejes de acción
particulares: la construcción de diagnósticos situacionales y la elaboración de
perfiles biográficos de instituciones e investigadores paradigmáticos en la con-
formación de la Escuela Latinoamericana de la Comunicación y, c) La finan-
ciación para publicación de los libros y artículos que proyectan a la elacom en
la comunidad académica de la región, incluyéndose aquí la financiación para
publicar las contribuciones anuales recibidas en los celacom bajo el nombre
de “Serie Análisis de la Escuela Latinoamericana de la Comunicación”.
3. Un tercer apoyo institucional concreto que otorga la umesp y que consi-
deramos de alta relevancia para alcanzar la meta de situar y establecer de manera
hegemónica el pensamiento comunicacional latinoamericano, fue la adquisición
de un gran acervo documental y bibliográfico que rescata la memoria de las
historias colectivas e individuales de buena parte de los trabajos que incorpo-
raban el pensamiento comunicacional Latinoamericano. Dicha memoria se
plasma en un amplio repertorio documental formado por 10.000 volúmenes,
correspondientes la adquisiciones bibliográficas y hemerográficas hechas por
el profesor José Marques durante las décadas de 1960 y 1970, años que fueron
determinantes para la formación académica de Marques y, como ya sabemos,
fueron décadas también definitorias en la formación del campo académico de

74 • Gustavo Adolfo León Duarte


la comunicación en América Latina. Este acervo, que durante el primer trienio
fortalecería el patrimonio documental de los cursos de Doctorado en Comu-
nicación Social de la umesp, rápidamente fue haciéndose fuente de referencia
para los estudiantes, docentes e investigadores de la casa. Desde 1998, el Acervo
fue procesado para su incorporación física al depósito de la Biblioteca Central
de la umesp y, desde ese año, paso también a formar parte integrante de lo que
en la Cátedra unesco de Comunicación de Brasil denomina como el Acervo
de la Escuela Latinoamericana de Comunicación.
4. Sin embargo, tal vez el apoyo institucional más importante y trascendental
que tanto la umesp como la Cátedra unesco han desarrollado hasta ahora en
favor de implantar de manera hegemónica el pensamiento comunicacional
latinoamericano, a través del programa de trabajo de la Escuela Latinoameri-
cana de la Comunicación, han sido los Coloquios Internacionales de Estudios
sobre la Escuela Latinoamericana de Comunicación (celacom). De acuerdo
con Marques (2004), los apoyos y recursos que dedica la Universidad Metodis-
ta de Sao Paulo para la financiación y realización de los celacom viene dado
por el material de información y divulgación que se ofrecen en los encuentros
como por los costes de viaje y hospedaje de los invitados y ponentes especiales.
Por otro lado, de la Cátedra unesco se reciben los fondos que garantizan las
publicaciones de cada Coloquio anual y ello representa lo que en la Cátedra
unesco Brasil se llama “Serie de Análisis de la Escuela Latinoamericana de
la Comunicación”. Los Coloquios Internacionales de la elacom se han ca-
racterizado, según la visión de su director, por ser espacios destinados a hacer
historia, con la participación física y directa de aquellos hombres, mujeres e
instituciones que han sido y son protagonistas en la conformación de la Escuela
Latinoamericana de la Comunicación (Marques, 1998, pp. 1-9). Los espacios
de los celacom, permiten al público asistente, tradicionalmente formado por
investigadores, profesores y estudiantes, interaccionar directamente con los
investigadores invitados y estudiados. De este modo se ha logrado establecer
una relación inédita, donde los mitos son sustituidos por “verdades”, tanto en
la obra como en sus creadores. Esta relación tiene, pues, el objetivo de promo-
ver el debate, el conocimiento y la ampliación de las ideas comunicacionales,
facilitar su entendimiento y la asimilación de sus teorías y conceptos generados
(Marques, 1998, pp. 12-13).
La difusión internacional de la elacom inicio en marzo de 1997 con el
estudio de las ideas comunicacionales del investigador boliviano Luís Ramiro
Beltrán. La selección de Beltrán entre el destacado y selecto grupo de pioneros

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 75


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
de la llamada Escuela Latinoamericana de la Comunicación obedeció, según
Marques (1998, pp. 12-13) no sólo a su “estatura intelectual como padre de las
políticas de comunicación en la región sino, y, sobre todo, por su dimensión
humana, traducida en su postura ética, científica y ciudadana, sirviendo como
referencial para las nuevas generaciones de comunicadores y comunicólogos.
Luís Ramiro Beltrán simboliza justamente aquel paradigma de científico de la
comunicación que puede ayudar a nuestra comunidad a construir y fortalecer
su identidad académica”. De este primer encuentro celacom, realizado en el
Campus UMESP de la Ciudad de São Bernardo do Campo (São Paulo, Brasil),
se editó el libro que abre nuestro análisis sobre la elacom: A Trajetória Comu-
nicacional de Luiz Ramiro Beltrán. El volumen, que consta de 168 páginas, fue
organizado por los Profesores José Marques y Juçara Gorski Brittes (1998, pp.
9-168). La publicación reúne catorce contribuciones de amigos y discípulos de
Luís Ramiro Beltrán como de varios investigadores de Brasil, Estados Unidos y
América Latina, especializados en políticas de comunicación para el desarrollo
y en las iniciativas pioneras de la legitimación académica de la Escuela Lati-
noamericana de la Comunicación.
El II celacom llevado a cabo en el Campus de la umesp durante el mes de
septiembre de 1998, tuvo como temática de estudio el recorrido intelectual de
Jesús Martín Barbero. La obra de Martín Barbero es actualmente una de las
pocas obras nativas de la región que son ampliamente estudiadas en la mayoría
de las universidades latinoamericanas. La influencia de su trabajo puede ser
observada en las diversas sociedades científicas latinoamericanas del área de la
comunicación, la sociología y la antropología; en el discurso de apertura del II
celacom, el profesor Marques, dijo que “las historias de vida que la Cátedra
unesco han promovido asumen un carácter público para que el rescate de la
memoria sea también público, y es seguro que la obra de Jesús Martín Barbero
es la historia viva de una trayectoria intelectual de grandes contribuciones
para los estudios de comunicación y difusión del pensamiento latinoamerica-
no”. (Marques, 1998, pp. 1-9). El resultado del II celacom fue editado por
Marques y Rocha Dias (1999, pp. 9-213) bajo el título Comunicação, Cultura,
Mediações. O Percurso Intelectual de Jesús Martín-Barbero. La publicación reúne
doce contribuciones de investigadores especializados sobre el recorrido intelec-
tual, docente y de investigación por el que ha transitado Jesús Martín Barbero
durante sus 69 años de vida.
El III Coloquio celacom de 1999, que ocurrió entre el 5 y 7 de mayo, tuvo
como temática central la “Génesis del Pensamiento Comunicacional Latino-

76 • Gustavo Adolfo León Duarte


americano. El protagonismo de las instituciones pioneras: ciespal, icinform
e ininco”. Con este tema, la Cátedra unesco busco evidenciar la difusión y el
desarrollo de las ideas comunicacionales de la Escuela Latinoamericana de la
Comunicación a través del proceso de creación y consolidación que tuvieron
estas instituciones. Además, aquí se busco rescatar el desarrollo histórico de tres
instituciones académicas paradigmáticas, particularmente responsables de la
construcción de matrices teóricas de la comunicación en procesos de desarro-
llo. De este tercer encuentro celacom, se editó el libro Gênese do Pensamento
Comunicacional Latino-Americano. O Protagonismo das Instituições Pioneiras:
ciespal, icinform, ininco. El volumen fue organizado por los Profesores José
Marques y Maria Cristina Gobbi (2000, pp. 9-304). La publicación reúne a
dieciocho contribuciones especializadas sobre el papel de ciespal en la difusión
de las ideas comunicacionales hegemónicas en la producción de las matrices
latinoamericanas, el diálogo popular masivo de icinform y, por último, el
paradigma de la investigación-denuncia que desarrolla el ininco.
El IV Coloquio Internacional de Estudios sobre la Escuela Latinoamericana
de Comunicación se realizó en mayo del 2000 en el Campus Rudge Ramos de la
umesp. La temática del encuentro fue dedicada a las “Contribuciones Brasileras
de la Comunicación”. De acuerdo con Marques (Marques, Gobbi y Santos,
2001, p.29), fue a partir de considerar las singularidades de la contribución
brasileña al pensamiento comunicacional latinoamericano que la cátedra unesco
tomó la decisión de escoger para la agenda de trabajo del celacom 2000 a tres
autores emblemáticos: Décio Pignatari, Muniz Sodré y Sérgio Caparelli; de las
contribuciones recibidas, los Profesores José Marques, Maria Cristina Gobbi e
Marli dos Santos (2000, pp. 9-126) editaron el libro Contribuições Brasileiras
ao Pensamento Comunicacional Latino-Americano: Décio Pignatari, Muniz Sodré
e Sérgio Capparelli. Esta publicación reúne doce contribuciones especializadas
sobre la contribución realizada por estos tres autores emblemáticos al pensa-
miento comunicacional latinoamericano.
El V celacom se llevo a cabo en mayo de 2001 y su temática se tituló “Mar-
xismo y Cristianismo, Matrices de las Ideas Comunicacionales en América
Latina”; de acuerdo con Marques (2002, pp. 10-12) este Coloquio 2001 trata
de hacer un balance de dos de las corrientes que constituyen un manantial sim-
bólico en la conformación del pensamiento comunicacional latinoamericano y
de recorrer el camino cultural en el cual se proyectó la elacom, cuya generación
pionera fue educada siguiendo los parámetros ideológicos del cristianismo sin
mostrar desprecio por los signos desafiadores del marxismo. Como producto

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 77


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
de este V Coloquio, se editó el libro Matrices Comunicacionais Latino-Ameri-
canas: Marxismo e Cristianismo, a cargo de los Profesores José Marques, Maria
Cristina Gobbi y Waldemar Luiz Kunsch (2002, pp. 9-126). La publicación
reúne doce contribuciones especializadas sobre las aportaciones del marxismo y
el cristianismo al impulso de las ideas comunicacionales latinoamericanas como
a las estrategias de las políticas de comunicación de la región.
El VI celacom se realizó en la Ciudad de Adamantina, en São Paulo, Bra-
sil, la primera semana de octubre de 2002. El tema central del evento fue “la
participación de la mujer en los estudios comunicacionales latinoamericanos”.
De acuerdo con Marques (2003, pp. 9-10), la sexta jornada del celacom se
llevó a cabo para entender cómo se da la participación de la mujer en la inves-
tigación de la comunicación en América Latina y tratar de evocar en las nuevas
generaciones de investigadores(as) la discusión sobre los procesos de inserción
femenina en la comunidad académica de la mega región. El VI Coloquio trajo
como fruto el libro titulado Comunicação Latino-Americana. O Protagonismo
Femenino; este documento, de 255 páginas, fue editado por los Profesores José
Marques, Maria Cristina Gobbi y Sérgio Barbosa (2003, pp. 9-255). Aquí se
apiñan dieciocho contribuciones especializadas sobre la participación de las
mujeres en la producción de conocimiento, en la agenda mediática y el papel
que han desarrollado como profesionales del campo de la comunicación en el
contexto latinoamericano.
El VII celacom se llevó a cabo en el Campus umesp de la Ciudad de São
Bernardo do Campo, en São Paulo, Brasil, entre el 26 y 28 de mayo de 2003.
La agenda del VII Coloquio fue marcada por el pensamiento crítico y los im-
pactos en la vida de la sociedad latinoamericana. El propósito fue, de acuerdo
con Marques (2004, pp. 15-18) “hacer un balance del camino recorrido, es-
bozando al mismo tiempo las rutas por las cuales debemos transitar de ahora
en adelante”; el tema central del programa tuvo tres ejes protagónicos: 1) El
pensamiento crítico en la investigación comunicacional de América Latina: de
la investigación denuncia a la investigación acción; 2) El pensamiento crítico
en la construcción de alternativas mediáticas Latinoamericanas: conquistas y
fracasos y, 3) El Grupo Comunicacional de São Bernardo: el pensamiento crítico
o el pragmatismo utópico. De las contribuciones recibidas al encuentro, los
Profesores Marques y Maria Cristina Gobbi (2004, pp. 9-338), organizaron la
edición del volumen titulado Pensamento Comunicacional Latino-Americano.
Da Pesquisa-Denúncia Ao Pragmatismo Utópico. Esta publicación, que es la más
corpulenta de la “Serie Análisis de la Escuela Latinoamericana de la Comuni-

78 • Gustavo Adolfo León Duarte


cación”, reúne a veinticuatro contribuciones especializadas sobre los tres ejes
de la temática.
El último evento realizado y divulgado hasta hoy en día sobre la Escuela
Latinoamericana de la Comunicación es el VIII Coloquio Internacional de
Estudios sobre la elacom. Se llevó a cabo en el Campus Rudge Ramos de la
umesp (São Paulo, Brasil), entre el 29 y 31 de marzo de 2004. La agenda del
VIII Coloquio estuvo marcada por tres ejes centrales de análisis y debate: a). La
sociedad del conocimiento: la democratización del conocimiento; b). Conflic-
tos y coexistencia con las redes telemáticas; y, c). El derecho de la propiedad
intelectual: repercusiones en las industrias de contenido. De las contribuciones
recibidas al VIII celacom, los Profesores José Marques, Paulo Tarsitano, Luciano
Sathler y Maria Cristina Gobbi (2005, pp. 9-250), organizaron la edición del
volumen titulado Sociedade do Conhecimento. Aportes Latino-americanos. El libro
reúne a quince contribuciones especializadas sobre los tres ejes de la temática.
En resumen, la obra de la “Serie Análisis de la Escuela Latinoamericana
de la Comunicación”, comprende un total de ocho volúmenes, uno por cada
celacom realizado entre 1997 y el 2004; las publicaciones analizadas salen a la
luz entre 1998 y 2005, es decir, las publicaciones aparecen un año después de
celebrado el Coloquio respectivo. Por los ocho títulos publicados en el periodo,
se tiene ya claro la diversidad de temas, objetos y preocupaciones que se tienen
bajo análisis de estudio: desde el recorrido intelectual y las contribuciones al
pensamiento comunicacional latinoamericano que han forjado personalidades
de la talla de Luís Ramiro Beltrán, Jesús Martín Barbero, Antonio Pasquali,
Luiz Beltrão, Sérgio Capparelli, Muniz Sodré y Décio Piganatari; hasta las
aportaciones que el marxismo, el cristianismo, la participación de la mujer y
el pensamiento crítico han aportado en la conformación y el impulso de las
ideas comunicacionales latinoamericanas, sin dejar de lado, además, el estudio
de aquellas instituciones pioneras que desarrollaron las ideas comunicacionales
de la Escuela Latinoamericana de la Comunicación como ciespal, icinform
e ininco. En los ocho títulos publicados se suman un total de 148 contribu-
ciones o trabajos de investigación, lo que representa un promedio de dieciocho
ponencias por libro anual publicado. Sin entrar a analizar aquí los problemas
o virtudes que ello conlleva, podríamos afirmar que la “Serie Análisis de la
Escuela Latinoamericana de la Comunicación” es una obra fundamentalmente
escrita en lengua lusitana, pues del total de contribuciones publicadas en los
ocho volúmenes, el 81% son textos escritos en portugués y el 19% restante
en castellano.

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 79


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
Conclusiones

Hasta aquí se han desarrollado algunas líneas y guías de análisis que pueden
considerarse abiertas para una exploración más profunda y rica en la identifi-
cación de los contextos históricos y las características y tesis que le son propias
a la construcción de la idea que encarna la elacom. Hemos tratado de abrir
algunas líneas y guías de proximidad histórica desde la iniciativa y la perspectiva
conceptual y discursiva que le ha suministrado no solamente su procedencia y
razón institucional, sino, además, en tratar de conocer el porqué de la ubicación
en debate del programa de la Escuela Latinoamericana de la Comunicación.
Se concluye que es en Brasil y en el Programa de Doctorado en Comunicación
Social de la Universidad Metodista de São Paulo, el mismo que incorpora la
cátedra unesco-Comunicación para el Desarrollo Regional de Brasil, donde
surge, se auspicia y fomenta la tesis de la existencia de la elacom, inspiración
creada por José Marques. El apoyo institucional más importante y trascendental
que tanto la umesp como la Cátedra unesco han desarrollado hasta ahora en
favor de implantar de manera hegemónica el pensamiento comunicacional
latinoamericano, a través del programa de trabajo de la Escuela Latinoame-
ricana de la Comunicación, han sido los apoyos necesarios para realizar los
celacom. Uno de estos apoyos es la publicación de la obra Serie Análisis de la
Escuela Latinoamericana de la Comunicación, que comprende la publicación
de las investigaciones presentadas en cada celacom anual. Sus primeras ocho
publicaciones salen a la luz entre 1998 y 2005. Por los ocho títulos publicados
en el periodo, se tiene ya claro que los discursos textuales del capital científico
que participa en la obra elacom se perfila a priorizar los y las protagonistas, los
procesos y las condiciones históricas que marcan los distintos periodos y rasgos
de identidad en el Pensamiento Latinoamericano de la Comunicación (plc).
Ha quedado claro que la iniciativa elacom es una iniciativa institucional
con un paso ascendente tras la búsqueda de la identidad latinoamericana de la
comunicación. Que las prácticas científicas del colectivo que ahí publica defi-
nitivamente pueden incidir en volcar el pensamiento latinoamericano de la co-
municación como un paradigma dominante en los estudios de la comunicación
en la región, aunque definitivamente no sea esta la única iniciativa. Se concluye
que la iniciativa elacom es el producto de una forma específica de trabajo y de
intereses que desarrolla en gran medida su principal impulsor, José Marques. En
tanto un agente dominante dentro de la iniciativa y el proyecto institucional de
la elacom, José Marques ha adoptado, con el apoyo de un destacado grupo de

80 • Gustavo Adolfo León Duarte


protagonistas, un conjunto de prácticas y estrategias de conservación del plc
tendientes a perpetuar una historia y un cierto orden científico establecido del
cual él mismo es una parte importante e interesada. Por ello, se debe esperar
que su participación en la obra elacom nunca aparezca como desinteresada.
Su presencia en la obra conjunta, tal y como lo constata el reconocimiento de
citación en esta, es por demás relevante y decidida. La aspiración tan alta que
define a Marques tras situar y establecer de manera hegemónica el pensamiento
comunicacional latinoamericano a través de la obra elacom depende (y seguirá
dependiendo) de un mayor consenso e inversión en el capital científico, sobre
todo del propio reconocimiento de los pares competidores que participan y que
sigan participando en la iniciativa. El conjunto de recursos científicos heredados
del plc que existen hoy en estado objetivado, bajo la forma de instrumentos,
de obras y de instituciones, así como en estado incorporado, bajo la forma de
habitus científico, merecen sin duda un mayor esfuerzo para materializar y
ampliar la iniciativa de Marques. No obstante debe considerarse el más amplio
consenso de participación de la comunidad académica latinoamericana de la
comunicación y garantizar la promoción dentro del conjunto de instituciones de
educación superior de América Latina, para asegurar desde ahí su producción,
reproducción y circulación en el sistema de enseñanza.

Bibliografía
Beltrán, L. R. (1974). Communication research in Latin America: the blindfolded
inquiry?, documento de la Conference on the Contribution of the Mass
Media to the Development of Consciousness in a Changing World, Leipzig,
República Democrática de Alemania, pp. 1-23.
_______. (1978). Premisas, objetos y métodos foráneos en la investigación sobre co-
municación en Latinoamérica, Órbita, núm. 22, pp. 3-35.
_______. (1978a). Estado y perspectivas de la investigación en comunicación en
América Latina. ITESO. Textos Escogidos. México.
_______. (1982). No renunciemos jamás a la utopía, entrevista de Patricia Anzola.
Chasqui, No. 3, CIESPAL, Quito, p.6-13.
_______. (1999). Las políticas nacionales de comunicación (pnc) son hoy –en el
mundo globalizado e internetizado– más necesarias que nunca, Pensamiento
comunicacional latinoamericano, UMESP/UNESCO. Núm. 1, pp. 1-7.
_______. (2004). Comunicación y desarrollos democráticos en Latinoamérica. Co-
municación, No. 126, Centro Gumilla. Caracas, pp. 79-94.

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 81


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
Fadul, A. (1979). Teoria e prática no ensino da comunicação. En, Marques, J; Fadul,
A; y Lins da Silva, C. (1979). Ideología y poder no ensino de comunicação.
São Paulo. Cortes y Moraes, pp. 50-57.
Gobbi, M. C. (2001). Grandes nomes da comunicação: José Marques. Recife, Brasil.
UNICAP – CENTRO, pp. 7-323.
Fuentes, R. (1999). La investigación de la comunicación en América Latina: condi-
ciones y perspectivas para el siglo xxi, Diálogos de la Comunicación, núm. 56,
Lima, Perú, Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación,
pp. 54-67.
León, G. (2005). Institucionalización del Campo Académico de la Comunicación en
América Latina. Un Acercamiento a las Características Estructurales de la Es-
cuela Latinoamericana de la Comunicación. Trabajo de Investigación doctoral.
Universidad Autónoma de Barcelona. 1501002895/TR344; pp: 7-324.
Marques, J. (1978). Comunicação, modernização e difusão de inovações no Brasil,
Petrópolis. Vozes, pp. 7-252.
_______. (1999). Desarrollo y Perspectivas de la Escuela Latinoamericana de Co-
municación. Ponencia presentada en el I Encuentro Nacional de Investi-
gadores de la Comunicación de Bolivia y el I Seminario Latinoamericano
de Investigadores en Comunicación. Cochabamba, Bolivia; noviembre de
1999. pp. 1-12.
_______. (1999a). A Comunicade Académica das Ciencias da Comunicação: Revi-
sao Crítica da Experiencia Brasileira como Paradigma para o Fortalecimento
da Comunidade Latino-Americana. Ponencia presentada en la conferencia
inaugural de X Encuentro AMIC. La Trinidad, México. Abril de 1999. pp.
1-13.
_______. (1999b). Prefacio. En, Marques, J. y Rocha, P. (1999). Comunicação,
cultura, mediações. O percurso intelectual de Jesús Martín-Barbero. São Ber-
nardo do Campo, São Paulo, Brasil, UNESCO – UMESP. II CELACOM, pp.
9-12.
_______. (2004). Prefacio. En, Marques, J.; Gobbi, M. (2004) Pensamento Comu-
nicacional Latino-Americano. São Bernardo do Campo, São Paulo, Brasil.
UNESCO – UMESP. VII CELACOM, pp. 15-18.
_______. (2004a). Los tiempos heroicos. La formación de la comunidad latinoa-
mericana de la comunicación. Revista Latinoamericana de Ciencias de la
Comunicación. ALAIC. São Paulo, Brasil, pp. 10-21.
_______. (2004b). A esfinge mediática. São Paulo. Paulus, pp. 11-335.
Marques, J; Fadul, A; y Lins da Silva, C. (1979). Ideología y poder no ensino de
comunicação. São Paulo. Cortes y Moraes, pp. 9-168.

82 • Gustavo Adolfo León Duarte


Marques, J. y Gorski, J. (1998). A trajetória comunicacional de Luiz Ramiro Beltrán,
Sao Paulo, UNESCO – UMESP. I CELACOM, pp. 9-168.
Marques, J. y Rocha, P. (1999). Comunicação, cultura, mediações. O percurso inte-
lectual de Jesús Martín-Barbero. São Bernardo do Campo, São Paulo, Brasil,
UNESCO – UMESP. II CELACOM, pp. 9-231.
Marques, J. y Gobbi, M. (2000). Gênese do pensamento comunicacional latino-
americano: o protagonismo das instituições pioneiras- CIESPAL, ICINFORM,
ININCO. São Bernardo do Campo, São Paulo, Brasil. UNESCO – UMESP.
III CELACOM, pp. 9-304.
Marques, J; Gobbi, M; y Dos Santos, M. (2001). Contribuições brasileiras ao
pensamento comunicacional latino-americano: Décio Pignatari Muniz Sodré
e Sérgio Capparelli. São Bernardo do Campo, São Paulo, Brasil. UNESCO
– UMESP. IV CELACOM, pp. 9-126.
Marques, J; Gobbi, M. y Kunsch, L. (2002). Matrizes comunicacionais latino-
americanas - marxismo e cristianismo. São Bernardo do Campo, São Paulo,
Brasil. UNESCO – UMESP. V CELACOM, pp. 9-271.
Marques, J; Gobbi, M. y Barbosa, S. (2003). Comunicação latino-americana. O
protagonismo femenino. São Bernardo do Campo, São Paulo, Brasil. UNESCO
– UMESP - FAI. VI CELACOM, pp. 9-255.
Marques, J. y Gobbi, M. (2004). Pensamento Comunicacional Latino-Americano.
São Bernardo do Campo, São Paulo, Brasil. UNESCO – UMESP. VII CE-
LACOM, pp. 9-338.
Marques, J; Tarsitiano, P; Sathler, L; y Gobbi, M. (2005). Sociedade do Conheci-
mento. Aportes latino-americanos. São Bernardo do Campo, São Paulo, Brasil.
UNESCO – UMESP. VIII CELACOM, pp. 9-250.
Nóbrega, M. (2000). “Icinform, uma experiencia pioneira”. En, Marques, J.
y Gobbi, M. Gênese do pensamento comunicacional latino-americano: o
protagonismo das instituições pioneiras- CIESPAL, ICINFORM, ININCO. São
Bernardo do Campo, São Paulo, Brasil. UNESCO – UMESP. III CELACOM,
pp. 157-166.
Torrico, E. (2000). Eventos: Cochabamba, sede de la más grande reunión académica
sobre comunicación en Latinoamérica, Pensamiento Comunicacional Latino-
americano, núm. 2, vol. 1, Universidad Metodista de San Paulo, pp. 8-9.

Escuela Latinoamericana de Comunicación (elacom): referente histórico y conquista • 83


de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de la comunicación
Capítulo 3

La intersubjetividad y la vida cotidiana


como objetos de estudio de la ciencia
de la comunicación:
exploraciones teóricas y abordajes empíricos
Marta Rizo García*
Universidad Autónoma de la Ciudad de México

El predominio de los estudios sobre medios de difusión ha relegado a


un segundo plano a otros objetos de estudio propios de la ciencia de
la comunicación: la intersubjetividad, el descubrimiento del otro y las
interacciones múltiples en la vida cotidiana son algunos de ellos. Después
de presentar los aportes de la sociología fenomenológica al estudio de la
intersubjetividad y la vida cotidiana, se establecen algunos vínculos entre
esta corriente y los fenómenos comunicativos interpersonales. Como au-
tor principal se ha elegido a Alfred Schütz, por sus aportaciones al estudio
de la vida cotidiana y por la importancia que otorga a la interacción en la
construcción del sentido por parte de los sujetos. Se parte, por un lado,
de la necesaria reconstrucción del pensamiento en comunicación, que sin
duda, pasa por el reconocimiento de varias disciplinas y enfoques; y por
el otro, de que la investigación sobre los procesos de comunicación en
la vida cotidiana puede enriquecerse con la incorporación de conceptos
como la intersubjetividad y el mundo de la vida. Este ensayo presenta
algunas vetas de reflexión para este enriquecimiento y expone, a modo
de ejemplo, dos experiencias de investigación empírica en curso que
toman en cuenta este marco conceptual para su desarrollo.

* Doctora en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona.


Actualmente, profesora-investigadora de la Academia de Comunicación y Cultura de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Investigadora de la línea “Experiencias y
sentidos de ciudad” del Centro de Estudios Sobre la Ciudad de la misma institución. Co-
autora de Cien libros hacia una comunicología posible. Ensayos, reseñas y sistemas de información
(Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2005).
The predominance of the studies on diffusion means has relegated to back-
ground to other own objects of study of the science of the communication:
the intersubjectivity, the multiple discovery of the other and interactions in
the daily life are some of them. After displaying the contributions of phe-
nomenological sociology to the study of the intersubjectivity and the daily
life, some bonds between this current settle down and the interpersonal com-
municative phenomena. As main author has chosen itself to Alfred Schütz,
by its contributions to the study of the daily life and by the importance that
grants to the interaction in the construction of the sense on the part of the
subjects. Part, on the one hand, of the necessary reconstruction of the thought
in communication, that without a doubt, it passes through the recognition of
several disciplines and approaches; and by the other, of which the investiga-
tion on the processes of communication in the daily life can become rich with
the incorporation of concepts like the intersubjectivity and the world of life.
This test presents some veins of reflection for this enrichment and exposes,
as a example, two experiences of empirical investigation in course that take
into account this conceptual frame for their development.

La aparición de la Sociología fenomenológica: de Husserl a Schütz

La Fenomenología1 es un movimiento filosófico del siglo XX que tiene como


finalidad describir las estructuras de la experiencia tal y como se presentan en
la conciencia, sin recurrir a teorías, deducciones o suposiciones procedentes de
otras disciplinas. Es un método que procede a partir del análisis intuitivo de los
objetos tal y como son dados a la conciencia, a partir de lo cual busca inferir los
rasgos esenciales de la experiencia y de lo experimentado por los sujetos. Su fin
último es la comprensión de ser humano en toda su complejidad.
Esta corriente filosófica abre un camino para la comprensión y análisis del
conocimiento del mundo que tienen los sujetos, y su punto de partida es que no
se pueden comprender al hombre y al mundo si no es a partir de la facticidad,
es decir, de los hechos. En términos metodológicos, la fenomenología es una
filosofía trascendental que pone en suspenso, para comprenderlas, las afirmacio-
nes de la actitud natural,2 pero es también una filosofía para la cual el mundo
está “ya ahí”, antes de cualquier reflexión. Su interés por hacer una descripción
directa de la experiencia de los sujetos en el mundo tal y como es, la convierte

1
El término proviene del griego, fainomai, “mostrarse” o “aparecer”, y logos, “razón” o
“explicación”.

86 • Marta Rizo García


en una propuesta que puede aportar mucho a la comprensión de la interacción
y, por ende, de la comunicación, en el ámbito de la vida cotidiana.
El filósofo alemán Edmund Husserl, considerado el fundador de la
fenomenología, introdujo este término en su libro Ideas. Introducción general
a la fenomenología pura (1913). Con el tiempo, Husserl comenzó a considerar
que sólo las esencias de ciertas estructuras conscientes constituyen el objeto
propio de la fenomenología. Al analizar los contenidos de la mente, Husserl
descubrió una serie de actos como el recordar, desear y percibir, e incluso el
contenido abstracto de esos actos, a los que llamó 'significados'. Esos significados
permitían a un acto ser dirigido hacia un objeto bajo una apariencia concreta,
proceso que denominó “intencionalidad” y al que consideró como esencia de
todo conocimiento. La fenomenología trascendental, según Husserl, consistía
en el estudio de los componentes básicos de los significados que hacen posible
la intencionalidad de los sujetos.
La sociología fenomenológica3 se desarrolla a partir de premisas un tanto
alejadas de las propuestas filosóficas de Edmund Husserl, aunque las retoma.
El debate general gira en torno a cómo se puede lograr el conocimiento, y su
aparición se sustenta en la comprensión de la fenomenología como instancia
de aproximación metodológica a lo cotidiano. Desde un punto de vista episte-
mológico, la fenomenología implica una ruptura con la formas de pensamiento
de la sociología tradicional, ya que enfatiza la necesidad de comprender la
realidad, más que de explicarla, sugiriendo que es en el durante, en el aquí y en
el ahora, donde es posible identificar elementos de significación que describen
y construyen lo real.

2
La “actitud natural” consiste en tomar las cosas de manera arcaica, irreflexiva y práctica,
tal como aparecen. En este sentido, y retomando a Husserl, esta actitud se contrapone con
la actitud fenomenológica del científico, fundamentada en la reducción eidética. Dicho
de otra forma, la actitud natural es una actitud desinteresada, implica la abstención de la
participación intencional en el modo de la practicidad. Por su parte, la actitud fenome-
nológica tiene una intención de reflexividad, implica poner entre paréntesis al mundo y a
nosotros mismos como sujetos.
3
Este artículo se inserta dentro de los trabajos realizados por la autora en el marco del
Grupo hacia una Comunicología Posible (GUCOM, México), que parte del reconoci-
miento de siete fuentes científicas necesarias para la reconstrucción del pensamiento en
comunicación. Una de estas fuentes es, precisamente, la sociología fenomenológica. Para
mayor información, ver el Portal de Comunicología, disponible en http://www.geocities.
com/comunicologiaposible

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 87


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
Alfred Schütz, principal exponente de la sociología fenomenológica, partió
de la siguiente interrogante: ¿Dónde y Cómo se forman los significados de la
acción social? El autor fundamentó su pensamiento en los aportes previos de
Husserl, así como en la sociología comprensiva (verstehen) de Max Weber.4
El foco de interés básico de la sociología fenomenológica fue la cuestión de
la sociabilidad como forma superior de intersubjetividad. Esta preocupación
básica parte de varias ideas importantes: el estudio de la vida social no puede
excluir al sujeto, que está implicado en la construcción de la realidad objetiva
que estudia la ciencia social; el elemento central es, entonces, el fenómeno-
sujeto. Un sujeto que, como se verá después, sólo existe en tanto se comunica
con sus semejantes.
El énfasis no se encuentra ni en el sistema social ni en las relaciones funcio-
nales que se dan en la vida social, sino en la interpretación de los significados
del mundo (lebenswelt) y las acciones e interacciones de los sujetos sociales.
Del mundo conocido y de las experiencias intersubjetivas compartidas por los
sujetos, se obtienen las señales, las indicaciones para interpretar la diversidad
de símbolos. O lo que es lo mismo, de la comunicación entre sujetos surge el
marco interpretativo en el cual dichos sujetos se sitúan, y desde el cual significan
a su entorno, a sí mismos y a los otros.
La reducción fenomenológica de la que parte Alfred Schütz no se ocupa de
aspectos de la fenomenología trascendental, como lo hiciera Husserl, porque
el interés básico de Schütz está puesto en el significado que el ser humano
que mira al mundo desde una actitud natural atribuye a los fenómenos. Para
el autor, la realidad es un mundo en el que los fenómenos están dados, sin
importar si éstos son reales, ideales o imaginarios. Este mundo es el “mundo
de la vida cotidiana”, en el que los sujetos viven en una actitud natural, cuya
materia prima es el sentido común.
El sujeto que vive en el mundo social está determinado por su biografía y
por su experiencia inmediata. Lo primero alude a que cada sujeto se sitúa de una
forma particular y específica en el mundo; su experiencia es única e irrepetible.
Es desde esta experiencia personal desde donde el sujeto capta y aprehende la
realidad, la significa y, desde ese lugar, se significa a sí mismo y a sus semejantes.

4
Hablar de verstehen, para Weber, implica considerar que al referirnos a la conducta hu-
mana la comprensión se da de modo inmediato, es decir, las proposiciones que expresan
la comprensión de los actos humanos no precisan de una comprobación mediata (Martín
Algarra, 1993).

88 • Marta Rizo García


Schütz habla de un “repositorio de conocimiento disponible”, generado desde la
biografía y posición de cada individuo en el espacio y el tiempo. Este repositorio
es una especie de almacenamiento pasivo de experiencias, mismas que pueden
ser recuperadas en el aquí y el ahora para constituir una nueva experiencia
personal inmediata. Gracias a esta reserva, el sujeto puede comprender nuevos
fenómenos sin necesidad de iniciar un proceso reflexivo para ordenar cada una
de las vivencias que transcurren y que va experimentando.

Intersubjetividad y mundo de la vida

El mundo social es, esencialmente, intersubjetivo. El aquí se define porque


se reconoce un allí, donde está el otro. El sujeto puede percibir la realidad
poniéndose en el lugar del otro, y este proceso permite al sentido común
reconocer a otros como análogos al yo. Es en la intersubjetividad donde se
pueden percibir ciertos fenómenos que escapan al conocimiento del yo, pues
el sujeto no puede percibir su experiencia inmediata pero sí percibe las de los
otros, en tanto le son dadas como aspectos del mundo social. Dicho de otra
forma, el sujeto sólo puede percibir sus actos, pero puede percibir los actos y
las acciones de los otros.5
El mundo del sentido común, el “mundo de la vida”, permite anticipar ciertas
conductas para que el sujeto se desarrolle en su entorno. La intersubjetividad
implica el poder ponerse en el lugar del otro, a partir de lo que se conoce de
ese otro, de lo que se puede ver en él. En este ámbito de relaciones, y siguien-
do a Schütz, se pueden reconocer relaciones intersubjetivas tanto espaciales
como temporales. En las primeras tenemos el nosotros, el reconocimiento de
relaciones con otros de los que formamos parte, con otros que se reconocen
mutuamente como parte de algo común; están también las relaciones ustedes,
donde se observa a otros sin la presencia de uno mismo; y por último, están
las relaciones entre terceros, las relaciones ellos. Con respecto a las relaciones
referidas al tiempo, Schütz reconoce a los contemporáneos, otros con los que

5
La acción se concibe como la conducta intencionada proyectada por el agente; por su parte,
el acto es definido como la acción cumplida. Para concretar su concepto de acción, Schütz
aborda los proyectos, a los que concibe a partir de su estructura temporal –toda proyección
consiste en una anticipación de la conducta futura por la imaginación- y a partir de la
distinción entre los motivos “para” y los motivos “porque”: el primero denota el objetivo
que se pretende alcanzar con una acción; el segundo se refiere a las experiencias pasadas del
actor que lo llevan a actuar de tal o cual manera.

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 89


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
se puede interactuar, compartir acciones y reacciones; los predecesores, aquellos
otros con los que ya no se puede interactuar, pero de los cuales sí tenemos algún
tipo de información sobre sus actos; y por último, los sucesores, aquellos otros
con los que no es posible interactuar pero hacia los cuales los sujetos pueden
orientar sus acciones (Schütz, 1979).
El sujeto realiza acciones que están cargadas de significados. Todas sus
acciones tienen un sentido; aunque el actor no haya tenido intención de sig-
nificar algo, su acción puede ser interpretada por otro. Toda acción, por tanto,
comunica. Sin embargo, no existe una única interpretación de las vivencias y
experiencias; éstas varían según la perspectiva desde la que sean interpretadas,
esto es, según el aquí y ahora que experimenta el sujeto y desde donde significa
a su entorno.

La vida cotidiana y el concepto de mundo de la vida

Schütz parte de la necesidad de analizar las relaciones intersubjetivas a partir


de las redes de interacción social. En su obra La fenomenología del mundo social
(1972), toma como punto de partida para su análisis de la estructura significa-
tiva del mundo tanto a la fenomenología de Husserl (1913; 1954) como a la
sociología comprensiva de Weber (1978). Aunque los antecedentes presentes
en su obra son claros, se pueden discernir al menos dos aportaciones originales
del pensamiento de Schütz: por un lado, la incorporación del mundo cotidiano
a la investigación sociológica, a partir de la reivindicación del ámbito de la so-
ciabilidad como objeto de estudio de la sociología; y por el otro, la definición
propia de las características del mundo de la vida, un mundo intersubjetivo,
cuyos significados son construcciones sociales, y en el que viven personas que,
desde una actitud natural, se mueven e interactúan a partir de un “acervo de
conocimiento a mano” o “repositorio de conocimiento disponible”.
Alfred Schütz reconoce, con Max Weber, la importancia de la comprensión
del sentido de la acción humana para la explicación de los procesos sociales.
Aunque para ambos autores la sociedad es un conjunto de personas que actúan
en el mundo y cuyas acciones tienen sentido, Weber concibe a la comprensión
como el método específico que la sociología utiliza para rastrear los motivos
de los actores y así poder asignar sentido a sus acciones, mientras que Schütz
le otorga a la comprensión un papel más importante: considera que el mundo
en el cual vivimos es un mundo de significados, un mundo cuyo sentido y
significación es construido por nosotros mismos y los seres humanos que nos

90 • Marta Rizo García


precedieron. Para Schütz, por tanto, la comprensión de dichos significados es
nuestra manera de vivir en el mundo; la comprensión es ontológica, no sólo
metodológica.
En cualquier caso, la sociología fenomenológica apuesta por el estudio y
explicación del verstehen, es decir, de la experiencia de sentido común del mun-
do intersubjetivo de la vida cotidiana. Sin embargo, Schütz establece algunas
diferencias entre el “mundo de la vida” de Husserl y la vida cotidiana: el mundo
de la vida cotidiana es el “ámbito de la realidad en el cual el hombre participa
continuamente en formas que son, al mismo tiempo, inevitables y pautadas.
El mundo de la vida cotidiana es la región de la realidad en que el hombre
puede intervenir y que puede modificar mientras opera en ella mediante su
organismo animado (…) sólo dentro de este ámbito podemos ser comprendidos
por nuestros semejantes, y sólo en él podemos actuar junto con ellos” (Schütz,
1977, p.25). La actitud natural está determinada cotidianamente por motivos
pragmáticos, de ahí que el conocimiento de la vida cotidiana se considere un
conocimiento no sistemático, poco ordenado. Así, la intersubjetividad delínea
el campo de la cotidianidad y, simultáneamente, hace posible la existencia del
mundo de vida.
Las líneas anteriores ponen de manifiesto que Schütz abandona la pers-
pectiva trascendental de Husserl y se centra en la esfera mundana o cotidiana
de la vida. Para Schütz, la vida cotidiana se expresa y se puede objetivar en las
relaciones de los actores sociales entre sí y en cómo éstos comprenden y cons-
tituyen la realidad social. La interacción o encuentro intersubjetivo es, pues, la
materia prima de la constitución de lo social. Nuevamente, la comunicación
aparece como fundamento de la vida en sociedad. O lo que es lo mismo, la
vida cotidiana sólo es posible a partir de las relaciones sociales cotidianas, de
la conciencia social cotidiana, del entramado social de sentido cotidiano y,
por último, de la comunicación cotidiana. Por tanto, la teoría social feno-
menológica de Schütz es, siguiendo a Grathoff (1989, p.107),6 una “ciencia
de los fenómenos de la intersubjetividad mundana, por lo que un análisis de
las estructuras del mundo de la vida puede interpretarse como una sociología
general de la vida cotidiana”.7

6
Citado en Estrada (2000, p. 112).
7
Quizás por el origen y fundamentación filosófica de la sociología de Schütz, generalmente
no se ubica su propuesta dentro de las llamadas sociologías de la vida cotidiana. Sin em-
bargo, y como queda plasmado en el espacio conceptual empleado por el autor, su teoría

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 91


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
El descubrimiento del otro, la acción y el conocimiento
de sentido común

Aunque para pensar la comunicación, la intersubjetividad puede considerarse


como el concepto matriz del pensamiento de Schütz, el propio autor empleó
otros términos que también ayudan a entender la naturaleza del mundo social
y, por ende, la comunicación cotidiana que tiene lugar en él. Algunos de estos
conceptos son el alterego, la acción y el conocimiento de sentido común.
Para Schütz, el “alterego” le es dado al sujeto como una demostración práctica
de un ser idéntico con quien comparte un mundo intersubjetivo conocido como
“mundo del yo” en el cual conviven tanto sus antecesores, contemporáneos y
predecesores. Esto significa, diría Schütz, que el “otro” es como “yo”, capaz
de actuar y de pensar; que su capacidad de pensamiento es igual a la mía; que
análogamente a mi vida, la de él muestra la misma forma estructural-temporal
con todas las experiencias que ello conlleva. Significa que el “otro”, como “yo”,
puede proyectarse sobre sus actos y pensamientos, dirigidos hacia sus objetos,
o bien volverse hacia su “sí mismo” de modo pretérito, pero puede contemplar
mi flujo de conciencia en un presente vivido.
Con respecto a la acción, para Schütz el escenario básico de la acción social
es el mundo de la vida. Es en él donde las personas emprenden acciones basadas
en proyectos y caracterizadas por intenciones determinadas. Como ya se anotó
anteriormente, la “acción” es entendida como la conducta intencionada proyec-
tada por el agente; en cambio el “acto” es definido como la acción cumplida.
Por tanto, el mundo de la vida cotidiana es el escenario y también el objeto
de nuestras acciones e interacciones. Este mundo no es el mundo privado del
individuo aislado, sino un mundo intersubjetivo, común a todos nosotros, en
el cual tenemos intereses eminentemente prácticos.
Todas las acciones sociales conllevan comunicación, y toda comunicación
se basa necesariamente en actos ejecutivos para comunicarse con otros; por lo
tanto, los sujetos deben llevar a cabo actos manifiestos en el mundo externo
que se supongan interpretados por los otros como signos de lo que quieren
transmitir.
Por último, el autor vincula el conocimiento de sentido común con la
intersubjetividad. El mundo de la vida es intersubjetivo porque en él viven su-

social constituye a todas luces una sociología de la vida cotidiana más que una propuesta
filosófica.

92 • Marta Rizo García


jetos entre sujetos, con valores comunes y procesos de interpretación conjunta.
También es un mundo cultural, en tanto se constituye como un universo de
significación para los sujetos, es decir, como una textura de sentido que los
sujetos deben interpretar para orientarse y conducirse en él.
Por tanto, el mundo de la vida no es un mundo privado, sino intersub-
jetivo, y por ende, el conocimiento de él no es privado, sino intersubjetivo y
socializado desde el principio: es un conocimiento de sentido común. Sólo una
parte del conocimiento se origina dentro de la experiencia personal, y en su
mayor parte es de origen social, es decir, ha sido transmitido por otros sujetos
que enseñan a sus semejantes a definir el ambiente, a significar el entorno. El
medio significador por excelencia que permite transmitir el conocimiento de
origen social es el lenguaje cotidiano.

Intersubjetividad, comunicación e interacción en la vida cotidiana

El individuo es un actor social que reproduce su contexto social a partir de


sus interacciones cotidianas. La reflexión socio-fenomenológica se centra en
las relaciones intersubjetivas, bajo el ángulo de la interacción, y otorga un rol
relevante a los elementos de negociación y de comunicación en la construcción
social de los contextos de sentido.
El abordaje teórico de la interacción y la comunicación desde la sociología
fenomenológica implica hablar de la relación entre el yo y el otro. Como afirma
Schütz, “al vivir en el mundo, vivimos con otros y para otros, y orientamos
nuestras vidas hacia ellos. Al vivenciarlos como otros, como contemporáneos
y congéneres, como predecesores y sucesores, al unirnos con ellos en la activi-
dad y el trabajo común, influyendo sobre ellos y recibiendo a nuestra vez su
influencia, al hacer todas estas cosas, comprendemos la conducta de los otros y
suponemos que ellos comprenden la nuestra” (Schütz, 1979, p.39). Por tanto,
para la sociología fenomenológica estar en el mundo significa comunicarse con
otros, interactuar con otros. Todo sujeto se comunica para constituirse como tal,
y todo acto de comunicación implica una puesta en acción de actos manifiestos
en el mundo externo que los otros deben interpretar y comprender desde sus
propias biografías, haciendo uso de sus acervos de conocimiento disponible.
Como afirma Martín Algarra (1993, p.207), “la comunicación es un fenó-
meno propio y exclusivo del ámbito de significado finito de la vida cotidiana”,
o lo que es lo mismo, no cabe la comunicación fuera de la vida cotidiana: la
comunicación es un “fenómeno mundano al que se accede desde su análisis

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 93


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
como acción humana y que, por lo tanto, para su correcta comprensión, ha de
ser enmarcado en el mundo de la vida cotidiana (Martín Algarra, 1993, p.16).
Y es que para Schütz, la comunicación no es un sistema semántico, sino que es
el proceso de compartir el flujo de experiencias del otro en el tiempo interior,
de modo que se pueda constituir la experiencia del “nosotros”.
La comunicación entre sujetos sólo es posible porque éstos tienen la cualidad
de ver y oír fenomenológicamente. Es a partir del ver y el oír, de la capacidad
de habla, que se forma el sentido, desarrollado a través de los diálogos y las
interacciones cotidianas. Dicho de otra forma, “nuestra capacidad de interpretar
y la mera presencia dentro de un contexto social nos pone ante los demás en la
doble posición de actores y observadores” (Vizer, 2003, p.188). Eduardo Vizer
habla de la situación “de espejo” para poner de manifiesto la relación que existe
entre los sujetos que se encuentran e interactúan.
La comunicación interpersonal, así entonces, instituye la realidad social, le
da forma, le otorga sentidos compartidos tanto a nivel de los objetos (dimen-
sión referencial) como a nivel de las relaciones entre los hablantes (dimensión
interreferencial) y de la construcción del propio sujeto en tanto individuo social
(dimensión autorreferencial) (Vizer, 1982).8 Estos tres niveles se manifiestan en
cualquier situación comunicativa: siempre se habla de algo, siempre se establecen
relaciones entre quienes están hablando, y en todo caso la personalidad de éstos
tiene fuertes implicaciones en la relación de interacción dada.
Además de la intersubjetividad, como concepto central de la reflexión fe-
nomenológica en torno a la interacción, es también importante la percepción,
comprendida como “un proceso de interacción entre el individuo y la sociedad
a la que pertenece” (Hernández, 2000, p.92). Interactuar y percibir son dos
actividades que van estrechamente ligadas. Sin ellas, el sujeto social no existe. Así
lo consideran Berger y Luckmann, continuadores del pensamiento schütziano,
en la siguiente afirmación: “No puedo existir en la vida cotidiana sin interactuar
y comunicarme continuamente con otros. Sé que otros también aceptan las
objetivaciones por las cuales este mundo ser ordena, que también ellos organizan
este mundo en torno de aquí y ahora, de su estar en él, y se proponen actuar
en él. También sé que los otros tienen de ese mundo común una perspectiva
que no es idéntica a la mía. Mi aquí es su allí (…) A pesar de eso, sé que vivo
en un mundo que nos es común. Y, lo que es de suma importancia, sé que hay

Citado en Vizer (2003, p. 191).


8

94 • Marta Rizo García


una correspondencia entre mis significados y sus significados en este mundo”
(Berger y Luckmann, 1993, pp.40-41). La creación del consenso en torno a
los significados de la realidad es, entonces, resultado de las interacciones de los
sujetos en la vida cotidiana.
El mundo de la cotidianidad es sólo posible si existe un universo simbólico
de sentidos compartidos, construidos socialmente, y que permiten la comu-
nicación entre subjetividades diferentes. Ramón Xirau sintetiza esta idea:
“Cuando percibo a ‘otro’ lo percibo como un ser encarnado, como un ser que
vive en su cuerpo, es decir, como un ser semejante al mío, que actúa de manera
semejante a como actúo y que piensa de manera semejante a la manera en que
pienso” (Xirau, 2002, pp.436-437). El mismo autor afirma que “el mundo de
los hombres está así hecho de seres en comunicación que se perciben unos a
otros como semejantes porque comparan al otro con ellos mismos” (Xirau,
2002, p.437).
En síntesis, para la sociología fenomenológica la subjetividad está inevi-
tablemente presente en cualquier acto de comunicación. Sin interacción no
existen sujetos sociales, dado que la construcción de sentidos sobre la realidad
social requiere, inevitablemente, de la interacción, de la puesta en común y
negociación de significados.

La comprensión fenomenológica de la comunicación

Como ha quedado claro en los apartados anteriores, para la sociología fenomeno-


lógica todas las acciones sociales conllevan comunicación, y toda comunicación
se basa en actos ejecutivos para comunicarse con otros. De ahí que los sujetos
deban llevar a cabo actos manifiestos en el mundo externo que se supongan
interpretados por los otros como signos de lo que quieren transmitir.
Durante el proceso de comunicación se pueden observar dos estados exis-
tentes. Uno protagonizado por el comunicador, en el que no sólo experimenta
lo que realmente dice; ese proceso es experimentado por el comunicador como
una ejecución en su presente vivido. Y otro protagonizado por el agente, que
experimenta acciones interpretativas como sucesos del presente vivido.
Según Schütz, cuando tiene lugar una comunicación en la que los partícipes
comparten el espacio vivido, se lleva a cabo una relación cara a cara. En esta
relación, cada sujeto es también un elemento del ambiente del otro; ambos
participan en un conjunto de experiencias comunes del mundo externo, dentro
del cual pueden insertarse los actos ejecutivos de cualquiera de ellos.

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 95


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
Cualquier forma de interacción social, por tanto, tiene su origen en
las construcciones referentes a la comprensión del otro. Incluso la interacción
más simple de la vida diaria, presupone una serie de construcciones de sentido
común; en este caso, se construye la conducta que un sujeto prevé de otro, y
viceversa. Los significados sociales, por tanto, no permanecen o se hallan en los
objetos físicos, sino en las relaciones de los sujetos entre ellos mismos, y entre
ellos y los objetos.
La importancia de la comunicación en el desarrollo de la sociedad, la per-
sonalidad y la cultura fue uno de los puntos de partida básicos del Interaccio-
nismo Simbólico,9 una corriente previa a los aportes estrictos de la sociología
fenomenológica pero no por ello menos importante para abordar la concepción
fenomenológica de la comunicación. Para el Interaccionismo Simbólico, el
individuo es tanto sujeto como objeto de la comunicación, en tanto que la
personalidad se forma en el proceso de socialización por la acción e interacción
recíprocas de elementos objetivos y subjetivos.
Tres puntos sintetizan la importancia otorgada a la interacción por parte
del Interaccionismo Simbólico: el valor dado a la alienación del sentido de la
comunicación cotidiana y al importante papel social que juega la empatía o
capacidad de ponerse en el lugar del otro; la consideración de que la realidad
social se explica a través de las interacciones de los individuos y los grupos so-
ciales; y, por último, la primacía o uso extendido de estudios de caso, dado el
predominio absoluto de procedimientos inductivos y el abordaje de la realidad
en términos micro-sociales y sincrónicos.
Esta corriente destacó por otorgar un carácter simbólico a la vida social.
Su finalidad fue estudiar la interpretación que los actores sociales hacen de los
símbolos nacidos de sus actividades interactivas. Uno de los conceptos de mayor
importancia dentro de la corriente del Interaccionismo Simbólico fue el de self,
propuesto por George Herbert Mead (1934). El self o ‘sí mismo' se refiere a la
capacidad de considerarse a uno mismo como objeto, y presupone un proceso

9
En Symbolic Interaccionism, Herbert Blumer (1968) establece las tres premisas básicas de este
enfoque: 1) Los humanos actúan respecto de las cosas sobre la base de las significaciones que
estas cosas tienen para ellos, o lo que es lo mismo, la gente actúa sobre la base del significado
que atribuye a los objetos y situaciones que le rodean; 2) La significación de estas cosas
deriva, o surge, de la interacción social que un individuo tiene con los demás actores; 3)
Estas significaciones se utilizan como un proceso de interpretación efectuado por la persona
en su relación con las cosas que encuentra, y se modifican a través de dicho proceso.

96 • Marta Rizo García


social: la comunicación entre los seres humanos. El mecanismo general para el
desarrollo del self es la reflexión, mediante la cual el proceso social es interio-
rizado en la experiencia de los individuos implicados en él. Este proceso, que
permite al individuo adoptar la actitud del otro hacia él, posibilita que todo
sujeto esté conscientemente capacitado para adaptarse al entorno.
En los años 60 y 70 destaca la obra de Erving Goffman, de extraordinaria
minucia descriptiva. El pensamiento de Goffman está vertebrado por la idea de
que la interacción social agota su significado social más importante en la pro-
ducción de apariencias e impresiones de verosimilitud de la acción en curso. En
La presentación de la persona en la vida cotidiana (1972), Goffman propone que
la sociedad se muestra como una escenificación teatral en que la vieja acepción
griega de “persona” recobra su significado plenamente. El modelo planteado
por el autor se conoce como análisis dramatúrgico de la vida cotidiana, y su
conceptualización del ritual constituye uno de los aportes más importantes.
Según Goffman, más que un suceso extraordinario, el ritual es parte constitutiva
de la vida diaria del ser humano, por lo que se puede decir que la urdimbre de
la vida cotidiana está conformada por rituales que ordenan nuestros actos y
gestos corporales. Los rituales aparecen como cultura encarnada, interiorizada,
cuya expresión es el dominio del gesto, de la manifestación de las emociones y
la capacidad para presentar actuaciones convincentes ante otros. Las personas
muestran sus posiciones en la escala del prestigio y el poder a través de una
máscara expresiva, una ‘cara social' (Goffman, 1972) que le ha sido prestada
y atribuida por la sociedad, y que le será retirada si no se conduce del modo
que resulte digno de ella; las personas interesadas en mantener la cara deben
de cuidar que se conserve un cierto orden expresivo.

Síntesis conceptual

Con base en las ideas presentadas en los párrafos anteriores, a continuación se


presenta un mapa conceptual que incorpora algunos de los conceptos básicos de
la sociología fenomenológica en las situaciones de comunicación. La finalidad
del esquema es, precisamente, mostrar las potencialidades heurísticas que ofrecen
algunos términos básicos de la sociología fenomenológica para comprender
situaciones de comunicación interpersonal.

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 97


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
Cuadro 1
Mapa conceptual de la concepción fenomenológica de la comunicación

Fuente: Elaboración propia.

Como se puede observar, el mapa conceptual pone énfasis en el papel que


juegan los significados del mundo incorporados por los sujetos –los acervos o
repositorios de conocimiento disponible- en situaciones de interacción. Dichos
sujetos están marcados por sus biografías personales, por su socialización, y la
comunicación entre ellos produce o hace posible lo que llamamos relaciones
sociales cotidianas, mismas que se estructuran a partir de rituales sociales.

A modo de ejemplo: abordajes empíricos


de la intersubjetividad y la vida cotidiana en la investigación
en comunicación intercultural

A modo de ejemplo, se presentan brevemente dos proyectos de investigación


en curso que se están desarrollando en el marco de la línea de investigación en
Comunicación Intercultural de la Academia de Comunicación y Cultura de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México. El objetivo de las siguientes
líneas es mostrar el uso de conceptos de la sociología fenomenológica en dos
investigaciones empíricas, motivo por el cual no se profundiza en los resultados
preliminares de los proyectos, sino más bien en los marcos teóricos-conceptuales
de los mismos.

98 • Marta Rizo García


La primera investigación lleva por título “Subjetividades y diferencias en
situaciones de interculturalidad. Inmigrantes latinoamericanos en la Ciudad de
México” e incluye como conceptos básicos a la subjetividad, la intersubjetividad
y la interculturalidad. Por las peculiaridades del presente artículo, explicamos
únicamente los dos primeros.
El concepto de subjetividad del que parte la investigación se aborda a partir
de dos vertientes. Por una parte, la concepción fenomenológica de la subjetivi-
dad, expresada por autores como Schütz, Berger y Luckmann, entre otros, de la
cual se retoman los conceptos de mundo de la vida, sentido común e intersub-
jetividad. Por otra parte, se toman en cuenta concepciones que, aún y tomando
en cuenta la dimensión subjetiva de la vida, la comprenden como estrechamente
relacionada con lo objetivo o estructural. De esta vertiente retomamos los con-
ceptos de habitus y campo,10 de Pierre Bourdieu (1980; 1990), y la estructura,
de Anthony Giddens (1995). La conjunción de ambas vertientes nos permite
comprender a la subjetividad como la cultura incorporada, interiorizada por los
sujetos, pero en tensión con el conflicto resultante de las relaciones de poder,
de las relaciones que objetivan las diferencias sociales.
En las situaciones de interculturalidad, centro de interés de la línea de in-
vestigación, la subjetividad se presenta como contraparte de la diferencia, de
lo que los sujetos perciben como distinto y ajeno a sí mismos. Por este motivo,
nos parece que el concepto de “sentido común” puede ayudar a comprender
cómo es que los sujetos, en situaciones de interculturalidad, construyen lo que
les es familiar y conocido y lo que les es extraño y distante. En estos casos,
consideramos que el sentido común se erige en una especie de frente, que
puede convertirse tanto en espacio de ruptura y conflicto como en espacio de
negociación.
Pese a que el proyecto a penas está arrancando, nos parece útil esta presen-
tación, con el fin de ver cómo se puede emplear un concepto teórico como es
la intersubjetividad en una investigación empírica. En este caso, la intersubjeti-
vidad se retoma como el espacio en el que se ponen de manifiesto las tensiones
entre la identidad y la diferencia, entre lo propio y lo ajeno. La objetivación
de dichas tensiones en situaciones de comunicación intercultural se logrará a

El habitus se comprende como el conjunto de disposiciones incorporadas que guían –y en


10

ocasiones determinan- las acciones, valoraciones y percepciones de los sujetos. El campo se


corresponde con la dimensión objetivada de la realidad social, materializada en instituciones
con reglas concretas y con capitales (sociales, culturales, económicos) diferenciados.

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 99


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
partir de la aplicación de dos técnicas de investigación cualitativas: la historia de
vida y la observación participante. La primera pretende recuperar la trayectoria
de vida de los inmigrantes latinoamericanos en la Ciudad de México,11 con el
fin de descubrir los elementos y situaciones que han facilitado u obstaculizado
la integración de los sujetos en la ciudad. Ello dará cuenta de asuntos como
la autopercepción y la heteropercepción, procesos que, sin duda, pasan por el
establecimiento de relaciones de comunicación intersubjetivas en la vida co-
tidiana. La segunda técnica permitirá una aproximación a las prácticas en las
que participan los sujetos del estudio, mismas que posibilitarán la objetivación
de sus interacciones cotidianas en diferentes espacios y entornos de la Ciudad
de México.
El uso de la historia de vida parte, en este trabajo, de algunas ideas como
las siguientes: el sujeto que vive en el mundo social está determinado por su
biografía y por su experiencia inmediata, única e irrepetible. Es desde esta
experiencia personal donde el sujeto capta y aprehende la realidad, la significa
y, desde ese mismo lugar, se significa a sí mismo. Al respecto, y como ya se ha
dicho anteriormente, Schütz habla de un “repositorio de conocimiento dispo-
nible”, generado por la biografía y posición de cada individuo en el espacio y
el tiempo.
El segundo proyecto en curso lleva por título “Competencias intercultura-
les de los estudiantes de dos universidades de la Ciudad de México”, y se está
desarrollando como proyecto interinstitucional entre las dos universidades
implicadas en el estudio: la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
–de carácter público- y la Universidad Intercontinental –de carácter privado-.
La investigación tiene como fin explorar qué papel juega la trayectoria de vida
de los estudiantes en la incorporación de disposiciones –y por tanto habilida-
des- hacia la diferencia, hacia lo otro. En estos momentos se ha concluido la
primera fase del trabajo, la aplicación de un cuestionario a una población de
80 estudiantes, mismo que ha permitido dar cuenta de los principales puntos
de tensión que los sujetos señalan como obstáculos para su interacción con
personas distintas.

En este punto cabe aclarar que la muestra contemplada incluye a 48 inmigrantes, 12 de


11

cada una de las siguientes nacionalidades: colombiana, chilena, cubana y argentina. En los
cuatro casos, se está trabajando con informantes que llevan de 0 a 2, de 2 a 5, de 5 a 10, de
10 a 15, de 15 a 20 y más de 20 años residiendo en la Ciudad de México.

100 • Marta Rizo García


En esta investigación planteamos que las competencias comunicativas inter-
culturales no pueden desligarse del complejo entramado de las construcciones
y puentes diversos de articulación del sentido ni de la intersubjetividad. Si bien
el sujeto construye su subjetividad a partir de una serie de experiencias propias,
únicas e individuales, marcadas por su situación biográfica, no puede obviarse
fácilmente que en la construcción de esta subjetividad incide con mayor o menor
fuerza la información sobre un mundo social y cultural predeterminado que
opera como un marco de referencia colectivo y compartido por el sujeto con
otros. Aquí entra, pues, el concepto de mundo de la vida, un mundo inter-
subjetivo (Schütz, 1993). Es por lo anterior que esta investigación contempla
a la intersubjetividad como concepto marco de la comunicación intercultural
y en consecuencia de las competencias comunicativas que se despliegan en
situaciones de interculturalidad, es decir, en situaciones donde los diferentes
sujetos negocian significados comunes que les permiten entender y comprender
el universo de sentidos de los otros con quienes interactúan.
En síntesis, en ambas investigaciones se concibe a la intersubjetividad
como espacio de interacción, como marco en el que tienen lugar las relaciones
entre un nosotros y un ellos. Por otra parte, se asume al mundo de la vida de
los informantes como lugar desde el cual los sujetos interactúan, significan a
su entorno, a sí mismos y a los otros. La intersubjetividad como fundamento
de las relaciones cotidianas, por un lado, y el mundo de la vida como marco
contextual en el que tienen lugar dichas relaciones, por el otro, se erigen como
conceptos básicos en ambos trabajos en curso.

Cierre

Las investigaciones sobre comunicación interpersonal, abundantes en el campo


académico de la comunicación en México, pueden nutrirse con algunos de los
conceptos presentados en este texto. Lejos de ser conceptos que se quedan en el
espacio de lo teórico, tienen una elevada capacidad heurística en tanto permiten
hacer objetivas situaciones de interacción cotidiana.
El propósito de este texto ha sido explorar algunas de las ideas básicas de la
sociofenomenología de Alfred Schütz para ver qué tanta relación tienen con la
comunicación y, concretamente, con la interacción social. El concepto central de
la propuesta de Schütz es la intersubjetividad, comprendida como fundamento
de la vida social, como relación entre sujetos que provee de sentidos y significados
a las acciones que cada uno de ellos realizan en el mundo de la vida cotidiana.

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 101


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
La intersubjetividad, por tanto, es el escenario en el que se desarrolla toda
relación de interacción. O lo que es lo mismo, es siempre interacción, implica
siempre relación de dos sujetos distintos. Para la sociología fenomenológica, la
intersubjetividad es el proceso que posibilita la construcción de los consensos
en torno a los significados de la realidad social. Y como hemos visto con los
ejemplos de abordajes empíricos, las situaciones de comunicación intercultural
ofrecen un terreno muy fértil de investigación para abordar la intersubjetividad
y la construcción de lo propio y lo ajeno por parte de sujetos distintos.
El descubrimiento del otro es la materia prima de la interacción: la interac-
ción es siempre comunicación con otro distinto a uno mismo, y es mediante
este proceso que los sujetos sociales adquieren capacidad reflexiva para verse a sí
mismos y para instituir o dar forma y sentido a la realidad social que los rodea.
La aparición de los otros es para el hombre un fenómeno complejo. Como
afirma Cárdenas (2003), “de entre las cosas con que el hombre se enfrenta en el
mundo, hay una singular que lo asombra y hasta lo confunde: los otros hombres,
a quienes reconoce características similares a las suyas e idéntica capacidad de
experimentarse a sí mismo y al mundo”. Como se ha podido ver, la investigación
en comunicación, sobre todo la que atiende a procesos interpersonales, puede
tomar en cuenta algunos de los conceptos de la sociología fenomenológica
presentados en este texto, tales como la intersubjetividad, el alterego, el mundo
de la vida y la acción, por citar algunos. Las reflexiones presentadas son sólo
una pequeña síntesis de lo que puede aportar la sociología fenomenológica al
pensamiento sobre la comunicación, concretamente a lo que denominamos
comúnmente comunicación interpersonal.

Bibliografía
Berger, P.; Luckmann, T. (1993). La construcción social de la realidad. Buenos Aires:
Amorrortu.
Blumer, H. (1968). S ymbolic Interaccionism. Perspective and Method. Englewood
Cliffs: Prentices Hall.
Bourdieu, P. (1980). El sentido práctico, Taurus, Madrid.
Bourdieu, P. (1990). Sociología y cultura. México: Fondo de Cultura Económica.
Cárdenas, G. (2003). Constructivismo y Comunicación. Recuperado el 13 de abril
de 2006, de http://www.ecampus.cl/Textos/chumanas/Gustavo_Cardenas/2/
construc.htm
Estrada, M. (2000, mayo/agosto). La vida y el mundo: distinción conceptual entre
mundo de vida y vida cotidiana, Sociológica, Año 15, Núm. 43, 103-151.

102 • Marta Rizo García


Galindo, J. (2003). Notas para una comunicología posible. Elementos para una matriz
y un programa de configuración conceptual-teórica. Recuperado el 8 de abril
de 2006, de http://www.geocities.com/comunicologiaposible1
Giddens, A. (1995). La Constitución de la Sociedad. Buenos Aires. Amorrortu.
Goffman, E. [1959] (1972). La presentación de la persona en la vida cotidiana.
Buenos Aires: Amorrortu.
_______. (1971). Relaciones en público. Microestudios del orden público. Madrid:
Alianza Editorial.
Grathoff, R. (1989). Milieu und Lebenswelt. Einführung in die phänomenologische
Soziologie und die sozialphänomenologische Forschung. Francfort del Main:
Suhrkamp Verlag.
Hernández, R. D.(2000, mayo/agosto). Cultura y vida cotidiana. Apuntes teóricos
sobre la realidad como construcción social, Sociológica, Año 15, Núm. 43,
87-102.
Husserl, E. [1913] (1986). Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía
fenomenológica. Libro primero: Introducción general a la fenomenología. Tra-
ducción de José Gaos. México: Fondo de Cultura Económica.
Husserl, E. [1954] (1992). Invitación a la fenomenología. Barcelona: Paidós.
Martín, M. (1993). La comunicación en la vida cotidiana. La fenomenología de Alfred
Schütz. Pamplona: Ediciones Universidad de Navarra.
Mead, G. H. [1934] (1968). Espíritu, persona y sociedad. Desde el punto de vista del
conductismo social. Barcelona: Paidós.
Rizo, M. (2004). Interacción y comunicación. Apuntes para una reflexión sobre la
presencia de la Interacción en el campo académico de la comunicología, en
Martell, Lenin (coordinador) Hacia la construcción de una ciencia de la co-
municación en México. Ejercicio reflexivo 1979-2004, Asociación Mexicana
de Investigación de la Comunicación (AMIC), México, pp. 101-124.
_______. (2005, primavera). La Psicología Social y la Sociología Fenomenológica.
Apuntes teóricos para la exploración de la dimensión comunicológica de la
interacción, Global Media Journal en Español, Volumen 1, Número 3.
Recuperado el 5 de abril de 2006, de http://gmje.mty.itesm.mx/articulos3/
articulo_4.html
_______. (2005). Comunicología, Psicología Social y Sociología Fenomenológica.
Exploraciones teóricas para la conceptualización de la interacción y la comunica-
ción, en Calles, Jorge Alberto (editor) Anuario de la Investigación de la Co-
municación CONEICC, Número XII, CONEICC, México, pp. 105-127.
Schütz, A.(1972). Fenomenología del mundo social. Introducción a la sociología
comprensiva. Buenos Aires: Paidós.

La intersubjetividad y la vida cotidiana como objetos de estudio de la ciencia • 103


de la comunicación: exploraciones teóricas y abordajes empíricos
_______. (1979). El problema de la realidad social. Buenos Aires: Amorrortu.
_______. (1993). La construcción significativa del mundo social. Barcelona: Pai-
dós.
Schütz, A.; Luckmann, T. (1977). La estructura del mundo de la vida. Buenos
Aires: Amorrortu.
Vizer, E.A. (1982). “La televisión, sus efectos y funciones. Aportes al análisis de
ciertas hipótesis y puesta a prueba en una investigación piloto sobre esco-
lares”, Tesis Doctoral, Buenos Aires.
_______. (2003). La trama (in)visible de la vida social. Comunicación, sentido y
realidad. Buenos Aires: La Crujía.
Weber, M.1978). Ensayos de metodología sociológica. Buenos Aires: Amorrortu.
Xirau, R.[1964] (2002). Introducción a la historia de la filosofía. México: UNAM.

104 • Marta Rizo García


Capítulo 4

Espacio, tiempo y discursividad


María Concepción Lara Mireles*
María Dolores Morín Lara**
Universidad Autónoma de San Luis Potosí

Las marcas históricas de la configuración identitaria del hombre son


atravesadas por la categoría espacio-temporal, ya que el espacio, el
movimiento y el tiempo son la forma de existencia del hombre. Sin
embargo, constatamos que hay escasos vínculos entre los estudios de la
comunicación y la dimensión geo-social y crono-social. De ahí entonces,
el objetivo de este trabajo es bosquejar una nueva perspectiva de estudios
comunicativos que integre la categoría espacio-temporal, en su carácter
mediatizador de las relaciones sociales.
Abordamos inicialmente el estudio de la categoría espacio-temporal
como realidad geo-crono-social.

*Doctorado en Ciencias de la Comunicación Social, Universidad de la Habana. Especialidad


en Historia del Arte Mexicano, UASLP. Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, UAM-
Xochimilco. Licenciatura en Filosofía, Collegio Internazionale S. Paolo, Roma. Diplomado en
Educación Superior, UAM-Xochimilco y UASLP. Diplomado en Técnicas de Investigación en
Sociedad, Cultura y Comunicación, Universidad Veracruzana, Colegio de San Luis, Universidad
Pedagógica y UASLP. Miembro de AMIC y miembro del SNI nivel 1.
**Cursa la Maestría en Comunicación, con especialidad en Comunicación Internacional y Nuevas
Tecnologías de Información y Comunicación, en el ITESM, Campus Monterrey. Licenciada en
Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Cuenta con publicaciones en la Memoría del XVIII Encuentro Nacional AMIC. En Anda-
mios. Revista de Investigación Social de la UACM y en órganos internos y externos de difusión del
CONEICC. Es miembro de AMIC.
Se ha desempeñado como asistente del Comité Ejecutivo del CONEICC (2003-2006)
y como asistente en la Jefatura del Centro de Investigación de la Escuela de Ciencias de la
Comunicación de la UASLP.
Pasamos luego al análisis de los espacios antropológicos como planos
de existencia humana. Mediación compleja, multidimensional, que
abarca lo territorial hecho geografía social y lo temporal hecho devenir
histórico.
A través de la reseña de relatos como los códices prehispánicos, el
literario y el cinematográfico, analizamos cómo el hombre ha generado
diferentes formas discursivas para textualizar el mundo, proceso que le ha
permitido dotar de significado y apropiarse del espacio y del tiempo.
Cerramos nuestras reflexiones bosquejando la propuesta epistemoló-
gica de que en la vivencia social cibermediática, la forma de experimentar
el tiempo-espacio sufre un trastocamiento respecto a la forma tradicional
de percibir la realidad.

The historical configuration marks of the identity of the men are crossed by
the time-space category, this, because the space, the movement and the time
express the existence of men. Nevertheless, we find rare bonds between com-
munication sciences and the geo-social and crono-social dimension. That’s
why the objective of this paper is to sketch a new perspective of communica-
tive studies integrating the time-space category, in it’s mediator character
for social relations.
Initially, we approach the study of the time-space category as a geo-crono-
social reality.
Then, we pass to the analysis of the anthropological spaces as planes of
human existence. Complex and multidimensional mediation, including
the territorial as a social geography and the temporal as an historical made
happen.
Through the revision of narratives, like the prehispanic codes, literary
and cinematographic, we analyze how men has generated different discourses
forms to tell the world; process that has allowed him, equip meaning and
take control over the space and time. We close our reflections sketching an
epistemological proposal: In the cibermedia social experience, the way in
which we collect time-space is mixed up in relation to the traditional way
of perceiving reality.

Introducción

Las marcas históricas de la configuración identitaria del hombre son atravesadas


por la categoría espacio-temporal, por esta forma de ser y de estar del hombre
histórico. El espacio, el movimiento y el tiempo son la forma de existencia

106 • María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara


del hombre. La percepción espacio-temporal es un evento social diagramado
histórica y colectivamente.
Por lo tanto, “espacio y tiempo no pueden ser olvidados en el abordaje de los
estudios sociales (...) ya que cada uno de los elementos que integran la estruc-
tura social (clases, grupos sociodemográficos, ocupacionales, étnicos, laborales
y otros), se reproducen en determinados lugares, ‘espacios’” (Ravenet, 2003,
p. 31). Existe siempre una territorialización de lo social.
Los estudios comunicológicos no deben tampoco prescindir de la consi-
deración de esa mediación. Deben atender a la espacialidad de los fenómenos
de la interacción simbólica, es más, a su multiespacialidad y a la temporalidad
conformadora de los ritmos del devenir histórico.
Constatamos que hay escasos vínculos dados entre la investigación de la
comunicación y las consideraciones geo-sociales. Son todavía pocos los autores
que en sus estudios analizan los fenómenos comunicativos integrando la cate-
goría espacio-temporal. Entre ellos destacan: Néstor García Canclini, Gilberto
Giménez, Milton Santos, Rossana Reguillo, Abilio Vergara y Manuel Castells.
De ahí que el objetivo de este trabajo es bosquejar una nueva perspectiva de
estudios comunicativos que integre la categoría espacio-temporal en su carácter
mediatizador de las relaciones sociales, puesto que la especificidad cognitiva de
lo comunicativo –la producción social de sentido– no puede prescindir de la
articulación entre espacio-escenario, significación y acción-flujo de los actores
de la comunicación.

El espacio como realidad geo-social

Nuestras reflexiones sobre el espacio como realidad geo-social parten de la


teoría desarrollada por Milton Santos, para quien el espacio no es un sistema
de cosas, sino una realidad relacional, es decir, cosas y relaciones juntas: “El
espacio debe considerarse como el conjunto indisociable del que participan,
por un lado, cierta disposición de objetos geográficos, objetos naturales y
objetos sociales, y por otro, la vida que los llena y anima, la sociedad en mo-
vimiento” (1998).
Según Mariana Ravenet, la propuesta de Santos es producto de una mi-
rada interdisciplinaria, ya que toma conceptos sociológicos y les incorpora
significados geográficos, antropológicos, históricos y psicológicos. La autora
desarrolla el pensamiento de Santos sobre su concepción del espacio como
realidad relacional:

Espacio, tiempo y discursividad • 107


“Conjunto indisociable de sistemas de objetos (fijos) y sistemas de acciones (flujos),
en permanente interacción. Relaciones realizadas a partir de las funciones y las
formas, que se presentan como testimonio de una historia escrita por los procesos
del pasado y del presente. Es, esencialmente, naturaleza modificada y transformada
por la acción humana y, por tanto, una creación social” (2003, p. 31).

Lo que para Milton Santos es el espacio como realidad geosocial o relacional,


para Gilberto Giménez es la categoría que él denomina territorio, “resultado
de la apropiación y valoración del espacio mediante la representación y el tra-
bajo, una ‘producción’ a partir del espacio inscrita en el campo del poder por
las relaciones que pone en juego; y en cuanto tal se caracterizaría por su ‘valor
de cambio’” (2000, p. 22).
Bajo esta concepción se puede hablar de un sistema complejo que comprende
no solamente la dimensión física, sino también dimensiones políticas, econó-
micas y culturales. En otras palabras, podemos hablar de un sistema territorial
que posee no solamente un carácter instrumental-funcional sino también una
función simbólica-expresiva (Gimenez, 2000).
La transformación de un espacio anónimo en territorio apropiado se realiza
mediante complejas operaciones de sentido por parte de los actores sociales,
operación que pone en el centro de los estudios comunicacionales a la categoría
espacio-temporal, por su espesor simbólico y su intervención en los procesos
de conformación identitaria.
En la línea de los estudios sobre cultura-comunicación urbana, Rossana Re-
guillo (2000) problematiza las formas de socialidad en la ciudad, como trama de
las interacciones comunicativas, proponiendo la articulación entre el espacio, la
significación y la acción. Reguillo aborda las formas urbanas poniendo especial
énfasis en lo que Abilio Vergara llama: la espacialización simbólica cotidiana y
las representaciones sociales (2003). Ella habla de las narrativas urbanas que el
hombre construye cuando se apropia del espacio –del lugar físico– y lo habita
dándole un sentido, el sentido de “su lugar”, es decir, el espacio de la interacción
con los otros, con los más cercanos. Se trata de las experiencias subjetivas de
actores históricamente situados, es decir, de complejas relaciones entre ellos, los
sucesos, las instituciones, los espacios y los lenguajes en movimiento. En dichos
procesos de construcción de la significación, los practicantes de lo urbano se
constituyen en actores o practicantes de la comunicación. Estamos ante una
conceptualización de la acción comunicativa, como un eje vertebrador de los
procesos socio-políticos-culturales.

108 • María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara


Un somero recorrido histórico sobre el hábitat doméstico del hombre es
un referente empírico que nos demuestra la validez de la perspectiva relacional
con el entorno que hemos bosquejado:
El hábitat ha evolucionado por motivos no sólo funcionales, sino ideoló-
gicos, estéticos, normativos. Los procesos de apropiación y valoración de los
espacios no han sido siempre los mismos. Por ejemplo, nuestro concepto actual
de hogar, espacio donde transcurre la vida privada familiar, no es algo dado
desde siempre en Occidente. Esta concepción empieza a crearse en la Europa
del siglo XVIII. Hasta ese momento, la vida se desarrollaba casi toda afuera de
la casa, en la calle. La casa era sólo para dormir. El comedor, como lugar para
consumir los alimentos, no existía, se comía en cualquier lugar de la casa: la
recámara, la cocina o la estancia.
El hombre va construyendo sus espacios también de acuerdo con las con-
diciones históricas y socio-económicas. En México, en la época colonial y aún
en el siglo XIX, en nuestras ciudades las diferentes actividades comerciales
y artesanales se integraban a la casa, asignándoseles un lugar específico para
desarrollarse: los patios, las plantas bajas y los corrales; mientras que las habi-
taciones domésticas se ubicaban en la planta alta. Numerosos ejemplos de esta
distribución y apropiación instrumental de los espacios los podemos apreciar
en Querétaro, Puebla, Guanajuato, Morelia y San Luis Potosí (Lara, 1999).
Las condiciones climáticas influyen también en la configuración del hábitat.
En el sureste mexicano los porches o terrazas son los espacios donde por las
tardes y noches la familia convive y saluda o entabla breves conversaciones con
el vecino que pasa, ya que esas áreas dan a la calle. E inclusive en ciudades más
o menos grandes, donde las construcciones deben responder además a criterios
de seguridad, esos antiguos espacios de arquería y amplitud considerable son
sustituidos por las cocheras con cancel que permiten el contacto con la calle
durante el transcurso de las horas vespertinas.

“Digamos que como sujetos culturales no enfrentamos nunca la extensión pura,


sino que siempre nos hallamos ante un espacio, parcelado, concebido y significado
de alguna manera. Por eso es preciso negar la neutralidad del espacio, en tanto
porta siempre sentidos estéticos, sociales o políticos: no hay arquitectura que no
cargue, en su sinergia social, las huellas de las diferencias o las identidades sociales”
(Lizarazo, 2004, p. 206).

Espacio, tiempo y discursividad • 109


Los espacios antropológicos como “planos de existencia”

Pierre Lévy ha intentado una topografía de lo que él llama los espacios antropo-
lógicos que han aparecido progresivamente en el curso de la aventura humana,
han tomado fuerza y se han hecho autónomos hasta convertirse en irreversibles.
Espacios-etapas que se sobreponen a veces, pero que coexisten en mayor o menor
medida dentro de nosotros como parte de nuestra identidad.
Los espacios antropológicos son planos de existencia humana, son frecuencias,
velocidades o ritmos diferentes en el espectro social. Hay momentos históricos
en que de improviso la humanidad procede a mayor velocidad y esta nueva
celeridad reconfigura o genera un nuevo espacio antropológico. Estamos ante
una mediación compleja, multidimensional, que abarca lo territorial hecho
geografía social y lo temporal hecho devenir histórico.
“Las relaciones entre los hombres producen, transforman y estructuran
constantemente espacios heterogéneos e interconectados” (Lévy, 2002, p. 147).
Cada día experimentamos estos espacios vividos que surgen de la interacción
social. “Los seres humanos no habitan sólo un espacio físico o geométrico, sino
que simultáneamente viven en espacios afectivos, estéticos, sociales, históricos:
espacios de significación” (Lévy, 2002, p. 148), que como tales dependen de las
técnicas, del lenguaje, de la cultura, de las convenciones, de las representaciones
y de las emociones humanas.
Los planos de existencia o espacios antropológicos son mundos vivientes,
generados continuamente por los procesos y por las interacciones que se de-
sarrollan en su interior, son estructurantes. También Piaget, a propósito de las
estructuras o sistemas vivos, afirma que toda estructura es estructurante.
Lévy organiza la permanencia del hombre en la tierra en cuatro grandes
espacios de significación, división categorial que trasciende las coordenadas
geográficas, el hábitat del hombre, aunque las incluye, y abarca el habitar hu-
mano, es decir, la apropiación o uso social de los territorios que configura las
narrativas históricas.
De acuerdo con la opinión de Abilio Vergara, este ordenamiento o cla-
sificación que realiza Lévy de los tipos de espacio que ha construido-vivido
la humanidad a lo largo de su historia constituye “una suerte de paradigma
relacional con el entorno, así como una visión o episteme del mundo” (2003,
p. 60). Ubica la forma en que las poblaciones han establecido sus sistemas de
referencia y sus símbolos.

110 • María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara


A continuación presentamos los cuatro espacios antropológicos de Pierre
Lévy (2002), organizados en una tabla que hemos estructurado respetando la
conceptualización del autor.
Los elementos que integran este mapa de los planos de existencia, o narra-
tivas históricas, son:
Los espacios de significación y su temporalidad histórica:
• Espacio de la tierra.
• Espacio del territorio.
• Espacio de las mercancías.
• Espacio del conocimiento.
De cada uno de los espacios de significación, se señalan:
• Sus principios organizadores estructurales.
• Sus ejes de interacción.
• Sus modalidades de conocimiento.
• Sus marcas de identidad.
• Su persistencia hoy, en nuestro curriculum vitae.
• Y las figuras del tiempo y del espacio.

Cuadro 1
Los espacios antropológicos como planos de existencia y su interrelación.

Espacios de Sus principios Sus ejes de in- Sus modalida- Sus marcas de Su persistencia, Figuras del
significación organizadores teracción des de conoci- identidad hoy en el curri- espacio y del
estructurales miento culum vitae tiempo

El espacio de la Se basa en los La relación con Los ritos y los La identidad La primera Espacio:
tierra tres elementos el cosmos es mitos. se inscribe si- voz en nuestro espacio-me-
que caracteri- el eje de este multáneamente currículum moria
La gran tierra zan al homo espacio: ya sea por la relación vitae es nuestro espacio-narra-
nómade es el sapiens: el len- sobre el plano con el cosmos y nombre. La ción
primer espacio guaje, la técnica del imaginario por la relación inscripción
de significa- y las formas (animismo, de filiación o simbólica en Tiempo:
ción. Inicia con complejas de totemismo), de alianza con una descenden- Inmemorable.
el Paleolítico. organización como en la otros hombres: cia. El "nom- El pasado
social. relación con la tótem y clan. bre" es el signo revive, porque
naturaleza. de la posición nunca ha pa-
El eje central es sobre la tierra. sado.
el cosmos.

Espacio, tiempo y discursividad • 111


El espacio del Se basa en la No elimina a Se basan en la El eje de la Cada uno de Espacio:
territorio agricultura, la gran tierra escritura: inicia existencia es nosotros, hoy Territorializa-
la ciudad, el nómade, pero la historia y la el vínculo con en día, después ción:
Se inventa a Estado y la se le sobrepone difusión de los una entidad de su nombre • Fundaciones.
partir del Neo- escritura. parcialmente, saberes de tipo territorial tiene una • Inscripciones.
lítico. trata de do- sistemático, (pertenencia, dirección, que
mesticarla, de teórico o her- propiedad), representa su Tiempo:
convertirla en menéutico. definida por sus identidad en Historia.
una estancia propias fronte- el territorio de Tiempo len-
circunscrita. ras: inscripción los sedentarios to, diferido,
Las riquezas no territorial. y los contri- generado por
provienen de la buyentes. Las las operaciones
caza y de la re- instituciones espaciales de
colección, sino en las que fundaciones e
de la posesión y vivimos son inscripciones.
explotación de territorios con
las tierras. sus jerarquías,
El eje central es sus burocracias
el Estado. y sus sistemas
de normas,
sus fronteras,
sus lógicas de
pertenencia y
exclusión. La
"dirección" es
el signo de la
posición en
el espacio del
territorio.

El espacio de El principio Inicia el La ciencia Tener una iden- El ser desem- Espacio:
las mercancías organizador es proceso de experimental. tidad, existir al pleados es un • Redes.
el flujo de ener- desterritoria- Pero también interior de los mal, porque la • Circuitos.
gías, de mate- lización, pero este tipo de flujos mercan- identidad social • Lo urbano.
Inicia con la rias primas, de sin suprimir los conocimiento tiles significa le confiere el
apertura de mercancías, de territorios, sino se está deste- participación trabajo, el em- Tiempo:
un mercado capitales, de subordinándo- rritorializando. en la produc- pleo asalariado, • Tiempo real.
mundial: La mano de obra, los a los flujos Después de la ción y en los para la mayor • Tiempo
conquista de de informacio- económicos. Segunda Gue- intercambios parte de la po- abstracto y
América por los nes. No suprime rra Mundial económicos, blación. uniforme de los
europeos. los espacios cede el paso a ocupar una En nuestro relojes.
precedentes, la tecnociencia, posición en currículum,
sino que los animada por los nodos y en después del
supera en velo- una dinámica las redes de la nombre y de
cidad. permanente producción, la dirección,
La riqueza no de búsqueda y transacción y se encuentra
se deriva del de innovación comunicación. generalmente la
control de las económica. profesión. La
fronteras, sino El binomio de posición en el
del control de la ciencia clási- espacio de las
los flujos. ca: teoría /ex- mercancías es la
Domina la in- periencia sufre "profesión".
dustria. la competencia
El eje central es de la progresiva
el capital. difusión de la

112 • María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara


simulación y
la modeliza-
ción digital,
que pone en
discusión los
postulados
epistemológicos
aceptados hasta
ahora.

El espacio del Como los otros El eje central Ciberespacio. Competencias, Acercarse al Espacio:
conocimiento espacios, tiende debieran ser Economía del cooperación otro como un Espacio me-
a dominar, no las cualidades saber, redes di- nómade, hibri- conjunto de tamórfico,
a hacer desapa- humanas. gitales, univer- dación cultural. conocimientos emergente del
La crisis actual recer los otros Porque no se sos virtuales. Se presenta una en el espacio devenir colec-
sobre la caren- espacios. trata sólo de un triple novedad: del saber tivo.
cia de puntos Cada vez conocimiento se refiere a la
de referencia más las redes científico. Cada velocidad de la Tiempo:
y la falta de económicas y vez que un evolución de los • Reapropia-
modalidades de las potencias ser humano saberes, ya no ción de las
identificación territoriales organiza o es una "casta" temporalidades
social indican dependen de reorganiza su de especialistas, subjetivas.
el incierto la capacidad propia relación sino el "colec- • Conciliación
nacimiento rápida de consigo mis- tivo" humano y coordinación
de un nuevo aprendizaje y mo, con sus que debe ade- de los ritmos.
espacio antro- de imaginación semejantes, con cuarse, apren-
pológico: el del colectiva de sus las cosas, con der e inventar, a
conocimiento y integrantes. los signos, con producir nuevos
la inteligencia el cosmos se conocimientos,
colectiva. Está compromete en y la aparición de
en gestación. una actividad nuevos instru-
Cuando se cognoscitiva de mentos (los del
abra acogerá aprendizaje. ciberespacio),
formas de auto- novedades que
organización y hacen aparecer
de socialidad ante nuestros
orientadas a la ojos paisajes
producción de inéditos, identi-
subjetividades. dades específicas
propias de este
espacio y nuevas
figuras históri-
co-sociales.
El espacio del
saber deja de ser
objeto de cons-
tatación para
convertirse en
proyecto. Cons-
tituir el espacio
del saber.
La identidad del
saber.

*Fuente: Elaboración de las autoras basada en la propuesta de Pierre Lévy

Espacio, tiempo y discursividad • 113


Los espacios de la expresión del hombre o discursos

Las sociedades viven a través de lo imaginario “que tiene que ver con la nece-
sidad de simbolizar el mundo, el espacio y el tiempo para comprenderlo, por
eso, en todos los grupos sociales, la existencia de los mitos, de las historias, de
inscripciones simbólicas, son referencias que organizan las relaciones entre unos
y otros” (Augé, 2001, p. 89).
Se trata de expresiones textuales cuyo análisis muestra de qué manera la
categoría espacio-temporal se va reconfigurando en diferentes formas de expre-
sión y representación. La discursividad se desarrolla a partir del juego entre las
diferentes conceptualizaciones, a través de las cuales el hombre ha construido
los espacios de significación o realidad geo-social y ha reconfigurado el tiempo
como realidad crono-social.
Las imágenes oníricas, los recuerdos, la narrativa, la poesía, la pictografía
de los códices mesoamericanos, la imagen cinematográfica son algunas de
las formas en que textualizamos el mundo, “recursos a través de los cuales la
experiencia-mundo se hace experiencia-signo” (Lizarazo, 2004, p. 197), que
permiten enunciarlo, decirlo. Estas manifestaciones no son entonces un mero
reflejo de la objetividad, del dato per se, sino que contienen las huellas de la
intersubjetividad, de las relaciones sociales mediadas por la categoría espacio-
temporal en las que se da una permanente interacción entre un sistema de
objetos (fijos) y un sistema de acciones (flujos). El imaginario social necesita
del texto para expresarse y el texto se reconoce en el proceso imaginal. “El
sentido, dice Habermas, tiene o encuentra siempre una expresión simbólica”
(1996, p. 19). La textualidad articula y manifiesta la dimensión expresiva de
la comunicación.

Los relatos mesoamericanos

El relato mítico se mueve en un tiempo ahistórico y se ubica en la niebla de


un lugar simbólico. Mientras que el relato histórico avanza en la concreción y
corporeidad de los acontecimientos, de los sucedidos y la coordenada temporal
marca los grandes hitos de su evolución.
Los códices mesoamericanos son textos míticos. Son un espacio de signifi-
cación cuya iconografía no responde a nuestras concepciones espaciales de la
representación de la realidad, sino que nos remite a una visión cosmogónica
diferente de la indoeuropea. Lo que el tlacuilo o artista plasma en ellos no es la

114 • María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara


representación del mundo, de la realidad como es percibida por los sentidos,
copia conceptualizada de un sistema de acción como diría Piaget, sino que es
la visualización de un mundo superior: el de los dioses. Al intentar plasmar y
reducir ese universo mítico en imágenes bidimensionales, el artífice no sigue los
cánones de distribución de los elementos, de planos, de perspectiva, de vacíos
propios de la representación figurativa analógica, sino que inventa una forma
de expresión icónica de su experiencia religiosa (Lara, 1996).
Esto nos habla de que la mirada occidental sobre el espacio desde la perspec-
tiva óptica no es la única, existen otras perspectivas culturales. Una expresión
artística puede ser figurativa sólo en apariencia, como es el caso de los códices
mesoamericanos, dando pie a una lectura distorsionada cuando el lector no
comparte la estructura de significación con la que fueron creados. Tal es el caso
de los españoles que se horrorizaban ante los códices, negándoles cualquier va-
lor estético y hasta considerándolos, desde su perspectiva ideológica, imágenes
satánicas. En el fondo lo que el mundo mesoamericano quiere expresar con la
línea, la forma y el color en la bidimensionalidad de la imagen es una concep-
ción, no del espacio físico, sino del “espacio religioso”, del espacio conceptual
cosmogónico, del espacio primigenio.
Los códices prehispánicos, síntesis de una concepción del espacio como
geosímbolo, trasuntan también una visión del tiempo que no es el así llamado
tiempo civil. En ellos se maneja el tiempo religioso, o temporalidad cíclica,
llamado por Mircea Eliade el “tiempo primordial”. La eterna repetición del acto
cosmogónico, del eterno retorno, que afianza los mitos fundadores, percibidos
y vividos como estructurantes del presente identitario del grupo y como su
destino futuro.

Los relatos literarios

Por su parte, la poesía y la literatura reconfiguran el tiempo y el espacio en un


juego metafórico, rompiendo la cadena de sus eslabones articulados y densos,
como lo hace Juan Ramón Jiménez quien nos sumerge en el tiempo subjetivo
y vivencial, en la experiencia de un ritmo que no fluye al compás del calendario
ni del reloj.

“... Ordenaré mis actos para que el presente sea toda la vida y les parezca el recuerdo;
para que el sereno porvenir les deje el pasado del tamaño de una violeta y de su
color, tranquilo en la sombra, y de su olor suave” (1993, p. 94).

Espacio, tiempo y discursividad • 115


En el espacio literario que cultiva García Márquez la mediación espacio-
temporal se experimenta a partir de la yuxtaposición de lo imaginario y lo
real y, como consecuencia, las sensaciones, los horarios, las costumbres y las
normas se alteran:

“Al amanecer del jueves cesaron los olores, se perdió el sentido de las distancias. La
noción del tiempo, trastornada desde el día anterior, desapareció por completo.
Entonces no hubo jueves. Lo que debía serlo fue una cosa física y gelatinosa que
habría podido apartarse con las manos para asomarse al viernes” (2003, p. 180).

Cuando hablamos de que alguien se perdió, se extravió, lo asociamos con


un lugar, que resulta inhóspito o desconocido, y eso nos causa angustia y mie-
do. En el realismo mágico el espacio se trastoca en tiempo, de manera que un
personaje puede perderse en el olvido, puede extraviarse en la memoria:

“Mi padre me dijo: ‘No se mueva de aquí hasta cuando no le diga qué se hace’, y
su voz era lejana e indirecta y no parecía percibirse con los oídos sino con el tacto,
que era el único sentido que permanecía en actividad. (...) Pero mi padre no volvió:
se extravió en el tiempo” (García Márquez, 2003, p. 180).

El espacio literario hace uso y remite al lector a la realidad virtual privada


de cada uno, en la que el escritor, los personajes de la obra y el lector mismo
cuentan con una corporeidad distinta a la física, a través de la cual experimentan
el espacio. La incorporeidad de Eva, personaje de García Márquez, le permite
estar en el escenario de su desaparición:

“Y ella estaría allí. Contemplaría el momento, detalle a detalle, desde un rincón,


desde el techo, desde las hendiduras del muro, desde cualquier parte; desde el
ángulo más propicio, escudada por su estado incorpóreo en su inespacialidad. (...)
Fue entonces cuando descubrió una nueva modalidad de su mundo: estaba en todas
partes de la casa (...) Estaba en todo el mundo físico más allá. Y sin embargo, no
estaba en ninguna parte” (2003, Pp. 32-34).

Los relatos cinematográficos

La fotografía, la pintura, el cine y el video son una apropiación plástica del


espacio. En la imagen el espacio “se ductiliza, se encoge y se agranda, se achata
o se agudiza, sin que se destruya su integridad” (Lizarazo, 2004, p. 226).

116 • María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara


Según Marc Augé la imagen va asociada a un relato y ese relato es la expresión
rítmica del habitar del hombre. La imagen es una expresión de la simbolización
de las relaciones con el otro. Es la síntesis de los acontecimientos que pueden
ser interpretados. En la imagen se sintetizan “las relaciones de identidad y de
alteridad y sobre todo, la manera en que la identidad individual o colectiva, en
contextos diferentes, se construye” (2001, p. 87).
Las imágenes cinematográficas forman parte del conjunto de elementos
que configuran los imaginarios sociales, y en el contexto de los estudios en
comunicación se vuelven importantes en tanto nos hablan de las formas en
que se organizan las relaciones entre unos y otros.
El arte cinematográfico convierte en dos planos la tridimensionalidad de
lo real y con la alquimia de sus recursos del lenguaje nos lleva por vericuetos
y elipsis temporales.
El cine, en sus inicios, pedía prestado al teatro y a la pintura sus recursos
expresivos. Todavía no se llegaba a entender que el cine era imagen en movi-
miento, un desplazamiento no sólo interno como en el teatro, sino también una
posibilidad de movilidad externa. La cámara se constituye en el punto de vista
del camarógrafo, mismo que luego se le presta al espectador para que desde la
butaca, éste también se desplace con aquél.
En cuanto al manejo del tiempo, el séptimo arte descubre las posibilidades
de la contracción y dilatación del tiempo real, del ir y venir entre el pasado y
el futuro, lo que da origen a la noción de “tiempo cinematográfico”:

“La experiencia de ver el cine nos obliga a un juego extraordinario de las tempora-
lidades: el devenir temporal en la sala, las dos horas de mi vida que pongo a rodar
en esa situación se resustancializan por la representación de tiempo de lo que vemos
en la pantalla; esas dos horas reconvertidas en los sesenta años del protagonista, o
los diez años de la guerra” (Lizarazo, 2004, p. 226).

La simultaneidad desespacializada

A lo largo de este texto se ha reiterado que el espacio antropológico y el tiempo


del hombre son sistemas de proximidad, son ámbitos de significación. Y si
anteriormente el eje de la existencia y por tanto de pertenencia, de identidad
cultural era el vínculo con una entidad territorial física, definida por sus propias
fronteras, hoy en día la interacción humana, las nuevas formas de socialidad,
se están desterritorializando. El “nomadismo digital”, gestado por las nuevas

Espacio, tiempo y discursividad • 117


tecnologías de información y comunicación, produce, transforma y estructura,
una nueva lógica espacio-temporal: la simultaneidad desespacializada.
En la vivencia social cibermediática la categoría tiempo-espacio sufre un tras-
trocamiento respecto a la forma tradicional como se percibe la realidad, de ahí
que el hombre está modificando su forma de apropiación de la realidad misma.
Parte de lo que sucede en el ciberespacio es que algunos de nuestros principios
de experienciación del espacio, como la gravedad o la estabilidad, se rompen. Lo
que hace diferente al universo expresivo ciberespacial de otras manifestaciones
simbólicas como el cine o la televisión es que aquél es el producto de una nueva
percepción del tiempo y del espacio, y a toda nueva percepción corresponde
un nuevo universo. En el devenir histórico de las expresiones del hombre, los
cambios entre percepción y universo son los que caracterizan las rupturas.1
Ante el panorama de los cambios tecnológicos en el campo de la información
y la comunicación, hay un quiebre epistemológico respecto al estudio del tiempo
y del espacio como categorías antropológicas. El análisis de la interacción digital
se resiste a ser visto desde la lógica aplicada a los medios de comunicación social
y a otras formas de socialidad, algunas de las concepciones teórico metodológicas
pre-existentes no responden al análisis del nuevo entorno tecnocultural.
Pierre Lévy establece que el nuevo espacio antropológico en gestación: el
de la sociedad del conocimiento, acogerá formas de autoorganización y de
socialidad orientadas a la producción de subjetividades. De ahí la necesidad
de incorporar a los estudios comunicológicos referentes a las nuevas tecnolo-
gías de información y comunicación la categoría espacio-temporal, que en la
modalidad inédita de la simultaneidad desespacializada provoca nuevas formas
de socialidad, la virtual.
Ante el crecimiento exponencial de la morfología de redes debemos reflexio-
nar sobre la forma en que este fenómeno emergente “posibilita una redefinición
teórico-conceptual y operativa de los espacios sociales” (Rojas Bravo, 2002, p.
218), al grado de que la organización en redes constituye la nueva conforma-
ción de nuestras sociedades. Desde esta perspectiva la distancia, no física, sino
social, económica, política y cultural entre dos puntos o posiciones sociales,
podrá variar, dice Castells:

1
Por ejemplo, los impresionistas crearon una nueva manera de expresar la realidad y plasmarla
plásticamente, jugando con la percepción del color, a través de la luz como mediación.
Además, integraron al campo del arte la cotidianeidad, plano de existencia que hasta ese
momento no era “digno” de figurar en un cuadro.

118 • María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara


“Entre cero (para cualquier nodo de la misma red) e infinito (para cualquier pun-
to externo a la red). La inclusión/ exclusión de las redes y la arquitectura de las
relaciones entre sí, facilitada por las tecnologías de la información que operan a la
velocidad de la luz, configuran los procesos y funciones dominantes en nuestras
sociedades” (2000, p. 506).

A propósito de una nueva arquitectura de las interacciones, las salas de chat


han generado una propia microecología comunicativa, basada en la cercanía y
la co-presencia en el espacio virtual, que paradójicamente es un lugar desespa-
cializado. El espacio virtual es un constructo social que difiere totalmente de
nuestra concepción y percepción del espacio físico. La inmersión en el espacio
virtual sólo se logra a partir de la experiencia directa, por lo que se trata de una
nueva categoría. Al espacio del chat se le está llamando espacio practicado, ya
que sólo existe cuando hay interlocutores, y al no haber actuantes, desaparece,
lo que no sucede con el espacio físico, o espacio habitado (Lara, 2004). A di-
ferencia del video o del DVD que son potenciales semióticamente, puesto que
necesitan ser reconocidos por el sujeto, en el caso del chat esta potencialidad
semiótica radica en la necesidad de que el sujeto esté presente, lo practique, y
así construya colectivamente la significación .
Uno de los elementos del espacio de significación de la sociedad del conoci-
miento, se refiere a las múltiples formas potenciales de interacción. Al respecto
Pierre Lévy afirma que cada vez que un ser humano organiza o reorganiza su pro-
pia relación consigo mismo, con sus semejantes, con las cosas, con los signos, con
el cosmos se compromete en una actividad cognoscitiva de aprendizaje (2002).

Conclusiones

En este texto argumentamos en torno a la necesidad de considerar como cate-


goría esencial en los estudios comunicológicos la dimensión espacio-tiempo,
a partir de las contribuciones de Milton Santos, Gilberto Giménez, Rossana
Reguillo, Marc Augé y Manuel Castells, fundamentalmente.
En este recorrido de las distintas formas de conceptualizar la categoría es-
pacio-temporal, como modalidades geo-social y cronosocial, respectivamente,
resalta su carácter relacional, puesto que cuando nos referimos a la existencia
de diferentes maneras de apropiarse y valorizar el espacio-tiempo, estamos
frente a procesos de construcción de identidades individuales y colectivas y de
producción de sentido. Es decir, estamos frente a un proceso comunicativo.

Espacio, tiempo y discursividad • 119


Otro de los hallazgos sobresalientes es la reconfiguración de la categoría
espacio-temporal en la textualidad y su papel en nuestras sociedades: desde
la expresión mítica, el relato literario, la imagen mediática y el hipertexto,
encontramos que estas expresiones son una forma de designar y de signar la
intervención del hombre en un espacio y tiempo determinado, son una forma
de simbolizar la relación entre el hombre y su entorno.
A partir del estudio de la clasificación histórica de las distintas formas de
vivenciar el espacio-tiempo que realiza Pierre Lévy, hemos revisado aspectos sobre
los cuales es necesario seguir reflexionando, sobre todo ante el surgimiento del
entorno tecnocultural, o sociedad de flujos: Nuevo tipo de espacio antropológico,
denominado por varios autores sociedad del conocimiento y de la inteligencia
colectiva. Uno de los retos para el campo académico de la comunicación es la
superación de una Visión Instrumental de la convergencia digital y la interven-
ción en los procesos de construcción de las nuevas formas de auto-organización
y de socialidad, orientadas al desarrollo de la ciudadanía comunicativa.

Bibliografía
Augé, M. (1998). Los no lugares. Espacios del anonimato. Una tropología de la sobre-
modernidad. Barcelona, España: Gedisa.
_______. (2001). De lo imaginario a lo ficcional total. En Abilio Vergara Figueroa
(Coordinador). Imaginarios: Horizontes plurales. México: INAH, ENAH,
BUAP. 85-95.
Castells, M. (2000). La era de la información. Economía, sociedad y cultura, volumen
I: La sociedad Red. México: Siglo XXI.
_______. (1997). Flujos, redes e identidades: una teoría crítica de la sociedad in-
formacional. En Manuel Castells y Otros. Nuevas perspectivas críticas en
educación. Barcelona, España: Paidós. pp.13-53.
Certeau, M. de (2000). La invención de lo cotidiano. 1. Artes de hacer. México:
Universidad Iberoamericana e ITESO.
García Márquez, G. (2003). Eva está dentro de su gato. En Ojos de perro azul. Bar-
celona, España: Debolsillo. pp.21-37.
_______. (2003). Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo. En Ojos de perro
azul. Barcelona, España: Debolsillo. pp.171-182.
Giménez, G. (2000). Territorio, cultura e identidades. La región sociocultural. En
Rosales Ortega, Rocío (Coordinadora). Globalización y regiones en México.
México: Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y Porrúa.
pp. 19-52.

120 • María Concepción Lara Mireles, María Dolores Morín Lara


_______. (2005). Territorio e identidad. Breve introducción a la geografía cultural.
En Trayectorias. Revista de Ciencias Sociales. Año VII, número 17. Enero
– Abril. Monterrey, México: Universidad Autónoma de Nuevo León. pp.
8-24.
Habermas, J. (1996). Teoría de la acción comunicativa: Complementos y estudios
previos. México: Red Editorial Iberoamericana. p.19.
Jiménez, J. R. (1993). Platero y Yo. México: Fernández Editores.
Kerckhove, D. de (1999). Inteligencias en conexión. Hacia una sociedad de la web.
Barcelona, España: Gedisa.
Lara C. (1996). Análisis estilístico comparativo entre fragmentos de los códices Nutall y
Vindobonensis de la Región Mixteca Alta y los códices Borgia y Vaticano B de la
Región Tlaxcala-Puebla. San Luis Potosí, México: UASLP. (no publicado).
_______. (1999). Una tipología del hábitat de la burguesía porfiriana en la ciudad
de San Luis Potosí. San Luis Potosí, México: UASLP. (no publicado).
_______. (2004). Las tecnologías de información y comunicación (TIC) y la produc-
ción de sentido en las interacciones sociales. Tesis doctoral. La Habana, Cuba:
Universidad de la Habana. (no publicado).
Lévy, P. (2002). L’intelligenza collettiva. Per un’antropolgia del cyberspazio. Milano,
Italia: Feltrinelli.
Izarazu, D. (2004). Íconos, figuraciones, sueños. Hermenéutica de las imágenes. México:
Siglo XXI Editores.
Mataix, C. (1999). El tiempo cosmológico. Madrid, España: Editorial Síntesis.
Ravenet, M. (2003). Los estudios comunitarios desde una perspectiva espacial. En
Caminos. Revista Cubana de Pensamiento Socioteológico, No. 27, La Habana,
Cuba. pp.30-43.
Reguillo, R. (2000). Ciudad y comunicación. La investigación posible. En Guillermo
Orozco (Coord.), Lo viejo y lo nuevo. Investigar la comunicación en el siglo
XXI. Madrid, España: Ediciones de la Torre. pp33-49.
Rojas, G. (2002). Las universidades en el horizonte tecnológico del siglo XXI. En
Versión. Estudios de comunicación y política. México: UAM-X. diciembre.
pp. 211-240.
Santos, M. (1998). La metamorfosis del espacio habitado. Barcelona, España: Oikos
Tau. Disponible en: www.geografia.tripod.com.ar/secciones.htm
_______. (2000). La naturaleza del espacio: Técnicas y tiempo, razón y emoción.
Barcelona: Ariel.
Vergara, A. (2003). Identidades, imaginarios y símbolos del espacio urbano. Quebec,
La Capitale. México: INAH.

Espacio, tiempo y discursividad • 121


Capítulo 5

Sistema y mundo de la vida


en la acción comunicativa
Marco Antonio Millán Campuzano*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa

El presente artículo sintetiza una conocida posición teórica de Jürgen


Habermas con el objeto de esclarecer datos y materiales fértiles a una
discusión sobre una posible Ciencia de la Comunicación.

This article synthetizes a know theoric position of Jürgen Habermas with


the unique objective to elucidate facts and fertile materials on a discussion
about the possibility of a Communication Science.

Introducción

El artículo recoge la polémica que Habermas establece con el idealismo her-


menéutico, de herencia fenomenológica, de la sociología comprensiva. Es en
la Teoría Acción Comunicativa donde se establece dicha discusión que marca las
limitaciones que, vista desde la ética discursiva, tiene la sociología de Shütz en
relación a la conformación del concepto de intersubjetividad en el mundo-de-la-
vida. Mostrar esta discusión no es baladí para los estudios de la comunicación,
pues representa parte de una polémica aún vigente acerca de los conceptos de
sujeto e intersubjetividad como propicios al terreno teórico de la Comunicación
como mundo de la vida.

* Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva, Maestro en Filosofía de la Ciencia y


candidadato a Doctor en Filosofía de la Ciencia. Profesor de la Academia de Filosofía de la
UACM, Profesor investigador invitado de la UAM-Cuajimalpa y profesor de asignatura de
la Universidad Iberoamericana.
Avisos del comienzo

¿Dónde ocurre la dinámica de la intersubjetividad? ¿Dónde se da la acción


orientada a los acuerdos? ¿En qué lugar ocurre la acción comunicativa? ¿En qué
sitio la razón práctica? ¿Basta con suponer la necesidad de la reflexión acerca
de la intersubjetividad para alcanzar claridad en el ámbito comunicativo del
mundo-de-la-vida?
Habermas sabe que en su proyecto teórico la racionalización requiere no
sólo de modelos, categorías y conceptos, sino también de explicitar qué tiene
que hacer todo aquello en una cultura concreta, en la vida social y personal,
en una palabra: en un mundo de la vida dado.
Sí, Habermas probablemente lo sabe (¿tenemos alguna razón para dudar de
ello? Ya veremos) y por eso habla del mundo de la vida. Del suyo, de éste o de
aquel, quizá no importe cuál en específico, pues la “universalidad” es de amplia
ambición en su proyecto teórico. Algo inevitable sale a flote como perspectiva
de su enfoque: la modernidad y el proyecto racional que nuestro autor susten-
ta. Habermas no es un necio en tiempos “posmodernos”, aunque lo parece.
Remar contra la corriente de los pos y la marea alta de la desconstrucción es
cosa riesgosa y, a la vez, necesaria.
Sistema y mundo de la vida es el tema de fondo, y es la reflexión polémica
que se abre con estos temas. Sistemas sociales, sistemas dinámicos, totalitarios,
burocráticos, dominados, periféricos, ilusorios, increíbles, carniceros y más.
Mundos vitales complejos, mundos de vida efímera, inmediatos, incrédulos,
donde uno se mueve, bosteza, camina, duerme, charla, explica y da razones,
sin razones y comezones. Sistema y mundo de la vida. Este es el tema de fondo.
Entraremos a él.
Hay una precisión que conviene decir desde ahora. La ofrece Richard Ber-
nstein: “la perspectiva teórica de Habermas ayuda también a iluminar nuestras
perspectivas futuras, -no en el sentido de predecir el futuro, sino más bien subra-
yando conceptualmente la necesidad de fomentar la racionalización sistemática y
la racionalización comunicativa del mundo vital” (Bernstein 1991, p. 125). Se
observa que hay una relación entre el mundo de la vida cotidiano, real y el sis-
tema como instancia sobre la que se mueven los miembros de una comunidad,
ambos guiados por la racionalidad.
Y es que a las teorías sistémicas (vgr. Parsons, Luhmann) se les escapa el
saber intuitivo del mundo de la vida y de sus miembros, y la razón de ello es
que las sociedades modernas son, cada vez, más complejas y por tanto, más

124 • Marco Antonio Millán Campuzano


difíciles de abarcar en su plena dimensión, es decir, no es lo mismo plantear una
sociedad como sistema, a través de modelos abstractos, que entenderla como
un mundo de la vida dinámico. Habermas así lo observa y adapta el concepto
Husserliano de “mundo de la vida” a su teoría de la acción comunicativa, vía
pragmática del lenguaje (no formal sino orientada al acuerdo) sin descuidar a
la sociedad como sistema.
Así hay, pues, por lo menos, dos formas inmediatas de conceptuar a la
sociedad:
a) como mundo de la vida
b) como Sistema
La propuesta de nuestro autor será la de entender simultáneamente ambos
planteamientos, para lo cual desarrollará 5 pasos encaminados a esclarecer sus
ideas: 1) Relacionará el mundo de la vida con aquellos tres momentos (o mun-
dos) en los que los sujetos se ven involucrados, a “fin” de orientar acuerdos, 2)
Desarrollará el mundo de la vida como contexto de la acción comunicativa,
sirviéndose del análisis fenomenológico (Husserl) y vinculando este con el con-
cepto de conciencia colectiva (Durkheim), 3) Hará notar cómo los conceptos
de mundo de la vida “usuales” en sociología, que parten de representaciones
cotidianas, sólo son útiles a la exposición narrativa, 4) Analizará las condicio-
nes necesarias para una racionalización del mundo de la vida, partiendo de las
funciones que la acción comunicativa desempeña para mantener un mundo de
la vida estructuralmente diferenciado y 5) Propondrá atender simultáneamente
a la sociedad como sistema y como mundo de la vida.
Así, en este mismo orden, expondremos lo formulado por Habermas. La
exposición tratará de ser fiel (con “transcripciones transfiguradas” concientes)
y acaso clarificadora (cosa difícil pues Habermas es claro). Al final, a manera
de conclusión no cerrada, se plantearán tres cuestionamientos ambiguos, pero
no irrelevantes.
El concepto de mundo de la vida estará vinculado al de acción comu-
nicativa. El mundo de la vida es el lugar en donde agentes comunicativos se
mueven ya siempre (es decir que tiene una carácter trascendental).
Dentro del mundo de la vida Habermas distingue tres relaciones (o sub-
mundos) que los sujetos que participan en acciones orientadas a acuerdos ponen
como base (lo quieran o no) de una situación concreta.
Los sujetos se relacionan con:
• Algo en el mundo objetivo (“como totalidad de las entidades sobre las que
son posibles enunciados verdaderos”)

Sistema y mundo de la vida en la acción comunicativa • 125


• Algo en el mundo social (“como totalidad de las relaciones interpersonales
legítimamente reguladas”)
• Algo en el mundo subjetivo (“como totalidad de las propias vivencias a las
que cada cual tiene un acceso privilegiado y que el hablante puede manifestar
verazmente ante un público”) ( Habermas 2001, p.171)

En una acción comunicativa habrá un proceso cooperativo de interpretación


de estos tres referentes. Los participantes se verán involucrados simultáneamente
en los tres “mundos”, aunque en alguna situación específica se manifieste, con
mayor énfasis, sólo uno de los tres componentes.
En el mundo de la vida se dan situaciones de cotidianidad, en las que se
ponen a transitar, implícitamente, las tres relaciones arriba mencionadas. Plan-
teemos una situación a manera de ejemplo: en un aula de clases ocurre que el
profesor pide a un alumno que busque un proyector de acetatos para la clase
que empezará dentro de 5 minutos. Tiempo considerable para que se cumpla
la petición hecha por el profesor al alumno y la clase comience a tiempo. Aquí
se dan por hecho algunas cosas: que los implicados tienen clara la situación;
que hay una hora para que comience la clase (tema); que el maestro pueda
emitir la petición sin réplica (plan); y que el alumno es casi imposible que se
niegue (status).
En este ejemplo se destacaría el mundo social (sólo se destacaría) de los otros
dos, en el hecho de que en la situación prevalece un marco normativo (insti-
tucional si se quiere) en el que se puede exigir que otro haga algo. El mundo
objetivo (el proyector, el salón), y el mundo subjetivo (apreciaciones del alumno
hacia la clase y/o profesor, aburrimiento, disponibilidad) quedarían inmersos
en el mundo social. No excluidos, sólo inmersos y actuando ya siempre, como
trasfondo de una emisión comunicativa orientada al logro de un acuerdo y a la
satisfacción de la necesidad inmediata del acuerdo mismo. Esto último queda
de manifiesto cuando el tema se desplaza (la clase, en el ejemplo mencionado)
y con él, el horizonte de la situación (si la utilización del aparato proyector de
acetatos se suspende por un corte de energía eléctrica) y con éste, el “fragmento”
de mundo de la vida relevante para ese momento.
Una situación dada se verá modificada cuando el horizonte se ve, a su vez,
desplazado por alguna otra situación acaecida (el maestro olvidó los acetatos; los
acetatos estaban borrosos; el alumno no encontró el proyector; el maestro fue
avisado del fallecimiento de la abuelita de Juancito Pérez, etc.) Y claro, como
ya es sabido en el horizonte habermasiano, dentro de estos casos de acción

126 • Marco Antonio Millán Campuzano


comunicativa de un mundo de la vida, es preciso asentir las pretensiones de
validez, pues de no hacerlo, no habrá acuerdos (razón y sentido último de la
acción comunicativa en el terreno de la intersubjetividad).
Ahora bien, para que alguna situación de acción se torne relevante es ne-
cesario que ésta, en tanto horizonte que se desplaza en el mundo de la vida
(trasfondo siempre presente), pierda trivialidad y solidez incuestionada al
momento en que es sabida y problematizada como hecho, como contenido de
una norma y/o como contenido de una vivencia.
En otras palabras, se podría decir que el mundo de la vida actúa como
plataforma siempre presente en la que los sujetos se mueven intuitivamente,
sintiendo a aquel como depositario de autoevidencia (que los hace ser y ser en
su mundo sin preguntas) o convicción incuestionada, pero cuando se da una
situación relevante, las convicciones y autoevidencias son movilizadas en forma
de saber (donde existe consenso) que es susceptible de ser problematizado.
Una situación a-problemática se torna relevante gracias a los plexos semánticos
que median entre un horizonte de connotaciones semánticas, y un contexto
inmediato, dentro de una emisión comunicativa.
Ahora podríamos preguntarnos, ¿qué es lo que provee a los participantes en
la comunicación de convicciones que son aproblemáticas y que ellos suponen
garantizadas? La respuesta que ofrece nuestro autor es clara si comenzamos
por separar los mundos formales (objetivo, subjetivo y, social) y el lenguaje
y la cultura como tales, pues a éstos se les cumple un papel “trascendental”
(ojo: estamos ante un neoapelianismo de corte Kantiano), dentro de todo
aquello que es susceptible ser problematizado en una situación. La razón de la
tal separación se entiende cuando se da por hecho que el lenguaje y la cultura
son partes constitutivas del mundo de la vida, mientras que los conceptos
formales sólo sirven para armar categorías útiles para clasificar situaciones
dadas. Además, cuando se ejecuta un acto de habla orientado al acuerdo,
los que participan en éste se mueven, (ya siempre) dentro de su lenguaje. El
lenguaje no puede ser problematizado como algo objetivo, social o subjetivo,
pues es el vehículo mismo (aunque no simple instrumento de los “mundos”)
sobre el que transitan los acuerdos y que actúa a espaldas de los involucrados
en una actitud performativa. La cultura actúa de un modo semejante, pues a
través de lenguajes se trasmiten los patrones culturales que le son familiares a
la comunidad (tradiciones, vestido, creencias, etc.) Toda situación emerge de
un mundo de la vida, que culturalmente nos es familiar y por tanto, nunca
será totalmente desconocida.

Sistema y mundo de la vida en la acción comunicativa • 127


Ahora es clara la respuesta: lo que garantiza las convicciones la a-prolema-
ticidad es el trasfondo (mundo de la vida) lingüístico-cultural en el que una
comunidad se desarrolla y que siente existir, ya siempre. Pero cuando algún
plexo es movido a una situación que requiera de un acuerdo, se problematiza y
se canaliza, por así decirlo, a algo objetivo, subjetivo o social, que será abordado
desde una racionalidad motivada por argumentos.
Finalmente citaremos a Habermas:

“...al mundo de la vida le es constitutivo el acuerdo como tal, mientras que los
conceptos formales de mundo establecen un sistema de referencia para aquello sobre
lo que el acuerdo es posible: hablante y oyente se entienden desde, y a partir de, el
mundo de la vida que les es común sobre algo en el mundo objetivo, en el mundo
social y en el mundo subjetivo” (Habermas 2001, p.192).

Habermas establece una comparación entre el concepto fenomenológico de


mundo de la vida y el propio, de teoría de la acción comunicativa. Su “sparring”
será Shütz habilitado por Luckmann. El referee, el lector mismo. Hacemos la
presentación en sus respectivas esquinas.

Acción comunicativa Fenomenología

Destaca dos aspectos, en tanto Distingue entre la interpretación de una situación


formas de habérselas con las y la ejecución de un plan de acción de esa
situaciones y dominarlas. situación.
A) Que el plan de acción se Es necesario entender el mundo de la vida para
malogre (fracaso de la acción) actuar y obrar en él, a través de la interpretación;
B) Que el acuerdo fracase misma que motivará el desarrollo de planes de
(disentimiento o mal acción.
entendido) Aquí las situaciones en la práctica se ven
(Habermas por un momento limitadas en su interpretación, pues aquellas
se ha dedicado a estudiar las sólo son definidas en un grado necesario para
miradas de su sparring, y ahora dominarlas. Las interpretaciones estarán basadas en
sabe por donde iniciar su un acervo de saber dado por la experiencia que fue
argumentación) útil en otro tiempo.
El profesor frankfurtiano no Este análisis del mundo de la vida (en términos
desechará lo examinado, sino lo de estructura) se propone clarificar la articulación
integrará como complemento espacio-temporal y social, como es evidente líneas
de su teoría de la acción arriba.
comunicativa por medio de tres Hay una conciencia egológica (Husserl), en la
momentos: que las estructuras generales de un mundo de la

128 • Marco Antonio Millán Campuzano


A) El mundo de la vida está vida, son entendidas como condiciones subjetivas
dado aproblemáticamente que se apoyan en la experiencia de un mundo de la
(ya vimos por qué) vida históricamente determinada (esto no plantea
B) La validez de un mundo cuestiones específicas concretas y variables, sólo
intersubjetivamente generales)
compartido (no hay mundos Por otro lado, hay una concepción de sujetividad
privados) que constituye al mundo de la vida como marco
C) Las situaciones son trascendental de toda experiencia cotidiana posible.
cambiantes, pero no así los Concepción que ha sido útil para la psicología y la
límites del mundo de la vida sociología (teoría de los sistemas) y que deja fuera a
(que está dado ya siempre) la intersubjetividad.
Así es como para Schütz y Luckmann, las
estructuras, de un mundo de la vida están basadas
en las vivencias subjetivas de un actor solitario

Habermas apenas da inicio a la contienda, pues inmediatamente después de


lo anterior dirá que al apoyarse en las investigaciones fenomenológicas hay un
límite conceptual que percibe al mundo de la vida en términos culturalistas, en
el que las situaciones para las iniciativas de acción le salen al paso a los actores,
a diferencia de lo ya visto en el que el mundo de la vida actuaba a espaldas de
aquellos. Y aquí es donde Durkheim cobra relevancia para Habermas, con su
concepto de conciencia colectiva, pues este señalará que si los acuerdos se logran,
exclusivamente por los esquemas de interpretación en un mundo de la vida, se
corre el riesgo de perder el poder de prejuzgar la práctica comunicativa.
Hasta aquí lo dicho en el punto 2, creemos haber mencionado lo fundamen-
tal, pero como siempre, a falta de tiempo y espacio, remitimos al lector a los
pormenores de este round de las páginas 179 a 193, del texto en cuestión.
El concepto de mundo de la vida, planteado en teoría de la acción comu-
nicativa, sigue en el mismo plano que el concepto trascendental que la feno-
menología propone aunque con matices. Nuestro autor examinará el concepto
cotidiano del mundo de la vida para acercarse más a las “historias verdaderas”.
Para ello dirá que en las prácticas comunicativas los actores no sólo se encuentran
ante una situación como participantes, sino que se encuentran, también, en
exposiciones narrativas que acontecen en un mundo de la vida. En estas expo-
siciones hay un saber no teórico, sino profano del mundo, que se pretende más
acerca de la realidad. Lo narrativo (o hechos teóricos) no sólo cubre necesidades
triviales de acuerdo, sino que sirve, además, para “objetivar” la pertenencia a
un mundo de la vida de una comunidad, cuyos miembros identificarán a sus
propias acciones como algo susceptible de ser narrado, en tanto que en ello les

Sistema y mundo de la vida en la acción comunicativa • 129


va su pertenencia a grupos sociales. “Los colectivos sólo mantienen su identidad
en la medida en que las representaciones que de su mundo de vida se ha en
sus miembros se solapan suficientemente, condensándose en convicciones de
fondo de carácter aproblemático” (Habermas 2001, p. 194).
Pero en “acuerdo” con el profesor alemán, creemos que, efectivamente, la
narración sólo nos proporciona una perspectiva en la que situamos el mundo
de la vida como sistema cognitivo de referencia dado por el narrar mismo, y
en el que se exponen sucesos que en él acaecen, pero que no cubren la totali-
dad de dicho mundo de la vida. En otras palabras: las narraciones (la historia
misma) se refieren a la conservación y reproducción de un mundo de la vida
que, en tanto concepto cotidiano de éste, presupone una finalidad cognitiva (el
análisis gramatical, al que refiere toda narración, a lo sumo nos permitirá ver
cómo describimos, entrelazamos y secuencializamos en un espacio social y en
un tiempo histórico las acciones de los individuos, las hazañas de los colectivos
y sus destinos, orientados al dominio de situaciones).
Ahora bien, Habermas desplazará lo anterior, es decir, la perspectiva del
narrador, hacia la perspectiva de los participantes, en tanto que éstos deben
poner en juego el reconocimiento intersubjetivo de pretensiones de validez
susceptibles de crítica. Y de ahí pasará a una exposición teórica destinada a
explicar la reproducción misma del mundo de la vida a través de estructuras
de comunicación.
Comenzará distinguiendo tres aspectos dentro de la acción comunicativa:
A) Funcional de entendimiento (sirve a la tradición y a la renovación del
saber cultural)
B) Coordinación de la acción (sirve a la integración social y a la creación
de solidaridad)
C) Socialización (sirve a la formación de identidades personales)

Estos aspectos estarán unidos respectivamente a los componentes estruc-


turales de esta forma:
A) Reproducción cultural === Cultura
(Continuación del saber cultural válido)
B) Integración social === Sociedad
(Solidaridad de los grupos)
C) Socialización === Personalid ad
(Actores capaces de responder de sus acciones)

130 • Marco Antonio Millán Campuzano


A su vez, los componentes del lado derecho, serán entendidos como:
A) Cultura: “acervo de saber, en que los participantes en la comunicación se
abastecen de interpretaciones para entenderse sobre algo en el mundo”.
B) Sociedad: “ordenaciones legítimas a través de las cuales los participantes
en la interacción regulan sus pertenencias a grupos sociales, asegurando
con ello la solidaridad”.
C) Personalidad: “las competencias que convierten a un sujeto en capaz de
lenguajes y de acción, esto es, que lo capaciten para tomar parte en pro-
cesos de acuerdo y para afirmar en ellos su propia identidad” (Habermas
2001, p. 196).

Estas estructuras simbólicas del mundo de la vida tejen las interacciones que
hacen posible la práctica comunicativa cotidiana. Lo que hace Habermas en
este punto es un repaso escueto por algunos autores y su definición del mundo
de la vida. Durkheim dirá que el mundo de la vida es la integración social;
Parsons piensa que el elemento nuclear de la sociedad está formando grupos
socialmente integrados a través de relaciones interpersonales fijadas por el status;
Mead, vincula el concepto de mundo de la vida a la mera Socialización de los
individuos; los representantes del interaccionismo simbólico (Blumer, Rose,
Turner) otorgan excesiva importancia al rol, que deviene en psicología social.
Entramos, en este apartado, a la capacidad habermasiana de esquemati-
zación (necesaria, pero no suficiente; por ejemplo: necesaria para clarificar
la exposición de ideas e insuficiente porque olvida los aspectos “materiales”
(entiéndase corporales) que repercuten seriamente en los sensorios mortales:
el hambre, la explotación, la miseria, la contaminación y otras racionalidades
no-occidentales, etc.)
Siguiendo la ruta trazada en el apartado anterior, se plantea la siguiente
cuestión: ¿qué aportan los distintos procesos de reproducción al mantenimiento
de los componentes estructurales (cultura, sociedad, personalidad) del mundo
de la vida?
Bien, la cultura (saber válido) aporta a lo social legitimaciones para las institu-
ciones existentes; y a la personalidad, patrones de comportamiento eficaces.
La sociedad (necesidad de coordinación) aporta a la personalidad, la per-
tenencia de los individuos o grupos legítimamente regulados; y a la cultura,
vinculaciones de carácter moral u obligaciones.
La personalidad (identidad) aporta a la cultura interpretaciones que los indi-
viduos producen y a la sociedad, motivaciones para actuar conforme normas.

Sistema y mundo de la vida en la acción comunicativa • 131


Componentes
estructurales
Procesos de
reproducción Cultura Sociedad Personalidad

Reproducción Esquemas de Legitimaciones Patrones de


cultural interpretación comportamiento
susceptibles de eficaces en el
consenso("saber proceso de
válido") formación metas
educativas

Integración Social Obligaciones Relaciones Pertenencias a


interpersonales grupos
legítimamente
reguladas

Socialización Interpretaciones Motivaciones Capacidades


para actuar de de Interacción
conformidad con (identidad
las normas personal)

Fuente: Habermas 2001, p. 202

Ahora Habermas ofrece un contrapeso que evalúe los procesos de reproduc-


ción de los componentes estructurales, a través de las siguientes dimensiones:
• Para la cultura === La racionalidad del saber.
• Para la sociedad === La solidaridad de sus miembros.
• Para la personalidad === La autonomía para responder sus acciones.
Asimismo, estas diferenciaciones estructurales tienen perturbaciones que
repercuten en: la cultura como pérdida del sentido, en la sociedad como anomía;
y en la personalidad como psicopatología.

132 • Marco Antonio Millán Campuzano


Componentes
estructurales
Procesos de Dimensión
reproducción Cultura Sociedad Personalidad de evaluación

Reproducción Pérdida de Pérdida de Crisis de Racionalidad


cultural sentido legitimación orientación y del saber
crisis educativa

Integración Inseguridad y Anomía Alienación Solidaridad de


Social perturbaciones los miembros
de la identidad
colectiva

Socialización Ruptura de Pérdida de Psicopatologías Autonomía de


tradiciones motivaciones la persona

Fuente: Habermas 2001, p. 203

El asunto de los esquemas no ha acabado, a partir del esquema anterior


nuestro autor especificará las funciones que la acción orientada al acuerdo
cumple en la reproducción del mundo de la vida:

Componentes
estructurales
Procesos de
reproducción Cultura Sociedad Personalidad

Reproducción Tradición crítica, Renovación del Reproducción del


cultural adquisición de saber legitimatorio saber eficaz en
saber cultural los procesos de
formación

Integración Social Inmunización Coordinación de Reproducción de


de un núcleo de las acciones a través los patrones de
orientaciones del reconocimiento pertenencia social
valorativas de pretensiones de
validez

Socialización Enculturación Internalización de Formación de


valores la identidad
individual

Fuente: Habermas 2001, p. 204

Sistema y mundo de la vida en la acción comunicativa • 133


Habermas, ya lo habíamos dicho, sabe lo que hace y lo dice con claridad
de autoconciencia (¿y de autocrítica?): “Con determinaciones tan esquemáti-
camente resumidas como son las expuestas, el concepto de mundo de la vida
desarrollado en términos de teoría de la comunicación, todavía está lejos del
grado de explicación de su oponente fenomenológico. Con todo, voy a darme
por satisfecho con este esbozo…” (Habermas, 2001)
La introducción del concepto mundo de la vida, a través de la teoría de la
acción comunicativa, desborda el de la fenomenología, en tanto que puede ser
planteado como universal (a toda cultura y época), tal como el concepto de
acción comunicativa. Y al igual que en ésta, la autoridad del mejor argumento
se impone, y esto, en tanto que los componentes estructurales del mundo de
la vida y los procesos que contribuyen a su mantenimiento se diferencian para
someterse a los contextos de interacción racionalmente motivados. Un mun-
do de la vida racionalizado en donde los conflictos no quedan ocultos tras las
convicciones que no soportan el discurso argumentado.
Para este punto, Habermas había propuesto entender simultáneamente a
la sociedad como sistema y como mundo de la vida, pero lo hace sólo muy
brevemente: “Voy a posponer este problema fundamental de toda teoría de
la sociedad, es decir, el problema de cómo articular de forma satisfactoria
esas dos estrategias conceptuales caracterizadas por las expresiones “sistema”
y “mundo de la vida…” (Habermas, 2001, p. 215). Y ofrece un concepto
provisional de sociedad entendida “como un sistema que tiene que cumplir
las condiciones de mantenimiento propias de los mundos socioculturales de
la vida” (ibid)
La sociedad deberá ser entendida como una entidad que al ir evolucionando
se diferencia como sistema y como mundo de la vida. La evolución sistémica
se determinará por la capacidad de mayor control, mientras que la separación
de cultura, sociedad y personalidad, representa la evolución del mundo de la
vida, cuyas estructuras son simbólicas.
La propuesta del profesor alemán, tratará de dar razón de la diferencia entre
sistema (perspectiva externa en la que la complejidad va en aumento) y mundo
de la vida (perspectiva interna en la que la racionalidad debe ir en aumento). Sin
embargo, la diferencia no es excluyente, sino, digámoslo así, diferencialmente
integrada, y a veces, integrada pese a las diferencias. Cabe hacer notar que el
concepto de sociedad, Habermas ya lo había subsumido en el mundo de la vida
a través de los componentes estructurales, pero aquí lo está enfocando desde
teoría de los sistemas.

134 • Marco Antonio Millán Campuzano


La racionalización del mundo de la vida, aumenta la complejidad de los
sistemas, hasta un extremo tal que resultan insuficientes los propios imperativos
sistémicos y se ven incapacitados para absorber el mundo de la vida, el cual,
paradójicamente había sido instrumentalizado por aquellos: ¿ironía histórica?
No lo sabemos hasta ese momento de la obra en cuestión.

Cuestionamientos a manera de conclusión provisional

1. La racionalización del mundo de la vida, conlleva en las sociedades un sín-


drome patológico, digamos destructivo ¿Cuál es el proyecto de racionalidad
que hará posible un mundo de la vida planetario de acuerdos etno-inter-
subjetivos? Si es evidente, en un mundo de la vida cualquiera (incluido el
sistema mismo), que la racionalización NO es discursiva-argumentativa,
sino impositiva-instrumental.
2. Habermas ha enunciado que un acercamiento materialista a la reproducción
simbólica de un mundo de la vida, requiere de otra plataforma, de otra
estrategia, que no identifique a éste con la sociedad uniformizada, ni que
la reduzca a elementos simbólicos. Pensamos que esa plataforma deberá ser
tan amplia que abarque, prácticamente, múltiples culturas, para lo que el
proyecto de racionalidad (como tal) tendrá que ser puesto en entredicho.
3. Los estudios de la Comunicación ¿en qué medida se benefician del tipo de
discusiones como la arriba expuesta?

Bibliografía
Bernstein, R. (1991) Perfiles filosóficos, México, Siglo XXI.
Habermas, J. (1989) El discurso filosófico de la modernidad, Bs.As. Taurus.
Habermas, J. (2001) Teoría de la Acción Comunicativa (2 tomos), Madrid, Taurus.
Habermas, J. (2002) Verdad y Justificación, Madrid, Trotta.
Nudler, O. et al.(1996) La racionalidad: su poder y sus límites, Bs. As., Paidós.

Sistema y mundo de la vida en la acción comunicativa • 135


Capítulo 6

(Re) Pensar la comunicación y la cultura:


consumos culturales juveniles en México.
Un acercamiento hemerográfico1
Héctor Gómez Vargas
Universidad Iberoamericana León

El presente documento muestra el avance de una investigación sobre


lo que se ha publicado sobre el Consumo Cultural y los jóvenes en
México, y realizada con base en la revisión de cuatro de las principales
revistas sobre la comunicación en el país. A partir del hecho de que la
sociología cultural ha sido una de las principales fuentes científicas de
los estudios de la comunicación, la revisión de lo publicado sobre los
consumos culturales juveniles no sólo busca dar cuenta de lo realizado,
sino de la manera como se ha hecho, con lo cual intenta dar pistas de
la manera como históricamente hemos conocido y realizado estudios
de la comunicación.

The present document is the result of a research done on what has been
published in the subject of Cultural Consuming and Youth in Mexico, and
it has been done taking into account four of the major magazines on com-
munication studies in the country. Given the fact that cultural sociology has
been one of the principal sources of studies on communication, the review
of the publications on juvenile cultural consumer habits, shows a path on
how historically we have known and produced studies on communication.

1
Esta es una versión abreviada de un documento más amplio que se presentó en el Congreso
de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) 2005, en agosto del año pasado
en Porto Alegre, Brasil, para el grupo de trabajo sobre el Consumo Cultural del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
Preliminares

El presente trabajo forma parte de una investigación en curso que se desarrolla


bajo los auspicios de la Universidad Iberoamericana León, en México, y cuyo
título es, “Gente joven, mundos mediáticos y ambientes culturales”. Con esta
investigación se pretende estudiar las transformaciones que se han dado en
los ambientes culturales, colocando la mirada en las experiencias, prácticas y
dinámicas de la gente joven, tanto en el espacio social de la ciudad como en los
mundos mediáticos. A partir de eso y ante la invitación a participar en el grupo
de trabajo del Consumo Cultural del CLACSO propusimos hacer una explora-
ción de lo que se ha investigado sobre el Consumo Cultural y los jóvenes en
México, a partir de un primer acercamiento por medio de una sistematización
de lo publicado en algunas revistas.2
Hemos de decir, en primer lugar, que el tema del Consumo Cultural (C.
C.) y el de los jóvenes ha sido abordado desde diferentes perspectivas y grupos
de estudio de lo social, y el énfasis en el cual nos movemos ha sido colocado
dentro de los estudios de la comunicación en México. Esto es importante
porque corresponde en mucho con los procedimientos de sistematización, los
documentos revisados, la estructura y presentación del presente trabajo. También
hemos de decir que en la manera como hemos ubicado y explorado el Consu-
mo Cultural y los jóvenes, hemos incluido algunos referentes y contextos que
corresponden a dimensiones más amplias, específicamente a América Latina,
porque mucho de lo que ahí aconteció permite entender el caso de México,
además de algunas tendencias particulares de este país.
Igualmente hemos de decir que lo sistematizado no cubre todo lo escrito
sobre el C. C. y los jóvenes, pues se requiere otro momento para ello, por lo
que aquí expondremos es un primer acercamiento que ha de corroborarse en
otra fase posterior,3 pero igualmente muestra una serie de tendencias que es
necesario considerar.

2
Para el trabajo de sistematización se contó con la colaboración de Nora Delgado, acadé-
mica de la Universidad Iberoamericana León, quien realizó la exploración de las revistas y
la generación de las tablas que se presentarán en el presente trabajo, y a quien agradezco y
reconozco su intenso trabajo de sistematización y reflexión.
3
Para tener una visión más completa se requiere la sistematización de documentos publicados
en libros, fase de investigación que está en proceso.

138 • Héctor Gómez Vargas


Introducción: los estudios de la cultura y la comunicación
en México y América Latina

Revisar lo que ha acontecido en los estudios de la cultura y de la comunicación


en México y América Latina tiene una importancia en tres dimensiones tem-
porales: por un lado implica la reflexividad de la historia de la manera como
hemos conocido y como hemos dado cuenta de la comunicación, la manera
como lo hemos buscado, nombrado y estructurado a través de un discurso
académico compartido que ha buscado dar una descripción y un sentido a un
objeto que se ha considerado como la piedra para construir una disciplina de
estudio científico y autónomo; por otro lado, la revisión del presente de lo que
se ha construido y que permite entender no sólo las certezas y seguridades de
lo logrado, sino colocarlo en un marco que permita evaluar si el discurso aca-
démico construido y compartido permite describir la realidad comunicacional
y tender puentes hacia realidades más amplias, como la cultural y la social,
que le den no sólo un lugar dentro de las ciencias sociales y humanas, sino
una autonomía y una legitimidad para hacerlo; finalmente, la dimensión del
futuro, las tendencias y posibilidades que se abren hacia adelante, los nuevos
senderos por avanzar, que en mucho depende no sólo de la manera como se
mueve la realidad comunicacional, sino del andamiaje teórico y conceptual de
lo logrado, de revisar la relatividad de lo construido, de reconocer los puntos
ciegos que se han dejado de lado.
En ese sentido, revisar el pasado de los estudios de la cultura y de la co-
municación tiene el objetivo de re organizar nuestro conocimiento sobre lo
realizado para no sólo comprender algunos de los contextos y de las dinámicas
que predominan y caracterizan en la actualidad al Campo Académico de la
Comunicación en México (CACM), ni de observar algunas de sus tendencias
hacia el futuro, sino la de explorar las posibilidades y los requisitos que son
necesarios para determinar hacia dónde es pertinente avanzar.
Desde esa perspectiva, la década de los ochenta fue una etapa clave para
los estudios de la cultura y de la comunicación de manera generalizada que se
resintió en forma específica en América Latina y en México, que implicó una
crítica y un distanciamiento con las tradiciones teóricas con las que venían
trabajando en las décadas precedentes, una vinculación nada simple ni fácil,
sino compleja y a veces conflictiva entre los estudios de la cultura con los de la
comunicación, un acto de creación teórica desde los contextos y las improntas
de un área sociocultural extensa como es América Latina.

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 139


Un acercamiento hemerográfico
Es en esos momentos cuando, en la visión de Armand y Michele Mattelart
(1989) hubo un cambio de paradigmas de los estudios de la comunicación,
que se pasó del paradigma de lo sólido al de lo fluido, y hubo un reencuentro
con la experiencia social, con la subjetividad, y donde una serie de términos y
conceptos fueron revisados, cargados de un nuevo sentido, como sería el caso
del sujeto, el poder, lo cotidiano, el consumo (Mattelert y Mattelart, 1997).
No es que esos conceptos no existieran anteriormente, sino que habían sido
poco o nada considerados, pero a partir de entonces cobraran una visibilidad
fundamental y una importancia básica en la conformación de modelos y pro-
puestas teóricas para pensar la cultura y a la comunicación.
Ese fue el caso del consumo, que anteriormente había sido un concepto
empleado desde la economía y la sociología pero que no había sido integrado
cabalmente a los estudios de la comunicación, o bien, era una manera de
señalar una serie de rasgos y efectos negativos que propiciaban los medios de
comunicación en la cultura y la vida social, y que poco permitían entender lo
que estaba sucediendo en las ciudades latinoamericanas. A principios de los
ochentas el consumo fue visto como un concepto que permitiría entender los
procesos de modernización de las ciudades latinoamericanas junto con otros
conceptos como lo cotidiano, el sujeto, el habitus, y en este punto las figuras de
Jesús Martín Barbero y Néstor García Canclini fueron claves para la renovación
de las perspectivas teóricas y conceptuales, para la generación de “mapas” de
estudio, y la visualización de tendencias, agendas, perspectivas de lo que era
pertinente y necesario por estudiar y de cómo hacerlo.
El C. C. fue una propuesta de cómo estudiar el consumo, lo cotidiano, al
sujeto, el poder y el habitus, y fue una de las principales formalizaciones de
los estudios socioculturales que darían luz importante para los estudios de la
comunicación. Es decir, no sólo fue una de sus principales propuestas y for-
malizaciones, sino de las perspectivas de estudio que en un corto periodo de
tiempo fue moviéndose y alterando sus objetivos en diferentes etapas a lo largo
de un poco más de una década. Si revisamos la propuesta teórica de Jesús Martín
Barbero y de Néstor García Canclini, como dos de los principales gestores y
teóricos del C. C. en América Latina, esto puede quedar más claro, como se
puede apreciar en la tabla 1.
En estas etapas podemos observar cómo en la tercera y en la cuarta aparecen
mapas para estudiar a la comunicación que acercará a muchos a lo cotidiano,
los sujetos sociales y al consumo, y posteriormente modelos de estudio del C.
C., a través de algunos libros de Martín Barbero y de García Canclini que se

140 • Héctor Gómez Vargas


Tabla 1
Etapas del consumo cultural en América Latina 1972-2000

Periodo: Tendencia: Rasgos:


1975-1979 Rupturas • Los usos de lo masivo en lo urbano y lo popular.
• La dominación como proceso de comunicación.
1980-1984 Emergencia • Los medios en la experiencia comunicativa
de lo cotidiano.
• Campo estratégico: la participación, lo alternativo
y lo popular.
1985-1989 Mapas • De los medios a las mediaciones.
• Usos sociales de la comunicación: el consumo
y la lectura. La telenovela.
1990-1994 Modelos • Modelos teóricos sobre el consumo cultural.
• Consumo Cultural y políticas culturales.
• Modernidad y globalización: consumo cultural,
recepción de medios.
1995-2000 Renovación • De ciudadanos a consumidores: identidades
por el consumo.
• Consumidores nómadas: jóvenes

Fuentes: García Canclini (1982, 1987, 1987ª, 1988, 1995, 1999); Martín Barbero (1987, 1987ª, 1987b,
1998, 1998ª, 1999, 1999ª).

convertirán en paradigmáticos para mirar, reflexionar e indagar a la comuni-


cación desde la óptica sociocultural. Esas dos etapas son claves no sólo para los
estudios del C. C., sino para los mismos estudios del campo académico de la
comunicación en América Latina y México, pues, en el segundo caso, coincide
con momentos de la institucionalización, reorganización del campo, que se
pudo realizar por los programas de investigación que aparecieron. Esto puede
quedar más claro si sintetizamos las etapas señaladas del campo académico de
la comunicación en México con las del C. C., que se puede observar en la tabla
2, de acuerdo como algunos investigadores han sintetizado las distintas etapas
del CACM y su relación con las del C. C.
La tercera y cuarta etapa de la tabla número 1 igualmente son importan-
tes por otras razones: son los momentos en que los estudios de los jóvenes se
incrementan y se tornan claves para entender los cambios en la juventud y en
la cultura, y pasan de ser una mera preocupación sobre la salud, los riesgos o
el vandalismo juvenil, a intentar dar cuenta de las culturas juveniles (Urteaga,
2000); igualmente, desde los estudios de la cultura y de la comunicación, al
girar la mirada y la reflexión sobre la modernidad latinoamericana y los efectos

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 141


Un acercamiento hemerográfico
Tabla 2
Etapas campo académico de la comunicación en México
y las del consumo cultural

Años: Jesús Galindo*: RFN**: C. C.:


1949-1960 Escuelas periodismo Sin especificar No hay
1960-1975 Escuelas de comunicación Emergencia No hay
Tensiones y desencuentros
1975-1985 Organización del campo Institucionalización Ruptura
Emergencia
1985-1995 Programas de investigación Institucionalización Mapas
Legitimación Modelos
1995-2005 Redes académicas Legitimación Renovación
Fuente: *Galindo (2005) **Fuentes Navarro (1997)

de la globalización en las transformaciones culturales, se comienza a señalar que


los jóvenes son un sujeto que permite entenderlas y observarlas (Ortiz, 1996);
también, coincide con otra área de estudio que tendrá un dialogo particular e
íntimo con el C. C., los estudios de la recepción.
Es por ello que nos parece pertinente preguntarnos sobre lo que han sido
los estudios sobre el C. C. en México, donde no sólo es importante intentar
dar cuenta de su importancia, sino de la manera como ha procedido con miras
a intentar responder lo que hemos conocido, lo que sabemos del C. C., sino
cómo hemos conocido. Y dentro de esas intenciones nos interesa saber lo que
se ha estudiado desde el C. C. a las culturas juveniles, pues para algunos es
donde se puede observar lo que se pone en juego con las tensiones que propicia
la modernidad y la globalización, pero igualmente nos permite observar cómo
estamos dando cuenta de ambas.4

Consumo cultural en América Latina: mapas, relaciones, tendencias

Antecedentes: El retorno de lo cotidiano


La década de los sesenta representó un cambio sustancial en los estudios de
la comunicación. Podemos citar a Eric Maigret (2005, p. 23) para indicar el
cambio generalizado:
4
Reconocemos que nuestro trabajo es una forma de observar al C. C. y a las culturas juve-
niles, que requiere de proceder igualmente lo que ha sido considerado del C. C. desde los
estudios de la juventud, investigación que está en proceso.

142 • Héctor Gómez Vargas


En Europa, el desarrollo de una verdadera ciencia social de la comunicación se rea-
liza en el curso de los años 1960-1980, por fuera del paradigma de los efectos, tan
poco productivo. Se fundamenta en una revitalización de los objetos en beneficio
de una valorización de las lógicas de acción.

Y más adelante agrega:

La comunicación no es un dato (el de la naturaleza) ni un flujo de datos (el de la


información en el sentido matemático) sino una relación permanente de sentido
y de poder cuyas cristalizaciones son los contenidos y las formas de los medios
(2005, p. 24).

Los inicios de los sesenta fue un momento de tensiones de perspectivas: la


crítica al paradigma funcional estructuralista, el debate de la sociología crítica,
la emergencia de la sociología cultural. Esto se puede observar a través de la
presencia de investigadores en diferentes países de Europa, y que realizaron
una revisión a la cultura de masas, el poder de los medios de comunicación
y la intervención de los receptores o públicos de los medios y la cultura. En
Francia se puede observar en autores como Roland Barthes, Edgar Morin,
Abraham Moles, Pierre Bourdieu y Regis Debray. En Italia, con Umberto Eco
y Franco Rositi. En Inglaterra la Escuela de Birmingham funda el Centre of
Contemporary Cultural Studies (CCCS), quienes establecieron la tradición de
los Estudios Culturales Británicos.
De hecho, este último grupo se fue convirtiendo en uno de los principales
referentes del estudio de las culturas contemporáneas, y su influencia en los
estudios de la comunicación determinantes, no sólo por la obra de dos de sus
fundadores, Richard Hoggart y Raymond Williams, quienes, principalmente
el segundo, propiciaron la concepción de la cultura como una forma de vida
social, sino que conformaron una tradición de estudio del paradigma de estu-
dio de la producción cultural, sino porque con lo realizado en el periodo que
dirigió el CCCS Stuart Hall, en los setenta, la atención se dirigió hacia el estudio
de lo cotidiano, las subculturas, el consumo de la cultura popular, y la lectura
ideológica de los medios de comunicación.
Estas tendencias de estudio fueron llevando a los ochenta a lo que Armand y
Michele Mattelart (1989) señalaban como el paso del paradigma “de lo sólido”
al de “lo fluido”, y que a finales de los noventa, en su libro Historia de las teorías
de la comunicación (1997), lo veían como el “regreso de lo cotidiano” donde se

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 143


Un acercamiento hemerográfico
recuperan escuelas de pensamiento de lo social que habían sido ignoradas en
otros momentos pero que al colocar la mirada en otras áreas de estudio como
la persona, el grupo social, las relaciones intersubjetivas dentro de la vida coti-
diana, se renovaba su brillo y su utilidad tanto conceptual como metodológica,
y donde se renovaban áreas de estudio como los Estudios Culturales, los Usos y
Gratificaciones, los Estudios de la Recepción Literaria, y señalaban que dentro
del interés del estudio de lo cotidiano, el consumidor y el usuario eran una
apuesta estratégica.
Un lugar donde se puede observar estos cambios es en la conformación
de uno de los principales paradigmas de estudio de la comunicación en los
últimos tiempos, el del Estudio de las Audiencias (Stevenson, 1998), donde
los Estudios Culturales tuvieron un papel importante, principalmente por la
evolución de la obra de David Morley que implicó superar una serie de enfo-
ques analíticos que emplearon a principios de los setenta, el paso de la mirada
semiológica a la sociológica, y de esta a la antropológica. A lo largo de sus
investigaciones, Morley encontró una serie de limitaciones de los modelos de
estudio anteriores y consideró que era importante dar más atención al espacio
social donde viven cotidianamente los sujetos, algo que señalaría incluso en la
década de los noventas con su libro Television, Audiences and Cultural Studies
publicado en 1992.
Atender ese espacio social de los sujetos es lo que abrió una nueva fase de
estudio. Morley publicó en 1988, Family telvision: cultural power and domestic
leisure, con la cual se adentró al espacio social de los sujetos receptores, y para
ello, se acercó a los contextos sociales, los hogares, desde los cuales las audien-
cias ven la televisión. La obra de Morley fue clave, entonces, para abrir nuevas
vertientes de estudio de la comunicación mediante el acceso a los contextos de
la vida cotidiana de las familias o de las audiencias, que se realizarán no sólo
en Inglaterra, sino en diversos países. Un autor en esta línea fue James Lull,
con varias obras, como World families watch television (1988), Inside family
viewing: ethnographyc research on television´s audiences (1990) y China turned
on: television, reform, and resistance (1991). Otro autor fue Roger Silverstone y
su “Sociología de la Pantalla” que presentó en su obra Televisión and everyday
life (1994), donde hace especial énfasis en el equipamiento tecnológico de
comunicación en los hogares. También hay que mencionar a Ien Ang con su
libro, Watching Dallas: soap opera and the melodramatic imagination, publicado
en 1986, donde estudia la popularidad del programa televisivo por medio de
una comprensión interpretativa de los placeres de la audiencia femenina, así

144 • Héctor Gómez Vargas


como a Janice Radway con su obra Reading the romance: women, patriarchy and
popular literature (1987), que influirá en varias investigaciones que intentaban
relacionar los temas de la identidad con los de la cultura de masas y la utopía
feminista.
La tendencia fue entonces, dirigir la mirada a la acción de los sujetos, sus
contextos sociales, la vida cotidiana, el ejercicio del poder y las prácticas de con-
sumo de la cultura y de los medios de comunicación. La vertiente más conocida
fue conocida como Estudios de la Recepción, y en los tiempos recientes pode-
mos ver en Inglaterra el grupo que trabaja en la London School of Economics
and Political Science, Media@LSE, donde unos investigadores, encabezados
por Roger Silvertone, abordan los cambios introducidos por la comunicación
mediática (Silvertone, 2005; Lievrouw y Livingstone, 2002), y la presencia de
Sonia Livingstone ha sido importante para los estudios del consumo y lo coti-
diano, así como de la recepción, principalmente por trabajos que ha realizado
recientemente sobre los nuevos medios y los jóvenes (Livingstone, 2002).
Pero también se puede observar la obra de Klaus Bruhn Jensen, quien en
1991 publicó junto con Nicholas Jankowski, Metodologías cualitativas de inves-
tigación en comunicación de masas, donde hacen un recuento de la presencia de
la metodología cualitativa en los estudios de la comunicación, y posteriormente
con su obra personal, La semiótica social de la comunicación de masas (1995),
en donde señala que en los estudios de la recepción, el punto crucial no es qué
hacen los medios con la gente, ni qué hace la gente con los medios, sino la
manera como ambos interactúan dentro de una vida social sígnica, con impli-
caciones para los dos tanto en la vida cotidiana como dentro de la estructura
de la sociedad, y propone el estudio dentro del pragmatismo (Jensen, 1997).
Otra veta importante para la renovación de los estudios de la comunicación
fueron los cambios que se dieron en el estudio de la cultura a mediados de la
década de los sesenta y principios de los ochentas a través de la antropología y
de la sociología. De la primera, con la obra de Clifford Geertz y la emergen-
cia de la antropología interpretativa o comprensiva, donde maduró lo que se
conoce como la “Concepción Simbólica de la Cultura”; de la segunda, con la
obra de Pierre Bourdieu y su propuesta teórica y metodológica para el análisis
de la cultura. La obra de Geertz fue una pauta importante para la concepción
simbólica de la cultura, que posibilitó la concepción de la autonomía de la
dimensión de lo simbólico, lo cultural, y la de Bourdieu dio los elementos
conceptuales y metodológicos para observar cómo lo simbólico se materializa
en prácticas, espacios, dinámicas donde se ponen en tensión los sentidos del

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 145


Un acercamiento hemerográfico
ejercicio del poder, de la concepción de la realidad, de las relaciones sociales,
a través de un proceso tanto histórico como cotidiano, y donde el consumo
de la cultura era un lugar idóneo y adecuado para observar a la cultura, y que
para los estudios de los medios de comunicación les permitió ubicarlos dentro
de un campo, del campo de la cultura.

América Latina: el retorno de lo popular


En la misma época en que los Mattelart hablaban del cambio de paradigmas,
en América Latina, Jesús Martín Barbero y Néstor García Canclini señalaban
algo similar: la importancia de pensar lo cultural y lo comunicacional en Amé-
rica Latina desde la experiencia de las clases populares en lo urbano, propia
de una expansión más de la modernidad y la ideología neoliberal. Y desde ahí
comenzaron a señalar la importancia de pensar lo popular a partir de ejes como
el consumo, lo cotidiano.
Con estos planteamientos no sólo se hacía evidente una tendencia genera-
lizada de investigadores y donde el caso de Martín Barbero y García Canclini
era representativo de un proceso que se estaba gestando: un distanciamiento
con las escuelas tradicionales de estudio de la comunicación, la necesidad de
un acto creativo teórico dentro de un escenario histórico, social y cultural par-
ticular como lo ha sido América Latina. Fue el momento en que los estudios
de comunicación se tornaron en cultura, y la línea de pensamiento desde la
cual se hacía la propuesta era la de los Estudios Culturales que con el tiempo
se le llegaría a conocer como los Estudios Socioculturales o Culturales Lati-
noamericanos.
Ubicar al C. C. desde la perspectiva de los Estudios Culturales representó
un cambio de giro para pensar a la cultura a diferencia de como lo había rea-
lizado la Teoría Crítica en los cuarenta y cincuenta y la Economía Política en
los sesenta y setenta, y con ello se buscaba pasar de mirar a la sociedad como
una de las manifestaciones más acabadas de la modernidad, por medio de la
cultura de masas, a la de una sociedad en tránsito a la postmodernidad, de una
cultura cada vez más mediática.
Con los Estudios Culturales se abrió una nueva posibilidad de encarar a
una serie de factores que preocupaban a las tradiciones anteriores, como sería
el caso de la forma de encarar a las culturas populares, que le irán dando un
peso más activo dentro de los procesos de incorporación a la cultura de masas
y donde era necesario re pensar los procesos de dominación que estos realizan.
Es por ello que la lectura ideológica fue la arena de estudio y los acercamientos

146 • Héctor Gómez Vargas


con la semiología y la psicología fueron importantes, que los llevaron a tratar
de desentrañar el proceso de recepción como un proceso de negociación. La
hegemonía de vertiente gramsciana puso el énfasis en la fuerza del individuo
como un producto socio cultural, donde se pone en juego los sentidos propios
de su cultura o las subculturas en las cuales se inserta y participa, y que son los
indicios de comprender la historia misma de la dominación, la tensión continua
por la lucha de los sentidos de la vida social, los procesos históricos tanto de la
conformación de las culturas y subculturas, de los modos comunicativos de la
sociedad y de las lecturas ideológicas.
La historia de cada una de las escuelas de pensamiento anteriores no es
fácil ni simple, como no lo fue la manera como llegaron y se insertaron en
América Latina, y en México, pues habría que agregar otras influencias en el
pensamiento latinoamericano como sería el caso de los estudios de la cultura
popular que provenían de Italia, inspirados en mucho por una tradición de
indagación sobre lo folklore y lo popular, y las renovaciones que hubo en al-
gunos investigadores por la obra de Gramsci (González, 1994) y la Sociología
de la Cultura que provenía de Francia, particularmente la influencia de la obra
de Pierre Bourdieu.
La Sociología de la Cultura se convirtió en una alternativa que renovaba
la visión e indagación de las nuevas dimensiones de lo popular, más cercanas
a una cultura popular urbana, entremezclada con la acción de la industria de
la cultura, de los medios de comunicación, ligada a los procesos históricos y
sociales de una región particular del continente que se encontraba en la tensión
por un impulso de renovación de su modernidad guiada por una economía
internacional que actuaba a través de la movilidad social que propiciaba nuevos
patrones y hábitos de consumo, y con la presencia creciente de nuevos medios
de comunicación y tecnologías de información y los mundos imaginarios que
estos portaban. Desde ahí se comenzó a pensar en las culturas populares en
América Latina, y de ahí emergió el concepto de Consumo Cultural.
No es gratuito que a partir de mediados de los ochentas y principios de los
noventa aparecieran en América Latina cinco propuestas de estudio donde la
cultura y la comunicación se interrelacionan para dar cuenta de procesos socio-
culturales contemporáneos: el Consumo Cultural con Néstor García Canclini;
los Usos Sociales de la Comunicación con Jesús Martín Barbero; los Frentes
Culturales con Jorge González; la Recepción Activa con Valerio Fuenzalida;
el Modelo de las Multimediaciones de la Recepción con Guillermo Orozco
(Jacks y Ecosteguy, 2005).

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 147


Un acercamiento hemerográfico
Es por ello que al hablar del consumo, García Canclini (1995, p. 45) dirá
que en él se construye parte “de la racionalidad integrativa y comunicativa de
la sociedad”, y con ello, coloca al consumo en un lugar central de los estudios
contemporáneos de lo social, lo cultural y lo comunicacional, y aunque reco-
noce a mediados de los noventa que “no existe una teórica sociocultural del
consumo”, hace una definición en la cual “el consumo es el conjunto de procesos
socioculturales en que se realizan la apropiación y los usos de los productos”.
Y de esa definición, y otras que van en un circuito de sentido similar, se
comenzó a desarrollar una perspectiva de estudio de la cultura y la comunica-
ción a través del C. C.

Trayectorias: hacia el consumo cultural


El estrecho vínculo de la Sociología Cultural con los estudios de la comunicación
desde la década de los ochenta significó un importante cambio conceptual y
metodológico, pues la concepción Sociosimbólica de la Cultura fungió como
un “artefacto de inteligibilidad” (Gergen, 1996), una constelación de conceptos,
en relación a una postura ontológica, epistemológica y metodológica necesarios
y suficientes para poder conformar una serie de programas de análisis y de
generación de conocimiento de los cambios de lo social contemporáneo.
Este fue el caso de los estudios del C. C. y de las distintas etapas de su corta
historia, como lo hemos expuesto anteriormente: de su ubicación como parte de
una serie de conceptos para crear un “mapa nocturno” (Martín Barbero, 1987)
que permita el estudio de la comunicación en tiempos de transformaciones so-
ciales y culturales en Latinoamérica, a su delimitación tanto conceptual propia,
como con respecto a otras perspectivas de estudio, y la conformación de una
red de conceptos y procedimientos para acceder al análisis del C. C., con lo
cual intenta hacer inteligible tanto sus propios procedimientos de objetivación
de sus estudios, como de sus objetos, temas y áreas de análisis.
Es decir, el programa de estudio e investigación del C. C. no apareció
conformado en sí mismo una vez que se ubicó su pertinencia y necesidad para
comprender a las sociedades latinoamericanas, sino que se hubo de crear en
una serie de pasos que son necesarios para toda propuesta teórica que pretenda
alcanzar niveles de seriedad científica y académica que van desde su visualización,
su descripción, la conformación y diferenciación de sus sistemas reflexivos,
discursivos dentro de contextos más amplios, hasta llegar a ser en sí mismos
autosuficientes para explorar y explicar una dimensión de estudio y análisis.
Esto fue realizado en parte por los estudios del C. C. a principios de la década

148 • Héctor Gómez Vargas


de los noventa y la manera como se definió estaba en relación a la conformación
de un mapa de conceptos que tanto complementan su visión, como cubrían
aquellas áreas que eran difíciles de explorar por si mismo y que requerían del
nicho de la dimensión sociocultural para realizarlo, pero igualmente las áreas
de estudio que la sustentaban y que daban cuenta tanto de sus posibilidades
como de sus límites, de su pertinencia y de sus orientaciones. Todo indica que
a partir que esto se realizó, cualquier estudio, por lo menos de corte académico,
que retomaba esta orientación, igualmente retomaba el mapa conceptual y
algunas de las áreas de estudio.
A partir de las reflexiones anteriores, para iniciar el proceso de sistematización
de lo que se ha publicado sobre el C. C. en algunas revistas especializadas de
investigación de la comunicación en México, procedimos a observar las áreas
de estudio del C. C. que se establecieron a partir de los noventa, para desde ahí
observar en dónde se han vinculado con las culturas juveniles. Para realizar lo
anterior, se decidió tomar dos libros que a lo largo del tiempo se han convertido
en referencia obligada y la base para quien pretenda reflexionar o realizar alguna
investigación del C. C., libros colectivos que en su estructura da cuenta de la

Tabla 3
Estructura libro consumo cultural en México

Consumo cultural
Consumo cultural y medios Consumo cultural
Teoría: y espacio urbano: de comunicación: y sujetos sociales:
Propuesta Cd. de México, Televisión: comunidades Interacción consumo
teórica símbolos colectivos y de referencia en el proceso cultural de los
uso del espacio urbano de recepción jóvenes
Espacio urbano y sector Telenovela, memoria
social y consumo y familia
en Coyoacán
C. C. y los movimientos Hábitos de radio de los
sociales jóvenes Cd. de México
Museo de Culturas
Populares como espacio
de recreación o expresión
de lo popular
Museo Templo Mayor
y apropiación
de los públicos
Fuente: García Canclini (1993)

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 149


Un acercamiento hemerográfico
manera como se organiza el material que da cuenta del C. C., y que esto da
en cierta forma una visión global. El primer libro revisado fue el coordinado
por Néstor García Canclini (1993), El Consumo Cultural en México, incluye
los siguientes capítulos, a los que en los hemos agrupado en algunas áreas de
estudio, como se puede ver en la tabla 3.
Como se puede ver, además del apartado teórico, se encuentran tres agendas
para estudiar al C. C.: el espacio urbano, los medios de comunicación, y los
sujetos sociales. Al abordar el espacio urbano podemos ver que principalmente
se realiza en la Ciudad de México, lugar donde trabaja García Canclini y el
grupo de investigación. Punto importante fue el C. C. de medios de comuni-
cación, con textos de investigadores invitados que trabajan la recepción y los
públicos de la televisión, con lo cual es posible comenzar a abordar algunas de
las relaciones que irá adquiriendo el estudio del C. C. con los estudios de la
recepción y los públicos de los medios. También es interesante ver que hay dos
trabajos donde entran los jóvenes.
Dos de las principales áreas de estudio que aparecen en la estructura del
libro coordinado por García Canclini tienen que ver con dos de los principales
ejes por medio de los cuales se ubica la acción del C. C., es decir, de los bienes
simbólicos situados y de los bienes simbólicos “a domicilio”, que tienen que ver
con la dimensión de lo público y la vida urbana, y la dimensión de lo privado y
la vida en el hogar, con lo cual se abren dos grandes espacios para ver y observar
al C. C., tanto en los espacios públicos, como en la acción de los medios de
comunicación, pues en ellos se dan los “procesos comunicacionales masivos
que generan a la vez una homogenización y una diferenciación más acentuadas
que en el pasado” (García Canclini y Piccini, 1993, p. 54). Esto abre un área de
estudio que se vinculará estrechamente con el estudio de los medios de comu-
nicación, pero igualmente será debido a como García Canclini (1993ª, p. 24)
define al mismo C. C. al verlo como “el conjunto de procesos socioculturales
en que se realizan la apropiación y usos de los productos”, como una manera
de diferenciar al consumo de su racionalidad eminentemente economicista,
pues como expresa:

“No oculto cierta incomodidad ante el término consumo, excesivamente cargado


por su origen económico; pese a sus insuficiencias, lo veo como el más potente
para abarcar las dimensiones no económicas en relación con otras nociones afines:
recepción, apropiación, audiencias o usos” (1993ª, p. 25).

150 • Héctor Gómez Vargas


Este libro es importante porque por primera vez no sólo se menciona la
importancia del estudio del C. C. y se explicita conceptual y metodológicamen-
te, sino que se hace de manera colectiva, bajo un programa de investigación,
y se le aborda desde distintas perspectivas, abriendo el panorama de lo que es
básico y posible investigar para pensar el C. C. Igualmente porque organiza
la mirada conceptual y metodológica para observar y acceder al C. C. que al
parecer servirá como base para estudios subsiguientes.
El segundo libro revisado fue el coordinado por Guillermo Sunkel (1999)
sobre el C. C. en América Latina, encontramos la siguiente estructura, por las
diferentes partes que presenta, y contenido, por los diferentes capítulos que
lo conforman:
Tabla 4
Estructura del Libro el Consumo Cultural en América Latina

Aproximaciones Usos y prácticas


teóricas del Consumo Apropiación arte Consumo
y metodológicas: Cultural: y patrimonio: de medios:
Recepción de El C. C. en Público de arte en Consumo de perió-
medios-consumo Venezuela México: la exposición en la transición
cultural Hammer democrática en Chile
Propuesta teórica C. C. y La apropiación del Radio: memorias
del C. C. entretenimiento patrimonio mexica de la recepción
en Sao Paulo en el Museo del
Templo Mayor
Televidencia Ocio, prácticas, Radio: preferencias
y Mediaciones medios musicales
en Sao Paulo
Consumidores Trayectos del Géneros televisivos
Nomádicos consumo, itinerarios y culturas
biográficos y C. C. del protagonismo
Modernidad, estilos
de vida y consumo
de televisión
en Chile
Fuente: Sunkel (1999)

Nuevamente aparece el apartado teórico, incluyendo lo metodológico, y


tres áreas de reflexión y estudio: usos y prácticas, apropiación del arte y del pa-
trimonio, y el consumo de medios. Pareciera que lo que tienen en común es el
consumo de medios, y la diferencia anterior es el uso y prácticas del Consumo
Cultural, así como la apropiación del arte.

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 151


Un acercamiento hemerográfico
Lo interesante es la manera como se aborda el C. C., donde tanto en lo
teórico y lo metodológico se vincula con la recepción y las audiencias, con los
usos y la apropiación. Los ejes de estudio sobre los usos y las prácticas también
son importantes, pues se tiende a relacionar con los medios de comunicación,
con lo cotidiano y con el entretenimiento, lo cual nos lleva nuevamente a los
hábitos, usos, exposición de medios. Por su parte, la apropiación del arte se
hará a través de dos elementos que igualmente estarán presentes dentro de la
constelación que los estudios del C. C. van atrayendo dentro de su órbita: los
públicos, los espectadores.
Este libro es importante porque refleja, a unos cuantos años del libro co-
lectivo de García Canclini, lo que se estaba pensando e indagando en América
Latina, y porque tanto tiene puntos de coincidencia importantes con el libro
coordinado por García Canclini, como porque abre otras áreas del C. C., que
igualmente crecerá y serán parte de las agendas para algunas instituciones en-
cargadas del fomento de políticas y gestión cultural.
A partir de lo anterior, podemos sintetizar que las áreas de estudio del C.
C. que se han tendido a privilegiar, son:
• Consumo de medios.
• Espacio público.
• Usos y prácticas.
• Apropiación del arte y patrimonio.
• Sujetos sociales.
E igualmente podemos señalar que al C. C. se le vincula con los siguientes
conceptos, con lo cual puede entrar la confusión de que si se hacen estudios
de ellos se está haciendo estudios del C. C.:
• Recepción.
• Uso social.
• Audiencia.
• Exposición.
• Hábitos.
• Preferencias.
• Entretenimiento.
• Tiempo libre.
• Cotidianeidad.
Y, finalmente, que al hablar de consumidores, se le vincula con:
• Público.
• Receptor.

152 • Héctor Gómez Vargas


• Audiencia.
• Espectadores.

La tendencia, entonces ha sido el de señalar un concepto y una relación


de conceptos homologables o complementarios, que permiten la búsqueda de
un espectro específico de prácticas, espacios, sujetos, donde en ocasiones los
límites entre ellos son imprecisos, pero que teórica y metodológicamente tienen
implicaciones más profundas.
Punto importante para revisar la relación del C. C. y los jóvenes es la diferen-
cia en la manera como la abordan los estudios de la comunicación y los estudios
de la cultura, o los mismos estudios de la juventud: mientras que en el primer
caso tiende a predominar el abordaje del consumo de medios de comunicación,
en los otros dos tiende a predominar el abordaje de la apropiación y uso de los
espacios públicos y las interacciones de las culturas y subculturas juveniles.

Consumo cultural y jóvenes en México:


un acercamiento hemerográfico

Comunidad y producción de sentido


La manera como procedimos a dar cuenta sobre lo que se ha publicado fue a
través de acceder a algunas de las principales revistas sobre comunicación que
se han publicado en México desde mediados de la década de los ochentas, en
concreto, las siguientes revistas: Estudios Sobre las Culturas Contemporáneas
(ESCC), de la Universidad de Colima; Comunicación y Sociedad (CyS), de la
Universidad de Guadalajara; Anuario de Investigación de la Comunicación (AIC),
del Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación de las Ciencias de la
Comunicación (CONEICC); Espacios de Comunicación (EC), de la Universidad
Iberoamericana; Razón y Palabra (RyP), del Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Monterrey, Campus Estado de México.5
En México podemos encontrar una serie de trabajos que han sistematizado lo
que algunas revistas han publicado y contribuido a la generación y difusión del
conocimiento sobre la comunicación (Fuentes Navarro, 2004ª, 1996; Ramírez
y Ramírez, 2004). Asumimos que en las revistas académicas de la comunicación
en México es posible dar cuenta de la atención al C. C., y la manera como se

1
Esta es la única revista en formato electrónico, y que se puede visitar en: http://www.cem.
itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 153


Un acercamiento hemerográfico
ha vinculado con el CACM, la relación que ha tenido con las culturas juveniles,
desde la óptica de los estudios de la comunicación.

Producto
Primero es importante dar cuenta de algunos elementos que nos permitan
ponderar la presencia de textos sobre el C. C. en las revistas consultadas, y
algunos datos los podemos encontrar en la tabla número 5.
Tabla 5
Revistas consultadas: institución, ejemplares años de publicación
Total de
Institución números Años
Revista que la publica consultados comprendidos
Anuario de Investigación
de la Comunicación CONEICC 11 1994 – 2004
Comunicación y Sociedad Univ. de Guadalajara 11 1992 – 2000
Espacios de Comunicación Univ. Iberoamericana
Santa Fe 4 1996 – 2000
Estudios sobre las
culturas contemporáneas Univ. de Colima 27 1987 – 2001
Razón y palabra ITESM Estado de México 46* 1996 – 2005
*Se incluye un ejemplar clasificado como edición especial

De entrada, tenemos un panorama que comprende desde 1987 al 2005,


en unos casos, lo cual nos permite tener una visión general del periodo en el
cual se estaba comenzando a hablar del C. C. hasta el presente. De las cinco
revistas, dos son publicadas en el interior del país (Guadalajara, Colima), una
en el Estado de México, otra en la Ciudad de México y la otra de manera itine-
rante por decisiones y estatutos del CONEICC. De las cinco, sólo la de Espacios
de Comunicación ha dejado de publicarse, pues tuvo un periodo de vida corto
(1996-2000). La presencia de las revistas del interior del país indica una serie
de elementos de la conformación del campo académico de la comunicación,
entre ellos, la presencia que ha tenido las ciudades de Colima y Guadalajara, y
algunos de sus investigadores, para la conformación del campo, y cuyas revistas
han sido reconocidas a nivel nacional e internacional, y que en el caso de la
revista ESCC ha sido parte de un centro de investigación de lo que Gilberto
Giménez (2003, p. 64) denomina como “Cultura Moderna en México”.
De las cinco revistas consultadas, tres de ellas se revisaron el total de números
editados, y sólo en dos (C y S, ESCC) se revisaron la mayoría de los números,

154 • Héctor Gómez Vargas


faltando unos cuantos ejemplares pendientes. Destaca la diferencia que hay entre
las revistas impresas y la electrónica en lo referente a la cantidad de números
editados, lo que hace evidente la dificultad que implica imprimir y la facilidad
de subir en línea documentos.
En relación a los textos que han publicado las cinco revistas, lo podemos
observar en la tabla número 6.
Tabla 6
Textos publicados, textos vinculados con el C.C.
Textos publicados Textos Tipo de documentos
en los números vinculados que abordan CC
Revista con CC Reflexivo Empírico
Anuario de Investigación
de la Comunicación 149 18 8 10
Comunicación y Sociedad 109 9 4 5
Espacios de Comunicación 93 8 5 3
Estudios sobre las culturas
contemporáneas 236 13 11 2
Razón y palabra 831 11 9 2
Total 1,418 59 37 22

Si consideramos como un conjunto el periodo de años que comprenden


a las cinco revistas, dieciocho años, vemos que han contribuido con una no
despreciable cantidad de documentos, es decir, con 1, 418, y se puede observar
que la cantidad de artículos puede ir de acuerdo a la tendencia de la cantidad
de números editados por cada una de ellas, aunque llama la atención que el
AIC ha crecido sensiblemente con 11 números, y que RyP ha publicado como
un 60% de los artículos, con un promedio de 18 por cada edición.
Ahora bien, si la cantidad de artículos es considerable, cuando revisamos
aquellos que están vinculados con el C. C., vemos que sólo son 59 textos,
lo cual representan un aproximado del 4% de la producción total, donde el
AIC, ESCC y RyP son los que más han publicado al respecto. Pero si de esos
59 documentos revisamos cuáles son de carácter eminentemente reflexivo,
teórico, y cuáles aportan material empírico, vemos que 37 corresponden a lo
primero y 22 a lo segundo, con lo cual comenzamos a ver que el tema del C.
C. ha tendido a ser más un espacio de reflexión que de indagación. De la parte
reflexiva, destacan las revistas de ESCC y RyP, mientras que en el empírico
destaca la presencia del AIC.

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 155


Un acercamiento hemerográfico
Temáticas, enfoques, metodología
Si enfocamos otros elementos de los textos publicados en las cinco revistas que
abordan al C. C. hemos de tener en cuenta algo que ya se había señalado, en el
sentido de que el C. C. tiende a expandirse, vincularse o incluirse por medio de
otros conceptos, como hábitos, exposición, recepción, etcétera. Es por ello que
toca observar los temas que han abordado, los enfoques y las metodologías.
Respecto a los temas, esto puede verse más claramente en la tabla 7.
Tabla 7
Temáticas de los textos publicados sobre C. C.
Revistas
Anuario de Estudios sobre
Investigación de Comunicación Espacios de las culturas Razón
Temáticas la Comunicación y Sociedad Comunicación contemporáneas y palabra
Acceso a
tecnología 1
Audiencias 1 1 1
Consumo 1 3 1
Cultura
del consumo 2
Cultura Juvenil 1 2 1
Efectos 3
Espacios 1
Experiencias
mediadas 1
Exposición 5 1 1
Globalización
y políticas
culturales 2
Ind Culturales 2
Inv. sobre
recepción 1
Oferta
y consumo 1
Ofertas culturales 1
Prácticas 2 1 1 3 2
Preferencias 1
Procesos
simbólicos 2
Públicos 2
Recepción 2 2 2 2 1
Representación
del cuerpo 1 1
Total 18 9 8 13 11

156 • Héctor Gómez Vargas


Un primer punto a destacar es que con la revisión de los documentos, se
registraron 20 temáticas que puede dar un panorama complicado y disperso,
que requeriría una revisión y re organización. Sin embargo nos da pistas im-
portantes.
En primer lugar observamos la tendencia de asimilar la recepción con el C.
C., pues es la que más prevalece en las cinco revistas, con un total de 9 textos,
seguida de la temática de las prácticas (8), la exposición a los medios (7), el
consumo (5) y finalmente la cultura juvenil (4). Temáticas como audiencias,
efectos de los medios, cultura del consumo, industrias culturales, procesos
simbólicos, públicos y representación del cuerpo, tienen una presencia menor,
con 3 o 2 textos.
Por su parte, si ahora vemos el enfoque desde dónde se abordan las temáticas,
tendríamos lo siguiente:
Tabla 8
Enfoque de los textos sobre C. C.
Industrias Estudios Estudios de Usos y Socio- Antropo-
Revista culturales culturales recepción gratif. lógico lógico
Anuario de
Investigación de
la Comunicación 1 5 5 1 1 0
Comunicación
y Sociedad 1 4 0 1 3 0
Espacios de
Comunicación 0 3 2 0 0 1
Estudios sobre las
culturas contemporáneas 0 4 3 0 4 1
Razón y palabra 0 1 1 0 2 1
Total 2 17 11 2 10 3

Lo que aparece en esta tabla es algo que igualmente se prefiguró: la presencia


de los Estudios Culturales como la principal óptica que ha permitido abordar al
C. C., y su vínculo estrecho con los estudios de la recepción, pues entre ambos
hay 28 documentos con esos enfoques, seguidos por el sociológico (10), que
igualmente habla de una tendencia generalizada de los estudios de la comuni-
cación en México, y es menor la presencia de los enfoques antropológicos, o
desde las industrias culturales y los usos y gratificaciones.
Esto se ve ratificado por los autores que más son empleados para conformar
el marco teórico de los textos publicados. Estos autores los podríamos agrupar
en dos bloques. En el primer bloque hay cinco autores que predominan en los

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 157


Un acercamiento hemerográfico
marcos teóricos: Néstor García Canclini, Jesús Martín Barbero, Pierre Bordieu,
Guillermo Orozco y David Morley. El libro más citado es de los medios a las
mediaciones y el texto El consumo sirve para pensar publicado en la revista Diálogos
de la comunicación, editada por FELAFACS. Igualmente, de ambos autores está
presente gran parte de su producción. En un segundo bloque también podemos
mencionar otros autores que dependiendo de lo que se pretenda argumentar
son citados: Adorno y Horkheimer, John B. Thompson, José Carlos Lozano,
Jorge González, Mauro Wolf y Enrique Sánchez Ruiz.
Al vínculo con la recepción, hay que añadir la tendencia de los enfoques
de los Estudios Culturales, lo cual tendrá un impacto en las metodologías em-
pleadas para su abordaje, donde un punto que es importante considerar es que
tiende a haber una ausencia explícita y reflexiva del empleo de metodología,
probablemente por lo reducido del espacio de publicación, pero igualmente por
la costumbre de no hacerlo visible por parte de algunos investigadores.
Esto nos habla de los alcances mismos que puede tener los trabajos sobre el
C. C., el tipo de miradas que se concentran sobre aspectos que tienden a oscilar
entre pretensiones de aspectos particulares, a miradas generales, más amplias de
una ciudad, región o el país, como puede ser observado en la tabla 9, donde se
puede observar los sujetos que fueron tomados para estudio o reflexión.

Tabla 9
Sujetos de estudio en los textos sobre C. C.
Jóvenes Mayores Soc. en Sin
Revista y niños Mujeres de 18 Familia general especificar
Anuario de Investigación
de la Comunicación 6 2 1 2 6 1
Comunicación y Sociedad 4 0 0 1 3 1
Espacios de Comunicación 3 1 0 1 3 0
Estudios sobre las culturas
contemporáneas 2 0 0 1 10 0
Razón y palabra 4 1 0 0 6 0
Total 19 4 1 5 28 2

Lo que ahora vemos es que los textos tienden a hablar del C. C., recepción,
prácticas, exposición a los medios, de una manera general, intentando dar
visiones más o menos amplias de una ubicación geográfica, ante la presencia
de 28 textos. La segunda tendencia es hacia los jóvenes y a los niños con 19
documentos, y con una presencia mucho menor es a ver lo que sucede en las
familias (5) y las mujeres (4).

158 • Héctor Gómez Vargas


Pareciera que la atención del C. C., a través de distintas entradas temáticas,
es para describir o explorar lo que sucede en algún lugar o zona, pero por otro
lado, son los jóvenes y los niños los que más llaman la atención.

Tratamientos
Se puede pensar que el C. C. ha sido tomado en cuenta y que ha sido impor-
tante, pero si vemos la tabla 10, donde se aborda las áreas de estudio del C.
C., se sigue reforzando que la tendencia ha sido más hacia lo reflexivo, con
pretensiones teóricas y/o metodológicas:
Tabla 10
Áreas de estudio del C. C. y textos publicados
Espacio Consumo
público/ cultural
Teórico/ Prácticas Consumo y sujetos
Revista Metodológico y usos de Medios sociales
Anuario de Investigación
de la Comunicación 3 2 8 5
Comunicación y Sociedad 4 2 1 2
Espacios de Comunicación 5 0 1 2
Estudios sobre las
culturas contemporáneas 8 2 1 2
Razón y palabra 4 2 4 1
Total 24 8 15 12

Se vuelven a confirmar que el principal acento ha sido sobre teorizar o re-


flexionar sobre el C. C., al ver 24 textos en el área de la teoría y la metodología,
así como otro acento tiende a colocarse igualmente en el consumo de medios,
con 15 documentos. Si a esto agregamos el enfoque dado en los diversos tex-
tos, encontramos que las áreas señaladas en la tabla 8 se ratifican de manera
significativa, como lo podremos observar ahora en la tabla 11.
Tabla 11
Enfoque de los textos sobre el C. C.
Revista Consumo Consumo + Medios Jóvenes
Anuario de Investigación de la Comunicación 9 8 1
Comunicación y Sociedad 5 4 0
Espacios de Comunicación 1 4 3
Estudios sobre las culturas contemporáneas 6 5 2
Razón y palabra 6 3 2
Total 27 24 8

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 159


Un acercamiento hemerográfico
Los acercamientos hacia los jóvenes tienden a decrecer sensiblemente, aun-
que es posible encontrar un vínculo con algunos que han abordado el área del
consumo de medios de comunicación, principalmente con la televisión, con
lo cual, los jóvenes tienden a ser vistos como receptores, audiencia, públicos de
los medios y usuarios de nuevas tecnologías de información.

Conclusiones

Hemos de recordar que dado el perfil y el alcance del presente trabajo, lo que
hemos dicho son algunas aproximaciones sobre el C. C. que se han de tomar
como hipótesis de trabajo, más que como conclusiones definitivas y globales.
Desde esa perspectiva, podemos agregar a manera de conclusiones algunas cosas
que igualmente deben ser tomadas como meras hipótesis.
Al principio del presente trabajo nos preguntábamos sobre la importancia
que han tenido y tienen los estudios sobre el C. C. y apuntábamos que ante
la centralidad que van teniendo los medios de comunicación y la dimensión
cultural, nos parecía que ha sido importante como un recurso de conocer las
transformaciones sociales y culturales en América Latina. Sin embargo, la can-
tidad de trabajos encontrados en las revistas nos hace pensar que su estudio y
abordaje ha sido más modesta que otras áreas, agendas y temáticas de estudio
dentro de los estudios de la comunicación.
Es por ello que, como se ha visto a lo largo del presente trabajo, dentro
de los estudios de la comunicación, el C. C. se ha centrado en el consumo
de medios con un fuerte acento en la televisión, a través de la tendencia del
estudio de la recepción o de las audiencias, donde de experiencias mediadas
son las que dominan los espacios de tiempo libre, esparcimiento o diversión
de los sujetos el ámbito urbano moderno, y poco se han abordado el estudio
de otro tipo de consumo: arte, música, patrimonio, actividades en espacios
externos o de grupos, a diferencia de lo que ha hecho desde los estudios de la
cultura que provienen más bien de la antropología, los estudios literarios, la
sociología, la estética.
Por otro lado, la reflexión teórica coincide plenamente con lo encontrado
en la producción académica en las revistas. Refleja la complejidad del fenó-
meno del C. C. y los cruces o empalmes que se han realizado, y esto puede
un indicio de que se refleja algo más profundo, es decir, la manera como se ha
trabajado a la comunicación y a la cultura en México, entre ellos destacamos
de manera sintética lo siguiente: los problemas que tienen los estudios de la

160 • Héctor Gómez Vargas


cultura dentro de un programa científico para conformar modelos que dentro
de su programa cognitivo tienden a crear objetos de estudio a un nivel emi-
nentemente descriptivo, lo cual se ve reflejado en el C. C. en el sentido de que
no se ha consolidado una constelación de redes conceptuales que permitan la
conformación de un “árbol de búsqueda” donde se construya un sentido y la
regencia de un objeto de estudio, pues las regencias continuas a diversos con-
ceptos como se ha hecho no lo ha permitido, y ha propiciado una compleja
relación de ires y venires entre escuelas de pensamiento de lo social y la comu-
nicación que va de la escuela sociológica funcionalista a la sociología crítica y
la sociología cultural; por lo mismo, se puede decir que se han localizado una
serie de fenómenos de la realidad que atraen la atención, pero no se ha logrado
conformar una teoría sustantiva del C. C. que vayan permitiendo configurar
un modelo formal para su estudio.
Si bien no ha logrado consolidar lo anterior, si podemos decir que los estu-
dios del C. C. han abierto áreas importantes que han posibilitado su estudio,
han generado información y reflexión importante y significativa, que empieza
a tener formas específicas, a particularizarse, donde hace falta afinar más la
mirada, trabajar más a profundidad, de manera sistemática y colectiva.
Igualmente nos preguntábamos sobre cuál era la situación de los estudios del
consumo de jóvenes, y desde la sistematización realizada, parece que hay mucha
inquietud, pero poca atención ante una tendencia de estudio más generalizada.
Por lo menos en los tiempos más recientes se ha ido ganando conciencia de la
importancia de la presencia de los jóvenes en momentos de la expansión de lo
internacional, de lo global, de las mutaciones en las ciudades, de las formas y
relaciones sociales, de la presencia de imaginarios colectivos con ambiciones
internacionales, donde tiende a considerarse que ellos son principalmente
quienes viven esas transformaciones y son los principales usuarios de los medios
de comunicación.
Reconociendo que nos hace falta completar y afinar más la sistematización,
tanto de las revistas consultadas como de otros materiales que habría que in-
cluir, para poder dar paso a decir qué es lo que sabemos sobre el C. C. y los
jóvenes, en estos momentos nos parece que hace falta más trabajo conceptual
y analítico sobre los mismos jóvenes, de abrir el espectro a otros medios de
comunicación y de las nuevas tecnologías de información, de vincularlo con
otro tipo de consumo de medios y de ofertas de consumo juveniles que se van
multiplicando aceleradamente, de observar tanto la nueva ecología de medios
y de nuevas tecnologías de información, la manera como altera los procesos

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 161


Un acercamiento hemerográfico
de producción, difusión, fijación de materiales simbólicos, y consumo, dentro
de entornos y dinámicas varias, donde los jóvenes no sólo son espectadores
“multimedios” como señaló en su momento García Canclini, sino diversidad
de actores sociales y usuarios de medios, donde las fronteras conceptuales que
se han empleado se trastocan e intercambian continuamente (receptor, usuario,
audiencia, espectador, consumidor) y que colocan nuevos retos no sólo al estudio
del C. C., sino a los de la recepción y las audiencias, pues todo ello nos lleva a
otro elemento más que el desarrollo de las nuevas tecnologías de información está
posibilitando, es decir, no sólo las nuevas comunidades virtuales, sino que por
el momento, los jóvenes son creadores de formas y productos mediáticos.
Lo que se ha revisado sobre el C. C. de los jóvenes también es significativo,
y toca afinar la mirada para tener mayor claridad en lo que se ha logrado, y
para poder definir con más seguridad lo que tocaría hacer a continuación. Eso
es parte de lo que debería venir a continuación dentro de la sistematización
que estamos realizando.

Bibliografía
Documentos sistematizados por revista:
• Espacios de Comunicación. Universidad Iberoamericana.
Urteaga M. (1996). Cultura e identidad femenina: el caso de las chavas Activas Punk,
No. 1.
Saintout, F. (1998). Las encrucijadas del receptor, No. 2.
Gómez, H. (1998). Procesos históricos de recepción radiofónica, No. 2.
Morales, R. (1998). De redes, creadores y sujetos otros: las redes de comunicación y
cultura en los jóvenes, No. 2.
Morales, R. (1998). El filin de la vida, Cultura, comunicación y cotidianeidad
urbana, No. 3.
Guadarrama, L. A. (1998). Hacia una cultura audiovisual entre los jóvenes, No. 3.
Inestrosa, S. (2000). Consumo televisivo de los hispanos en el occidente de la ciudad
de Phoenix, No. 4.
Morales, R. (2000). La juventud como imagen, No. 4

• Anuario de la Investigación de la Comunicación. CONEICC.


Esteinou, J. (1994). Televisión nacional y globalización cultural: el caso de México,
No. I.
Lozano, J. C. (1994). Recepción y uso de medios de comunicación en los jóvenes
fronterizos, No. I.

162 • Héctor Gómez Vargas


Martínez, F. (1994). Televisión y aprovechamiento escolar en los niños de primaria de
Monterrey, Nuevo León, No. I
Ramos, D. (1994). Exposición a la televisión, uso de medios impresos y razonamiento
verbal entre jóvenes universitarios, No. I.
Gómez, H. (1995). Propuestas para pensar procesos históricos de recepción radio-
fónica, Biografías, memoria y trayectorias familiares, No. II.
Orozco, G. y Viveros, F. (1996). La oferta de televisión y su percepción por jóvenes
de la ciudad de México. Aproximaciones de una exploración integral de la
televidencia, No. III.
Esteinou, J. (1997). Medios de comunicación y transformación de la familia, No.
IV.
García N, E. (1997). La investigación de la recepción televisiva en México, No. IV.
Lozano, J. C. (1997). Consumo de cine extranjero en Monterrey, No. IV.
Aceves, F. (1997). Radionoticieros, información política y proceso electoral: Un acer-
camiento desde la perspectiva de los usuarios, No. IV.
De la Garza, Y. (1997). Patrones de exposición televisiva de jóvenes de preparatoria
de la ciudad de Monterrey, No. IV.
Gómez, H. (1999). La configuración de públicos culturales. Biografías radiofónicas:
navegar entre mundos sociales paralelos y progresiones tecnológicas, No. V.
Cornejo, I. (2000). La construcción social y simbólica de las Chavas Activas Punk,
No. VI.
Gómez, H. (2000). Para pensar la comunicación en las regiones. La gestación de ofertas
culturales y públicos cinematográficos en León, No. VI.
Piccini, M. (2001). Vida cotidiana y prácticas culturales en la ciudad de México. De
la vida de las mujeres, No. VII.
Morales, R. (2001). De sujetos, redes y prácticas culturales, No. VIII.
Pedroza, G. ((2002). El estudio de las audiencias: Una revisión de las aproximaciones
europeas y estadounidenses. No. IX.
Huerta, E. y Cerda, A. (2002). Qué y cómo se ve televisión en México: oferta y consumo
en tres áreas metropolitanas, No. IX.

• Comunicación y Sociedad. Universidad de Guadalajara.


De la Vega, E. (1992). Cine e industria cultural en México: ¿Hacia un enfoque so-
ciológico?, No. 14-15.
Gómez, H. (1992). En búsqueda de las audiencias radiofónicas, No. 14-15.
Renero, M. (1997). La influencia de la televisión en la juventud es algo más que
una ideología. Aproximación cualitativa a las comunidades de significación
familiar, No. 29.

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 163


Un acercamiento hemerográfico
Vassallo, M. I. (1997). Exploraciones metodológicas en un estudio de recepción de
telenovela, No. 29.
De Galperin, H. (1997). Las industrias culturales en los acuerdos de integración
regional. El caso del TLCAN, la UE y el MERCOSUR, No. 31.
De la Peña, G. (1998). Del imaginario internacional de jóvenes regiomontanos, No. 33.
Caballero, R. y Pineda, R. M. (1999). Consumo y exposición de adolescentes a los
medios masivos de comunicación, No. 35.
Santagada, M. y Dimatteo, C. (2000). La cultura en la versión escolar. Un estudio
de los saberes juveniles, No. 37.
Crovi, D. (2000). Los jóvenes ante la convergencia tecnológica ¿integración o exclu-
sión?, No. 38.

•Razón y Palabra. ITESM Estado de México.


Cruzvillegas, E. (1997). Los jóvenes y la televisión en México ¿En qué creen los
jóvenes?, Edición especial del Congreso Generación McLuhan.
Morales, R. (1997). De redes, creadores y sujetos otros: las redes de comunicación y
cultura en los jóvenes. Edición especial del Congreso Generación McLuhan.
Esteinou, J. (1999). Medios de comunicación y violencia, No. 13.
Arteaga, M. (2000). Un toque mágico: el concierto en el rock mexicano de los noven-
tas,. No. 18.
Mc Phail, H. (2002). Cuerpo y cultura, No. 25.
Byrd, A. (2002). Diálogos electrónicos, No. 26.
Aguado, J. (2002). La mediación tecnológica de la experiencia: la globalización de los
marcos experienciales en la construcción de imaginarios socioculturales, No. 27.
Garrido, M. (2002). Cuarenta años de investigación de los efectos de violencia en
prensa y televisión, No. 27.
Nicolás, M. (2004). Tecnología y juventud en la comunicación publicitaria, No. 39.
López, A. y Castelló, E. (2004). El paradigma mercantil en la generación de cultura
mediática. Experiencia V. S. consumo, No. 39.
Kellner, D. (2004). Media cultura and the triumph of the spectacle, No.39.

• Estudios Sobre las Culturas Contemporáneas. Universidad de Colima.


González, J. (1987). Los frentes culturales. Culturas, mapas, poderes y luchas por las
definiciones legítimas de los sentidos sociales de la vida. Época I, No. 3.
Martín, J. (1987). La comunicación desde la cultura. Crisis de lo nacional y emergencia
de lo popular. Época I, No. 3.
Alfaro, R. M. (1988). Los usos sociales populares de la telenovela en el mundo urbano.
Época I, No. 4-5.

164 • Héctor Gómez Vargas


De Garay, A. (1989). Prolegómenos al estudio de la cultura rock. Época I, No. 6.
González, J. (1991). Juego peligroso. Ferias, memorias urbanas y frentes culturales.
Época I, No. 12.
Reguillo, R. (1993). Las tribus juveniles en tiempos de la modernidad. Época I,
No. 15.
Mata, M. C. (1994). Públicos, identidad y cultura. Aproximaciones culturales. Época
I, No. 16-17.
González, J. (1994). La transformación de las ofertas culturales y sus públicos en
México. Época I, No. 18.
Pronovost, G. (1995). Medios: elementos para el estudio de la formación de los usos
sociales. Época II, No. 1.
Jacks, N. (1996). Audiencia nativa: cultura regional en tiempos de globalización.
Época II, No. 3.
Medina, F. (1998). El centro comercial: una burbuja de cristal. Época II, No. 8.
Lozano, J. C. (2000). Oferta y consumo de contenidos televisivos transnacionales en
México. Época II, No. 12.
González, J. (2001). Frentes culturales: para una comprensión dialógica de las culturas
contemporáneas. Época II, No. 14.

• Libros
Fuentes, R. (2004). La producción social de sentido sobre la producción social de sentido:
una propuesta de re-conocimiento para el campo de estudios de la comunicación,
en Fuentes, R. (coordinador), producción, circulación y reproducción aca-
démicas en el campo de la comunicación en México. México: ITESO.
Fuentes, R. (1997). Consolidación y fragmentación de la investigación de la comu-
nicación en México, 1987-1997, en comunicación y sociedad. Universidad
de Guadalajara, no. 30.
Galindo, J. (2005). Hacia una comunicología posible en México. Una historia del
campo académico de la comunicación y la teoría. Material de trabajo del
seminario hacia una comunicología posible, de la red de estudios en teoría
de la comunicación y comunicología. Bajado de: http://www.geocities.
com/seminariocomunicologia
García, N. (1999). La globalización imaginada. México: Editorial Paidós.
García, N (1995). Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la
globalización. México: Editorial Grijalbo.
García, N (1993). El consumo cultural en México. México: CNCA.
García, N. (1993ª). El consumo cultural y su estudio en México, en García Canclini,
n. (coordinador), el consumo cultural en México. México: CNCA.

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 165


Un acercamiento hemerográfico
García, N (1988). Cultura transnacional y culturas populares. Bases teórico-meto-
dológicas para la investigación, en García Canclini, N. y Rocangliolo, R.
(editores), cultura transnacional y culturas populares. Lima: Instituto para
América Latina.
García, N. (1987). Ni folklórico ni popular: ¿qué es lo popular?, en diálogos de la
comunicación. Felafacs, no. 17.
García, N (1987ª). ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?, en
comunicación y culturas populares en Latinoamérica. México, FELAFACS
y editorial Gustavo Gili.
GarcÍa, N. (1982). Las culturas populares en el capitalismo. México: Editorial nueva
imagen.
Garcia, N y Piccini, M. (1993). Culturas de la ciudad de México: símbolos colectivos
y usos del espacio público, en García Canclini, N. (coordinador), el consumo
cultural en México. México: CNCA.
Gergen, K. (1996). Realidades y relaciones. Aproximaciones a la construcción
social. Barcelona: Editorial Paidós.
Gimenez, G. (2003). la investigación cultural en México. Una aproximación, en
Valenzuela, j. M. (coordinador), los estudios culturales en México. México:
Fondo de Cultura Económica.
Gonzalez, J. (1994). Más (+) cultura (s). Ensayos sobre realidades plurales. México:
CNCA.
Jacks, N. (1996). Tendencias latino-americanas nos estudos da recepcao, en Famecos.
Porto alegre, no. 5.
Jacks, N. y Ecosteguy, A. C. (2005). Comunicação e recepção. São Paulo: Hacker
editores.
Jensen, K. B. (1997). La semiótica social de la comunicación de masas. Barcelona:
Editorial Bosh.
Lievrouw, L. y Livingstone, S. (editors) (2002). Hanbook of new media: social shaping
and consecuences of ict´s. London: Sage.
Livingstone, S. (2002). Young people and new media. Great Britain: Sage.
Maigret, E (2005). Sociología de la comunicación y de los medios. Colombia: Fondo
de Cultura Económica.
Martín, J. (1999). Recepción de medios y consumo cultural: travesías, en Sunkel. G.
(coordinador), el consumo cultural en América Latina. Construcción teórica
y líneas de investigación. Bogotá: Convenio Andrés bello.
Martín, J. (1999ª). Los ejercicios de ver. Hegemonía audiovisual y ficción televisiva.
Barcelona, editorial Gedisa.

166 • Héctor Gómez Vargas


Martín, J. (1998). De la comunicación a la filosofía y viceversa: nuevos mapas, nuevos
retos, en la verde toscano, m y Reguillo, r. (editoras), mapas nocturnos.
Diálogos con la obra de Jesús martín barbero. Colombia, siglo del hombre
editores.
Martín, J. (1998ª). Prefacio a la quinta edición. Pistas para entre-ver medios y me-
diaciones, en de los medios a las mediaciones. Santa Fe de Bogotá, convenio
Andrés bello.
Martín, J. (1989), Procesos de comunicación y matrices de cultura. Itinerarios para
salir de la razón dualista. México: Editorial Gustavo Gili.
Martín, J. (1987). La comunicación desde la cultura. Crisis de lo nacional y emergencia
de lo popular, en estudios sobre las culturas contemporáneas. Universidad
de colima, volumen I, no. 3.
Martín, J. (1987ª). Introducción, en comunicación y culturas populares en Latino-
américa. México, FELAFACS y editorial Gustavo Gili.
Martín, J. (1987b). De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hege-
monía. México: Editorial Gustavo Gili.
Mattelart, A. y Mattelart, M. (1997). Historia de las teorías de la comunicación.
Barcelona: Ed. Paidós.
Mattelart, A. y Mattelart, M. (1989). Pensar sobre los medios. Comunicación y crítica
social. México: Universidad Metropolitana Xochimilco.
Ortiz, R. (1996). Otro territorio. Ensayos sobre el mundo contemporáneo. Buenos
Aires: Universidad de Quilmes.
Ramirez, K (2004). Destellos de la comunicación: la diseminación de conocimiento a
través de las publicaciones académicas, en fuentes, r. (coordinador), produc-
ción, circulación y reproducción académicas en el campo de la comunicación
en México. México: ITESO.
Silverstone, R. (2005). ¿Por qué estudiar los medios? Buenos Aires: Editorial Amo-
rrourtu.
Stevenson, N. (1998). Culturas mediáticas. Teoría social y comunicación masiva.
Buenos Aires: Editorial Amorrourtu.
Sunkel, G. (coordinador) (1999). El consumo cultural en América Latina. Construc-
ción teórica y líneas de investigación. Bogotá, convenio Andrés Bello.
Urteaga, M. (2002). Formas de agregación juvenil, en Pérez Islas, José Antonio
(coordinador). Jóvenes: una evaluación del conocimiento. La investigación
sobre juventud en México 1986-1999. México, Instituto Mexicano de la
Juventud, tomo II.

(Re) Pensar la comunicación y la cultura: consumos culturales juveniles en México. • 167


Un acercamiento hemerográfico
Segunda Parte
Consideraciones metodológicas
de la disciplina

3
Capítulo 7

La negociación: proceso clave


para comprender a la recepción desde la
perspectiva culturalista anglosajona
Laura López Rivera*
Universidad Intercontinental

El propósito de este texto es construir teóricamente el concepto de


recepción, a partir de la integración de una serie de planteamientos de
autores del enfoque culturalista anglosajón. Para ello, se revisan dos
nociones que son fundamentales: la consideración de que la audiencia
es activa y la polisemia del mensaje. A través de este abordaje se plan-
tea la naturaleza de los procesos receptivos, en donde es fundamental
comprender la interacción entre el texto y el lector como una relación
de negociación en donde existen elementos libertarios, que son los que
le dan al texto y al lector la capacidad de crear una lectura más activa y
otros estructurantes que generan interpretaciones más orientadas.

The purpose of this text is to construct the concept of reception with the use
and integration of the Cultural Studies theoretical approach. In order to
achieve this, we must conceive two fundamental grounds: the polysemy of
the message and the active interpretative role of the audience.
From this perspective the nature of the receptive process is exposed and it’s
important to understand the interaction of the text and the interpreter like

* Profesora e investigadora de la Escuela de Comunicación de la Universidad Intercontinental.


Licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana, Maestra en Educación por
el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y Candidata a Doctorado en
Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México. Algunos de sus
trabajos publicados son:
1. “Cultura, cine y educación: entre la comprensión y la creación cultural” México, noviembre
de 2003.
2. “Una mirada a la comunicación desde una perspectiva sociocultural” en la revista “Unidad
y diversidad”, (Julio-diciembre 2003, Vol. 3, No. 2)
a negotiation, where the reader is granted certain interpretative autonomy
which allows the text and interpreter the possibility of more active creations
and other structuring elements which advise the interpretation to a certain
direction.

Introducción
Diversas son las perspectivas teóricas y metodológicas que han estudiado los pro-
cesos de recepción, según Jensen y Rosengren (1990) son 5 las tradiciones que se
han enfocado a esta tarea: la investigación sobre los efectos, los usos y gratificacio-
nes, los estudios literarios, los estudios culturales y los estudios de recepción.
Cada uno de estos enfoques tiene sus especificidades, a grandes rasgos se
puede afirmar que, los estudios culturales están más interesados en trabajar
en el ámbito del contexto socio cultural para comprender la producción de
sentido; los estudios literarios en el texto; los usos y gratificaciones, en general,
se ubican en el entendimiento de los procesos de los individuos al usar los
medios; los estudios de recepción en la relación entre la estructura del mensaje
y la forma como es interpretado éste por el público; finalmente, los estudios
de los efectos se ubican en el efecto que el mensaje causó en el auditorio, es
decir, en el resultado, situación que en algunos de los estudios actuales ya es
contextualizada en el espacio social.
Todas estas perspectivas generan diversas voces y acercamientos, en donde las
divergencias han ayudado a matizar algunos planteamientos y han enfatizado la
relevancia de las diferentes partes del proceso de comunicación, enriqueciendo
con ello el debate y el campo de estudio de la recepción.
Frente a estas formas de entender un fenómeno, el abordaje que aquí se
propone para explicar el proceso receptivo toma en consideración que el objeto
de estudio se deberá comprender a partir de la interacción entre los diversos
elementos que entran en juego, de tal forma que el punto de partida no sea
un esquema lineal, sino uno reticular que más que concluir, abra una serie de
posibilidades y conexiones con diversos grados de significación.
Ante esta pretensión, el paradigma culturalista anglosajón aporta una
mirada interesante al explicar la recepción desde una audiencia enmarcada en
sus relaciones sociales, conformada por una serie de demarcaciones culturales
(raza, etnia, nacionalidad, género, etc.) que se articulan y que con ello, definen
a las comunidades de interpretación con sus especificidades. Desde esta mirada
sociológica es que se entiende que, es el comportamiento social y con ello la
comunicación la que determina la forma como se interpreta el mensaje.

172 • Laura López Rivera


En este sentido, vale la pena aclarar que, si bien es cierto que esta propuesta
se construye a partir de un solo enfoque, el culturalista anglosajón, son diversos
los planteamientos que se incorporan con el objetivo de generar un acercamien-
to más complejo, a través de una lógica que intenta observar desde múltiples
ámbitos la relación entre elementos.
Desde esta mirada la recepción es vista como una práctica compleja de
construcción de sentido, en donde se observan procesos de articulación y
de negociación entre el texto y la audiencia. Es decir, entre los procesos de
codificación y decodificación se negocian discursos y situaciones que están en
permanente cambio y re-configuración.
En esta lógica que se ha planteado, el trabajo que aquí se presenta desarrolla
conceptos que pertenecen a estas dos instancias nombradas por Stuart Hall (1980)
como codificación y decodificación. Para la primera, se incorpora la polisemia del
mensaje, producida a partir de la polisemia estructurada, las lecturas preferenciales
y los vacíos de información. En el caso de la decodificación, se analiza el concepto
de audiencia activa, a partir de dos nociones que me parecen fundamentales, el
contexto socio-cultural y el flujo y la diversidad de los mensajes
De esta manera, a través de estas categorías y subcategorías de análisis se
construye teóricamente el concepto de recepción, con el objetivo de proponerle
al investigador un punto de partida que podrá transferir a contextos específicos
de recepción y en donde tendrá la oportunidad de valorar la pertinencia de los
elementos propuestos y sus interacciones.
A continuación se incorpora un mapa conceptual con el propósito de aclarar
la estructura del trabajo:
Figura 1
Estructura del trabajo

Fuente: elaboración propia

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 173
La audiencia activa

Al término “audiencia activa” se le han dado varios significados y esto ha ge-


nerado confusión entre los investigadores que han tratado de comprender este
proceso. Actividad, crítica (Livingstone y Lunt), reconstrucción, re-significación,
oposición o distancia crítica (Liebes y Katz), rechazo (Lull), resistencia (Hall),
son algunas de las palabras con las cuales los autores de la corriente culturalista
nombran a esta actividad del individuo frente a los mensajes de los medios.
En términos generales, la actividad de la audiencia plantea que los receptores
crean diferentes significados ante lo que los medios presentan y se piensa que
si los sentidos que estos sujetos producen ante un contenido son coincidentes,
es porque se trata de receptores pasivos. Pero este planteamiento, por si solo
resulta problemático, si consideramos que todas las audiencias somos activas,
de un modo o de otro y que es imposible que interpretemos exactamente lo
mismo, entonces ¿a qué tipo de actividad estamos haciendo referencia?
Para responder a esta interrogante sobre lo que es la actividad de la audien-
cia, se revisarán algunos conceptos que se han desarrollado, a través de dos ejes
temáticos:
1. El contexto sociocultural como lugar de clausura en los procesos de
interpretación
2. El flujo y la diversidad de mensajes como factores de resistencia en los
procesos de interpretación

El contexto socio cultural como lugar de clausura


en los procesos de interpretación

Un punto de partida para comprender la actividad de la audiencia son los


planteamientos de Roger Silverstone, quien ubica al sujeto social dentro de
las redes de interacción, concibiendo que lo individual es estructurado por
lo público. El trabajo de este investigador es interesante en dos aspectos: en
primera instancia porque plantea la necesidad de comprender las prácticas de la
recepción televisiva dentro del estudio de la vida cotidiana para de esa manera
entender las formas en que convergen la televisión, la cultura y la sociedad; y


Obsérvese que se hace referencia a que son estructurados, no se está hablando de estructura
en sí. El término “estructurado” está matizando el proceso, ya que plantea que sí orienta el
sentido, más no lo determina.

174 • Laura López Rivera


por otro lado, por enfatizar la importancia de un abordaje en donde se sitúa al
receptor en su dimensión psicológica y social.
Para Silverstone (1996, pp. 222-223) las audiencias televisivas son:

“(...)entidades individuales, sociales y culturales y, siguiendo la terminología de


Janice Radway, “nómadas”. Aún cuando las audiencias entran en el espacio tele-
visual y salen de él, se puede decir que siempre están literalmente presentes y en
el presente. En la realidad las audiencias televisivas viven en diferentes espacios y
tiempos superpuestos pero no siempre determinantes; espacios domésticos; espa-
cios nacionales; espacios de televisión abierta y de televisión restringida; tiempos
biográficos; tiempos diarios; tiempos horarios; tiempos espontáneos pero también
tiempos socio-geológicos: los de la longue durée” .

La concepción que tiene Silverstone sobre la audiencia es muy innovadora.


Él recomienda entenderla a través de una serie de prácticas y discursos coti-
dianos, dentro de los cuales está el de ver televisión, y no a partir de una serie
de características que definen a un grupo social específico. De esta manera, la
audiencia vive en diferentes ámbitos espacio- temporales constituidos por: la
televisión (o cualquier otro medio), la biografía, la cotidianeidad y lo social
En esta propuesta Silverstone explica a profundidad la relación entre la vida
cotidiana y los medios de comunicación, así como la manera en que el auditorio
construye sus interpretaciones y nos sitúa en la complejidad de las negociaciones
que se dan entre lo creativo y lo restrictivo, entre la libertad para crear que está
dentro del ámbito individual y las imposiciones o estructuraciones del sistema
social y del texto en particular.
Para él, consumimos lo material y lo simbólico, es decir nos apropiamos de
ello, a través de actos individuales que están estructurados por lo público. Sil-
verstone utiliza el término domesticación para hablar de este proceso por medio
del cual traemos a casa lo material y o simbólico y lo hacemos nuestro.

“(...) es en este proceso de traer cosas y significaciones a casa donde se produce y


se mantiene la diversidad empírica de nuestra propia domesticidad. Y es en esta
lucha con o contra las mercancías –los objetos y también los textos- del mercado


Se está consciente que este texto está construido básicamente sobre planteamientos que
abordan a los procesos de recepción desde la especificidad de la televisión. Esto obedece a
que la perspectiva por la cual interesa mirar al proceso ha tenido un gran desarrollo en la
recepción televisiva y poco trabajo referido a la recepción en otros medios.

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 175
masivo donde se revelan muchas de las estructuras de la vida cotidiana. Es en lo
cotidiano (que por supuesto no es lo mismo que lo doméstico como tampoco es
el equivalente de popular) donde opera la dimensión funcional y la dimensión
cultural de los medios (...) La vida cotidiana en general y la domesticidad en par-
ticular pueden resistir, pero tal resistencia es, como tantas otras cosas de la vida
cotidiana, paradójica. A través de ella se expresan las señales de la diferencia y –en
su significación- el deseo de que esas señales sean reconocidas y compartidas por
otros (Silverstone, 1996, p. 289)”.

En este sentido, Silverstone no niega la actividad del auditorio, por ello


habla de estructuración de lo social y no de estructura; pero si se cuestiona
¿cómo se da esa actividad?, ¿en qué circunstancias?, ¿a consecuencia de qué?,
¿a través de qué tipos de procesos?
Muy cercano a estas ideas se encuentra David Morley, quien según Silversto-
ne (1996, p. 250), comprobó en su pionero estudio del “Nationwide”, que “la
clase no es un indicador simple de lectura, ni la capacidad para poner distancia
entre las propias lecturas y las supuestamente preferenciales de los textos”. Por
ello, en otras investigaciones cambia la categoría de clase social por género y se
da cuenta que el género sí es un factor relevante para entender el uso específico
del medio, el control de los horarios y el manejo del espacio doméstico.
En síntesis, para Morley (1996), al igual que para Livingstone (1997) y para
Silverstone (1996), es imprescindible entender a la recepción en dos ámbitos, en
el marco psicológico para analizar las diferentes relaciones que los sujetos enta-
blan con los medios y en el sociológico para comprender cómo las estructuras
económicas, políticas y sociales limitan las lecturas del espectador. En medio
de estos dos está la familia, sus dinámicas, su domesticidad, su consumo.
Otra interesante perspectiva sobre la actividad de la audiencia la aporta el
investigador estadounidense James Lull. Sus estudios colaboran a entender la
lectura situada en escenarios sociales y culturales en los que se crean las agen-
das simbólicas de los individuos y en la vida cotidiana, en donde el acto de
ver televisión se percibe como parte fundamental de ella. Para Lull (1997), la
recepción es una actividad microsocial, entrecruzada por una red de relaciones


Aun cuando James Lull es de origen estadounidense, sus planteamientos están muy cercanos
a la perspectiva de los estudios culturales de Birmingham. Él se confiesa estar influido por
esta corriente, sus referencias bibliográficas coinciden con ella, además de que ha participado
en varias de sus publicaciones.

176 • Laura López Rivera


interpersonales y enmarcada en contextos socioculturales que se ven determi-
nados por la estructura social.
Lull (1997, p. 16) señala que: “los medios de comunicación masiva no
son fuerzas unificadas, monolíticas que se imponen a los miembros de una
audiencia pasiva, dependiente y aislada, desperdigada por todo el mundo”.
Sino entrecruzamientos de los contenidos de los medios de comunicación
con los discursos particulares de los individuos en sus vidas cotidianas.
Para Lull la forma como hacemos sentido de los mensajes ideológicos es
a través de los procesos de re-invención. Los sujetos sociales tenemos el poder
cultural que es la capacidad de producir sentidos y de construir (en general de
manera parcial y temporaria) formas de vida (o constelaciones de zonas cultu-
rales) que apelan a los sentidos, a las emociones y a los pensamientos de uno
mismo y de los demás (Lull, 1997, p. 99).
Estos procesos de re-invención se conceptualizan como un tipo de resistencia
y se ven influidos por los enclaves socio- culturales (raza, clase social, género,
etnia, educación, relaciones sociales, nacionalidad) en donde están situados los
receptores. Pero a su vez, estos procesos de re-invención tienen también relación
con los textos que son polisémicos.
Se puede comprender que para Lull las audiencias son reflexivas y están
ubicadas en un contexto complejo y contradictorio y si bien plantea que las
audiencias rechazan las ideas de los medios, esto sólo se puede dar sobre la base
de una recepción de mensajes o temas que son dominantes en las sociedades.
Por ello, hablar de rechazo, en el sentido estricto del término no funciona, hay
que matizarlo.
En este proceso que se ha descrito a partir del enfoque de Lull se percibe
cierta libertad del sujeto para crear sus propios significados, pero también cierta
sujeción por parte de los mensajes y de las disposiciones y competencias que
han adquirido los sujetos según su ubicación socio cultural.
Lull trata de comprender las fuerzas sociales hegemónicas articuladas a las
subordinadas, a la manera de la hegemonía Gramsciana. Es decir, por un lado,
las ideologías dominantes no determinan a la cultura por sí sola (Lull, 1997, p.
153); por otro, la cultura tampoco se produce en las industrias culturales, “es el


Lull coincide con Bourdieu (1990) cuando habla de cómo opera el habitus cultural
que se construye de los recursos materiales y simbólicos, en donde el mundo no
se les presenta a los actores sociales como un caos, pero tampoco completamente
estructurado.

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 177
producto de negociaciones y apropiaciones de símbolos que circulan (Lull, 1997,
p. 183). De esta manera, la cultura es incontrolable, ya que las representaciones
simbólicas están abiertas a diversas interpretaciones (Lull, 1997, p. 184).
En síntesis, podemos decir que para James Lull la actividad de la audiencia
tiene los siguientes matices: la estructura social es dinámica e inacabada, los
mensajes simbólicos son polisémicos y multisémicos y los actores sociales in-
terpretan y utilizan el entorno simbólico de diversas formas dependiendo de
sus intereses personales, sociales y culturales.
Por otro lado, otra interesante fuente para construir el concepto de audiencia
activa es Stuart Hall, quien bajo los planteamientos de la “hegemonía” de Grams-
ci, desarrolla la teoría de la articulación para explicar cómo se produce el sentido.
En ella afirma que: el sentido es siempre el resultado de un acto de articulación
(un activo proceso de producción en uso). El proceso lo llama articulación
porque el significado tiene que ser expresado en un contexto específico, en un
momento histórico concreto y mediante un discurso también específico.
En el ámbito de la interpretación, Hall explica cómo las que llama demar-
caciones culturales (género, raza, etnia, clase social) se articulan para generar
formas de actuar en el mundo social y simbólico. Así por ejemplo, dice que
una joven obrera británica, descendiente de chinos, viviendo en Londres, está
dentro de varias demarcaciones sociales que determinarán la forma como
produzca el sentido ante los textos. Claro que aquí habría que señalar que una
de las demarcaciones sociales será la dominante y por ende influirá en mayor
medida a las demás o las integrará a sus propios mecanismos. Esto último es
precisamente lo interesante del concepto de articulación, que se entiende en
esta lógica de la contradicción, de la negociación y de la diversidad.
Hall, en su texto ya clásico texto “encoding-decoding” (1980) plantea que
los procesos de codificación y decodificación no son siempre simétricos. Cada
uno de estos opera sobre sus propias reglas y características de producción. Por
ello, el significado se produce entre fuerzas contradictorias, de oposición. Pero


En los estudios culturales la palabra articulación indica el punto de unión entre dos co-
sas. “En los estudios culturales se articulan “las fuerzas sociales que actúan en gran escala
(especialmente los modos de producción) en una configuración o formación particular que
se da en un determinado momento, llamada coyuntura, para producir las determinantes
estructurales de cualquier práctica, texto o evento dado (...) La articulación describe no sólo
una combinación de fuerzas, sino también una relación jerárquica entre ellas. Las fuerzas
no se unen o se suman entre sí, sino que “se estructuran en dominancia” (Sullivan, Hartley,
Saunders, Montgomery y Fiske, 1997, p. 38).

178 • Laura López Rivera


se genera a través de procesos de negociación, en donde, como ya se ha dicho,
no todo es restrictivo ni todo es creativo.
Como se puede observar, esta noción rescata la idea de que los significados
no son transmitidos, sino que son siempre producidos; primero por el codifi-
cador, quien a partir de su perspectiva construye el mensaje y después por la
audiencia, quien desde su contexto sociocultural interpreta. De esta manera,
se van articulando las diversas demarcaciones sociales, las del productor del
mensaje y la del receptor y en esta convergencia se construye el significado.

Figura 2
La articulación entre las demarcaciones del codificador y las del decodificador
Demarcaciones del codificador Demarcaciones del decodificador

Nacionalidad Nacionalidad

Género Etnia
Etnia Significado Género

Clase social Clase social

Fuente: elaboración propia

El flujo y la diversidad de los mensajes como factores de resistencia


en los procesos de interpretación

El segundo concepto para comprender la actividad de la audiencia es el flujo


y la diversidad de los mensajes. Para ello nos acercaremos a lo que John Fiske
define como democracia semiótica. El autor afirma que: “el medio televisivo
produce a menudo programas relativamente ambiguos, “textos abiertos a la
interpretación”, que le delegan la producción de significado al receptor.
Fiske concibe un modelo que le da a los lectores la oportunidad de construir
sus propios acercamientos, ya que considera que el flujo y la diversidad en los
mensajes de los medios son factores de resistencia para el auditorio. Según el
autor la diversidad está dada por la pluralidad de voces, de textos, de perso-
nas. Sin embargo, este planteamiento de una democracia semiótica, en donde
diferentes grupos socio culturales construyen sus propios significados resulta

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 179
problemático. Habría que pensar que los textos de los medios son construcciones
y, como tales, no representan la realidad, son tan sólo una perspectiva sobre
ella. De esta manera el auditorio no ve sólo lo que quiere ver, sino también
lo que se le presenta. La crítica que le hace Morley (1997, p. 27) a Fiske es
que:”es cierto que un mensaje no es un objeto dotado de una significación real
y exclusiva. Pero los mecanismos significantes que pone en juego promueven
ciertas significaciones y suprimen otras”.
Al respecto, Fiske afirma que las personas tienen la capacidad de establecer
procesos de resistencia ante el poder y estos se da en dos sentidos: por una vía
semiótica y por una social. Ambas están relacionadas aunque son relativamente
autónomas. Según Storey (2002, p. 27):

La cultura popular opera principalmente, aunque no exclusivamente, en el campo


del poder semiótico. Está involucrada en la lucha entre la homogeneización y dife-
rencia, o entre consenso y conflicto. En este sentido la cultura popular es un campo
de batalla semiótico en donde el conflicto pelea entre las fuerzas de incorporación y
las fuerzas de resistencia, entre los significados, los placeres y las identidades sociales
impuestas y los significados, placeres e identidades sociales de resistencia semiótica:
“las fuerzas hegemónicas de homogeneidad se encuentran con las de resistencia de
heterogeneidad”.

De esta manera se entiende cómo dos fuerzas contrarias están interactuando.


El ámbito financiero está relacionado con las fuerzas de homogeneización, de
incorporación; la cultural con las de resistencia y diferenciación, fragmentación.
Aunque Fiske reconoce ambas fuerzas, en su teoría centra la atención en la forma
como los sujetos elaboran tácticas para resistir a estos mensajes, hablando de un
movimiento de liberación de los lectores a través de la lectura activa y creativa
de la cultura por parte de la audiencia.
Pero este planteamiento no parece convencer a muchos investigadores,
entre ellos a Morley (1998), quien piensa que no es tan sólo cuestión de los
derechos de los lectores, sino el hecho de que: “(...) el circuito del poder no
está totalmente desconectado en dos puntos: los procesos de codificación en las
empresas de comunicación y de descodificación por parte de las audiencias”.
Ambos determinados por los recursos culturales con los que cada sujeto cuen-
ta para construir cierto tipo de significado. Asimismo Daniel Dayan (1997),
sobre esta misma línea, opina que no es tan sencillo hablar de la resistencia del
espectador, ya que toda resistencia presupone un poder.

180 • Laura López Rivera


La crítica que le hace Silverstone (1994, p. 259) a Fiske es que: “parece
confundir polisemia con ambigüedad, apertura textual con falta de deter-
minación y libertad sin trabas o desafiante con actividades como las que
normalmente se desarrollan en un parque de juego".
Por otra parte, en la misma línea de los planteamientos que critican la
romántica postura de Fiske, Schiller (en Morley y Robins, 2002) afirma que
en la actualidad se puede hablar de un nuevo orden informativo internacio-
nal en donde no hay armonía, sino una dominación cultural transnacional y
corporativa. Por su parte, Joseph Straubhaar (1993), apoya esta idea y plantea
que en la época contemporánea la comunicación se entiende como flujos que
van y vienen, que no surgen de una sola fuente, que se intersectan, que se
complementan, que se transforman, pero en donde inevitablemente existe una
desigualdad en la producción y distribución de los mensajes a nivel mundial.
A esta situación la llama interdependencia asimétrica.
En una perspectiva contraria se encuentra Steven Rose (en Morley y Ro-
bins, 2002), quien desde una posición muy optimista, piensa que esta libre
circulación de mensajes da la oportunidad de compartir las diferentes visiones
culturales y ha creado un acercamiento entre las naciones distantes. Pero este
autor parece olvidar las relaciones de poder y las millonarias ganancias en las
que están inmersos los medios de comunicación. Es claro que son sólo unas
naciones las que se ven representadas y muchas otras las que ni siquiera aparecen
dentro del esquema, por lo que no es difícil aseverar que algunas culturas se
ven sobre- representadas y otras sub-representadas.
Por ello, la problemática está en el hecho de los efectos que esta acumulación
de mensajes puede tener en los individuos, los itinerarios de los flujos (princi-
palmente de las 7 naciones al resto del mundo) y sobre todo en los significados
que se construyen a partir de estos contenidos.


Según Morley y Robins (2002) el flujo de imágenes y productos, para 1990 y 1991, es
más intensivo y extenso que en el pasado y se ve representado por 29 compañías dentro de
las que encontramos a: Time Warner (EUA), Sony Corporation(Japón), Mitsushita Electric
Industrial (Japón), Capital Cities/ABC (Estados Unidos), NHK (Japón), ARD (Alemania),
Philips (Holanda), Fioninvest (Italia), Fujisankei (Japón), Bertelsman (Alemania), General
Electric/NBC (EUA), CBS (EUA), News Corporation (Australia), RAI (Italia), Walt Disney
Company (EUA), BBC (Reino Unido), Thorn EMI (Reino Unido), Paramount (EUA), Nin-
tendo (Japón) y Tokio Broadcasting System (Japón).
Recuérdese que en fechas recientes la corporación Sony compró a la compañía
alemana Bertelsman, por lo que en esta nueva situación se observa que estas empresas
pertenecen a tan sólo 7 naciones del mundo

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 181
En este abordaje que se ha realizado sobre el flujo y la diversidad de los men-
sajes, la actividad del auditorio debe de pensarse en estos procesos complejos
en donde, si bien hay posibilidad de establecer resistencia hacia los mensajes,
ésta debe ubicarse en una oferta que promueve ciertas significaciones y suprime
otras, que representa unas sociedades y valores y que oculta otros por no con-
venir a sus intereses. Esto sin perder en cuenta que para analizar la recepción,
más que un análisis de la oferta se requiere uno del consumo, ya que no es
lo mismo pensar en lo que se oferta, que en lo que en realidad consumen los
grupos culturales.

La polisemia del mensaje

Muy vinculado a la audiencia activa está el concepto de polisemia del mensaje.


Antes de los trabajos de Humberto Eco y de los Estudios Culturales hay una
gran preocupación por los textos. Se habla de estructuras y estos se conciben
como entidades estáticas que debían entenderse como algo terminado, con
sentidos propios y como elementos fundamentales en las lecturas del auditorio.
A partir de Eco y los estudios culturales el texto se mira como algo incompleto,
un proceso en donde el auditorio debe intervenir para generar su significado.
Obsérvese cómo se está haciendo referencia a procesos diferentes, en el caso
de los estudios que se centran en el texto se habla de sentido y estructura, en la
actividad del auditorio de significado y estructuración.
Hablar de polisemia del mensaje implica tomar en consideración diversos
elementos que nos ayudarán a comprender cómo es que la misma forma como el
texto está organizado genera un proceso de estructuración en las interpretaciones
de las audiencias. A su vez, referirse a polisemia del texto significa pensar en
mensajes construidos por una diversidad de perspectivas que se encuentran,
se cruzan, se entretejen, como diversas voces en constante movimiento, que se
sitúan y se articulan con otros textos a los cuales a su vez trasforman, re-orientan
y por lo tanto re-significan.
Son variados los matices que los diferentes investigadores de la perspectiva
de Birmingham tienen con respecto a la polisemia. Por ello, a continuación
se irá desarrollando el acercamiento hacia este término a partir de las diversas
posturas, la mayoría complementarias, en donde se definen los conceptos de:
polisemia estructurada, lecturas preferenciales y vacíos de información.

182 • Laura López Rivera


La polisemia estructurada

David Morley demostró en su estudio “Nationwide” que los diferentes grupos


que analizó respondían de diversas formas a los mensajes. Este autor considera
que dada su complejidad, por sus formas y contenidos, los textos son siempre
polisémicos, que los mensajes pueden tener diversas lecturas (polisubjetivos) y
que un evento puede ser codificado de formas diferentes (Morley, 1996b).
Sin embargo, si bien Morley defiende la polisemia del mensaje, su perspec-
tiva no llega a los extremos de la democracia semiótica que concibe John Fiske.
Sus planteamientos se ubican dentro de un enfoque más matizado en donde
cuando se habla de polisemia estructurada se entiende que: (...) el nivel denota-
tivo de los textos guía, de manera más o menos explícita, la comprensión por
parte del público, aún cuando algunas veces éste no acepte las significaciones
privilegiadas” (Morley, 1997, p. 67).
Para Morley (1998b) la polisemia estructurada tiene su propia estructura,
ya que los mensajes son construcciones y no una ventana abierta al mundo;
por ello, cargan con una serie de sentidos que van a privilegiar ciertos signi-
ficados (significado preferente) y a suprimir otros. El mensaje sugiere distintas
significaciones según el contexto en donde se lleve a cabo la lectura. De esta
manera para Morley, como ya se mencionó, también la posición social y el
género del auditorio determinan los discursos a los que va a tener acceso el
receptor y por consiguiente también influirán en el tipo de lecturas que se
realice.
Se puede afirmar que Morley sigue pensando en la influencia de la televi-
sión sobre su auditorio, pero reformula la perspectiva de “los efectos”, dándole
peso a elementos que no se habían considerado en su interacción: el contexto
social y la estructura del texto. Con respecto a éste último, habría que señalar
que su postura se complejiza al considerar que, como dice Storey (2000, p.
16): “es siempre una cuestión de cómo la posición social, más las posiciones
particulares discursivas producen significados específicos, generan lecturas
que están organizadas porque la estructura de acceso a los diferentes discursos
está determinada por la posición social. Es decir, el encuentro entre el texto
y la audiencia se da inmerso en otros textos, la recepción no ocurre aislada,
sino que se presenta articulada en redes de discursos a veces contradictorios
y en ocasiones similares.

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 183
Bajo estos planteamientos se puede concluir que Morley ve el problema
de la audiencia como una cuestión no sólo de polisemia sino también de
polisubjetividad.

Las lecturas preferenciales

Stuart Hall propone su modelo de las lecturas preferenciales que se contrapone


también a la postura de Fiske sobre la completa polisemia del mensaje. Para
Hall el texto contiene diversos elementos que incluso pueden llegar a ser con-
tradictorios, una película, por ejemplo, presenta mensajes tanto alternativos
como hegemónicos, sin embargo este texto propone una lectura preferencial
hacia la cual orientan al lector.
Hall siguiendo los planteamientos de Parkin (1971) sugiere tres posiciones
que el auditorio puede tener ante el mensaje televisivo, la primera posición
la llama la hegemónica-dominante, esta disposición ocurre cuando el receptor
toma el significado connotativo del texto y decodifica el mensaje en referencia
al código en el que ha sido codificado. Por ejemplo, si un noticiero critica una
manifestación de personas en el centro de la ciudad por causar un caos vial y
la audiencia coincide en interpretar la noticia desde esta perspectiva crítica; o
por el contrario, si la noticia se redacta apoyando a la manifestación por ser una
libre expresión y el auditorio lo decodifica aceptando este comentario.


En esta perspectiva es imprescindible estudiar y comprender los códigos como sistemas
de comportamiento y significación. Para ello, habrá que entender, en primera instancia,
el papel de los códigos en la comunicación social. Según Fiske (1999, p. 64) los códigos
tienen las siguientes características:
1. “Tienen un número de unidades de donde seleccionan (dimensión paradigmática),
estos códigos pueden ser combinados por reglas de convención (dimensión sintagmática).
2. Todos los códigos transmiten significado
1. Todos los códigos dependen de un acuerdo entre sus usuarios y entre un contexto
cultural que se comparte
2. Todos los códigos representan una función social o comunicativa identificada
3. Todos los códigos son transmitidos por sus medios apropiados”
Los códigos establecen relaciones paradigmáticas y sintagmáticas, ya que cuentan con
un sistema de categorías mediante las cuales se construye el sentido. Estas relaciones para-
digmáticas y sintagmáticas en donde necesariamente hay una elección de elementos y por
lo tanto una construcción, abren la posibilidad de sugerir el significado. Ahí está el papel
del código en la construcción del sentido. Asimismo los códigos manifiestan los valores y
creencias de una comunidad determinada, esto permite que las personas se identifiquen o no
con estos y que los acepten y los compartan o no. Ésta es la dinámica social del código.

184 • Laura López Rivera


La segunda la llama posición negociada, ésta “contiene una mezcla de ele-
mentos oposicionales y adaptativos, en donde se: “apoya la legitimidad de las
definiciones hegemónicas para hacer la interpretación (abstracta), mientras a
un nivel restrictivo y situacional hace sus propias reglas” (Storey, 2002, p. 13).
En el ejemplo de la nota que se redacta criticando la manifestación, el auditorio
podrá negociar aceptando que este movimiento social sí genera un caos vial,
pero al mismo tiempo se opina que esta situación es la única alternativa para
expresar el sentir de las masas.
La tercera posición es la oposicional. “Ésta es la posición del auditorio que
reconoce el código preferente del discurso televisivo, pero que, sin embargo,
escoge decodificarlo con un marco alternativo de referencia (Storey, 2002, p.
13). Por ejemplo, ante la nota que critica la manifestación, la audiencia inter-
pretará que quien escribe tiene intereses partidistas y por ello está en contra de
este movimiento social, cuando en realidad debería de estar a favor.
Por otro lado, en la recepción es fundamental además de conocer el acerca-
miento que tiene la audiencia hacia el texto, situar su tendencia. Es decir, poder
ubicar el mensaje como hegemónico, cuando apoya la ideología de los grupos
en el poder, o como alternativo cuando cuestiona esta ideología.
Con el objetivo de entender cómo se está dando la relación entre las dife-
rentes posiciones (hegemónica-dominante, oposicional y negociada) en que el
auditorio se puede acercar a los códigos (hegemónico-dominante, oposicional
y negociado), se presenta un esquema a continuación. Éste integra dos de las
tres posiciones, la hegemónica y la oposicional y dos códigos de los tres códi-
gos, también el hegemónico y el oposicional, con el propósito de entender los
procesos opuestos. Deja fuera el código y la posición negociada, ya que para
comprenderlos habría que pensar en un proceso en donde a la par se vayan a
dando las lecturas hegemónico-dominantes y las oposicionales.
Asimismo, el esquema presenta las lecturas que se obtienen al articularse las
posturas y los códigos de una forma específica. Es decir, ante un código hegemó-
nico- dominante si la postura del auditorio es también hegemónica-dominante
se tendrá una lectura hegemónica-dominante. Ante un código hegemónico-do-
minante y una postura oposicional se obtendrá una lectura oposicional. Frente
a un código oposicional y ante una postura hegemónico-dominante se dará
una lectura oposicional. Por último, en el caso de un código oposicional y una
postura oposicional obtendremos una lectura hegemónica-dominante.

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 185
Figura 3
Los códigos, las posiciones y las lecturas hegemónico- dominantes y oposicionales

Fuente: Realizado a partir de los planteamientos de Stuart Hall (1980)

Para clarificar los planteamientos anteriores, a continuación se relacionan


los códigos, las posturas y las lecturas con situaciones más concretas:
1. En el caso de un código hegemónico dominante (el “american way of life”
representado en el cine de Hollywood) y una posición de la audiencia
hegemónica- dominante (el auditorio está de acuerdo con este “american
way of life” representado en la película), se tendrá como resultado una
lectura hegemónica dominante (se aceptan los códigos hegemónicos).
2. Ante un código hegemónico dominante (el “american way of life represen-
tado en el cine de Hollywood) y una posición oposicional (el auditorio no
está de acuerdo con el “american way of life” representado), se presenta
una lectura oposicional (se rechazan los códigos hegemónicos).
3. Partiendo de un código oposicional (la crítica que hace Woody Allen a sus
personajes urbanos y educados con los valores occidentales) y una posición
hegemónica- dominante (se acepta la crítica a los personajes) se observa
una lectura oposicional (se aceptan los códigos alternativos).
4. A partir de un código oposicional (la crítica que hace Woody Allen a sus
personajes urbanos y educados en los valores occidentales) y una posición
oposicional (el auditorio no está de acuerdo en que Allen critique a sus
personajes), se da una lectura hegemónica- dominante (se rechazan los
códigos alternativos).

186 • Laura López Rivera


Sin embargo mediante el esquema anterior se está aludiendo, como ya se
mencionó, a los extremos: la lectura dominante y la oposicional, cuando real-
mente lo que debemos pensar es en las prácticas de lectura en donde se está en
un proceso constante de aceptación y rechazo. Por ello, como lo menciona Judith
Mayne (2002, p.43), es más adecuado hablar de lecturas negociadas, que son
las que plantean esta posibilidad de relaciones contradictorias de aceptación y
rechazo al mismo tiempo, en donde se transforman los conceptos de sujeción
e imposición por los de actividad humana (agency) y contradicción.
En síntesis, lo que se quiere sugerir es que los procesos de recepción puros,
es decir meramente oposicionales o dominantes son imposibles; por ello, la
negociación no puede ser un proceso puramente oposicional, su importancia
radica, como lo afirma Gledhill (1988, p. 72) en que “da espacio a las subjeti-
vidades, a las identidades y a los placeres de las audiencias”.
A partir de lo que se ha revisado a lo largo de los incisos que definen la
actividad de la audiencia y la polisemia del mensaje, se pueden establecer las
siguientes relaciones. La recepción es vista como un proceso de re-invención,
donde se da la negociación; asimismo, del lado del receptor, la domesticación
es el corazón que está determinado por la vida cotidiana y el contexto socio-
cultural y es el que genera un proceso simbólico creativo en la significación. El
contexto socio cultural es el que estructura la recepción, por ello se le asocia
con un proceso simbólico estructurador. En este contexto, los textos polisémicos
entran en contacto con los contextos individuales y sociales y se producen las
negociaciones con estas especificidades.

Figura 4
Los procesos de negociación

Fuente: elaboración propia

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 187
Los procesos simbólicos creativos van desde el ámbito individual de la domes-
ticación al contexto socio cultural y al texto. Es decir, son procesos de creación
en donde el auditorio, con base en sus particularidades, construye su lectura.
En el caso de los procesos simbólicos estructuradores, se hace referencia a los
que van desde el contexto socio-cultural y el texto e impactan en el auditorio,
son procesos que orientan la lectura.

Los vacíos de información

Otro concepto útil para entender la polisemia del mensaje es el de vacíos de


información, elaborado por Isser de la escuela de Constanza. Para este autor los
vacíos de información son:

“(...) elementos fundamentales en la apelación que contiene todo texto literario,


el cual, a diferencia del científico, no aspira a llenar todos los vacíos existentes en
las descripciones previas de un fenómeno (o una enfermedad por ejemplo, o una
cordillera o una ley de la naturaleza) ni, a diferencia del texto legal, posee un ca-
rácter prescriptivo y coercitivo que hiciera obligatoria su lectura: el texto literario
no puede cotejarse con una realidad extratextual, a fin de verificar su validez ni
puede imponerse a una comunidad con el fin de que sirva para modificar o regular
la realidad (Vital, 1995, pp. 246-247).”

En este sentido, el discurso de los medios se parece mucho al literario ya que


ambos son representaciones de la realidad, son creaciones estéticas y culturales.
En lo estético, los vacíos de información se pueden generar a partir de los cortes,
los fuera de campo, el montaje, los comentarios del narrador, o en cualquier
situación que no quede claramente especificada porque la estética es innovadora
para el auditorio que no cuenta con las habilidades para comprenderla. Por
otro lado, en lo cultural, los vacíos de información hacen referencia a que no
se tienen las competencias culturales para entender los valores, las ideas, las
formas de vida de otras sociedades diferentes a la nuestra.
En estos vacíos, ya sea por lo estético o por lo cultural, el lector relaciona la
experiencia ajena del texto con la suya y parece hacer una construcción que está
más lejana a la experiencia del autor y más cercana a la propia. De esta manera,
se puede suponer que los vacíos de información acentúan la distancia entre lo que
el autor quiso decir y lo que la audiencia interpretó, por ello pueden convertirse
en recursos para orientar a las audiencias a procesos simbólicos más creativos.

188 • Laura López Rivera


Reflexión final

Comprender los procesos de recepción en esta perspectiva implica pensar que


el texto no tiene un solo sentido, sino que posibilita múltiples lecturas. La
audiencia y el texto entran en una interacción, en donde los dos sistemas de
sentido negocian. Es decir, los individuos, por un lado, aportan a la lectura parte
de lo que ellos son; el texto, sugiere formas de aproximación e interpretación
a partir de su estética y contenido.
La recepción, así concebida, es un complejo proceso en donde observamos
diversos matices y contradicciones. Para estudiarla se requiere introducirse a
ámbitos individuales, locales y globales y comprender no tan sólo la codifi-
cación y la decodificación, sino sobre todo la interacción que entre ambas se
da. La naturaleza de la interacción entre el texto y la audiencia hace que sea
fundamental analizar ¿De qué manera el texto y el sistema social posibilitan
la estructuración o la libertad en la producción del significado? Entendiendo
que la actividad de la audiencia y la polisemia del mensaje son factores que
promueven la creación simbólica.
Concretamente, se puede afirmar que la forma como está estructurado el
texto determina la apropiación y la lectura de éste. El sistema sociocultural
también impacta sobre esta apropiación y lectura; de esta manera, se intuye
que la cercanía cultural entre texto y el lector y algunas condiciones específicas
tanto del texto como del contexto posibilitan mayor o menor actividad de las
audiencias y la polisemia del mensaje.
A continuación, para explorar esta relación, se incorpora un cuadro en donde
los conceptos que se han abordado en este trabajo para construir la audiencia
activa y la polisemia del mensaje, se ubican como elementos libertarios o es-
tructurantes en la negociación de los significados:


Por cercanía cultural se están entendiendo aspectos como el lenguaje, los valores familia-
res, sociales y culturales, las normas, las motivaciones, entre otros, es decir, elementos que
definen la cultura de un grupo social.

Un ejemplo sobre ello lo encontramos en el trabajo de Liebes y Katz (1997), sobre la re-
cepción que diversos grupos culturales tienen hacia la serie de televisión Dallas, en donde se
concluye que los rusos tenían mayores comentarios críticos hacia la sociedad estadounidense
que las personas de otras nacionalidades, ya que sus competencias y habilidades habían sido
desarrolladas a partir de sus vivencias en una sociedad que había criticado permanentemente
a la ideología capitalista.

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 189
Cuadro 1
Los elementos libertarios y estructurantes en la negociación de los significados
Polisemia
Audiencia Activa del mensaje
Elementos 1. El ámbito individual se considera un elemento 1. La natura-
Libertarios creativo, ya que incluye a la domesticación y a la vida leza polisémica
(promueven cotidiana, que son instancias en donde se dan las del texto y la
la producción relaciones que los individuos entablan con los bienes polisubjetividad
simbólica) simbólicos y materiales (apropiación) y las redes inter- de la audiencia
personales en donde se negocian los significados. son elementos
2. Las demarcaciones culturales y la forma como se libertarios en
van articulando en cada individuo conforman pun- la negociación
tos clave para comprender cómo las personas a tra- de los signifi-
vés de sus especificidades negocian los significados. cados.
3. El flujo y la diversidad de los mensajes son elemen-
tos de creación en la medida en que en ellos se vean 2. Los vacíos
representadas diversas voces y enfoques y que exista de informa-
libertad de lectura y equidad en la producción y dis- ción, tanto a
tribución mundial. nivel estético
4. Las competencias culturales del individuo para leer como cultural,
los mensajes pueden ser elementos libertarios. De posibilitan la
ahí la importancia de la educación para la recepción diversidad de
crítica. las lecturas.
5. La asimetría entre la codificación y decodifica-
ción puede promover la negociación de significados.
Elementos 1. El ámbito público, conformado por lo económico, 1. La des-
estructu- lo político, lo social y lo cultural, estructura al indivi- igualdad en la
rantes duo y por ende orienta la negociación del significado. producción y
(limitan la 2. La forma como está organizado el texto orienta distribución de
producción el significado, generando las llamadas lecturas prefe- mensajes limita
simbólica) renciales. la polisemia
3. Las competencias culturales de los individuos para del mensaje
leer los mensajes pueden ser también elementos
estructurantes. 2. La estructura
4. La desigualdad en la producción y distribución de del texto limita
mensajes determina el consumo y la apropiación de la polisemia del
los significados. mensaje
Elaboración propia

En síntesis, el texto que aquí se presenta ha intentado proponer una forma


de entender a la recepción en lógicas en donde elementos contradictorios
negocian: lo doméstico con lo social, lo libertario con lo estructurante, la
codificación con la decodificación (las dos con sus respectivas demarcaciones

190 • Laura López Rivera


culturales), el texto con el lector (ambos con sus discursos situados en tiempos
y espacios). Se espera haber planteado claramente que la negociación es un
concepto clave en este trabajo. Teóricamente, como se pudo observar, el texto
sugiere pensar los contrarios en lógicas de negociación. Metodológicamente, el
trabajo se estructuró también mediante procesos conciliatorios entre los diversos
planteamientos de los autores abordados. Pensar y construir a la comunicación
dentro de esquemas de negociación, de contradicción y de dinamismo, abre
una serie de posibilidades para comprender su complejidad.

Bibliografía:
Bourdieu, P. (1990). In other words: essays towards a reflexive sociology. Cambridge:
R.U. Polity Press.
Dayan, D. (Coord). (1997). En busca del público. Barcelona: Gedisa.
Durham, Meenakshi G. y Douglas K. (edit.). (2005). Media and cultural studies
keyworks. Cornwall: Blackwell Publishing.
Fiske, J. (1999). Introduction to communication studies. Londres: Methuen.
Fiske, J. (1996). Opening the hallway. Some remarks on the fertility of Stuart Hall´s
contribution to critical theory. En David Morley y Kuan-Hsing Chen (Edits.).
(1996). Stuart Hall. Critical dialogues in cultural studies (212-220). Londres
y Nueva York: Routledge
Fiske, J. (1993). Audiecing: a cultural studies approach to watching television, en
Poetics (345-359), Vól. 21, Núm 4. Ámsterdam: Elsevier Science B.V.
Gledhill, C. (1988). Pleasurable negotiations, en Pribam (edit.) Female spectators
(12-27). Nueva York y Londres: Verso.
Grossberg, L. (1996). On postmodernism and articulation. An interview with Stuart
Hall. En David Morley y Kuan-Hsing Chen (Edits.). (1996). Stuart Hall.
Critical dialogues in cultural studies (pp.131-173). Londres y Nueva York:
Routledge.
Hall, S. (1980). Endoding-decoding, en Stuart Hall y otros (Comps.), Culture,
media, language. Londres: Hutchinson.
Hall, S. (1996). The meaning of new times. En David Morley y Kuan-Hsing C.
(Edits.). (1996). Stuart Hall. Critical dialogues in cultural studies (pp. 223-
237). Londres y Nueva York: Routledge
Hall, Stuart. (2002). Who needs identity. En Hall, Stuart y Paul du Gay(edit.)
Questions of cultural identity (1-18). Londres: Sage
Jensen, K. B. y Karl E. R. (1997). Cinco tradiciones en busca del público. En D.
Dayan (Comp.) En busca del público. Barcelona: Gedisa.
Liebes, T. y Eliu K. (1997). Seis interpretaciones de la serie Dallas. En D. Dayan
(Comp.). En busca del público (pp.145-168). Barcelona: Gedisa.

La negociación: proceso clave para comprender la recepción desde la perspectiva anglosajona • 191
Livingstone, S. (1988). Why people watch soap operas, en European Journal of
communication, 3, pp. 55-80.
Livingstone, S. y Lunt P. (1997). Un público activo, un telespectador crítico. En D.
Dayan (Comp.), En busca del público (pp-169-183). Barcelona: Gedisa.
Lull, J. (1991). China turned on: televisión, reform and resístanse. Londres y Nueva
York: Routledge.
Lull. J. (1997). Medios, Comunicación y Cultura. Aproximación global. Buenos
Aires: Amorrortu Editores.
Mayne, J. (2002). Paradoxes of spectatorship, en Graeme Turner (edit.) The film
cultures readers. Londres y Nueva York: Routledge (pp. 28-45).
Morley, D. (1996a). EurAm, modernity, reason and alterity or, postmodernism, the
highest stage of cultural imperialism? En David Morley y Kuan-Hsing Chen
(Edits.). Stuart Hall. Critical dialogues in cultural studies (pp. 326-360).
Londres y Nueva York: Routledge
Morley, D. (1996b). Televisión, audiencias y estudios culturales. Buenos Aires:
Amorrortu.
Morley, D. (1998a). El posmodernismo una guía básica. En J. Curran, D. Morley y
V. Walkerdine (Comps.), Estudios culturales y comunicación (pp. 85-107).
Barcelona: Paidós.
Morley, D. (1998b). Populismo, revisionismo y los nuevos estudios de audiencia. En
J. Curran, D. Morley y V. Walkerdine (Comps.), Estudios culturales y
comunicación (pp. 419-437). Barcelona: Paidós.
Morley, D. y Brunsdon C. (1999). The Nationwide Television Studies. Londres:
Routledge.
Morley, D. y Robins K. (2002). Spaces of identity. Global media, electronic landscapes
and cultural boundaries. Londres: Routledge
Silverstone, R. (1996). Televisión y vida cotidiana. Buenos Aires: Amorrortu
Slack, J. D. (1996). The theory and method of articulation in cultural studies. En
David Morley y Kuan-Hsing Chen (Edits.). Stuart Hall. Critical dialogues
in cultural studies (pp.112-127). Londres y Nueva York: Routledge.
Storey, J. (2002). Cultural Studies and the study of popular culture. Theories and
methods. Georgia: The University of Georgia Press
Straubhaar, J. (1993). Más allá del imperialismo de los medios: interdependencia
asimétrica y proximidad cultural, en Comunicación y sociedad, Núm. 18-19
(mayo-agosto). pp. 67-107.
Sullivan, T; John H.; Saunders D., Martin M. y Fiske J. (1995). Conceptos clave en
comunicación y estudios culturales. Buenos Aires: Amorrortu.
Vital, A. (1995). Teoría de la recepción. En Esther Cohen (Ed.). Aproximaciones
lecturas del texto (pp.237-256). México: UNAM.

192 • Laura López Rivera


Capítulo 8

Reflexiones metodológicas para investigar


la comunicación no verbal
Cyntia Cerón Hernández*
Universidad Intercontinental

Uno de los principales aspectos relevantes en el momento de desarrollar


un proyecto de investigación en torno a la Comunicación no verbal, es
la forma de acercarse a este objeto de estudio y generar conocimiento
en torno a él. Este texto surge como reflexión acerca del diseño de la
metodología idónea ante la complejidad que implica estudiar la Co-
municación no verbal y abre así una posibilidad a nivel metodológico
para estudiar un objeto de entrada poco abordado. Este trabajo está
dividido en dos partes: por un lado hace una revisión teórica acerca de
la metodología utilizada en este tipo de investigaciones desde diferentes
disciplinas, y en la segunda parte se realiza una propuesta metodológica
desde la Comunicación para realizar proyectos de investigación sobre
la dimensión no verbal, integrando el nivel discursivo de los sujetos de
estudio y la intervención en procesos comunicativos.

One of the main aspects at the moment for developing a research project
around the nonverbal Communication is the form to approach this study
object and the way to generate knowledge around it. This text arises as a
reflection about the design of the suitable methodology regarding the com-
plexity that implies to study the nonverbal Communication, and therefore

* Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Intercontinental con


Especialidad en Políticas Culturales y Gestión Cultural por la Universidad Autónoma de
México, el Centro Nacional de las Artes y la Organización de Estados Iberoamericanos. Ha
trabajado en investigación de mercado a nivel cualitativo y actualmente es investigadora
y profesora de la Escuela de Comunicación de la Universidad Intercontinental, Unidad
Tlalpan, Ciudad de México.
opens one methodological possibility to study a little boarded subject.  This
work is divided in two parts: on the one hand, it makes a theoretical revi-
sion about the methodology used in this type of researches from different
disciplines, and in the second part a methodological proposal is made from
the Communication  to make research projects on the nonverbal dimen-
sion of the Communication, integrating the individuals´ discourse and the
intervention on communicative processes.

Introducción
El término de Comunicación no verbal ha heredado del término comunicación
la susceptibilidad de ser interpretado como ciencia o como objeto de estudio
desde diferentes disciplinas y enfoques, razón por la cual muchas veces resulta
complejo definir claramente sus alcances y límites. En ambos casos y en com-
paración con otras ciencias, los estudios relacionados con la Comunicación no
verbal tienen relativamente poco tiempo y el uso de metodologías, instrumentos
de análisis o resultados han generado controversia y han sido motivo de discu-
sión; principalmente desde disciplinas con fuerte trayectoria y sustento teórico
como la psicología o antropología ante algunas interpretaciones realizadas de
forma universal y simplista que intentaron vender por ejemplo, recetas de éxito
en las relaciones interpersonales.
Alrededor de este término se ha generado confusión ya que, desde la mirada
dicotómica de la cultura occidental, se ha generado el mito acerca de la concep-
ción de la Comunicación no verbal como una disección independiente de la
comunicación humana, (al cual hace referencia Mark L. Knapp, 1982), cuando
están íntimamente ligadas. Por otro lado, como menciona el mismo autor, al
término no verbal se le asocia con fenómenos -no acústicos y no vocales- como
una categoría diferente de -lo verbal, acústico y vocal-, cuando esta distinción
no es necesariamente válida en todos los casos, ya que:
a) No todos los fenómenos acústicos son vocales como por ejemplo el
aplaudir,
b) Existen fenómenos no acústicos que pueden ser verbales como el lenguaje
de sordos,
c) Existen fenómenos vocales que no se vinculan necesariamente con lo
verbal, sino que son respiratorios como suspirar o inspirar,
d) Existen palabras que no son claramente verbales por ejemplo el cuchi-
chear o murmurar,

194 • Cyntia Cerón Hernández


e) Existen fenómenos vocales que no son verbales como sonidos con la
lengua o los labios (aportación propia).
Asimismo, al considerar la Comunicación no verbal como tema de investi-
gación, no queda claro si el objeto de estudio es la señal producida o si se hace
referencia al código de interpretación de la señal. Por lo anterior, considero
relevante conceptualizar la Comunicación no verbal como un sistema de có-
digos compartido dentro del fenómeno global y complejo de la comunicación
humana que contempla el proceso de construcción, expresión y significación
de todo aquello que tiene que ver con el lenguaje corporal en momentos de
interacción en un lugar y tiempo determinados.
A continuación se hará una revisión alrededor de la Comunicación no
verbal, como objeto de estudio y en relación a las metodologías que han sido
utilizadas, para después llegar a una propuesta metodológica que aborda el
tema en cuestión.

Antecedentes de la investigación sobre Comunicación no verbal

La Comunicación no verbal ha sido objeto de estudio de diferentes disciplinas


e intenciones desde la antropología, la semiótica, la oratoria o incluso la danza;
razón por la cual la concepción del término y la visión en torno al tema se ha
ido adaptando según el marco epistemológico que lo aborde. A pesar de este
escenario, la investigación de la Comunicación no verbal es fruto principalmente
de seis disciplinas: la Psicología, la Psiquiatría, la Antropología, la Sociología,
la Semiótica y la Etología.
Los etólogos comenzaron a estudiar la expresión corporal al descubrir las
similitudes entre el comportamiento humano y el comportamiento animal en
situaciones de cortejo, dominio, crianza, sumisión, conciliación, etcétera. El
primer estudio al que se hace referencia es “The expression of emotion in man and
animals”, escrito por Darwin en el año de 1872. Este trabajo aborda las expresio-
nes faciales de mamíferos, incluido el hombre, y sugiere que todas las expresiones
humanas primarias pueden remontarse a algún acto funcional primitivo.
La Psicología y la Psiquiatría son algunas de las fuentes de estudio que han
tenido una fuerte contribución al conocimiento de la Comunicación no verbal.
El interés por investigar este tema surgió de la necesidad por comprender la
conducta humana al reconocer que la expresión corporal arroja indicaciones
sobre conductas, emociones, personalidad de los sujetos, así como formas de
interacción con los otros. En sus principios, psicólogos como Kretschmer

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 195


(1925) con su publicación “Physique and character” y Sheldon (1940) con
“The Variations of Human Physique” sentaron bases de tipos corporales y se
interesaron en cómo se comunica la gente por las expresiones del rostro. En el
año de 1941 David Efron escribe “Gesture and Environment”, donde establece
que la cultura es un aspecto importante en la formación de gestos y así, fija un
marco para la clasificación de los comportamientos no verbales.
Desde la Antropología, se ha estudiado la Comunicación no verbal como
una expresión cultural a partir de la cual se han establecido diferencias entre
distintas etnias y nacionalidades; autores como Edwar Sapir (1949) y Mar-
garet Mead en su libro “Male and Female” (1949) señalan el aprendizaje de
los movimientos corporales, no como un fenómeno fortuito, sino como un
conocimiento que se adquiere, se expresa, comprende, y al cual se responde
con naturalidad desde la cultura.
En el año de 1942, Gregory Bateson asociado con Ray Birdwhistell, Ed-
ward T. Hall, Ervin Goffman y Paul Watzlawick entre otros, desde diferentes
disciplinas como la psicología, antropología y sociología, conforman la Escuela
de Palo Alto o el llamado “Colegio Invisible” como un espacio académico para
estudiar la comunicación humana. Estos autores proponen como alternativa al
modelo lineal de comunicación, trabajar desde el modelo circular retroactivo
propuesto por Norbert Wiener (1948); donde el principal planteamiento para
investigar la Comunicación no verbal es el enfoque sistémico, “en términos de
niveles de complejidad, contextos múltiples y sistemas circulares” (Rizo, 2005),
donde la comunicación humana se percibe como un todo y cada elemento
constitutivo se relaciona entre sí y afecta a los demás.
Ray L. Birdwhistell, se concentró en el estudio de la cinésica, de hecho se
considera el padre de esta disciplina; Edward T. Hall con su publicación “The
silent language” (1959) realizó estudios alrededor de la proxémica. Paul Ekman
y Albert Friesen propusieron un marco teórico para abordar los orígenes, uso
y codificación de la conducta no verbal especializándose en las emociones ex-
presadas a través del rostro con el postulado de la existencia de un vocabulario
facial con algunas expresiones universales.
Por otro lado, Erving Goffman, abordó la Comunicación no verbal desde un
marco más amplio, donde a partir de la propuesta del “Modelo dramatúrgico”,
permite hacer una liga con construcciones sociales agudas, tomando en cuenta
las formas de socialización y normalización, es decir, la Comunicación no verbal
como cultura interiorizada expresada a través de rituales, buenas maneras o
máscaras sociales como actuaciones convincentes en la vida cotidiana.

196 • Cyntia Cerón Hernández


A través de las investigaciones en torno a este objeto de estudio, algunos
de los autores ya mencionados como Birdwhistell o Ekman, en su búsqueda
por unidades mínimas de significado, encontraron una analogía entre el movi-
miento del cuerpo y el lenguaje, principalmente en la dimensión de la función
dentro de la comunicación humana. Por ejemplo, la similitud entre el uso de
ciertos movimientos como signos de puntuación del lenguaje no verbal. En
este sentido, la semiótica ha funcionado como herramienta para estructurar y
analizar la información recabada. Formalmente, el semiólogo Thomas Sebeok
en contraparte a lo que llamó la Antroposemiótica (estudio del comportamiento
animal), fue el primero en realizar estudios en torno a la expresión humana
no verbal. La revista especializada en semiótica “deSignis” en el año del 2002
dedicó un número a los gestos, sus sentidos y prácticas.
En la década de los sesenta y setenta se realizaron diversos estudios que
contribuyeron a la comprensión de la Comunicación no verbal. Por ejemplo,
en el año de 1956 el psiquiatra Jurgen Ruesch y el fotógrafo Weldon Kees rea-
lizaron un documento visual llamado “Nonverbal communication: notes on the
visual perception of human relations”; y diversos autores como Argyle (1969),
Dittmann (1972), Goldman-Eisler, Hess (1965, 1968), Kendon (1967,1970),
Mehrabian (1976), Scheflen (1963,1965) entre otros realizaron investigaciones
en torno a este objeto de estudio.
Hasta que se creó “Fast, Body Language”, un informe con alto impacto en el
público y a partir del cual surgió una corriente de libros y artículos de revistas
que simplificaban los estudios a resultados universales y comprensibles, para que
el público en general los pudiera utilizar como medida infalible en relaciones
interpersonales; incluso para conseguir con éxito pareja, trabajo o descubrir
aspectos secretos y profundamente íntimos de las personas.

Los caminos metodológicos para el estudio


de la comunicación no verbal

Como se mencionó anteriormente, la Comunicación no verbal se ha estudiado


desde diferentes enfoques, metodologías y técnicas de acuerdo a la finalidad
desde las distintas posturas epistemológicas. Sin embargo, antes de hacer una
revisión en este sentido, resulta indispensable plantear el objeto de estudio con
características propias y cierta complejidad para ser abordado, principalmente
en tres sentidos: en relación a los sujetos de estudio, los sistemas de signos a
trabajar y el rol del investigador en la experiencia empírica.

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 197


En cuanto a los sujetos, cabe señalar el estado de descorporeización que
se vive en la actualidad principalmente en la cultura occidental, donde aún
persiste la concepción del ser en dos unidades diferentes e independientes
entre sí: razón y cuerpo. La razón, asociada con el mundo objetivo, aceptado,
a lo digno, lo valioso; el mundo de la inteligencia, del poder, que es motivo
de respeto y que se concibe como la lógica que nos permite sobrevivir en la
convivencia social. Por otro lado, el cuerpo vinculado con la sexualidad, lo
mundano, con sensaciones y sentimientos, con la sensualidad y lo prohibido;
como el espacio personal que guarda placeres, historias y vulnerabilidades.
Por lo tanto, alrededor de esta dimensión corporal existen tabúes y prejuicios,
incluso existe la tendencia por tratar de ocultar sus olores, sus secreciones,
sus curvas, sus líneas, sus enfermedades, su expresión plena; como menciona
Birdwhistell: “hasta los buenos olores, los gustos y contactos agradables suelen
ser objeto de desconfianza” (citado en Davis, 1973). Otro aspecto importante
para tomar en cuenta y que complejiza la investigación de este tema es la
normalización, desde la visión de Erving Goffman y como descubrió Paul
Ekman, las normas y reglas de etiqueta sociales pueden impedir la expresión
plena de algunas expresiones corporales, donde la presión del orden social
y la aceptación del otro pueden provocar cierto autocontrol en la expresión
corporal y gestual de los sujetos para no romper con la dinámica de lo con-
siderado “normal”.
Planteados estos escenarios, podemos decir entonces que no somos totalmen-
te conscientes de nuestra corporeidad y la expresión de la misma; la cantidad de
formas, ritmos y posibilidades alrededor del movimiento corporal es inmensa,
sutil y por esta razón la expresión corporal puede vivirse y actuarse de forma
instintiva, inconsciente. Aquí se inserta otro aspecto importante en torno a la
naturaleza de los signos, es decir su calidad de espontaneidad-individualidad
así como su construcción desde la cultura, desde lo social.
Por otro lado, es importante considerar que un gesto o un movimiento puede
tener diferentes significados dependiendo del lugar, la situación, el sujeto, la
intención, relación con el discurso verbal, etcétera.
En línea con lo mencionado anteriormente y en relación al investigador, éste
difícilmente puede comprender el sentido para los sujetos acerca de su cuerpo
y su expresión desde una posición externa; sin embargo trabajar con el discurso
a partir de técnicas tradicionales utilizadas por las ciencias sociales, implica que
los sujetos construyan procesos complejos de autopercepción y autorreflexión
de forma estructurada y lógica a través del lenguaje.

198 • Cyntia Cerón Hernández


Por otro lado, al momento de que el investigador intenta registrar lo ob-
servado, requiere una capacidad minuciosa de descripción y un alto nivel de
sensibilidad, incluso entrenar y afinar la mirada para observar algunos movi-
mientos mínimos; tomando en cuenta además, que no existen códigos que
nos permitan realizar traducciones universales de movimiento para registrar
lo que se observa.
Finalmente, existe un filtro de lenguaje tanto de los sujetos para hablar en
torno a su cuerpo, como del investigador para registrarlo o interpretarlo.
Posiblemente como consecuencia de las consideraciones anteriores y por
la naturaleza visual del objeto de estudio, la principal técnica de recolección
de información se ha realizado a partir del levantamiento de imagen, es decir,
con la filmación y análisis de películas de sujetos en interacción; por ejemplo,
la investigación que realiza Kendon en “Studies in Human Greetings” (1972),
donde se filmaron sesiones de saludos en una fiesta infantil.
Los psicólogos y psicoterapeutas, han analizado a los sujetos a través de
filmaciones dentro de cámaras de Gessell o laboratorios principalmente en
espacios académicos o durante terapias ya que el interés principal desde este
enfoque es relacionar aspectos gestuales y corporales con la personalidad y/o la
dimensión emotiva de los sujetos. Cabe mencionar que otras disciplinas como la
Antropología o la Sociología a partir del enfoque sistémico han considerado que
el desarrollo de la conducta humana en espacios recreados conlleva a situaciones
forzadas donde los sujetos no se comportan ni expresan de forma plenamente
honesta. Así, se ha optado por realizar las filmaciones en los contextos naturales
de interacción de la vida cotidiana, ya que desde este abordaje epistemológico
lo relevante es observar a los sujetos en interacción en un espacio y tiempo de-
terminados con el fin de observar y registrar la relación entre la comunicación
humana, el contexto y la cultura.
Sin embargo, a pesar de que la filmación ha sido la principal técnica de
recolección de información para distintas disciplinas, la diferencia se encuentra
en el tipo de análisis. Se ha realizado, principalmente desde la Psicología, el
análisis a detalle, es decir cuadro por cuadro y en cámara lenta, con el fin de
poder descubrir las reacciones específicas y sutiles de la infinidad de expresiones
faciales y corporales de los sujetos en relación con su comportamiento, estados de
ánimo o incluso psicopatías. A través de esta vía se lograron detectar tendencias
o diferencias entre géneros y en algunos casos, se confrontó a pacientes con su
imagen video grabada con el fin de realizar un proceso de autorreflexión acerca
de su movimiento en relación al comportamiento dentro de un grupo. Otros

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 199


han realizado el procesamiento de la información visual a nivel estadístico y
analítico para descubrir las tendencias, un análisis de tipo cuantitativo.
El antropólogo Ray Birdwhistell, realizó el análisis de lo visto en los filmes
a partir de una metodología llamada microanálisis, donde realizó una trascrip-
ción de la imagen a un sistema de códigos escrito. De esta forma destina una
representación gráfica a cada micromovimiento tomando en cuenta su dirección
y la parte del cuerpo en juego; así se registra todo lo que sucede en 24 cuadros
por cada segundo de película, donde se verifican regularidades y repeticiones,
no como unidades aisladas sino como un conjunto de signos que se construyen
y toman sentido a partir de los diferentes contextos y culturas.
Birdwhistell, interesado en la comunicación humana desde la teoría sistémi-
ca, descubrió a partir de estas transcripciones gráficas, que existe una analogía
a nivel estructural entre la kinesis y el lenguaje, realizó un análisis similar al
que realizan los lingüistas estructurales con la lengua, distinguiendo planos
semánticos, sintácticos y pragmáticos. Determinó entonces dos unidades fun-
damentales: kine como la unidad menor, un movimiento apenas perceptible,
y kinemas entendidos como los movimientos mayores, portadores de sentido
tomados en conjunto; lo equivalente al morfema lingüístico.
Por otro lado, Ekman en su preocupación por encontrar un método fiable
para descifrar las expresiones, trabajó con Wallace Freisen y el psicólogo Sil-
van Tomkins para crear una especie de atlas del rostro llamado FAST (Facial
Scoring Technique). El interés se centró en generar un sistema y un documento
visual para categorizar las expresiones faciales y tener la capacidad de ligarlo
con la dimensión emotiva sin el filtro del lenguaje del sujeto, evitando así las
diferentes capacidades de verbalización de sentimientos o incluso la posibilidad
de encontrarse con mentiras. Este documento cataloga las expresiones faciales
mediante fotografías dividiendo al rostro en tres zonas: la zona de cejas y frente;
la zona de ojos, párpados y nariz; y mejilla, boca, mentón y mandíbula. De
esta forma abarca un mínimo de seis efectos faciales primarios y treinta y tres
mezclas ligadas con sentimientos, se consideró entonces al rostro como una de
las zonas más expresivas del ser humano. Por otro lado, estos autores también
realizaron un sistema de clasificación de los comportamientos no verbales a
partir de su función, similar a lo realizado en estudios de lenguaje.
Otra técnica utilizada ha sido la pupilometría, también desde la psicología


Freisen y Ekman (1976) proponen una clasificación de los movimientos corporales divi-
diéndolos en: emblemáticos, ilustradores, muestras de afecto, reguladores y adaptadores.

200 • Cyntia Cerón Hernández


y aplicada por Eckard Hess. En este caso se pedía a los sujetos que miraran a
través de un lente, donde una cámara cinematográfica filmaba los ojos mientras
se mostraban diapositivas con imágenes con diferentes connotaciones. Así, la
pupila humana reaccionaba a las imágenes, dilatándose cuando las imágenes
eran placenteras o contrayéndose cuando eran desagradables. Con el estudio
de las respuestas pupilares se pudieron determinar reacciones a nivel anatómico
que reflejan la dimensión emotiva ante estímulos externos.
Para realizar investigación en torno a la hanóptica o estudios en relación a
la interacción táctil, el psicólogo Sidney Jourard trabajó con mapas, pidiendo a
sus alumnos que mostraran las zonas del cuerpo tocadas con mayor frecuencia
por su madre u otras personas, encontrando así diferencias relevantes en la
interacción con diferentes vínculos y géneros.
Casi de forma aislada, en México, Jesús Becerra realizó un estudio alrededor
de la proxémica a través del registro poligráfico, “el estudio pretendió establecer
si había correspondencia entre las distancias en que son recibidos los estímulos
de presencia corporal y los derivables de una conversación, respecto a los ritmos
de trabajo cerebral, muscular facial y cardiaco.”
A manera de síntesis, por un lado se puede afirmar que la psicología ha sido
la disciplina que ha mostrado mayor interés y quien ha aportado más herra-
mientas técnicas al estudio de la Comunicación no verbal, con la finalidad de
conectar la expresión corporal con comportamientos, emociones o patologías
humanas. En general, los estudios en torno a la Comunicación no verbal se han
desarrollado principalmente para atender los siguientes objetivos:
1) Conocer, descifrar y ordenar el lenguaje corporal en sus diferentes dimen-
siones y funciones principalmente en relación con el discurso.
2) Relacionar la expresión corporal con la cultura y el contexto.
3) Relacionar la Comunicación no verbal con la dimensión psíquica y
emotiva de los sujetos.

Sin embargo, debido a la relativa novedad de la investigación en torno a


la Comunicación no Verbal se puede decir que hasta el momento y de forma


La hipótesis central del trabajo propone que el polígrafo efectivamente registraría respuestas
cognoscitivas y emocionales en los sujetos. Catálogo de Documentación en Ciencias de la
Comunicación (CC-DOC). Recuperado e1 5 de febrero del 2006, de http://148.201.94.6/
biblioteca/bibdigital/desc/ccdoc/

Según Knapp (1982): kinésica, proxémica, conducta táctil, características físicas, para-
lenguaje, relación objetos y con el entorno.

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 201


mayoritaria, los estudios se han centrado en sujetos principalmente de dos
esferas: estudiantes de universidad y personas en terapia, en ambos casos con
énfasis en la cultura norteamericana. Lo anterior, tiene que ver con el origen
de los autores interesados en el tema y el espacio profesional con el cual tie-
nen contacto cercano. Cabe señalar el reducido número de investigaciones en
Latinoamérica y en México en torno a este objeto de estudio, antes de iniciar
una discusión en torno a la metodología ideónea para realizar proyectos de
investigación al respecto, cabría reflexionar la falta de planteamientos en este
tema, motivo de otro posible proyecto.
Si bien esta disciplina incipiente ha arrojado información sumamente valiosa
y así como ha abierto un mundo poco conocido y grandes posibilidades de
estudio, aún quedan algunos cabos sueltos en torno a las metodologías utilizadas,
independientemente del enfoque desde donde se han diseñado. Por ejemplo, en
el caso de las filmaciones, la recreación de las situaciones en espacios artificiales
puede afectar la expresión natural de las conductas y expresiones de los sujetos;
en algunas ocasiones el análisis se ha concentrado sólo en algunas unidades de
movimiento, aislando otras que conforman la totalidad de la conducta. En
general los resultados se ubican en un plano descriptivo, donde la calidad de
la descripción se centra únicamente en la capacidad del investigador para dis-
tinguir movimientos sumamente agudos y muchas veces con interpretaciones
supuestas sin incluir la perspectiva de los sujetos en cuestión. En relación al
microanálisis, la traducción gráfica de cada mínimo movimiento requiere un
arduo esfuerzo, Ray Birdwhistell mencionó haber invertido una hora de análisis
por un segundo de película; más allá de la inversión en tiempo y trabajo, cabe
cuestionar si la naturaleza de estos sistemas simbólicos es la misma al lenguaje
y así, su análisis. Como menciona Lucrecia Escudero (2002, p. 9):

“Los gestos, prisioneros durante décadas en la ortopedia de la analogía con el lenguaje


y su búsqueda metodológica de unidades mínimas de significación, leídos sólo a
partir de de un sistema de unidades discretas y combinables, son el caso testigo de
cómo la primera semiología de corte estructuralista puede constituirse como tal


En el Catálogo de Documentación en Ciencias de la Comunicación se encontraron 8 textos
en torno a la Comunicación no verbal: 1 mencionado anteriormente con una propuesta
metodológica; 4 que realizan revisiones teóricas, 2 revisiones de casos donde tocan esta
dimensión: cultura organizacional y experiencia amorosa; y 1 como reflexión de esta vía de
comunicación ante el desarrollo de nuevas tecnologías. (idem Recuperado e1 5 de febrero
del 2006)

202 • Cyntia Cerón Hernández


expulsando precisamente a aquellos objetos difícilmente modelizables y presentando
como posición epistemológica la analogía y metáfora, del cuerpo como lenguaje
para concluir que los gestos son sistemas simbólicos no lingüísticos.”

En el caso del catálogo de expresiones del rostro de Ekman y Friesen, FAST,


existen algunos riesgos al no distinguir, por ejemplo una expresión sincera de una
falsa a pesar del entrenamiento de la mirada, o confundir emociones mezcladas
como una situación de ira ligada con temor, o ignorar la significación individual
de diferentes expresiones. Para evitar este tipo de riesgos y en línea con la mirada
sistémica, se tendrían entonces que desarrollar diferentes catálogos de acuerdo a
distintas situaciones, espacios, culturas y según diferentes los sujetos, tomando
en cuenta toda la expresión corporal e incluso con la retroalimentación de las
personas. Por otro lado, la pupilometría resulta un sistema poco práctico en
situaciones cotidianas.
Finalmente, cabe cuestionar si los sujetos en la vida cotidiana somos capaces
de registrar, comprender y reaccionar con tal precisión a la minuciosidad de
información que han arrojado estas investigaciones acerca de la Comunicación
no verbal de los sujetos y por otro lado, si los investigadores tienen la suficiente
sensibilidad de registrar y determinar significado a las diferentes expresiones
localizadas.

Propuesta de metodología para estudiar la Comunicación no verbal

Después de haber planteado el estado del arte en torno a las diferentes posturas
metodológicas, finalmente la intención es plantear una propuesta en este sentido
para investigar el objeto de estudio en cuestión desde la disciplina que debiera
ser la especialista –la Comunicación-, y que paradójicamente aún se encuentra
en un estado incipiente en comparación con otras.
A partir de la reflexión anterior, así como de la observación de Lucrecia
Escudero (quien metafóricamente plantea el estudio de los gestos como una
prisión de la analogía con el lenguaje) y Patricia Magli (2002, p. 38): “el gesto
no sólo informa como la palabra, también actúa, análogamente la comunicación
a través del cuerpo también tiene funciones preformativas en las relaciones in-
terpersonales”; cabe replantear la forma de abordar la Comunicación no verbal
y entenderla con una naturaleza en sí para después plantear propiamente la
metodología. De acuerdo con la definición propuesta en un inicio, concebirla
entonces como un fenómeno complejo, un proceso humano de comunicación

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 203


es decir, social, dinámico, en constante significación y adaptación con formas
de producción de sentido propias. En este sentido, a continuación se proponen
algunos ejes básicos en relación a este objeto de estudio desde la mirada de la
Comunicación:
1) Considerar la Comunicación no verbal intrínseca de la comunicación
humana.
2) Conceptualizar a la Comunicación no verbal como un sistema, es de-
cir, entender que todos los elementos que la constituyen se encuentran
relacionados construyendo una dinámica y lógica propias, y que la
actuación o modificación de alguno de ellos va a afectar a los demás.
Es decir, comprender la Comunicación no verbal como un todo (no
unidades mínimas independientes), donde se debe registrar, analizar y
comprender ese todo en conjunto.
3) Tomar en cuenta la naturaleza comunicativa de la comunicación no ver-
bal, no obviar que la expresión corporal comunica de forma constante,
incluso sin movimiento.
4) Considerar la naturaleza metacomunicacional, es decir, el uso del lenguaje
para hablar acerca del lenguaje mismo.
5) Conceptualizar la Comunicación no verbal como habitus, lo que
Bourdieu denomina hexis corporal, “donde el cuerpo funciona como
estructura mnemotécnica que retiene y reproduce las estructuras objetivas
socializadas y aprehendidas” (Bordieu, 1987). En este mismo sentido,
considerar los capitales de los sujetos, entendidos como recursos poten-
ciales, posesiones definidas que determinan el desarrollo en el espacio
social, Pierre Bordieu (1987, p. 106) plantea cuatro capitales presentes en
el individuo: capital cultural, capital económico, capital social y capital
simbólico. (Ver nota 1)


Según Bourdieu, “el porte, los gestos, la manera de presentar, trabajar el cuerpo, definen
una fisonomía social en los que están depositadas las disposiciones más básicas y vitales del
habitus, donde las personas expresan el aprendizaje de su lugar en el mundo y su manera
objetiva de ser en el mundo. En la cara, los brazos y las piernas están depositados imperativos
y valores sociales aprendidos en el pasado y ahora hechos cuerpo.” (Citado en La identidad
que otorga la posición. El caso de los bolivianos en Jujuy. Un análisis desde la perspectiva de
Pierre Bourdieu”, texto de Juan Armando Guzmán. Recuperado de: http://www.elcolegio-
desantiago.com.ar/ponencia_2004-25.htm)

Bourdieu (citado en García, A.). (1987). Fragmentos seleccionados y escanadeos del Habitus
según Bourdieu.

204 • Cyntia Cerón Hernández


6) Ubicar y conceptualizar la Comunicación no verbal como parte y pro-
ducto de la cultura, donde para comprender la construcción de sentido
de los sujetos de estudio, se deben ubicar y contextualizar en un tiempo,
espacio y lógica determinada a partir de donde se construye el significado,
que además puede variar de acuerdo a la situación y al sujeto.
7) Tomar en cuenta la dimensión histórica, donde los rasgos y la expresión
corporal se van construyendo y transformando a lo largo del tiempo,
así mismo la significación, apropiación y construcción de sentido. El
habitus reintroduce la dimensión histórica como estructura generativa
que asegura la actuación del pasado en el presente.
8) Trabajar con procesos de comunicación en lugares y situaciones cotidia-
nas que se acerquen a conductas naturales, no forzadas; y así considerar
también las expresiones espontáneas e individuales.
9) Tomar en cuenta las reglas de etiqueta construidas a partir del orden social
como parte de las normas sociales adaptadas e incorporadas en la vida
cotidiana, desde el enfoque dramatúrgico propuesto por Goffman.

Propuesta técnica

A partir de los planteamientos mencionados anteriormente para abordar el


objeto de estudio, a continuación y desde una perspectiva hermeneútica se
propone lo relacionado con la técnica propiamente. Esta metodología se está
poniendo en práctica actualmente en un proyecto de investigación que a
grandes rasgos pretende conocer los factores involucrados en la construcción
del lenguaje corporal en alumnos universitarios, así como la forma en que se
desarrolla y expresa en diferentes espacios y situaciones de interacción. Cabe


Bourdieu afirma que el habitus produce prácticas conformes a los esquemas engendrados
por la historia y asegura la presencia activa de las experiencias pasadas que, depositadas en
cada organismo bajo la forma de esquemas de percepción, de pensamiento y de acción,
tienden -de forma más segura que todas las reglas formales y todas las normas explícitas- a
garantizar la conformidad de las prácticas y su constancia en el tiempo. (idem)

Este proyecto se desarrolla en el marco de la Universidad Intercontinental con el nombre
de “La comunicación silenciosa: el cuerpo hablando”. Por otro lado, se está haciendo una
labor conjunta para realizar adaptaciones con el fin de aplicar la metodología en un proyecto
conjunto con la Universidad Autónoma de la Ciudad de México: “Mediaciones lingüísticas
de autopercepción y estrategias de autorrepresentación sobre el cuerpo femenino” con Vivian
Romeu y Cynthia Pech como responsables.

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 205


señalar la conveniencia de aplicación dentro del contexto mexicano al enten-
der la expresión corporal como un constructo desde lo social así como de la
historia individual de los sujetos, por esta razón se plantea el uso de técnicas
que combinan las dos dimensiones: la observación participante y biografías
corporales, así como talleres de movimiento como área de intervención desde
la Comunicación. Finalmente al ser el lenguaje el medio para que los sujetos
reflexionen en torno al uso y significaciones del cuerpo, así como para que
el investigador describa cómo éste se expresa, resulta pertinente aplicar una
metodología que contemple el discurso del contexto donde se desarrolla la
interacción.

Observación participante

En un primer nivel, esta técnica funciona para tener una mirada general, un
primer acercamiento para distinguir características de la expresión corporal
así como las diferencias generadas a partir de distintas lógicas de acuerdo a
los sistemas considerados. Se plantea como participante en el sentido de que
el investigador “participa”, más que con entrevistas insitu, al compartir sim-
bolismos o significaciones de expresiones de una misma cultura para describir
situaciones de interacción. A continuación se plantean algunos aspectos para
tomar en cuenta al investigar la Comunicación no verbal de los sujetos dentro
de un entorno social, así como una vía para estructurar los datos arrojados
por la investigación de campo. Estos aspectos están divididos en primarios,
secundarios y terciarios:

a) Aspectos primarios
Se refieren a las características que permiten plantear las condiciones contex-
tuales de los actores sociales y que permiten comprender la relación con el
entorno. Entre ellos destacan la nacionalidad u origen, el género, la edad y
estilo de vida.
• Nacionalidad/origen: diferentes investigaciones han arrojado información
acerca de los diferentes códigos de Comunicación no verbal a partir del
origen de los sujetos, desde la antropología por ejemplo. De igual forma
en que se hablan diferentes idiomas, también existen diferentes lenguajes
corporales íntimamente relacionados, por ejemplo la gesticulación exagerada
de los italianos con las formas elegantes y sencillas de los ingleses.

206 • Cyntia Cerón Hernández


• Género: se ha comprobado por investigaciones previas que culturalmente
los sujetos apropian desde la cultura elementos de lenguaje corporal. Desde
el entorno familiar o religioso por ejemplo, se enseñan y apropian formas de
comportarse a partir del género; se fortalecen o inhiben códigos femeninos
o masculinos culturalmente aceptados.
• Edad: la fisonomía se va transformando conforme el desarrollo de vida de los
sujetos y estos cambios a nivel anatómico implican formas de apropiación,
adaptación o rechazo de acuerdo a criterios (conscientes o no) de la persona.
Por lo tanto, estos cambios a nivel anatómico también tienen que ver con
la significación e imaginario de diferentes etapas de vida de los sujetos.
• Estilo de vida: entendido como “producto sistemático de los habitus que,
percibidos en sus mutuas relaciones según los esquemas del habitus, devie-
nen sistemas de signos socialmente calificados”. (Bourdieu, 1979, p. 171).
Es decir, identificar elementos visibles, signos que nos hablen del habitus de
grupo, así como acerca los capitales de los sujetos (hasta donde puedan ser
observables). Pensemos, por ejemplo, las posibles diferencias de códigos entre
tribus juveniles o grupos religiosos, deportistas, artistas, etcétera. Incluso una
misma persona puede desarrollar lenguajes diferentes en grupos distintos.

b) Aspectos secundarios
Denominados así no por tener menor relevancia, sino por implicar un segundo
nivel de especificidad. Los aspectos secundarios son:
• Marco: a partir de lo que Goffman entiende como dispositivo cognitivo y
práctica de organización de la experiencia social, es decir no sólo se debe
tomar en cuenta como referencia espacial, sino el marco sistémico a partir
de donde se genera una lógica específica de normas y conductas sociales
con implicaciones simbólicas en procesos comunicativos.
• Ambiente: del lugar, es decir, tener presente cómo el tipo de iluminación,
materialidades, personas presentes, olor, ruido y otras condiciones del es-
pacio influyen en los momentos de interacción y construye una atmósfera
determinada.
• Situación: es la razón de ser de la interacción, el motivo por el cual los su-
jetos se reúnen y establecen procesos comunicativos, se da en un momento


El estudio del cuerpo con la perspectiva de género ha sido abordado en México por au-
tores como: Lorena Zamora (2000), Margarita Baz (1994), Marta Lamas (1994) y Katya
Mandoki (2003).

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 207


determinado y al momento en que se desarrolla también se puede ir trans-
formando.
• Interacción con otras personas: específicamente los sujetos involucrados en
los procesos de comunicación, con los cuales se establece relación.

c) Aspectos terciarios
Se refiere al nivel más fino de la observación, la descripción detallada de la Co-
municación no verbal en momentos de interacción. A continuación se propone
una guía de elementos a observar que también funciona como una forma para
estructurar la información en cuanto a la expresión corporal.
• Características físicas: se refiere a los rasgos de expresión de los sujetos. Es
relevante ya que pueden ser elementos que determinen la interacción con
los otros. Se pueden ubicar dos tipos: estáticos y evolutivos. Dentro de
los estáticos, como características que permanecen constantes, se pueden
ubicar el color de ojos, la forma de cara, tono de piel o el tipo de manos.
Dentro de los evolutivos como el cambio o adaptación de las características
físicas se pueden ubicar la coloración de los dientes, la constitución, altura,
disposición del cuero cabelludo, acne, cicatrices, arrugas, etcétera.
• Posturas: colocación y disposición general del cuerpo, por ejemplo de los
hombros, el portar la espalda recta o encorvada.
• Gestos: movimientos y expresiones faciales alrededor de tres secciones del
rostro: el área de los ojos, la nariz y la boca.
• Mirada: como un elemento específico por la relevancia durante la interac-
ción, por ejemplo el lugar hacia donde se mira, la intención o tipo de mirada
en los procesos comunicativos.
• Kinésica: entendida como el estudio de los movimientos del cuerpo donde
cabe resaltar el ritmo, la calidad de movimiento, la intención o uso de la
expresión corporal. (ver nota al pie 1)
• Paralenguaje: se refiere a la forma de decir. Según Trager (1958) se ubican
diferentes componentes:
o Cualidades de la voz: como el control del ritmo, tiempo, articulación,
resonancia, control de la glotis y control labial de la voz.
o Vocalizaciones: donde se encuentran los caracterizadores vocales como
risa, llanto, suspiros; los cualificadores vocales donde entra la intensidad
de la voz, la inflexión del tono y la extensión al articular las palabras; y
finalmente las segregaciones vocales como las muletillas, “mmm”, “aha”,
los silencios, errores al hablar, etcétera.

208 • Cyntia Cerón Hernández


• Interacción con objetos: es decir la manipulación de artefactos como es-
tímulos en procesos comunicativos, como arreglarse los lentes al hablar u
observar constantemente el reloj.
• Conducta táctil: como el contacto físico con los otros en diversas situaciones,
por ejemplo el abrazo o la ausencia de contacto en la situación de saludo.
• Vestimenta: la ropa habla muchas veces del estilo de vida del sujeto, la forma
como se percibe y la relación con su contexto. Por ejemplo una persona
que hace ejercicio y se siente cómoda con su cuerpo puede utilizar ropa
deportiva ajustada a su figura en la vida cotidiana. Es conveniente consi-
derar entonces el tipo de ropa utilizada, si está a la moda o no, la gama de
colores, tipo de telas; preguntarse qué dice la vestimenta de la persona. Y
aunque no estrictamente sea vestimenta, las formas para “vestir” o arreglar
el cabello.
• Proxémica: entendida como el estudio del uso y percepción del espacio
social y personal (Knapp, 1982, p. 25), es decir cómo la gente dispone del
espacio personal, cómo usa el espacio en la interacción con otros y cómo
responde a la disposición espacial de los sujetos y objetos en el espacio.

Biografías corporales

Esta técnica propone retomar al lenguaje como uno de los actores principales
a partir de lo que tradicionalmente se conoce como historia de vida e historia
oral temática, realizando los ajustes necesarios para el objeto de estudio en
cuestión, razón por la cual se denomina “Biografía Corporal”, entendida como
una mezcla entre las técnicas anteriormente mencionadas donde se trabaja en
diferentes niveles:
a) Principalmente a través de la subjetividad de los sujetos podemos conocer
la construcción de sentido y significación en torno a la expresión corporal
para complementar la observación realizada por el investigador
b) El cuerpo como eje temático en cuestión de la relación con él mismo y sus
significaciones, así como el uso y prácticas que se le da en la vida cotidiana y
en momentos de interacción. Es decir, los valores y las convenciones sociales
aprendidas hechas cuerpo, lo referente a la construcción del hexis corporal.
c) La reconstrucción histórica de la vida del sujeto, es decir el trabajo con el
recuerdo, principalmente enfocado a su relación con el cuerpo, que permite
contextualizar y ubicar transformaciones en la construcción de sentido para
los sujetos.

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 209


d) Influencias del entorno relacionado para construir o aprehender la comu-
nicación no verbal a través del tiempo. Es decir a partir de características
físicas propias, conocer cómo ha sido el proceso de adaptación y uso del
cuerpo, como señales de cortesía aprendidas desde la educación en casa, las
normas de género u otros aspectos desde la cultura, que permiten saber cómo
reaccionar y comportarse en diferentes situaciones. Como, por ejemplo, el
tener senos grandes y en la vida cotidiana esconderlos o mostrarlos.

Si bien anteriormente se planteó la dificultad de trabajar con el discurso de


los sujetos por las implicaciones de orden y estructuración de una dimensión de
la persona a veces olvidada, considero que utilizar el lenguaje como un mediador
entre el mundo interno y el externo, tiene varias implicaciones positivas. Por
un lado, involucrar al otro para comprender un fenómeno que tiene que ver
con su intimidad, autopercepción y subjetividad, como es la relación con su
cuerpo; por otro lado el nivel de reflexividad requerido de parte de los sujetos
de estudio al recordar, reconstruir y verbalizar en torno a una dimensión de ellos
mismos, comprendido además desde la lógica natural del lenguaje, “centrada
en los procesos de argumentación en el que la sujeto argumenta a favor o en
contra sus creencias y experiencias” (Pech, C. & Romeu V., 2006), en este caso
en torno su propio cuerpo.
Así, se apuesta a estudiar la Comunicación verbal desde una perspectiva
diferente con posibilidad de construir conocimiento con mayor complejidad
y profundidad al integrar al sujeto en un proceso activo de configuración de sí
mismo y en torno al objeto de estudio.

Talleres de movimiento

Finalmente los talleres de movimiento más que una técnica de investigación en


sentido estricto, se proponen como un espacio para verter los conocimientos ya
sistematizados de las técnicas ya mencionadas anteriormente. Es decir, como
parte de la metodología en la dimensión de la investigación-acción, donde se
plantea un escenario para explorar, intervenir y probar nuevas posibilidades
con los datos obtenidos, incluso para complementar o verificar la información
ya sistematizada con una gama de posibilidades como por ejemplo:

a) Intensificar la conciencia en torno a la expresión corporal en procesos


de comunicación.

210 • Cyntia Cerón Hernández


b) Identificar códigos que puedan mejorar procesos comunicativos en
situaciones específicas.
c) Generar mensajes construidos sólidamente tomando en cuenta la di-
mensión verbal y no verbal.
d) O conocer con mayor profundidad los sujetos de estudio o que éstos
obtengan mayor conocimiento entre sí como vía para mejorar procesos
comunicativos.

Finalmente, con esta propuesta metodológica cabe la posibilidad de cruzar


tres diferentes momentos y puntos de vista, la del pasado con la construcción
y significación histórica desde el sujeto de estudio a partir de su discurso, la
del presente desde el punto de vista del investigador a través de la observación
en torno a la Comunicación no verbal en uno o varios escenarios y desde el
punto de vista del sujeto a través del discurso actual; y la apuesta hacia el futuro
a través de la intervención en procesos de comunicación, mediante los talleres
de movimiento.
La intención es traspasar el plano descriptivo, ya que si bien este nivel de
información ha sido enriquecedor como vía para tener un primer acercamiento
y dimensionar todas las posibilidades de este objeto de estudio; también es
importante que las investigaciones a futuro en torno a la Comunicación no
verbal trasciendan los catálogos formales, estáticos, muchas veces arbitrarios.
De esta forma se pretende dar un papel más activo a los sujetos para compren-
der el fenómeno también desde su punto de vista con la posibilidad de cruzar
subjetividades.
Aún queda una gama de áreas por optimizar, por ejemplo lograr el nivel
de confianza y reflexividad necesarias para que los individuos generen discurso
en torno a su mundo íntimo, encontrar más fácilmente sujetos dispuestos a
compartirlo; la capacidad como investigador de registrar a detalle o la posi-
bilidad de construir un lenguaje de traducción corpórea universal. Estas son
sólo unas ideas.
Tal vez alguno de los aspectos mencionados, posiblemente sin respuestas
plenas y concisas tiene que ver con el reducido número de estudios en torno al
tema en América Latina, a lo mejor se considera un tema “poco académico” o
se vislumbran aplicaciones poco éticas o simplemente genera poco interés. Sea
cual fuere la respuesta, me parece que como comunicólogos e interventores de
la realidad es clave mirar a los sujetos y comprenderlos con toda su complejidad,
sin mermar la corporeidad y sus implicaciones en la construcción de identidad,

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 211


subjetividad y al momento de interactuar, de comunicarse con los otros. De
esta forma se abre una posibilidad para seguir construyendo conocimiento
en torno al objeto de estudio y a la forma de abordarlo. Desde la perspectiva
latinoamericana y mexicana aún falta un largo camino por recorrer, éste es sólo
el inicio de uno posible que se empieza a construir.

Notas
1. El capital cultural, es el conjunto de “factores eficientes”, bienes, propiedades
que permiten a sus poseedores ejercer un poder en alguna área de las prácticas
culturales. Pueden ser en el conocimiento, la educación, el lenguaje, la ciencia, la
estética, los gustos, en general, en los modos de apropiación de los objetos culturales
legítimos con que cuenta una sociedad. El capital social es la suma de recursos,
actuales o potenciales, correspondientes a un individuo o grupo en virtud de que
estos poseen una red duradera de relaciones, de conocimientos y reconocimientos
mutuos, más o menos institucionalizados. Se trata del reconocimiento que permite
a las personas movilizar en su favor y en momentos apoyos, garantías, influencias,
que le proporcionan algún bien material o simbólico. El capital simbólico es una
propiedad cualquiera, fuerza física, belleza, riqueza, valor, que percibido por los
agentes sociales dotados de las categorías de percepción que les permite percibir y
reconocerla deviene simbólicamente. El capital económico en relación con el con-
cepto de clase. Posesión de capacidades, poderes y propiedades sociales similares
en torno a las cuales es posible teóricamente reunir a grupos, creando un efecto de
condensación y diferenciación respecto a otras condiciones de existencia (clases). (ci-
tado en Mazzoni, M. El habitus y el espacio de los estilos de vida. Culto al Cuerpo.)

Bibliografía
Baz, M. (1994). Enigmas de la subjetividad: Un análisis del discurso, Versión Estudios
de Comunicación y Política, No. 4. México: UAM Xochimilco.
Birdwhistell. (1970). Kinesic and Context: Essays on Body Motion Communication.
Philadelphia: University of Pennsylvania Press.
Bourdieu, P. (1979). La distinción. Criterios y bases sociales del gusto. México: Ed.
Taurus.
Bourdieu, P. (1987). Cosas Dichas. España: Ed. Gedisa.
Davis, F. (1973). La comunicación no verbal. México: Alianza Editorial.
DeVito, A. Humman Communication. The basic course. Estados Unidos: Ed. Harper
and Row.

212 • Cyntia Cerón Hernández


Galindo, J. (coord.). (1998). Técnicas de investigación en sociedad, cultura y comni-
cación. México: Addison Wesley-Longman.
García, A. Fragmentos seleccionados y escaneados. El habitus según Pierre Bordieu. Re-
cuperado el 5 de mayo del 2006, de http://www.univalle.edu.co/~cognitiv/
archivos/grupo%20cultura/Otros%20dopcumentos/BOURDIEUHABITUS.
pdf
Guzmán, J.A. La identidad que otorga la posición: El caso de los bolivianos en Jujuy. Un
análisis desde la perspectiva de Pierre Bourdieu. Recuperado el 5 de mayo del
2006, de http://www.elcolegiodesantiago.com.ar/ponencia_2004-25.htm
Joseph, I. (1999). Erving Goffman y la microsociología. España: Ed. Gedisa
Karam, T. Introducción a la Semiótica. Portal de Comunicología (GUCOM). Re-
cuperado el 20 de abril del 2006 de http://www.geocities.com/comunico-
logiaposible
Knapp, M. (1982). La Comunicación no verbal. El cuerpo y el entorno. México:
Ed. Paidós.
Macías, N. (2005). Teoría de sistemas. México: En prensa.
Mandoki, K. (2003). Cuerpo, lugar y discurso. Reflexiones en torno a la producción
del poder, Versión Estudios de Comunicación y Política, No. 13. México:
UAM Xochimilco.
Marc y Picard (1988). La interacción social: Cultura, instituciones y comunicación.
Barcelona: Ed. Paidos.
Mazzoni, M. El habitus y el espacio de los estilos de vida: Culto al Cuerpo. Recuperado
el 14 de mayo del 2006, de http://www.alipso.com/monografias/bour-
dieu_practicas_sociales/
Rector, M., Magli, P. & Sebeok. (2002, octubre). Los gestos/sentidos y prácticas (vol.
3). Designis, España: Ed. Gedisa.
Pech, C. & Romeu, V. (2006). Mediaciones lingüístias de autopercepción y estrategias
de autorrepresentación sobre el cuerpo femenino, Memorias del Encuentro
Nacional AMIC 2006, Mesa Comunicación y Género.
Rizo, M. (2004). El camino hacia la “Nueva Comunicación”. Breve apunte sobre las
aportaciones de la Escuela de Palo Alto”, Razón y Palabra.
Varios. (2005). La comunicación interpersonal. Introducción a sus aspectos teóricos,
metodológicos y empíricos. México: Universidad Autónoma de la Ciudad de
México.
Catálogo de Documentación en Ciencias de la Comunicación (CC-DOC). Recuperado
el 5 de febrero del 2006 de http://148.201.94.6/biblioteca/bibdigital/desc/
ccdoc/

Reflexiones metodológicas para investigar la comunicación no verbal • 213


Tercera Parte
Observatorio de medios

3
Capítulo 9

Una mirada a las pantallas:


oferta cinematográfica en México
antes y después del TLC
María de la Luz Casas Pérez*
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Cuernavaca

El cine es una importante industria a nivel internacional. En muchos


países se le reconoce no solamente como una sólida fuente de ingresos,
sino también debido a su potencial en la promoción de la cultura y de
la identidad nacional.
En México el cine se ha descuidado durante décadas. El marco nor-
mativo que regula la actividad de la industria cinematográfica mexicana
ha estado no solamente rezagado respecto de la dinámica de la produc-
ción cinematográfica en otros países, sino que ha dejado a la industria
totalmente desprotegida respecto de la competencia internacional.
La presente investigación hace un recuento de la situación de la
industria cinematográfica mexicana antes y después del TLC, de los
cambios que la legislación cinematográfica facultó en su momento y
de la forma en que éstos permitieron el ingreso aún más franco de la
industria cinematográfica norteamericana a las pantallas mexicanas.

Cinema is as an important asset in most countries. Not only has it been


recognized for its potential in revenues, but for the promotion of culture
and national identity as well.

* Tiene licenciatura en Comunicación por la Universidad Iberoamericana, maestría en


Comunicación por la Universidad de McGill en Montreal, Canadá y doctorado en Cien-
cia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es investigador nacional
Nivel II, miembro de distintas asociaciones  y autora de diversos artículos en revistas de
comunicación y política. Su obra más reciente es “Políticas de Comunicación en América
del Norte”  Editorial Limusa, 2006.
However, in Mexico cinema is not an essential industry. Differently
from other countries, in Mexico the industry of cinema has always been
dependent on the State not only for promotion but also for the assignment
of Federal funding, which by the way has always being scarce. Legislation
for the industry, not adequately updated for long, has left the industry on its
own and at the hands of international competition. The situation of cinema
theatres exhibition depicted in this paper before and after NAFTA, shows that
the Mexican cinematographic industry may well be in the hands of the US
interests for long.

El cine, es no solamente una industria del entretenimiento, sino también es una


industria cultural. El cine constituye un vehículo para la expresión del arte, de
la lengua, de la identidad y de la cultura de un pueblo.
El panorama multicolor de una nación puede expresarse de manera diversa
a través de los matices que se difunden a través del cine. Por ello, resulta tan
importante y tan significativa la oferta cultural que se transmite en las salas
cinematográficas en un momento dado.
En muchos países, el cine es considerado una industria prioritaria, y en la
mayoría de los casos el Estado no ha renunciado a su rectoría, antes bien la ha
fortalecido.
El cine forma parte de nuestra identidad, nuestras costumbres, nuestras
formas de ser y de sentir. Por eso, el cine refleja el rostro de nuestra sociedad,
y resulta importante saber cómo es que ha ido cambiando ese rostro a lo largo
de los últimos años.
Hace algunos años, a muchos de nosotros nos preocupó cómo cambiaría
el rostro de nuestro país a consecuencia de la entrada en vigor del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLC). ¿Se transformaría el consumo?
¿Terminaríamos consumiendo muchos más productos estadounidenses de los
que ya consumíamos? ¿Habría posibilidad de que nuestra oferta mediática llegara
a las pantallas y a las salas cinematográficas en Estados Unidos y Canadá?


Particularmente en países como Estados Unidos y Canadá que son nuestros socios comer-
ciales en el TLC el cine constituye una industria prioritaria, financiada directamente para
la producción de materiales propios, como en el caso del Nacional Film Board of Canada,
o indirectamente a través de la protección al ingreso de materiales extranjeros como en el
caso del Departamento de Estado de los Estados Unidos. De hecho, la Casa Blanca reconoce
en el cine una de sus primeras fuentes de divisas después de la industria del automóvil y la
de las armas. En otros países, como en Francia, España, Argentina y Brasil la producción
cinematográfica nacional recibe incentivos políticos y fiscales.

218 • María de la Luz Casas Pérez


El presente trabajo pretende abordar precisamente esta pregunta acudiendo
a los datos duros, es decir al conteo de la oferta cinematográfica tal y como fue
reportada por las carteleras mexicanas en dos momentos específicos: uno, en
1994 al momento de la entrada en vigor del TLC a fin de observar cuál era la
situación en esos momentos en términos de exhibición, y otro en el año 2004,
es decir a diez años de la entrada en vigor de dicho tratado. Sin embargo, este
trabajo no solamente aborda la cuestión del número de películas exhibidas en
cada período, sino que también analiza los cambios en la legislación que se
desarrollaron a consecuencia del contexto específico de competencia a la que
se enfrentaba nuestro país en el sector cinematográfico.
Como sabemos, diversos sectores de la economía y no solamente el ci-
nematográfico, fueron preparados para el ingreso de México al TLC, pero la
industria del cine en particular se encontraba en una situación particularmente
difícil. El cine había demostrado ser no solamente una industria productiva,
sino también muy importante en la conformación de una identidad nacional
fuerte y generosa.
Durante 1950, México llegó a producir 122 películas por año, pero los años
prolíficos llegaron a su fin, no obstante que durante la década de los setenta se
habían hecho esfuerzos para promover la producción nacional. Para 1998, el
cine mexicano tocaba fondo.
La industria cinematográfica mexicana adolece de muchos problemas,
pero el principal de ellos es la falta de fuentes de financiamiento, ya que ha
demostrado ampliamente contar con talento y creatividad a la altura de cual-
quier otro país. Salvado el problema del financiamiento el siguiente problema
es la distribución de las películas. Acostumbrados a la avalancha de productos
cinematográficos, principalmente norteamericanos, los canales de distribución
privilegian la oferta cinematográfica norteamericana ya que es la que cuenta
con mayores facilidades para la promoción. Compromisos adicionales de las
salas cinematográficas con los distribuidores permiten privilegiar la exhibición
de películas norteamericanas por encima de las películas nacionales.


Sólo se produjeron 12 películas de las cuales se exhibieron 6. Para el año 2000 se logran
filmar 28 y 4 quedan en proceso de producción. Ver declaraciones de Víctor Hugo Rascón
Banda en ocasión de la presentación del reglamento de la Ley Federal de Cinematografía
el 30 de marzo del 2001. Disponible en: http://www.cnca.gob.mx/cnca/nuevo/2001/dia-
rias/mar/300301/leyfcine.html

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 219
Como veremos más adelante, el marco jurídico mexicano sobre el cual opera
la industria no favorece a la exhibición, ni les otorga beneficios o protección
a los productores. Así el contexto de la exhibición se encuentra íntimamente
relacionado con las condiciones de promoción, financiamiento, lo cual con-
diciona ampliamente las condiciones de participación de los involucrados
y merma los esfuerzos de productores, guionistas, directores y otros actores
importantes del sector para producir una oferta cultural cinematográfica ne-
tamente mexicana.

La oferta cultural cinematográfica

El problema del consumo cinematográfico es complejo. Como hemos visto, se


trata de un fenómeno en el cual intervienen distintos factores que responden
desde luego a condiciones históricas particulares (Sánchez, citado en García,
2004).
Es cierto que el público mexicano puede haber desarrollado un cierto
“gusto por el cine extranjero”, pero también es cierto que sectores específicos
de la propia industria, como los distribuidores, han operado, muchas veces en
contra de la propia producción nacional favoreciendo al consumo de productos
extranjeros a fin de garantizar sus ingresos en taquilla.
El fenómeno no es nuevo, sin embargo, sí responde a las condiciones de
competencia internacional de los mercados globales.
Mientras la economía mexicana estuvo cerrada, la producción nacional
tenía su exhibición prácticamente garantizada en las carteleras cinematográficas
mexicanas, pero a consecuencia de la entrada en México del TLC las condiciones
de la competencia cambiaron, y tanto distribuidores como exhibidores optaron
por el responder a la demanda en volumen.
La legislación no ayudaba mucho tampoco. Las primeras normas jurídicas
que normaban la industria cinematográfica se habían producido en el contexto
del proteccionismo estatal y no habían vuelto a revisarse porque respondían
muy bien a los intereses tanto del gobierno como de la industria. Sin embar-
go, en el momento en que nuevos actores internacionales entraron en escena
se hizo necesaria una revisión profunda de la norma jurídica. No obstante
esa revisión llegó demasiado tarde, dejando en la indefensión absoluta a una
industria que debió de haber sido protegida desde un principio como forma
de expresión nacional.

220 • María de la Luz Casas Pérez


Antecedentes de la legislación

Si bien el cinematógrafo fue conocido en nuestro país desde la época del Presi-
dente Porfirio Díaz, y existen documentos cinematográficos que consignan la
presencia del cine en México y que dan cuenta de los principales acontecimientos
de la época desde la decena trágica y revolución, no es sino hasta la década de
los años cuarenta que el cine comercial recibe su primer auge.
En parte, el impulso recibido por la industria cinematográfica mexicana se
debió al interés de los Estados Unidos por promover los valores de la doctrina
Monroe frente a las posibilidades de la expansión nazi en Alemania.
Es precisamente hacia finales de los años treinta que los productores mexi-
canos reciben financiamiento para comprar equipos de cine, así como recibir
asistencia técnica directamente de Hollywood para producir películas nacionales
con la consigna de elevar el valor patriótico del país y su vinculación con el
resto de las naciones americanas. (Ortiz Garza, 1989).
Este hecho en particular favoreció no solamente la introducción de equipo
cinematográfico a nuestro país, sino también un cierto entrenamiento técnico
en el know how de la producción y distribución de películas.
No obstante, y pese a la buena cantidad de producciones mexicanas que se
desarrollarían hacia finales de los años treinta y principios de los años cuarenta,
no sería sino hasta 1949 que se gestaría un marco regulatorio específico para
esta industria.
Esa ley establecía, por ejemplo las siguientes consignas, mismas que se
transcriben a la letra:
Durante los sexenios de Luis Echeverría Álvarez y de José López Portillo
la cinematografía mexicana recibiría cierto impulso sobre todo a través de fi-
nanciamientos gubernamentales que, salvo escasas excepciones no produciría
cine de buena calidad.
La consigna era producir cine, y no necesariamente buen cine. En muchos
casos el financiamiento gubernamental al cine nacional estuvo condicionado a la
producción de películas con contenidos ligeros y de baja calidad. No obstante,
se llegaron a realizar algunas producciones de cine independiente que no vieron
la luz sino hasta décadas posteriores.


La primera Ley de la Industria Cinematográfica fue publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 31 de diciembre de 1949, durante la Presidencia de Miguel Alemán.

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 221
Durante todos estos años, el énfasis de la regulación de la industria se
centraría en la censura de los contenidos, muy al estilo de los funcionarios
encargados en cada período.
La apertura política de finales de los años ochenta se reflejaría en la indus-
tria. Productores, guionistas y directores comenzaron a conquistar espacios con
contenidos cada vez más ambiciosos escapando a la censura, sin embargo, el
problema no era la falta de talentos o ideas para la producción, sino los finan-
ciamientos y la distribución.
Ante la retirada del Estado con fondos estatales para la producción de pelí-
culas nacionales, los talentos mexicanos tuvieron que emigrar a otras latitudes
en busca de oportunidades, ya sea para la actuación o para la producción de
sus películas. La ley de 1949 y el reglamento de 1973 ya no eran suficientes
para promover a la industria, por lo tanto para 1992 era claro que se requería
una nueva legislación. Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, la
legislación recibió modificaciones importantes. México se preparaba para la
apertura.
La entrada de México al TLC abriría por tanto oportunidades, pero también
problemáticas. Si bien el cine podría contar con mayores facilidades para el
financiamiento tanto en producciones nacionales como en coproducciones, los
realizadores también se enfrentaban a la competencia abierta y desmedida del
cine extranjero, especialmente Hollywoodense.
Por otra parte, y en consonancia con la venta de paraestatales y el adelga-
zamiento del Estado, en 1993 el gobierno mexicano vendía un paquete de
medios entre los que se encontraba la compañía Operadora de Teatros, S.A.
Esta oportunidad resultó de oro para inversionistas mexicanos y extranjeros que
vieron en ello la ocasión para comprar salas cinematográficas bien ubicadas y
convertirlas en nuevos complejos cinematográficos de primer nivel.
La Ley Federal de Cinematografía promulgada en diciembre de 1992
durante el sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari ya comenzaba a


Este reglamento es el mismo que aplica la Dirección General de Radio, Televisión y
Cinematografía de la Secretaría de Gobernación, relativo a los contenidos de la radio y la
televisión. Dicho reglamento fue publicado el 4 de abril de 1973 http://www.ordenjuridico.
gob.mx/Federal/Combo/Reglamentos/R-87.pdf,,

Hay que mencionar que para esas fechas las salas cinematográficas de las principales ciu-
dades de la República mexicana se encontraban en un estado realmente deplorable, y que
los consumidores de películas preferían en todo caso recurrir a la renta de videocasetes para
tener la ocasión de ver los principales éxitos cinematográficos.

222 • María de la Luz Casas Pérez


acoplarse a los lineamientos expresados por el TLC que estaba en negociación
en esos momentos.
Así por ejemplo, según el Artículo 7º de la ley de 1992, se consideran pe-
lículas de producción nacional las que cubran los siguientes requisitos: haber
sido realizadas por personas físicas o morales mexicanas ó haberse realizado en el
marco de los acuerdos internacionales o los convenios de coproducción suscritos
por el gobierno mexicano con otros países u organismos internacionales.
El Artículo 8º de esa misma ley indica que las películas serán exhibidas al
público en su versión original y, en todo caso subtituladas al español en los
términos que establezca el reglamento. Las clasificadas para público infantil y
los documentales educativos, podrán exhibirse doblados al español.
Hay que mencionar que las multas y sanciones a las que hace referencia esta
ley, no varían respecto de las establecidas en 1949, siendo la multa establecida
por el Artículo 12º de 400 a 4,000 salarios mínimos.
La Ley de 1992 en su párrafo de Transitorios, establece los siguientes por-
centajes de exhibición de producciones nacionales:
I. A partir de la entrada en vigor de la presente ley y hasta el 31 de diciembre
de 1993 – el 30%
II. Del 1 de enero al 31 de diciembre de 1994 – el 25%
III. Del 1 de enero al 31 de diciembre de 1995 – el 20%
IV. Del 1 de enero al 31 de diciembre de 1996 – el 15% y
V. Del 1 de enero al 31 de diciembre de 1997 – el 10%
Es importante hacer mención de que la liberalización paulatina del sector
pretendía darle a esta industria el suficiente tiempo para incentivar la produc-
ción nacional, pero sin beneficiarla con un tratamiento especial sino lanzarla
a la libre competencia de la oferta cinematográfica en concordancia con las
negociaciones del TLC hasta ese momento.


Esta ley fue publicada en respuesta a la inquietud manifiesta de diversos sectores de la
industria, cuya preocupación era la de actualizar las normas jurídicas existentes desde 1949;
sin embargo, como la ley de 1992 tampoco respondió a las expectativas de la comunidad
de productores y realizadores de la industria cinematográfica, a partir de 1995 se llevaron
a cabo foros de consulta que permitieran una nueva actualización de la ley.

Ley Federal de Cinematografía Diario Oficial de la Federación 23 de diciembre de 1992.

Se refiere al reglamento de 1973.

Sólo en caso de reincidencia se considerará doblar el monto correspondiente a la san-
ción.

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 223
Cuadro 1
Número de producciones cinematográficas exhibidas durante el año de 1994

País Número % del Número % del


productor de número de número de
de la cinta películas de cintas exhibiciones exhibiciones
eua 128 61.5 9 873 62.2
México 36 17.3 2 858 18.0
Italia 7 3.3 433 2.7
No identificado 6 2.8 782 4.9
Francia/Inglaterra 5 2.4 210 1.3
Alemania 4 1.9 86 0.5
Japón 4 1.9 56 0.3
España 3 1.4 279 1.7
España/Portugal/Francia 3 1.4 153 0.9
Argentina 2 0.9 56 0.3
Nueva Zelanda 2 0.9 332 2.0
Hong Kong 2 0.9 303 1.9
Inglaterra 1 0.4 119 0.7
eua/Inglaterra 1 0.4 128 0.8
Holanda 1 0.4 93 0.5
Suiza/Bélgica/España 1 0.4 10 0.06
Cuba/España/México 1 0.4 36 0.2
España/Portugal/Francia 1 0.4 57 0.3
Total 208 99.9 15 864 99.9
Fuente: CINCO10

Número de producciones 196 94.23%


Número de co-producciones 12 5.76%
Total 208 99.99%

Como se observar en el cuadro el número de producciones nacionales


destaca notablemente la presencia de Estados Unidos, mientras que nuestro
segundo socio en el TLC todavía no aparece. Comienzan a aparecer algunas
producciones y co-producciones extranjeras. No obstante el número de cintas
y de exhibiciones no destaca todavía. Lo que sí es un hecho es que la industria

10
Datos proporcionados por el Centro de Investigación en Comunicación e Información
(CINCO) del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey. La información fue obtenida
con base en una muestra representativa obtenida de manera aleatoria de 10 de las 52 semanas
del año durante el año de 1994 y publicada en la cartelera cinematográfica de la Ciudad de
México. La autora desea agradecer al Maestro Francisco Javier Martínez Garza y al Doctor
José Carlos Lozano el haberle facilitado estos datos.

224 • María de la Luz Casas Pérez


no cumple con los requisitos de ley previstos para el año 1994 en el cual debió
de haber habido al menos un 25% de producción nacional en el tiempo de
pantalla, y apenas se llegó a un 18.01%.
Para 1999 el gremio de los productores, directores, realizadores y cineastas se
quejaban amargamente de no tener los apoyos suficientes para compensar con
producciones nacionales la avalancha de la oferta cinematográfica extranjera,
primordialmente la norteamericana, mientras que por otro lado los distribui-
dores y exhibidores argumentaban que se debía dejar a la libre competencia
del mercado y al gusto de los consumidores lo que finalmente se expusiera
en las pantallas cinematográficas11. Ante la novedad de las salas renovadas y
de las películas americanas que se exhibían casi al mismo tiempo que en los
Estados Unidos los consumidores del cine mexicano se habían convertido en
el nuevo gran negocio. La industria daba síntomas de no estar a la altura de la
competencia internacional y todos los actores clamaban por un nuevo orden
regulativo. Ante la presión de la industria, la reglamentación es nuevamente
modificada en 199912.
Al inicio del nuevo milenio, productores, distribuidores y exhibidores esta-
ban ya operando la industria con nuevas bases reglamentarias.
La Ley de la Industria Cinematográfica de 1999 registró los siguientes
cambios significativos:
Por principio de cuentas, en el Artículo 13º del Capítulo II de la Producción
Cinematográfica, se establece la figura de productor como la persona física o
moral que “tiene la iniciativa, la coordinación y la responsabilidad de la reali-
zación de una película cinematográfica”.

11
Un decreto que prometía reformar dicha ley fue publicado el 5 de enero de 1999 y obligaba
al Ejecutivo Federal en su artículo 3º transitorio, a publicar el reglamento respectivo en un
plazo no mayor de 90 días, lo cual nunca sucedió. Ya durante el gobierno del Presidente
Vicente Fox, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes CONACULTA, se hicieron
ajustes para incluir algunos aspectos relativos al papel del Estado en la promoción del cine
nacional. Esto culminó con la publicación del reglamento a la Ley Federal de Cinematografía,
en abril de 2001, que establecía la creación del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine,
conocido como FIDECINE. Se esperaba que esta medida le diera un buen impulso al cine
nacional; si es que lo hubo sin embargo, como veremos más adelante, los datos de la oferta
cinematográfica posterior a 2001 parecen no reflejar adecuadamente dicho impulso.
12
La Ley de Cinematografía vigente fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el
29 de diciembre de 1992 y modificada el 5 de enero de 1999. Ver documento oficial en:
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Federal/PL/CU/Leyes/29121992(1).pdf

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 225
El Artículo 14º establece que la producción nacional constituye una actividad
de interés social, “sin menoscabo de su carácter industrial y comercial” por expresar
la cultura mexicana y contribuir a fortalecer los vínculos de identidad nacional
entre los diferentes grupos que la conforman. Por tanto, “el Estado fomentará su
desarrollo para cumplir la función de fortalecer la composición pluricultural de
la nación mexicana mediante los apoyos e incentivos que la ley señale”.
Por su parte, el Artículo 15º consigna como co-producción a “aquella
película cinematográfica en cuya producción intervengan dos o más personas
físicas o morales”. Se considera co-producción internacional la producción que
se realice “entre dos o más personas extranjeras con la intervención de una o
varias personas mexicanas bajo los acuerdos o convenios internacionales que
en esta materia estén suscritos por México”.
El Artículo 18º de la misma ley, por primera vez consigna la posibilidad de la
distribución y exhibición de películas por otra vía que no sea exclusivamente la
de la exhibición en sala cinematográfica, permitiendo por ejemplo la transmisión
y distribución en sistema abierto o cerrado, por hilo o sin hilo13, electrónico
o digital, así como su comercialización por videograma, disco compacto o
láser, así como cualquier otro sistema para su duplicación, venta o alquiler, lo
mismo que para su acceso vía navegación por el ciberespacio, realidad virtual
o cualquier otro medio conocido o por conocer14.
El Artículo 19º por su parte ya establece la prescripción de mantener
exclusivamente un 10% del tiempo de pantalla dedicado a la exhibición de
producción cinematográfica nacional, mientras que el Artículo 23º indica que
con el fin de observar la identidad lingüística nacional, el doblaje de películas
extranjeras se realizará en la República mexicana, con personal y actores mexi-
canos o extranjeros residentes en el país, salvo las disposiciones contenidas en
los tratados internacionales15.
La clasificación de películas se llevará a cabo a través de la Dirección General
de Radio, Televisión y Cinematografía en los términos de la reglamentación
vigente en materia de clasificación de contenidos.

13
Léase a través de sistema de cable o vía satélite.
14
Normalmente las legislaciones dejan estos huecos abiertos en la legislación, lo cual permite
incluir a cualquier otro dispositivo tecnológico de creación posterior a la promulgación del
instrumento.
15
Esto deja la puerta abierta por ejemplo a que las grandes trasnacionales productoras de
películas tomen esta prerrogativa para producir sus películas en DVD incluyendo doblajes
al español realizados fuera de las fronteras mexicanas.

226 • María de la Luz Casas Pérez


Por su parte, el Capítulo VII del Fomento a la Industria Cinematográfica,
en sus Artículos 31º a 38º establece la creación de un fideicomiso para el fo-
mento a la producción cinematográfica nacional integrada con incentivos que
determinará en su caso el Ejecutivo Nacional16.
El Artículo 45º incrementó de 500 a 5,000 veces el salario mínimo el monto de
las sanciones a las que se hará acreedora cualquier violación a la presente ley17.
Las críticas a la aprobación de esta ley no se hicieron esperar, ya que el proceso
había incluido la participación de distintos actores de la industria en audiencias
públicas que se prolongaron durante varios meses18, después de transcurridos
los cuales, de todas maneras el Estado pactó con los exhibidores.
Esta vez el debate se había centrado no en la regulación, la censura y el con-
trol de los contenidos, como en los circuitos de distribución y exhibición de las
películas mexicanas. Los exhibidores argumentaron que el público mexicano no
deseaba pagar un incremento al boleto en taquilla, por pequeño que este fuera,
y defendió el derecho del público asistente a las salas cinematográficas de elegir
sus películas independientemente de su nacionalidad19. El proyecto de ley fue

16
Originalmente la iniciativa de ley que habían manejado diversos grupos (incluyendo
cineastas, productores, realizadores, así como legisladores del grupo parlamentario de la
oposición) incluían la propuesta de destinar $ 1.00 (un peso) del boleto vendido en taquilla, a
este fondo de financiamiento para el cine nacional. La propuesta original fue desechada.
17
Esta versión de la Ley Federal de Cinematografía vigente fue publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 5 de enero de 1999. Ver documento oficial en: http://www.
ordenjuridico.gob.mx/Federal/PL/CU/Leyes/29121992(1).pdf
18
Una fracción parlamentaria de la oposición intentó promover una nueva iniciativa de ley
en la materia. Exhibidores y artistas se enfrascaron en una discusión relativa a la industria
cinematográfica, y en la cual un grupo de legisladores de distintos partidos políticos pre-
sentaron un proyecto de ley que contemplaba el hecho de que todas las películas extranjeras
exhibidas en México, tanto en cine como en televisión, deberían ser subtituladas, salvo las
infantiles y de dibujos animados. La iniciativa también señalaba que todas las salas cine-
matográficas deberían exhibir películas mexicanas hasta alcanzar un 30 % del total de sus
funciones por pantalla. Para crear un Fondo de Inversión y Estímulos al Cine, el proyecto
de ley establecía la aportación de un 5 % del total de los ingresos en taquilla de las salas
cinematográficas. Lo anterior con el propósito de promover el consumo de cine nacional
en nuestro país para fomentar el fondo de producción nacional al que ya se hizo referencia
anteriormente.
19
A fin de frenar la iniciativa, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica aplicó
una encuesta a asistentes a las salas de cine en la que se preguntaba si se estaba de acuerdo
con estas medidas. Los resultados fueron desalentadores hacia la propuesta de ley. Ver.
Adriana Garay (1998). “Seguirán ley del amparo”. En: Reforma Nov. 5 Pág. 1, consultado
el 18 de agosto del 2005 en: http://0-proquest.umi.com.millenium.itesm.mx/pqdlink?in

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 227
aprobado en 1998, pero con modificaciones a los puntos más polémicos de la
propuesta original, como la exhibición obligatoria de películas mexicanas, el
porcentaje por cada boleto vendido que iría a un fondo de estímulos al cine
nacional y el doblaje.
Una de las modificaciones a la propuesta original provino seguramente
de la presión de las compañías exhibidoras que, para ese entonces, ya estaban
ingresando a México y que estaban constituidas con capital extranjero, predo-
minantemente norteamericano.
Como vimos anteriormente en el texto de la ley vigente, según las reformas
aprobadas, las salas cinematográficas deberán dedicar únicamente un 10 % de su
exhibición al cine mexicano, en lugar de 30 % como lo planteaba la iniciativa
original20. Otra de las cuestiones que tampoco se modificó fue la cuestión del
idioma, ya que los diputados tampoco hicieron cambios en cuanto a la legisla-
ción referente al doblaje, por lo que se mantiene la disposición de que se hará
en México, con personal mexicano o extranjeros residentes en el país, a fin de
conservar la identidad lingüística nacional. Un dato importante a considerar en
este aspecto es la forma en que los exhibidores lograron torcer la ley de manera
que las películas dobladas al español o con subtítulos fuesen consideradas como
parte del porcentaje de oferta de cine nacional.
Ahora bien, Ley Federal de Cinematografía vigente no especifica los pro-
cedimientos específicos ni los criterios que habrán tomarse en cuenta para
declarar producciones nacionales a los productos cinematográficos nacionales,
sobre todo tomando en consideración que se considera co-producción a aquella
producción cinematográfica en donde intervenga equipo o personal extranjero.
Esta consigna resulta doblemente absurda si tomamos en consideración que
la tecnología utilizada, los equipos de producción, así como el personal que
trabaja en locaciones fuera del territorio nacional frecuentemente son de origen
local, es decir, extranjero.
Tomando estos detalles en consideración, y haciendo un análisis comparativo
respecto de los datos obtenidos durante el año 1994 el cuadro muestra que
en el año 2004, a diez años de la entrada en vigor del TLC, el número total de
cintas exhibidas es menor que el registrado en 1994, la cantidad de produc-

dex=9&did=35742500&SrchMode=1&sid=1&Fmt=3&VInst=PROD&VType=PQD&R
QT=309&VName=PQD&TS=1124392240&clientId=23693
20
Una vez registradas las películas deberán exhibirse en un plazo que no sobrepase a los
seis meses.

228 • María de la Luz Casas Pérez


ciones sigue estando concentrado en los Estados Unidos, con incremento del
12% con respecto a los porcentajes de ese año. El número de exhibiciones se
incrementa con respecto a 1994 en un 46.43% lo cual habla de un fenómeno
de concentración de la exhibición sobre una oferta más reducida, siendo el
porcentaje de películas norteamericanas el lugar en donde se observa la mayor
parte de las cintas y de las exhibiciones proyectadas (Por primera vez aparece
Canadá en la lista de países que exportaron sus producciones cinematográficas
a México, aunque el porcentaje es todavía muy pequeño).

Cuadro 2
Número de producciones cinematográficas exhibidas durante el año de 2004

País productor Número % del número Número de % del número


de la cinta de películas de cintas exhibiciones de exhibiciones
eua 116 74.3 26 900 90.8
México 8 5.1 1 682 5.6
España 7 4.4 387 1.3
Inglaterra 4 2.5 79 0.2
Francia 16 10.2 454 1.5
Canadá 5 3.2 114 0.3
Total 156 99.9 29 616 98.9
Fuente: CINCO21

Era claro entonces el desbordamiento en la oferta cinematográfica nor-


teamericana con respecto de la oferta nacional, e incluso por sobre las otras
opciones de cine extranjero. Los cineastas mexicanos luchaban por mantener
su producción a flote.
Al no encontrar un apoyo directo por parte del Estado y no poder depender
exclusivamente del fondo para el financiamiento a la producción nacional,
(Fondo de Inversión y Estímulos al Cine), productores, guionistas, directores
y realizadores han tenido que recurrir a socios y co-productores extranjeros. Lo
cual indica que ciertamente, la única forma en que la cinematografía nacional
ha logrado incrementar su producción ha sido a través de co-producciones.

21
La metodología nuevamente se repitió y, de la misma manera se sacaron los datos con
base en una muestra representativa obtenida de manera aleatoria de 10 las 52 semanas del
año durante 2004 y publicada en la cartelera cinematográfica de la Ciudad de México.
Tabla elaborada con base en los datos proporcionados por el Centro de Investigación en
Comunicación e Información del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 229
La siguiente tabla muestra el monto de las co-producciones exhibidas durante
el 2004 en salas cinematográficas mexicanas.
Número de producciones 156 66.10%
Número de co-producciones 80 33.89%
Total 236 99.99%

Así comparativamente, tanto el número de producciones de un solo país


como el número de co-producciones varió con relación a 1994. Las producciones
de un solo país disminuyeron en un 28.1% con respecto a 1994, mientras que
las co-producciones se incrementaron en un 28.1%22.
Lo que sabemos es que del número total de exhibiciones durante el año
2004 el 90.8% fueron de origen norteamericano, mientras que apenas el 5.6%
fueron de origen mexicano, lo cual evidentemente no permitiría cumplir con
los requisitos de ley.
Un dato que no tenemos es cuántas cintas exhibidas en 2004 (independien-
temente de su origen) fueron exhibidas en español para así cubrir la cuota del
10% del total de tiempo de exhibición en salas cinematográficas consideradas
como producción nacional pero, dado que seguramente de este alto porcentaje
de exhibición habrá habido películas infantiles, podemos suponer que el porcen-
taje se cubrió sin ningún problema, de otra suerte los exhibidores se hubiesen
hecho acreedores a la sanción correspondiente, dañando así su imagen23.
Es importante mencionar, que esta tendencia con referencia al origen norte-
americano de las películas se mantuvo durante el año 2005. Así, en una inves-
tigación realizada nuevamente por el Centro de Investigación en Información
y Comunicación (CINCO) del Tecnológico de Monterrey, se comprobó que el
47% de las películas exhibidas en México durante el año 2005 fue de origen
norteamericano, y que apenas el 9% fue de origen mexicano. Nuevamente, el
resto de los países que ofertaron películas tuvieron muy baja participación.
Por otra parte, en 2005 la exhibición de películas consideradas coproduccio-
nes con Estados Unidos fue del 86%. Este porcentaje registró un incremento
respecto del año anterior, seguramente debido a la existencia de financiamientos

22
Estos datos coinciden con los hallazgos de otros investigadores que indican que mientras
que México había producido 747 películas en la década anterior a la entrada en vigor del
TLC, a partir de 1994 redujo su producción a 212 largometrajes. (Ugalde, 2004, en García
Canclini, 2004, pp. 202 y 203).
23
Lo cual evidentemente tampoco habría sido muy problemático tampoco ya que la sanción
correspondiente es como quitarle un pelo a un gato para una corporación tan grande.

230 • María de la Luz Casas Pérez


múltiples, apoyos para el cine y en todo caso a la promoción de talento mexicano,
lo cual permite en todo caso cumplir con la participación requerida por ley para
que una película se considere mexicana. Por tanto, y tomando en consideración
tanto el porcentaje de películas norteamericanas exhibidas en México durante
2005, como el porcentaje de coproducciones norteamericanas, es factible ob-
servar que 9 de cada 10 películas exhibidas en México aparecen vinculadas de
una u otra manera con la industria cinematográfica norteamericana.
Ahora bien, comparativamente con el año 2004 es factible observar que
si bien el número de películas norteamericanas bajó apenas en 3 puntos en el
año 2005, las películas norteamericanas por coproducción subieron en cinco
puntos24. Lo anterior indica, un impulso hacia la participación de talentos
mexicanos en la producción cinematográfica internacional, pero no necesaria-
mente garantiza la producción propia, el incremento a la creatividad nacional
o la difusión de contenidos mexicanos. Así, podemos decir que, en términos
generales la tendencia hacia la baja en la participación cinematográfica nacional y
el alza en la presencia del cine norteamericano en las carteleras, se mantiene.
No obstante, como los mexicanos nos distinguimos por nuestra creatividad,
una de las formas en las que hemos afectado directamente los intereses de las
empresas trasnacionales productoras de películas y los de las grandes empresas
de exhibición en México, es a través de la piratería. La producción de obras
propias ha disminuido, pero ha aumentado el consumo de películas cinema-
tográficas a través de canales informales25.
A pesar de la campaña propagandística en contra de la piratería, es común
que las personas consigan la película de moda en el mercado negro. El fenómeno
está impactando el negocio de las salas de exhibición, al punto que los grandes
productores y los conglomerados cinematográficos están buscando desarrollar
otras opciones de negocio26.

24
José Carlos Lozano Rendón y Francisco Martínez (2006). Reporte del audiovisual en
México: cine/2005. Datos proporcionados electrónicamente por el Centro de Investigación
en Información y Comunicación del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.
25
En opinión del director de cine Felipe Cazals, una vez que una película llega a la calle de
forma pirata está muerta. Si se puede conseguir en la calle por $ 25.00, con eso ya no se
puede competir. Su esperanza es que en los próximos sexenios en México el cine mexicano
esté integrado en el presupuesto nacional dentro de un apartado especial. Datos tomados de:
Jorge Luna (2005). “Felipe Cazals. Conferencia de prensa” Moovies on line. com Disponible
en: http://www.mooviesonline.com/weblog/index.php?p=121
26
Algunas opciones incluyen, por ejemplo, regalar juegos interactivos, entrevistas especiales,

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 231
A últimas fechas, representantes de la Cámara Nacional de la Industria
Cinematográfica y del Videograma están hablando de proponer nuevas modi-
ficaciones al esquema reglamentario de esta actividad económica a fin de frenar
la piratería27 que se lleva a cabo al interior de las propias salas cinematográficas y
que atenta directamente en contra de la Ley Federal de Derechos de Autor28. Por
otra parte, la propia Cámara de la Industria Cinematográfica y del Videograma
(CANACINE), denuncia que existe otro tipo de “piratería legal” que consiste
en la venta no autorizada de películas en formato de DVD que en ocasiones
realizan algunas tiendas, ya que no están cumpliendo con las disposiciones que
marca la ley en términos de la autorización y clasificación de material que debe
llevar a cabo Dirección de Radio Televisión y Cinematografía (RTC), organismo
encargado de definir las restricciones de audiencia de los contenidos fílmicos29.
Esto genera desorden en la distribución de los materiales que se ponen a la

cupones de descuento de otras empresas u otro tipo de productos de valor agregado para
que el consumidor compre la película original y no la pirata. Por otra parte, dado que la
piratería ha hecho que se reduzca la afluencia a las salas cinematográficas, cadenas como
Cinemex y Cinemarx están poniendo otras opciones como parte del negocio tales como
cafeterías y otros locales para hacer más atractivo sus complejos.
27
México es el primer lugar en Latinoamérica en piratería filmada dentro de los cines, pu-
blicó el periódico Reforma, citando a su vez las declaraciones de Steve Solot, vicepresidente
de operaciones de la Motion Pictures Association para América Latina quien impartió la
conferencia “Tendencias internacionales actuales en el sector audiovisual”dentro del marco de
la 12 Convención Nacional de la Canacine, llevada a cabo el 1 de julio del 2005 en Mérida,
Yucatán. Fuente: Infosel News en: http://0-site.securities.com.millenium.itesm.mx/doc.
html?pc=MX&doc_id=80166539&query=ley%3Aindustria%3Acinematografica&hlc=es
La Canitec por ejemplo incluso instruye a sus socios a poner en marcha acciones específicas
en contra de la piratería, ver por ejemplo el Manual en Contra de la Piratería de CANITEC
en: http://www.canitec.org/c
Según estimaciones de la PGR entre 1998 y 2002 la piratería causó pérdidas en nuestro
país por $2,818 millones. Ver: Mildred Ramo y Wendy Solís (2004). “Estrategias en contra”
Soy Entrepreneur.com en: http://www.soyentrepreneur.com/pagina.hts?N=14531
28
A este respecto ver por ejemplo: Alberto Aguilar (2005). Columna Nombres, Nombres y
…Nombres Reforma 8 de julio de 2005, publicado por Infosel News ISI Emerging Markets
Mexico en: http://0-site.securities.com.millenium.itesm.mx/doc.html?pc=MX&doc_id=8
1046937&query=ley%3Aindustria%3Acinematografica&hlc=es
29
Durante mucho tiempo el cuerpo legislativo aplicable en este caso fue el Reglamento de la
Ley Federal de Radio y Televisión y de la Industria Cinematográfica de 1973 al que se hizo
referencia previamente. Ver documento en: http://www.ordenjuridico.gob.mx/Federal/Com-
bo/Reglamentos/R-87.pdf Actualmente está en vigor el Reglamento de la Ley Federal de
Cinematografía publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de marzo del 2001. Ver
documento en: http://www.ordenjuridico.gob.mx/Federal/Combo/Reglamentos/R-82.pdf

232 • María de la Luz Casas Pérez


venta al público30. Otras industrias como la del fonograma, la televisión por
cable y la televisión satelital también están lanzando propuestas a fin de com-
batir la piratería31, por lo que muy probablemente estaremos viendo, y muy
pronto, alguna otra modificación al marco regulatorio que rige a la industria
cinematográfica y del audiovisual en México.
Por otra parte está la cuestión de la exhibición de contenidos cinematográficos
norteamericanos a través de la televisión abierta. ¿Cómo contabilizar dichos im-
pactos directamente en los números de la producción nacional y del impulso a la
cinematografía mexicana? Si tomamos en cuenta que la escasa difusión cinemato-
gráfica que se hace a través de la televisión abierta también está dominada por los
contenidos norteamericanos, entonces podremos concluir que la cinematografía
nacional sale muy mal librada en el balance general del consumo32.

Política de comunicación y cinematografía mexicana

El problema de proponer una política de comunicación para el sector de la


cinematografía en México radica en que el fenómeno es muy complejo. ¿Con
qué bases puede proponerse una política de comunicación específica? ¿En qué
términos podemos argumentar si una determinada política favorece o no, a
través de la reglamentación, a actores específicos dentro del campo del audio-
visual y más particularmente dentro de la industria cinematográfica?

30
Ver: Zacarías Ramírez Tamayo. “Noticias financieras”. Miami Abril 16 del 2004. Dispo-
nible en: http://0-proquest.umi.com.millenium.itesm.mx/pqdlink?index=20&did=64256
9911&SrchMode=1&sid=1&Fmt=3&VInst=PROD&VType=PQD&RQT=309&VName
=PQD&TS=1124392240&clientId=23693
31
Esta iniciativa por lo pronto se refiere exclusivamente a nivel local (Ciudad de México)
y fue presentada ante la asamblea de representantes del gobierno del Distrito Federal por
parte de los sectores industriales arriba mencionados y se refiere exclusivamente al marco
normativo relativo al funcionamiento de establecimientos mercantiles y de cultura cívica del
Distrito Federal. Fuente: Notimex, Junio 7 de 2005. Disponible en: http://0-site.securities.
com.millenium.itesm.mx/doc.html?pc=MX&doc_id=77894452&query=ley%3Aindustri
a%3Acinematografica&hlc=es
32
El mismo CINCO ha confirmado con sus resultados que las películas norteamericanas
ocupan la mayor cantidad del tiempo destinado a la exhibición del cine en las televisoras
mexicanas de tipo comercial. La excepción está en la televisión pública, que sigue transmi-
tiendo una mayor cantidad de películas mexicanas. José Carlos Lozano y Francisco Martínez
(2006). Reporte del audiovisual en México: cine/2005. Datos proporcionados electróni-
camente por el Centro de Investigación en Información y Comunicación del Tecnológico
de Monterrey, Campus Monterrey.

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 233
La tecnología de producción de cine está cambiando al punto de encontrar
a la convergencia tecnológica con otras industrias como la de la computación
o el video, de manera que la utilización de software y equipos, necesarios para
la producción cinematográfica o para su distribución, está ya en convergencia
con la de otras industrias relacionadas como la de la computación y la infor-
mática. El cine ya no solamente se ve en las salas cinematográficas, sino que
también circula a través de la red y se distribuye en DVD´s, tanto en mercados
formales como informales. Su consumo trasciende las fronteras mucho más
allá de lo que hoy pueden reportarnos las carteleras de las salas de exhibición
cinematográficas; de manera que nos encontramos ante un fenómeno de cre-
ciente complejidad y alcances.
¿Cómo podemos articular, y lo que es más importante, cómo podemos
prever que el marco jurídico vigente logre proteger a la industria nacional en
un contexto de competencia no solo internacional sino nacional?
Es un hecho, o al menos así nos lo demuestran las evidencias que hemos
encontrado, que el fenómeno es múltiple. Como se mencionó al inicio de este
trabajo, el problema del consumo cinematográfico parece estar relacionado
no solamente con la oferta, el precio33 o las condiciones de exhibición de las
películas, sino también con los convenios o los compromisos previos de los
exhibidores e incluso con la oferta de quienes ofrecen productos piratas.
En muchos sentidos el fenómeno puede ser semejante al problema de la
gallina y el huevo en el sentido de que los consumidores cinematográficos
prefieren aquello que se les ofrece, simplemente porque es lo que mayormente
se difunde o está más al alcance.
La cuestión de proponer una política cultural y de comunicación de la cual
se deriven leyes o reglamentos que ordenen la actividad de una determinada
industria, tendría que emerger directamente de buscar un beneficio que otorgue
igualdad de oportunidades a quienes deben de beneficiarse del consumo de los
bienes culturales en cuestión.
En ese sentido, lo que está a debate es la cuestión del beneficio. ¿Es benéfico
preservar la identidad y los valores culturales?, ¿o resulta más benéfico exponer
al público cinéfilo a las muestras de la cinematografía internacional?

33
Como vimos anteriormente, en muchos casos el consumo puede estar relacionado con el
precio. Los consumidores prefieren películas piratas por ser más baratas que las originales,
pero también porque la oferta de películas norteamericanas piratas supera a la oferta de
películas piratas de origen nacional.

234 • María de la Luz Casas Pérez


Por otro lado, pareciera ser que la oferta cinematográfica de las salas de
exhibición mexicanas no es sino un reflejo de la situación internacional. La
distribución internacional de cintas cinematográficas se concentra en unas cuan-
tas compañías estadounidenses. Obviamente, las condiciones de negociación
que se pueden lograr con un puñado pueden resultar mucho más favorables
para garantizar la distribución rápida de los filmes apoyados de todo el soporte
mercadológico y publicitario que se requiere para hacer que los espectadores se
acerquen a las salas. La justificación de los exhibidores es que ellos simplemente
están siguiendo los dictados del mercado, y que el público mexicano que llena
las salas busca y pide los productos cinematográficos norteamericanos34.
¿Qué podemos proponer entonces, a fin de exigir condiciones de protección
a nuestra producción cinematográfica nacional? ¿Cómo podemos garantizar si
no el crecimiento, por lo menos la supervivencia de la industria sin impedir que
el público mexicano tenga acceso a una oferta de cine variada y de calidad? Esas
son algunas de las cuestiones que quedan pendientes para futuros trabajos.

Conclusiones

Los datos arrojados por este pequeño estudio corroboran la tendencia obser-
vada en otros países respecto de la preferencia de filmes estadounidenses en
las salas cinematográficas latinoamericanas, (García Canclini, 2004, p. 199 y
Rosas Mantecón, 2002 citado por García Canclini). No obstante, en este caso,
nuestro estudio apunta a señalar una de las condiciones por las cuales esos altos
porcentajes de exhibición de filmes norteamericanos se afianzan en la mente y
en las conciencias de los públicos:
Por un lado, los convenios y prácticas comerciales apuntaladas por una
gran estructura de comercialización y exhibición que garantiza la difusión de
las películas a través de conglomerados de salas cinematográficas con capital
extranjero, predominantemente norteamericano.
Por otro lado, la evidencia muestra que la apertura del mercado del audiovi-
sual se vino gestando hábilmente para dejar sentadas las condiciones de la libre

34
Resulta increíble que, siendo que Estados Unidos es el mayor proponente de la liberaliza-
ción de los mercados sean ellos, quien mayormente protegen a su cinematografía, asignando
un rígido favoritismo a sus propias producciones nacionales por sobre la importación de
otros filmes. Ver: Néstor García Canclini (2004). Diferentes, desiguales y desconectados.
Barcelona: Gedisa, pp. 197 y 198.

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 235
entrada de los productos culturales norteamericanos, tal y como lo muestran las
modificaciones legislativas hechas a la reglamentación cinematográfica. Adicio-
nalmente, el análisis y los datos adicionales que pudimos obtener nos permiten
inferir que el mercado del audiovisual comparte tendencias con otros mercados,
tales como el de la música y el software en términos de piratería, por lo que la
industria seguramente hará presión sobre las autoridades gubernamentales a fin
de modificar la legislación encontrando condiciones cada vez más favorables a
los intereses trasnacionales, especialmente norteamericanos, para la explotación
del mercado de la cinematografía y el audiovisual.
Por último, nuestro trabajo nos recuerda nuevamente una discusión im-
portante e inconclusa relacionada con la problemática de la gestación de una
política cultural y de comunicación viable para México.
El mercado del audiovisual y particularmente del consumo de películas
cinematográficas nos ha permitido aquí acercarnos nuevamente al dilema de la
gestación de políticas públicas emanadas de los actores nacionales involucrados
en una industria así como a la inevitable realidad de que la reglamentación en
nuestro país difícilmente emana de una política pública consensuada por los
actores involucrados y difícilmente atiende a las necesidades de la sociedad y
del bien común; antes bien, la legislación existente sigue respondiendo a los
intereses de ciertos grupos y a los compromisos internacionales que nuestro país
ha firmado con nuestros más importantes socios comerciales y vecinos.

Bibliografía
García, N. (2004). Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la intercultura-
lidad. Barcelona: Gedisa
Lozano, J. C. & Martínez, J. (2005). Reporte del audiovisual en México: cine 2004.
Datos proporcionados electrónicamente por el Centro de Investigación
en Información y Comunicación del Tecnológico de Monterrey, Campus
Monterrey.
Lozano, J. A. & Martínez, F. (2006). Reporte del audiovisual en México: cine/2005.
Datos proporcionados electrónicamente por el Centro de Investigación
en Información y Comunicación del Tecnológico de Monterrey, Campus
Monterrey.
Luna, J. (2005). Felipe Cazals. Conferencia de prensa, Moovies on line.com. Recu-
perado en http://www.mooviesonline.com/weblog/index.php?p=121.
Ortiz, J. L. (1989). México en Guerra. México: Editorial Planeta.

236 • María de la Luz Casas Pérez


Ramo, M. & Solís, W. (2004, octubre). Estrategias en contra, Soy Entrepreneur.com.
Recuperado de http://www.soyentrepreneur.com/pagina.hts?N=14531.
Rascón, V. H. (2001). Palabras del Presidente de la Sociedad General de Escritores
de México, Presentación del reglamento de la Ley Federal de Cinematografía en
la Secretaría de Gobernación. CONACULTA/Sala de prensa. Recuperado de
http://www.cnca.gob.mx/cnca/nuevo/2001/diarias/mar/300301/leyfcine.
html.
SECOFI. (1993). Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Recuperado de
http://www.economia.gob.mx/work/snci/negociaciones/TLC/pdfs/TLC1.
pdf.
SEGOB. (1949). Ley de la Industria Cinematográfica. Diario Oficial de la Federa-
ción. 31 de diciembre.
SEGOB. (1973). Reglamento a la Ley de la Radio y la Televisión y la Industria
Cinematográfica, Diario Oficial de la Federación. 4 de abril.
SEGOB. (1992). Ley Federal de Cinematografía, Diario Oficial de la Federació..
23 de diciembre.
SEGOB. (1999). Ley de la Industria Cinematográfica, Diario Oficial de la Federa-
ción. 5 de enero.
Solot, S. (2005). Tendencias internacionales actuales en el sector audiovisual, 12
Convención Nacional de la Canacine en Infosel News. Recuperado el 1 de julio,
de http://0-site.securities.com.millenium.itesm.mx/doc.html?pc=MX&doc_
id=80166539&query=ley%3Aindustria%3Acinematografica&hlc=es.

Una mirada a las pantallas: oferta cinematográfica en México antes y después del tlc • 237
Capítulo 10

La transformación del índex en el cine


en la era digital: análisis
de la cinematografía de las películas
The Matrix y The Matrix Reloaded
Vicente Castellanos Cerda*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa

Regularmente, los debates acerca del estatuto de la imagen cinematográ-


fica y su relación con el mundo representado, siempre han iniciado con
un detallado estudio de la fotografía, pues como afirmó en 1945 André
Bazin “la fotografía y el cine son invenciones que satisfacen definitiva-
mente y en su esencia misma la obsesión del realismo” (Bazin, 2001,
p 26). Un realismo vinculado al registro de la huella luminosa del que
resulta el efecto de realidad de la imagen cinematográfica.
No obstante, la imagen digital ha modificado la relación necesaria
con su referente. Esta nueva posibilidad proviene del empleo de las com-
putadoras en el cine, cuyos principios formales los encontramos ya en la
fotografía del siglo XIX. Para dar cuenta detallada de la transformación
del índex en el cine, un primer paso es comprender las películas que
aquí nos ocupan, según tres perspectivas convergentes: la liberación del
punto de vista de la cámara de los personajes; el aporte al estudio del
movimiento humano que proporcionó la fotografía y la aplicación de
las técnicas de fotomontaje experimentadas desde 1857. De ello resulta,
un proceso de continuidad en la relación que ha tenido el cine en la
incorporación de las tecnologías al momento de producir una película

* Jefe del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma


Metropolitana, Unidad Cuajimalpa. Ex - coordinador del Centro de Estudios en Cien-
cias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ex
- Presidente de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación. Líneas de
investigación: estética y semiótica del cine, cultura visual y radio alternativa. Miembro del
Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1.
y que se traduce para el espectador en la posibilidad de ver no sólo otras
cosas, sino otras condiciones de esas cosas.
Este estudio pretende incorporar al debate de la comprensión del
fenómeno cinematográfico un punto de vista semiológico, estético y
comunicativo que tiene una triple condición sígnica: sonora, visual y
técnica.

Debates about cinema images and their relation to real world, usually begin
with a detailed study on photography. As André Bazin says, “Photography as
well as film are inventions that essentially satisfy the obsession for realism”
(Bazin, 2001, p. 26). Nevertheless, the digital image has modified the neces-
sary relationship with its referendum. This new possibility comes from the
use of the computers in the movies, whose formal principles were established
in Nineteenth Century photography. In describing the transformation of the
movies´ index, it is required that we understand the films that we describe,
according to three different perspectives: the liberation of the actors´ point
of view shots; the contribution of the human movement study and the ap-
plication of photomontage techniques that have been used since 1857. A
continuity process can be obtained from the relation that exists between the
production of new films and the incorporation of new technologies. This
relationship opens the possibility for the public to simultaneously see other
things, as well as other conditions of these things. This article pretends to
incorporate in the comprehension of the cinematographic phenomenon a
symbolic, esthetic, and communicative point of view which includes three
symbolic conditions: audible signs, visual signs and the use of technology.

De la segundidad referencial a la segundidad posible

La semiótica cinematográfica ha contribuido significativamente en el estudio


del cine con explicaciones de los procesos de articulación formal y significación
de las películas, así como también ha despertado una sensibilidad especial por
los múltiples significantes visuales y sonoros, yendo más allá de las relaciones
entre representación y narración cinematográfica, para ubicarse en los problemas
ontológicos y técnicos, técnicos en su acepción etimológica como arte, de los
llamados signos audiovisuales.
Esta sensibilidad especial ha hecho evidente la necesidad de analizar la
creación y recepción de los signos cinematográficos, a veces desplazados de sus
contextos originales, a veces ironizados, a veces bajo estrictos ordenamientos

240 • Vicente Castellanos Cerda


genéricos o de la industria. Lo cierto es que la articulación audiovisual cine-
matográfica en el cine contemporáneo hollywoodense cada vez se independiza
más de los principios narrativos clásicos.
Si antes un semiólogo del cine podría asirse a la narración para dar cuenta
del sistema de significación subyacente en un film, género o autor, ahora asis-
timos a una clase de fiesta del significante, de la ausencia de relación entre lo
emanado de la pantalla y la estructura narrativa. Pero, aquí hago una primera
aclaración, no me estoy refiriendo a una ruptura total con la construcción de la
trama, aunque sí al surgimiento de un cine que intenta agotar las posibilidades
genéricas, tecnológicas o mitológicas de las múltiples posibilidades formales
del cine.
Los significados de las películas de nuestros días ya no sólo se tejen en la
red de relaciones de personajes, acciones y situaciones, o en la construcción del
sentido profundo de la temática, sino también en los recursos o decisiones que
se toman respecto a la iluminación, al diseño del set, el emplazamiento de la
cámara o al papel del sonido. Aquí necesitamos hacer una segunda aclaración,
todos los elementos de la forma cinematográfica, algunos provenientes de otras
artes o tecnologías, han existido desde el origen mismo del cinematógrafo de
los Lumière o del kinetoscopio de Edison. Lo que ocurre actualmente es su
presencia abrumadora e independiente de la narración que hace evidente el
trabajo creativo con la imagen o el sonido, antes oculto por las condicionantes
de los géneros o de la industria. El espectador se encuentra constantemente en
el cruce de dos fuerzas significantes: la del movimiento de la cámara, la de la
granulación de la imagen, la de los sonidos poco comunes, la de los personajes
virtuales, frente a la fuerza de seguir manteniendo la fe en la realidad de la
ficción del film.
A este cine se le ha llamado comercial, vacío o sensiblero, pero la negación
a priori sólo ha conducido al error, a no querer ver temas emergentes de in-
vestigación y a no reconocer cómo es que el espectador del cine se apropia de
una película en nuestros días, es decir, cómo reproduce y transforma la cultura
visual contemporánea.
Para comprender mejor la relación de estas fuerzas, necesitamos otra actitud
y una nueva sensibilidad. Otra actitud en cuanto al trabajo semiológico, un
trabajo que ya no subordine los elementos audiovisuales al tejido de la trama. Y


Se entiende por forma cinematográfica todo aquello que puede ser captado por nuestros
sentidos.

La transformación del índex en el cine en la era digital: análisis de la cinematografía • 241


de las películas The Matrix y The Matrix Reloaded
una nueva sensibilidad por todo aquello que nuestros sentidos reciben y nuestro
cerebro interpreta, esto es, por la forma cinematográfica, una forma barroca,
protagónica y que compite con el contenido narrativo.
Se podría pensar que las cinematografías nacionales conservan el decoro
en el uso de las formas, sin embargo, no es así. Tan sólo en México, ya sea en
producciones locales o en participaciones de compatriotas en otros países, cada
film parece llevar la huella formal de su creador, la de un autor que propone
un trazo de luz, un modo de desplazar la cámara o de ambientar con la músi-
ca. No es un tardío cine de autor porque los cineastas contemporáneos no se
agrupan en tendencias artísticas ni ideológicas, tampoco se oponen al modo
dominante de producción hollywoodense, ni mucho menos, se conciben como
mentes geniales e irrepetibles. Las películas de estos autores muestran un uso
caprichoso de la forma, por eso hablamos de un nuevo barroquismo. Ahí está,
por ejemplo, la estética de la cámara en mano de González Iñárritu en Amores
Perros (México, 2000), continuada en 21 gramos (Estados Unidos, 2003), o
bien, el juego entre sonidos sorpresivos y ensordecedores seguidos de silencios
justo ahí donde se esperaba un grito hilarante. Asimismo, nos podemos referir
a los constantes cambios del soporte de la cinta (blanco y negro alternado con
color), al uso de otras tradiciones audiovisuales (el video clip), a las angulaciones
extremas en picado o contrapicado, de un director como Fernando Sariñana
en dos películas mexicanas hechas en el año 2002: Ciudades oscuras y Amar
te duele. Otros ejemplos, son las películas de ciencia ficción y horror que el
tapatío Guillermo del Toro ha hecho en Hollywood donde muestra la creación
de mundos posibles gracias al empleo de las modernas tecnologías digitales, en
concreto en películas como Mimic (Estados Unidos, 1997) y Blade II (Estados
Unidos, 2002).
Así como El Ciudadano Kane de Orson Welles en 1941 fue la obra cumbre
del cine clásico porque literalmente agotó los recursos de la puesta en escena,
del empleo de la cámara y del montaje, hoy en día existen películas que pueden
marcar un antes y un después. El criterio no es temático ni narrativo, hemos
insistido en ello, sino formal y tecnológico, debido a que estas nuevas formas
de lo visible y sonoro son el resultado del perfeccionamiento del cinematógrafo
con la incorporación del hijo predilecto de la tecnología: la computadora. El
cine de ciencia ficción nos enseñó que la evolución de la inteligencia humana
apuntaba a la inteligencia artificial de la máquina, por lo que, estableciendo
otra analogía, el cinematógrafo constituye un estadio previo de la incorporación
de la computadora en la realización de películas. No obstante, en ambos casos

242 • Vicente Castellanos Cerda


se conserva la semilla del creador, del original sobre el modelo; la inteligencia
artificial, sea el resultado de la ingeniería o de la biología, siempre está a la
búsqueda de los valores y sentimientos humanos, basta mencionar dos pelícu-
las: Blade Runner (Ridley Scott, Estados Unidos, 1982) e Inteligencia Artificial
(Steven Spielberg, Estados Unidos, 2001).
El empleo de la computadora en el cine se ciñe a la ontología misma de
la imagen fotográfica, a su carácter de segundidad en términos de Peirce, pues
un film, en las acepciones de cinta o material y en el de película o uso de ese
material, constituye, tal huella luminosa, un signo indicial. Las imágenes del
cine, y también los sonidos, establecen una relación necesaria, existencial, con
el objeto que representan. Este carácter indicial, aunque con la llegada de la
computadora se haya anunciado su pronta eliminación, todavía se conserva.
André Bazin y Eric Rohmer se refirieron a la vanidad de la pintura para ha-
blar de la condición de segundidad de la fotografía y del cine, pues la pintura
intentó infructuosamente representar el mundo exterior como su doble al no
registrar la huella de la existencia del referente. La fotografía y el cine liberaron
a la pintura de tal vanidad con la que pretendió asemejarse a la realidad. La
obsesión de realismo de las artes plásticas se vio repentinamente liberada en el
siglo XIX. La fotografía y el cine, gracias a su carácter de máquina, se erigieron
en las técnicas realistas por excelencia, no cabía una duda más: el realismo no
se podía seguir buscando en los resultados, sino en la “génesis de la ontología del
modelo” (Bazin, 2001, p. 28), de ahí que una imagen fotográfica borrosa tenga
más valor de realidad que una pintura hiperrealista.
Ahora bien, la percepción del hom-
bre siempre ha estado limitada por la
naturaleza de los sentidos y por la cul-
tura, por lo tanto la representación de
la realidad también es una construcción
limitada. No obstante, la fotografía y el
cine han revelado otras condiciones de
esa realidad. Pensemos en cómo la idea
de planeta y de conciencia ecológica se
fortaleció con las primeras imágenes
fotográficas de la Tierra desde el espacio,
o bien, en el origen científico del cinema-
Figura 1 tógrafo como una tecnología destinada
La tierra desde el espacio al estudio del movimiento.

La transformación del índex en el cine en la era digital: análisis de la cinematografía • 243


de las películas The Matrix y The Matrix Reloaded
Coincido con Bazin que, a pesar de las limitaciones sensoriales y culturales,
las virtudes estéticas de la fotografía y del cine “residen en revelarnos lo real” (Ba-
zin, 2001, p.29). Es más se trata de un real ampliado, no sólo perceptible sino
también posible. La fuerza de seducción del cine contemporáneo hollywoodense
está en respetar el carácter ontológico del modelo y, al mismo tiempo, en mos-
trar una imagen imposible con un alto grado de realismo. El espectador no se
cuestiona más el artificio, a pesar de que puede no creerlo o sentirlo exagerado,
se halla inesperadamente perturbado porque esas imágenes no corresponden
con la realidad percibida y construida referencialmente, sin embargo, es casi
imposible comprobar su artificialidad. Se trata, en palabras de Bazin, de una
alucinación verdadera.
Si el cine narrativo siempre ha andado entre los polos de la paradoja, entre
el creer y no creer en la diégesis de las películas, el cine en la era digital suma
otra: la de mostrar en una imagen sólo ciertas cualidades del referente. Esto nos
podría hacer pensar que Bazin estaba equivocado, pues con el empleo de la
computadora no se requiere más del modelo para ser representado. Por el
contrario, podríamos afirmar que en las imágenes digitalizadas del cine aún
se conserva cierta relación necesaria entre objeto y signo, por eso hablamos
de cualidades del referente que no necesita ser una unidad al momento de su
registro cuando pasa de una condición analógica a otra discreta en términos
informáticos.
La imagen analógica se construye a partir de la impresión de la luz refleja-
da por el modelo en un soporte sensible compuesto de haluros de plata. Este
nacimiento de la imagen fue el que conoció Bazin, seguramente también sabía
de los intentos de manipulación posterior de la imagen como los coloreados a
mano o los virados, ya presentes en la película de Edwin S. Porter, El gran robo
al tren (Estados Unidos, 1903) o en la obra épica de Abel Gance, Napoleón
(Francia, 1927). En contraste, la imagen digital es discreta porque cada dato o
información de luz, color, figura y tono debe ser traducido al lenguaje binario
mediante impulsos eléctricos de presencias (uno) o ausencias (cero). Si bien,
la imagen analógica necesita de un objeto completo que refleje la luz sobre la
emulsión de plata, la imagen digital se construye con algunos datos del obje-
to y con otras técnicas de la computadora donde interviene la habilidad del
diseñador, por eso la referencia a las películas de Porter y Gance. Esos datos
son por lo regular los del movimiento de los objetos o de los personajes, así
se han construido un sinnúmero de seres virtuales, de desplazamientos y de
interacciones entre fondo y figura.

244 • Vicente Castellanos Cerda


Con lo anterior, quiero destacar que la relación indicial en el cine contem-
poráneo se ha modificado, pero no eliminado al menos en las películas que no
sean de dibujos animados, pues la realización de este último de tipo de filmes,
ya sea mediante técnicas tradicionales o computarizadas, no tiene su origen en
la segundidad, sino en la primeridad y en la terceridad a lo Peirce. En la prime-
ridad al establecer, igual que la pintura, una relación de semejanza entre signo
y objeto. En la terceridad al emplear signos altamente convencionales como el
hecho de personificar objetos y animales en la caracterización de personajes.

Fotografía, cine y computadora: imágenes de lo real ampliado

Las dos películas estadounidenses de Larry y Andy Wachowski aquí tomadas


como corpus de análisis, The Matrix (1999) y The Matrix Reloaded (2003), son
el resultado de esta nueva condición de la segundidad debido a la convergencia
de tres tecnologías: la fotografía, el cine y la computadora. Las tres tecnologías
tienen sus antecedentes y principios de uso en el siglo XIX, pero se intensificaron
a partir de los años noventa del siglo XX cuando la producción de películas re-
gresó a las técnicas de manipulación fotográfica, al empleo de múltiples cámaras
para hacer una imagen y al ensamblaje de todas estas unidades modulares de
información gracias a un software especializado.
Las tres tecnologías también son el resultado del avance del capitalismo y,
con ello, de una redefinición del valor de la máquina en nuestras sociedades,
pues así como han existido máquinas para construir y otras para destruir, hay
una clase de estos artefactos que muy bien podríamos llamar máquinas semió-
ticas por su capacidad de producir y articular signos. Estas tres máquinas desde
su aparición compitieron con la mente del artista y con la mano virtuosa del
creador. El arte, ese microcosmos independiente y privilegiado, fue contami-
nado por la presencia de las máquinas semióticas que en no pocas ocasiones
mostraron su mayor potencial en la creación de experiencias artísticas, incluso
más intensas que las suscitadas por las artes tradicionales.
Hace poco más de una década, la computadora redefinió la verdadera
especificidad del cine: la de ser un arte indicial, en el cual los nuevos índices
se construyen con registros parciales de sus objetos para posteriormente ser
ensamblados en la computadora. Por ejemplo, a ciertos movimientos físicos se
les ha agregado un cuerpo mitológico, a ciertos personajes se les ha ubicado en
el centro de la tierra, o inclusive, se han construidos escenarios donde alternan
personas con dibujos animados.

La transformación del índex en el cine en la era digital: análisis de la cinematografía • 245


de las películas The Matrix y The Matrix Reloaded
En las películas de los hermanos Wachowski se desarrolla un debate, tanto en
el discurso lingüístico como en el visual, acerca de lo real. “¿Qué es lo real?”, le
pregunta Morfeo a Neo, dos de los personajes principales, y él mismo responde
“impulsos eléctricos que el cerebro interpreta”. Exactamente, la metáfora se ha
invertido, ahora es la computadora el original y el cerebro su metáfora. Pero
estas referencias contradictorias a la realidad y a la ontología del modelo son más
interesantes en las imágenes de estas películas. Revisemos, pues, detalladamente
algunas de las secuencias digitalizadas para dar cuenta del modo en que este uso
de lo audiovisual modela los imaginarios de los públicos en nuestros días.
A menudo en los estudios del cine ha surgido una misma pregunta: ¿quién
mira? La respuesta inmediata se refiere a la cámara orientada por un director,
pues quien mira en última instancia es precisamente la persona que toma las
decisiones en el plató de producción. Los primeros acuerdos son de carácter
técnico-creativo: angulación, movimiento y encuadre. Estas decisiones impli-
can también una selección entre muchas posibilidades, un punto de vista sobre
el mundo que la película representa y que se impone al espectador. El punto
de vista del espectador, entonces, siempre está limitado por las elecciones del
director y por la cantidad de información visual que se le permite observar. Es
evidente que el punto de vista tiene una dimensión ideológica, una intencio-
nalidad que destaca ciertos elementos de la imagen sobre otros.
Los hermanos Wachowski nos muestran un punto de vista inédito, a tal
grado impactante que ha sido copiado y parodiado. ¿Qué ocurre en las secuen-
cias digitalizadas de estas películas que no logramos liberarnos de ellas? Esta
pregunta ha estimulado una búsqueda y ha abierto un camino de explicación,
que en palabras de Gilles Deleuze podríamos decir que se trata de un punto de
vista puro, de situaciones ópticas y sonoras puras donde la cámara y el sonido
se emancipan e imponen su mirada. Para profundizar en la comprensión de
estas secuencias es necesario iniciar un trayecto arqueológico a través del pro-
ceso de emancipación de la cámara del punto de vista teatral y del relato, así
como del estudio científico del movimiento y de las técnicas de fotomontaje
del siglo XIX.
El inicio de la primera película, cual estructura fractual, está compuesto de
elementos reiterados en el resto de las secuencias digitalizadas de los dos filmes,
donde destacan los diversos puntos de vista de los personajes hasta llegar a un
no punto de vista o un punto de vista exclusivo de la cámara.


El fractal puede conservar su independencia y a la vez formar parte de un todo más amplio.

246 • Vicente Castellanos Cerda


La secuencia inicial de The Matrix (1999) dura dos minutos con cincuenta
y dos segundos y está divida en 46 tomas. Se trata de una secuencia con una
veloz puesta en serie con la ayuda de uno de los recursos más clásicos del cine:
el montaje alternado, el juego entre perseguidor y perseguido. En esta secuencia,
Trinity es la mujer perseguida, primero por policías y después por una especie
de agentes especiales que hacen recordar a los famosos Men in Black (MIB) de
los filmes de ciencia ficción sobre extraterrestres. En sí en la secuencia se hallan
cinco puntos de vista:

• el del espectador como usuario de la computadora,

Figura 2

• el de Trinity, • el de los policías,

Figura 3 Figura 4

• el de los agentes,

Figura 5

La transformación del índex en el cine en la era digital: análisis de la cinematografía • 247


de las películas The Matrix y The Matrix Reloaded
• el de la cámara.

Figura 6 Figura 7

El espectador es un usuario de la máquina, no tiene control sobre ella, pero


sí sabe qué es la Matrix: una realidad de ceros y unos, de impulsos electrónicos
que llegan al cerebro de los seres humanos para mantenerlos dentro del cobijo
de un mundo virtual, ni feliz ni caótico, sólo demasiado humano. Por su parte,
el punto de vista de Trinity es constante, ella es la perseguida, se debe capturar.
En este sentido, el espectador también está siendo perseguido, se identifica con
Trinity no sólo por los elementos narrativos, la heroína, sino también por el
emplazamiento de la cámara. Sin embargo el punto de vista entre los policías
y los agentes es ambiguo, lejos de la complicidad esperada. De la toma doce a
la dieciséis, vemos llegar a los agentes a las afueras del hotel donde se encuen-
tra Trinity, un breve diálogo nos informa de una relación ríspida, incluso el
juego campo-contracampo está reforzado por las angulaciones de la cámara.
El teniente pretende recuperar su autoridad frente a los agentes mediante
una toma ligeramente contrapicada, sin embargo uno de ellos responde sin
verlo, humillando aún más al policía. Esta relación de rivalidad, en un primer
momento incomprensible, es bastante lógica en la diégesis de la película, pues
los policías son seres humanos virtuales, energía que mantiene encendidas las
computadoras, en cambio los agentes forman parte de una inteligencia artificial,
son realmente el software de protección del sistema.
La toma 25 de tan sólo tres segundos de duración es la más importante de
este primer film: Trinity, tras un breve impulso, se sostiene en el aire, queda
suspendida a la vez que la cámara da un giro de 180º. Actores y ambiente se
congelan, pero la cámara continúa su rápido movimiento. El juego campo-
contracampo se interrumpe, cambia el soporte del film: de la imagen óptica-
química se pasa a la imagen digital, el sonido indicial, aquel que necesita de su
referente para existir, también termina para dar paso a un sonido acusmático

248 • Vicente Castellanos Cerda


fonogenerado. El soporte digital de la imagen y del sonido muestra una toma
casi virgen de toda causalidad con el mundo real, resulta de ello una imagen-
concepto perturbadora, un cuestionamiento de la representación de la realidad,
del tiempo y del espacio que, sin embargo, tiene apariencia de verdadera.
Se trata de una situación óptica y sonora pura. En términos de Deleuze, estos
opsignos y sonsignos son la consecuencia directa de la emancipación del movimiento
de la cámara, primero del punto de vista fijo o teatral y, después, de los personajes.
Se trata de un punto de vista descriptivo, independiente de la narración donde
la cámara reclama su lugar, hace evidente su presencia, pero a la vez descontrola
al espectador, pues lo obliga a despojarse de una perspectiva cómoda.
En el resto de las secuencias digitalizadas de ambas películas, el espacio y el
tiempo se moldean según la realidad cinematográfica, en otra sería imposible. El
devenir del tiempo se interrumpe y el espacio se congela, los objetos quedan
suspendidos en el aire como cuando lo están en un denso líquido, pero hay un
elemento que conserva todavía coordenadas temporales y especiales: la cámara.
La cámara gira alrededor de las masas desafiantes de la ley de gravedad, pues
como no hay tiempo, tampoco hay atracción hacia el centro de la tierra. Son
sólo tres segundos de presencia pura de imagen y de sonido.
Ahora recurramos a la arqueología de la fotografía para completar la explica-
ción. Esta realidad digitalizada tiene como principio de realización el mismo que
da origen al cine en la experiencia del fotógrafo científico Eadweard Muybridge,
quien, entre los años setenta y ochenta del siglo XIX, produjo alrededor de
780 secuencias fotográficas para comprender la locomoción humana y animal.
Como aún el cine no existía, técnicamente resolvió el problema ubicando de
12 a 24 cámaras de fotografía fija en ángulos de 90º a 60º.
Figura 8
Eadweard James Muybridge. Caballo al galope, 1878.
La secuencia se logró mediante el uso de cámaras de fotografías fijas


Sonidos sin fuente, originados gracias a la tecnología.

La transformación del índex en el cine en la era digital: análisis de la cinematografía • 249


de las películas The Matrix y The Matrix Reloaded
De la misma manera, los hermanos Wachowski emplazaron en un ángulo
de 360º cámaras digitales para realizar este tipo de tomas, pero en esta ocasión
variaron la angulación de tal modo que pudiera iniciar al ras del suelo y terminar
en franco contrapicado. Ambas situaciones muestran el interés por comprender
la lógica del movimiento, en el caso de Muybridge el de los animales, en el de
los hermanos Wachowski, el cinematográfico.

Figuras 9 y 10

Profundicemos en la explicación del movimiento cinematográfico, pues si


bien el interés por el movimiento mismo en el cine primitivo fue motivo sufi-
ciente para que el público asistiera a los locales cerrados para ver y re-conocer
su entorno inmediato en la pantalla, el cine comenzaba un nuevo proceso de
independencia, siempre a la búsqueda del movimiento per se. La cámara fija
filmó de la misma manera a lo largo de casi veinte años, aunque ya no sólo la
vida diaria sino también representaciones o dramatizaciones.
El cine dedicado a contar historias obligó, tanto a las vanguardias como el
incipiente cine narrativo clásico, a mostrar otras posibilidades del movimiento
de la cámara, aunado a ello se encontrarían también unos cuantos hallazgos
azarosos. Podríamos hablar de al menos cuatro grandes clases de movimientos
que han sido el resultado de la independencia de la cámara: los internos, del
eje, los tridimensionales y el cinematográfico. Los tres primeros son el resulta-
do del perfeccionamiento tecnológico y de las exigencias del cine narrativo de
transparentar el relato, de lo que se derivó una cámara más libre, con menos
peso y habilidad para viajar a lo largo del espacio tridimensional, mientras que
el último es la consecuencia directa de la incorporación de la computadora al
cine. Revisemos el siguiente esquema para explicar con más detalle la emanci-
pación de la cámara.

250 • Vicente Castellanos Cerda


Independencia de la cámara: del registro al movimiento cinematográfico

Los movimientos internos dependen de la velocidad del mecanismo de


registro de la cámara y del movimiento del centro del lente. Si se filma a cierta
velocidad se espera una proyección similar, pero si se cambia, entonces el mo-
vimiento natural de los objetos puede alterarse, ya sea que se vuelva más lento
o se suceda con mayor rapidez. Este cambio tiene consecuencias directamente
en la experiencia del espectador, la cámara lenta, por ejemplo, tenderá a des-
tacar una escena importante, incluso puede llegar a sugerir, paradójicamente,
un movimiento veloz de los objetos y de las personas. Los casos de los conge-
lados y de las sobreimpresiones, también dependen del movimiento interno,
el primero es el efecto de la repetición del mismo cuadro y el segundo de dos
o más imágenes empalmadas en el mismo fotograma gracias a múltiples ex-
posiciones de la película a la luz. La cámara hacia atrás representa un mundo
reconstruido, imposible en la vida real, pues rompe la continuidad perceptiva
del tiempo. Los movimientos ópticos merecen especial atención porque al
mismo tiempo que acercan o alejan los objetos al variar el ángulo de visión
sin necesidad de desplazar la cámara, también modifican la profundidad de
campo. Un lente normal reproduce las distancias entre los objetos de modo
similar a las percibidas por el ojo humano, en cambio los lentes de focal corta,

La transformación del índex en el cine en la era digital: análisis de la cinematografía • 251


de las películas The Matrix y The Matrix Reloaded
además de amplificar en apariencia esas distancias, también aumentan el rango
de nitidez de la imagen. Por el contrario, los de focal larga, llamados telefotos,
acercan los objetos y al mismo tiempo disminuyen la profundidad de campo.
No debemos olvidar que para Bazin el aumento de la profundidad de campo
significó el perfeccionamiento del arte cinematográfico porque “implicaba como
consecuencia una actitud mental más activa e incluso una contribución positiva
del espectador a la puesta en escena” (Bazin, 2001, p. 95).
Ahora bien, si los personajes se mueven, entran y salen del cuadro, ¿por
qué no seguirlos con la cámara? Las cámaras ligeras, los sistemas de pesas y
grúas, no sólo emanciparon a la cámara de su eje, también le dieron movilidad
tridimensional. Sin embargo, la mirada de la cámara siguió dependiendo de
un personaje. Así fue como el aparato superó el espacio bidimensional de la
pantalla al moverse alrededor de los objetos, pero ningún cineasta se atrevía
aún a separarse de la tiranía del relato.
La cámara siguió viajando y no se detuvo ya, ni siquiera por el personaje.
Dejó de ser el testigo, el registro imperceptible de las acciones de los actores
para convertirse en un elemento que reclamaba ser considerado. Por ejemplo,
en la película del cineasta mexicano, Rafael Montero, Corazones rotos (2001), la
cámara no encuentra nunca su eje. El director renunció a cualquier equilibrio
e inmovilidad de la cámara, así como a su dependencia con los personajes,
pues sin importar la situación dramática, el movimiento nunca se interrumpe,
siempre está marcando un hecho: la presencia de alguien quien miró antes que
nosotros.
El movimiento realmente cinematográfico se alcanzó con la tecnología
digital. Para comprenderlo es necesario explicar las relaciones figura-fondo,
señaladas en la parte inferior del esquema. Sinteticemos, en un inicio la cámara
sólo registró el movimiento de los cuerpos que de modo inherente lo poseían,
rodeados de otros cuerpos fijos que aparecían en la escena. Lo mismo ocurrió
con los movimientos del eje y tridimensionales, si bien la cámara recorrió el
espacio y nos brindó la posibilidad de ingresar a una espacialidad simulada, el
fondo móvil sólo fue posible cuando en las películas de animación, las casas,
el cielo, los montes y las paredes, comenzaron a interactuar con el movimiento
de los personajes, es decir, el escenario se transformaba mientras que la cámara
transitaba por el espacio fílmico.
El esquema en el último tipo de movimiento, el cinematográfico, parece
contradecirse, pues le corresponde una figura y fondo fijos, pero si partimos
de la idea de que la evolución del cine ha tenido en el intento de independencia

252 • Vicente Castellanos Cerda


de la cámara respecto al emplazamiento, a los actores, al relato y al fondo, uno de
sus motores principales, sólo cuando todo está fijo, excepto la cámara, se alcanza el
movimiento cinematográfico.
No hay que confundir este viaje de la cámara con aquellos desplazamientos
tridimensionales anteriores a la computadora donde incluso los personajes están
paralizados – tal vez por un ataque extraterrestre, un veneno o, sencillamente,
porque están atados-. Al menos hay dos diferencias. Primero, el movimiento de
The Matrix no recorre el espacio, cambia de perspectiva al ensamblar diferentes
ángulos provenientes del registro de un grupo de cámaras fotográficas digitales;
segundo, es un movimiento carente de un punto de vista narrativo.
Este tipo de innovaciones, nos parece, está generando una rica literatura
acerca de la concepción del cine digital que, sin duda, representará una revolu-
ción teórica como en su momento lo hizo Bazin respecto a los filmes de Welles,
Renoir o Hitchcock.
Estamos convencidos que la computadora, al insertar caracteres de ficción
en las escenas reales, obliga a cuestionarnos sobre la fiabilidad fotográfica: el
cine no es más la extensión del ojo humano, es el ojo superado hacia la conformación
de un ojo-mente.
Esta búsqueda arqueológica en la construcción de las imágenes del cine
contemporáneo hollywoodense, también tiene sus antecedentes en otro prin-
cipio fotográfico del siglo XIX: el fotomontaje.
El nombre de fotomontaje se le atribuye a los
dadaístas bernileses de principios del siglo anterior
y hacía referencia a una técnica que combinaba
la fotografía con otras imágenes, dibujos o textos
provenientes de periódicos y revistas. La inten-
ción artística de estas imágenes no estaba ni en la
fidelidad del referente ni en el collage en sí mismo,
sino en el proceso de ensamblaje, de ahí que estos
artistas se compararan con los ingenieros de una
línea de montaje industrial. Los fotomontadores
dadaístas tenían la intención de armar una com-
posición inusual, provocadora al desmembrar la
Figura 11 realidad conocida, a la vez que cuestionaban el
Erwin Blumenfeld. carácter de segundidad de la fotografía.
Bloomfield presidente George Mèliés fue uno de los primeros cineas-
Dada-chaplinista, 1921. tas que experimentó con trucajes fotográficos en

La transformación del índex en el cine en la era digital: análisis de la cinematografía • 253


de las películas The Matrix y The Matrix Reloaded
el sentido dadaísta, como se puede observar en su película de 1902, El hombre
de la cabeza de goma (Francia).

Figura 12

Sin embargo, el cine contemporáneo hollywoodense no usa el fotomontaje


con esa intención, más bien los nuevos montadores han continuado usándo-
lo bajo un principio implícito en la obra de Oscar E. Rejlander: el de hacer
invisible el efecto. En 1857 Rejlander crea una imagen fotográfica con más de
treinta negativos, respetando las convenciones de la pintura clásica realista y la
nombra composición de cuadros múltiples. El resultado fue su famosa fotografía
titulada Las dos sendas de la vida, donde no pretendió desmembrar la realidad,
sino formar un perfecto ensamblaje que engaña al ojo y consiguió hacer pasar
la imagen como evidencia de que así ocurrieron las cosas.
Figura 13
El bien y el mal representado por la yuxtaposición de imágenes fotográficas
provenientes de tomas diversas

254 • Vicente Castellanos Cerda


Figuras 14 y 15
De la fotografía al cine, del siglo XIX a finales del siglo XX, de la imagen
óptico-química a la imagen digital, muchos cambios, pero un mismo principio

Al hacer invisible el artificio, nos encontramos con una visión ampliada de


la realidad, diríamos posible y por lo tanto ajena a la vida diaria, pero segui-
mos conservando la fe en lo que vemos. La paradoja del fotomontaje realista
inaugurado por Rejlander y continuado en películas como The Matrix y The
Matrix Reloaded, consiste en seguir creyendo en la ontología del modelo, pero
al mismo tiempo en esperar una sorpresiva perturbación de nuestras concep-
ciones del mundo.

Otros horizontes de la percepción visual

En las películas de los hermanos Wachowski, las secuencia montadas digital-


mente nos hacen pensar en un mundo sin leyes de gravedad, en los límites de
la velocidad de los cuerpos y en la idea de detener el flujo del tiempo. Así que
lejos de tratarse de filmes sensibleros, sólo están continuando la esencia misma
del cine: la de modificar nuestra visión de la realidad. El planteamiento de fondo
consiste en el descentramiento de la idea de un hombre unidimensional, sus-
tituido por otro fragmentado, pero al mismo tiempo íntimamente imbricado
gracias a las nuevas tecnologías de información. La realidad se transforma y
deja de ser una y estable. En la nueva era, el cine muestra la realidad del hom-
bre en su naturaleza intrínsicamente dinámica, a la vez que cuestiona nuestro
ambiente físico y nuestras representaciones mentales. En otras palabras, los
nuevos instrumentos de información e interactividad, herederos del desarrollo
tecnológico, están ampliando los horizontes de nuestra percepción visual.

La transformación del índex en el cine en la era digital: análisis de la cinematografía • 255


de las películas The Matrix y The Matrix Reloaded
Bibliografía
Ades, D. (2002). Fotomontaje. Gustavo Gili. Barcelona.
Bazin, A. (2001). ¿Qué es el cine? Rialp, quinta edición. España.
Chion, M. (1999). El sonido: música, cine y literatura... Paidós. Barcelona.
Darley, A. (2002). Cultura visual digital: espectáculo y nuevo géneros en los medios
de comunicación. Paidós. Barcelona.
Deleuze, G. (1983). La imagen-movimiento. Estudios sobre el cine 1. Paidós.
Barcelona.
Deleuze, G. (1986). La imagen-tiempo. Estudios sobre el cine 2. Paidós, primera
reimpresión. Barcelona.
Dubois, P. (1986). El acto fotográfico: de la representación a la recepción. Paidós.
Barcelona.
Epstein, J. (1960). La inteligencia de una máquina. Nueva Visión. Argentina.
Everaert-Desmedt, N. (1990). Le processus interprétatif. Introduction á la sémiotique
de Ch. S. Peirce. Liége. Mardaga.
Manovich, L. (2001). The Language of New Media. The MIT Press. London.
Muybridge, E. (1984). The Male and Female Figure in Motion: 60 Classic Photo-
graphic Sequences. Dover Publications. USA.
Rohmer, E. (2000). El gusto por la belleza. Paidós. Barcelona.

256 • Vicente Castellanos Cerda


Capítulo 11

Estereotipos demográficos y ocupacionales


de la mujer y el hombre
en la televisión mexicana
María Leticia Flores Palacios*
Ana Gabriela Sánchez Santana**
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Monterrey

El estudio del género sigue siendo un tema de interés en comunicación


puesto que en todas las culturas se manifiestan diferencias en el trato
a las personas de acuerdo a género y la televisión enfatiza de diversas
formas estas diferencias. Este estudio detecta los estereotipos de género
que presenta la televisión mexicana abierta a través del análisis de 659
personajes. Para esto se llevó a cabo un análisis de contenido de los
programas de ficción en cuatro canales de televisión en tres semanas,
de siete a once de la noche. Los resultados muestran sesgos a favor de
personajes masculinos en el rol protagónico, profesionistas, de edad
adulta. A las mujeres se les representó en roles tradicionales femeninos
o bien como estudiantes, jóvenes, y en papeles secundarios. Ambos
géneros se presentaron en mayor proporción como solteros y delgados.
El trabajo concluye que la televisión no muestra la realidad social en
toda su diversidad, y sigue enfatizando estereotipos similares a los vistos
en años anteriores.

The genre study continues as an interest subject in the communication area
due to the different treatment that every culture gives to persons according
to the genre and the different ways in which television emphasize these
differences.

* La autora pertenece a la Cátedra de Investigación en Medios Audiovisuales y Globalización


en América del Norte del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey. Y es profesora
del Departamento de Comunicación y Periodismo del Tecnológico de Monterrey, Campus
Monterrey.
** La autora es alumna de la Escuela de Relaciones Internacionales en el Instituto Tecno-
lógico de Monterrey, Campus Monterrey.
This study shows the genre stereotypes presented by the public mexican
television trough the analysis of 659 characters. For this, a content analysis
of fiction programs in four channels was made in three weeks from seven to
eleven at night. The results show bias in favor of male characters in lead-
ing rolls, as an educated person of grown age. Women were represented in
traditional female roles or as young students in supporting roles.
Both genres were mainly represented as single and thin. The study con-
cludes that television does not present the social realty and all its diversity
and keeps emphasizing the same stereotypes as it did in previous years.

Introducción

Las representaciones culturales constituyen procesos dinámicos de orden


histórico, que cambian y se transforman constantemente en el ámbito de las
imágenes, modelos, creencias y valores en tiempos y contextos determinados.
Éstas atribuyen un significado compartido a las cosas, procesos y personas,
además de que influyen de manera particular en la configuración de la sociedad
actual y sus prácticas sociales.
Para entender mejor dichos procesos, es menester que ante todo, el concepto
de cultura sea claro. Para definirlo Nash (2003) señala que:

La cultura puede ser entendida como un conjunto de creencias y de modelos


conceptuales de la sociedad que moldea las prácticas cotidianas; mientras que la
construcción de identidades colectivas se entiende como una dinámica procesal y
relacional en constante proceso de construcción, readaptación, negación o confron-
tación, sostenida por bases que pueden ser plurales y contestadas. (p.22)

La representación de género es una de las representaciones culturales más


cotidianas; y en un contexto en donde las diferencias entre ambos sexos se han
ido acortando resulta casi imposible pasar por alto cómo es que estos cambios
se han ido moldeando en la colectividad de hoy en día.
El estudio del género sigue siendo un tema de interés para los estudios en
comunicación a pesar de ser ampliamente reportado en diversas investigaciones.
En todas las culturas se manifiestan diferencias en el trato a las personas desde
el momento en que nacen, diferencias en la formación en valores en el hogar,
en el estudio y en el campo de trabajo. Nussbaum (2000) menciona que en
todos los países se da un trato diferente a los hombres y a las mujeres en aspectos
como salud, educación y expectativas de vida.

258 • María Leticia Flores Palacios, Ana Gabriela Sánchez Santana


Se dice que para los niños la primera categorización del mundo en dos
géneros depende de pistas físicas como lo son la vestimenta, el corte de cabello
y el tamaño corporal. Muchos niños creen que pueden cambiar su género por
el simple hecho de cambiar su aspecto y es aproximadamente hasta que el
niño tiene cinco o seis años cuando comienza a reconocer que el género es un
atributo de la persona y no se encuentra en función de elementos externos que
se utilizan para resaltarlo (Kimmel, 2004).
Holtzman (2000) menciona que desde el momento en que se nace se asocian
ciertos aspectos al género, es decir, culturalmente la niña se rodea de color de
rosa y muñecas, se le orienta para que sea femenina, tierna y delicada, posterior-
mente, esta identidad se ve alimentada en el núcleo familiar, en la escuela y en
el vecindario. Sutilmente se van construyendo las características del individuo.
La televisión sigue reforzando estos patrones de conducta para ambos sexos,
haciendo más evidente las diferencias y construyendo el tipo ideal de hombre
y mujer. Y si bien los factores biológicos e interpersonales son importantes, lo
más determinante es la cultura.

Estereotipos de género

En este siglo XXI es fácil darse cuenta de lo que ocurre en otras partes del mundo
gracias a los medios de comunicación que muestran otros estilos y formas de
vida, otras religiones y tradiciones que permiten al ciudadano común comparar
y cuestionarse. Los medios y en particular la televisión por su fácil acceso para
una gran mayoría de la población, juegan un papel importante según Holtzman
(2000) porque repiten los patrones dominantes en una sociedad y crean un
sentido de lo que es normal y aceptable. Por otra parte la televisión permite
conocer distintas realidades e imaginar otras perspectivas, de ahí la importancia
de que la televisión evite la estereotipación de los géneros y muestre las distintas
facetas y roles que tanto hombres como mujeres desempeñan en la sociedad.
Para Gerbner, Gross, Morgan y Signorelli (1994) las lecciones repetitivas
que aprendemos de la televisión inician en la infancia y plantean las bases para
ver el mundo, por lo que la televisión se convierte en una fuente importante
para el aprendizaje de todo tipo de valores, normas, conductas. Los estudios
que profundizan en la teoría del Análisis del cultivo señalan que la repetición
continua que ofrece la televisión favorece que el televidente conciba su mundo
de cierta manera, y señalan que hay una correlación entre actitudes de roles
sexuales y la exposición a contenido estereotipado.

Estereotipos demográficos y ocupacionales de la mujer y el hombre en la televisión mexicana • 259


Para Holtzman (2000) los estereotipos “son generalizaciones preconcebidas
y simplificadas sobre un grupo social en particular”(p. 41). Los estereotipos
pueden verse desde dos perspectivas, una de ellas es neutral y se refiere a la
necesidad humana de categorizar personas o situaciones para hacer manejable
la información, por otra parte una segunda acepción resulta negativa pues se
asocia con la discriminación y con el “etiquetamiento” de personas con base en
alguna característica. Dentro de los estudios en procesos cognitivos, es posible
equiparar el concepto de estereotipo con el de esquema. Stillings, Weisler, Chase,
Feinstein, Garfield y Rissland (1995) consideran bajo el término esquema a toda
estructura cognitiva que señala aspectos generales sobre un objeto, persona o
evento y se excluyan aspectos específicos y detalles poco relevantes.
Por su parte, Lippmann (1922), se refiere a los estereotipos como “fotogra-
fías en nuestra cabeza”, como una reconstrucción del ambiente en un modelo
más simple. Katz y Braly (1933) realizaron el primer estudio empírico acerca
de los estereotipos y los asociaron con actitudes y prejuicios, aunque años más
tarde Ashmore y Del Boca (en Jelking y Sajous, 1995) argumentaron que el
estereotipo no necesariamente está asociado con el prejuicio o con algo negativo,
de hecho los estereotipos ayudan a simplificar la comprensión del mundo y
pueden ser positivos pues facilitan la asociación de ideas.
En un medio visual como lo es la televisión es común que ciertos rasgos
físicos de los personajes se asocien con cierto tipo ideal de persona, con lo que
se obtiene no sólo un estereotipo de imagen sino también un estereotipo social.
El problema se presenta cuando la televisión muestra sesgos que favorecen a
una parte de la población y perjudican a otra.
La actividad laboral es inherente a la sociedad ya sea para satisfacer sus
necesidades más básicas o incluso las más intelectuales y culturales, por lo que
Kimmel (2004) opina que no debería causar sorpresa que prácticamente cada
sociedad haya desarrollado divisiones laborales según el género, lo cual no
significa que las labores asignadas a un género sean más o menos importantes
que las del otro. De acuerdo con esto es necesario destacar el papel que los
medios de comunicación han desempeñado en lo relativo a la reconfiguración
de la sociedad; por ejemplo en países como la India la televisión por cable que
tuvo un gran impacto en la década de los noventa, diversificó los roles de los
personajes femeninos los cuales pasaron de inocentes esposas y amas de casa a
seres sexuales que por lo regular trabajaban fuera del hogar. Aunque las imágenes
de la mujer tradicional y la nueva mujer presentada por la televisión eran muy
diferentes entre sí, éstas coexistían (Malhotra & Rogers, 2000).

260 • María Leticia Flores Palacios, Ana Gabriela Sánchez Santana


“Las mujeres de las sociedades más tradicionales -aquellas en las que todo
aspecto de la actividad vital se divide según el sexo de la manera más marcada y
rígida- son las que están más satisfechas” (Annas, 1998, p.367). Sin embargo la
misma Annas señala que esto no quiere decir que sean más felices, en ocasiones
su satisfacción se debe a que ni siquiera pueden imaginar otras alternativas de
vida y por lo tanto ajustan sus deseos para lograr la satisfacción con la vida
que les tocó.
Los estereotipos no sólo se refieren a roles sexuales y laborales, sino que
en los últimos años la idealización del cuerpo humano ha creado una fuerte
fascinación en las audiencias televisivas. Un estudio de Felker (1972) realizado
con alumnos de primaria del primero, tercer y quinto grado en una escuela de
los Estados Unidos reveló que los niños y niñas le atribuían más características
negativas a los cuerpos obesos que a los delgados, lo anterior aplicaba para ambos
sexos. A su vez Botta (1999) encontró que las jóvenes de preparatoria tendían
a comparar sus propios cuerpos con los de los personajes de la televisión. Esto
se encuentra estrechamente relacionado con estudios de análisis de contenido
los cuales demostraron que la delgadez está asociada con cualidades positivas
en los jóvenes y en las mujeres (Garner, 1980.).
De igual manera, los estereotipos de la edad tienden a marginar o a restarle
importancia a determinados sectores de la sociedad, en este caso el tema de los
adultos mayores proporciona el ejemplo de la escasa atención que este grupo
recibe. La representación de este sector de la sociedad no es adecuada, en Ingla-
terra en 1999, las personas de la tercera edad formaban el 21% de la población
real, mientras que en la televisión sólo figuraban en un 7%, con relación al total
de los personajes; además los hombres tendían a aparecer el doble de veces que
las mujeres. Cabe mencionar que cuando este grupo social aparecía en televi-
sión, sus papeles eran de poca importancia. La discriminación no es la única
culpable de esta problemática, ya que los anunciantes no están tan interesados
en el mercado adulto como lo están por el mercado joven, puesto que estos
últimos son un sector más importante para la economía (Communications
Research Group, 1999).
En un análisis de contenido de los programas de ficción del horario triple
A de la televisión estadounidense, realizado por Mastro y Marawitz (2004) se
encontró que tanto los hombres como las mujeres que aparecían en estos pro-
gramas tenían ocupaciones no identificadas, en general se les representaba como
miembros de la familia. Por otra parte no se encontró diferencia entre hombres
y mujeres en cuanto al estrato socioeconómico, ni la jerarquía de sus trabajos.

Estereotipos demográficos y ocupacionales de la mujer y el hombre en la televisión mexicana • 261


Además la mujer latina fue caracterizada como pasiva, menos inteligente y más
agresiva verbalmente en comparación con mujeres de otras razas.
Probablemente la diferencia de género más clamorosa es la violencia, ya que
según los criminólogos Gottfredson y Hirsch los hombres son más propensos
a cometer un crimen que una mujer. Hasta la fecha no hay una explicación
acerca del porque de la violencia masculina, pero muchos estudiosos argumentan
que lo que conduce la agresión son las hormonas masculinas, especialmente la
testosterona, a mayores niveles de ésta aumenta la agresión. Esto no quiere decir
que la causa, sino que facilita la aparición de la ya presente (Kimmel, 2004).
Es necesario conocer qué aspectos muestra la televisión mexicana y qué es lo
que los televidentes vemos, así como considerar si esto es un reflejo de nuestra
realidad o son estereotipos antiguos que se siguen reforzando y fomentando
ideas o modelos a seguir.
En esta investigación se pretende mostrar los resultados de un análisis de
contenido de los programas televisivos de ficción. Las preguntas de investigación
fueron: ¿existe un balance entre el género de los personajes y son equivalentes al
censo de población del 2000?, ¿cuál o cuáles son las edades que son presentadas
con mayor frecuencia en la televisión?, ¿qué representación tienen los géneros en
el rol protagónico de la televisión?, ¿qué ocupación desempeñan los personajes
femeninos y masculinos?, ¿cuál es el estado civil que muestran los personajes?,
¿existe alguna tendencia a mostrar personajes con cuerpos esbeltos en ciertos
roles?, ¿se observa la violencia asociada a los hombres más que a las mujeres?,
¿se presentan diferencias en todas estas instancias entre los programas de origen
mexicano y los de origen extranjero?.

Método
Para realizar este estudio se utilizó la técnica de análisis de contenido, siendo
la muestra tres semanas de codificación, la primera semana de grabación fue
del 26 al 31 de agosto y 8 septiembre de 2003; la segunda semana abarcó del
25 de noviembre al 1 de diciembre de 2003; y finalmente la tercera semana
fue del 2 al 8 marzo de 2004
Se analizaron cuatro canales: 2 y 5 Televisa, 7 y 13 de TV Azteca en el horario
estelar de 19:00 a 23:00 hrs. Solamente se analizaron los programas de ficción
como telenovelas, series y películas; la unidad de análisis fue el personaje, para


Se sustituyó el día 1 de septiembre por el día 8 del mismo mes, debido a la transmisión
del Informe de Gobierno

262 • María Leticia Flores Palacios, Ana Gabriela Sánchez Santana


lo cual se codificaron únicamente los personajes protagónicos, antagónicos y
secundarios principales.
Los criterios para la selección del personaje se tomaron con base al texto de
Maza y Cervantes (1994) que señala que el personaje principal es aquel que
realiza las acciones
importantes de la historia, el secundario apoya al principal durante la trama,
y el antagónico va en contra de las acciones del protagonista.
En el proceso de grabación, codificación y captura participaron estudiantes
de licenciatura y maestría que trabajan en el Centro de Investigación en Co-
municación e Información del ITESM, Campus Monterrey.
Se realizó una prueba de confiabilidad donde se obtuvo un mínimo de 80%
de acuerdo para cada una de las variables analizadas entre las que se encuentran
género, edad, ocupación, estado civil, rol, personaje que ejerció algún acto de
violencia, clase social, complexión física, hábitos como el fumar, tomar alcohol
e ingerir drogas, entre otras.
La variable ocupación fue una de las más importantes por la gran diversidad
de roles que pudiera desempeñar un personaje. Se clasificaron en nueve ocu-
paciones que incluían profesionistas, oficios, roles ilegales, roles relacionados
con la ley y el orden, estudiante, roles tradicionales femeninos, directivos de
empresas, desempleado, jubilado y finalmente no identificado. Por otra parte,
la variable complexión física fue una de las más complejas de identificar a través
de la pantalla, debido a ello se usaron únicamente tres opciones: delgado que
se refería a una delgadez normal o extrema; medio para personajes que no son
delgados pero no llegan a mostrar obesidad; y obeso para personajes con un
sobrepeso muy evidente.

Resultados

El total de personajes protagónicos, antagónicos y secundarios principales codi-


ficados fue de 659, encontrados en 78 programas de ficción, de los cuales diez
fueron telenovelas mexicanas, tres series mexicanas y cinco estadounidenses,
cinco películas mexicanas y cincuenta y cinco provenientes de Estados Uni-
dos. Cabe aclarar que todas las películas y series extranjeras fueron dobladas
al español.
Una de las preguntas de investigación consistió en determinar si los per-
sonajes femeninos y masculinos tenían una representación proporcional en la
televisión. En la Tabla 1 se puede observar que para los programas de origen

Estereotipos demográficos y ocupacionales de la mujer y el hombre en la televisión mexicana • 263


mexicano había una presencia muy equilibrada en cuanto a la cantidad de per-
sonajes. La proporción de los personajes tiene similitudes con la composición
de la sociedad mexicana en el 2000, puesto que en dicho año 52.9 millones de
habitantes eran hombres y 53.5 millones mujeres (CONAPO, 2000). Al anali-
zar el tipo de rol que desempeñan se observa que los protagónicos masculinos
tienen una presencia ligeramente mayor que los femeninos pero que no llega a
ser determinante. Por su parte, en los programas de Estados Unidos se presenta
una dinámica diferente, ya que los personajes masculinos suman más del doble
que los femeninos. La distribución de los personajes en los diferentes tipos de
rol es similar a la observada en los programas mexicanos.
En cuanto a la representación de edades se refiere, en la Tabla 2 se puede
observar que la edad representada con mayor frecuencia en la televisión mexicana
es la adulta, con un 54% de personajes masculinos y un 42% de femeninos.
De acuerdo con el censo realizado en el 2000, la población femenina era mayor
que la masculina y las edades en las cuales se concentraban era el grupo de 10 a
14 años. Con lo anterior se concluye que no hay una proporción con respecto
a la realidad social y aquellas imágenes presentadas por la televisión.
En la Tabla 3 se muestran las diferentes ocupaciones que los personajes
desempeñaron en la televisión, en el caso de México, independientemente de
aquellos no identificados, fueron los roles tradicionales femeninos como el de
secretaria y ama de casa los que tuvieron más presencia, éstos, obviamente los
realizaban principalmente las mujeres. Seguido, encontramos los oficios y los
trabajos profesionales ambos con una gran presencia masculina. En Estados
Unidos, se observa que las ocupaciones más frecuentes son las relacionadas
con la ley y el orden realizadas por hombres, a la par de los roles tradicionales
femeninos por las mujeres.
En un porcentaje importante de los personajes analizados no fue posible iden-
tificar su ocupación, simplemente aparecían en la trama pero nunca se observa ni
se menciona una ocupación en particular, esto coincide con el estudio de Mastro
y Marawitz (2004) quienes encontraron que a muchos de los personajes de los
programas de ficción se les identificó solo como miembros de la familia.
Por lo que respecta a la variable estado civil, en la Tabla 4 se puede observar
que el soltero es el que predomina tanto en los programas de ficción mexica-
nos como en los estadounidenses, siendo los personajes solteros femeninos de
ambos países los que se imponen ante los masculinos. Seguido, en México, por
las personas casadas y en Estados Unidos por aquellos en los que no se pudo
distinguir su estado civil.

264 • María Leticia Flores Palacios, Ana Gabriela Sánchez Santana


El físico ideal que presentan los medios, son los cuerpos delgados y estili-
zados, esta idea se pudo comprobar en la presente investigación. La Tabla 5
presenta que en ambos países y en todos los roles, los personajes en su gran
mayoría tienen cuerpos delgados, seguidos por los medianos y en porcentaje
menor los obesos. Esto reafirma lo mencionado por Garner (1980) acerca de
las cualidades positivas que se le atribuyen a los cuerpos delgados tanto en
hombres como mujeres.
Cabe destacar que son los roles protagónicos en donde se refuerza lo antes
mencionado. En México, lo anterior contrasta con la realidad, pues según
estudios realizados, el 70% de los hombres y mujeres de 20 a 59 años tienen
problemas de obesidad y sobrepeso (Nutrar, 2005).
Otra variable analizada fue la violencia, puesto que un énfasis actual en
los medios de comunicación es apoyar a la mujer en cuanto a la denuncia de
acoso o violencia y para ello se han diseñado campañas y telenovelas, en esta
investigación se pudo observar que son los hombres, tanto en los programas de
origen mexicano como extranjero, los que muestran más violencia en televisión,
sin embargo no se analizó contra quién se ejerció dicha violencia.
Una de las diferencias más notables entre los personajes de los programas de
origen mexicano y estadounidense es en relación al rol, pues existe un equilibrio
en cuanto al número de hombres y mujeres, mientras que en los programas
extranjeros hay más del doble de personajes masculinos en televisión desempe-
ñando roles importantes. Por otra parte se observa un sesgo a favor de personajes
masculinos en el rol protagónico en ambos países, dejando los roles secundarios
a las mujeres. Como menciona Holtzman (2000) la televisión repite los patrones
determinantes en la sociedad y en este caso la idea de asociar al género masculino
como un ser más activo que ejecuta las acciones importantes.
Una coincidencia importante en ambos países es la edad, pues si bien la
mayoría de los personajes son adultos, hay mas hombres adultos que mujeres,
mientras que en la segunda edad con mayor frecuencia, los jóvenes existen más
personajes femeninos, lo cual podría pensarse que la televisión tiende a resaltar
la juventud de la mujer y la madurez del hombre como un aspecto atractivo.
Así mismo, coincide el hecho de mostrar a las mujeres con roles tradicionales
femeninos como el de ama de casa y a los hombres con papeles como oficios
o roles relacionados con a ley como policías y detectives.
Más similitudes en cuanto al origen del programa se encuentran en aspectos
como la presencia por mostrar solteros y personajes delgados en ambos géneros,
y una presencia de personajes masculinos violentos.

Estereotipos demográficos y ocupacionales de la mujer y el hombre en la televisión mexicana • 265


Un aspecto positivo fue que casi no se vieron personajes ni masculinos ni
femeninos ingiriendo bebidas alcohólicas, fumando o consumiendo drogas, ni
en los programas mexicanos ni en los de origen extranjero.

Tabla 1
Rol del personaje por país, de acuerdo a su género (porcentajes)

Tabla 2
Edad del personaje por país, de acuerdo a su género (porcentajes)

266 • María Leticia Flores Palacios, Ana Gabriela Sánchez Santana


Tabla 3
Ocupación del personaje por país, de acuerdo al género (porcentajes)

Tabla 4
Estado civil del personaje, de acuerdo a su género (porcentajes)

Estereotipos demográficos y ocupacionales de la mujer y el hombre en la televisión mexicana • 267


Tabla 5
Complexión física del personaje, de acuerdo a su género (porcentajes)

Tabla 6
Violencia mostrada por género de acuerdo al país (porcentajes)

Conclusiones

Los estereotipos pueden ser positivos porque permiten clasificar y estructurar la


información nueva que recibimos continuamente, sin embargo pueden resultar
negativos cuando se generaliza o se discrimina. Si bien la televisión recurre a
estos estereotipos para facilitar la comprensión del rol del personaje, cae en
muchas ocasiones en la simplificación excesiva, y puede llegar a cultivan en el

268 • María Leticia Flores Palacios, Ana Gabriela Sánchez Santana


televidente la idea de que la realidad es justamente así como lo muestra estos
programas de ficción.
En respuesta a las preguntas de investigación planteadas se puede decir que
existe un balance en el género de los personajes observados en televisión de
origen mexicano, pues casi hay la misma cantidad de mujeres (139) que de
hombres (142) y la población real mexicana según el reporte de CONAPO
(2000) la cantidad de millones de habitantes tiene una proporción similar,
aunque habitan en nuestro país más mujeres (53.5 millones) que hombres
(52.9 millones).
En cuanto a la edad se observa una discrepancia, ya que mientras que la
mayoría de la población se concentra entre los 10 y 14 años en nuestro país,
en la televisión la edad más representada fue la adulta de 35 a 64 años, seguida
por la joven de 20 a 35 años. Estos resultados pudieran hacer pensar que ésta
es la edad más interesante de la vida, al restarle importancia en pantalla a la
niñez o ancianidad.
Por otra parte, se encontró que mientras que el género masculino ocupa el rol
protagónico en mayor proporción, a las mujeres se les asignaron roles secunda-
rios de menor importancia. Esto se puede corroborar observando la ocupación
del personaje, pues mientras que al hombre se le asignaron ocupaciones como
oficios, profesionistas o roles relacionados con la ley como policías y detectives,
a la mujer se le representó en roles tradicionales femeninos como el de ama de
casa, o bien como estudiante. De acuerdo a la teoría del análisis del cultivo,
la repetición continua de imágenes llega a sembrar la idea de que la realidad
es así, que los hombres tienen ocupaciones y realizan actividades importantes,
son líderes del mundo que los rodea, mientas que las mujeres ocupan roles
secundarios que apoyan al hombre en sus actividades. Esto no quiere decir
que ser ama de casa, secretaria o estudiante sea malo, lo negativo es que no se
presente la variedad de ocupaciones en las que la mujer ha incursionado en las
últimas décadas o bien se le dé poca importancia.
En ambos géneros se enfatizó la delgadez, dejando de lado la realidad de
nuestro país que muestra la existencia de una gran población con problemas
de sobrepeso y obesidad según lo reporta Nutrar (2005).
El estado civil preferido por la televisión es el soltero, tanto en los programas
de origen mexicano como en los extranjeros y tanto para hombres como para
mujeres, la soltería parece ser más atractiva para mostrar en televisión. Cabe
señalar que en los programas de Estados Unidos hubo un amplio porcentaje
de personales cuyo estado civil fue imposible de identificar.

Estereotipos demográficos y ocupacionales de la mujer y el hombre en la televisión mexicana • 269


Finalmente otro estereotipo observado en televisión fue la violencia asociada
con el género masculino en mayor proporción que al femenino. Si bien la mujer
llega a mostrar violencia tanto física como emocional en la televisión, no llega a
equipararse con la que muestra un hombre en la pantalla. Es necesario señalar
que sólo se analizó el género del ejecutor de la violencia, pero no se analizó
quién fue el receptor de estos actos.
Si bien este análisis codificó personajes de los programas de ficción del ho-
rario triple A, se eliminaron de los resultados los nueve correspondientes a la
caricatura Dragon Ball Z, debido a la dificultad del análisis, pues sus personajes
adquieren destrezas sobrenaturales que los transforman físicamente además de
que no resulta claro su estado civil, edad, ni su ocupación.
Este trabajo concluye que existe un sesgo a favor de la presencia de perso-
najes masculinos en los roles protagónicos y en ocupaciones más importantes
o relevantes que las asignadas a las mujeres, que la televisión sigue cultivando
el estereotipo ideal de personas delgadas, jóvenes o adultas, solteras y que la
violencia la sigue ejerciendo el hombre principalmente. Para el análisis del cul-
tivo es importante porque señala que la televisión con su amplia penetración
en la mayoría de los hogares mexicanos, sigue cultivando ideas muy generales
y no muestra la diversidad de roles y facetas de las personas que conforman la
sociedad del siglo XXI.

Bibliografía
Annas, J. (1998). Las mujeres y la calidad de vida. En M. Nussbaum y A. Sen
(Comp.) La calidad de vida (pp. 363-385). México: Fondo de Cultura
Económica.
Botta. R. A. (1999). Television images and adolescent girls’ body image disturbance. En
Harrison, K. (2000). Television Viewing, Fat Stereotyping,Body Shape Standards, and
Eating Disorder Symptomatology in Grade School Children. Recuperado el 8
de febrero de 2006 de Base de Datos SAGE.
Communications Research Group. (1999). Too Old for TV? The Portrayal of Older
People on Television. En Healey, T. y Ross, K. (2002). Growing old invisibly:
older viewers talk television. Recuperado el 6 de febrero de 2006, de Base
de Datos SAGE.
Felker. D. W. (1972). Social stereotyping of male and female body types with differing
facial expressions by elementary age boys and girls. En Harrison, K. (2000).
Television Viewing, Fat Stereotyping,Body Shape Standards, and Eating Disorder

270 • María Leticia Flores Palacios, Ana Gabriela Sánchez Santana


Symptomatologym in Grade School Children. Recuperado el 8 de febrero de
2006, de Base de Datos SAGE.
Garner,D. M., Garfinkel,P. E.,Schwartz,D.,&Thompson,M.(1980). Cultural expec-
tations of thinness in women, Psychological Reports, No. 47, Pp. 483-491.
Gerbner, G., Gross, L., Morgan, M., Signorelli, N. (1994). Growing up with
television The cultivation perspective. En J. Bryant y D. Zillmann (Eds.),
Media effects: advances in theory and research. Hillsdale, New Jersey: Lawrence
Erlbaum Associates, Publishers.
Holtzman, L. (2000). Media Messages: What Films, Televisión, and Popular Music
Teach us About Race, Class, Gender and Sexual Orientation. USA: M.E.
Sharpe.
Jelking, R., Sajous, E. (1995). Stereotyping. Monograph, (3). Recuperado en enero de
2003, de http://www.psccfp.gc.ca/publications/monogra/mono3_e.htm
Katz, D. y Braly, K. (1935). Racial Prejudice and Racial Stereotypes, Journal of
Abnormal and Social Psychology, No. 30, Pp. 175-193.
Lippmann, W. (1922). Public Opinion. New York: Harcourt, Brace.
Malhotra, S., Rogers, E. (October, 2000). Satellite television and the new Indian
women. Gazette, No. 62, (5), Pp. 407-429 [versión electrónica].
Mastro, D. & Morawitz, E. (2004). Latino representation on primetime televisión: a
content analysis. Recuperado en febrero 2006 de http://convention.allacade-
mic.com/ica2004/view_paper_info.html?pub_id=1180&part_i1=6997
Maza, M. & Cervantes, C. (1994). Guión para medios audiovisuales: Cine, radio y
televisión. México: Pearson Educación.
Nash, M. (2033). El desafío de la diferencia: representaciones culturales e identidades
e género, raza y clase. En M. Nash, D. Marre (Eds.), España: Universidad
del País Vasco.
Nussbaum, M.(2000). Women and human development: the capabilities approach.
New ork: Cambridge University Press.
Nutrar. (2005). Preocupa obesidad en México. Recuperado el 28 de octubre de 2005,
de http://www.nutrar.com/detalle.asp?ID=7486.

Estereotipos demográficos y ocupacionales de la mujer y el hombre en la televisión mexicana • 271


Capítulo 12

El rol de la televisión en la socialización


política de los niños:
resultados preliminares
Enrique Huerta*
Berenice Bañuelos*
Alejandra Rodríguez*
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Monterrey

Sandra Iliana**
Carmen Gómez**
Universidad Autónoma de Tamaulipas

Este trabajo reporta hallazgos preliminares del análisis de 60 entrevistas


grupales semiestructuradas (n=180) realizadas en marzo de 2006 en
Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Las entrevistas fueron realizadas
para explorar la relación entre la televisión y la socialización política de
los niños. Específicamente, el análisis pone atención a la relación entre los
procesos de comunicación interpersonal; la exposición a los contenidos
televisivos; las concepciones, los valores y las orientaciones políticas, y las
prácticas y competencias cívicas. Un punto de partida para este estudio es
que la visibilidad de la esfera pública en pleno proceso electoral permite
que los niños tengan una visión más cercana de los procesos políticos.
Los hallazgos han permitido el diseño de un modelo estructural que será
confrontado en una fase posterior del estudio.

This paper reports the preliminary findings from the analysis of 60 group
interviews made in March (2006) in the States of Coahuila, Nuevo León

* Centro de Investigación en Comunicación e Información, Instituto Tecnológico y de


Estudios Superiores de Monterrey
** Universidad Autónoma de Tamaulipas.
and Tamaulipas. The interviews are meant to explore the connection between
television and the political socialization of children. Specifically, the research
pays special attention to the relation between the process of interpersonal
communication and the exposition to the television contents and the concepts,
values and the political orientation shown by the children under study and
their civic competences and behavior. A necessary point of departure for this
study is the political moment that pervades during elections year in Mexico,
such as the present, allows the children under study to more sensitive to the
political process. The findings have led to the design a conceptual model that
will be compared to empirical evidence in a later phase of this study.

Antecedentes

La cultura política actual de los mexicanos tiene sus bases en los procesos de
socialización de que fueron objetos durante su infancia, adolescencia y juven-
tud. Entre los agentes participantes (familia, amigos, escuela), los medios de
comunicación, y en particular la televisión, han adquirido una importancia
fundamental en el actual proceso electoral.
El contacto de la ciudadanía con la política, los funcionarios y el gobier-
no ocurre necesariamente a través de procesos mediados. Podría creerse que
los niños no se exponen a mensajes políticos ni participan en un proceso de
socialización política significativo. Sin embargo, la evidencia empírica es cada
vez mayor en relación a la gran cantidad de información política con la que
interactúan los niños en su vida cotidiana (López Gómez, 2003, Buckingham,
2000). El 60 por ciento de los niños de Monterrey y Juchitán, por ejemplo,
reportaban en una investigación reciente (López Gómez, 2003, p. 55) sentarse
a ver televisión de 3 a 7 días a la semana cuando sus papás veían noticias en la
televisión y entre el 76 y el 80% de ellos afirmaba que se hablaba de política
en sus casas.
Asimismo, otros estudios (Eveland, 1998) apuntan a que para cuando
terminan la primaria, los niños han completado las competencias cognitivas
relativas a la formación de ciudadanía, competencias predictoras de comporta-
miento político futuro (p.700). De acuerdo con Gunter y McAleer (1997), los
niños empiezan a tomar conciencia acerca de los asuntos políticos durante los
primeros años de escuela y son capaces no sólo de articular ciertos argumentos
al respecto, sino de identificar figuras e instituciones políticas. Según ellos, si
bien la afiliación a ciertos partidos políticos puede ser formada por la familia,

274 • Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez,


Sandra Ileana, Carmen Gómez
el conocimiento político se relaciona con el uso de los medios masivos y, espe-
cialmente, con el consumo de noticias y de temas actuales (p.61).
La socialización política se puede definir como el proceso por el que los
individuos desarrollan concepciones de sí mismos y su mundo, así como del
mundo político, incluyendo sus experiencias directas, juicios e inferencias sobre
el conocimiento que en ese momento poseen (Weintraub y Pinkleton, 2001). A
través del estudio de la socialización política es posible conocer las condiciones
actuales del interés en los asuntos públicos, y vislumbrar en qué medida se está
formando a una nueva generación de ciudadanos, concientes y participativos.
La investigación respecto a los procesos de socialización política coincide
en señalar la influencia de la interacción entre la comunicación interpersonal
y la exposición a contenidos políticos en los medios de comunicación masiva
(Kiousis, Devitt y Wu, 2005). Variables como grado de educación de los padres,
así como frecuencia y calidad de la exposición de los padres a contenidos políti-
cos, se relacionan fuertemente con la frecuencia de la discusión, conocimiento
e interés de temas políticos en los niños, así como con competencias cívicas
(Eveland, 1998; Tapia, 2003; Weintraum y Pinkleton, 2001).
Dado el énfasis que las culturas occidentales han puesto a la política como
competencia electoral y a la protección de los derechos de los niños, la tem-
poralidad en que se estudian los fenómenos de socialización política resulta
relevante. Varios autores observan distintas actitudes derivadas de la socialización
política como el cinismo, la apatía, la ignorancia, preocupación política, falta
de confianza en el gobierno (Buckingham, 2000), entusiasmo, aburrimiento,
desinterés en cuestiones políticas, (Tapia, 2003) o el escepticismo (Weintraub
y Pinkleton, 2001).
Sin embargo, otros estudios apuntan a que una campaña política es un marco
idóneo para la observación de estos fenómenos, particularmente en niños. Sears
y Valentino (1998) diseñaron un estudio en tres etapas. Realizaron un estudio
longitudinal entrevistando a 366 pares de padres e hijos un año antes de una
campaña política, justo después de la campaña y un año después. Sus hallazgos
apuntan a que una campaña política “cristaliza” las actitudes y predisposiciones
políticas de los niños y adolescentes, en la medida en que se exponen a los
contenidos políticos de los medios y se enriquece con la conversación de los
padres. Sus hallazgos sugieren que el grado de conocimiento político de los
niños y adolescentes también depende del grado de conocimiento político de
los padres (Sears y Valentino, 1998). Dado que los medios establecen agendas
públicas de discusión, los niños pueden recordar las discusiones recientes y

El rol de la televisión en la socialización política de los niños: resultados preliminares • 275


tomar partido desde sus propias formaciones de valores. Como se ha dicho
arriba, la evidencia sugiere que estas convicciones los acompañarán a lo largo
de su vida, aun si no están presentes en el primer plano de lo consciente la
mayor parte del tiempo.
El estudio de la socialización política en los niños no es aséptico ni impar-
cial. Un punto de partida es que la formación de ciudadanía es valiosa para la
sociedad en su conjunto. En primera instancia, supone conocer cuáles son, si
hay, los valores y concepciones de la política en los niños. Además del conoci-
miento y el tipo de exposiciones que configuran su idea de aspectos políticos,
se han estudiado las concepciones a la autoridad, la percepción del país, las
representaciones de la democracia (Tapia, 2003), también conocimientos,
virtudes cívicas y capital social (Buckingham, 2000). En segunda instancia,
supone conocer cuáles son, si hay, las predisposiciones y competencias cívicas
para la participación política. Kiousis, Devitt y XuWu (2005) estudiaron la
fuerza de la opinión y la predisposición política en cuanto a las tendencias a uno
u otro partido. Sus estudios de tres ciudades del suroeste de los Estados Unidos
apoyaron un modelo estructural de covarianza que muestra que el tamaño de
las redes de discusión predice la fortaleza de la ideología política de los niños y
adolescentes. Mortimore y Tyrrel (2004) se interesaron en observar intención
de voto, participación social y niveles de confianza en los actores políticos.
En una muestra de 914 niños, encontraron que los niños mostraron un buen
grado de conocimiento sobre política y que sus opiniones políticas parecían
asociarse a las de sus padres. Una tercera instancia supondría la utilización de
los factores que inciden en la socialización política, particularmente los me-
dios de comunicación, para incrementar los niveles de conocimiento, interés,
predisposiciones y competencias cívicas.
En México, la investigación sobre socialización política, medios de comu-
nicación y niños no es reciente. Si bien no abundan los datos al respecto, ya
desde los setenta, Segovia (1975) prestó atención al fenómeno. Aún cuando
los cambios políticos y sociales hacen lucir ahora anticuadas algunas partes de
su estudio, y lamentablemente no surgió de él una línea de investigación que
se sostuviera, este pionero del tema es aún relevante porque sus datos permiten
desde entonces saber que los niños mexicanos prestan atención a los temas
políticos, sin el “cinismo” que Buckingham (2000) por ejemplo, encuentra en
jóvenes anglosajones.
Este dato ha sido nuevamente hallado por estudios recientes como los de
Tapia (2003) y López (2003). En sus estudios de niños del Distrito Federal,

276 • Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez,


Sandra Ileana, Carmen Gómez
Oaxaca y Nuevo León, las investigadoras encontraron que los niños se mos-
traron interesados por temas políticos, particularmente aquellos de niveles
socioeconómicos altos, quienes siempre tienen algún ejemplo cercano de líderes
políticos de referencia (López, 2003). A diferencia del consenso internacional,
Tapia (2003) encontró que los niños no reportan como su primera fuente de
discusión de estos temas a los padres, sino a otros miembros de la familia o a
amigos. Un dato similar fue reportado por Ibarra (2003). En su estudio de los
niños de Guadalajara reportó que los niños decían comunicarse más de estos
temas con sus maestros que con sus padres, aunque los datos se mantuvieron
a nivel descriptivo y no permiten inferencias de comportamiento.
Debido a la influencia del Instituto Federal Electoral en los contenidos
educativos y la agenda de intereses de investigación, en México ha importado
conocer cómo los procesos de comunicación interpersonal y masiva influyen
el conocimiento de los valores de la democracia y las predisposiciones y com-
petencias políticas de los niños (Ibarra, 2003; Tapia, 2003). Estos valores y
competencias cívicas son particularmente relevantes en un tiempo de formación
de nuevos ciudadanos que producirán una sociedad democrática. Sin embargo,
los datos descriptivos con que se cuenta están lejos de ser conclusivos. Si bien
son valiosos, sólo permiten hasta ahora elaborar hipótesis de comportamiento de
los fenómenos. Por ejemplo, los estudios de Ibarra (2003), López (2003) y Tapia
(2003) coincidieron en tiempos pero no se consultaron entre sí ni reportaron
evidencia de pruebas de confiabilidad y validez que permitieran el re-uso de
sus instrumentos con conocimiento de sus características psicométricas. Ante
ello, resulta necesario el establecimiento de modelos e instrumentos válidos y
confiables que permitan realizar estudios conclusivos en la materia.
Ante ello, se propone un estudio cualitativo que permita la exploración de
cuatro ejes que, de acuerdo con la literatura, parecen cruciales al estudio de
los procesos de socialización política, consumo de medios de comunicación
y niños:

1. Las redes de comunicación interpersonal y las instituciones que colaboran


en los procesos de socialización política.
2. La exposición a contenidos televisivos relacionados con la política, re-
lación específica de la televisión y otros medios de comunicación en los
procesos de socialización política de los niños.
3. El plano simbólico de las concepciones, los valores y las orientaciones
políticas.

El rol de la televisión en la socialización política de los niños: resultados preliminares • 277


4. Las prácticas políticas y las competencias cívicas, para ir del plano con-
ceptual al de la intención de participar, de la puesta en marcha de sus
competencias cívicas.

Método

Esta primera fase del estudio utilizó entrevistas focalizadas en grupo como he-
rramienta de investigación (Lindlof, 1995). Un estudio reciente (López Gómez,
2003) sugiere que el mejor modo de estudiar este particular fenómeno con niños
es reunir a pequeños grupos, de 3 ó 4 miembros, para disminuir la intimidación
que los niños puedan sentir hacia el investigador y hacia el tema.

Número y tipo de informantes


Se reunió una muestra por conveniencia. Se entrevistaron 30 niños de 10 a
12 años (15 niñas y 15 niños), estudiantes de cada tipo de escuela (pública y
privada) en cada una de las ciudades capitales de los tres estados que conforman
el noreste del país: Ciudad Victoria, Tamaulipas; Monterrey, Nuevo León y
Saltillo, Coahuila (n=180).
Las entrevistas fueron grabadas en audio y transcritas para su interpretación
y el diseño de la siguiente fase del estudio.

Resultados

Procesos de socialización (redes de comunicación interpersonal e instituciones


que colaboran en los procesos de socialización política).
En Ciudad Victoria, Tamaulipas, al igual que en Saltillo y Monterrey, los ni-
ños mencionaron estar enterados de que este es un año de elecciones. Dicha
información en su mayoría la han obtenido por medio de la televisión y las
pláticas entre familia, principalmente con la mamá y/o el papá, pero también
con otros miembros de la familia como hermanos, abuelitos o tíos. Los temas
de tales conversación reportados fueron quiénes son los candidatos, quién sería
el mejor para presidente realizando una comparación con el gobierno actual y
sobre la propaganda en las calles, y los periódicos.
Aunque en menor grado que los padres, los maestros también parecen jugar
un papel importante en este proceso: Los niños en Saltillo coinciden en que
los maestros y en ocasiones hasta la directora hablan frecuentemente de los
contenidos televisivos, y de temas relacionados con la política, reportándose
casos extremos como el que narra David Isaac al referirse a su maestro:

278 • Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez,


Sandra Ileana, Carmen Gómez
— En veces nos dice de que él trabaja ahí en el PRI y dice de que ahí tiene cosas que
le dan, cosas del PAN, pero él, como es del PRI, se las regala a otras personas.
— ¿Cosas como qué?
— Playeras, gorras, plumas, y las regala porque él es del PRI.
— A ustedes les ha tocado que les regalen algo así?
— Si, nos regaló una vez plumas del PRI.
David Isaac, escuela pública, 11 años.

Por otro lado, se detectó que la comunicación que sostienen los padres con
sus hijos ha sido frecuentemente para explicar conceptos; los niños reportaron
que no perciben que sus padres y madres hayan tratado de inculcarles opiniones
y/o juicios ideológicos.

—Hay veces cuando tu mamá te dice… que está ella platicando y tu así de que
“mamá es que mira, yo opino esto” y ella te dice: “Usté cállese, que son pláticas
de mayores”.
Denisse, escuela privada, 12 años.

A diferencia de Victoria, los niños de Monterrey no reportaron plati-


car con frecuencia con sus papás sobre política, aunque sí de algún tipo de
propaganda electoral. Pese a que en principio reportaron esa aparente falta de
discusión política, las concepciones políticas de los niños parecen acercarse a
aquellas que perciben en los padres. Por ejemplo:

—Mis papás siempre votan por el PAN, por que por el PRI, lleva muchos años y
casi no ha construido muchas colonias, y el PAN tiene poquito y ya cada vez lleva
mucho, creo que ya lleva mucho construido, creo que lleva más que el PRI.
Rubén, pública, 12 años.

Lo anterior permite sugerir que el primer referente de los niños en cuanto


a política se refiere, proviene de los comentarios que escuchan de sus padres, y
en menor medida, de sus maestros. Pocos niños fueron los que mencionaron
comentar lo visto en los noticieros con sus compañeros durante el recreo o en
el salón de clases, sin que esto signifique antipatía al tema, simplemente que
los niños tienen otros temas con más prioridad en su agenda.

El rol de la televisión en la socialización política de los niños: resultados preliminares • 279


Exposición a contenidos televisivos relacionados con la política
(Relación específica de la televisión y otros medios de comunicación en los procesos
de socialización política de los niños)
Los niños obtienen la información en los diversos canales televisivos de los can-
didatos y partidos políticos, recordando a los tres principales (PAN, PRI, PRD),
sin embargo en dicha socialización cabe resaltar la participación de la familia,
que les permiten ver los diversos noticieros y en algunas ocasiones comentan
lo importante que es estar informado. Los niños mencionan que intercambian
opiniones e información acerca de la política.
Por otra parte, a pesar de su corta edad, se ha observado en ellos un interés
importante por mantenerse informados de la situación política del país. Para
obtener esta información ven los noticieros más importantes, mismos que tienen
identificados por nombre y hora de transmisión, como el noticiero de Carlos
Loret, Lolita Ayala a las 14:30 hrs., Joaquín López Doriga, en el caso de los tres
estados, además de que los noticieros locales, que también son ampliamente
vistos en Saltillo y Monterrey,
Es relevante destacar que los niños de Ciudad Victoria y Saltillo mencionan
que el hecho de que ellos vean noticias se debe a que sus padres las ven cuando
descansan por las noches y ellos solos se acercan, o bien como en Monterrey, cuan-
do por las mañanas mientras la madre de familia prepara los alimentos; prenden
la televisión para ver las noticias y en ese tiempo las ven. Por otra parte, los niños
en general mencionan que sus padres si les permiten que vean las noticias,

Si, mi papá me dice que es bueno ver noticias para que me informe.
Ricardo, Escuela privada, 11 años.

Yo de repente de que sale una noticia no, y pues yo estoy medio dormida desayu-
nando ya de que se empieza a reír y le digo por que te ríes y me dice, es que… ya
me empieza a explicar todo y al final empiezo a reírme. Nunca le entiendo a las
noticias aunque, bueno cuando me explica mi papá ya les entiendo mejor.
Alejandra, Escuela privada, 10 años.

Para los niños de Saltillo, los programas de comedia y en particular El Privi-


legio de Mandar, son vistos con regularidad. Los niños tienen el conocimiento
de que dichos programas imitan y exageran lo que ocurre en la realidad política
nacional, pero hubo algunos casos en los que admitieron que ese programa les
informa sobre los eventos actuales.

280 • Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez,


Sandra Ileana, Carmen Gómez
— ¿Ustedes creen que haya un partido que se preocupe más por la gente?
— Sí, el PRD, ahí ‘tá López Obrador, con lo’ vieeeejeeeejiiiiiito
(risas).
— ¿Cómo saben eso?
— (TODOS) Por el Privilegio de Mandar.
Saltillo, escuela pública, 11 años.

Se observa también, como menciona López Gómez (2003), que los niños
prefieren las noticias locales sobre las nacionales. Durante el tiempo en que se
realizó la entrevista, los niños saltillenses enfatizaron su preocupación por los
mineros atrapados en Sabinas, Coah. y la ausencia del presidente Fox en su
Estado en ese momento de crisis. Y en el caso de Monterrey, se observó con
el caso Santoy

Ahorita nada más está viendo la (noticia) de los niñeros y la de Riveroll o no sé


qué, de Diego Santoy Riveroll.
Monterrey, Daniela, Privada, 10 años.

Concepciones, valores y orientaciones políticas

En cuanto a la concepción de un político y lo que este hace los niños mencionan


que son personas elegidas popularmente, para ocupar un puesto determinado
donde gobernarán a los ciudadanos. Otros mencionan que los políticos son
los que representan a los partidos políticos, destacan que la política si ayuda
pero sólo cuando están en campaña que los candidatos ofrecen o dan cosas,
prometen y después ya no cumplen.
En cuanto a valores se han creado imágenes positivas y negativas de los
políticos en general.
Se tiene una percepción de la política más negativa que positiva, sin embargo
los niños tienen conocimiento de la obras que algunos políticos han realizado
y otorgan valores como que son buenos, hay algunos malos, etc.
En general la opinión que tienen de Vicente Fox es favorable ya que men-
cionan que ha realizado obras, ayuda a los niños con computadores en las
escuelas, y el programa enciclomedia que han puesto en las escuelas. Asimismo,
consideran que Fox ha estado trabajando, pero los diputados y senadores no le
han aprobado sus programas para crear cambios. Expresan que existe corrup-
ción en el gobierno.

El rol de la televisión en la socialización política de los niños: resultados preliminares • 281


Pues también, lo que decimos de la política es que en estos años sí hubo mucho avance
con Fox pero también los demás como que no lo dejaron avanzar con el país.
Monterrey, privada, José, 12 años.

José- También que Fox si se preocupa por nosotros y el Peje no, casi no. No he visto
que salga en la tele que el Peje hable con niños. A Vicente Fox sí lo he visto que sale
que habla con unos y que habla con otros y va a escuelas a hablar con ellos.
Monterrey, pública, José, 12 años.

Se observó que los niños tienden a reproducir sus juicios sobre los personajes
según lo que observan en la televisión, ya sea por programas cómicos, por los
spots o noticieros.
Con respecto a los candidatos la mayor parte tiene conocimiento de quie-
nes son y a que partidos pertenecen e incluso conocen los sobrenombres, por
ejemplo, el más nombrado en Saltillo y Ciudad Victoria era “el peje”, así como
los puestos en los que se desempeñaban anteriormente a López Obrador como
Jefe del D. F., Felipe Calderón como Ex Secretario de Energía del gobierno
de Fox. Consideran que los niños si son importantes para los políticos. En el
caso de Monterrey el más nombrado era Felipe Calderón en la escuela privada
y Madrazo en la escuela pública, de López Obrador conocían y se expresan
negativamente de él.

Como el éste ¿cómo se llama? Péjele.


Monterrery, Mario, pública, 12 años.

En cuanto a los conceptos de democracia, afirman no tener conocimiento


acerca de ello, por otra parte por justicia identifican bien en que consiste dan
ejemplos acerca de los delitos que se comenten o de la violencia y que deben
ser sancionados o castigados quienes lo cometen. Pero hacen referencia también
a la igualdad.
Respecto a la libertad está palabra la relacionan con la libertad de expresión y
la esclavitud y en Monterrey con salir a jugar, o estar en lugares de su gusto.
Los niños tienen conocimiento acerca de sus derechos y de igual forma
manifiestan que estos derechos son tanto para los niños como las niñas.
Algunos niños no tienen idea de lo que es un político, sin embargo existen
otros niños que definen al político, por ejemplo en Ciudad Victoria, Eduardo

282 • Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez,


Sandra Ileana, Carmen Gómez
11 años (como una persona que quiere llegar al poder), Ricardo 11 años (Una
persona que trabaja en el Gobierno), Daniela 11 años (que hacen leyes), Ale-
jandra 12 años (El que decide) que pone reglas para que el país sea mejor.
También manifiestan ideas negativas sobre lo que hacen los políticos desta-
cando frases como Mayela, de 12 años (algunos son corruptos, narcos, hacen las
cosas hasta el último, ya cuando van a terminar), Carlos 11 años (Que a veces
no actúan) o en la opinión de Carol (tratan de ser algo mejor, pero a veces lo
logran y a veces no, ya no se sabe cual es la verdad y cual es la mentira).

Son los que a veces les gusta mucho la competencia que están por otros partidos y
a veces cuando se enojan va a matar a muchas personas y se roban dinero.
Monterrey, Andrés, privada, 10 años.

Ubican muy bien a los tres candidatos de los partidos del PRI, PAN y PRD
destacando Felipe Calderón, Madrazo y Andrés Manuel López Obrador. Cabe
señalar que los niños de Ciudad Victoria piensan que no son importantes para
los candidatos porque Ricardo 11 años (no pueden contar con nuestro voto).
O bien Martín 12 años (porque no podemos votar) Así mismo, señala Imelsi
11 años (debería haber mas materiales y programas para progresar).
Por lo que respecta a los derechos de los niños cabe destacar que los ubican
perfectamente como: el derecho a la educación, a un nombre, a la familia, a
la salud, a tener un hogar, alimentación y, a no trabajar hasta que tengan ma-
yoría de edad. En contraposición a lo que encontraron Mortimore y Tyrrell
(2004), los niños saltillenses y regiomontanos presentan conocimiento sobre
los principales candidatos y partidos, sin que se perciba estrecha relación entre
el conocimiento y la actitud (positiva o negativa).
Nuevamente, las respuestas de los niños tienden a centrarse en la política
local antes que en la nacional. Conocen los nombres y expresan actitudes so-
bre el presidente municipal y el gobernador. Como en el caso de Monterrey,
donde además confunden a los candidatos presidenciales con los candidatos
a la alcaldía.

Mis papás cuando hablan de política dicen va a ganar Madero a Madrazo, cosas así.
Monterrey, privada, Karla 10 años.

Sin embargo, conforme avanza la edad y el nivel educativo, los niños


demuestran más agudeza en sus orientaciones políticas, y valores cívicos. A

El rol de la televisión en la socialización política de los niños: resultados preliminares • 283


continuación, se enlistan algunas de las respuestas de los niños de una escuela
pública de Saltillo, a la pregunta de si la política es útil:

— Si, porque aprendes cómo ser así… cuando votas, y aparte ya vamos a saber
como hacer, porque a nosotros nos va a tocar sacar adelante el futuro de México
cuando estemos grandes.
— Y depende de nosotros ser buenos ciudadanos.
— Pues si no sabemos nada. ¡Cómo vamos a vivir en el futuro?
— Yo digo que siempre debemos estar informados.
— Así como los chiquitos, que no les importan las noticias, pero así a partir de los
doce años es cuando ya se empiezan a interesar…
— Bueno yo creo que los chiquitos también se deben enterar.
— Bueno, sí se enteran, pero como que no les llama tanto la atención.
— Como a nosotros.
Saltillo, escuela pública, 12 años.

Tal pareciera que las construcciones sociales de los niños en torno a la política
se fortalecen conforme pasa el tiempo y en los planes de estudio de la primaria
aparecen temas relacionados con el civismo y la democracia, mismos que son
cotejados con el contenido de los medios y comentados en las familias.

Prácticas políticas y competencias cívicas


(Plano conceptual al de la intención de participar de la puesta en marcha
de sus competencias cívicas)
Referente a las practicas políticas los infantes de Ciudad Victoria y Saltillo relatan
que si estuvieran en edad de votar lo harían, manifestando que lo harían por el
candidato del PAN, asimismo, existe una preferencia menor a este partido por
el candidato del PRD quedando en una tercer alternativa el candidato del PRI
(Madrazo). A pesar de estar considerada la capital del estado de Tamaulipas
como priísta. En cambio en Monterrey la preferencia primero era para el PAN,
seguida por el PRI y en último término el PRD.
En Victoria consideran que el partido del PAN es bueno ya que no se han
visto afectados por los videos escándalos como otros partidos. La política la rela-
cionan con los temas de corrupción en primer término, seguida de la seguridad
y la pobreza. En relación a la participación en la política algunos mencionan
que no, porque existe corrupción y les crearía problemas.

284 • Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez,


Sandra Ileana, Carmen Gómez
En cuanto a los partidos políticos, por la información que ellos reciben de la
televisión, expresan que el partido mejor es el PAN, después el PRD, y finalmente
el PRI, así mismo mencionan que el que cuenta con más recursos es el PRI por
eso existe mucha corrupción.
A la mala imagen que los partidos tienen, hay que agregar que es un tema
que les parece aburrido y lejano a algunos niños:

No, no me interesa. Porque salen que los gobernadores que están en junta y no,
tardan mucho y me desesperan a mí. Hasta la apago la tele. Sí porque me desesperan.
Mejor me salgo a jugar. No, no me interesa.
Monterrey, José, pública,12 años.

Otros niños de Saltillo, sin embargo, aunque coinciden con los de Mon-
terrey y Victoria en el desencanto y desconfianza hacia los partidos, también
expresaron gran interés en la política y en el deseo de participar en los comicios.
Es de resaltar la aparición de conceptos como la anulación del voto, acción que
podría representar otro tipo y otro nivel de participación.

Yo si votaría, pero tacharía todos.


Pero iría a votar.
Pues es que aquí hay muchos que no van a votar, y esos votos, ¿dónde quedan?
esos votos van a la basura.
Y luego ellos se quejan porque no querían esos gobernantes.
Que tienes que luchar por lo que quieres. Que si vas a ir a votar, por lo menos va
a quedar tu voto ahí, para…
Lo puedes tachar todo, pero fuiste a votar.
Porque si no hay trabajo te tienes que ir a trabajar a otra parte.

Sin embargo están orgullosos de ser mexicanos y algunos mencionaron


que México es un país con mucha riqueza cultural en comidas, costumbres y
regiones.

A mi si, por que tengo el orgullo de ser mexicano, porque siempre voy a vivir aquí,
aquí en México tengo un lugar donde vivir, no me puede correr.
Jesús: a mi también, me gusta mejor ser mexicano
Monterrey, Rubén, pública, 12 años.

El rol de la televisión en la socialización política de los niños: resultados preliminares • 285


Es importante destacar que los niños si votarían si pudieran y que lo harían
(por el que nos convenga más) Mayela 12 años, (el que tenga mas propuestas
para nosotros) Alejandra 12 años, o (el que haga mas porque a veces dicen y
no hacen nada) Andrea 12 años.
Por lo que respecta a su interés por los temas políticos en su mayoría se
preocupan por solucionar la corrupción, la pobreza y la violencia y mencionan
algunos problemas locales.
En su mayoría a los niños les gustaría participar en la política porque po-
drían ayudar a mucha gente, hacer más escuelas, moderar la contaminación,
la tala inmoderada, sin embargo, cabe destacar que a otro grupo de niños no
les gustaría participar en política porque…

Te hacen fraude, o les hacen cosas, que no creo que se las busquen o bien, si tú no
haces las cosas la gente te dice un chorro de cosas.

Discusión

Estos hallazgos preliminares apuntan al gran peso que tiene la televisión como
agente socializador en la niñez, luego de las otras dos instancias socializadoras
primordiales: Los papás y los maestros.
La televisión ha permitido a los niños crear una imagen determinada de la si-
tuación política que impera en el país así como también percibir la problemática
de la misma. Sin embargo, los hallazgos parecen indicar que esta información,
para que sea asimilada en los niños, debe ser reforzada por comentarios de los
padres y los maestros, quienes moldean e inscriben las actitudes que con el paso
del tiempo reproducirán los niños.
Es muy importante destacar que los niños de las escuelas privadas parecen
estar mayormente expuestos a los contenidos televisivos lo que provoca que en
su mayoría estén informados de los procesos políticos que se llevan a cabo en
el país. Así mismo, efectúan análisis sobre los diversos actores políticos y de su
papel ante la sociedad emitiendo juicios a veces muy duros pero que son parte
de la realidad que les rodea.
Por otro lado, se observa que hay un gran sentido de responsabilidad hacia
las diversas problemáticas que se viven actualmente en el país y disposición por
participar con acciones claras en beneficio de los que más lo necesitan.
Otro aspecto a destacar es el alto nivel de orgullo por ser mexicanos, valor
que puede darles una identidad firme como futuros ciudadanos y posibles
actores políticos.

286 • Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez,


Sandra Ileana, Carmen Gómez
De lo anterior podría desprenderse un modelo explicativo del proceso
socializador de los niños:

Una investigación de índole cualitativa será la continuación del presente


estudio, en la que se procurará cubrir las cuatro esferas mencionadas en el cuadro
anterior de tal modo que se permitan hacer generalizaciones sobre el grupo de
los niños y niñas de doce años en el noreste del país.

Bibliografía
Buckingham, D. (2000). The making of citizens: Young people, news and politics.
Londres y Nueva York: Routledge.
Eveland, W., McLeod, J., Horowitz, E. Communication and age in childhood
political socialization: an interactive model of political development. (1998).
Journalism and Mass Communication Quarterly, 75 (4), pp.699-719.
Gunter, B. y McAleer, J. (1997). Children and Televisión. Nueva York: Routledge.
Ibarra, A. (2003). Televisión y socialización política de escolares en la zona metropo-
litana (Tesis de doctorado, Universidad de Guadalajara).
Kiousis, S. McDevitt, M., Wu, X. (2005). The Genesis of Civic Awareness: Agenda
Setting in Political Socialization. Journal of Communication, pp. 55, 756-
774.

El rol de la televisión en la socialización política de los niños: resultados preliminares • 287


Lindlof, T. (1995). Qualitative research methods. Thousand Oaks: Sage.
López G., G. (2003). Televisión y socialización política de los niños en Monterrey Ju-
chitán. Tesis de Maestría, Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.
Mortimore, R. y Tyrrell, C. (2004). Children’s acquisition of political opinions,
Journal of Public Affaire, .4 (3), pp.279-299.
SEGOB (2002, agosto). Conociendo a los ciudadanos mexicanos: principales
resultados de la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciu-
dadanas 2001. Este País, (137), pp.1-24.
Segovia, R. (1975). La socialización política del niño mexicano. México: El Colegio
de México
Tapia, E. (2003). Socialización Política y educación cívica en los niños. Querétaro,
México: Instituto Mora.
Sears, D. O., & Valentino, N. A. (1997). Politics matters: Political events as catalysts
for preadult socialization, American Political Science Review, 91, 45-65.
Weintraub, E. y Pinkleton, B. (2001). The role of parental mediation in the poli-
tical socialization process, Journal of Broadcasting and Electronic Media, 45
(2), pp.221-241.

288 • Enrique Huerta, Berenice Bañuelos, Alejandra Rodríguez,


Sandra Ileana, Carmen Gómez
Capítulo 13

Oferta de espacios informativos


en la radio lagunera
Blanca Chong López*
Alfredo Morales Pérez**
Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Torreón

Pese al importante desarrollo de otros medios, la radio sigue teniendo


una amplia presencia en la cotidianeidad de gran parte de los mexica-
nos. Entre los géneros que incluye el medio radiofónico, a partir de los
noventa y respondiendo a las transformaciones de la sociedad mexicana
que demanda una mayor apertura y pluralidad, los espacios informativos
se convirtieron en un elemento central de su actividad.
En este trabajo se tiene como objetivo un acercamiento a los pro-
gramas informativos que se ofrecen en el cuadrante radiofónico de la
Comarca Lagunera. Aunque no es sencillo establecer lo que es calidad,
hemos considerado una definición desde la perspectiva de las audiencias,
como base para el análisis de lo que se realiza en cuanto al trabajo infor-
mativo en las emisoras regionales. El resultado es seguramente similar
a lo que ocurre en otras regiones del país: predominio de programas
transmitidos desde la Ciudad de México y en general una producción que
no ofrece pluralidad ni profundidad en los contenidos, en las emisiones
locales.

In spite of the important development of other media, radio is still having


a wide dayly presence in grand part of Mexicans. Between the genders that

* Doctora en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana. Profesora


de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Au-
tónoma de Coahuila.
** Lic. en Sociología por la Universidad Autónoma de Coahuila, con estudios de Maestría
en Comunicación en la Universidad Iberoamericana. Profesor de tiempo completo en la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila.
includes the radiophonic media, from the ninetys (90’s) on and answering
to the transformations of the mexican society wich demands a major opening
and plurality, the informative spaces have turned in to a central element
of its activity.
This investigation has as an objective an approachment to the informative
programs offered in the Comarca Lagunera’s radiophonic quadrant. Although
it’s not simple to establish what is quality, we have considered a definition
from the audience’s perspective, as a base for the analysis of what is done
with regard to the informative work in regional radio stations. The result is
surely similar to what occurs in other country regions: the predominance of
programs transmitted from Ciudad de México and in general a production
that doesn’t offer plurality nor deepness in contents, in local emissions.

Introducción

Después de haber sido desplazado en buena medida por el auge de la televisión a


fines de los setenta, pero especialmente en los ochenta, se dio un resurgimiento
del medio radiofónico.
A partir de los últimos años de los ochenta la radio mexicana tuvo impor-
tantes cambios en su programación y contenidos, pero quizás el más notable
fue la apertura a la expresión de los distintos actores políticos y sociales, en
consonancia con las transformaciones que a partir de entonces vive nuestro país,
las cuales obligaron a la radio a modificar su perfil, a darle mayores espacios
de expresión a las audiencias, a superar esquemas ya agotados como la simple
transmisión de información y la difusión de declaraciones de políticos. En ese
sentido, los espacios informativos en la radio se convirtieron en un género fun-
damental de su actividad, aunque en muchas emisoras se siguió privilegiando
el entretenimiento.
Para Sosa (1999), “el “boom” de los noticiarios radiofónicos, se explica no
sólo por una razón financiera y de competencia frente a otros medios, sino
también como consecuencia de un país que políticamente ha cambiado mucho
y que por diferentes mecanismos de  presión social, ha ensanchado los márgenes
de la libertad de expresión y el derecho a la información a través de la radio.
Aunado a este factor, se encuentra la necesidad de los propios radiodifusores
de tener, en sus propios medios, canales de expresión para la defensa de sus
intereses de grupo.”
La radio comercial en México ha retomado las necesidades de información
de los distintos sectores sociales, creando un mayor número de programas

290 • Blanca Chong López, Alfrede Morales Pérez


orientados al análisis y comentario de la noticia, dejando cada vez menos la
discusión de los problemas que aquejan al país en manos de los funcionarios
gubernamentales y permitiendo la posibilidad de escuchar voces que cuestionan
el sistema político. (Gómez, 1992).
El trabajo que se presenta es un primer acercamiento descriptivo a la radio
de la comarca lagunera para tratar de identificar los espacios informativos que
ofrece, como parte del proyecto de investigación en red “Espacios de calidad
en los medios electrónicos regionales”, coordinado por Fátima Fernández.
Los cuestionamientos a los que se trató de dar respuesta fueron: ¿Cuál es la
oferta de espacios informativos en las emisoras radiofónicas regionales?, ¿Qué
características ofrecen los programas informativos en el cuadrante radiofónico
de la región?, ¿Qué peso tienen los programas informativos transmitidos desde
la Ciudad de México en las emisoras regionales?

¿Cómo definir la calidad de los programas?

Como señala Fernández (2005), “cualquier definición de calidad implica una


apropiación del término realizada desde una particular ubicación social”. Se
trata de un concepto abierto que logra significado sólo al entrar en relación
con otros conceptos.
Distintos estudiosos y grupos de trabajo han tratado de definir los elementos
que deberían contener los programas de radio o televisión para poder ser con-
siderados como de calidad. Se trata de visiones que en algunos casos generan
problemas al tratar de aplicar sus criterios en el análisis de la programación, por
ejemplo el hecho de que se considere la población como un bloque homogéneo,
y no se tome en cuenta las diferencias culturales, o bien por la imposibilidad
de integrar la visión empresarial, periodística y social sobre aspectos subjetivos
como la axiología.
En el caso de los programas informativos hemos considerado pertinente
retomar la propuesta que hace el Consejo Mundial de Radio y Televisión, orga-
nismo que en 2001 creó un estándar para la calidad de la industria audiovisual,
quien a través de una de sus representantes expresa que existen por lo menos


Esto ocurre en la visión del emisor a nombre de la sociedad, como en el caso de la Aso-
ciación “A favor de lo mejor”.

Lo que se observa en la propuesta de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano,
cit. en Fernández (2005).

Oferta de espacios informativos en la radio lagunera • 291


tres sectores que pueden definir de manera diferente el problema de la calidad
en los medios audiovisuales: los responsables de los medios, los creadores de los
productos y las audiencias. Desde estas últimas, a las que denomina también
perspectiva ciudadana, la calidad debe distinguirse de la popularidad y buscar:
pluralismo, profundidad en los contenidos, diversidad en la programación, prota-
gonismo social (Miralles, 2005).
Un aspecto importante a considerar en la calidad de los programas informa-
tivos es la posibilidad de que las audiencias tengan voz en ellos. Los noticiarios
pueden ser espacios importantes para la expresión de inquietudes políticas y
sociales, donde se vuelve “pública” la inconformidad ciudadana, lo que permite
crear un espacio de interacción entre la población y los gobernantes (Winocur,
2000). La gente llama por diversos motivos: solicitar información, realizar
denuncias por abusos de autoridad, reportar fallas en los servicios públicos,
opinar sobre distintos temas de su interés.
Al tratar de conocer la oferta de espacios de calidad en la programación
radiofónica no podemos dejar de lado los criterios bajo los que operan los
medios comerciales, los cuales para asegurar el mayor número de audiencias
reducen al mínimo los riesgos, reproduciendo fórmulas que se parezcan lo más
posible a lo que ya está probado y limitando las innovaciones, pues “el contex-
to determinante para la producción es siempre el de su mercado. Para tratar
de ampliar al máximo dicho mercado, los productores deben inclinarse a los
valores primordiales más ampliamente legitimados y rechazar la voz disidente
o la objeción incompatible con un mito dominante” (Murdock & Golding,
1986, p. 53).

La radio, un medio vigente

En la era de Internet, la radio abierta tradicional sigue cumpliendo una impor-


tante función social, cultural y económica. Los beneficios que ofrece la radio
son difícilmente sustituibles por una computadora, más aún considerando que
gran parte de la población no tiene acceso a ella.
La radio es un medio que durante décadas ha permanecido cercano a la ma-
yoría de los mexicanos de todos los sectores sociales, pero de manera particular
a los de menores recursos económicos.
Pese al desarrollo de otros medios, principalmente la televisión, la radio
continúa presente en la vida cotidiana de miles de personas para quienes re-
presenta la única posibilidad de comunicación más allá de sus localidades; para

292 • Blanca Chong López, Alfrede Morales Pérez


muchos otros, la radio es la “compañía” en el desarrollo de las actividades más
diversas, se integra a la vida familiar y laboral.
Por tratarse de un pueblo donde la tradición oral es uno de sus rasgos
culturales relevantes, indudablemente esa gran presencia de la radio se debe a
que este medio tiene un uso social y cultural importante. El hecho de que en
la mayoría de los hogares mexicanos exista por lo menos un aparato de radio,
sólo puede explicarse a partir de lo que representa en su vida cotidiana.
Movilidad en la recepción, gratuidad del servicio, bajo costo de los recepto-
res, bajo costo en su producción y distribución, su contribución a la cohesión
social, así como a la educación formal e informal, a la preservación de la cultura
tanto a nivel nacional, regional y local, son factores que hacen imprescindible
seguir impulsando el desarrollo de la radio.
En relación a las características técnicas de la radio, Luis Bassets anota
que: “frente a la dominación y manipulación de los grandes medios, frente a
la complejidad de las grandes cadenas de televisión, a los altísimos costos de
tecnologías duras, sólo cabe oponer la modesta, pero eficaz e incordiante al-
ternativa de los pequeños y sencillos medios que son las radios locales, baratas
y accesibles a todos, escurridizas al poder y susceptibles de acciones eficaces y
puntuales en todos los terrenos: político, naturalmente, pero también cultural,
sexual y familiar”. (Rebeil, 1988, p. 25).
Algunos rasgos del medio que explican su importancia para amplios sectores
de la sociedad, los señala Cristina Romo: “La radio es el medio ideal para hablar
personalmente, para dirigirse a pequeños grupos, para poner en comunicación
a grupos afines. También para informar de manera inmediata; proporcionar
elementos de formación de la opinión pública; poner en comunicación a po-
blaciones aisladas, facilitar la movilización social y, también, para dar a conocer
las bondades de productos y servicios, además de las novedades en el terreno
de la música”. (Romo, 1996, p. 29).
Una característica que distingue a la radio y la televisión es que se trata de
medios de primera necesidad para informarse y orientarse en la vida cotidiana,
para obtener diversión y temas para compartir con los demás. En cuanto a infor-
mación, la radio tiene la ventaja de la inmediatez, el poder emitir comunicados
periódicamente, facilitar una mayor concentración en el mensaje, poder realizar
otras actividades en forma simultánea. (Prieto, 1996, p. 14)
La utilización que hacen de la radio los oyentes es distinta según la situación.
Para Claude Collín, “la radio es o podría ser, el medio de la confidencia, el
lugar de la comunicación entre individuos, una manera de romper la soledad

Oferta de espacios informativos en la radio lagunera • 293


del hombre moderno, de brindarle el sentimiento de la relación individual que
no encuentra en la vida cotidiana” (Collin, 1983, p. 55). Pero si en nuestra
sociedad por lo general la radio se escucha en soledad, existen situaciones en las
que la radio se escucha colectivamente, y el hecho de escuchar la radio brinda
un sentimiento de pertenencia a una colectividad.
Además de sus características técnicas la vigencia de la radio se explica por su
capacidad para ser comprendida por públicos heterogéneos, que no requieren
de gran conocimiento para entender sus mensajes, no se requiere saber leer.
La radio puede además ser utilizada con fines de educación, concientización y
organización, particularmente entre los sectores populares.
La radio en el siglo XXI es un medio de comunicación vigente, frente a
avanzadas tecnologías de comunicación que indudablemente representan un
gran atractivo para muchas personas, lo cual podría parecer contradictorio. Sin
embargo, son las características del medio, que ya se han enumerado, las que le
permiten mantener una importante presencia dentro de la sociedad.

Método

Para conocer la oferta de espacios informativos en la radio de la Comarca La-


gunera se revisaron las páginas web de las empresas radiofónicas de la región,
información que fue complementada con entrevistas a funcionarios de cada
uno de los grupos, en las que además se trató de obtener mayores datos sobre
los orígenes y desarrollo de las empresas.
La descripción de los programas informativos producidos localmente se
realizó sintonizando cada uno de ellos, abarcando la totalidad de las emisoras
del cuadrante regional. Esta actividad fue desarrollada durante el mes de julio
de 2005.

Espacios informativos en las emisoras radiofónicas


de la Comarca Lagunera

La actividad radiofónica en La Laguna la desarrollan cinco grupos y una emisora


de carácter cultural, que en total cuentan con 22 estaciones. En esta parte del


La Comarca Lagunera, región ubicada en el centro-norte de México, está confor-
mada por parte de los Estados de Coahuila y Durango. La Laguna, como también es
conocida esta región, está integrada por 13 municipios, 8 del Estado de Durango y 5
del Estado de Coahuila.

294 • Blanca Chong López, Alfrede Morales Pérez


trabajo se describen brevemente los antecedentes de cada uno de los grupos, así
como de la emisora cultural, y los espacios informativos que ofrecen.

Radio Torreón
En 1991 inició operaciones la primera y única radiodifusora cultural de la re-
gión, XHTOR “Radio Torreón”, ubicada en el 96.3 FM, con un perfil inicial de
repetidora de Radio Educación y parte de producción local, a cargo de Arte y
Cultura del Municipio. Poco a poco fue modificando la relación entre programas
producidos directamente y los apoyos de otras instituciones.
Radio Torreón es una emisora cultural y educativa permisionada, que trabaja
con recursos del municipio de Torreón. Actualmente en el desarrollo de su activi-
dad incluye programas de todo tipo: de difusión, con corte cultural y científico;
cápsulas a lo largo de la programación, en las que se informa sobre las actividades
del Ayuntamiento; educativos, donde participan instituciones de nivel medio
superior y superior de la región. Se ofrecen espacios informativos que se refieren
únicamente a los trabajos de la administración municipal: Vive el cambio, que se
transmite de lunes a viernes de 14:00 a 14:30 hs. y Guillermo Anaya cerca de ti,
los martes, de 8:00 a 9:00 hs., que busca establecer comunicación directa entre
el Presidente Municipal, los funcionarios del Ayuntamiento y los ciudadanos.

Corporación Multimundo
Multimundo es el grupo de radio más joven en La Laguna. Inició sus operaciones
en 1994, teniendo su sede en la ciudad de Querétaro. En Torreón cuenta con
dos emisoras, una de ellas, “Radio Fórmula”, que se localiza en la frecuencia 740
AM con una programación de radio hablada, transmitida casi en su totalidad
desde la Ciudad de México. En esta radiodifusora se tienen nueve programas
informativos que se transmiten desde la capital del país y sólo un espacio in-
formativo local, Sin fórmula, que se difunde en dos horarios, de 13:00 a 13:30
hs. y a las 19:00 hs. con una hora de duración, en el que se brinda información
internacional, nacional, regional y deportiva. Una característica de este noti-
ciario es el estilo informal con que comentan las noticias los conductores, y la
invitación que hacen a la audiencia para que participe.
En la otra emisora del grupo, 100.3 Kiss FM se transmite desde la Ciudad
de México el noticiario Imagen Informativa, con una duración de casi cuatro
horas diarias, y un espacio informativo producido localmente Digestivo, que
realiza el mismo equipo que hace Sin fórmula, mezcla de música con noticias
locales, centradas en temas políticos. Este programa dura una hora.

Oferta de espacios informativos en la radio lagunera • 295


Grupo Radio Estéreo Mayrán, (GREM)
Fundado en 1985, aunque sus tres emisoras existían con anterioridad, es co-
nocido como un grupo netamente “lagunero”, por ser la única organización
radiofónica que pertenece a empresarios de la región. En este grupo se tuvieron
las dos primeras estaciones de FM en la Comarca Lagunera. En cuanto a su
perfil, GREM ha sido pionero en el desarrollo de la radio hablada en la región.
Actualmente las emisoras del grupo son XETC 880 AM, “Tu música”, XHPE 97.1
FM “Estéreo Gallito”y XHMP 95.5 “Sentidos”.
Dentro de los espacios informativos que cuenta este grupo, el programa
Contextos, difunde una síntesis informativa internacional, nacional, regional
y deportiva. Se centra en el análisis de la información regional más relevante
y se tienen invitados en diferentes temas. Se cuenta con una sección denomi-
nada “la voz de los protagonistas” en la que el titular del noticiario presenta
las declaraciones de personas que son parte del hecho noticioso. En algunos
momentos del noticiario se leen los comentarios de los radioescuchas. Se trans-
mite durante tres horas, de 7:00 a 10:00 hrs., de lunes a viernes, en una de las
estaciones del grupo, 880 AM.
El programa Actualidades GREM, es uno de los espacios informativos con
mayor audiencia a nivel regional, se transmite de 13:00 a 14:00 hrs., de lunes
a sábado en las tres estaciones del grupo. En este programa se da la opción a la
ciudadanía para que participe con opiniones y quejas sobre servicios públicos
que el gobierno debe proveer. Los conductores frecuentemente orientan sobre
la manera en que se pueden resolver los problemas, y en ocasiones se cuenta
con la presencia de algún funcionario público que responde directamente los
cuestionamientos. Durante los lapsos en que no hay llamadas se difunden
notas locales.
El Correo de las Siete es un programa que se transmite por las tardes, a las
19:00 hrs., de lunes a viernes, con una duración de media hora, a través de las tres
emisoras del grupo. Centrado en la información regional, al final de este espacio
se informa brevemente de los acontecimientos más relevantes en lo internacional
y lo nacional, así como en el ámbito deportivo. Al terminar la primera sección
de noticias se incluye un editorial sobre algún tema de interés en la región.
A tiempo es un noticiario matutino que se difunde simultáneamente en dos
emisoras del grupo, 97.1 FM y 95.5 Sentidos. de 7:30 a 7:50 hrs. con lo más
relevante de la información local, nacional, internacional, financiera y deportiva.
Al finalizar se incluye una sección llamada “la otra información”, en la que se
leen dos noticias curiosas que hayan ocurrido en el mundo.

296 • Blanca Chong López, Alfrede Morales Pérez


En las tres radiodifusoras del grupo se transmiten de lunes a viernes, en
diferentes horarios, pequeños espacios informativos denominados GREM en la
Información, donde se difunden los acontecimientos más recientes. Se trata de
cápsulas de información regional que tienen una duración de dos minutos.
En esta empresa radiofónica desde finales de la década de los noventa no se
transmiten programas informativos desde la Ciudad de México.

Multimedios Estrellas de Oro


Fundado en 1992, este grupo cuenta con dos emisoras, XHCTO “Stereo Hits”
en el 92.1 FM y XHTRR “La caliente” que se localiza en el 92.3 FM. Pertenece
a la empresa Multimedios Estrellas de Oro, de Monterrey, N. L., que en la
ciudad de Torreón posee además una televisora y un periódico. En ambas ra-
diodifusoras se difunde de manera simultánea un noticiario en tres horarios, de
lunes a viernes, con 12 minutos de duración, en el que se ofrece información
internacional, nacional, local y deportiva. En estas emisoras no se transmiten
espacios informativos de la Ciudad de México.

Organización Impulsora de Radio (OIR Laguna).


Integrado por cinco emisoras, este grupo, constituido inicialmente como Radio
Laguna, fue fundado hace 39 años, con estaciones que hasta ese momento fun-
cionaban de manera independiente. La primera de las estaciones de OIR Laguna
fue XETB, “Radio Laguna” ubicada en el 1350 AM, que inició sus operaciones en
1931, en los primeros años de la radiodifusión en nuestro país. Otras radiodifu-
soras de este grupo son XETOR “Radio Ranchito” 670 AM, XEWN “El Fonógrafo”
1270 AM, XHRCA “Stereo Joya” 102.7 FM, XHLZ, “La Z”, 103.5 FM.
La mayor parte de la programación de las emisoras de este grupo está cons-
tituida por música de todo tipo, desde romántica hasta grupera; cada emisora
se especializa en alguno de ellos.
El espacio informativo de producción local más importante con que cuenta
esta empresa es OIR Noticias, que se transmite en “Radio Ranchito” en horario
matutino, con una hora de duración de lunes a viernes, y en “Radio Ranchi-
to” y “Radio Laguna”, al mediodía, igualmente con una hora de duración, de
lunes a viernes. Aunque se aborda información internacional y nacional, en
este programa se hace énfasis en lo regional, y se da oportunidad al público
de expresar sus quejas, principalmente contra funcionarios públicos. Se tiene
además un espacio de media hora, Resumen OIR Noticias, que se transmite por
la tarde en tres de las cinco emisoras del grupo.

Oferta de espacios informativos en la radio lagunera • 297


En las estaciones de esta empresa radiofónica se transmiten cuatro programas
informativos desde la Ciudad de México.

Organización Radiofónica del Centro. Radiorama de La Laguna


El de Radiorama es el caso más representativo de centralización de la radio a
nivel regional. Este consorcio maneja ocho de las estaciones locales. Una de las
emisoras del grupo, la XEBP, “La Bonita” 1450 AM, es la segunda más antigua
de la Comarca Lagunera, inició sus operaciones en 1939. En las estaciones
de este grupo la programación se compone fundamentalmente de espacios
musicales.
Un espacio informativo que ofrece esta empresa es el Noticiero NN Nuestras
Noticias, que se transmite de 13:00 a 14:00 hs. de manera simultánea por tres
emisoras del grupo: XEGZ “W Radio”, en el 790 AM, XEVK “La K Buena” en
el 1010 AM y XEDN “La Mexicana”, en el 600 AM. En “W Radio” se ofrece
también el noticiario local Contrapunto, que se transmite de 18:00 a 19:00 hs.
con información regional, nacional e internacional, pero se hace énfasis en lo
local.
En XEYD “La grande de Madero”, 1410 AM, se difunde el programa Tribuna
libre, que se presenta como un espacio abierto para que la población exprese
la problemática en la que está inmersa. No se incluye notas periodísticas, y sus
conductores permiten la entrada de llamadas telefónicas para enviar saludos
al auditorio.
En las radiodifusoras de esta empresa se transmiten desde la Ciudad de
México cinco programas informativos diariamente.

A manera de conclusión

En suma, el cuadrante radiofónico regional ofrece 18 programas informativos


que se transmiten desde la Ciudad de México, y 13 producidos localmente, cinco
de ellos en Grupo Radio Estéreo Mayrán, GREM. En los noticiarios locales la
diferencia entre unos y otros radica sobre todo en el estilo de los conductores,
la profundidad con que se aborda la información, y las posibilidades que se
brindan al público radioescucha para que exprese sus opiniones.
El predominio de programas transmitidos desde la capital se explica a partir
de criterios económicos. Resulta más redituable a las empresas locales pagar la
repetición que asumir los costos de una producción con las características de
las realizadas en la Ciudad de México.

298 • Blanca Chong López, Alfrede Morales Pérez


¿Es posible hablar de calidad en los programas informativos que se producen
en la radio regional, considerando los criterios expuestos al inicio de este trabajo?.
Consideramos que existe un esfuerzo serio en el grupo lagunero, GREM, por
ofrecer a la audiencia espacios plurales, en los que se aborde con profundidad
la información. En un estudio de audiencias realizado en 1997, al preguntar
sobre los programas informativos que escuchaban, el mayor porcentaje tanto
en el medio urbano como rural del municipio de Torreón lo obtuvo precisa-
mente un noticiario de este grupo, que aún se mantiene al aire, El correo de
las siete. (Chong, 1998). Creemos así mismo que en los espacios informativos
locales del grupo Multimundo se trata de innovar, con un estilo que puede
resultar atractivo a los radioescuchas. En lo que se refiere a la posibilidad de
que los radioescuchas se expresen a través de estos programas, sólo dos de ellos
lo permiten, a pesar de la importancia que tiene para la interacción entre los
ciudadanos y las autoridades. Llama la atención el hecho de que la única emisora
pública de la región no transmita programas informativos, fuera de lo que tiene
que ver con el Ayuntamiento de Torreón, del cual depende.
Con seis escuelas que en la región ofrecen la licenciatura en Comunicación,
sería importante que en ellas se impulsara una revalorización de este medio, a fin
de que las nuevas generaciones de comunicadores se interesaran en desarrollar
mejores propuestas para la radio del futuro. Es necesario contar con productores
que conciban a la radio como espacio expresivo de la sociedad, pues como señala
Sosa (1999), “Para cumplir cabalmente su labor social y continuar como una
alternativa seria de difusión informativa, la radio aún tiene por delante algunos
retos que van desde una mayor apertura de espacios a las distintas corrientes
políticas hasta recuperación de los públicos que la televisión le ha arrebatado
en los últimos años”.
La radiodifusión en nuestro país es factor primordial en la construcción de
sentido. La naturaleza de una red como la de la radio no se limita a proporcio-
nar esparcimiento y diversión, incide en la generación de otro tipo de vínculos
culturales y sociológicos.

Bibliografía
Carabaza, J. y Ewald, I. (1995). Historia de los medios de comunicación en Coahuila.
México: UA de C.
Collin, C. (Radiopoder). (1983). La radio como instrumento de participación social
y política. México: Folios Ediciones.

Oferta de espacios informativos en la radio lagunera • 299


Chong, B. (1998). La radio en La Laguna. Un estudio de audiencias. Tesis de Maes-
tría. México: UIA.
Fernández, F. (2005). ¿Cómo definimos calidad?. México: Manuscrito no publicado.
Varios. (1991). La radio mexicana. Centro y regiones. México: Juan Pablos.
Gómez, H. (1992, enero-agosto). En búsqueda de la audiencia radiofónica, Co-
municación y Sociedad, pp. 14-15.
Prieto, F. (1995-1996, noviembre-enero). Función social de la radio, Revista Mexi-
cana de Comunicación, No. 42.
Miralles, A. (Cit. por Férnandez) (2005). ¿Cómo definimos Calidad?. Artículo: La
ciudadanía en la calidad de los medios, Democracia y Medios Públicos. Memo-
rias del Primer Congreso Internacional organizado por la Red de Radiodifusoras
y Televisoras Educativas y Culturales de México. Manuscrito no publicado.
Murdock, G. & Golding, P. (1986). Capitalismo, comunicaciones y relaciones de
clase, Sociedad y comunicación de masas. México: F.C.E.
Rebeil, M. A., et. al. (1989). Perfiles del Cuadrante: Experiencias de la radio. México:
Trillas.
Romo, C. (1996, primavera). La radio, vigente en el umbral del Siglo XXI, La
Radio, No. 1.
Sosa G. (2003, septiembre-octubre). Crisol de expresiones, Revista Mexicana de
Comunicación, No. 83.
Varios. (2004). La radio en la era de Internet, Radio World América Latina, Vol.
28, No. l.
Varios. (1999, julio-agosto). Situación actual y retos de los noticiarios radiofónicos
en la Ciudad de México, Revista Universidad Nacional, UNAM. Recuperado
el 30 de abril, 2006, de www.radiomexicana.com
Winocur, R. (2000). La participación en la radio, una posibilidad negociada de
ampliación del espacio público, Dia-logos de la Comunicación, No. 58.

300 • Blanca Chong López, Alfrede Morales Pérez


Capítulo 14

Rituales de inicio y estrategias


de autolegitimación en la conducción
radiofónica de informativos
Tanius Karam Cárdenas*
Universidad Autónoma de la Ciudad de México

El objetivo general de este trabajo es identificar algunas estrategias de


interacción verbal utilizadas por los conductores de noticiarios radiofó-
nicos; la razón de objetivo es conocer los usos de lenguaje en el contexto
mediático entendida como una modalidad de interacción social. La
pregunta que se intenta responder preliminarmente qué hacen estos
mediadores con el lenguaje en el contexto discursivo específico de la
conducción radiofónica. Qué usos realizan para pautar la relación con la
audiencia, qué juegos, giros y actos de habla ejecutan, cómo construyen
una idea de sí mismo, de sus objetos y de sus destinatarios.
El procedimiento metodológico que se ha utilizado es aplicar algunas
primeras herramientas del análisis del discurso con una fuerte preocupa-
ción pragmática para reconocer esos usos y estrategias del lenguaje en la
conducción de radio, para ello grabamos dos programas por cada uno
de los tres conductores de mayor raiting en la radio de información del
Valle de México.
Algunas de las conclusiones apuntan a la idea de mostrar las estra-
tegias de auto-legitimación como un primer eje para agrupar las obser-
vaciones del comportamiento pragmático en los tres mediadores.

The general objective of this paper is to identify some verbal interaction


strategies used by the anchor men in the radio news programs. The main
reason for this analysis is to analyze the different uses of language in a media
context, understood as a mode of social interaction. The questions that we

* Docente de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Departamento de Co-


municación y Cultura.
try to answer are: What anchor men do with the language in the specific
discursive context of radio? What they do to guide their relation with the
audience? What games, spins and speeches they use? How is it that they build
an idea of themselves, their public, and their objects?
The methodological process that is being applied has to do with some
tools for the analysis of the speech with a strong emphasis on pragmatics in
order to recognize the uses and strategies of spoken language. To this end,
two radio shows were recorded for each of the three anchor men with the
highest rating in the information radio programs of the City of México. Some
conclusions point to the fact that anchor men employ different strategies of
self-legitimation as social informers.

De la sospecha a unas preguntas

El origen de este trabajo fue una sospecha y un malestar. Por una parte, verificar
la manera como se contraponen las distintas funciones del lenguaje radiofónico
y las acciones del lenguaje en la conducción radiofónica de algunos servicios
informativos. Este tema se fue tornando en preguntas para el análisis, sospechas
que nos surgían justamente de la exposición cotidiana a éstos y otros servicios
informativos en donde nos parecía encontrar contraposiciones, usos del len-
guaje muy sugerentes, estrategias retóricas veladas en el lenguaje informativo
que mostraban a la conducción misma como una práctica de lenguaje con
distintos niveles y objetivos más allá de los explícitamente comentados por los
enunciadores. De la misma forma, la figura del mediador-conductor desarrolla
una serie de estrategias interlocutivas que remiten a un uso de la comunicación
oral sustentados en un contrato pragmático, el cual, se actualiza y renueva, se
negocia y ajusta en cada emisión radiofónica.


Este mediador lo caracterizamos como un “locutor” (expresión que no hemos considerado
para evitar la cacofonía con “conductor”). El término “locutor” (frente al de “hablante” o
simplemente “emisor”) hace referencia al responsable que el propio enunciado atribuye a
su enunciación, esto es, alude a la fuente de la enunciación dada por el propio enunciado
y no al sujeto de la oración. Afirmar que el “locutor” es un “mediador” partimos de varios
supuestos: su acción no es meramente instrumental (no solo transmite o difunde); se le
concibe como un agente cultural y de socialización; “mediar” significa poner en relación
distintos órdenes de significación o experiencia (la cercana, la próxima, la remota) y el análisis
de su actividad exige lo mismo que el estudio de las significaciones, de las instituciones, de
las redes sociales (Cf. Abril, 1997, Pp. 110- 111).

302 • Tanius Karam Cárdenas


A propósito del análisis radiofónico hecho por Mier (1987, p. 41) en el
que señala que todo análisis debe reconocer los perfiles que adopta la incidencia
de ciertos discursos y dispositivos colectivos de semiosis en la propia confor-
mación del universo de enunciación radiofónica, una de las operaciones será
ver cómo funciona esa opacidad instrumental. La radio es una entidad hecha
de distintas materialidades y se encuentra atravesada por diversas mediaciones
(saberes, subjetividades, normas, imperativos). En cada instancia de la cadena
de producción del mensaje radiofónico involucra estos niveles y mediaciones.
En ese sentido el objetivo de nuestro trabajo es reconocer la manera como
algunos de esos niveles se imbrican en la comunicación oral de la interacción
mediática.
Algunas de las primeras inquietudes que hemos tenido se relacionan con
un doble binomio: acción-lenguaje e interacción-lenguaje. Así las dos primeras
preguntas que nos han surgido son, ¿qué hacen estos mediadores con el len-
guaje?, ¿cómo regulan el sistema de interacción en la emisión radiofónica? Para
responder algo de las preguntas optamos por un enfoque discursivo y pragmá-
tico, sobre todo a partir de la Teoría de los Actos de Habla (Austin), Teorías de
la Enunciación (Benveniste) con apoyo de los Principios de la Cooperación en
la Conversación (H.P. Grice). De manera paralela hemos recuperado algunas
nociones y metáforas que provienen de los enfoques para el estudio de la inte-
racción, concretamente la Escuela de Palo Alto y el enfoque dramatúrgico de E.
Goffman (1972). Estos marcos explicativos si bien no son herramientas directas
para el análisis del discurso, nos ayudan a estudiar al lenguaje mediático como
una forma de interacción que si bien no comparte con la interacción presencial
cara-cara, algunos de sus principios los consideramos muy útiles para estudiar esa
otra forma de interacción que se da entre el sujeto de la enunciación (estación
de radio), locutor-enunciador y audiencia. Por ello que en la construcción de
algunas categorías analíticas hemos recurrido por ejemplo a la idea de “ritual”,
“dramaturgia”, “marco” en Goffman o bien de “comunicación / metacomunica-


Cabe aclarar que nuestro análisis no es estrictamente semiótico aun cuando se pueda con-
siderar el estudio del habla como una materialidad significante más, susceptible de estudio
semiótico. Como hemos señalado ubicamos teóricamente nuestro trabajo en el ámbito del
análisis del discurso, la pragmática y el análisis conversacional sin que eso se “oponga” a lo
semiótico, pero que no explicitamos como tal a lo largo de este trabajo. De hecho esta es
una división meramente analítica porque lo semiótico es una categoría lo suficientemente
amplia que puede abarcar la materialidad de la lengua natural.

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 303


radiofónica de informativos
ción (Palo Alto). Esta preocupación por la interacción del lenguaje mediático
nos lleva a tener “como telón de fondo” una concepción de la comunicación
mediática como una modalidad de interacción verbal lo que se verá reflejado en
el aspecto del análisis donde más profundizamos: las estrategias de legitimación
y auto-legitimación de los conductores radiofónicos.
La ruta de exposición en este trabajo es la siguiente: después de una pri-
mera caracterización de la comunicación pragmática y el discurso de la radio,
pasamos a hacer una mención sobre los rituales de inicio en los programas de
López Dóriga y José Cárdenas como un primer ejercicio dentro de la práctica
de análisis. En la segunda parte del análisis describimos algunas estrategias de
auto-legitimación por parte de los conductores y la manera en que esto orienta
la fuerza ilocutiva del discurso radiofónico. Este tópico aparece relevante porque
constituye el centro de la interacción, cómo al legitimarse el enunciador cons-
truye no sólo un “yo-mediático”, sino un “tú-oyente” que en el desarrollo de esta
investigación nos va interesar profundizar en sus mecanismos y estrategias.

Ejes teóricos

La comunicación radiofónica desde el enfoque pragmático


A la pragmática le interesa el estudio del significado no convencional, la rela-
ción entre la sintaxis y el contexto y los aspectos vinculados a la referencia y
la deixis (Cf. Escandell, 2000, p. 22). Este acercamiento nos permite conocer
más sobre los significados que se vehiculan en la interacción social (sea o no
mediática), vincula desde el lenguaje y su uso a los componentes del proceso de
la interacción mediática. Si bien hay varios modelos que desde la pragmática y
la sociolingüística se han construido que son muy pertinentes, hemos optado
por tomar la propuesta de Escandell (2002, pp. 26-30) al incluir lo elementos
mínimos (‘emisor’, el ‘destinatario’, el ‘enunciado’ y el ‘entorno’) que tomamos
como base para esta primera caracterización de los componentes en el sistema
de interacción mediática.
El emisor tiene una doble dimensión: la empresa o institución radiofónica
(que llamaremos sujeto de la enunciación) y el locutor. Vemos el plano de la
acción enunciativa más amplia de comunicación y la propiamente de con-
ducción. Tanto la empresa como los conductores y actores son poseedores de
una historia específica, unos objetivos e intereses, etc. Ambos portan insumos


Ver Bateson G et al (1990) y Watzlawick P, J Beavin y D. Jackson (1989).

304 • Tanius Karam Cárdenas


pragmáticos, es decir aparte de los saberes contextuales, los capitales políticos,
sociales e informativos, los condicionantes socio-culturales y económico-po-
líticos del medio. El conductor (o mediador-locutor) posee dentro de esos
insumos sus valores, principios y creencias que tiene sobre sí mismo y sobre el
desempeño de su actividad periodística lo que puede provenir de los cánones
del quehacer periódicos (la idea que los atributos informativos son ‘verdad’,
‘novedad’, ‘actualidad’, ‘interés público’, etc.) y ayuda a definir la actitudes
que convencionalmente se espera de los periodistas y conductores como son
‘compromiso’, ‘confianza’, ‘confrontación’.
El otro elemento es el enunciado, definido como la expresión sonora que
produce el sujeto de la enunciación. A diferencia del mensaje “en general”, el
término enunciado se usa específicamente para hacer referencia a un mensaje
construido según ciertos códigos, es una secuencia lingüística concreta realizada
por el enunciador en una situación comunicativa, que definimos como una
secuencia lingüística concreta realizada por un enunciador en una situación
comunicativa; los criterios son discursivos, remiten a la práctica social y su
interpretación depende de su contenido semántico y condiciones de produc-
ción, además se evalúa de acuerdo a ciertos criterios pragmáticos (adecuado /
inadecuado, efectivo / no efectivo…). Finalmente la situación espacio-temporal
tiene como marco inmediato el aquí-ahora de la enunciación y el conjunto de
hechos que suceden en el sistema social y de los cuales toda acción comunicativa
mediática realiza entre otras operaciones de selección y jerarquización de la
información. El aquí-ahora de la enunciación radiofónica remite a un aspecto
fundamental de la comunicación en este medio estrechamente vinculado a
estilo de vida, ritmos de trabajo, modos de acompañamiento, los momentos
de sociabilidad por parte de las audiencias.
Aparte de estas nociones básicas nos parece importante entrever los com-
ponentes relacionales: “información pragmática”, la “intención y el tipo de
relación social”. La información pragmática la entendemos como el conjunto
de elementos sobre el conocimiento del mundo que tienen los participantes,


La diferencia entre ‘enunciador’ y ‘enunciación’ es importante (Cf. Benveniste, 1997).
El discurso se define así como “cualquier forma de actividad lingüística considerada como
situación de comunicación, es decir, una circunstancia de lugar y de tiempo en que un
determinado sujeto de enunciación (‘yo’, ‘nosotros’) organiza su lenguaje en función de un
determinado destinatario (tú, vosotros)”. Hay una distinción entre el acto de comunicar
(que implica un enunciador y enunciatario) y aquello que se comunica o enuncia. La
enunciación supone la conversión individual de la lengua en discurso.

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 305


radiofónica de informativos
el conocimiento de la situación derivado de lo que los interlocutores perciban
durante la interacción. Por “intención” se entiende por algo más que en un
sentido psicológico o subjetivo, hay que recuperar la etimología del término
como dirección, tendencia, esfuerzo por conseguir algo lo que pone de ma-
nifiesto su principal sentido pragmático: conjunto de acciones o estrategias
hacia la consecución de un fin. Por “relación social” queremos decir el uso del
lenguaje con base a la percepción que el enunciador tiene del enunciatario; la
relación social impone una serie de selecciones que determinan la forma del
enunciado. (Cf. Escandell, 2002, pp. 35-37).
En nuestra caracterización pragmática de la interacción mediática se da
un “contrato” sustentado en los componentes señalados. Es decir un tipo de
vínculo mediante el cual, el oyente profesa “fidelidad” al enunciador-sujeto de
enunciación. Hay una regulación entre la escucha como acto de adhesión a la
propuesta enunciativa (“línea editorial”) que incluye para efectos de nuestro
trabajo la “dimensión comunicativa” (informativa, referencial, denotativa) y la
“meta comunicativa” (relacional, connotativa...); justamente en nuestro marco
explicativo concebimos la dimensión relaciona-metacomunicativa como central
la cual incluso subordina al aspecto estrictamente informativo y referencial.
Así parte de nuestra tarea consistirá en describir cómo se da ese proceso meta-
comunicativo a través del lenguaje: de qué manera los participantes usan el
lenguaje para regular y manejar aquellos recursos que consideran más idóneos
y adecuados en la interacción.
Otra noción central para nuestro trabajo es la ‘deixis radiofónica’, o las
indicaciones de la propia acción enunciativa (tiempo y espacio) que se regulan
por los vectores básicos del lenguaje y producción radiofónica la cual está divi-
dida por el “mundo interior” (que a su vez se puede subdividir en tres planos:
cabina, área de producción dentro de la radioemisora y colaboradores y área de
producción fuera de ésta, tales como reporteros viables, corresponsales en otras
partes del país, etc.) y “mundo exterior” donde se incluyen a los trabajadores del


La radio como industria cultural no puede prescindir del análisis económico que determina
la situación enunciativa; todo medio, en tanto empresa, tiene unos objetivos específicos:
obtener raiting a cambio de publicidad. En este sentido el verdadero enunciatario de la radio,
no son las audiencias, sino los posibles anunciadores que premian mediante su presencia
y dinero a estas empresas. A un nivel, la audiencia busca ‘información’, ‘compañía’, ‘entre-
tenimiento’ (y todo aquello que los estudios empíricos de la comunicación de masas han
mostrado), la estación por su parte busca audiencias, rentabilidad, aceptación e influencia
social, reconocimiento público y peso político, etc.

306 • Tanius Karam Cárdenas


medio fuera de las instalaciones de la radioemisora, pero también y sobre todo
a los oyentes. Por ello la idea de ‘relación’ y el análisis en el uso del lenguaje
no solamente se pueda dar en el vector conductor-audiencia; tiene que incluir
otros circuitos comunicacionales que forman parte de la producción radiofónica
como los vínculos con el equipo de trabajo, con invitados en la cabina, etc. La
conducción es una forma de articular estos niveles enunciativos que a su vez
forma parte del sistema más amplio en la interacción mediática.

El discurso radiofónico

Todo acto de comunicación (mediada tecnológicamente o no) es un objeto


de intercambios entre dos instancias, una de enunciación y otra de recepción,
cuyo sentido dependen de la relación de intencionalidad que se instaura entre
ellas. A partir del análisis en el lenguaje mediático podemos recrear parte de ese
esquema más abstracto que opera en la representación de sí mismo (en tanto
sujeto de enunciación como conductor-enunciador), de los otros (audiencias,
anunciadores) y de cómo el mediador considera que está siendo percibido por
ellos. Esta referencia alude a la metáfora del “juego de espejos” como central
para comprender los efectos del lenguaje en la interacción mediática. Así a
nivel metodológico resulta importante indagar por la “auto” y “hetero-repre-
sentación”, así como la propia acción enunciativa del conductor que nos lleva
a preguntarnos por las estrategias de auto-legitimación.
En el discurso de los medios (y de la radio en particular) se presentan
una serie de presupuestos y “máximas conversacionales”, en el lenguaje se
siguen estructuras lógicas, conectores y marcadores que regulan el ritmo y
organización del discurso oral. Muchos de los procedimientos empleados por


Grice recoge en 1989 la segunda de las conferencias de W. James (Logic and conver-
sation) expuesta originalmente en Harvard en 1967 y publicada en un artículo en 1975.
Aquí propone unos principios de cooperación formulado como aquellos que contribuyen
a la conversación “del modo solicitado, en la fase requerida, con un objetivo común
inmediato y de forma consecuente con los compromisos conversacionales establecidos”,
lo cual lleva a identificar cuatro sub-principios que llama máximas y que califica en
términos kantianos: (a) “máxima de cantidad”: que tu contribución aporte la infor-
mación requerida por los objetivos del intercambio en curso; (b) “máxima de calidad”:
que la contribución sea verídica y en particular no decir aquello que se considera falto,
ni aquello que no sea susceptible de comprobación; (c) “máxima de relación”: Ser
pertinente; (d) “máxima de manera”: evitar expresiones ambiguas, expresiones oscuras,
divagaciones innecesarias y proceder ordenadamente.

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 307


radiofónica de informativos
los conductores de radio pueden tener su fundamento en los códigos básicos
del periodismo, regulado por unos ideales de la comunicación pública liberal
que remite (al menos formalmente) a una idea de democracia, etc. Estos son
umbrales y horizontes de comprensión que sirven a los medios y forman parte
del insumo pragmático de lo que las audiencias pueden probar: si las máximas
conversacionales no se cumplen (es decir que no está recibiendo la información
en la cantidad, calidad, modo y manera) no permanecerá en la propuesta de
comunicación y buscará otra opción que se ajuste más claramente a sus expec-
tativas, representaciones y necesidades.
Entendemos el discurso de la radio como una serie de dispositivos enun-
ciativos donde es posible averiguar por las distancias que establecen los enun-
ciadores con sus tópicos. Desarrollan para eje un plan en el que ejecutan actos
de habla (‘interpretar’, ‘mandar a publicidad’, ‘pedir opiniones a otros’, ‘hacer
preguntas’, etc.) mediante rituales que imponen los tiempo, ritmos y modos
de la producción radiofónica. El conductor-mediador es un “yo discursivo
polifónico” que media porque pone en comunicación distintas instancias de
la producción radiofónica (‘interior / exterior’; ‘dentro / fuera’) y actualiza
una estrategias de difusión (‘nivel comunicativo’) y otras de relación (‘nivel
metacomunicativo’). El conductor hace algo más que transmitir, comentar
o interpretar; sobre todo coordina y organiza (a la manera de un director
de orquesta), los niveles de ‘contenido’ y de ‘relación’ y al hacerlo, pone en
funcionamiento una “escenificación del habla radiofónica” lo que incluye dar
entradas y salidas, organizar a los participantes, regular sus ritmos y tiempos de
participación. El conductor-mediador es el punto de enlace entre los procesos
al interior/ exterior de la cabina y del medio con la audiencia.

Primeros acercamientos al cuerpo de análisis

El material de análisis proviene de seis programas de radio entre el 28 de no-


viembre de 2006 y el 14 de diciembre del mismo año. Se buscó sobre todo un


Evocamos, dentro de los célebres cinco axiomas de la comunicación de la Escuela de Palo
Alto (Cf. Watzlawick, Beavin y Jackson, 1989, p. 52) al segundo, en el que justamente
se habla del contenido y la relación. El primero, nivel comunicativo es el de los aspectos
referenciales o semánticos (llamado por los autores “comunicativos”) y el relacional (o
metacomunicativo) por medio de los cuales se pauta la interacción. No corresponde éste
únicamente a lo no verbal, sino al tipo de relación de que se tiene.

Lo que sintonizamos con la impresión de Winkin (en Bateson et al 1990) y el “modelo
orquestal de la comunicación” potenciado y desarrollado desde Palo Alto.

308 • Tanius Karam Cárdenas


tipo de semana lo más estándar posible, es decir que no hubiera un hecho social
muy relevante (lo cual por lo general modifica la agenda de los medios y las
estrategias de conducción de los mediadores). Nos preocupaba tener la muestra
antes de enero 2006, fecha en la que, como hemos visto, gran parte de los servi-
cios informativos han tomado como temática central a las elecciones así como
sus situaciones derivadas (chismes, intercambios verbales, escándalos…).
Para seleccionar los programas y conductores se tomo los de más raiting,
y una vez seleccionado se buscó que el titular o estelar fuera el locutor de la
sesión ya que gran parte del criterio se basa en el capital social o simbólico de
la estación que recae en esta figura. De la información disponible, con base a los
datos dados por la empresa INRA, ubicamos un programa por cada una de las
tres franjas horarias (matutino, mediodía y diurno). Si bien esta información no
le damos un valor absoluto, la hemos tomado como indicativa10. Algunos datos
de INRA de hecho coinciden con otros trabajos como los de Arellano Trejo (s.f.:
5) quien da un amplísimo margen al noticiario de Gutiérrez Vivó sobre López
Dóriga y Cárdenas. De acuerdo a la empresa INRA (ver Gráfico 1), los mayores
puntajes por horario en los servicios informativos o noticieros fueron, para la
mañana, el “Grupo Monitor”; para mediodía, “Noticias con López Doriga” de
Organización Radio Fórmula (ORF), y del mismo consorcio radiofónico, para
lo noche, “Fórmula Noticias” con José Cárdenas.

Cuadro 1
La muestra
Nombre del Grupo
Turno Conductor Programa Duración Emisor Frecuencia
Mañana José Gutiérrez Monitor de 5:30 h. Grupo 102.5 FM
Vivó la mañana a 10:30 h. Monitor
Mediodía Joaquín López López Dóriga 13:30 h. Organización 970 AM
Dóriga a 15:30 h. Radio Formula 103.3 FM
Noche José Cárdenas Fórmula 18:00 h. Organización 970 AM
Noticias a 20:00 h. Radio Formula 103.3 FM


INRA (www.inra.com.mx) Empresa que mide audiencias, de acuerdo a su información en
línea: fundada hace más de 50 años y con clientes sobre todo de medios masivos. Su oficina
matriz se encuentra en ciudad de México.
10
Varios especialistas han advertido cómo este tipo de mediaciones se ajustan al nivel
de audiencia, se justifica el supuesto raiting, por tanto su valor es relativo y susceptible a
confrontarse con otras mediaciones y otro tipo de trabajos como los escritos por Villamil
(2001), Mejía Barquera (2002), Nieto (2005), por señalar algunas aproximaciones.

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 309


radiofónica de informativos
Los tres conductores son periodistas de amplísima experiencia, con varias
décadas delante del micrófono y una audiencia acumulada que los reconoce e
identifica, con simultánea presencia en varios medios (el caso de López Dóriga)
y dueño incluso de medios (como Gutiérrez Vivó). Los periodistas conocen las
entretelas y son objeto de un marcado reconocimiento como se puede leer en
sus hojas de vida. Su propia trayectoria les permite un conocimiento de primera
mano sobre el estado de las empresas, ya que ellos mismos han sido fuente de
objeto de poder y conflicto (el caso de José Cárdenas cuando deja Radio Fór-
mula y luego regresa a ella), son protagonistas, más que simples conductores
donde a veces la noticia se confunde con ellos mismos.
En nuestro ejercicio de exploración hemos querido preguntarnos a propósitos
de estos líderes de opinión qué hacen con el lenguaje y cómo lo usan. Partimos
del supuesto que el éxito del raiting guarda una proporción con el de su “efica-
cia” comunicativa y de sus formas son la contextualización de la información,
los modos de paráfrasis, los recursos para interpretar y explicar los hechos, la
narrativización de algunos asuntos, la construcción de la deixis radiofónica
(simulación de cercanía), la puesta en común de ordenes de producción social
del sentido entre los hechos sociales, sus representaciones y formas del saber
común (refranes, lugares comunes o topoi…) entre otros. No es menor el con-
junto de formas para la auto-legitimación de la propia acción enunciativa que
nos interesa aclarar como una forma de describir lo que hacen con el lenguaje,
más que aquello que dicen.

El ritual de inicio en el programa “López Dóriga”

A propósito de las interacciones, Goffman advierte de la importancia en el


estudio de ciertas etapas, como son los inicios y las despedidas; por “ritual de
inicio” para el caso de la comunicación radiofónica o interacción mediática11
entendemos el conjunto de convenciones y estrategias por las cuales el sujeto de
la enunciación ofrece los insumos básicos sobre los objetos de comunicación.
La función del ritual es facilitar el acercamiento con el mínimo de riesgos para
la interacción; debido a esto, el acercamiento y la separación, la apertura y el
cierre de la comunicación, las demandas y ofertas de servicio, las invitaciones
y presentaciones son momentos particularmente ritualizados (Fornel citado

11
Que guarda solamente algunas semejanzas con la interacción conversacional cara-cara
prototípica en el estudio de este objeto.

310 • Tanius Karam Cárdenas


por Baylon y Mignot, 1996, pp. 263-264). En este “ritual” participan todos
los componentes de la producción radiofónica y a la manera de cualquier
producto mediático, el inicio es el establecimiento de unos primeros marcos
para la interpretación del mensaje y también en la figuración del auditorio.
Este “ritual” funciona como una “puesta en escena” en la que a través de los
recursos enunciativos (sonidos, efectos, música, voces) se ofrecen los primeros
datos de una identidad mediática, datos de la imagen corporativa. Si bien el
auditorio no participa directamente, lo estudiamos a partir de las huellas que el
sujeto de la enunciación nos deja ver sobre él, sus menciones y señalamientos.
Desde el punto de vista pragmático, este inicio da los primeros componentes
del marco12, y a partir de entonces se explicitarán (o no) las reglas de interacción
mediática, que durante la emisión (a nivel sincrónico) o varias de ellas (a nivel
diacrónica) se van a actualizar, pautar o cambiar.
De los tres noticieros analizados, claramente quien mayores recursos in-
vierte a la puesta en escena discursiva es el noticiario de López Dóriga (LD). El
conductor se apoya, durante toda la emisión, las cuales van a tener funciones
específicas como es dar la hora, mandar al corte, ofrecer los listados de ciudades
donde se recibe la señal, etc. La presentación en toda interacción comunicativa
forma algo más que un mero inicio, funciona como un primer dispositivo para
constituir una imagen delante de los distintos destinatarios, además de con-
solidar los aspectos corporativos y conferir los primeros insumos pragmáticos
que le permiten al oyente formar una idea del sujeto de la enunciación, el cual
presenta el servicio informativo en los siguientes términos:

“Radio Formula” cadena nacional presenta “López Doriga” [se da un eco que hace
que el nombre se repita dos veces en dos momentos de la presentación; en la segunda
aparece también el nombre de pila “Joaquín”], periodismo de experiencia, el análisis,
las primicias, entrevistas con los protagonistas de la noticia). Joaquín López Dóriga
[se oye eco del apellido], haciendo la diferencia en información…

Por si la presentación no hubiera sido clara, cuando toma la palabra el con-


ductor va a repetir su nombre, por lo que en estos primeros segundos hemos
escuchado al menos cinco veces el nombre del mediador quien además da título
con su nombre al servicio informativo. Claramente hay una centralidad en el

12
Esta noción, como de hecho algunas otras para definir lo que es la interacción, tiene la
influencia innegable del enfoque micro-sociológico de Goffman.

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 311


radiofónica de informativos
conductor, su peso en el contrato es inevitable y su protagonismo no podría
estar más claramente marcado. De la misma forma se repiten algunos datos
básicos, de tiempo y lugar de la enunciación. Dentro del “ritual de inicio”
aparece el elemento temporal (“es la una y media en punto, pero en punto”) y
el rango de la enunciación como dos rasgos que se consideran son importantes
debe conocer o saber el oyente. Estos son enunciados que no están dirigidos a
las representaciones del entorno, sino al propio acto enunciativo como coorde-
nadas fundamentales de la deixis radiofónica: yo-aquí-ahora te informo del que
sobresale para la temporalidad, la formalidad (el inicio puntual de la emisión)
y impera para el tiempo, el rango de cobertura.
Dentro de la “escenificación” —a diferencia de lo que sucede con Gutiérrez
Vivó y José Cárdenas—, encontramos dos participantes más que a la manera
de actantes van a tener funciones distintas: una voz femenina y otra masculina
que lo mismo completan información que se mueven al ritmo que marca el
conductor quien les da la entrada; entran a trompicones para abrir o cerrar los
segmentos. Luego de esta “presentación interna”, se pasa a otra externa: se trata
de una primer “paso de lista” a una parte de los corresponsales y colaboradores
que se encuentran en distintos puntos de la ciudad, del país o del mundo, lo
que es nuevamente una forma de exhibir el umbral y capital comunicativo así
como al anuncio de los tópicos donde se va centrar la emisión radiofónica. En
todos estos casos como parte del “ritual inicial” los interlocutores de LD conclui-
rán su primera intervención con fórmulas del tipo: “Joaquín. Los detalles más
adelante”, “Más adelante Joaquín, tendremos los detalles de esta información”,
“Detalles, más adelante”, “Los detalles Joaquín, un poco más adelante”, “Pero
más adelante Joaquín, te amplio la nota”.
Es una constante dentro de las competencias para la conducción, que el
mediador necesita manejar los principios de anticipación, así como recordatorio,
promesas y demás actos de habla que ayuden a garantizar la fidelidad sincrónica
(al programa) del auditorio. De manera especial, este servicio informativo se-
ñala, como los sumarios de la primera página en algunos diarios impresos, los
tópicos centrales, a la manera de un índice que al mismo tiempo que anticipa
y advierte, invitar a continuar en el programa. El despliegue ágil, rápido (por el
ritmo en los intercambio de la voz) dan la ilusión que la “máxima de cantidad”
se va resolver favorablemente como un elemento deseable en todo intercam-
bio. De acuerdo a H.P. Grice (1991, pp. 511-530), la “máxima de cantidad”
es el principio que lleva a los interlocutores a ofrecer la información necesaria;
dado el carácter finito del discurso, es imposible decir todo lo que se podría

312 • Tanius Karam Cárdenas


decir acerca de los temas de interés y acontecer público, en consecuencia, para
que la emisión satisfaga las necesidades informativas del destinatario, se debe
suponer que se está señalando, entre todo lo que se podría haber dicho, lo que
es más importante; de lo contrario, siempre nos podríamos estar preguntando
si nuestro interlocutor nos está escondiendo una información más importante,
lo que anularía los efectos de esta máxima. Esta máxima de cantidad se en-
cuentra especialmente modalizada en los primeros minutos del noticiario con
dos atributos más, el de abundancia informativa y el de “actualidad” entendida
sobre todo como anticipación:

Bueno, pues esto es algo de lo más importante que ha ocurrido y que está ocurriendo
hoy en México y en el resto del mundo, con mucho pero muchísimo de lo que
usted leerá y escuchará mañana martes por la mañana…

Es probable que tras el despliegue del capital comunicativo sea difícil


encontrar mucho más al menos en el listado de temas; sin embargo genera la
ilusión de abundancia informativa, además de la promesa, como un acto de
habla central en la enunciación más que en el enunciado.
La siguiente estrategia dentro del ritual de inicio, que constituye en sí mismo
una paráfrasis de los deícticos básicos (en este caso del tiempo) es el “santoral”,
el cual tiene que ser visto en su sentido connotativo y no tanto como lo ‘reli-
gioso’, lo ‘festivo’, lo ‘casual’. A nivel de la enunciación, el “santoral” sirve como
plataforma para que el conductor se presente, pues es el primer segmento tras
los créditos de entrada y los datos de identificación. Para la “escenificación”, esta
sección será la de mayor interlocución entre el el conductor y los adyuvantes
en la cabina, ya que después claramente el rol del mediador- conductor será el
protagonista más que central. En la edición del 28/11 a propósito del día de San
Esteban, LD menciona al beisbolista Esteban Loaiza y la firma de su contrato
de 3 años por 21 millones de dólares, a lo que comenta:

Así se hace, Estaban, ojalá hubiera más mexicanos que pudieran firmar contratos
de esos en el beis, en el fut, en el golf, en las carreras de coches, en el tenis, todo
eso donde estamos lamentablemente ausentes.

Con estas inserciones realiza el proceso de introducir representaciones socia-


les, el éxito, como parte de un imaginario colectivo, el deseo de realización de los
mexicanos fuera de México, la posibilidad de su reconocimiento internacional.

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 313


radiofónica de informativos
La segunda persona lo usa como recurso para dar énfasis a la persona y el valor
que esta asociando. El sentido de la lexia13 se ubica en el espacio más amplio
de ese deseo, con el cual supones, inevitablemente el auditorio se va identificar
y va a reconocer un valor potenciable, del cual LD se hace portador. Tras este
tipo de comentario el enunciador actualiza una serie de prepuestos culturales
que garantizan con más facilidad el asentamiento del auditorio.
Aparte de vehicular estos presupuestos, por medio del “santoral” LD “saluda”
a amigos y conocidos que el conductor-mediador ubica. A través de este doble
acto de habla (“saludar” y “felicitar”) LD muestra sin empacho su capital social e
informativo. En la edición del 30/11 hace un listado de todas aquellas personas
públicas que llevan ese nombre, evidencia esa red que pragmáticamente sirve
sobre todo, para erigirlo como alguien con un capital social elevado. La indica-
ción por tanto construye a un enunciador con dos entidades semánticas más a
las ya dichas: como alguien “que sabe mucho”, y “conoce mucha gente”.

Ritual de inicio en “Fórmula noticias”

En el caso de José Cárdenas (JC), que se difunde en la misma estación por la


tarde (y tiene la misma duración que LD, 2 horas), no se presentan los mismos
dispositivos que LD, ni invierte los recursos pragmáticos para la puesta en escena;
lo incluimos en esta primera mención por corresponder a la misma estación de
radio. La emisión inicia: “en Radio Fórmula cadena nacional. José Cárdenas.
Informa”. Entonces JC comienza enfático, con voz alta y muy marcada:

Que tal, cómo le va, muy buenas tardes, le saludos desde la capital de la república
mexicana en este lunes 5 de diciembre. Que bueno que nos escucha, que bueno
que nos acompaña. Esa voz de la noticia [se oye una voz de fondo de JE González
ex candidato del Partido Verde] es la de Jorge Emilio Gonzáles Martínez, es el niño
verde, líder del partido verde ecologista de México, quien está haciendo14 oficial
el anuncio de su alianza con el PRI y la declinación de su candidato Bernardo de
la Garza […]

13
Barthes (1980, pp. 10-12) lo entiende como las unidades del significado connotativo
al que remite la lexia (“la envoltura de un volumen semántico, la cresta del texto plural,
dispuesto como un banquete de sentidos posibles”). La lexia es una unidad de significado
arbitraria, donde nos parece detectar un elemento del sentido que consideramos conveniente
subrayar, acotar o parafrasear.
14
Cursiva nuestra.

314 • Tanius Karam Cárdenas


En un formato periodístico “más convencional” que emula la cita directa
del titular en la prensa escrita. El servicio informativo no aparece caracterizado
por su cantidad, oportunidad y abundancia (como el caso de LD) sino por el
criterio de relevancia: jerarquiza la noticia más importante. El gerundio que
usa al final (“haciendo), da ese efecto de simultaneidad, que no es real, pues
la declaración del “niño verde” tiene varias horas, pero que en la presentación
simula un acercamiento entre el enunciado y la enunciación lo que de hecho
es un rasgo importante en el discurso periodístico.
Dentro del lenguaje radiofónico de presentación, los primeros minutos (que
pueden ser 10, 15 ó 20) se encuentran enmarcados por una música de fondo per-
sistente, muy percutida que acompaña este primer segmento hasta el primer corte
comercial. La música entrecortada parece recordar el código de aquellas películas
las cuales mediante este tipo de recurso anuncian que “algo está por pasar”.
A diferencia de las efemérides en el programa de LD, este segmento tiene
otra construcción. Se menciona pero sin tal cantidad de inversión comunicativa,
es un hecho que el locutor-mediador pasa casi inadvertido. Una voz (que no va
volver aparecer), da una lectura puntual y precisa, que el conductor no parafrasea
o comenta. Simplemente la voz señala que son hechos “para ser recordados”.
Ante el leitmotiv del contrato enunciativo en LD (centrado, como hemos
dicho en la abundancia informativa, la puntualidad y los aspectos formales
de la noticia), JC va apelar desde su inicio y a lo largo de toda la emisión, a la
pluralidad, la diversidad de puntos de vista y por tanto a la inclusión como el
principal elementos del contrato comunicativo que se ofrece en este espacio.
La frase de presentación y rúbrica que JC va repetir condensa este componente:
“Todas las noticias, todas las voces”.

Las estrategias de autolegitimación

Al seleccionar tres programas y conductores con niveles considerables de


audiencia y aceptación partimos del supuesto de su eficacia y efectividad
comunicativa. A reserva que a lo largo de esta investigación que ahora ini-
cia vayamos describiendo algunos mecanismos que nos parecen explican en
parte tal efectividad comunicativa, ésta no es ajena a los niveles de relación
propuestos. Como hemos señalado arriba toda interacción (de acuerdo a la
escuela de Palo Alto) tiene una dimensión comunicativa y otra relacional.
Para describir este elemento “conativo” hay que tomar en cuenta también los
distintos aspectos y niveles que participan en la mediación radiofónica, entre

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 315


radiofónica de informativos
ellos suponemos como uno de los más importantes la propuesta de relación
construida en los distintos rituales durante la interacción mediática; es el tipo
de vínculo que tiene el conductor con su propia acción enunciativa a través
del auto-reconocimiento que ejecuta sobre sí mismo, el otro y sobre el objeto
de la comunicación. Con distintos tonos y modos, contextos y operaciones el
mediador se introduce en la información, se deja ver como el actor central de
la comunicación radiofónica. En estas estrategias, unas son más directas, otras
más veladas pero llevan el principal objetivo pragmático de legitimar y justificar
su propia acción comunicativa.

La auto-legitimación compleja: el caso de Gutiérrez Vivó

El investigador Mejía Barquera (1999) identifica al célebre conductor Gutiérrez


Vivó como un hombre pragmático, poco afecto a la reflexión teórica que si bien
ha disminuido, no ha abandonado el matiz autoritario que algunos reconoce en
su discurso y estilo de conducción. Con frecuencia dedica unos minutos para
regañar al auditorio o a funcionarios menores. Desde el problema que tuvo
con el Grupo Radio Centro, le ha permitido algo que gusta a los conductores y
periodistas: presentarse como víctimas del poder, lo que por otra parte le lleva
a marcar su acción e información con los valores de la “independencia” y la
“crítica”. Primero por los terremotos en Ciudad de México (1985) y luego en
las elecciones presidenciales de 1988, el informativo Monitor probó su potencial
periodístico y político al confirmar un “componente independiente” que jacta
como parte de su capital social.
Un rasgo general de su conducción ha sido su estilo “directo” y “con-
frontante” en el que no se detiene para justificar su punto de vista y el valor de
su empresa Monitor. Con frecuencia es común que la inserción de enunciados
incidentales del tipo “Ya le habíamos informado a usted…”, “todo lo que suceda
se lo tendremos aquí en Monitor”, “Monitor, como siempre, en más de tres
décadas de servir a la opinión pública, le presenta esta mañana…”. Dentro de
esta algunas de las formas de auto-legitimación más efectiva que consideramos
aquellas que se hacen en forma indirecta, como si éstas fueran natural. Un
ejemplo lo tenemos en la siguiente lexia, mediante la cual GV, a propósito de
comentar una efeméride, se le vincula a la empresa.

Antes de irnos a nuestra conversación […] Hace ya unos buenos años, en 1935 un
día como hoy, nació un hombre que le ha dado mucho a México, yo creo que le

316 • Tanius Karam Cárdenas


ha dado a la gente, que le ha dado a muchas [sube la voz] parejas de ayer y de hoy
para encontrar un ámbito propicio para enamorarse. Y hoy está cumpliendo años
y como sabemos que sigue con mucha frecuencia Monitor, ha estado varias veces
en el programa, con Enrique en las tardes, pues le enviamos una felicitación a este
compositor, cantante, pianista mexicano y bueno pues recordemos un pequeño
fragmento de una de sus obras, a través de las cuales muchas mujeres como la Dra.
Viña en algún momento soñaron [se oye música de Armando Manzanero…].

Al recurrir a la mención del propio programa en un contexto aparente-


mente distante (como puede ser hablar de un cantante de boleros) inserta
la propia acción en el objeto de la comunicación y desplaza el sentido de la
efeméride por un marco para subrayar el prestigio del propio medio, del cual
se hace objeto de referencia. Esta y otras menciones no la entendemos en el
plano comunicativo-referencial sino en el relacional porque no construye nada
sobre el entorno más amplio y sí sobre la interacción mediática porque puede
afectar directamente la percepción que se tiene del programa, del conductor y
de la propuesta de relación que se va gestionando. Todos los conductor (y GV
en especial) remiten con frecuencia al propio ejercicio periodístico, al hacerlo
atribuye y confirma valores que le interesa la audiencia use en la construcción
del sujeto de la enunciación. En el caso de la lexia arriba mencionada vemos
la afirmación de Monitor como empresa “independiente”, “crítica”, “cercana”,
“preocupada”, etc. Lo mismo a propósito del extenso flujo vehicular, donde esta
empresa informativa fue pionera, emite enunciados del tipo “Nuestros reporte-
ros trabajando para usted muy temprano” o bien la configuración interna que
remite al orden “Ahora vamos con nuestro reportero vial número 57”.
Una de las referencias más elocuentes que hemos ubicado en nuestro
cuerpo de análisis es la siguiente lexia, donde el enunciador combina los recursos
a la ironía, la auto-legitimación y algo especialmente interesante, la confronta-
ción con otros medios, sobre todo con el Grupo Radio Centro. Este es un tipo
de auto-legitimación más compleja porque más que un simple acto de hablar
(auto-reconocer), lo articula con otros objetivos y niveles discursivos.

Por otra parte, me han llegado algunas comunicaciones. Bueno, llegaron a José
Luis y me han llegado algunas llamadas en el sentido, referente al tema de los
premios nacionales de periodismo que se otorgaron, y uno de los cuatro, tiene
que ver con Enrique Muñoz. Pero las llamadas que recibo son el sentido de una
empresa televisora que se llama Televisa y que ha estado repitiendo en algunos de

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 317


radiofónica de informativos
sus espacios informativos (cosa que les agradecemos mucho que se tomen la mo-
lestia de unos segundos en su televisora para ello) y ha mencionado que Enrique
Muñoz ha sido galardonado por su labor informativa por los jóvenes, precisamente
todas las tardes y noches. Pero yo no sé si es algún error impensado, o no sé si a lo
mejor lleva jiribilla, pero dicen que Enrique trabaja en Radio Red y esa estación
es la Pirata, y por supuesto ahí no trabajamos nosotros desde que nos sacaron del
aire inadvertidamente hace ya casi 2 años. Nada más quiero aclarar al público que
estoy consciente. No entiendo porque la empresa Televisa lo está haciendo. A lo
mejor pues, es que sus conductores en ese aparato que les ponen…cómo se llama
Tere, ese aparato que les ponen donde se leen noticias…Ah el telepromter. Bueno
en esos noticiarios usted tiene un aparato debajo de la cámara […] entonces les van
poniendo lo que deben de decir y claro la gente está muy entrenada y parece que lo
están diciendo por voluntad propia, pero no, todo hay que leerlo de acuerdo a las
políticas de la empresa. Entonces, a lo mejor les pusieron ese nombre de esa emisora
e involucraron a Enrique en aquélla, y no se han dado cuenta, no lo han corregido.
Pero gracias a todas las personas que se han comunicado que sí están conscientes y
les repito, que no sé si es un error de dedo de alguien pasado a telepromter o a lo
mejor lleva jiribilla. No lo sé. Para qué pensarlo. Pero gracias.

Al agradecer el oyente, pauta el tipo de contrato, la fidelidad y confianza


el grado de hacer co-partícipe a la audiencia del objeto. GV ventila un proble-
ma dentro de las industrias mediáticas, lo cual no es muy frecuente aunque
como hemos dicho al conductor-enunciador le interesa reforzar, mediante
ese conflicto la idea de una “empresa independiente”. En esta lexia vemos un
doble acto de habla (“agradece” y “sanciona”) en el que recupera el esquema
narrativo “nosotros contra ellos” en el presupuesto que el auditorio está del lado
del enunciador y su enunciación. Encontramos aquí un conjunto complejo de
operaciones en las que se muestra cómo se legitima la propia acción, conferir
valor a la información y construir en definitiva un tipo de relación con la au-
diencia, que transita —claro, a nivel de simulación, en el esquema discursivo
del enunciador— de audiencia, a cómplice y alguien vinculado a la enunciación
más allá de su estricta función formalmente receptiva.

La auto-legitimación evidente: el caso de López Dóriga

López Dóriga es un periodismo con una extensa trayectoria en el periodismo


impreso y en los medios electrónicos. Inició muy joven como reportero en el

318 • Tanius Karam Cárdenas


“El Heraldo de México” en 1968. El 14 de septiembre del 70 forma parte del
equipo inicial del noticiero “24 Horas”, de Jacobo Zabludovsky, en Televisa, y
llegó a ser jefe de información. A finales de los setenta colabora en la prestigiada
revista de José Pagés Llergo, Revista Siempre. En noviembre de 1978 se le designa
Director General de Noticieros y Eventos Especiales de Canal 13 de la televisión
del Estado. En 1981 la revista “Respuesta” y el programa de radio “Respuestas”,
siete años más tarde es Director de Noticias de “IMEVISION”. Durante un año
(mayo 1998- septiembre 1999) fue Director General y Conductor del programa
“Chapultepec 18” Es autor de dos libros, Crónicas del poder y Domiro (en co-au-
toría con Jorge Fernández). Tiene un largo historia de diversos reconocimientos
periodísticos tanto gubernamentales, públicos y privados
Uno de los aspectos que más me han llamado la atención es el elemento de
protagonismo en los conductores, su centralidad absoluta en la enunciación y
el peso que su presencia imprime a la interacción. De manera muy marcada
observamos en GV y LD la lectura de noticias en primera persona, el énfasis en la
propia acción enunciativa, y ponderación de la propia actividad como mediador,
posicionamiento de los valores informativos que se vehiculan, por ejemplo, en
el caso de LD al tipo de vínculo que él tiene con informantes y entrevistados;
aparte no oculta los visos multi-mediáticos. Al evidenciar LD su “capital mediá-
tico” lo hace sin hacer referencia a la empresa (Radio Fórmula) o a la televisora
(Televisa) de quien es el conductor estelar en su noticiario nocturno:

…en el caso de Chiapas le informé a usted el jueves por la noche, lo amplié el viernes
por la noche. Seis muertos en la disputa por un predio ahí en las Margaritas

La porción en cursiva que hemos puesto de la lexia no corresponde con


la situación enunciativa, remite necesariamente al conocimiento previo de
la audiencia y a la concesión con respecto a esa desdoblamiento enunciativo,
que solo puede resolverse en el conocimiento previo de López Dóriga como
figura multi-mediática; aquí lo que se marca, a diferencia de lo señalado con
GV-Grupo Monitor es la propia figura que adquiere una centralidad en la
interpretación de los enunciados.

La auto-legitimación velada. El caso de José Cárdenas

José Cárdenas (JC) es el único egresado de escuela de comunicación (y no de


periodismo) de la Universidad Iberoamericana (Generación 67-72). Tiene
igualmente una gran presencia en medios masivos sobre todo como conductor

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 319


radiofónica de informativos
en noticiarios y programas informativos en radio y televisión y recientemente ha
incursionado en la prensa escrita. Ha sido reportero y redactor en los programas
de noticias por TV “Diario Nescafé” y “Hoy Domingo”, de la Dirección de
Noticieros y Eventos Especiales de Telesistema Mexicano, a las órdenes del pe-
riodista Jacobo Zabludowsky. (1969). En los setenta fue jefe del departamento
de radio y televisión en el ILCE. En esta década es también reportero, redactor,
jefe de corresponsales nacionales e internacionales y conductor en el entonces
Canal 8 (1971-1973). En la segunda parte de los setenta, es jefe de información
de espectáculos, reportero, redactor, responsable y conductor de los noticiarios
“Punto Final”, “Contacto Directo” y “En Punto”, todos de Televisa. En el año
2001 tuvo tensiones con ORF, pasó unos meses a MVS antes de regresar nue-
vamente. El noticiero de 3 horas se redujo a 2. Producto de este conflicto (en
2001) aparecen declaraciones, se evidencian las pugnas por el pago de salarios.
Con respecto a la renuncia de ORF, menciona en la revista Etcétera (septiembre
2001) y las tensiones entre el protagonismo de los conductores y la rentabilidad
de las radioemisoras. Este tipo de hecho revela los conflictos internos, de los
cuales por lo general el oyente promedio no está interesado. Remite también
a alusiones que unos comentaristas hacen a otros.
Quizá el más velado en los mecanismos de auto-legitimación sea José Cár-
denas. A diferencia de López Dóriga, quien de hecho, como hemos visto hace
alarde de ello. No hemos identificado tales recursos en el discurso de conducción
en este mediador. El enunciador no niega su capital informativo y social que
pueden ser variantes indirectas de la auto-legitimación.
Partimos de la hipótesis que los mediadores radiofónicos suelen tener
una actitud muy poco auto-crítica de su trabajo. Este hecho nos parece que no
es inocente, aun cuando los argumentos ofrecidos carezcan de sentido y donde
vemos en este tema, no parece aplicar lo que Cárdenas señala como muletilla
de contrato informativo (“porque aquí se escuchan todas las voces…”).
En la siguiente lexia tenemos un comentario a partir de la crítica que los
medios encarecen a la democracia; este tópico nos parece sugerente porque es
una oportunidad para conocer cómo el mediador defiende su propio entorno
laboral y enunciativo; además no suele hacer afirmaciones sobre las propias
instituciones (de hecho existen reglas más o menos convencionales para no
referirse a la competencia o a otros medios). El tema tiene como objeto a la
propia empresa mediática; por lo general cuando los medios y el propio medio
en cuestión es asunto de disputa, resulta inevitable el pronunciamiento formal
o no oficial a través de los líderes de opinión.

320 • Tanius Karam Cárdenas


A mi me parece perverso el comentario donde se señala que son los medios de
comunicación los que están encareciendo la democracia. Yo creo que cualquier
candidato de cualquier partido, a cualquier cargo de elección popular, está en
libertad de contratar los medios que mejor le convenga a los precios de la oferta
y la demanda, de acuerdo al mercado. Si le parece que es muy caro Televisa o que
es muy caro Radio Formula o Radio Centro, pues que no compre. Nosotros no
vivimos exactamente de estar viviendo para las campañas políticas, la publicidad.
Hay muchos otros cientos de anunciantes que también están dispuestos a pagar
eventualmente las tarifas.
Me parece perverso porque los candidatos necesitan darse a conocer para obtener
finalmente el voto de su clientela electoral, el voto ciudadano, para llegar a ocupar
tal o cual cargo de elección popular […]La democracia no la estamos encareciendo
los medios de comunicación, la democracia la está encareciendo el poder legislativo;
la están encareciendo los partidos políticos que en muchas ocasiones, y lo sabemos
muy bien, han encontrado prerrogativas financieras que les otorga el Instituto Fe-
deral Electoral la forma de hacer grandes negocios. Y no quiero recordar nombres,
como el de aquél partido. ¿Te acuerdas? […] Fueron partidos-fraudes. Y como el
IFE no tenía dientes, no los pudo sancionar.

Como se lee desde el inicio de la lexia, el enunciador resulta enfático. Aun


cuando el enunciado de los medios y su papel en la democracia es objeto a
discusión y contextualización. Vemos como el conflicto implícito se resuelve
con referencia al argumento liberal en la relación medios-mercado-sociedad.
A nivel discursivo, la negación por lo general implica una confrontación;
negar implica que alguien ha afirmado lo contrario antes y por otra parte
supone preformativa la propia necesidad de pronunciarse. No se niega lo que
no considera pueda afectar en algún sentido la propia imagen del sujeto de la
enunciación. Así la estrategia de auto-legitimación viene como defensa y res-
puesta ante lo que no sólo es evidente, sino que se pronuncia enfáticamente.
El comentario de esta lexia proviene de una conversación que JC sostiene
con el ex candidato presidencial del Partido Verde. No es como el caso de GV
editoriales a partir de notas aisladas; a través de la conversación y su intercambio
verbal el enunciador incluye información para defender a los medios en general
y al hacerlo, señalar su propio trabajo en oposición al sentido de la negación. Es
más, los medios aparecen dentro de la escena social caracterizados positivamente
como adyuvantes del proceso político. En general los medios mismos aparecen
como un tópico un tanto inviolable, a la manera de lo que antiguamente se

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 321


radiofónica de informativos
conocía como los “intocables” (el Presidente, el Ejército, la Virgen de Guada-
lupe), en la nueva relación medios-sociedad-gobierno, los medios adquieren un
protagonismo y presencia que de hecho reconoce el mismo JC, lo que nos lleva
a pensar como el protagonismo general que identificamos va en el sentido de
ubicar al sujeto de la enunciación como centro, mediador de sí mismo en una
acción comunicativa que no siempre tiene como destinatario a la audiencia, a
la que como GV, dicen servir, atender y por la cual se profieren preocupados.

Cierre

Todo análisis del lenguaje en contexto social se puede definir intuitivamente


como un conjunto de operaciones aplicadas sobre un objeto determinado y
consistente en su descomposición y en su sucesiva recomposición, con el fin
de identificar mejor los componentes, la arquitectura, los movimientos, las
estrategias, los juegos, etc. En una palabra, los principios de construcción y
funcionamiento de los usos del lenguaje, las categorías de análisis que emergen
de las especificidades del material de análisis. En cada intervalo, al reconocer
y desmontar el objeto van apareciendo los puntos de tensión, las dimensiones
sociales de una práctica discursiva que es interrelación entre propiedades in-
ternas, situaciones comunicativas y aspectos contextuales.
El análisis parte de un objeto dotado de presentación y concreción, se frag-
menta y se vuelve a componer, se regresa al objeto del principio, pero ya explícito
en su configuración y mecánica que a este nivel de nuestro trabajo aparece sobre
todo en los vectores de ciertos rituales y nudos en la interacción mediática, así
como lo que claramente hemos visto en las estrategias de autolegitimación que
si bien no son propias de ningún mediador, presentan matices y diferencias
sugerentes para el análisis. Aparentemente todo análisis sigue un camino circular:
al término del itinerario se vuelve al punto de partida. En realidad, el camino
acaba adquiriendo un conocimiento más pleno del objeto analizado; éste tiene
que reaparecer o ser reconocido, más allá de su aspecto primitivo, su esqueleto
y nervadura. Según esto el análisis debe conducir a una mejor inteligibilidad y
comprensión, lo mismo para degustación (por ejemplo en el caso de obra de
arte) o crítica social, como puede ser nuestro objetivo.
Reconocemos las limitaciones de nuestro trabajo, así como hemos insisti-
do, forma parte de un primer acercamiento que esperamos culmine con un
inventario más detallado de juegos y actos de habla, del funcionamiento de las
máximas conversacionales e implicaturas, pero del cual esperamos haber mos-

322 • Tanius Karam Cárdenas


trado una acercamiento que consideramos útil entre la pragmática, el análisis
del discurso, el análisis conversacional y un entorno de comunicación mediática
como es la conducción de noticieros.

Bibliografía
Abril G (1997) Teoría general de la información. Madrid. Cátedra.
Arellano, E. (s.f.) La eficacia de la comunicación política. Artículo en Línea en abril
2006, Recuperado de: http://www.camaradediputados.gob.mx/cesop/bo-
letines/no2/2.PDF
Aleman, R. (2006) Gutiérrez Vivó. Razones en Etcétera 64. Febrero. Artículo en
línea. Recuperado de http://www.etcetera.com.mx/pagaleman2ne64.asp
Barthes, R. (1980). S/Z, Siglo XXI, México [1970].
Bateson G et al (1990). La nueva comunicación. Selección e Introducción Ives
Winkin. 3ª ed. Barcelona: Cairos [1980]
Baylon Ch y Mignot X.(1996) La comunicación. Madrid: Cátedra [1994]
Berger, P. y Luckmann Th. (1999). La construcción social de la realidad. 1ª 19ª
reimp. Buenos Aires: Amorrortu Editores. [1967]
Bertuccelli, M. (1996) Qué es la pragmática. Barcelona: Paidós (Instrumentos
Paidos 16) [1993]
Benveniste, E. (1997) Problemas de lingüística general. T. II 19ª ed. México: Siglo
XXI [1974]
Charaudeau, P. (2003) El discurso de la información. La construcción del espejo social.
Barcelona: Gedisa. [1997]
Curiel, F. (1997) La telaraña magnética y otros estudios radiofónicos. México: Eds.
Coyoacán.
Escandell, M.V. (2002) Introducción a la pragmática. 1ª ed. 2ª reimp. Barcelona:
Ariel Lingüística. [1996]
Goffman, E. (1972) La presentación de la persona en la vida cotidiana, Amorrortu,
Buenos Aires, [1968].
Grice H.P. (1991). Lógica y Conversación en Valdés L.M. (ed.) La búsqueda del
significado. Madrid: Tecnos /Universidad de Murcia [1975], pp.511-530.
López Á. (1996). Escritura e información. La estructura del lenguaje periodístico.
Cátedra, Madrid.
Mejía, F. (1989). La industria de la radio y la televisión y la política del Estado mexi-
cano (1920-1960). México: Fundación Manuel Buendía.
(1999) Gutiérrez Vivó en Etcétera 345. Artículo en línea. Recuperado de http://www.
etcetera.com.mx/1999/345/fmb3450.html

Rituales de inicio y estrategias de autolegitimación en la conducción • 323


radiofónica de informativos
_______. (2002) Raitings a la medida en Etcétera, octubre 2002
Mier, R. (1987) Radiofonía: hacia una semiótica itinerante. México: UAM-X
Nieto, J. (2005) “La Medición de Audiencias Radiofónicas en México” en Razón
y Palabra 43. México: ITESM-CEM. En línea. Recuperado de http://www.
razonypalabra.org.mx/anteriores/n43/jnieto.html
Rebeil, M.A, Alva de la Selva, A, Rodríguez I (comp.) (1989). Perfiles del cuadrante.
Experiencias de la Radio. México: Trillas.
Sosa, G. (2001) “La sintonía de la radio mexicana” en Revista Mexicana de Comu-
nicación 68. Mayo-Junio. México: FMB.
(2001b) “Repaso Histórico al periodismo sobre la radio” en Revista Mexicana de
Comunicación 69. Mayo-Junio. México: FMB.
Villamil, J. (2001).El poder del raiting, México: Plaza y Janes.
Watzlawick P, J Beavin y D. Jackson (1989). Teoría de la comunicación humana, 7ª
ed. Barcelona: Herder [1967]

324 • Tanius Karam Cárdenas


Cuarta Parte
Opinión pública

3
Capítulo 15

Opinión pública y transformación


del espacio público en América Latina:
del Informe MacBride a la Red Indymedia
Francisco de Jesús Aceves González*
Universidad de Guadalajara

En 1980, a lo largo de diez páginas, los autores del Informe MacBride


esbozaron una aproximación conceptual sobre la “opinión pública” y
realizaron un diagnóstico sobre algunas de las características que pre-
sentaba este fenómeno a escala mundial.
El propósito del presente trabajo es analizar, a la luz de las trans-
formaciones en el espacio público experimentadas en Latinoamérica,
los avances que desde la publicación del Informe se han evidenciado
tanto en la discusión teórica como en la investigación empírica de la
opinión pública, y que en nuestro concepto, establecen modificaciones
sustanciales al diagnóstico del referido Informe.

In 1980, across ten pages, the authors of the MacBride Report sketched a
conceptual approximation about public opinion and offer an overview of
some of the characteristics of this phenomenon at a global scale.
The purpose of the present paper is to analyze, the transformations in
the public space in Latin America and the progress that since the publica-
tion of the said Report, has been made in the theory as well as the empirical
investigation of the public opinion. In our opinion, substantial changes have
occurred both in the conception of public opinion as well as in the ways it
is now being studied in the social Latin American context.

* Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Doctor en Ciencias Socia-


les. Adscrito al Departamento de Estudios de la Comunicación de la Universidad de
Guadalajara. Integrante del Cuerpo Académico “Globalización, espacio público e
identidad”. Miembro de las asociaciones de investigadores IAMCR, WAPOR, ALACIP,
ALAIC y AMIC.
Introducción

Hace 30 años, en el marco de la 19ª Reunión de la Conferencia General de la


UNESCO realizada en Nairobi en 1976, su entonces presidente Amadou-Majhtar
M’Bow constituyó la Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas
de la Comunicación, conformada por 16 miembros de igual número de países
y presidida por Sean MacBride, quienes a lo largo de cuatro años realizaron un
“examen general de los problemas relativos a la comunicación de la sociedad
contemporánea, a la luz de los progresos tecnológicos y de la evolución creciente
de las relaciones mundiales en toda su complejidad y amplitud”(MacBride,
1980, p. 9) y cuyas conclusiones fueron publicadas en 1980 en un documen-
to que ha sido conocido como el Informe MacBride. En ese momento, las
relaciones internacionales se caracterizaban por un profundo desequilibrio
entre el desarrollo alcanzado por un puñado de países avanzados y los países
que conformaban el extenso y abigarrado mapa geográfico del llamado “tercer
mundo”. Esta asimetría se evidenciaba en las definiciones que intentaban ilus-
trar el carácter de dicha relación. Así, las palabras subdesarrollo, dependencia,
explotación, hasta la sutil denominación de países “en vías de desarrollo”, se
asociaban indefectiblemente al perfil de los países tercermundistas, entre los
cuales se encontraban los latinoamericanos.
Sensibles a este contexto, los 16 miembros de la Comisión, entre ellos el
colombiano Gabriel García Márquez y el chileno Juan Somavía, enfocaron su
análisis en los desequilibrios observados en el campo de la comunicación y la
información. En su extenso y documentado estudio que abarcó los principales
aspectos que conforman el fenómeno comunicacional, el Informe dedicó un
capítulo -10 páginas- dirigido a realizar un diagnóstico del estado en que se
encontraba el fenómeno de lo público y la opinión pública a escala mundial.
A casi tres décadas de su publicación, resulta pertinente, en el contexto de
las transformaciones en el espacio público experimentadas en América Latina,
revisar críticamente tanto los supuestos teóricos, sobre los cuales los expertos
fundamentaron su estudio, como las condiciones materiales que caracterizaban
el desarrollo de la opinión pública en ese tiempo. El propósito que anima este
trabajo es discutir sobre la vigencia de las conclusiones a las que arribaron los
miembros de la Comisión, respecto al fenómeno de la opinión pública.
En la primera parte se aborda lo relativo a la conceptualización teórica de
la opinión pública expresada en el documento y su análisis crítico a la luz del
debate contemporáneo del estudio en torno a la opinión pública. En la segunda

328 • Francisco de Jesús Aceves González


parte se intenta una aproximación a las transformaciones del espacio público
experimentadas en América Latina en las dos últimas décadas y su impacto en
la conformación del fenómeno de la opinión pública contemporánea.

Opinión pública: de la interacción dialógica


a la comunicación mediática

En su primer apartado, intitulado “El concepto de Público”, los autores advier-


ten de las numerosas definiciones asociadas al concepto de opinión pública,
producto de “las diferencias ideológicas y sociales existentes en un mundo
muy diversificado”. En efecto, Childs en un estudio publicado en 1965 había
reportado 48 diferentes registros sobre su significado (Price, 1994). Diversidad
no solamente originada, por cierto, por “las diferencias ideológicas y sociales
existentes” sino mas bien por las diversas perspectivas disciplinarias desde las
que se abordaba el fenómeno. En 1968, Davison apuntaba que los especialistas
en opinión pública coincidían en definirla como la “suma de opiniones indivi-
duales sobre una cuestión de interés público” y agregaba que dichas opiniones
podrían “ejercer cierta influencia sobre el comportamiento de un individuo,
de un grupo o de un gobierno” (Davison, 1968).
En contraste a esta definición los expertos del informe señalaban que la
coincidencia entre las definiciones radicaba en que no se podía considerar al
público como “la suma amorfa de los individuos que lo componen”, por lo
que no se podría hablar de “publico sino de públicos”. Y proponían la siguiente
definición.
La opinión pública no es solamente la suma de las opiniones individuales,
sino mas bien un proceso continúo de comparación y de contraste de opiniones
basadas en una amplia gama de conocimientos y de experiencias (MacBride,
1980, p. 337).
Si bien su anotación crítica a la visión de un público conformado por una
masa amorfa y su pronunciamiento sobre la existencia de una diversidad de
públicos era muy pertinente, también resultaba evidente su apreciación sobre el
carácter restrictivo de la definición propuesta por Davison. A la consideración de
la opinión pública como suma de opiniones individuales adicionaban, aunque
en forma no muy precisa, una dimensión dinámica –proceso continuo- como
elemento constitutivo del fenómeno de la opinión pública y una cualidad de-
liberativa en tanto “contraste de opiniones” sustentadas por una “amplia gama
de conocimientos y experiencias”.

Opinión pública y transformación del espacio público en América Latina: • 329


del informe MacBride a la red Indymedia
De hecho, ambas características habían sido ya, desde 1962, específicamente
enunciadas por Jürgen Habermas en su obra clásica sobre la transformación
estructural de la vida pública, convertida en piedra de toque en el debate con-
temporáneo sobre la opinión pública. En dicho escrito, después de exponer
la crisis conceptual derivada de las definiciones otorgadas al fenómeno que
desembocan en considerarlo ya como “ficción institucionalizada del estado de
derecho”, ya en su “disolución socio-psicológica”, Habermas planteaba que:
“Un concepto de opinión pública con sentido histórico, normativamente
suficiente para las pretensiones del Estado social, teoréticamente claro y empí-
ricamente ponderable, solo puede conseguirse partiendo del cambio estructural
de la publicidad misma y de la dimensión de su desarrollo” (Habermas, 1981,
p. 269).
Es en ese proceso, en el que se realiza una publicística políticamente activa,
constituido por dos ámbitos comunicacionales de relevancia política: el de las
opiniones informales, no públicas, y el conformado por las opiniones institucio-
nalmente autorizadas, o formales, interconectados ambos por la mediatización de
los medios de comunicación de masas, que a juicio de Habermas puede existir "una
opinión pública en sentido estricto", es decir que “los dos ámbitos comunicativos
sean mediados por el ámbito de la notoriedad pública crítica". Mediación que
implica la participación de las personas privadas en los procesos de comunicación
formal en el seno de las organizaciones.
Por otra parte, la aproximación al concepto de “público” establecido por los
autores del informe, se encontraba sustentado, aunque no en forma explícita,
en los hallazgos derivados de la Mass Communication Research: el paradigma
de los efectos limitados y la exposición selectiva a los medios (Katz y Lazarsfeld,
1979). Sin embargo, aunque reconocían que la interacción entre los medios y
el público es “un elemento esencial en el funcionamiento de la comunicación”
ante el tema de la influencia o de los efectos de los medios, adoptaron una
posición poco definida. En efecto, con respecto al impacto de los medios, los
expertos se deslizan del papel de la influencia personal derivada del contexto
de los usuarios de los medios, a la teoría de la sociedad de masas (Wright Mills,
1978), caracterizada por la conformación de una audiencia atomizada cuya
expresión más clásica sería difundida por David Riesman en su libro de La
Muchedumbre Solitaria.
Habría que señalar que en la concepción habermasiana, la noción de opinión
pública se encuentra indisolublemente ligada a una concepción de proceso comu-
nicacional eminentemente dialógica, que privilegia la interacción cara a cara por

330 • Francisco de Jesús Aceves González


sobre las formas de comunicación mediáticas. Entre otros autores que han criticado
esta posición, Thompson (1996) alerta hacia el aferramiento a una concepción
esencialmente dialógica del espacio público (publicness) que interpreta la
irrupción de la comunicación mediática como una fatalidad. Por el contrario,
el autor sostiene que la mayor centralidad de los medios ha posibilitado el sur-
gimiento de un nuevo espacio público (publicness) sustancialmente diferente
al establecido por el modelo tradicional.

Con el desarrollo de los nuevos medios de comunicación –empezando con la im-


prenta, pero incluyendo las formas más recientes de comunicación electrónica- el
fenómeno de la propiedad pública [publicnnes] se ha desvinculado progresivamente
de la idea de una conversación dialógica en cierto lugar compartido. Se ha convertido
en des-espacializada y no-dialógica, y de manera creciente más vinculada al tipo
de visibilidad distintiva producida por y a través de los media (especialmente de la
televisión). (Thompson, 1998, p. 177).

Por otra parte, desde una perspectiva "sistémica", Luhmann resignifica la


noción de opinión pública, a la cual habría que considerarla ya, "no como do-
minio (racional) del dominio (político) sino como principio de selección de la
decisión (comunicación) política" (Aguilar Villanueva, 1987, p. 115).

...la opinión pública -afirma Luhmann- no puede dominar y ni siquiera sustituir al


detentador del poder. No le puede prescribir el modo con el cual él debe ejercer el
poder. Su relación con el ejercicio del poder no es una relación de causa y efecto, sino
de estructura y proceso, Su función no consiste en afirmar la voluntad -la voluntad
popular, esa ficción del pensamiento causal elemental- sino en el dar orden a las
operaciones de selección (Luhmann citado por Aguilar Villanueva, 1987, p. 115).

La importancia de la opinión pública, no reside, entonces, en buscar el con-


senso entre las opiniones sino principalmente en el establecimiento de "temas"
capaces de suscitar la "atención" pública. Lo que sigue entonces es un proceso
de comunicación política, que como todo proceso comunicacional presupone
además de un lenguaje común, otros dos aspectos: "la elección de un tema y
la articulación de las opiniones relativas al tema". El tema constituye la “es-


Tanto publicness, como antiguamente publicity, podrían traducirse algo así como "vida
social pública", como la esfera comunicativamente estructurada de lo público.

Opinión pública y transformación del espacio público en América Latina: • 331


del informe MacBride a la red Indymedia
tructura” de la comunicación política, y por tanto condiciona el intercambio
de opiniones.
Por otra parte, el establecimiento de temas cumple una doble función. La
primera consiste en "despertar y capturar la atención política y de esta manera
poner en movimiento la comunicación política"; la segunda es "desencadenar
las muchas y variadas opiniones sobre lo que se debe decidir o la manera como
se debe instrumentar la decisión".

Esto hace suponer -escribe Luhmann- que el sistema político, en cuanto se funda en
la opinión pública, no debe ser absolutamente integrado por las reglas de decisión
sino por las reglas de atención (Ibid: 122).

Esta preeminencia de las reglas de atención se explica si se considera que


"la función política última de la opinión pública es la de elencar las elecciones
políticas posibles". Es decir, que aunque la decisión política ya no es atributo
de la opinión pública, tampoco las decisiones gubernamentales son absoluta-
mente arbitrarias. El nexo establecido entre la sociedad política y la sociedad
civil, asume la forma de un proceso de comunicación política, en la cual, los
temas juegan un papel relevante.
En este proceso, los medios de comunicación de masas realizan un papel
de singular relevancia. La selección de los temas, se encuentra determinada por
las características técnicas y las normas de los medios. Lo opinión pública se
configura en torno a ellos. Los temas seleccionados se reflejan como opinión
pública, pero a su vez.

...la opinión pública actúa como un espejo, cuya superficie posterior está constituida
también por un espejo. Quien da la información ve en el medio de la información
corriente a sí mismo y a otras fuentes que emiten información. Quien recibe la in-
formación se ve a sí mismo, así como a otros que reciben informaciones, y aprende,
poco a poco, ante qué cosas debe actuar de modo altamente selectivo para poder
actuar en el contexto que, de vez en cuando, se le presenta (ya sea la política, la
escuela, los grupos de amigos y los movimientos sociales). El espejo mismo es opaco
(Luhmann y De Georgi, 1993, p. 433).

La concepción tradicional de la función "mediadora" de los medios, adquiere


aquí una nueva dimensión. Más que un canal utilizado en forma instrumental,
para la transmisión de significados entre un emisor y un receptor, los medios se

332 • Francisco de Jesús Aceves González


convierten en instancia clave en el proceso de comunicación política, es decir,
en el lugar donde toma cuerpo la opinión pública.
Es en este punto en donde reside, quizá, la modificación sustantiva en la
concepción de la opinión pública. En su configuración y desarrollo indivisible
de un espacio público caracterizado por su mediatización.

La opinión pública nacional:


de la muchedumbre solitaria a la encuestocracia

En su capítulo segundo “opinión pública nacional”, el Informe ofrece una serie


de reflexiones sobre la situación de la opinión pública en el contexto nacional.
Destaca en particular tres aspectos: el tipo de régimen político, los medios de
comunicación y los métodos utilizados para conocer dicha opinión.
Con respecto al régimen político, habría que recordar que en 1980, el auto-
ritarismo constituía el signo característico de los sistemas políticos en América
Latina. En el grueso de los países campeaba el militarismo de uno u otro signo:
Pinochet estrenaba constitución en Chile; Videla en Argentina, Stroessner
en Paraguay, los epígonos de duvalierismo en Haití, así también Honduras,
Bolivia, El Salvador, Uruguay, Brasil y Guatemala. Por su parte, alineada en
el campo socialista, la dictadura castrista se perpetuaba en Cuba. En contraste
solo un puñado de países contaba con gobiernos emanados por el voto popular:
México, Costa Rica, Venezuela, Ecuador, Perú y Colombia. Y en Nicaragua
luego de una cruenta guerra revolucionaria el Frente Sandinista de Liberación
en Nicaragua dio fin a la dictadura somozista y se instaló durante la década
siguiente en el poder. 25 años después, son los gobiernos democráticos los que
se han convertido en el sustento de los sistemas políticos latinoamericanos,
solamente Cuba padece un régimen autoritario.
En este sentido, el panorama político observado por los autores del Infor-
me al momento de su elaboración ha sufrido una radical transformación. De
hecho, este movimiento democratizador, se desarrolla en los años siguientes a
su publicación y evidentemente, estas transformaciones han repercutido en la
conformación de la opinión pública en América Latina.
Si como afirma Sartori (1992), la opinión pública es “el fundamento esen-
cial y operativo” de la democracia, la instauración de gobiernos democráticos
sentó las bases para su desenvolvimiento y consolidación. Empero el proceso
de desarrollo ha sido lento y sinuoso. Las visiones contrapuestas que conciben
a la opinión pública ya como expresión de la voluntad popular basada en el

Opinión pública y transformación del espacio público en América Latina: • 333


del informe MacBride a la red Indymedia
debate racional (Rosseau) ya como elección de sus representantes políticos por
el individuo (Bentham y Mill) se encuentran plenamente vigentes, y establecen
la diferencia entre una democracia deliberativa y la democracia refrendaria
(plebiscitaria) que se mantiene todavía en el territorio de las utopías.
El segundo aspecto abordado en el informe es el relacionado con el papel de
los medios de comunicación en la conformación de la opinión pública. En 1980,
en consonancia con los regímenes autoritarios, los medios de comunicación
funcionaban como instrumentos de control social del poder estatal. Televisa
y sus noticieros en México, el diario El Mercurio en Chile simbolizaban en el
espacio público latinoamericano, la supeditación del discurso informativo al
discurso oficial. La represión militar y policíaca se ensañaba contra la prensa
independiente.
En este aspecto también, las transformaciones operadas en el ámbito de los
medios masivos han modificado profundamente el carácter de la comunicación
política en el seno de la sociedad. En efecto, los medios constituyen hoy por hoy
el espacio privilegiado en donde se debaten los asuntos de interés público. La
mediatización de la esfera pública ha provocado la subordinación del discurso
político a los formatos establecidos por la industria de los medios. La política se
ha transformado en videopolítica (Sartori, 1992 y 1998), las contiendas electo-
rales transitan por los márgenes estrechos de la mercadotecnia política. En este
contexto, la noción de la prensa como “cuarto poder” que los autores del Informe
utilizaron para ilustrar el papel de los medios como un “contrapoder” al gobierno
y otras autoridades establecidas, ha quedado ampliamente rebasada. En palabras
de Ramonet (2002), el poder mediático constituye actualmente el segundo
poder, solamente atrás del económico, aunque estrechamente vinculado con él:
“el poder mediático hoy combina poder económico y poder ideológico”.
Empero, en forma paralelo y a veces a contrapelo, el comportamiento de
los medios ha evidenciado también modificaciones positivas. De la sujeción
casi absoluta al autoritarismo del Estado, los medios experimentan un proceso
creciente de autonomía, De la censura y autocensura como elementos defini-
torios de su criterio editorial, los medios se han venido constituyendo, si bien
en forma desigual y bajo la presión ciudadana, en espacios abiertos a la crítica
y al debate social.
El tercer aspecto se refería a las herramientas metodológicas utilizadas
para identificar y definir la existencia de la opinión pública. Para los autores,
las encuestas representaban un instrumento del poder para detectar el pulso
de la opinión pública, detectar sus demandas, conocer sus percepciones y en

334 • Francisco de Jesús Aceves González


el marco de las contiendas políticas, el instrumento que permitía anticipar
pronósticos electorales. Veían a la encuesta como el método para condensar
las opiniones que albergaba una sociedad atomizada. Sus resultados eran para
consumo interno de los patrocinadores, que los guardaban celosamente de la
vista del público.
Ha sido Wolton (1992), en un clarificador artículo, quien ha identificado
a los sondeos de opinión, como la expresión visible de la opinión publica,
ubicándola como uno de los elementos que constituyen el proceso de la comu-
nicación política en interacción con los actores políticos y los medios masivos
de comunicación. Hay que indicar que este modelo conceptual dinamitó las
concepciones arraigadas a una comunicación política encadenada por una
comunicación unidireccional y vertical. La prensa ha dejado de ser “la voz de
los sin voz”, porque éstos han encontrado su propio canal de expresión en los
sondeos y las encuestas.
Su poder es tal que ha logrado derribar gobiernos, determinar políticas
públicas y frenar el abuso del poder frente a los derechos de los ciudadanos.
Los políticos han resentido la fortaleza de esta expresión pública y alertan sobre
los riesgos de caer en la “encuestocracia”
En el tercer apartado, intitulado “opinión publica mundial” los autores del
Informe naufragan en la concepción de un mundo altamente departamenta-
lizado. Para ellos, la opinión pública mundial consistía en la identificación de
problemas similares en los diversos países. La opinión mundial se conformaba
de cara a lo nacional. De todas las miradas del Informe, ésta ha sido la que
ha experimentado las mayores transformaciones. Su visión corresponde a la
visión del mundo antes de la Internet. Ante el desarrollo incontenible de los
nuevos movimientos sociales, pacifistas, antinucleares, por los derechos civiles,
estudiantiles, ecologistas, feministas, etc., el documento reconocía que “la opi-
nión publica mundial está todavía en su fase inicial”, y aseguraba el desarrollo
progresivo de estas formas de expresión.
Aunque por otra parte insistía en su visión apocalíptica de los medios. “Las
fuentes de información son limitadas y solo se expresa un punto de vista, el
público queda manipulado por la propaganda” escribieron en el más puro espí-
ritu Orwelliano, sin embargo basta un poco de navegación por el ciberespacio
para verificar la enorme diversidad de fuentes para acceder ante casi cualquier
asunto a una significativa variedad de versiones. A diferencia de hace 25 años,
cuando la información era férreamente controlada, ahora, en cuestiones de
conocimiento, el que busca encuentra.

Opinión pública y transformación del espacio público en América Latina: • 335


del informe MacBride a la red Indymedia
A lo que asistimos hoy, en palabras de Keane (1997) es a la transformación
estructural del espacio público. La configuración dinámica y sucesiva de micro,
meso y microespacios públicos, derivados de la calidad y dimensión de los
asuntos, acontecimientos que actúan como sus detonantes. Un levantamiento
focalizado en las selvas chiapanecas, tiene repercusiones directas en el parlamento
europeo, y los grupos zapatistas proliferen virtualmente por la red. INDYMEDIA
distribuye globalmente las noticias que solamente circulaban por los conductos
panfletarios de la “comunicación alternativa”. Asistimos a la desterritorialización
de las demandas, a la globalización de los movimientos, entre éstos el anti-glo-
balización. Es decir, a la configuración del ciberespacio público.

¿Hacia una sociedad de la información?

En 1990, en un artículo escrito por el décimo aniversario del Informe, Márques


de Melo documentaba la escasa relevancia que habían otorgado al documen-
to diversos sectores sociales (intelectuales, políticos, medios) y su casi nulo
impacto en el ámbito de académico y en las decisiones gubernamentales. En
otras palabras, el informe MacBride no penetró a la opinión pública, no llegó
a convertirse en asunto de su interés. Y aunque Marqués de Melo reconocía la
vigencia de los objetivos del Informe criticaba que en lo relativo a las políticas
de comunicación, en el documento “predominó una visión estatizante, en
detrimento de la postura dirigida al fortalecimiento de la sociedad civil”.
Empero, habría que señalar, que en lo relativo a la opinión pública, esta
visión estatizante no se observa. Por el contrario, en el colofón del capítulo, bajo
el rubro “mas allá de los conceptos de público y opinión pública”, los autores
del Informe visualizan, que la superación del desequilibrio informativo y la
modificación del modelo vertical y autoritario imperante en los flujos comu-
nicacionales, solo será posible a condición de asignar “una mayor preeminencia
al concepto de participación de los ciudadanos”.
A 26 años del Informe, las transformaciones en el espacio público latino-
americano a que hemos aludido, han modificado sustancialmente las con-
diciones en que se desarrollaban los procesos de la opinión pública. Escasas
son las correspondencias, pues, entre la descripción del fenómeno realizado
por los autores del documento, con las circunstancias actuales. No obstante,
habría que reconocer su lúcida anticipación y su visión utópica, al convocar
como un requisito indispensable, la participación ciudadana, para “fomentar
la transformación de un público pasivo, sometido a fuerzas y a medios de co-

336 • Francisco de Jesús Aceves González


municación social dominantes, en una verdadera comunidad… en un público
que no se contente con ser espectador y testigo pasivo de las actividades ajenas”
(MacBride, 1980, p. 346).
En diciembre de 2003, con la asistencia de más de 11,000 representantes
de 175 países se realizó en la ciudad de Ginebra, la primera fase de la Cumbre
Mundial sobre la Sociedad de la Información. Promovida por la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), la Cumbre Mundial reconocía las asignaturas
pendientes del Informe MacBride en el ámbito de la información internacional.
En su Declaración de la Sociedad Civil identifica las nuevas características de
la asimetría informacional:

La desigual distribución de las Tecnologías de la Información y la Comunicación


(TIC) y la falta de acceso a la información que tiene una gran parte de la población
mundial, fenómenos que suelen denominarse brecha digital, son de hecho una
expresión de nuevas asimetrías en el conjunto de brechas sociales existentes. Éstas
incluyen las brechas entre el Norte y el Sur, los ricos y los pobres, los hombres y
las mujeres, las poblaciones urbanas y rurales, aquellos que tienen acceso a la in-
formación y aquellos que carecen del mismo. Dichas disparidades pueden verse no
sólo entre las diferentes culturas, sino también dentro de las fronteras nacionales.
(Declaración, 2003, p. 7).

Propugna por garantizar el acceso universal, en virtud de su condición fun-


damental para el desarrollo humano. Reinvindica, el derecho del individuo a la
libertad de opinión y expresión, así como su derecho a recibir informaciones
y difundirlas por cualquier medio. Finalmente destaca la participación funda-
mental del ciudadano en la construcción de una sociedad democrática.

Es necesario incorporar una perspectiva democrática en las sociedades de la infor-


mación y la comunicación en las que la información es crucial para los ciudadanos
y las ciudadanas, a fin de poder adoptar decisiones basándose en el conocimiento
de las alternativas y las oportunidades. La información y la comunicación son los
cimientos de la transparencia, el debate y la adopción de decisiones. (Ibid: 21).

A 26 años del Informe, esa transformación del público “espectador y testi-


go pasivo” en un público “ciudadano y participativo” se advierte cada día y se
materializa de forma contundente en los registros estadísticos de las encuestas
y en las movilizaciones estimuladas por la sociedad civil.

Opinión pública y transformación del espacio público en América Latina: • 337


del informe MacBride a la red Indymedia
Bibliografía
Aguilar, L. F. (1987, octubre/diciembre). Una reconstrucción del concepto de opi-
nión pública, Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, No. 130.
Castells, M. (1999). La era de la información: El poder de la identidad (Vol. II., Cap.
6). México: Siglo XXI editores.
Davison, P. W. (1968). Enciclopedia de las Ciencias Sociales (Vol. Opinión Pública).
Sociedad Civil de la CMSI. (2003). Construir sociedades de la información que
atiendan a las necesidades humanas, Declaración de la sociedad civil en la
Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información.
Habermas, J. (1981). Historia y critica de la opinión pública: La transformación
estructural de la vida pública (1ª. ed. en alemán). Barcelona, España: Gus-
tavo Gilli.
Katz, Elihú & Lazarsfeld. (1979). La influencia personal. Barcelona, España:
Hispano Europea.
Keane, J. (1997, enero/abril). Tranformaciones estructurales de la esfera pública,
Estudios Sociológicos.
Lazarsfeld, P., Berelson, B. & Gauset, H. (1962). El pueblo elige: Estudio del proceso
de formación del voto durante una campaña presidencial (1ª. ed). Buenos Aires,
Argentina: Editorial Paidós.
Luhmann, N. & Rafaelle, G. de. (1993). Teoría de la sociedad. México: Universidad
de Guadalajara/UIA/ITESO.
MacBride, S., et al. (1980). Un solo mundo, voces múltiples: Comunicación e infor-
mación en nuestro tiempo. México: UNESCO/FCE.
Marques de Melo, J. Comunicación y poder en América Latina.
Las ideas de MacBride en el ocaso de la guerra fría, TELOS, Num. 33.
McCombs, M. & Shaw, D. (1972, summer). The Agenda‑setting Function of Mass
Media, Public opinion quarterly, No. 36.
Price, V. (1994). Opinión Pública. México: Universidad de Guadalajara/DOP-
SA/PEAC.
Ramonet, I. (2002, agosto). Entrevista con Ignacio Ramonet, Granma.
Sartori, G. (1992). Elementos de teoría política. Madrid, España: Alianza Univer-
sidad Textos.
Sartori, G. (1998). Homo Videns: La sociedad teledirigida. México: Taurus.
Thompson, J. B. (1998). Los media y la modernidad. España: Paidós Comunicación.
Wolton, D. (1992). La comunicación política: construcción de un modelo, El
Nuevo Espacio Público. España: Ed. Gedisa.
Wright, C. (1978). La elite del poder. México: Fondo de Cultura Económica.

338 • Francisco de Jesús Aceves González


Quinta Parte
Cultura e identidad:
casos de estudio

3
Capítulo 16

Adolescencia sin Otredad: Identidad y


Comunicación
Pedro Octavio Reyes Enríquez
Miguel Ángel Córdoba Zamudio
Universidad Cristóbal Colón

La soledad es el fondo último de la condición humana.


El hombre es el único ser que se siente solo
y el único que es búsqueda de otro.
Octavio Paz

En el presente trabajo se analiza un fenómeno que puede presentarse en


la adolescencia denominado “adolescencia sin otredad”, en el que por
momentos el adolescente se visualiza en la dinámica y feroz lucha por
su autodeterminación; en la búsqueda de su identidad, autonomía e
individualidad. Durante este proceso parece experimentar un aislamiento
y una separación de su contexto primario de formación (familia), para
refugiarse principalmente en el grupo de amigos y en los medios de
comunicación; asimismo, manifiesta una sensación de vacío, de soledad,
de un sin sentido de la vida, enfrentando su tiempo de desarrollo sin la
presencia de los otros (principalmente padres), inclusive desea estar sin
ellos, sintiéndose poco apoyado por su entorno. En este lapso los medios
de comunicación ocupan un lugar especial, pero también se derivan otros
comportamientos que se describen en este trabajo, que es resultado de
la investigación realizada en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río,
en el Estado de Veracruz, durante 2004 y 2005.

* Director de las Licenciaturas en Ciencias de la Comunicación e Historia del Arte de la Univer-


sidad Cristóbal Colón, coordinador del proyecto de investigación-acción “Programa diocesano
de lucha contra las adicciones”. Correo: preyes@aix.ver.ucc.mx
** Jefe del Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación en América y catedrático de la Licen-
ciatura en Psicología de la Universidad Cristóbal Colón. Correo: macz@aix.ver.ucc.mx
In the following paper we will analyze a phenomenon which may occur
during adolescence, and which we will name “An adolescence without the
presence of others”, where an adolescent, from time to time, tends to visualize
oneself in a fierce and dynamic struggle to obtain one's selfsufficiency, identity,
autonomy and individuality. During this process one seems to experimence
isolation, or rather, separation from it's primary contexts. In this difficult
moments the adolescents are under a lot of pressure, which, in turn, it is
manifested in loneliness, a life without a cause and a growth of oneself which
is not supported by any members of an adolescent's surrounding (parents,
friends). A wish of loneliness and helplessness might be created within oneself.
In this particular period of life, the means of communication strive to take
a special place. Apart from that, there are other components and/or factors
which will be described in this paper done with the sole purpose for the co
- urban zone of Veracruz and Boca del Rio. It is based on the methodological
factors elaborated which were conducted in a project entitled: “Media and
Health: the voice of the Adolescents”

Introducción

A lo largo de dos años de estudio y convivencia con los adolescentes de la zona


conurbada Veracruz-Boca del Río, se ha observado fenómenos importantes
como el incremento en el consumo de sustancias adictivas, principalmente
alcohol y tabaco; un interés menor en las actividades escolares, mayor disposi-
ción a pasar más tiempo en actividades de ocio, así como dependencia a nuevas
opciones de comunicación: Internet, celulares, chat y correo electrónico; sin
embargo, un fenómeno resalta por encima de todos los anteriores, al cual se le
ha dado poca atención, pero que abarca a muchos con consecuencias aún no
muy claras, se trata de la vivencia de una adolescencia sin otredad.
Aquí, la ‘otredad’ es entendida como “los otros”, el grupo de afuera (Fossaert,
en Gall, 2004); aunque es un concepto polisémico, usado en diversos campos
como en Filosofía, poesía, Psicología, Antropología y Sociología, entre otros. En
este análisis, se parte del principio de otredad, en donde el adolescente considera
al otro como parte externa de él, ajeno a su actuar, valorándolo a partir de sus
propios principios y valores (Montero, 2001). Ésta también se manifiesta con
un deseo de convivir con los miembros de su entorno, pero por la forma de
visualizarlos se le dificulta hacerlo (Flores, 1999).
Es necesario aclarar que esta investigación nació con el objetivo inicial de
conocer si los medios de comunicación incidían en la salud de los adolescentes.

342 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


Una vez alcanzado el objetivo y realizado los reportes correspondientes, se
observó que la información generada era amplia; además, saltaron otras varia-
bles que afectaban la vulnerabilidad del adolescente, por lo tanto, fue preciso
profundizar en este fenómeno.
La forma en cómo son valorados los medios de comunicación y cómo afectan
la salud depende también de la relación que establece el individuo con su medio
y consigo mismo, aspecto que también se muestra en este trabajo.

Metodología utilizada

El instrumento metodológico utilizado aquí es resultado del proyecto “Medios


y Salud: la voz de los adolescentes”, elaborado por Rafael Obregón, Robert
Valdez y Cols. (2001) para la OPS, proyecto Comsalud.
Las técnicas de recopilación de la información fueron la encuesta y el grupo
focal. Se aplicaron 1,200 cuestionarios, divididos en población de nivel secun-
daria, bachillerato, estudios técnicos y no escolarizados, con 300 en cada sector.
La muestra de la encuesta también se determinó por segmentos de población
a partir del nivel socioeconómico de los padres, entonces, de las 300 encuestas
aplicadas en las secundarías, 100 se aplicaron a población de bajos ingresos (un
ingreso menor a tres salarios mínimos), 100 a nivel medio (un ingreso entre tres
y siete salarios mínimos) y 100 a nivel alto (más de ocho salarios mínimos), de
igual forma con los otros niveles escolares.
Se organizaron 24 grupos focales, en población de nivel secundaria, bachille-
rato, nivel técnico y adolescentes no escolarizados, dividiéndose por género con
seis grupos en cada uno. Es importante señalar un sesgo: Si bien las escuelas en
donde se aplicaron los estudios se eligieron por el nivel tanto socioeconómico
como de escolaridad, los encuestados y participantes en el grupo focal fueron
elegidos por los directivos de estas instituciones. Al cuestionario original, ela-


Los dos primeros reportes fueron publicados en la Revista Académica de la Universidad Cristóbal
Colón, en los números 18 (Enero-Junio, 2004) y 19 (Julio-Diciembre, 2005). Los trabajos se
titularon “Medios y salud pública: La experiencia inicial Veracruz-Boca del Río” y “La familia como
factor de protección contra la farmacodependencia y conductas de riesgo”, respectivamente,
elaborados por los autores del presente texto.

Se agradece el apoyo metodológico de la Red Iberoamericana en Familia y Medios de Comu-
nicación (Famecom).

La metodología de ese estudio realizado a nivel Latinoamérica se puede revisar en la siguiente
página electrónica: http://www.paho.org/Spanish/AD/FCH/CA/VozAdolescentes.pdf

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 343


borado por el Proyecto Comsalud (Obregón y Cols., 2001), se le agregaron 40
reactivos más, con algunas adaptaciones semánticas, igualmente se tomó como
base las variables de los grupos focales elaboradas para este estudio.
La estrategia de análisis de los grupos focales se apoyó principalmente en la
utilizada por Coffe y Atkinson (2003). Primero, se desarrollan las categorías de
análisis y éstas se relacionan con experiencias, confidencias, reflexiones y críti-
cas de los sujetos que participan en el grupo focal; posteriormente, se elabora
una matriz en donde el discurso se clasifica de acuerdo con cada categoría de
estudio y se analiza.
La teoría utilizada en la interpretación de los discursos es la cognoscitiva,
la cual considera que los procesos mentales sirven para convertir sensaciones y
percepciones en impresiones organizadas de la realidad (Gerrig y Cimbrado,
2005). En este enfoque, el sujeto se construye a partir de la interacción social
que establece y del entorno de ideas que lo rodean, por lo tanto, el papel del
individuo es fundamental en la definición de su identidad. Los grupos focales
fueron realizados e interpretados por los autores.

Las amistades no responden a sus expectativas

Tradicionalmente, se considera que en la adolescencia (etapa de vida que de


acuerdo con la Organización Mundial de la Salud comprende entre los 10 y
los 19 años) el sujeto amplía su círculo social y la relación familiar comienza
a debilitarse (Aguirre Baztán, 1998). El individuo inicia un proceso de inde-
pendencia respecto a sus padres, lo que genera ajustes y problemáticas en la
personalidad, consecuentemente, conductas de riego. Aparentemente, al ámbito
familiar lo va supliendo con su círculo de amigos, pues cree que éstos siempre


El estudio originalmente (Diseñado por Obregón y Cols, 2001) toma como base cinco va-
riables: acceso a los medios, usos de los medios, información sobre salud en medios recibida
por los adolescentes, percepciones sobre la información relacionada con temas de salud, usos
de la información relacionada con la salud; sin embargo, debido a los intereses del equipo de
investigación de la Universidad Cristóbal Colón y a los datos que arrojaron las pruebas pilotos,
fue necesario agregarle otras dos variables más: deserción social del adolescente y percepción de
su relación con el entorno.

La adolescencia no se reduce a una etapa cronológica, es una etapa de cambios físicos y cog-
noscitivos, en donde el sujeto tiene que enfrentar nuevos retos sociales y personales; además de
terminar de conformar su identidad (Gerrig y Cimbrado, 2005).

344 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


estarán con él, sobreestimando la dimensión de la amistad, como lo relataron
en los grupos focales realizados:

Pienso que mis amigos siempre estarán conmigo, la amistad es para toda la vida,
y creo que yo al igual que ellos daría todo lo que pudiera si tuvieran algún proble-
ma. Claro, hablo de mis amigos cercanos, de ésos que lo ayudan a uno en todo y
siempre que pueden.
Gisela, 15 años, 2º de secundaria,
nivel socioeconómico (NSE) de los padres alto.

Sin embargo, en este estudio se observa que a pesar de que el círculo social se
va ampliando, no responde a las expectativas del propio adolescente, en donde
él espera más afecto e incondicionalidad:

En la secundaria tengo igual de amigos que en la primaria, casi son los mismos,
conozco más gente eso sí, voy a más lados, ya no estoy pegado tanto a mamá, pero
a mis compañeros no les tengo confianza, ellos no me ayudan en todo, al contrario,
a veces se la pasan molestándome, yo hago lo mismo también, los “friego” cada vez
que puedo, pero amigos amigos en quién confiar, pocos… nada más Juan, y hasta
eso, luego anda de marica contando cosas que le he dicho.
Saúl, 14 años, 2º de secundaria, NSE de los padres medio.

Cada ruptura con quienes ellos consideran amigos implica un nuevo ajus-
te, que muchas veces puede orillar a estados de depresión. Lo mismo sucede
cuando hay noviazgo, se idealiza demasiado la relación, se considera que la
pareja estará siempre al lado. Se observó también que en estas relaciones algu-
nas veces se da la violencia (pueden ser daños físicos, emocionales o sexuales),
en donde ni siquiera los mismos protagonistas la perciben; generalmente, el
proceso se observa como normal, ya que es “común que el novio sea celoso”


El concepto de amistad para los adolescentes estudiados era sinónimo de incondicionalidad.

Los datos completos de los informantes se omite por cuestiones de confidencialidad.

En la zona de estudio generalmente se utiliza el término ‘noviazgo’ para denotar una relación
amorosa que establecen dos personas adolescentes, en la que puede haber relaciones sexuales.
Tradicionalmente, se hacía con la finalidad de conocerse y con el tiempo casarse, hoy en día es
permitido establecer la relación por el simple hecho de tener una compañía a la cual se considera
que se quiere sobre todas las demás personas.

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 345


(Jovita, 17 años, bachillerato), lo que permite cualquier tipo de reclamo; pero
como señala Aldame (2003), posteriormente se puede convertir en un insulto,
sometimiento, golpes y violencia sexual.
En la investigación, el 18 % de las entrevistadas declararon haber sufrido
algún tipo de violencia y en los grupos de discusión se observó que ésta no
siempre era percibida como tal. Actitudes y comportamientos que atentan
contra la integridad física o emocional no se consideran dañinos, quienes lo
viven señalan que son parte del proceso de la relación, la violencia dentro del
amor se encuentra naturalizada. El dato anterior contrasta con otros obtenidos
por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y el
Instituto Nacional de las Mujeres (2004), quienes señalan que un 44 % de las
mujeres de nuestro país ha sufrido algún tipo de violencia alguna vez por parte
de su novio, esposo o compañero.
Cuando la violencia excede lo que el adolescente puede soportar, o bien,
éste se percata de que la situación lo rebasa y no sabe qué hacer, la relación no
siempre se rompe, continúa, lo cual genera soledad; pueden tener acompa-
ñante, pero no compañía, por lo tanto, la afectividad que desea gozar no se ve
satisfecha. En estos casos, el individuo entra en una dinámica contradictoria
que va del amor al miedo y viceversa.
El anhelo de encontrar una pareja llega a veces a ser el máximo deseo de
los y las adolescentes, y no solamente por cubrir la afectividad, también es un
elemento que le da estatus ante los demás miembros de su grupo. El hecho de
tener pareja implica dentro de su imaginario ser bien valorado por sus amigos.
Una de las preguntas del cuestionario iba dirigida a los adolescentes que decla-
raban no tener novio(a): “¿Te gustaría tener novio(a) en este momento de tu
vida?”; un 67% de los adolescentes de 10 a 14 años contestó que sí, un 83%
los de 15 a 18 años contestó también afirmativamente.
Existen trabajos (Guadarrama, Valero y Brito, 2004) que consideran
a las relaciones de pareja en los adolescentes como una conducta de riesgo,
sobre todo, cuando éstos llegan a la experimentación de dicha conducta sin
una formación previa, sin idea del sentido, significado y fines del noviazgo,
lo que por desgracia es lo más común en nuestro entorno. Por otro lado, si
esto lo contrastamos con el hecho de que parte de la información sobre las
relaciones de pareja la obtiene de lo que proyecta la televisión a través de
telenovelas juveniles, cargadas de escenas de celos, lucha y violencia justificada
por el amor, traiciones, seducciones, permisividad para múltiples parejas y
encuentros sexuales, se coloca al adolescente actual en lo que denominamos

346 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


condiciones de riesgo, por todo lo que puede generar el asumir y reproducir
estos modelos mediáticos de conducta: embarazos no deseados, aborto, de-
presión, infecciones de transmisión sexual (ITS); violencia psíquica, física y
sexual.
La información que dan varios medios de comunicación pretende simplificar
la realidad y vender datos cuyo fin es atraer la atención del lector, no informarlo
de una manera clara, vasta ver algunos títulos que las revistas juveniles ofertan:
“10 tips para ligar al hombre de tu vida”, “Descubre si tu hombre ideal te es
fiel” o “¿Es tu pareja ideal?”. Si consideramos que uno de los mejores métodos
anticonceptivos y de prevención del VIH es la información, es necesario re-
plantear cuáles son las fuentes de consulta de los adolescentes; de lo contrario,
el grupo de edad en estudio seguirá siendo el que más riesgo tiene de generar
embarazos no deseados, abortos e ITS. De acuerdo con Onusida, el 50% de las
nuevas infecciones de VIH se produjeron en el grupo de edad de 10 a 24 años
(Ramos Cavazos y Cantú Martínez, 2003).
Las características en las amistades que buscan los jóvenes, según Hurlock
(1995), son muy distintas a las del niño y el adulto. Se buscan aquellos sujetos
en quienes “se pueda confiar y de quien sea posible depender, alguien con
quien se pueda conversar y cuyos intereses sean similares a los propios” (1995,
p. 133), incluso, la apariencia es importante, debe ser afín a los intereses del
sujeto, no idéntica, pero que en ella se vea reflejada el contexto cultural de la
mayoría de los adolescentes.
Hurlock (2001) señala que idealizan a los amigos, les atribuyen aspectos
que realmente no tienen, hay un enamoramiento del otro; esta situación muy
pronto provoca rupturas por el hecho de no poder profundizar en las relaciones
de amistad. El adolescente considera que el amigo debe dar todo por él como
él mismo lo haría y ser su confidente que guarde todos sus secretos, siempre
disponible para él, incluso que sustituya el papel de la familia. Los amigos
posibilitan la independencia emocional del círculo familiar. En la sociedad ve-
racruzana, para los jóvenes es difícil encontrar amigos con esos atributos, pues
como señala Conger (1999, p. 70): “Los adolescentes desean que sus amigos
sean leales, dignos de confianza y constituyan una fuente de apoyo en cualquier
crisis emocional”, pero este tipo ideal no es fácil de encontrar:

Amigos de la flota tengo muchos, pero no se puede confiar en ellos, quisiera... es


que mire, no son flota, para el desmadre todos son buenos, pero ni uno es chitón
(callado)... cuando realmente hay broncas serias, cada quien se rasca con sus propias

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 347


uñas, a veces se siente uno “remal”, pero así es... quisiera tener amigos amigos, pero
todos son bien cabrones...
Ramiro, 15 años, secundaria, NSE de los padres bajo.

El adolescente desea que su amigo sea un ser perfecto, alguien incondicio-


nal y que le satisfaga sus necesidades afectivas, lo que suelen trasladar a quien
será o es su pareja. En la medida en que está más tiempo desvinculado de su
familia, esto se refuerza, busca que aquellos elementos que no son satisfechos
en el hogar sean realizados en otros lugares.
Las amistades para él adolescente son algo fundamental, en parte, éstas
orientan su vida y la van conformando. Si uno lee autores de los 80 (Mckinney,
Fitzgerald, Strommen, entre otros), o anteriores, que escriben sobre la ado-
lescencia, ellos concentran capítulos importantes sobre las formas de amistad
y de cómo éstas muchas veces llegan hasta determinar la vida del sujeto. Sin
embargo, actualmente se puede observar cómo las relaciones de amistad se
van modificando, están mediadas por distintos procesos como son los medios
de comunicación, en donde las nuevas tecnologías obligan o permiten otras
formas de establecer lazos afectivos, con lo que no se puede todavía establecer
un juicio y decir que son peores o mejores que antes, ni hacer una evaluación
para considerar que son perjudiciales o benéficos.
Las generaciones que utilizan las nuevas tecnologías para relacionarse –chat,
teléfono celular, correo electrónico, servicio MSN, etcétera– son muy recientes. En
Veracruz, la llegada de la Internet se da en 1996 y los primeros servicios de chat
públicos surgen en 1998, aunque su uso se vuelve más cotidiano entre los jóvenes
a partir de 2001, cuando el servicio aparece por distintos puntos de la ciudad.
Así, se observa que un importante vínculo con los amigos son los medios
de comunicación y las nuevas tecnologías. Las opiniones sobre comunicarse
a través de estos medios son claras, para ellos es más práctico, por lo que los
adolescentes de 10 u 11 años los usan cotidianamente. Ahora, el aspecto que
se encuentra dividido es el de establecer relaciones afectivas exclusivamente o
predominantemente por estos medios. Algunos jóvenes dicen que es “malo”,
que “no tiene chiste”, otros aseguran que es “buen principio” o una forma de
“prolongar una amistad”; el mismo joven que dice que “están mal las relaciones
por Internet” reconoce que depende de ellos y que conoce casos de personas que
se han conocido por medio de la Internet y después se han casado; otros más
aceptan haber tenido noviazgos exclusivamente por este medio y que inclusive
se llegaron a enamorar.

348 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías son un espacio en
donde los jóvenes establecen relaciones, buscan amistades, prolongan relaciones,
buscan modelos ideales de amor y sexualidad que les sirven como referentes
en su vida cotidiana.

Ruptura con los padres

Se observó también a adolescentes que tratan de independizarse completamente


de la autoridad de los padres, situación que regularmente no logran, pero siguen
anhelando. Esto va a marcar nuevas formas de relacionarse con ellos, que gene-
ralmente tienden a ser más impersonales, en donde se busca que el lazo afectivo
sea menos fuerte. Aguirre Baztán (1998) señala que el adolescente “huye” de su
niñez, al considerar que ésta lo ata y limita a normas y comportamientos que
no le permiten independizarse y encontrar su identidad.
Sus modelos de identificación en la mayoría de los casos ya no son sus
padres (o bien, quienes lo criaron: abuelos, tíos, tutor, etcétera), generándole
conflictos al interior de su ámbito familiar, incluso llegan a desdeñar todo lo
que apreciaban en su niñez, incluyendo a sus figuras paterna y materna, de
quienes hasta se llegan a burlar, esto en gran parte como una señal de indepen-
dencia y libertad (Aguirre Baztán, 1998). En lo general, los jóvenes tienden a
desarrollar un sentimiento de divergencia hacia el mundo, y entre menos edad
tengan y socialmente se encuentren menos favorecidos, su postura tiende a ser
más radical (Brito, 2002):

La verdad, mis padres no son lo que yo quisiera, cometen muchos errores, mi padre
no gana mucho y mi madre es floja, sí trabaja, pero en las tardes se la pasa viendo
la televisión, y los domingos se pone a platicar con sus comadres…
Saúl, 16 años, 3º de secundaria, NSE de los padres bajo.

El adolescente se aleja de los “otros” que un día contribuyeron a formar su


identidad y los niega como parte de su modelo de vida. Va buscando nuevos
modelos de comportamiento, provocando que se distancie de los lazos afectivos
de su niñez, y sustituye la figura de los padres por otras que pueden ser desde
amigos de sus padres hasta familiares cercanos, líderes de barrio, deportistas o
estrellas del mundo del espectáculo reales o ficticios; esto último muchas veces
no lo llega a aceptar, pero se refleja en su comportamiento o en su forma de
vestir y hablar.

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 349


Dentro del estudio realizado a la población adolescente, se exploró la diná-
mica de interacción entre los miembros de la familia, así como la conformación
de las familias en las que los adolescentes se encuentran integrados. Un punto
de indagación se ubicó respecto a si habían tenido conflictos (peleas o discu-
siones) en su casa en los últimos seis meses, el 54% contestó que sí, y cuando
se les preguntó con quién, éstos fueron los resultados:

Cuadro 1
Conflictos de los adolescentes en los últimos seis meses

Persona con la que se tuvo el conflicto %


Papá 34
Mamá 36
Hermanos 12
Tíos 3
Abuelos 2
Otros familiares 4
Otras personas 4
Sin conflicto 46
Fuente: Encuesta Adolescencia sin otredad, 2005.

El adolescente desea actuar libremente, imponiendo sus propios objetivos


y haciendo lo que le agrada, lo cual también muchas veces le genera rupturas
con el ámbito familiar; dependiendo del tipo de padres que tenga. Si son per-
misivos o indiferentes, el problema tal vez sea menor, pero si son autoritarios,
definitivamente el conflicto será mayor. En el siguiente cuadro (2), elaborado
a partir del guión de entrevista de Otero-López (1997), se muestra el grado de
permisibilidad que tienen los adolescentes:

Cuadro 2
Autonomía del adolescente de acuerdo con el tipo de actividad que realizan

Necesito Sin
Actividades Prohibido permiso Yo decido No sé contestar
Tener novio 24.1 13.9 49.1 9.3 3.7
Fumar 78.7 2.8 15.7 1.9 0.9
Salir con amigos 2.8 88.9 7.4 0.0 0.9
Beber alcohol 75.0 9.3 11.1 3.7 0.9
Vestir como quieras 2.8 11.1 84.3 0.9 0.9


Podían contestar con más de una opción.

350 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


Necesito Sin
Actividades Prohibido permiso Yo decido No sé contestar
Llegar tarde 26.9 65.7 2.8 3.7 0.9
Tatuarse 77.8 13.9 5.6 1.9 0.9
Tener relaciones sexuales 57.4 6.5 22.2 13.0 0.9
Teñirse el cabello 39.8 36.1 17.6 5.6 0.9
Fuente: Encuesta Adolescencia sin otredad, 2005

Los adolescentes entonces dejan de identificarse plenamente con los valores


familiares y sociales (Aguirre Baztán, 1998), en algunos casos quieren romper
con ellos. Muchas veces actúan precisamente en contra de estos valores con la
intención de reafirmarse, desarrollando conductas de riesgo, pudiendo ser éstas
hasta delictivas. Desde luego, los padres ante este tipo de conducta tienden a
cuestionar las actitudes de los hijos. Si bien algunas veces están conscientes de
que su hijo está sufriendo cambios y que dejará de actuar como lo hacía antes,
sin embargo, se les hace difícil sobrellevar esa situación y muestran una actitud
de rechazo.
Todo lo anterior les genera soledad y estados de estrés al adolescente, que
pueden derivar en complicaciones serias, por supuesto que esto último no
siempre sucede, a veces es sólo un ajuste que supera. El adolescente, ante esa
sensación de estar solo, se vuelve más vulnerable y sensible, generando que sus
sentimientos no siempre los comparta por el temor de salir lastimado, aislán-
dose de los demás.
Es conveniente mencionar que cuando los padres son totalmente permisivos,
su actuar no se traduce en hijos que se sientan comprendidos, muchas veces es
contraproducente, ya que para autores como Moreno Kena (2003) y Velasco
Fernández (2001 y 2003), e instituciones como el Conadic y el Cenati, es un
factor de riesgo que puede ser una causante de alguna adicción a las drogas.
Sin duda, el adolescente demanda libertad, pero también es indispensable que
se le ponga límites. En los grupos de discusión esto salía a la luz:

Hay profes que de plano no están interesados en tenernos quietos, dicen que a
ellos les vale; llegan, medio dan la clase para cubrir el tiempo, se ponen a leer y se
van… Y es que como todos los compañeros gritan, avientan cosas, entonces nadie
pone atención y no aprendemos, eso no se vale, deben actuar, como otros maestros
que ésos desde que entran ponen quietos a todos. En la casa pasa lo mismo, mire,
cuando a mi hermano lo dejan que haga lo que quiera, hace de las suyas, así era mi

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 351


mamá con él, pero lo mandaron con mi abuela, y hasta trabaja y estudia, pero ella
se lo trae bien “cortito”, ya no hace lo que se le antoja…
Laura, 17 años, estudiante de 1º de bachillerato,
NSE de los padres medio.

Algunos adolescentes mencionaron que a veces sus propios padres son


completamente permisivos y en otras ocasiones muy estrictos, incluso para la
misma actividad, lo que genera confusión, además de que visualizan las normas
familiares como un capricho paterno. Lo cierto es que la relación con los padres
en la adolescencia se modifica, originando esto un desajuste tanto en el hijo
como en el padre, pues el primero no sabe cómo actuar y el segundo no sabe
muchas veces cómo tratarlo.

Deserción social del adolescente

Brito (2002) considera que la tendencia social actual es que en lugar de


insertar al joven a la sociedad, hay una “deserción social”, ya que los adoles-
centes están desertando de la escuela, la familia y de las demás instituciones
tradicionales.
Para Hurlock (2001), existen “adolescentes sociales” que actúan conforme
a las normas, tienen un desempeño esperado por el grupo y están satisfechos
por actuar de acuerdo con lo que los demás esperan de él; para la autora
antes mencionada, también hay “adolescente asociales”, quienes no pueden
adaptarse a la norma del contexto debido a falta de competencias sociales; por
otro lado está el “adolescente antisocial”, el cual se encuentra consciente de lo
que el grupo espera de él, pero por circunstancias personales actúa en contra.
Efectivamente, hay adolescentes que no pueden integrarse a su grupo, que no
están capacitados para la convivencia, debido a que desde niños permanecen
en poco contacto con los padres, lo que les genera dificultades para convivir
en comunidad (Hurlock, 2001).
Así, aunque tengan un guía para adquirir formas de comportamiento social
y aprendan a relacionarse, éste no puede convertirse de manera automática en
un adolescente socializado. En lo general, el hecho de que de niño tenga poco
contacto con los miembros de su entorno familiar y poca satisfacción en su in-
fancia genera que tenga escasa motivación para las actividades sociales. Entonces,
hay adolescentes que no están capacitados y otros que no muestran interés para
incorporarse a una vida normada por reglas que facilitan la convivencia.

352 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


Las instituciones no están preparadas para trabajar con este tipo de adoles-
centes; ni las escuelas ni los maestros tienen generalmente los conocimientos
para poder tratarlos. La familia a veces ni siquiera sabe cómo sobrellevarlos, por
lo tanto, muchas veces cuando éstos empiezan a separarse de la vida escolar o
familiar, para todos aparentemente es “más cómodo”.
La deserción escolar en nivel secundaria es alta, como lo ha reconocido el
propio Reyes Tamez Guerra, Secretario de Educación Pública, al momento de
hacer este estudio (Madrigal, 2004). De acuerdo con datos de la CEPAL (2002),
la deserción escolar en México es del 35% en zonas urbanas (población de
nuestro interés), por encima de varios países de América Latina como Chile
(14%), Perú (16%), República Dominicana (19%), Argentina (23%), Brasil
(23%), Colombia (24%), Panamá (25%), Costa Rica (30%), Ecuador (28%),
El Salvador (30%), Nicaragua (34%), Paraguay (32%) y Uruguay (32%). En
la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, para 2004, esta deserción era aproxi-
madamente del 29% por debajo de la media nacional, lo cual es un indicador
de lo dicho en el párrafo anterior: El contexto social no tiene la capacidad de
mantener a los adolescentes estudiando, ligado esto a las condiciones econó-
micas, al sistema educativo, al ambiente familiar y al desarrollo del individuo
principalmente.
Hay sectores de adolescentes que se sienten excluidos de los distintos con-
textos y otros que se autoexcluyen, generando sus propios grupos, lo que no
indica que no convivan con el resto de la sociedad, lo hacen, pero bajo su propia
identidad, diferenciándose desde el vestir hasta el actuar. La deserción social de
los adolescentes es aprovechada por las organizaciones de delincuentes, quienes
los arropan y permiten que actúen con absoluta libertad:

El “chito” era mi amigo, vendía droga y lo detuvieron, salió libre porque es menor
de edad; él lo hacía no solamente por dinero, también porque se drogaba, y si no
lo hacía, su flota lo “pendejeaba”. Eran unos chavos que se ponían en la esquina,
mayores que él, entonces se la pasaba con ellos toda la tarde, en su casa estaba
solo, su mamá trabaja y su papá vive en otra parte, me parece que con otra “ñora”,
supuestamente una vecina lo vigilaba, y siempre su mamá le decía que ya no fuera
con esos cuates, pero pues le valía lo que le dijera su jefa porque casi no estaba con
él… entonces esos güeyes eran como su familia… al principio me burlaba de él,
pero ya después ni me pelaba, mi mamá me dice mejor que no lo pele, ya que es
un delincuente y es que lo meten a las casas a robar…
Marcial, 15 años, adolescente no escolarizado, NSE de los padres medio.

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 353


En las bandas de robacoches, aproximadamente el 20 y 30% son adoles-
centes y un 10% es de 14 años o menos (Herrera, 2004). La delincuencia
organizada les da “espacios” y ciertos satisfactores que instituciones como la
escuela y la familia no son capaces de brindar. Por otro lado, les permiten sacar
el resentimiento social que traen acumulado a través de actos vandálicos. Los
adolescentes tradicionalmente se sienten sin poder social, originando en ellos
frustración y desesperanza (Ramos y otros, 2002), pero cuando se incorporan
a bandas delictivas consideran que ellos son capaces de ejercer poder y control.
En este estudio detectamos muy pocos adolescentes que trabajan en bandas, sin
embargo, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río han destacado varias,
como la de Los Briseños (operan al norte de la ciudad en una de las unidades
habitacionales del Infonavit), que básicamente están compuestas por adoles-
centes y comandadas por adultos.
Algunos jóvenes desertan de su familia y otros continúan viviendo con ella,
pero se aíslan de las actividades del hogar, no participan en la convivencia y no
colaboran con las actividades que una unidad doméstica demanda. Dentro de
la investigación realizada, se observa que un 23% de los adolescentes declara
que la comunicación que tienen con sus padres es mala o muy mala, y un
21% asegura que la relación con toda su familia es mala o muy mala, al igual
consideran que no existe la convivencia familiar. Muchas veces esto sucede no
precisamente porque el adolescente así lo determine, sino porque las condiciones
familiares así se van dando:

En casa, todos trabajan, casi no nos vemos, mi papá el domingo todo el día está
acostado viendo la tele, ese día mi mamá dice que ni toquemos al “jefe”10 porque
está descansando de toda la semana, ella, también trabaja, pero ese día se pone a
lavar la ropa y limpiar la casa, mis hermanos cada quien sale por su lado y yo me
quedó solo, entonces me salgo de la casa; si mi mamá me ve sin hacer nada, me
pone a trabajar.
Saúl 14 años, 2º año de secundaria, NSE de los padres bajo.

Actualmente, la sociedad y las instituciones en todos los casos no son capaces


de generar espacios suficientes para los adolescentes. La familia no tiene una
perspectiva de inclusión, al igual que la escuela, así que quienes no se ajustan
a sus normas son rechazados o aislados; pocas escuelas realmente tienen pro-

10
Hace referencia al padre de familia.

354 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


gramas para trabajar con adolescentes con problemas. Las familias difícilmente
pueden sobrellevar sus contradicciones cotidianas, su estabilidad es muy en-
deble, les cuesta trabajo entender a un “hijo rebelde”, no saben cómo hacerlo
y generalmente la disposición que muestran los padres es poca. Sin embargo,
no darles espacios en los centros educativos y espacios institucionales implica
que aumente su posibilidad de caer en situaciones de riesgo.
Los adolescentes que desean convivir en el mundo socialmente aceptado
por la mayoría deben aprender a guardar sumisión ante la gente adulta (Ramos
y otros, 2002), entonces esto genera que no se identifiquen siempre con sus
valores sociales ni con sus familiares. Los que aceptan las reglas muchas veces
no las hacen suyas, en ellos se observa la frase mexicana: “Se obedece pero no
se cumple”, así realizan las cosas pero solamente por cumplir, pues no hay ni
un cambio de conducta ni aprendizaje. En cuanto a la presión social, ésta se
deja de ejercer, por lo que actúa como más le place, sin asumir con conciencia
los mandatos sociales:

Sí limpio mi cuarto, pero a medias, nada más para que mi mamá vea que hago las
cosas y no me esté molestando, pero ella misma dice que no hago bien las cosas,
con la tarea igual, bajo las cosas de Internet y así las entrego, el maestro ni se da
cuenta, hasta me felicita. Claro, hay unos teachers que sí desconfían pero no dicen
nada, uno cumple y ya…
Raúl, 17 años, 3er semestre de bachillerato, NSE de los padres medio.

Medios

Los medios de comunicación ocupan un amplio espacio en la vida de los ado-


lescentes, absorben muchas horas de su tiempo, esto posibilita que las personas
pierdan importancia y que aparentemente no sean tan necesarios. A pesar de
que a los medios de comunicación se les ha acusado de absorber el tiempo de
los niños y de los adolescentes, es importante señalar que de acuerdo con lo
que mencionan los propios adolescentes, éstos ocupan el espacio que la familia
o los propios amigos no les pueden dar.
Los adolescentes en México es el sector de población que más horas participa
del tiempo libre, según el estudio realizado por el INEGI a través de la Encuesta
Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2002, en donde se observa que los
hombres destinan un 17.3% y las mujeres un 17.0% de su tiempo (incluyendo
las horas de sueño y descanso), esto implica que en promedio dedican más de

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 355


cinco horas. En el estudio realizado por los autores de este texto se observa los
siguientes datos en cuanto al consumo de la TV por parte de los adolescentes:

Cuadro 3

Tiempo diario que ven TV los adolescentes %


1. No veo televisión 0.9
2. De 0 a media hora 3.7
3. De media a una hora 4.5
4. De 1 a 2 horas 21.1
5. De 2 a 3 horas 25.9
6. Más de 3 horas 41.0
SC 2.9
Total 100
Fuente: Encuesta Adolescencia sin otredad, 2005.

La TV es el medio que más presencia tiene en sus vidas, por otro lado,
según los resultados de este estudio, si sumamos los demás medios11 de comu-
nicación –radio, Internet, revistas, periódicos, cine–, al igual que las nuevas
tecnologías –videojuegos y teléfono celular (móvil)–, nos daremos cuenta de
que les dedican más de cinco horas y media diarias promedio. Entonces, una
tercera parte del tiempo que permanecen despiertos están frente a los medios
de comunicación.
Señalar que los medios de comunicación influyen o no en los adolescentes
es caer en las posturas dicotómicas. Como lo señalan Orozco (1995) y Barbero
(1995), hay un proceso de mediación, el cual es social e individual. Desde luego
que los medios tienen un peso en su vida, son parte de su cotidianidad, pues los
han incorporado a casi todas las actividades que realizan. Los participantes en
los grupos focales difícilmente perciben su vida sin medios de comunicación y
sin nuevas tecnologías, éstos los acompañan a todas partes y son símbolos de
jerarquía social. Gran parte de los estudiados sí declaran necesitar y depender
de ellos:

Sí, antes, cuando no tenía teléfono celular, no pasaba nada, pero ahora no puedo
salir sin el mismo, si lo hago me siento incompleto… igual cuando en mi casa no
está encendida la televisión se siente raro el ambiente, mi mamá dice que nada más

11
Por cuestiones de espacio no se presentan todos los resultados.

356 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


gastamos luz (sic) porque la tenemos encendida y nadie la ve, pero si de repente se
apaga, como que algo falta, se hace un silencio.
Elizabeth, 5º semestre de bachillerato, NSE de los padres alto.

La televisión es, como se señalaba líneas arriba, la que tiene más presencia,
sin embargo, también tienen importancia la Internet, la radio, los teléfonos
celulares y los juegos de video. Ellos le permiten aislarse por momento de las
relaciones sociales tradicionales, le facilitan establecer nuevos vínculos y que
su entorno inmediato (familia, compañeros de escuela y vecinos) no sea indis-
pensable para socializar.
Para algunos jóvenes los medios son indispensables para no depender de los
demás, para aislarse, desensibilizarse de su entorno y enfrascarse en su propio
mundo, aunque esto en casos muy marcados no es una tendencia general, pero
incluso son etapas que viven los adolescentes, en donde únicamente quieren estar
relacionándose con las nuevas tecnologías y los medios de comunicación.
Los medios de comunicación les permiten un vivir sin el otro, viven en
el cine o en la televisión lo que no pueden vivir en su propia vida, ya que los
“contenidos tocan la experiencia de la vida" (Covarrubias, 1994, p. 125), dan
la apariencia de que no necesitan de los demás para realizarse como seres hu-
manos. Desde luego, esto es una etapa de vida que viven en cierto momento los
adolescentes, no es una constante. En el estudio se observa que en determinados
momentos el mundo de ficción de los medios llega a tener muchas veces más
peso para él que su propia vida real, por momentos los demás desaparecen, no
existen los otros reales. En este punto salta la duda sobre qué ocasiona que el
adolescente se encuentre tan seducido por los medios de comunicación y qué
provoca que ellos estén apegados a los mismos.
Los adolescentes visualizan a estos medios de diversas formas, por lo tanto,
la percepción que tienen de los mismos no es una sola. Es importante señalar
que existen identidades juveniles diferentes y divergentes (Brito, 2002), así que
cada una de ellas responde de manera distinta a los mensajes de los medios de
comunicación, no solamente hay diferentes interpretaciones (polisemia) del
mensaje, sino también diferentes niveles cognoscitivos de analizarlo (multise-
mia) (Lull, James, 1997); mientras unos tienen posturas críticas ante lo que
sucede en los medios de comunicación, otros los ven de manera complaciente,
aun en determinados momentos imitan de manera sistemática los mensajes de
éstos. Como señala Orozco (1995), la propia identidad es una mediación en
la medida que incide en la interacción que el sujeto tiene con los medios de

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 357


comunicación, sin olvidar que el mismo adolescente le da diferentes lecturas
al mensaje y lo va resignificando a partir de las distintas experiencias de vida
que tenga.
Entonces, generalmente el adolescente no tiene una mirada acrítica sobre lo
que pasa en los medios, pues aunque muchas veces le agrada lo que ve, no por
ello deja de criticar su programación favorita. Los calificativos que tiene hacia los
programas van desde que es un programa "tonto", "bobo", "estúpido" o "muy
bueno"; puede ser que el programa le parezca “menso”, pero no por eso deja
de verlo. Claro que no cree en todo lo que ve en la televisión, ni siquiera en los
noticiarios. Los medios los seducen, pero son audiencia activa (Lull, 1997).
La niñez va orientando la conducta de éstos. Quienes tuvieron una mayor
presencia de la televisión y de los medios de comunicación como distracciones
en su vida infantil señalan que les cuesta más trabajo en la adolescencia esta-
blecer vínculos con sus padres y comprenderlos, lo cual se apega a lo que señala
Hurlock (2001). No se puede generalizar respecto a esto, pero en las entrevistas
y grupos focales realizados arrojan esa información. Aquellos que declaran que
de niños convivían más con sus padres y menos con los medios, reconocen que
en la actualidad hay rupturas y conflictos con los padres, pero que son poco
frecuentes; cuestiones como sexualidad, problemas en la escuela y de la vida
en general son consultadas o comentadas con los padres, de preferencia con
la mamá; pero quienes permanecieron más distantes de sus progenitores, no
importando que vivieran juntos, utilizaban otras fuentes de información como
los amigos y los medios de comunicación.
Desde luego, en las encuestas y en los grupos focales los sujetos investigados
aceptan que los medios de comunicación, y de manera particular la televisión,
les ha servido de referente durante su niñez y su adolescencia.

Bueno, sí hay algunos chavos que se visten igual que los de la tele... mira, tengo
amigas que quieren tener novios igualitos a Jorge Salinas, Eduardo Santamarina o
ya de perdida el tal Yahír... es más, dicen que con ellos todo, sí, todo.. qué les pasa
y son chavas que ya están grandes, tienen 16 años. Otras quieren vestirse igualito
que la Britney o la tal Thalía, andan con sus ombligueras o sus tatuajes según ellas
muy a la moda, pero nada, se les ve la panza por fuera, les digo que dan pena...
este, en mi caso, pues no imito cosas de la tele... bueno algunas... es que cómo
explicarte, no todo es malo, por ejemplo el otro día vi en una telenovela a Rubí,
si el personaje principal, que la hace de mala que tiene un detallazo con el que iba
a ser su esposo, y el otro se impresiona, bueno pues hice lo mismo con el que era

358 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


mi novio y no... como que no le gustó, pero pocas veces hago eso de imitar lo que
veo en la tele...
Marla, 17 años, estudiante de bachillerato, NSE de los padres medio.

Autores como Hurlock (1995) consideran que el adolescente obtiene sus


modelos de imitación de los medios de comunicación, lo cual le genera conflictos
porque las pautas de conductas proyectadas no son siempre aceptadas social-
mente, o bien, son ridiculizadas. Ello es cierto en algunas circunstancias, pero
no se puede generalizar. El adolescente mediatiza, no hay un proceso directo,
busca nuevos patrones para romper con los valores que le habían mostrado
en su casa, y si éstos se encuentran en los medios de comunicación, intenta
apropiárselos: “Me diferencio y luego existo” (Brito, 2002, p. 50).
El joven necesita diferenciarse de la mayoría, en varios aspectos, esto incluye
los valores morales, llegando algunas veces a rechazar la moral convencional
adulta y empezando por los aspectos que están ligados a su infancia (Aguirre
Baztán, 1998). Socialmente, entre más se diferencien los jóvenes, más marcan
su identidad; entre más se separen de las normas sociales establecidas, más
visibles se vuelven, por eso a veces los medios le sirven como referente para
distinguirse de su entorno, sin embargo, no es una simple imitación. Aunque
a veces sucede lo contrario, desean integrarse y ser aceptados por un espacio
social y nuevamente utilizan a los medios de comunicación como referentes.
En este estudio también se observa la relación adolescencia-consumo-medios
de comunicación, en donde estos últimos intentan persuadir a la población jo-
ven, tratando de generar estereotipos de consumidores, no obstante, no se puede
decir que lo impongan, incluso la población joven ha generado movimientos
que van en contra del consumismo como los movimientos contraculturales
(Brito, 2002). Los expertos en marketing saben que no todos los mensajes son
eficaces y menos en este grupo de edad (Otegui, 2004).
Es importante reconocer que la capacidad de consumo es un elemento
importante para el joven adolescente, autores como Brito (2002) señalan que
este factor genera identidades en la población joven, es un factor que permite
distinguirse de otros e integrarse a un sector; de acuerdo con lo observado en
esta investigación, puede incitar a conductas de riesgo. Esto último debido a
que incluso hay adolescentes que rompen con sus valores tradicionales, con tal
de ver realizado su consumo.
Asimismo, se observó que hay adolescentes que se prostituyen para poder
comprar aquellos productos que no son de primera necesidad (teléfonos celu-

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 359


lares, ropa de moda, corsetería, etcétera) y que en su casa no se los pueden dar;
otros optan por incorporarse a la delincuencia, pero es un sector juvenil mínimo.
Lo que sí es recurrente es el hecho de que hay quienes se sienten frustrados por
no poder consumir todo lo que la sociedad les ofrece, llegando a considerar
culpables a sus padres o a todo su entorno. Un sentimiento de aislamiento los
invade por no sentirse dignos de convivir con los demás y porque no les dan
lo que consideran que deberían tener.

Concluyendo

La adolescencia sin otredad es una etapa de vida por la que han pasado en algún
momento de su desarrollo varios de los sujetos estudiados, quienes desde niños
han tenido que desarrollarse con poca presencia adulta; además, consideran que
las demás personas no tienen importancia, los piensan diferentes a sí mismos.
Sus condiciones de crecimiento personal llevan al adolescente a sentirse solo y
también a preferir estar aislado, no se siente parte de una identidad colectiva,
aunque por momentos desee pertenecer a un grupo social.
Los adolescentes vienen desarrollando una vida en donde la presencia adulta
desde su niñez es poca, y cuando existe es para sancionar y vigilar, no para la
convivencia, al menos en la mayoría de los casos observados. El tener novio(a)
y amigo(as) por momentos se vuelve una necesidad, aunque los adolescentes en
la medida que idealizan este tipo de relaciones generalmente salen decepciona-
dos y muchas veces se involucran en dinámicas de dependencia, por lo tanto,
consideran que la convivencia con los demás no es garantía de sentirse mejor.
A los adolescentes les cuesta trabajo reconocer el esfuerzo que hace el entorno
por ellos, de manera particular sus padres, amigos, escuela y otras instituciones,
esa desvalorización los hace sentirse solos y les genera resentimiento. Por otro
lado, consideran que los adultos en general solamente ven sus defectos y que
los menosprecian.
La relación con los padres es compleja, tratan de independizarse de ellos, han
aprendido a estar sin su presencia, pero a la vez saben que dependen de éstos
y declaran que los aman profundamente, reconocen que son ellos quienes los
sacan de cualquier apuro; sin embargo, no soportan su compañía por mucho
tiempo, ni pueden llegar a considerarlos sus cómplices.
Los adolescentes se consideran dañados emocionalmente por los demás
(padres, amigos, escuela y otros individuos del entorno), en donde los medios
de comunicación y las nuevas tecnologías tienen una gran presencia, incluso se

360 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


les facilita más iniciar y mantener relaciones a través de estos medios, convir-
tiéndolos en referentes en la construcción de su identidad, desde luego a través
de un proceso de mediación.
A partir de la información obtenida y del análisis elaborado, se puede decir
que la adolescencia sin otredad se presenta cuando:

• El adolescente, generalmente en casa, se encuentra solo, o bien, bajo la


responsabilidad de un hermano mayor o familiar que no se responsabiliza
ni interactúa con él. Los padres están pocas horas presentes.
• Tiene una madre con una doble jornada o a ésta le resulta más atractivo
distraerse con los medios de comunicación o con cualquier otra actividad,
lo que impide compartir tiempo con el adolescente.
• Se aísla de su entorno para dedicar tiempo a los medios de comunica-
ción.
• Tiene un padre ausente, sea porque éste trabaja (es un padre proveedor)
o porque no vive con él. Pocas veces tiene un padre educador.
• La educación y la formación de valores no se realiza en casa, sino en
otros espacios ajenos al primer núcleo familiar. Es en el ámbito de los
amigos, tíos o tías, vecinos o el personal doméstico, en donde tiene su
aprendizaje axiológico.
• Sus afectos se vierten más hacia sus amigos, novio(a), ciberamigos y/o
cibernovio(a)s, con los cuales desarrolla una implicación emocional que
a veces le puede generar daño por las condiciones en que se da.
• Tienen padres permisivos, quienes no establecen claridad en las reglas
familiares.
• Los “otros” casi no tienen presencia en su vida. Están con él a su alrededor
pero no responden a sus necesidades.
• Se siente poco apoyado por su entorno, considera que la familia y los
amigos no lo aprecian lo suficiente ni le brindan el tiempo y espacio que
necesita.

Los anteriores puntos no son una constante en todos los jóvenes, pero varios
de estos aspectos sí se presentan en un sector de la población en estudio en alguna
etapa de su vida. La adolescencia sin otredad es una condición contradictoria
que puede llegar a experimentar el adolescente en donde se siente aislado del
grupo, pero a la vez con un deseo de ser parte importante del mismo. La figura
de los padres de familia se encuentra por momentos ausente, su afecto hacia los

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 361


otros no sabe cómo conducirlo y los medios de comunicación es un factor que
le facilita sobrellevar este estado, pero también de que se haga más complejo el
proceso. Lo preocupante es que este estado puede llegar a producir conductas
de riesgo: adicciones, depresión y dependencia emocional, con las respectivas
consecuencias.
El adolescente sin otredad intenta separarse de su contexto. La realidad que
le hemos dibujado no le agrada y sabe que difícilmente la podrá cambiar, por lo
tanto, difícilmente intenta transformarla. Es necesario indagar por qué adopta
esa actitud. Es indispensable continuar analizando el papel de los medios de
comunicación y la construcción de la identidad del adolescente, sobre todo ante
los nuevos roles que la familia enfrenta, pero también bajo nuevos enfoques,
desde otros ángulos, con categorías que tradicionalmente no son utilizadas para
estudiar a este grupo de edad, de lo contrario, seguiremos dándonos las mismas
respuestas a una problemática cada vez más compleja.
Será necesario seguir estudiando esta categoría, “adolescencia sin otredad”,
y profundizar más en el análisis, ya que en este reporte solamente se describe
parte del fenómeno que se está observando en la zona de estudio.

Bbliografía
Aguirre, A. (1998). Psicología de la adolescencia. España: Alfa Omega Marcombo.
Barra, A.(2000) Filosofía de la otredad. Educar para la diferencia, Revista Contextos
de Educación, No. IV. Argentina, Universidad Nacional de Río Cuarto. Re-
cuperado de: http://www.unrc.edu.ar/publicar/cde/Barra%20Ruatta.htm
Brito, R.(2002). Identidades juveniles y praxis divergente; acerca de la conceptuali-
zación de juventud. (Nateras Domínguez, Alfredo; Coordinador) Jóvenes,
culturas e identidades urbanas, Universidad Autónoma de México. México,
D. F: Miguel Ángel Porrúa.
CEPAL (2002) Elevadas tasas de deserción escolar en América Latina. Informe de la
CEPAL Panorama Social de América Latina 2001-2002. Comisión económica
para América Latina y El Caribe, Naciones Unidas. Recuperado en febrero
de 2005 de: http://www.eclac.cl/cgi-bin/getProd.asp?xml=/prensa/noticias/
comunicados/0/11260/P11260.xml&xsl=/prensa/tpl/p6f.xsl
Coffey y Atkinson (2003) Encontrar el sentido a los datos cualitativos. Estrategias de
investigación. Colombia: Editorial Universidad de Antioquia.
CONADIC, (2003) Encuesta nacional de adicciones. Tabaco, Alcohol y otras drogas.
México: Consejo Nacional de Adicciones.
Conger, J., Adolescencia (1999). Generación presionada, Harla, México

362 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


Covarrubias Cuellar, Karla Yolanda y otras (1994), Cuéntame en qué se quedó.
México: Trillas, FELAFACS.
Flores, O. (1999) Octavio Paz. La otredad, el amor y la poesía, Revista Razón
y palabra, Número 15, Año 4, Agosto - Octubre 1999, Mëxico, ITESM.
Recuperado de: http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/ante-
riores/n15/oflores15.html
Gall, O. (2004) Identidad, exclusión y racismo: reflexiones teóricas y sobre México,
Revista Mexicana de Sociología, año 66, núm. 2, abril-junio, 2004. Recupe-
rado de: http://www.ejournal.unam.mx/rms/2004-2/RMS04201.pdf
Gerrig y Cimbrado (2005) Psicología y Vida. México: Pearson-Addison Wesley.
Herrera, O. (2005). Reclutan criminales a niños de 14 años, 19 de abril 2005, El
Universal, primera sección, México.
Guadarrama L. A., Valero J. y Brito K. (2004). El top ten de la sexualidad saludable.
México: ISEM, UAEM, FAMECOM
Hurlock, E. B. (2001). Psicología de la adolescencia. México: Paidós
INEGI 2002. En busca del tiempo perdido, Fundación este País, México, Revista Este
País. Recuperado de: http://www.consulta.com.mx/interiores/99_pdfs/15_
otros_pdf/oe_2002_UsoTiempoEstePais.pdf
INEGI e Instituto Nacional de las Mujeres (2004) Encuesta Nacional sobre la Dinámica
de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH). México
Lull, J. (1997) Medios, comunicación, cultura: aproximación global. Argentina:
Amorrortu
Madrigal G. (2004). Sin consenso, reforma para secundaria: Tamez, Noticieros Televisa,
Nota con fecha 14 Julio de 2004. Recuperado en septiembre de 2005 de:
http://www.esmas.com/noticierostelevisa/mexico/377630.html
Moreno K. (Coordinadora)(2003) Drogas: las preguntas más frecuentes, Centros
de Integración Juvenil. México.
Montero M. (2001) Ética y política en Psicología. Las dimensiones no reconocidas,
Athenea Digital - num. 0 abril 2001, España, Universidad Autónoma de
Barcelona. Recuperado de: http://antalya.uab.es/athenea/num0/maritza.
htm
Ramos Ma. T. y Cantú P. C. (2003, octubre/diciembre). El VIH/SIDA y la ado-
lescencia, Revista de la Facultad de Salud Pública y Nutrición, Universidad
Autónoma de Nuevo León (México) Vol. 4, No.4.
Obregón, R. y Robert V. (2001). Medios y salud pública: La voz de los adolescentes.
Proyecto Comsalud, OPS y OMS, USA. Los Colaboradores de este estudio
fueron: Dra. Gloria Coe, quien en ese momento era Asesora Regional,
OPS, Washington, DC; Matilde Maddaleno, Directora de Programas de

Adolescencia sin otredad: identidad y comunicación • 363


Salud de Adolescente, OPS, Washington, D.C., los(as) profesores(as) Rina
Alcalay, Universidad de California, Davis; Luis Alfonso Guadarrama Rico,
Universidad Autónoma del Estado de Mexico, México; Ana María Cano,
Universidad de Lima; Jair Vega, Universidad del Norte, Paulo Lyra, Asesor,
Comunicación y VIH/SIDA, OPS, Washington, D.C., y de los investiga-
dores principales designados por 13 facultades de comunicación social de
América Latina para atender el Taller de Revisión del Protocolo celebrado
en Ibarra, Ecuador del 1-6 de Julio, 2001.
Otero-López, J. M. (1997) Droga y delincuencia, Un acercamiento a la realidad.
Madrid: Psicología Pirámide.
Otegui, J.M. (2004). La influencia de los medios de comunicación en la transmisión de
valores. En los medios de comunicación y el consumo de drogas. Avances en
Drogo dependencia (Coordinadores Pantoja y Abeijón) Instituto de Deusto
de Drogodependencias. Bilbao: Universidad de Deusto.
SEP (2004). Comunicado encuesta de la OCDE. Recuperado en febrero de: http://
www.sep.gob.mx/wb2/sep/sep_comunicado070204
Velasco, R. (2001) La familia ante las drogas. México: Trillas.
Velasco, R. (2003) Las adicciones: Manual para maestros y padres. México: Trillas.

364 • Pedro Octavio Reyes Enríquez, Miguel Ángel Córdoba Zamudio


Capítulo 17

Comunicación y aprendizajes:
notas para promover experiencias
educativas en la ciudad

Genaro Aguirre Aguilar*


Universidad Veracruzana

Producto de la reflexión y su experiencia docente, el texto busca propo-


ner una lectura sobre la ciudad, en donde los encuentros vividos por su
gente, devengan actos de reinvención cotidianos. Asumir los contextos
urbanos como sitios para la producción de aprendizajes, es convertir a
la ciudad en un lugar que posibilita relaciones sociales y puede orientar
hacia otro tipo de ciudadanía.

Product of the reflection and the teaching experience of the author, the text
searches for the propose of reading about the city, where the lived encounters
by its people, wandered acts of daily reinvention. Assuming the urban contexts
as sites for the production of learning, is to turn the city into a place to make
social relationships possible that may guide other kind of citizens.

* El autor es maestro en comunicación por la Universidad Veracruzana. Candidato a Doctor en


Sociedades multiculturales y estudios interculturales por la Universidad de Granada. Docente de
Tiempo adscrito a la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana.
Es autor de los libros Los usos del espacio nocturno en el puerto de Veracruz y Pistas para abordajes
cualitativos. Manual teórico, práctico y técnico, ambos editados por la Universidad Cristóbal Colón,
además de diversos artículos publicados en revistas de circulación nacional e internacional, así
como en compendios colectivos. Ha sido Jefe del Departamento de Investigación de la Univer-
sidad Cristóbal Colón. Desde 1998 es comentarista especializado en comunicación, sociedad y
cultura en Noticiarios de la U del Grupo Pazos Radio, en la ciudad de Veracruz.
De las primeras apuestas

Haciendo memoria, es posible reconocer que los lugares en donde el hombre


ha vivido a lo largo de los tiempos, han sido profundamente importantes en la
generación de los saberes y el desarrollo de competencias que le han permitido
dar continuidad y hallar el sentido a su existencia.
Traer aquí una imagen como esta, tiene como intención realizar un ejercicio
en el que el pensamiento navegue en los recuerdos para volver sobre sus pasos y
comprender que las dinámicas y maneras de socialización que han caracterizado
al hombre desde siempre, son formas estratégicas de interacción, en las que la
razón junto a la inventiva han promovido actos creativos que pudieron rayar
en un pensamiento reflexivo.
El atrevimiento para pensar que esto es posible, es en reconocimiento a que
todo acto creador es lúdico, estético, imaginativo pero que bien puede andar
en los umbrales de un ejercicio fenoménico. No hay que olvidar que un acto
creativo, permite al pensamiento arborecer y producir, por lo tanto representar
un tipo de configuración del mundo, social y de vida de hombres o mujeres.
Alcanzar esto, le supone al ser humano colocar en el horizonte de su percep-
ción y su razón, una forma de re-creación de los escenario sociales, recreación
alimentada por lo que le rodea, por lo que cree y es capaz de aprehender en la
interacción cotidiana; ámbito vital en donde los contornos del espacio social
permiten poner, codo a codo, otredades.
Por supuesto que aceptar o siquiera atreverse a pensar en esta posibilidad no
resulta fácil, particularmente acostumbrado como está el pensamiento a cons-
truir lecturas desde la fragmentación y la dicotomía. No obstante, en el espíritu
de este trabajo, está precisamente apostar por ello como mera posibilidad, sin
dejar de atraer los aperos conceptuales que vayan allanado los temores propios
que supone poner en común ideas como las que se develan a continuación.
Es decir, el objetivo de este texto es plantear la necesidad reconocer que la
ciudad y sus espacios, ofrecen la ocasión para que nuestros encuentros sociales
generen los aprendizajes que faciliten la constitución de un sujeto capaz de
potenciar su ciudadanía; para lo cual la comunicación en la educación puede
ser el dispositivo que medie los procesos. Para esto, entendemos a la mediación
como “la tarea de tender puentes entre lo que se sabe y lo que no se sabe, entre
lo vivido y lo por vivir, entre la experiencia y el futuro.” (Prieto Castillo, 2004,
p. 95) De allí que sea necesario desbordar los lugares formales de la enunciación
de los conocimientos, para poder apropiarnos mejor los entornos urbanos,

366 • Genaro Aguirre Aguilar


intensos para el aprendizaje y densos en lo comunicativo; en cuyo centro epis-
temológico, siempre deberán estar la pluralidad y la diversidad cultural, como
constantes incorporadas a los procesos de interacción educativos.

La ciudad, los sujetos y algunas otras cosas

En la suma de perfiles y quehaceres de los sujetos que cohabitan en los espacios


urbanos, se encuentran tipos de saberes edificados en distintos frentes, constan-
cia de la efervescencia propia de sociedades urbanas en las que la modernidad
pudo llegar a trompicones pero propiciando experiencias constructivas en las
vidas de sus habitantes.
De tal suerte que, del saber ordinario al científico, del conocimiento in-
formal al legitimado por lo institucional, de la racionalidad a la sensibilidad
lúdica, estamos ante verdaderas prácticas sociodiscursivas que erigen mundos
posibles, continentes de expresividad sobre los cuales la promoción de formas
de construcción de lo humano atraviesa el puñado de estadios por donde el
hombre mismo se piensa y genera formas de socialización y representación de
sus realidades. Del mundo social al mundo de vida, se observan una diversidad
de mecanismos, estrategias y tácticas para interactuar y hacer visible una plu-
ralidad cultural que se recrea en las muchas zonas viandantes y de producción
de sentido, en las que la palabra toma por asalto universos de interacción para
tratar de especificar, de colocar marcas, de legitimar actos y conocimientos
productos de la experiencia humana.
Se tiene entonces que así como el científico toma del universo lingüístico
aquellas formas para construir un universo discursivo que lo visibiliza y legitima;
así como el poeta encuentra en las palabras las tácticas de transformación de lo
observado, sentido e imaginado; así como el compositor muestra su oficio para
trazar sobre el pentagrama las notas que den sentido y expresividad armónica
a una obra musical; así como la persona común se hace de maneras inteligibles
para tratar de entender y explicar los pasajes de su vida cotidiana, así también los
habitantes de las ciudades pueden llegar a entenderla y concebirla como un lugar
estratégico para la construcción de un tipo de cotidianeidad capaz de producir
una experiencia propia de un usuario urbano habilitado para aprovechar sus
encuentros y con ello posibilitar un sentido de pertenencia distinto; de allí la
necesidad de trabajar en la definición de ese sujeto capaz de asumir la necesidad
de procurar escenarios de encuentros que potencien aprendizajes junto a los
muchos otros sujetos con quienes teje el entramado y la gramática urbana.

Comunicación y aprendizaje: notas para promover experiencias educativas en la ciudad • 367


Para lograr esto, los procesos de socialización e interacción develadas coti-
dianamente en las ciudades, se tendrían que asumir como constructos histórico-
culturales capaces de reinventar las dinámicas del todos los días, ello en aras de
una búsqueda constante de entendimiento entre el “nosotros” y el “otro”, pero
sobre todo, ese “Otro” que -como dijera Jesús Martín Barbero- interesa porque
es capaz de indigestar, de desestabilizar la propia existencia del “nosotros”; “no el
otro que está ahí, y yo lo veo y digo <qué lindo>” (2005, p.13). Es decir, sumar
a los mundos de vida a aquellos agentes que -por azares del destino o decisión
propia- les ha tocado (sobre) vivir en una ciudad, contribuyendo al sentido de
una alteridad que trastoca las formas de representación y existencia colectiva. Es
de esos procesos naturales de convivencia, heterogeneidad y distinción, que los
seres humanos podemos configurar territorios para el aprendizaje, a través del
toque mágico que representa la búsqueda, el asombro y las tácticas creativas.

Ciudades para dialogar, escenarios para aprender

Para nadie es un secreto que hoy día las ciudades han pasado a ser el lugar-
signo de lo contemporáneo (Giddens, 2004; Borja y Castells, 2002; Ianni,
2000; Auge, 1995), ese continente capaz de objetivar pensamiento y acción
en un tiempo en el cual la incertidumbre, el hedonismo, el individualismo, la
violencia en sus muchas formas, lo efímero como condición de abordaje diario,
corren por delante; pero igual ese mismo en el que emergen de vez en vez una
serie de expresiones de solidaridad, de fraternidad, de comunicabilidad propia
de un pensamiento tozudo, propositivo que aboga por la puesta en común
de proyectos compartidos; empleando plataformas y circuitos dotados por la
llamada sociedad red, aun en medio del acertijo, la incertidumbre y lo contra-
dictorio que todo esto suponga, incluso, sin importar que tales comunidades
de usuarios provengan de la periferia y bien a bien no sepan en qué consiste la
tan nombrada sociedad de la información.
Esta suerte de “esquizofrenia” posmoderna, convierte a la ciudad en un
continente geográfico que por su por naturaleza representa un “frente cultural”
(González, 2003, p. 157-195), en cuyos pasadizos urbanos (calles, barrios,
fraccionamientos, unidades habitacionales, zonas de asentamiento irregular),
perviven formas claroscuras de la urbe, pliegues, contextos ring side en el que
la vitalidad y la energía propia de lo ideológico urbano, plantean mecanismos
para suscribir y representar la ciudad; pasando a convertirla en una suerte de
“personaje idílico” de una modernidad efímera, evanescente.

368 • Genaro Aguirre Aguilar


De mapas a itinerarios, de historias colectivas a trayectorias personales, es-
tamos ante la conformación de una trama cultural articulada por experiencias
de urbanidad lo mismo que de humanidad, en el que fantasías y quimeras se
agazapan para enfrentarnos a la vuelta de cualquier esquina. Por ello, las carto-
grafías de la existencia en las ciudades, son mapas, marcas, anclajes cognitivos
a través de los cuales la heterogeneidad, las asimetrías, las diferencias y los dis-
tingos de los sujetos sociales dan cuenta de una multiculturalidad vertebradora
de formas de representación y expresión de sus ciudadanos.
Estamos entonces frente a una cualidad geosimbólica (Giménez, 1996) de
toda ciudad, la misma que permite la articulación de un denso entramado de
comunicabilidad en la que las interacciones de diverso cuño, las focalizadas y
aquellas que no lo son (Joseph,1999), los imaginarios colectivos y las prácticas
sociales, terminan por desbordar la institucionalidad sobre la que fueron con-
cebidas, planeadas y erigidas para ser recreadas, reinventadas, resignificadas por
los usos que de ella hacemos sus habitantes.
Por ello, valdría la pena preguntar ¿es posible imaginar a la ciudad como
un lugar capaz de generar las condiciones para construir escenarios de diálogo
y aprendizaje?, ¿es propio de un sujeto social urbano producir conocimientos
que sean la suma de una razón alimentada lúdica y éticamente para enfrentar
los designios de su ciudadanía?, ¿a través de qué estrategias la comunicación y
la educación pueden redimensionarse para posibilitar entre los habitantes de
la ciudad un tipo de estética vital capaz de construir puentes entre una actitud
despreocupada y acciones razonadas que permitan experiencias diversas?, ¿es po-
sible que en medio de la fragmentación y el aparente “dominio” de los no lugares
(Auge,1995), podamos desarrollar mecanismos y estrategias de reconocimiento
para alcanzar los umbrales de una conciencia histórica en el presente?

Textos y metáforas que recrean la vida en las ciudades

La supremacía de un modelo económico que ensombrece alternativas al ven-


derse como único posible, encuentra su lugar de reproducción en las inercias,
las ilusiones y las falacias del bienestar y las libertades humanas. Los medios
de comunicación tanto como la circulación de bienes y servicios junto a los
mercados y las formas de consumo, han pasado a ser potentes agencias de
mediación que legitiman formas de vida en las que lo visible, lo tangible, lo
material alcanzan rangos simbólico. He aquí que la imagen es el lugar para la
confirmación de aquellos signos que son la evidencia de un periodo histórico

Comunicación y aprendizaje: notas para promover experiencias educativas en la ciudad • 369


que ha alterado nuestras vidas. De la posmodernidad a la modernidad líquida
(Appadurai, 2001) se nos presenta un mundo desbocado (Giddens, 2004),
cuya tipificación encuentra en las plataformas tecnológicas de comunicación,
los vehículos para instrumentar la interactividad mediática, reproduciendo es-
trategias de deslocalización de lo humano, al reproducir formas esencialmente
despersonalizadas, virtuales, efímeras como propiedades intangibles de una era
del vacío (Lipovetski, 2004), en la que los marcos axiológicos universalmente
aceptados han ido trasmutándose todos los días, para ser hoy otros y bastante
distintos a los históricos. Es precisamente en un contexto como éste, que se
acuñan estilos de vida, maneras emergentes de ser que son muestra de nuestros
hábitos y comportamientos “institucionalmente” determinados.
Pero igual aparecen discursos venidos de frentes tan distintos que suelen ser
periféricos o apocalípticos, que anuncian el aniquilamiento de formas culturales,
de costumbres, de tradiciones que, si bien han sobrevivido a los embates de una
historia de sometimiento, hoy viven enfrentando un deterioro ante la falta de
representación o apropiación entre las nuevas generaciones de ciudadanos. Otro
tipo de discurso es aquel que sobredimensiona irreflexivamente los tiempos que
corren, al reducirlos a sus aspectos macroeconómicos, no alcanzando a compren-
der la incidencia -no siempre positiva- en procesos menores y en cualquier reducto
de nuestra vida cotidiana. ¿Cómo pensar igual que antes cuando lo tradicional
apenas es aliento en medio de formas de vida y relaciones que han aprendido a
vivir en medio de otros lenguajes y por ente otras realidades?
No obstante el entendimiento de estas posturas contradictorias, creemos en
los hallazgos, en mecanismos, estrategias y tácticas para reinventar el mundo de
cara a una complejidad que exige pensamientos y acciones que posibiliten otros
escenarios y alcanzar a configurar un sujeto capaz de indagar en otros estadios
de aprendizaje. Pensar lo contrario, es clausurar los horizontes, arrodillar la
capacidad de asombro, morir sin intentar siquiera imaginar las formas de “abrir
los mares” para conducirnos por una vida, donde el ser humano, la búsqueda de
libertades, la confianza en el otro, la creencia en una “comunidad de destino”
(Bauer en Morin, 2002) sean narrativas para seguir adelante.
Precisamente, son las lecturas sobre las ciudades y sus ámbitos de sociali-
zación que hagamos, los primeros momentos para la recreación de espacios
de diálogo y aprendizaje, ya que son los continentes citadinos, lugares en
los que se revelan porosidades, pliegues, intersticios, por donde asomarse a
formas de producción de sentido que pudieran desbordar en actos reflexivos
para el entendimiento, la explicación y el reconocimiento de lo que significa

370 • Genaro Aguirre Aguilar


-en el ámbito cognitivo, experiencial y vital- ser actores de y en la ciudad. En
ella, cada evento, cada elemento, cada agente articula no sólo lo urbano sino
también lo humano. Al final del día de lo que se trata, es de conformar una
agenda que contribuya a la canalización de experiencias de vida que alimenten,
que representen aprendizajes ciudadanos. Pero ¿es posible el establecimiento de
esa agenda?, ¿cuáles serían los mecanismos, las estrategias, las decisiones para
consolidar esto?

Agenda e itinerarios para re-crearse en la ciudad

Los nodos, bucles, interfases en los que el ciudadano urbano se mueve y a


través de los cuales se conecta con el “allá afuera” y el “aquí dentro”, son la
representación de un entramado comunicacional complejo que demanda
acompañamientos, andamiajes razonados, creativos para orientar el perfil
de un tipo de sujeto capaz de responder a las demandas de un conocimiento
pertinente en el que los reconocimientos de otredades, faciliten un tipo de
socialidad intercultural como cualidad de toda urbe. Para ello, siempre será
necesario reconocer la complejidad de los escenarios contemporáneos, por lo
que los lugares y espacios citadinos tendrían que asumirse como zonas de estar
y transferir, para intercambio de vivencias y sentidos, en cuya matriz estarían
procesos educativos de muy diversa índole (formales, informales o no formales),
pero que permitirían la arborescencia de la vida en comunidad, del diálogo y
la generación de una ciudadanía. Se trata de atreverse a creerlo.
Se demandan –entonces-- actos de gestión colaborativa capaz de administrar
las coincidencias o divergencias propias de realidades plurales, las mismas que
plantean decisiones, acciones en el marco de mundos de vida en donde las
conciencias prácticas deambulen para posibilitar mecanismos, formas o tácticas
de sobrevivencia en un mundo fragmentado, pero siempre en la búsqueda de
un destino común: la gestión y la administración de la propias experiencias
urbanas en aras de aprendizajes pertinentes.
En los umbrales de una reflexividad posible, las personas venidas a sujetos
urbanos, tendrían que reconocer la importancia del papel que juegas los espacios
urbanos como lugares de mediación social para mejor aprovechar lo que detrás
de cada uno de ellos existe. Para esto, la comunicación en la educación tendría
que ser uno de los dispositivos prominentes en la gestión de aprendizajes, para
así ensanchar las formas de relación fenomenológica que realizamos los vian-
dantes cuando tejemos el acontecer diario.

Comunicación y aprendizaje: notas para promover experiencias educativas en la ciudad • 371


Optimizar los procesos desde los ámbitos educativos, demanda de sus
agentes la reconsideración de expectativas, proyectos, apuestas individuales
para poder generar modelos y estrategias de promoción de saberes compartidos.
La intervención en los aprendizajes emanados de las experiencias cotidianas
podría encontrar en la mediación, acciones para alcanzar los conocimientos
que demandan las nuevas formas de visibilidad y convivencia aquí plantea-
das. Cada rincón, cada espacio de socialización, cada acto, cada interacción,
tendrían que representar ámbitos de interlocución dialécticos; esos en los que
la diversidad, las distinciones, las mismas asimetrías culturales, las biografías
grupales e individuales, sean detonadores de saberes.
Para esto, el razonamiento, la estética, la capacidad de un pensamiento que
sume y no que reste, tendría que buscar las maneras para la conformación de
anclajes comunes y establecer comunidades de sentido, en las que la adminis-
tración de inteligencias múltiples, polivalentes, tengan que ver con estrategias
de apropiación de los saberes producidos y recreados en las representaciones,
los imaginarios, los discursos y las prácticas de los habitantes de toda ciudad.
A partir de aquí, tendríamos que articular estrategias de mediación e inter-
vención entre los sujetos y aquellos agentes que vienen promoviendo lugares
distintos a aquellos que producían el saber tradicional, pues no hay que olvidar
que no es tanto el libro como la imagen (Martín-Barbero, 2002, p. 45-77) quien
detentan un capital educativo en estos momentos. Preguntas oportunas serían:
¿En el terreno de la formalidad académica, la comunicación ha reconocido el
papel que como vector puede tener hoy cuando se habla de la deslocalización
y el descentramiento de los lugares de producción de saberes?, ¿acaso la educa-
ción formal ha dimensionado o implementado estrategias de relectura de los
universos simbólicos construidos diariamente en la ciudad en el que la inter-
pelación tecnológica viene exigiendo distintas inteligencias? No lo obviemos:
la cultura letrada ha venido perdiendo camino ante la cultura audiovisual y eso
es un signo de los nuevos tiempos que no se puede ignorarse en aras de seguir
manteniendo un capital intelectual cada vez más desdibujado. Los estudiosos
de la comunicación, deberíamos tener la mayor claridad al respecto. ¿Va siendo
así? Las dudas pueden ser muchas.

Dispositivos para aprendizajes en una zona costera

En la ciudad de Veracruz, esa del rostro urbano que se deja golpear cada mañana
por una brisa que viene del Golfo de México, en los últimos 15 años han venido

372 • Genaro Aguirre Aguilar


sucediéndose una serie de fenómenos que tienen que ver con el ensanchamiento
de la mancha urbana, así como los densos procesos de socialización propios de
una ciudad que ha recibido en su seno a emigrantes venidos de experiencias
culturales diversas. Esta movilidad humana de la que hemos sido testigos, ha
convertido al puerto (como seguramente ocurre a muchos otros lo mismo que
a otras tantas ciudades) en un lugar donde discursos y prácticas construidas
por comunidades cubanas, españolas, árabes, italianas, asiáticas, nacionales1
-en mayor o menor medida-, han encontrado un territorio para ser apropiado
y resignificar costumbres, ritos, tradiciones culinarias, formas musicales o dan-
císticas que devienen alimento en la generación de aprendizajes, al desarrollar la
capacidad de conciliar historias venidas de trayectos multiculturales e itinerarios
interculturales de distinto cuño.
Siendo un puerto de carga y que goza de la venia de un porcentaje de tu-
ristas nacionales, Veracruz en los últimos años también se ha convertido en un
municipio hermanado por la colindancia con la ciudad y municipio de Boca
del Río, conformando una zona conurbada que, cada vez más por su extensión
hacía algunos puntos cardinales, comienza a configurar una zona metropolitana
por sus vínculos territoriales y de desarrollo urbano con ciudades como Me-
dellín y Alvarado. No obstante, antes que se consolide en zona metropolitana,
la conurbación entre Veracruz y Boca del Río, ha permitido la generación
de un equipamiento urbano en el cual la infraestructura en los servicios, las
ofertas culturales, los espacios de socialización, las estrategias de visibilidad de
sus habitantes, los mecanismos para el consenso y la interacción, muestran los
alcances de una gramática cultural propia de un par de ciudades cobijadas por
la era de la globalización y todo lo que esta palabra venga a significar.
En ellas, la vida pública y privada, pervive al amparo de la manufactura
modernista, de una arquitectura donde lo “cosmopolita” aún no encuentra del
todo su identidad pero que se levanta a contrapelo de una racionalidad venida
de muchos frentes. Los edificios de hormigón, las unidades habitacionales, los
fraccionamientos, los centros comerciales, los complejos cinematográficos, los
corredores gourmet, se han sumado al paisaje de ambas ciudades para dejar que
del centro a la periferia, este tipo de espacios desarticulen el ideal de territo-
rialidad al que sus habitantes estaban acostumbrados. La idea del barrio, de la
1
En este contexto, cuando hablamos de comunidades nacionales reconocemos los grupos
étnicos que han alimentando la memoria histórica de nuestro pueblo y que en un contexto
como el veracruzano, suman identidades para contribuir en el colorido de nuestros paisajes
locales.

Comunicación y aprendizaje: notas para promover experiencias educativas en la ciudad • 373


colonia, del “rumbo” hoy son recuerdos ante la avasallante avanzada de unidades
habitacionales, de fraccionamientos y la edificación de novísimos espacios urba-
nos que son el caldero en la construcción de nuevas territorialidades, identidades
y formas de representar el sentido del terruño, que ha dejado de ser “querido y
entrañable”, para ser vivido y resignificado en los usos que los grupos sociales
dan a “su ciudad”. Lo simbólico cedió paso a lo práctico, pero se ha vuelto a
resignificar para volver a tener un peso simbólico identificable.
Junto a esto, un imaginario para nuevos actores, cuya poca referencia política,
la ausencia de figuras y héroes, da al traste con un desnudamiento de proyectos
de vida consistentes y concientes. Hoy lo que importa es vivir el instante, es
hacer frente a las tareas laborales, es no desgarrarse ante la ausencia de intereses
comunes producto de una falta de preocupación ante lo que quiera decir “parti-
cipación ciudadana”. Eso sí, la búsqueda de aquellos espacios de esparcimiento
y distracción, la necesidad de refugiarse en las Plazas comerciales ante la ola de
calor que acorrala los días y las noches porteñas. El deseo de acudir al café o
al antro de moda antes que lo cierren2, no sólo conforman prácticas, también
hábitos y patrones de consumo cultural que lo mismo tipifican opciones que
representan intentos por suscribir un tipo de vida que se construye en las in-
teracciones localizadas de los habitantes de estas ciudades.
Por otro lado, las plataformas y agentes de mediación tejen discursos que
suelen dar y fortalecer sentido, generando pensum ideológico que condiciona
el vivir en estas ciudades costeras. Las ofertas radiofónicas, la cartelera cinema-
tográfica, el acceso a la Internet, los usos de la televisión pagada, el mercado
videográfico por encima de otros medios como pudieran ser las empresas
editoriales, son agentes que potencian los imaginarios: adultos, jóvenes, niños,
hombres y mujeres son interpelados por estas narrativas de “legitimación” ur-
bana, aun cuando sean ponderadas por las trayectorias, las redes sociales o el
sentido pertenencia de los propios actores urbanos.
En este orden de ideas, la movilidad intrínseca en cada acción, reproduce
alientos prácticos pero igual cognitivos. Es decir, saberes posibles que como
dispositivos interfácicos suelen acompañar las conciencias prácticas a la hora
de vivir la ciudad. Con otras palabras diríamos, que la praxis que envuelve
2
Por ejemplo, en Veracruz sólo existen dos antros con más de tres años de existencia.
Capezzio y La Casona, el primero con 25 años a cuestas y el otro próximo a los 10, son las
excepciones. En sus noches es posible identificar formas duras de lealtad para el caso del
primero y maneras exquisitas de fidelidad en el segundo. Uno para los sectores populares
y el otro para la gente bien de la región.

374 • Genaro Aguirre Aguilar


diariamente los habitantes de esta conurbación, es el lugar para la construcción
de un conocimiento donde las representaciones, los textos mediáticos, los co-
nocimientos científicos se codean y generan un tipo de saber emergente.
Lo que tendríamos que reconocer es que la ciudad es un escenario eferves-
cente, es el lugar para dialogar con otras biografías que producen realidades
venidas de rincones, historias y experiencias diversas, que conforman una tra-
ma en cuyos bucles y nodos se pudieran reconocer puertos o interfases para el
entendimiento y la generación de diálogo por y para los aprendizajes.

Conclusiones

Todo lo expuesto hasta aquí, consideramos pudiera colocar la experiencia ur-


bana en los albores de un sentido ciudadano distinto. De allí que consideremos
necesario ir en pos de la apropiación (dialogada y dialógica) de cada uno de
esos rincones citadinos que pueden ser los territorios de nuevos aprendizajes;
para lo cual la imaginación y la razón pueden ser parte de un instrumental
estratégico para alcanzarlo.
En el entendido de estar frente a la necesidad de un nuevo ordenamiento
de vida, creemos que las andanzas cotidianas deben ser cobijadas por un tipo
de metodología emergente; es decir, planeada pero sin dejar de ser lúdica,
sistemática pero no por ello menos inventiva. Es decir, el atrevimiento y la bús-
queda de asombro en aras de los hallazgos. La tarea puede ser tan ardua como
la negación lo determine, pero tan generosa como la razón y la creatividad lo
quieran. Como siempre, los problemas son los inicios.
Por que sabemos que los retos son enormes, lo que queda a quienes dedi-
camos parte de la vida a la profesión docente, es atreverse a descentrar el lugar
por antonomasia en la producción de conocimientos legitimados; cuanto
más, si tras de ese profesor hay una historia que recorrió los caminos de la
comunicación como campo disciplinario; pues mejor que nadie sabe lo que
representan las plataformas mediáticas en el modelaje de nuevas relaciones
sociales, pero también lo que representa la comunicación como de lugar de la
experiencia humana.
Denso entramado que halla en la ciudad contemporánea, los espacios y
lugares suficientes para la creación de aquellas oportunidades que den pie
interacciones más reflexivas entre los sujetos habitantes. Lo que facilitaría el
trazado de un nuevo mapa de pertenencia, capaz de generar un paisaje no sólo
articulado sino igual matizado por procesos experienciales, en los que la inter-

Comunicación y aprendizaje: notas para promover experiencias educativas en la ciudad • 375


vención humana sea capaz de ser gestora de conocimientos en cuyo corazón
epistemológico la diversidad sea asumida como dispositivo matriz.
En términos de estructura, desarrollo curricular y gestión académica, la
tarea es titánica. Eso lo sabemos, por ello la asunción de nuevos modelos edu-
cativos ha dado lugar a la redefinición de otros rumbos en muchas de nuestras
instituciones educativas; las mismas que han ido poco a poco generando las
mejores condiciones que posibiliten experiencias educativas diferentes a las
tradicionales. Las tesis constructivistas han venido a ser un referente, en las
que el concepto de transversalidad procura una mirada holística, integral sobre
el desarrollo de conocimientos, de competencias y habilidades de los sujetos
de la educación. Aquí las asimetrías culturales, la pluralidad de mundos y de
realidades posibles, suponen que todo encuentro en terrenos educativos, oriente
a la necesidad del establecimiento de estrategias de enseñanza que contribuyan
al descentramiento de los aprendizajes, promoviendo autonomías en la consti-
tución de nuevos sujetos de la educación. Implícitamente de lo que hablamos
es de rupturas epistemológicas, del desmarcaje de zonas que históricamente
nos han dado certidumbre.
Ante lo complejo de los aprendizajes que todo esto demanda, la labor de
convencimiento tiene que pasar por distintos estadios, pero hay que empezar
por aquellos entornos que nos resultan más cercanos; allí donde coincidimos
estudiantes y docentes, reflexionando sobre el propio quehacer y haciendo frente
a los temores que suponen la cancelación de ciertas verdades.
Desde una mirada obligada ante lo aquí dicho, valdría preguntarse: ¿cómo
aprender de los estadios y andanzas por las ciudades contemporáneas?, ¿a quién
corresponde dimensionar un contexto urbano que no sólo puede ser historia
sino también presente?, ¿qué podemos hacer en los terrenos educativos para
que un puerto como el veracruzano y su zona conurbada pase a ser un escenario
público para sistematizar los aprendizajes?, ciudades como ésta, ¿pueden ser
lugares estratégicos para comenzar a reinventar nuestras realidades?
En nosotros existe el convencimiento que en un proyecto de esta naturaleza,
obligaría a dinámicas más horizontales, más generosas, siempre que nos reco-
nozcamos como parte de una sociedad heterogénea, plural, en la que juntos
podemos asumir a la ciudad no sólo como un lugar del estar, sino también del
vivir para poder ser… ciudadanos. Vayamos imaginando que desde nuestros
ámbitos de intervención educativa, podemos sumar esfuerzos. Comencemos
por considerarlo como posible. Todo ello, antes que, como en la película La
historia sin fin, la nada se apodere de nuestros territorios vitales... los lugares

376 • Genaro Aguirre Aguilar


del aprendizaje, que como buscamos plantear, pueden ser cualquiera, siempre
que las ganas, la imaginación o la inventiva lo permitan. Por todo esto, “Hay
que reinventar el modo de convivir” (Martín Barbero, 2005, p. 13).

Bibliografía
Appadurai, A. (2001). La modernidad desbordada. Dimensiones culturales de la
globalización. Argentina: FCE
Augé, M. (1995). Hacia una antropología de los mundos contemporáneos, Barcelona,
España: Gedisa.
Barman, B. (2001). El enigma multicultural: Un replanteamiento de las identidades
nacionales, étnicas y religiosas. Madrid, España: Paidós.
Borja, J. y Manuel C. (2002). Local y global: La gestión de las ciudades en la era de
la información. México: Taurus.
De Fontcuberta, M. (2003). Medios de comunicación y gestión del conocimiento,
Revista Iberoamericana de educación, No. 32. Recuperado el 3 de mayo de
2006 de www.rieoei.org/rie32a95.pdf.
Giddens, A. (2004). Un mundo desbocado: Los efectos de la globalización en nuestras
vida., México: Taurus.
González, J. A. (2003). Cultura(s) y Ciber_cultur@.. (s). Incursiones no lineales entre
Complejidad y Comunicación. México: Universidad Iberoamericana.
Grimson, A. (2001). Interculturalidad y comunicació. Bogotá, Colombia: Norma.
Ianni, O. (2000). Enigmas de la modernidad-mundo. México: Siglo XXI.
Isaac, J. Irving Goffman y la microsociología. Barcelona, España: Gedissa.
Jiménez, G. (1996). Territorio y cultura. México: Universidad de Colima.
Lipovetsky, G. (2004), La era del vacío. Barcelona, España: Anagrama
Martín-Barbero, J. (2001). De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura
y hegemonía. México: Gustavo Gili.
Varios. (2005). La comunicación en la cultura, Cuadernos de Comunicación. Tecno-
logías/ Identidades/ Culturas, Facultad de Ciencia Política y RRII, Escuela de
Comunicación Social. Postitulo en Periodismo y Comunicación, Universi-
dad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina. Pp. 10-14.
Morin, E. (2002). La mente bien ordenada. Barcelona: España: Seix Barral.
Varios (2003). Educar en la era planetaria. Barcelona: España: Gedisa.
Sierra, L. I. (2003). Globalización, multiculturalismo y comunicación. Paradojas
y debates, Diálogos de la comunicación. Recuperado el 3 de junio de 2006
de www.felafacs.org/dialogos/pdf66/dialogos66.asp.
Tudesco, J. C. (2003). Educar en la sociedad del conocimiento. Buenos Aires, Ar-
gentina: FCE.

Comunicación y aprendizaje: notas para promover experiencias educativas en la ciudad • 377


Capítulo 18

Comunicación masiva - culturas


tradicionales: un estudio sobre persistencia
y transformación en las fiestas del pueblo
de Conkal, Yucatán*
Roxana Quiroz Carranza**
Universidad Autónoma de Yucatán

Gretty Escalante Góngora***


Universidad del Mayab

Esta investigación tuvo como objetivo identificar lo que persiste y lo que


se ha transformado en las fiestas del pueblo que se celebran en la localidad
de Conkal, Yucatán, tanto en su componente festivo como religioso.
Ocupa un lugar especial la búsqueda de la relación medios masivos de
comunicación-culturas tradicionales a través de las tres principales fiestas
del pueblo que se efectúan anualmente en Conkal.
La información proviene del conocimiento, intereses y prácticas que
en torno a las fiestas del pueblo tienen los niños y niñas que acuden a
las cuatro escuelas primarias de la localidad: la “Rafael Ramírez Casta-
ñeda”, la “Margarita Maza de Juárez”, la “Marcial Cervera Buenfil” y
la “Rodolfo Menéndez de la Peña”. Asimismo, de informantes claves
de la comunidad y del trabajo etnográfico realizado por el equipo de
investigación.
El estudio inició en mayo de 2004 y culminó en abril de 2006, lo
que permitió indagar las tres fiestas que se celebran a lo largo de un año.

*La investigación fue realizada con recursos provenientes del Programa Fondo Mixto
del CONACYT-Gobierno del estado de Yucatán y la Universidad del Mayab.
**Profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad
Autónoma de Yucatán.
***Profesora-investigadora de la Escuela de Comunicación de la Universidad del Mayab.
En los periodos intermedios entre fiestas se realizaron las entrevistas a
los informantes claves, se aplicaron diferentes técnicas de investigación
con los niños y niñas de las escuelas primarias, y se obtuvo la opinión de
sus respectivos profesores, así como los testimonios de padres o abuelos
de los estudiantes que participaron en este estudio.
En el tiempo que duró la investigación se logró documentar aspec-
tos de la fiesta del pueblo que han permanecido al paso de la historia,
pero también muchos que han experimentado cambios por múltiples
factores de tipo cultural, social, político y económico. Es precisamente
en las transformaciones donde encontramos la presencia de los medios
masivos de comunicación.
Es importante subrayar que los resultados de la investigación y las
propuestas de la comunidad para preservar la esencia de las fiestas tradi-
cionales se dan en un proceso de transición entre un modo de celebrarse
y otro. Aún así, la reflexión desarrollada entre los niños y niñas, sus
profesores y profesoras y los padres de familia, además del conocimiento
que las autoridades municipales han tenido sobre los resultados arrojados
por la investigación, permiten observar que hay propuestas claras para
trabajar por la preservación y transmisión de los significados culturales
de las fiestas del pueblo en las nuevas generaciones.

The Fiesta del Pueblo is a traditional cultural event of great importance


in Yucateco Mayan communities, whose origin is in the colonial history of
the region. The elements of the Fiesta del Pueblo and its organization have
experienced transformation over the passage of time. Important studies on the
subject point to changes in economic, social, and cultural phenomena, such
as trade, tourism, urbanization, modernization, and secularization. Today,
the influence of mass communication has been added to this picture.
In order to know what remains the same and what has been transformed
within the traditional celebrations of Conkal, Yucatan, and with the hope
of contributing to their preservation, a study was performed by a number
of contributors, whose principle subjects of investigation included children
studying in the four local primary schools. In addition, their professors, par-
ents, grandparents, and a number of key local informants participated.
Furthermore, the influence of mass communication was studied in
modern representations and cultural practices within these events, particu-
larly between children. In order to obtain the necessary information, the
following qualitative and quantitative investigative techniques were used:
interviews, ethnographic observation, drawing interpretation, theatrical
performance, photo records, video records, and surveys. In order to receive
proposals advocating the essential preservation of the Fiesta del Pueblo in

380 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


its various forms, group discussion and participation was initiated between
professors and parents alike.
The results of the investigation indicate that the celebration of Fiesta
del Pueblo in Conkal, with its festive and religious flavor, has not only
persisted over the passage of time, but also continues to be recognized by
new generations as a traditional cultural event with which the community
can identify itself. This leads to the conclusion that the Fiesta del Pueblo
has indeed survived strong pressures at a cultural, economic, political, and
social level, even in the face of colonial domination and western modernity
and globalization.
Nevertheless, these celebrations still display practices and contemporary
cultural symbols in new ways, such as mass communication. These new prac-
tices and symbols are expressed in the preferences of children for mechanical
games like the “Oriental Dragon,” videogames, and parties that include
ambient light and sound, modern musical rhythms like English Pop and
rock music, and new styles of dancing. But the results still show that the
parents, teachers, siblings, and friends are important learning influences
with respect to dance, in addition to television and cinema personalities.

Introducción

Las culturas tradicionales de los pueblos indígena-campesinos de nuestro país,


y por tanto de Yucatán, han sido estudiadas desde diversas posiciones. Están
quienes sostienen que a éstas no les ha llegado la modernización, y por tanto
permanecen estáticas, enclavadas en el pasado. Martín Barbero (1987, p. 13)
señala que quienes estudian lo indígena como una identidad que no cambia,
la colocan en un pasado mítico, fuera de la dominación y de la historia.
Desde otros enfoques se afirma que todas las culturas cambian permanen-
temente: “el cambio es su forma de ser” (Bonfil, 1993, p. 229). Por tanto, se
considera que todas las culturas actuales (tradicionales o no) son modernas,
porque cada una de ellas ha sabido ajustarse a sus circunstancias históricas.
También se reconoce en lo indígena su carácter de culturas dominadas, aunque
poseedoras de una existencia positiva a desarrollar, donde lo que importa es
conocer la forma en que sobreviven siendo parte de la modernidad y cómo son
capaces de producir y desarrollarse como culturas, de afirmarse étnicamente
(Martín Barbero, 1987, p. 13).
El antropólogo Guillermo Bonfil considera que algunas culturas (las domi-
nantes) han actualizado su manera de imponerse a otras, y otras (las subalternas

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 381


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
o dominadas) han actualizado sus respuestas, “desde las formas de rebelión
hasta los modos de apegarse a su tradicionalismo y recrear su propio universo
significativo” (1993, p. 230). A partir de estas ideas y otras producidas desde
los años 80, se enuncia la posibilidad real de que los pueblos indígenas-campe-
sinos se transformen como actores dinámicos que forman parte de sociedades
modernas y complejas, sin renunciar a su identidad contrastante. De igual
forma, es posible situar su existencia actual no como producto de la continui-
dad milenaria sino de las múltiples adaptaciones y refuncionalizaciones a la
cambiante realidad colonial y nacional (López y Rivas, 2005).
Una perspectiva de esta naturaleza nos permite entender lo que ha acontecido
con las fiestas y danzas tradicionales en Yucatán, que aparecen indisolublemen-
te unidas en lo que desde las propias comunidades se denomina “la fiesta del
pueblo”, como expresiones de una identidad que ha logrado mantener viva
parte de las raíces culturales del pueblo maya yucateco, sin omitir su condi-
ción de cultura dominada (Bartolomé, 1988) y sin negar las transformaciones
experimentadas.
De ahí que observemos hoy día, al igual que Miguel Bartolomé hace dos dé-
cadas, la vigencia del idioma maya en múltiples pequeñas comunidades, diversas
prácticas culturales tradicionales (como las fiestas del pueblo) y la conservación
de una cierta conciencia social o, en su defecto, de una identidad étnica asumida
como estigma, actuando todos ellos como componentes de esa identidad.
En Yucatán, como en otros estados de la República Mexicana, existen desde
hace décadas e incluso siglos, costumbres y tradiciones que identifican y distin-
guen a las comunidades que desde la otredad denominamos maya-yucatecas,
aunque no siempre exista una identidad étnica asumida explícitamente por
ellas. Una de las tradiciones más antiguas que hasta nuestros días se practica
en los diferentes municipios del estado es la fiesta del pueblo.
Esta celebración como su nombre lo indica, es una fiesta en la cual se rea-
lizan diversas actividades religiosas y paganas en honor de un santo patrón o
un símbolo sagrado y cuyo origen lo encontramos en la historia colonial de
la región y en la fusión de prácticas, símbolos y significados procedentes de
raíces indígenas y españolas (Redfield, 1944; Irigoyen, 1973; Quintal, 1993;
Fernández y Quintal, 1992). Con el paso el tiempo estas celebraciones se han
ido transformando y adaptando a las necesidades, propósitos y características
de cada comunidad situada en contextos socio-históricos específicos.
La antropóloga Fanny Quintal (1993, p. 5) plantea que a través de las fiestas
patronales, organizadas desde un catolicismo popular que sigue vigente entre

382 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


los mayas yucatecos, con sus procesiones, misas, gremios, vaquerías, corridas de
toros, bailes populares y ferias, es posible vislumbrar el tipo de sociedades que
las generan, recrean y transforman, es decir, les dan vida. Así, un acercamiento
a las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán, ubicado a unos 13 Km. de Mérida,
capital del estado, propicia no sólo conocer y reconocer la identidad y cultura
de esta localidad, sino comprender los procesos de persistencia y transformación
que viven sus festejos tradicionales y con ellos la propia comunidad.
De acuerdo con Fernández Repetto (1990) y con la revisión bibliográfica
realizada, se puede afirmar que poco se ha escrito sobre las fiestas y danzas de
Yucatán, como expresiones de una identidad étnica. De manera complemen-
taria al objetivo central de sus estudios, Redfield, Villa Rojas y Thompson “son
algunos de los que mencionan ciertos rasgos particulares de este tipo de cele-
braciones religiosas” (Fernández, 1990, p.21), a los que se suman los trabajos
de Irigoyen (1973), Maas Collí (1983; 1991; 1995), Quintal (1992; 1993), el
propio Fernández Reppeto (1990; 1992), Pérez Sabido (1983) y Negroe Sierra,
como los más representativos.
Si escasos trabajos hay acerca de las fiestas del pueblo en la región, prácti-
camente no existen los que se hayan preocupado por estudiar la relación entre
comunicación masiva y cultura tradicional, como eje principal. Asimismo, los
estudios sobre las fiestas y danzas tradicionales que se han realizado en Yuca-
tán, han tomado como principal punto de referencia la acción de los adultos
y jóvenes que habitan en las comunidades donde se celebran, quedando en
segundo plano la presencia infantil.
Esto último resulta interesante frente a las observaciones de Gardner (en
Villanueva, 2000, p. 25), quien opina que las primeras concepciones que se
forman en los niños no se erradican, sino que permanecen en la memoria,
ocupando una posición subalterna frente a nuevas concepciones.
Este escenario nos llevó a establecer como preguntas de investigación, las
siguientes. En la forma de practicar y celebrar las fiestas y danzas tradicionales
en Conkal: ¿Qué rasgos han perdurado a través del tiempo? ¿Qué transforma-
ciones han experimentado? ¿Cómo las viven y se las representan los niños y
niñas de la localidad? ¿Qué relevancia tienen en sus vidas cotidianas? ¿Cuánto
han influido los medios masivos de comunicación en las transformaciones y
representaciones actuales?
Por tanto, los objetivos que guiaron este trabajo de investigación fueron
por un lado, identificar aquellos elementos simbólicos que perduran hasta
nuestros días, es decir, que han podido transmitirse de generación en genera-

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 383


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
ción a los niños y las niñas de Conkal, Yucatán, respecto de las fiestas y danzas
tradicionales que se realizan y practican en su localidad. Por otro, ubicar las
transformaciones que han experimentado estas fiestas y danzas, a partir de las
percepciones y prácticas culturales de los niños y niñas estudiados. Un tercer
punto fundamental fue identificar todas aquellas manifestaciones que revelaran
una relación entre los medios masivos de comunicación y las prácticas culturales
relativas a las fiestas y danzas.

Metodología

Este conjunto de reflexiones nos llevó a elegir a los niños y niñas de Conkal
como los principales más no únicos sujetos de investigación. El acceso a ellos
se logró a través de las cuatro escuelas primarias de la localidad: la “Rafael Ra-
mírez Castañeda”, la “Margarita Maza de Juárez”, la “Marcial Cervera Buenfil”,
y la “Rodolfo Menéndez de la Peña”. El estudio contó con la participación de
670 alumnos en total, que cursaban de primero a sexto grado de primaria. La
elección de los niños y niñas en un rango de 6 a 14 años de edad, se debe a que
son fuertes receptores de nuevas manifestaciones culturales y altos consumidores
de medios de comunicación, pero el proceso de socialización primaria aún está
fuertemente sellado por la familia, la escuela, la iglesia y la comunidad.
Hoy Conkal cuenta con una población en este rango de edad de 1,067
habitantes, de los cuales 1,025 asisten a la escuela, espacio que ofreció condi-
ciones muy favorables para la realización del estudio, ya que congregó a todos
los sujetos durante el ciclo escolar 2004-2005 para la aplicación de las diferentes
técnicas de investigación.
Los niños y niñas de Conkal por las mismas circunstancias culturales y el
espacio geográfico donde se desenvuelven, presentan características que son
necesarias mencionar en nuestro estudio tales como su inmersión temprana
en los trabajos del padre o de la madre, la influencia en la forma de vestir y de
hablar de los hermanos mayores, el reducido tiempo que ellos le dedican a la
escuela en comparación con otras actividades que realizan y la limitada varie-
dad de formas de entretenimiento que poseen. Estas características hacen que
además de la forma de comportamiento y crecimiento habitual, vivan de una
forma muy particular las fiestas tradicionales de su pueblo.
El estudio realizado se sustenta en una metodología de corte cualitativo, elegi-
do por razones epistemológicas y por las propias características de la indagación.
A partir de esta decisión, en el diseño de la investigación se renunció al uso de

384 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


hipótesis y se consideraron las preguntas y objetivos como el punto de partida
de un procedimiento que buscó no probar sino comprender e interpretar.
Para la reconstrucción histórica de las fiestas del pueblo que permitiera
conocer lo que perdura y se ha transformado se usó la entrevista estructurada,
que realizaron los propios niños y niñas a sus padres o abuelos, y la entrevista
en profundidad efectuada por el equipo de investigación a informantes claves
de la comunidad, dada la carencia de fuentes documentales sobre el tema. Para
elaborar la etnografía de la festividad y detectar los referentes mediáticos visibles
presentes en ella se desarrolló la observación participante. Para explorar los co-
nocimientos y prácticas de los niños y las niñas en torno de las fiestas y danzas,
así como los elementos culturales provenientes de los medios de comunicación
que pudieran estar influyendo en dichos conocimientos y prácticas, se usaron
diversas técnicas como las representaciones teatrales, el registro fotográfico, el
dibujo, la selección de fotografías y el cuestionario.

Conkal y sus fiestas del pueblo

Conkal, Yucatán, es la cabecera del municipio del mismo nombre. Se trata


de una pequeña localidad muy próxima a Mérida, conformada por un poco
más de 6 mil habitantes (INEGI, 2001). Se ubica en lo que hace más de una
década se identificaba como la zona henequera. Hasta tiempos recientes se
caracterizó, principalmente, por un desarrollo agropecuario, una población
rural predominante y múltiples prácticas culturales tradicionales. Su creciente
dependencia con las actividades industriales, comerciales y de servicios que
ofrece la capital del estado, la fuerte presencia de los medios de comunicación
en la vida cotidiana, así como el uso de nuevas tecnologías han transformado
de muy diversas formas sus modos de vida. De acuerdo con INEGI (2001),
el 85.2% de las viviendas particulares habitadas disponen de radio o radio-
grabadoras; el 92.1% de televisores; el 26.7% de videocaseteras; el 14.4% de
teléfono, y el 2.3% de computadoras.
En este Conkal contemporáneo se celebran anualmente tres fiestas del
pueblo. Esto se debe a diversos motivos económicos, políticos y religiosos.
En 1973, Irigoyen mencionaba en su calendario de fiestas tradicionales de
Yucatán, que la fiesta del pueblo de Conkal era en honor de la Santa Cruz. Sin
embargo, la observación participante permitió saber que hoy día se llevan a
cabo tres fiestas: la de la Santa Cruz, la de la Inmaculada Concepción y la de
San Francisco de Asís.

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 385


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
La fiesta de la Santa Cruz, o como comúnmente se le conoce en el pueblo: la
fiesta en honor al Cristo del Gran Poder, se efectúa a partir del 25 de abril hasta
el 3 de mayo. En este lapso, se celebra tanto la parte religiosa como la profana.
Aunque la fiesta de la Santa Cruz aún conserva ciertos elementos distintivos
que la caracterizaron en sus tiempos de esplendor y auge, según los informantes
claves, ya no es esa celebración majestuosa que recuerdan las personas mayores,
sino que se ha reducido a la realización de la “ramada”, una misa, la novena y
algún baile de luz y sonido, casi todo llevado a cabo en un espacio privado (la
casa de los custodios de la Santa Cruz), participando un reducido número de
personas entre niños, jóvenes y adultos.
Por su parte, la fiesta de la Inmaculada Concepción, aunque originalmente
debe celebrarse el 8 de diciembre, surge por iniciativa de un sacerdote del
pueblo como una fiesta en el mes de mayo para “competir” con la fiesta del
Gran Poder, ya que ésta no era organizada directamente por alguna autoridad
civil o religiosa, sino que estaba en manos de una familia de la comunidad. Al
promoverse la celebración directamente por el sacerdote de Conkal, este festejo
empezó a cobrar fuerza hasta convertirse en la principal fiesta del pueblo en la
cual se pueden encontrar, aunque con múltiples transformaciones, práctica-
mente todos los elementos que integran una fiesta tradicional. Hoy se celebra
del 7 al 10 y del 22 al 29 de mayo.
En cuanto a la fiesta en honor de San Francisco de Asís, ésta se realiza del 4 al
11 de octubre y es una fiesta muy pequeña, ya que sólo la organiza y participa un
gremio (el de los palqueros), y está constituida por corridas de toros, una feria
modesta, una procesión y bailes de luz y sonido. Surge en 1985 por iniciativa
del entonces presidente municipal y fundador del gremio “Hijas de María”,
para rescatar la imagen del santo patrono que históricamente corresponde a
la localidad, cuyo convento fue fundado por la orden de los franciscanos en
tiempos de la Colonia.

Componentes tradicionales y contemporáneos


de la fiesta del pueblo

Para entender el contexto de la fiesta del pueblo como unidad de análisis, es


importante describir brevemente las actividades y los elementos que la integran


El gremio de los palqueros son los responsables de construir los palcos y el coso taurino
donde se celebra la corrida de toros. Como elemento característico, para la construcción
no utilizan clavos, sino sólo amarres.

386 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


hoy día, contrastando aquellos aspectos que han cambiado o han desaparecido,
así como los que permanecen al paso del tiempo. El festejo, y por ende el inicio
de la fiesta del pueblo, es el día en que de acuerdo con el calendario de la Iglesia
Católica se recuerda al santo patrono, cuyo nombre porta la iglesia o capilla del
lugar, aspecto que no se sigue de forma ortodoxa en Conkal.
La tradicional fiesta del pueblo tiene actividades religiosas y paganas. Como
se indicó en párrafos anteriores, la forma de celebrar la fiesta del pueblo ha
cambiado a través del tiempo, más en unas comunidades que en otras; sin em-
bargo, entre las actividades religiosas aún se encuentran los gremios, las misas,
las novenas y las procesiones en honor al santo patrono y entre los festejos pa-
ganos están las corridas de toros, las vaquerías, los bailes y la feria. Para efectos
de este artículo, se describen a continuación las actividades más significativas
para la comunidad.
Los lugares en donde se llevan a cabo las actividades religiosas son diferentes
a la parte profana (Quintal, 1993). Así, el templo, el atrio de la iglesia y las
calles inmediatas son el lugar de lo sagrado, mientras que la plaza, el palacio
municipal y el lugar donde se coloca el ruedo, son áreas para lo profano, aunque
por las dimensiones del pueblo están muy próximas unas de otras.
Los gremios son asociaciones que hacen su aparición los días de fiesta y otras
fechas religiosas celebradas por la iglesia local y/o regional. La mayoría están
organizados por oficios, género y edad, así que, dependiendo de la comunidad
de la que se trate, podemos encontrar distintos gremios, como por ejemplo el
de los palqueros, horticultores, niños, jóvenes, etc.
El día indicado para cada gremio, los socios y sus familias se reúnen en la casa
del presidente o encargado del gremio. A determinada hora, cargan los emble-
mas de su organización: escudo, estandartes y pabellones y se dirigen a la iglesia
acompañados de la orquesta y el sonido de los voladores. Al llegar, depositan en
el altar sus emblemas, rezan un rosario o participan en la misa y se retiran a sus
casas. Al día siguiente, los socios se dirigen de nuevo al templo, toman del altar
los emblemas de su organización y se trasladan a la casa del próximo presidente
del gremio en donde comen, beben y realizan la asamblea para el cambio de
directiva. Así concluye el desempeño de la mayoría de los gremios.
En cuanto a las procesiones, éstas se realizan el día dedicado al santo patrono
y en ellas participan los integrantes de los gremios, los visitantes, los devotos
y el público en general. Concluida la procesión, el santo patrono es puesto al
alcance de los creyentes que se acercan para depositar una limosna o rezar una
oración, dentro de la iglesia.

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 387


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
Para hablar de la parte festiva, hay que explicar en principio el concepto de
vaquería. Esta es una especie de baile popular en donde hombres y mujeres se
reúnen para ejecutar la jarana, danza tradicional de Yucatán, durante toda la
noche. Las mujeres asisten vestidas de vaqueras, es decir, con el terno, la joyería
correspondiente y llevando en la cabeza un sombrero adornado con flores y/o
cintas. Los hombres en cambio, llevan su tradicional guayabera blanca, pantalón
blanco, pañoleta roja y sus alpargatas chillonas. Actualmente aunque algunos
hombres y mujeres aún siguen portando los atuendos para esa ocasión, muchos
asisten únicamente a mirar cómo bailan todas las parejas y premiar con sus
aplausos a los diestros bailadores, pero no participan activamente.
En lo referente a las corridas de toros, el proceso inicia con la construcción
del ruedo taurino a cargo de los palqueros. Se levanta el tablado de diferentes
niveles formado por troncos, bejucos, palmas, o en su caso láminas de cartón
pero sin utilizar un sólo clavo, todo se hace a través de amarres.
Las corridas por lo general inician con las notas de un paso doble a cargo
de la orquesta y un paseo que realizan los toreros y banderilleros por todo el
ruedo. Cabe mencionar que en las fiestas tradicionales que estamos describiendo
las corridas no son como las que vemos en las grandes ciudades. Regularmente
son momentos muy divertidos y emocionantes pues dado su carácter informal,
nunca falta un atrevido o pasado de copas que se lance al ruedo para torear y
termine con tremendo susto frente al toro. Los toros que hoy se utilizan son
de lidia; estos se rentan y son muy costosos, por lo tanto, únicamente se suele
matar al primer toro de la tarde, el cual es procesado en las afueras del ruedo
para su venta al término de la corrida. Con esta carne se realiza el guiso cono-
cido como chocolomo.
Los bailes y las ferias, por su parte, son actividades que se realizan casi siempre
en el centro de poblado, cuyo esplendor se observa por las noches. Los bailes
por lo regular son amenizados por conjuntos de cumbias y empresas de luz y
sonido. A estos bailes asisten todo tipo de personas de la comunidad e incluso
de las poblaciones cercanas.

Persistencia y transformación en la fiesta del pueblo


desde la literatura

La obra clásica de Robert Redfield, Yucatán: una cultura en transición, (editada


en español en 1944), aporta valiosa información sobre las fiestas pagano reli-
giosas de diferentes puntos del estado. En ésta, el autor habla de las “pérdidas”

388 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


y las “transformaciones” de este “suceso periódico y principal en la vida de
cada comunidad local de Yucatán” (p. 324). Entre los factores que menciona
están los intereses mercantiles de particulares y políticos que hicieron de las
fiestas un sustantivo negocio; los forasteros o turistas que acudían a los festejos
en busca del “folclore”; la influencia urbana e incluso la europea a través de
las clases medias y altas que veraneaban en las costas yucatecas por razones de
“moda” y las vías de comunicación (trenes y carreteras) que hicieron posible
viajar a casi todos los puntos del estado. Así, “la secularización destruyó los
viejos significados” (p. 361).
Renán Irigoyen, en su Calendario de fiestas tradicionales de Yucatán (1973),
al hablar de “desapariciones” hace una diferencia entre las fiestas tradicionales
organizadas como atractivo turístico y aquellas donde “la fiesta ha conservado
su pureza y espontaneidad” (p. 5). A estas últimas las sitúa en las poblaciones
pequeñas y alejadas de Mérida. De manera explícita, ubica la influencia del
turismo como un factor de “pérdida”, junto con los grupos de rematadores de
las principales fiestas populares y carnavales del interior del estado, los intereses
de los abastecedores o comerciantes de ganado, los que quieren organizar los
bailes populares, las organizaciones gremiales y los que construyen los palcos
del coso taurino mediante pago.
Alfonso Villa Rojas, en su obra Los elegidos de Dios (1978), documenta
su regreso al cacicazgo de X-Cacal, refugio de los indígenas insurrectos en la
Guerra de Castas, 40 años después de su investigación etnográfica sobre los
mayas de Quintana Roo, para encontrarse con cambios espectaculares que se
habían producido en las comunidades indígenas objeto de su estudio. Esas
transformaciones culturales también eran visibles en el campo de las prácticas
del catolicismo popular. Así, carreteras asfaltadas, caminos vecinales de grava, el
proceso educativo, la expansión del protestantismo y el catolicismo, la urbani-
zación, los nuevos incentivos económicos, entre los elementos más importantes,
penetraron inexorablemente y debilitaron sus modos tradicionales de vida.
Sólo Hilaria Maas Collí en su informe final de investigación titulado “La
religión y símbolos sagrados en la vida cotidiana de las familias campesinas,
Huhí, Yucatán” (diciembre de 1995), aborda el tema de las repercusiones de
la televisión en las prácticas religiosas y en los símbolos sagrados dentro del
hogar, trabajo que toca un aspecto de nuestro interés, pero lejos del contexto
de las fiestas del pueblo, objeto de esta investigación.
Así, desde la perspectiva de estos estudiosos, son factores económicos,
sociales y culturales como la mercantilización, el turismo, la urbanización,

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 389


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
la modernización y la secularización en los que recae el peso principal de las
transformaciones experimentadas en las fiestas del pueblo, a lo que se añade
hoy día la influencia de los medios masivos de comunicación.
Como se indicó líneas arriba, en nuestra investigación ocupa un lugar fun-
damental el estudio de la relación medios masivos de comunicación-cultura
tradicional. Hoy día no sería posible entender las transformaciones operadas en
las culturas tradicionales, en los últimos 50 años, sin tomar en consideración
el papel que están desempeñando los medios y los procesos de comunicación
de masas (Martín-Barbero, 1999). Importantes contribuciones teóricas al
respecto han hecho Martín Barbero, García Canclini y Renato Ortiz, a partir
de sus análisis de las culturas populares, la comunicación masiva, la relación
campo-ciudad y la modernidad.
Resulta importante establecer como punto de partida que la comunicación
masiva juega hoy día un papel central en la cultura moderna, ya que la mo-
difica constantemente (Thompson, 1991). Tal y como lo señala Thompson,
los diversos medios de comunicación tienen un papel de gran importancia en
nuestra vida cotidiana, pues nos ofrecen un flujo constante de información y
conocimiento, tal y como se aprecia en el Conkal contemporáneo.
De acuerdo con García Canclini (1990), los nexos entre los medios de
comunicación y las culturas populares tradicionales “forman parte de estruc-
turas más amplias de interacción social”, desde las cuales los sectores populares
organizan el sentido en el contexto de sus vidas cotidianas. En el caso del pueblo
de Conkal hay que considerar no sólo la irrupción de las nuevas tecnologías co-
municativas en la vida comunitaria, sino también los movimientos migratorios
de ida y vuelta; la cercanía y el contacto permanente con la capital del estado
desde tiempos coloniales; el contexto socio-histórico, es decir, “el proceso de
apropiación y control cultural, político y económico al que estuvieron sujetos
los pueblos indios, primero a mano de los conquistadores y colonizadores espa-
ñoles y luego por la acción de la oligarquía yucateca europeizada” (Fernández y
Quintal, 1992, p. 43), así como su relación con las culturas globalizadas, entre
otros aspectos altamente significativos.
El autor también plantea que las tecnologías comunicativas y la reorganiza-
ción industrial de la cultura no sustituyen las tradiciones, ni masifican homo-
géneamente a los habitantes de las pequeñas comunidades, sino que cambian
las condiciones de obtención y renovación del saber y la sensibilidad; proponen
otro tipo de vínculos de la cultura con el territorio; de lo local con lo global;
“otros códigos de identificación de las experiencias” (1990, p. 244).

390 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


Por su parte, Martín Barbero (1987) nos propone alejarnos de los falsos
dualismos, entre ellos el que opone el campo a la ciudad, lo popular a lo masi-
vo, que podrían conducirnos a desconocer los “mestizajes”, las complicidades
y contradicciones que permean la “conexión” entre lo popular y lo masivo.
Nos invita a dotarnos de un concepto de cultura “que haga posible pensar la
mediación histórica” (p. 16) y que permita entender las fiestas de Conkal desde
la modernidad.
Nos sugiere reconceptualizar lo indígena desde el espacio político y teórico
de lo popular, que nos lleva a identificar lo tradicional-popular con lo subalterno,
pero también con las resistencias intrínsecas, espontáneas, que lo subalterno
opone a lo hegemónico (Martín Barbero, 1988), ya que así es posible el análisis
de las condiciones sociales de producción del sentido, el análisis de las luchas
por la hegemonía.
En cuanto a Renato Ortiz (1998), su reflexión sobre las culturas populares
en el contexto de la modernidad-mundo, nos permite apreciar que esa cultura
mundializada nos acompaña en “todos” los lugares. Y en esa modernidad-mun-
do, la distancia deja de ser un obstáculo físico para el desplazamiento, aspecto
en el que los medios de comunicación tienen un papel preponderante.

Persistencia y transformación en la fiesta del pueblo


desde los actores sociales

Tal y como se estableció en el proyecto que ha guiado esta investigación, son


tres los ejes indagados: lo que persiste, lo que se ha transformado y la influen-
cia de los medios masivos de comunicación en las transformaciones y nuevas
representaciones sobre las fiestas del pueblo.

Lo que persiste
La celebración de la fiesta del pueblo en Conkal, con su estructura festiva y reli-
giosa, ha persistido al paso del tiempo y hoy sigue siendo reconocida al interior
de la comunidad como una manifestación de su cultura tradicional, sin que
esta valoración se vea afectada por los cambios o transformaciones enunciadas
principalmente en los testimonios de los informantes claves y de los padres y
abuelos de la localidad.
Los niños y niñas que asisten a las escuelas primarias identifican en la fiesta
del pueblo una celebración propia de su comunidad, que los entusiasma y
divierte año con año, aunque no siempre tengan claro en honor de quién se

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 391


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
celebra. A partir de las técnicas de investigación utilizadas, las cuales estuvieron
acompañadas por una actividad introductoria para sensibilizar a los niños y
niñas en torno del tema de investigación, encontramos que ante la pregunta
¿en honor de quién son las fiestas del pueblo?, sus respuestas fueron o bien el
silencio, o nombrar al presidente municipal, los héroes patrios, confundirlas
con otra festividad como el Carnaval, aunque siempre hubo quien aportara la
respuesta correcta. Dos posibles razones pueden inicialmente explicar la situa-
ción: una falta de transmisión de cierto conocimiento tradicional de padres
a hijos, o la aparición de nuevas prácticas religiosas entre los habitantes de la
localidad, en las que no se requiere un saber sobre las fiestas del pueblo propio
del catolicismo popular.
Los componentes religiosos (gremios, procesiones, misas y novenas) y festivos
(vaquería, corrida de toros, feria y bailes) continúan siendo la forma constitutiva
de las fiestas del pueblo. Los testimonios de los informantes clave y de padres
y abuelos documentan muy bien la forma de celebración en la perspectiva
de los últimos 50 años, mientras que los niños y niñas describen la situación
actual. Formalmente, hay puntos de convergencia entre ambas miradas, en
particular sobre la estructura de la fiesta, sin embargo, ésta es percibida de for-
ma diferenciada por las viejas y nuevas generaciones, ya que el discurso de las
primeras hace referencia constante a las “pérdidas”, a los “cambios”, mientras
que las segundas hablan de sus vivencias y disfrutes sin recurrir a un proceso
comparativo con el pasado.
A través de los múltiples datos obtenidos por medio de las técnicas utilizadas,
destaca que la parte festiva o profana de la fiesta de Conkal es más atractiva que
la religiosa para la población en general, fenómeno común a muchas fiestas que
se celebran en la región y ya registrado en diversos estudios sobre el tema. De
manera que este hecho debe considerarse como una persistencia en la fiesta del
pueblo. En el caso de los niños y niñas de las escuelas primarias, sus respuestas
se centran de forma abrumadora en la corrida de toros, actividad festiva por
naturaleza. Se puede afirmar que para ellos, éste es el símbolo de la fiesta de
su pueblo.
De las tres fiestas que se celebran en Conkal, es importante reconocer que
la de la Santa Cruz o la del Gran Poder de Dios es la que conserva el mayor
número de elementos tradicionales, característicos de las fiestas del pueblo, tal
y como se documenta en la literatura especializada. Sin embargo, es la fiesta
donde las contradicciones religiosas y políticas se han visto agudizadas, de
acuerdo con los testimonios de los informantes claves.

392 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


Aún con los cambios que han experimentado las fiestas y que se señalan
más adelante, es importante destacar que éstas han sobrevivido en medio de
conflictos entre autoridades políticas y religiosas y los intereses comerciales
existentes al interior de Conkal desde hace más de medio siglo, derivados de
la organización primero de una y luego tres fiestas, como lo expresan los infor-
mantes claves. Estas contradicciones, intereses y cambios han afectado la forma
de la celebración y muchos de los elementos constitutivos de las mismas, pero
la esencia de las fiestas ha perdurado en circunstancias históricas difíciles.

Lo que se ha transformado
Un primer cambio notable es la celebración de tres fiestas del pueblo a lo lar-
go de un año en Conkal, como resultado de las contradicciones o choque de
intereses entre autoridades civiles y religiosas y particulares. El impacto más
visible al seno de la comunidad es que ésta ha tenido que negociar en el marco
de sus creencias religiosas la mayor o menor representación de los símbolos
homenajeados. En poco más de 50 años han tenido que celebrar a la Santa Cruz
(símbolo primigenio), a la Inmaculada Concepción (cuando ésta se festeja en
diciembre) y a San Francisco de Asís (el patrono de Conkal) bajo argumentos
no necesariamente de tipo histórico o por necesidades derivadas de las prácticas
culturales de la comunidad.
Otro cambio importante está relacionado con el uso del espacio para la cele-
bración de las fiestas. Históricamente, se han realizado en el centro del poblado
donde se congregan los edificios que representan los poderes civiles y religiosos.
Quintal (1993) ha explicado a detalle cómo de manera diferenciada los espacios
que se destinan a las actividades religiosas no son los mismos que para la parte
profana, aunque dadas las dimensiones del pueblo están muy próximos unos
de otros, lo que permite que se conserve como una unidad.
Sin embargo, a partir de mayo de 2005, por disposición del Ayuntamiento
de Conkal, la parte festiva pasó a realizarse en un área de grandes dimensio-
nes a las afueras del poblado, decisión que ha establecido una importante
distancia geográfica entre ambos momentos de la fiesta del pueblo y que ha
generado descontento en el gremio de los palqueros, la comunidad y la pa-
rroquia. Dado que el hecho es reciente, las repercusiones socioculturales aún
no se expresan claramente y el problema se ubica por el momento a nivel de
“malestar social”; pero es de suponerse que esta decisión “política” acentuará
mucho más la distancia entre lo festivo-lúdico y lo religioso, que ya de por sí
revela la investigación.

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 393


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
Diversos rasgos de las fiestas del pueblo se han perdido al paso de los años,
particularmente elementos simbólicos claves de raíz indígena como la siembra
del ceibo, árbol sagrado de los mayas, en el centro del ruedo durante las corri-
das de toros y otros como el baile de la cabeza de cochino en las vaquerías y la
celebración de la “ramada” o “ramillete”. La recuperación de estos elementos
simbólicos en la fiesta actual no ha sido promovida por ningún grupo involucra-
do en su organización, aunque los informantes claves y la literatura especializada
hagan referencia constante de ellos y les atribuyan un alto valor cultural.
Una fuente importante de información para ubicar las transformaciones
experimentadas en las fiestas del pueblo fueron las 123 entrevistas realizadas
por los niños y niñas, de quinto y sexto grado, a sus padres o abuelos a través
de una guía de cinco preguntas: ¿Cómo eran las fiestas del pueblo cuando ellos
eran niños? ¿Cómo eran las vaquerías? ¿Cómo eran los gremios? ¿Cómo eran
los bailes? Y ¿Cómo eran las corridas de toros?
Las entrevistas indican la desaparición de ciertas prácticas culturales asocia-
das a las fiestas del pueblo como la utilización de música en vivo en los bailes
interpretada por orquestas famosas (hoy cambiada por luz y sonido), acudir
a los bailes para bailar (hoy se va a mirar, a emborracharse y echar relajo), la
convivencia familiar y comunitaria y la inclinación cada vez mayor por la parte
festiva o profana de la fiesta.
En cuanto a la vaquería, los padres o abuelos destacan que asistía la población
mestiza con sus ropas tradicionales de gala y los muchachos invitaban a bailar
a las muchachas, aspectos que han ido desapareciendo paulatinamente.
Asimismo, observan cambios en el concepto de la corrida de toros, hoy más
espectáculo, más “bufa” que fiesta brava. El número de toros ofrecidos en prome-
sa o sacrificados en el ruedo ha disminuido; en el segundo caso particularmente
por el costo del animal. También recuerdan que para las corridas se utilizaban
toros buenos, grandes y bravos, no “jugueteados” como ahora, y los toreros no
se dedicaban sólo a las “charlotadas”; antes toreaban, entraban a matar.
La parte festiva también experimenta un proceso de “folklorización”, en-
tendido como espectáculo basado en tradiciones pero susceptible de comercia-


Durante el baile que cerraba los festejos, se entregaba una cabeza de cochino ricamente
adornada a los organizadores de la fiesta del año siguiente como símbolo de la transferencia
de la responsabilidad. Un significado parecido se le atribuye a la “ramada” o ”ramillete”,
aunque ésta es un cilindro adornado y relleno de diversos productos alimenticios.

En Yucatán, el término “mestizo” se utiliza para nombrar a la población indígena y no a
la mezcla de indígenas y españoles.

394 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


lizarse, ya que para los concesionarios resulta muy importante la asistencia de
público proveniente de la ciudad de Mérida y otras localidades aledañas. Muy
probablemente en esta perspectiva también contemplan al turismo nacional
e internacional.
El mayor número de transformaciones, de acuerdo con los resultados, se han
dado en la parte festiva y los menos en la religiosa. De hecho, se considera que
los gremios siguen desarrollándose casi igual que en el pasado. Sin embargo, hay
menor asistencia a las actividades religiosas y gremiales, lo que representa una
preocupación para los responsables de los gremios, ha decrecido el número de
sus integrantes, hay poca participación de los jóvenes y adultos jóvenes, y los
convivios gremiales antes de la entrada a la iglesia son cada vez más modestos
y reducidos numéricamente. Un elemento a destacarse es el desconocimiento
o versiones contradictorias en la localidad respecto del número de gremios y
su especialidad.
Como se aprecia en las entrevistas a padres y abuelos, la observación etno-
gráfica y los testimonios orales, también está desapareciendo paulatinamente la
imagen “tradicional” de la festividad (el uso del hipil, las alpargatas chillonas,
el pantalón y filipina blanca y el sombrero entre la concurrencia) y el sentido
de constituir un festejo que convoca a la “comunidad” en su conjunto. Para
entender estas transformaciones o “pérdidas”, no puede dejarse de lado la
condición de cultura dominada de los pueblos maya-yucatecos y el impacto
de nuevos modos de vida en la comunidad de Conkal derivados del contacto
con lo urbano y lo global.

La influencia de los medios de comunicación

El trabajo etnográfico permitió detectar la relación, cada vez más creciente, entre
la promoción de las fiestas del pueblo y el uso de medios masivos de comuni-
cación. La radio y el cartel se han constituido en recursos fundamentales de
difusión hacia el exterior de la comunidad, mientras que formas tradicionales
como el perifoneo (usando autos con altoparlantes) y la transmisión oral lo
son hacia el interior.
Sin embargo, el interés de la investigación respecto de los medios masivos
de comunicación se concentró en su influencia en las transformaciones y
representaciones actuales, detectadas a través de los niños y niñas estudiados.
Los resultados muestran con gran claridad la forma como ciertos productos
mediáticos están colaborando en la formación de nuevas representaciones cul-

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 395


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
turales de los niños y cómo estos cambios impactan su relación con las fiestas
del pueblo.
Los datos provienen de las imágenes fotográficas seleccionadas por los ni-
ños y niñas, de los dibujos que elaboraron, del cuestionario que contestaron
y de las representaciones teatrales que realizaron. En las dos primeras técnicas
destaca la presencia de la imagen del dragón, un animal mítico oriental que
no forma parte de la cosmovisión maya yucateca, pero que convertido en
juego mecánico se constituyó en éxito dentro de las preferencias infantiles,
por encima de otros juegos menos novedosos como la rueda de la fortuna, las
tazas, los carritos chocones o los futbolitos. La barra televisiva en los últimos
años ha privilegiado, por su éxito, la transmisión de caricaturas japonesas que
han acercado símbolos orientales a las representaciones actuales de los niños
que viven en esta pequeña comunidad y que se manifiestan de forma clara en
esta elección masiva.
Además del dragón oriental, en las fiestas del pueblo irrumpen otras prácti-
cas y símbolos culturales contemporáneos, como se desprende del cuestionario
aplicado a los niños y niñas. Por ejemplo, aparecen nuevos géneros musicales
(pop, música “americana”, de banda), nuevos estilos de baile (propios de las
fiestas de “luz y sonido”), nuevas vestimentas entre la población. Sin duda, el
consumo de medios de comunicación y la industria del entretenimiento impac-
tan especialmente a los niños y jóvenes de Conkal, como lo revela el hecho de
que la música de banda, un género musical esencialmente norteño, ha llegado
a esta región gracias a la radio y televisión y hoy día está entre sus aficiones.
También, los niños y niñas reconocen que los artistas de la televisión y las
películas son agentes de educación informal, ya que junto con sus padres, sus
maestros, hermanos y amigos les enseñan a bailar. En sus respuestas no ocupa
un lugar importante el aprendizaje de la jarana, aunque la identifican como un
baile típico de Yucatán, propio de su cultura y que regularmente lo aprenden
en la escuela a través de sus profesores y lo llegan a ejecutar en alguna festividad
escolar.

Conclusiones

La fiesta del pueblo en Conkal, con su histórica estructura festiva y religiosa, ha


sobrevivido a las fuertes presiones derivadas del proceso colonial y poscolonial,
la modernidad occidental y la globalización. Asimismo ha sobrevivido a los
conflictos experimentados al interior de la propia comunidad. La investigación

396 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


ha permitido identificar los diferentes recursos de los que hasta hoy ha dispues-
to la comunidad para preservar su fiesta tradicional y gran parte de la riqueza
simbólica que la caracteriza; esto la ubica como una de las más importantes
prácticas culturales constructoras de identidad en el pueblo de Conkal. Por su
capacidad de transformación, la fiesta se revela como una manifestación cultural
viva, capaz de cambiar, refuncionalizarse y hacerse contemporánea.
Dentro de las transformaciones experimentadas en las fiestas del pueblo, el
consumo y uso social de los medios masivos de comunicación van teniendo un
papel significativo, aunque no determinante por el momento. Los resultados de
la investigación emiten mensajes de gran importancia para repensar los usos,
lecturas y apropiaciones que particularmente las nuevas generaciones están
haciendo de la comunicación masiva, a partir de sus prácticas comunicativas, de
su experiencia y del sentido que atribuyen a su cultura tradicional y a las nuevas
manifestaciones culturales, en las que cotidianamente están creciendo.
No podemos omitir que en estos cambios o transformaciones hay culturas
que se imponen sobre otras y esas otras sobreviven en contextos generalmente
adversos; este es el caso de las manifestaciones culturales tradicionales. En esta
relación de poderes, las industrias culturales empiezan a ocupar paulatinamente
un papel central en la configuración del sentido en relación a las fiestas y danzas
entre las nuevas generaciones que habitan Conkal, desplazando el papel que
hasta hace unos cuantos años jugaban la oralidad y la socialización primaria.
En los datos proporcionados por los niños y niñas y a través de las técnicas
utilizadas aparece la silueta de lo que pronto sucederá: una cada vez mayor
interrelación e interdependencia con los medios masivos de comunicación,
particularmente por la vía del entretenimiento.
Tampoco podemos cerrar los ojos ante lo que alguna vez dijo García Canclini
(1990, pp. 241-242): “En rigor, al mercado y a los medios no les importa lo
popular sino la popularidad. No les preocupa guardar lo popular como cultura
o tradición (…) Para el mercado y para los medios lo popular no importa como
tradición que perdura”. Así, la transmisión de generación en generación de la
esencia de las fiestas del pueblo, vía la escuela, la familia y la propia comunidad,
se constituye en el punto nodal y en el centro de mayor interés entre los diversos
informantes que contribuyeron a desentrañar tan preciado acontecimiento para
la vida de este pequeño poblado del sureste mexicano.

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 397


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
Bibliografía
Bartolomé, M. (1988). La dinámica social de los mayas de Yucatán. Pasado y presente
de la situación colonial. México: INI.
Bonfil, G. (1993). Por la diversidad del futuro. En Guillermo Bonfil (comp.). Hacia
nuevos modelos de relaciones interculturales. México: CNCA, pp. 222-234.
Cohen, D. (1999). Cómo aprenden los niños. México: SEP / Fondo de Cultura
Económica.
Fernández, F. (1990). Resistencia cultural y religiosidad popular. Los gremios en
Chuburná de Hidalgo, Mérida, Yucatán. Boletín de la Escuela de Ciencias
Antropológicas de la Universidad de Yucatán, Vol.16, No. 101, pp. 20-34
Fernández, F. y Quintal, E. (octubre-noviembre 1992). Fiestas y fiestas. Revista de
la Universidad Autónoma de Yucatán, Núm. 183, pp. 39-48.
García-Canclini, N. (1990). Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la
modernidad. México: Grijalbo.
INEGI (2001). Censo General de Población y Vivienda 2000. México: INEGI.
Irigoyen, R. (1973). Calendario de fiestas tradicionales de Yucatán. Mérida, Yucatán:
Ediciones del Gobierno del Estado.
López y Rivas, G. (5 de enero de 2005). Antropología y zapatismo. La Jornada.
Recuperado el 14 de enero de 2005 de: http://www.jornada.unam.mx/2005/
ene05/050114/022a1pol.php
Maas, H. (1983). Transmisión cultural en Chemax, Yucatán. Un enfoque etnográfico.
Departamento de estudios sobre cultura regional. Mérida, Yucatán: Universidad
de Yucatán.
Maas, H. (diciembre de 1995). La religión y símbolos sagrados en la vida cotidiana
de las familias campesinas, Huhí, Yucatán. Informe final de investigación.
Centro de Investigaciones Regionales-Unidad Ciencias Sociales “Dr. Hideyo
Noguchi”, de la Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán.
Martín-Barbero, J. (1987). Introducción. En FELAFACS, Comunicación y culturas
populares en Latinoamérica. Seminario del Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales. México: Gustavo Gili, pp. 9-17.
Martín-Barbero, J. (1988). De los medios a las mediaciones: Comunicación, cultura
y hegemonía. 5ta. ed. México: Gustavo Gili.
Ortiz, R. (1998). El viaje, lo popular y el otro, Otro territorio. Colombia: Convenio
Andrés Bello, pp. 1-20.
Quintal, E. (1993). Fiestas y gremios en el oriente de Yucatán. Cuadernos de cultura
yucateca. No. 4, pp. 1-49
Redfield, R. (1944) Yucatán: una cultura en transición. México: Fondo de Cultura
Económica.

398 • Roxana Quiroz Carranza, Gretty Escalante Góngora


Thompson, J. B. (octubre de 1991). La comunicación masiva y la cultura moderna.
Contribución a una teoría crítica de la ideología, Revista Versión. Estudios
de comunicación y política, núm. 1. México: UAM-Xochimilco.
Villanueva, N. (2000). Cultura, identidad de género y simbolización en los juegos
infantiles, Temas antropológicos, Vol.22, No.1, pp. 25-53
Villa Rojas, A. (1978). Los elegidos de Dios. Etnografía de los mayas de Quintana
Roo. México: Instituto Nacional Indigenista.

Comunicación masiva – culturas radicionales: • 399


un estudio sobre persistencia y transformación en las fiestas del pueblo de Conkal, Yucatán
Capítulo 19

Rehacer el tejido de Penélope:


mujeres y reproducción de la emigración
Ana Leticia Gaspar Bojórquez*
Universidad del Valle de Atemajac

Una investigación que aborda la migración en una comunidad repre-


sentativa de Jalisco, a través de lo expresado por las mujeres relacionadas
con los emigrantes, desde la perspectiva cultural, es decir, del estudio del
habitus y las formas simbólicas de las comunidades, entendidos como
el campo de fenómenos significativos, con el propósito de comprender
cómo se producen, se transmiten, se reciben y se reproducen dichas
formas simbólicas para fomentar la migración y conocer cómo están
mediando las mujeres en la reproducción de este fenómeno.
Se decidió utilizar la entrevista semiestructurada como instrumento
básico para la interlocución con las mujeres.
Se realizaron entrevistas a mujeres relacionadas con los emigrantes:
esposas, madres, hermanas e hijas. Después del análisis del primer grupo
de entrevistas, se establecieron las categorías de análisis y una primera
triangulación con la teoría; se estableció la descripción del papel repro-
ductor que las mujeres están desempeñando respecto a la migración.

An investigation that approaches the migration in a representative commu-


nity of Jalisco, through analysis of the conversations with women related to
the emigrants, from the cultural perspective, that is to say, from the habitus
and the study of the symbolic forms of the communities; the main goal of
this work is to understand the way that these symbolic forms are transmitted,
they are received and reproduce to foment the migration and to know how
the women in the reproduction of this phenomenon are mediating.
It was decided to use the interview focused like basic instrument for the
interlocution with the women.
*Docente e Investigadora de la Universidad del Valle de Atemajac.
Interviews to women related to the emigrants were made: spouses, moth-
ers, sisters and daughters. After the analysis of the first group of interviews,
the categories of analysis and one first triangulation with the theory settled
down; finally, it presents the description of the reproductive paper settled
down that the women are carrying out with respect to the migration.

San Francisco de Asís


Danos tu bendición para aguantar la ausencia de mi esposo,
La carne humana es débil y yo sin él puedo caer.
Ayúdame para que no me deje de mandar.
(Oración de una esposa de emigrante)

En recientes noticias se difundió que México se distingue como el segundo


país expulsor de mano de obra a nivel mundial, con una salida anual de 485
mil personas (Periódico Mural, 13/05/05); en la misma nota se afirma que la
emigración libera al país de tensiones sociales causadas por la falta de empleos
y que es benéfica para ambos países. Lo que no se menciona en esa nota es que
la mayoría de ese casi medio millón de personas dejan atrás a sus familias, a
sus madres, hermanas, esposas, novias, amantes, hijas; mujeres que permane-
cerán en sus pueblos esperando, en el mejor de los casos, las remesas que sus
hombres les enviarán. Como se puede observar en los diferentes medios de
comunicación, el abordaje del tema de la emigración sigue centrado en aspectos
económicos y pareciera que se tratan de evadir los efectos que provoca a nivel
cultural y humano.
La salida de mexicanos hacia Estados Unidos está generando, entre otros
fenómenos, que las interacciones familiares se modifiquen, de tal forma que
se observa una recomposición de roles que están incidiendo en la cultura
patriarcal tradicional, como lo señala la Organización Internacional para las
Migraciones:
Las relaciones entre cónyuges y entre padres e hijos pueden sufrir debido a
esas ausencias. No es inusual que los migrantes dejen de mandar remesas si su
permanencia en el extranjero se prolonga, lo cual deja a sus familias en una si-
tuación vulnerable. La migración también puede producir cambios importantes
en la distribución tradicional de las tareas entre los hombres y las mujeres, y en
la relación entre ambos. Cuando los hombres migran, sus esposas asumen nuevas
obligaciones en el hogar y en ocasiones en su comunidad y por lo visto no se
muestran muy dispuestas a renunciar a esa nueva autoridad cuando vuelven los

402 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


maridos. Las mujeres que migran suelen encontrar una nueva independencia.
(OIM, 2000, p.36)
También el investigador Víctor Espinosa, en su obra El dilema del retorno.
Migración, género y pertenencia en un contexto transnacional (1998) comparte
esta visión al afirmar que:

...a nivel familiar, los migrantes también tienen que aprender a renegociar en cada
retorno, sin importar la dirección del viaje, su lugar dentro de un hogar estructurado
patriarcalmente pero en proceso constante de erosión. Esto implica el reconocimien-
to de la organización familiar, en el contexto de la migración transnacional, como
arena de negociación de proyectos, identidades y pertenencias. (p.64)

Sin embargo, otros autores no están tan convencidos de que la estructura


profunda de la cultura patriarcal realmente se transforme, como lo señalan
Mónica Gendreau y Gilberto Giménez:

En cuanto a los efectos de este fenómeno, lo primero que salta a la vista en las
familias nucleares es la notable ampliación y diversificación de las tareas asumidas
por las mujeres, quienes además de desempeñar sus ocupaciones tradicionales,
han ampliado su participación en tareas generadoras de subsistencia...Por otra
parte, la ausencia de los maridos e hijos mayores ha originado una ampliación de
la movilidad física de las mujeres...pero su identidad social sigue estando definida
de manera fundamental por las prescripciones de una cultura patriarcal (Gendreau
y Giménez, 2000, p. 188).

Postura que comparte Sergio Pardo Galván (1988):

No parece que la experiencia migratoria cambie mucho la concepción familiar del


migrante. Rechazan las costumbres y las formas de relación, que a su modo de ver,
caracterizan a la familia americana y siguen valorando sus propias concepciones
sobre el papel de la mujer y el de los hijos (p. 220).

Estas variantes de los efectos que la emigración tiene sobre la estructura


familiar justifican la necesidad de realizar más investigaciones sobre el tema,
como la de este trabajo, además de profundizar en el rol que la misma familia
y, en específico, las mujeres juegan en la transmisión de las formas simbólicas
que refuerzan la migración.

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 403


Partimos, pues, del principio de que si bien el factor económico es la causa
más evidente de la expulsión, en estas regiones existe “una cultura de la migra-
ción”, misma que se genera también dentro de la familia, quien promueve y
justifica la decisión de emigrar. Por ello, se pretende describir la forma en que las
mujeres, a través de la comunicación familiar interpersonal y grupal, colaboran
en la construcción de un mundo simbólico que impulsa la emigración.
Es necesario aclarar que este trabajo presenta los primeros resultados, a
manera de panorámica, de una investigación sumamente compleja, que com-
prende el análisis de más de cincuenta entrevistas realizadas a miembros de
familia de emigrantes.

San Francisco de Asís


Te prometo, señor, que si le quitas lo borrachito a mi hijo Pedro
y lo socorres en el norte, te doy mi trenza y el ayuno de un mes.
Estamos muy necesitados, señor,
necesitamos esos dólares para comer mis nietos y yo.
Tu hija, Maru García.
(Oración dejada en la vestidura del Santo Patrono de Tala, Jalisco)

El camino del tejido: aspectos metodológicos

El objetivo general de este trabajo es el de presentar un primer acercamiento


a la forma en que se va construyendo el proceso simbólico sobre la migración
desde la perspectiva de las mujeres relacionadas directamente con los emigrantes,
a través de lo expresado por ellas.
La pregunta rectora de esta investigación es: ¿cuál es el papel que las mujeres
directamente relacionadas con los emigrantes desempeñan en la mediación,
la producción y reproducción simbólica del fenómeno de la migración?, de
la cual se desprenden los siguientes cuestionamientos: ¿cómo interpretan la
emigración las mujeres relacionadas con los emigrantes?, ¿cuál es el rol de las
esposas, novias, hijas y madres de los emigrantes para la reproducción de las
formas simbólicas relacionadas con la migración?, ¿cómo se producen, circulan
y se reproducen las formas simbólicas?
Pierre Bourdieu nos proporcionó un marco conceptual para entender la
migración como parte del capital simbólico de los habitantes de Tala, que nos
permite describir la génesis de los procesos culturales de significado como efectos

404 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


estructurales de la dinámica de las prácticas de los agentes, así como establecer
las condiciones que hacen posible la emergencia de constelaciones de sentido y
definir la función que juegan los prácticas de los agentes en esa construcción; el
concepto de habitus es fundamental para comprender la forma en las mujeres
de los migrantes han interiorizado los esquemas sociales de la migración, se
han apropiado de ellos y los acomodan de forma tal que se convierten en pro-
ductoras y reproductoras del fenómeno. El habitus, pues, nos explica la forma
en que las mujeres relacionadas con los migrantes entienden el mundo y cómo
intentan modificarlo, cómo conciben su espacio simbólico.
Nuestra aproximación metodológica es cualitativa, dado el carácter com-
prensivo de la investigación. Durante un período aproximado de seis meses,
se llevaron a cabo las entrevistas a las mujeres relacionadas con emigrantes,
que voluntariamente accedieron a platicar con nosotras. La mayoría de estos
acercamientos se llevaron a cabo en el mismo domicilio de las entrevistadas.
Las entrevistas fueron realizadas a madres, esposas, amantes, hijas y hermanas
de emigrantes.
Este trabajo es una parte de una investigación que se viene realizando des-
de el año 2003, en el municipio de Tala, Jalisco, del cual se seleccionaron las
siguientes localidades: Refugio, Cuisillos, Ahuisculco, Cuxpala y Navajas.
Los criterios que se aplicaron para seleccionar este municipio son los si-
guientes:

1. La facilidad de acceso a la información, ya que se tiene contacto directo


con informantes clave.
2. La falta de investigaciones previas sobre el fenómeno de la migración en
este municipio de Jalisco, ya que Tala no aparece como expulsor en las
fuentes oficiales.
3. Se tiene registro oral de que los habitantes de Tala participaron en el
Programa de Braceros, origen de la migración en otras zonas geográficas
de Jalisco.
4. Una fuerte presencia de diferentes manifestaciones culturales relaciona-
das con la migración, como los Santos Patronos, y datos de inversión
económica en las iglesias.

El municipio de Tala, con una población de 53, 616 habitantes (INEGI,


2000) es, pues, un nuevo ejemplo de una comunidad de emigrantes, como
muchas de las que posee México.

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 405


Para confirmar que el índice de migración fuera importante, se realizaron
dos exploraciones en las poblaciones Ahuisculco y Navajas, respectivamente,
ya que la información inicial de informantes clave no correspondía a los datos
que presentaban las fuentes oficiales sobre el índice de migración.
El primer levantamiento de información, se llevó a cabo en el mes de febrero
de 2004, en la localidad de Ahuisculco, de 7,035 habitantes, donde se aplicaron
130 encuestas, en una muestra no probabilística de voluntarios; el levantamien-
to se llevó a cabo por zonas y especialmente, en el centro, después de misa de
12:00 a la cual, según los informantes, asisten la mayoría de los familiares de
los emigrantes. Entre los resultados, destacan los siguientes:

• 92% de las familias encuestadas afirmó tener al menos un familiar emi-


grante.
• 80% de los emigrantes son varones.
• 34% de los emigrantes son hijos, y 20%, padres de la familia.
• El 52% de los emigrantes es casado.
• Respecto al nivel de escolaridad de los emigrantes se destaca que el 20%
no concluyó la primaria; el 33% cursó primaria; 35%, secundaria; y 2%,
licenciatura.
• El 46% se va a trabajar a California.
• El 38% de los emigrantes de Ahuisculco trabaja en el sector servicios;
6%, en el agrícola; 10%, en labores domésticas y 13% como obreros.
• El 74% envía remesas de forma constante.

De acuerdo con la información proporcionada por el sacerdote de la iglesia


principal de Ahuisculco, tanto el mobiliario como esculturas y adornos fueron
financiados por los emigrantes. En el atrio se encuentra una placa que informa
que alrededor de 100 familias de mexicanos, radicados en California, aportaron
$476.00 USD cada una para la parroquia del pueblo.
El día 21 de marzo, se realizó otro levantamiento de información en la pobla-
ción de Navajas, con 4051 habitantes; allí se aplicaron 148 encuestas, de manera
similar a las de Ahuisculco, y de los resultados se destacan los siguientes:

• El 85 % afirman tener familiares emigrantes.


• 35% de los emigrantes son padres de familia y 36%, hijos varones.
• La edad del emigrante está concentrada en un rango de 19 a 45 años.
• Los niveles de escolaridad de los emigrantes registran los siguientes datos:

406 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


22%, primaria inconclusa; 46% finalizó la primaria; y 29% terminó
secundaria.
• 39% de los emigrantes ha laborado en California.
• 21% labora o ha laborado en agricultura; 37%, en servicios.
• 72% envía remesas a sus familiares.

En términos generales, estos datos coinciden con los oficiales en lo que


respecta al estado de Jalisco, por lo cual se justifica realizar una investigación
en una más de las comunidades expulsoras de la región.
Nuestra aproximación metodológica es cualitativa, dado el carácter com-
prensivo de la investigación. Durante un período aproximado de seis meses,
se llevaron a cabo las entrevistas a las mujeres relacionadas con emigrantes,
que voluntariamente accedieron a platicar con nosotras. La mayoría de estos
acercamientos se llevaron a cabo en el mismo domicilio de las entrevistadas.
Las entrevistas fueron realizadas a madres, esposas, amantes, hijas y hermanas
de emigrantes, quienes en una charla informal platicaron sobre sus experiencias
como mujeres relacionadas con la migración; los tópicos previamente definidos
fueron: experiencia migrante de algún familiar, su opinión sobre la migración,
su opinión sobre las causas y consecuencias de la migración, los beneficios y
perjuicios del fenómeno para la familia, usos de las remesas, características de
la relación conyugal, amorosa o filial, entre otros.

Deshilar el tejido de Penélope:


las voces de las mujeres, interpretación de la doxa

Después de transcribir las entrevistas, tres investigadoras las analizamos para


establecer los primeros tópicos o constantes temáticas expresadas por las mujeres.
Posterior al análisis individual, el grupo de investigadoras comparó los resulta-
dos hasta llegar a un consenso del que surgieron aquellas categorías temáticas
que se consideraron definitivas y bien sustentadas, las cuales, a continuación,
se describen y ejemplifican:
Determinismo social y religioso: el destino de las personas está determinado
por los roles sociales que desempeñan. Las mujeres asumen su condición como
algo dado, se cree que las reglas sociales no se pueden cambiar:

Pues como ya me había entregado, pues ya no tenía decisión y me fui con él al norte
de mojada... Es lo malo de ser mujer, uno no puede elegir, nomás nos esperamos a
que nos escojan y ya (Magdalena, 37 años, esposa de migrante).

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 407


Soy mamá soltera y pues no me queda de otra más que trabajar para mantener a
mi niño (Sonia, 19 años, madre soltera, migrante).

La aceptación de los miembros de la comunidad determina los actos indivi-


duales; esta presión se ejerce a través de la crítica social, abierta o subyacente:

...también Tala ya me había hartado siempre estaban hablando de mí, que si soy
esto, que si soy del otro, yo siempre he sido muy amigable y alegre y eso en un
pueblo significa ser piruja (Amelia, 33 años, esposa de migrante).

Se manifiesta que los procesos de adquisición del conocimiento es algo que


se trae de nacimiento o no se trae, se sirve para ello o no, por lo cual no se
puede desarrollar. Además, estudiar es una forma de pasar el tiempo y posee
un valor simbólico cultural, pero no está relacionado con la producción, con
el trabajo:

...pues como yo no serví para el estudio siempre trabajé en la casa porque mi papá
decía que para qué estudiábamos que mejor le ayudáramos a mi mamá, pues nomás
acabé la primaria y él se me hace que también no salió muy bueno para los libros y
pues mis hijos tampoco, nomás acabaron la secundaria y con trabajos. (Cayetana,
52 años, esposa y madre de migrantes).

En todas las entrevistas, la emigración está inmersa en el discurso cultu-


ral; se considera, básicamente como la alternativa para solucionar diversos
problemas:

Desde chica mis papás me enseñaron a trabajar en norte (Emma, 35 años, mi-
grante).

La gente dice que lo deje, pero no puedo, es mi obligación aguantarlo hasta a veces
pienso que lo mejor es que se vayan al norte, porque al menos Jaime está lejos de
su padre y está bien, ganando su dinero y lejos de todo (Chela, 33 años, madre
de migrante).

Es común que en las decisiones de emigrar se presente la intervención de una


autoridad religiosa y a través de este tipo de mediación se busque la aprobación
y ayuda de Dios en el acto de migrar:

408 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


El Padre (sacerdote) nos visitaba y hasta le presentó a un señor que pasaba gente,
le dijo que luego le pagarían pero que lo importante es que ya se fueran (Carmen,
39 años, hermana de migrantes).

Mi papá... no quiso irse solo, nos llevó a todo el razal, Dios nos iluminó...Nos
inculcaron la devoción por San Francisco de Asis (Emma).

Yo nomás cerraba los ojos y le rezaba al divino preso y a la santísima virgen de Talpa,
y así recé y recé hasta que crucé (Isabel, 56 años, migrante).

Situación subordinada de la mujer: No se presenta el equilibrio de poder


entre la pareja; la mujer se representa anulada en lo que a decisiones familiares
se refiere; a través de los procesos de comunicación familiar, la mujer se percibe
y es percibida como un objeto, cosificada y sujeta a los designios de los otros:

Mi madre me enseñó a ser mujer, me enseñó a tortear, a cocinar, a tejer, a ser una
buena esposa, así crecí ni estudié porque no se usaba, crecí para casarme y tener
mis hijos. (Socorro, 71 años, madre de migrantes).

...y pues si Humberto me respondió, pues yo tengo que estar con él, así me enseñó
mi mamá y así la enseñaron a ella. Es lo malo de ser mujer uno no puede elegir,
nomás nos esperamos a que nos escojan y ya. (Magdalena, 37 años, esposa de
migrante).

Relación intrafamiliar: En la relación familiar se presenta la violencia, física


o simbólica, como un mecanismo regulador de las relaciones de poder, espe-
cialmente de padres hacia hijos, de esposo a esposa:

...los más grandes se fueron pal norte porque ya no soportaban a su padre, imagí-
nese cuando llegaban a medias de la noche todos borrachos eran unos pleitos, mis
hijas se me casaron porque ya estaban hartas; yo, si no me morí, es porque Dios es
grande (Paula, 77 años, madre de migrantes).

Mi hermano desde chico se fue al norte porque ya no aguantaba a mi papá, pues


nomás se la pasaba golpeando a mi mamá (Rocío, 31 años, hermana y madre de
migrantes).

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 409


La imagen de la madre está relacionada con sacrificio por lo hijos; por lo
tanto, estos manifiestan la obligación moral de ayudarla económicamente, para
no sólo retribuirle su abnegación sino para protegerla del padre:

Yo siempre le dije que sus hermanos terminando la carrera se casaban y me ayuda-


ban, uno me compró una tele para mis novelas, otro mi estufita con cazuelas, así
mis hijos me fueron comprando mis gustitos, pero Miguel se presionó porque el
nomás nada, se me hace que ni le compraba nada a la novia por falta de dinerito.
(Luz Elena, 68 años, madre de migrante).

... como toda madre me sacrifiqué para darles a mis 7 hijos estudios a los que
quisieron y a los que no pues mi apoyo para sus negocios; el más grande se voló a
irse a Estados Unidos con unos primos que le contaron que allá la pura feria, se fue
cuando tenía 15 años ahora ya tiene 45 años y según él está feliz allá, dice que ya se
acostumbró al trabajo y pues él ya tiene su vida hecha allá, hasta me arregló papeles
para que fuera a ver a sus hijos, cuando voy me sacan a un montón de lados pero
a mi no me gusta mucho (Socorro, 71 años, madre de migrantes).

Robertito ha hecho mucho por nosotros, siempre desde que su padre nos abandonó,
él tomó el lugar del hombre de la casa y hasta me da pena que él no haga su vida y
su familia por ver por nosotros, pero siempre en sus cartas me dice y cuando viene
me dice que no hable de sacrificios cuando yo que soy su madre toda la vida me
sacrifiqué por ellos. (Guadalupe, 55 años, madre y hermana de migrantes).

Imaginario amoroso femenino: Gran parte del discurso femenino se cons-


truye a partir de la relación con el varón, conformando un discurso amoroso
romántico, idealizado:

...salí de mi casa con mis cosas sin imaginarme si iba volver o no, la verdad no sé
cómo me animé, el amor hace que hagamos tantas barbaridades, pues me encontré
con Ricardo, nos fuimos a un motel y de ahí nos fuimos al norte, ese día fui feliz
sentía que estaba en una película de amor (Amelia, 33 años, esposa de migrante).

Las mujeres expresan que establecer una relación amorosa con un emigrante
genera envidias entre las demás jóvenes; ser novia de un emigrante es obtener
reconocimiento social:

410 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


Cuando uno se enamora todo lo ve de color de rosa y no ve los defectos del hombre
amado, yo cuando me enamoré de Rodolfo tenía 17 años, aquí en el Refugio es
muy común que los muchachos se vayan al norte y tener novio que viene cada año
para navidad o para las fiestas, yo ya había tenido un novio norteño duré con él 5
meses pero como estaba más chica y tenía más pretendientes pues lo terminé; pero
cuando conocí a Rodolfo fue diferente, lo conocí para unas fiestas del pueblo, traía
sus botas, sus chamarra buena, la verdad me apantalló, todas querían con él, me
invitó a dar una vuelta a la plaza y de ahí a una terraza por un refresco, empezamos
a salir en todas las fiestas, sentía bien que todos nos vieran cenar y que me vieran
con él, que traía dólares y camioneta (Griselda, 22 años, madre soltera, novia de
migrante).

La emigración como una forma de obtener reconocimiento social: En la jerar-


quía social, ser emigrante es ser especial, aceptado, admirado y envidiado; las
familias de los emigrantes perciben que las condiciones sociales y económicas
cambian cuando alguno de los miembros se va al Norte:

...todos los demás de mis hermanos trabajan en muchas cosas acá en el norte ya le
hallamos, hasta muchos de los de Tala se quieren venir con nosotros pues nos dicen
que estamos ricos, eso es cada año cuando lo visitamos a mí brother en Tala, llega-
mos todo en procesión llenos de regalos ya los sobrinos están grandes, nosotros ya
no nos consideramos de Tala ya somos mas de allá que de acá... es bonito recordar
cuando uno no tenía nada y poco a poco fuimos construyendo un porvenir espero
que nuestros padres estén orgullosos de nosotros y que donde estén sigan rezando
por uno, pues ellos nos abrieron el camino del norte. (Emma).

Yola se casó con uno de Navajas, ellos cuando se casaron se fueron al Norte, porque
su esposo ya le tenía todo a ella, casa, carro y papeles. Ellos se me hacen bien boni-
tos, son iguales, a los dos les encanta andar con joyas, y bailar, ellos tienen su casa
propia; como mi hijo en el norte me mandan fotos, sus casas, grandes y bonitas;
Yola y Johnny tienen en Cuxpala otra casa, grande y bonita, cuando vinieron la
pintaron de muchos colores. Ellos nomás tienen un hijo, a Jorgito, ese niño habla
inglés y está grandote por la comida de allá, cada año vienen y sus conocidos quieren
que les bauticen a sus niños, a ellos les encanta gastar, cada vez que vienen agarran
la banda y la traen por la plaza, llenos de joyas y su ropa buena (Socorro, 67 años,
madre de migrante).

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 411


A pesar de que no necesariamente las condiciones sociales y económicas del
emigrante son favorables, en EUA, para ellos es muy importante representar
el rol de triunfadores; así mismo, los varones aprovechan este “prestigio” para
relacionarse con las jóvenes del pueblo, a quienes después, en muchos casos,
abandonan:

Y con la fama de loca que tengo en Tala prefiero seguir en Estados Unidos y sólo
venir para que vean que soy la esposa de Ricardo, que soy feliz en el norte, aparentar
todo lo que no soy allá (Amelia, 33 años, esposa de migrante).

Ahora trabajo en una fábrica y nomás veo que muchos norteños vienen hacer sus
gracias con las muchachas de aquí y se van dejándonos con los problemas...nos
apantallan, nos engañan con sus dólares y con su ropa y como una no está acostum-
brada a ver eso pues nos creemos, pero a mí ya se me quitó lo mensa, ya no creo
en los norteños ni mucho menos en los que vienen nomás a tener raza (Griselda,
22 años, madre soltera, novia de migrante).

Pepe sigue viniendo pero me ve y como que ni nos conoce, sigue viniendo como
muchos del norte, a embarazar y a engañar. (Mago, 19 años, madre soltera, ex-
novia de migrante).

Estados Unidos es concebido como el lugar donde se puede vivir sin ser
criticado por los demás, donde se puede hacer lo que uno quiera, especialmente
si se es mujer:

Yo me quiero ir para allá, a comenzar una nueva vida, donde nadie te conozca y
no conozcas a nadie; Tala es un pueblo, no puedes hacer nada porque ya te andan
inventando chismes...dos de mis amigas de plano se tuvieron que ir de aquí a
Estados unidos por lo mismo, porque de putas no las bajaban (Verónica, 25 años,
migrante, hermana y sobrina de migrantes).

La comunicación interpersonal como medio privilegiado para la transmisión


y reproducción de la cultura de la migración: en todas las entrevistas se señala,
explícita o implícitamente, que la información sobre la migración se transmite
oralmente, especialmente por los miembros de las familias; aunque los otros
medios de comunicación son sumamente importantes, coincidimos con Berger
y Luckmann en que “la experiencia más importante que tengo de los otros se

412 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


produce en la situación ‘cara a cara’, que es el prototipo de la interacción social
y del que se derivan todos los demás casos”.(1969, p. 46).
La emigración está inserta en el discurso cotidiano, la experiencia se trasmite
de forma oral, ya sea por familiares o amigos; las historias sobre los que se han
ido al Norte van adquiriendo el carácter de leyenda:

El día que se fue mi papá, mi mamá llegó al gym por nosotras y llegó llorando,
le pregunté que por qué lloraba y me dijo que porque mi papá nos quería mucho
y que se tuvo que ir a Estados Unidos porque nos quería dar lo mejor, y que lo
mejor estaba en el norte; mi hermanita casi se muere del grito que se aventó, yo no
dije nada y siguió mi vida normal, como la de todos los niños que tenían un papá
en el norte, cuando se fue yo estaba muy chica y también hice lo que hacen todos
los niños, presumir que mi papá iba hablar inglés y que me iba a traer juguetes de
allá, yo no lo vi como malo sino como bueno porque así yo también iba a platicar
con mis amigas de mi papá el del norte, antes yo solo escuchaba: Mi papá me trajo
juguetes que nadie trae porque solo los venden en Estados Unidos o mi papá ya va
a llegar de Estados Unidos y nos vamos a ir a la playa y muchas cosas así (Araceli,
17 años, hija de migrante).

Cuando conocí a Humberto acababa de llegar del norte y me contaba que él ganaba
mucho dinero allá, que aquí nomás no la hace uno, él se fue muy chico al norte,
aquí en Tala eso es bastante común, ya nomás de repente no ves a la gente y es
porque ya se fue a trabajar al norte, yo estaba emocionada con Humberto con su
forma de hablar inglés (Nena, 37 años, esposa de migrante).

En la cuadra siempre supimos de los muchachos que se iban al norte, a mi me daba


remucho pendiente ver a mis comadres con el Jesús en la boca cuando se le iban
sus muchachos, pues un día mi Migue se puso a decirme que él ya se iba como los
vecinos al norte que ellos lo iban a pasar que ya les iba a agarrar la palabra (Luz
Elena, 68 años, madre de migrante).

También, en forma oral, otros miembros de la comunidad construyen el


discurso de la migración, como es el caso de los sermones impartidos por los
sacerdotes en los cuales se alude constantemente a los hijos ausentes, discurso oral
que se soporta en otro tipo de procesos simbólicos de comunicación como las
fiestas patronales y las dedicadas a “los hijos ausentes”, en las cuales se compite por
mostrar que se tienen más recursos económicos que el resto de la comunidad.

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 413


En los pueblos y ciudades medias del estado de Jalisco, la iglesia es algo
más que un centro religioso, espiritual; la parroquia es el espacio físico en el
que las diversas representaciones artísticas de santos y divinidades cobran vida:
San Francisco de Asís no es una escultura de piedra o de madera, está vivo,
escucha, lee, atiende las súplicas de sus fieles. El Divino Preso es un mediador
entre lo divino y lo terreno, su sufrimiento lo hace humano, le da la posibilidad
de entender las peticiones y ofrendas que las manos curtidas, de los poblado-
res escriben en hojas de cuadernos infantiles o en papel de estraza; retazos de
peticiones redactados en un español propio, sin reglas de ortografía, porque
en el cielo el idioma es lo de menos, lo que importa es que el Santo Patrono
entienda la sentida petición y la haga llegar a su destino:

Divino Preso, te pido que me hagas el milagro que mi viejo llegue con bien al Nor-
te, que el Coyote lo cruce bien y rápido, para que pronto el compadre le consiga
trabajo y ya me empiece a mandar mis dolaritos. (Recado pegado en la túnica de
la imagen del Divino Preso, en la iglesia de Tala).

Así mismo, existe un discurso simbólico visual como son el tamaño de las
casas construidas por emigrantes y la decoración de las mismas; así como el tipo
de carro que se posee, en este caso camionetas con placas de Estados Unidos, el
tipo de ropa: chamarra, tenis de ciertas marcas y la clase de electrodomésticos
que se regalan a las madres.
Cabe destacar que el poseer una antena parabólica es parte de este discurso
visual y no es raro encontrar, como en el caso de Ahuisculco, modestas casas
de adobe que sostienen sobre su débil techo una enorme antena:

Ahora en Tala nos creen ricos y mis sobrinos gozan cada vez que llegan agarrando la
banda y andan con una muchacha luego con otra y así nomás andan, en sus carros
Mercedes, Corvette, así es como se debe disfrutar la juventud y el dinero, allá los
pobres ni salen del trabajo.(Emma.)

Juanito siempre tuvo el apoyo de sus hermanos para que se fuera al norte pero se
quiso ir con su amigo Poncho el de enfrente, porque veía que la hermana de Poncho
cada navidad llegaba cargada de buenas cosas, camionetas, pero ella se casó con un
muchacho que él y su familia tienen años viviendo en el norte (Josefina, 75 años,
madre de migrante).

414 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


Yo le doy gracias a la virgen por mis hijos, por eso yo sola y mis hijos los del norte
le hacemos su fiesta especial su mero día el 12 de diciembre ya los demás le festejan
en las fiestas de aquí que son en enero, pero nosotros nos organizamos para cantarle
sus mañanitas, yo junto con mis hijos los de aquí le ponemos su castillos y su misa,
casi siempre gastamos como 20 mil pesos pero mis hijos los del norte ponen la
banda y el mariachi, y la gente ya sabe que nosotros ponemos la comida con lo que
me mandan cada mes mis hijos(Socorro, 67 años, madre de migrante).

En síntesis, en todas las entrevistas, la migración está inmersa en el discurso


cultural; se considera una tradición, como la alternativa para solucionar diversos
problemas:

Para mi irse al norte, a Estados Unidos, era y es muy común; que mis vecinos,
tíos, hermanos se vayan a trabajar a Estados Unidos no era raro (Ameli, 33 años,
esposa de migrante).

El se fue muy chico al norte, aquí en Tala eso es bastante común. (Nena, 37 años,
esposa de migrante).

Enredar la madeja de los sueños: el análisis a la luz de Bourdieu

Ante un fenómeno tan complejo como el de la migración de mexicanos hacia


Estados Unidos de Norteamérica, no es fácil encontrar un abordaje teórico que
nos explique cómo se ha ido construyendo la gran narrativa de la migración
y cómo ésta ha sido producida, reproducida y difundida en las comunidades.
Sin embargo, lo que queda claro es que se está trabajando con un fenómeno
cultural, lo cual implica que el acercamiento teórico y metodológico deberá
estar centrado en la conceptualización y análisis de la cultura:
Para Durand (1994) el “verdadero impacto de la migración” del lado mexica-
no radica realmente en que la gente de muchas localidades rurales y urbanas han
aprendido a integrar el fenómeno a su manera de sobrevivir y han incorporado
nuevos valores ligados al fenómeno a su vida cotidiana. Este proceso ha dado
origen a una llamada “cultura de la migración” que ya forma parte del repertorio
cultural de muchas regiones de México. Según el mismo autor, esa “cultura
migratoria” es un sistema integrado de “normas, valores y sanciones que regulan
la actividad migratoria” y que ha sido producto del perfeccionamiento de los
“mecanismos de socialización que permite a los nuevos migrantes integrarse

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 415


al flujo con facilidad y manejarse en sus circuitos” transnacionales (Durand,
1994). Este autor, además, ha señalado algunos de los cambios generados por
“la migración en la cultura cotidiana de los occidentales” a través de asuntos
poco analizados como “los sistemas de normas, sanciones y valores (de la mi-
gración); la expresión y vivencias religiosas (de los migrantes); las costumbres
acuñadas o modificadas a partir del contacto (con Estados Unidos); el conjunto
de concepciones, juicios y evaluaciones sobre la vida, el trabajo y el futuro en
ambos lados de la frontera . (En Espinosa, 1998, p. 49).

Habitus y migración

La búsqueda llegó hasta Pierre Bourdieu, sociólogo francés recientemente


fallecido, quien proporciona una teoría social que recupera la síntesis entre el
objetivismo y el subjetivismo, a través de su concepto del habitus.
Esta perspectiva ayuda a captar cómo está construido el fenómeno de la
emigración tanto desde la sociedad como desde los mismos individuos, es decir,
se busca entender cómo los sujetos se han apropiado de un fenómeno social,
histórico y económico hasta “naturalizarlo” y asumirlo como construcción
propia. El habitus, pues, nos explica la forma en que las mujeres relacionadas
con los emigrantes entienden el mundo y cómo intentan modificarlo, cómo
conciben su espacio simbólico: el habitus es una subjetividad socializada y está
determinado históricamente: tanto el sentido del proceso de socialización (in-
ternalización de la estructuras sociales) como el sentido de que esas estructuras
han sido creadas por generaciones anteriores. Tiene un doble aspecto: de un
lado reproduce los condicionamientos sociales, pero al mismo tiempo consti-
tuye un productor de prácticas sociales, una gramática generadora de prácticas
(Bourdieu, 1997, Pp. 19-20).

Yo soy hija, esposa, mamá, abuela y hasta bisabuela de migrantes, yo desde que nací
he estado siempre dividida entre Tala y Estados Unidos, y lo peor es que nunca he
ido y ni iré, se lo juro, nunca me iré ni de visita mucho menos para quedarme a
vivir allá, ni que estuviera loca...El que quiera que venga y que me visite, si no fui
de joven mucho menos ahora de vieja, mis hijas sí han ido y me cuentan; ya acabé
con mis hijos, ya están casados y mi marido y yo nomás nos dedicamos a ver crecer
a los nietos y a los bisnietos, ya que hace uno de viejo nomás esperar la muerte y
esperar a los hijos. He sido feliz a pesar de las muertes de mis hermanos y de mis
padres, ese Norte ha enterrado a mi familia y que mis nietos se van y no los veo

416 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


regresar y le pido a Dios por ellos, pero una que puede hacer si ellos se quieren
ir eso ya es tradición familiar- me dicen mis hijos y mis nietos- y yo les digo que
también es tradición que el Norte me los mate (Refugio, 71 años).

Este concepto permite relacionar el comportamiento individual y las es-


tructuras sociales, proporcionándole a los sujetos la función de actores sociales,
pero también les desarrolla un conjunto de competencias que hacen aparecer las
prácticas sociales como espontáneamente adaptadas al medio, como producto
“irreflexivo”; sin embargo esta aparente soltura con la que el sujeto vive en la
esfera del mundo de la vida es el resultado de haber interiorizado la reglas del
juego social, la lógica del campo, el de las condiciones objetivas de existencia
según la posición social ocupada. Así, al escuchar la frialdad con la que los
emigrantes relatan las dificultades que tienen para cruzar se puede pensar que
no existe “conciencia del riesgo”, pero no es así, los riesgos están presentes en
el discurso de la emigración, se sabe que se puede perder hasta la vida, pero si
se logra cruzar la frontera, los logros recompensarán los riesgos:

...pues ya como me había entregado pues ya no tenia decisión y me fui con él al norte
de mojada, también el no tenia papeles ya desde ahí empezamos mal, caminamos
mucho, sentía frío pero me aguante tenía que estar con él, aunque no era mi esposo,
era ya mi hombre y tenía que obedecerle, duramos dos días, al llegar vi las cosas
muy tristes, llegamos a una casa donde había mas familias, todos amontonados
(Emma, 35 años, migrante).

El habitus funciona como un elemento constituyente de la cultura de la
migración, mediada por el fuerte discurso de los emigrantes quienes, al regresar
a sus lugares de origen, comparten su visión de la experiencia, aumentada y
enriquecida, con los que se han quedado, de tal forma que este discurso social
se reproduce por los mismos emigrantes y sus familiares:
Mientras que la migración prevalece cada vez más en la comunidad, cambia
valores y percepciones culturales en formas que incrementan la probabilidad de
la futura migración... A nivel de la comunidad, la migración se arraiga fuerte-
mente en el repertorio de conductas de la gente, y los valores asociados a ella se
convierten en parte de los valores de la comunidad. Para los hombres jóvenes y
en muchos escenarios también para las mujeres jóvenes, la migración se vuelve
un rito de madurez, y aquellos que no intentan elevar su status con este movi-
miento internacional se les considera flojos, no emprendedores e indeseables

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 417


(Reichert, 1982). Eventualmente, el conocimiento acerca de las comunidades
y los empleos del exterior se difunden ampliamente y los valores, sentimientos
y comportamientos característicos de la sociedad atractora se difunden amplia-
mente dentro de la región expulsora (Massey, 2000, pp. 28 y 29).

La migración como capital simbólico

Estrechamente relacionado con el concepto de habitus, se encuentra el de capital


cultural y el simbólico considerado como un tener transformado en ser, una
propiedad hecha cuerpo, que se convierte en parte integrante de la persona, un
habitus (Andión, 1998, p. 62). Tanto el capital simbólico y el cultural como
el económico funcionan como principios de diferenciación para integrar el
espacio social.
No cabe duda que la experiencia de la migración está relacionada no sólo
con el capital económico, sino de una forma más relevante, se ha transformado
en parte del capital simbólico de las familias, como se puede observar en el
testimonio que sigue:

...estoy bien contento y orgulloso de mis hijos, todos se fueron a buscar más centavos,
porque aquí nomás se trabaja de peón en el campo - dice Don Rebodio en medio
de un “Adiós, dona Mari”; “Adiós, Tía”- casi todos me deben centavitos aquí, presto
los centavos que me mandan mis muchachos y ya con eso me ayudo cuando los
voy a visitar, todos me conocen por ser de aquí y por prestar dólares (Fragmento
de entrevista con un emigrante de retorno).

La misma dinámica del espacio social produce cambios en lo que es percibido


por capital cultural y simbólico, y así, en las comunidades de emigrantes la
educación escolar ha dejado de ser percibida como capital simbólico importante,
como se puede observar en el siguiente testimonio:

...aquí en Tala casi todos los jóvenes se van al norte mis sobrinos, vecinos se han ido
pero mi Arturo no se había volado, él siempre me decía: “mamá yo voy a terminar
la escuela”...pero sus primos llegaron después de 3 años sin venir, llegaron con unas
camionetas, con chamarras hasta le regalaron unos tenis a Arturo y como que se
descontroló, pero siguió otro año en la escuela, hasta yo hablé con él y con su novia
y le dije que lo mejor eran los estudios, su novia siempre me apoyó, al siguiente año
volvieron a venir esos primos y como a parte son de la edad de Arturo, les gusta
la misma música pues andaban parriba y pabajo con ellos, les ayudó a escoger un

418 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


terrenito, y fue cuando lo convencieron de irse, porque le decían que ellos todo lo
que tenían y que él no tenía nada porque se la pasaba haciendo casitas de mentiritas,
y que mientras él perdía el tiempo ellos ya tenían terrenos, carros, y buenas cosas,
pues Arturo se armó a irse, su novia se enojó mucho porque se dio de baja en la
escuela, nosotros lo apoyamos aunque no estuviéramos de acuerdo, pero él ya está
grande y tiene que decidir, me dijo que ya se quería casar que ya tenía 5 años con
Marielena que ya quería tener su familia y que quería comprarme cosas... (Estela
45 años,, madre de emigrante).

En síntesis, el espacio social es incorporado en el habitus como una segunda


naturaleza, como esquemas de percepción y como esquemas de acción y de
valoración, tanto de oportunidades de acción como de objetos y bienes sim-
bólicos (Andión, 1998).

Habitus, familia y violencia simbólica

Evidentemente, el espacio social no es homogéneo y dentro de él se gestan


interacciones que lo dividen y lo están confrontando, a las cuales Bourdieu
denomina “campos”, concepto tomado de la física.
Según Bourdieu, un campo de interacción puede conceptuarse de manera
sincrónica como un espacio de posiciones y diacrónicamente como un conjunto
de trayectorias. Los individuos particulares se sitúan en ciertas posiciones en
este espacio social y sigue, en el curso de sus vidas, ciertas trayectorias.
Para efectos de esta investigación, se considera a la familia como un cam-
po, un espacio en el cual se presentan interacciones entre sujetos que poseen
un origen social compartido, determinado por un contexto socio histórico
marcado por la migración; en ese campo, tradicionalmente, los varones deben
emigrar ya sea para continuar con su labor de proveedores, ya sea para probar
su virilidad; las mujeres se quedan esperando el retorno de sus hijos y maridos,
administrando la casa y educando a los hijos, y es en este contexto femenino
familiar donde las historias sobre los emigrantes se construyen, se recrean, se
transmiten y se internalizan: se producen y reproducen.
Es en la familia donde se da el principio colectivo de construcción de la
realidad, en donde se “naturalizan” los procesos sociales; un espacio en el cual
el sujeto se apropia de una realidad compartida y la hace suya hasta creer que
él la construyó, por ello, el sociólogo francés dedica una buena parte de su obra
al análisis de la categoría familia:

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 419


La familia asume en efecto un papel determinante en el mantenimiento del orden
social, en la reproducción, no sólo biológica sino social y de las relaciones sociales...
Es el sujeto principal de las estrategias de reproducción. El family discourse del que
hablan los etnometodólogos, es un discurso de institución poderoso y actuante,
que dispone de los medios para crear las condiciones de su propia comprobación
(1997, pp. 130-137)

Esta idea se ilustra con parte del testimonio de Yolanda, de 15 años, hija
de emigrante:

Mi papá regresó y le cumplió a mi mamá, se casaron en diciembre y mi papá siguió


trabajando allá, dice mi mamá que es lo mejor para todos, porque allá ganas más
y cada que viene nos trae muchas cosas: ropa, juguetes, cosas para la casa y dinero.
Siempre llega de sorpresa a la casa pero casi siempre en diciembre y se va después
del 10 de mayo, después de la comida de mis abuelitas y de mi mamá. Y habla todos
los domingos, duramos como 1 o 2 horas hablando con él. Mi mamá primero habla
después mi hermano el mayor, que es como nuestro papá, él nos cuida mucho a
todos hasta a veces regaña también a mi mamá (mi mamá dice: tú estas peor que si
estuviera tu padre). Después nosotros y por último mi mamá otra vez.
Así he vivido toda mi vida y no me imagino vivir con mi papá aquí, como que ya
nos acostumbramos, nunca nos han dicho que si nos queremos ir a vivir a Arizona
con mi papá, porque nos cuenta que allá se vive muy triste, que allá no hay nada
que hacer más que trabajar y trabajar, yo no conozco más que en fotos y a veces
se me antoja pero cuando oigo a mi papá se me quitan las ganas de ir, veo como
son las casas y los amigos de mi papá y sus carros, eso es lo único que conozco y
el lugar donde trabaja mi papá, en una fabrica haciendo ligas (por la mañanas) y
en un bar de mesero (por la noche). Mi papá trabaja mucho, siempre que llega lo
único que quiere hacer es estar con mi mamá y con mi abuelita y salir a comer con
nosotros, mi papá siempre que regresa juega con nosotros y nunca nos regaña y por
eso se pelea con mi mamá pero sabemos que nomás está por un ratito y cuando a
veces nos hace enojar mi hermano Mario (el mayor) nos dice: “No le contesten a
mi papá que al cabo ya casi se va y no lo tienen que hacer enojar”.

El último concepto tomado de Pierre Bourdieu es el de violencia simbólica


entendido éste como todo poder que logra imponer significaciones e impo-
nerlas como legítimas disimulando las relaciones de fuerza en que se funda su
propia fuerza (2001, p. 20). Bourdieu señala que el orden social se mantiene y

420 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


llega a ser eficiente con la complicidad de los propios dominados, esto es por
la violencia simbólica.
Para Bourdieu y Passeron, toda acción pedagógica es objetivamente una
violencia simbólica en tanto que imposición por un poder arbitrario, de una
arbitrariedad cultural. La familia, en el caso de la migración, reproduce la
violencia simbólica del sistema, a través de la acción pedagógica que se le ha
otorgado:

Cuando cumplí los 14, entré a trabajar en la casa de Doña Pachita, ella siempre me
daba la ropa de sus nietas, me peinaba y me explicaba porque las mujeres teníamos
que cuidarnos mucho de los hombres, que las mujeres siempre corremos más peli-
gro que los hombres que las mujeres desde el momento que nos hacemos señoritas
comenzamos a sufrir (Socorro, 67 años, madre de migrantes).

Emigrar es un acto de violencia simbólica y ésta se reproduce por los miem-


bros de la familia, especialmente en las relaciones de género y la generacional,
como lo señala Sergio Pardo, investigador de El Colegio de Michoacán:
De los datos recabados por nuestra investigación podemos afirmar que la
familia se convierte en el núcleo de producción y reproducción de la fuerza
de trabajo migrante... La esposa, al igual que los hijos, también está sometida
al hombre en casi todo. Ella debe obedecerlo y aceptar aun sus malos tratos.
Por eso, a la mayoría de los hombres no les gusta la vida familiar en la Unión
Americana.
Al campesino le gusta que lo traten en condiciones de igualdad, tanto en
México como en Norteamérica, pero en cambio quiere mantener la sumisión
de la mujer al hombre. La mujer es un ser inferior que hay que proteger, pero
sobre la que se tiene autoridad para obligarle a hacer lo que el hombre quiera
y a golpearla con cualquier pretexto. .. Hay que hacer notar que no sólo los
padres propician esta situación, sino que aun las mismas madres de familia la
favorecen y la reproducen. Las leyes son secundarias en la vida cotidiana del
poblado. Ahí la ley que impera y se mantiene es el patriarcado. Los hombres
mandan dentro de su familia... (Pardo, 1988, pp.212 –216).
Bourdieu y Passeron explican que la acción pedagógica sólo puede producir
su efecto propio, o sea propiamente simbólico, en tanto cuanto que se ejerce
en una relación de comunicación y cuando se dan las condiciones sociales de
la imposición y de la inculcación, o sea, las relaciones de fuerza que no están
implicadas en una definición formal de la comunicación.

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 421


Por la mediación de este efecto de dominación de la acción pedagógica
dominante, las diferentes acciones pedagógicas que se ejercen en los diferen-
tes grupos o clases colaboran objetiva e indirectamente a la dominación de
las clases dominantes por ejemplo, inculcación por las acciones pedagógicas
dominadas de los saberes y actitudes cuyo valor ha sido definido por la acción
pedagógica dominante en el mercado económico o simbólico: por ejemplo, el
valor simbólico que se le atribuye al irse al norte o ser novia de un emigrante,
o el escaso valor del estudio, o construir una casa:

Mi hermano que para ese entonces ya tenía 12 años, un día se le puso a mi papá, el
no estaba en la primaria con nosotras, porque las únicas que íbamos a la primaria
éramos las mujeres, a los hombres se los llevaba a trabajar de albañiles junto con
él, nos decía:
“Los hombres se hacen hombres trabajando y como los hombres tragan pues
tienen que trabajar para comer… las mujeres en la casa, cuidando a su madre y
haciendo de comer para los hombres y para que se les quite lo brutas van a la es-
cuela, la escuela para los hombres no sirve, ahí uno no se enseña a trabajar, nomás
pierde uno el tiempo, eso nomás es para las mujeres, si se pudiera hasta a tu madre
la metía para que se le quitará lo pendeja” (Socorro).

Mi esposo nomás trabajaba en el Ingenio, yo no sé de dónde le salió la idea a mi


hijo el grande de irse para allá, yo creo que del barrio sacó esa idea, porque aquí
toda la muchachada trabajadora se va para el norte, los flojos se quedan, yo presumo
a mis hijos con mis amigas, las viejitas de la cuadra, les enseño fotos y cosas para
que animen a sus hijos a irse y también vayan a visitarlos y que las pasien como a
mí (Delia, 53 años, madre de migrante).

La selección de significados que define objetivamente la cultura de un grupo


o de una clase como sistema simbólico es arbitraria en tanto que la estructura y
las funciones de esta cultura no pueden deducirse de ningún principio universal,
físico, biológico o espiritual, puesto que no están unidas por ningún tipo de
relación interna a la “naturaleza de las cosas” o a una “naturaleza humana”.
Sin embargo, en el discurso de la migración se aprecia el creerla como la
solución “natural” para casi toda clase de conflictos. La migración es una relación
significante que es producto de la historia y se ha “naturalizado”:

Es bonito recordar cuando uno no tenía nada y poco a poco fuimos construyendo un
porvenir espero que nuestros padres estén orgullosos de nosotros y que donde estén
sigan rezando por uno, pues ellos nos abrieron el camino del norte (Emma).

422 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


La familia, para los autores, funciona como la primera autoridad pedagógica,
y es en la familia donde principalmente se gesta el fenómeno de la emigración,
como lo señala Guillermo Fernández, investigador sobre la emigración en
Michoacán:

Entre los efectos que la migración suscitó al interior de los pueblos proveedores de
mano de obra en el Occidente, dos fenómenos se destacan por su probada capa-
cidad para perpetuar la migración misma: la profesionalización de la migración [y
la “norteñización” de las comunidades. Ya habíamos advertido que la familia con
migrantes (especialmente la documentada), al reproducirse lo hace como familia
migrante por más que alterne cualquier otra actividad económica en México, y
consecuente con ello, entonces, el individuo se forja y forma en su seno preparán-
dose para ser migrante, no campesino ni jornalero, no empleado ni obrero, sino
“migrante” como categoría social y ocupacional, independientemente de que en
los Estados Unidos trabaje en “el fil” [fields], lavando platos en algún “restorán”,
paleando carbón en una “acerería”, arreglando jardines en el Westside, cortando
pescado en una “canería” o alimentando una máquina forjadora, para sí mismo, su
familia y su comunidad será migrante; su educación familiar, el modelado de sus
convicciones, cierta preparación informal, entrenamiento y alguna capacitación, y
hasta su ego, estarán orientados intencionalmente para formarle como un “migrante
profesional”; podrá desdeñar el aprendizaje de un oficio, rehusarse a permanecer en
la escuela hasta grados avanzados, despreciar la oferta de ser empleado o burócrata,
mandar al demonio su obligación de prestar el Servicio Militar Obligatorio y hasta
renegar de su fervorosa inclinación sacerdotal, para él, aspiración, aptitud, vocación,
convicción, conveniencia, predilección, sueño y quizá hasta filiación política, se
sintetizan en que al alcanzar la mayoría de edad podrá, por fin, demostrarse y de-
mostrar que es también migrante exitoso y afortunado. Después, al formar su núcleo
familiar, sólo se replicará el patrón precedente, con las variantes que el tiempo y las
condiciones vayan exigiendo (Fernández, 2003).

Asir una punta de la madeja de la migración: a manera de conclusión

Cuando esta investigación inició no percibimos lo complicado del tejido cultu-


ral que hilaba el fenómeno de la emigración y tampoco sabíamos la necesidad
tan imperiosa que las mujeres de los emigrantes tienen de contar su historia:
un relato, en su gran mayoría, de dominación, violencia física y simbólica,
con la que las mismas mujeres no sólo colaboran sino que reproducen y di-

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 423


funden. Pierre Bourdieu nos proporcionó un marco conceptual para entender
la emigración como parte del capital simbólico de los habitantes de Tala, que
nos permite describir la génesis de los procesos culturales de significado como
efectos estructurales de la dinámica de las prácticas de los agentes, así como
establecer las condiciones que hacen posible la emergencia de constelaciones
de sentido y definir la función que juegan los prácticas de los agentes en esa
construcción; el concepto de habitus es fundamental para comprender la forma
en las mujeres de los emigrantes han interiorizado los esquemas sociales de
la emigración, se han apropiado de ellos y los acomodan de forma tal que se
convierten en agentes del fenómeno.
Como se mencionó al inicio de este trabajo, estamos localizando algunos de
los puntos que sostienen el tejido sociocultural que las mujeres hilvanan desde
sus propios discursos, mismos que son comunicados en diversas formas a sus
familias. Hasta hoy hemos deshilado las siguientes madejas: la de la emigración
como habitus que se manifiesta en lo que hemos denominado como deter-
minismo social; la emigración como capital cultural y una forma de obtener
reconocimiento social, tanto a nivel individual como familiar; la emigración
como efecto de una relación intrafamiliar marcada por las diferentes formas
de la violencia; la situación subordinada de las mujeres, asumida y reproduci-
da por ellas mismas, y manifestada en un imaginario amoroso que recrea las
condiciones de la misma subordinación; todas estas entrelazadas por las agujas
de la comunicación interpersonal, medio privilegiado para la transmisión y
reproducción de la cultura de la emigración.
A través del diálogo directo, cada una de estas madejas se ha unido a las otras
de forma tal que representan los diferentes niveles en que se presenta el fenóme-
no: el nivel macro social se manifiesta en el terreno de la institucionalización de
la emigración, en la “naturalización” que los mismos actores sociales confieren al
fenómeno, y es reforzada por el valor que las comunidades le otorgan. A nivel
micro social, la familia se convierte en el centro de la reproducción de la cultura
migratoria, y dentro de ella, la diferencia de los roles de género están muy bien
delimitados: los varones son los primeros en emigrar, pero lo hacen con el apoyo,
explícito o no, de sus mujeres, las cuales incluso generan las redes familiares
que facilitan la emigración; es allí, en el hogar donde se construye el discurso
épico que mitifica a los que se van, donde las madres y esposas manifiestan su
satisfacción cuando reciben las remesas de los esposos e hijos, alrededor de los
cuales tejen las leyendas que ocultan las condiciones precarias en las que viven
sus hombres, y que alimentan un imaginario amoroso predominantemente

424 • Ana Leticia Gaspar Bojórquez


patriarcal, en el cual los varones poseerán rasgos dominantes y heroicos, mien-
tras que las mujeres se identificarán con el rol pasivo y subordinado: Ulises y
Penélope reactualizados en el mundo cotidiano de Tala, Jalisco.

Bibliografía
Andión, E. (1999). Pierre Bordieu y la comunicación social. México: UAM.
Berger, Peter & Luckmann. (1968). La construcción social de la realidad. Argentina:
Amorrortu.
Bordieu, P. (1992). Las reglas del arte. Barcelona, España: Anagrama.
Bordieu, P. (1997). Razones prácticas. España: Anagrama.
Bordieu, P. (1988). Cosas Dichas. España: Gedisa.
Bordieu, P. & Passeron, J. C. (2001). La Reproducción. Elementos para una teoría
del Sistema de Enseñanza. España: Editorial Popular.
Durand, Jorge (coord.). (1996). El norte es como el mar. Entrevistas a trabajadores
migrantes en Estados Unidos. México: Universidad de Guadalajara.
Durand, J. & Massey, D. (2001). Milagros en la frontera. Retablos de migrantes
mexicanos a Estados Unidos. México: El Colegio de San Luis – CIESAS.
Espinosa, V. M. (1998). El dilema del retorno. Migración, género y pertenencia en un
contexto transnacional. México: El Colegio de Michoacán.
Fernández, G. (2003). Crónica sincrónica de la migración michoacana hacia los
Estados Unidos. El Colegio de Michoacán (paper).
Gendreau, M. y Giménez, G. (2000). Impacto de la migración y de los media en las
culturales regionales tradicionales. En Castillo, Manuel Ángel; Lattes, Alfredo,
y Santibáñez, J. (Coords.). Migración y Fronteras. México: México Norte,
PyV editores, El colegio de la Frontera Norte, el Colegio de México.
Huerta, M. C. (2002). Hacia el norte: El imaginario colectivo y la migración
hacia Estados Unidos de los habitantes de Tala, Jalisco. Tesis de Licen-
ciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. México: UNIVA.
Olabuenaga, J. & Ispizua, M. A. (1989). La descodificación de la vida cotidiana.
Bilbao: Universidad de Deusto.
Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Informe sobre las
migraciones en el mundo en 2000.
Pardo Galván, Sergio (Coord.). (1988). Migración en el Occidente de México. México:
El Colegio de Michoacán.
Thompson, J. (1998). Ideología y Cultura. México: UAM.

Rehacer el tejido de Penélope: mujeres y reproducción de la emigración • 425


Sexta Parte
La formación del comunicador

3
Capítulo 20

La formación en comunicación en Tijuana:


apuntes sobre un modelo de plan de estudios
de la licenciatura en comunicación
de la UABC, Tijuana
David González Hernández*
Gerardo León Barrios**
Ángela Serrano Carrasco***
Universidad Autónoma de Baja California, Unidad Tijuana

El presente artículo es una síntesis del documento original de la rees-


tructuración del plan curricular en la licenciatura en comunicación en
la UABC Tijuana, bajo el modelo por competencias. En él se expone,
primeramente, un mapa de las dimensiones y contextos desde donde
se hace dicha reestructuración. De manera central se exponen algunos
aspectos metodológicos sobre los cuáles se diseñó y aplicó un estudio
para diagnosticar la situación de la enseñanza de la comunicación en esta
frontera. Finalmente, partiendo de los resultados de dicho diagnóstico,
presentamos los ejes vectores sobre los que se fundamenta la nueva
propuesta curricular para desarrollar las competencias de formación en
el contexto fronterizo.

The present article is a synthesis of the curriculum plan in communication in


the UABC Tijuana, under the professional competences educational model.

*Profesor de tiempo completo de la licenciatura en comunicación de la Universidad


Autónoma de Baja California, Tijuana. Licenciado en comunicación por la Universidad
Iberoamericana Tijuana, maestría en comunicación por el ITESO.
**Profesor de tiempo completo de la licenciatura en comunicación de la Universidad
Autónoma de Baja California, Tijuana. Licenciado en Comunicación por la Universidad
Iberoamericana Tijuana, maestría en comunicación por el ITESO.
***Profesora de tiempo completo de la licenciatura en comunicación de la Universidad
Autónoma de Baja California, Tijuana. Licenciada en Comunicación Social y Perio-
dismo, Universidad Externado de Colombia. Maestra en Estudios Latinoamericanos,
FCPyS, UNAM.
In it is exposed, primarily, a map of the dimensions and contexts that provide
a clear scope of the construction logic of the curriculum. In a central way
methodological aspects that helped the design of a diagnosis for what must
be taught to communication students in the border are exposed. Finally, we
are including the results of the diagnosis that served as a tool for the axes
sequence both horizontally and vertically that aligned the new curriculum
proposal to develop the competences of formation in the frontier context.

El presente escrito es una propuesta de modelo de plan de estudios de la li-


cenciatura en comunicación de la Universidad Autónoma de Baja California
(UABC), en la ciudad de Tijuana, y es a su vez una apuesta que se inscribe en
el marco de la reflexión sobre la formación profesional de la comunicación en
la región fronteriza y transfronteriza y en el mismo campo de la comunicación
en México.
Por tanto, esta tarea académica implicó una profundización sobre varios
aspectos del campo de la comunicación, sobre todo de la concepción de la co-
municación para poder definir los referentes epistemológicos que orientaran el
presente enfoque de plan de estudios. Pero, de manera fundamental, asumimos
que uno de los referentes más importantes para el re-diseño curricular tendría
que ser un diagnóstico que nos delineara los aspectos centrales sobre los cuales
se desarrollarían las competencias profesionales, y a su vez, lograr tejer los hilos
finos de toda una propuesta de formación profesional en nuestro contexto
institucional y sociocultural.
Lo que presentamos aquí son los elementos básicos de lo que consiste la
propuesta del plan de estudios de la licenciatura en comunicación, como resul-
tado de la reestructuración del plan de estudios, realizada entre 2004 y 2005,
que entrará en vigor en agosto de 2006.

Dimensiones y contextos.

En ejercicio de colocar el planteamiento del re-diseño curricular sobre los refe-


rentes que le dan la vida actual tanto a la formación de profesionales de la comu-


Como resultado de una discusión orientada por asesorías y seminarios para el diseño
de esta propuesta, pensamos a la comunicación como una práctica social que permite el
encuentro e intercambio de sentidos y significados –conceptos, ideas, una visión de la vida
y del mundo— que ocurre permanentemente entre dos o más personas; siempre y cuando
esta práctica posibilite la interacción humana dentro de un sistema sociocultural específico
(Torrico, 2004).

430 • David González Hernández, Gerardo León Barrios, Ángela Serrano Carrasco
nicación como a la vida profesional de éstos, tomamos como referencia cuatro
ámbitos que se articulan en el rediseño curricular de manera sistémica:

Contexto sociocultural
Este identifica las particularidades socioculturales que representa vivir en la
frontera. En este ámbito encontramos que la relación transfronteriza, aunque
limitada, ha posibilitado la construcción de unidades socio-ecológicas, econó-
micas, sociales, culturales y familiares de carácter regional.
La vecindad geográfica ha producido un fenómeno de relaciones sociales
que se pueden comprender como un conjunto de interacciones entre actores
de distintas naciones, niveles de desarrollo económico, tradiciones y valores
culturales y con diferente grado de poder. Debido a este importante factor,
la internacionalidad de las interacciones fronterizas o transfronterizas entre
mexicanos y estadounidenses, ha ocurrido en un contexto estructural carac-
terizado por la desigualdad o asimetría de poder entre los países, tanto en
el orden económico como político, teniendo como consecuencia creaciones
ideológico-políticas por ambas partes.

Contexto de formación y desarrollo socio-profesional


Refiere a la realidad de la educación superior, la formación del profesional de
la comunicación y su desempeño en el mercado laboral. En el ámbito nacio-
nal, los egresados de comunicación en 1991, sumaban un total de 3,839, con
2,421 provenientes de las instituciones públicas (63%) y 1,418 en privadas.
Para el 2000, el número de egresados alcanzaban los 7,033 (un incremento del
183%). De esa cantidad, 3,402 egresaron de instituciones públicas y 3,631,
de escuelas privadas
En Baja California hay una oferta excedente del mercado laboral en edu-
cación, humanidades y en ciencias sociales y administrativas, áreas de estudio
donde se ubican los egresados de comunicación. De acuerdo al informe de
ANUIES, en la proyección de profesionistas ocupados por áreas de estudio en la
región noroeste destaca en primer lugar las ciencias sociales y administrativas


Bustamante, Jorge (1989): Frontera México-Estados Unidos; reflexiones para un marco
teórico, Frontera Norte. Volumen I, No. 1 (enero-junio).

INEGI. XII Censo General de Población y Vivienda, 2000.

Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Mercado Laboral de Profesionistas en México: Diagnóstico y prospectiva al año 2010.

La formación en comunicación en Tijuana: apuntes sobre un modelo de plan de estudios • 431


de la licenciatura en comunicación de la uabc, Tijuana
(con más del 40% del total), y en tercer lugar la educación y humanidades (con
casi el 14%), cuyo promedio de remuneración en pesos en Baja California es
de 8,937 pesos (ciencias sociales y administrativas) y 6,159 pesos (educación
y humanidades). En estos porcentajes, domina el egreso de las instituciones
públicas en Baja California (más del 85 % en ambos casos).

Dimensión disciplinar
Esta nos permitió identificar cierta debilidad epistemológica en el de la co-
municación como objeto de estudio (Fuentes, 1991; Galindo, 2003; Torrico,
2004), lo cual impacta en la formación profesional en tanto que la enseñanza,
así como lo difuso del objeto del conocimiento, se caracteriza por un compen-
dio de saberes desarticulados y muchas habilidades en el uso de tecnologías a
lo largo de la formación del profesional de la comunicación.
Sabemos que hay dos elementos importantes que intervienen en la confi-
guración de un campo académico: la producción de conocimiento y la insti-
tucionalización de la enseñanza. En el caso mexicano, gran parte del insumo
teórico-metodológico sobre los aspectos de comunicación provienen de la inves-
tigación, la cual está lejos de realizarse conforme a una estructura estable. Se trata
de un área académica en continua reformulación, tanto de lo que estudia como
las formas de hacerlo, así como su enseñanza y sus programas institucionales.
La enseñanza de la comunicación encuentra su asidero en los medios masivos,
especialmente en la formación para la producción de mensajes.

Dimensión de políticas institucionales de la UABC


Ángulo que definen el marco de referencia orgánico donde se inscribirá el
nuevo plan de estudios. Como retos institucionales, algunos de ellos trazados
por el Plan de Desarrollo Institucional, tenemos el pensar la formación de
profesionales de la comunicación a partir de una estrecha vinculación con el
entorno social, mediante estrategias de vinculación con la comunidad a partir


Un aspecto que argumenta lo que venimos diciendo es la baja producción de libros so-
bre comunicación. Esto plantea muchas problemáticas, en especial en la enseñanza de la
comunicación en el contexto mexicano. De esta manera, el insumo teórico que permite
la identificación y reflexión de procesos de comunicación contemporáneos en sus distin-
tas dimensiones, resulta incipiente para la formación en las carreras de comunicación en
México, y lo que emerge entonces, es la disociación entre teoría y práctica, generando por
tanto una distancia fuertemente marcada entre la enseñanza de la comunicación y el campo
profesional, entre universidad y profesión. En Fuentes, R. (2003). La investigación académica
sobre comunicación en México. Guadalajara, México: ITESO.

432 • David González Hernández, Gerardo León Barrios, Ángela Serrano Carrasco
del servicio social comunitario, el servicio social profesional y las prácticas
profesionales. La formación profesional del comunicólogo debe construirse a
partir de competencias básicas y específicas y debe caracterizarse por la apertura
de dinámicas centradas en la resolución de problemas sociales. La formación
profesional deberá apoyarse por dinámicas de movilidad estudiantil a corto
plazo, que permitan un mayor intercambio con la DES de Ciencias Sociales
y Humanidades, con otras DES de la UABC, así como con otras instituciones
académicas regionales, nacionales e internacionales a mediano y largo plazo.
Por lo tanto, los argumentos fundamentales sobre los cuales planteamos el
rediseño curricular tienen tres ejes:
1. Una estrecha correspondencia entre el proyecto universitario de la UABC
y las demandas sociales del entorno fronterizo. Ante esto, es de suma
importancia reconocer la condición histórico social por la que atraviesa
nuestra sociedad de inicios de siglo XXI, considerando el carácter global
de las interacciones económicas, políticas, pero sobre todo sociales que
afectan tanto lo local como lo regional.
2. La urgencia de superar la “escisión teoría-práctica”, articulando la ge-
neración de conocimiento en comunicación con la práctica profesional
misma de la comunicación, y ver que en ello está el centro de atención
de este nuevo proyecto académico. Para ello, la teoría dentro del nuevo
programa de estudios ocupa un lugar central en la medida que provea
de herramientas conceptuales y metodológicas la práctica profesional
más allá del acumulamiento de conocimiento.
3. La necesidad de pasar del “mediacentrismo” en que se ha desarrollado
por varias décadas la enseñanza de la comunicación en México, y tra-
bajar desde una perspectiva más amplia que forme más en la capacidad
de intervención de lo comunicacional, diversificando los enfoques
profesionales hacia áreas emergentes, sin olvidar que la producción de
discursos constituye el área tradicional por excelencia de la formación
de comunicadores en el ámbito latinoamericano.

Investigación para diagnosticar el plan de estudios 1997-1


Orientados por las argumentaciones anteriores, asumimos la tarea de realizar
una investigación y así tener un diagnóstico (Prieto, 1988) sobre situación el


Seminario “Competencias en Comunicación” con el Dr. Raúl Fuentes Navarro. Tijuana,
6 y 7 de septiembre de 2004, UABC, Tijuana.

La formación en comunicación en Tijuana: apuntes sobre un modelo de plan de estudios • 433


de la licenciatura en comunicación de la uabc, Tijuana
plan de estudios 1997-1 que nos generara información de primera mano sobre
la compleja relación entre el funcionamiento de la currícula de la Licenciatura
en Comunicación y la vida profesional de un egresado en el campo ocupacional
en la ciudad de Tijuana.
Metodológicamente nos vimos en la necesidad de definir dos dimensiones
para nuestro estudio: una interna, referida al aspecto institucional de la enseñanza,
el cual nos permitió conocer la operación del plan de estudios vigente con el fin
de evaluar sus potencialidades y debilidades en la formación de profesionales.
Otra externa, relacionada con el aspecto socio-profesional, que nos aproxima a
los escenarios, condiciones y necesidades en las que se encuentra actualmente
la vida profesional de un comunicólogo en la región.
Los sujetos de estudio para cada dimensión fueron: alumnos y profesores
para la interna; egresados y empleadores, para la externa. Desde la una estrategia
multi-método, aplicamos diferentes métodos y técnicas pertinentes para cada
uno de los grupos de sujetos de estudio, y generar información de carácter
empírico de esta forma: con alumnos, una sesión de grupo; con profesores,
un taller a futuro; con egresados, una encuesta exploratoria y por último, con
empleadores, una entrevista semi-estructurada.
Dimensión Sujetos de estudio Paquete tecnológico
a) Interna Alumnos Sesión de grupo
Profesores Taller a futuro
b) Externa Egresados Encuesta exploratoria
Empleadores Entrevista semi-estruturada

El programa metodológico de este diagnóstico se desarrolló bajo tres ejes


que se articularon de manera transversal en la construcción de los datos: 1) la
formación académica que reciben los estudiantes de Comunicación en la UABC;
2) la descripción del campo profesional y laboral del comunicólogo, incluyendo
las condiciones laborales características de la ciudad de Tijuana; y 3) la relación
entre la formación académica y el desempeño profesional.

Resultados: de los datos a los observables

De las dos dimensiones y, a su vez, de las cuatro unidades de análisis, nos per-
mitieron generar información que nos llevó a un diagnóstico sobre la situación
formativa y profesional del comunicólogo egresado de la UABC Tijuana sobre
cuatro elementos constitutivos de la formación-función del profesional de la
comunicación en Tijuana formado en la UABC.

434 • David González Hernández, Gerardo León Barrios, Ángela Serrano Carrasco
a) De la enseñanza de la comunicación en estudiantes de la licenciatura del
Plan actual 1997-1. El análisis de las percepciones sobre estudiantes nos indicó
que en el esquema curricular y pedagógico a implementarse, se repensar que la
enseñaza en comunicación debe: a) revertir una desarticulación entre materias, y,
a su vez, entre los objetos formativos y perfiles; b) la escisión entre la formación
teórica y la formación práctica, para facilitar la integración de conocimientos en
función del (los) perfil(es) profesional(es); c) el diseño del nuevo plan de estudio
debería buscar tener un enfoque integrado tanto en términos de contenido
como de operatividad, en tanto se enseñan saberes bajo modelos pedagógicos
distantes de la realidad sociocultural de los estudiantes; d) es urgente en la
formación profesional tener espacios curriculares en donde el estudiante haga
visible los conocimientos, habilidades y actitudes aprendidas en las diferentes
etapas formativas; e) por otra parte, el tema pendiente y en construcción, es la
redefinición de la labor social y campo profesional del comunicólogo desde el
nivel de formación académica de la licenciatura, para lo cual, los procesos de
evaluación del nuevo plan de estudios nos permitirán tener espacios vinculación
y monitoreo de estudiantes y egresados dentro del campo laboral.
b) Descripción del campo profesional y laboral del comunicólogo en Tijuana.
Debido a la relativa creación de la carrera de comunicación en la Universidad
Autónoma de Baja California (1991) el 94.5% de nuestros egresados es menor
de 35 años, lo que nos dice que la experiencia profesional es todavía joven y
en proceso de consolidación en el campo laboral en la región. El 82.4% no
están titulados y por lo tanto, muchos de ellos ejercen en el área en un nivel
técnico, o bien, poco vinculado con el oficio de la comunicación. En términos
de conocimientos profesionales, los empleadores perciben a nuestros egresados
más capacitados para la producción de mensajes en medios de comunicación
masiva que los egresados de otras universidades de la ciudad. Sin embargo, los
empleadores identifican en los egresados una ausencia de información sobre
la realidad social, política, económica y cultural; lo cual evidencia la falta de
hábito en la búsqueda de información general y el pensamiento analítico. Esta
situación conlleva a que los comunicadores egresados de la UABC carezcan de
un sentido práctico necesario para la resolución de tareas diarias concernientes a
la labor profesional del comunicólogo. En nuestro estudio identificamos como
dato relevante, que, por parte de los empleadores, no hay una claridad respecto
a los aportes que un profesional de la comunicación le traería a sus respectivas
organizaciones, pero, tampoco el profesional de la comunicación lo sabe. Se
percibe cierta indefinición del oficio que corresponde al profesional de la comu-

La formación en comunicación en Tijuana: apuntes sobre un modelo de plan de estudios • 435


de la licenciatura en comunicación de la uabc, Tijuana
nicación y los beneficios de su intervención, con el agravante de que, tal como
lo señalamos arriba, el comunicólogo egresado tampoco lo tiene claro.
El reto del nuevo plan consiste entonces, en propiciar la habilidad en la re-
flexión y análisis sobre el contexto sociocultural e histórico en el que se ubican las
dinámicas contemporáneas de la comunicación (lo global y lo local). La tarea de
la universidad consiste en diseñar estrategias de acercamiento al sector laboral con
el fin de posicionar la función del comunicólogo y los objetos socioprofesionales
de la comunicación que se están formando en la UABC para la región.
c) Campo profesional del comunicólogo en Tijuana. Para definir este aspecto,
retomamos la experiencia profesional de nuestro egresado en tres momentos:
antes de su egreso, después del egreso y en su trabajo actual. Las áreas que
fueron una constante en los tres momentos de la historia laboral fueron 1) el
tradicional campo profesional de los medios masivos de comunicación (radio,
televisión, prensa y cine) y 2) la promoción y la mercadotecnia.
Las áreas identificadas como emergentes en la región son: la comunicación
organizacional y las nuevas tecnologías de comunicación.
La oferta laboral en las áreas tradicionales (medios de comunicación) es re-
ducida en relación con la cantidad de egresados de las carreras de comunicación
en la ciudad. Debido a esto, una opción de inserción en el mercado laboral es
incursionar en las áreas de mercadotecnia y promoción, las cuales, en muchas
ocasiones, se traducen en actividades de ventas.
El giro de las instituciones donde laboran actualmente es diverso, sobresa-
liendo el sector privado (27.17%), seguido por el gubernamental (19.5%) y
los servicios independientes (17.39%).
d) Relación entre la formación académica y el campo profesional. Desde la
experiencia profesional de los egresados, los conocimientos más requeridos
en el campo son: el dominio en la producción de medios de comunicación, el
manejo de programas (software) y la comunicación organizacional; seguido por
las relaciones públicas y las nuevas tecnologías en comunicación. Las habilidades
esenciales para el desempeño profesional, destacan: resolver problemas, manejar
información, estructurar ideas, la expresión o comunicación oral, la creatividad,
saber analizar, buscar información y argumentar propuestas.
En síntesis y a partir de los resultados de las cuatro dimensiones de nuestro
diagnóstico, el diseño de la propuesta del plan de estudios contempló la forma-
ción del comunicólogo en la capacidad de intervención en tres problemáticas de
su realidad, aplicando saberes teórico-prácticos de la comunicación, esto es, un
interventor social que sepa identificar en tres niveles las problemáticas propias

436 • David González Hernández, Gerardo León Barrios, Ángela Serrano Carrasco
en los procesos de interacción social aplicando conocimientos y habilidades
para diseñar estrategias que ofrezcan una solución y evaluar su impacto:
1. Dificultad para identificar los procesos de comunicación existentes en el
contexto social, cultural, político, económico e histórico, así como las
problemáticas comunicacionales asociadas a dichos procesos.
2. Al comunicólogo se le dificulta proponer soluciones a problemas comu-
nicacionales debido a la falta de articulación de sus recursos (conoci-
mientos, habilidades y actitudes) para enfrentarse a las transformaciones
del campo profesional.
3. Al comunicólogo se le dificulta resolver problemas de comunicación lo
cual lo hace participar limitadamente en el ámbito profesional.

Del diagnóstico a los resultados:


las tres problemáticas para el diseño de competencias
La propuesta del plan de estudio se diseñó bajo el modelo de competencias
en correspondencia con la filosofía y el modelo educativo de la Universidad
Autónoma de Baja California. El modelo de competencias establece la adqui-
sición y desarrollo de capacidades tanto en la pericia del “saber hacer” como
en la interacción y comportamiento social.
De esta manera, además de plantear nuevas formas de enseñanza-apren-
dizaje en la licenciatura de comunicación, se tomaron en cuenta aspectos como
la estructuración de conocimientos, habilidades y actitudes para el diseño curri-
cular que permitieran una mayor articulación entre las asignaturas en función
de competencias generales a desarrollar en el alumno. Cabe recordar que dichas
competencias generales emergieron de los análisis transversales, y considerando
los aspectos contextuales, disciplinares, socio-profesionales e institucionales que
inciden en la vida profesional del comunicólogo.
De ahí las tres competencias generales que propone este plan de estudios
en los futuros estudiantes de comunicación.
• Identificar procesos y problemáticas de comunicación articulando infor-
mación de la realidad social, política, cultural, económica e histórica en
distintos ámbitos y niveles del entorno, utilizando diversas herramientas
teórico-metodológicas propias de las ciencias sociales para su análisis.
De acuerdo a las condiciones del campo académico de la comunicación en
México y en el mundo, la dificultad para identificar los procesos de la comu-
nicación resulta la más común para los profesionistas de la comunicación: el

La formación en comunicación en Tijuana: apuntes sobre un modelo de plan de estudios • 437


de la licenciatura en comunicación de la uabc, Tijuana
hecho comunicativo se identifica en las interacciones y prácticas humanas, y
en las mediaciones tecnológicas (medios masivos de comunicación) que po-
nen en circulación una inmensa cantidad de mensajes en la sociedad, lo que
presenta muchas problemáticas de entendimiento teórico y práctico en varias
dimensiones.

• Proponer estrategias de solución a problemas de comunicación, articulando


los conocimientos, habilidades y actitudes propias de la disciplina, de manera
innovadora que impulsen el desarrollo e impacto social de la organización
donde participa.
Este aspecto representa una problemática que identifica una de las carencias
profesionales que enfrenta el egresado en comunicación, que tiene que ver con
la capacidad de proponer estrategias de solución a problemas de comunicación
y que tiene también su antecedente en la manera dispersa de conceptualizar
la comunicación en el mismo campo académico de la comunicación. Por un
lado, sabe cuestiones teóricas básicas sobre comunicación, siendo uno de sus
rasgos la capacidad analítica y lógica (34.1%) y la habilidad para la búsqueda
de información (31.9%) y otros elementos humanísticos; pero del otro lado,
ha desarrollado habilidades para el uso de tecnología en medios.
El profesional de la comunicación experimenta la escisión entre teoría y la
práctica, pues no ha logrado incorporar a la visión de su disciplina, saberes que
–articulados- le permiten ser competente para diseñar o proponer estrategias de
solución (en el diagnóstico este elemento representa el 76.9% de las necesidades
del mercado laboral).
Lo anterior revela una carencia del plan de estudios actual, en tanto no hay
una articulación explícita, constante y clara entre las asignaturas de tipo teórico
con las asignaturas de tipo práctico, así como de las actividades de aprendizaje
y las perspectivas de los maestros acerca del enfoque profesional del estudiante
de comunicación que genere en los alumnos la competencia de argumentar
propuestas.

• Resolver problemas de comunicación en diferentes ámbitos profesionales,


integrándose a grupos multidisciplinarios utilizando los recursos teórico-
metodológicos propios de las ciencias sociales, a fin de contribuir al desarrollo
social considerando las dinámicas del entorno transfronterizo.
Siguiendo los fundamentos de las competencias a desarrollar, y en relación
también a nuestro diagnóstico, la tarea profesional de llevar a cabo propuestas --

438 • David González Hernández, Gerardo León Barrios, Ángela Serrano Carrasco
una vez que se genera la competencia para ubicar y contextualizar problemáticas
comunicacionales, así como también tener la capacidad de diseñar propuestas
de solución- la actividad de ejecutar estas propuestas aparece como uno de los
grandes retos que el profesional de la comunicación debe enfrentar en cualquier
ámbito laboral, y adquiere mayor fundamento al incorporar el resultado del
diagnóstico donde, en voz de los egresados, la habilidad para aplicar estrategias
de solución está representada con un 74.7% como una cualidad esencial del
nuevo comunicólogo en la región.
La manera en que visualizamos cómo el profesional de la comunicación
enfrenta el escenario profesional es la siguiente:

Núcleos formativos
Ubicación Diseño de Aplicación
contextualización propuesta y evaluación
Competencia Identificar procesos Proponer o mejo- Implementar estrate-
formativa y problemáticas de rar problemas de gias de comunicación,
comunicación en comunicación en di- integrándose a grupos
distintos ámbitos del ferentes dimensiones multidisiciplinarios;
contexto en el que de los procesos de y evaluar el impacto
se ubica. comunicación de la estrategia en el
ámbitos social donde
se ha aplicado

Lo anterior podrá ser puesto en práctica mediante los dos perfiles que bien
pueden combinarse entre sí: el estratega de la comunicación y el productor de
mensajes.

La formación en comunicación en Tijuana: apuntes sobre un modelo de plan de estudios • 439


de la licenciatura en comunicación de la uabc, Tijuana
El estratega de la comunicación se define como un planificador de acciones
comunicativas, capaz de identificar problemáticas en los procesos de comuni-
cación intersubjetivos y más mediáticos. Puede definir y llevar a cabo acciones
para el mejoramiento de tales procesos en función de objetivos organizacionales,
ya que posee las herramientas teórico metodológicas para intervenir. Podrá
laborar como independiente en consultarías de comunicación, o bien, inserto
en organizaciones e instituciones de diversa índole.
El productor de mensajes, es capaz de analizar diferentes tipos de productos
audiovisuales y puede combinar criticidad y creatividad en la elaboración de
unos nuevos, ya que posee los conocimientos técnicos necesarios para ello. Podrá
laborar de manera independiente o inserto en una organización o institución,
realizando tareas de periodista o en productoras de medios audiovisuales. Lo
anterior podrá ser puesto en práctica mediante dos oficios que bien pueden
combinarse entre sí: el estratega de la comunicación y el productor de mensajes.
El estratega de la comunicación se define como un planificador de acciones,
situaciones o procesos de comunicación, capaz de identificar problemáticas en
los procesos de comunicación intersubjetivos y mass mediáticos. Puede definir
y llevar a cabo acciones para el mejoramiento de tales procesos en función de
objetivos organizacionales, ya que posee las herramientas teórico metodológicas
para intervenir. Podrá laborar como independiente en consultorías de comuni-
cación, o bien, inserto en organizaciones e instituciones de diversa índole.
El esbozo de la propuesta de plan de estudios aquí presentada puede parecer
no novedosa en algunos aspectos dentro del campo de la comunicación. Si bien
desde los años ochenta ya aparecía como necesario replantear el rumbo de la
enseñanza en comunicación en función del proyecto social del profesional de
la comunicación (Fuentes, 1991; Galindo, 1995; Prieto, 1988), a lo que nos
enfrentó este ejercicio de diseño fue ver que las dinámicas del campo han te-
nido un efecto retardado en cuanto a los principios con los cuales se “enseña”
comunicación en esta parte del país, y ante ello, nos tocó comprender que el
carácter global de muchos de los aspectos socioculturales de la región estaban
siendo transformados profundamente. El modelo que se propone, entonces,
intenta poner en sintonía algunos principios educativos sobre comunicación
en este contexto de profundos cambios y acelerados procesos de nuestra vida
contemporánea en la frontera.

440 • David González Hernández, Gerardo León Barrios, Ángela Serrano Carrasco
Bibliografía
Alonso, L. E. (1994). Sujeto y discurso: El lugar de la entrevista abierta en las prác-
ticas de la sociología cualitativa, en Juan Manuel Delgado y Juan Gutiérrez
(coords.); Métodos y técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales,
Síntesis, Madrid.
Anderson y De la Rosa (1991). Familias pobres de la frontera. Estrategias de sobrevi-
vencia en Estudios sobre culturas contemporáneas. Número 11. Volumen
IV. Universidad de Colima, Colima.
ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación
Superior) Mercados laborales de profesionistas en México. Diagnóstico y pros-
pectiva al 2010. México, Recuperado en enero del 2005 de: http://www.
anuies.mx/anuies.
Fuentes, R., (2001). Comunicación, utopía y aprendizaje: propuestas de interpretación
y acción : 1980-1996. México: ITESO Guadalajara.
(2000). Perspectivas socioculturales postdisciplinarias en lainvestigación de la comuni-
cación. En Orozco, Guillermo, Lo viejo y lo nuevo. Investigar la comunicación
en el siglo XXI. Ediciones de la Torre. Argentina
(1991). Diseño Curricular para las Escuelas de Comunicación . México: Trillas.
Galindo, J. (2003). Sobre comunicología y comunicometodología. Primera guía de
apuntes sobre horizontes de lo posible. Artículo en línea. Recuperado en sep-
tiembre de 2005 de: http://www.geocities.com/arewara/arewara
Galindo, J. y Luna, C., (1995). Campo académico de la comunicación: hacia una
reconstrucción reflexiva. México: ITESO-CONACULTA
Ibáñez, J. (1979). Más allá de la sociología. El grupo de discusión: técnica y crítica.
Madrid: Siglo XXI.
López, H. (1998). La metodología de la encuesta, en Galindo Cáceres, Luis, Técni-
cas de investigación en sociedad, cultura y comunicación, Addison Wesley
Logman, México.
Mier, L. J. (1987). En busca de un proyecto integral en la formación de comunicadores,
en Diálogos de la Comunicación, No. 18, FELAFACS, Perú.
Reguillo, R. (1998). De la pasión metodológica o de la (paradójica) posibilidad de la
investigación.. Mejía, Rebeca y Sandoval. En Tras las vetas de la investigación
cualitativa. México: ITESO.
Prieto, D. (1988). Diseño curricular para escuelas de comunicación. Quito, Ecuador:
CIESPAL.
Torrico, E. (2004). Abordajes y periodos de la teoría de la comunicación. Buenos
Aires: Norma.

La formación en comunicación en Tijuana: apuntes sobre un modelo de plan de estudios • 441


de la licenciatura en comunicación de la uabc, Tijuana
Séptima Parte
Nuevas perspectivas
de comunicación organizacional

3
Capítulo 21

Sistemas de comunicación
para organizaciones no corporativas*
Cándido Pérez Hernández**
Universidad Anáhuac México Norte

La distinción entre empresas corporativas y no corporativas nos permite


hacer énfasis en las diferencias entre modelos de gestión para grandes
empresas y los que son para empresas micro, pequeñas y medianas
(MiPyMEs). Dicha distinción pone en evidencia un fenómeno que no
sólo atañe al ámbito de la comunicación sino también a otros campos
de estudio en las organizaciones: la concentración de investigación y
desarrollo de sistemas aplicables a empresas de gran envergadura dejando
fuera una amplísima oportunidad de acción en las que son de menor
tamaño. Un acercamiento hacia lo que actualmente se realiza en este
tipo de empresas en materia de comunicación representa un intento
por abrir campos poco estudiados y, a la vez, configurar el panorama
de acción para los comunicólogos.

The distinction between corporative and noncorporative firms allows us to


place emphasis in the differences  between models of management for big or

*Agradezco la valiosa ayuda de Abraham Nosnik y Ma. Antonieta Rebeil para la elaboración
de este documento.
**Licenciado en Comunicación por la Universidad Anáhuac México Norte, Maestría en
Dirección de Comunicación y Relaciones Públicas por la Escuela Superior Empresarial de
Relaciones Públicas de Barcelona. Actualmente, cursa el Doctorado en Gestión Estratégica
y Políticas del Desarrollo, Universidad Anáhuac México Norte. Ha colaborado para Merck
Sharp & Dohme de México en el área de Comunicación Corporativa, además de ser so-
cio-ejecutivo de Introscopia, agencia de consultoría en Identidad e Imagen Corporativa.
Es asistente de investigación del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada
(CICA), Universidad Anáhuac México Norte.
mega companies and those that apply to micro, small  and medium enter-
prises. This distinction puts forth a social phenomenon that not only concerns
the scope of the communication as a discipline and as a practice, but also
other fields of study within organizations: the concentration of research and
development of systems applicable to the bigger companies, leaving out a vast
opportunity of action in the lesser firms such as micro and small businesses.
An approach such as the one expressed in this paper, is an attempt to open
unexplored fields and, simultaneously, to offer a wide spectrum of action for
organizational communicators.

Introducción

Este trabajo pretende analizar lo que actualmente representa la instauración


de sistemas de gestión de comunicación organizacional en el desempeño dia-
rio de las micro, pequeñas y medianas empresas. Con frecuencia, cuando se
habla de comunicación organizacional, se remite a experiencias o casos que
ocurren en grandes organizaciones. De tal forma que pareciera como si los
procesos de comunicación únicamente tuvieran ingerencia en tales empresas
y, sobretodo, como si la capacidad de aporte de esta ciencia se redujera a sólo
a ellas mismas.
Asimismo, la hipótesis central de este trabajo sostiene que el planteamiento
existente de comunicación organizacional en MiPyMEs no responde, en la
mayoría de los casos, a las expectativas tanto internas como externas de dichas
organizaciones porque, en general, se omite la distinción entre sistemas de
gestión corporativos y no corporativos. Por esta razón, se considera que la con-
centración de investigación y desarrollo de sistemas de comunicación aplicables
a empresas grandes deja fuera una amplísima oportunidad de acción en las que
son de menor tamaño.
Para el desarrollo de este texto la estrategia metodológica a seguir ha sido
ofrecer argumentos ir presentando datos estadísticos y elementos teóricos que
comprueban lo que se afirma. El estudio parte de un planteamiento que explora
el contexto de las organizaciones; profundizando en la actividad de las MiPyMEs
en México para después exponer los elementos teóricos de comunicación que
sirven como sustento para el análisis de este tipo de empresas, sobretodo en lo
que se refiere a la contribución de dicha ciencia a la efectividad de las MiPyMEs.
Posteriormente el análisis se centra en lo que actualmente se realiza en materia
de comunicación por parte principalmente de consultoras para que hacia el

446 • Cándido Pérez Hernández


final del trabajo puedan plantearse como conclusiones una serie de prioridades
a atender en el estudio de la comunicación en las MiPyMEs.

El panorama de las organizaciones

Como se mencionó anteriormente, en este documento se trata de describir,


desde una perspectiva comunicacional, la complejidad observada en el desem-
peño diario de las MiPyMEs como sistemas de gestión dentro de las llamadas
empresas no corporativas (Véase, Cuadro 1). El texto presenta una serie de
elementos que pueden servir a la construcción de modelos no corporativos
de comunicación.

Cuadro 1
Esquema de ubicación de las MiPyMEs dentro
de la composición organizacional

Fuente: Elaborado por Abraham Nosnik del Centro de Alta Dirección en Economía y Negocios (CADEN)
y Cándido Pérez del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA), Universidad Anáhuac
México Norte

Sistemas de comunicación para organizaciones no corporativas • 447


El contexto empresarial; MiPyMEs en México

Según la Secretaría de Economía, las empresas consideradas como MiPyMEs


son todas aquellas que cuentan con menos de 500 empleados para el sector
industrial y las que cuentan con menos de 100 empleados en los sectores
servicios y comercio (Véase, Cuadro 2). La clasificación para cada estrato se
presenta de la siguiente manera:

Cuadro 2
Clasificación de empresas según el número de trabajadores
Tamaño Industria Comercio Servicios
Micro 1-30 1-5 1-20
Pequeña 31-100 6-20 21-50
Mediana 101-500 21-100 51-100
Grande Más de 500 Más de 100 Más de 100
Fuente: Secretaría de Economía, 2005

Para el caso de México la clasificación oficial es la presentada anteriormente


donde el tamaño de la empresa está determinado precisamente por el número
de trabajadores que laboran en ella. Las consideraciones que se toman para
establecer esta clasificación difieren de país a país pues algunos de ellos toman
en cuenta datos como facturación, nivel de operaciones, etc.
De acuerdo con cifras del censo realizado por el INEGI en el año de 2003, de
un total de 3,005,157 unidades económicas, las micro, pequeñas y medianas
empresas representaban el 99.12% de las entidades económicas establecidas en
el país; esto es, menos de 1% del total de las empresas corresponde a compañías
consideradas como grandes. Por tanto, estamos hablando de más de 2,978,700
MiPyMEs (cálculo aproximado propio).
Asimismo, es importante anotar que, en dicho conteo, el 95% del total de las
entidades económicas tenía menos de 10 personas ocupadas, el 3.9% ocupaba
de 11 a 50 personas y el 1.1% restante contaba con más de 50 personas.
Aunque se sabe que es difícil encontrar cifras referentes a la actividad empresa-
rial que coincidan puntualmente, en su mayoría, éstas difícilmente se contradicen
y, más bien, sus variaciones porcentuales dependen de la metodología empleada
para la captación de los datos. Este comentario es relevante en la medida en
que el lector pueda diferir de la información presentada en este documento.
Lo importante es que dichos datos son un ejemplo palpable de la necesidad
impostergable de la investigación académica acerca de las MiPyMEs.

448 • Cándido Pérez Hernández


Las MiPyMEs, por una parte, permiten al individuo tener el grado de in-
dependencia que no logra en otro sistema organizacional empresarial pero a la
vez pueden ser víctimas de cadenas productivas que en determinado momento
se vuelven dependientes de otras empresas de mayor tamaño y por tanto se ven
directamente afectadas por el poder descrito.

Comunicación como contribuyente a la organización

Para centrar un precedente de la aportación de la comunicación en las organi-


zaciones se recurre a la tipología desarrollada por Daniel Katz y Robert Kahn
(1966), los cuales elaboraron dos niveles distintos de aportación:

1) Nivel de organización total.- La comunicación contribuye a cuatro de las


funciones de la organización: producción, mantenimiento, adaptación
y dirección.
2) Nivel de funcionalidad específica (mediante un enfoque que relación su-
perior-subordinado).- La comunicación se traduce en: instrucciones de
trabajo, procedimientos organizacionales e información de carácter ideo-
lógico para inculcar un sentido de misión (adoctrinamiento de metas).
Como anota, tomando la aportación de los anteriores autores, Carlos Fer-
nández Collado en La comunicación en las organizaciones (2002), en los niveles
anteriormente mencionados, el segundo trata de una traducción del primero en
un contexto diático (interrelación entre dos personas). Por ello, da prioridad a
tres funciones fundamentales de la comunicación en las organizaciones:

a) Función de producción.- Implica cualquier actividad de comunicación


relacionada directamente con la realización del trabajo central de la
organización. A este respecto se incluyen actividades como capacitación,
orientación, establecimiento de objetivos, resolución de problemas,
sugerencia de ideas, etc.
b) Función de innovación.- Retomando los trabajos de Rogers y Agarwa-
la- Rogers (1980), se distinguen dos tipos generales de innovaciones
organizacionales:
1) Las innovaciones de la organización
2) Las innovaciones en la organización
Las primeras son las innovaciones que se adoptan como resultado de
una decisión organizacional, como es el caso de la creación de un nuevo

Sistemas de comunicación para organizaciones no corporativas • 449


producto. La organización en general cambia, no así las personas que
laboran en ella; tampoco se requiere que la mayoría de los miembros se
comporten de manera distinta.
Por otra parte, las innovaciones en la organización son aquellas que
requieren un cambio en el comportamiento del individuo por ejemplo,
la implantación de un círculo o alguna norma de calidad. La innovación
incluye a toda la organización pues, posiblemente requiere de un cambio
de actitud de los empleados.
Myers y Myers (en Fernández, 2002) señalan: La función innova-
dora de la comunicación en las organizaciones incluye actividades tales
como el trabajo de investigación y desarrollo organizacional, sesiones
de manifestación de inquietudes y los comités de desarrollo de ideas,
muchas veces complementarios.
c) Función de mantenimiento.- La comunicación en este sentido tiene que ver
con las relaciones interpersonales con otros miembros de la organización,
el mantenimiento de las propias funciones de producción e innovación.
Se ocupa de la información y confirma la relación de la persona con su
ambiente organizacional. La comunicación para mantenimiento del
sistema organizacional recompensa y motiva al personal para integrar
las metas individuales y los objetivos organizacionales.

La comunicación como insumo productivo

Un acercamiento de la comunicación en las organizaciones exige establecer


las formas del cómo la información fluye en su operación diaria, es decir, la
manera en que el uso de la información representa o no una parte central del
sistema. Para ello, Abraham Nosnik en El análisis de sistemas de comunicación
en las organizaciones: 10 años después (Nosnik, 2002) establece tres distinciones
en forma de niveles de uso de la información:

1) Uso lineal.- El flujo informativo es unidireccional, causal, privilegiado y


restringido. El emisor es el protagonista pues causa el efecto sin permitir
que otro tome ese papel y, por tanto, se define como propietario, no
permite el libre acceso a la información.
2) Uso dinámico.- Este nivel se centra en el receptor por considerarse tan
capaz como los posibles emisores, el procesamiento de información se
realiza de forma selectiva tanto a las fuentes de información como en la

450 • Cándido Pérez Hernández


percepción y el almacenamiento. Nosnik apunta que el punto central
en la percepción del uso dinámico de la información es la capacidad de
receptor de retroalimentar a su fuente, el receptor puede convertirse en
emisor y viceversa.
3) Comunicación productiva.- El emisor y el receptor desempeñan funciones
recíprocas, en tanto la responsabilidad frente a cada contraparte y el
propio sistema, las cuales definen y son responsables del sistema donde
se encuentran. El factor clave, según describe el autor, es la receptividad
del emisor al receptor, del receptor al emisor y de ambos a las necesidades
del sistema para ser productivos.

En este ambiente de comunicación productiva es en el cual nos encontramos


inmersos en la actualidad pues en el proceso de comunicación se contemplan
también las consecuencias suscitadas a partir de la constante interacción emi-
sor-receptor, su accionar como partes del sistema se vuelve relevante y más aún
el cumplimiento generalizado de las necesidades y expectativas del sistema
completo que para nuestro estudio es la organización como tal, con el caso de
las MiPyMEs.

Actualidad acerca del tratamiento de la comunicación organizacional


en sistemas no corporativos de gestión

Un posible acercamiento a la denominada Comunicación Organizacional por


obviedad parte de su definición y para los efectos de este trabajo presento una
propia: Comunicación Organizacional es el esfuerzo interno de un sistema
de retomar, por medio de la información, la contribución de las partes que
lo integran para establecer métodos y herramientas que aporten efectividad
a su interacción y le hagan más productivo. Comúnmente, la Comunicación
Organizacional es dividida en tres áreas fundamentales (Rebeil y Nosnik,
2000): Comunicación Institucional o Corporativa; referida a las actividades de
Relaciones Públicas, Comunicación Interna; la que se realiza hacia dentro de
la organización, entre el personal y Comunicación Mercadológica; de apoyo a
productos u otras actividades relacionadas a la venta. Cabe anotar que dicha
división se ha venido conformando desde hace algunos años y se trata de que,
en general, los profesionales de la comunicación la adopten pues es común
encontrar diferencias de definición y, sobretodo, del campo que abarca cada una
de estas áreas. Por ejemplo, para algunos la Comunicación Interna es llamada

Sistemas de comunicación para organizaciones no corporativas • 451


también Comunicación Administrativa o Comunicación Organizacional y a
esta última algunas ocasiones se le prefiere nombrar Comunicación Integral.
A mi juicio es sólo un problema de términos.
Hasta el momento es evidente que aún teniendo clara una postura tanto de
la aportación como de la definición y los campos que atañen a la Comunica-
ción Organizacional, parece ser insuficiente para visualizar sus alcances en las
MiPyMEs. Por lo que intentaré ahora describir qué es lo que, en la actualidad
se hace y se entiende como Comunicación en este tipo de empresas.
Primeramente, es importante comentar que, en el campo de la comunica-
ción, comienzan a aparecer agencias especializadas en el tema (Pérez, 2006)
y con aplicación exclusiva en MiPyMEs. Este tipo de agencias, que aún son
un número limitado, se presentan con lo que comúnmente llaman Servicios
Integrales de Comunicación, tomando como ejemplo de esta clase de servicios
menciono los más recurrentes:

• Imagen de negocio
• Promoción
• Patrocinios
• Relaciones Públicas
• Programas de Posicionamiento de productos y servicios
• Publicidad, Mercadotecnia y Ventas

A partir de la observación del tipo de servicios anteriormente mencionados


podemos decir que existe una clara inclinación de parte de los consultores y
agencias a definir a la comunicación como aquellas actividades que lleven al
desplazamiento y, en un único sentido, la venta de productos. Como se comentó
antes, la comunicación responde a necesidades mercadológicas pero debemos
poner especial atención en los siguientes elementos:
a) Si los comunicólogos definimos nuestra área como aquella que, a través
de una serie de actividades comunicativas, lleva directamente al incremento de
ventas de productos, estaríamos corriendo el riesgo de que sea confundida con
Mercadotecnia u otras áreas afines únicamente a la comercialización
b) Relacionado con el punto anterior, la Comunicación Organizacional
por ser parte del funcionamiento diario debe tomar, en su accionar dentro de


Los datos se retoman de una investigación empírica del autor en la cual se analizan 13
empresas ubicadas en el Distrito Federal y en el Estado de México.

452 • Cándido Pérez Hernández


la empresa, mayor importancia hacia los públicos internos. Los servicios toma-
dos como ejemplos están totalmente dirigidos hacia fuera de la organización
y por tanto, los resultados pueden ser parciales y frecuentemente los mensajes
pueden ser contradictorios. Es común encontrar, por ejemplo, empresas con
tratos privilegiados hacia clientes externos y deprimentes hacia sus clientes
internos (el personal).
Juan Guillermo Pérez Castillo, que ha aplicado diversos modelos de co-
municación en las organizaciones enfatiza el papel de ésta como objeto de
transformación y no únicamente como aditamento especial:

“Creemos que resulta común aparecerse en una empresa para agregarle bisutería co-
municacional sin modificar de fondo lo que debería ser transformado. De continuo
los que intentamos hacer algo para apoyar el mejoramiento de una organización
nos sumamos a su inercia y, de hecho, la tomamos propiciando en sus directivos
la autocomplacencia” (Pérez, 2000).

La comunicación debe ser entendida como un proceso complejo que ayuda


a coordinar a las organizaciones, como una serie de flujos que representan algo
más que mensajes lineales. Por ello, y refiriéndome a Pérez Castillo, la práctica
profesional de la comunicación no puede reducirse las más de las veces, a un
nivel operativo donde se organizan actividades y se producen piezas de comu-
nicación. La comunicación debe reflejar con fidelidad el corazón ideológico
(misión, visión y valores) de la organización, es decir, establecer congruencia
entre la operación y los propósitos.
Anteriormente, se mencionó que este gran mercado de comunicación en
MiPyMEs comenzaba a ser atendido por pequeñas agencias que se dicen total-
mente enfocadas a este tipo de empresas por lo que surge una pregunta básica:
¿Por qué si tal mercado (comunicación en MiPyMEs) parece muy atractivo, hasta
el momento pocos se han interesado en cubrirlo?
Trataré de responder con elementos concretos:
a) Para las grandes agencias o consultoras en temas de comunicación, las
MiPyMEs representan un reto pues generalmente el obstáculo se encuen-
tra en el reducido bolsillo de estas empresas y el poco conocimiento del
entorno MiPyME por parte de las agencias.
b) Existen consultores en comunicación independientes los cuales trabajan
ya sea de manera individual o con un muy pequeño grupo de cola-
boradores. Estos, con iniciativas propias y muchas veces llevados por

Sistemas de comunicación para organizaciones no corporativas • 453


necesidades económicas voltean a las MiPyMEs, aunque más bien son
las medianas y en algunos casos las pequeñas empresas las que resultan
atractivas, las micro, por lo regular, nuevamente quedan excluidas. Su
deficiencia principal suele estar también, y de forma más remarcada,
en la falta de entendimiento del contexto MiPyME, es decir, entono
macroeconómico, tendencias globales, preocupaciones estructurales de
la organización, etc.

Primera aproximación a la implantación de un sistema efectivo de


desarrollo de comunicación en MiPyMEs

Una tercera vía para llevar programas de comunicación en MiPyMEs es a través


de los organismos que las representan, agrupan o asocian como pueden ser cá-
maras o asociaciones gremiales o sectoriales, entre otros. En este caso, el camino
parece más sencillo pues en gran medida el obstáculo económico disminuye
aunque también aumenta el nivel de exigencia y de resultados, así como el
compromiso de parte del consultor para responder con honestidad acerca de los
alcances de la comunicación. Es muy probable que la mejor forma en el presente
y en el futuro inmediato sea precisamente esta alternativa porque, además de
disminuir el inconveniente económico, presenta las siguientes ventajas:
1) El impacto de la importancia de la comunicación se extiende con mayor
facilidad y rapidez entre los empresarios.
2) Dado que es necesaria educación acerca de los procesos de comunicación
en la empresa, ésta se facilita cuando se imparte a un foro mayor pues
permite la retroalimentación entre los miembros y la homogenización
de conceptos.
3) Nos proporcionaría las bases para establecer modelos avanzados de co-
municación en toda organización no corporativa (MiPyMEs), no sólo
que correspondan a necesidades en contexto local sino global.

A modo de conclusiones

La principal aportación de este documento (más allá de servir como base para
investigaciones posteriores que profundicen en este amplio campo de las Mi-
PyMEs), ha sido establecer lo que pudiéramos considerar como las prioridades
de atención para el estudio de la comunicación en los sistemas no corporativos.
Concluyendo que, los siguientes tres aspectos deben ser ejes importantes pues

454 • Cándido Pérez Hernández


según los datos y la reflexión alcanzada en este texto la comunicación en la
MiPyMEs debe:

• Aportar efectividad en los procesos; las MiPyMEs reaccionan con mayor


rapidez a las condiciones del mercado.
• Ser el “instrumento de humanización” de la partes, entendido como el
esfuerzo por concienciar a las audiencias internas y externas (empleados,
accionistas, clientes, proveedores, etc.) de qué es la organización, hacia
dónde se dirige y los caminos que sigue día con día.
• Formalizar el liderazgo y hacer de él una herramienta para el fortaleci-
miento de la organización; incorporarlo a la planeación estratégica pues
los líderes cobran mayor protagonismo en este tipo de empresas que en
su contraparte.

Bibliografía
Fernández, C. (Coord.) (2002). La comunicación en las organizaciones. México:
Trillas.
Katz, D. y Kahn R. (1966). The Social Psichology of Organizations. EUA:
Wiley.
Nosnik, A. (2002). “El análisis de sistemas de comunicación en las organizacio-
nes: 10 años después” en Fernández, C. (Coord.) La comunicación en las
organizaciones. México: Trillas.
Pérez, C. (2006). Investigación empírica del autor desarrollada en 13 empresas
de la zona centro de la República Mexicana (Distrito Federal y Estado de
México).
Pérez, J. (2000). “La aplicación de modelos de comunicación en las organizaciones”
en Rebeil, M. y RuizSandoval, C (Coords.) El poder de la comunicación
en las organizaciones. México: Plaza y Valdés.
Rebeil M. y Nosnik, A. (2000). “Introducción” en Rebeil, M. y RuizSandoval,
C. (Coords.) El poder de la comunicación en las organizaciones. México:
Plaza y Valdés.
Rebeil, M. y RuizSandoval, C. (Coords.) (2000). El poder de la comunicación en
las organizaciones. México: Plaza y Valdés.
Rogers, E. y Agarwala R. (1980). La comunicación en las organizaciones. México:
McGraw-Hill.
Shannon, C. y Weaver, W. (1949). The Mathematical Theory of Communication.
EUA: Urbana: University of Illinois Press.

Sistemas de comunicación para organizaciones no corporativas • 455


Capítulo 22

Empresas mediáticas de fuente abierta:


la transformación organizacional en la era
del entretenimiento
Jorge Hidalgo Toledo*
Universidad Anáhuac México Norte

Desde hace unas décadas, los medios han diluido sus fronteras y se
encuentran explorando los terrenos de los productos y servicios de la
industria del entretenimiento. Así, hemos visto el surgimiento de nuevos:
espacios, plataformas, medios, contenidos, competencias y también de
nuevas áreas de negocio. Hoy el entretenimiento mediatizado está en
todos lados y los medios están haciendo negocios también ahí.
No obstante, ¿están la industria del entretenimiento y las empresas
mediáticas preparadas para afrontar la transformación sectorial y or-
ganizacional que ellas mismas han provocado?, ¿no será que requieren
una reorganización para reaccionar cuando el entorno se transforme
por completo hacia una economía participativa, digital, personalizadas
e inteligente?, ¿existe una nueva mentalidad empresarial que parta del
usuario, sus necesidades, sus consideraciones éticas y a su vez mantenga
una lógica de marketing que ofrezca valor semántico a la empresa? Quizá
es necesario replantear un modelo organizacional que considere la po-
sibilidad de que sean los mismos consumidores los que reprogramen el
sistema para responder a su principal premisa: “quiero interactuar con
el contenido, pero cuando yo quiera, donde quiera” y con mi interfaz
preferida (Berman, 2004). Conocer al usuario por sus hábitos para

*Investigador titular del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada de la


Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac; Titular de la Cátedra Televisa en
Innovación en Contenidos. Maestría en Humanidades por la Universidad Anáhuac; Diplo-
mado en Judíos, Cristianos y Musulmanes en la cuenca del Mediterráneo de la antigüedad a
la actualidad por la Universidad Anáhuac y la Universidad Hebrea de Jerusalén; así como el
Diplomado en Realización, Análisis y Crítica Cinematográfica en el Museo Carrillo Gil.
entenderlo y ofrecerle cadenas de valor semántico es verlo no como un
medio sino como un fin; en su dimensión integral.
En la Era del Entretenimiento, el consumidor ya no es pasivo-recep-
tivo, es un sujeto vivo, activo, inteligente, dialógico y pleno de sentido
como los medios, productos y servicios que consume y produce. El desti-
natario no es más un sujeto de compra ni una fábrica de influencias pu-
blicitarias, sino destinatario de su propio obrar comunicativo. Competir
en este entorno, implica estar dispuesto al cambio a una transformación
empresarial más abierta, transparente, moldeable, actualizable.

Since a few decades ago, the media have begun to penetrate the fields of the
entertainment industry as a whole. We are being witnesses to the forthcom-
ing of new technology platforms, media, contents, competitors and also new
business areas. Nowadays, entertainment is the name of the game and the
mass media companies are doing business there too. As entertainment spaces
grow, some questions remain unanswered: Are the entertainment and the
media industries prepared to face the organizational transformation that
they are provoking? Do they need to undergo reorganization processes in order
to survive when the audio, visual and digital environment fully transforms
itself into a participative, digital, personalized and intelligent society? Is
there a new business perspective that takes into account user needs, ethics,
as well as a semantic value for media companies? It certainly is necessary
to put forth an organizational model that considers the possibility that the
users themselves re-program the system to respond their principal premise: “I
desire to interact with the content I want, whenever I choose, and wherever
I decide and with my favorite interface gadget” (Berman, 2004, author´s
translation). To come to understand users by knowing their habits and giv-
ing them the semantic value chains they request, is to perceive them not as
a medium but as a goal; in their integrity.
In the Entertainment Era, the consumer is not merely passive or recep-
tive being, but a living, participative, intelligent, a dialogic and full of
meaning person, interacting with the services and products that he produces
and consumes. No longer is the public a mere consumer manipulated by
advertising. Nowadays, people who receive messages are actively interacting
with the new information technologies and author their own messages. In
order to compete in this environment, it is necessary to be ready for change,
to reorganize media industries to be able to convert their firms into outgoing,
transparent, flexible and updatable companies.

458 • Jorge Hidalgo Toledo


La batalla por el consumidor es una batalla de mensajes:
Introducción

Desde hace unas décadas, las grandes empresas mediáticas han diluido sus
fronteras y se encuentran explorando los terrenos de los productos y servicios
de la industria del entretenimiento. Sus inversiones millonarias para generar
estrategias que les permitan ganar la atención y fidelización de las audiencias
y consumidores, han provocado una batalla campal y sin fronteras al grado de
saturar el mercado de medios, canales y mensajes. Así, hemos visto el surgi-
miento de nuevas tecnologías de información, nuevos espacios de divertimento,
nuevas áreas de negocio, nuevas plataformas, nuevos medios, nuevos contenidos,
nuevos dispositivos receptores y nuevas competencias mediáticas. De ahí que
podamos afirmar que el entretenimiento mediatizado y tecnologizado está en
todos lados, así como los medios también están haciendo negocios ahí.
Pese a esta tendencia que parecería bastante favorable para el mundo del
ocio, vale la pena preguntarnos: ¿están la industria del entretenimiento y las
mismas empresas mediáticas preparadas para afrontar la transformación sectorial
y organizacional que ellas mismas han provocado?, ¿No será que también las
instituciones mediáticas requieren en la Era del Entretenimiento una reorgani-
zación estratégica que les permita estar preparadas para reaccionar cuando el
entorno que ellas mismas han creado se transforme por completo hacia una
economía participativa, digital, personalizadas e inteligente?, ¿Se están generan-
do sólidas cadenas de valor y de sentido para definir el destino de las firmas en
el marco de la economía del entretenimiento digital?, ¿Gozan las corporaciones
de la herramientas necesarias para adentrarse en los terrenos de la inteligencia
corporativa?, ¿Existe acaso una nueva mentalidad empresarial que parta del
usuario, sus necesidades, sus consideraciones éticas y a su vez mantenga una
lógica de mercadeo que ofrezca valor semántico a la empresa?
Quizá, como el software de fuente abierta es necesario plantear un modelo


También llamado Software libre, es aquel que viene con autorización para que cualquiera
pueda usarlo, copiarlo y distribuirlo, ya sea literal o con modificaciones, gratis o mediante
una gratificación. Esto significa que el código fuente debe estar disponible. En el caso em-
presarial habría que decir que la apertura es en la transparencia que ofrece a todo el personal,
proveedores y usuarios para que conozcan su código fuente (misión, visión, valores, código
de ética, estándares de calidad y responsabilidad social), para que con ello, los usuarios (todos
sus públicos) puedan potenciar el mismo sistema, mediante la democratización y, sobre
todo, el uso ético de la libertad para estudiar, aprender, conocer y valorar lo que la empresa

Empresas mediáticas de fuente abierta: • 459


la transformación organizacional en la era del entretenimiento
organizacional que considere la posibilidad de que sean los mismos usuarios
y las áreas de negocio de las mismas empresas de entretenimiento los que
reprogramen con sus acciones el sistema y la estructura más efectiva para res-
ponder a la principal premisa de los compradores: “quiero interactuar con el
contenido, pero cuando yo quiera, donde quiera” y con mi interfaz preferida
(Berman, 2004).
Ello sin duda implica una gran transformación de planes, estrategias, áreas
de negocio y generación de cadenas de valor y aprendizaje empresarial. No
obstante, repercutiría en mayores responsabilidades éticas, manejo de libertades
y aperturas hacia la transparencia. Una Empresa de Fuente Abierta hace públicas
todas las premisas fundamentales (misión, visión, valores, código de ética…)
que permiten al usuario conocer el fin último de la organización y delega sobre
los consumidores, socios y proveedores las libertades centrales para modificar
su operación para hacer públicas las mejoras que se hagan y beneficiar con ello
a la comunidad entera.
La conquista del consumidor implica, también una conquista empresarial y
ello sólo se puede logar en el marco de instituciones abiertas al cambio y dispues-
tas a aprender. Aprender que el consumidor es un usuario de los mensajes que
recibe, pero que a su vez, con las herramientas dadas por la industria, también
es creador, editor, programador, compilador, productor y consumidor. Conocer
profundamente a este nuevo usuario a través de sus hábitos para entenderlo y
ofrecerle cadenas de valor semántico es verlo no como un medio sino como un
fin; en su dimensión integral como persona.
En la Era del Entretenimiento Digital, el consumidor ya no es pasivo-recep-
tivo, es un sujeto vivo, activo, inteligente, dialógico y pleno de sentido como
los medios, productos y servicios que consume y produce. El destinatario no
es más un sujeto de compra ni una fábrica de influencias publicitarias, sino
destinatario de su propio obrar comunicativo. Competir en este entorno, im-
plica estar dispuesto al cambio; a una transformación empresarial más abierta,
transparente, moldeable, ética y actualizable como la que se propone en esta
investigación.

ofrece y adaptarla a sus necesidades; libertad para ayudar a otros que podrían beneficiarse
con lo que la empresa ofrece; y libertar para mejorar la empresa y hacer públicas las mejoras
a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie.

460 • Jorge Hidalgo Toledo


La consolidación del entretenimiento digital

Actualmente el mar del entretenimiento es tan basto y ancho que comprende


industrias coyunturales, medios concretos, servicios, plataformas, mercados
y formas de recepción. Han crecido tanto sus macrogéneros y divisiones en
los últimos años que cuesta trabajo enlistarlas todas; sin embargo, podríamos
mencionar las de mayor impacto económico, político y cultural: la industria
cinematográfica, la televisión convencional, la televisión de paga, las industrias
discográfica y radiofónica, la publicidad exterior, Internet, los videojuegos, la
información empresarial, las revistas, los periódicos y libros, los parques temá-
ticos, los casinos, las ferias, los eventos masivos, los espectáculos culturales, los
museos y el mundo del deporte.
Su condición futura es tan favorable que la consultora PriceWaterHouse-
Cooper le augura un crecimiento anual de 7.3 por ciento hasta 2010 registrando
ingresos por más de 1.8 billones de dólares (Winkler, 2005).
Pese a que el mercado estadounidense seguirá siendo el más grande, las
regiones de mayor crecimiento en el mundo serán Asia Pacífico, Europa del
Este, América Latina, Medio Oriente y África.
Entre los factores que impulsarán tal desarrollo están: Las condiciones econó-
micas a la alza de algunas regiones antes consideradas Tercer Mundo; la tendencia
a una mayor inversión en publicidad dirigida, diversificada y microsegmentada;
aumento de ingresos derivados de la banda ancha; distribución por Internet
de videojuegos, películas, televisión y música; distribución de contenidos para
dispositivos portátiles; el furor del video bajo demanda; los servicios satelitales;
la renta producto del licenciamiento y sindicación de contenidos.
Todo en su conjunto traerá cambios estructurales y, en algunos casos críticos,
en: la producción, las formas de almacenamiento, la difusión, la recepción, la
multiplicación de canales y competidores, el nacimiento de plataformas, el auge
de grandes congregaciones, los canales temáticos y las ofertas de servicios.
Por ende, veremos nuevas convergencias: tecnológicas, de medios, de
servicios, de organizaciones, de políticas, de estrategias de funcionamiento,
de contenidos, de tratamientos y, por supuesto, en los procesos de recepción.
Lo que dará pie a nuevas modalidades organizativas y la creación de nuevas
comunidades de redes para ofertar contenidos, ampliar coberturas, integrar
servicios de valor añadido y fidelizar a usuarios.
El comportamiento sectorial está sufriendo grandes mutaciones que llevarán
a las corporaciones mediáticas a plantearse cómo capitalizar a sus nuevos in-

Empresas mediáticas de fuente abierta: • 461


la transformación organizacional en la era del entretenimiento
termediarios y destinatarios estableciendo nuevos controles que les mantengan
a la cabeza de la competencia por el prestigio empresarial. Sin embargo, las
más grandes modificaciones las está resintiendo el consumidor al tener en sus
manos la posibilidad de tomar el control sobre lo que ocurre en el mundo del
ocio, los medios y el entretenimiento. A ello comenta David Simon, ejecutivo
de RecordTv.com: “si las compañías no le ofrecen a los consumidores lo que
quieren, las personas buscarán alguna forma de hacerlo pro su cuenta”(Borlan,
2005b).

Las causas del cambio: las 4C’s del entretenimiento digital

Existen cuatro factores involucrados, en la nueva economía, tanto con los


productores de bienes y servicio como con los medios-transmisores y los usua-
rios-consumidores. Estos elementos son las denominadas 4C’s de la mediación
digital (por sus siglas en inglés), mencionadas por Brian Monahan, Director
de Medios Interactivos de la agencia Universal-McCann: elección, control,
conveniencia y adaptabilidad (choice, control, convenience y customization)
(Borlan, 2005ª).
1. Elección. La nueva economía se sustenta en el ejercicio de la libertad.
Libertad para elegir qué producto, en qué momento, bajo qué circuns-
tancias y cuánto tiempo. En la actualidad, está el control en manos del
consumidor. Las Empresas Mediáticas de Fuente Abierta que aprenden
de sus consumidores, son aquellas que saben capitalizar el poder de
decisión de los usuarios; por ello buscan conocer todos sus hábitos y así
garantizarles productos y servicios que hagan sentir al comprador como
un verdadero ejecutor y administrador de su libertad. Así mismo, es im-
portante considerar que la sobresaturación del mercado, de los canales y
las ofertas harán que los usuarios sean más cuidadosos de su elecciones.
Quien sepa ofrecer valores concretos de diferenciación en la toma de
decisión, se ganará un lugar privilegiado en los compradores que cada
vez más, dejarán de ser grupos pasivos, masivos y homogéneos y pasarán
a ser activos, selectivos, minúsculos y heterogéneos. Las empresas deben
ofrecer todo tipo de accesos a la información, ya que la información
acerca de los productos y servicios permite al usuario tomar decisiones.
Pero no solamente deben sentir que pueden elegir, sino que las empresas
les ofrecen todas las herramientas posibles para tomar la mejor decisión
(Yamamoto, Barton, 2006).

462 • Jorge Hidalgo Toledo


2. Control. Son ahora los usuarios los que determinan cuánta informa-
ción ponen a disposición del dominio público y delimitan quién debe
ver dicha información. Incluso son ellos los que a la hora de llenar los
formularios de satisfacción, contacto y perfil de usuario definen qué
tipo de rastreo de hábitos quieren que hagan de ellos. Los sistemas de
control que permite la economía digital tienen que ver con el compartir,
intercambiar y comprar. El usuario puede incluso solicitar con algunos
proveedores de servicio que se le informe de manera automática cuándo
los formularios que llenó han sido usados para bien o para mal. Por ello,
las empresas de medios y de entretenimiento tienen que hacer fuertes
sumas de inversión para garantizarle al usuario que sus datos están per-
fectamente seguros y que están tan bien respaldados que puede tener
la seguridad de que si existe un reconocimiento de su persona en algún
sitio es por el sistema de personalización que tienen y no por el tráfico
indebido de información (Novell, 2000).
3. Conveniencia. La movilidad que existe en los sistemas y plataformas no
deben ser una carga para el usuario. Debe ser más que suficiente, el que el
consumidor cargue información en algún formulario de servicio o producto
y éste esté disponible para ser empleado en cualquier lugar, momento o
tienda de contenidos. La posibilidad de que esta información sea escalable
y esté disponible para otras aplicaciones o dispositivos debe ser algo que
deben cuidar las nuevas empresas. Al estar obligadas las Empresas Mediáticas
de Fuente Abierta a hacer sus productos y servicios lo más conveniente po-
sible, se comprometen realmente con la innovación y mejora constante.
4. Adaptabilidad. Las organizaciones de la Era del Entretenimiento Digital
deben estar dispuestas y, en capacidad, para ofrecer a cada usuario un
producto que se adapte a sus necesidades y garantice valores agregados
tanto en su interfaz, como en los resultados obtenidos. Establecer vínculos
personales entre proveedor y consumidor, consumidor-consumidor im-
plica construir nodos que se cimienten en la confianza, la privacidad, la
seguridad, el respeto y la honradez. En pocas palabras, la personalización
se construye en los terrenos de la ética y la valoración de la persona.

Estas cuatro consideraciones propias de la economía digital –tanto en


la creación, distribución y difusión de los productos- se ven reforzadas por
otros tres aspectos estratégicos que señalan Philip B. Evans y Thomas Wurster
(1997, p. 65):

Empresas mediáticas de fuente abierta: • 463


la transformación organizacional en la era del entretenimiento
• El ancho de banda. Tiene que ver con los volúmenes de información que
pueden pasar del emisor al receptor y viceversa en un tiempo determinado.
• La personalización. Los mensajes personales habrán de sustituir las emi-
siones masivas.
• La interactividad. Aquí se conjugan las dos anteriores pues parte de la
premisa del diálogo posible que puede establecerse entre usuarios, con-
sumidores y proveedores.

Y las señaladas por Saul J. Berman para IBM (2004):


• Demanda: el producto debe estar disponible en todo momento y todo
lugar para cualquier plataforma.
• Poder y capacidad: apunta hacia la capacidad de almacenamiento de los
proveedores y de los dispositivos que ofrezcan para los consumidores.
Entre mayor sea el volumen en un menor espacio mayor será la acepta-
ción por parte del usuario.
• Liquidez: no se refiere a la capacidad económica de la empresa sino a al
costo-beneficio en función de la portabilidad, interoperacionalidad del
sistema con la plataforma en red y la facultad que tenga el dispositivo
para compartir información con otros usuarios y otras plataformas.
• Impredicibilidad: relacionada con la constante innovación en medios,
tecnologías, programas y dispositivos.
• Ubicuidad: los múltiples canales, los grande volúmenes de ancho de
banda y la conectividad con los mercados globales deben llevar al usuario
a sentir que tiene en sus manos un dispositivo que lo hace localizable y
presente en el mundo entero.

Las nuevas tecnologías de información y su perfecta integración dentro


del terreno del mundo del entretenimiento, están modificando radicalmente
la proximidad entre los distintos canales de las cadenas de valor de la misma
industria. A su vez, esto repercute en el tamaño de las audiencias a las cuales
impacta y tienden a enriquecerse con información de gran valía.
La modalidad de Empresas Mediáticas de Fuente Abierta está redefiniendo
los modos de comunicación, cooperación, conducción y transacción entre
clientes, proveedores y distribuidores. Disposición y participación en la gestión
del cambio es algo que está costando, pero que tarde o temprano tendrán que
asumir la gran mayoría de los empresarios directivos y gerentes que quieren verse
recompensados por las bondades de la nueva economía de la información.

464 • Jorge Hidalgo Toledo


Conocer, transformar y crecer

Como se lee unas líneas antes, en la Era del Entretenimiento y la Economía


Digital ya no se habla únicamente de producto y consumidores inteligentes.
El término también se filtra al terreno de las organizaciones. Stan Davis y Jim
Botkin, hablaban desde 1994 del surgimiento de una ola de “empresas cogni-
tivas”; empresas capaces de crear productos inteligentes que recaudan, filtran e
interpretan la información de sus consumidores a fin de permitirles a los usuarios
actuar con mayor efectividad y que ellas aprendan de ello para generar mejores
productos, interactivos y adaptables al cliente (Tapscott, 2000, p. 43).
Siguiendo el ritmo de esta tendencia global, la garantía de éxito empresarial
y de consumo estará en transformar la información en conocimiento. Ya hoy,
millones de personas “se comunican utilizando parámetros abiertos universales”
(Evans & Wurster, 1997, p. 59), lo que obliga a los directivos a adaptar sus
procesos operativos y a repensar los fundamentos estratégicos de sus empresas y
así evitar que toda esta transformación en el mundo de las telecomunicaciones,
el ocio y el entretenimiento altere sus propuestas de valor convencional.
El gran cambio estará, por lo visto, en educar al consumidor, al empresario
y al productor de contenidos para que todos aprendan, piensen y transformen
para bien común. Con ello se quiere decir que los cambios en el futuro no sólo
serán en el orden tecnológico y económico; sino también en lo social, humano
y cultural. Pues conocer y transformar lleva en principio en su interior una
apuesta por la mejora contextual, la solidaridad, la justicia y el bien común ya
que parte de establecer parámetros de sentido tanto a nivel personal como social.
Esto devendrá en generar nuevas competencias que faciliten la administración
del rendimiento, el conocimiento y el empleo que se haga de ello.
Todo esto hará seguramente que se cuestionen muchos directivos si lo
que están ofreciendo actualmente son actividades verdaderas o paralelas a la
actividad central o si le están agregando valor a la actividad original.
Aplicar de manera productiva la información para modificar positiva-
mente una conducta, transformar un producto, servicio o tecnología implica
algunas orientaciones según Davis y Botkin (1994, pp. 48-53), que podemos
enunciar como sigue:
1. Rastrear las preferencias y necesidades de los clientes y transmitirlas
automáticamente por todo el mundo. Reconocer un patrón de compra
es diseñar medios, servicios o productos inteligentes.


Uno de los principales objetivo que persiguen las Empresas Mediáticas de Fuente Abierta.

Empresas mediáticas de fuente abierta: • 465


la transformación organizacional en la era del entretenimiento
2. Los medios, bienes y servicios no sólo aprenden del usuario sino que
también deben permitirle aprender al usuario. Si las mejoras que se le
hacen al producto no hacen más inteligente y humano al usuario, éste
se sentirá usado.
3. La adaptabilidad y ajuste de un medio, producto o servicio cognitivo está
en que no sólo ofrezca mensajes e información; sino que dependiendo
del perfil de cada usuario le diga qué hacer. Ya estará en el usuario actuar
juiciosamente.
4. La personalización cognitiva está en que los productos, bienes y servicios
reconozcan los patrones cambiantes y aún así se mantenga individualizada
la interacción.
5. Los productos, medios y servicios inteligentes son efímeros; ya sea por
imitación, competencia o innovación.
6. Para mantener su factor de actualidad y novedad, las Empresas de Fuente
Abierta deben responder en tiempo real. Actualmente con todas las
integraciones inteligentes pueden incluso ofrecer servicios preventivos
anticipando las necesidades futuras de sus clientes.
7. La libertad de elección no sólo opera en el tiempo y en el lugar; ello
quiere decir que también debe exigir una plataforma que le permita, bajo
demanda, de hacer uso de los contenidos, servicios y productos en el
momento que el usuario quiera, donde quiera y a la hora que quiera.
8. El tipo de retroalimentación que generan las Empresas de Fuente Abierta
debe proveer al usuario de opciones para darle un uso más productivo
a la información que resulte de toda su interacción.

Este movimiento, completamente revolucionario en la administración y


dirección estratégica de las empresas nos demuestra la rapidez con que están
cambiando las reglas de competencia, creación de marca, estructuración comer-
cial y prestigio empresarial. Nuevos participantes quieren desplazar impíamente
a productores tradicionales. Quien piense irónicamente, que ello no ocurrirá en
su empresa por no estar vinculada con las áreas de producción de información
está completamente equivocado.

El valor estratégico del cambio

Toda empresa, es generadora, transformadora y comercializadora de informa-


ción. La información es el núcleo, nodo y el corazón de la amalgama de toda

466 • Jorge Hidalgo Toledo


corporación. No importa si se diseña, produce, comercializa, provee o apoya
un producto, mantener unidos a compradores, proveedores, clientes y canales
de distribución implica hacer fluir hacia dentro y hacia fuera volúmenes im-
presionantes de información. Identidad, lealtad y prestigio son algunos de los
resultados de un buen manejo de esta poderosa herramienta empleada para la
construcción de una marca.
Informar y transmitir información de manera efectiva es lo que define la rela-
ción con todos los sectores y públicos involucrados. Entre más conocen, entien-
den, comparten e intercambian información las instituciones, más posibilidades
tienen de cooperar y transformar los límites de la corporación y del mercado.
Como se ha mencionado, las transformaciones operacionales, tecnológicas
y estratégicas están atentando contra las cadenas de valor que hemos conocido
hasta el momento. Y es que “el surgimiento de parámetros universales y abierto
para el intercambio de información fomenta los equipos de funcionamiento
cruzados y acelera la desaparición de las estructuras jerárquicas y de sus sistemas
de información exclusiva” (Evans & Wurster, 1997, p. 68).
En las Empresas Mediáticas de Fuente Abierta, se busca tal nivel de riqueza
informativa que el estándar comunicativo es el flujo hiperjerárquico (p. 71). Esta
forma de cooperación fluida y sin estructura aparente de los equipos de trabajo
amplía –por su condición amorfa, desarticulada, aleatoria y asimétrica- las po-
sibilidades de crecimiento y enriquecimiento del modelo empresarial actual.
Bajo esta “planificación” hiperjerárquica, abierta, desarticulada y multino-
dal, se estarán comprometiendo estratégicamente las nuevas corporaciones
inteligentes que buscan, en el suministro de información, racionalizar todas las
operaciones y datos que permiten las dinámicas propias de la economía digital
en la que el que dicta las reglas es el usuario.

La construcción de las empresas del futuro

Como se ha podido analizar, parte de los procesos naturales que se están vi-
viendo tienen que ver con:
• La fragmentación de las cadenas de valor en múltiples empresas;
• La reducción de las cantidades y dimensiones de sus instalaciones físicas
para montar sucursales virtuales;


Principalmente aquellas que se integran vertical y horizontalmente y tienen que ver con
las jerarquías de opción, decisión y poder.

Empresas mediáticas de fuente abierta: • 467


la transformación organizacional en la era del entretenimiento
• El impulso de las áreas de servicio;
• Los monopolios de escala mundial por la conexión de los mercados en
red;
• El surgimiento de nuevas oportunidades para las empresas físicas;
• Los cambio del valor subyacente de la identidad de marca producto
de la concentración de las empresas en distintas actividades y áreas de
negocio;
• La proliferación de marcas que no ofrezcan productos ni servicios prima-
rios pero que acerquen a los usuarios a éstas apoyados en las valoraciones
de terceros;
• La transformación en la capacidad de negociación entre agentes facili-
tadores que garanticen el desempeño de un producto y asuman ellos los
riesgos;
• El desarrollo de firmas dedicas a desarrollar estrategias para incrementar
la lealtad por parte de los clientes y la construcción de una reputación
empresarial basada en la responsabilidad social;
• La victimización de ciertos sectores que se niegan a la transformación
de sus infraestructuras físicas y paradigmas directivos obsoletos.

No cabe duda que por todo esto es más fácil que emerjan nuevas empresas
del sector del ocio, los medios y el entretenimiento. Muchas de ellas sin querer
han estado participando de esta lógica o, en su defecto, han sido las creadoras
de esta mentalidad. Por ello es muy importante la manera cómo tendrán que
aprender a gestionar el cambio si quieren mantenerse como líderes del sector
en la Era del Entretenimiento Digital.

La construcción de las empresas del futuro

En 2004, el IBM Institute for Business Value publicó un informe denominado


Media and entertainment 2010: Open on the inside, open on the outside: the open
media company of the future. En él, se analizan las grandes fuerzas del mercado
del mundo del entretenimiento y los medios de comunicación; así como la
relación entre los distintos socios de negocio, proveedores, consumidores,
productores, empacadores y vendedores involucrados con el sector. Algunas de
las conclusiones a las que llega el estudio, tienen que ver con la manera como
habrá de relacionarse el usuario con los nuevos contenidos, medios y disposi-
tivos receptores. Las compañías que se prevé tengan éxito serán aquellas que

468 • Jorge Hidalgo Toledo


permitan mayores sociedades y alianzas estratégicas para garantizar a los clientes
y consumidores mayor libertad para manejar sus propios medios y experiencias
de entretenimiento. La respuesta rápida a los nuevos climas de los mercados
emergentes y a las innovaciones del mercado será fundamental.
La transparencia en estas organizaciones –en todos los sentidos- derivada
de su apertura, dará por consecuencia nuevas plataformas, más dispositivos y
más usuarios dispuestos a editar, intercambiar y compilar información.
La apertura a la que nos referimos tiene que ver con todo lo antes men-
cionado y algunas otras consideraciones como:
• Estandarización de los sistemas abiertos en las tecnologías de información
que unifiquen la infraestructura de protección legal a todos los socios de
negocio.
• Administradores de contenidos digitales y sistemas de distribución que
se beneficien de la inmersión hiperjerarquizada en la organización a
través de índices, catálogos, meta-información, buscadores y rastreadores
digitales.
• Avanzados analistas de información que se conviertan en los capitaliza-
dores de la inteligencia comercial de las instituciones. Serán ellos quienes
apoyen a las empresas a tejer nuevas cadenas de valor entre los socios de
negocio, clientes y consumidores.
• Creación de planes estratégicos que se integren con los hábitos de con-
sumo de los compradores y el modelo mediático de negocio.

A juicio de los analistas de IBM para lograr esto es necesaria la transformación


de la organización para integrarse alrededor de un sistema dinámico siempre
abierto a:
1. La experiencia mediática; para proveer a los clientes y consumidores más
prácticas envolvente con los medios que ofrece la empresa.
2. Las grandes reservas de contenido; ello implica la digitalización de los
sistemas y contenidos realizados hasta el momento para ampliar la dis-
tribución virtual en contextos mediáticos.
3. La creación y distribución de contenidos; esto comprende también la incor-
poración de sistemas de monitoreo e inclusión al interior de la empresa
sistemas de difusión de lo que ofrecen los proveedores y clientes para
llamar la atención de los productores de contenido internos.
4. El establecimiento de estrategias de empaquetado, almacenamiento y dis-
tribución. Entre más se facilite al consumidor el ingresar a catálogos y

Empresas mediáticas de fuente abierta: • 469


la transformación organizacional en la era del entretenimiento
compendios de lo que se está ofreciendo más posibilidad habrá de anun-
ciar todo lo que producen los otros socios y, por ende, generar ingresos
(Berman, 2004).

Las Empresas Mediáticas de Fuente Abierta lo que proponen en el fondo


es una mayor reciprocidad, equidad y justicia en la relación que se establezca
entre socios, vendedores, proveedores, clientes y consumidores. Estas empresas
y sus clientes requieren gozar del mismo nivel de inteligencia y compromiso
ético. No basta con integrar la tecnología con las formas administrativas; no es
suficiente con garantizar calidad en el servicio, distribución y precio; es vital
no perder de vista que detrás de toda esta economía hay personas; individuos
que esperan que la nueva economía también contemple un espacio para el in-
cremento de la calidad de vida y que no sólo las empresas aprendan a negociar,
sino que también mantengan una apertura para contribuir en la mejora del
desarrollo social.
Las Empresas Mediáticas de Fuente Abierta no pueden ser corporativos
tradicionales; el usuario es su principal sistema de monitoreo. Sólo aquellas
que con inteligencia, respeto y honradez transformen las cadenas de valor en
cadenas de valores humanos establecerán un sistema de relaciones honrosas que
dé sentido a las relaciones empresariales y comerciales, que no hay que olvidar,
principalmente son relaciones humanas.

Bibliografía
Baran, S. e Hidalgo, J. A. (2005). Comunicación masiva en Hispanoamérica. Cultura
y literatura mediática. México: McGraw Hill.
Bettetini, G. & Colombo, F. (1995). Las nuevas tecnologías de la comunicación.
Barcelona: Ediciones Paidós.
Berman, S. J. (2004). Media and entertainment 2010: Open on the incide, open on
the outside. The open media company of the future. IBM Business Consulting
Services. EUA: IBM Institute for Business Value.
Borland, J. (2005a). Future: a new prime time. Publicado en CNET News.com.
Recuperado el 03 de marzo de 2006, de: http://news.com.com/Future+A
+new+prime+time/2009-1043_3-5116866.html?tag=nl
Borland, J. (2005b). P2P rivals flock to BitTorrent. Publicado en CNET News.com.
Recuperado el 03 de marzo de 2006, de: http://news.com.com/P2P+rivals
+flock+to+BitTorrent/2100-1032_3-5571354.html?tag=nl

470 • Jorge Hidalgo Toledo


Davis, S. & Botkin, J. (1994). “El Advenimiento de la empresa cognitive”. En La
creación de valor en la economía digital. Argentina, Granica.
Díaz Morales, A. (200). Gestión por categoryas y trade marketing. España, Financial
Times, Prentice Hall.
Evans, P. & Wurster, T. (1997). “La estrategia y la nueva economía de la informa-
ción”. En La creación de valor en la economía digital. Argentina, Granica.
Novell (2000). “meBusiness: convenience, choice, and control through digitalme”
Publicado en Novell: Software for the open enterprise. Recuperado el 18 de abril
de 2006, de: http://support.novell.com/techcenter/articles/dnd20000104.
html
Pottruck, D. & Pearce, T. (2001). La transformación empresarial en la era de Internet.
Argentina, Paidós Empresa.
Ronco, E. & Lladó, E. (2001). Aprender a gestionar el cambio. España, Paidós.
Shim, R. (2005a). All shows, all the time. Parte del reporte especial: Me TV Index.
Publicado en CNET News.com. Recuperado el 03 de marzo de 2006, de:
http://news.com.com/Me+TV+Program+your+own+prime+time/2009-
1041_3-5572841.html?tag=ne.sr.tvind
Stratem L. & Jacobson, R. (1996). Communication and cyberspace. Social interaction
in an Electronic Environment. New Jersey, Cresskill: Hampton Press, Inc.
Tapscott, D. (2000). La creación de valor en la economía digital. Argentina,
Granica.
Winkler, P. (2005), Outlook for the Entertainment and Media Industry: 2005-2009.
EUA: PriceWaterHouseCooper
Yamamoto, M., Barton, Z. (Ed.) (2006). Me TV Index. Recuperado el 03 de marzo
de 2006, de: http://news.com.com/2009-1041_3-5649372.html?tag=ne.
sr.tvhed

Empresas mediáticas de fuente abierta: • 471


la transformación organizacional en la era del entretenimiento
Resúmenes de tesis ganadoras del
Premio Nacional CONEICC
2005

3
Procesos socioculturales de apropiación
de obras de arte digital en museos y galerías*
María del Carmen Llaguno Aguiñaga
Reina Yunuhen Ponce Navarrete
María Eugenia Prieto Rodríguez
Karla Reyes Galván

El arribo del arte digital a museos y galerías implica comportamientos por


parte de los públicos consumidores que conllevan nuevas relaciones con estas
instituciones, con las innovaciones tecnológicas y con el arte en sí, ya que
promueve experiencias estéticas diferentes a las tradicionales, debido al uso de
materiales y formatos de presentación regidos por la lógica binaria que antes
no se concebían como parte del quehacer artístico. En este sentido, el trabajo
terminal del que emana el presente resumen pretende dar cuenta de las condi-
ciones socioculturales bajo las cuales se da la apropiación de este tipo de arte
en contenedores legitimados de arte, a partir del cruce de las representaciones
sociales que los agentes del arte digital, es decir sus productores, críticos, cura-
dores y docentes, tienen sobre sus públicos, y las dinámicas que estos últimos
desarrollan realmente frente a las creaciones de los primeros, así como con la
opinión que tienen sobre ellas, sus creadores y sus pares.

Públicos imaginados: la noción de públicos dentro del campo


del arte digital

Ante la pregunta ¿cómo crees que sean los públicos consumidores de arte
digital?, los agentes del campo coinciden en que son de dos tipos: el primero
está integrado por la gente que hace arte digital, aquellos que construyen el
campo, el nicho chiquito, interesado definitivamente en la continua creación
y experimentación con software y obras; el segundo, denominado, el público
ampliado, está constituido por todos aquellos que no conforman el campo y
que en su mayoría son jóvenes.

*Resumen de Tesis. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, México


D.F. Primer Lugar del Concurso Nacional de Tesis CONEICC, 2005.

Resúmenes de tesis • 475


Con respecto a esta imagen mental de los públicos que los agentes del campo
del arte digital construyen durante el proceso de creación sus obras, cabe señalar
que parece moverse dentro de dos lógicas en tensión. Por un lado, los públicos
no son algo importante a tomar en cuenta en el proceso de creación artística,
incluso pensar en el público es visto como algo que va en contra del arte en
sí; por otro lado, estos agentes reconocen que piensan en los públicos al crear
las interfases y dispositivos que hacen posible la interacción y determinan la
participación de los consumidores.
Es decir, los públicos son tomados en cuenta desde una perspectiva prác-
tica; no se crean obras digitales para darles gusto, pero sí se presentan en las
condiciones necesarias para que éstos las consuman satisfactoriamente, porque
se acepta, como característica intrínseca del arte digital, que la presencia de los
públicos es indispensable en la construcción de sentido, ya que ellos son los
que le dan un cierre, al concederles sentido, y por lo tanto las vuelven bienes
simbólicos dentro de la categoría lo artístico; es decir, a través del consumo
cultural, el arte digital es reconocido y legitimado como tal.

Públicos reales: el consumo cultural de arte digital


en museos y galerías

¿En realidad, los públicos de arte digital son como los conciben los agentes del
campo que lo produce? Una manera de saberlo es llevar a cabo un acercamiento
a estos actores que permita reconstruir la manera en que consumen este tipo
de arte.

El contacto con los contenedores de arte digital:


entre la casualidad y lo inesperado

Motivo de visita
De acuerdo con la información obtenida mediante las entrevistas aplicadas se
pudo observar que los públicos asisten a los espacios de exhibición, entre otras
razones, porque estos son vistos como una clase de “parada turística”, cabe
señalar que si bien los visitantes hacen uso de su tiempo libre cuando entran
a museos o galerías, la forma en que conciben la experiencia refleja la manera
en que normalmente ocupan ese tiempo en su vida cotidiana; por ejemplo,
hubo personas que mostraron interés en la obra porque ésta tenía una relación
estrecha con su profesión.

476 • Resúmenes de tesis


Otro uso del tiempo libre es el que considera que el asistir a una exhibición
de arte constituye un ejercicio de aprendizaje. Hubo visitantes que concebían
su contacto con el arte digital como una forma de cultivarse, aunque hay que
señalar que en nuestro país ir al museo es considerado como parte de una en-
señanza no buscada, sino impuesta. En la escuela se mandan a hacer crónicas
de lo visto, por lo que la gente se limita a copiar las fichas técnicas, más que a
disfrutar una experiencia estética.
Por otro lado, hubo quien entró en contacto con el arte digital porque algún
elemento de la exposición despertó su curiosidad. El satisfacer esta curiosidad fue
el motivo por el que la mayoría de los visitantes decidieron entrar a la galería.
Así, parece ser que la mayoría de los públicos son casuales en primera instan-
cia, y que la interacción con la obra es posible cuando existen las condiciones
necesarias: disponibilidad de tiempo para hacerlo, del espacio donde realizarlo
y el interés suficiente para experimentarlo.

Expectativas sobre el lugar de exhibición


Según los datos obtenidos, la mayoría de los públicos pensó que la Galería Arte
Binario A/B y el Cyberlounge eran todo, menos una sala de exhibición de arte
digital la primera vez que la vieron. La mayoría esperaba encontrar otra cosa
dentro. Pedían que se le agregara más color a la exposición, quizá para poder
vincular a la obra con algo más común, como pueden ser los espectáculos
multimedia, en donde las luces de colores y otros elementos visuales tienen
un valor importante al interpelar la atención y las emociones de los públicos;
lo que se complementa con la demanda de más sonido, asientos cómodos,
mayor número de pantallas y más grandes, más programas, videos y mejores
computadoras, cambios que sugieren algo más interactivo, mayor cantidad de
estímulos visuales y sonoros. Por otro lado, lo que más resentían los públicos
ante de las exposiciones de arte digital era la falta de información que guiara
su interacción con la obra.

Estilos de interacción
Los comportamientos de los visitantes durante su interacción con la obra fueron
variados; sin embargo, las siguientes tres tipologías tienen la intención de englo-
barlos, tomando como base el nivel de interés mostrado por los públicos:
1.- Efímeros: La característica de efímero alude al hecho de que los visi-
tantes permanecieron poco tiempo en la sala; nunca sobrepasaron los
cinco minutos.

Resúmenes de tesis • 477


2.- Interesados: Este rasgo se refiere a las personas que mantuvieron una
interacción constante y profunda con la obra; eran los visitantes que
permanecían por más tiempo en la sala; por ejemplo, en el caso de la
obra de Hoogerbrugge, hubo públicos que pasaron más de dos horas
frente a las computadoras.
3.- Contemplativos: Esta característica describe a aquellas personas que sólo
se limitaron a mirar el lugar y cómo interactuaban los otros visitantes.
Parecería que se sentían satisfechos con esto, ya que tal vez consideraban
que el contemplar lo que pasaba a su alrededor era suficiente; quizá esta
idea está relacionada con las prácticas de consumo cultural esperadas
frente una obra de arte tradicional.

En comunicación con el interior de los públicos: de la diferencia


entre el arte digital y el tradicional a la descripción de sí mismos

Arte digital vs. arte tradicional


Al interrogar a los visitantes acerca de las diferencias principales entre el arte
digital y el tradicional, la mayoría de los entrevistados mencionó el carácter
interactivo del primero como la más importante de todas. Las obras digitales
pueden ser tocadas, transformadas e incluso terminadas por los públicos, que
debido a la naturaleza de las mismas, ahora son concebidos como activos. Las
líneas pintadas en el suelo, que significan restricción dentro los museos, están
desapareciendo. Así, la diferencia y la novedad del arte digital ante el tradicional
recaen en la posibilidad de participación que promueve el digital.

El artista digital: ¿Un joven extrovertido?


Según la información recabada, podemos decir que la noción de artista digital
que manejan los públicos tiene una estructura híbrida, si se permite la analo-
gía, ya que al parecer está constituida por elementos que caracterizan al artista
ortodoxo, como la inteligencia y el aire desaliñado, aunadas a adjetivos como
moderno, joven y hábil tecnológicamente hablando.

Los públicos de arte digital: especialistas vs. Neófitos

Las representaciones de buena parte de los entrevistados coinciden en que el


arte digital es para todos. Primero porque no se necesitan muchos conoci-
mientos para saber cómo operarlo; segundo, porque es un arte que despierta

478 • Resúmenes de tesis


emociones, y por ende puede ser apropiado por todo ser humano. Los dos
estudios de caso coinciden en que, los públicos asistentes al Cyberlounge tam-
bién reconocen que la obra está abierta a todos por su disponibilidad, por ser
pública, pero se reconoce que la entenderían más la gente relacionada ya sea
con el arte o con la tecnología; así como los jóvenes, por su familiaridad con la
misma, y la gente mayor, debido a su experiencia de vida. En este punto cabe
señalar que, coincidencia con la noción de público destinatario expresada por
los agentes del campo del arte digital, los visitantes al museo Rufino Tamayo
y al CENART, coinciden en que el arte digital está dirigido, principalmente, a
los jóvenes, cuando la realidad demuestra que un alto porcentaje de nuestros
entrevistados jóvenes muestran poco interés por el arte digital y por su público
destinatario.

Y en cuestiones de legitimidad...

En cuanto a lo que se refiere a la noción de arte, podemos decir que ésta, más que
sufrir una transformación radical, está pasando por una especie de ampliación; si
bien es cierto que los elementos constitutivos del arte están siendo afectados por
el surgimiento del arte digital, los públicos mantienen representaciones sociales
al respecto que cuentan con núcleos centrales constituidos por características
que estos elementos tenían desde antes de la llegada de lo digital.
Cuando los públicos se enfrentan a la necesidad de decidir si lo que vieron
era arte o no, las dudas regresan y, a falta de criterios de valoración estética que
ayuden a decidir, las respuestas más comunes a la pregunta ¿Consideras que lo
que viste en esta sala es arte? se encontraron opiniones que pueden ser grupadas
entre las siguientes cuatro ideas:
1.- Se cree que el arte digital es arte, al considerarlo como una consecuencia
lógica del mundo en el que vivimos, de los procesos de digitalización que
se viven en los ámbitos sociales en los que nos desenvolvemos. Hay un
reconocimiento que la vida cotidiana actual está íntimamente relacionada
con las computadoras y la electrónica, así que tenemos que aprender a
vivir y convivir con ellas: el crear arte es una manera de convivir.
2.- El hecho de que esté en un museo lo posiciona como arte. Hay quien
considera que el hecho de que se encuentre exhibido dentro de una
institución reconocida como instancia de legitimación artística implica
que alcanza la categoría de arte. Así, cuando las personas ingresan a un
museo o institución reconocida como contenedor de manifestaciones

Resúmenes de tesis • 479


artísticas, dan por hecho que lo que van a encontrar dentro son obras
de arte.
3.- La respuesta más común al decir que el arte digital puede ser considerado
como tal es que exprese algo, que transmita emociones, en ese sentido
sí puede ser catalogado como arte. Así, se considera obra de arte a algo
que tenga un toque de sensibilidad y emoción, sin dejar de considerarse
que para que el artista cree algo, necesita de ciertos conocimientos y más
si se trata de arte digital. En la complejidad de los medios de creación
también está el arte. Esta condición de que el arte debe ser capaz de
generar un sentimiento, en el caso del arte digital se ve reforzado por la
idea de que cada clase éste permite a los públicos ser parte de la creación
de una obra artística.
4.- Cuando se menciona que no es arte se dice que le falta algo. Para algunos,
por el hecho de estar mediados por una computadora o un medio de
comunicación, pierde seriedad, no deja de gustarle, pero no es arte.

Como se ha podido observar, a lo largo del presente resumen, la apropia-


ción que se hace de las obras digitales se da de forma diferenciada por parte
de los públicos, debido principalmente a que ésta siempre se construye, según
pudimos notar, de forma autorreferente, a través de procesos cognoscitivos de
asociación que son determinados por:
1.- El contexto en el que se da el consumo, ya que la representación social
del espacio influye en la percepción de las obras que en él se exhiben.
2.- El nivel sociocultural al que pertenecen los públicos, ya que su estilo de
vida, su profesión e incluso su estado anímico influyen en la relación
que estos entablen con las obras digitales y su comprensión.
3.- Las diferencias generacionales; la edad es un factor importante en la
aprehensión del arte digital, debido a la familiaridad con las TIC (capital
informacional) y/o al capital cultural incorporado con la experiencia.
4.- Por la naturaleza de la obra; ya que debido al grado de interactividad
que permita, el público se creará una imagen mental de ella, que aunada
a los elementos anteriores determina el recorrido y la interacción de los
públicos, lo que a su vez corrobora la relación existente entre represen-
taciones sociales y prácticas.

480 • Resúmenes de tesis


El consumo cultural de la danza contemporánea
en los jóvenes de la ciudad de México:
las necesidades de comunicación de un campo*
Cyntia Cerón Hernández

Este proyecto de investigación nace a partir de vivir en dos espacios muchas


veces ajenos y otras, cada vez más, con diversos puntos de encuentro. Mientras
cursaba la licenciatura de Comunicación y de Danza Contemporánea y cada vez
que asistía a una función y me encontraba con un teatro vacío, me preguntaba
por qué había siempre tan poco público en una oferta que me parecía tan fas-
cinante; al paso del tiempo ésta se convirtió en una pregunta de investigación
a partir de la cual se desarrolló el proyecto.
Me centré en el Distrito Federal además de ser el lugar donde vivo y que
conozco, porque como en otros ámbitos, es el núcleo del mundo de la danza en
México. La razón de trabajar con jóvenes fue principalmente, tener la visión de
un sector con una mirada fresca y prácticas nuevas hacia la oferta cultural, el uso
de la ciudad, propuestas artísticas y mediáticas, etcétera; me parece que es un
sector al cual le han tocado vivir cambios importantes y por lo tanto su voz nos
puede ayudar a comprender qué es lo que sucede, cómo se han apropiado de estos
cambios en la actualidad y posiblemente plantear algunos escenarios a futuro.
En el transcurso de la investigación me fui encontrando que esta pregunta
estaba compuesta de una serie de respuestas desde diferentes ámbitos y dimen-
siones, razón por la cual resultó clave entender el fenómeno y abordarlo como
un proceso sociocultural, multifactorial y complejo donde la historia individual
se entremezclaba con lo social y cultural.
Me parece que abordar el tema desde la Comunicación fue muy enriquece-
dor, ya que por un lado, se relaciona esencialmente con la oferta mediática, ya
que los medios se han convertido en un elemento clave para construir hábitos,
prácticas culturales, gustos y así toda una disposición estética que va constru-
yendo además, una identidad individual y grupal. Por otro lado al entender los
*Resumen de Tesis. Universidad Intercontinental, México, D.F. Segundo lugar del Concurso
Nacional de Tesis CONEICC, 2005. Categoría licenciatura. Correo electrónico: cyntiace-
ron@yahoo.com

Resúmenes de tesis • 481


medios, valga la redundancia como mediaciones de la realidad, parece que lo
validado o legitimado por éstos es reflejo o consecuencia de lo que muchas veces
sucede en las calles; es decir, un objeto irrelevante en los medios es irrelevante
a nivel masivo en la vida cotidiana. Sin embargo son y serán las herramientas
fundamentales para difundir las ofertas culturales.
Como postura epistemológica, pareciera que es una línea de investigación
no característica de la Comunicación, sin embargo tampoco lo es para ninguna
otra disciplina. Investigaciones alrededor de públicos de arte se han abordado
desde diferentes perspectivas; sin embargo, lo puedo afirmar ahora, me parece
que la Comunicación tiene mucho que aportar, en el sentido de poder mirar
este objeto de estudio como proceso sociocultural y así desmenuzarlo, conocerlo
y reconfigurarlo para detectar aquellos problemas que le competen a nuestra
disciplina con la intención de intervenir la realidad. Es decir, generar conoci-
miento con la intención también de optimizar procesos de comunicación.
Con la finalidad anterior, se construyó un marco teórico conceptual a
partir de categorías como campo cultural, capitales culturales, habitus y disposi-
ción estética desde la perspectiva de Pierre Bourdieu; hábitos de consumo en la
Ciudad de México con la teoría de Néstor García Canclini; juventud desde la
perspectiva de Carles Feixa, así como lo que Jesús Pérez Tornero llama juve-
nilización de la cultura. En relación concretamente al público o recepción de
Danza Contemporánea no encontré y no existe información sistematizada al
respecto. El marco histórico se construyó a partir de lo trabajado por Alberto
Dallal y Carlos Ocampo y tomé en consideración lo más cercano en torno al
tema, un estudio de Lucina Jiménez del público de teatro. Por esta razón, el
trabajo de campo para generar información fue sumamente importante ya que
no hay conocimiento alrededor del público de esta oferta cultural.
En cuanto a la metodología, se realizó observación participante en los
principales centros de Danza Contemporánea de la Ciudad de México para
ir reconstruyendo el campo cultural, es decir en teatros, escuelas y talleres. Se
realizaron entrevistas temáticas con tres diferentes perfiles de informantes con la
finalidad de obtener distintos puntos de vista y posturas en cuanto al tema. Por
un lado, los coreógrafos y por otro el público; hombres y mujeres universitarios
tomando como criterio la frecuencia de asistencia, es decir, el público habitual
o frecuente y el público ocasional, este último entendido como aquellos jóvenes
que tenían las disposiciones contextuales ideales para ser público de Danza

A partir de la teoría de Bordieu (1979) se tomaron en cuenta los capitales culturales de




482 • Resúmenes de tesis


Contemporánea, que habían asistido alguna vez a ver una función, pero que
no habían regresado a los teatros por iniciativa propia.
Para poder responder la pregunta de investigación se trabajó inicialmente en
entender los factores involucrados en el proceso de consumo de arte, específica-
mente de la danza en la Ciudad de México es decir la disposición geográfica de
los teatros en comparación de otras ofertas, el tipo de bien simbólico de la Danza
Contemporánea, los capitales culturales en relación a la oferta cultural. Poste-
riormente, cruzando la teoría y la investigación empírica se reconfiguró el campo
cultural en cuestión con la finalidad de entender la dinámica y lógica propias, así
como el papel del público y las posibles causas que han generado sus caracterís-
ticas actuales. Después se desarrolló el marco para comprender los procesos de
consumo de arte en jóvenes en la actualidad y finalmente se focalizó en la Danza
Contemporánea a través de la información de la investigación de campo.
Posterior al análisis de la información teórica y empírica se realizó el diagnós-
tico y se propuso un plan estratégico, contemplando aquello que se relacionaba
con la disciplina para plantear algunas propuestas con el fin de invitar a los
jóvenes a los teatros de Danza Contemporánea de la ciudad, desde lo que le
compete a la Comunicación.
El planteamiento de investigar e intervenir en procesos de públicos de arte,
de entrada, es a partir de la comprensión de una serie de variables en juego,
no de procesos sencillo o aislados; por lo tanto, como parte de la respuesta a la
pregunta de investigación se hizo una clasificación en tres sentidos de aquello
que determina que el público de la Danza Contemporánea sea reducido. A
grandes rasgos se puede resumir en lo siguiente:
1) Factores a nivel macrosocial. El entorno globalizado ha generado cambios estruc-
turales en la dinámica política-económica y la energía se ha centrado en la lógica
mercantil y lucrativa. Lo anterior, ha mermado cada vez más el desarrollo del sector
cultural dentro del proyecto de Estado y como consecuencia la falta de fomento
y educación formal e informal en torno al arte; el apoyo presupuestal reducido,
políticas públicas insuficientes, falta de un modelo que facilite la intervención del
sector privado, etcétera. Por otro lado la excesiva oferta de las industrias culturales
a nivel nacional e internacional, ha generado un consumo multicultural orientado
hacia la juvenilización de la cultura, muchas veces alejado de la esfera pública,
más bien ubicado en bienes electrónicos utilizados en espacios privados.

los sujetos. Económico: clase media con capacidad de invertir en objetos culturales; cul-
tural: jóvenes universitarios con gusto por el arte, social: un entorno familiar propenso al
consumo de arte.

Resúmenes de tesis • 483


2) El campo cultural de la Danza Contemporánea. Por principio, es importante
ubicar esta manifestación artística como una oferta con poco tiempo de exis-
tencia, que nació con carácter de elitista al basarse en un lenguaje de códigos
elaborados, complejos, abstractos, abiertos a la lectura subjetiva que implica la
disposición de un público activo con intención de negociar significados. Por
otro lado, el tiempo, la falta de iniciativas y la naturaleza efímera de la danza
no ha permitido construir una memoria, tradición e íconos alrededor que
puedan ser transmitidos a otras generaciones. A nivel institucional, se cuenta
con instituciones principales que trabajan con un modelos tradicionales y pa-
ternalistas, encargadas de la producción, difusión, coordinación, programación
etcétera, las cuales luchan con los bajos presupuestos, burocracias y esquemas
de trabajo inefectivos en varias esferas. En otro nivel, existen pocos espacios
para la danza y estos pocos están centralizados en las partes centro y sur de la
Ciudad de México, lejanos para el resto de la población e insuficientes para la
saturación de proyectos artísticos.
3) La construcción de públicos de Danza Contemporánea. Como bien elitista, tiene
que haber una serie de capitales culturales ideales en los sujetos relacionados con
su historia personal así como factores del entorno (ver cuadro 1). Por otro lado,
hay una tendencia de sublimación al arte que ha generado la concepción de
creadores como promotores de un público homogéneo, desconocido y alejado
del proceso creativo; así como una satanización de utilizar los medios como
herramientas de difusión por miedo a hacerlo masivo y perder legitimidad. En
realidad, hay muy poco trabajo en relación a formar públicos de danza.

A partir del análisis de la información anterior se llegó al siguiente diagnós-


tico: “El público joven de la Ciudad de México no ha hecho habitus la práctica
de consumir la oferta de Danza Contemporánea porque a partir de sus hábitos
de consumo han construido un gusto y disposición estética orientado hacia
características propias de la juvenilización de la cultura, no frecuentes en la
oferta en cuestión.”
Ante este panorama se realizó como parte de intervención desde la comuni-
cación, un plan estratégico donde el objetivo principal fue crear y difundir una
imagen de la Danza Contemporánea para acercar y motivar al público joven
a asistir a los teatros. A partir de este objetivo general se diseñaron estrategias,
tácticas, mensajes y posibles canales para difundirlos, considerando una evalua-
ción final del plan para medir los resultados a mediano y largo plazo.
Esta es una visión muy general de mi proyecto de investigación. Final-
mente se llegó a una respuesta compuesta de varios elementos, algunos cercanos
al mundo de acción de la Comunicación, algunos otros no. Sin duda, abre

484 • Resúmenes de tesis


una serie de posibilidades para profundizar y conocer, así como de caminos o
soluciones que proponer. Actualmente, sigo desarrollando el proyecto de in-
tervención y me parece que la Comunicación me ha brindado la mirada y las
herramientas necesarias para realizar planteamientos en este sentido, no sólo
con la intención de llenar los teatros, sino de ir construyendo vínculos entre
esta oferta y el público.

Cuadro 1

Fuente: Creación propia a partir de Pierre Bordieu (1979).

Resúmenes de tesis • 485


Historia del RADIOARTE en México*
Samantha Fernández de Lara Arroyo

Todo suena y cada sonido es único, irrepetible e ins-


tantáneo. Ese sonar nos define, nos hace individuos y
sociedad, nos abre al diálogo, a la memoria.
Fabiano Kueva

El arte es una forma de expresión que se renueva constantemente, se modifica


de acuerdo al lugar y el tiempo en que se desarrolla y se expande rompiendo
fronteras geográficas, ideológicas, raciales, sociales y culturales; asimismo,
evoluciona a la par de los avances tecnológicos, llegando a medios electrónicos
especializados como la radio.
Desde los pioneros de la radio, hasta la “radio rocola”, este medio de comu-
nicación fue cambiando, así en tiempos más recientes las transmisiones están
marcadas por la experimentación, la manipulación y el juego de los sonidos.
Estas experimentaciones que han caminado a la par de las necesidades co-
municativas del hombre, han dado como resultado el surgimiento de nuevas
formas de expresión que se presentan a través del arte y la radio, uniéndose y
conformando lo que hoy en día se conoce como radioarte.
Hablar del radioarte en nuestro país es tratar un tema reciente y poco
conocido por la mayoría de la población, el acercamiento a nuevas formas de
expresión a través de los sonidos y el lenguaje radiofónico ayuda a sensibilizar
el oído y percibir de manera diferente todo lo que se escucha.
Aunque el arte radiofónico surge en Alemania antes de la Segunda Guerra
Mundial; éste se desarrolla como tal en México hasta la década de 1990; mas no
aparece de la noche a la mañana, es producto de una serie de experimentaciones
sonoras que cobran vida desde la década de 1980.
Al ser una manifestación artística relativamente nueva en nuestro país, es
desconocido para la mayoría de los mexicanos; sin embargo, se están realizando
esfuerzos por hacer llegar el arte radiofónico a todos los rincones del país, ya
que representa una oportunidad de conocer nuevas formas de expresión que

*Resumen de la Tesis Historia del Radioarte en México. Universidad Autónoma de Puebla.


Tercer lugar del Concurso Nacional de Tesis CONEICC 2005. Categoría licenciatura.

486 • Resúmenes de tesis


ayudan a sensibilizar la capacidad auditiva y a reaccionar ante diversos sonidos
que en conjunto plasman uno o varios sentimientos.
“Historia del radioarte en México” es un documento que pretende recopilar
los datos más significativos de esta forma de expresión artística que ha venido
a revolucionar la manera de hacer y percibir la radio. ¿Cuáles son sus antece-
dentes?, ¿Cómo llega a nuestro país?, ¿Cómo se ha desarrollado?, ¿Cómo ha
evolucionado?, ¿Quiénes son sus protagonistas?; estas son algunas de las inte-
rrogantes que impulsaron la realización de este estudio y que son respondidas
a través de las palabras y experiencias de quienes se han involucrado con la
creación de arte radiofónico.
A través de la historia oral temática, se logra plasmar uno de los primeros
documentos que establecen la llegada del radioarte al país, los esfuerzos por
difundirlo, sus protagonistas e instituciones que lo apoyan.

El Radioarte en México

Tratar de asentar en un solo trabajo la historia del radioarte en México, resulta


tarea difícil debido a la carencia de documentos escritos, además de tratarse de
un tema en el que muchos de sus protagonistas han incursionado de manera
empírica; falta mucho por saber y conocer; sin embargo, esta investigación es un
esfuerzo por recuperar las experiencias de algunas de las personas más cercanas
a esta forma de expresión artística.
Resulta importante mencionar que el radioarte es una forma de expresión
artística que surge en Alemania a principios de la Segunda Guerra Mundial y
que está totalmente desarrollada en el continente europeo, por tanto contar con
una sociedad que afronta dos grandes guerras, impone “la necesidad de satisfacer
una demanda creciente de distracción” (De Quevedo, 2002, p 60), misma que
da origen al arte radiofónico. El hecho de que estas guerras no hayan llegado de
manera directa a Latinoamérica, obliga a reflexionar sobre las diferencias culturales
y las distintas necesidades de expresión, de esta forma, el radioarte está apenas
conociéndose y desarrollándose en México y el resto de Latinoamérica.
Por otra parte, considerando que las experimentaciones sonoras que se die-
ron antes de 1996, pudieran ser los antecedentes del radioarte en la República
Mexicana; pocas personas incursionaron en la manipulación y creación de so-
nidos, que se dieron a través de la música. En este sentido, se puede mencionar
a grandes músicos y ahora radioastas como Jorge Reyes, quien realizó el primer
radioarte en vivo transmitido por Radio Educación en noviembre de 2001;

Resúmenes de tesis • 487


Manuel Rocha, músico electroacústico y Mario Mota, uno de los pioneros en
explorar las posibilidades expresivas de los sonidos.
Sin duda el origen del radioarte está ligado a su difusión a través de las
Bienales, lo cual no desacredita la aproximación al radioarte por medio de la
experimentación sonora, sin embargo, no se puede establecer una fecha exacta
de la llegada del radioarte a México. Puede ser que los estridentistas, movimiento
mexicano de vanguardia enfocado principalmente a la poesía, lo hayan experi-
mentado, empero, se considera que es a través del trabajo de la Maestra Lidia
Camacho en las Bienales de Radio, cuando llega este arte a México en 1996.
Desde su aparición en 1996 hasta ahora, el radioarte ha crecido y se ha
expandido en México, su desarrollo se logra a través de las Bienales de Radio
consideradas principales promotoras. Sin embargo, su difusión y conocimiento
se limita a muy pocos lugares del país como son: Guadalajara, Guanajuato, el
Distrito Federal, Chiapas, Puebla y Veracruz. Dentro de las instituciones que
apoyan este arte se puede contar con: el Fondo Nacional para la Cultura y las
Artes (FONCA), Radio Educación, Radio Universidad de Guadalajara, Radio
Universidad de Guanajuato y la Universidad del Claustro de Sor Juana, además
de los grupos interdisciplinarios que se dedican a producir y difundir el arte en
la radio como son el Laboratorio de Experimentación Artística Sonora (LEAS),
SuuAuuu Manifiesto Laboratorio de Poética Experimental, EPICENTRO Espacio
Mediático Experimental, Ruido Blanco Sociedad de Avance Sonoro, FUGA Espacio
Alternativo y el Centro de Creación Radiofónica (CCR).
Entre los radioastas más reconocidos y nombrados se encuentran: Mario
Mota, Jorge Reyes, Víctor Manuel Rivas, Manuel Rocha, Refugio Solís, Alfredo
Ramírez, Víctor Sulser, Francisco Nucamendi, José Luis Lemus, los miembros
del Laboratorio de Experimentación Artística Sonora y grupos como el Centro
de Creación Radiofónica, SuuAuuu Manifiesto Laboratorio de Poética Experi-
mental, Epicentro Espacio Mediático Experimental, Ruido Blanco Sociedad de
Avance Sonoro y Fuga Espacio Alternativo. Esto significa que, si bien existen
organizaciones de apoyo al radioarte, así como radioastas, se trata de un número
aún reducido, por lo que la difusión y ejercicio del radioarte, aún se encuen-
tra centralizado, especialmente en el Distrito Federal, mientras que aquellos
creadores que habitan en otras regiones de la República Mexicana, representan
todavía un esfuerzo personal.
Sobre el desarrollo y evolución del arte radiofónico, se ha podido percibir
que en México han cambiado muchas cosas, en primer lugar hay que nombrar
el conocimiento que ahora existe de esta forma de hacer arte, saber el signifi-

488 • Resúmenes de tesis


cado del concepto. La difusión que se le ha dado sirvió de ayuda para que las
propuestas que se hacen estén cambiando y mejorando. Ahora hay una inves-
tigación mucho más seria, se puede hablar de que existe mayor información.
Por otra parte, el avance de la tecnología en los programas de producción y
posproducción digital permiten que las obras tengan mejor calidad y que el
creador sea quien controle la máquina y manipule el sonido a su gusto.
Por otra parte, el arte está delimitado por las vivencias de sus creadores, las
experiencias y los contextos que lo rodean, es por esto que el radioarte latinoame-
ricano, incluyendo el mexicano, utiliza otros recursos de expresión muy diferentes
a los empleados en Europa; sin embargo, el hecho de que sean diferentes no los
desacredita, pues siempre es necesario conocer las obras europeas, pero sin tratar de
imitarlas, lo que implica el deber de creación de un concepto propio, de acuerdo
a los contextos sociales, políticos, culturales, económicos y tecnológicos.
Asimismo, el radioarte se nutre de la influencia de otras disciplinas artísticas
y se puede apreciar que éstas van evolucionando a la par de las nuevas formas de
expresión, de esta manera éste se ha complementado por la literatura, la música,
las artes plásticas y sobre todo las artes escénicas, a éstas se une la influencia de
la poesía sonora, la acción, la música electroacústica, el happening, la música
concreta y el performance. Además de estas influencias, los mismos radioastas
han notado modificaciones en sus obras, principalmente ha cambiado la forma
de percibir el arte radiofónico y en general la manera de escuchar radio, pues es
necesario agudizar el sentido para reconocer los sonidos que se quieren utilizar;
además de la facilidad de crear infinidades de combinaciones sonoras a través
de los medios digitales para la construcción de una obra más personal, con un
lenguaje más sofisticado.
De esta manera, el radioarte es una forma de expresión libre que ha ido cre-
ciendo poco a poco en México gracias a diversas instituciones y organizaciones
que hacen un esfuerzo por difundirlo. El arte radiofónico va evolucionando de
acuerdo a las nuevas formas de expresión que surgen y a la capacidad tecnoló-
gica. Esta forma de expresión hoy es un tema de interés por las propuestas que
se han dado a nivel sonoro y por las diversas investigaciones que al respecto se
han hecho.
En definitiva el radioarte ya forma parte de la historia de la radio en México,
dándole gran valor a quienes se han dedicado a su creación e investigación; sirva
este trabajo como base de estudios posteriores que permitan un conocimiento
más profundo y detallado de esta manifestación estética que ofrece una alter-
nativa expresiva a jóvenes, adultos y niños por igual.

Resúmenes de tesis • 489


La familia frente al fuego:
estudio de recepción televisiva*
Sandy Rodríguez García

La televisión ha sido, es y seguirá siendo un objeto polifacético para el mundo de


la investigación y uno de sus puntos de estudio es la recepción televisiva, la cual
es el eje central de la tesis titulada Fuego cruzado. Las mediaciones televisivas en la
familia. Pero además de objeto polifacético, la televisión se torna en un objeto de
estudio vigente y activo porque en la actualidad este medio se posiciona como
el de mayor penetración en la vida cotidiana a pesar de la incursión de nuevas
tecnologías de comunicación; así este aparato está entre nosotros y se entreteje
silenciosamente con lo cotidiano. Diariamente millones de familias hacen de
la televisión un punto de reunión, se sientan en torno de ella y ven televisión.
Se configura así el binomio clave de esta investigación: familia-TV.
 Es en esta interacción cotidiana de familia y TV donde se incrusta el pro-
blema de investigación: El proceso de ver televisión en familia está influenciado
por una serie de mediaciones que originan una comunicación multidireccional
que trasciende el momento de estar frente a la pantalla; por lo tanto se busca
conocer las mediaciones que están presentes en el proceso de recepción televisivo
familiar y para tal efecto el punto de arranque es el modelo de multimediaciones
de Guillermo Orozco (el cual estipula cuatro tipos de mediaciones: individual,
situacional, institucional y tecnológica).
Como se sabe, el proceso de recepción televisiva se encuentra mediatizado
por diversos elementos provenientes del propio sujeto receptor y del ambiente
en que interactúa con este medio, de las diversas instituciones sociales donde
interactúa y de las características propias de la televisión como medio técnico
(Orozco, 1991, pp. 27-30). Explorar esta diversidad de mediaciones permite
ver la complejidad del proceso de la recepción televisiva.
La interacción que se entabla entre televidente y televisor no es una interac-
ción sencilla ni necesariamente visible, sino más bien una interacción compleja

*Tesis de maestría: Fuego cruzado. Las mediaciones televisivas en la familia. Universidad


Nacional Autónoma de México (UNAM), Ciudad de México. Primer lugar del Concurso
Nacional de Tesis CONEICC, 2005. Categoría Maestría.

490 • Resúmenes de tesis


y cambiante. En este sentido, el primer escenario de apropiación del contenido
televisivo es la familia porque es el grupo natural para ver televisión. Es dentro
de este escenario donde se da una negociación entre la audiencia, la pantalla y
los miembros de la familia en relación con la televisión (Orozco, 1996, p. 41).
Morley (1996) sugiere que existe una política del hogar, politics of the living
room, que encuadra los hábitos televisivos y el tipo de comunicación familiar
dentro de la que se inscribe la apropiación de la programación por parte de la
audiencia. Mientras que Roger Silverstone (1994) plantea que familia, hogar,
casa, lo doméstico, son espacios fundamentales de la existencia del hombre,
pues suministran no sólo el contexto para toda actividad humana, sino también
la seguridad y la identidad a los individuos y a los grupos.
Con esta lógica, la tesis analiza las mediaciones televisivas en el contexto
familiar para captar la relación entre televisor-televidente en las sociedades
contemporáneas donde este medio ocupa un lugar central en la vida cotidiana,
para develar cómo se comporta “la familia frente al fuego” a decir de Aníbal Ford
(1994); además comprueba que el proceso televisivo es un proceso comunicativo
complejo en el cual interviene lo individual, lo situacional, lo institucional y lo
tecnológico, así el sujeto receptor se concibe como elemento activo dentro de
este tipo de comunicación y es la familia el principal escenario donde realiza
esta interacción.
La parte empírica de la investigación se realizó a través de un estudio de caso
de cuatro familias de la Ciudad de México (familia Munguía, Guillén, Ortega
y Garza) para identificar las formas que toman las mediaciones televisivas en
este contexto específico y se seleccionó la entrevista de profundidad a infor-
mantes clave como soporte fundamental del estudio. El análisis mediacional
se desglosa en distintos apartados: escenarios, mirar televisión, los comerciales,
involucramientos y recuentos, patrón mental de género, tiempo y legitimidad, guiones
mentales, reglas, poder, castigo, contacto con otras instituciones, géneros televisivos,
testigos mediáticos y la apelación emotiva.
Los resultados que emanan de este análisis cualitativo son muy interesantes
en el ámbito de los estudios de recepción televisiva en familia. Dado que la
esencia de este escrito es ser un resumen de la tesis, se mencionarán de forma
compacta sólo algunos hallazgos referentes a las mediaciones situacional e
institucional.
En lo que respecta a lo situacional se abordan los escenarios donde se ve la
televisión, el mirar televisión y lo que ocurre en el momento específico de los
comerciales.

Resúmenes de tesis • 491


El escenario que se eligió para estudiar la interacción TV-audiencia en este
trabajo es el hogar. Después de observar estos escenarios se puede notar que la
televisión principal que reúne a estas familias se ubica en la sala-comedor o en
el simple comedor de la familia Munguía cuya vivienda es reducida y carecen
de espacio para una sala; mientras que las televisiones secundarias, si es que las
hay, se ubican en las recámaras.
La televisión principal ocupa el lugar central del espacio físico en que está
colocada y se ubica de tal manera que pueda “verse bien” desde la sala y el
comedor, esta posición estratégica de la televisión logra acaparar la visión de los
miembros de la familia que puedan encontrarse en ese espacio físico.
Un factor común que se presenta en el visionado de televisión en familia
es el comentar, es decir, se genera un efecto reacción de hablar, de comentar o
decir, de replicar ya sea sobre el propio mensaje del medio o entre los mismos
integrantes de la familia.
A pesar de que el ver televisión de manera individual puede darse en estas
familias, se prefiere y se busca tiempo para estar reunidos y verla lo cual puede
tornarse una actividad exclusiva que a veces se combina con actividades inciden-
tales, como leer o cocinar, que no repercuten de manera importante el hecho
de la recepción televisiva.
Un aspecto por resaltar en este punto de actividades y televisión es la situación
de la televisión como música de fondo, es decir, la televisión está encendida mien-
tras se realizan otras actividades que no permiten verla, pero sí escucharla.
Como se indicó líneas arriba, el ver televisión se torna una actividad ex-
clusiva de la familia y en el momento que surge una distracción externa, como
cuando el teléfono suena o alguien toca, en ocasiones se puede producir una
molestia al interior del círculo familiar, pero aunque no sea así es evidente que
las distracciones de este tipo irrumpen este proceso de recepción. Se enfatiza
aquí el hecho de ser distracciones externas porque los comentarios que surgen
al ver televisión se consideran distracciones internas que forman parte del mismo
proceso de recepción y que lo constituyen mas no lo interrumpen.
Y cuando llegan los comerciales no hay uniformidad alguna en el compor-
tamiento dentro de estas familias, algunos los consideran pausa de la recepción
y se paran, otros le cambian y ejercitan así el famoso zapping y otros hacen
una recepción encadenada entre programa y comerciales y llegan a prestarle más
atención a estos últimos.
En la sección de lo institucional se incluyen las reglas, el poder y el castigo,
todo esto ubicado dentro de la recepción televisiva en familia.

492 • Resúmenes de tesis


Aquí se parte del control remoto. Morley (1996, p. 213) indica en su es-
tudio que en las familias que tienen televisión con control remoto, las mujeres
no lo emplean y muchas de ellas se quejan de que su marido lo usa de manera
obsesiva, saltando de un canal a otro, mientras ellas tratan de mirar alguna otra
cosa. Según este investigador, es característico que el aparato de control remoto
sea posesión simbólica del padre (del hijo, sí aquel está ausente); su lugar es “el
brazo del sillón del papá” y él es casi el único que lo usa. El aparato de control
remoto es un símbolo muy visible que condensa relaciones de poder. Esto se
comprueba en la familia Guillén, ya que en ésta el ejercicio del poder sobre la
televisión lo realiza quien gana el control remoto y que por lo regular siempre
es el padre. De una manera más sutil este ejercicio del poder se presenta en la
familia Garza, donde a pesar que el control remoto siempre se deja en la mesa
de centro, es el padre quien decide qué programa ver.
Pero esto que identifica Morley sobre la relación directa entre poder, masculi-
nidad y control remoto, no se cumple en las familias Munguía y Ortega porque
en éstas a pesar de ser hombres quienes se apoderan del control remoto, no
son ellos directamente quienes decide qué programa ver, se podría decir que la
función de ellos es ser operadores del control al tener sólo el aparato remoto en su
mano y dejar que la decisión de qué ver surja de otro miembro de la familia.
Pero más allá de la posesión del control remoto, se identifican tres tipos de
formas de poder en la recepción televisiva: la familia donde el varón de más edad
o el padre controla el visionado se da el poder patriarcal; de manera inversa, si
es la mujer de más edad o la madre quien detenta la autoridad en el momento
de ver televisión, es un poder matriarcal; pero si el poder está igualmente dis-
tribuido entre marido y mujer, se hace referencia a una situación democrática
en la recepción televisiva.
Y junto al poder se manifiesta el castigo porque los mecanismos externos
del control social se fundan en la aplicación de sanciones sociales, por parte
de los miembros de la sociedad, del grupo y en este caso de la familia. Una
sanción social es una recompensa o castigo que se aplica a las personas para
fomentar o disuadir ciertos tipos de conducta. La aplicación de recompensas,
como medallas, aumento de salario, sonrisas de aprobación, etc. equivalen a
sanciones positivas; mientras que las sanciones negativas son la aplicación de
castigos, por ejemplo las multas, la prisión y el ridículo (Shepard, 1997). En
las cuatro familias y su relación que mantienen con la televisión se ha llegado a
ejercer este mecanismo externo de control social al sancionar negativamente, es
decir, al dar castigo dentro del proceso de recepción televisiva como el clásico

Resúmenes de tesis • 493


de clásicos de “no hiciste la tarea entonces no ves tele”, al cual se adhieren el
“correr” a quien esté haciendo ruido o el castigar al otro o a los otros con la
“no presencia”.
Hasta aquí dejamos la breve exposición de algunos resultados de esta inves-
tigación porque la invitación para leer, pensar y repensar este trabajo académico
está vigente.
Finalmente, es importante mencionar que después de precisar todos los
elementos mediacionales que confluyen para ver televisión se traza un modelo
comunicativo particular y único para el proceso de recepción televisivo en
familia, cabe aclarar, que este modelo está centrado en la recepción y es uno
de los principales aportes teóricos de esta tesis.
Así se concluye que el proceso de recepción televisivo en familia requiere
una comprensión compleja porque enmarca una serie de interrelaciones entre
las distintas mediaciones que lo conforman, un fuego cruzado se desata entre
ellas. Lo situacional, lo individual, lo institucional y lo tecnológico originan
una comunicación multidireccional por la dinámica que establecen sus com-
ponentes.
Figura 1
Modelo del proceso de recepción televisiva en familia

494 • Resúmenes de tesis


Lo público y lo privado en los impresos
decimonónicos:
libertad de imprenta (1810-1882)*
Elba Teresa Chávez Lomelí

Las siete décadas que abarcan la investigación Lo público y lo privado en los


impresos decimonónicos, ofrecen un amplio panorama de la prensa del siglo XIX,
desde que se reconoce la libertad imprenta y hasta que la producción editorial
periódica comienza a vivir otro periodo, caracterizado éste por el tránsito del
periodismo de opinión al informativo y por la introducción de los avances
tecnológicos en su producción, entre otras peculiaridades.
Esta visión de largo alcance permite conocer no sólo el pensamiento de la
élite intelectual de la décima centuria respecto a este derecho recién constituido,
sino además las particularidades de los actos de censura, represión y coherción
de la autoridad política hacia los entonces llamados escritores públicos.
El derecho a expresar públicamente las ideas políticas representó para los
hombres de la centuria decimonónica la posibilidad real de discutir sobre todos
aquellos temas de los que estuvo vedado hablar durante el periodo colonial. A
través de la prensa, de los papeles y de las publicaciones periódicas, el ciudadano
se entera, conoce de las nuevas formas de gobierno y también, de los aspectos
privados de los personajes públicos, un asunto que va a propiciar una aguda
discusión para que la vida privada sea respetada por periódicos y periodistas.
Desde sus inicios de libertad, la prensa nació con un reglamento que le
señalaría sus restricciones y límites y que le impondría multas y castigos a esas
infracciones, normatividad que iría modificando, ampliando y adaptando a las
nuevas vicisitudes de una sociedad que asumía como suyo el derecho no sólo de
imprimir sus ideas políticas, sino de otros muchos derechos, como el de elegir
a sus representantes o el de ser elegido para un cargo político.
La investigación Lo público y lo privado en los impresos decimonónicos está
constituida por cuatro capítulos que responden a una serie de cuestionamientos

*Resumen de Tesis. Universidad Autónoma Metropolitana, Premio Especial de Periodismo


del Concurso Nacional de Tesis CONEICC, 2005. Categoría Premio Especial.

Resúmenes de tesis • 495


realizados al pasado de la prensa del siglo XIX, preguntas que se hicieron desde
este lugar siempre privilegiado en el que se encuentra el historiador y desde el
cual organiza los discursos de la historia. La estructura capitular está articulada
por la libertad de imprenta como eje vector y conformada a partir de una serie de
interrogantes que fueron abiertas para poder establecer un diálogo, ya sea con los
escritos de los periodistas como con las fuentes secundarias de la época, siguiendo
la noción gadameriana que sugiere al hermeneuta la formulación de preguntas,
primero para comprender los hechos pretéritos relacionados con ese derecho y
segundo, para construir los nuevos significados que se presentan en este trabajo.
En el primer y segundo apartado se muestra cómo la libertad de imprenta
reconfiguró el espacio público, creó un público que no existía en la colonia y se
convirtió en el transcurrir del tiempo en uno de los derechos que más se temía
dejar sin límites o restricciones, pues a la prensa, desde sus inicios de libertad,
se le concibió como un “mal necesario”, al que por otra parte, el poder político,
independientemente de la inclinación ideológica o del sistema de gobierno,
le atribuyó imaginariamente revueltas, asonadas, levantamientos y golpes de
Estado, sólo explicable por la experiencia que dejó el uso de la imprenta por
los insurgentes y porque el concepto inicial bajo el cual fue concebida esta
libertad, es decir la búsqueda del consenso y no de debate ni crítica, tuvo tal
penetración en el pensamiento de los hombres de partido, que se insistía por
medio de las leyes frenar la discusión de los escritos públicos que se opusieran a
la forma de gobierno establecida o que censuraran los actos públicos y privados
de sus representantes, trátese de un México virreinal, como República Federal,
central, o como monarquía.
Los abusos de subversión, sedición e incitación a la desobediencia son
las infracciones a los distintos reglamentos de imprenta que se registran con
mayor frecuencia en la etapa estudiada, tendencia que se revierte bajo la ley
Zarco cuando surgen más denuncias por ataques a la vida privada. Si bien, en
términos generales, las publicaciones denunciadas eran las que más censuraban
–criticaban- las actuaciones públicas de personajes políticos o funcionarios, ha-
bía un acto de poder y una intención de silenciamiento a la crítica que subyace
en las denuncias, pues el análisis de los impresos delatados ante los jurados de
imprenta ofrece realidades diferentes a las que enarbolaban las autoridades,
según se podrá observar en los dos primeros capítulos.


Cfr. Hans George Gadamer, “Análisis de la conciencia de la historia efectual”, Verdad y
método, Salamanca, Ediciones Sígueme, 1987, pp. 415-458.

496 • Resúmenes de tesis


En la primera parte se muestra la génesis de la configuración del espacio
público moderno, con énfasis en el tránsito protagonizado por los impresos entre
el antiguo y el nuevo régimen, o entre un orden donde imprimir constituía el
privilegio de unos cuantos, y otro que comienza a reconformarse con el otor-
gamiento de la libertad de imprenta, que va a permitir la libre publicación de
las ideas, pero acotada desde su primer ordenamiento a no discutir los asuntos
religiosos y a no emitir impresos en los que se subvirtiera el orden, se provocara
la sedición o incitara a desobedecer las leyes.
Las nuevas formas de cultura política estarían selladas por una discusión
pública desconocida y que comienza a ser señalada como un peligro para la paz
y tranquilidad; a pesar de los frenos, restricciones y las sucesivas suspensiones del
derecho, aún en los momentos de mayores limitaciones, los escritores e impre-
sores encontraron resquicios legales para continuar publicando, ya se pagando
a los reos o enfermos por “alquilar” su firma, escudándose en el anonimato,
ocultando entre líneas la crítica o callando durante un tiempo prudente, pese
a ello, los publicistas fueron objeto de cárcel y destierros, sus impresos deco-
misados, las imprentas embargadas y los dueños de las empresas periodísticas
perseguidos, exiliados o condenados a pagar altas multas por el desacato a las
órdenes gubernamentales.
En Límites de la imprenta en lo público se analizan los reglamentos que fueron
expedidos de 1830 a 1882, tiempo en que la libertad de imprenta se asienta
como un derecho imprescindible dentro del espacio público, pero al que se
le ataja con nuevas leyes que pretenden ser más exactas en sus prohibiciones
para dar respuesta a los vacíos legales de sus antecesoras. Los libelos y los anó-
nimos comienzan entonces a caracterizar a una prensa de ataque, de diatribas
e invectivas, armas que esconden a los autores intelectuales y que tienen como
pretensión desprestigiar al contrario, a pesar del rechazo de las publicaciones
que a sí mismas se consideran “juiciosas” y que emplean el derecho a la libre
prensa como un elemento para ilustrar al pueblo sobre política y “servir de
contrapeso al despotismo”.
Y si la sedición y la subversión eran el ropaje que envolvía los temores a la
crítica y a que los escritores pusieran el dedo en los errores y desaciertos de los
representantes políticos, la difamación, la calumnias y las injurias se convirtieron
en los ataques de los que se debería cuidar la vida privada de los individuos, un
ámbito que costó al menos cinco décadas para alcanzar apenas una delimitación
con linderos tan difíciles de percibir que incluso, aún en nuestros días, sobre todo
en el ámbito de la disciplina del Derecho se discute por arribar a una definición

Resúmenes de tesis • 497


precisa sobre los rubros que comprenden la vida privada y cuándo, y cómo se
lesiona esta esfera de la intimidad de las personas. El honor, la reputación, el
“buen nombre” son los valores que subyacen en la batalla legal por enseñar,
por la vía del castigo, a los escritores públicos, y con ellos, a la opinión, a que
los aspectos íntimos de las personas no sean objeto de una discusión pública,
porque, se argumenta, lo que sucede de la puerta del hogar hacia adentro, no
le incumbe a nadie, más que a los propios interesados.
En el Capítulo III se analiza cómo en el antiguo régimen tanto los asuntos
públicos como privados eran concebidos en un mismo plano, pues lo privado
de la vida doméstica era objeto de escrutinio público y aquello que en principio
“sólo Dios podía ver” era también concebido como ofensa a la comunidad que
tenía la obligación de conocer, prevenir e incluso castigar, pues su descuido a
la postre tendría consecuencias adversas al buen desarrollo de la colectividad.
Asimismo, se observa cómo esta concepción y consenso establecido alrededor
de la moral común asentado en el antiguo orden fue preservada, y en algunos
casos reforzada, a lo largo del siglo XIX porque había probado el aseguramiento
del orden público; de ahí que para la sociedad decimonónica, el respeto a los
asuntos privados haya resultado uno de los tránsitos más complejos.
Esta discusión se puede analizar con mayor nitidez en la prensa de este siglo,
en la cual no pocos políticos ni pocos escritores (recuérdese que en la prensa
periódica de este siglo la mayoría de los que publicaban estaban inscritos en
alguna forma de acción política) desaprovecharon el espacio brindado por la
imprenta para atacar y desprestigiar a sus contrincantes, en donde los debates
entre facciones empleaban todos los elementos e informaciones, incluso falsas,
para intentar que el público se formara una opinión adversa del bando contrario
y de sus integrantes. El nivel de las disertaciones llegó a tocar la actuación privada
de prominentes personalidades, incluidos los comportamientos que ante los ojos
de la sociedad eran “incorrectos” o atentatorios a la moral pública, sabedores
del efecto que esto tendría entre el gran público que reconocía en la moral, la
probidad, la honra y la honestidad los más altos valores del hombre.
En el marco de la libertad de imprenta fue posible analizar cómo el poder
e influencia que la Iglesia mantuvo por tres siglos sufrió uno de los primeros y
más drásticos cambios, al pasar de la única entidad censora de los escritos a una
institución sólo vigilante de los papeles que abordaran asuntos religiosos, y de
ahí a emprender la búsqueda de espacios públicos propios, ya sea para defen-
derse o para propagar su doctrina como ocurrió en la segunda mitad del siglo,
problema abordado en el cuarto capítulo, en el que se puede observar cómo

498 • Resúmenes de tesis


la visión de los hombres de Iglesia se fue modificando en el tiempo, empujada
por la cada vez creciente utilización de los periódicos, folletos o papeles de los
liberales, a través de los cuales se inició la discusión pública de los asuntos y
temas religiosos celosamente resguardados por siglos; los jerarcas eclesiales,
impulsados por la fuerza de los liberales que les adelantaban en el terreno de la
opinión pública, precisaron de la apertura de sus propios espacios no sólo para
defender el credo católico, sino para intentar de esta manera contrarrestar la
oleada reformista que finalmente no pudieron contener.
Para completar esta investigación se incluye el Apéndice I. Un siglo de prensa
perseguida, que contiene más de 350 casos de impresos denunciados desde
1810 hasta 1900; están incluidos únicamente los periódicos y papeles públicos
acusados en la capital de la República, por constituirse ésta en el sitio donde
se registró la mayor producción editorial, delimitación que permitió por otra
parte, encontrar las generalidades y tendencias de la persecución a la imprenta
que, es probable, se puedan ubicar en el resto de las regiones del país, hipó-
tesis que se subraya como un posible punto de partida para estudios locales o
regionales de la prensa posteriores. En este apéndice de forma esquemática se
muestra el título de las publicaciones, el tipo de la publicación, cuando el dato
fue encontrado, el autor y/o impresor de las mismas, la razón por la cual fue
denunciada, así como la pena impuesta, además de la normatividad bajo la cual
se le castigó, información que permite apreciar por un lado los momentos de
mayor producción de papeles, ya sea subversivos, sediciosos o difamatorios,
los autores más denunciados y en qué periodos, así como su relación con las
reglamentaciones en la materia.

Resúmenes de tesis • 499


Anuario de Investigación de la Comunicación
CONEICC XIII
se terminó de imprimir en septiembre de 2006.
Tiraje: 1 000 ejemplares
más sobrantes para reposición.
Diseño e impresión:
Oak Editorial, SA de CV

Das könnte Ihnen auch gefallen