Sie sind auf Seite 1von 11

lidades. Pa¡a ello vinimos a Jamaica. /:No lo recuerdas?

N\:
I
w
.l-s
h'4

Mi trebajo consiste en co-


me¡ciar objetos inte¡na-
ciona¡mente. objetos de
8¡6n envergadura y valo¡,
Llámálos diamantes, a-
viones o ermes. Es un tra
bajo que requiere extre--
Ina segu¡idad y eficacia.
Un error podría costarte

5*'ffi.S'
¡ está Ván Huitzen hey dinero, Tristán. No me gus- Confieso que estoy asomb¡a-
perde¡lo de vista. ¿Tú qué dices al respecto? 'do de ti, Constantinas. Po-
sees dos vi¡tudes comunes
sí. ¿Po¡ qué en las müjeres. ¡nte¡igencia
no? Nog esta- y belleza. Pero poco f¡e-
rnos quedando cuentes si van juntas. Ade-
sin efectivo. más llevos la audacia en le
sangre. De modo que cum-
ples exactamente los requi-
sitos que yo necesito.

#
No me mslinterpretes.
Jamás un homb¡e Quie¡o usa¡ todas esqs
me había dicho esas co- virtudes en mi negocio.
sas. Y,sabes se te paga-
Dten. ts><
rA muy -que

Eso suena a espionaie. Eh, Tristán. /:Qué me cuen Yo me p¡eocups¡ía po¡


tas del holandés? Está col ¡uestra cuenta. Cuando
miendo ost¡es con cham- paguemos esto volve¡emos
Eso es€xacta a ce¡o, Goldie. Y todavía
mente lo que debemos el hotel,
quiero.

o te preocupes por eso.


Pagoremos todo y luego
seguiremos la pechanga
en Bío de Janei¡o,

No voy g ¡enunciar al sueño


más maravilloso de tode mi
vida. Tu no me amarás, pero
yo sí a ti. De modo que acep-
to tu propuesta. Al menos se-
¡á un modo de tenerte cerca.
Eh, TristÁn. ¿Has vi! Por el momento, nada.
to cdmo se besan? Lo Te recuerdo que nues-
qüe da¡ía po¡ una mu tres cuentas están al
Je¡ a¡¡r.

¿Qué insinúas? Yo puedo con


seguir una mujer con solo mi
atractivo personal. Aguórda-
me aquí, Te lo demostraré.

Hay algo más que debo dec,rte. Pg


ro no tienes por qué ofenderte. Es cuela de modelos.Te
un detalle que pro¡to salvaremos. virá de mucho aprender
ciertos protocolos.

¿Y dor qué tendría que


ofenderme? Soy uns
salvaje. Lo sé, Y no
me avergüenzo de
¡Está demssiado oscuro,
Goldie! ¡No Ia veo!

No creo que la encuentren,


caballeros. ¿Por qué no se- Tú mdtete en el coche
guimos con lo nuest¡o? y cie¡ra la boca. La chi
ca no es imPo¡tante.

No c¡eo que eso sea lo


impo¡tante en este mo-
mento. Mi nombre es
constantinas cevrós.
Anote allí. Pero ripido.
Señorita, usted debe teher sus Si me esperan puedo i¡ a buscarlo al hote¡.
Papeles en regla o podaío te- 1
ne¡ problemas. Jamaica cuid¡
mucho a sus hsbitantes.

,@
Oh, no c¡ee¡á
que voy a dejar
la sola, ¿verdad?
Usted pod¡ía es-

Vaya, no viven mal, ¿eh?

(Pesado. No puedo sacármelo Bien, esta es mi habitación, pero aquí


de encims. Y lo peor es que no sí que no va agoder entrar sin una or-
sé liquiera si tengo los pape- den. No creerá'que voy a pode¡ esca-
Ies. Piet se encargó de todos
los trámites para que yo pudig
viajar...) Está bien. Pero si ta¡da en-
19

Hola, p¡eciosa. Te
hebla eI homb¡e que
conociste hace algu-
nas horas. Hace tiem
po que estaba ll&man-
do. No habrás ido a la
policís, ¿verdad?
#^ffi9
U'Z -crfl-¡,
Hable de r¡na vez. ¿Qr¡é quiere? ¿Dónde estó piet? Nos encont¡a¡e¡¡os
a la medianoche en
la playá Sunshine._Y
no te at¡eva8 a de-
Si quieres ve¡lo cí¡selo a ¡a policía,
coo vida sigue Podrías ¡o volve¡ a
mis instruccio- ve¡ con vida a tu
nes. Tu amigo
nos contó que
tiene doscien-,
tos rnü dóla¡es
en la caja de
seguridad del
hotel y que es-
tds auto¡izada
e dispone¡ de

(Oh, Dios. ¿Qué puedo hacer? (Será mejor que es-


Esos bastardos quieren €I dine- to 1o haga sola. Y
ro. Pero la policía va a detene¡- creo que sé cómoJ
me si no le llevo mi documen-
tación. Además ellos ¡ro pueden
tomár parte en esto o nlatardn
a Piet,,.)
Seffo.ita, €stá tardándo dema-
slqdo. Voy a ent¡ar.,.

(Ya es medianoche.
Y se supone que esos
tipos ya debe¡ían es-
ta¡ aquí...)
Lo ¡ dejado sobre el muelle.
Le c: : que no lo llevaba con-
mig.o .'ltes de saber si Piet
vlv¡¡
í\=
Lo tengo en la car-
¿Trajiste el dinero? tere.

EI jet privado de Piet Van Huitzen


Aún no nos hemos separado Me hs". liaurtlLlo
Koek celienta tu¡binas en la pista y ya estoy comenzando a e¡
del aeropue¡to. Es un día ¡adiante. Khlysé. Creí qr,re

Como todos en Jamaica. traña¡te, Kh¡ysé, no te gustrb¡ ese


Hss deJado de ser la pequefia Fuehas ta¡des, Van Huttren fóuk. ¿Ño
constsntlnas.para ser la B¡an habían secuest¡ado?,
Nh¡ysé. suena mucho rnás au-
daz y temeaa¡lo. Y veo qu6
no m€ equivoqué 8l elegi¡te.
¿Sabes que voy a duplica¡te
el sueldo?

Ob; nada de eso. Fue Ye me encarearé de dis_ BUa no pod¡á irse hasta a-
solo una broma que le culoarme ante el minis- clsrar su situación.
gasta¡on a mi compa- Precisamente es ella uo: Ahora, capitán' es-
la que me p¡eocupa. tamos muy aP¡¡rados.
se ha burlado de no-
sotros, Van Huitzen

Al ministro no le gusta-
rá lo que usted está ha-
ciendo, capitán. Podría
conve¡ti¡se en un sim-
ple cabo de la noche s

Vaya, No sabía que fue¡as No lo soy, Péro sonó


amigo do un minist¡o de Ja convincente, ¿verdad?

;ry
''--.qF&;ti.c#
i -+-. >----¡. \'

Das könnte Ihnen auch gefallen