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LA EXPIACIÓN

Por Cleon Scowsing -Profesor de la Universidad de Brigham


Young –un discurso pronunciado a misioneros. Traducido por Élder
Jason B. Jones –revisado por Élder Luna. Para entender bien este
discurso se deben leer todas las referencias citadas.
A veces en nuestras vidas el Espíritu Santo permanece muy
cerca de nosotros para enseñarnos muy aceleradamente. A veces
nos impresionan pasajes de las Escrituras que no comprendemos
completamente (3 Nefi 17: 2-3), pero sentimos de su importancia
(como 2 Nefi 2, Alma 34, D y C 88). En una de estas temporadas
de mi vida estaba orando para que pudiera comprender más
profundamente la expiación. Y por primera vez escuché de este
principio llamado “El Progreso Eterno de la Inteligencia”. Cuando lo
escuché por primera vez, yo supe que esto era verdad, sentí como
si fuera una pieza grande en el rompecabezas de mi vida. Desde
entonces continuamente medito y recuerdo estas cosas y cuando el
Élder Nathan Smith me dio una copia de este discurso que trataba
estos mismos principios, lo traduje esperando que estas cosas
puedan beneficiar a mis hermanos de habla hispana como me han
ayudado a mí.
En la película “El Mediador” todos nos damos cuenta de que
somos nosotros los deudores, y que Cristo es el Mediador, ¿Pero
quién exige justicia? Todos tenemos ese sentido de justicia, ¿Pero
quién es la fuente de justicia? Escuchemos a Cleon Scowsing......
Hay muchas bellas y profundas cosas que han sido
restauradas con el evangelio, las cuales casi no se mencionan. A
veces, cuando son mencionadas se oye a personas preguntar,
¿Pues por qué las autoridades no nos dicen más de eso?.
Usualmente cuando las autoridades son escuchadas en una
conferencia, están hablando al mundo. Pero, si nos encontramos
con las mismas autoridades en un escenario con puro sacerdocio,
tal como el sábado pasado por la noche se oye más de la doctrina.
Y nosotros tendremos más y más oportunidades para escuchar de
ella. Cuando las autoridades están con un grupo de misioneros,
ellas empiezan a abrirse y a hablar de las verdades grandes y
profundas del evangelio que generalmente no son mencionadas
cuando las autoridades hablan al mundo. Estas cosas son muy
sagradas. (D y C 63:64).
Un sábado por la noche, el Presidente Kimball habló de algo
sobre lo cual me gustaría comentar brevemente hoy, porque trata
de los cimientos de la Pascua de los cuales nunca hablamos.
Simplemente no hablamos de eso. Casi hemos perdido esto como
una doctrina en la Iglesia, así que me emocioné cuando el
Presidente Kimball lo dijo.
El empezó diciendo. “Ustedes saben, que quiero que todos
entiendan que en esta vida tenemos una cantidad muy limitada de
la autoridad del sacerdocio actualmente en función. Hay muchas
ordenanzas que todavía recibiremos en la vida venidera. Una de
estas será la ordenanza de la resurrección. Todavía no se me
permite efectuar esta ordenanza aquí, pero es una ordenanza del
sacerdocio. Al llegar allí, en la próxima vida, también tendremos la
ordenanza de engendrar hijos espirituales usando nuestros cuerpos
resucitados. Esto es algo de lo cual todavía no tenemos la
capacidad o el poder de hacerlo aquí; cuerpos físicos, sí, pero
cuerpos espirituales, no”.
Entonces él empezó a hablar de un tema que estoy seguro
de que sonó algo extraño para algunos. El habló acerca de tener
acceso a las inteligencias del universo; para poderlas organizar en
planetas y reinos. Ahora esto es verdaderamente una doctrina
bonita. Es tiempo de que hablemos un poco más, porque si
entendemos este principio, nos ayudará a comprender por qué
hubo necesidad de una expiación.
No sé si esto les molesta o no, pero como un muchachito
sentado en la escuela dominical en Canaball, hablaban del terrible
sufrimiento de Jesucristo en la cruz, y yo decía a mis maestros,
¿quién quería eso?, ¿Con qué fin sirvió todo ese sufrimiento?
Todos hablaban de todo el sufrimiento, ¿Pero para qué lo
sufrió? ¿A quién satisfizo? Mis maestros nos decían que fue para
satisfacer a Nuestro Padre Celestial.... pero esto no contestaba mi
pregunta infantil. Me parecía que si Nuestro Padre Celestial quería
que viniéramos a esta tierra después que nos arrepintiéramos
solamente nos diría. “Regresen aquí hijos míos, hicieron lo mejor
que pudieron. “¿Por qué necesitábamos todo este sufrimiento?.
Toda mi vida, por lo menos hasta que entré a la misión, me he
hecho esta pregunta. Un día yo estaba paseando con el Presidente
Widsoe, quien estaba a cargo de las misiones europeas. Solo tenía
diecisiete años cuando fui llamado a la misión, y pensé que esta
era mi oportunidad para hacer estas preguntas que habían estado
en mi mente al Hermano Widsoe desde que era un muchachito.
Entonces le pregunté: “¿Por qué tenía Jesús que sufrir en la cruz?
El me dijo. “¿Quién le dijo que me hiciera esta pregunta?”.
Yo le dije: “Pues siempre me lo preguntaba, nadie me lo dijo.
Simplemente me lo preguntaba.”
Me dijo: “¿Es esta su pregunta?”
Le dije: “Sí, y pensé que tal vez yo había violado una regla
de la misión.
Me dijo: “Si esta es su pregunta, entonces yo la contestaré.
Es una de las preguntas más profundas del Evangelio de
Jesucristo, y no debe ser contestada a menos que la gente sea
capaz de preguntársela así mismo para que pueda escuchar la
respuesta”. Entonces me dijo: “Le diré en dónde debe empezar a
estudiar y dónde debe empezar a leer”.
Lo hice, y cuando empecé a agarrar el concepto, lo encontré
principalmente en El Libro de Mormón. Así que leí bastante y al
acercarse el fin de mi misión yo pensé que lo entendía bien.
Entonces cuando tuve la oportunidad le pregunté al Hermano
Widsoe, ¿Puedo darle un reporte sobre mis estudios de la
expiación?.
“Claro que puede”, me dijo, “lo escucho”.
Yo le di mi reporte.
“Pues vea”, dijo él, “Usted necesita como cuatro pasajes
más de las Escrituras que le dirán esto, esto y esto.”
“¡Oh!, dije, Esto es espléndido. He estado usando mucho
tiempo en este reporte y estoy contento de que me mencionó eso.
“¿Dónde se encuentran?”.
“No soñaría en privarle de la oportunidad de encontrarse con
ellos”. Me contestó.
“Presidente Widsoe” “¿Me quiere decir que los tengo que
buscar?”.
Me dijo: “Le diré el área en general. Ahora el primero está en
la primera mitad de Doctrina y Convenios, y el otro se encuentra en
medio del Libro de Mormón...
Los tenía tan esparcidos que prácticamente tuve que leer
todos los libros canónicos otra vez. Duré siete años para
encontrarlos, y fue maravilloso ver, cuando terminé, “¡Que concepto
más completo!”. Fue emocionante para mí y fue precisamente lo
que el Presidente Kimball estaba diciendo en el sacerdocio. No lo
identifico ni asocio específicamente con la expiación, pero es el
fundamento de ella. Ahora no están escritos en muchos lugares en
la literatura de la iglesia, así que si tienen una hoja de papel les diré
todas las referencias para que ustedes no tarden unos siete años.
Sin embargo, si las buscan y leen las apreciaran mucho más que si
solo dijera, “Ahora sabemos dónde están”. Deberán, leer cada
pasaje y empezarán a ver la noción maravillosa, la avalancha y
cascada de verdad que ha sido derramada sobre los Santos de los
Últimos Días. Muchos hemos permitido pasar por encima sin
realmente apreciar lo que significa.
2 Nefi 2: 14
El padre Lehi está señalando que todo en el Universo es una
de dos cosas; esto es un concepto de construcción. “Las cosas que
actúan y aquellas sobre las cuáles se actúa”.
Doctrina y Convenios 93: 29
La cosa que actúa se llama ‘inteligencia eterna’ o plural,
‘inteligencias eternas’.
Doctrina y Convenios 93: 30
Estas inteligencias son independientes y actúan
voluntariamente, no están compelidos y los cielos las esperan hasta
que obedezcan. No hacen nada hasta que estén listos,
exactamente como nosotros. Nuestro Padre Celestial construyó el
universo entero con este ‘elemento de acción’. Este factor de
energía en el universo es inteligencia, y opera tan rápido y en la
dirección que está dispuesta a seguir.
Abraham 3: 19
Las inteligencias están clasificadas del nivel más bajo al más
alto, y el más alto de todos es Dios, y nosotros nos encontramos en
algún lugar entre los dos. Algunas inteligencias fueron asignadas a
microorganismos y algunas a plantas y algunas a animales, pero a
las que eran sus inteligencias mas especiales y superiores les
fueron dados cuerpos a su imagen y Ustedes son estos. Ustedes
son muy especiales. José Smith describe esto en The Documentary
History of the Church. Volumen 4 pp 519. El dice: “Yo expliqué al
Quórum de Los Doce Apóstoles y sus esposas esta noche la
doctrina de ‘El Progreso Eterno de la Inteligencia’.
Entonces el no nos dice qué explicación era esta, sino que
tenemos que buscar en los escritos de Brigham Young, Parley P.
Pratt y Heber C. Kimball, ellos explican qué fue lo que él les explicó,
porque originalmente ellos recibieron esta doctrina de José Smith.
Doctrina Y Convenios 93:33
Aquélla sobre la cual se actúa... ¿se acuerdan que hay una
cosa para actuar (inteligencia) y aquélla sobre la cual se actúa...?
Esta cosa sobre la cual se actúa se llama ‘Elemento Eterno’. Es un
elemento, es materia.
José Smith dijo que la materia existe en dos dimensiones. El
elemento muy refinado es espíritu, y el más áspero es llamado
materia temporal, esto es lo que tenemos aquí. Esta materia que
existe en dos planos es como hielo y agua; realmente la misma
cosa pero en diferentes dimensiones, si quieren pensar de esta
manera (D y C 131: 7-8).
Todo en el universo se compone de dos cosas; una
combinación de inteligencia y materia. Estos son los dos elementos
principales de la creación del universo.
Abraham 4:18,12,10. Helamán 12:8-9.
Ahora, si usted es un científico, y un científico muy bueno,
ésta información será muy emocionante porque nuestros
investigadores más avanzados han probado esta verdad. Que la
materia no funciona mecánicamente; dicen que tiene un elemento
de inteligencia finita en ella. La materia puede distinguir; puede
elegir. No siempre funciona como las reglas prescriben que
debiera. Algunos de estos pequeños son tan necios como ustedes
y yo. Ellos van vagando por acá y por allá.
En conjunto, decimos que es la ley de la química. En el
conjunto, si, pero véanlos individualmente y están jugando. De
hecho, Roberto Villigon dijo: “Si todos los elementos de su cuerpo
obedecieran las reglas de la química, usted nunca moriría”. Hay
una rebelión en la carne y la llamamos la semilla de la muerte. Tal
vez lo escucharon antes. Un elemento sobre la cual se ha fijado
inteligencia obedecerá según el mandato de Dios. ¿Quiere que una
montaña se mueva? ¡HABLELE! Y ¡SE MOVERA! Estos también se
mueven cuando Dios lo manda o cuando el sacerdocio lo hace por
su autoridad. Cuando Dios manda a estas inteligencias en los
elementos, ellos obedecen. Esto se encuentra en Jacob 4:6 y 1 Nefi
20:13.
Ahora escuchen lo que dijo Brigham Young acerca de este
principio: “Hay vida o inteligencia en toda materia a través de la
vasta extensión de todas las eternidades; está en la roca, en la
arena, el agua, el aire, los gases, en otras palabras, en toda
descripción y organización de materia, sea en solida, liquida o
gaseosa partícula funcionando dentro de otra partícula.
De repente empezamos a vislumbrar el verdadero milagro
de la creación de Dios. El se va a las tinieblas de afuera de
inteligencias desorganizadas y pequeños elementos
desorganizados y los combina juntos para que este pequeño
elemento sea asignado a una inteligencia, y ahora uno puede
mandarlo que se organice en maneras pre calculadas. El Señor
dice, “Yo he dado a todos ellos un patrón el cual llega a ser la ley
por la cual funcionan”. Algunos aceptarán electricidad y otros la
resistirán. Algunos se combinarán con varias cosas y nos resulta
una combinación. Dos partículas de hidrógeno se combinan con
una partícula de oxigeno y no la llamamos ni hidrogeno ni oxigeno;
es agua. Estas cosas están tan maravillosamente organizadas que
uno puede tomar una sola compleja organización, llamada célula, y
fertilizada por otra célula y en nueve meses, por causa del ADN,
organización que fue diseñada por un Padre Celestial súper
inteligente, crecerá en un ser humano. ¡Todo por designio!. Solo
podemos desarrollar un sentido de adoración hacia Nuestro Padre
Celestial cuando nos damos cuenta de qué ha hecho posible con
esta organización estructural. Sus hijos son un milagro. ¡Todo
alrededor es un milagro y por primera vez vemos y entendemos
que DIOS HABLA Y ELLOS OBEDECEN!.
Otra vez, todo se compone de aquella cosa que actúa como
aquélla sobre la cual se actúa, y estas cosas nos han sido
identificadas por nombre. El Presidente Kimball dijo que en el
próximo mundo tendremos acceso a estas inteligencias para
organizar grandes sistemas nuestros.
Ahora Nuestro Padre Celestial dice, “¿Quieren saber qué me
hace a mi ser Dios?” La fuente del poder de Dios se revela en
Doctrina y Convenios 29:36; donde nos dice que es su poder y lo
que le hace ser Dios. ¿Qué creen que será? ¿Qué hace a un ser en
el transcurso del tiempo ser un Dios? (Lean D y C 29:36).
“MI HONRA ES MI PODER “
Para que cuando Él hable y diga: “Agua, conviértete en vino,
un vino exquisito por favor”, no hay problema, se organizan.
Nosotros lo llamamos un milagro. Es nada más que inteligencias
obedientes. Esta es la doctrina.
Ahora teniendo todo esto presente, ¿Qué pasaría si el Padre
Celestial violara la confianza de estas inteligencias? ¿Qué creen
que pasaría? Ninguna iglesia sobre la faz de la tierra se ha atrevido
a anunciar la doctrina contenida en El Libro de Mormón, Alma 42.
Ninguna iglesia ha osado sugerir que Dios podría caer.
Nuestro Padre Celestial ha dicho, “Yo quiero que ustedes
sepan que yo vivo la Ley Celestial continuamente para mantener la
confianza y honor de todos los que en mi confían, porque ésta es la
fuente de mi poder”. Ahora eso nos da un entendimiento nuevo de
Nuestro Padre Celestial.
En Alma 42:13, 22 y 25, El repite vez tras vez, y también en
Mormón 9:19; si él fuera injusto, si fuera arbitrario, o si fuera falso
en sentido alguno, ¿El qué?, ¡DEJARIA DE SER DIOS!
Nuestro Padre Celestial dice: “Quiero que me entiendan. Yo
trabajo dentro de reglas muy estrictas. Tengo que funcionar así
para poder disfrutar de su confianza y no violarla”.
En Alma 34:9, el Padre dice: “Una vez que los he puesto
fuera de su primer estado, pierdo toda capacidad para traerles de
regreso. Si lo hiciera, sería arbitrario, caprichoso e injusto, y así
violaría todas las reglas por las cuales se ha establecido el reino
entero. Yo perdí mi poder de posiblemente traerles de regreso por
mí mismo”.
Alma 34:9. DIOS NO NOS PUEDE SALVAR.
Raramente expresamos estas doctrinas de la iglesia en
estas dimensiones. Esta es la historia de la Pascua. Esto es
realmente lo que pasó. De hecho nos dice allí de que si no hubiera
ninguna otra manera de ayudarnos a regresar con el Padre que el
Padre habría quedado imposibilitado de levarnos de regreso con Él
y habríamos sido echados en las tinieblas de afuera con Satanás y
sus huestes. Habríamos seguido la misma ruta que ellos siguieron.
Todas las cosas que habían sido organizadas por Nuestro Padre
Celestial en conexión con nosotros; nuestra Tierra, otras tierras,
todas las creaciones que se relacionan con aquello habrían sido
desintegradas y vuelto a las tinieblas de afuera y desorganizadas.
Esta es la escritura. Ahora, esto saca toda la magia de la
creación. De repente lo podemos entender en una manera finita.
Repentinamente nuestro Padre Celestial nos parece llegar a ser
mucho más racional, comprensible, y nuestra apreciación crece en
cuanto nos damos cuenta de él y su personalidad tan noble, bella y
poderosa.
2 Nefi 9:9
Aquí es donde nos dice que habríamos llegado a ser como
Satanás y sus ángeles si no fuera por su expiación. Por la ley, es
absolutamente más allá de la capacidad de nuestro Padre Celestial
el poder levantar a sus hijos que han pecado conociendo el bien del
mal de regreso a su presencia. Todas las inteligencias le dirían:
“Padre, ahora estos han pecado y no alcanzaron tu gloria de Dios;
no pueden venir de nuevo a ti. ¿Te acuerdas de todas las leyes que
nos explicaste? Tu sabes las leyes que dijiste y hablas mucho de
ellas”. Estas son las que exigen justicia y no nos permitirán
regresar. En cuanto Dios trate, como dice en Alma, éstas cesarían
de honrarle y el dejaría de ser Dios. Esta es la doctrina.
¿Entonces, qué hacer? ¿Cómo lo hacemos?
Alma 34:11.
Esta es la ley. La ley dice que ninguna persona puede sufrir
por los pecados de otra persona. Esta es la ley. Esto es lo que
decían las inteligencias. Ahora pensemos por qué es así. Si yo
cometo una ofensa, una muy seria. ¿Podrías morir por ella? ¿Y
satisfacer esta audiencia? ¿Crees que podrías? Aún cuando todos
nos amaramos y dijeras. “No, no maten a mis hermanos, yo moriré
por ellos”. ¿Quedaría la audiencia satisfecha con esto? ¡No! Esto
viola su sentido de justicia, tal como lo hace para todas las
inteligencias, y Alma 34:11 dice que ninguna persona puede morir o
ser castigado por los pecados de otras personas y ser aceptado
como justicia. “Las exigencias de la justicia”; estas son las
inteligencias. Hay una ofensa. “No pueden volver a vivir con el
Padre”. Todos pueden ver el problema aquí.
Ahora el punto culminante de la solución es que el Padre
sabe que estas inteligencias tienen la capacidad de compasión. No
son tan diferentes que ustedes y yo... ellos tienen la capacidad de
sentir compasión. La expiación no se basa en la ley pero sí en la
misericordia. Esto está en Alma 34:15. En otras palabras vamos a
persuadir a estas inteligencias en alguna manera para que nosotros
podamos sobrepujar las exigencias de la justicia, ¿pero con qué?
¡CON COMPASIÓN y MISERICORDIA!. Para que en realidad
sobrepujemos las exigencias de la justicia.
La familia de los Dioses; ellos han de haber resuelto este
problema hace muchas épocas con otras familias, y ahora éste es
el modelo. ¿Recuerdan cuando estaban seleccionando a un
Salvador? ¡Jesús se ofreció!
Satanás dijo: “Tu sabes, Padre que esto ya pasó de moda.
Simplemente no es necesario. Puedes satisfacer las inteligencias
del universo. ¡No más pon tus hijos en camisas de fuerza hasta que
pasen de su segundo estado!. ¡Qué buena idea! Yo realmente
quiero el crédito de eso, debido a que yo estoy ofreciendo a la
familia entera este seguro sin riesgo. Todo lo que pido es que la
familia deje esta cosa del libre albedrío hacia la cual siente mucho
apego. ¡Sólo durará poco tiempo, les ponemos en camisas de
fuerza durante su segundo estado para que nadie se oponga a lo
que hacemos! Los enviaremos a la tierra y recibirán sus cuerpos,
pero los privaremos de la oportunidad de romper las reglas y luego
los alzaremos nuevamente con nosotros. ¡es sencillo!.
“No”, dijo el Padre. “No es sencillo”. El sabía que si uno
introducía compulsión en el plan eterno de salvación o en el
cosmos del universo o poner coacción en parte alguna, este
sembraría las semillas ¿de qué? ¡DE REVOLUCIÓN! Revolución y
desintegración. Todo el universo, todo lo que hay ahora, se mueve
de acuerdo con su voluntad; y mientras el movimiento se hace
voluntariamente, no hay revolución. Nunca resulta revolución
cuando hay libre albedrío.
Satanás dice: “¡Empezaré una revolución!” y lo hizo. No me
sorprendería saber que los fieles seguidores de Nuestro Padre eran
una minoría por un rato. Probablemente había una grande e
indecisa mayoría.
Jesús dijo: “Padre, lo haré a tu manera. Lo haré a la manera
que siempre ha sido hecho. Tendremos perdidos, claro, pero por lo
menos tendremos una participación voluntaria como hemos tenido
en el pasado. Yo sé que alguien tiene que sufrir para que la
expiación cree este sentido de compasión, así que lo haré Yo”.
Hubo una gran discusión, y la revelación nos dice que la guerra en
los cielos era una reunión de testimonios, mientras nos decíamos
los unos a los otros “La manera del Padre es correcta. No debes
introducir compulsión, porque si empezamos usando compulsión
quién sabe dónde terminará. Satanás está tratando de robar el
trono de Nuestro Padre Celestial y también su gloria. No podemos
ganar nada en esta manera sino rebelión y destrucción”.
Por fin obtuvimos un voto de dos terceras partes. Si pueden
visualizarlo como yo lo hago, probablemente empezamos con una
minoría la discusión, pero ganó una mayoría de dos terceras
partes, con la última tercera parte votando por el seguro sin riesgo.
No se arriesgarían sin nosotros.
Ahora, ¿Cómo sirve ésta expiación? Vean cómo éste
principio funciona. Si fueras una inteligencia, serías capaz de ser
ejecutado a tanta simpatía y compasión que dejarías de exigir los
fines de la ley. ¿Lo han advertido en sí mismos? ¡SÍ, SIRVE!
Primero veamos el concepto; necesitan una persona que es como
dice Alma 34:10, infinita: necesita ser una que es amada
infinitamente. Infinitamente significa completamente – todos la
reconocen.
Entonces escogimos a un consejero, uno tan superior que
es el primero de la Primera Presidencia de los Cielos. El es tan
honrado que cuando el Padre quiere algo, es hecho, Él habla a ésta
persona y enseguida éste dice a las inteligencias qué hacer y la
identificamos como LA PALABRA. Él es el único por el cual la
palabra es transmitida. Él es amado y respetado por todos, tal
como el Padre. Entonces lo usamos – Él es amado infinitamente- y
lo tenemos abajo en el segundo estado para vivir una vida perfecta
sin ofensa para que pueda volver a vivir con el Padre, y de paso
labra en la familia humana; ¡lo tenemos sufriendo tan terriblemente
que estas pequeñas inteligencias del universo entero son revueltas!
¡Es horrible, el sufrimiento que El padeció! ¡Ellas lo amaban! Y nos
dice el Libro de Mormón que aún los elementos de la tierra no
podían aguantarlo y se agitaban de un lado a otro de modo que
cambió la faz de la tierra hacia el norte de cómo era antes (3 Nefi
8:12). Los elementos mismos gritaron en objeción en contra de la
tortura de alguien a quién amaban.
Todo eso fue designio. Esto fue la misión de Jesucristo. El
tenía que sufrir mucho, para que cuando el abogue por parte de
alguien que vivió lo mejor posible (esto llamamos
“arrepentimiento”), éstas inteligencias dirán, “Pues Jesús,
realmente según las leyes no debería ser permitido que regresen,
pero si tu quieres después de todo lo que has sufrido por ellos
pueden volver”. Esto es la expiación.
Escuchen en Alma 34:15 profetas que entendían y
predicaban esta doctrina extensivamente, la cual casi dejamos de
predicar entre nosotros mismos; escuchen lo que nos tienen que
decir:
Alma 34:15
Alma 34:15 (hasta la palabra misericordia) ¿Misericordia de
quién? El Padre ya nos tenía misericordia, esto es su plan. No
tenemos que crear misericordia en El. Tenemos que crearla en los
que exigen justicia.
“PADRE, HAN PECADO Y NO ALCANZARON TU GLORIA
DE DIOS”
Allí es donde tenía que poner en efecto las entrañas de
misericordia, que sobrepujan a la justicia ( significando las
exigencias de la justicia ) y proveen a los hombres la manera de su
fin, para que tengan fe para arrepentimiento, y así la misericordia
satisface las exigencias de la justicia y ciñe a los hombres con
brazos de seguridad, mientras... (Alma 34:16).
Doctrina y Convenios 45:3,5.
“...Perdona a éstos mis hermanos que creen en mi nombre
(v5)”. El no rogó por los que no creían. No puede, no lo permitiría;
porque así robaría justicia. D y C 45:5 (completo otra vez).
Aquí hay otro ejemplo de cómo trabaja esto.
Durante la guerra civil había un soldado de 19 años que se
durmió mientras estaba de guardia. Una sección entera del Ejército
Unión fue masacrado en un sector particular. El perdió muchos de
sus mejores amigos, todo porque se durmió y el enemigo pudo
hacer un ataque sorpresa por un flanco de la defensa. Debido a
que sobrevivió a la batalla, fue juzgado por negligencia en su deber.
Fue condenado a la orca, según la ley militar. La sentencia de
muerte fue puesta en el escritorio del Presidente Lincoln, y él
estaba preparado a firmarlo. La madre de este muchacho contactó
al Presidente Lincoln y le dijo, “Cuando la guerra empezó, yo tenía
un esposo y seis hijos. Primero perdí a mi esposo, y enseguida a
cinco de mis hijos uno por uno. Me queda solo un hijo, y él está a
punto de ser ejecutado por negligencia en su deber. Mi hijo se
siente muy culpable por lo que hizo y sabe que merece morir. El
está empezando a morir, Señor Presidente. Pero me estoy
preguntando ¿si tal vez por motivo de que tiene el poder de
perdonar de la Constitución, si podría encontrar en su corazón el
dejarme el último de mi familia para mi?
El Presidente Lincoln le dijo a la madre, “Por usted
perdonaré a su hijo. Yo ruego a Dios que el sobreviva a la guerra y
que sea una bendición para usted todos los días de su vida”
¡Ven como funciona la compasión? Completamente
sobrepujo a las exigencias de la justicia, y nadie critico al
Presidente Lincoln por haber usado su poder para perdonar en este
caso, una vez que se enteraron de la suplica de la madre. Así
somos todos nosotros.
Me gustaría hacer una pausa en este momento para
hacerles una pregunta: ¿Cómo creen, que es una inteligencia?
¿simplemente qué es? Pues no sabemos, excepto que es algo
maravilloso, que se conoce a sí mismo y es una entidad eterna que
dice, “yo soy”.
Vamos a ver la Ultima Cena, Jesús y los Doce comieron,
“Uno de vosotros me va a entregar”. (Juan 13:21).
Pedro le dice a Juan “Estás más cerca, pregúntale quién”.
(Juan 13:23.24).
Juan el Amado dice: “Señor, ¿quién es?” (v. 21).
El Salvador le dijo al oído: “A quién yo diere el pan mojado,
aquél es”.
Jesús mojó el pan y se lo dio a Judas diciéndole: “Lo que
vas a hacer, hazlo más pronto”. Judas se levantó y se fue.
A menudo me pregunto si Judas sospechó que Jesús sabía
que le iba a entregar. Realmente no sabemos. De hecho, la
mayoría de las personas piensan que no. Judas ya había recibido
30 monedas de plata; y ya había quedado de entregar a Cristo.
Ahora Judas se fue a ver a los ancianos de la ciudad. Ahora, dice
que Jesús fue muy abatido. Se levantó y dio la hermosa oración
que se encuentra en Juan 17, donde ruega al Padre para que
“todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros”. (v. 21).
DOCTRINA Y CONVENIOS 19: 17-19 (15-19).
¿Ahora lo aceptarán? ¿Me dejarán tachar las exigencias de
las inteligencias? Yo puedo. Si solo son obedientes y se
arrepienten el Espíritu les justificará y yo les santificaré: ¡Lo logré!
No desperdicien esto; no tomen el nombre de Dios en vano. Esto
hice para que ustedes, vengan a mi. En seguida, vino Judas con los
soldados. Jesús les escuchó viniendo y volvió con los apóstoles. Y
aquí encuentra a los tres dormidos. (No sabemos qué más pasó
porque Juan se durmió, tenía sueño).
Judas se acercó a Jesús- ahora es de noche y tienen
antorchas. Todos habían visto a Jesús en el Templo por el día, pero
siendo de noche querían asegurarse de que tuvieran a Jesús,
porque una vez que agarran a alguien, los demás huirán. Entonces
Judas tomando a Jesús por los brazos le dice, “Maestro, Maestro”.
(Marcos 14:45).
Entonces Jesús le dijo: “Judas. ¿con un beso entregas al
hijo del Hombre?” (Lucas 22:48) Los soldados gritaron “¡Agárrenle!
¡Agárrenle!”.
El Señor fue llevado a la casa de Anás y luego a la casa de
Caifás. Y todos recuerdan esta horrible noche que él pasó.
También recordarán que Pedro negó a Cristo tres veces. Pedro
estaba petrificado de temor, pero nunca se perdonó por haberlo
hecho.
A la mañana siguiente, hubo un juicio ilegal ante el
Senedrín, pero no podían matarle sin el consentimiento de Pilato.
Entonces llevaron a Jesús a un gran fuerte a un lado del Templo. Y
allí en una parte abierta al público lo entregaron a Pilato.
Pilato trató de crear simpatía en los corazones de las
personas azotándole y poniéndole una corona de espinas sobre su
cabeza (Juan 19:2). Jesús tenía su cara llena de sangre y su túnica
estaba saturada con ella, Pilato dice a la multitud: “¡He aquí el
Hombre!” pero no bastaba a la chusma y dijeron: “¡Crucificale!”
Pilato exigió que le trajeran agua; y se lavó las manos del juicio.
Entonces llevaron a Jesús con su cruz, la cargó hasta que
su cuerpo no aguantaba el dolor. Finalmente llegaron arriba al lugar
de la calavera, y allí lo fijaron a la cruz con clavos. Primero sus
manos, en seguida sus muñecas y después sus pies, y alzaron la
cruz en posición vertical. Dos ladrones uno a cada lado fueron
siendo crucificados. Al medio día la tierra tembló y los cielos se
obscurecieron y así quedaron hasta las tres de la tarde. En América
todo el continente estaba en conmoción, así como los mares
también.
Casi al fin, Jesús dijo: “Tengo sed”. La esponja de vinagre
que le alzaron a sus labios supuestamente fue para quitar un poco
el dolor. El miró hacia el suelo a su Madre llorando y dirigiéndose a
Juan el amado dijo: “Mujer, he ahí tu hijo”. (Juan 19:26). En efecto
decía: “Juan, cuida a tu madre”. (Aparentemente José había
muerto).
Algunos insultaban a Jesús, se burlaban diciendo: “¿Por qué
no te bajas?” “¿Por qué no te salvas?” Todo la cuál encontramos en
Salmos 22; fue visto por David. El sabía las palabras mismas que
Jesús diría.
La angustia fue casi inaguantable, ya estaba por atardecer
cuando los soldados quebrarían las piernas de los crucificados para
que mueran más pronto. De repente Jesús clamo: “Eli, Eli lama
sabactini” Esto es: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
desamparado?” (Mateo 27:46).
El Espíritu del Padre se había retirado de este Hombre.
Estaba absolutamente solo, colgado en la cruz, pero solo por un
momento. Entonces el Espíritu de Dios surgió de nuevo en él, en
efecto, diciendo: “Consumado es (Juan 19:30), Padre en tus manos
encomiendo mi espíritu” (Lucas 23:46).
Jesús partió. En ese momento mismo Jesús fue el Cristo. El
había hecho lo necesario por sobrepujar las exigencias de la
justicia para que nosotros podamos regresar a vivir con Nuestro
Padre Celestial. A través del gran poder que El tenía, en tres días y
tres noches tendría un cuerpo levantado, resucitado, purificado y
glorificado. ¡Qué cosa tan emocionante pensar en María Magdalena
inclinada en la pared de la tumba!- no estamos seguros, pero
creemos que hemos encontrado el sitio de la tumba, bueno es
conforme a todo lo que nos dijo el Salvador estando abajo en un
cerro. Ella creía que alguien había robado el cuerpo, y ve a alguien.
Tal vez es el hortelano y viendo a través de sus lagrimas dice:
“Señor, si tu te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo
llevaré”. (Juan 20:15).
Esta persona le dice: “María” Ella alza la vista y dice:
“¡Raboni!” El dijo: “No me toques, aun no asciendo a mi Padre...”
(Juan 20:17). Después se marchó.
Esto es la historia de la Pascua. Nuestro Padre sufrió tanto
esta noche en Getsamani cuando su Hijo estaba tendido sobre las
hojas de los olivos y dijo: “Padre, todas las cosas son posibles para
ti; aparta de mi esta copa” (Mateo 14:36); Nuestro Padre Celestial
estaba sufriendo tanto en este momento, el quería que por lo
menos uno de sus hijos entendiera como se sentía en esta noche.
Así que le dice a nuestro gran ancestro, Abraham: “Quiero que
tomes a tu hijo amado arriba del monte en Moria (Génesis 22:2,
14), y quiero que me lo ofrezcas a mí como un sacrificio”.
Y seguro de que Abraham quedó pensando, ¿Por qué?
Toda mi vida he enseñado en contra del sacrificio de humanos. ¿A
éste, mi hijo, a través del cual me ha prometido que levantaría
posteridad tal como la arena del mar? ¿Mi único hijo y heredero?
¿Para matarle? ¿y quemarle?.
Y sin decirlo a Saraí, el tomó a este jovencito, arriba del
monte.
El le dijo a su hijo, “Mi hijo, no te habría tenido sin que le
diera a tu madre una bendición divina, y Dios habiéndome enviado
a mi ahora pide que te devuelva a el. No por enfermedad, ni guerra,
ni vejez, sino como sacramento a el, por la mano de tu propio
Padre. Ahora te envío”. Abraham levantó el cuchillo - ¡Oh, que
angustia sentía este Padre! En Jacob 4:5 en El Libro de Mormón
dice que fue hecho como un símbolo de los sentimientos del Padre
y del Hijo. Fue hecho específicamente para que por lo menos un
padre humano comprendiera un poco el dolor y la angustia que el
Padre sentía esa noche cuando Cristo dijo en Getsemaní: “Padre,
todas las cosas son posibles para ti; aparta de mi esta copa”.
Ahora termino. Ojala que ya estén empezando a darse
cuenta de esta hermosa doctrina, la fundación de la cual el
Presidente Kimball hablaba en la reunión del sacerdocio; las
inteligencias del universo, el hecho de que su honor hacia Dios es
lo que le hace ser Dios, y el hecho de que si el perdiera la
confianza en ellos, dejaría de ser Dios. Estas son doctrinas básicas
del evangelio restaurado. Como dice en Jacob 4, ¿por qué no
hablar de la expiación? Yo creo que todos estamos de acuerdo en
que no hablamos de las muy básicas doctrinas de expiación.
Hablamos de ellas como un hecho científico pero nunca extendido
un poco para decir, “Padre Celestial, yo creo que entiendo un poco.
Yo creo que entiendo”.
No sé cómo les afecta todo esto, pero a mí me hace amar
más a mi Padre Celestial como nunca le he amado. He aprendido a
amar a Nuestro Salvador, Jesucristo, como nunca lo amaba, debido
a que ahora sé un poco más de lo que hicieron estas dos Personas
para mí y ustedes y mis hijos, y sus hijos y todos los habitantes de
esta tierra donde vivimos. Todas estas bellas cosas que se nos han
dado como bendiciones habrían sido destruidas si no fuera por lo
que estas dos Personas han hecho por nosotros. Les amo por eso.
Les doy mi testimonio a ustedes hermanos y hermanas, de lo más
profundo de mi corazón que Jesús ES el Cristo. Tenemos un Padre
Celestial que nos ama. La expiación es real; la expiación efectiva.
La expiación funciona y hay una resurrección. Hay perdón de los
pecados. Si fueran nuestros pecados rojos como el carmesí, si
verdaderamente nos arrepentimos, podemos ser restaurados y
regresados a Nuestro Padre Celestial emblanquecidos como la
nieve. (Isaías 1:18).
Yo ruego a Nuestro Padre Celestial que nos ayude para que
no le traicionemos y para que no vendamos a Cristo, que seamos
buenos misioneros; que compartamos este gran mensaje a
nuestros vecinos, que tratemos a cada hijo precioso de Dios, donde
quiera que esté, con hermandad y que sigamos los maravillosos
pasos que tenemos aquí. Son bonitos. Esta es la manera de llegar
a los corazones de los hijos de Nuestro Padre. Ellos merecen cada
bendición y ventaja que les podamos dar, y necesitamos guiar
sabia y cuidadosamente. No necesitamos empujarles ni moverles
más aprisa de lo que ellos pueden asimilar. Por cada alma que
salvemos Nuestro Padre Celestial nos bendecirá más allá de
nuestros sueños.
Doy gracias por haberme invitado a hablarles en esta noche,
y por el espíritu dulce que ha estado aquí que ustedes trajeron y
que con el cual Nuestro Padre Celestial nos bendijo. Estoy
agradecido por eso. Ahora que salgo de este valle bonito me llevo
unos felices recuerdos conmigo. Los que me han cuidado aquí son
personas especiales. Voy a mi casa descansado, lo cual es inusual.
Trataré de volver en octubre. Permítanme dejarles una bendición y
una oración para que ustedes y yo podamos ser dignos de la
expiación de Jesucristo y el evangelio que se nos restauró para
nuestra salvación. Esta es mi oración, en el nombre de Jesucristo,
amén.

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