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Valery L.

Patiño Paravicini
Del seminario de Alain Badiou sobre Filosofía y Literatura

Cuando Badiou habla de la Filosofía, habla de esta como una disciplina oral y
escrita, no como una disciplina concreta, sino como una trascendente a su
límite, pues transita de saberes a conocimientos de acuerdo a la necesidad a la
que se presta.
Las múltiples relaciones, entonces, que entabla con otros medios, hacen que
se desarrolle bajo distintos medios como ser la política (acción), el teatro
(representación) y bien, la literatura mediante la escritura.
Al crear una relación literaria, la filosofía asume distintos papeles al igual que la
literatura. Crea así una serie de clasificaciones donde la filosofía y la literatura
varían de posición entre una relativa y la otra relevante. Dichas orientaciones
son tres: la intervención estética, donde hay una especie de retroalimentación
en el proceso, donde la literatura asume un papel de objeto, la filosofía realiza
una intervención estética de donde finalmente crea juicios críticos. En la
segunda intervención, la literatura hace de la filosofía su objeto de condición,
donde la eficacia literaria crea predominio sobre el conocimiento, una relación
genealógica donde la filosofía vendría después.
Por último habla de una relación de inclusión, donde la filosofía viene a ser
parte de la literatura.
Hablando de esta relación de inclusión, Badiou menciona a Kierkegaard, quien
dice que la literatura no puede separarse de las aclaraciones filosóficas, como
tampoco la filosofía puede desligarse de la literatura desde que se desarrolla
en forma escrita.
Para esto toma parte el relato biográfico, donde puede escribirse sobre la
problemática verdadera y personal de un individuo, ciertamente asuntos
existenciales de carácter filosófico, pero a la vez la literatura como mediador se
vuelve algo esencial. Poniendo como ejemplo a Rousseau y sus Confesiones,
describe como la filosofía se vuelve parte de la literatura. Sin la literatura, como
medio escrito de la filosofía, los pensamientos de Rousseau no podrían formar
parte tan importante y trascendente en cuanto quedaría como influencia. El
hecho de que mencione las Confesiones, y no así uno de sus famosos tratados
políticos, es que aparte de que las Confesiones proponen un tema
existencialista, como son los conflictos personales y la auto exploración de el
como ser humano con valores morales y sociales, también influyó en el
desarrollo del romanticismo por la forma “expresiva” y profundamente clara de
mostrar emociones de consideración para todos.

La orientación inclusiva entonces, parece ser adecuada en cuanto a la relación


de la filosofía y la literatura. Al poner el medio escrito como base de transmisión
de asuntos filosóficos. Badiou también menciona que se podría descartar la
orientación estética por el mismo punto, es decir, en cuanto a su
representación escrita, la filosofía no dista de valerse de la misma herramienta
que la literatura, la cual no la transforma en objeto.
Además cuando habla de la hipótesis limite, habla de la subordinación de la
filosofía a la literatura, donde la “invención creadora es superior al concepto”. Si
se podría hacer una relación de esta hipótesis con la orientación de inclusión,
se podría decir que si dichos temas filosóficos, sean ficcionales o no, hablarían
de cuestiones filosóficas que se reflejaran de forma clara en la literatura, y
también despertarían cierto grado de sensibilidad al tema, que se logra en el
buen manejo de esos elementos literarios, como es el caso de Rousseau,
existe un equilibrio en cuanto a importancia, pero la literatura toma el papel
relevante por ser el medio de representación.

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