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EL PROCESO PENAL EN GUATEMALA

LUISRAMÍREZ, G USTAVOCETINA,
FERNANDO LÓPEZ, MIGUEL URBINA, CLAUDIA PAZ Y PAZ*
SUMARIO:
1. Introducción. 2. Situación actual de los derechos humanos. 3. Principios constitucionales
que informan el proceso penal. 3.1. Juicio previo. 3.2. Inocencia. 3.3. Defensa. 3.4. Ne bis in idem.
3.5. Publicidad. 3.6. Límites formales para la averiguación de la verdad. 3.7. La independencia e
imparcialidad de los jueces. 4. Derechos humanos y legislación procesal. 4.1. El juicio previo. 4.2.
Presunción de inocencia. 4.3. Derecho de defensa. 4.4. Publicidad y oralidad. 4.5. Límites del
estado para el ejercicio de la persecución penal. 4.6. Límites a la coerción del imputado. 4.7.
Derecho a ser juzgado dentro de un tiempo razonable. 4.8. Independencia judicial. 5.
Características del Código Procesal Penal. 5.1. Oficialidad y legalidad. 5.2. Oportunidad. 5.3.
Investigación a cargo del Ministerio Público. 5.4. El juez como contralor de garantías. 5.5. Control
judicial de la ejecución de la pena. 5.6. Excepcionalidad de la prisión preventiva y medidas
substitutivas. 5.7. Oralidad. 6. Principales problemas para la implementación del nuevo Código
Procesal Penal. 6.1. Defensa pública. 6.2. La víctima en el proceso penal. 6.3.Prisión preventiva.
6.4. Jurisdicción militar. 6.5. Organismo judicial, situación de la reforma procesal penal
guatemalteca. 6.6. El Ministerio Público. 7. Reformas al Código Procesal Penal. 7.1. Reformas que
atentan contra los principios constitucionales y los tratados y convenios en materia de derechos
humanos. 7.2. Reformas que pueden producir saturación o ineficiencia en el sistema de
administración de justicia. 7.3. Reformas innecesarias. 7.4. Reformas que ameritan su estudio y
aprobación. 8. Conclusiones.
1. INTRODUCCIÓN
La propuesta de esta investigación se centra en la administración de justicia como
garantizadora de los derechos humanos, y esta segunda parte en el proceso penal. Ello induce a
realizar una reflexión sobre la ausencia del sector justicia en la protección de los derechos
humanos en Guatemala. Esta reflexión debe enfatizar necesariamente en su falta de protagonismo
para ejercer el poder durante el período del terrorismo de Estado, e especial en la década de los
ochenta; también debe destacar su falta de acción en estos momentos, cuando se pretende
instaurar una democracia y existe un clamor generalizado para que la administración de justicia
asuma un papel protagónico.

Diferentes coyunturas locales y presiones internacionales, principalmente de Naciones


Unidas, provocaron un proceso de transformación en la administración de justicia. Este proceso se
inició con la entrada en vigencia del nuevo Código Procesal Penal, que configura, no solo un
cambio de legislación, sino principalmente una transformación cultural: de un sistema inquisitivo a
uno acusatorio formal.

Este cambio cultural se basa en una preocupación seria por la implementación de las
garantías constitucionales en la legislación procesal, de manera de tal que se haga realidad la
afirmación de que el proceso penal es derecho constitucional aplicado. Y sobre todo, implica una
preocupación por que la administración de justicia asuma el papel que le compete en la prevención
y deducción de responsabilidad de las graves violaciones a los derechos humanos.
Este cambio debe ser entendido como un proceso, en el cual es necesario tener siempre
* Investigadores del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala.

presente la capacidad de rehacer el sistema inquisitivo por medio de la cultura organizacional de


losdiferentes operadores del sistema. Sin embargo, lo anterior no implica que debamos
preocuparnosúnicamente por el retorno del sistema inquisitivo; también hemos de incorporar la
crítica constante alsistema de justicia para dotarlo de capacidad evolutiva.
El presente trabajo pretende incorporar algunos elementos al debate sobre la
administraciónde justicia. La situación de los derechos humanos parece un punto necesario de
referencia globalsobre la situación del país. El ámbito de protección de los derechos humanos en
laCons tituc ión y lostratados en esa materia ratificados por Guatemala, así como sus implicaciones
doctrinarias, sirvencomo un punto de partida para analizar cualquier legislación procesal; la forma
como las garantíasconstitucionales se desarrollan en el proceso penal y las características
generales de ese proceso enGuatemala, proporcionan el centro del análisis del presente
trabajo.Este marco de referencia: lasituación de los derechos humanos y la situación doctrinaria de
las garantías en el proceso penal, secomplementa con análisis de los principales problemas para la
aplicación del nuevo Código Procesal
Penal.
2. SITUACIÓN ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Para comprender en toda su dimensión el estado por el que atraviesa actualmente el
respetoa los derechos humanos en Guatemala, se hace imprescindible describir la dinámica de los
factoresque influyen en el escenario nacional durante el gobierno de Jorge Serrano.
En enero de 1991, tomó posesión como Presidente Constitucional de la República el
ingenieroJorge Serrano Elías, quien substituyó al licenciado Vinicio Cerezo. Jorge Serrano
comenzó a gobernarsometido a una fuerte presión.
En el nivel nacional, grupos no gubernamentales de derechos humanos —como el Grupo
deApoyo Mutuo; el Consejo de Comunidades Étnicas Runujel Junam; la Coordinadora Nacional
deViudas de Guatemala; la Iglesia, a través de la Oficina de Derechos humanos del Arzobispado—
o, enel ámbito gubernamental mismoel Procurador de los Derechos Humanos, reclamaban del
reciénelecto Presidente el respeto de los derechos humanos.
En el plano internacional, grupos como "Americas Watch", Amnistía Internacional,
"InterChurchs Comeettee on Human Rights Latin America" de Canadá, entre otros grupos
nogubernamentales, al igual que instituciones supraestatales, como las Naciones Unidas o la
ComisiónInteramericana de Derechos Humanos, observaban muy de cerca el comportamiento que
en materiade derechos humanos se desarrollaba en ese período de transición en Guatemala.
En este sentido debe recordarse que la Comisión de Derechos Humanos de la
Organizaciónde Naciones Unidas tiene ya 14 años de señalar a Guatemala como un país donde se
violan talesderechos; así lo ha informado en múltiples sesiones desde 1979.
En respuesta a esta presión, el gobierno de Serrano ofreció basar su mandato en dos
ejesfundamentales: el inicio de las conversaciones directas entre la Comandancia General de la
UnidadRevolucionaria Nacional Guatemalteca y el Gobierno, y el respeto de los derechos
humanos.
No obstante su ofrecimiento, apenas en los últimos días de abril de 1991, se produjeron,
en laciudad de Guatemala, los asesinatos de la dirigente política Dinora Pérez y del hermano
maristaMoisés Cisneros, y en los primeros días de mayo, el del coronel Anacleto Maza
Castellanos.
Pese a ello debe enfatizarse en que se empieza a notar un cambio de método en la
represión.En primer lugar, en el área rural el método de la masacre es substituido por el asesinato
selectivo. Y,en general, la intimidación empieza a hacerse presente como mecanismo represivo,
como seanalizará líneas adelante.
Otro de los esfuerzos del gobierno de Serrano para enfrentar la presión internacional consistió
presente la capacidad de rehacer el sistema inquisitivo por medio de la cultura organizacional de
losdiferentes operadores del sistema. Sin embargo, lo anterior no implica que debamos
preocuparnosúnicamente por el retorno del sistema inquisitivo; también hemos de incorporar la
crítica constante alsistema de justicia para dotarlo de capacidad evolutiva.
El presente trabajo pretende incorporar algunos elementos al debate sobre la
administraciónde justicia. La situación de los derechos humanos parece un punto necesario de
referencia globalsobre la situación del país. El ámbito de protección de los derechos humanos en
laCons tituc ión y lostratados en esa materia ratificados por Guatemala, así como sus implicaciones
doctrinarias, sirvencomo un punto de partida para analizar cualquier legislación procesal; la forma
como las garantíasconstitucionales se desarrollan en el proceso penal y las características
generales de ese proceso enGuatemala, proporcionan el centro del análisis del presente
trabajo.Este marco de referencia: lasituación de los derechos humanos y la situación doctrinaria de
las garantías en el proceso penal, secomplementa con análisis de los principales problemas para la
aplicación del nuevo Código Procesal
Penal.
2. SITUACIÓN ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Para comprender en toda su dimensión el estado por el que atraviesa actualmente el
respetoa los derechos humanos en Guatemala, se hace imprescindible describir la dinámica de los
factoresque influyen en el escenario nacional durante el gobierno de Jorge Serrano.
En enero de 1991, tomó posesión como Presidente Constitucional de la República el
ingenieroJorge Serrano Elías, quien substituyó al licenciado Vinicio Cerezo. Jorge Serrano
comenzó a gobernarsometido a una fuerte presión.
En el nivel nacional, grupos no gubernamentales de derechos humanos —como el Grupo
deApoyo Mutuo; el Consejo de Comunidades Étnicas Runujel Junam; la Coordinadora Nacional
deViudas de Guatemala; la Iglesia, a través de la Oficina de Derechos humanos del Arzobispado—
o, enel ámbito gubernamental mismoel Procurador de los Derechos Humanos, reclamaban del
reciénelecto Presidente el respeto de los derechos humanos.
En el plano internacional, grupos como "Americas Watch", Amnistía Internacional,
"InterChurchs Comeettee on Human Rights Latin America" de Canadá, entre otros grupos
nogubernamentales, al igual que instituciones supraestatales, como las Naciones Unidas o la
ComisiónInteramericana de Derechos Humanos, observaban muy de cerca el comportamiento que
en materiade derechos humanos se desarrollaba en ese período de transición en Guatemala.
En este sentido debe recordarse que la Comisión de Derechos Humanos de la
Organizaciónde Naciones Unidas tiene ya 14 años de señalar a Guatemala como un país donde se
violan talesderechos; así lo ha informado en múltiples sesiones desde 1979.
En respuesta a esta presión, el gobierno de Serrano ofreció basar su mandato en dos
ejesfundamentales: el inicio de las conversaciones directas entre la Comandancia General de la
UnidadRevolucionaria Nacional Guatemalteca y el Gobierno, y el respeto de los derechos
humanos.
No obstante su ofrecimiento, apenas en los últimos días de abril de 1991, se produjeron,
en laciudad de Guatemala, los asesinatos de la dirigente política Dinora Pérez y del hermano
maristaMoisés Cisneros, y en los primeros días de mayo, el del coronel Anacleto Maza
Castellanos.
Pese a ello debe enfatizarse en que se empieza a notar un cambio de método en la
represión.En primer lugar, en el área rural el método de la masacre es substituido por el asesinato
selectivo. Y,en general, la intimidación empieza a hacerse presente como mecanismo represivo,
como seanalizará líneas adelante.
Otro de los esfuerzos del gobierno de Serrano para enfrentar la presión internacional consistió

en el acatamiento de las recomendaciones del experto independiente en materia de


derechoshumanos para Guatemala, el alemán Christian Tomuschat, en el sentido de adecuar la
legislaciónpenal y la administración de justicia a los pactos y tratados internacionales de esa
materia. Así, pormedio del decreto 51-92, fue sancionado el primer instrumento que da vida a esta
reforma, la cualfuera iniciada por el ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el doctor
Edmundo VásquezMartínez. El nuevo Código Procesal Penal entró en vigencia el 1 de julio de
1994, con gravesproblemas en su implementación debido a la falta de recursos y a la carencia de
voluntad por parte delos operadores del sistema.
En cuanto a la situación de este período de transición, Gabriel Aguilera Peralta (1993), ofrece
algunos de los rasgos que lo caracterizan:
"Un capítulo particularmente sombrío de toda la transición en Guatemala es lapersistencia en la
violación a los derechos humanos. Los hechos no revisten laintensidad y la gravedad que se
registró en las peores coyunturas de terror, pero elmantenimiento del problema pone en cuestión la
legitimidad del orden democrático. Laincapacidad de los gobiernos civiles de restablecer
plenamente los derechos humanoses un efecto de la continuación de la guerra interna y representa
uno de los gravesobstáculos al avance de la transición. La estrategia gubernamental ha consistido
enincrementar la autoridad civil sobre las fuerzas armadas, fortalecer los medios deadministración
de justicia como el Ministerio Público y la mencionada reorganizaciónpolicíaca, todo lo cual ha
dado algunos resultados pero sin llegar a significar unaresolución de la cuestión, ya que muchas de
las violaciones a los derechos humanos seoriginan en la estructura del mismo Estado".
Como se apuntó líneas atrás, la lógica represiva cambia sustancialmente durante
laadministración de Serrano. Se instaura la intimidación en un amplio abanico de manifestaciones,
quevan desde las cartas y telefonemas anónimos, pasando por el ametrallamiento de casas y
lapersecución evidente, hasta la colocación de aparatos explosivos. Esta intimidación iba
dirigidaespecialmente en contra de la prensa, el movimiento popular, los sindicatos y trabajadores
dederechos humanos y organizaciones no gubernamentales. Evidentemente, debido a la
presiónnacional e internacional, las fuerzas de seguridad del Estado empezaban a medir las
consecuenciasde la represión.
Dentro del nuevo marco internacional, no había lugar a la represión indiscriminada de los
añosochenta. El costo de una ejecución extrajudicial, sobre todo en el área urbana y su
correspondientedenuncia ante los tribunales de justicia y en el nivel internacional, era muy alto para
el gobierno.
En cambio, la intimidación cumplía con el propósito de neutralizar a los líderes. Este tipo
detortura psicológica los inhibía de continuar participando en sus actividades y los obligaba, en
algunasocasiones, a modificar su actitud o exiliarse para proteger sus vidas.
En este sentido, el “Informe de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado”, de 1993,
indica:"El recurso de la violencia es un argumento en disputa dentro del Ejército. Se emplea,
gradúa y readecúa según balance, costo-beneficio y por las relaciones internas de
fuerza."
El deterioro del gobierno de Serrano Elías se precipitó rápidamente, al extremo de que, a
tansolo dos años y tres meses, empezó una grave convulsión social, en la cual participaron
sectorespopulares y sindicales que protestaban contra la anunciada alza de la energía eléctrica y
contra elelevado costo de la vida. Esta circunstancia trajo como consecuencia una crisis de
gobernabilidad,que se agravó con el asesinato del estudiante de educación media Abner Abdiel
Hernández Orellana ycon el atentado contra la vida del diputado Obdulio Chinchilla Vega.
municipio de Villa Canales. En el caso de la explosión de una carga de dinamita en una agencia de
la
Empresa Eléctrica, la guerrilla negó su responsabilidad en el hecho.
Asimismo, los enfrentamientos militares continuaron. Especialmente en la zona norte
deldepartamento de El Quiché y en el norte del departamento de Alta Verapaz, estos fueron
continuos.Esporádicamente se dieron en Sololá, Quetzaltenango, Huehuetenango, San Marcos
ySuchitepéquez; allí la guerrilla se presentó en diferentes poblados y efectuó emboscadas en
contra detropas militares. En el departamento del Petén fueron emboscados camiones cisternas
quetransportaban petróleo, el cual luego fue derramado.
En el plano social sectores populares, sindicales y estudiantiles participaron en marchas
deprotesta en contra de la anunciada alza de la energía eléctrica, del elevado costo de la vida y de
lacédula estudiantil. Aquí la violencia tuvo su cúspide con el asesinato del estudiante Abner
Hernándeza manos de un guardaespaldas de un diputado del Congreso de la República.
Los resultados de las elecciones municipales dieron como ganador al gobernante
partidoMovimiento de Acción Solidaria. Pese a que el abstencionismo llegó a un 82%, esto fue
suficientepara que el presidente Serrano, conocido por su tendencia mesiánica, se creyera
fortalecido ydecidiera concentrar el poder en sí mismo.
En este contexto, el 25 de mayo de 1993, el Presidente Jorge Serrano Elías disolvió, a
travésde las "Normas temporales de gobierno", el Congreso de la República, la Corte Suprema de
Justicia yla Corte de Constitucionalidad, a la vez que destituyó al Procurador General de la Nación
y alProcurador de los Derechos humanos.
El golpe de estado evidenció el alto grado de debilidad del Gobierno de Serrano. En
primerlugar, porque no entendió la lógica del apoyo a los estados democráticos, aunque estos sean
débiles,implementada por el Gobierno de los Estados Unidos. Y en segundo lugar, porque
desestimó la fuerzaque podían cobrar los grupos de presión internos.
Otro error cometido por el exmandatario consistió en sobreestimar el apoyo que el
Ejércitopodía brindarle. En aquel momento, el Ejército corría el peligro de que el terreno ganado
con la victoriadel conflicto armado interno, que ellos proclaman desde 1983, se perdiera en el
terreno político, al serseriamente cuestionada por la instalación de mecanismos de verificación
inmediata en materia dederechos humanos y una comisión de la verdad. A las fuerzas armadas les
convenía más apoyartibiamente a su comandante en jefe, mostrando con esto una cara de
institucionalidad al tiempo quedejaban que un gobierno desprestigiado se cayera por sí mismo;
todo ello con la finalidad de actuarluego según el ritmo de los acontecimientos.
El sector económico, por su parte, también pareció esperar el desenlace de los hechos. En
unprimer momento, se distinguió un grupo que quiso aprovechar la coyuntura para copar
instanciasimportantes como el Ministerio de Educación o la Secretaría de Planificación Económica
(SEGE-PLAN). Sin embargo, otro grupo, con una mejor visión, evidenció un trabajo de oposición al
golpe, conel objeto de frustrarlo. Esta última decisión se precipitó claramente por el anuncio de
Estados Unidos,la Comunidad Europea y Japón de suspender la ayuda bilateral a Guatemala.
Por otro lado, el sector popular halló como pieza fundamental de su lucha a la figura
deRigoberta Menchú, quien logró aglutinar a su alrededor las distintas fuerzas de este sector. Una
seriede manifestaciones en repudio al golpe, realizadas en condiciones adversas —pues
derechoshumanos como las libertades de expresión y asociación habían sido suspendidos—,
fueron suficientespara manifestar las contradicciones por las que atravesaba el Gobierno.
Aunque importante entre los factores que provocaron la dimisión de Serrano, el
movimientopopular no fue capaz, a posteriori de mantener posiciones sólidas y propositivas al
entrar ennegociaciones con los sectores empresariales y políticos, dentro de la Instancia Nacional
de Consenso.

Los medios de comunicación, que habían sufrido constantemente críticas y


hostigamientodurante el Gobierno de Jorge Serrano, jugaron asimismo un importante papel en el
derrocamiento deéste. No obstante que las "Normas temporales de gobierno" habían suspendido la
libertad deexpresión, medios informativos como la revistaCrónica, el diario La Hora, el diario Siglo
XXI y eltelenoticiero Tele Prensa, cumplieron, en franca desobediencia de aquell normativa, con su
deber deinformar de los acontecimientos a la ciudadanía y de proferir duras críticas en contra el
gobiernoautoritario que pretendía instalarse.
Probablemente uno de los sectores internos más importantes fue el jurídico. Su papel se
ilustra en la reseña que de su participación editó el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala:
"La misma tarde del 25 de mayo, la Corte de Constitucionalidad, integrada por losMagistrados
Epaminondas González Dubón, Adolfo González Rodas, Jorge MarioGarcía Laguardia, Gabriel
Larios Ochaita, Carlos Enrique Reynoso Gil, quien sustituyó ala magistrada Josefina Chacón de
Machado, quien abandonó el pleno, RodolfoRohrmoser Valdeavellano y José Antonio Monzón
Juárez, emitió la histórica sentencia enla que se declaró inconstitucional el decreto que contenía
las ‘Normas Temporales deGobierno’ la que quedaba sin vigencia y dejaban de surtir efecto."
Jorge Serrano, ante la presión que se ejercía sobre él, pensó entonces en dar a la
situaciónuna salida con apariencia de legalidad, y consultó al Tribunal Supremo Electoral sobre el
plazo máscorto para llamar a una consulta popular. Una vez más cometió un error de cálculo, pues
dichotribunal, en lugar de fijar algún plazo, rechazó su solicitud en virtud de que una consulta
popular, aligual que la elecciones, debían realizarse en un ambiente de libertad plena y vigencia de
los derechosconstitucionales.
Una segunda resolución de la Corte de Constitucionalidad se emitió el 30 de mayo,
comoconsecuencia de que Serrano se negara a la publicación de la primera en el Diario de Centro
América.En esta resolución la Corte ordenó a los ministerios de Gobernación y de la Defensa, que
cumplieranla sentencia y que se publicara en el Diario Oficial.
La tercera resolución emitida por la Corte de Constitucionalidad declaró que el
entoncesVicepresidente se hallaba inhabilitado para ocupar el cargo de Presidente, pues
existíacorresponsabilidad en su persona, por haber apoyado a Serrano Elías en sus actos
inconstitucionales.Asimismo, dicha resolución le fijó un plazo de 24 horas al Congreso de la
República para elegir unnuevo Presidente, ante la falta absoluta de Presidente y Vicepresidente.
El Congreso eligió como Presidente al hasta entonces Procurador de los Derechos
humanos,Ramiro de León Carpio. Con su elección, se puede decir que se consumó un movimiento
de rescatede laConstitución y, con ella, del proyecto político iniciado en 1986. Vale decir, entonces,
que con ellase rescató también el modelo de gobierno condicionado que los militares entregaron a
los civiles; esteconvalida un decreto de amnistía, a la vez que contempla que la seguridad interior
es tambiénresponsabilidad del Ejército y la existencia de un fuero militar.
Gobierno de Ramiro de León Carpio
Al poco tiempo de asumir el poder, Ramiro de León Carpio, mostró, en el lenguaje
utilizado,los primeros cambios entre su posición de Procurador de los Derechos Humanos y la de
PresidenteConstitucional de la República: abandonó su discurso de derechos humanos por uno
más mesuradode seguridad ciudadana.
Por otra parte, retomó dos asuntos que fueron fundamentales en la agenda de Serrano Elías:
el diálogo y la depuración de los organismos del Estado.
En cuanto al diálogo, el Gobierno lanzó una primera propuesta que contemplaba la

participación de la Organización de Naciones Unidas como mediadora en el conflicto, y la


presenciaen Guatemala de los comandantes de la URNG. Esta propuesta se desechó rápidamente
debido a laoposición que se dió dentro del Ejército.
Posteriormente, el plan de paz fue modificado excluyendo de su agenda la presencia de
loscomandantes guerrilleros en el país. Este plan se edificó sobre dos ejes básicos: por un lado,
sediscutiría directamente con la representación guerrillera los temas relativos al cese al fuego; y
por elotro, en lo que en ese momento se denominó la "instancia nacional de consenso", los
temas sustantivos.
El asunto de la depuración de los organismos del Estado significó un serio desgaste para
elGobierno, pues no logró de este los resultados políticos que esperaba. Además, este tema no
terminóhasta que, en noviembre, la Conferencia Episcopal de Guatemala hizo un llamado al
diálogo y a lareflexión para cesar las hostilidades, que estaban generando un clima de
inestabilidad.
En ese momento se inició un diálogo que trajo como resultado una serie de reformas a la
Constitución. Entre ellas las más importantes son: el reforzamiento de la capacidad de fiscalización
del
Poder Legislativo sobre el Ejecutivo; el acortamiento del período del congreso actual por medio de
unaconvocatoria a elecciones para integrar uno nuevo que finalice este; el acortamiento del
período delgobierno en general, de 5 a 4 años, a partir del próximo; la inclusión de reformas
económicas dentrode las constitucionales; y mediante el artículo 19, la reforma del inciso "c" del
artículo 191, con lo cualse elimina la corresponsabilidad del Vicepresidente con el Presidente en la
dirección y política delGobierno.
Para la aprobación de las reformas constitucionales, se llamó a un referéndum el 30 de
enerode 1994, en el cual fue patente la indiferencia del pueblo de Guatemala, pues menos del 15%
de lapoblación acudió a las urnas electorales.
Paralelamente a todos estos acontecimientos políticos, las violaciones de los derechos
humanos, continuaron bajo este nuevo gobierno.
Uno de los hechos de violencia más importantes registrados en 1993, fue el asesinato
delpolítico y empresario Jorge Carpio Nicolle, cometido el 3 de julio, durante un momento político
muyespecial. Poco antes del día de su asesinato, se había removido al primer Ministro de la
Defensa queestuvo en funciones en este gobierno; el presidente no había completado su gabinete.
Por otro lado suasesinato fue cometido mes y medio después del golpe de Estado que intentara
efectuar SerranoElías, durante el cual Jorge Carpio tuvo una participación muy activa; por ejemplo
en su calidad dedirigente político, se opuso a que el Congreso pasara una ley de amnistía, para
exculpar a lospromotores del golpe. También hay que apuntar que el actual Presidente, Ramiro de
León Carpio, erasu primo hermano.
Apenas un mes después de asumida la presidencia por de León Carpio, se empezó a
notarque las violaciones de los derechos humanos se incrementaban. Al igual que en el período
deSerrano, se continuaron cometiendo aquellas violaciones que atentaban contra el derecho a
laseguridad personal. La intimidación en todas sus manifestaciones siguió presentándose. Sin
embargo,en áreas urbanas se detectaron secuestros temporales que vinieron a agravar las
violacionesmeramente intimidatorias, pues a los valores vulnerados se sumaban el de la libertad y
el de laintegridad física.
En tal sentido, fue evidente que en el área urbana se emplearon esta clase de secuestros, en
su mayoría con características similares. En relación con esto, el informe anual de la Oficina de
Derechos Humanos del Arzobispado correspondiente a 1994, agrupó las características similares,
de
la manera siguiente:
a)“La víctima recibe avisos (llamadas telefónicas, anónimos, vigilancia evidente en su
domicilio y lugar de trabajo) investigación del hecho. Para hacer efectiva esta disposición debe,
además, hacer las peticiones necesarias según las circunstancias, aun en favor del imputado (art.
108 y 289 CPP). La Ley Orgánica del Ministerio Público define, asimismo, como una de los
postulados de su ejercicio el actuar con imparcialidad.

4.2.3.Reserva de la investigación
Como consecuencia del principio de inocencia del imputado y del tratamiento como tal,
lainvestigación debe evitar en lo posible las consecuencias que el hecho de la persecución
penalacarrea al perseguido.
En primer término el CPP dice: Artículo 314. Carácter de las actuaciones. Todos los actos
dela investigación serán reservados para los extraños (...) Las actuaciones sólo podrán ser
examinadaspor el imputado, las demás personas a quienes se les haya acordado intervención en
elprocedimiento, los defensores y los mandatarios (...) quienes tengan conocimiento de las
actuacionescumplidas durante la investigación, estarán obligados a guardar reserva...”
En este mismo sentido, el último párrafo de la Ley Orgánica del Ministerio Público señala:
"ElMinisterio Público y las autoridades bajo su dirección, no podrán presentar a los medios
decomunicación a detenido sin autorización del juez competente”.
Pese a lo anterior, en la práctica constantemente se presenta en los distintos medios
decomunicación, a personas sujetas a proceso. Sin duda esto se debe a la falta de claridad, en
elsentido de prohibición expresa en la ley, o a falta de una interpretación restrictiva sobre ese
aspecto.
4.3. DERECHO DE DEFENSA
Genéricamente laCons tituc ión nacional indica, en su artículo 12, sobre el el derecho de
defensa, que “la defensa de la persona y sus derechos son inviolables". A su vez, el Código
Procesal
Penal, en el artículo 20, prescribe al respecto que: "La defensa de la persona o de sus derechos es
inviolable en el proceso penal. Nadie podrá ser condenado sin haber sido citado, oído y vencido
enprocedimiento preestablecido y ante tribunal competente, en el que se haya observado
lasformalidades y garantías de ley".
Con el objeto de operativizar el derecho de defensa dentro del procedimiento penal, el
CPPotorga al imputado la facultad de hacer valer sus derechos por sí mismo o por medio de
defensor,desde el primer acto del procedimiento dirigido en su contra. A tal grado se contempla
esta garantía,que para el imputado es un derecho inviolable, y para el Estado, una obligación (por
ejemplo, elEstado debe proporcionarle defensor a la persona que no pueda proveerse de uno
privado).
Es tal la importancia de la defensa dentro del desarrollo del proceso, que su ausencia
significala nulidad de este. Y bajo tal concepto es concebida la garantía dentro del proceso
penalguatemalteco actual, pues puede ejercerse el derecho en todos los actos del procedimiento.
4.3.1. Declaración del imputado
Como parte del derecho de defensa, el CPP contempla la libertad de declaración
delsindicado; incluso el artículo 15 la recoge como una garantía procesal básica: "Declaración libre.
Elimputado no puede ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable...".
Con el objeto de hacer efectivo el derecho de defensa en el momento de la declaración
delsindicado, la ley ordena, entre otras cosas: comunicar al sindicado, con detalle, el hecho que se
leatribuye; y advertir de su derecho a proveerse de defensor e incluso del derecho a no declarar.
Eneste acto pueden dirigir preguntas el Ministerio Público, el defensor y el juez.
No puede de forma alguna viciarse o inducirse la declaración del sindicado en perjuicio de sí
mismo; con este objeto las preguntas que se le dirijan deben ser claras y precisas (artículos 81, 82,

84, 85 y 86 del CPP).


Del capítulo II, sección segunda, del CPP, puede deducirse que el acto de la declaración
delsindicado se constituye no solo en una forma de adquirir información para la preparación del
juicio,sino principalmente en una forma de proteger el derecho de defensa del imputado. Tal
disposición secontrapone a la legislación anterior, en que la declaración del sindicado constituía el
medio deinvestigación más importante, pues la sola confesión bastaba para declarar la culpabilidad
delperseguido.
Lo anterior daba como resultado que la actividad del juez instructor tratara, dentro de
lainvestigación, de conseguir las confesiones de los sindicados, en las que realmente se basaban
lassentencias, menoscabando así el uso y el resultado de los otros medios de la investigación.
Por supuesto, esta deformación significo, en gran número de casos, fallos arbitrarios, o bien,
fallos que alimentaban la impunidad.
4.3.2. Defensa técnica
La ley ordinaria contiene, en lo relativo al instituto de la defensa, dos formas de ejercerla: la
defensa por sí mismo y la defensa técnica.
La primera se permite solo en el caso de que el imputado lo desee y no se perjudique con ello
los resultados que pueda conseguir una defensa técnica.
La defensa técnica debe ser ejercida por abogado. El imputado puede elegir al defensor de
supredilección, o bien el juez debe nombrarle uno de oficio, con el objeto de garantizar la
defensa,cuando por cualquier circunstancia no pueda proveerse de uno, e incluso puede nombrarlo
en contrade la voluntad del imputado (artículos 92 y 93 del CPP).
Pero, aun gozando de abogado defensor, el imputado está facultado para formular solicitudes
y observaciones.
En lo referente al defensor, se estipula que debe atender a las disposiciones de su
defendido,pero que en el ejercicio de su cargo actuará bajo su responsabilidad. El artículo 101 se
constituye enla regla que protege el derecho específico del imputado y el buen ejercicio de la
defensa técnica; dichanorma faculta a defensor e imputado a pedir, proponer o intervenir en el
proceso con las limitacionesque la ley señala.
Un paso importante en la nueva legislación consiste en que se prohíbe, al defensor,
eldescubrir circunstancias adversas al defendido, en cualquier forma que las haya conocido. Con
ello sepone término a la idea de que el defensor es, en cierta medida, auxiliar del juez, y se aclara
que sufunción consiste en velar por los intereses de su defendido.
4.3.3.Conocimiento de la imputación
El derecho de defensa lleva implícito el derecho del imputado a conocer la información del
hecho que se le atribuye y a expresarse libremente sobre este.
Sobre el derecho a conocer la información, puede decirse, parafraseando a Julio Maier, que
para poder defenderse es necesario conocer la existencia de algo de qué defenderse.
En el Código Procesal Penal la imputación necesaria juega su papel fundamentalmente en
momentos procesales claves para el ejercicio de una defensa efectiva.
El primero lo constituye la declaración del sindicado. Con respecto a ella, la ley ordena, en el
artículo 81, lo siguiente: "Advertencias preliminares. Antes de comenzar las preguntas se
comunicarádetalladamente al sindicado el hecho que se le atribuye, con todas las circunstancias
de tiempo, lugary modo, en la medida conocida; su calificación jurídica provisional, un resumen de
los elementos deprueba existentes, y las disposiciones penales que se juzguen aplicables".

Otro lo constituye el momento de la acusación, contemplada en el artículo 332 delCódigo


Procesal Penal, y que regula con detalle su contenido y forma. En este momento tienen efectividad
dos circunstancias importantes para el ejercicio de la defensa. Una la constituye el hecho de que
elMinisterio Público no puede acusar sin antes haber oído al sindicado. Y la otra, que el hecho
objeto deinvestigación y posible hecho por el que se realizará un juicio y del cual se acusará al
sindicado, hasido promovido por un órgano ajeno al Juez, el Ministerio Público, diferencia de suma
importancia enrelación con el procedimiento derogado y que tiende a hacer efectiva la
imparcialidad del juzgador.
Durante el juicio, en la fase del debate, se debe señalar nuevamente al acusado el hecho por
el que se hace el juicio y que se le atribuye (artículo 370).
4.3.4.Intervención en la etapa preparatoria, procedimiento intermedio y posibilidad de aportar
pruebas en el juicio
Para que el derecho de defensa sea real, el ser escuchado debe acompañarse del poder
actuar, del poder intervenir.
Ya en la primera declaración dentro del procedimiento preparatorio o en cualquier etapa
deeste, el imputado puede indicar los medios de prueba que considere oportunos para la
contribución asu defensa. También puede protestar la prueba que considere inadmisible, o
impugnar las diligenciasen las que no se hayan cumplido las formalidades legales. No debe
olvidarse que esta facultad puedeser ejercida por el perseguido o por su defensor (artículo 183).
Como ya se apunto aquí, el imputado o su defensor pueden proponer, al Ministerio
Público,medios de investigación en cualquier etapa del procedimiento preparatorio, con la
posibilidad derecurrir ante el juez en caso de que aquel se niegue a diligenciarlas. También
sindicado y defensortienen derecho a asistir a los actos en que se desarrollen las diligencias de
investigación y pedir quese hagan constar las irregularidades y defectos que considere pertinentes
En lo que se refiere al procedimiento intermedio, el Código Procesal Penal faculta, al
imputadoy a su defensor, a ejercer control directo sobre la acusación, con la amplitud necesaria
para que estecontrol sea efectivo. Así, la ley dice que, luego de formulada la acusación, aquellos
podrán: señalarvicios formales, plantear excepciones, formular objeciones contra los
requerimientos del MinisterioPúblico y pedir que se practiquen medios de investigación que no se
hayan realizado.
La figura del defensor y su posibilidad de intervenir en el proceso, adquiere
especialimportancia en el momento del juicio. Ya en el inicio se faculta a "las partes" para que
aporten pruebasal juicio, pues la ley permite el ofrecimiento de pruebas o la solicitud de anticipo de
estas. Dichadisposición posibilita que el defensor proponga todas las pruebas de descargo que
desee de acuerdocon su estrategia de defensa.
El artículo 353 del CPP permite la división del debate, según la gravedad del delito que
sejuzgará, por pedido del Ministerio Público o del defensor. En la primera parte —dispone el
artículomencionado— se discutirá lo relativo a la culpabilidad del acusado, y en la otra parte lo
referente a lapena o medidas de seguridad y corrección. En estas discusiones el defensor, con el
fin defundamentar, puede ejercer el control de las pruebas, aportar sus pruebas de descargo y
hacer lasvaloraciones jurídicas necesarias.
Ya en la fase del debate, el procesado puede manifestar lo que quiera en relación con
elhecho del que se le acusa. Puede asimismo, durante el transcurso del debate, hacer
lasintervenciones que considere necesarias, con asesoría de su defensor.

En el caso de que el Ministerio Público amplíe la acusación, el acusado tiene la facultad


depedir la suspensión del debate, con el fin preparar su defensa en relación con los nuevos
hechosobjeto de juicio.
Nuevamente la defensa puede ejercer sus funciones de valoración jurídica y control de
laspruebas, al finalizar el debate. Al terminar este, se procede a la discusión final, en la que las
partestienen la facultad de manifestarse con respecto al desarrollo del debate y de emitir sus
conclusiones(artículo 382).

El nuevo Código Procesal Penal modificó la competencia de los juzgados militares. Limitó
laaplicación del Código Militar a los delitos y faltas esencialmente militares. Para los delitos
comunes ylos delitos militares conexos con los comunes, se aplica el Código Procesal Penal; la
investigaciónpreparatoria corresponde al Ministerio Público, es controlada por jueces militares de
investigaciónnombrados por la Corte Suprema de Justicia, y el juicio oral y público lo realizan
consejos de guerra,integrados por el tribunal de sentencia y dos oficiales superiores del Ejército.
Sin duda, la reforma realizada por el nuevoCódigo significó un avance. No obstante, el tema
aún no se encuentra resuelto, por varias razones importantes.
La primera razón estriba en el hecho de que el Código Militar de 1871 continúa vigente
paralos delitos y faltas militares. Este cuerpo normativo adolece de claras inconstitucionalidades,
quepueden resumirse en que no garantiza el derecho de defensa, infringe el principio de inocencia,
limitala participación de la víctima y desvirtúa la independencia judicial.
El segundo motivo radica en que los jueces militares de investigación y del
procedimientointermedio así como los vocales militares de los tribunales de sentencia, son
nombrados por la Corte,pero de una terna propuesta por el Ministerio de la Defensa, el cual de esta
forma, puede ejercerinfluencia sobre ellos.
Como tercera causa puede citarse el que los gastos de la justicia militar son cubiertos por
elMinisterio de la Defensa, lo cual desvirtúa toda la independencia presupuestaria del
organismojudicial. En la práctica, esto ha generado que los jueces militares de investigación se
encuentren eninstalaciones militares, situación que de nuevo se presta para que, tanto ellos
mismos como el restode las personas relacionadas con los procesos, sean intimidados o
influenciados.
6.4.3. Consecuencias
La existencia del fuero militar atenta contra el principio de igualdad ante la ley. A través
deeste se constituye un grupo especial de la comunidad que debe responder ante leyes especiales
y serjuzgado por tribunales también especiales. El fuero militar es un privilegio estamental
absolutamenteincompatible con los principios democráticos de ejercicio del poder, pues mediante
él, se establece ungrupo de ciudadanos superiores al resto de la comunidad y que merece un trato
especial.
Por otra parte, el ejercicio de la jurisdicción por miembros del Ejército o personas que
seencuentran sujetas a su influencia, permite que un grupo social distribuya las sanciones penales
deacuerdo con su conveniencia. Como se observó, las sanciones impuestas por la justicia
militardependen de a quién se juzga, y no de la gravedad de la conducta objeto del juicio.
El fuero militar tergiversa completamente los fines útiles del sistema penal. Por ejemplo,
laprevención general positiva, una de las principales funciones de la pena, delimita cuáles son
losvalores vigentes en la sociedad, a través del castigo a quien los infringe. Pero el mensaje que
lostribunales militares dan a la sociedad, de acuerdo con los casos citados,es que, un teniente
tienederecho a matar, mientras que el simple robo de unas botas que el sindicado cree propias
esduramente castigado.
Se hace indispensable derogar el Código Militar, vigente desde el siglo XIX. También,
reducirla competencia de los tribunales militares a los delitos y faltas estrictamente militares, los
cualesdeberán ser juzgados por el procedimiento común ya que este es respetuoso de las normas
deldebido proceso. Y para el caso de los delitos comunes y los delitos militares conexos,
esindispensable que se encuentren a cargo de jueces civiles libres de cualquier interferencia del
podermilitar.
6.5.
ORGANISMO JUDICIAL Y SITUACIÓN DE LA REFORMA PROCESAL PENAL
GUATEMALTECA

El Código Procesal Penal que cobró vigencia el 1 de julio de 1994, significa un cambio
trascendental en la forma utilizada por el Estado para ejercer el poder coercitivo.
Esta transformación comprende no sólo la introducción de mecanismos que permiten
protegerán mejor forma las garantías de juicio previo, defensa y debido proceso sino el
establecimiento deformas que operativizan los principios de inmediación, concentración,
independencia judicial y publicidad. Además, con el otorgamiento, al Ministerio Público, del
monopolio de la acción penal, se configura un sistema de administración de justicia “acusatorio
formal”, que responde a los principios republicanos y democráticos de gobierno.
La vigencia de la ley procesal inició con una serie de carencias y oposiciones que,
justificadaso no, han incidido en los problemas que se enuncian en el desarrollo del informe. Por
ello, se hacenecesaria una evaluación empírica que, además de la interpretación de datos, recoja
los problemasque deja entrever la forma como es aplicada dicha legislación.
Así, la valoración hecha en este informe comprende otros aspectos relevantes para
laadecuada vigencia delCódigo; tal es el caso de situaciones fácticas que han incidido en la
correctaaplicación de la ley procesal.
6.5.1.Incidencia de la organización de los tribunales del ramo penal en la vigencia delCódigo
Procesal Penal
6.5.1.1. Antecedentes y programas formulados: La Unidad de Planificación y Transformación de
laJusticia Penal preparó proyectos de reorganización de competencias, con el fin de hacer
transparentey ordenar en mejor forma los ámbitos territoriales en los que ejercen jurisdicción los
juzgados de paz,de primera instancia y salas de la Corte de Apelaciones, lo mismo que los
instrumentos de creación delos órganos jurisdiccionales que contempla elCódigo (los tribunales de
sentencia, juzgados denarcoactividad, juzgados de delitos contra el ambiente, juzgados de
ejecución penal y juzgadosmilitares de primera instancia).
Los proyectos se formularon tomando como base lo siguientes factores. Por un lado,
laeconomía de recursos humanos, físicos y materiales. Por el otro, la facilidad de acceso de
lapoblación a los órganos jurisdiccionales, y del juez hacia los diferentes lugares del territorio sobre
elcual ejerce jurisdicción. También se consideró la equidad en la cantidad de casos a cargo de
cadajuez. Estos principios tenían por objeto establecer una estructura que fuera dinámica y que
garantizarala positividad de los principios que informan la legislación procesal.
Tales proyectos se discutieron con diferentes sectores y se presentaron a la Corte
Supremade Justicia, la cual modificó sustancialmente los proyectos presentados, en especial los
de Juzgadosde Primera Instancia (acuerdo 8-94), Tribunales de Sentencia (acuerdo 9-94), Salas
de la Corte deApelaciones (acuerdo 10-94), Juzgados de Ejecución (acuerdo 11-94), Juzgados
Militares (acuerdo13-94) y Juzgados de Paz (acuerdos 14-94 y 15-94).
6.5.1.2. Independencia judicial: El sistema de organización judicial continúa siendo, en Guatemala,
un
sistema jerárquico que atenta contra la independencia judicial, consignada en el artículo 203 de la
Constitución Política de la República.
El artículo 56 de la Ley del Organismo Judicial establece que "Supervisar los Tribunales de
laRepública es función de la presidencia del Organismo Judicial y también la ejercerá cada Tribunal
conrespecto a los del grado inferior que le estén directamente subordinados...". El efecto de esta
normaes la sujeción de los órganos encargados de administrar justicia al criterio de los órganos de
superiorgrado.
Es paradigmático ver los alcances de la legislación guatemalteca en esta materia y la
formacomo se violenta el principio de independencia judicial, ya que la norma antes citada indica,
en elpárrafo tercero: "Además la supervisión se realizará sobre expedientes en trámite y sobre
expedientes fenecidos para determinar la recta y cumplida administración de justicia, la capacidad
y prontitud delos Jueces y Magistrados en el ejercicio de sus funciones, la imparcialidad con que
son tratados losnegocios judiciales que ante ellos se tramitan y la observancia de los plazos y
formalidades esencialesdel proceso."

La norma de mérito, en el párrafo sexto, preceptúa: "En el ejercicio de sus funciones,


laSupervisión General de Tribunales tendrá las más amplias facultades de investigación, en cuyo
casotodos los actos que realice para llevar a cabo las mismas, están exentos de cualquier tipo
deresponsabilidad penal y civil...".
Las posibilidades de injerencia de la Corte Suprema de Justicia se ven reflejadas en las
atribuciones y discreciones que tiene para nombrar, permutar, trasladar y ascender a jueces.
Respecto de la remoción "procede cuando se observe conducta incompatible con la
dignidadaneja a la judicatura, cuando la Corte Suprema por votación acordada en mayoría absoluta
del total desus miembros estime que la permanencia del juez en el ejercicio de su cargo es
inconveniente para laadministración de justicia, y en los casos de delito flagrante".
Como se puede ver, la facultad de remover a los jueces es sumamente vaga y da lugar a la
arbitrariedad e inestabilidad de los órganos encargados de administrar justicia.
Por otra parte, es de hacer notar que existe una carencia de normas claras que regulen
lasustitución de los jueces en caso de impedimentos, excusas, recusaciones o ausencias de
cualquiertipo. Estas quedan a discreción de lo dispuesto por la Corte Suprema de Justicia, lo cual
atenta contrala garantía de juez natural, propia de los sistemas republicano y democrático.
6.5.1.3. Problemas derivados de la organización judicial:
a) Juzgados de paz. Los juzgados de paz son los órganos jurisdiccionales que
presentanmayores dificultades en cuanto a la determinación de su competencia funcional dentro
delprocedimiento penal, en especial, en lo que se refiere a las facultades que dichos órganos
tienen pararealizar actuaciones en sustitución de los jueces de primera instancia.
Se ha pretendido reglar la competencia funcional de los juzgados de paz a través
decirculares emitidas por la Corte Suprema de Justicia y la Presidencia del Organismo Judicial lo
queatenta contra el principio de independencia judicial5. Esto significa un avance ilegítimo en
lasfacultades constitucionales de la Corte Suprema de Justicia y de su Presidente, en tanto les
estávedado hacer interpretaciones generales de la ley o dictar normas generales, tarea exclusiva
dellegislador.
En la capital, existen 23 estructuras que funcionan como juzgados de paz. Tal
situaciónrepresenta para el Organismo Judicial un desperdicio de recursos humanos ya que, de
conformidadcon el artículo 44, estos órganos tienen competencia para conocer de las faltas y,
excepcionalmente,para actuar en lugar del juez de primera instancia (tomar primera declaración,
aplicar el criterio deoportunidad y coadyuvar en la investigación que realiza el Ministerio Público).
b) Juzgados de primera instancia. En la capital se estableció un sistema de
competenciaterritorial común para todos estos juzgados, tal y como se propuso en el proyecto
formulado por laUnidad. Sin embargo, no se implementó la organización administrativa que
agilizara y llevara controlde la distribución de casos (Oficina de Asignaciones); así también se dejó
un tanto oscuro elmecanismo por medio del cual se efectuaría tal distribución, lo que afecta la
garantía de"juez
natural".
En los departamentos se prorrogó la competencia territorial del anterior sistema y, por lo tanto,
5Oficio Circular 11-95OBC/AN, del 11 de febrero de 1995.

7.3. REFORMAS INNECESARIAS


En este apartado se consideran los planteamientos que carecen de significado de fondo.
Tales el caso de la adición al artículo 24, porque la competencia del juez de instancia para recibir
laquerella ya se encuentra regulada en los artículos 87, 302, 303 y 308 del Código Procesal Penal.
Las reformas al artículo 110, que contiene la síntesis de las facultades del Ministerio
público,ya han sido desarrolladas en el Código Procesal Penal, por lo que su existencia o
modificación noaltera el contenido de dicho cuerpo normativo.
Las modificaciones a los artículos 125, 129, 130, 131, 132, 135, 138, 278 y 378
introducenuna discusión de términos (reparación o daños por acción civil) irrelevante para los
problemas defondo. Al final, la acción civil o reparadora pretenden el mismo objetivo: el
resarcimiento a la víctimadel daño producido.
El artículo 144 limita la facultad del tribunal de sentencia para constituirse en cualquier
lugarde su competencia. Esto conlleva graves problemas económicos dada la carencias de
recursos en elOrganismo Judicial para la creación de lugares adecuados a efectos de realizar el
juicio oral. Estamodificación a su vez limita el principio de publicidad, propio del sistema de
administración de justiciaen un estado democrático y republicano.
El artículo 202 adiciona dos párrafos en los que fija un plazo para la devolución de
vehículos.Esta modificación es innecesaria puesto que elCódigo permite mayor agilidad en este
sentido. Elproblema planteado se resolvería si los operadores jurídicos funcionaran
adecuadamente. Deconformidad con dicha norma, la devolución de los bienes puede hacerse
inmediatamente sinnecesidad de fijación de plazo. Es necesario destacar que si los vehículos no
constituyen objeto deinvestigación, el Ministerio Público es el que debe devolverlos
inmediatamente, ya que tiene a sucargo la etapa preparatoria; de no proceder de dicha manera, el
funcionario que los detente incurriríaen el delito de apropiación y retención indebida.
La adición al artículo 78 contempla la posibilidad de que el reconocimiento personal
puedapracticarlo otro médico o persona con conocimientos en la materia. La adición de mérito se
encuentraregulada en el artículo 226 del Código Procesal Penal, que contiene las calidades de los
peritos, razónpor la cual deviene innecesaria y contradictoria.
7.4.REFORMAS QUE AMERITAN SU ESTUDIO Y APROBACIÓN
Dentro de ellas se encuentra la adición al artículo 87, la cual se refiere a operativizar
lagarantía de defensa cuando el imputado desea prestar información espontánea al Ministerio
Público.Si bien la garantía de defensa se encuentra contemplada en el artículo 12 de
la Constitución Política
de la República y, por tanto, dicha norma interpretada en relación con los artículos 16 y 20
del Código
Procesal Penal sería suficientes para hacerla valer ante cualquier autoridad, es importante hacer la
aclaración dentro del cuerpo normativo y, por ende, contemplar su aprobación.
Las modificaciones a los artículos 527 y 529 crean el Consejo de la Defensa Pública.
EsteConsejo vendría a congestionar la toma de decisiones y la inoperancia del Servicio Público
deDefensa. Se recomienda que, para su mejor funcionamiento, esta institución quede adscrita al
Colegiode Abogados. La reforma es interesante, no por los argumentos esgrimidos en la
exposición demotivos de las reformas, sino porque con ello se estaría fortaleciendo una institución
que al momentono ha sido apoyada adecuadamente.
Se sugiere que la implementación de reformas se sustente en la realización
deinvestigaciones empíricas que puedan indicar las deficiencias del sistema. Estas
investigacionespermitirían formular un proyecto de reformas a largo plazo que faciliten el
perfeccionamiento delsistema de administración de justicia penal. El objetivo de las reformas sería
corregir las deficienciasexistentes, pues las instituciones vinculadas a la administración de justicia
aún no se encuentran lo

suficientemente sólidas como para mostrar la operatividad del Código Procesal Penal con todas las
bondades y deficiencias de las cuales adolece.
8. CONCLUSIONES
1.El uso de la violencia ilegítima y el irrespeto de los derechos humanos individuales en
Guatemala,continúa siendo una de las principales formas de control y persecución política, por parte
deinstituciones estatales y paraestatales. Esto refleja la persistencia en el poder, de sectores
quesistemáticamente recurren a ella en diversas modalidades (intimidaciones directas o veladas,
cuandono la desaparición o el asesinato). Tradicionalmente, los órganos de control del Estado y
protección alos ciudadanos han sido incapaces de dar respuestas satisfactorias a estos desmanes de
violencia,que llegó incluso, en cierto momento, a tener el carácter de terrorismo de Estado.
2.Especialmente inoperantes en el control de la violencia política, han sido los agentes de la justicia. Aesto
se suma que la mayoría de sus intervenciones en conflictos entre ciudadanos significa
unagravamiento de estos, pues su proceder esta cargado de diversas distorsiones y
contradicciones,así como por procedimientos que, además de ser poco garantistas, resultan
violentos, burocráticos,corruptos, miopes ante la diversidad cultural, improvisados, lentos, etc.
3.La Constitución Política de 1985 y los instrumentos internacionales han sentado las bases para
lareconstrucción del orden jurídico nacional, desde un modelo y una concepción que tiene
comoprincipal referencia el respeto de la persona humana, principios de los mecanismos
democráticospara encarar conflictos sociales y la tendencia al desarrollo del estado de derecho.
Muchas de lasreformas legislativas aprobadas, entre otras el Código Procesal Penal, la Ley del
Ministerio Público yalgunos proyectos de ley, como el de Código Penal, responden a esta estrategia
democratizadora.
A esto deben agregarse los acuerdos de paz firmados entre el gobierno y la URNG que en
granmedida apuntalan el proceso de transformación del Estado, pues significan un compromiso,
enespecial de parte de las autoridades, de dar vía y apoyo a estas transformaciones.
4.La instauración del Estado va ligada al replanteamiento del actuar de los jueces, como agentes decontrol
del poder político y como protectores de los derechos de los particulares. La transformaciónde la
jurisdicción, exigida desde el marco constitucional, implica la reforma total y sustancial de lasleyes
procesales, sustantivas y de los reglamentos. En esa coherencia, el nuevo proceso penalresponde a
requerimientos de garantismo y eficacia. El modelo procesal que se ha planteado guardala lógica de
la persecución y sanción de los hechos delictivos, sin recurrir para ello a la violación delos derechos y
garantías individuales.
5.El nuevo procedimiento penal significa un cambio total en la forma de perseguir delitos y
aplicarsanciones por estos en el país. Ha planteado una cambio formal, de un procedimiento
inquisitivo auno con tendencia a formas acusatorias. Las reglas acusatorias traen consigo, además,
un nuevopapel para los sujetos procesales, pues los obliga a redimensionar su actuación o a
potenciarla. Eljuez hoy tiene como función principal la de ser custodio de las garantías de los
ciudadanos. Se haoptado, asimismo, por encargar al Ministerio Público el ejercicio de la acción penal,
con los objetivosfundamentales de introducir dentro del proceso un órgano especializado en la
actividad investigativay de colocar a los jueces en una posición de imparcialidad frente a los asuntos
que conocen,garantía esta —la de imparcialidad— que en el antiguo procedimiento era insubstancial.
Lapresencia del defensor de los imputados en el proceso constituye un presupuesto básico de
validez,al grado de que su actuación dentro de este es la contraparte necesaria para su desarrollo.
6.Por las razones señaladas, la implementación de la nueva legislación procesal ha sido hasta elmomento
traumática, ya que no sólo implica incorporar la oralidad sino también darle materialidad alas
garantías políticas del proceso (juicio previo, estado de inocencia, derecho de defensa, ne bis in
idem, publicidad etc.). Además, estas garantías tienen plena vigencia dentro del desarrollo de la
invesigación, lo que para el órgano encargado (Ministerio Público) ha tenido carácter de cambio total
en la forma de pensarse como institución y en sus maneras de actuación (baste recordar el exiguo

papel que los fiscales cumplían en procedimiento derogado). Hasta el momento, el Servicio
Públicode Defensa no ha podido responder en forma mínima a las exigencias de la nueva forma
deaplicación de la justicia, debido en gran medida las distintas carencias que este Servicio tiene.
Estasituación ha generado impaciencia en algunos sectores, que pretenden modificar elCódigo,
sinantes realizar los esfuerzos necesarios para realizar su implementación adecuada.
7.La deficiente preparación de los operadores del sistema jurídico nacional y la cultura jurídicaimperante
(reñida tradicionalmente con las formas democráticas de aplicación del derecho),constituyen otro de
los problemas que enfrenta la implementación del Código Procesal Penal y lareforma de la justicia en
general. Los diversos esfuerzos de capacitación hacia los operadores hanaliviado en mínima medida
esta situación. Por su parte, la respuesta de los centros superiores deenseñanza (universidades) ha
sido exigua en este campo.
Esto último representa un grave peligro, pues la transformación de la justicia sin cambios en
laideología jurídica de parte, al menos, de los operadores del sistema de justicia y su
capacitacióntécnica, limitará sobremanera los alcances sustanciales de la reforma
8.La Ley del Organismo Judicial es, tal vez, el principal obstáculo formal que la judicatura enfrenta parael
adecuado desempeño de sus funciones. La presidencia del Organismo Judicial, por estaley, sehalla
facultada para ejercer un conjunto de disposiciones y sanciones para los jueces, cuyo
principalresultado ha sido restarles independencia. Se suma a esto, la indebida práctica de la Corte
Supremade Justicia, de hacer interpretaciones de la ley mediante disposiciones administrativas
(acuerdos,circulares) obligatorias para los jueces. Ejemplo de ello es el caso del acuerdo girado a los
juecespara indicar quién esta asignado para aplicar la prisión preventiva.
9.El mal uso de la prisión preventiva causa distorsiones en el sistema penal, las cuales se traducen
enproblemas para la mayoría de los operadores de este. Por solo resaltar uno, los defensores y
fiscalesdesempeñan sus actividades bajo la presión, de que, dentro de los procesos que
siguenregularmente, hay personas detenidas, por lo cual restan importancia al resto de
investigaciones ydefensas a su cargo, y, por supuesto, nulifican la garantía de presunción de
inocencia. La prisiónpreventiva continúa siendo la regla y no la excepción.
10.Para el sistema penitenciario, el gran número de presos sin condena significa un elementodeformante,
pues resta presupuesto y espacio dentro de los centros de detención. Esta saturaciónimpide llenar
mínimamente las necesidades de los reclusos y hace imposible la resocialización que,por imperativo
constitucional, persigue la pena privativa de libertad en Guatemala. El 70% de lapoblación presidiaria
se encuentra detenida preventivamente.
11.El problema de la pluriculturalidad se ha limitado hasta el momento a un mero problema idiomático,
yaun en este campo los logros son mínimos. Se dejan de lado diversas instituciones, como
lanegociación,la resolución alternativa de conflictos, la vigencia real del principio de juez natural,
porejemplo. Esta última evitaría bastante, los constantes problemas que jueces ajenos causan en
lascomunidades. Es impostergable legislar en este campo, con el objeto de reconocer la existencia
delas formas alternativas al derecho estatal, especialmente en lo relacionado a la forma de
enfrentarconflictos entre miembros de las comunidades indígenas.
12.Hasta hoy el fuero militar ha servido para que quienes están sujetos a él burlen la aplicación de
lajusticia. La renovación del sistema jurídico del país y la democratización de la sociedad exigen
laeliminación de todos los fueros que vayan en contra del proceso. El fuero militar debe juzgar
delitosestrictamente militares. Los miembros del Ejército deben ser tratados en forma igualitaria al
resto dela población al cometer delitos comunes.

.
13.Los logros legales alcanzados enfrentan la amenaza de reformas legales improvisadas y cargadas
ideológicamente por campañas de ley y orden, que de ser aprobadas, trastocaran los diseños que la
reforma trata de implementar y resultarán al final en más violaciones de derechos.

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