Revista internacional de audición y lenguaje, logopedia y apoyo a la integración

(International Journal of hearing and speech, speech therapy and support for integration)
Volumen 1, Número 4, Septiembre 2010, ISSN 1989-970X

Pautas orientativas para la intervención del maestro de audición y lenguaje en dislalias.

(You indicative guidelines for the intervention of the teacher of hearing and language in
dislalias)

Mª Noelia Ocaña García

Maestra especialista en Audición y Lenguaje

Páginas 9-19
Fecha recepción: junio 2010 (aceptación agosto 2010)

Resumen Abstract

El maestro de audición y lenguaje es The teacher of hearing and language is

responsable en muchas patologías, pero las
más significativas y en las que tiene que
demostrar su profesionalidad son las
implicadas con la alteración del habla, por
ello, es importante tener en cuenta los
diversos pasos a seguir para que el
tratamiento sea el adecuado y conseguir de
este modo un resultado óptimo.
Es imprescindible tener en cuenta algunos
principios y pautas sobre evaluación,
organización, metodología,… puesto que si
no establecemos una línea de trabajo es
imposible que podamos lograr unos buenos
resultados.
responsible in many pathologies, but the most
significant and in that it has to demonstrate
his professionalism they are the implied ones
with the alteration of the speech, for this
reason, it is important bear the diverse steps
in mind to continuing in order that the
treatment should be the suitable one and to
obtain thus an ideal result.
It is indispensable bear some beginning and
guidelines in mind on evaluation, organization,
methodology, … since if we do not establish a
line of work it is impossible that we could
achieve a few good results.

Palabras clave: dislalia, intervención, Keywords: Dislalia, intervention, Areas of the

ámbitos del lenguaje, organización language, organization

9
Introducción.
El logopeda necesita disponer de una base
teórica sobre los distintos elementos que la
componen el lenguaje a la hora de
plantearse la evaluación y la intervención
de las alteraciones lingüísticas.
En este apartado se realiza una breve
exposición sobre las dimensiones del
lenguaje: forma, contenido y uso, aunque
parece evidente que en un programa para
estimular el desarrollo general del lenguaje,
además de atender las dimensiones del
sistema lingüístico comentado brevemente
con anterioridad, no puede olvidar las
bases anatómico-funcionales en las que
éste asienta, la doble vertiente del mismo
(comprensión y expresión) y el resto de los
aspectos implicados en su desarrollo.
Evaluación de la dislalia.
En el caso de las Dislalias tenemos que
evaluar qué fonema articula mal y en qué
posición se encuentra el mismo dentro de
la palabra (Posiciones inicial-media y final
por ejemplo: registro, ratón, borla, cortar).
Para ello realizaremos un examen
fonológico, en el que se recoja la habilidad
del niño en la articulación de todos los
fonemas y en todas sus posiciones.
La conducta del maestro de Audición y
Lenguaje será ir anotando el fonema o
grupo de fonemas que el sujeta presente
como deficitarios, así como observaciones
sobre otras características del lenguaje
(estrategia de lectura, silabeo,
fragmentación, tono de voz...).
Principios generales de intervención.
1) Para los niños en edad preescolar que
no están escolarizados se recomienda su
escolarización, cuando presentan
pequeños retrasos del lenguaje; solo con
esto suele ser suficiente, ya que las
interacciones del aula hacen de estímulo.
2) En déficit del lenguaje más importante,
cabe esperar que se adapte mal al medio
escolar y aparezca un sentimiento de
inferioridad por su lenguaje deficiente. En
estos casos se refugiará en el mutismo o
en la agresión. Aquí se impone
necesariamente la reeducación.
3) La buena relación maestro-alumno es la
primera condición para un buen resultado.
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4) Si tras un período, previamente fijado, se
observa que el alumno no progresa es
sujeto de reeducación logopédica.
5) Diferenciar si el niño requiere tratamiento
logopédico o de otro tipo, no dar lugar a la
confusión (psicoterapia...).
Principios metodológicos.
- Crear un clima de seguridad y confianza
entre especialista y el niño.
- Potenciar le establecimiento de rutinas de
la vida cotidiana.
- Enfoque globalizador: a través de la
detección de los intereses del niño, poner
en marcha un proceso de construcción de
significados a partir de su implicación y
motivación.
- El juego, motor del aprendizaje. Se han
de plantear actividades de forma lúdica en
las que se potencie la relación e
interacción.
- Aprendizaje significativo: orientación del
aprendizaje a la funcionalidad y aplicación
a la vida cotidiana.
- Metodología activa: la actividad es la
fuente principal de aprendizaje y desarrollo
en la infancia. Es imprescindible tanto para
el desarrollo físico y psicomotor como para
la construcción del conocimiento. A través
de la propia actividad, en continuo
intercambio e interacción con el medio, el
niño/a aprende y transforma la realidad. La
metodología debe proporcionarle las
experiencias y situaciones que permitan el
desarrollo del niño.
- Colaboración de los padres.
- El lenguaje como medio de expresión:
según las características del niño se ha de
seleccionar el tipo de comunicación con la
que pueda expresar libremente sus
pensamientos.
- Diseñar un entorno provocador de
comunicación funcional y espontánea.
- Adaptar nuestro lenguaje (ajustarnos a su
nivel de comprensión, asegurar su
atención, emplear repeticiones, componer y
descomponer estructuras, ofrecer modelos
expandidos...) Y reforzarlo con gestos,
signos, fotos...

- Utilizar apoyos visuales (fotografías, por
ejemplo) para desarrollar capacidad
representacional, estructurar el espacio y el
tiempo, organizar el trabajo, como sistema
alternativo de comunicación, promover la
autonomía social, desarrollar memoria
autobiográfica, desarrollar habilidades de
teoría de la mente...,
- Partir de sus capacidades, aprovechar
sus "puntos fuertes".
- Promover su autonomía e necesidad de los niños, incapaces de una
interdependencia.
- Enfatizar los aspectos socio-
comunicativos.
- Proporcionar desde el principio el máximo
de posibilidades de éxito al sujeto y utilizar
refuerzos sensoriales aumentativos.
- Hay que prestar una atención especial al
material utilizado; debe ajustarse al nivel de
desarrollo del niño, debe ser variado y
sorprendente si es posible.
Modos de intervención.
La reeducación logopédica puede ser
individual o en grupo en función del:
1. Tipo de patología.
2. Grado de evolución en el tratamiento.
3. Características personales de los
alumnos.
A) En grupo.
En niños muy pequeños, inhibidos ante el
ambiente escolar y con una actitud
negativa al tratamiento individual,
evidentemente han de ser atendidas en
pequeños grupos. Si además tienen
dificultades en las relaciones, son poco
sociables y rehúsan las actividades
escolares la atención en grupo les va a
permitir el descubrimiento de las cosas en
un ambiente de confianza, permitiéndole de
este modo afianzar su personalidad.
-El grupo se convierte en un período previo
de adaptación a la clase correspondiente.
-La reeducación logopédica en grupo es
una práctica corriente.
-El grupo debe estar formado por no más
de cinco niños, de modo que permita que
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cada uno se sienta personal y directamente
implicado.
Aquí, todos los niños participan en un
mismo juego colectivo que suele ser
musical, de mímica, movimiento, que
permite que se establezca una
comunicación entre los niños y el maestro,
y entre ellos mismos. Lo más es que de
estos intercambios surja la palabra.
Existen muchos métodos de educación que
pueden asociarse y que responden a la
relación individual lingüística.
B) Individual.
La atención individual es posible a partir de
los 4-5 años, dándose unas condiciones
por parte de los niños para poder poner en
marcha el tratamiento. Dichas condiciones
son: que sean estables, atención suficiente,
disposiciones psico-afectivas,
disponibilidad de cooperar, que esté
interesado y que desee hablar.
Muchos niños pueden llegar aquí,
únicamente con la relación personal del
maestro especialista en audición y
lenguaje, sin necesidad de pasar por el
grupo.
Para la atención logopédica individual es
preciso:
- variar los ejercicios;
- materiales ricos en imágenes;
- hacer juegos;
- no imponer actuaciones o
ejercicios que el niño no quiere;
- renovar el interés del niño en la
actividad;
La actitud del maestro especialista en
audición y lenguaje debe guiarse por el
comportamiento del niño. En cuanto a la
duración de las sesiones, depende de la
intensidad del trastorno y del dinamismo de
las sesiones.
Organización del grupo.
Las actividades propuestas contemplan la
realización individual con ayuda del
especialista para profundizar en los
aspectos más deficitarios del niño como
actividades grupales encaminadas a la
estimulación oral de los demás niños y la
integración del alumno con necesidades
educativas especiales dentro del aula
ordinaria.
En clase, estos ejercicios variará en la
composición del grupo desde parejas hasta
actividades conjuntas con todos los
alumnos pero siempre teniendo en cuenta
la heterogeneidad del grupo.
Por este motivo, se aconsejaría que las
agrupaciones de aula fueran pro ciclos y no
por cursos como habitualmente se agrupan
las aula. Esto permitirá trabajar con
alumnos con múltiples características como
inmigrantes, alumnos con necesidades
educativas especiales, alumnos con más
dificultades en el área de lengua o alumnos
con más dificultades en áreas como
matemáticas.
Este planteamiento requiere la
colaboración estrecha entre el profesor o
los profesores tutores, el especialista en
audición y lenguaje y el resto de
especialistas para que la programación
pueda llevarse a cabo de forma más
dinámica y centrada en el alumno.
Hay que tener en cuenta que este
procedimiento implica también, dentro del
aula, la participación de los alumnos y su
motivación para la realización de dichas
actividades.
Lugar de realización.
Para la realización de estos ejercicios se
utilizarán espacios diversos, desde un aula
específica con el material adecuado para
trabajar las actividades individuales hasta
el aula ordinaria, pasando por los espacios
al aire libre del centro como el patio y el
planteamiento de actividades lúdicas fuera
del recinto docente.
Temporalización.
La duración del programa variará según
crea conveniente el especialista, pero se
iniciará lo más precozmente posible, es
decir, en la educación infantil, a fin de
detectar posibles deficiencias y de reforzar
el lenguaje de los más pequeños.
La unidad didáctica que planteemos tendrá
la duración de un curso escolar para niños
del primer ciclo de primaria, partiendo de
actividades orientadas a estimular las
bases funcionales (audición, respiración,
articulación…) y actividades de progresiva
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dificultad centradas en las dimensiones del
lenguaje.
Respecto a la duración de las sesiones, en
las actividades individuales variará entre
los treinta a los cuarenta y cinco minutos,
comenzando con actividades previas de
motivación y atención, siguiendo con
actividades específicas para tratar un
aspecto concreto y finalizando con
actividades de motivación y refuerzo.
La duración de las actividades en el aula
será de unos cuarenta y cinco minutos,
siguiendo el esquema propuesto
anteriormente y aumentando el grado de
dificultad respecto a la anterior. No se
recomienda proponer más de 3 ó 4
actividades por sesión.
Intervención en dislalias.
Para la intervención de las dislalias
podemos seguir dos modelos: modelo
fonético y modelo conductual. A
continuación nos centraremos en el modelo
fonético que está compuesto por dos
tratamientos: indirecto y directo.
 Tratamiento indirecto.
Siguiendo a Gallardo y Gallego (1993), esta
intervención tiene por objetivo mejorar las
funciones que inciden en la expresión oral
del lenguaje. La serie de tareas que afectan
a las bases funcionales del lenguaje
podemos agruparlas en torno a los
siguientes núcleos.
-Tareas de discriminación auditiva.
-Tareas de motilidad bucofacial.
-Tareas de respiración y soplo.
Las tareas de percepción y discriminación
auditiva están especialmente indicadas
cuando las dificultades articulatorias son de
tipo fonológico, aunque la enorme relación
entre ambos tipos de trastornos en la
práctica hacen que las intervenciones
logopédicas se vean beneficiadas,
cualquiera que sea el enfoque desde el que
se desarrollan.
EJERCICIOS RESPIRATORIOS.
Formas de respirar.
En el proceso respiratorio normal. La
inspiración debe ser nasal, profunda y
regular, nunca violente ni entrecortada. El
aire inspirado será retenido unos
momentos antes de ser expulsado,
pudiendo ser la espiración tanto nasal
como bucal.
Es necesario explicar previamente al niño
los tiempos o fases por los que debe pasar
un ciclo respiratorio completo, y que son los
siguientes:
1.Tiempo: Inspiración nasal profunda y
regular.
2.Tiempo: Retención momentánea del aire
inspirado, con una pequeña pausa en el
movimiento respiratorio.
3.Tiempo: Espiración bucal o nasal, lenta y
profunda, con la expulsión de la mayor
cantidad posible de aire.
Una vez completado el ciclo y antes de
iniciar el siguiente, es necesario hacer un
pequeño paro o descanso, algo más largo
que el que se realiza en la retención del
aire intermedia.
Tipos de respiración.
Según la mecánica seguida en el proceso
respiratorio y la movilidad de las distintas
partes que entran en funcionamiento, se
pueden distinguir tres tipos de respiración:
A)Respiración diafragmática o abdominal:
B)Durante la inspiración, se eleva l aparte
superior del tórax, la clavícula y los
hombros y se hunde el abdomen.
Este tipo de respiración no facilita una
ventilación pulmonar completa, al
localizarse el movimiento de dilatación en
la zona alta, sin la intervención del
diafragma. Tampoco ayuda a la relajación,
ya que se sitúa la tensión propia de la
inspiración en la zona de los hombros y el
cuello, que es la más conflictiva desde el
punto de vista tónico.
A) Respiración diafragmática o del aire. Expulsión del aire por la
abdominal:
En este caso se puede percibir cómo se
dilata la parte superior del abdomen
durante la inspiración, por el descenso de l
diafragma bajo el impulso del aire,
volviendo a la situación inicial en la
espiración y permaneciendo inmóvil
durante todo el proceso la parte superior.
B) Respiración costo-abdominal:
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Se comienza por una inspiración abdominal
seguida de una dilatación o desplazamiento
lateral de las últimas costillas. Este
movimiento se controla colocando las
manos en los lados del tórax, por encima
de la cintura.
Otra clasificación de los tipos de
respiración es la que tiene en cuenta el
conducto de salida del aire espirado y el
modo de expulsión del mismo.
Ejercicios con espiración nasal. En ellos la
boca permanecerá cerrada.
1. Inspiración nasal lenta y profunda.
Retención del aire. Espiración
nasal en la misma forma.
2. Inspiración nasal lenta, dilatando
las aletas de la nariz. Retención del
aire. Espiración nasal lenta y
completa. Se le debe indicar al niño
que expulse la mayor cantidad de
aire posible.
3. Inspiración nasal, de la misma
forma que en el ejercicio anterior.
Retención del aire. Expulsión nasal
del aire rápida y continua.
4. Inspiración nasal rápida. Retención
del aire. Espiración nasal lenta.
5. Inspiración nasal rápida, dilatando
las aletas de la nariz. Retención del
aire. Espiración nasal lenta.
Ejercicios con espiración bucal. En ellos la
boca permanecerá entreabierta durante la
espiración.
1. Inspiración nasal lenta y profunda.
Retención del aire. Espiración
bucal de la misma forma.
2. Inspiración nasal lenta, dilatando
las aletas de la nariz. Retención del
aire. Espiración bucal lenta y
completa, tratando de expulsar la
mayor cantidad del aire.
3. Inspiración nasal rápida. Retención
boca de forma lenta.
4. Inspiración nasal rápida, dilatando
las aletas de la nariz. Retención del
aire. Espiración bucal lenta.
5. Inspiración nasal rápida,
ensanchando las aletas de la nariz.
Retención del aire. Espiración
bucal rápida y cortada entres o
cuatro tiempos.
Ejercicios con espiración soplante.
Soplando, pero sin inflar las mejillas. Se
realizarán los mismos ejercicios que en el
apartado anterior.
Ejercicios con espiración silbante. Con
espiración bucal, la expulsión del aire se
hace silbando.
1. Inspiración nasal lenta y completa.
Retención del aire. Espiración con la salida
del aire en forma lenta y silbando
suavemente. Duración de 8 segundos en
adelante.
2. Inspiración como en el ejercicio anterior.
Retención del aire. Espiración con la salida
del aire de forma violenta y silbando fuerte.
Duración de 4 segundos en adelante.
3. Inspiración nasal lenta. Retención del
aire. Espirar silbando, aumentando poco a
poco la fuerza del silbido. Duración del 8
segundo en adelante.
4. Inspiración nasal lenta. Retención del
aire. Espiración silbando comenzando
fuerte para ir disminuyendo la fuerza del
silbido hasta casi no percibirse. Duración
de 8 segundos en adelante.
Ejercicios de soplo.
1. En primer lugar, si el niño tiene
dificultad para emitir el soplo porque no
sabe abucinar los labios, esto se le
facilitará haciéndole soplar a través de una
pajita, ya que en este caso tiene que
adaptar los labios a la misma para
encogerlos. Cuando está soplando se le
retira la paja y se le pide que continúe
soplando igual y así se consigue fácilmente
la posición de labios adecuada.
2. Otra forma de soplo será inflando las
mejillas.
3. El reeducador soplará sobre la mano
del niño con intensidad fuerte o floja, para
que él perciba las diferencias y a
continuación pueda repetirlo.
4. Otro ejercicio de soplo que implica
mucho el control de los labios es el pedir al
niño que sople su flequillo o su nariz, para
la cual debe montar el labio inferior sobre el
superior y en esta posición soplar.
5. Se suspende frente a la boca del niño
una tira de papel de 15 cm. de larga por 5
cm. de ancha pidiendo que sople a la parte
baja de l misma para moverla y levantarla.
Se puede ir contando mientras la tira está
en movimiento para controlar cómo se va
prolongando la emisión del soplo. También
se puede ir distanciando de la boca la tira
de papel de forma progresiva, para
estimular a aumentar la fuerza.
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6. Se esparcirán trocitos de papel o
pequeñas bolitas del mismo material sobre
una mesa en un radio pequeño para que el
niño las haga volar se adaptara a su
capacidad de soplo, aumentando
progresivamente en la medida que ésta
aumenta.
7. También se puede presentar una
bandeja con confetis para que el niño, de
un soplo, haga volar los más posibles.
8. Hacer burbujas en el agua de un vaso
donde esté sumergida una paja por la que
sopla.
9. Hacer girar molinillos, de forma cada
vez más rápida, por medio del soplo.
10. Soplar con un matasuegras para
mantenerlo extendido al máximo el mayor
tiempo posible. Se puede ir contando el
tiempo que lo mantiene para que le sirva de
estímulo y a la vez controlar la mejora en la
capacidad respiratoria.
11.Utilización de diversos instrumentos
musicales de viento, como flauta armónica,
trompeta o tocar el silbato.
EJERCICIOS DE PSICOMOTRICIDAD.
El desarrollo del movimiento es el primer
paso para el desarrollo del lenguaje. Con
frecuencia es tan sólo la motricidad fina,
que afecta a los movimientos articulatorios,
la que presenta escaso desarrollo en los
niños dislálicos. Pero en ocasiones el
examen inicial pone de manifiesto un
retraso generalizado en las funciones del
movimiento. El trabajo a realizar estará
orientado al desarrollo motriz, tanto general
como el referido a la agilización de los
órganos de la articulación.
Motricidad general.
Dentro de este aspecto, nos centraremos
en los aspectos que más relación directa
van a tener con las habilidades
articulatorias.
Coordinación motora.
A) Coordinación de piernas y brazos:
1. Adelantar a la vez el pie y la mano del
mismo lado.
2. Adelantar el pie y la mano del lado
opuesto.
3. Adelantar las dos manos y seguido, uno
tras otro, los dos pies.
4. Movimiento de los brazos asociados a la
marcha con el mismo ritmo.
5. Marchar acompañando cada paso con
una palmada.
6. Caminar, acompañando cada paso con
una postura de brazos: horizontal, arriba,
horizontal, abajo.
7. Saltar, levantando las dos piernas y
flexionándolas a la vez.
8. Saltar dando palmas a la vez.
9. Caminar combinando paso y palmada:
un paso, parar y dar una palmada; dos
pasos y dos palmadas paradas.
Imitación motora.
Los ejercicios de imitación motora tienen
gran utilidad en todos los procesos de
adquisición y mejora del lenguaje, ya que
en su aprendizaje juega un papel primordial
la imitación de movimientos, a la vez que
facilita la interiorización de los mismos y
desarrolla la atención y observación. Los
ejercicios de imitación motora se pueden
realizar de distinta forma.

B) Coordinación digital: A) Imitación directa:

1. Separar y unir los dedos de las El niño imitará los movimientos, posturas o
manos. expresiones faciales que observa en el
2. Unir el pulgar con los otros dedos, reeducador y a la vez que éste, situados
como si estuviera contándolos y luego uno frente a otro o ambos ante el espejo,
repetir la actividad cambiando el sentido. para que el niño pueda ver cómo los
3. Hacer los movimientos de estar reproduce en sí mismo.
tocando el piano o tocando la guitarra.
4. Colocar la mano abierta en el aire, B) Imitación memorizada:
con la palma, a pocos centímetros de la
mesa e ir golpeando ésta sucesivamente El reeducador realizará el movimiento,
con cada dedo. postura o expresión para que sea
observada por el niño, el cual lo repetirá a
C) Coordinación facial: continuación, una vez desaparecido el
modelo. Esta actividad ayuda a ejercitar la
1. Cerrar a medias los ojos y luego memoria motriz.
cerrarlos totalmente.
2. Inflar las mejillas, ambas a la vez y C) Imitación con ojos cerrados:
luego de forma alternativa.
3. Levantar las cejas. Se procederá como en el ejercicio anterior,
4. Fruncir el entrecejo. pero en este caso el niño imitará el
5. Llevar los labios fruncidos a uno y otro movimiento o postura con los ojos
lado. cerrados, facilitándole la interiorización del
6. Poner cara de enfado, de llanto, de risa, movimiento y ayudándole a tomar
de sueño, etc. conciencia del sistema postural.
7. Llevar la vista a uno y otro lado.
D) Imitación con dibujos.
Rapidez y habilidad de movimientos.
Se presentarán al niño una serie de
1. Saltar a la cuerda entrando y dibujos esquemáticos, con diferentes
saliendo sin que ésta le toque. posturas, que debe reproducir, para
2. Lanzar verticalmente una pelota y facilitarle el traslado de lo que observa en
recogerla con las dos manos o con el dibujo, su propio cuerpo.
una.
3. Lanzar la pelota de una mano a la EJERCICIOS BUCO-FACIALES.
otra.
4. Botar la pelota con una mano y Para seguir los ejercicios buco-faciales se
recogerla con la otra. sentarán el niño y el reeducador frente al
5. Jugando con un compañero, espejo, teniendo éste una iluminación
intercambiar dos pelotas directa para facilitar que la atención del
lanzándoselas mutuamente. niño se centre en el mismo.
6. Estando de espaldas el uno y el otro, El reeducador realizar los movimientos del
pasarse la pelota describiendo un ejercicio propuesto, de forma lenta para
círculo, dándola por un lado y que puedan ser observados por el niño y
recibiéndola por el otro. así pasar a continuación, por imitación, a
reproducirlos él, observándose en el
espejo.

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Para facilitar el seguimiento de los
ejercicios el reeducador se podrá ayudar de
depresores, varillas guía lenguas o palillos,
siempre que se vea necesario, para lograr
las posturas o ejercicios propuestos.
Siempre que se vaya a trabajar la
motricidad buco-facial es conveniente
realizar primero un ejercicio de relajación
bucal, ya que esta actividad previa
posibilitará mantener en la zona un fondo
tónico distendido que facilite el movimiento,
mejorando el control del mismo.
Las actividades buco-faciales deben ir
dirigidas a la agilización de la lengua, los
labios y la mandíbula.
Ejercicios de lengua.
La lengua es el órgano más móvil de los
que interviene en el proceso del habla,
participando activamente en todas las
articulaciones linguales, que son la mayoría
y entrando también en juego en los
procesos de succión, deglución y
masticación, previos a la aparición del
habla.
Los ejercicios de lengua que se deben
trabajar los podemos dividir en
movimientos internos y externos, según se
realicen dentro o fuera de la cavidad bucal.
A) Movimientos externos.
1. Sacar la lengua lo máximo posible y
volverla dentro de la boca, cerrando ésta.
2. Sacar la lengua lo máximo posible en
posición horizontal, sin tocar los labios ni
los dientes y mantenerla así inmóvil unos
momentos antes de volverla dentro de la
boca.
3. Con la boca abierta, realizar
movimientos verticales de la lengua sin
sujetarla con los dientes, tocando con el
ápice el labio superior e inferior
sucesivamente y pidiéndole que se
esfuerce para mojar la lengua el bigote y la
barbilla.
4. Con la boca entreabierta, deslizar la
lengua por el labio inferior, de una comisura
a otra, chupando y mojando el labio,
describiendo así semicírculos con la
lengua. Después repetir el mismo
movimiento sobre el labio superior.
5. Con la boca ligeramente abierta,
hacer movimientos rápidos y pequeños con
la punta de la lengua, haciéndola entrar y
salir golpeando ambos lados des labio
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superior, para facilitar la vibración del
ápice.
B) Movimientos internos:
1. Dirigir la lengua a los lados de la boca,
apoyando la punta en la cara interna de las
mejillas, imitando que tuviera un caramelo
en la boca que lo llevara de un lado a otro.
2. Con la boca abierta, pasar la punta de la
lengua por el borde de los incisivos
superiores, haciéndole notar al niño cómo
éstos son cortantes, para luego ir
describiendo cada vez un arco mayor, que
abarque también el borde de los caminos y
los premolares, en movimientos laterales.
3. Situar la punta de la lengua entre los
incisivos y el labio superior e inferior
sucesivamente. Para motivar al niño con
este ejercicio, le diremos que vamos a
poner la boca del mono.
4. Ejercicios de gárgaras, para facilitar la
movilidad y el control del postdorso de la
lengua y su puesta en contacto con el velo
del paladar, que será un movimiento
necesario para la realización de las
articulaciones velares.
Ejercicios de labios.
Los labios como órganos activos de la
articulación, solo intervienen directamente
en la realización de los fonemas bilabiales
y labiodental, pero dada su participación en
la emisión de las vocales, su movilidad y
control tiene una gran importancia en la
expresión hablada.
1. Separar y juntar los labios
ligeramente de forma repetida, con la
mayor rapidez posible.
2. Incitar al niño la risa, empezando
por la sonrisa, que se ha de marcar con la
movilidad de los labios, para acabar riendo
abiertamente.
3. Sostener entre la nariz y el labio
superior, elevando éste, una paja o lápiz a
modo de bigote.
4. Inflar las mejillas y al apretarlas con las
manos hacer explosión con los labios.
Ejercicios de mandíbula.
La mandíbula tiene una participación activa
que la lengua y los labios en el proceso de
la articulación, pero puede presentar falta
de movilidad o exceso de tensión
dificultando la apertura y la claridad del
habla, siendo necesario también trabajar
esta zona para facilitar y mejorar la
expresión.
1. Será conveniente comenzar el trabajo
relajando la mandíbula, ya que en
ocasiones una tensión fuerte en la misma
bloquea la movilidad.
2. Abrir y cerrar la boca a distintos ritmos y
con distintos tamaño de abertura, según
se le vaya marcando.
3. Imitar el movimiento del bostezo.
4. Ejercicio de mascar o realizar
movimientos similares.
5. Realizar movimientos laterales de la
mandíbula, llevándola sucesivamente a
uno y otro lado.
EJERCICIOS DE DISCRIMINACIÓN
AUDITIVA.
En muchos casos, el niño dislálico que no
tiene un déficit auditivo, presenta dificultas
para discriminar los sonidos, dando como
resultado una articulación defectuosa, ya
que, al no ser capaz de diferenciarlos
correctamente, tampoco puede imitarlo
bien.
Se realizarán ejercicios, de forma
alternativa, referidos a los aspectos en los
aspectos en los que es preciso educar el
oído del niño, para facilitar la correcta
identificación auditiva, como son:
- Reconocimiento de sonidos
ambientales.
- Discriminación de articulaciones.
- Discriminación de palabras.
Reconocimiento de sonidos ambientales.
1. Inicialmente es necesario proponer al
niño ejercicios de silencio y escucha,
manteniéndose con los ojos cerrados para
facilitarle la concentración en la atención
auditiva y la diferenciación de sonido-
silencio. Luego se preguntará al niño si ha
oído algo, para comenzar discriminando el
sonido del silencio, en esa atención a la
escucha.
2. En ejercicios sucesivos y reconocimiento
manteniéndose el niño de espaldas para no
ver lo que el reeducador realiza, sino sólo
escucharlo, se producirá todo tipo de
sonidos ocasionales que puedan ser
efectuados en la sala, para que sean
reconocidos por el niño, ya que se tratará
de acciones productoras del sonido que él
habrá llevado a cabo en múltiples
ocasiones. Éstas acciones pueden ser:
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- Tocar pitos.
- Sonar la nariz.
- Botar una pelota.
- Romper papeles.
- Echar agua a un vaso.
- Batir de monedas.
3. Localización del punto de producción de
un sonido en su entorno: Delante, detrás,
derecha o izquierda, manteniéndose con
los ojos cerrados durante su producción.
4. Reconocimiento de la cualidad sonora
de la duración, proponiéndole un par de
sonidos vocálicos o de flauta para que
indique el orden de corto o largo con que
se ha dado.
5. Reconocimiento de la intensidad del
sonido.
6. Reconocimiento de los distintos timbres
del sonido a través de la identificación de
los emitidos por distintos instrumentos
musicales.
Para estos ejercicios se podrán utilizar
instrumentos sencillos y fáciles de manejar;
como: xilófono, flauta, armónica, pandereta,
triángulo, tambor, trompeta, cascabeles,
etc.
Discriminación de articulaciones.
1. Inicialmente viendo el niño la boca del
reeducador y el punto de articulación, se
propondrá, para su repetición un par de
articulaciones en forma de sílabas directas
con la misma vocal, pero sin formar con
ellas una palabra, utilizando sonidos muy
distintos por el modo y punto de
articulación, para que sean fácilmente
diferenciados.
2. En ejercicios sucesivos se irán
repitiendo esta actividad, procediendo a
poner una hoja de papel ante la boca del
reeducador para quitar el apoyo visual que
esto suponía y conseguir el reconocimiento
de los sonidos por la audición.
3. Poco a poco y según se vea la
evolución del niño, se van introduciendo
dificultades en los ejercicios de
y repetición de
articulaciones. Estas variables pueden ser:
- Utilización de distintas vocales en los
grupos silábicos propuestos.
- Mezclar sílabas directas e inversas para
su repetición.
- Introducir sílabas cerradas (pas) o de
consonante doble (pla), siempre que el niño
sepa pronunciarlas.

Discriminación de palabras.
1. Proponer al niño pares de palabras
cortas que ofrecen semejanza al oído al
tener la sola variable de un sonido para que
él la valla repitiendo. Al principio el niño
verá la boca del reeducador cuando la
articula, para comenzar con un apoyo
visual. Más adelante se retirará éste, al
poner un papel ante la boca del reeducador
2. Proponer al niño, para su repetición
palabras fáciles de pronunciar pero que no
pertenezcan a su vocabulario habitual, para
que su correcta articulación no se trate de
una palabra conocida para él, sino por
tener una buena percepción y memoria
auditiva de la misma.
3. Pedir al niño la repetición de una frase
corta que se le diga, para que la exprese
igual y en el mismo orden en el que se le
propuso, al memorizarlo todo
correctamente.
 Tratamiento directo.
Siguiendo a Gallardo y Gallego, 1993,
1995, Gallego 1998f; Pascual, 1998, 1995,
esta intervención comprende el conjunto de
actividades articulatorias propiamente
dichas. Utilizaremos esta estrategia
interviniendo directamente sobre el fonema
para conseguir la producción correcta del
mismo. A veces basta con explicar al niño
la posición correcta de los órganos
articulatorios, la salida del aire por el
aparato fonador y la tensión necesaria en
labios y lengua para que, en pocas
sesiones, se produzca el fonema correcto.
Después se pretenderá afianzar y
generalizar.
Partiremos de las características
fonológicas y fonéticas de los fonemas a
intervenir y centraremos la intervención en
dos aspectos concretos:
1. Posición labial y abertura bucal
correctas.
2. posición lingual correcta.
La intervención, de este modelo, aconseja,
en principio, un tratamiento indirecto
orientado a mejorar las funciones auditivas
y motoras que inciden en la articulación
fonemática, para realizar después un
tratamiento directo dirigido a señalar y
adquirir las posiciones y los movimientos
adecuados de los órganos articulatorios
que deben ser ejecutados para producir
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correctamente cada fonema o grupo de
fonemas.
EJERCICIOS ARTICULATORIOS.
Se llevarán a cabo sentados frente al
espejo el niño y el reeducador. Éste irá
mostrando las posiciones y movimientos de
los órganos de la articulación, que se
deben dar para cada fonema que sea
precios corregir, para que puedan ser
observados e imitados por el niño.
Es conveniente que con la realización de
los ejercicios, no tratemos de corregirle el
fonema mal articulado, sino de enseñarle
uno nuevo, para que, una vez conseguido,
sustituya al defectuoso.
Convendrá comenzar enseñando las
consonantes análogas por el modo de
articulación y así enunciamos los ejercicios
dirigidos a las oclusivas, fricativas, etc.
Es interesante realizar la corrección de
varias articulaciones a la vez, ya que
supone un buen ejercicio de elasticidad y
una economía de tiempo.
Los ejercicios deben ser de corta duración
para que el niño se fatigue. Es necesario
ejercitar las distintas asociaciones entre
consonantes y vocales diferentes, así como
un mismo sonido en comienzo, en medio o
al final de palabra.
En los ejercicios de articulación, es de gran
utilidad el empleo de sonidos auxiliares que
el niño es capaz de pronunciar
correctamente y a partir de los cuales
podemos llegar a la obtención de los
nuevos fonemas.
Para poder fijar el punto de articulación de
cada sonido, es necesario conocer con
claridad las distintas zonas de la cavidad
bucal.
Bibliografía.
 Obras fundamentales.
Aguado, G. (1995). Estrategias para la
intervención en los retrasos del lenguaje.
En M. Monfort (Ed.). Enseñar a hablar. IV
Simposio de Logopedia. Madrid: CEPE.
Aguado, G. (1990). Retardo del lenguaje.
En J. Peña Casanova (Ed.). Manual de
logopedia. Barcelona: Masson.
Bosch, L. (1984). El desarrollo fonológico
infantil: una prueba para su evaluación. En
M. Siguán (Ed.). Estudios sobre Psicología
del Lenguaje Infantil. Barcelona: Pirámide.
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(1993). Manual de logopedia escolar. Un
enfoque práctico. Archidona: Aljibe.
Gallego Ortega J.L y Rodríguez Fuentes A.
(2005). Atención logopédica al alumnado
con dificultades en el lenguaje oral. Málaga:
Aljibe.
García Pascual, P. (1978). La dislalia.
Naturaleza, diagnóstico y rehabilitación.
Madrid: CEPE.
García Pascual, P. (1995). Tratamiento de
los defectos de articulación en el lenguaje
del niño. Madrid: Escuela Española.
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Estimulación del lenguaje oral. Un modelo
interactivo para niños con dificultades.
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Trastornos del lenguaje, la palabra y la voz
en el niño. Barcelona: Toray-Masson.
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habla. Madrid: CEPE.
Puyuelo, M. (1997). Casos clínicos en
logopedia. Barcelona: Masson.

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evaluación del lenguaje en la edad
preescolar. Revista de Logopedia, Foniatría
y Audiología, Vol. X (2) pp. 84-109.
Bruno, C. (1985). Cómo abordar la
exploración logopédica en el niño. Revista
de Fonoaudiología y Logopedia, Vol. V pp.
69-86.

 Web.

http://www.aidex.es/ Web de la Asociación

para la Investigación y el Desarrollo
Educativo en Extremadura. En esta web
podemos encontrar multitud de información
relacionada con la educación en
Extremadura. Realizan numerosas
actividades educativas, a resaltar los
talleres sobre los trastornos del habla que
podemos encontrar en la web.
http://logopedia.net/ Punto de encuentro
para los profesionales que tienen relación
con la logopedia y la educación. Ofrece
foros especializados de consultas y
respuestas y un boletín informativo gratuito
a través de correo electrónico.
http://www.sil.org/ SIL Internacional es una
página donde podemos compartir con el
resto del mundo documentos, y demás
cuestiones para ayudarnos mutuamente en
el tratamiento logopédico.

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