LAPANTERA DE

lPoiEffi -Youlruf
r^MúzAG-trt

ESCUETA DE
MODELOS

lpibüjoñ FÁiú-cil

Pero los ve¡daderos cishes de aquel

vergel eran las muchachas. Dece-
nas de ellas aquí y allá. En la me-
cedora, sentadas sobre el Pasto o
practicando ae¡obics al ai¡e libre.
Todas altas y perfectas, Todas tor-
neadas y elegantes, Con la suave
belleza que da la juventud.
 Ya Io sé. Y pora
ello estoy aquí,
¿verdad? Pa¡a que
me enseñen a to-
mar el té con cl
dedo parado y a
las cinco en punto.
Paro aprender a
no escupir en el
suelo y no deci¡
obscenidades.

No tienes que Me extorsionas, ¿eh? Pero quie Pasarás aquí sólo unos me- verte en
¿:Pod¡é
queda¡te si no ro que sepas ya mrsmo una cosa. ses. Aprenderás econom ía, esos días?
ooie¡es. Pe¡o vo Vengo a esta escuela po¡qr¡e quie algo de literatu¡s inglesa,
i'nterp¡etaría que ¡o ser una dama. Y que cuando lo bastante de moda actual Y
quieres rescindir sea tú te enamores de mí. Y a o¡o mucha gimnasia. Y tendrás
nuestPo cont¡a- pósito, ¿cudndo será eso? los fines de semana libres.

\-
r.\ ,_l \

Avanzó hacia ellos con las manos en los bolsillos y u-
na son¡isa que pa¡tía en dos partes su barba a lo Don
Johnson aunque no se le parecía en lo más mínimo.
La última.vez que te vi esta-
bas en problemas, Rick. veo
que liis coSáS han cambiado.
Dejé los t¡abajos sucios,
Ahora todo es legal. Soy el propie-
ta¡io de esta escuela y te asegu¡o
que deja sus beneficios. Las mode
los más cotizadas han salido de a:
quí. Sin contar I varias hijas de di
plomáticos con la cara más fea
que la de lus padres, esforzándo-
se por convertirse en princesas.
 viejo zo¡¡o. Nunca ?uiq Ah, y ayisa a
' /
te idiota pa¡a elegir. tu gente que e-
üa es mía. Es
¡ecesa¡io que
le den un trato
--\
p¡eferencial.
¿comprendes,
Rick? \ A.\
( )
-=';

Entonces, pequeña,
ha llegado el mo-
mento de decitnos
adiós...

Tiene las exactas medidas de una acjolescente aunqiJ

ya sea adulta,y sabe caminar. Eso quiere decir que lle-
va con elegancia hesta ta prenda mis ordinariaJ

o
Seño¡ita Agatlra Mansfield. Gober- ¿Y qüé se supone que
nenta de la Mansfield School Inte¡- deba hace¡ con esta
national.

t-\
t/ --'-1

¡Pe¡o qué ho¡ror, mucha-
cha: ¡Deberás pulir tus
Oiga, esto se parece te; muchacha. Este
demasiado a la pre- es un luga¡ apacible. La pa-
pa¡atoria. Y yo no soy sarás como en el mejo¡ de
muy adepta a los re- los hoteles dc descsnso. Ya
gímenes. ¿Ehtendió? ve¡ás cómo vas a dive¡tirte.
De modo que tú A buen luga¡
seras ml compane has venido a
ra de cuarto. llola, caer. Aquí pa-
linda. Soy Ka¡en san cosas ¡a-
Ma¡shBll.

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B
b'

Prefie¡o no tener se Quie¡o decit que la se- La mayoría de las vcccs ól no ducr¡r¡e
c¡etos con mi compa- ñorita Mansfield y Rick aquí. Y cada tanto, cusndo reg¡esa, se
ñe¡a de cuarto, Explí- Ciccone no son lo que encier¡a con la ¡4ansfield en su cuarto
cate nrejor. y se escuchan llantos y g¡itos. Luego, e-
lla desapa¡ece po¡ dos o t¡es días.

;¡;'A*¡

No son lo quc se dice Para ello tendremos

ulla pareja nornral, que estar muy aten-
¿eh? l\fe gustaría vcr tas. ¿Entonces cres
mi socia en esto de

Y lue p¡ccisanlcnte en cse

nromento de ld historia, en
que el arte se quita las cade-
nas del realismo y se ent¡e-
ga a la ubslracción en busca
de nuevas fo¡mas y scnsacio-
nes. Como e¡l el caso de este
óleo del pintor Charles Brown
 iEs verdad! Me sugiere la iRenuncio! ¡Me
bosta del chencho. Tiene dijeron que el
la misma spariencia y color. áIumnado era
¿Nunca vie¡on bosta de ce¡-

No te preocupes por ello' KhrX

sé. Todos cometemos peque-
iios er¡o¡es. También yo. Por
ello estás aquí. Para hace¡
las peces. Quiero ser amiga
de todas las muchachas que
pasen po¡ esta escuela.

Le agradezco,
señorite Msns-
field, Tampoco
yo quiero proble-

¿Qué le pasó en el bra-

zo, señorita Mansfield?

vlwrE:
$\ñrD Estaba tan Preoc!Pada Por
lo que Pensaras oe m¡'..
 Así es como quiero que caminen. ¿Entendido? Sin ¿Sabes una cosa? Estás
.sacar dernasiado la cola y con las piernas fi¡mes y resultando mi heroína Si sigues así voy a ten€¡ que
personal. Te enf¡entqs- da¡ audiencias especiales. Vi
te con Agatha y con el algo más, Karen. Agatha
profesor Pizzu¡no. Y I?lansfield lleva vendado su
para la profesora de mo- brazo. rciccone la lastima-
delado e¡es la mejo¡ de

ROOMS

Yo también sé algo más. No es cuestión de po- ¿Y nd reparaste en o-

Un mes antes de que yo
entr&¡a desapareció una
chica. Se llamaba olga
watts. Dicen que se fugó
de aquí. Pero nadie oyó ha-
ble¡ más d€ ella.
nerse pa¡anoica. cual- t¡a cosa? Hace va*
quier ehica normal rios días que Rick cic
huiría de Agatha. con€ no viene po¡
aquí. Agatha se está
poniendo ¡rerviosa,

Z)¡r
 Kh¡ysé tuvo sueños acuosos' de los que sólo queda un8
5e¡rsacién ama¡ga cuando se despierta..'

Bien.,.Veamos cómo se van sucedien

el de Rick ciccone. Y sllí estaba

No prendas la luz. Pero
mira por la ventana.

vemos. Él irá directamen-

te hacia las habitaciones de
Agetha, Lo espera¡emos allí.
 Aqui tieres. Pc¡o no lo gestes to

de sermonea¡me, Rick. Tú debes cumplir con

delitos son peo¡es que tu deber como direc-
míos. Al menos, salpican to¡a de la escuela,
que¡ida Agatha. No
estropeemos esta
mag¡ífica sociedad
com oncisl.

\-
"-=
l
 Hmmm...Tú eres comPañera de
cuarto de esa ótra loca de Kh¡Ysé.
vavamos a ver si está allí como
aic"es. Tú te quedarás aquí. Bajo ,

r).7
\'€j
:-..: Gr';

N"@

tlmmm.,.Allí está. Y durmien

do.,.
Mucbachss, quiero info¡mar-
les una mala noticia. Esta
mañana encont¡'aron el cadá_
ver de Karen Marsholl en un
caltejón de Ia ciudad. No sa-
bemoq cónio pudo habe¡ ocu-
¡rido, Tal vez se escapó por
la noche para ver a alguien..,

)t