Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
2006
2
Introducción
1
Ministros de Cultura
Pío Cabanillas (UCD, 1978-1981), Soledad Becerril (UCD, 1981-1982), Javier Solana (PSOE,
1982-1988; y de educación, 1988-1992), Jorge Semprún (PSOE, 1988-1991), Jordi Solé
Tura (PSOE, 1991-1993), Carmen Alborch (PSOE, 1993-1996), Esperanza Aguirre (PP,
1996-1999), Mariano Rajoy (PP, 1999-2000), Pilar del Castillo (PP, 2000-2004), Carmen
Calvo (PSOE, 2004-).
2
Principales museos y centros de arte contemporáneo de titularidad pública inaugurados
en el estado español en las últimas dos décadas:
3
Financiado por la Diputación Foral de Guipúzcoa, y dirigido desde su apertura, en 1987,
por Santi Eraso.
8
4
Dirigida por la galerista Juana de Aizpuru hasta 1987. Desde entonces, y hasta 2006, ha
sido dirigida por Rosina Gómez Baeza.
11
5
EL MNCARS ha sido dirigido por Tomás Llorens (1988-1990), María Corral (1990-1994),
José Guirao (1994-2000), Juan Manuel Bonet (2000-2004) y Ana Martínez de Aguilar
(2004).
6
En 1974, la dirección pasó a José Romero Escassi; en 1975, a Carlos Areán; y en 1978, a
Joaquín de la Puente.
12
7
La primera Muestra de Arte Joven se celebró en 1985, con Félix Guisasola al frente. A
finales de los años 90 la dirección pasó a Jorge Diez. A partir de la edición de 2006 toma
el nombre de Creación Joven.
13
Catalunya
Pero “la cultura del país” era distinta. Se trataba de retratar los rasgos
distintivos de una sociedad. Y para ello, sólo cabía la “excelencia”. Es en
ese sentido que hay que comprender las constantes negativas de Pujol a la
creación de organismos de política cultural. La política promocional se
implantó para dar conocer las “esencias” de Catalunya, con un especial
énfasis en la difusión internacional mediante la creación de organismos
como el COPEC8 (Consorci Català de Promoció Exterior de la Cultura) en
1991 -y finiquitado en 2006-, o del sistema de becas de estancias en el
extranjero para agentes culturales, dejando de lado la ordenación
territorial, muy necesitada en un país que gira, casi en exclusiva, alrededor
de su capital, Barcelona, y descuidando la capacitación profesional de un
sector que, aún a pesar de todo ello, actualmente aporta entre el 12% y el
15% del PIB de Cataluña.
8
El COPEC nace en 1991 con la finalidad de proyectar y promover la cultura catalana en el
exterior. El Consorci está integrado por la Generalitat de Catalunya, el Gremi d'Editors de
Catalunya, l'Associació d'Editors en Llengua Catalana, el Consell Català de la Música, el
Gremi de Galeries d'Art de Catalunya, l'Art Barcelona Associació de Galeries, l'Associació
Productors Audiovisuals de Catalunya, l'Associació per a la Difusió del Folklore, y el
Foment de les Arts Decoratives. Durante sus 15 años de existencia abrió oficinas en Berlín,
Londres, París, Milán y Bruselas. En julio de 2006 la Generalitat disuelve la entidad. El
Institut Català de les Indústries Culturals (ICIC) ya había asumido, desde 2004, gran parte
de las funciones del COPEC, así como su personal e infrastructuras.
17
Por otro lado, una arraigada concepción clasista e identitaria del discurso
nacionalista conservador, conllevó la indiferencia oficial hacia usos y
prácticas culturales realizadas por otros sectores de la población,
fundamentalmente de origen foráneo, que no encontraron soportes
gubernamentales más que para asegurarse clientelas electorales, casi
siempre a través del Departament de Benestar Social y no del de Cultura. A
su vez, las disputas partidistas y administrativas entre los gobiernos de CiU
y los diversos ayuntamientos de izquierda del área metropolitana de
Barcelona, en donde se concentra el 60% de la población catalana, derivó
en una escasa voluntad de articular políticas culturales a partir de las
necesidades territoriales. Paralelamente, muchos de estos ayuntamientos
del llamado “cinturón rojo” de Barcelona (gobernados por el PSC y el
PSUC/Iniciativa per Catalunya), se enclaustraron en políticas populistas
alejadas, la mayoría de las veces, de debates reales sobre la capacidad y la
necesidad de generar modelos culturales y educativos, alternativos y
críticos, en una ciudadanía de clase trabajadora desinteresada y
desmotivada por el arte y la cultura de vanguardia.
(durante un tiempo breve) como nuevo Delegat d’Arts Visuals. Desde 2003,
la programación que preside el CASM no parece que haya superado
algunos de los lastres formalistas que han marcado el centro desde sus
inicios, aunque haya algunos esfuerzos por reconducir la situación.
9
El MACBA se creó en 1988, de mano del Consorci del Museu d’Art Contemporani,
integrado por la Generalitat de Catalunya, l’Ajuntament de Barcelona y la Fundació Museu
d’Art Contemporani (dirigida por Leopoldo Rodés desde sus inicios). Fue inaugurado
oficialmente en 1995. Ha sido dirigido por Daniel Giralt-Miracle (1988-1994), Miquel
Molins (1995-1998) y Manuel J. Borja-Villel (desde 1998).
20
10
Director de la Quinzena d’Art de Montesquiu (QUAM) entre 1988 y 1996, bajo la gestión
de H. Associació per a les Arts Contemporànies de Vic. Secretario General de la AAVC
desde 1996, combinó esta posición con la dirección de Hangar hasta 2001. También es
coordinador de la Unión de Artistas.
11
Financiado por la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, y en menor
medida por la Diputación de Barcelona, el Ministerio de Cultura y algunas empresas
privadas. La dirección ha corrido a cargo de Florenci Guntín, Manuel Olveira y, en la
actualidad, de Pedro Soler.
21
Barcelona
emprendidas por las elites a través del ayuntamiento. Cabe decir que pocas
ciudades en el mundo son capaces de reinventarse con tal empeño cada
tanto. Los años 1860, 1888, 1929, 1992 y 2004 han marcado el diseño de
la ciudad. A golpe de exposición o evento mediático, Barcelona ha
construido una ciudad espejo de los imaginarios y sueños de sus clases
dirigentes. Una burguesía capitalizada y emprendedora, unos políticos
liberales e ilustrados (“modernos”, en el lenguaje de los años 80), y una
ubicación mental y geográfica muy peculiar ha llevado a Barcelona a
superar algunos de sus “profundos” y fundamentales complejos mediante
el recurso al urbanismo y al diseño.
esa ciudad fuera de nueva planta. La ciudad habría creado, por tanto, su
propio “valor añadido”: la cultura. Esa ha sido la premisa fundamental de
uno de los principales responsables de la política municipal, Ferràn
Mascarell12. Así también lo expresaba el alcalde Joan Clos: “La cultura ha
sido históricamente una de las apuestas más claras y decididas de
Barcelona, eje y motor de cambio de la sociedad y barómetro de la
evolución de la ciudad”. Con esta mentalidad, la producción de cultura, tan
supuestamente inmersa en la costumbre vital del ciudadano y tan natural a
él, no requería una atención específica, a pesar de, por ejemplo, la
constante precariedad de espacios y recursos públicos para la producción
experimental, por citar alguna de las carencias tradicionales en la política
cultural del Consistorio.
En ese estado de cosas nace el logo “Barcelona”. Durante los años 80, pero
sobre todo durante los 90, los grandes poderes públicos y privados
encaminaron su política estratégica a centralizar las grandes
infraestructuras culturales catalanas en su capital: Anella Olímpica (1992),
MACBA (1995), Museu d’Història de Catalunya (1996), Teatre Nacional de
Catalunya (1997), L’Auditori (1999), Museu Nacional d’Art de Catalunya
(2000, tercera fase), Zona Fòrum (2004). En ese proceso, participaron
todas las administraciones catalanas, sin distinción partidista, pues los
intereses eran mutuos. Paralelamente, la ciudad también potenció algunos
de sus principales iconos culturales a partir de su “Plan de Museos” de
1985: Palau de la Música, Mercat de les Flors (1985), CCCB (1994), Teatre
Lliure (2001, segunda etapa del Lliure), Museu Picasso (1963), Teatre Grec,
Palau de la Virreina (1981). El progresivo interés económico que la “cultura”
suscitó gracias a las transformaciones urbanísticas se plasmó en la
aparición de nuevas entidades culturales, muchas de ellas co-financiadas
12
Impulsor en 1995 del ICUB (Institut de Cultura de Barcelona), organismo coordinador de
la política cultural de la ciudad. Director del Plà Estratègic per al Desenvolupament
Cultural de Barcelona desde 1998. En 1999, fue nombrado Regidor de Cultura del
Ajuntament, y en 2003, Conseller de Cultura del gobierno catalán.
24
20
Eduard Delgado estuvo a cargo de la descentralización cultural en Barcelona entre 1980
y 1984. Creó y dirigió el CERC de 1984 a 1992. Tras un breve periodo en el Consejo de
Europa, fundó en 1995 el Observatori Europeu de Polítiques Culturals Urbanes i Regionals
Interarts, hoy Fundación, del que fue director hasta su muerte en 2004.
21
Dirigido desde su creación, en 1994, por Josep Ramoneda.
26
Conclusión