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DE LA SANTA Y SUPREMA CONGREGACION DEL SANTO OFICIO

DIRIGIDA A todos los patriarcas, arzobispos, obispos


y otros Ordinarios locales
"TAMBIÉN DEL RITO ORIENTAL"

INSTRUCCIÓN
SOBRE LA MANERA DE PROCEDER EN CASOS DE SOLICITACIÓN
La Prensa del Vaticano, 1962

En el modo de proceder en los casos de delito de solicitación


(Este texto es) para ser almacenado con diligencia en los archivos secretos de la
Curia como estrictamente confidencial. No se publicará ni añadirá ningún
comentario

CUESTIONES PRELIMINARES
1. El delito de solicitación toma lugar cuando un sacerdote trata de seducir a un
penitente, quienquiera que este sea, ya sea en el propio acto de la confesión
sacramental, como antes o inmediatamente después de la confesión, ya sea
en el caso o con el pretexto de la confesión, inclusive fuera del momento de la
confesión en el confesionario, o en otro lugar que no sea el asignado
habitualmente para la audiencia de las confesiones, o (en otro lugar) elegido
con el propósito de simular una audiencia de confesión. {El objetivo de esta
seducción} es el de solicitar o provocar {al penitente} hacia actos impuros y
obscenos, ya sea mediante palabras, signos, gestos, contacto físico o
mensajes escritos, tanto durante como después (de que el mensaje ha sido
leído), o sí él ha tenido con (el penitente en cuestión) conversaciones o
interacciones prohibidas e inapropiadas de una manera excesivamente
atrevida. (Constitución del Sacramento de la Penitencia, 1; en latín Sacrum
Poenitentiae §1).

2. {El derecho ó deber de reportar} en primera instancia, este crimen incalificable


le corresponde a los Ordinarios locales en cuyo territorio está residenciado el
acusado (véase más adelante, números 30 y 31), esto no sólo por derecho
propio, sino también por delegación especial de la Sede Apostólica. Es
obligación de las personas antes mencionadas y en la mayor medida de lo
posible, (además de ser) gravemente implicadas por su propia conciencia, que
luego de surgir casos de este tipo, tomen el cuidado de introducir, discutir y
concluir (estos casos) ante su propio tribunal. No obstante, debido a razones
particularmente graves, según la norma del Canon 247, § 2, estos casos
podrán ser diferidos directamente a la Congregación Sagrada del Santo Oficio,
u ordenados por la misma. Aunque {el derecho} de los acusados demandados,
permanece intacto en cualquier instancia de juicio para recurrir ante el Santo
Oficio. Aún así, esto no suspende el poder jurisdiccional del juez que ha
comenzado a investigar; por lo que puede proseguir el juicio hasta su sentencia
definitiva, a menos que sea establecido de que la Sede Apostólica haya
ordenado a comparecer el caso ante sí misma (cf. Canon 1569).
3. En lo que corresponde al término de "Ordinarios locales" se entiende que son,
cada uno por su propio territorio: los obispos residentes, abades o nullius
prelados, administradores, vicarios y prefectos apostólicos, así como todos
aquellos que, en su defecto, (y en la ausencia de estos dignatarios antes
mencionados) son sucesores en rango de manera temporal por prescripción
de ley o por las constituciones aprobadas (Canon 198, § 1). No obstante, (esta
norma no se aplica) al vicario general a excepción de (haber sido)
especialmente delegado.

4. El Ordinario del lugar es juez en estas causas incluso para los asiduos
religiosos, incluyendo a los exentos. De hecho, sus superiores tienen
estrictamente prohibido involucrarse en causas relacionadas con el Santo
Oficio (Canon 501, §2). No obstante, sin perjuicio del derecho del Ordinario,
ello no impide a Superiores, en caso de que descubran que uno de sus sujetos
ha cometido un delito en la administración del sacramento de la Penitencia, la
posibilidad y la obligación de ejercer una vigilancia diligente sobre la persona,
para amonestarle y corregirle por medio de penitencias saludables, y en caso
necesario, para retirarlo de algún ministerio. También tendrán la capacidad
de trasladarlo a otro lugar, a menos que el Ordinario del lugar lo haya
prohibido por que ha recibido denuncia y se ha comenzado una investigación.

5. El Ordinario del lugar puede presidir estas causas por sí mismo o


comprometerse a ser oído por otra persona, es decir, un eclesiástico prudente
y de edad madura. Pero no puede hacerlo de manera habitual, es decir, por
todas las causas tales, sino que puede delegar de forma escrita para cada
causa individual tantas veces como sea necesario (toties quoties), teniendo en
cuenta la prescripción del Canon 1613, § 1.

6. Aunque, por razones de confidencialidad, un solo juez es normalmente


prescrito para las causas de este tipo. Sin embargo, no es prohibido que el
Ordinario, en los casos más difíciles nombre a uno o dos asesores de
consultoría, que se elegirán de entre los jueces sinodales (Canon 1575); o
inclusive tres jueces, igualmente elegidos de entre los jueces sinodales,
quienes procederán en el caso según el mandato para proceder colegialmente,
de conformidad con la norma del canon 1577.

7. El promotor de la justicia, el defensor del acusado y el notario, que han de ser


sacerdotes prudentes, de edad madura y buena reputación, doctores en
derecho canónico o en su defecto expertos [en leyes canónicas], probados en
su celo por la justicia (Canon 1589) y que no esté en ninguna desventaja para
con el demandado según las normas establecidas en el canon 1613 – han de
ser designados por escrito por el Ordinario. Sin embargo, el promotor de la
justicia, (que puede ser diferente del promotor de justicia de la Curia), podrá
ser asignado para todos los casos de este tipo, más el defensor del acusado y
el notario han de ser asignados para cada caso individualmente (toties
quoties). El Demandado no tiene prohibido proponer un defensor aceptable
para él (Canon 1655); no obstante, este último deberá ser sacerdote y
respectivamente aprobado por el Ordinario.

8. En ocasiones (esto se refiere a su ubicación propiamente) cuando la


intervención del promotor de la justicia es requerida y no haya sido citado, o
que no esté citado pero esté presente [en el proceso], las actas han de ser
consideradas como inválidas [en su totalidad]. No obstante, si el promotor de la
justicia se citó de manera legítima, pero no estuvo presente durante una parte
del procedimiento, las Actas serán en efecto válidas, pero luego [las Actas]
habrán de ser sometidas totalmente a una examinación, de modo que él sea
capaz de observar y proponer, ya sea oralmente o por escrito, lo que a su
juicio considere necesario o conveniente (Canon 1587).

9. Por otra parte, es necesario que el notario presente todas las Actas bajo pena
de nulidad y que haga notas en la parte de abajo de los documentos con su
propia mano o por lo menos los firme (Canon 1585, §1). Sin embargo, debido
al carácter especial de estos procedimientos, es necesario que el Ordinario
prescinda de la presencia del notario, teniendo una excusa razonable,
aceptable, como será señalada en el propio lugar de las denuncias y también
en el empleo de los grados de atención o cuidado que se esperan de un
notario en una situación dada. Como dicen, en el seguimiento y en la
examinación de los testigos inducidos en el caso.

10. No se utilizaran ayudantes menores a menos que sean absolutamente


necesarios y estos serán escogidos, en la medida de lo posible, de la orden
sacerdotal y en todo caso han de ser maduros y de fidelidad probada sin
excepción. Cabe señalar, sin embargo, que, si la necesidad lo exige, pueden
ser nominados a aceptar ciertos actos, aun cuando sean sujetos que viven en
otro territorio, o el Ordinario de ese territorio les puede pedir que lo hagan
(Can. 1570, § 2), observando, por supuesto debidamente las precauciones
mencionadas anteriormente y en el Canon 1613.

11. No obstante, debido a que lo que se trata en estos casos tiene que tener un
mayor grado de cuidado y observancia para que los mismos asuntos se lleven
a cabo de la manera más discreta, luego de haber sido definidos y entregados
a ejecución; los mismo, deberán ser restringidos por el silencio permanente
(Instrucción del Santo Oficio 20 de febrero de 1867, N º 14), ) todos y cada
uno de los relativos al tribunal en cualquier forma, o conocedores de estos
asuntos por razón de su cargo, están obligados a observar inviolablemente la
más estricta confidencialidad, comúnmente conocido como el secreto del Santo
Oficio , en todas los asuntos y con todas las personas, bajo pena de
excomunión automática, (latae sententiae ipso facto) y sin ningún tipo de
declaración [de tal penalidad] habiendo sido asumido y reservado por la sola
persona del Supremo Pontífice, excluyendo incluso la Sagrada Penitenciaría,
están obligados a observar la confidencialidad. En efecto, los Ordinarios están
obligados por la presente ley de observar el juramento (ipso jure), o en virtud
de su propia labor. El otro personal está obligado en virtud del juramento el
cual siempre debe realizarse antes de asumir sus funciones, y que luego le son
delegadas, interpoladas o informadas en su ausencia, por medio del precepto
que se les impone en las cartas acerca de la delegación, la investigación o
información, con mención expresa del secreto del Santo Oficio y de la censura
antes mencionada.

12. El juramento que se mencionó anteriormente, cuya fórmula se encuentra en el


apéndice de esta Instrucción (Formulario A), se debe tomar una vez y para
siempre por los designados habitualmente. Sin embargo, por aquellos, que se
dispuso solo para algunos asuntos o casos determinados con la frecuencia
necesaria (toties quoties) lo efectuaran en presencia del Ordinario o de su
delegado, sobre los Santos Evangelios de Dios (también por sacerdotes) y no
de otra manera, junto con la promesa adicional de llevar a cabo fielmente su
función, sobre la cual, no obstante, la excomunión mencionada en la parte
superior, no se extiende. Se debe evitar y se debe tener cuidado por los que
presiden estos casos que nadie, incluido el personal a cargo de los que están
envueltos, lleguen al conocimiento de los asuntos, excepto en la medida en
que su función o tarea necesariamente lo exige.

13. El juramento de mantener la confidencialidad debe efectuarse siempre en


estos casos, también por parte los acusadores o denunciantes [el sacerdote] y
los testigos. Sin embargo, estas personas, no están sujetos a censura, a
menos que se les advierta de ello expresamente en las actas de acusación,
denuncia o cuestionamiento. El acusado debe ser advertido más severamente,
respecto a que inclusive él, juntamente con todos [los otros], especialmente si
esta en observancia de confidencialidad con su defensor, también estaría bajo
pena de suspensión a divinis, en caso de incurrir en una transgresión ipso
facto.

14. Por último, en cuanto a la elaboración de los procedimientos, el lenguaje


utilizado, y su confirmación, su custodia y la nulidad accidental, en todos los
aspectos [de estos asuntos], deberán observarse según lo prescrito por los
Cánones 1642-1643, 379-80-82 y 1680 respectivamente.

TÍTULO PRIMERO

LA PRIMERA NOTIFICACION DEL CRIMEN

15. Debido a que el crimen de solicitación toma lugar en circunstancies poco


comunes; consecuentemente, para que no permaneciera oculto e impune y
siempre con el perjuicio inestimable para las almas, ha sido necesario el
obligar a la persona o a las personas conscientes del crimen [acto de
solicitación], saber que el penitente solicitó, por una denuncia impuesta por la
ley positiva para revelarlo. Por lo tanto:
16. "De acuerdo con las Constituciones Apostólicas y específicamente en la
Constitución de Benedicto XIV Sacramento del Pontífice Sacramentum
Poenitentiae, del 1 de junio de 1941, el penitente debe denunciar al sacerdote
acusado del delito de solicitación en la confesión al Ordinario del lugar o de la
Sagrada Congregación del Santo Oficio en el plazo de un mes, y el confesor
debe, por obligación atado gravemente a la conciencia, advertir al penitente de
este deber." (Canon 904).

17. Por otra parte, a la luz del Canon 1935, cualquiera de los fieles siempre puede
denunciar un delito de solicitación de los cuales él o ella habrían tenido cierto
conocimiento y de hecho también el deber urgente para hacer una denuncia
cada vez que la persona se ve atado a hacerlo por la misma ley natural, a
causa de peligro para la fe o religión, o algún otro mal público inminente.

18. " No obstante, los fieles, quienes a sabiendas han desatendido el mandato de
denunciar a la persona por quien fue sujeto de solicitación, en contra de la
prescripción (relacionada más arriba) del Canon 904, durante el pedido de un
mes, cae en una sentencia de excomunión automática reservada latae
sententiae, la cual no se suspenderá hasta que él o ella haya cumplido con su
obligación o se haya comprometido seriamente a que así lo hará” (Can 2368, §
2).

19. El deber de denunciar es personal y debe ser cumplido regularmente por la


persona misma que ha sido objeto de solicitación. Pero si éste se ve impedido
por las más graves dificultades de hacer esto, entonces ya sea por carta o por
otra persona que le resulta favorable debe acercarse al ordinario o la Sagrada
Congregación del Santo Oficio o la Sagrada Penitenciaría, revelando todas las
circunstancias (Instrucción del Santo Oficio, 20 de febrero de 1967, n. 7).

20. Las denuncias anónimas son por lo general desestimadas. No obstante,


pueden tener algún valor concordante, o proporcionar la ocasión para nuevas
investigaciones, si las circunstancias determinadas hacen que la acusación sea
plausible (cf. Can. 1942, § 2).

21. La obligación de denunciar por parte del penitente que ha sido objeto de
solicitación, no cesa a causa de una confesión espontánea posible por el
confesor solicitante, o por su traslado, promoción, o condena, o su probable
restitución u otras razones de la misma índole. Solamente cesa tras la muerte
de este último.

22. Siempre sucede que un confesor o sacerdote es otro delegado para recibir
alguna denuncia, junto con instrucciones sobre el procedimiento que se llevará
a cabo en forma judicial. Es a partir de entonces, que esta persona es
advertida expresamente que debe comunicar todo el asunto inmediatamente al
Ordinario o a la persona delegada, sin guardar ninguna copia o registro para sí
mismo.
23. Este es el orden normalmente a seguir en la recepción de denuncias; En
primer lugar, un juramento de decir la verdad se ha de administrar a la persona
que hace la denuncia, el juramento se tomará cuando esté tocando los Santos
Evangelios. La persona entonces será interrogada de acuerdo a la fórmula
(Formulario E), teniendo cuidado de que se refiera, de manera breve y como
corresponde, no obstante, claramente y con detalle, todo lo relacionado a las
solicitaciones de las cuales ha sido objeto. Sin embargo, de ninguna manera,
se le preguntará si en algún momento dio su consentimiento a la solicitación.
Al contrario, ha de ser informado de que él no está obligado a reconocer el
consentimiento que pueda haber dado al respecto. Las respuestas, [de manera
ininterrumpida] no sólo en cuanto a su contenido sino también el propio texto
del testimonio, de inmediato deben ser puestas por escrito. (Canon 1778). La
transcripción completa [del testimonio] deberá ser leída con una voz clara y
nítida, a la persona denunciante [el sacerdote], dándole [al denunciante] la
opción de añadir, suprimir, corregir o cambiar [su testimonio]. Entonces, se
puede solicitar su firma o bien, si no puede o no sabe escribir, puede realizar
una "x". Mientras que él todavía está presente, deberá ser añadida la firma de
quien recibe el testimonio, así como del notario, si está presente (cf. n. 9).
Antes de que sea despedido, como se ha mencionado arriba, se le
administrará el juramento de observancia de la confidencialidad,
amenazándolo si es necesario, con la excomunión reservada al Ordinario del
lugar o de la Santa Sede (cf. n. 13).

24. Aunque a veces, esta práctica común no se puede seguir por razones de
obstrucción grave, siempre y cuando las mismas estén expresamente
indicadas en las actas; se permitirá que una u otra de las formas prescritas
sean omitidas, pero siempre manteniendo la esencia de la misma. Por lo tanto,
si el juramento no puede efectuarse sobre los Santos Evangelios, se podrá
realizar bajo el mismo concepto, e incluso sólo verbalmente. Si el argumento
de la denuncia no puede ser escrito ininterrumpidamente, podrá escribirse en
el tiempo y lugar más oportunos por el entrevistador (quien recibe la denuncia)
y posteriormente confirmado y firmado por el denunciante en la presencia de
quien recibe la denuncia. Si el argumento no se puede leer al denunciante,
puede ser entregado a él para que lo lea.

25. No obstante, en casos más difíciles, también se permitirá para la denuncia (tal
permiso, de haber sido otorgado al denunciante, a no ser que aparentemente
el sigilo sacramental haya sido violado; y tanto en un día conveniente para
cada una de las partes, como en el mismo confesionario, deberá ser leído
oralmente u otorgado para ser leído y posteriormente confirmado bajo
juramento, junto con la firma correspondiente o con una equis “x”) (a menos
que sea completamente imposible de colocar los mismos). Mención expresa de
todas estas cosas deberá hacerse siempre en las actas, como se ha señalado
en el número anterior.
26. Con todo y esto, si una gravísima y absolutamente extraordinaria razón lo
demanda, entonces la denuncia podrá realizarse a través de un informe escrito
por el que denuncia, siempre y cuando esta sea ante el Ordinario del lugar o su
delegado y su notario, si este se encuentra presente (cfr. n.9) y posteriormente
confirmada por el juramento y firmado. Lo mismo corresponde a una denuncia
informal, mediante una carta, por ejemplo, u oralmente de forma extrajudicial.
27. Una vez sea aceptada cualquier denuncia, el Ordinario estará atado por una
obligación grave a comunicarlo tan pronto como sea posible al promotor de la
justicia, quien a su vez deberá declarar por escrito, si el delito específico de
solicitación está presente en primer sentido en el caso o no, y si el Ordinario
está de acuerdo con esto o no. El promotor de la justicia deberá diferir el
asunto al Santo Oficio en un plazo de diez días.

28. Si, por otra parte, el ordinario y el promotor de la justicia están conjuntamente
de acuerdo, o de alguna manera el promotor de la justicia no recurre al Santo
Oficio. Entonces el Ordinario, si ha determinado que el delito de solicitación
específico no estuvo presente, deberá solicitar que las Actas sean puestas en
los archivos secretos, o deberá usar su derecho y deber conforme a la
naturaleza y la gravedad de los asuntos que han sido denunciados. No
obstante, si él considera que el crimen estuvo presente, entonces deberá
proceder inmediatamente con la investigación (cf. can 1942, §1).

TITULO SEGUNDO
EL PROCESO

Capítulo I
La Investigación

29. Como consecuencia de las denuncias, cuando se tiene conocimiento del


delito de solicitación, una investigación especial deberá ser llevada a cabo, a
modo de aclarar en qué bases tal acusación tiene fundamento (Canon 1939,
1); esto es tanto más necesario cuando un delito de este tipo, como se ha
señalado anteriormente, se comete generalmente en privado, y los testimonios
directos respecto a la solicitación, raramente pueden ser obtenidos por parte
de las personas agraviadas.

Una vez que la investigación ha sido abierta, y si el sacerdote acusado es un


religioso, el Ordinario puede prevenir que el sea transferido antes de la conclusión
del proceso.

Principalmente hay tres áreas que dicha investigación debe cubrir, y estas son:
a) los antecedentes del acusado;
b) la solidez de las denuncia;
c) otras personas que hayan sido solicitados por el mismo confesor, o
en su defecto, conscientes del delito, y si alguno de ellos, como casi
siempre sucede, ha sido persuadido [para hacer la denuncia] por
aquellos denunciantes.

30. Por tanto, en lo que se refiere a la primera letra (a) el ordinario,


inmediatamente después de haber recibido una denuncia de delito de
solicitación, acerca del inculpado, ya sea un miembro del clero secular o
regular (cf. n. 4), con residencia en su territorio, deberá tratar de indagar si
otras acusaciones en su contra están registradas en los archivos, incluso
acusaciones de otro tipo, y si el acusado había vivido anteriormente en otros
territorios. El deberá indagar con los Ordinarios respectivos y, si [el acusado]
es un religioso, también con sus superiores regulares, en caso de que ellos
tengan algo que pueda agravar la situación de alguna forma. Aceptará dichos
documentos, refiriéndose a ellos en las Actas como la acumulación de los
hechos, ya sea para hacer un solo juicio, en razón de contenidos comunes o la
conexión de causas [connexio] (cfr. Canon 1567), y así todos los asuntos
serán presentados juntos; para el establecimiento y consideración de una
circunstancia de agravamiento de reincidencia según el sentido del Canon
2208.

31. Si todo el asunto concierne a una persona acusada que no tenga residencia en
su territorio, el Ordinario deberá transmitir todas las actas al Ordinario del que
se ha hecho denuncia, o, si no sabe quién podría ser, (transmitirá todas las
actas) a la Suprema y Santa Congregación del Santo Oficio, reservándose el
derecho, mientras tanto, de negar a el sacerdote acusado la facultad de ejercer
los ministerios eclesiásticos en su propia diócesis o revocar tal facultad ya
concedida, en caso de que el sacerdote aborde [al Ordinario para solicitar
dichas facultades] o este regrese [a la diócesis del Ordinario].

32. En cuanto a lo que pertenece a la segunda letra (b), la importancia de cada


denuncia, de sus cualidades y de las circunstancias debe ser ponderadas con
seriedad y precisión, de manera que sea evidente cómo las mismas ameritan
credibilidad. No es suficiente que se haga de cualquier manera, sino que es
necesario que esto sea tratado por medio de un sistema establecido y una
manera judicial, lo que habitualmente está representado en el Tribunal del
Santo Oficio por la frase "diligentias peragere" [que significa llevar a cabo
todas las formalidades necesarias].

33. Para llegar a tal propósito [de llevar a cabo todas las formalidades necesarias]
una vez que el ordinario ha recibido alguna denuncia del delito de solicitación,
él, ya sea personalmente o a través de un sacerdote delegado especialmente
para hacerlo, convocara dos testigos por separado y con la debida discreción,
a elegir en la medida de lo posible de entre los rangos eclesiásticos, pero sería
mucho mejor ,por encima de cualquier excepción, que convocara a personas
que estén familiarizados con ambos, tanto con el acusado como con el que
denuncia. Tales personas, en presencia del notario (cf. n. 9), quien deberá
poner las preguntas y respuestas por escrito, serán puestas bajo un juramento
solemne de decir la verdad y guardar la naturaleza confidencial del caso, bajo
amenaza si es necesario, de excomunión reservada al Ordinario del lugar o de
la Santa Sede (cf. n. 13). Entonces se le pregunta a ellos (Formulario G) sobre
la vida, la conducta y la reputación pública del acusado y del denunciante, si
consideran que el denunciante es digno de ser creído, o por el contrario, capaz
de mentir, calumniar o perjurar, y si saben de alguna razón para que exista el
odio, el rencor o la enemistad entre el denunciante y el acusado.

34. Si las denuncias son abundantes en número, no hay nada que impida que se
empleen los mismos testigos para todas ellas, o el uso de diferentes testigos
para cada una, siempre y cuando, se tenga cuidado de no tener un doble
testimonio en relación con el acusado y cualquier denunciante.

35. Si dos testigos no pueden ser encontrados donde cada individuo conozca a
ambos, al acusado y al denunciante, o si ellos no pueden ser interrogados al
mismo tiempo sin el peligro del escándalo, o sin perjuicio para con el buen
nombre que le concierne, entonces, se harán las disposiciones pertinentes de
manera que las dos personas sean interrogadas por medio de un testimonio
dividido [dimidiatae] (Formulario H). En otras palabras, se llevará a cabo:
interrogando a dos personas acerca del acusado, y a otras dos sobre cada
denunciante en particular. No obstante, las investigaciones tendrán que
hacerse de otras fuentes, en cuanto a si en este caso las denuncias en contra
del acusado, son por razones de odio, enemistad o cualquier otro tipo de
desafección humana.

36. Si no se puede realizar la indagación por medio del testimonio dividido, ya sea
porque los testigos adecuados no se pueden encontrar, o porque existe el
temor al escándalo o de la pérdida de honorabilidad, que esta falta pueda
acarrear, existe la posibilidad de sustituir a los testigos; aunque con cautela y
prudencia, con información extrajudicial acerca del acusado y del denunciante
y sus relaciones personales, con todo esto puesto por escrito se obtendrán los
mismos resultados o incluso a través de pruebas filiales que puedan corroborar
o debilitar la acusación.

37. En cuanto a la tercera letra (c), si en las denuncias realizadas, lo cual no


sucede con rareza, otras personas son influenciadas o tal vez podrían haber
sido objeto de solicitación, u otras que pueden [simplemente] ofrecer su
testimonio acerca de lo concerniente, todos ellos deberán ser examinados por
separado según el formulario judicial que se encuentra en la parte inferior
(Formulario I). Deben ser interrogados por primera vez en lo que respecta a las
generalidades, y luego gradualmente, como la materia se desarrolla, llegando
a los detalles, tales como si fueron objeto de solicitación y de qué manera, o de
cómo llegaron a conocer o a escuchar que otras personas habían sido
solicitadas (Instrucción del Santo Oficio, 20 de febrero de 1867, N º 9).
38. Se debe utilizar la mayor cautela al invitar a estas personas a
esta entrevista, puesto que no siempre será oportuno el llevarlos a un
lugar público como la cancillería, en especial si se trata de niñas a quienes
han de someterse la examinación, a mujeres casadas, o las que son
del servicio doméstico. Si aquellos que han de ser sometidos a la examinación,
viven en monasterios, en los hospitales o en las casas religiosas para niñas,
entonces, las personas en particular han de ser llamados con gran cuidado y
en diferentes días, de acuerdo a las circunstancias particulares (Instrucción del
Santo Oficio, 20 de julio de 1890).

39. Lo que se ha señalado anteriormente en relación con la manera de recibir las


denuncias será aplicado también, para cambiar lo que se deba cambiar
[mutatis mutandis] en la examinación a las personas que se han presentado.
40. Si la examinación de las personas, que se corroborasen entre sí por
evidencias positivas y por causa de dichas examinaciones existe un sacerdote
bajo investigación u otra persona sobre la cual pesan ciertas acusaciones;
entonces las denuncias que sean verdaderas, en el sentido estricto de la
palabra y toda la información acerca de dichas denuncias serán investigadas
en cuanto a la calificación del delito, con respecto a la reanudación de las actas
anteriores y a la reanudación de los esfuerzos que deberán adoptarse en
conformidad con lo indicado anteriormente.

41. Una vez, todos estos asuntos hayan sido atendidos, el Ordinario comunicará
las actas al promotor de justicia, quien revisara si todos los procedimientos se
llevaron a cabo correctamente o no. Y si considera que no existe nada en
contra de que las mismas sean, el a su vez, deberá declarar cerrado el proceso
de investigación.

Capítulo II
Medidas Canónicas y la amonestación a acusados.

42. Una vez que el proceso investigativo haya sido cerrado, el Ordinario, después
de haber oído al promotor de justicia, deberá proceder de la siguiente manera:

a) Si es evidente que la denuncia carece de fundamentos, él deberá


ordenar que esto sea declarado en las Actas y los documentos de la
acusación deberán ser destruidos;

b) Si las indicaciones acerca del delito son vagas, indeterminadas o


inciertas, él deberá ordenar que las Actas sean puestas en los
archivos, para ser tomados nuevamente si algo sucediera en el
futuro.

c) Sin embargo, si hay indicios de un delito grave, pero aun así, no lo


suficiente como para presentar un proceso acusatorio, como en el
caso cuando sólo hay una o dos denuncias regulares, donde, en
efecto se ha seguido el proceso regular con diligencia pero no fueron
corroboradas por que carecen de pruebas (cf. n. 36), o incluso
cuando existan varias pruebas, pero con procedimientos inciertos o
deficientes, se deberá ordenar que el acusado sea amonestado, por
los diferentes tipos de casos de acuerdo con el (Formulario M), por
una primera o una segunda vez, paternalmente , seriamente, o
más seriamente de acuerdo a la norma del Canon 2307, si es
necesario añadiendo, en su caso, la amenaza explícita del proceso
judicial, si hubiese alguna otra nueva acusación en contra del
acusado; las Actas, tal como se indicó anteriormente, deberán
mantenerse en los archivos, y mientras tanto, se ejercerá la
vigilancia sobre la conducta moral del acusado (Canon 1946, § 2, N °
2);

d) Si finalmente algunos o por lo menos existen argumentos probables


para llevar a juicio la acusación, se ordenará al demandado a ser
citado y ser sometido a los asuntos [que están prescritos para este
juicio].

43. La amonestación mencionada en la letra anterior (c) siempre será hecha de


manera confidencial. No obstante, esta podrá hacerse por medio de una carta
o por un intermediario, pero en cada caso deberá ser probado por un
documento que se conservará en los archivos secretos de la Curia (cf. Canon
2309, 1 y 5), agregando la información acerca de la manera en la que el
demandado la ha aceptado.

44. Si después de la primera amonestación, toman lugar otras acusaciones contra


el mismo acusado concerniente a solicitaciones, que tomaron lugar antes de
esa amonestación, el ordinario deberá determinar, en conciencia y según su
propio juicio, si la primera amonestación ha de ser considerada suficiente o si
en cambio deberá proceder con una nueva amonestación, o inclusive emplear
otras medidas (Ibídem, § 6).

45. El promotor de la justicia tiene el derecho de apelar y pronunciarse por el


acusado en contra de las prescripciones canónicas de esta clase y transmitirlo
a la Congregación Sagrada del Santo Oficio en un plazo de diez días después
de su difusión o notificación. En este caso, las Actas del caso serán enviadas
al misma Congregación Sagrada, de acuerdo con la prescripción de Canon
1890

46. Estas medidas sin embargo incluso si ya han sido efectuadas, no extinguirán la
acción penal. Consecuentemente, si cualquier otra acusación es recibida
después, se seguirá un método concerniente a tales asuntos, los cuales han
dado lugar a las medidas canónicas mencionadas.
Capítulo III
Los decretos de los acusados

47. Una vez que se aportan pruebas suficientes para establecer una acusación
formal, como se mencionó en el numeral 42 letra (d), los argumentos deberán
ser hechos abiertamente. El ordinario después de haber observado todo y de
haber escuchado al promotor de justicia, en la medida en que la naturaleza
peculiar de estos casos permite, según lo previsto en el Libro IV, Título VI,
Capítulo II, del Código de Derecho Canónico concerniente a la citación y
denuncia de los actos judiciales, emitirá un decreto (Formulario O) citando al
acusado a comparecer ante él o ante un juez a quien él haya delegado ( cf. N
º 5), para ser procesado por los delitos de los cuales se le ha acusado, lo que
comúnmente se conoce en el tribunal del Santo Oficio, como "someter al
acusado a un procesamiento" [ Reum constitutis subiicere ]. Y él se encargara
de entregar dicha información al acusado en conformidad con los principios
canónicos.

48. Cuando el demandado, habiendo sido citado, ha aparecido, antes de que los
cargos sean interpuestos formalmente, el juez deberá exhortarle paternal y
apaciblemente a hacer una confesión, y si el acusado acepta estas
exhortaciones, el juez, convocará a un notario, (cf. n. 9), o incluso si considera
más apropiado sin la intervención de este último, entonces podrá recibir la
confesión.

49. En este caso, si la confesión se encuentra corroborada por las Actas y de


forma sustancial completa, habiendo sido adoptado primeramente un voto, el
Promotor de Justicia pondrá el caso por escrito, omitiendo las demás
formalidades (Ver más adelante, en el capítulo IV), y será capaz de concluir
todo esto con una decisión definitiva, después de haber dado, al acusado la
opción de aceptar la decisión propia o de presentar peticiones para que el
proceso regular y completo sea llevado hasta el final.

50. Si por el contrario el acusado ha negado el delito, o ha hecho una confesión


que no es sustancialmente íntegra, o incluso ha rechazado una sentencia
sumaria emitida sobre la base de su confesión, el juez, en presencia del
notario, deberá leerle el decreto concerniente al numeral 47, en el cual declara
abierta la lectura de cargos.

51. Una vez que la acusación se ha abierto, el juez, en conformidad con el canon
1956, teniendo en cuenta a el promotor de justicia, podrá suspender a el
acusado ya sea por completo del ejercicio del ministerio sagrado o solamente
de escuchar confesiones sacramentales de los fieles, hasta la conclusión del
juicio. Sin embargo, si sospecha que el acusado es capaz de intimidar o
sobornar a los testigos, o de otra manera obstaculice el curso de la justicia, él
también puede, tras haber escuchado nuevamente al promotor de justicia,
ordenar que el acusado vaya a un lugar predefinido bajo supervisión especial
(Canon 1957). Por otra parte, a cada decreto de este tipo no se le otorga un
recurso de derecho (Canon 1958).

52. Habiendo tenido cuidado de esto, el procedimiento para presentar la acusación


ante el acusado se llevará a cabo de conformidad con el Formulario P,
habiéndose asegurado cautelosamente y diligentemente en cuanto a no revelar
la identidad del acusado y en especial la de los denunciantes, y por parte del
acusado que por ningún motivo viole el sigilo sacramental. Si a medida que
incrementa la declaración, surge la revelación de algo que comprometa el
sigilo sacramental causando su violación directa o indirectamente, el juez no
permitirá que el notario haga referencia de eso en las Actas. Si dada la
circunstancia de que algo de esta índole haya sido puesto en las Actas, en
cuanto sea de su atención, debe ordenarse que se suprima por completo. El
juez siempre deberá tener presente que no es correcto el obligar al acusado a
presentar un juramento de decir la verdad (cf. Canon 1744).

53. Cuando todos los detalles de la demanda del acusado se hayan completado y
las Actas hayan sido revisadas y aprobadas por el Promotor de Justicia, el juez
emitirá un decreto concerniente a la conclusión del caso. (Can 1860), y en caso
de que este sea un juez delegado, el deberá remitir todos los documentos de
los procedimientos al Ordinario.

54. Si sucede, que el acusado permanece contumaz o por algunos motivos graves
las acusaciones no se puedan llevar a cabo en la Curia Diocesana, el ordinario,
ahorrándose el derecho de suspender al acusado a divinis, deberá diferir el
caso en su totalidad al Santo Oficio.

Capítulo IV
La Discusión del Caso, la Sentencia Definitiva,
Y la Apelación.

55. El Ordinario, tras haber recibido las Actas, a no ser que desee proceder el
mismo a la sentencia definitiva, deberá delegar a un juez diferente en la
medida de lo posible, de aquel que condujo la investigación o el procesamiento
(véase. Canon 1941, §3) No obstante, el juez, quien quiera que este sea, ya
sea por el Ordinario o su delegado, deberá designar según su prudente juicio,
un período adecuado de tiempo para preparar la defensa y para registrar todo
en un duplicado: una copia que debe darse al propio juez y otra al promotor de
justicia (cf. Cánones 1862-63-64). Asimismo, el Promotor de Justicia, dentro de
un periodo de tiempo previamente establecido por el Juez, deberá presentar el
escrito de su propia investigación sobre el caso de solicitación requisitoria
(requisitoriam), como ahora lo llaman. (cf. n. 5).

56. Por último, tras un intervalo adecuado de tiempo (Canon 1870), el juez, de
acuerdo a su conciencia ya informado de las actas y las pruebas (Canon
1869), dictará una resolución definitiva, ya sea una sentencia condenatoria, en
caso de que esté seguro de que se cometió el delito, o una absolución si está
seguro de su inocencia, o decidirá abandonar los cargos, en caso de que
hayan demasiadas dudas por falta de pruebas.

57. La decisión será rendida según los respectivos formularios conectados con
esta instrucción y habrá de ser puesta por escrito con la adición de una
resolución ejecutoria (Canon 1918). En primer lugar, el Promotor de la Justicia
debe haber sido notificado con antelación, luego la decisión debe ser
solemnemente conocida por el acusado quien ha sido citado a comparecer
ante la presencia del juez que precede en el Tribunal, junto con la presencia
del notario. No obstante, si el acusado ha rechazado la citación y no
comparece ante el Tribunal, la comunicación de la sentencia se debe hacer
mediante una carta, la cual será certificada como recibida por el servicio postal
público.

58. Tanto el acusado como el Promotor de la Justicia, tienen el derecho de apelar


esta decisión ante el Tribunal Supremo de el Santo Oficio, si creen que han
sido tratados inadecuadamente de acuerdo con la prescripción de Canon 1879,
y siguiendo los diez días desde la notificación solemne de la misma. Tal
apelación tiene el efecto de suspender la decisión [suspensivo], pero no será
así si se otorga para una suspensión de la audiencia de confesiones
sacramentales o del ejercitar el sagrado ministerio

59. Cuando la apelación se haya efectuado, el juez deberá transmitir lo antes


posible un ejemplar auténtico al Santo Oficio, o incluso la original, de todas las
actas que corresponden al caso, añadiendo toda la información necesaria o
que considere conveniente (Canon 1890).

60. En cuanto a la denuncia de nulidad, ya que a veces puede ocurrir, se


observara hasta el último detalle según los que están prescritos en los
Cánones 1892-1897. No obstante, en lo que se refiere a la ejecución de la
sentencia, también deberán ser observadas las prescripciones de los Cánones
1920-1924. de conformidad con la naturaleza de estos casos.

TITULO TERCERO
SANCIONES

61. "El que ha cometido el delito de solicitación..., debe ser suspendido de la


celebración de la Misa y de la audiencia de las confesiones sacramentales e
incluso, deberá ser declarado incapaz de recibir las mismas, de acuerdo con la
gravedad del delito. Deberá ser privado y declarado incapaz de todos los
beneficios, dignidades, voz activa y pasiva, incluso en casos más graves
estará sujeto a ser reducido al estado de laicicidad” [degradación]. Así como lo
estipula el código del Canon2368, §1.
62. Para una correcta y práctica aplicación de las sanciones de este canon,
decretadas en contra de sacerdotes condenados por el delito de solicitación
con una igual consideración para la mente del Canon 2218, §1, especialmente
considerando la gravedad del delito se deberá mantener en mente: el número
de personas solicitadas y de su condición - por ejemplo, si son menores de
edad o especialmente consagrados a Dios por medio de votos religiosos; la
forma en que se solicitan, sobre todo si podría estar relacionada con la falsa
enseñanza o un falso misticismo, la depravación de los actos no sólo de
manera formal, sino también material, y sobre todo la conexión de la solicitud
con otros delitos; la duración de la conducta inmoral [entre ambas partes]; la
repetición del crimen; reincidencia después de una amonestación, y la tenaz
malicia del solicitante.

63. La pena máxima de degradación que puede añadírsele a un religioso quien es


acusado, es la reducción al estado de hermano-laico. Esto únicamente podrá
ser impuesto cuando, habiendo sopesado todo, pareciera evidente que el
acusado, sumergido en lo profundo de su malicia, abusando de su sagrado
ministerio, aunado al grave escándalo que es perjudicial para los fieles y sus
almas, existe tal grado de temeridad y habito, de modo que no hay esperanza,
humanamente hablando, o casi ninguna esperanza que ya sea evidente de su
enmienda.

64. Con el fin de asegurar que el efecto de estas sanciones sean más completas y
seguras, aparte de las ya propiamente impuestas se añadirán sanciones
suplementarias en los casos de este tipo, tales como:

a. A todos los acusados que han sido condenados judicialmente se


han de imponer penitencias congruentes con la gravedad de las
faltas cometidas, no como un sustituto de las penitencias
correspondientes al Canon 2312, §1, sino como un complemento a
ellas; y entre ellas, principalmente ejercicios espirituales, que se
harán para un determinado número de días en alguna casa religiosa,
con la suspensión de la celebración de la Misa durante ese período.
(cf. can. 2313)

b. A los acusados condenados y que han confesado, se les debe


imponer una abjuración, de acuerdo a la variedad de los casos, si
existe una leve o fuerte sospecha de herejía, en la cual incurren los
sacerdotes debido a la naturaleza misma del delito de solicitación, o
incluso de herejía formal, en caso de que el delito de solicitación
haya estado vinculado a falsos dogmas.

c. Aquellos que están en peligro de recaer, y por ende, convertirse en


reincidentes a mayor escala, se someterán a una vigilancia especial
(Canon 2311).
d. Siempre que, según el prudente juicio del Ordinario, parezca
necesario tanto para la enmienda del delincuente, como para la
remoción de la posibilidad de caer en solicitación en el futuro, para la
prevención del escándalo o la reparación por ello, se deberá
prescribir una orden de prohibición de permanencia en cierto lugar.
(Canon 2302).

e. En cuanto a lo concerniente a la absolución de algún cómplice, tal


como lo señala la Constitución Sacramentum Poenitentiae, no existe
absolutamente ninguna indicación en el foro externo eclesiástico y
por ende del sigilo sacramental, entonces si existe razón para añadir
una advertencia al acusado al final de la sentencia de condena
acerca de que si él ha absuelto a su cómplice, entonces deberá tener
tranquila su conciencia por haber recurrido a la Sagrada
Penitenciaría.

65. En conformidad con las normas del Canon 2236, §3, todas estas sanciones,
una vez aplicadas por el juez ex officio, no podrán ser remitidas, salvo por la
Santa Sede a través de la Suprema y Sagrada Congregación del Santo Oficio.

TITULO CUARTO
COMUNICACIONES OFICIALES

66. Siempre que un Ordinario acepte inmediatamente una denuncia del delito de
solicitación, él no deberá omitir decirlo al Santo Oficio. Si por casualidad se
trata de un sacerdote, ya sea secular o religioso, que resida en otro territorio,
deberá transmitir al mismo tiempo (como ya se ha señalado anteriormente,
n.31) al Ordinario del lugar, donde el acusado está residenciado, si desconoce
la dirección, deberá enviar al Santo Oficio una copia auténtica de la propia
denuncia junto con los procedimientos, y en la mejor manera posible junto con
información oportuna y declaraciones.

67. Cualquier ordinario que ha procedido correctamente contra algún sacerdote


que haya solicitado, no deberá omitir el informar a la Sagrada Congregación
del Santo Oficio y, si se trata de un asunto en el cual está envuelto un religioso,
también deberá informar al Superior General con respecto al resultado del
caso.

68. Si un sacerdote condenado por el delito de solicitación, o incluso simplemente


amonestado, deberá ser transferido de residencia a otro territorio. El
Ordinario a quo deberá alertar inmediatamente al Ordinario ad quem acerca de
las cosas que han precedido a tal persona y acerca de su status jurídico.

69. Si por causa de solicitación un sacerdote ha sido suspendido de la audiencia


de confesiones sacramentarles pero no de la predicación sagrada, y se dirige a
otro territorio para predicar, el Ordinario de ese territorio deberá ser informado
por el prelado del acusado tanto si es secular o religioso, que este no podrá
realizar la audiencia de confesión sacramental.

70. Todas estas comunicaciones oficiales deberán ser hechas siempre bajo el
secreto del Santo Oficio, y, puesto que conciernen al bien común de la
Iglesia en el más alto grado, es obligatorio hacer estas cosas bajo el
precepto de serio pecado [sub gravil].

TITULO QUINTO
EL PEOR DELITO

71. Bajo el término de "el peor delito" se entiende en este punto, que es cualquier
acto externo obsceno, gravemente pecaminoso, perpetrado o procurado de
cualquier manera, por un clérigo con una persona de su mismo sexo.

72. Todo lo establecido hasta este punto sobre el delito de solicitación es


igualmente válido, cambiando sólo las cosas que necesiten ser cambiadas
debido a su propia naturaleza, como el peor delito, si alguien por casualidad
ante la presencia del Ordinario del lugar, sobre el cual (Dios no lo quiera)
ocurre una acusación, habiendo aceptado la obligación de la denuncia por la
ley positiva de la Iglesia, a menos que se una con el delito de solicitación en la
confesión sacramental. No obstante, en la determinación de las sanciones
contra los delincuentes de este tipo, aparte de las que se mencionan
anteriormente, también deberan tenerse en consideración. Canon 2359, §2.

73. Para haber cometido el peor de los delitos, con efectos penales, el individuo
debe haber hecho lo equivalente a lo siguiente: cualquier acto obsceno
externo, gravemente pecaminoso, perpetrado o procurado en cualquier manera
por un clérigo con jovencitos de ambos sexos o con animales brutos
(bestialidad).

74. Contra clérigos acusados de estos delitos, si son religiosos exentos y a no ser
que el delito de solicitación haya tomado lugar al mismo tiempo, inclusive los
superiores regulares podrán proceder al respecto de acuerdo con los cánones
sagrados y sus propias constituciones, ya sea de manera administrativa o
judicial. Sin embargo, ellos deberán comunicar la decisión judicial pronunciada,
así como la decisión administrativa en los casos más graves a la Suprema
Congregación del Santo Oficio.

DE LA AUDIENCIA DEL SANTO PADRE, 16 DE MARZO, 1962

Su Santidad el Padre Juan XXIII, en una audiencia concedida a el más Eminente


cardenal secretario del Santo Oficio el 16 de marzo de 1962, quien amablemente
se dignó aprobar y confirmar esta instrucción, ordenando a aquellos a quienes se
refiere a mantener y observar el más mínimo detalle.
Dado en Roma, en la Oficina de la Sagrada Congregación, el 16 de marzo de
1962.

Lugar para el sello Cardenal


Alfredo Ottaviani

APÉNDICE

FORMULARIOS PARA SER UTILIZADAS SEGÚN LA CIRCUNSTANCIA


(Omitiendo otros asuntos que puedan ser encontrados en varios lugares de entre
los autores)

FORMULARIO A

 EL FORMULARIO PARA TOMAR UN JURAMENTO PARA ALGUIEN


EJERCER SU OFICIO FIELMENTE Y GUARDAR EL SECRETO DEL
SANTO OFICIO

En el nombre del Señor.

Yo ...compareciendo ante ... y tocando los más santos evangelios de Dios


colocados delante de mí, juro y prometo cumplir con mi deber de ejercer
fielmente ... Del mismo modo, bajo la pena de excomunión automática (latae
sententiae ipso facto) y sin incurrir a ningún tipo de declaración, de la cual solo
fuera del momento de la muerte, no podría ser absuelto por nadie excepto
por el Santo Padre, excluyendo inclusive a el cardenal de la Penitenciaría, y bajo
otras sanciones más graves, a disposición del Sumo Pontífice a infligirse sobre mí
en el caso de transgresión. Yo prometo sagrada y solemnemente, voto y juro
observar el secreto inviolable en todos los asuntos y detalles que tomarán lugar en
el ejercicio del deber antes mencionado, exceptuando precisamente aquellos
asuntos a final y en la terminación de esta(s) negociación(es) que podrán ser
legítimamente publicadas. Además de esto, he de observar este secreto
absolutamente y en todos los sentidos de todos aquellos que no tienen parte
legítima en el trato de esta mismo asunto, o de que no están constreñidos con la
misma obligación del juramento; ni jamás cometeré nada en contra de esta
fidelidad al secreto directa o indirectamente, ya sea por medio de señales hechas
con la cabeza, o de una palabra, por escrito, o de ninguna otra manera ni bajo
ningún tipo de pretexto, inclusive aun para la más urgente y más grave causa con
el propósito de lograr un bien mayor, a menos que el pontífice supremo me haya
dado expresamente alguna facultad en particular o una dispensación.
FORMULARIO B
 Formulario de renuncia (abjuración).

Yo (nombre, apellidos, etc. de quien se abjurara, si él es un religioso, deberá


indicar el nombre, etc. que utilizo en el mundo) el hijo de (nombre del padre),
siendo de.... años de edad, y traído personalmente a juicio [procesado], y
habiendo hecho una genuflexión ante usted (nombre, apellido, cualidades, etc. de
la persona que va a recibir la abjuración), y teniendo delante de mí y tocando con
mi mano los más Sagrados Evangelios y sabiendo que nadie puede ser salvo si
no cree lo que la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana sostiene, cree,
predica, profesa y enseña; confieso y me arrepiento de haber errado seriamente
en contra de la iglesia a través del abuso y la profanación del sacramento de la
penitencia y por medio de la profesión y doctrina de falsos dogmas.
Ahora, afligido y arrepentido por los antes mencionados errores y herejías,
persuadido de su falsedad y de la verdad de la santa fe católica, abjuro todos los
errores que hice con un corazón sincero y una fe verdadera y detesto de la misma
manera, en general, todos los otros errores y herejías contrarias a la Santa iglesia
católica apostólica y Romana y al mismo tiempo con humildad, acepto y prometo
fielmente implementar todas las penitencias que me sean impuestas por el R.P.D
[El dignatario reverendo] ..., que ya se hayan impuesto o serán dispuestas y si no
he resistido con firmeza en algún asunto a pesar de estas promesas y juramentos
míos, (Que Dios no lo permita) yo me sujeto a todas las penalidades y castigos
que han sido establecidos y promulgados por los sagrados cánones y otras
constituciones generales contra los delincuentes [que han actuado] de esta
manera. Así, que Dios y sus sagrados evangelios que toco con mis manos me
ayude.
Yo ... he abjurado, jurado, prometido lo antes mencionado y me he obligado a mí
mismo que lo anterior, y en testimonio de mi buena fe en este asunto, he firmado
de mi mano esta promesa por escrito de mi abjuración ++29++ que he relatado
verbalmente con palabras (aquí se indica el lugar en que se ha hecho la
abjuración).
En este día... del mes de... del año...

Firma
Después que la absolución se haya impartido, el que recibió la abjuración y dió la
absolución pondrá su firma aquí de la manera que se indica en el Formulario C
que sigue a continuación.

FORMULARIO C
 El formulario de absolución
Una vez que el penitente, este de rodillas y habiendo tocado los Santos
Evangelios de Dios, ha leído y firmado el formulario de abjuración, el obispo o su
delegado lo absuelve, llevando puesta al menos la estola morada, y, mientras está
sentado, recibirá el salmo Misericordioso (Miserere) o de lo Profundo (De
Profundis), con la gloria del Padre (Gloria Patri).

Luego, estando de pie, dirá:

Kyrie, eleison, Kyrie Christie, Kyrie, eleison.


Pater noster, en secreto hasta
Y no nos dejes caer en tentación.
Más líbranos del mal.
Salva a tu pueblo, Señor.
Dios mío, ellos esperan en ti.
Señor, escucha mi oración.
Y que mi clamor llegue hasta ti.
El Señor esté con vosotros.
Y con su espíritu.

Oremos
Dios, de quien es propio siempre tener misericordia y el tratar con paciencia, te
rogamos con gran súplica que la compasión de tu santidad absuelva con
clemencia a este siervo tuyo sobre quien yacen las cadenas de excomunión. Por
Cristo nuestro Señor. Amén.

Entonces otra vez sentado, deberá absolver al penitente aun arrodillado ante él
con estas palabras:

Por la autoridad Apostólica, que ejerzo en este asunto, yo te absuelvo de la


cadena de excomunión, en la cual [tal vez] has incurrido, y te restituyo ++31++ a
los santos sacramentos de la iglesia, a la comunión y a la unidad de los fieles, en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Con estas acciones, el que ha impartido la absolución deberá imponer las


penitencias saludables (en su mayor parte la penitencia de recitar determinados
rezos, de realizar un poco de peregrinación piadosa, de llevar a cabo otros
trabajos de la piedad, de guardar un ayuno en particular, o de dispensar limosnas
en causas piadosas, etc.), y finalmente, proceder a firmar el formulario de la
abjuración de esta manera:

[En la ejecución de las órdenes de R.P.D (el superior reverendo) (el nombre, etc.
del que le delega)] al arriba mencionado (nombre, etc., del penitente) le fue
administrado por mi [el delegado] la abjuración (por ejemplo formal, o grave o leve)
…y las penitencias saludables en la forma habitual de la iglesia; éstos en el día y
año dados arriba.

Así sea. Yo (firma de la persona que absuelve al otro)


El delegado entregará el formulario [evidentemente, esto significa el documento
en sí] directamente a aquel de quien ha recibido su delegación, junto con la
instrucción, y otras cartas también recibidas si las tiene, sin guardar nada en
absoluto para sí mismo.

FORMULARIO D
 El Formulario de Delegación para recibir una Denuncia.

El. ... día del mes de.... En el año....

Nosotros... delegamos con estas cartas... el recibir [sin la intervención del notario],
bajo el secreto del Santo Oficio y de acuerdo con la instrucción adjunta, la
denuncia que la persona nombrada se propone realizar.

L.S. La firma del Ordinario del lugar que está delegando

(El Formulario E está unido a la carta).

FORMULARIO E

 La manera de recibir la denuncia concerniente particularmente a la


solicitación

[Nota 1. Las palabras que están incluidas dentro de los corchetes son válidas en
el caso por el cual la denuncia es recibida por el delegado, o respectivamente, sin
la intervención de un notario.]

No obstante, si el delegado, habiendo especificado un motivo serio, no puede


recibir la denuncia de dicha manera, deberá recurrir a alguna instrucción de quien
ha recibido la delegación.]

El notario, si está presente, o el que va a recibir la denuncia, comenzará con estas


palabras o con palabras similares a estas:

En el día... del mes de... del año...

Por mi propia voluntad comparezco personalmente ante el suscrito (deberá


encontrarse escrito el nombre, apellido, etc. de la persona que recibe la denuncia],
quien a su vez, si el notario no está presente, deberá escribir: delante de mí (el
que suscribe), que se efectúa en (aquí se indica el lugar y la diócesis en el que la
persona que va a recibir la acción, esto es [la denuncia] vive). [Delegado
especialmente sólo para esta acción por el RPD (la persona reverendo que
delega)..., como [se verá] en su carta dirigida [para mí] y entregada en la fecha
(Que se especifique en qué día la misma fue escrita) para apelar a la situación que
se presenta] N.N. (deberá estar escrito el nombre, el apellido, el nombre del padre,
el país de origen [es decir], nacionalidad, edad, situación [sin duda el tipo de
trabajo que la persona hace] y el domicilio del denunciante, y si dicha persona es
religiosa, así como también el nombre por el cual era llamada esa persona en el
mundo); a quien, después de haber hecho un juramento de decir la verdad, el cual
hizo habiendo tocado los Santos Evangelios de Dios (los cuales deberá tocar con
la mano, aun si es un sacerdote) se le explicó como indica abajo, es decir:

Esta persona denunciando en el lenguaje común [ quien deberá declarar que la


facultad de recibir lo que está a punto de relatar se obtuvo de parte del ordinario
del lugar sin la intervención del notario para exonerar su conciencia, y por lo tanto
no podrá presentarse ante el Reverendísimo Obispo en concerniente a causa
justa: luego] no obstante, el deberá proseguir en narrar con palabras discretas
concretas [breves] lo que pertenece a las solicitaciones hechas a el ; o cuales +
+34++ fueron las palabras, los escritos o los hechos, describiendo con precisión el
lugar, ocasión, tiempo y circunstancias singulares; y si en el acto de la confesión,
ya sea antes o después de la absolución sacramental tomó lugar todo esto.
Asimismo, identificará el puesto confesional y al propio confesor solicitante, y si
entonces desconoce su nombre y apellido o lo ha olvidado , deberá describir con
precisión a aquel hombre, señalando claramente todas sus características, de
modo que pueda ser identificado. Aquel que recibe la denuncia, deberá tener en
cuenta que debe evitar interrogar a la persona denunciada acerca de si éste dio su
consentimiento o rechazó el acto obsceno en cualquier forma; ya que el testigo no
está obligado a manifestar sus defectos: es más, el que denuncia será
expresamente advertido que no está en la obligación de manifestar si el acto se
realizó o no con su consentimiento. Con estas palabras escritas tal y como se
narran y en la medida de lo posible con las mismas palabras del denunciante. Lo
que sigue aquí a continuación, es suficiente sin ser requerido algo más:

La interrogación:

Si sabe o escuchó decir, que N…N… (Nombre de esa persona), ¿El confesor
solicitó a otros penitentes cosas obscenas?

El responde:

(Si la respuesta fuese afirmativa, dará con el nombre y apellido de la persona y la


fuente [la causa] de su conocimiento al respecto).

La interrogante:

En lo concerniente al buen nombre ya mencionado del confesor N.N. ¿Ha sido


con usted mismo como con los demás?

El responde: …

La interrogante:
Si él ha hecho las declaraciones por odio o por amor, y por enemistad o por otras
razones generales, etc.

Él responde: Correcto (si diría que ha denunciado a fin de exonerar a su propia


conciencia).

Si ha transcurrido más de un mes desde que se cometió la solicitación, aparte de


esto, deberá ser añadido:

La interrogante:

¿Por qué entonces se demoró en denunciar los hechos aquí citados al Ordinario y
la exoneración de su conciencia?

El responde:

Habiendo sido absueltos todos estos asuntos, se deberá leer todo lo que al
denunciante se le dio por escrito o, habiendo dado una justa razón o una justa
causa por escrito; el instrumento deberá ser entregado a él para que pueda leerlo
en presencia de aquel que recibe la denuncia. Todos estos asuntos una vez
probados y aceptados, junto con las correcciones, añadiduras y borraduras, si hay
alguna. Entonces él será invitado a escribir su firma en la parte de abajo y
habiéndole efectuado la toma de su juramento de guardar el secreto, deberá ser
despedido.

Todos estos asuntos serán descritos con estas palabras:

Teniendo consigo estos asuntos y habiéndolos aceptado, el denunciante será


despedido habiendo jurado guardar el secreto, una vez más, tocando los Santos
Evangelios de Dios (él realizará un juramento sobre el Evangelio nuevamente). En
confirmación de lo que ha sido testificado por palabra, el mismo escribirá su firma
(o si no puede escribir; debido a que no sabe escribir, tal como él afirmó, (que se
deje indicada la causa de esto), colocará una equis [x]).

Después de que el denunciante presente haya firmado o colocado una equis (x), el
notario deberá firmar, si está presente, de esta manera:

Estas son las Actas firmadas por mí, el notario (y si ha sido tomado en cuenta sólo
para este acto: autorizado sólo para este acto).

Por último, firmará quien recibe la denuncia.

L. XS.

No obstante, si el notario no estuvo presente, entonces el que recibe la denuncia,


deberá firmar de esta manera:
Estas Actas son firmadas por mí mismo, N.N. [delegado especial y únicamente
para este acto por el R.P.D. (el reverendo encargado de delegar en persona)
N.N.].

[El delegado, posteriormente entregará el acta en su totalidad directamente a


aquél de quien ha recibido el mandato, junto con las instrucciones y las cartas
recibidas, sin guardar nada para sí mismo].

FORMULARIO F

 Formulario para delegar la realización de la investigación.

A) Realizar la investigación completa

El día... ... del mes de... del año...

(Nosotros)…le pedimos que usted se encargue, con la diligencia acostumbrada,


en llevar a cabo (esta investigación) de acuerdo con la instrucción fijada acerca de
una falsa denuncia hecha por (por ejemplo, una mujer o unas mujeres)... ... .... en
contra del sacerdote... ... ..., interrogándolas [a ellas] por separado, formalmente
bajo juramento de decir la verdad y de guardar el secreto; elegir dos testigos, en la
medida que sea posible del cuerpo eclesiástico, pero más importante que
cualquier otra cosa [el entrevistar a alguien], que conozca bien tanto a la persona
acusada como a la persona que denuncia (o, en caso de que los denunciantes
sean muchos en número, que conozca al acusado y a todas los denunciantes). Si
no puede encontrar sólo dos testigos que conozcan al acusado y a todos y cada
uno de los denunciantes, se llamará a muchos, que puedan saber, ya que será
apropiado que haya un doble testimonio en cuanto al acusado y a cada uno de los
denunciantes. No obstante, usted nos hará llegar directamente y de manera
segura, una copia auténtica de las Actas, junto con las instrucciones y estas cartas
sin dejar nada guardado para sí mismo.
L.X S.

Firma del Ordinario del lugar, el encargado de delegar.


El FORMULARIO G (va junto con esta carta)

B) Realizar una investigación parcial.

En el día... del mes de... del año....

(Nosotros)…le pedimos que usted se encargue de la investigación de acuerdo con


las instrucciones fijadas....interrogando por separado, de manera formal y bajo
juramento de decir la verdad y de guardar el secreto, a dos testigos, en la medida
de lo posible, del grupo de eclesiásticos, mayormente antes que cualquier
excepción, que (por ejemplo, la mujer o las mujeres) conozcan a ambos más de
cerca.

No obstante, usted nos hará llegar directamente y de manera segura, una copia
auténtica de las Actas, junto con las instrucciones y esta carta sin dejar nada
guardado para sí mismo.

L. XS.

Firma del Ordinario del lugar, el encargado de delegar.


(A esta carta se le adjuntará el Formulario H)

FORMULARIO G

 Manera de llevar a cabo la investigación completa Nota (1)

[Nota: Lo que está incluido entre los corchetes es válido en el caso en que el
trabajo sea efectuado por un delegado.]

En el día... del mes de... en el año de...

Después de haber sido citado, esta persona vino personalmente a mi presencia, el


abajo firmante (que se coloque por escrito el lugar y la diócesis donde él se
encuentra localizado) [para este único acto especialmente delegado por el R.P.D...
como es evidente en las cartas dirigidas y entregadas a mí, de parte de la misma
persona encargada de delegar, en esta fecha... (Deberá estar indicado en qué día
fue escrita la carta) en obligación a la posición actual.

N…N... (El nombre, apellidos y cualidades del testigo encuestado) quien, notificó
haber tomado su juramento de decir la verdad, (incluso si es un sacerdote),
habiendo tocado los Santos Evangelios de Dios, fue interrogado por mí mismo.

1. La interrogante:

Si conocía al sacerdote N. N. (Nombre, apellido y las cualidades de la persona


denunciada).

Él respondió:

... (Hacer saber por escrito el lenguaje usado por los testigos en dar sus
respuestas).

2. La interrogante:

¿Cuál es el estilo de vida de este sacerdote, cuáles son sus costumbres, cuál es la
opinión que la gente tiene [de él]?
Él responde: ...

3. La interrogante:

Si conocía a N... N... (Nombre, apellido, y las cualidades del denunciante, o si hay
muchos, entonces de cada uno de los denunciantes).

Él responde: ...

4. La interrogante:

¿Cuál es su moral (o la de cada uno de ellos) el estilo de vida, y su opinión entre


la gente?

Él responde: ...
5. La interrogante:

Si piensa que ¿él o ella es digno (o) de credibilidad o capaz, por el contrario, de
mentir, calumniar e incluso de cometer perjurio en la corte?

Él responde: ...

6. La interrogante:

Si él sabe si tal vez ¿entre él y el sacerdote antes mencionados no ha existido


ninguna razón para el odio o enemistad?
Él responde: ...

Luego, una vez debidamente leída la obra y habiéndolo llevado a tomar el


juramento de guardar el secreto, que tomó como lo indica arriba, es despedido y,
antes de retirarse, deberá firmar, confirmando lo que se ha dicho (o, si no puede
escribir: habiendo ya asegurado que no sabe escribir (que la razón sea indicada),
marcando con una equis (x).

Después de que el testigo presente haya firmado o colocado una equis (x), el
delegado deberá firmar de esta manera:

Estas actas son firmadas por mí mismo, N…N… [Especialmente delegado sólo
para este acto].

L. X S.

[El delegado, posteriormente entregará el acta en su totalidad directamente a


aquél de quien ha recibido el mandato, junto con las instrucciones y la carta
recibida, sin guardar nada para sí mismo].
FORMULARIO H

 Manera de emprender las Investigaciones parciales Nota (1)

[Nota: Lo que está incluido entre los corchetes es válido en el caso en que la
investigación sea hecha por un delegado.]

En el día... del mes de... del año...

Después de haber sido llamado personalmente compareció ante mí el abajo


firmante (escríbase aquí el nombre, apellido, etc., de la persona que va a realizar
la actividad), dicho asunto tomó lugar (que se indique el lugar y la diócesis donde
se pueda localizar). Habiendo yo sido [especialmente delegado sólo para este acto
por el R.P.D.... como (se puede ver) en la carta dirigida y entregada a mí de parte
de esa misma persona en esta fecha (deberá expresarse el día exacto en qué fue
escrita la carta) y adjunta al presente documento.
N…N… (Nombre, apellido y cualidades del testigo encuestado), siendo
previamente llevado a tomar el juramento de decir la verdad, (incluso un
sacerdote), luego de haber tocado los Santos Evangelios de Dios, respondió lo
siguiente para mí.

1. La interrogante:

Si conocía (por ejemplo, a la mujer) N... N... (Nombre, apellido y las cualidades de
la persona indicada).
Él respondió:
... (Esto deberá ser escrito en el mismo lenguaje utilizado por los testigos para
dar su respuesta).

2. La interrogante:
¿Cuál es su estilo de vida, cuáles son sus costumbres, cuál es su reputación
entre la gente?
Él respondió: ...

3. La interrogante:

Si cree que él [o ella] es digno de ser creído o por el contrario piensa que él o ella
es capaz de mentir, calumniar en corte e incluso de cometer perjurio?

Él respondió: ...

4. La interrogante
Si tiene conocimiento acerca de si tal vez entre él o ella y el sacerdote existe o ha
existido algún motivo de odio o enemistad?

Él respondió: ...

A continuación, el acta es debidamente leída al testigo, habiéndolo llevado a tomar


el juramento de guardar el secreto, que tomó como lo indica arriba, el testigo será
despedido ++41++ y antes de retirarse, deberá firmar, confirmando lo precedido
(o, si no puede escribir: si no sabe escribir, como ha afirmado (la razón deberá ser
indicada), lo hizo marcando con una equis (x).

Después de que el testigo firmó aquí o hizo la señal de la cruz, que recibieron el
testimonio, firmara de esta manera:

Estos son los actos realizados a través de mí N... N... [Delegado especialmente
sólo para este acto].

L.X.S.

[A continuación, el delegado hará llegar el acta directamente a la persona de quien


recibió la delegación junto con la instrucción y la carta, sin guardar nada en
absoluto para sí mismo].

FORMULARIO I

 Manera de cómo realizar un examen por medio de Generalidades

Nota: Lo que aparece dentro de los corchetes es válido en el caso de que el


examen sea efectuado por el delegado, o sin la intervención de un notario,
respectivamente.
Sin embargo, si el delegado, teniendo una razón grave, no puede cumplir
dicha manera en la que se debe administrar una exanimación así, deberá recurrir
a la persona de quien recibió la delegación para pedirle instrucciones adicionales.

El notario, si está presente, de lo contrario, el que ha de realizar el examen iniciará


los procedimientos con estas con palabras semejantes:

En el día... del mes de... del año...

Por la fuerza del decreto de RPD [Reverendísimo Obispo] (escríbase el nombre,


etc. del Ordinario del lugar), entregado en la fecha de ... habiendo sido convocado
compareció ante el abajo firmante (escríbase el nombre, el apellido, etc. de la
persona que va a recibir el acta y aquel encargado de escribir si el notario no está
presente, escribirá lo siguiente: delante de mí (el que suscribe), que se efectúa en
(aquí se indica el lugar y la diócesis en la cual él designará quien va a recibir la
acción). [Delegado especialmente sólo para esta acción por el RPD (la persona
reverendo que delega)..., como [se verá] en su carta dirigida [para mí] y entregada
en la fecha (especifíquese en qué día la misma fue escrita). Esta persona, N.N.
(deberá estar escrito el nombre, el apellido, el nombre del padre, el país de origen,
edad, condición y domicilio de la persona convocada, y si dicha persona es
religiosa, también el nombre por el cual era llamada esa persona en el mundo) ; a
quien, después de haber hecho un juramento de decir la verdad, el cual hizo
habiendo tocado los Santos Evangelios de Dios (los cuales deberá tocar con la
mano, aun si es un sacerdote), se interrogó así:

Se le preguntó:

Si conoce o imagina la razón por la cual fue llamado para el presente examen?

Él respondió:
... (Escríbase su respuesta en el lenguaje que la persona citada utiliza).

Se le preguntó:

... ¿Durante cuántos años ha venido abordando el sacramento de la penitencia?

Él respondió: ...

Se le preguntó:

Si él siempre solía recibir el sacramento de la penitencia de parte del mismo


confesor o de parte de muchos sacerdotes? Así como también, si él siempre solía
recibir el sacramento de la penitencia en la misma iglesia?

Él respondió: ...

Se le preguntó:

Si de parte de cada uno de los sacerdotes a quienes esta persona confesó, recibió
amonestaciones santas e instrucciones oportunas, lo cual dió edificación a la
persona examinada, y lo guardó del mal.

Él respondió: ...

Si la respuesta es afirmativa, es decir, si él dice que siempre había guiado bien,


entonces será interrogado de la siguiente manera:

Se le preguntó:

Si conoce o recuerda que en algún momento se haya dicho o escuchado que


cierto confesor no había actuado de una manera santa y honesta con los
penitentes, de modo que murmuraciones o incluso palabras despreciables se
hayan proliferado en contra del confesor: por ejemplo, la persona examinada
¿escucho cosas similares de una o de muchos penitentes, en el último año o
durante los últimos cuatro o tres meses?

Él respondió: ...

Si después de este interrogatorio y comentario, la persona examinada continúa


negándolo, permita que la acción concluya con el formulario habitual que aparece
en la parte inferior de esta instrucción.
Pero si apareciera algo en contra de algún confesor, concerniente a estas cosas
sobre las cuales está siendo cuestionado; entonces será interrogado
subsiguientemente de esta forma:

Se le preguntó:

Que diga el nombre, apellidos, cargo, y la edad del confesor, y el lugar o sede de
su confesionario, o si éste era algún secular o un sacerdote religioso, etc.

Él respondió: ...

Se le preguntó:

Que él diga, en orden, con sinceridad y claridad, utilizando, palabras discretas y


concretas, todas esas cosas poco honorables que oyó durante la confesión
sacramental, ya sea antes o después, o en la ocasión de la confesión: si se realizó
algún acto deshonesto con él, ya sea por señas con la cabeza, por medio de roces
acciones, etc., por parte del sacerdote.

Él responde: ...

En este punto, el juez, se encargará solícitamente de que la descripción esté en


los mismos términos que el confesor usó; palabras obscenas, seducciones, las
invitaciones para reunirse en algún lugar con propósitos inmorales y todas las
demás cosas que constituyen el delito de solicitación, utilizando el lenguaje vulgar
de las respuestas, las cuales han de ser registradas diligente y verazmente y en
la medida de lo posible, con las mismas palabras en las que fueron ofrecidas. El
deberá añadir detalles del temperamento de la persona examinada, si nota que la
persona parece obstaculizada por demasiado temor o vergüenza de decir la
verdad y asegurarle que todo será conservado bajo secreto inviolable. Luego
deberá preguntarle desde cuando tomaron lugar las solicitaciones, durante cuánto
tiempo perduraron, con qué frecuencia se repitieron, con qué palabras o actos de
índole inmoral tales delitos habían sido expresados. Él evitará diligentemente el
preguntar acerca del consentimiento de la persona examinada en cuanto a la
solicitación y más aún, él deberá aconsejarle expresamente que no está obligado
a manifestar si dio su consentimiento. Del mismo modo, se evitará cualquier
interrogatorio que pueda dar evidencia del deseo de conocer los pecados de esa
persona.

Preguntado:

Si sabe o ha escuchado decir que el confesor antes mencionado había solicitado a


otros penitentes para cometer obscenidades; de ser afirmativo, el deberá
nombrarlos (ayudará a dar el nombre, apellido, etc., o al menos los mejores
indicios por los cuales las demás personas solicitadas puedan ser identificadas).

Él respondió: ...
Se le preguntó:

Si la persona antedicha sometida a examinación, ha dado testimonio por amor a


la justicia y a la verdad, o más bien por otro motivo, ya sea de enemistad o de
odio, etc.?

Él respondió: ...

Habiendo tenido cuidado de estas cosas, se le deberá leer a la persona


examinada todo lo que ha sido puesto por escrito o, habiendo expresado una justa
causa en las notas; el instrumento [el documento en el cual el notario ha escrito
las respuestas] deberá ser entregado a él para que pueda leerlo en presencia de
aquel que aceptó la examinación. Luego de todo lo aprobado y aceptado por la
persona, junto con las correcciones, añadiduras y borraduras, si hay alguna; él
será invitado a firmar en la parte de abajo y llevado a tomar su juramento de
guardar el secreto y luego deberá ser despedido. Todos estos asuntos serán
descritos con estas palabras:

Habiendo recibido y aceptado estos asuntos, la persona será despedida habiendo


jurado guardar el secreto, una vez más, tocando los Santos Evangelios de Dios (él
realizará un juramento sobre el Evangelio nuevamente). En confirmación de lo que
ha sido testificado, el procederá a firmar (o si no puede escribir; debido a que no
sabe escribir, tal como él afirmó, (indíquese la causa de esto), colocando una
equis [x]).

Después de que la persona examinada presente haya firmado o colocado una


equis (x), el notario deberá firmar, si está presente, de esta manera:

Estas Actas están firmadas por mí, N.N., el notario (y si ha sido tomado en cuenta
sólo para este acto: autorizado sólo para este acto).
L. XS.

Por último, firmará quien administró la examinación. No obstante, si el notario no


estuvo presente, entonces el que administró la examinación, deberá firmar de esta
manera:
Estas Actas son firmadas por mí mismo, N.N. [delegado especialmente para este
acto por el R.P.D., N.N.].

[El delegado, posteriormente entregará el expediente [la documentación para la


demanda] directamente a aquél de quien ha recibido el mandato, junto con la
instrucción y la carta recibida, sin guardar nada para sí mismo].

FORMULARIO L
 Formulario de la propuesta a realizarse por el promotor de justicia

LA INVESTIGACION COMPLETA
Habiendo hecho un breve resumen de la investigación sobre las razones de hecho
y de derecho, la conclusión surgirá a través del promotor de la justicia, según sean
las circunstancias, o por ejemplo como sigue:

Habiendo considerado todos los hechos, pienso que deberá decidirse que el
sacerdote... sea advertido (de manera simple o correcta) ó dejar que el caso sea
retomado por la Curia, esto es, la Curia del diocesano y dejar que el caso sea
procesado de acuerdo con la Ley (No obstante, mientras tanto,... aquí se añaden
las disposiciones canónicas oportunas, si hubiera algunas, que parezcan ser
necesarias de proponer al promotor).

En el... días del mes de... en el año...

La firma del Promotor de Justicia

FÓRMULARIO M
 Formulario del decreto para constituir un recurso penal.

Nosotros (nombre, y así sucesivamente, cualidades, etc. del Ordinario del lugar),
después de sopesar las acciones contra el sacerdote, N…N… (Nuestra diócesis,
abadía, prelado, etc.), acerca del cual se reporta el delito de solicitación
decretamos que el sacerdote antes mencionado, N…N…: sea amonestado,
(paternalmente, con gravedad, etc., según la diversidad de los casos) bajo el
secreto del Santo Oficio. Si tiene que añadirse alguna resolución, se añadirá:

De acuerdo con la resolución; esta es que...


Estos son los actos de... (La dirección del Ordinario del lugar) en el... día del
mes... del año...

L.X.S.

Firma del Ordinario del Lugar


Firma del Notario
FORMULARIO N

 El método para alertar acerca del crimen de solicitación.


En cuanto a aquellos que han sido denunciados una o dos veces por el horrible
delito de solicitación en su mayor parte, habiendo realizado los esfuerzos
oportunos, se decretó que: Ellos deberán ser advertidos ( de manera simple o
correcta) y bajo el secreto del Santo Oficio. La persona a quien corresponde o se
le asignó el deber de impartir una amonestación de este tipo, convocará al
sacerdote acusado, con la circunspección apropiada y le insistirá con palabras
serias, más o menos de acuerdo a la circunstancia y según el contenido de la
decisión, pero de una manera paternal, evitando ya sea de manera directa o
indirecta, el revelar quien lo ha denunciado, con estas palabras: "Ha llegado a los
oídos de las autoridades eclesiásticas, dentro del tribunal sagrado de penitencias,
que él no siempre actuó de manera prudente y pura, de modo que no sin méritos
se teme que él, con un esfuerzo impetuoso, trató de convertir el sacramento de la
reconciliación en la perdición de las almas. Por lo tanto, es de su gran interés que
evite cuidadosamente estas cosas en el futuro, para que las autoridades
eclesiásticas no sean obligadas a proceder de maneras más seberas".

Guárdese en su mayor medida y por todos, el secreto del Santo Oficio en lo que
compete a este asunto.

Si la advertencia se hiciere a través de una carta, el método de amonestación se


deberá hacer de esta manera.

[No obstante, el delegado dará esta amonestación, en un momento oportuno,


informándole de quien ha recibido el mandato de darle los resultados, al mismo
tiempo que le transmitirá todos los documentos, si tiene alguno, y no mantendrá
nada para sí mismo.]

FORMULARIO O
 El Formulario de Decreto de la Presentación de Cargos

Los formularios aquí propuestos no son definitivos, evidentemente; ellos podrán


variar de acuerdo con las diferentes circunstancias. Por lo tanto, los mismos son
propuestos a manera de ejemplo.

A) PARA HACER UNA ACUSACIÓN SIMPLE

El reverendo... deberá ser procesado en la Curia diocesana por todos los asuntos
interpuestos en su contra y se deberá abrir un caso de acuerdo a la ley.

Estas son las Actas (firmadas en) (la dirección del Ordinario del lugar)

En el... días del mes de... en el año de....


Firma del Ordinario del lugar
Firma del notario

b) PARA HACER UNA ACUSACION AÑADIENDO LAS SALVEDADES


CANÓNICAS
El reverendo... deberá ser procesado en la Curia diocesana por todos los asuntos
interpuestos en su contra y que se haga un juicio conforme a la ley. Sin embargo
mientras tanto, (por ejemplo, suspéndasele el permiso de la celebración de la
Misa, o de ejercer los ministerios sagrados y oficios espirituales. El deberá irse de
este lugar... e ir a un lugar... donde deberá permanecer bajo una vigilancia
especial, etc.).

Estas actas están firmadas (como arriba) en el... días del mes de... en el año...

L.X.S. Firma del Ordinario del Lugar

Firma del Notario

FORMULARIO P
 Modo de realizar la acusación.

N. B., de acuerdo con la norma del artículo 52, no es obligatorio que los acusados
hagan un juramento de decir la verdad.

El notario iniciará el proceso:

"En el día... del mes de... del año...


Después de haber sido citado, el reverendo N…N... compareció personalmente
ante el abajo firmante (escríbase el nombre, apellido, etc. de esa persona que está
realizando la acusación) [delegado especialmente para esta acción], siendo:

Interrogado sobre su nombre, apellido, los padres, la patria, la edad, condición,


etc.

Él respondió: ...

(El notario redactará en el lenguaje nativo y en la medida que pueda, con las
mismas palabras que utiliza el acusado en sus respuestas.)

Se le preguntará:

Si él sabe o tal vez se imagina la razón por la cual ha sido citado?

Él respondió: …
(Se proseguirá de esta manera hasta el final, anotando las preguntas individuales
y sus respuestas respectivas).

Si la respuesta de acuerdo a este interrogatorio ha sido afirmativa, el juez invitará


al acusado a explicarlo todo sinceramente por separado, de lo contrario, se le
amonestara severamente, con el fin de que siendo afligido por su propia
conciencia, el acceda a admitir tener cargos de conciencia acerca de algún delito.
Y, si a continuación, respondiere afirmativamente; de acuerdo a lo anterior, se le
invitará a confesar su propia culpa con humildad y sinceridad, expresando el
nombre de los que transgredieron con él y las palabras o los hechos u otras
circunstancias de importancia que constituyen el caso y la individualidad de los
crímenes solicitados.
Y puesto que es difícil para él ser capaz de recordar todo desde el principio, el
juez podrá dejar a un lado el espacio de dos o tres días, durante los cuales el
acusado pueda examinar su propia conciencia con diligencia en oración y
lágrimas, así como también, darle la opción de dar su confesión por escrito, la cual
recibirá el juez formalmente en las acusaciones siguientes:
El juez recibirá formalmente, o si es por escrito, aceptará de su manos el
cuaderno en el que se contenga, y se la entregará al notario, quien hará una nota
del asunto, por ejemplo, en esta forma: “El acusado me entregó un cuaderno que
contiene su confesión, ya que ha afirmado haberla hecho por escrito, la cual
comenzó ... ( el anotará las primeras palabras de la documento), y terminó con ...
(el anotará las últimas palabras); la cual yo acepté y firme con la letra A ( marcará
la página con esta u otra letra del alfabeto) y he insertado en las Actas." Este
método siempre deberá ser utilizado todas las veces que cualquier documento de
cualquier tipo recibido del acusado deba ser insertado en las Actas.
Después de esto, el juez delegado comparará la confesión que ha sido hecha ya
sea por escrito o verbalmente con las denuncias registradas en las Actas y si no
encontrase en ella nada que haya podido suprimir las afirmaciones, que haya sido
omitido o dejado fuera, deberá proceder a las últimas preguntas. No obstante, si
consiguiere cualquier cosa en las mismas que el acusado no haya confesado del
todo o que carece de integridad en su confesión, sólo hará mención de ello, como
se indica a continuación.

Sin embargo, si el asunto sigue siendo negativo en contra del acusado, el juez le
interrogara de manera más detallada, en cuanto a si él tiene conocimiento acerca
de que delitos el Tribunal Supremo está llevando a cabo en su contra. Si no lo
sabe, entonces él enumerara los delitos de este tipo (herejía, solicitación de
manera grave, el peor delito [pederastia], la violación del sigilo, etc.) Luego se le
preguntará si ha solicitado cualquiera de estos delitos: si responde
afirmativamente, se le invitara a una confesión espontánea, como antes; de lo
contrario, se le leerá el decreto por el cual se expidió el mandato para que él fuese
procesado. Luego se le pedirá que narre la historia de su propia vida y su carrera:
donde nació, donde fue educado, si fue ascendido en cualquier grado académico
u otros grados de honor, donde vive, que oficios y obligaciones se le habían
asignado y otros asuntos de la misma naturaleza. Por último, se le preguntará si
tiene algún enemigo, quiénes son y cuál es la causa de su enemistad.

Previo a hablar de las denuncias individuales con el acusado convocado, el Juez,


habiendo precedido con estas preguntas generales, le interrogará acerca de los
rasgos distintivos de las personas, los lugares, las circunstancias y los momentos
recalcados en la denuncia y lo que pueda demostrar su verdad probable o
falsedad: por ejemplo, donde está ubicado el lugar del confesionario en la iglesia o
las habitaciones de la casa Sacerdotal; si recibe a los penitentes antes o después
de la confesión en casa, con el fin de impartir consejos; si puso libros a su
disposición, etc.; y esto dio la oportunidad de hablar un largo rato con una mujer
en casa o en la sacristía después de la confesión a puertas cerradas; si esto
aconteció en tal o cual día y en tal pueblo o ciudad, etc.

Entonces el Juez le indicara al acusado (Siempre manteniendo en secreto el


nombre de la persona que le denuncio), cada denuncia. Pero en efecto no lo hará,
de una manera global o combinada. Dará a conocer todas y cada una de las
denuncias distintivamente por partes, leyéndoselas claramente al acusado, a
modo de presentar ante él toda la denuncia y luego individualmente en secciones
tal y como ha sido revelado en cada denuncia.

El juez comenzará por los hechos y las palabras de menor gravedad y poco a
poco procederá a los más graves; no omitiendo probar algún dicho o hecho que no
sea delictivo. Si hay algo confirmado por los denunciantes, de modo que, una vez
que el acusado haya admitido esto, si quizás más adelante el acusado es
corrompido, se pueda demostrar que las palabras o los hechos delictivos han
estado tan unidos que la autoridad pública de la Iglesia no puede considerar
algunas de estas palabras o hechos delictivos como verdaderos y otros como
falsos. Y en caso contrario, los esfuerzos serios [diligentiae], “favorables para el
que demanda y no favorables para el acusado”; La información que no es
favorable para él no deberá ser presentada en su contra o información que no se
considera favorable para él.

Sin embargo, por razón de asociación [connexio] o contenido [continentia], el Juez,


también expondrá al acusado los delitos que no pertenecen al Santo Oficio, por
los cuales ha sido denunciado y por los cuales aún no ha ido a juicio.

Simultáneamente, deberán ser probados los argumentos contrarios sobre los que
el acusado tal vez se ha basado, ya sea en pretextos, evasivas y respuestas sin
sentido.

Las declaraciones de todas las denuncias una vez completadas, si en realidad


existen más denuncias y el acusado continua en negación; el juez no deberá omitir
el declarar ante él que en inconformidad con sus negaciones se han pronunciado
más denuncias en número, efectuadas en diferentes tiempos y reportadas por
distintas personas quienes tienen testimonios fidedignos, son de buen nombre, en
todos los aspectos dignos de confiabilidad; quienes son incapaces de calumniar o
de cometer perjurio; verdaderamente no se conocen el uno al otro, y por lo tanto
es imposible una conspiración. Tampoco se ha alegado enemistad o algún estado
humano patológico como la razón para acusar a [este] sacerdote. Es únicamente
con el fin de cumplir con esta obligación ineludible que han tomado el consejo de
su propia conciencia.

Habiendo interpuesto estas cosas, el juez interrogará al acusado en cuanto a lo


que él mismo siente sobre el sexto precepto del decálogo y el sacramento de la
penitencia. Si él considera que es lícito para el confesor actuar de tal manera con
los penitentes, a fin de que a partir de ciertos documentos (o de su propia
confesión, si lo ha hecho) se pueda demostrar que él en realidad actuó [de esta
manera]. Si tal vez piensa que todas sus acciones no eran en ninguna manera
pecaminosa; si estaba familiarizado con la Constitución Apostólica de Benedicto
XIV s. m., que comienza así: "El sacramento de la Penitencia" y con las sanciones
con las cuales esta Constitución y de los santos cánones amenazan a los
confesores practicantes del ministerio sagrado que han abusado de su sagrado
ministerio para destrucción de las almas; y por último, si él puede ofrecer algo
para ser exonerarse.

Después de esto, el juez le preguntará si debe continuar con este proceso aquí y
ahora siendo legitimado o por el contrario, el acusado tiene alguna objeción que
hacer en contra de éste. Si estaría satisfecho con ser asistido por un defensor ex
officio [del tribunal], o si desearía nombrar su propio defensor por sí mismo en
caso de que insista en que se haga una excepción. Si tal vez querría repetir la
examinación de los denunciantes.

Si él respondiere afirmativamente a esta última pregunta, o si de alguna manera


tiene algún dato que ofrecer en su propia defensa, por el cual los testigos deban
ser escuchados (o si por otra parte surgiere una dificultad grave e imprevista), la
presentación de cargos deberá ser suspendida. Después de que los denunciantes
hayan sido examinados una vez más o los testigos hayan sido escuchados,
deberá ser retomada la acusación. De estas personas el juez obtendrá nuevas
declaraciones y una vez habiendo realizado formalmente la segunda investigación,
iniciará oficialmente, otra vez la presentación de los cargos.

Una vez se haya atendido las atestiguaciones de las denuncias, se deberá


entregar al promotor de justicia el texto de las denuncias, quien las examinará y
declarará si tiene alguna nota que hacer al respecto, o si hay nuevas
enunciaciones o nuevos pasos que deben tomarse.

La lectura de los cargos, no se concluirá por el juez, a menos que primero se


haya dado un consentimiento expreso por el promotor de la justicia.
Al final de cada sesión se deberá leer al acusado todo lo que se ha presentado en
forma escrita por el notario y una vez que el acusado haya aprobado y aceptado
estas declaraciones, junto con todas correcciones, adiciones y supresiones, si las
hay, entonces se le invitará a escribir su firma y después de haber sido
gravemente advertido de mantener el secreto, el acusado será despedido. El
notario procederá a describir todo esto en estas palabras: "Después de haber
recibido y aceptado todo esto, el acusado, antes de ser despedido, fue advertido
acerca de mantener el secreto y antes de que se fuera, firmó en confirmación de
lo que dicho”.
Después de que el acusado haya firmado, el notario firmará en esta manera:
"estas Actas son firmadas por mí, notario N…N… (Y si ha sido autorizado
únicamente para este acto)”. Luego firmará el juez asignado.

Sin embargo, puesto que se necesita no sólo de una única audiencia para la
lectura de cargos para llevar los muchos asuntos a su exitosa culminación, sino
de varias audiencias. Cada una deberá abrirse y concluirse de la misma manera.
En cada audiencia, deberán estar en la parte inferior de cada página las firmas del
acusado, el notario y el juez; al final de cada audiencia el juez citara al acusado,
indicándole la fecha de la siguiente audiencia, la cual el notario anotará de esta
manera: "Después de haber sido informado y habiendo aceptado todas estas
cuestiones, el acusado ha sido citado para el día... del mes de... para comparecer
nuevamente y ha sido despedido tras haber sido amonestado, etc”, como se
especifica en la parte de arriba. No obstante, en la siguiente audiencia, la primera
pregunta será: si el acusado por su cuenta tiene algo que agregar, quitar o corregir
a las cosas que fueron tratadas en la audiencia anterior y luego de que su
respuesta ha sido transcrita, se continuará con la audiencia desde el punto en el
que el interrogatorio anterior terminó.

Nótese bien – Sería superfluo señalar que el juez, antes de llegar a la acusación,
debe fielmente sujetar todo el proceso informativo a su examinación, obviamente,
también todas las denuncias formales e informales y el material no relacionado
con el Santo Oficio; sus exámeninaciones sobre la moral y la veracidad de los
demandantes, las investigaciones e informaciones sobre la vida, la moral y el
buen nombre del acusado, además de cartas de amor que quizá fueron escritas
por él, etc. Para que así el mismo juez tenga a mano todos los elementos para
debilitar las negaciones del acusado y con los cuales pueda refutar sus
afirmaciones arbitrarias. El admitir parcialmente, puede obligar al acusado a
admitir más asuntos.
FORMULARIO Q
 Formulario de Petición por el Promotor de Justicia

A) En el caso de proponer un aplazamiento.

Una vez se tiene como premisa un breve resumen y la investigación sobre las
razones de hecho y de derecho, teniendo estas conclusiones, por ejemplo:
Habiendo tenido todo en cuenta, creo que debe ser decidido que al reverendo... le
sea permitido retirarse con una amonestación grave. El proceso permanece en
vigor por la misma razón y propósito. El objetivo es (por ejemplo) que sea vigilado
con más diligencia; que se le abstenga cualquier facilidad con las mujeres,
también por medio de censuras eclesiásticas y si algo obsceno (o algo no acorde
con el estado sacerdotal, etc.) se observó en su estilo de vida, él será llevado al
tribunal de inmediato.

En el día.... del mes de.... del año.....


Firma del Promotor de Justicia
B) En el caso de proponer una condena

Todo lo tenido como premisa anteriormente, etc.

.... Creo que debería ser decretado que habiendo impuesto penitencias
congruentes (o penitencias graves) y saludables, entre las que habrán ejercicios
espirituales de... días a hacerse en una casa religiosa, durante los cuales él
permanecerá suspendido de la celebración de misa. El reverendo... debe ser
despedido con (aquí será expresado de acuerdo a la prescripción del Canon
2368, 1, así como las sanciones suplementarias que se necesiten imponer). Si por
casualidad él ha absuelto a su cómplice, deberá sanar su conciencia por medio
de un recurso a la Sagrada Penitenciaría.

En el día.... de.... del mes en el año....

Firma del Promotor de Justicia

C) En el caso de proponer una absolución

.... Creo que debería ser decretada: que la inocencia de la persona acusada se
desprende de las Actas, y por lo tanto, el reverendo... deberá ser despedido una
vez que haya sido absuelto.

FORMULARIO R
 Formulario de rendir una sentencia condenatoria en casos donde el
acusado sigue siendo negativo.

Nosotros (señálese el nombre, apellidos, cualidades, etc. del Juez – Ordinario o


del delegado).

Ya que ... (el nombre, apellido, nombre del padre, edad, condición, etc. del
acusado y si es religioso, también deberá añadirse el nombre que utilizó en el
mundo) no tuvo miedo de abusar del sacramento de la penitencia con palabras y
actos acerca de los cuales se trata en las Constituciones Pontificias y en especial
en la Constitución de Benedicto XIV, cuyas primeras palabras son Sacramento del
Pontífice [Sacramentum Poenitentiae], diciendo y haciendo estas cosas ... (aquí,
sumariamente y en palabras prudentes y discretas, se deberá decir cómo y con
qué frecuencia, etc., el acusado cometió la falta); Y, ya que, debido a todos estos
asuntos que han sido denunciados ante nuestro tribunal, ha sido debidamente
citado en el día de hoy (que se haga señal del día y el mes de la cita), con un
proceso adecuado constituido en su contra, ha sido acusado en estos días
(especifique los días); sin embargo, sigue siendo negándolo. Con todo y esto, el
acusado ha sido condenado por el asunto.

Por lo tanto, aunque haya afirmado que siente haber actuado correctamente en
cuanto a la fe y la doctrina católica (suponiendo que evidentemente el asunto fue
realmente así) y el defensor de la acción judicial no fue remisivo a su deber de
promover y sostener las defensas adecuadas para el acusado;

Sin embargo, habiendo sopesado todo correcta y seriamente, nosotros, el Juez


-Ordinario o su delegado, en este día (indíquese el día en que la sentencia es
dada), creemos y estamos convencidos por los hechos y las pruebas que la
sentencia que sigue debe ser dictada.

Por lo tanto, habiendo invocado el nombre de Dios, y la de la santísima y siempre


Virgen María, la Madre de Dios y de nuestro Señor Jesucristo, emitimos esta
nuestra sentencia definitiva, la cual sujeta para la emisión del tribunal, con estas
páginas, en el caso que ha sido llevado ante nosotros entre (Nombre, apellido,
etc. del Promotor de Justicia) promotor de justicia ante este tribunal y ... (nombre,
apellido, etc. del acusado, citado anteriormente), decimos, decretamos,
declaramos y sostenemos que ... (se repite el nombre, apellido, etc. del acusado),
debido a los asuntos por los que ha sido acusado, ha sido declarado culpable del
delito de solicitación tocante a asuntos obscenos (Y de dogmas falsos), por lo que
ha merecido la censura y las sanciones que se han dicho, legislado y promulgado
contra tales delincuentes.

Por lo tanto, para que no sea que los errores y fallas antes mencionados
permanezcan sin castigo y con el fin de que el acusado se apresure a vivir en el
futuro más cautelosamente y ser un ejemplo para los demás, nosotros
consiguiente lo condenaremos... (Añádase la parte dispositiva de la decisión.) Así
mismo se le imponen estas saludables penitencias... (que sea dicho que
penitencias se imponen).

Así que decimos, discernimos, declaramos, ordenamos y definitivamente creemos


y tenemos la intención y el deseo de su ejecución, como hemos ordenado acerca
de este hecho de esta manera y con esa forma que por ley podemos y debemos
decretar. Al mismo tiempo, ordenamos para este propósito con la presente carta,
que el acusado en esta fecha... sea citado para escuchar la lectura y transmisión
de esta nuestra decisión.

Así declaramos (el acta deberá cerrarse con una indicación del lugar y día en el
que se publicará).
L.X.S.
Firma del Juez del Ordinario o de su delegado
Firma del notario

FORMULARIO S
 Manera de Entregar una Sentencia Condenatoria en casos donde el
acusado ha confesado sus delitos.

Nosotros (señálese nombre, apellidos, cualidades, etc., del Juez Ordinario o su


delegado).

Ya que... (nombre, apellido, nombre del padre, edad, condición, etc. del acusado,
y, si es un religioso, añádase también el nombre por el cual se le conoce en el
mundo) no tuvo miedo de abusar del sacramento de la penitencia con palabras y
actos acerca de los cuales se trata en las Constituciones Pontificias y en especial
en la Constitución de Benedicto XIV, cuyas primeras palabras son Sacramento del
Pontífice [Sacramentum Poenitentiae], diciendo y haciendo estas cosas ... (aquí,
sumariamente y en palabras prudentes y discretas, se deberá decir cómo y con
qué frecuencia, etc., el acusado cometió la falta).

Ya que, debido a que ha sido denunciado ante nuestro tribunal por todos estos
asuntos, y un proceso regular se ha creado en su contra, fue citado debidamente
para esta fecha (deberá señalarse el día y el mes de la citación), fue procesado
por estos días (dicho sea de qué días); confesó esto y esto (aquí deberá resumirse
su confesión).

Por lo tanto, aunque ha afirmado que sentía que actuó correctamente en cuanto a
la fe y la doctrina católica (y suponiendo, evidentemente que éste sea
verdaderamente el caso), y su abogado de defensa, de acuerdo con su deber, no
fue negligente en promover y mantener las respectivas defensas.

Sin embargo, habiendo sopesado todo correcta y seriamente, nosotros, el Juez


-Ordinario o su delegado, en este día (indíquese el día en que la sentencia es
dada), creemos y retenemos por los hechos y las pruebas que la sentencia que
sigue debe ser dictada.

Por lo tanto, habiendo invocado el nombre de Dios, y el de la santísima y siempre


Virgen María, la Madre de Dios y de nuestro Señor Jesús, con esta sentencia
definitiva, que publicamos aquí sentados ante el tribunal de este registro público
en cuanto al caso procesado en nuestra presencia entre D. .. (Nombre, apellido,
etc. del Promotor de Justicia) Promotor de Justicia en este tribunal y.... (nombre,
apellido, etc., de los acusados citado anteriormente), decimos, decidimos,
declaramos y creemos que ... (se repite el nombre, apellido, etc. del acusado),
debido a los asuntos acerca de los cuales ha confesado, ha sido declarado
culpable del delito de solicitación tocante a asuntos obscenos (Y de dogmas
falsos), por lo que ha merecido la censura y las sanciones que se han dicho y
promulgado contra tales delincuentes por los sagrados cánones.

Por lo tanto, para que no sea que los errores y fallas antes mencionados
permanezcan sin castigo y con el fin de que el acusado se apresure a vivir en el
futuro más cautelosamente y ser un ejemplo para los demás, nosotros lo
condenaremos de esta forma... (Añádase la parte dispositiva de la decisión.)
Así mismo, como penitencias saludables se le impondrán... (que sea dicho que
penitencias se imponen).

No obstante, por causa de que el acusado confesó espontáneamente los errores


y fallas antedichas y con humildad pidió perdón por ellos, queremos, por otra
parte, absolverlo de cualquier excomunión en la que quizá haya incurrido, siempre
y cuando primeramente dé evidencias de que con un corazón sincero y fe reales
se retracta de esos errores y detesta sus fallas. Así ordenamos por esta nuestra
sentencia que él actúe de acuerdo con la manera y forma indicada por nosotros.

Y así decimos, decretamos, declaramos, ordenamos, creemos definitivamente y


tenemos la intención y deseamos ordenar la ejecución, referente al hecho,
ordenando de una mejor manera y de acuerdo con esa forma de la cual podemos
y debemos hacer uso por ley, al mismo tiempo disponer con la presente carta que
el acusado sea citado en este día... para escuchar la lectura y sea informado de
esta nuestra sentencia.

Así declaramos (el acta deberá cerrarse con una indicación del lugar y el día en el
que éste se dio a conocer).
L.X.S.
Firma del Juez Ordinario o su Delegado
Firma del Notario

FORMULARIO T
 Manera de declarar solemnemente sobre la Promulgación y Notificación de
la Sentencia en los casos de Solicitación.

El notario debe comenzar el acto, con estas palabras:

Por la fuerza del decreto de la fecha (especifique el día en el cual fue dada la
sentencia) dado por ... (nombre, apellido, etc., del juez), en presencia de la misma
persona en (deberá indicarse la ubicación), con el notario presente, N.N.
compareció personalmente (nombre, apellido, nombre del padre, edad, condición,
etc. del acusado, y, si fue un religioso, también deberá añadirse el nombre que
usaba en el mundo), a quien fueron leídos los siguientes asuntos por el juez antes
mencionado sentado ante el tribunal:

Aquí el documento será leído en su totalidad palabra por palabra según las cuales
se ha dado la sentencia.
Luego se añade:

En el día... del mes de... en el año.... con estos escritos se ha promulgado la


sentencia antes mencionada (Nombre, etc. del juez) sentado ante el tribunal
(lugar donde se realizó), y por su lectura en voz alta e inteligible a la persona
presente (el nombre, etc., del acusado) quien escuchando y no contradiciendo; (si
hubiera confesado, deberá ser añadido: estando dispuesto, haciendo una
genuflexión ante el juez, tocando los Santos Evangelios de Dios colocados ante él,
abjuró los errores antes mencionados (herejías y todos los otros errores en
general y herejías contrarias a la santa, católica y apostólica Iglesia Romana),
como en el itinerario de su abjuración, por el cual prometió su abjuración, estando
aún arrodillado; fue absuelto en la forma habitual de la iglesia de la sentencia de
excomunión y se reconcilió con la Santa Madre Iglesia, habiendo realizado
oraciones y ceremonias usuales y acostumbradas ) - y se ordenaron para él
penitencias saludables contenidas en dicha sentencia. Habiendo recibido todas
estas cosas, fue despedido, bajo juramento de observar el secreto y tocando los
santos evangelios de Dios en confirmación de lo antes presentado y previo a su
firma y a la mía.

Firma del acusado

Estas Actas han sido firmadas por mí mismo, N…N... el notario (y si ha sido
autorizado sólo para este acto: únicamente autorizado esta Acta).
Por último,

Firma del Juez

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