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INTRODUCCIÓN

Uno de los obstáculos más grandes que impiden la


propagación de la verdad en cualquier época del mundo, es la
corriente de la opinión pública. En cuanto llega un rayo de luz al
mundo, sea la edad que fuere, inmediatamente se topa con las
tradiciones y costumbres profundamente arraigadas de los
hombres, y con sus opiniones; o con algún artificio religioso, de
modo que igual que los efesios, se reúnen para aconsejarse
respecto de lo que han de hacer, para evitar que se hable mal de
su diosa, sea despreciada su majestad, quede abandonado su
templo, y peor todavía, ponga en peligro su negocio que les
proporciona su ganancia.1
Recordemos lo que acaeció a los apóstoles, al oponerse a los
rabinos judíos, a las supersticiones gentílicas, en una palabra,
cuando tuvieron que contender con toda organización religiosa que
se hallaba sobre la tierra. Evoquemos el popular clamor: "Si le
dejamos así, todos creerán en él: y vendrán los romanos, y
quitarán nuestro lugar y la nación."2 "Estos que alborotan el
mundo, también han venido."3 "¿Podremos saber qué sea esta
nueva doctrina que dices? Porque pones en nuestros oídos unas
nuevas cosas."4 "Estos hombres alborotan nuestra ciudad, y
predican ritos, los cuales no nos es lícito recibir ni hacer, pues
somos romanos."5 "¿Qué quiere decir este palabrero? Parece que
es predicador de nuevos dioses."6 Y muchas otras expresiones
semejantes.
Por otra parte, examinemos brevemente los acontecimientos
de una edad posterior, por ejemplo, la Madre Iglesia contra los
reformadores de distintas épocas. Los vemos calumniados,
vituperados, humillados, azotados, apedreados, quemados y
destruidos de diferentes maneras, mientras se hacía creer a las
multitudes ignorantes que se trataba de los hombres más
perversos
También pensemos por un momento en lo que batalló Colón,
un desconocido de educación limitada, pero bendecido con un
corazón muy grande, un genio noble y una mente que estaba
acostumbrada a pensar por sí misma.

1
Hechos 19:21-24.
2
Juan 11:48.
3
Hechos 17:6.
4
Hechos 17:19-20.
5
Hechos 16:20, 21.
6
Hechos 17:18.
Penetró los obscuros misterios que encerraban las aguas
occidentales. Recordemos cómo luchó durante ocho años contra la
ignorancia de los eruditos en las cortes y asambleas de Europa,
mientras que la mueca burlona, el dedo del escarnio y el silbido de
la irrisión eran los fuertes argumentos que se oponían a su teoría.
Mas ¿cuál fue el resultado, cuando después de varios
esfuerzos infructuosos, se dispuso una expedición compuesta de
tres naves pequeñas? Se reveló un mundo a las naciones
asombradas del este, una tierra que estaba destinada a servir de
fondo a los más gloriosos y maravillosos acontecimientos de los
últimos días. No bien quedó demostrado este hecho, cuando sus
objeciones filosóficas, geográficas y religiosas desaparecieron en
un momento. La soberbia de la ignorancia y el prejuicio se vio
constreñida esta vez a arrojar sus honores al polvo, a doblar su
altiva cabeza a los pies del valor verdadero y aprender en humilde
silencio que un hecho, claramente demostrado, vale más que diez
mil teorías y opiniones de los hombres.

Buscad la verdad

Esta obra tiene por objeto ser una voz de amonestación o


proclamación de la verdad, a todos aquellos a cuyas manos llegue,
a fin de que entiendan y se preparen para el gran día del Señor.
Las opiniones y conjeturas en cuanto a las cosas de Dios no sirven
para nada; lo único que puede ser de valor al género humano son
los hechos bien demostrados. Y en vista de que solamente el
Espíritu Santo puede guiarnos a toda verdad, rogamos a Dios el
Eterno Padre, en el nombre de Jesucristo, su Hijo, que el Espíritu de
Verdad inspire nuestros corazones en la redacción de este tema,
para que podamos escribir la verdad con la demostración del
Espíritu y el poder, a fin de que sea la palabra de Dios, el evangelio
sempiterno, el poder de Dios para salvación al gentil primeramente
y también al judío.
VOZ DE AMONESTACIÓN
e instrucción a todo pueblo
CAPITULO 1
DE LA PROFECÍA CUMPLIDA

Dios es el autor de la profecía

"Tenemos también la palabra profética más permanente, a la


cual hacéis bien de estar atentos como a una antorcha que
alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el lucero de
la mañana salga en vuestros corazones:
"Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la
Escritura es de particular interpretación;
"Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por
voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados del Espíritu Santo."7
A fin de comprobar alguna cosa por medio de las Escrituras,
es indispensable que en primer lugar se establezca alguna regla de
interpretación, definitiva e infalible, sin la cual la mente se perderá
en la incertidumbre y la duda, siempre aprendiendo, mas nunca
llegando al conocimiento de la verdad.
Por haber prescindido de tal regla, el género humano se ha
hundido en la más grande confusión e incertidumbre, en lo que
respecta a sus estudios bíblicos. De hecho, mientras el género
humano se arrogue la libertad de transformar y espiritualizar la
palabra de Dios, o quiera darle una interpretación dudosa o
privada, todo seguirá siendo incertidumbre.
"Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra
enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia, y por la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza."8
Ahora bien, supongamos que un amigo nos escribe desde un
lugar lejano, y nos promete ciertas cosas, de acuerdo con
determinadas condiciones, que si podemos lograr, serán para
nuestro gran provecho y ventaja. Desde luego se podría decir que
7
2 Pedro 1:19-21.
8
Romanos 15:4.
la carta fue escrita para nuestro provecho e instrucción, para que
por medio de la paciencia y la consolación de la carta, nosotros
pudiésemos tener esperanza de lo que en ella se nos había
prometido.
De manera que si entendiésemos claramente la carta, y
supiésemos lo que debíamos de esperar, la comunicación nos
impartiría consuelo y esperanza; por otra parte, si hubiese alguna
duda o incertidumbre en nuestras mentes respecto del significado
de la comunicación, entonces no podríamos recibir ninguna
consolación o esperanza segura de las cosas que en ella estaban
escritas, por no saber en qué esperar, y consiguientemente, la
carta nada nos aprovecharía.
Lo mismo pasa con las Escrituras. Ninguna de sus profecías o
promesas puede beneficiar al lector, o dar consuelo y esperanza a
su alma sino hasta que las entiende claramente, y así sabe qué
esperar.
Ahora bien, las predicciones de los profetas se pueden
entender tan fácilmente como el almanaque que anuncia un
eclipse, porque de lo contrario, la Biblia viene a ser, de todos los
libros, el de más dudosa utilidad. Habría sido mucho mejor para el
género humano si el gran Autor de nuestra existencia jamás
hubiese revelado cosa alguna a sus criaturas caídas, en lugar de
revelarles un libro que los dejaría en la duda y la incertidumbre
para contender uno con otro de generación en generación,
respecto del significado de su contenido.
Nadie puede negar que esta duda y contención han existido
por siglos. Los sabios y los instruidos han diferido, y aún difieren
mucho el uno y el otro en lo que respecta al entendimiento de las
profecías. ¿De dónde surgió esta diferencia? Una de dos, o la
revelación es deficiente, o el hombre está en error. Pero decir que
la revelación es deficiente significa tachar a Dios de obrar con
imperfección. ¡Cosa absurda! La falta debe estar en el hombre.
Existen dos causas o motivos grandes de esta ceguedad, que me
propongo presentar enseguida.

La necedad de la interpretación privada

En primer lugar, el género humano ha supuesto que no se


tuvo por objeto que la inspiración directa del Espíritu Santo
continuase en la Iglesia por todas las edades, sino que se limitó a
los tiempos primitivos; pues habiendo quedado lleno el canon de
las cosas necesarias, la gente ya no precisaba del Espíritu que guía
a toda verdad. Por tanto, trataron de entender, conforme a su
propia sabiduría y su propia erudición, aquello que sólo podía
entenderse claramente por el Espíritu de verdad, porque "nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios".9
En segundo lugar, habiendo perdido el espíritu de la
inspiración, empezaron a establecer sus propias opiniones,
tradiciones y mandamientos, dando significados e interpretaciones
privados a la palabra escrita, en lugar de aceptar lo que estaba
escrito; y desde el momento en que se apartaron de su significado
literal, la opinión o interpretación de un hombre llegó a valer tanto
como la de otro, ya que todos se creían con la misma autoridad. Y
así nacieron todas las tinieblas y equivocaciones relacionadas con
estos puntos que han agitado al mundo durante estos últimos
dieciocho siglos.

Un mandamiento de valor incalculable

Entre la variedad de objetos que ocupan la atención del


género humano, hay uno que es de mayor valor que todos los
demás. Es un principio que, cuando se llega a poseer, ayudará
muchísimo a obtener todas las otras cosas que vale la pena
poseer, ya sea poder, bienes, riquezas, honores, tronos o dominios.
Son pocos, comparativamente, los que lo han tenido. Ha estado al
alcance de muchos otros, pero éstos no se dieron cuenta de su
existencia o no conocieron su valor. Ha obrado maravillas por los
pocos que lo han poseído. A algunos les permitió escapar de ser
ahogados, mientras que toda alma que no lo tenía se perdió en las
profundidades. A otros salvó del hambre, mientras miles perecían
alrededor de ellos. Con su ayuda, los hombres frecuentemente han
sido elevados a posiciones de dignidad en la nación; más aún,
algunos han ascendido a los tronos de los imperios. Por haberlo
poseído, algunos han subido, en ocasiones, desde el calabozo
hasta el palacio; y ha habido casos en que aquellos que lo tenían
fueron librados de las llamas, mientras eran consumidas las
ciudades en las que perecía toda alma viviente, salvo ellos.
Frecuentemente, cuando el hambre o la espada han destruido
una ciudad o nación, sólo aquellos que la poseyeron pudieron
escapar ilesos. A1 llegar a este punto, el lector tal vez preguntará:
¿Qué puede ser esa cosa? Hacédnoslo saber para comprarla,
aunque tengamos que sacrificar cuanto poseamos en la tierra. Este
tesoro, querido lector, es la presciencia, el conocimiento de cosas
futuras. Si se publicara un libro titulado "El Conocimiento de lo
9
1 Corintios 2:11.
Futuro", y el género humano verdaderamente se convenciera de
que daba cierto conocimiento preciso de acontecimientos futuros,
de tal manera que sus páginas revelaban la historia futura de las
naciones y muchos grandes acontecimientos, del mismo modo que
la historia de Grecia o Roma descubre lo pasado, inmediatamente
se vendería una edición muy grande a un precio muy elevado; de
hecho, sería de valor inestimable. Pues los libros de los profetas y
el espíritu de la profecía tienen por objeto precisamente la misma
cosa. Bien dijo el Apóstol: "Procurad los mejores dones. . mas
sobre todo que profeticéis."10

La regla de la interpretación bíblica

Habiendo dicho esto, entremos en el ancho y extenso campo


que yace ante nosotros para buscar los tesoros de sabiduría y
conocimiento que han estado brillando por siglos como luz en un
lugar obscuro. Exploraremos unas regiones que para muchos son
desconocidas, contemplaremos las glorias que por todos lados se
abren y se ofrecen a nuestra vista, y festejaremos con un
conocimiento que, por motivo de su naturaleza, tiene como objeto
ensanchar el corazón, exaltar la mente, elevar los afectos
naturales sobre las cosas pequeñas, viles y mezquinas del mundo
y hacer a uno sabio para salvación.
Pero ante todo, establezcamos la regla definitiva de
interpretación. Para ello no dependeremos de ningún hombre o
comentario, porque el Espíritu Santo ya ha instituido dicha regla
por boca de S. Pedro: "Entendiendo primero esto, que ninguna
profecía de la Escritura es de particular interpretación."11

Las grandes divisiones de la profecía

Hay una división grande que siempre debemos tener presente


en el estudio de la profecía, a saber, la distinción entre lo pasado y
lo futuro. El lector debe determinar con cuidado cuál es la parte
que se ha cumplido, y cuál es la parte que queda por cumplir; y al
mismo tiempo debe recordar que la regla establecida por S. Pedro
se aplica tanto a una como a la otra. De modo que si en el curso de
nuestro estudio descubrimos que cada una de las profecías que se
han realizado hasta el tiempo presente, ha tenido un cumplimiento
literal, la deducción lógica es que toda profecía que todavía está
por verificarse no carecerá de un cumplimiento literal.
10
1 Corintios 12:31; 14: 1.
11
2 Pedro 1:20.
Principiemos por los días de Noé. En Génesis leemos: "Y yo, he
aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir
toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo
que hay en la tierra morirá.12
En los siguientes versículos, el Señor da mandamiento a Noé
de entrar en el arca y llevar consigo animales de toda especie, etc.
Y en el versículo 22 se dice: "E hízolo así Noé; hizo conforme a todo
lo que Dios le mandó." Mucho le valió a Noé no estar versado en
los sistemas de espiritualizar de la teología moderna; pues de
haberse hallado bajo su errónea influencia, jamás habría creído
que a tan maravillosa profecía pudiera aplicársele un significado y
cumplimiento literales. ¡Seguramente que no! Porque le habrían
dicho que el diluvio se refería a un diluvio espiritual, y el arca a un
arca espiritual, y si hubiese pensado lo contrario, enseguida lo
habrían tachado de fanático, bribón o necio. Pero sucedió que fue
suficientemente sencillo para aceptar la profecía literalmente.
Aquí, pues, tenemos un buen ejemplo de la precognición; porque
todo aquel que no la tuvo, pereció en el diluvio.

Cumplimiento literal de las profecías

La siguiente profecía que consideraremos es ésta: "Entonces


dijo a Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en
tierra no suya, y servirá a los de allí, y serán por ellos afligidos
cuatrocientos años. Mas también a la gente a quien servirán,
juzgaré yo; y después de esto saldrán con grande riqueza. Y tú
vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. Y
en la cuarta generación volverán acá: porque aun no está
cumplida la maldad del Amorreo hasta aquí."13
La servidumbre de los hijos de Israel durante cuatrocientos
años, junto con su salida del país con mucha substancia, los juicios
de Dios sobre Egipto, así como la muerte de Abraham a una edad
muy avanzada, son hechos tan bien conocidos que no hay
necesidad de comentarlos aquí. Basta decir que son ejemplos
notables del cumplimiento literal de profecías anunciadas más de
cuatrocientos años antes que se cumpliesen. De esto, inferimos
que ninguno de estos hombres de la antigüedad conocía el sistema
moderno de espiritualizar.
Consideremos ahora lo siguiente: "Y dijeron los varones a Lot:
¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo
que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar: porque vamos a
12
Génesis 6:17.
13
Génesis 15:13-16.
destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de
punto delante de Jehová; por tanto Jehová nos ha enviado para
destruirlo."14
Lot, teniendo la sencillez suficiente para creer en aquello
literalmente, tomó a cuantos de su familia quisieron acompañarlo y
huyó; y esto indudablemente sirvió de irrisión a los habitantes de
Sodoma, que probablemente se lo quedaron mirando, mientras
clamaban: "¡Engaño! ¡Superchería!" creyendo que la profecía no
era más que una figura. Aquí tenemos el ejemplo de un hombre
que se libró de las llamas por medio de la precognición que había
recibido, mientras toda la ciudad pereció ¡Qué bendición tan
grande fue para Lot no tener conocimiento de la manera moderna
de interpretar las profecías! Si en su corazón hubiese entrado la
noción de que su salida de Sodoma debía ser espiritual en lugar de
literal, le habría costado la vida.

El poder de preconocimiento

Examinemos una de las profecías de José en el país de Egipto.


"He aquí vienen siete años de grande hartura en toda la tierra de
Egipto: y levantarse han tras ellos siete años de hambre; y toda la
hartura será olvidada en la tierra de Egipto; y el hambre consumirá
la tierra; y aquella abundancia no se echará de ver a causa del
hambre siguiente, la cual será gravísima."15
José entonces dio instrucciones de que se recogiese el grano
en grandes cantidades durante los siete años de abundancia, a fin
de abastecerse para el hambre. Y Faraón, no teniendo mayor
conocimiento que sus predecesores, en lo que concernía a la
escuela de la teología moderna, jamás pensó en dar a aquello sino
la interpretación más literal.
De modo que junto con José, fue el instrumento en las manos
de Dios para salvar del hambre no sólo a su nación, sino a la casa
de Israel. Este es otro notable ejemplo del poder de la
precognición. No sólo protegió del hambre, sino que elevó a José
de la prisión al palacio; de la más baja degradación al honor
supremo, y tanto así que se pregonaba delante de él: "Doblad la
rodilla." ¡Pero qué mortandad y lamentación habrían resultado, si
hubiesen decidido que se trataba de un hambre espiritual y trigo
espiritual!

14
Génesis 19:12, 13.
15
Génesis 41:29-31.
Habiendo presentado algunos ejemplos claros de las edades
más remotas, nos referiremos de paso a algunos de los más
destacados acontecimientos proféticos, junto con su cumplimiento,
hasta llegar a los profetas judíos, donde se ensancha el campo de
la profecía, y en su progreso entabla relación con los
acontecimientos más sobresalientes de todas las edades, y
termina en una visión completa de las primeras glorias de los
últimos días.

Cumplimiento de las profecías en Israel

Un caso notable, concerniente a Elías el Profeta, fue que


profetizó a Acab, que no llovería durante más de tres años; cosa
que se cumplió de acuerdo con su palabra.16
Tenemos también el caso igualmente extraordinario de
Hazael, el sirio que vino a Eliseo a pedirle que preguntara al Señor
concerniente a su amo, el rey de Siria, que se hallaba enfermo. El
varón de Dios se lo quedó mirando, y empezó a llorar. "Entonces
díjole Hazael: ¿Por qué llora mi señor? . . Y respondió Eliseo: Jehová
me ha mostrado que tú has de ser rey de Siria." Entonces le
descubrió las crueldades que practicaría contra Israel, demasiado
horribles para detallar aquí. Y Hazael, asombrado de oír aquellas
cosas que se profetizaban acerca de él, se llenó de espanto, y
exclamó sorprendido: "¿Por qué? ¿es tu siervo perro, que hará esta
gran cosa?" Sin embargo, causa admiración ver que todo se
cumplió al pie de la letra.17
En el capítulo 21 del Libro Segundo de las Crónicas está
escrito que llegó a Joram una comunicación de Elías el Profeta, en
la cual, después de denunciar la gran perversidad que había
cometido tornándose a la idolatría y asesinando a sus hermanos de
la familia de su padre, que eran mejor que él, le anuncia lo
siguiente: "He aquí, Jehová herirá a tu pueblo de una grande plaga,
y a tus hijos y a tus mujeres, y a toda tu hacienda; y a ti con
muchas enfermedades, con enfermedad de tus entrañas, hasta
que las entrañas se te salgan a causa de las enfermedades de
cada día." En el mismo capítulo leemos que los filisteos y los
árabes vinieron contra él, y tomaron a sus hijos, sus mujeres y
toda su hacienda; y después de esto, el Señor lo hirió en las
entrañas de una enfermedad incurable, de modo que "al cabo de
dos años, las entrañas se le salieron con la enfermedad, muriendo
así de enfermedad muy penosa."
16
1 Reyes 17:1; 18:41-45.
17
2 Reyes 8:7-15; 9:14; 10:32; 12:17; 13:22.
Josué profetiza concerniente a Jericó

En el capítulo 6 y versículo 26 de Josué hallamos una


maravillosa predicción concerniente a la ciudad de Jericó:
"Y en aquel tiempo Josué les juramentó, diciendo: Maldito
delante de Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta
ciudad de Jericó. En su primogénito eche sus cimientos, y en su
menor asiente sus puertas."
Después de esta maldición, la ciudad de Jericó permaneció
abandonada por muchos siglos, pues nadie se atrevía a reedificarla
a costa de su primogénito y su hijo menor. Pero después de una
larga sucesión de jueces y reyes, habiendo pasado muchos cientos
de años, Hiel de Bethel, que vivió en los días de Acab,
probablemente creyendo que el Señor había olvidado la maldición
que Josué había pronunciado sobre el sitio, se atrevió a reedificar
la ciudad; pero no bien hubo echado los cimientos cuando murió su
primogénito Abiram, y todavía persistiendo en la dureza de su
corazón, al poner las puertas de la ciudad perdió a su hijo menor,
Segub, de acuerdo con la palabra del Señor, que siglos antes había
sido proferida por su siervo Josué.18
Podríamos llenar un tomo con acontecimientos semejantes,
que se hallan esparcidos por toda la parte histórica de las
Escrituras; sin embargo, no lo haremos, a fin de pasar a un
examen más completo de los libros de los profetas judíos.
Consideraremos el cumplimiento de sus palabras sobre Jerusalén,
Babilonia, Tiro, Egipto y varias otras naciones.

El sueño de Nabucodonosor

Babilonia, la más antigua y renombrada ciudad del mundo, se


hallaba deleitablemente situada sobre las playas de un río
majestuoso que corría por la llanura de Shinar, cerca de la cual en
un tiempo se levantó la torre de Babel. Estaba dispuesta en
cuadro, y la rodeaba una muralla de más de cien metros de altura
y noventa y seis kilómetros de circunferencia. Esta muralla tenía
cien puertas de bronce, reforzadas con barras de hierro. Para cada
uno de los cuatro lados había veinticinco puertas, las cuales daban
entrada a calles que atravesaban la ciudad de un lado al otro, de
manera que toda la ciudad estaba dividida en manzanas de igual
tamaño. En el centro de estas manzanas había hermosos jardines,
adornados con árboles y aceras, y engalanados por gran variedad
de flores de diversos matices, mientras que las casas estaban
18
1 Reyes 16:34.
construidas en las orillas de las manzanas y daban directamente a
las calles.
En medio de esta ciudad se sentaba Nabucodonosor, en su
trono de real esplendor y magnificencia, y en su mano el cetro que
era reconocido por todos los reinos del mundo, cuando plugo a
Dios descorrer la obscura cortina de lo futuro, en visión de noche, y
mostrarle de una sola vez la historia del mundo, aun hasta la
consumación de todas las cosas.
He aquí, vio ante él una gran imagen, cuya cabeza era de oro
fino, su pecho y brazos de plata, su vientre y muslos de metal, sus
piernas de hierro y sus pies en parte de hierro y en parte de barro
cocido. Estuvo mirando la imagen hasta que fue cortada una
piedra del monte, no con manos, la cual hirió a la imagen en sus
pies de hierro y de barro cocido y los hizo pedazos. Entonces
también fue desmenuzado el hierro, el metal, la plata y el oro, y se
volvieron como el tamo en las eras del verano, y los levantó el
viento y nunca más se les halló lugar; pero la piedra que hirió a la
imagen se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.
Cuando fue llevado Daniel ante el rey para que declarase el
sueño y la interpretación, el profeta exclamó: "Hay un Dios en los
cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey
Nabucodonosor lo que ha de acontecer a cabo de días."

Daniel interpreta el sueño de Nabucodonosor

Entonces, después de referir el sueño, manifestó lo siguiente:


"Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha
dado reino, potencia, y fortaleza, y majestad. Y todo lo que habitan
hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, él ha
entregado en tu mano, y te ha hecho enseñorear sobre todo ello:
tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro
reino menor que tú; y otro tercer reino de metal, el cual se
enseñoreará de toda la tierra. Y el reino cuarto será fuerte como
hierro; y como el hierro desmenuza y doma todas las cosas, y
como el hierro que quebranta todas estas cosas, desmenuzará y
quebrantará. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de
barro cocido de alfarero, y en parte de hierro, el reino será
dividido; mas habrá en él algo de fortaleza de hierro, según que
viste el hierro mezclado con el tiesto de barro. Y por ser los dedos
de los pies en parte de hierro, y en parte de barro cocido, en parte
será el reino fuerte, y en parte será frágil. Cuanto a aquello que
viste, el hierro mezclado con tiesto de barro, mezclaránse con
simiente humana, mas no se pegarán el uno con el otro, como el
hierro no se mistura con el tiesto.
"Y en los días de estos reyes, levantará el Dios del cielo un
reino que nunca jamás se corromperá: y no será dejado a otro
pueblo este reino; el cual desmenuzará y consumirá todos estos
reinos, y él permanecerá para siempre. De la manera que viste
que del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual
desmenuzó al hierro, al metal, al tiesto, a la plata, y al oro; el gran
Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo porvenir: y el
sueño es verdadero, y fiel su declaración."19

El cumplimiento del sueño de Nabucodonosor

En esta vista panorámica que se nos da del asunto, vemos


que nos son presentados, en sucesión, primero, el reino de
Nabucodonosor; segundo, los medos y los persas, que arrebataron
el reino a Belsasar y tuvieron dominio sobre toda la tierra; tercero,
los griegos, bajo Alejandro Magno, que conquistó el mundo y reinó
en medio de Babilonia; cuarto, el Imperio Romano, que subyugó
todas las cosas; quinto, su división en los imperios de oriente y
occidente, y su desmoronamiento o subdivisión final en los varios
reinos de la Europa moderna, representados por los pies y los
dedos de los pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Y
por último nos es presentado un reino completamente nuevo,
organizado por el Dios del cielo en los últimos días o durante la
época de los reinos representados por los pies y los dedos de los
pies. Este último reino jamás iba a cambiar de rey, como había
sucedido con todos los demás reinos que lo habían precedido. Ni
tampoco iba a ser dejado a otro pueblo. Iba a desmenuzar a todos
los demás reinos, y permanecer para siempre.
Muchos suponen que este último reino a que se hace
referencia es el reino de Dios, que se organizó en los días de Cristo
o sus apóstoles. Pero mayor disparate no podría existir, pues el
reino de Dios que se estableció en la época de Cristo o sus
apóstoles no desmenuzó a ninguno de los reinos del mundo; al
contrario, se hizo la guerra contra él y fue vencido, como
cumplimiento de las palabras de Daniel 7:21: "Y veía yo que este
cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía"; y también el
versículo 22: "Hasta tanto que vino el Anciano de grande edad, y
se dio el juicio a los santos del Altísimo; y vino el tiempo, y los
santos poseyeron el reino"; igualmente el 27: "Y que el reino, y el
señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea
19
Daniel 2:37-45
dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino
eterno, y todos los señoríos le servirán y obedecerán."

El reino de Dios será establecido

En las revelaciones de Juan está escrito: “Y le fue dado hacer


guerra contra los santos, y vencerlos. También le fue dada
potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente."20 En
cumplimiento de estas declaraciones, se dio poder a las
autoridades de la tierra para matar a los apóstoles y hombres
inspirados, y los pocos que quedaron fueron desterrados de entre
los hombres u obligados a huir a las islas desoladas o las cuevas
de las montañas de la tierra, personas de las cuales el mundo no
era digno. A1 mismo tiempo, se insinuaron en su lugar falsos
profetas y maestros que los hombres se buscaron, porque no
pudieron aguantar la sana doctrina.
Así fue cómo se desorganizó el reino de Dios, y se perdió de
entre los hombres, y en su lugar fueron instituidas las doctrinas e
iglesias de los hombres. Pero tenemos por objeto tratar este tema
más extensamente al referirnos al Reino de Dios.
Baste decir que el reino de que habla Daniel es algo que el
mismo Dios de los cielos va a organizar en los últimos días, sin la
ayuda de instituciones humanas o los preceptos de los hombres. Y
cuando quede organizado, nunca jamás cesará de crecer, ni
podrán estorbar su progreso todos los poderes de la tierra y el
infierno, hasta que por fin se siente el Anciano de grande edad, y
venga el Señor Jesús en las nubes del cielo con poder y grande
gloria, como Rey de reyes y Señor de señores; y destruirá todos los
demás reinos, y entregará el reino y la grandeza del reino, bajo
todos los cielos, a los santos. Entonces no habrá sino un Señor, y
no tendrá sino un nombre, y Él será el rey de toda la tierra.
Volvamos ahora a Nabucodonosor, que el Señor, por boca de
Jeremías, llama su siervo para ejecutar sus juicios sobre las
naciones. Parece que el Señor ensalza a este gran hombre, y lo
hizo rey de reyes y señor de señores, y lo armó con su propia
espada y lo invistió con poder y autoridad, con el expreso fin de
ejecutar sus juicios, y azotar y humillar a todas las naciones de la
tierra. El capítulo 25 de Jeremías dice que el Señor tenía propuesto
llevar a Nabucodonosor y a su ejército contra todas las naciones
circunvecinas, a fin de asolarlas y tenerlas cautivas durante

20
Apocalipsis 13:7.
setenta años; y después de setenta años, se volvería y castigaría
al rey de Babilonia y a su nación por causa de sus iniquidades.
¿Quién es el que puede seguir la historia del cumplimiento de
estos notables acontecimientos, indicados con tanta exactitud por
Jeremías, Isaías y Ezequiel, y no maravillarse y asombrarse del
prodigioso don de profecía que habilitaba a estos hombres para
leer la historia de lo futuro con la facilidad que leían la historia de
lo pasado? Por cierto, es difícil que el que en estos días se ponga a
leer la historia de los babilonios, medos y persas, griegos, romanos
y egipcios, junto con la de los judíos, llegue a estar más
familiarizado con los acontecimientos verificados en esas naciones,
que los profetas que los anunciaron setenta años antes.
Nabucodonosor subyugó a los judíos; su ciudad, Jerusalén fue
incendiada, así como su templo; sus príncipes, nobles y plebeyos
fueron transportados a Babilonia junto con todas sus cosas santas.
Jeremías predijo claramente los detalles de esta destrucción y
cautividad, y aun el tiempo de su duración, a saber, setenta años.
Después de vencer a los judíos, el rey de Babilonia marchó
contra Tiro, la ciudad de mercaderes, situada en una bahía del
mar, y rodeada no tan solamente por el mar, sino por una fuerte
muralla. Tan impregnable fortaleza puso a prueba toda la habilidad
y perseverancia de Nabucodonosor y su ejército entero, que
trabajaron incesantemente por mucho tiempo, y al fin lograron
apoderarse de Tiro y la sujetaron al cautiverio durante setenta
años. Pasado esto, volvieron y restablecieron su ciudad, porque
Jeremías con anterioridad había anunciado el vencimiento de Tiro,
su cautividad de setenta años y su restauración al terminar ese
período de tiempo.
Después de la restauración de Tiro, la ciudad floreció por un
tiempo, pero más tarde fue reducida a una desolación completa.
Sus fragmentos y ruinas se ven hasta el día de hoy en el fondo del
mar, y el sitio que ocupaba es ahora una roca estéril, habitada
solamente por un puñado de humildes pescadores. Toda esta
desolación, y aun su apariencia actual de perpetua ruina y
asolación fueron claramente indicadas por los profetas.

Nabucodonosor cumplió los propósitos de Dios

Cuando el rey de Babilonia logró apoderarse de Tiro, después


que su ejército padeció mucho debido al rigor de la campaña, el
Señor, por boca de Ezequiel, prometió darle los despojos de Egipto
para su ejército, a fin de recompensarlo por el gran servicio que
había prestado a Dios en la conquista de Tiro. Vemos que entonces
hizo la guerra a Egipto, lo dominó y lo tuvo cautivo hasta que se
cumplieron los setenta años.
Por último, podemos ver cómo ejecutó la venganza e ira del
Señor contra Uz, y sobre los reinos de los filisteos Ascalón, Gaza,
Ekrón, Edom, Moab, Ammón, Dedán, Tema y Buz; y sobre los reyes
de Arabia, Zimri y Elam; y sobre todos los reyes de los medos; y
sobre todos los reyes del norte, cercanos y lejanos; y por último
sobre todos los reyes del mundo, que, ebrios y vomitados, iban a
caer para no levantarse más, por causa de la espada que Él
mandaría entre ellos.
Sin embargo, cuando el Señor hubiera cumplido su voluntad
en estas naciones, Él tenía propuesto castigar, a su vez, a aquel
gran monarca y a los que lo sucedieran, junto con la ciudad y
nación que reinaba; y por fin convertirlos en desolación perpetua.
Y todo eso por motivo del orgullo y la soberbia, pues el Señor
declaró: “¿Gloriaráse el hacha contra el que con ella corta? ¿se
ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve?"21
A fin de considerar los acontecimientos que se relacionan con
el regreso de los judíos y las otras naciones, después de su
cautiverio de setenta años, así como el castigo de Babilonia,
haremos mención de otra persona de carácter muy distinto del de
Nabucodonosor: uno que en las Escrituras es llamado "el ungido de
Jehová". Puede decirse que es uno de los personajes más
extraordinarios que el mundo pagano jamás ha producido. Su
magnanimidad, arrojo, perseverancia, éxito y más que todo, su
obediencia estricta a los mandamientos de ese Dios que ni él ni
sus padres conocieron, son prueba de que Isaías no se equivocó
cuando dijo que era "el ungido de Jehová" para librar a las
naciones del cautiverio, combatir y subyugar a la más grande
ciudad y monarquía que jamás había existido sobre la tierra,
restaurar a los judíos y reedificar la ciudad y el templo. En verdad,
fue uno de los pocos hombres que el mundo sólo produce para
fines extraordinarios.
Leamos la descripción que el profeta hace de él: "Así dice
Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha,
para sujetar gentes delante de él y desatar lomos de reyes; para
abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán: yo iré
delante de ti, y enderezaré las tortuosidades; quebrantaré puertas
de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; te daré los tesoros
escondidos, y los secretos muy guardados; para que sepas que yo
21
Isaías 10: 15.
soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. Por amor de mi
siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre;
púsete sobrenombre, aunque no me conociste. Yo Jehová, y
ninguno más hay: no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú
no me conociste; para que se sepa desde el nacimiento del sol, y
desde donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y
ninguno más que yo.”22
En el versículo 13 dice así: "Yo lo desperté en justicia, y
enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis
cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los ejércitos."
El lector recordará que Isaías vivió cerca de cien años antes de la
cautividad de los judíos, y ciento setenta años antes que Ciro
decretase su repatriación.

Grandes conquistas de Ciro

Deseo detenerme aquí para preguntar: ¿Qué poder, aparte


del poder del gran Dios, puede habilitar a un hombre para llamar a
otro por su nombre, cien años antes de su nacimiento, y entonces
predecir correctamente la historia de su vida?
¿Cuál no sería su asombro y admiración cuando, después de
muchos años de guerras y conmociones, durante los cuales
anduvo conquistando y juntando como en un nido las riquezas de
las raciones, por último plantó sus tiendas a un lado de las
murallas del sitio más fuerte de toda la tierra? Contemplando sus
muros de más de cien metros de altura, con sus puertas de metal
y sus barras de hierro; y sus habitantes considerándose
perfectamente protegidos, con provisiones suficientes para
durarles varios años, ¿cómo fue que se le ocurrió intentar vencer la
ciudad? ¿Quién no habría retrocedido ante semejante empresa, a
menos que fuese inspirado del gran Jehová?
Habiendo desviado el Eufrates de su cauce, entró bajo las
murallas de la ciudad por el lecho seco del río y se hizo dueño de la
ciudad sin ninguna dificultad, pues el rey Belsasar, después de
emborracharse con sus príncipes y concubinas, había hecho sacar
los vasos de la casa del Señor que su padre había llevado de
Jerusalén para beber en ellos. A1 ver la escritura sobre la pared, le
habían batido de terror las rodillas, una contra la otra, y Daniel,
acudiendo a su llamado, interpretó y declaró que su reino había
sido dado a los medos y los persas.

22
Isaías 45:1-6,
Luego que hubo sujetado esa grande monarquía, Ciro se
sentó sobre el trono de reinos, y habiendo conocido a Daniel, éste
indudablemente le habló de los anales judaicos. Entonces fue
revelado el arcano, y pudo ver que Dios lo había llamado por su
nombre, y que el Todopoderoso lo había aprestado para la lucha y
lo había orientado en todo su trabajo. Así pudo entender porqué
cayeron en sus manos los tesoros de la tierra, y porqué
desfallecían delante de él los reyes, y porqué se habían abierto
ante él las puertas de metal y fueron despedazadas las barras de
hierro. Fue para que supiera que había Dios en Israel, y que no
había otro, y que todos sus ídolos eran como nada; y así pudiese
también restaurar a los judíos y reconstruir su ciudad y templo, y
cumplir la voluntad de Dios sobre Babilonia.

Ciro decreta la edificación del templo

Consiguientemente, Ciro expidió su proclamación a los judíos


que volviesen a su país, y a las demás naciones que les ayudaran
en la reconstrucción, porque, dijo él: "Dios me ha mandado
edificarle casa en Jerusalén." Esdras dice lo siguiente: "Así ha dicho
Ciro, rey de Persia: Jehová Dios de los cielos me ha dado todos los
reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en
Jerusalén que está en Judá. ¿Quién hay entre vosotros de todo su
pueblo? Sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y
edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios) la cual está
en Jerusalén."23
¿Cuál fue el potente razonamiento la poderosa influencia que
convenció a Ciro de que el Dios de los cielos que moraba en
Jerusalén, el cual sólo era Dios, era quien había hecho todas
aquellas cosas? No se había criado en el ambiente de la creencia
en el verdadero Dios ni en las Santas Escrituras. A1 contrario,
siempre había sido sumamente celoso en la adoración de los
ídolos, y había invocado su ayuda durante la primera parte de su
vida.
Yo contesto que fue el poder de Dios, manifestado por medio
de las profecías y su cumplimiento; mas no en un sentido
espiritualizado, no de una manera obscura, incierta, tenebrosa o
misteriosa y difícil de entender, sino una demostración positiva,
literal y clara, que nadie podía refutar o resistir. Isaías declara que
eso era lo que el Señor tenía propuesto cuando revelaba sus
hechos tan patentemente. Y Ciro nos manifiesta que produjo el
efecto deseado.
23
Esdras 1:2,3
Quisiera decir ahora, que cuando lleguemos a esa parte de la
profecía que aún está por cumplirse, presentaremos evidencia
positiva de que las naciones paganas de los últimos días han de
ser convencidas de la misma manera en que Ciro lo fue es decir, se
hallan claramente predichos en los escritos de los profetas ciertos
acontecimientos, futuros aún, que al cumplirse convencerán a
todas las naciones paganas de que hay un Dios verdadero, y
sabrán que El lo ha dicho y cumplido. Y todos los grandes y todos
los sabios de la cristiandad, y todas las sociedades que no den a la
palabra profética una interpretación literal, serán confundidos y se
verán obligados a admitir que todo ha sucedido así como está
escrito.

Desolación eterna de Babilonia

Pero volvamos a nuestra investigación de las profecías y su


cumplimiento. Los profetas no tan sólo predijeron la conquista de
Babilonia por Ciro, sino también señalaron su destino por todas las
edades, y la vieron reducida a una desolación completa, que nunca
jamás volvería a ser habitada, ni transitoriamente por árabes
errantes: "Y Babilonia . . nunca más será habitada. . ni hincará allí
tienda el Arabe."24
El Sr. José Wolfe, célebre misionero judío, mientras viajaba en
Caldea preguntó a los árabes si plantaban sus tiendas entre las
ruinas de Babilonia. Le respondieron negativamente, declarando
que tenían miedo de que el espíritu de Nimrod los espantase si lo
hacían. De manera que se han cumplido todas las profecías
respecto de esa grande ciudad.
Edom es otro notable ejemplo del cumplimiento de las claras
y directas predicciones de los profetas. Estas profecías fueron
declaradas contra Edom en una época en que su suelo,
sumamente fértil, se hallaba bajo cultivo, y en toda su extensión
había prósperas aldeas y ciudades. Pero ahora sus ciudades se han
convertido en montones de ruinas desoladas, en las que solamente
viven lechuzas y cuervos, animales salvajes, serpientes, etc., y sus
tierras se han vuelto áridas. El Señor ha extendido sobre ella el
cordel de destrucción y niveles de asolamiento, y ha quedado
desolada de generación en generación en cabal cumplimiento de
la palabra profética anunciada por boca de sus siervos.

24
Isaías 13:19-22.
La visión de Daniel y su interpretación

Vamos ahora a considerar de paso la visión de Daniel, que se


halla en el octavo capítulo de sus profecías, concerniente al
carnero y el macho cabrío. Convendría que el lector considerase y
leyese todo el capítulo, pero notaremos con particularidad la
interpretación que le fue dada por Gabriel.
"Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir en el fin de
la ira: porque al tiempo se cumplirá: aquel carnero que viste, que
tenía cuernos, son los reyes de Media y de Persia. Y el macho
cabrío es el rey de Javán: y el cuerno grande que tenía entre sus
ojos es el rey primero. Y que fue quebrado y sucedieron cuatro en
su lugar, significa que cuatro reinos sucederán de la nación, mas
no en la fortaleza de él. Y al cabo del imperio de éstos, cuando se
cumplirán los prevaricadores, levantaráse un rey altivo de rostro, y
entendido en dudas. Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza
suya; y destruirá maravillosamente, y prosperará; y hará
arbitrariamente, y destruirá fuertes y al pueblo de los santos. Y con
su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su
corazón se engrandecerá, y con paz destruirá a muchos: y contra
el príncipe de los príncipes se levantará; mas sin mano será
quebrantado."25
En esta visión se hace referencia primeramente a los medos y
persas, antes de ser conquistados por Alejandro Magno, rey de
Grecia. Es bien conocido el hecho de que este imperio se hizo
grande y extendió sus dominios, después de la muerte de Daniel,
hacia el oeste, el norte y el sur, de modo que nadie pudo resistirlo,
hasta que Alejandro, rey de Grecia, llegó del oeste con un ejército
pequeño de hombres escogidos y se lanzó contra los persas que se
hallaban al otro lado del río. Echándose al agua con su caballo,
ordenó a su ejército que lo siguiera y atravesando las aguas
cayeron sobre el enemigo, que no obstante la ventajosa posición
que ocupaban y el gran número de sus fuerzas, fueron totalmente
derrotados. Entonces los griegos, después de poner a fuga a los
persas en otros combates, subyugaron y conquistaron el país,
hasta dejar a éstos completamente vencidos.
Igualmente bien sabido es el hecho de que Alejandro siguió
conquistando nación tras nación hasta que habiendo subyugado el
mundo, murió en Babilonia a la edad de treinta y dos años. Así
que, después de estar en su mayor fuerza, "aquel cuerno fue
quebrado, y en su lugar subieron otros cuatro maravillosos hacia
los cuatro vientos del cielo".
25
Daniel 8:19-25.
Como todos sabemos, la historia testifica que su reino fue
dividido entre cuatro de sus generales, que jamás alcanzaron la
magnitud o poder que él tuvo.
En los postreros días del dominio de éstos, habiendo llegado a
su punto culminante la transgresión de los judíos, el poder romano
destruyó la nación judaica, tomó a Jerusalén, hizo cesar el continuo
sacrificio y no sólo eso, sino que más tarde destruyó el pueblo
grande y santo, es decir, los apóstoles y cristianos primitivos que
murieron por órdenes de Roma.

La precognición profética viene de Dios

Quisiera preguntar ahora: ¿Acaso la historia ha hecho una


relación más clara de acontecimientos ya transcurridos, en el país
que sea, que la visión de Daniel respecto de sucesos que en esa
época eran todavía futuros, algunos de los cuales iban a tardar
algunos siglos en realizarse, revelando así acontecimientos que la
perspicacia humana nunca podría haber previsto?
El hombre, por medio de su propia sagacidad podrá realizar
muchas cosas: podrá atravesar el inmenso océano sin la ayuda de
los vientos o la marea; podrá remontarse en las nubes sin la ayuda
de alas; podrá viajar sobre la tierra con sorprendente velocidad sin
necesidad de bestias, o podrá comunicar sus pensamientos a sus
semejantes sin la ayuda de cartas. Pero hay un principio que jamás
logrará; no, ni aun con toda la sabiduría combinada de las edades.
Es algo que no se puede comprar con dinero, que únicamente de
Dios viene y se confiere al hombre como don gratuito. Dijo el
profeta a los ídolos: "Dadnos nuevas de lo que ha de ser después,
para que sepamos que vosotros sois dioses.” 26

Profecías Mesiánicas

Enseguida procuraremos mostrar con cuanta exactitud se


cumplieron literalmente las profecías en la persona de Jesucristo.
"He aquí que la virgen concebirá - anunció el profeta en la
antigüedad - y parirá hijo.”27 También se proclamó que nacería en
Belén,28 y que sería llamado de Egipto, donde vivió con sus
padres.29 Al volver de ese país se radicó en Nazaret, porque estaba
escrito "que había de ser llamado nazareno”.30 Entró en Jerusalén
26
Isaías 41:23.
27
Isaías 7:14.
28
Miqueas 5:2.
29
Oseas 11: 1.
30
Mateo 2:23.
sobre un pollino, hijo de animal de carga, porque el profeta había
dicho: "He aquí, tu rey viene a ti, manso y sentado sobre una
asna."31
Las profecías también habían declarado: "Despreciado y
desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en
quebranto. Como cordero fue llevado al matadero; y como oveja
delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca. De la
cárcel y del juicio fue quitado; y su generación ¿quién la contará?
Porque cortado fue de la tierra de los vivientes. Herido fue por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados . . y por su llaga
fuimos nosotros sanados. Dispúsose con los impíos su sepultura,
mas con los ricos fue en su muerte."32 En igual manera se profetizó
que ninguno de sus huesos sería quebrantado;33 que echarían
suertes sobre sus vestidos;34 le darían de beber hiel y vinagre;35
sería vendido por treinta piezas de plata,36 y por último, cuando ya
todo fuese consumado, reposaría en la sepultura hasta el tercer
día para levantarse triunfante sin que su cuerpo viese la
corrupción.37

Cumplimiento literal de las profecías Mesiánicas

Pues bien, si hubiésemos acompañado a nuestro querido


Redentor durante su vida en la tierra y con toda diligencia
hubiésemos escrito las circunstancias particulares de su vida y
muerte, tal como iban ocurriendo, nuestra narración no sería más
clara que la que los profetas declararon siglos antes que Él
naciese.
Hay una cosa relativa a la manera en que los apóstoles
interpretaban las profecías que merece nuestra atención, y es que
ellos no hacían sino citarlas y entonces testificar de su
cumplimiento literal. Haciendo esto, pudieron inculcar estas
verdades en el corazón de la gente que se reunía en las sinagogas
judías, y con pruebas tan convincentes que aquellos que los
escuchaban se veían constreñidos a creer que el supuesto
impostor que habían crucificado era realmente el Mesías. Pero si
acaso se les hubiese ocurrido dar una aplicación simbólica o
incierta, como los teólogos de la actualidad, todo se habría vuelto

31
Zacarías 9:9.
32
Isaías 53:1-12.
33
Exodo 12:46.
34
Salmos 22:18.
35
Salmos 69:21.
36
Zacarías 11:13.
37
Isaías 26:19; Salmos 16:10.
incertidumbre y duda, y la demostración habría desaparecido de la
tierra.

Profecía concerniente a Jerusalén

Habiendo examinado los profetas del Antiguo Testamento, en


lo que concierne a las profecías y su cumplimiento, y habiendo
claramente mostrado que no era otro su objeto sino el de un
cumplimiento literal, el investigador podrá preguntar si la misma
cosa se aplica a las predicciones que encierra el Nuevo
Testamento. Por consiguiente, citaremos del Nuevo Testamento
algunos ejemplos importantes de las profecías y su cumplimiento.
Hecho esto, nos hallaremos preparados para entrar en el vasto
campo de lo que aún está por cumplirse.
Una de las profecías más notables de las Santas Escrituras se
halla en S. Lucas: "Y cuando viereis a Jerusalén cercada de
ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces
los que estuvieren en Judea huyan a los montes; y los que en
medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren
en ella. Porque éstos son días de venganza: para que se cumplan
todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las preñadas, y de
las que crían en aquellos días! porque habrá apuro grande sobre la
tierra e ira en este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán
llevados cautivos a todas las naciones: y Jerusalén será hollada de
los gentiles hasta que los tiempos de las gentes sean cumplidos.”38

Jerusalén fue hollada de los gentiles

Esta profecía se refiere al destino de Jerusalén, el templo y


toda la nación judía, durante dieciocho siglos, por lo menos. Como
en el año 70 el ejército romano cercó a Jerusalén. Los discípulos se
acordaron de la advertencia que cuarenta años antes les había
hecho su Señor y Maestro, y huyeron a las montañas. Fue tomada
la ciudad de Jerusalén después de un largo y pesado sitio durante
el cual los judíos fueron diezmados por el hambre, la pestilencia y
la espada. Llenaban las casas con sus muertos por carecer de
lugar donde enterrarlos, mientras que las mujeres comían a sus
propios hijos por no tener alimentos.
Perecieron en Judea, en esta lucha, cerca de un millón y
medio de judíos, además de los que fueron llevados cautivos. Su
país fue asolado, les fue destruido su templo y el miserable resto

38
Lucas 21:20-24.
fue esparcido entre todas las naciones de la tierra; y en esta
condición se han hallado hasta el día de hoy, pues han sido
echados de un país a otro, frecuentemente acusados de los más
terribles crímenes, a causa de lo cual han sido desterrados y sus
bienes confiscados. En verdad, los han tenido por bandidos entre
las varias naciones, las plantas de sus pies no han hallado
descanso y han sido un escarnio y oprobio; y las gentes han dicho:
"Estos son pueblo de Jehová, y de su tierra de él han salido.”39
Mientras tanto, las naciones de los gentiles han poseído la
tierra de Canaán, y han hollado con sus pies la ciudad santa donde
los antepasados de los judíos adoraron al Señor. Sin embargo,
durante este largo cautiverio los judíos no han olvidado las
promesas hechas concernientes a su restauración. Sus ojos han
estado mirando anhelosamente hacia el día en que de nuevo
poseerán la herencia bendita legada a sus padres cuando de
nuevo podrán edificar su ciudad y su templo, y les sea restablecido
su sacerdocio y puedan adorar como en los días antiguos. Es cierto
que varias veces han intentado volver, pero han resultado
frustrados todos sus esfuerzos porque el decreto inalterable fue
que Jerusalén había de ser hollada de los gentiles hasta que el
tiempo de ellos fuese cumplido.
Moisés y los profetas escribieron plenamente sobre este
asunto; por cierto, Moisés mencionó aun el hecho de que comerían
a sus hijos secretamente durante el sitio y el rigor con que los
acosarían sus enemigos en todas sus entradas. Quien leyere el
capítulo 28 de Deuteronomio leerá la historia de lo que ha
acontecido a los judíos, predicha por Moisés con toda la claridad
que distingue la historia de los acontecimientos que ya han
sucedido, y lo hizo miles de años antes que se realizara.

Cumplimiento literal de las profecías del Nuevo Testamento

El siguiente ejemplo se halla en los Hechos. Un profeta


llamado Agabo tomó el cinto de Pablo, y al atarse con él las manos
y los pies, declaró: "Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los Judíos
en Jerusalén al varón cuyo es este cinto, y le entregarán en manos
de los Gentiles."40 El cumplimiento de esta palabra es tan bien
conocido que no necesita comentarios.
Por tanto, pasaremos adelante para examinar una de las
profecías de S. Pablo: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la
sana doctrina; antes teniendo comezón de oír, se amontonarán
39
Ezequiel 36:20.
40
Hechos 21:10-11.
maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán de la
verdad el oído, y se volverán a las fábulas. "41
Esta declaración se ha cumplido al pie de la letra, porque se
aplica a todo maestro religioso que ha aparecido desde aquella
época hasta la nuestra, salvo aquellos que son comisionados por
revelación directa e inspirados del Espíritu Santo. Pero a fin de
convencer al lector de su cabal cumplimiento, no tenemos más
que señalar al incontable número de sacerdotes de la actualidad
que predican por dinero y adivinan por precio, y que reciben su
autoridad de sus semejantes; y en cuanto a las fábulas a que se
han tornado, no tenemos más que mencionar las privadas y
espiritualizadas interpretaciones que llegan a nuestros oídos desde
casi toda imprenta y púlpito religiosos.
Hay otra profecía del apóstol Pablo que bien vale considerar,
ya que se puede aplicar a los días en que vivimos. Es la siguiente:
"Esto también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos
peligrosos: que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes a los padres,
ingratos, sin santidad, sin afecto, desleales, calumniadores,
destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores,
arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de
Dios; teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la
eficacia de ella: y a éstos evita."42

Terrible estado de la cristiandad moderna

Con grande asombro nos damos cuenta, por el último de


estos pasajes citados, que esta terrible maldad únicamente se
aplica a los profesores de religión; es decir, la profecía nos aclara
que tal sería la naturaleza de los que compondrían la parte
cristiana (así llamada) de las comunidades. No os espantéis, pues
no hacemos esta denuncia sin evidencia positiva. Hay que recordar
que los que no son profesores no tienen ninguna forma de piedad;
se habla más bien de esas personas impías que afirman tener
apariencia de piedad y sin embargo niegan su eficacia o poder.
Mas si alguna duda tenéis del testimonio de S. Pablo sobre este
asunto, mirad alrededor, examinad por vosotros mismos: "por sus
frutos los conoceréis.”43
Tengo el corazón acongojado mientras escribo. ¿Habremos
llegado hasta ese extremo? ¿Será que el espíritu de la verdad ha
41
2 Timoteo 4:3-4.
42
2 Timoteo 3: 1-5.
43
Mateo 7:15-20.
quitado el velo de obscuridad en los últimos días sólo para
revelarnos la visión de un pueblo caído? ¿de una iglesia apóstata,
llena de toda especie de abominaciones, que hasta desprecia a los
que son buenos, mientras que a ella no le queda sino la apariencia
de piedad y niega el poder de Dios, es decir, que desecha la
inspiración directa y los dones sobrenaturales del Espíritu, que
siempre distinguen la Iglesia de Cristo? ¿Fue sólo para esto que el
Espíritu Santo manifestó en visión a los santos hombres los
acontecimientos de tiempos futuros, permitiéndoles ver las glorias
de los últimos días?
¡Oh, profetas y apóstoles, varones santos de la antigüedad!
¿Qué habéis hecho, si paráis aquí? ¿si vuestra visión profética sólo
alcanza hasta el año actual? He aquí, habéis llenado nuestras
almas de tristeza y desesperación; habéis dejado a los judíos
errando con pena y en tinieblas, lejos de todo lo que sus corazones
más estiman: su tierra desolada, su ciudad y templo en ruinas y
ellos sin el conocimiento del verdadero Mesías. Los gentiles,
después de participar de la misma incredulidad, han quedado sin
fruto, muertos, desarraigados, con tan sólo la apariencia de
piedad, mientras que por otra parte, los poderes que distinguían la
antigua Iglesia han huido de entre los hombres. ¿Es ésta la
consumación de todas vuestras obras? ¿Es esto lo que habéis
buscado, y para lo que os habéis afanado, desangrado y muerto?
Pauso para que me respondáis. Si tenéis reservada una palabra de
consuelo, concerniente a lo futuro, declaradla presto a fin de que
nuestras almas no tengan que permanecer en el tenebroso valle
de tristeza y desesperación.
CAPITULO 2
DEL CUMPLIMIENTO DE PROFECÍAS FUTURAS AÚN -
¿QUÉ ES LA PROFECÍA SINO LA HISTORIA
INVERTIDA?

Milagros, señales y prodigios que aún se verificarán

Habiendo descubierto y comprobado abundantemente que las


profecías, hasta este punto, se han cumplido literalmente, es decir,
al pie de la letra, esperamos que no se pierda de vista esa misma
regla al considerar las profecías todavía futuras. Estando a punto
de pasar por el umbral de lo futuro, en que las maravillas del
tiempo aún por nacer están para aparecer ante nuestra vista y
presentar a nuestros asombrados ojos los cuadros más potentes y
majestuosos, las revoluciones más sorprendentes, las más
extraordinarias destrucciones así como las más milagrosas
manifestaciones del poder y majestad de Jehová, en la gran
restauración de su pueblo del convenio que por tan largo tiempo
ha estado disperso, vuelvo a decir, ya que estos cuadros están a
punto de presentarse a nuestros ojos, postrémonos ante el Padre,
en el nombre de Jesús, y pidamos con fe que el Espíritu ensanche
nuestros corazones e ilumine nuestros entendimientos para poder
entender y creer todas las cosas que se han escrito, por milagrosas
que sean.
Sin embargo, si no estáis preparados para resistir
persecuciones, si no queréis que se hable mal de vuestro nombre,
si no podéis aguantar que se os trate de bribones, impostores,
dementes o como que estáis poseídos del demonio; o si estáis
constreñidos por los credos de los hombres a creer sólo esto y
nada más, será mejor que paréis aquí; porque si vais a aceptar
todas las cosas contenidas en la Biblia, y que aún están por venir,
os veréis obligados a aceptar milagros, señales, prodigios,
revelaciones y el poder de Dios, que sobrepujan todo lo que las
generaciones pasadas han presenciado. Sí, tendréis que creer que
las aguas se dividirán y que Israel pasará a pie enjuto, al dirigirse a
su propio país, como sucedió en los días de Moisés; porque ningún
hombre jamás creyó en la Biblia sin creer y esperar estos gloriosos
acontecimientos en los últimos días.
Me atreveré también a decir que un creyente en la Biblia es
algo que muy pocos hombres han visto en esta generación, pese a
toda la religión de que presume; porque hay una diferencia
tremenda entre el hecho de creer que el libro es verdadero,
cuando se halla cerrado, y el de creer las cosas que contiene.
Actualmente en el mundo cristiano se considera que es una
vergüenza muy grande no aceptar la Biblia, cuando está cerrada;
pero el que quiera hacer el experimento descubrirá que es mayor
vergüenza creer que se cumplirán las cosas que en ella están
escritas.
Por cierto, una de las causas principales de la persecución
que sufrimos es porque creemos firmemente en las cosas que se
hallan escritas en la Biblia, y esmeradamente las enseñamos. Mas
cuando el pueblo llegue a entender las profecías, y éstas sigan
adelante hasta su cumplimiento, todo artificio religioso que hay en
la cristiandad será esparcido a los cuatro vientos, causando que
sobre sus ruinas se levante el reino de Cristo, mientras que el
conocimiento de la verdad cubrirá la tierra como las aguas el mar.

La congregación literal de Israel

Habiendo expresado lo anterior por vía de precaución, si


alguno de vosotros tiene la intrepidez, y sin importarle las
consecuencias se atreve a examinar conmigo lo futuro,
empezaremos por Isaías: "Acontecerá en aquel tiempo, que Jehová
tornará a poner otra vez su mano para poseer las reliquias de su
pueblo que fueron dejadas de Assur, y de Egipto, y de Parthia, y de
Etiopía, y de Persia, y de Caldea, y de Amath, y de las islas de la
mar.
"Y levantará pendón a las gentes, y juntará los desterrados de
Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro cantones de la
tierra . . .
"Y secará Jehová la lengua de la mar de Egipto; y levantará su
mano con fortaleza de su espíritu sobre el río, y herirálo en sus
siete brazos, y hará que pasen por él con zapatos.
"Y habrá camino para las reliquias de su pueblo, las que
quedaron de Assur, de la manera que lo hubo para Israel el día que
subió de la tierra de Egipto." 44
Vemos aquí que se ha de izar un pendón a las naciones; no
sólo para los esparcidos de Judá, sino para los desterrados de
Israel. Se dice esparcidos a los judíos, porque se hallan dispersados
entre todas las naciones; pero a las diez tribus se aplica la palabra
desterrados, porque efectivamente han sido desterrados,
expulsados a un país donde viven solos, sin que de ellos tengan
44
Isaías 11:11, 12, 15, 16.
conocimiento las otras naciones. Recordaremos que las diez tribus
no han vivido en la tierra de Canaán desde que fueron llevadas
cautivas por Salamanasar, rey de Asiria.
También nos es declarado en el versículo 15 el maravilloso
poder de Dios que se manifestará en la destrucción de una parte
pequeña del mar Rojo, llamada "la lengua de la mar de Egipto"; y
asimismo la división de los siete brazos de algún río, a fin de que
los hombres puedan pasarlo a pie enjuto. Entonces, para que nadie
diga que no debe entenderse literalmente, el siguiente versículo
añade: "Habrá camino para las reliquias de su pueblo, las que
quedaron de Assur, de la manera que lo hubo para Israel el día que
subió de la tierra de Egipto. 45

El milagro del recogimiento de Israel

Ahora sólo falta preguntar si en los días de Moisés el mar Rojo


fue dividido literalmente; o si fue únicamente en sentido figurado.
Porque así como aconteció entonces, ha de volver a suceder. Sin
embargo, los teólogos modernos nos dicen que los días de los
milagros han pasado para siempre; y todos aquellos que en
nuestros días creen en milagros, son considerados como
impostores, o por lo menos, como pobres fanáticos ignorantes; y
se advierte al público de cuidarse de ellos, porque son falsos
maestros que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
Los profetas han hablado sobre el tema de esta restauración
tan plena y frecuentemente, que no podremos sino llamar la
atención a los casos más sobresalientes, los cuales indicarán las
circunstancias e incidentes particulares que las acompañarán, y la
manera en que se han de cumplir.
"Empero he aquí vienen días, dice Jehová, que no se dirá más:
Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto;
sino: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del
aquilón, y de todas las tierras a donde los había arrojado: y
volverélos a su tierra, la cual di a sus padres.
"He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los
pescarán; y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán de
todo monte, y de todo collado, y de las cavernas de los peñascos."
46

Hay que tener presente que siempre que Israel deseaba


declarar la grandeza de su Dios, empleaba la expresión: "Vive
45
Isaías 11:16.
46
Jeremías 16:14-16.
Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto."
Esta frase evoca de una vez todo el poder y milagros que
acompañaron ese memorable acontecimiento, y junto con ello todo
lo que fue grande y majestuoso, y que tenía por objeto inculcar el
temor en la mente, bajo un vivo sentimiento de la potencia del
Dios de Israel.
Mas cual es nuestro asombro al enterarnos de que todavía ha
de acontecer algo que hará olvidar por el momento todos los
grandes acontecimientos de aquel día; y los hijos de Israel sabrán
que su Dios vive al fijar sus mentes en sucesos que se habrán
verificado más recientemente, acontecimientos más gloriosos y
maravillosos aún que su salida de Egipto. En ese día exclamarán:
"Vive el Señor que poco ha hizo volver a los hijos de Israel del
norte, y de todas las tierras donde los había arrojado, y los ha
establecido en la tierra de Canaán, que dio a nuestros padres." En
esta expresión quedará comprendida toda demostración de
majestuosidad y sublimidad, de asombro y admiración, mientras
consideran las revelaciones, manifestaciones, milagros y
misericordias dadas a conocer en la realización de este importante
acontecimiento, a los ojos de todas las naciones.
En vista de ello, Jeremías declara en el último versículo de
este capítulo: "Por tanto, he aquí, les enseñaré de esta vez,
enseñarles he mi mano y mi fortaleza, y sabrán que mi nombre es
Jehová." 47

Cómo juntará a Israel el Señor

Sin embargo, este glorioso acontecimiento no se va a


efectuar únicamente por izar un pendón, por enarbolar un
estandarte para indicarnos que el tiempo se ha cumplido, sino que
van a salir pescadores y cazadores para pescarlos y cazarlos de
todo monte, de todo collado y de las cavernas de los peñascos.
Cabe aquí hacer la observación de que no han de ser los
hombres los que mandarán misioneros sin inspiración a que vayan
y enseñen a Israel centenares de distintas doctrinas y opiniones de
los hombres, y les digan que suponen que más o menos ha llegado
el tiempo en que habrán de ser recogidos. ¡No! Antes el Dios del
cielo va a llamar hombres por revelación efectiva, directamente
del cielo, y les declarará quién es Israel, quiénes son los indios de
América, si acaso fueren de Israel, y también dónde están las diez
tribus y el resto esparcido de ese pueblo por tanto tiempo perdido.
47
Jeremías 16:21.
Es Él quien les dará su encargo y misión, y los investirá con poder
de lo alto para llevar a cabo esa obra, no obstante los elementos
contrarios y toda la oposición de la tierra y el infierno combinados.
Quizá se preguntará: ¿Por qué ha de comisionar a hombres el
Señor por revelación efectiva? Mi respuesta es que El nunca ha
empleado otra manera de hacerlo en todas las edades. "Nadie -
dice el Apóstol - toma para sí la honra, sino el que es llamado de
Dios, como Aarón." 48 Y todos admitimos que Aarón fue llamado por
revelación.
Por otra parte, el gran Jehová nunca ha reconocido, ni jamás
reconocerá el sacerdocio o ministerio del hombre que no fuere
llamado por revelación, e inspirado como en los días antiguos. Mas
el lector responde: ' ¡Oh! Usted me confunde, porque ninguno de
toda la multitud de teólogos modernos profesa que ha habido
revelaciones aparte de las que se hallan en la Biblia; ni que existan
inspiración o dones sobrenaturales del espíritu. ¿Los rechazará
usted a todos, diciendo que no tienen la autoridad?" Yo contesto:
"No; la Biblia es la que lo afirma, y yo no hago más que
humildemente acceder a esa decisión cual se halla aquí en las
Escrituras, en lugar de seguir a los maestros que el pueblo se ha
amontonado." 49 (la palabra amontonar no significa pocos, sino
muchos).

Israel será recogido por revelación

Sin embargo, a fin de mostrar más claramente que Dios dará


revelaciones para realizar su gloriosa obra, nos referiremos al
capítulo 20 de Ezequiel, versículos 33 al 38. Dice así:
"Vivo yo, dice el Señor Jehová, que con mano fuerte, y brazo
extendido, y enojo derramado, tengo de reinar sobre vosotros: y os
sacaré de entre los pueblos, y os juntaré de las tierras en que
estáis esparcidos, con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo
derramado: y os he de traer al desierto de pueblos, y allí litigaré
con vosotros cara a cara. Como litigué con vuestros padres en el
desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice el
Señor Jehová. Y os haré pasar bajo de vara y os traeré en vínculo
de concierto; y apartaré de entre vosotros los rebeldes, y los que
se rebelaron contra mí: de la tierra de sus destierros los sacaré, y a
la tierra de Israel no vendrán; y sabréis que yo soy Jehová."

48
Hebreos 5:4.
49
2 Timoteo 4:3.
Observaréis que se extiende esta promesa con doble firmeza.
En primer lugar, con el juramento, vivo yo; en segundo, la
afirmación de que con mano fuerte, etc. Y al final de ese mismo
capítulo, para que el pueblo no fuese a mal entenderlo, el profeta
exclama: "¡Ah, Señor Jehová! ellos dicen de mí: ¿No profiere éste
parábolas?" 50 Leemos aquí que los hijos de Israel serán traídos de
entre todas las naciones "con mano fuerte, y brazo extendido, y
enojo derramado" (oh naciones, que resistís estas cosas, tened
cuidado; acordaos de Faraón y aprended sabiduría); vemos que
serán traídas al desierto de pueblos, donde el Señor ha de litigar
con ellos cara a cara como lo hizo con sus padres en el desierto de
Egipto.
Esta litigación que ha de hacerse "cara a cara", jamás podrá
llevarse a cabo sin revelación y una manifestación personal tan
patente como en los días antiguos. Ahora me permito preguntar:
¿Fueron todas las manifestaciones a Israel en el desierto,
meramente fábulas que no se han de entender literalmente? Si es
así, lo mismo sucederá con ésta; porque una será precisamente
como la otra. Mas no se trata de una parábola, sino de una
realidad gloriosa. Los hará pasar bajo de vara, y los traerá en
vínculo de concierto.

Se hará nuevo convenio con Israel

Esto nos trae a la memoria el nuevo convenio, tan


frecuentemente prometido en las Escrituras, que se ha de
concertar con la casa de Israel y con la casa de Judá, al llegar el
tiempo de recogerlos de su larga dispersión.
Algunos podrán suponer que el nuevo convenio de recoger a
Israel se hizo cumplir en los días de Cristo y sus apóstoles. Mas S.
Pablo nos dice que en sus días era un acontecimiento futuro aún.
Por tanto, en el capítulo 11 de Romanos nos dice que "el
endurecimiento en parte ha acontecido en Israel, hasta que haya
entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo;
como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, que quitará de
Jacob la impiedad; y éste es mi pacto con ellos, cuando quitare sus
pecados.” 51
Esto nos hace ver que el apóstol fijó ese convenio en lo
futuro, la época de la restauración de Israel, los últimos días,
cuando los tiempos de los gentiles habrían de ser cumplidos. Era

50
Ezequiel 20:49.
51
Romanos 11:25-27.
entonces que habría de venir el Libertador de Israel, y no antes, ya
que lo habían rechazado la primera vez que vino a ellos.
Jesucristo mismo dijo a los judíos: "He aquí vuestra casa os es
dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis,
hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.” 52
Entonces, y sólo hasta entonces, se ha de renovar el convenio
con Israel.
Cuando los apóstoles preguntaron, diciendo: "Señor,
¿restituirás el reino a Israel en este tiempo?" Él les contestó que no
era de ellos saber los tiempos o las sazones que el Padre había
puesto en su sola potestad. Mas ellos, después de ser investidos
con poder de lo alto, darían testimonio de Él, etc. 53 Como si les
hubiese dicho: Esa obra no os corresponde realizar, sino que se
hará en el debido tiempo del Señor por conducto de aquel a quien
Él le plazca autorizar; mas vosotros haced la obra que os he
encargado.
También Isaías, hablando de este convenio, dice que por ese
medio la posteridad de ellos sería conocida entre los gentiles, "y
sus renuevos en medio de los pueblos"; y haría que cuantos los
mirasen los conocieran que eran "simiente bendita de Jehová". 54

El nuevo convenio ha de ser por revelación

Bien se sabe que solamente por medio de la revelación se


puede determinar el asunto de que si los aborígenes de América
son de la posteridad de Jacob o no. Además, no se sabe con
certeza dónde están las diez tribus o quiénes son; pero el nuevo
convenio revelará estas cosas cuando se manifieste, y resolverá el
asunto claramente. Entonces conoceremos su estirpe entre los
gentiles y su descendencia entre los pueblos.
Cuán diferente, sin embargo, fue el efecto del convenio hecho
hace mil novecientos años, es decir, en lo que concierne al efecto
que surtió en Israel. Rechazó a los israelitas por su incredulidad, y
ha causado que todos aquellos que los han visto o han sabido de
ellos, desde esa época hasta la fecha, los conozcan como la
descendencia que el Señor ha maldecido. Cuando sea renovado el
convenio en los últimos días, el Señor los traerá "en vínculo de
concierto" manifestándose a ellos en persona.

52
Mateo 23:38, 39.
53
Hechos 1:6-8.
54
Isaías 61:8, 9.
Permítaseme preguntar: ¿De qué manera concierta Dios
convenio con el pueblo en cualquier época? La respuesta es:
Comunicando su voluntad a ellos por revelación efectiva; pues de
no haberla, sería imposible hacer convenio entre dos partes. A fin
de ilustrar esto, presentaremos un ejemplo. Ya sabemos cómo
hacemos convenios unos con otros. Un joven, por ejemplo, desea
hacer convenio de matrimonio con una señorita; pero si se le priva
de toda oportunidad de anunciarle su parecer, si se impide toda
comunicación directa entre ellos, jamás se efectuará el convenio.
Así es con Dios Todopoderoso. Jamás estableció pacto con sus hijos
sin revelaciones; y nunca podrá hacerlo. En una palabra, cuando
hacía convenio con el pueblo, y se trataba de una nación entera,
incluía en ese convenio el sacerdocio, oficios y autoridades, junto
con las ordenanzas y bendiciones que corresponden a su convenio;
y así lo hará en esta edad del mundo. Cuando sea establecido el
nuevo convenio, se organizará el reino de Dios con todos sus
oficios, ordenanzas, dones y bendiciones, como en los días
antiguos; pero de esto hablaremos más, cuando hagamos
referencia al Reino de Dios.

Fue violado el convenio de los días de Cristo

"¿Y qué necesidad tenemos de renovar un convenio que


jamás se ha traspasado? -pregunta el investigador. -Si el Señor
estableció un pacto en los días de los apóstoles, llamado el Nuevo
Pacto, ¿por qué se precisa renovar ese convenio, cuando está en
pleno vigor, hasta que es violado por una de las dos partes?"
Esta es una interrogación importante, y en su resolución está
envuelto el destino de toda la cristiandad. Conviene, pues, que
tengamos cuidado de que la decisión sea perfectamente clara, y la
evidencia fácil de entender. Nadie intentará negar que se
estableció un pacto entre Dios y el pueblo en los días de Cristo y
sus apóstoles; y si ese convenio nunca ha sido traspasado, debe
estar en vigor hoy día y, por consiguiente, no hay necesidad de
uno nuevo. Por tanto, nos resta demostrar que ese convenio ha
sido quebrantado, y tan completamente, que no está en vigor ni
entre los judíos ni los gentiles, y que ha perdido sus oficios,
autoridades, poderes y bendiciones, al grado de que en ningún
lugar se hallan entre los hombres. Para poder lograr esto,
tendremos que investigar cuáles fueron sus oficios, autoridades,
poderes y bendiciones, y entonces ver si todavía se conocen entre
los hombres.
Condiciones del convenio del evangelio

Leemos que sus oficios comprendían apóstoles, profetas,


evangelistas, pastores y doctores, todos inspirados y puestos en la
Iglesia por el Señor mismo para la perfección de los santos, para la
obra del ministerio, etc.; y habían de continuar en la Iglesia,
dondequiera que estuviese, hasta que todos llegaran a la unidad
de la fe, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo. 55
En segundo lugar, los dones del Espíritu, que algunos llaman
sobrenaturales, fueron poderes y bendiciones que formaron parte
de ese convenio, dondequiera que existió, ora entre los judíos, ora
entre los gentiles, mientras dicho convenio estuvo en vigor.
Quiero ahora preguntar a todo el mundo cristiano, o a
cualquiera de sus sectas o partidos, si acaso tienen apóstoles,
profetas, evangelistas, pastores y doctores, inspirados de lo alto, y
junto con éstos todos los dones y bendiciones del Espíritu Santo
que pertenecían al convenio del evangelio. Si no los tienen, es
porque se han perdido los oficios y poderes de ese convenio; y
deben haberse perdido por motivo de la violación de dicho con-
venio, porque así fue como los judíos perdieron estos privilegios
cuando fueron dados a los gentiles. También S. Pablo amonestó a
los gentiles, en el capítulo 11 de su Epístola a los Romanos, que si
no perseveraban en la bondad de Dios tendrían que caer,
precisamente como había sucedido con los judíos que habían
tropezado y caído antes de ellos.
Pero a fin de establecer, mediante pruebas adiciona les, que
el judío y el gentil así como todo pueblo han traspasado el
evangelio a tal grado que ha quedado sin efecto, nos referiremos a
las palabras que hallamos en los escritos del profeta Isaías.
"He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna
su haz, y hace esparcir sus moradores. Y será como el pueblo, tal
el sacerdote; como el siervo, tal su señor; como la criada, tal su
señora; tal el que compra, como el que vende; tal el que da
prestado, como el que toma prestado; tal el que da a logro, como
el que lo recibe. Del todo será vaciada la tierra, y enteramente
saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra.
Destruyóse, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron
los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se inficionó bajo sus
moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho,
rompieron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición
consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta

55
Efesios 4:11-14.
causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y se
disminuyeron los hombres." 56

La violación del convenio sempiterno

En estos versículos hallamos que la misma calamidad se


cierne sobre el sacerdote y el pueblo, el rico y el pobre, el siervo y
el señor, al grado de que todos serán consumidos, con excepción
de unos pocos y la causa es que la tierra se inficionó bajo sus
moradores, "porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho,
rompieron el pacto sempiterno".
Esto no puede referirse a ninguna otra cosa sino al convenio,
ordenanzas y leyes del evangelio que se estableció entre el pueblo
en los -días de los apóstoles, porque al tratarse de la violación de
convenios anteriores los habitantes de la tierra jamás han sido
destruidos por fuego, es decir, todos con excepción de unos pocos.
Mas esta destrucción se ha de llevar a cabo por fuego, tan literal
como lo fue el diluvio en los días de Noé; y ha de consumir al
sacerdote así como al pueblo, por haber traspasado el convenio
del evangelio, con sus leyes y ordenanzas. Si esto no es así,
debemos buscar una edición nueva de la Biblia que no contenga el
capítulo 24 de Isaías.

Ezequiel profetiza del recogimiento de Israel

Habiendo resuelto este asunto, se espera que comprendamos


la necesidad de un convenio nuevo a fin de salvar a los pocos que
no van a ser consumidos. De manera que dejaremos este asunto
por lo pronto para volver al tema del recogimiento de Israel.
Se recomienda la lectura de los capítulos 36, 37, 38 y 39 de
Ezequiel. En el 36 se descubrirá la promesa de que Israel ha de
volver de todas las naciones a las que ha sido esparcido, y que
será traído de nuevo al país que Dios concedió a sus padres.
Jerusalén será habitada por multitud de hombres, y todas las
ciudades desoladas de Judea han de ser reedificadas, cercadas y
pobladas. La tierra será cercada, cultivada y sembrada, y entonces
se dirá "Esta tierra asolada fue como huerto de Edén." "Y las
gentes . . sabrán que yo edifiqué las derribadas, y planté las
asoladas; yo Jehová he hablado y harélo . . así las ciudades
desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy
Jehová." 57
56
Isaías 24:1-6.
57
Ezequiel 36:35-38
En el capítulo 37 hallamos que después de la visión sobre la
resurrección de los muertos, el profeta habla de las dos naciones
que llegarán a ser una sobre los montes de Israel; y agrega que un
rey será a todos ellos por rey, y que nunca más serán divididos en
dos pueblos cuando esto acontezca. Además, el tabernáculo del
Señor estará con ellos, y su santuario se hallará en medio de ellos
de allí en adelante. Él será su Dios para siempre, y ellos serán su
pueblo. "Y sabrán las gentes que yo Jehová santifico a Israel,
estando mi santuario entre ellos para siempre.” 58 Y es un hecho
bien sabido que Judá y las diez tribus jamás han sido una nación
sobre los montes de Israel, desde el día en que por primera vez se
separaron en dos reinos.

Se ve la mano del Señor en el recogimiento

Sin embargo, cuando esto acontezca, aún los paganos se


darán cuenta de ello y se han de convertir al Dios verdadero como
sucedió con Ciro. Pues, si es como dicen, que los misioneros van a
convertir al mundo antes que el Señor lleve a cabo esta grande
obra, entonces le evitarán la molestia de hacerlo según su propia
manera, y no habrá necesidad de cumplir las profecías; y será
frustrada la palabra del Señor y todo el mundo se tornará a la
incredulidad. Bien ha dicho el Señor: “Mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos” 59
Los capítulos 38 y 39 nos pintan un cuadro de muchas
naciones unidas bajo un gran caudillo que el Señor se digna llamar
Gog. Montadas a caballo y dispuestas con toda clase de armadura,
suben contra los montes de Israel, "como nublado para cubrir la
tierra," con objeto de tomar presa, quitar plata y oro y ganados y
posesiones en abundancia.
Es un acontecimiento que se ha de verificar después del
regreso de los judíos y la reconstrucción de Jerusalén, mientras las
aldeas y el país de Judea se hallen sin muros, y sin cerrojos o
puertas. Mas estando a punto de devorar a los judíos y asolar el
país, he aquí, se encenderá la ira del Señor y causará gran temblor
sobre la tierra de Israel. Entonces los peces del mar, las aves del
aire, y todo lo que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres
temblarán delante de Él; y todo muro se desplomará, y la espada
de cada cual será contra su prójimo en este ejército; y el Señor
hará llover sobre él y sobre sus compañías y los muchos pueblos
que estén con él, aguaceros inundadores, granizo, fuego y azufre.
58
Ezequiel 37:28.
59
Isaías 55:8.
Y así El se hará grande y se santificará a los ojos de muchas
naciones, y sabrán que es el Señor. Así caerán sobre la haz del
campo y sobre los montes de Israel Gog y todo su ejército, caballos
y jinetes; y saldrán los judíos y juntarán las armas de guerra, sus
escudos, paveses, arcos y flechas, y harán lumbre con ellas por
siete años, de modo que no tendrán que cortar leña en los bosques
porque con las armas harán lumbre; y despojarán a los que los
despojaron, y saquearán a los que los saquearon, y recogerán oro,
plata y bienes en gran abundancia.

El Señor será conocido el día del recogimiento

En ese día las aves del aire y las bestias del campo festejarán,
pues han de comer hasta hartarse, y beber sangre hasta
emborracharse. Comerán carne de capitanes y reyes y valientes y
todo hombre de guerra. Los judíos, sin embargo, tendrán por
delante un deber muy importante que cumplir, a saber, enterrar
los cuerpos de sus enemigos. Escogerán un sitio al oriente del mar
llamado el valle de los que pasan, y allí sepultarán a Gog y toda su
multitud; y será llamado el Valle de Hamon-gog. Y así purificarán la
tierra.
"Y pondré mi gloria entre las gentes, y todas las gentes verán
mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse. Y de
aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su
Dios. Y sabrán las gentes que la casa de Israel fue llevada cautiva
por su pecado; por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí de
ellos mi rostro, y entreguélos en mano de sus enemigos, y cayeron
todos a cuchillo. Conforme a su inmundicia y conforme a sus
rebeliones hice con ellos: y de ellos escondí mi rostro. Por tanto,
así ha dicho el Señor Jehová: Ahora volveré la cautividad de Jacob,
y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y celaré por mi
santo nombre.
"Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que
prevaricaron contra mí, cuando habitaren en su tierra
seguramente, y no habrá quien los espante; cuando los volveré de
los pueblos, y los juntaré de las tierras de sus enemigos, y fuere
santificado en ellos en ojos de muchas gentes. Y sabrán que yo soy
Jehová su Dios> cuando después de haberlos hecho pasar a las
gentes, los juntaré sobre su tierra, sin dejar más allá ninguno de
ellos. Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré
derramado de mi espíritu sobre la casa de Israel, dice el Señor
Jehová." 60
60
Ezequiel 39:21-29.
Porqué no se entienden las profecías

En los pasajes anteriores nos es revelado que las naciones


paganas sabrán que la casa de Israel fue llevada cautiva por
motivo de sus iniquidades, y que la mano de Dios ha de recogerlos
nuevamente después que hayan sido avergonzados por todas sus
maldades. La casa de Israel sabrá que fue el Señor su Dios quien
causó que fuesen llevados cautivos entre las gentes, y que Él fue
quien los recogió y defendió; y nunca más esconderá de ellos su
faz, antes derramará su Espíritu sobre ellos.
¡Oh generación ciega, de dura cerviz y corazón incircunciso!
¿por qué, si la Biblia circula entre todas las naciones, tienen éstas
que ser tan ciegas que cumplirán esta profecía, y no lo sabrán
hasta que descienda la destrucción sobre sus cabezas? ¿Cuál es la
causa de toda esta ceguedad? La culpa es de los maestros falsos
que les dicen que se precisa espiritualizar la Biblia. Otros declaran
que estas profecías no se han de entender sino hasta cuando se
cumplan. Si así ha de ser, entonces jamás podremos escapar los
juicios que en ellas se decretan, sino que debemos continuar como
hijos de las tinieblas hasta que dichos juicios nos sobrevengan
inesperadamente, y nos destruyan de sobre la faz de la tierra.
¿Dónde, pues, estará el consuelo de volver la mirada hacia
atrás para verlas cumplidas? Mas bendito sea Dios, que por boca
de Daniel nos ha dicho que pasarán muchos y la ciencia se ha de
multiplicar, y que los entendidos han de comprender, mas ninguno
de los impíos entenderá. 61 Y ahora desearía preguntar: ¿Quiénes
son más inicuos que los guías de ciegos, guías deliberadamente
cerrados de ojos que nos declaran que no podemos entender las
Escrituras?

"El día del Señor viene"

En el capítulo 14 de Zacarías, este profeta nos revela mucho


concerniente a la gran batalla y destrucción de las naciones que
han de luchar contra Jerusalén, y nos ha expresado en palabras
bien claras que el Señor vendrá en el momento preciso de la ruina
de sus ejércitos, justamente cuando estén para vencer a toda
Jerusalén, y tengan ya la mitad de la ciudad en sus manos y estén
saqueando sus casas y forzando a sus mujeres.
Entonces, he aquí, el Mesías, tan largamente esperado,
aparecerá repentinamente y se pondrá de pie sobre el monte de
los Olivos, al oriente de Jerusalén para pelear con aquellas
61
Daniel 12:3, 10.
naciones y librar a los judíos. Zacarías declara que el monte se
partirá en dos, de oriente a poniente, y que la mitad del monte se
apartará al norte y la otra mitad al sur. De este modo se formará
un valle muy grande al cual huirán los judíos para librarse de sus
enemigos, como huyeron del terremoto en la época de Uzzías, rey
de Judá, mientras desciende el Señor y todos sus santos con Él.
Entonces verán los judíos a ese Mesías que por tan largos
siglos habían esperado, y lo verán venir con gran poder para
rescatarlos, precisamente como habían esperado verlo. Destruirá a
sus enemigos y los librará de su angustia justamente en el
momento de su mayor confusión, y cuando estén a punto de ser
devorados por sus enemigos. ¡Pero cuál será su asombro cuando
lleguen a los pies de su Libertador para reconocerlo como su
Mesías! Descubrirán las heridas que en un tiempo recibió en sus
manos, pies y costado; y al interrogar la causa de ellas, conocerán
a Jesús de Nazaret, el Rey de los Judíos, el Varón por tan largo
tiempo despreciado.
Bien dijo el profeta que habrá gran llanto, y que cada linaje
lamentará por sí y sus mujeres por sí. Pero, alabado sea Dios,
cesarán sus lamentos porque Él perdonará sus pecados y los
limpiará de sus impurezas. Jerusalén será una ciudad santa desde
allí en adelante, y toda la tierra se tornará como valle desde Gabaa
hasta Rimmón, y la ciudad será enaltecida y habitada en su
antiguo sitio. "Y morarán en ella, y nunca más será anatema . . Y
Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno,
y uno su nombre." 62

Destrucciones al tiempo de la segunda venida

Juan el Revelador nos da muchos otros detalles relacionados


con este mismo acontecimiento en el capítulo 11 de su Apocalipsis.
Nos informa que después de ser reconstruida la ciudad y el templo
por los judíos, vendrán los gentiles y hollarán la ciudad cuarenta y
dos meses, y que durante ese tiempo habrá dos profetas que no
cesarán de predicar y obrar milagros.
Parece que los ejércitos de los gentiles serán impedidos de
vencer y destruir la ciudad por completo mientras estén
ministrando estos dos profetas. Pero después de una lucha de tres
años y medio, al fin lograrán destruir a estos dos profetas, y se
apoderarán de gran parte de la ciudad; se enviarán regalos los
unos a los otros por la muerte de los dos profetas y mientras tanto
62
Zacarías 14:9, 11.
no permitirán que sean sepultados los cadáveres, sino que los
dejarán tirados en las calles de Jerusalén tres días y medio para
que vean sus cuerpos muertos las multitudes de los gentiles, com-
puestas de muchas familias, lenguas y naciones, que andarán por
la ciudad saqueando a los judíos.
Después de tres días y medio, el espíritu de vida, venido de
Dios, repentinamente entrará en ellos. Se levantarán, se pondrán
de pie y un gran temor se apoderará de todos cuantos los vieren. Y
entonces oirán una voz del cielo que les dirá: "Subid acá." Y
subirán al cielo en una nube, viéndolos sus enemigos.
Luego de la descripción de estas cosas, sigue el terremoto a
que se refiere Ezequiel, y la división del monte de los Olivos
profetizado por Zacarías. Dice S. Juan: "Y en aquella hora fue
hecho gran temblor de tierra, y la décima parte de la ciudad cayó,
y fueron muertos en el temblor de tierra en número de siete mil
hombres." Entonces viene la escena en que se oye el son de voces
que proclaman: "Los reinos del mundo han venido a ser los reinos
de nuestro Señor, y de su Cristo: y reinará para siempre jamás." 63
Habiendo hecho un resumen de la descripción de estos
grandes acontecimientos anunciados por los profetas, quisiera tan
solamente decir que no es difícil entender que estas cosas tendrán
un cumplimiento perfectamente claro y literal.

Acontecimientos de los últimos días

Baste decir que los judíos volverán a su patria y reedificarán a


Jerusalén. Las naciones se congregarán para combatirlos; sus
ejércitos circundarán la ciudad y más o menos la tendrán bajo su
dominio durante tres años y medio. Dos profetas judíos, por medio
de sus grandes milagros, impedirán que los judíos sean vencidos
por completo. Por fin serán muertos los dos profetas, y la ciudad
quedará casi totalmente a merced de sus enemigos por tres días y
medio, al fin de los cuales los dos profetas se levantarán de los
muertos y ascenderán al cielo.
Vendrá el Mesías, hará temblar la tierra, destruirá los ejércitos
de los gentiles, librará a los judíos, purificará a Jerusalén, quitará
toda injusticia de la tierra, levantará a sus santos de entre los
muertos y los traerá con Él para iniciar su reinado de mil años.
Durante ese tiempo se derramará su Espíritu sobre toda carne: los
hombres y las bestias, las aves y las serpientes se tornarán
completamente inofensivas, y la paz, el conocimiento y la gloria de
63
Apocalipsis 11:13-15.
Dios cubrirán la tierra como las aguas cubren el mar; y el reino y la
grandeza del reino bajo todos los cielos serán dados a los santos
del Altísimo.
Satanás estará atado durante estos mil años, y no tendrá
poder para tentar a los hijos de los hombres. Y la tierra misma se
verá libre del anatema que vino sobre ella por motivo de la caída,
Los lugares ásperos se volverán llanos, y los estériles desiertos se
tornarán fructíferos; las montañas serán arrasadas y los valles
exaltados; no habrá más espinas ni abrojos, sino que la tierra dará
de su abundancia a los santos de Dios.
Terminados los mil años, Satanás será suelto y saldrá para
engañar a las naciones que se hallan sobre los cuatro ángulos de
la tierra, a fin de congregarlos para la batalla y traerlos contra el
campo de los santos. Entonces se verificará la grande y última
lucha entre Dios y Satanás, en la que se disputarán el dominio de
la tierra; y Satanás y sus huestes serán vencidas.
Después de estas grandes cosas vendrán el fin de la tierra, la
resurrección de los inicuos y el juicio final. Y habrá nueva tierra y
nuevos cielos, porque los primeros habrán pasado ya, es decir,
serán cambiados de un estado temporal a eterno, y serán
preparados para ser morada digna de seres inmortales.

Los mansos heredarán la tierra

Entonces vendrá de Dios la Jerusalén, y bajará del cielo


después de ser renovada, junto con la tierra y los cielos. Pues Él
dijo que haría nuevas todas las cosas. Esta ciudad nueva,
establecida sobre la tierra nueva, en medio de la cual estarán Dios
y el Cordero, parece que va a ser la morada eterna del hombre. De
modo que después de todo nuestro anhelo de hallar un sitio más
allá de los límites del tiempo y del espacio, como dijo el poeta, al
fin se nos hará volver en nosotros mismos, y entonces en-
tenderemos que el hombre está destinado a heredar para siempre
este mismo planeta sobre el que fue creado en el principio, y el
cual será redimido, santificado, renovado, purificado y preparado
como herencia perpetua para los herederos de la inmortalidad y la
vida eterna. Su capital será la ciudad santa, y en medio de ella el
trono de Dios, la cabecera del gobierno. Del trono de Jehová
saldrán arroyos de aguas de vida, resplandecientes como el cristal,
para regarla, y la una y la otra parte del río estarán adornadas con
árboles de belleza imperecedera.
"Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para
que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las
puertas en la ciudad. " 64
Quizá ahora empezamos a comprender el significado de las
palabras del Salvador: "Bienaventurados los mansos: porque ellos
recibirán la tierra por heredad.” 65 Y también el cántico que Juan
oyó en el cielo, que terminó diciendo: "Y reinaremos sobre la
tierra." 66
Vamos a suponer que sois arrebatados al cielo para estar allí
con los redimidos de toda nación, tribu, lengua y pueblo. A1 unir
vuestras voces a las de ellos en sus himnos, os llenáis de asombro:
todo el cielo se llena de gozo mientras tañen la lira inmortal con la
feliz expectación de reinar algún día en la tierra: el planeta que
hoy se halla bajo el dominio de Satanás, habitación de miseria y
desdicha, del cual vuestro espíritu gozosamente ha salido y se ha
despedido, según suponéis, para siempre. En vuestro asombro
quizá preguntaréis: "¿Por qué es que jamás oímos este cantar
entre las iglesias que estaban sobre la tierra?" Y la respuesta será
que fue porque vivisteis en la tierra en una época en que la gente
no entendía las Escrituras.

Esta tierra será nuestro cielo

Abraham os dirá que deberíais de haber leído la promesa que


recibió de Dios, en Génesis 17:8, en la que no sólo se le prometió
que su posteridad heredaría la tierra de Canaán perpetuamente,
sino que él también.
También deberíais haber leído el testimonio de Esteban, en
los Hechos 7:5, donde os habríais enterado de que Abraham no
había heredado las cosas que le fueron prometidas, mas todavía
esperaba ser resucitado de los muertos y conducido a la tierra de
Canaán con objeto de heredarlas.
Sí - dirá Ezequiel - si hubieseis leído el capítulo 37 de mis
profecías, habríais hallado una promesa definitiva de que Dios iba
a abrir las sepulturas de todos los de la casa de Israel, y juntar sus
huesos secos, y restaurarlos, cada cual a su propio lugar; y aun los
cubrirá de carne, nervios y piel, y pondrá su Espíritu en ellos para
que vivan; y entonces, en lugar de ser arrebatados hasta el cielo,

64
Apocalipsis 22:14.
65
Mateo 5:5.
66
Apocalipsis 5:9-11.
serán conducidos a la tierra de Canaán, la cual el Señor les dio, y
la heredarán.
En vuestro asombro quizá os volveréis a Job, y éste,
maravillado de que hubiese personas que ignorasen tan palpable
asunto declarará: ¿No leísteis jamás en el capítulo 19 de mi libro,
versículos 23 al 27, donde expresé el deseo de que se pudiesen
escribir en un libro mis palabras concernientes a que mi Redentor
se levantará sobre el polvo, y que yo lo he de ver en mi carne, por
mí y no otro, aunque mi cuerpo sea deshecho?
Aun David, el dulce cantor de Israel, os llamaría la atención a
su Salmo 37, en el que repetidas veces declara que los mansos
heredarán la tierra para siempre, después que los impíos sean
talados. Y finalmente, para dejar definitivamente resuelto el
asunto, llegaría a vuestros oídos la voz del Salvador, que en su
Sermón del Monte declaró enfáticamente: "Bienaventurados los
mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad.” 67
A estas observaciones tal vez contestaréis: "Ciertamente he
leído estos pasajes, pero siempre se me enseñó a creer que no
daban a entender eso, y por tanto, no los pude comprender sino
hasta ahora. Permítaseme ir y comunicar al pueblo las maravillas
que se han desplegado ante mi vista, tan solamente por haber
oído un breve cántico. Es verdad que mientras estuve en la tierra
oí mucho acerca de las glorias celestes, pero jamás se me ocurrió
pensar que se regocijarían esperando volver a la tierra."
A lo que el Salvador dirá: "A Moisés y a los profetas tienen ..
Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si
alguno se levantare de los muertos.” 68

La inauguración del milenio

Volvamos ahora al asunto de la venida del Mesías, y el


principio de ese día glorioso llamado el Milenio o descanso de mil
años. Del campo de la profecía, por el cual acabamos de pasar,
recogeremos: (1) que ese día glorioso se iniciará mediante la
venida personal de Cristo y la resurrección de todos los santos; (2)
que todos los malvados serán extirpados de la tierra por los
poderosos juicios de Dios, y por fuego, al tiempo de su venida, de
modo que la tierra será purgada de sus perversos habitantes por
fuego, como en otro tiempo lo fue por agua. Esta quema

67
Mateo 5:5.
68
Lucas 16:29-31.
comprenderá a los sacerdotes así como al pueblo, y solamente
unos pocos no serán consumidos.
Esta consumación se aplica con más particularidad a la iglesia
caída, que a los paganos y judíos que hoy trata de convertir. ¡Ay de
vosotros, gentiles, que os hacéis llamar el pueblo del Señor, mas
habéis anulado la ley de Dios con vuestras tradiciones! ¡En vano
llamáis, Señor, Señor, y no hacéis las cosas que Jesús manda; en
vano lo adoráis, enseñando como doctrinas los mandamientos de
los hombres! He aquí, la espada de la venganza se cierne sobre
vuestra cabeza, y a menos que os arrepintáis caerá sobre
vosotros; y en aquel día será más tolerable el castigo a los judíos y
paganos, que a vosotros.
He aquí, os engreís creyendo que el día glorioso de que
hablaron los profetas se inaugurará a causa de vuestras
invenciones modernas, y por medio de proyectos realizados a
fuerza de dinero, e ideados con objeto de convertir a los judíos y
paganos a los varios principios sectarios que hoy existen entre
vosotros; y habiendo hecho esto, esperáis ver un milenio según el
deseo de vuestros corazones. Mas ni los judíos ni los paganos
serán convertidos, como nación, a ningún otro plan sino el que se
encuentra en la Biblia para la restauración de Israel; y vosotros
estáis obrando de acuerdo con un convenio violado y rápidamente
os estáis madurando para el fuego.
No porque os declaro la verdad me tengáis por enemigo,
porque Dios es mi testigo de que amo vuestras almas lo suficiente
para ocultar de vosotros verdad alguna, por dura que parezca ser.
Las heridas de un amigo son mejores que los besos de un
enemigo.

Las señales de los tiempos

En lo que concierne a las señales de los tiempos,


frecuentemente surge la pregunta: "¿Cuándo será esto? ¿y qué
señal habrá, cuando estas cosas hayan de comenzar a ser
hechas?" 69 Muchas veces se me ha preguntado si estas cosas
están próximas. Voy pues a declararos todo, para que podáis saber
por vosotros mismos cuándo estarán cerca, sí, a la puerta; y así no
tendréis que depender del conocimiento de otros.
He aquí, veis el manzano y los demás árboles, y cuando
empiezan a cubrirse de hojas sabéis de vosotros mismos que el
verano está próximo. Así también, cuando viereis grandes
69
Lucas 21:7.
terremotos, hambre, pestilencia y plagas de todas clases; el mar
que se precipita más allá de sus límites, y todas las cosas en
conmoción; las naciones afligidas con perplejidades; el corazón de
los hombres desfalleciendo de temor y de ver las cosas que están
aconteciendo sobre la tierra; cuando veáis señales arriba en el
cielo y en la tierra abajo, sangre, humo y vapor de obscuridad, el
sol que se torna en tinieblas, la luna en sangre y las estrellas que
son arrojadas de sus órbitas; cuando veáis que los judíos vuelven a
Jerusalén y que los ejércitos de las naciones se juntan contra ellos
para combatirlos, podréis saber vosotros, con un conocimiento per-
fecto, que la venida de Cristo está cerca, sí, a las puertas. "De
cierto os digo, que no pasará esta generación, que todas estas
cosas no acontezcan.” 70
El cielo y la tierra pasarán, pero ni una palabra de todo lo que
el Señor ha hablado por boca de todos sus santos profetas y
apóstoles quedará sin cumplirse. El que quiera fijarse en las
palabras de los profetas y en los dichos de Jesucristo sobre este
asunto, quedará convencido de que todas las señales a que he
hecho referencia claramente han sido designadas como las señales
de su venida.

Condenación por rechazar estas verdades

Sin embargo, a pesar de hallarse escritas todas estas cosas,


su venida cogerá al mundo de sorpresa, como sucedió con el
diluvio en los días de Noé. La razón será que no querrán entender
a los profetas. No sufrirán la sana doctrina; sus oídos se apartarán
de la verdad y se volverán a las fábulas, por causa de los falsos
maestros y los preceptos de los hombres. Peor todavía, cuando
Dios les enviare hombres con el nuevo y sempiterno convenio,
revestidos de valor para testificar de la verdad, los tratarán como
las iglesias caídas han tratado a los siervos de Dios antes de ellos.
Cada iglesia se aferrará a su propio criterio, y unidamente dirán:
"No hay necesidad de estas cosas nuevas, el modo viejo es el
mejor."
Gracias a Dios que hay individuos en todas las sectas que
humildemente están buscando la verdad, que reconocerán la voz
de la verdad, y que serán recogidos y establecidos en el nuevo y
sempiterno convenio; y serán adoptados en la familia de Israel, y
recogidos con ellos, y participarán del mismo convenio de la
promesa.

70
Mateo 24:34.
Sí, como dice Jeremías en el capítulo 16 de sus profecías: "A ti
vendrán gentes desde los extremos de la tierra, y dirán:
Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no
hay en ellos provecho." 71
Pero así como los judíos pasaron por alto el primer
advenimiento de Cristo, no entendiendo las profecías y fijando
todas sus esperanzas en su gloriosa venida en los últimos días,
para restaurar el reino a Israel y vengarlos de sus enemigos, y por
este error fueron quebrantados y esparcidos, en igual manera los
gentiles dejarán pasar inadvertidas las profecías relativas a su
segunda venida confundiéndolas con el juicio final que no se ha de
verificar sino hasta más de mil años después. Y este error fatal, en
lugar de ser la causa de que los gentiles sean quebrantados y
esparcidos, lo será de que sean reducidos a polvo.

Preparaos para comparecer ante vuestro Dios

¡Oh mis hermanos según la carne, mi alma llora por vosotros!


Si mi voz fuera como el son de la trompeta, proclamaría:
¡Despertad, despertad, y levantaos de vuestro sueño, porque se ha
cumplido el tiempo, vuestra destrucción está a las puertas!
"Porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído
del Señor Jehová de los ejércitos." 72 ¡Preparaos para comparecer
delante de vuestro Dios! Por otra parte: ¡Despierta, oh Casa de
Israel, y levanta la cabeza, porque tu redención está cerca! ¡Sí, ve,
sal de aquí, recógete de tu larga dispersión, reedifica tus ciudades;
sí, sal de entre las naciones, de un cabo de los cielos hasta el otro;
mas no sea tu huida con precipitación porque el Señor irá delante
de ti, y el Dios de Israel será tu galardón!
Por último, quisiera decir a todos, al judío así como al gentil:
Arrepentíos, arrepentíos, porque el gran día del Señor está
próximo; "porque si yo que soy hombre, alzo mi voz y os llamo al
arrepentimiento, y me odiáis, ¿qué diréis cuando venga el día en
que los truenos emitirán sus voces desde los extremos de la tierra,
hablando a los oídos de todos los vivientes, diciendo: Arrepentíos y
preparaos para el gran día del Señor? ¿Y cuando los relámpagos
resplandecerán desde el este hasta el oeste, y lanzarán sus voces
a todos los vivientes, haciendo zumbar los oídos de todos los que
escuchen, diciendo estas palabras: Arrepentíos, porque el gran día
del Señor es venido? Y además, el Señor emitirá su voz desde los

71
Jeremías 16:19.
72
Isaías 28:22
cielos, diciendo: ¡Escuchad, oh naciones de la tierra, y oíd las
palabras de ese Dios que os hizo!
"¡Oh vosotras, naciones de la tierra, cuántas veces os hubiera
juntado como la gallina junta a sus pollos debajo de sus alas, mas
no quisisteis! ¡Cuántas veces os he llamado por la boca de mis
siervos, y por la ministración de ángeles, y por mi propia voz, y por
la de los truenos, y la de los relámpagos, y de las tempestades; por
la voz de terremotos y grandes granizadas, y la de hambres y
pestilencias de todas clases; por el gran sonido de trompeta, y por
la voz del juicio, y la de misericordia, todo el día; y por la voz de
gloria, y honra, y las riquezas de la eternidad, y os hubiera salvado
con una salvación eterna, mas no quisisteis! He aquí, el día ha
llegado en que la copa de la ira de mi indignación está llena." 73

73
Doctrinas y Convenios 43:21-26.
CAPITULO 3
DEL REINO DE DIOS

El reino es la Iglesia

"Buscad primeramente el reino de Dios." 74 Este fue el


mandamiento que el Salvador dio a los hijos de los hombres
mientras estuvo enseñando en la tierra.
Habiendo considerado en forma general las profecías,
pasadas y futuras, procederemos ahora a cumplir el mandamiento
anterior y buscaremos el reino de Dios. Pero antes de seguir
adelante, nuevamente quisiera advertiros a no acompañarme en
esta investigación si no estáis dispuestos a sacrificar todo, aun
vuestro buen nombre y la vida misma, si fuere necesario, por la
verdad; porque una vez que hayáis percibido el reino de Dios,
quedaréis tan complacidos, que no descansaréis sino hasta que os
hagáis súbditos de dicho dominio.
Sin embargo, será tan distinto de todo otro sistema de
religión, actualmente sobre la tierra, que os asombraréis de que
persona alguna, teniendo la Biblia en la mano, pudiera haber
confundido cualquiera de los sistemas de los hombres con el reino
de Dios.
Hay ciertos poderes, privilegios y bendiciones que pertenecen
al reino de Dios, que en ningún otro reino se hallan, ni entre
ningún otro pueblo se conocen. Esto es lo que siempre lo ha
distinguido de todos los otros reinos y sistemas, de modo que el
investigador que está buscando el reino de Dios, luego que se
entera de estas particularidades que tiene, jamás lo confundirá o
dejará de reconocerlo en cuanto lo haya encontrado.
No obstante, antes de continuar nuestra investigación
pongámonos de acuerdo en cuanto al significado del término "el
reino de Dios", o el sentido en que lo vamos a emplear. Pues hay
quienes aplican este término al reino de gloria arriba de nosotros,
algunos al gozo individual de su propia alma, mientras que otros lo
aplican al gobierno de Dios organizado sobre la tierra. Nosotros, al
referirnos al reino de Dios, deseamos que se entienda que estamos
hablando de su gobierno establecido sobre la tierra.

74
Mateo 6:33.
Bases fundamentales del reino de Dios

Pues bien, nos lanzaremos ahora al extenso campo que se


halla delante de nosotros en busca de un reino. Mas
detengámonos un momento, y consideremos: ¿Qué es un reino? Yo
sostengo que se precisan cuatro cosas para. poder constituir o
establecer cualquier reino, sea en los cielos o en la tierra, a saber:
(1) un rey; (2) funcionarios autorizados, debidamente capacitados
para poner en vigor sus ordenanzas y leyes; (3) un código de leyes
por el cual se han de regir los súbditos, y (4) los súbditos que el
rey va a gobernar.
Donde se hallaren estas cosas en su propio orden y debida
autoridad, allí existirá un reino; pero si alguna llegare a faltar, se
desorganizará el reino. Por consiguiente, dejaría de existir hasta
que fuese reorganizado según el modelo anterior.
En este sentido el reino de Dios es como cualquier otro reino.
Donde hallemos oficiales debidamente comisionados y facultados
por el Señor Jesús, junto con sus ordenanzas y leyes en toda su
pureza, libres de toda mezcla de los preceptos y mandamientos de
hombres, allí existirá el reino de Dios, y allí se manifestará su
poder y se disfrutará de sus bendiciones tal como en los días
antiguos.

La organización del reino en la antigüedad

Debemos ahora examinar el establecimiento del reino de Dios


en los días de los apóstoles. La primera indicación de que se
acercaba, fue la aparición de un ángel a Zacarías para prometerle
que tendría un hijo que iría delante del rey, con objeto de
prepararle el camino. La siguiente manifestación fue a 1Viaría, v
por último a José por conducto de un santo ángel, el cual prometió
el nacimiento del Mesías. A1 mismo tiempo, el Espíritu Santo
manifestó a Simeón en el templo que no moriría hasta que sus ojos
vieran al Salvador. De modo que todas estas personas, junto con
los pastores y los magos del oriente, empezaron a sentir un gozo
inefable y a llenarse de gloria, mientras que el mundo alrededor de
ellos no sabía la causa de su regocijo.
Pasadas estas cosas, todo pareció quedar reposando en
silenciosa expectación, hasta que Juan creció. Entonces vino por
los desiertos de Judea con una proclamación extraña y nueva:
"Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado. " 75 Bautizó

75
Mateo 3:2.
para arrepentimiento, y declaró que su rey se encontraba ya en
medio de ellos y que estaba a punto de inaugurar su reino.
Mientras ejercía su ministerio, el Mesías vino a él, y fue
bautizado y sellado con el Espíritu de Dios, que descendió sobre Él
en forma de paloma; y poco después dio voz a la misma
proclamación que Juan: "Arrepentíos, que el reino de los cielos se
ha acercado. " 76 Después que hubo escogido a doce discípulos, los
envió a las ciudades de Judea con la misma proclamación: "El reino
de los cielos se ha acercado." Tras ellos mandó a setenta, y luego
otros setenta con las mismas nuevas, a fin de que todos fuesen
bien amonestados, y se preparasen para un reino que pronto se
iba a organizar entre ellos.
Estas cosas produjeron el efecto deseado, pues dieron motivo
a una expectación general, con mayor particularidad en el corazón
de sus discípulos, que diariamente esperaban triunfar de sus
perseguidores mediante la coronación de aquel personaje glorioso,
a la vez que ellos mismos tenían la esperanza de ser premiados,
por todo lo que se habían afanado y sacrificado por Él, con un
puesto exaltado cerca de su persona. Mas qué cruel decepción
deben haber sufrido al ver que su Rey era encarcelado y
crucificado, después de ser escarnecido, mofado, ridiculizado, y
por fin batido y vencido por los judíos así como por los gentiles.

Crucifixión y resurrección de Cristo

Gustosamente habrían dado sus vidas en la lucha para


ponerlo sobre el trono; pero someterse mansamente sin ninguna
resistencia, abandonar todas sus expectaciones y hundirse en la
desesperación, desde el apogeo del entusiasmo hasta la más
humilde degradación, fue más de lo que buenamente pudieron
aguantar. Retrocedieron llenos de aflicción, y volvieron cada quien
a sus redes o sus respectivas ocupaciones, creyendo que todo
había terminado, y pensando tal vez de este modo: "¿Es esto el
resultado de nuestra labor? ¿Para esto abandonamos todas las
cosas del mundo: nuestros amigos, casas y tierras? ¿para esto
hemos padecido persecuciones, hambre, fatiga y vergüenza?
Confiábamos en que Él había de ser quien libraría a Israel; mas he
aquí lo han matado y todo ha terminado. Durante tres años hemos
despertado una expectación general por toda Judea, anunciando a
la gente que el reino de los cielos se había acercado; pero ahora
que nuestro Rey ha muerto, ¿cómo podremos encararnos con
ellos?"
76
Mateo 4:1
Abrigando pensamientos como los anteriores, cada cual se
volvió a su propio camino y todo volvió a quedar en silencio. Había
cesado de oírse en Judea la voz que proclamaba: "Arrepentíos, que
el reino de los cielos se ha acercado." Jesús dormía en los brazos
de la muerte. Una piedra grande, con el sello del imperio, cubría la
sepultura donde se hallaba. Afuera los soldados romanos vigilaban
en silencio. Repentinamente, de las regiones celestiales descendió
un potente ángel, ante cuya presencia los guardias cayeron como
muertos mientras rodaba la piedra de la entrada del sepulcro. El
Hijo de Dios despertó de su sueño quebró las ligaduras de la
muerte y poco después, habiéndose aparecido a María, la envió a
sus discípulos con las gloriosas nuevas de su resurrección y el
lugar donde los encontraría.
Después de verlo, toda su tristeza se convirtió en alegría, y
todas sus esperanzas anteriores revivieron. Mas ahora ya no iban a
proclamar: "El reino de los cielos se ha acercado". Ahora les fue
dicho que permaneciesen en Jerusalén hasta que el reino quedase
establecido, y ellos se encontrasen preparados para abrir la puerta
del reino y adoptar en él, como ciudadanos legales, a los
extranjeros y forasteros, administrándoles ciertas leyes y
ordenanzas que iban a ser las leyes invariables de adopción, y sin
las cuales ninguno jamás podría hacerse ciudadano.

Características que siempre distinguen ese reino

Habiendo ascendido a los cielos, y habiendo recibido todo


poder en los cielos y en la tierra, Jesús de nuevo volvió a sus
discípulos y les confirió la autoridad, diciéndoles: "Id por todo el
mundo; predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado. Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará;
sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." 77
Aquí deseo suplicar que no pasemos por alto esta comisión
sino hasta que la entendamos; porque luego que la hayamos
entendido, no tendremos porqué confundir el reino de Dios, antes
descubriremos en el acto las características que para siempre
habrán de distinguirlo de todos los demás reinos o sistemas
religiosos del mundo.

77
Marcos 16:15-18.
Para evitar el mal entendimiento, vamos a analizar dicha
comisión y examinar cada parte cuidadosamente bajo su propia
luz. En primer lugar, habrían de predicar el evangelio, o en otras
palabras, las buenas nuevas de un Redentor crucificado y
resucitado, a todo el mundo; en segundo lugar, el que creyera y
fuera bautizado, sería salvo; en tercer lugar, el que no creyese en
lo que predicaran, sería condenado, y en cuarto lugar, a los que
creyesen los seguirían estas señales: (1) Echarían fuera demonios;
(2) hablarían nuevas lenguas; (3) alzarían serpientes; (4) si
bebiesen cosa mortífera, no los dañaría, y (5) pondrían las manos
sobre los enfermos, para que éstos sanaran.

Las señales siempre siguen a los creyentes

Ahora bien, la causa de que mal se interprete lo anterior se


debe o a una ceguedad intencional o a la falta de comprensión del
idioma. Porque nos dicen algunos que estas señales seguirían
solamente a los apóstoles; y otros, que iban a seguir a los
creyentes de esa época únicamente.
Cristo, sin embargo, da la misma importancia a la
predicación, la creencia, la salvación y las señales que iban a
seguir; si una de estas cosas está limitada, también las otras lo
deben de estar; al cesar una, las demás también se acabarán. Si el
lenguaje del pasaje limita las señales a los apóstoles, también
limita la fe y la salvación a ellos. Si a ningún otro iban a seguir
estas señales, luego ningún otro había de creer, y ningún otro se
salvaría.
Además, si el lenguaje limita esas señales a los de la primera
edad o edades del cristianismo, también limita la salvación a los de
los primeros días del cristianismo, porque uno queda tan
forzosamente limitado como el otro; y donde una cosa está en
vigor, las otras también lo están; y donde una de ellas termina, las
demás tienen que parar. ¿Por qué no decir entonces que ya no es
necesaria la predicación del evangelio, o la fe, o la salvación? Pues
se dieron al principio solamente para establecer el evangelio. Lo
mismo sucede con decir que ya no se necesitan las señales, y que
se dieron al principio sólo para establecer el evangelio.
A esto podréis decir con asombro: "¿Pero qué no han cesado
estas señales entre los hombres?" Probadme que han cesado ---
digo yo - y con ello probaréis que la predicación del evangelio ha
cesado, que los hombres han dejado de creer y ser salvos, y que el
mundo se halla sin el reino de Dios; o de lo contrario, probará que
Jesús fue impostor y que sus promesas no surten efecto.

El don del Espíritu Santo es esencial en el reino

Pues habiendo analizado y entendido esta comisión,


continuemos el tema de la organización del reino de Dios en los
días de los apóstoles. Después de conferirles su autoridad, el
Salvador les mandó que permaneciesen en Jerusalén y no
emprendiesen su misión, sino hasta después de ser investidos con
poder de lo alto.
¿Por qué esta dilación? Porque nunca ningún hombre ha sido,
ni podrá jamás quedar capacitado ni ser apto para predicar ese
evangelio y enseñar las cosas que Jesús le mandare, sin el Espíritu
Santo; y un Espíritu Santo muy distinto, por cierto, del que dicen
tener los hombres que no están inspirados. Porque el Espíritu
Santo de que habló Jesús ha de guiar a toda verdad, traer a la
memoria todas las cosas que Él hubiere dicho, así como mostrar
las cosas que están por venir, sin mencionar que los habilitará para
que hablen todos los idiomas de la tierra.
De modo que el hombre que va a predicar necesita
muchísimo ese Espíritu Santo; primero, para guiarlo a toda verdad,
a fin de saber qué va a enseñar; segundo, para fortificar su
memoria, no sea que se le olvide enseñar algunas de las cosas que
fueron mandadas, y tercero, necesita saber acerca de las cosas
que están por venir, a fin de que pueda advertir a sus oyentes del
peligro que se aproxima; y esto lo constituiría profeta.
Por lo anterior, se puede ver porqué Jesús tuvo tanto cuidado
de que nadie predicase su evangelio sin el Espíritu Santo. También
se podrá entender cuán diferente es el Espíritu de Verdad de los
otros espíritus que han salido por el mundo para engañar a sus
moradores, haciéndose pasar por el Espíritu Santo.
Si las iglesias de la actualidad tienen el Espíritu Santo, ¿por
qué les es tan difícil entender la verdad? ¿Por qué andan por
tantos caminos diferentes y variedad de doctrinas? ¿Por qué
necesitan bibliotecas enteras de sermones, folletos, divinidades,
debates, argumentos y opiniones, todos escritos por la sabiduría
de hombres que ni siquiera pretenden ser inspirados? Con justa
razón se queja el Señor, diciendo: "Su temor para conmigo fue
enseñado por mandamiento de hombres." 78 Pero volvamos a
nuestro asunto: los apóstoles se quedaron en Jerusalén hasta que
78
Isaías 29:13.
fueron investidos con poder de lo alto, y entonces empezaron a
proclamar el evangelio.

El bautismo es la puerta del reino

En lo que hemos expuesto, hallamos varias de las cosas que


integran un reino. En primer lugar, hemos descubierto un rey,
coronado de gloria a la diestra de Dios, a quien se ha entregado
toda potestad en el cielo y en la tierra; segundo, oficiales
comisionados, debidamente autorizados para administrar los
asuntos del gobierno; tercero, que las leyes por las cuales se han
de regir son todas las cosas que Jesús mandó a sus discípulos que
les enseñasen.
Si ahora podemos hallar cómo llegaban los hombres a ser
ciudadanos de ese reino, es decir, las reglas de adopción, entonces
habremos descubierto el reino de Dios en esa época; y
quedaremos muy desconformes con todo lo que en nuestros
propios días profese ser el reino de Dios, y no vaya de conformidad
con esa norma.
Sucedió que en ese reino nadie era ciudadano por
nacimiento, porque tanto los judíos como los gentiles se hallaban
en el pecado y la incredulidad, y nadie podía ser ciudadano sin
cumplir con la ley de adopción. Todos los que creían en el nombre
del rey tenían el poder para ser adoptados. No obstante, había una
regla o plan invariable mediante el cual eran adoptados; y todos
los que pretendían haberse hecho ciudadanos de alguna otra
manera, cualquiera que fuese, eran tenidos por ladrones y
robadores, y nunca podrían recibir el sello de adopción. Esta regla
quedó establecida en las enseñanzas del Salvador a Nicodemo, a
saber: "El que no naciere de agua [es decir, bautizado en el agua]
y del Espíritu [es decir, bautizado con el Espíritu] no puede entrar
en el reino de Dios." 79

Pedro enseña el plan de salvación

Las llaves del reino fueron dadas a Pedro, por tanto era suyo
el deber de abrir la puerta del reino a los judíos y también a los
gentiles. De modo que examinaremos cuidadosamente la manera
en que Pedro inició a los judíos en el reino el día de Pentecostés.
Cuando se juntó la multitud ese día memorable, el apóstol
Pedro, poniéndose de pie con los once, alzó la voz y razonó con
79
Juan 3:5.
ellos sobre las Escrituras, dando testimonio de Jesucristo, y su
resurrección y ascención al cielo, de lo cual resultó que muchos se
convencieron de la verdad y preguntaron lo que debían de hacer.
No eran cristianos, sino personas que en esos momentos se
estaban convenciendo de que Jesús era el Cristo. Convencidos,
pues, de este hecho, preguntaron: "¿Qué haremos?" Entonces
Pedro les declaró: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros
en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis
el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y
para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos
el Señor nuestro Dios llamare." 80
¿Comprendéis esta proclamación? Si podéis entenderla, no os
será difícil ver que este evangelio por lo general no se predica en
los días modernos. Por tanto, analicémosla y examinémosla, frase
por frase. Recordaréis que ya habían creído; lo siguiente que
tenían que hacer era arrepentirse. Primero, fe; segundo,
arrepentimiento; tercero, bautismo por inmersión; cuarto, la
remisión de los pecados; quinto, el Espíritu Santo. Este era el orden
del evangelio. La fe les daba el poder para llegar a ser hijos o
ciudadanos; el arrepentimiento y el bautismo en el nombre del
Señor constituía la obediencia mediante la cual eran adoptados, y
el Santo Espíritu de la promesa era el sello de su adopción, que
ciertamente recibirían si eran obedientes.
¿Dónde halláis predicación como ésta en nuestros días?
¿Quiénes enseñan que los que creen y se arrepienten deben
bautizarse, y ningún otro? Quizá diréis que los Bautistas lo
enseñan, pero ¿acaso exhortan a los hombres a que se bauticen en
cuanto creen y se arrepienten? Por otra parte, ¿les prometen la
remisión de los pecados y el don del Espíritu Santo? Recordemos el
efecto que produce el Espíritu Santo en aquellos que lo reciben.
Guía a toda verdad, fortalece la memoria y muestra las cosas que
están por venir. Además, Joel ha dicho que los faculta para soñar
sueños, ver visiones y profetizar.

Las señales siguieron la predicación de Pedro

Pregunto nuevamente, ¿dónde halláis que entre los hombres


se predique un evangelio como éste? ¿Andarían los hombres
lamentando semanas enteras, sin el perdón de los pecados y el
consuelo del Espíritu Santo, si viniese Pedro para decirnos
precisamente cómo podríamos obtener esas bendiciones?
80
Hechos 2:38, 39.
¿Qué pensaríais, si en una reunión se arrimasen al frente tres
mil hombres para que se hiciera oración por ellos, y uno de los
ministros (a semejanza de Pedro) les mandase que se
arrepintieran, cada uno de ellos, y se bautizaran para la remisión
de sus pecados, prometiendo que todos los que obedeciesen
recibirían la remisión de los pecados y el don del Espíritu Santo,
que los facultaría para soñar sueños y profetizar; y luego fuese con
sus hermanos que tuviesen el mismo llamamiento, y en esa misma
hora se pusiese a bautizar, y continuara la obra hasta que todos
quedasen bautizados; y el Espíritu Santo descendiese sobre ellos y
entonces empezaran éstos a ver visiones, a hablar en otras
lenguas y a profetizar?
¿No se extenderían las nuevas por todas partes de que había
aparecido una doctrina nueva, muy diferente de lo que ahora se
practica entre los hombres? ¡Oh, sí! vosotros respondéis - eso
ciertamente sería algo nuevo y muy extraño para todos nosotros."
Pues aunque parezca extraño, es el mismo evangelio que predicó
S. Pedro el día de Pentecostés. S. Pablo declaró que él predicaba el
mismo evangelio que Pedro, y también dijo: “Mas aun si nosotros o
un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos
anunciado, sea anatema." 81 De manera que ya no tenéis que
asombraros, porque "estas señales" no siguen a los que creen
algún otro evangelio 0 doctrina, que se distingue de aquel que fue
predicado por los apóstoles.

Los apóstoles establecieron la norma del reino

Volvamos, empero, al reino de Dios que se organizó en los


días de los apóstoles. Hallamos que tres mil personas fueron
recibidas en el reino el primer día que se abrió la puerta. Estos,
junto con las numerosas conversiones que más tarde se lograron,
eran súbditos de este reino, el que, estando bien ajustado, creció
para ser un templo santo en el Señor.
De manera que nos hemos desembarazado de los escombros
de la tradición y superstición cristianas que se hallaban
amontonados alrededor de nosotros; y habiendo buscado
cuidadosamente, hemos descubierto al fin el reino de Dios como
existía cuando primeramente fue organizado en los días de los
apóstoles. También hemos visto que es sumamente distinto de
todos los sistemas modernos de religión en cuanto a sus oficiales,
ordenanzas, poderes y privilegios; y de tal manera, que nadie tiene
necesidad de confundir una cosa con la otra.
81
Gálatas 1:8.
Habiendo hecho este descubrimiento, examinaremos en
seguida el desarrollo de ese reino entre los judíos y los gentiles, y
cuáles fueron sus frutos, dones y bendiciones de que participaron
sus ciudadanos.
Poco después de la organización del reino de Dios en
Jerusalén, Felipe fue a Samaria a predicar el evangelio; y cuando
creyeron a Felipe, se bautizaron hombres y mujeres y hubo grande
gozo entre ellos. Más tarde, Pedro y Juan descendieron de
Jerusalén, y oraron y pusieron las manos sobre ellos para que
recibiesen el Espíritu Santo. Observemos que primeramente
creyeron y fueron bautizados, y sintieron grande gozo, mas todavía
no habían recibido el Espíritu Santo. Sin embargo, les fue conferido
más tarde por la imposición de manos y la oración en el nombre de
Jesús. ¡Oh, cuán diferente esto de los sistemas de los hombres!
Examinemos la conversión de Pablo mientras viajaba a
Damasco. Le apareció el Señor Jesús mientras iba por el camino;
mas en lugar de decirle que le eran perdonados sus pecados, y
luego derramar el Espíritu Santo sobre él, fue enviado a Damasco y
se le dijo que allí le sería comunicado lo que debería hacer.
Habiendo llegado a Damasco, fue a verlo Ananías, el cual le mandó
no detenerse más, y le declaró: "Levántate, y bautízate, y lava tus
pecados, invocando su nombre." 82 Entonces se levantó y se
bautizó y fue lleno del Espíritu Santo, y desde entonces empezó a
predicar que Jesús era el Cristo.

El bautismo es esencial a la salvación

También podemos ver la ocasión en que S. Pedro fue a


Cornelio, un gentil muy piadoso, cuyas oraciones y limosnas
habían subido en memoria a la presencia de Dios, y aun había
recibido la ministración de un ángel. Mas no obstante toda su
piedad, y aun el hecho de que antes de ser bautizados, se derramó
el Espíritu Santo sobre él y sus amigos, tuvieron que recibir el
bautismo o de lo contrario no podrían ser salvos.
¿Por qué? Porque el Señor había dado mandamiento a los
apóstoles de predicar a toda criatura; y aquel que no creyera, y no
se bautizara, sería condenado, sin excepción. Reparemos en las
palabras del ángel a Cornelio: "Él [Pedro] te dirá lo que te conviene
hacer." Ahora cabe preguntar: ¿Podría Cornelio haberse salvado sin
obedecer las palabras de Pedro? De ser así, la misión del ángel fue
en vano.
82
Hechos 22:16.
Si un ministro encuentra a un hombre tan bueno como lo fue
Cornelio, tal vez le dirá: "Vamos, hermano, tú puedes ser salvo,
has experimentado la religión; puedes ciertamente ser bautizado
como demanda de una buena conciencia, si lo crees tu deber; mas
si no, nada importa, un corazón nuevo es lo único que realmente
se requiere para la salvación." Como si se dijera que los
mandamientos de Jesús no son absolutamente necesarios para
poder ser salvos; un hombre puede clamar Señor, Señor, y
salvarse igual que si guardase sus mandamientos. ¡Oh vana e
insensata doctrina! ¡Oh, hijos de los hombres, cómo habéis
pervertido el evangelio! ¡En vano clamáis Señor, Señor, y no
obedecéis sus mandamientos!
Enseguida evocaremos el caso del carcelero y su familia, que
fueron bautizados la misma hora en que creyeron, sin esperar que
amaneciese; y a Lidia y su familia, que cumplieron con la
ordenanza después del primer sermón que oyeron sobre el tema.
También Felipe y el eunuco, que mandó parar el carro al llegar a
las primeras aguas que encontraron a fin de observar la
ordenanza, aunque el eunuco había oído hablar de Jesús por
primera vez sólo momentos antes.
En vista de todos estos ejemplos de los días antiguos, y los
preceptos expuestos en ellos, me permito deducir que el bautismo
era la ordenanza iniciadora, mediante la cual todos aquellos que
creían y se arrepentían, eran recibidos y adoptados en la Iglesia o
reino de Dios, para así tener derecho a la remisión de pecados y
bendiciones del Espíritu Santo. Por cierto, era la ordenanza
mediante la cual se convertían en hijos e hijas; y por llegar a ser
hijos, el Señor derramaba el Espíritu de su Hijo en el corazón de
ellos, y así clamaban: "Abba, Padre.”
Es cierto que el Señor mandó el Espíritu Santo sobre Cornelio
y sus amigos antes de ser bautizados; pero tal parece que fue
necesario hacerlo así para convencer a los judíos creyentes que
también los gentiles podían participar de esa salvación. Y me
parece que es el único caso, en toda la historia del mundo, donde
persona alguna haya recibido el Espíritu Santo sin obedecer
primero las leyes de adopción.
Sin embargo, hay que observar que las leyes de adopción no
pueden convertir a un hombre en heredero del reino, en ciudadano
con todo derecho a las bendiciones y dones del Espíritu, a menos
que dichas leyes y ordenanzas sean administradas por uno que
tenga la debida autoridad, y haya sido propiamente comisionado
por el Rey. También se debe entender que la comisión otorgada a
un individuo no autoriza a otro para que obre en su lugar. Este es
uno de los puntos más importantes que hay que comprender, ya
que pone a prueba a todos los ministros de la cristiandad, y
examina la organización de cuanta iglesia se halla sobre la tierra,
junto con todas las que han existido desde que cesó la inspiración
directa.
A fin de llegar a este asunto con claridad, consideremos la
constitución de los gobiernos terrenales concerniente a la
autoridad y leyes de adopción. Diremos, por ejemplo, que el
presidente del país firma una comisión para Fulano, en la que
debidamente lo autoriza para obrar en algún puesto del gobierno.
Durante su administración llegan dos señores de otra nación para
vivir en el país. Siendo extranjeros, y deseando hacerse
ciudadanos, se presentan ante Fulano para rendir su protesta de
homenaje en forma debida, y él certifica que así se hizo. Esto los
constituye en ciudadanos legales, con derecho a todos los
privilegios de que disfrutan los que son ciudadanos o súbditos por
nacimiento.
Sucede que Fulano muere después de esto, y Mengano,
buscando entre sus papeles, halla la comisión otorgada a Fulano, y
tomándola para su propio uso, asume el puesto vacante. Mientras
tanto, llegan dos extranjeros y hacen su solicitud de ciudadanía.
Habiéndose informado con personas que ignoraban los asuntos del
gobierno, que Mengano podía administrar los pasos requeridos
para hacer la adopción, se presentan ante él para que les arregle
su ciudadanía, sin que se les ocurra examinar su autoridad.
Mengano les expide su carta de ciudadanía, y ellos creen que han
sido legalmente naturalizados, igual que todos los demás, y que
gozan de todos los derechos de ciudadanos.
Pasa el tiempo, se hace una investigación de su ciudadanía, y
ellos presentan el certificado expedido por Mengano. El presidente
pregunta: ¿Quién es Mengano? Yo no le he dado ninguna comisión
para que ocupe puesto alguno. No lo conozco; vosotros sois
extranjeros sin derechos hasta que vayáis ante el sucesor de
Fulano, legalmente nombrado, o alguna otra autoridad
competente, que haya recibido del presidente una comisión en su
propio nombre. Mientras tanto, Mengano es aprehendido y
castigado de acuerdo con la ley por falsificador y por arrogarse una
autoridad que jamás le fue conferida.
Los falsos sacerdotes usurpen la autoridad

Así es en el reino de Dios. El Señor autorizó a sus apóstoles y


a otros por revelación directa, y por el espíritu de la profecía, para
que predicaran, bautizaran y edificaran su iglesia y reino. Al poco
tiempo murieron, y después de haber transcurrido mucho tiempo,
los hombres hallaron sus comisiones, donde se dice a los once
apóstoles: "Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda
criatura", etc. Habiendo presumido que pueden emplear estas
palabras como su autoridad, y sin más comisión, han salido, según
creen, a predicar el evangelio y a bautizar y edificar la iglesia y el
reino de Dios. Pero los que son bautizados por ellos nunca reciben
las mismas bendiciones y dones que distinguían a los santos o
ciudadanos del reino en los días de los apóstoles. ¿Por qué? Porque
todavía son extranjeros y forasteros, pues la comisión que se dio a
los apóstoles jamás autorizó a otro hombre a obrar por ellos.
Es una prerrogativa que el Señor se reservó para sí mismo.
Ningún hombre tiene el derecho de asumir este ministerio, sino el
que es llamado por revelación, y es debidamente facultado por el
Espíritu Santo para oficiar en su llamamiento.
Quizá exclamaréis asombrados: "¿Cómo? ¿Ninguno de los
ministros de la actualidad ha sido llamado a la obra del ministerio,
ni comisionado legalmente?" Pues, os diré cómo podréis saberlo de
la boca de ellos mismos, y eso será mucho mejor que cualquier
respuesta que yo os pudiese dar. Id a los ministros, preguntadles si
Dios jamás ha dado una revelación directa desde que se recopiló el
Nuevo Testamento; que os digan si el don de la profecía cesó con
los primeros días de la Iglesia, y por último, preguntadles si en
estos días se necesitan o se esperan revelaciones, profetas, la
ministración de ángeles, etc., o si creen que estas cosas han sido
quitadas para nunca más volver a la tierra. Veréis que su
respuesta será que la Biblia contiene lo suficiente, y en vista de
que el canon de las Escrituras está completo, el espíritu de la
profecía y la ministración de ángeles han cesado, porque ya no se
necesitan. En una palabra, denunciarán como impostor a todo el
que cree en esas cosas.
Luego que hayáis recibido esa contestación, preguntadles
cómo fueron ellos llamados y comisionados para predicar el
evangelio, y no sabrán qué responder; y por fin os dirán que la
Biblia los comisionó, porque dice: "Id por todo el mundo", etc.
El Señor rechaza a los ministros falsos

Veis, pues, que todos aquellos que no han recibido una


revelación personal directamente del Rey de los Cielos, ya sea por
medio de ángeles, la voz de Dios o el espíritu de la profecía, están
obrando mediante una autoridad que fue dada a otros que ya han
muerto, cuya comisión ha sido robada y su autoridad usurpada.
Entonces el Rey dirá: A Pedro conozco, y Pablo sé quien es, pues
yo los comisioné; mas vosotros ¿quiénes sois? No os conozco,
nunca os hablé en mi vida; por cierto, creísteis que no era
necesario que yo os hablase en vuestros días. De modo que nunca
procurasteis una revelación con fe; y jamás os la di. Aun cuando
hablaba a otros, vosotros los vilipendiabais y los llamabais
impostores y los perseguíais porque testificaban de las cosas que
yo les había comunicado. Por tanto: "Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles: Porque tuve
hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de
beber; fui huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me
cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis." Pero Señor,
¿cuándo no te ministramos estas cosas? De cierto os digo, en
cuanto no lo habéis hecho al menor de estos, mis hermanos
( acusándolos de impostores porque testificaron de las cosas que
yo les había revelado), ni a mí lo hicisteis. 83

La Iglesia goza de dones espirituales

Volviendo a nuestro tema, ya que hemos examinado el reino


de Dios en cuanto a sus oficios y ordenanzas, y hemos descubierto
el único medio de entrar en él, consideraremos más
detalladamente las bendiciones, privilegios y solaz de sus
ciudadanos. Ya hemos visto que podrían echar fuera demonios,
hablar nuevas lenguas, sanar a los enfermos por la imposición de
manos en el nombre de Jesús, así como ver visiones, soñar sueños,
profetizar, etc. ,
Vamos ahora a estudiar el reino en su condición organizada
para ver si se realizaron estas promesas para los judíos y los
gentiles, y si el reino de Dios existió en todas las edades del
mundo.
Escribiendo S. Pablo (1) "A la iglesia de Dios que está en
Corinto"; ( 2 ) a los "santificados en Cristo Jesús"; (3) a los que "son
llamados santos" y (4) "a todos. los que invocan el nombre de

83
Mateo 25:31-46.
nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar", 84 les dice a todos
ellos en I Corintios 12:1: "Y acerca de los dones espirituales, no
quiero, hermanos, que ignoréis." Y continuando sus instrucciones
en los siguientes versículos, dice así: "Empero a cada uno le es
dada manifestación del Espíritu para provecho. Porque a la verdad,
a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra
de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu;
y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu; a otro,
operaciones de milagros; y a otro, profecía; y a otro, discreción de
espíritus; y a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de
lenguas.
"Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu,
repartiendo particularmente a cada uno como quiere. Porque de la
manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero
todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así
también Cristo. Porque por un Espíritu somos todos bautizados en
un cuerpo, ora Judíos o Griegos, ora siervos o libres; y todos hemos
bebido de un mismo Espíritu. Pues ni tampoco el cuerpo es un
miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no
soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja:
Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo?
Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese
oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los
miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como quiso. Que si todos
fueran un miembro, ¿dónde estuviera el cuerpo?" Yo contesto que
no existiría.

La Iglesia verdadera tiene apóstoles y profetas

"Mas ahora muchos miembros son a la verdad, empero un


cuerpo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te he menester: ni
asimismo la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Antes, mucho más los miembros del cuerpo que parecen más
flacos, son necesarios; y a aquellos del cuerpo que estimarnos ser
más viles, a éstos vestimos más honrosamente; y los que en
nosotros son menos honestos, tienen más compostura. Porque los
que en nosotros son más honestos, no tienen necesidad: mas Dios
ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba;
para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los
miembros todos se interesen los unos por los otros. Por manera
que si un miembro padece, todos los miembros a una se duelen; y

84
1 Corintios 1:1, 2.
si un miembro es honrado, todos los miembros a una se gozan.
Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte.
"Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles,
luego profetas, lo tercero doctores; luego facultades; luego dones
de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas. ¿Son
todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos doctores? ¿todos
facultades? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos
lenguas? ¿interpretan todos? Empero procurad los mejores dones:
mas aun yo os muestro un camino más excelente.” 85
El versículo 13 del capítulo anterior nos hace saber que el
apóstol aún está hablando a la Iglesia entera en todas las edades,
sean judíos o gentiles, esclavos o libres, todos aquellos que llegan
a ser parte del cuerpo de Cristo; y les muestra que el cuerpo de
Cristo se compone de muchos miembros, todos bautizados en un
cuerpo por el mismo Espíritu, todos gozando de estos distintos
dones, uno recibiendo éste y otro aquél. Entonces dice
terminantemente que un miembro que tiene un don no debe decir
a otro que tiene un don diferente: No tengo necesidad de ti.

Los profetas y los dones prueban la divinidad de la Iglesia

Habiendo mostrado que se necesitan los apóstoles, profetas,


evangelistas, pastores y doctores, junto con los dones de profecía,
milagros, sanidades y otros dones, para integrar la iglesia o cuerpo
de Cristo, sea la edad que sea, ora entre judíos o gentiles, ora
entre esclavos o libres; y habiendo expresamente prohibido a
todos los miembros a decir: "No tenemos necesidad de ti", con
referencia a los dones, el apóstol entonces les declara que el
cuerpo nunca podría perfeccionarse sin todos ellos, y que si fuesen
quitados, no habría cuerpo; es decir, no existiría la Iglesia de
Cristo.
Después de explicarles estas cosas con toda claridad, el
apóstol Pablo los exhorta a que procuren los mejores dones. En el
capítulo 13 los amonesta a que tengan fe, esperanza y caridad, sin
las cuales todos los dones mencionados nada les aprovecharían.
También en el capítulo 14 les repite otra vez la misma exhortación:
"Seguid la caridad; y procurad los dones espirituales, mas sobre
todo que profeticéis." 86
Luego en Efesios 1:17, S. Pablo ruega que el Señor conceda a
la Iglesia el espíritu de sabiduría y de revelación en el
85
1 Corintios 12:7-31.
86
I Corintios 14:1.
conocimiento de Él. Además, en Efesios 4:5-8, les dice que hay un
cuerpo y un Señor, un Espíritu, una fe y un bautismo; y que Cristo
subió en alto y llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los
hombres.
Y que "él mismo dio unos, ciertamente apóstoles; y otros,
profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores."
Y si se desea saber el objeto de estos dones u oficios, sólo
tiene que leerse el versículo 12: "Para perfección de los santos,
para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo."
Si se pregunta hasta cuándo habían de durar, el versículo 13
da la respuesta: "Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y
del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida
de la edad de la plenitud de Cristo."
Si todavía se quiere saber qué otro propósito tenía el Señor
cuando dio estos dones, puede leerse el versículo 14: "Que ya no
seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento
de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar,
emplean con astucia los artificios del error."

La apostaría viene por rechazar a los profetas y los dones

Sin estos dones y oficios, los santos, en primer lugar, no


pueden perfeccionarse; en segundo, no puede llevarse a cabo la
obra del ministerio; en tercero, no puede ser edificado el cuerpo de
Cristo, y cuarto, nada hay que impida que sean llevados por
doquiera por todo viento de doctrina.
Pues yo sin temor declaro que la causa de toda la división,
confusión, choques, desacuerdos y enemistades; y el fecundo
manantial de tantas fes, señores, bautismos y espíritus; y la razón
por la que se está ofuscando el entendimiento de los hombres, y
son desviados de la vida que es según Dios por la ignorancia que
hay en ellos a causa de la ceguedad de sus corazones, se debe a
que no tienen ni apóstoles, ni profetas, ni dones, inspirados de lo
alto, a quienes pudiesen obedecer. Si tuviesen esos dones, y los
escuchasen, estarían edificados en un solo cuerpo en la doctrina
pura de Cristo, y tendrían un Señor, una fe, un bautismo y una
misma esperanza de su vocación. Se hallarían edificados,
fortalecidos en Cristo en todas las cosas, en quien todo el cuerpo,
bien ajustado, crecería para ser un templo santo en el Señor.
Sin embargo, mientras las astucias de los hombres puedan
persuadirlos a creer que no tienen necesidad de estas cosas, serán
llevados por doquiera por todo viento de doctrina, según la
voluntad de aquéllos.
Así pues, hemos terminado nuestro estudio del reino de Dios,
según existió en los días de los apóstoles; y no podremos verlo en
ninguna otra época sino hasta que de nuevo sea restituido en los
últimos días, porque nunca pudo existir, ni jamás existirá sin
apóstoles, profetas y todos los demás dones del Espíritu.

El anticristo reina en la cristiandad moderna

Si nos pusiéramos a examinar las iglesias, desde la época en


que cesó la inspiración, hasta el tiempo presente, no veríamos
nada que se pareciera al reino que hemos estado examinando con
tanta admiración y placer. Pues en lugar de apóstoles y profetas,
veríamos maestros falsos que los hombres se han amontonado; en
vez de los dones del Espíritu, hallaríamos la sabiduría de los
hombres; más bien que las ordenanzas de Dios, tendríamos los
mandamientos de los hombres; muchos falsos espíritus en lugar
del Espíritu Santo; opiniones en lugar de conocimiento;
especulación en lugar de revelación; en vez de unión, divisiones;
en vez de fe, dudas; en vez de esperanza, desesperación; odio más
bien que caridad; un médico más bien que la imposición de manos
para sanar a los enfermos; fábulas más bien que la verdad; el mal
pasaría por bien, y el bien por mal; la luz pasaría por tinieblas, y
las tinieblas por luz. En una palabra, habría anticristo en lugar de
Cristo, porque los poderes de la tierra han hecho guerra contra los
santos y los tienen vencidos, hasta que las palabras de Dios se
hayan cumplido.
¡Oh, Dios mío, cierra la visión! Mi corazón se desfallece
cuando miro. Haz que pronto llegue el día en que la tierra será
purificada por fuego de tan terrible corrupción. Pero primeramente
cúmplase la promesa que hiciste por boca de tu siervo Juan, que
llamarías a tu pueblo, diciendo: "Salid de ella, pueblo mío, porque
no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus
plagas." 87 Entonces, oh Señor, cuando ya hayas llamado a tu
pueblo de en medio de ella, por la voz de los pescadores y
cazadores que has prometido enviar en los últimos días para
recoger a Israel; sí, cuando se haya renovado tu pacto sempiterno
y tu pueblo esté establecido en él, permite que sus plagas le
sobrevengan en un día: muerte, lamentos y hambre; sea ella
quemada con fuego, para que así tus santos apóstoles y profetas,
y todos aquellos que temen tu nombre, grandes y pequeños, se
87
Apocalipsis 18:4.
regocijen porque Tú habrás vengado la sangre de tus santos en
ella. Pido estas cosas en el nombre de Jesucristo. Amén.
CAPITULO 4
DEL LIBRO DE MORMÓN, EL ORIGEN DE LOS INDIOS
AMERICANOS, ETC.

¡Lejos de aquí, oh lúgubre visión!


La musa hallado ha más noble inspiración.
Su lira nuevas glorias cantará
Que el mundo con asombro mirará.
¡Ved! de los cielos baja en potestad
Un ángel, con la luz de la verdad;
De nuevo el evangelio va a impartir,
Su plenitud al hombre restituir.
La tierra obediente rinde ya.
La historia ocultada siglos ha.
El sabio, confundido, enmudeció.
El arrogante, de temor tembló.
En vano es combatida la verdad
Por religiosos llenos de maldad,
Sus artificios mil fracasarán;
Los hombres la verdad tendrán que oír,
De las tinieblas a la luz salir.

Los sacerdotes asalariados combaten la verdad

Mientras la obscuridad cubría la tierra y densas nieblas a sus


habitantes, todo hombre andaba por su propio camino buscando la
manera de sacar provecho. El Señor había guardado el silencio por
mucho tiempo, y el Pueblo se hacía la ilusión de que la voz de la
inspiración no volvería a resonar en los oídos de los mortales para
perturbarlos o molestarlos en sus carreras de pecado. Unos pocos,
sin embargo, esperaban el consuelo de Israel y clamaban a Dios
que llegara el día anhelado en el que volaría un ángel por en
medio del cielo, trayendo el evangelio eterno para predicarlo a los
moradores de la tierra.
¡De pronto se oye una voz en el desierto; llega una
proclamación a los oídos de los mortales y se oye un testimonio
entre ellos que penetra lo más recóndito de sus corazones!
Inmediatamente los paganos empiezan a encolerizarse, y el pueblo
se imagina cosa vana; los ministros, con voz amonestadora gritan:
¡Impostores, falsos profetas, cuidaos de los engaños, etc! Y los
profesores de religión, el borracho, el blasfemo, el instruido y el
ignorante no tardan en aprenderse el clamor, y en servirle de eco.
De manera que repercute desde un extremo del país hasta el
otro por mucho tiempo, y si por fortuna alguno conserva la calma y
pregunta francamente: "¿Qué pasa?", la respuesta que recibe es la
siguiente: "Nosotros mismos no sabemos muy bien de lo que se
trata; pero baste decir que han aparecido unos individuos que a
semejanza de S. Pablo testifican del ministerio de ángeles, o
alguna revelación o inspiración, como si en esta época de
alumbramiento fuese a volver a la tierra la religión de los días
antiguos y la fe que en un tiempo tuvieron los santos; por tanto, no
sólo corren peligro nuestros artificios, sino que probablemente se
hablará contra nuestros sistemas modernos de religión, que se
basan en la sabiduría y ciencia de hombres que carecen de
inspiración directa, y de este modo llegará a ser despreciada su
magnificencia que todo el mundo actualmente adora."
Y de nuevo todos gritan en alta voz, diciendo: "¡Grande es la
sabiduría del hombre; grandes son los sistemas de la teología
moderna; grande la prudencia de los sacerdotes sin inspiración
que vienen entre nosotros con facilidad de palabra y con la ciencia
de los hombres, resueltos a no saber otra cosa entre nosotros, sino
sus propias opiniones y credos!
"Sus palabras y predicaciones son según las palabras
halagadoras del conocimiento de los hombres, no con la
demostración del Espíritu y del poder, porque eso ya dejó de ser,
pues ha de fundarse nuestra fe no en el poder de Dios> más en la
sabiduría del hombre.

Confusión palpable entre los críticos del Libro de Mormón

En medio del estruendo, clamor y prejuicio de un mundo


contrario, es difícil lograr que la gente entienda los hechos
relacionados con uno de los asuntos más importantes que jamás
se han presentado para la consideración del género humano.
El Libro de Mormón quizá ha sido menos entendido y más mal
interpretado por el mundo en general, que cualquier otra
publicación que ha salido a luz.
Todos los países se han visto inundados, por decirlo así, de
publicaciones contra dicho libro, muchas de ellas escritas por
personas que jamás han visto el libro, o por aquellos que
solamente han examinado una o dos páginas, o han ojeado el libro
con prejuicio y la determinación de hallar faltas en él.
Algunos lo han pintado como un romance; otros, como una
Biblia nueva que tiene por objeto reemplazar la Biblia o eliminarla
por completo. Mientras que por una parte, no ha faltado quienes
hayan dicho que es un "disparate" que no vale la pena leer, otros
lo han declarado la obra literaria más ingeniosa que jamás se ha
escrito".
Ha sido criticado por ser tan semejante a la Biblia y por
concordar tanto con ella; por otra parte, algunos lo condenan por
no ser como la Biblia, y por no estar de acuerdo con ella. Mientras
que unos lo denuncian por ser notoriamente corrupto, inmoral y
blasfemo en sus principios, otros lo han condenado por ser tan
excesivamente puro y moral en sus principios, que sólo tiene por
objeto engañar.
Un ministro, particularmente, en un folleto de sesenta
páginas sobre este libro, lo condena por ser una "mezcla extraña
de fe y obras, de la misericordia de Dios y la obediencia de sus
criaturas". Algunas personas literarias han dicho que es demasiado
antiguo en cuanto a su estilo, idioma y temas, y así da
testimonio interno de su propia antigüedad; y otros lo han
censurado por tener todas las trazas de un producto moderno.
Mientras que unos han dicho que no contiene ninguna
profecía clara sobre lo futuro, cuyo cumplimiento o falta de
cumplimiento podría servir como norma para juzgar sus méritos
proféticos, otros han citado extensamente de sus profecías más
claras y precisas, relacionadas con circunstancias que están a
punto de verificarse, y lo han condenado por motivo de su claridad.
En medio de estas declaraciones contrarias, se destaca
nuestro deber de mostrar, hasta donde sea posible, lo que
realmente es el Libro de Mormón.

¿Qué es el Libro de Mormón?

Cuando el Señor confundió las lenguas en Babel, sacó de allí a


una colonia y la condujo al continente occidental que hoy se
conoce como América. Esta colonia, después de haber cruzado el
océano en ocho barcos, se estableció en el país, y con el
transcurso del tiempo llegó a ser una nación muy grande que vivió
en América más o menos mil quinientos años. Fueron por fin
destruidos, a causa de sus iniquidades, aproximadamente
seiscientos años antes de Cristo. Un profeta llamado Eter escribió
su historia e hizo un relato de su destrucción.
Eter vivió hasta presenciar su completa destrucción, y
escondió sus anales donde más tarde los halló una colonia de
israelitas, que vinieron de Jerusalén seiscientos años antes de
Cristo y repoblaron las Américas. Esta última colonia se componía
de descendientes de la tribu de José. Crecieron y se multiplicaron,
y por último, de ellos se desprendieron dos grandes naciones. Una
de ellas fue la de los nefitas, por ser Nefi su fundador; la otra se
llamó lamanitas, porque el nombre de uno de sus jefes fue Lamán.
Los lamanitas llegaron a ser un pueblo errante, de cutis
obscuro, de quienes son un resto los indios de las Américas. Los
nefitas fueron una nación esclarecida y civilizada, que el Señor
favoreció altamente. Tuvieron entre ellos visiones, el ministerio de
ángeles y el don de la profecía de generación en generación, y por
último fueron bendecidos con la aparición personal de Jesucristo
después de su resurrección. De Él recibieron la doctrina del
evangelio y el conocimiento de lo futuro a través de las
generaciones subsiguientes. Pero después de recibir todas estas
bendiciones y privilegios que les fueron conferidos, cayeron en una
iniquidad terrible durante el tercer y cuarto siglo de la era
cristiana, y por último fueron destruidos por los lamanitas. Esta
destrucción ocurrió unos cuatrocientos años después de Cristo.

¿Quién era Mormón?

Mormón vivió en esa época; era nefita y profeta de Dios.


Mandado por el Señor, hizo un compendio de los anales sagrados
que contenían la historia de sus antepasados, y las profecías y
evangelio que habían sido revelados entre ellos. A éstas añadió la
historia de lo que ocurrió en sus días, además de la destrucción de
su pueblo.
Antes de su muerte la historia compendiada quedó en manos
de su hijo Moroni, que la continuó hasta como el año 421 después
de Cristo. Por esa época depositó los anales cuidadosamente en la
tierra, en un cerro que entonces se llamaba Cumora, el cual
actualmente está situado en el Distrito de Ontario, municipio de
Mánchester, Estado de Nueva York. Lo hizo así a fin de protegerlos
de los lamanitas, que habían conquistado el país y procuraban
destruir todos los anales que pertenecían a los nefitas. Esta
historia quedó escondida o sellada desde como el año 421 hasta el
22 de septiembre de 1823, fecha en que la descubrió José Smith,
hijo, que fue dirigido por un ángel del Señor al sitio donde se
hallaba depositada.
¿Fueron enterradas las planchas de Mormón?

La siguiente narración del descubrimiento y traducción de los


anales de referencia ha salido de la pluma de Orson Pratt:
"A qué profundidad enterró Moroni estos anales, no estoy en
posición de determinar; pero al tomarse en cuenta el hecho de que
tenían unos mil cuatrocientos años de estar sepultados, y en una
cuesta muy pendiente del cerro, no puede uno sino concluir que
debe haber sido a una hondura apreciable, porque la tierra
naturalmente se iría desgastando durante ese tiempo. Sin
embargo, por hallarse cerca de la cima, quizá no llegaba a dos
terceras partes la tierra que se había deslavado. Otra circunstancia
probable que también debe haber evitado que se desgastase la
tierra, fue que el cerro quedó cubierto de árboles después de la
destrucción de los nefitas, y sus raíces deben haber detenido la
tierra. Sin embargo, sobre este punto cada cual puede sacar sus
propias conclusiones y formarse sus propias especulaciones.
"Baste decir que se hizo una excavación de profundidad
suficiente, en el fondo de la cual se colocó una piedra de tamaño
adecuado, cuya superficie superior era lisa. En cada uno de sus
extremos se puso una amplia cantidad de cemento, y en éste, por
los cuatro lados de dicha losa, se colocaron verticalmente otras
cuatro piedras, para que, descansaran sobre la que servía de
fondo. Con estas últimas cuatro se formó una caja, y donde los
extremos de éstas daban una con otra, también las unieron
firmemente con cemento, para que no pudiera penetrar la
humedad. Cabe aquí notar que la superficie interior de estas
cuatro piedras que servían de lados a la caja, también era lisa.
"Esta caja era de tamaño suficiente para dar cabida a un
peto, como el que los antiguos usaban para protegerse el pecho de
las flechas y armas de sus enemigos. Del fondo de la caja, o del
peto se levantaban tres columnas pequeñas, compuestas de la
misma clase de cemento que se había usado en los extremos; y
sobre estas tres columnas descansaban los anales . . Esta caja,
que contenía la historia, tenía por tapa otra piedra, lisa por el lado
de adentro y redonda por la parte exterior.
"Cuando por primera vez la vio José Smith, la mañana del 22
de septiembre de 1823, se podía dintinguir parte de la piedra
sobre la superficie del suelo, mientras que las orillas estaban
cubiertas de tierra. Por esto se podrá ver que no importa a qué
profundidad Moroni había enterrado esta caja al principio, ya había
pasado el tiempo suficiente para desgastar la tierra a tal grado que
fácilmente podría descubrirla cualquiera que fuese dirigido al
lugar; y a la vez, no tanto así que llamara la atención a quien
pasara por allí. Después de llegar al sitio donde se hallaba, con tan
sólo remover la tierra que cubría las orillas, y tras un ligero
esfuerzo para levantar la tapa, su contenido quedó manifestado a
sus ojos.

Moroni instruye o José Smith

"Mientras veía y contemplaba aquel tesoro sagrado con


asombro y espanto, he aquí, el ángel del Señor que previamente lo
había visitado, de nuevo le apareció. Su alma quedó iluminada de
nuevo como en la noche anterior. Fue lleno del Espíritu Santo, los
cielos fueron abiertos y la gloria del Señor brilló alrededor y
descansó sobre él.
"En medio de su contemplación y admiración, el ángel le dijo:
¡Mira! Y mientras hablaba el mensajero celestial, José Smith vio al
Príncipe de las Tinieblas, rodeado de sus innumerables huestes.
Todo aquello se desplegó a su visión, y el ángel le declaró: 'Todo
esto te es mostrado, lo bueno y lo malo, lo santo y lo impuro, la
gloria de Dios y los poderes de las tinieblas, para que de aquí en
adelante conozcas los dos poderes, y nunca te dejes vencer por
aquel inicuo. He aquí, lo que impulsa y conduce a lo bueno, y a
hacer lo bueno, es de Dios; y lo que no, es del inicuo. Es éste el
que llena el corazón de los hombres de maldad para que anden
entre tinieblas y blasfemen a Dios; y así sabrás de hoy en adelante
que sus vías llevan a la destrucción, mas el camino de la santidad
es paz y sosiego.
" 'Ahora ves porqué no pudiste obtener estos anales; que el
mandamiento es estricto, y que si se han de obtener estas cosas
sagradas, será por la oración y por obedecer fielmente al Señor. No
se han depositado aquí con objeto de acumular ganancias y
riquezas, y granjearse la gloria de este mundo. Fueron selladas por
el Poder de la fe, y por motivo del conocimiento que en cierran, no
tienen valor alguno a los hijos de los hombres sino para su
instrucción.
“ 'En ellas está contenida la plenitud del evangelio de
Jesucristo, cual fue dado a los habitantes de esta tierra; y cuando
fuere traído por el poder de Dios, será llevado a los gentiles,
muchos de los cuales lo recibirán; y después la descendencia de
Israel será traída al redil de su Redentor, también por obedecerlo.
Los que guardaron los mandamientos del Señor en esta tierra así
lo pidieron a Él, y por la oración les fue prometido que si acaso sus
descendientes transgrediesen y cayesen, se guardaría una historia
para que llegara a sus hijos en los últimos días.

El destino sagrado del Libro de Mormón

" ‘Estas cosas son sagradas, y deben permanecer así, porque


se debe cumplir la promesa del Señor concerniente a ellas. Ningún
hombre puede obtenerlas, si su corazón es impuro, porque
contienen lo que es sagrado. . Con ellas el Señor efectuará una
obra grande y prodigiosa; la prudencia de los sabios se disipará y
el entendimiento del prudente quedará oculto. Por motivo de que
se ha de manifestar el poder de Dios> aquellos que dicen conocer
la verdad, mas andan entre engaños, temblarán de ira; mas el
corazón de los fieles será consolado con señas y maravillas, con
dones y sanidades, con las manifestaciones del poder de Dios y
con el Espíritu Santo.
" 'Ahora se te ha manifestado el poder de Dios así como el de
Satanás; ves que no hay cosa deseable en las obras de tinieblas;
que no pueden traer la felicidad; que los que son vencidos por ellas
son miserables. Por otra parte, los justos son bendecidos con un
lugar en el reino de Dios> donde los rodea un gozo inefable. Allí
descansan, fuera del poder del enemigo de la verdad, donde
ninguna maldad puede perjudicarlos. Se ven coronados con la
gloria de Dios, y continuamente participan de su bondad y
disfrutan de su sonrisa.
" 'He aquí, no obstante que has visto esta grande
manifestación de poder, mediante el cual siempre podrás discernir
a aquel inicuo, te doy aún otra seña; y cuando se cumpla sabrás
que el Señor es Dios, y que cumplirá sus promesas, y que el
conocimiento que se encierra en estos anales irá a toda nación y
tribu y lengua y pueblo bajo todos los cielos.

Moroni predice las persecuciones de los santos

" 'Esta es la señal: Cuando empiecen a conocerse estas cosas,


es decir, cuando sea notorio que el Señor te ha mostrado estas
cosas, las obras de iniquidad procurarán vencerte, circularán
mentiras a fin de destruir tu reputación y también intentarán
quitarte la vida. Mas recuerda que si eres fiel y que si en lo futuro
sigues obedeciendo los mandamientos del Señor, serás protegido
para que puedas sacar a luz estas cosas; porque en el debido
tiempo El de nuevo te dará mandamiento de venir por ellas.
" ‘Luego que hayan sido interpretadas, el Señor dará el santo
sacerdocio a algunos, para que empiecen a proclamar este
evangelio y a bautizar en el agua; y más tarde tendrán el poder
para conferir el Espíritu Santo por la imposición de manos.
Entonces aumentará más y más la persecución, porque serán
reveladas las iniquidades de los hombres, y los que no estén
fundados sobre la Roca intentarán destruir la Iglesia. Sin embargo,
cuanto más sea perseguida, mayor será su crecimiento, y se
extenderá cada vez más, aumentando en conocimiento, hasta que
sean santificados los que son de ella, y reciban una herencia donde
la gloria de Dios los cubrirá. Cuando esto acontezca, y todas las
cosas estén preparadas, serán reveladas las diez tribus de Israel
en el país del norte, donde han estado por mucho tiempo; y
cuando esto sea cumplido, se realizarán las palabras del profeta: Y
vendrá el Redentor a Sión, y a los que se volvieren de la iniquidad
en Jacob, dice Jehová. 88
" 'A pesar de que los obradores de maldad procurarán tu
destrucción, el brazo del Señor será extendido y saldrás triunfante,
si guardas todos sus mandamientos. Tu nombre será conocido
entre las naciones, porque la obra que el Señor efectuará por tus
manos causará que los justos se llenen de gozo y los malvados de
ira; aquéllos recordarán tu nombre con honor, éstos con vituperio,
pero a la vez con terror por causa de la obra grande y prodigiosa
que vendrá tras la manifestación de la plenitud del evangelio.
" 'Ahora ve, recuerda lo que el Señor ha hecho por ti, y sé
diligente en guardar sus mandamientos; y El te librará de las
tentaciones y de todos los lazos y artimañas del inicuo. No olvides
orar, a fin de que tu entendimiento se fortalezca, para que cuando
se te manifieste, tengas el poder para escapar de la maldad, y
puedas obtener estas cosas preciosas. "

Descripción de las planchas de oro

Declararemos aquí que los párrafos anteriores son extractos


de una carta escrita por Oliverio Cówdery, la cual se publicó en uno
de los números del periódico de los Santos de los Últimos Días,
"Messenger and Advocate" (Mensajero y Defensor).
Por boca del ángel se comunicaron muchas otras
instrucciones a José Smith, que no escribimos en esta obra. Sin
embargo, los puntos más importantes quedan comprendidos en la
relación anterior. Durante los cuatro años siguientes,
88
Isaías 59:20
frecuentemente recibió instrucciones del mensajero celestial, y la
mañana del 22 de septiembre de 1827, el ángel del Señor le
entregó las planchas.
La historia se hallaba grabada en planchas que tenían la
apariencia de oro. Cada plancha u hoja medía aproximadamente 7
pulgadas de ancho por 8 de largo, y menos gruesa que la hoja de
lata. Por ambos lados estaban llenas de grabados, en caracteres
egipcios, y dispuestas en un tomo, como las hojas de un libro. Se
hallaban sujetas por medio de tres anillos que atravesaban el
conjunto de uno de sus extremos. El volumen tenía
aproximadamente 6 pulgadas de espesor, y parte de él estaba
sellado. Los caracteres o letras que se hallaban sobre la parte que
no estaba sellada eran pequeños y estaban hermosamente
grabados. El libro entero indicaba de muchas maneras la
antigüedad de su construcción, así como mucha habilidad en el
arte de grabar.
Con los anales se descubrió un instrumento curioso, llamado
por los antiguos el Urim y Tumim, el cual se componía de dos
piedras transparentes, límpidas como el cristal, colocadas en los
dos aros de un arco, que los videntes usaban en tiempos antiguos.
Era un instrumento por medio del cual recibían revelaciones de
cosas distantes, o de cosas pasadas o futuras.

El populacho intenta robar las planchas

Mientras tanto, habiéndose informado que José Smith había


visto visiones celestiales y que había descubierto unos anales
sagrados, los vecinos que vivían alrededor empezaron a ridiculizar
aquellas cosas y a mofarse de ellas. Después que recibió las cosas
sagradas, y mientras se dirigía a casa a través de los campos, fue
asaltado por dos rufianes que se habían escondido con objeto de
robarle los anales. Uno de ellos le asestó un golpe con un garrote
antes que él pudiera darse cuenta de su presencia; pero siendo
fuerte y grande de estatura, hizo un tremendo esfuerzo, se libró de
ellos y corrió hacia su casa. Lo persiguieron hasta que llegó cerca
de la residencia de su padre, y entonces, temiendo ser
descubiertos, sus enemigos huyeron por otro camino.
No tardó la noticia de su descubrimiento en extenderse por
toda aquella región. Informes falsos, representaciones erróneas y
viles calumnias se diseminaron por toda dirección, como si fuera
en las alas del viento. Frecuentemente se metían en la casa grupos
de personas con malas intenciones. Varias veces dispararon contra
él, y apenas escapó. Se empleó cuanta artimaña pudieron inventar
para quitarle las planchas.
Hallándose continuamente en peligro de estas bandas de
malhechores, por fin decidió partir de allí e irse a Pensilvania. Por
consiguiente, recogió sus cosas, y escondiendo las planchas en un
barril de frijoles o porotos, emprendió su viaje. No había caminado
gran cosa, cuando lo alcanzó un agente de policía con una orden
de registro. Muy confiado en que indudablemente obtendría las
planchas, se puso a buscar con toda diligencia, pero quedó muy
chasqueado cuando no pudo encontrarlas.
Antes de poder llegar a su destino, de nuevo lo detuvo otro
agente con el mismo objeto; y después de registrar
minuciosamente el carro y su contenido, se fue tan chasqueado
como el primero, por no, poder descubrir lo que andaba buscando.
Sin más molestias continuó su camino hasta que llegó a la parte
norte del estado de Pensilvania, cerca del río Susquehanna, donde
vivía su suegro.

Se traducen las planchas por el poder de Dios

Habiendo hallado una casa, comenzó a traducir los anales,


por el don y el poder de Dios, con la ayuda del Urim y Tumim. No
teniendo mucha habilidad para escribir, se vio obligado a emplear
un amanuense que escribiera la traducción según él la dictaba.
Mientras tanto, hizo una copia de algunos de los caracteres
originales, junto con su traducción, la que llevó consigo a la ciudad
de Nueva York un señor llamado Martín Harris. Allí la presentó a un
caballero instruido llamado Anthon, que afirmaba conocer
extensamente muchos idiomas, tanto antiguos como modernos.
Examinó los caracteres, mas no pudo descifrarlos correctamente;
pero dijo que si le llevaban los anales originales, él podría ayudar a
traducirlos.
Volviendo a nuestra relación, José Smith continuó la obra de
la traducción, según se lo permitían sus circunstancias
económicas, hasta que terminó la parte de los anales que no
estaba sellada. La parte traducida lleva por título "El Libro de
Mormón."
"Pues si no fuera por el elemento milagroso -dice el
impugnador-- el libro sería considerado como uno de los
descubrimientos más grandes que el mundo ha conocido. Si uno
hubiese estado arando, o cavando un pozo o un sótano, cuando
accidentalmente descubrió unos anales en los que se relataba la
historia antigua del continente americano y sus habitantes
originales, junto con el origen de las tribus indias que hoy lo
habitan; y esta historia nada hubiera tenido que ver con Dios, o
ángeles, o inspiración, todos los sabios de América y Europa la
habrían recibido como uno de los descubrimientos mayores y de
más importancia de la época moderna ya que revelaría el misterio
que hasta entonces había desafiado a todos los investigadores del
mundo erudito. Todo periódico se habría visto lleno de las alegres
nuevas, mientras que su contenido hubiera arrojado al mundo un
torrente de luz sobre temas que han estado ocultos en el laberinto
de la incertidumbre y la duda. Mas ¿quién puede rebajarse y
humillarse al grado de recibir, en esta época de alumbramiento
que se destaca por su religión y erudición, cosa alguna que venga
por conducto del ministerio de ángeles y por medio de la
inspiración? Esto es demasiado; quitad tales cosas; se oponen a 1a
sabiduría y popularidad de la época."
A esto yo respondo que el Señor sabía todo esto antes de
revelarlo. Era la cosa principal que tenía en su mente. Es
precisamente su manera de obrar con los hijos de los hombres.
El siempre sigue un camino distinto del que le señala la
Sabiduría del mundo, a fin de confundir al prudente y desvanecer
el entendimiento del sabio. Escoge a hombres de condición
humilde, a los sencillos e ignorantes y los que son despreciados,
para efectuar su obra y realizar sus propósitos, a fin de que así
ninguna carne se vanaglorie en su presencia.
¡Oh sabios e instruidos, vosotros que despreciáis la sabiduría
que viene de lo alto! ¿No sabéis que toda vuestra sabiduría es
necedad para Dios? ¿No sabéis que tenéis que volveros como
niños pequeños, y estar dispuestos a aprender sabiduría del último
de sus siervos, o pereceréis en vuestra ignorancia?

Promesas extendidas a Efraín y su posteridad

Mas ¿qué evidencia recogemos de las Escrituras concerniente


a la inauguración de esta gloriosa obra? Vamos a procurar
demostrar: (1) que América es una tierra que ha sido prometida a
la posteridad de José; (2) que el Señor les revelaría su verdad, así
como a los judíos, y (3) que su historia iba a salir a luz, y que
testificaría junto con la historia de los judíos, al tiempo de la
restauración de Israel en los últimos días.
Vamos primero al capítulo 48 de Génesis. En la bendición que
Jacob pronunció sobre los hijos de José, se expresó de esta
manera: "Multipliquen en gran manera en medio de la tierra." Y en
la misma bendición también dijo, refiriéndose a Efraín: "Su
simiente será plenitud de gentes." 89 Si ponemos junto el sentido
de estas palabras, resulta que Efraín iba a ser multitud de naciones
en medio de la tierra.
En el capítulo 49 de Génesis, Jacob profetizó tocante a José
mientras lo bendecía, y le prometió que sería "ramo fructífero junto
a fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro. Y causáronle
amargura, y asaeteáronle y aborreciéronle los arqueros: mas su
arco quedó en fortaleza." Más adelante añade: "Las bendiciones de
tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores:
hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de
José, y sobre la mollera del Nazareo de sus hermanos.” 90
Preguntaré ahora: ¿Quiénes fueron los progenitores de Jacob,
y qué fue la bendición que se les dio? Abraham e Isaac fueron los
progenitores, y la tierra de Canaán fue la bendición que se les
confirió o lo que Dios prometió que poseerían. Debemos recordar
que Jacob confiere a José una tierra mucho más extensa que la de
Canaán, mayor aún que la que sus padres le habían dejado,
porque la bendición de José iba a extenderse hasta el término de
los collados eternos. Coloquémonos en Egipto, donde en esa época
se hallaba Jacob, y si medimos hasta el término de los collados
eternos, vendremos a parar en la parte central de América.
También dicen los profetas, con relación a Efraín: "Él bramará
como león. . y los hijos de Efraín se moverán azorados del
occidente.” 91 Pongamos estos versículos juntos, y ¿qué tenemos?
Primero: que Efraín iba a crecer hasta llegar a ser multitud de
naciones en medio de la tierra; segundo: José iba a ser bendecido
con una herencia muy extensa, que llegaría hasta América, y
tercero: quedaría al oeste de Egipto o Jerusalén.

El palo de Efraín

Si el mundo busca de un polo hasta el otro, no podrá hallar


multitud de naciones en medio de la tierra que sean descendientes
de Efraín, a menos que sea en América; porque el centro de las
otras partes de la tierra está habitado por razas mixtas, que se han
originado de muchas fuentes. Por otra parte, aquí se escogió un
país, casi sin límites, apartado del resto del mundo y habitado por
una raza de hombres, cuyo origen es palpablemente el mismo,
89
Génesis 48:16, 19.
90
Génesis 49:22-24, 26.
91
Oseas 11:10.
aunque tan patentemente se hallan divididos en muchas naciones.
Sabemos que las Escrituras no pueden ser traspasadas, por tanto,
estos pasajes deben referirse a América, por la sencilla razón de
que no pueden aplicarse a ningún otro sitio.
En segundo lugar, vamos a demostrar que Dios se reveló a la
posteridad de José o Efraín que, como ya hemos aclarado, vivía en
América. Para este fin citamos las palabras de Oseas 8:12, donde
refiriéndose a Efraín, dice por el espíritu profético: "Escribíle las
grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosas ajenas." Esta es
una prueba positiva que no necesita comentarse: las grandes
verdades del cielo fueron reveladas a Efraín, y fueron consideradas
cosas extrañas.
Tercero, ¿es cierto que habían de salir a luz estos escritos
poco antes del recogimiento de Israel? La respuesta es que sí,
según el capítulo 37 de Ezequiel, donde Dios le manda: "Tómate
ahora un palo, y escribe en él: A Judá, y a los hijos de Israel sus
compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: A José, palo
de Ephraim, y a toda la casa de Israel sus compañeros. Júntalos
luego el uno con el otro, para que sean en uno, y serán uno en tu
mano.
"Y cuando te hablaren los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No
nos enseñarás qué te propones con eso? Diles: Así ha dicho el
Señor Jehová: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la
mano de Ephraim, y a las tribus de Israel sus compañeros, y
pondrélos con él, con el palo de Judá, y harélos un palo, y serán
uno en mi mano.
"Y los palos sobre que escribieres, estarán en tu mano
delante de sus ojos; y les dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: He
aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las gentes a las cuales
fueron, y los juntaré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los
haré una nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será
a todos ellos por rey: y nunca más serán dos naciones, ni nunca
más serán divididos en dos reinos." 92

La verdad brotará de la tierra

Nada puede estar más claro que la profecía anterior. Se


presentan dos escritos: uno de Efraín, el otro de Judá. El Señor
tomará el de Efraín y lo pondrá con el de Judá, y los dos serán uno
en su testimonio, y de esta manera crecerán juntos con objeto de
llevar a cabo el recogimiento de Israel.
92
Ezequiel 37:16-22.
El Salmo 85 habla claramente del asunto. Refiriéndose a la
restauración de Israel a sus propias tierras, dice así: "La
misericordia y la verdad se encontraron: la justicia y la paz se
besaron. La verdad brotará de la tierra; y la justicia mirará desde
los cielos. Jehová dará también el bien; .y nuestra tierra dará su
fruto. La justicia irá delante de él; y sus pasos pondrá en camino."
93
Y el Salvador, al orar por sus discípulos, dijo: 'Santifícalos en tu
verdad: tu palabra es verdad." 94
Según estos pasajes, aprendemos que su palabra ha de
brotar de la tierra, mientras la justicia mirará de los cielos; y que
entonces Israel será puesto en los pasos de su camino, y
participará del fruto de su propia tierra. Jeremías, hablando del
regreso final de Judá e Israel de su cautividad, dice en el versículo
6 del capítulo 33: "Les revelaré abundancia de paz y verdad." E
Isaías, hablando del convenio eterno que los había de guiar,
profiere esta extraordinaria y notable profecía: "La simiente de
ellos será conocida entre las gentes, y sus renuevos en medio de
los pueblos." 95
Ahora quisiera preguntar si hay persona alguna que pueda
decir que los indios de América son de Israel, sino por revelación
de Dios. Por tanto, era un misterio oculto que se precisaba revelar
oportunamente para llevar a cabo su recogimiento.

Verdades reveladas por el Libro de Mormón

De manera que hasta aquí hemos sacado de las Escrituras


evidencia a favor de que una obra como el Libro de Mormón iba a
aparecer en estos días; y esto sin considerar el capítulo 29 de
Isaías. Pero alguien dirá: "¿Qué valor tiene el Libro de Mormón,
aunque sea verdadero?" A lo que yo respondo: Primero, revela una
historia de mucha importancia que hasta entonces era
desconocida para el mundo. Segundo, revela el origen del indio
americano, que hasta ahora ha sido un misterio. Tercero, contiene
profecías que aún están por cumplirse, las cuales se relacionan
estrechamente con la generación actual. Cuarto, es sumamente
claro en cuanto a los puntos de doctrina, y tanto así, que todos
pueden entender y ver con sus mismos ojos, si se esfuerzan por
leerlo.
También se podrá preguntar: "Pero ¿qué pruebas existen con
referencia a testigos que puedan dar testimonio de que fue
93
Salmo 85:10-13.
94
Juan 17:17.
95
Isaías 61:9.
traducido por inspiración?" Como respuesta me permito referiros al
testimonio de los testigos que se halla en las primeras páginas del
Libro de Mormón. Allí encontraréis testimonio tan positivo como
cualquier otro que se ha hallado en las demás escrituras,
concerniente a cualquier verdad que Dios haya revelado. En el
testimonio de referencia, los testigos no sólo testifican que vieron
y palparon las planchas, sino que un ángel de Dios bajó de los
cielos y puso las planchas delante de ellos, mientras que la gloria
de Dios brilló alrededor y su voz habló desde los cielos y les
declaró que aquellas cosas eran verdaderas y que habían sido
traducidas por el don y el poder de Dios. Entonces les mandó que
dieran testimonio de ello a todo pueblo.
¡Bendito sea el Dios de nuestros padres! Ha visitado a su
pueblo, y el día que nace en lo alto clarea sobre nuestro errante
mundo una vez más; pues no bien había sido traducido el libro y
los hombres empezaban a dar testimonio de él, cuando de nuevo
bajó de los cielos el ángel del Señor, y comisionó a los hombres
para que predicaran el evangelio a toda criatura, y bautizaran en el
agua para la remisión de los pecados.
En cuanto la gente empezó a creer en su testimonio y a
recibir el bautismo, el Espíritu Santo descendió sobre ellos
mediante la imposición de las manos en el nombre de Jesús. Los
cielos fueron abiertos, y mientras unos recibieron el ministerio de
ángeles, otros empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.

Señales que siguen a los que creen en el Libro de Mormón

Desde ese día muchos de ellos fueron sanados por la


imposición de manos en el nombre de Jesús; y de esta manera la
palabra de Dios creció poderosamente y prevaleció. Y así se han
levantado miles para testificar que saben por si mismos la verdad
de estas cosas, y que no dependen del testimonio de ningún
hombre, porque estas señales seguirán a los que creyeren. Pues
cuando un hombre cree la verdad, mediante el testimonio de los
testigos de Dios, entonces estas señales siguen, no sólo a ellos
sino también a él. Si tiene el ministerio de ángeles, si ha sido
sanado o él mismo sana a otros por la imposición de manos en el
nombre de Jesús, si habla en otras lenguas o profetiza, entonces lo
sabe por sí mismo; y así se cumple la Escritura que dice: "El que
quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de
Dios, o si yo hablo de mí mismo." 96

96
Juan 7:17.
De modo que la fe viene por el oír, y el conocimiento por el
obedecer; mas el oír viene por la predicación y la predicación viene
por el enviar, como está escrito: "¿Cómo predicarán si no fueren
enviados?" 97
Sin embargo, hay muchos que dicen: "Mostradnos una señal,
y entonces creeremos." Hay que recordar que la fe no viene por las
señales, sino las señales por la fe. No se dieron los dones para
hacer creer a los hombres, sino como dicen las Escrituras: "Los
dones son para la edificación de la Iglesia." 98 Si fuese de otro
modo, ¿por qué no se escribió: "la fe viene por los milagros" en
lugar de "la fe viene por el oír”? 99
Siempre lo doy por sentado que el hombre o la mujer que
exige una señal a fin de creer, pertenece a una generación mala y
adulterina, por no decir peor; porque cualquiera que desea seguir
a Jesús, con su corazón puro, deseando y orando con fe que pueda
saber la verdad de estas cosas, el Señor se lo revelará; y sabrá y
dará testimonio, porque por el Espíritu de Dios distinguirán entre la
verdad y el error, pues está escrito: "Mis ovejas oyen mi voz." 100 Y
el que no venga a Jesús por medio de la fe nunca conocerá la
verdad hasta que, ya demasiado tarde, descubra que la cosecha se
ha recogido, el verano ha terminado y su alma está aún por salvar.

Arrepentíos y creed al evangelio

De modo que la religión de Jesús, al contrario de los demás


sistemas religiosos, sostiene su propio peso, trae la certidumbre y
el conocimiento, y no deja lugar a la imposición. Y ahora declaro a
toda la gente: Venid al Padre en el nombre del Hijo; no dudéis, sino
creed como en los días antiguos y pedid con fe las cosas que
necesitéis. No pidáis para satisfacer vuestras propias
concupiscencias, antes con una firmeza que no pueda ser
quebrada, rogad que no cedáis a ninguna tentación, sino que
podáis guardar sus mandamientos tan pronto como Él los
manifieste a vosotros. Si hacéis esto, y El os revelare que nos ha
enviado con un nuevo y sempiterno convenio, y que nos ha dado el
mandamiento de predicar, bautizar y edificar su Iglesia como en
los días antiguos, entonces venid y obedeced la verdad. Mas si no
sabéis, o no estáis satisfechos que Él nos ha enviado, entonces no
aceptéis la doctrina que predicamos.

97
Romanos 10:15.
98
1 Corintios 12, 13, 14.
99
Romanos 10:17.
100
Juan 10:27.
De modo que por vosotros mismos caeréis o permaneceréis; y
algún día sabréis, sí, el gran día en que toda rodilla se ha de
doblar, entonces, sabréis que Dios nos ha enviado con la verdad
para podar su viña por la última vez, sí, con vigorosa poda.

Las tradiciones hablan del Libro de Mormón

Enseguida presentaremos mucha evidencia circunstancial de


las antigüedades americanas, de las tradiciones de los nativos, etc.
En primer lugar citaremos de la obra del Sr. Elías Boudinot:
"Se dice entre sus hombres principales y más estimados, y lo han
recibido de sus antepasados, que el Libro que tienen los blancos,
ellos una vez lo tuvieron, y que mientras estuvo entre ellos
prosperaron muchísimo, etc. También dicen que sus padres
disfrutaron de un Espíritu Divino extraordinario, por medio del cual
predecían acontecimientos futuros y dirigían el curso común de la
naturaleza. Transmitieron este poder a su descendencia con la
condición de que obedecieran las leyes sagradas, y por ese medio
descendieron copiosas bendiciones sobre su querido pueblo; pero
ese poder tiene mucho tiempo de haber cesado por completo.
El coronel James Smith, mientras estuvo preso entre los
indios, anotó en su diario: "Tienen una tradición, de que en el
principio de este continente frecuentemente los visitaban los
ángeles o habitantes celestiales, como les dicen, y hablaban con
sus antepasados indicándoles cómo habían de orar."
El Sr. Boudinot, en su notable obra, se refiere a su idioma: "En
lo que concierne a raíces, modismos y construcción particular, su
lenguaje parece tener todo el genio del hebreo; y cosa muy
notable y digna de seria reflexión es el hecho de que tiene la
mayoría de las peculiaridades de ese idioma, particularmente
aquellas en que difiere de casi todas las otras lenguas."
Un indio anciano de la tribu Stockbridge relata una tradición
que se refiere a un "Libro Sagrado" que sus padres en un tiempo
poseyeron. Este libro se transmitía de una generación a otra, y por
fin había sido ocultado en la tierra; y desde esa época habían
quedado bajo los pies de sus enemigos. Pero les iban a ser
restauradas aquellas cosas, y entonces triunfarían de todos sus
enemigos, y reconquistarían sus derechos y privilegios.
El Sr. Boudinot, después de relatar muchas tradiciones
semejantes a la anterior, dice por fin: "¿Podrá alguien leer esta
corta narración de las tradiciones indígenas, tomadas de las tribus
de varias naciones: desde el occidente hasta el oriente, y desde el
sur hasta el norte, enteramente separadas las unas de las otras,
escritas por diferentes autores de la mejor reputación, así en
cuanto a conocimiento como integridad, que tuvieron las mejores
fuentes de información, en distintas y lejanas épocas, sin
posibilidad de comunicarse unos con otros, y entonces suponer
que todo se debe a la casualidad, o que es accidental, intencional,
nacido del amor por lo maravilloso, o un intento premeditado para
engañar, y así destruir su bien establecida reputación?
"¿Podrá alguien, hacer una cuidadosa y detenida comparación
de estas tradiciones y naciones, y la posición y circunstancias de
las por tanto tiempo perdidas Diez Tribus de Israel, y no hallar
varias deducciones presuntivas a favor del hecho de que estas
tribus errantes descienden de las Diez Tribus de Israel?"

Escritos hebreos hallados en América

El Sr. D. José Merrick, persona muy respetada de Pittsfield,


Estado de Massachusetts, relató lo siguiente: Que en 1815 estaba
allanando un terreno que se hallaba debajo y a un lado de una
leñera vieja sobre su propiedad situada en Indian Hill (Colina del
Indio). Estuvo arando y sacando tierra hasta llegar a alguna
profundidad. Después de terminar el trabajo, mientras andaba por
allí, descubrió lo que parecía ser una correa negra cerca del lugar
donde había cavado más profundamente. Medía seis pulgadas de
largo, por una y media de ancho, y era más o menos de la grosura
de los tirantes de una guarnición. En ambos extremos tenía una
argolla de alguna substancia dura, probablemente para poderse
llevar. Lo recogió y llevó a su casa, donde lo echó en una caja vieja
que usaba para la herramienta. Más tarde lo encontró tirado en la
puerta, y de nuevo lo llevó a la caja.
"Pasó algún tiempo, y entonces se le ocurrió examinarlo; pero
al querer cortarlo, halló que tenía la dureza de un hueso. Sin
embargo, logró abrirlo, y vio que se componía de dos pedazos
gruesos de cuero sin curtir. Estaban cosidos, y después de
volverlos impermeables con los tendones de algún animal,
entonces los pegaron. Dentro de ellos se hallaban doblados cuatro
pedazos de pergamino. Eran de un color amarillo obscuro, y se
hallaba sobre ellos cierta escritura. Los vecinos que llegaron para
ver aquel extraño descubrimiento, destrozaron uno de los pedazos
de pergamino al estilo de los hunos y los vándalos. El Sr. Merrick
salvó los otros tres y los envió a Cambridge, donde al examinarlos,
se descubrió que habían sido escritos con pluma, en hebreo claro y
sencillo.
"Los tres fragmentos restantes del pergamino contenían citas
del Antiguo Testamento: Deuteronomio 6:4 al 9, también el
capítulo 11, versículos 13 al 21, y Exodo 13:11 al 16, a los que
pueden referirse los lectores si acaso desean enterarse del
contenido de este interesante descubrimiento.

Se descubren las ruinas de ciudades antiguas

"Sobre las riberas del White River (Río Blanco) en el Territorio


de Arkansas, se han hallado ruinas de edificios construidos
indudablemente por una población civilizada. Estas ruinas son
sumamente extraordinarias por motivo de su tamaño y el material
empleado en su construcción. Una de estas obras es un muro de
tierra que circunda una extensión de 256 hectáreas, en el centro
de la cual se ven los cimientos de un amplio edificio o templo
circular.
"Otro descubrimiento, más extraño y extenso aún, es el
fundamento de una gran ciudad, cuyas avenidas y calles que se
atraviesan en ángulos rectos, fácilmente se distinguen en el
espeso bosque. Además de éstas se pueden ver los cimientos de
casas hechas de ladrillo cocido, semejantes a los ladrillos de la
actualidad. Estas cubren una superficie de más de kilómetro y
medio."
Los párrafos anteriores aparecen en la obra American
Antiquities (Antigüedades Americanas) de Josiah Priest, pág. 245; y
del mismo libro tomamos el siguiente extracto de la pág. 246:
"Ruinas de la Ciudad de Otolum, descubiertas en
Norteamérica. En una carta del Sr. C. S. Rafinesque, a quien ya
hemos citado, escrita a un corresponsal en Europa, hallamos lo
siguiente: 'Hace algunos años la Sociedad Geográfica de París,
ofreció una suma regular, que se destinó para hacer un viaje a
Guatemala y practicar una nueva exploración de las antigüedades
de Yucatán y Chiapas, particularmente las que se hallan a
veinticuatro kilómetros de Palenque.
" 'Les he restaurado su verdadero nombre de Otolum explica
este autor - que es el nombre que aún lleva un río que corre por
entre las ruinas. El capitán del Río las exploró en 1787, y la
narración se publicó en inglés en 1882. Esta obra describe en parte
las ruinas de una ciudad de piedra, cuya extensión tiene no menos
de ciento veinte kilómetros de circunferencia, pues mide cincuenta
kilómetros de largo, por treinta y dos de ancho, y está llena de
palacios, monumentos, estatuas e inscripciones. Es uno de los
centros más antiguos de la civilización americana, y puede
compararse a la ciudad de Tebas del Egipto antiguo.

Ruinas fabulosas en Centroamérica

"En el núm. 34 del Family Magazine de 1833, apareció en la


página 266 el siguiente artículo: 'A últimas fechas se ha excitado la
atención del público con respecto a las ruinas de una ciudad
antigua descubierta en Guatemala. Parece que en la actualidad se
están explorando dichas ruinas, y se espera que se saque a luz
mucha materia curiosa e importante, desde el punto de vista
literario así como histórico. Consideramos que ahora es el tiempo
más oportuno, ya que la atención del público se ocupa en el
asunto, para comunicar a nuestros lectores este hallazgo, que
quizá será el primero de futuros descubrimientos durante las
exploraciones que actualmente se llevan a cabo.'
"El capitán del Río, que en parte exploró las ruinas en 1787,
como ya se lleva dicho, da los siguientes detalles: 'De Palenque, el
último poblado al norte de la provincia de la Ciudad Real de
Chiapas, yendo hacia el suroeste y ascendiendo una meseta que
divide el reino de Guatemala del de Yucatán, se halla el pequeño
río 1Vlicol como a una distancia de diez kilómetros. Sus aguas
fluyen hacia el occidente y desembocan en el ancho río Tulijá que
corre en dirección de la provincia de Tabasco. Después de
atravesar el Mico, el viajero empieza a subir, y como a media legua
cruza un pequeño arroyo llamado Otolum. Desde ese punto se
descubren montones de ruinas de piedra que obstruyen en gran
manera el camino por una distancia de media legua, hasta llegar al
alto donde están situadas unas casas de piedra, que en un lugar
son catorce en número, algunas muy acabadas y otras cuyos
departamentos todavía se distinguen claramente.
" 'Se hallan en una área rectangular, trescientos metros de
ancho por cuatrocientos cincuenta de largo, comprendida dentro
de un círculo de mil quinientos metros. Este terreno es un valle
que se halla al pie de la montaña más alta de la cordillera. En el
centro del valle está situada la mayor de las estructuras que se
han descubierto entre estas ruinas. Se halla sobre un montículo o
pirámide de casi veinte metros de elevación, que la reviste con
una majestad sublime y hermosa, como si fuese un templo
suspendido en el aire. Está rodeada de otros edificios, a saber,
cinco al norte, cuatro al sur, uno al suroeste y tres al este, catorce
en número.
Las ruinas muestran la existencia de pueblos antiguos

" 'En todas direcciones se ven los fragmentos de otros


edificios caídos, a lo largo de la montaña que se extiende hacia el
oriente así como el poniente de estos edificios, como si se tratara
del gran templo de adoración o el palacio gubernamental, habitado
por sus reyes y oficiales del estado, y alrededor del cual habían
construido su ciudad. En este lugar se descubrió un acueducto
subterráneo hecho de piedra, de gran solidez y durabilidad, que en
su curso pasa por debajo del edificio principal.'
"Debe entenderse que esta ciudad de Otolum, cuyas ruinas
son tan inmensas, se halla en la América del Norte, no del Sur.
Queda en la misma latitud que la isla de Jamaica, sobre la parte
más elevada de la región comprendida entre el extremo norte del
mar Caribe y el océano Pacífico, donde el continente se va
haciendo más angosto hacia el istmo de Darién, y dista unos mil
doscientos ochenta kilómetros al sur de Nueva Orleans.
"El descubrimiento de estas ruinas, así como de muchas otras
igualmente admirables, en el mismo país, apenas comienza a
despertar la atención de las escuelas de Europa, las cuales hasta
hoy han negado que América tenga antigüedades de que jactarse.
Pero estas inmensas ruinas ahora se están explorando bajo la
dirección de científicos, e indudablemente se publicará en el
debido tiempo una relación detallada. Se nos informa que ya
existen dos tomos en manuscrito, los cuales indudablemente serán
recibidos con entusiasmo por la gente de América."

Amplia evidencia de antiguos pueblos americanos

Un caballero que vivía cerca del pueblo de Cincinnati en 1826,


en la parte alta, tuvo ocasión de cavar un pozo. Persistió en
excavar hasta una profundidad de veinticuatro metros sin
encontrar agua, pero sin darse por vencido continuó su proyecto,
hasta que sus obreros hallaron obstruidos sus esfuerzos por una
substancia que no podían traspasar, aunque era evidente que no
se trataba de una piedra. Limpiaron la superficie y los lados de la
tierra que tenía pegada, y descubrieron el tronco de un árbol,
noventa centímetros de diámetro por sesenta de altura, que había
sido talado con una hacha. Aún se podían ver los golpes del hacha.
Casi tenía el mismo color y las características del carbón, pero
carecía de la fragilidad y combustibilidad de esta substancia.
Después de cavar otros tres metros, brotó el agua, y hoy el pozo
tiene bastante agua y goza de gran estimación.
En "Morse's Universal Geography" ( Geografía Universal de
Morse), tomo I, pág. 142, se corrobora el descubrimiento del
tronco: "Mientras se cavaba un pozo en Cincinnati, se descubrió el
tronco de un árbol en buen estado, a veinticuatro metros de la
superficie; y mientras se cavaba otro pozo en el mismo lugar, se
halló otro tronco a veintiséis metros debajo de la superficie, en el
cual se podían distinguir muy bien los golpes del hacha; y encima
parecía tener los restos de algún hierro que había sido destruido
por la herrumbre."
Podríamos llenar un tomo con relatos de estas antigüedades
americanas, para mostrar que este país ha sido habitado por un
pueblo que tenía conocimiento de las artes y ciencias; que
construía ciudades, cultivaba la tierra y poseía un idioma escrito.
Sin embargo, las cosas que hemos presentado aquí bastan para
nuestro objeto.
Si se han descubierto enterrados en América algunos
caracteres hebreos escritos sobre pergamino, con la misma
facilidad se puede admitir que se ha hallado en América un tomo
entero, escondido en la tierra, escrito sobre planchas en caracteres
egipcios.
Los sorprendentes descubrimientos de troncos de árboles a
veinticinco metros debajo de la superficie de la tierra en Cincinnati,
y otros hallazgos semejantes en muchas otras partes de Norte y
Sur América, como ciudades sepultadas y otras antigüedades,
tienden todos a comprobar que ha habido una tremenda
convulsión y revolución no sólo de naciones, sino de la naturaleza;
y en ningún otro lugar se explica tan razonablemente esta
convulsión, como en la siguiente extraordinaria y maravillosa
narración de lo que aconteció en este país durante la crucifixión
del Mesías, la cual narración hemos tomado del Libro de Mormón:

Convulsiones de la naturaleza al tiempo de la crucifixión

"Y sucedió que en el año treinta y cuatro, el cuarto día del


primer mes, se levantó una tormenta como jamás se había
conocido en todo el país. Y hubo también una grande y horrenda
tempestad; y terribles truenos que sacudían toda la tierra como si
estuviera a punto de dividirse en dos. Y hubo relámpagos
extremadamente resplandecientes, como nunca se habían visto en
todo el país. Y se incendió la ciudad de Zarahemla. Y se hundió la
ciudad de Moroni en las profundidades del mar, y sus habitantes se
ahogaron.
"Y la tierra cubrió la ciudad de Moroníah, de modo que en
lugar de la ciudad, apareció una enorme montaña. Y hubo una
destrucción grande y terrible en el país del sur. Pero he aquí, la
destrucción fue mucho más grande y terrible en el país del norte:
pues he aquí, toda la faz de la tierra quedó cambiada por la
tempestad, los torbellinos, los truenos, los relámpagos y los
violentos temblores de toda la tierra; y se rompieron las calzadas,
y se desnivelaron los caminos y muchos terrenos llanos se hicieron
escabrosos. Y se hundieron muchas grandes y notables ciudades, y
muchas se incendiaron, y en muchas los terremotos derrumbaron
los edificios, y sus habitantes murieron, y los lugares quedaron
desolados.
"Y hubo algunas ciudades que permanecieron; pero sufrieron
terribles daños, y muchos de sus habitantes murieron. Y hubo
algunos que fueron arrebatados por el torbellino; y nadie sabe
adónde fueron a parar; sólo se sabe que desaparecieron. Y así
quedó desfigurada toda la superficie del país por motivo de las
tempestades, los truenos, los relámpagos y los temblores de tierra.
Y he aquí, se hendieron las rocas; fueron despedazadas sobre la
superficie de toda la tierra, de tal modo que quedaron hechas
pedazos, y partidas y hendidas por toda la faz del país

"¡Oh, si nos hubiésemos arrepentido!"

"Y acaeció que cuando cesaron los truenos, y los relámpagos,


y la tormenta, y la tempestad, y los terremotos - porque he aquí,
duraron como unas tres horas; y algunos dijeron que fue más; no
obstante, todas estas grandes y terribles cosas acontecieron como
en unas tres horas - he aquí, entonces hubo tinieblas sobre la
superficie del país. Y sucedió que hubo una densa obscuridad
sobre toda la superficie del país, de tal manera que los habitantes
que no habían caído podían palpar el vapor de tinieblas; y no hubo
luz a causa de la densa obscuridad, ni velas, ni antorchas; ni podía
encenderse el fuego con su leña menuda y bien seca, de modo que
no hubo luz.
"Y no se veía ninguna luz, ni fuego, ni vislumbre, ni el sol, ni la
luna, ni las estrellas, por ser tan densos los vapores de obscuridad
que cubrían la faz de la tierra. Y sucedió que por el espacio de tres
días no se vio ninguna luz; y hubo grandes lamentaciones, gritos y
llantos sin cesar entre todo el pueblo; sí, grandes fueron los
gemidos del pueblo por motivo de las tinieblas y la gran
destrucción que les había sobrevenido. Y en un lugar se les oía
lamentar en estos términos: ¡Oh, si nos hubiésemos arrepentido
antes de este grande y terrible día; entonces se habrían salvado
nuestros hermanos, y no hubieran sido quemados en aquella gran
ciudad de Zarahemla! Y en otro lugar se les oía quejar y lamentar,
diciendo: ¡Ojalá nos hubiésemos arrepentido antes de este grande
y terrible día! ¡Oh, si no hubiésemos apedreado, quitado la vida y
desechado a los profetas; entonces nuestras madres, nuestras
bellas hijas y nuestros niños habrían sido preservados, y no
enterrados en aquella gran ciudad de Moroníah! Y así, grandes y
terribles eran los gemidos del pueblo.

Destrucción de muchas ciudades nefitas

"Y sucedió que se oyó una voz entre todos los habitantes de
la tierra, por toda la superficie de este país, que dijo: ¡Ay, ay, ay de
este pueblo! ¡Ay de los habitantes de toda la tierra, a menos que
se arrepientan; porque el diablo se ríe, y sus ángeles se regocijan
por la muerte de los bellos hijos e hijas de mi pueblo; y es por
motivo de sus iniquidades y de sus abominaciones que han caído!
He aquí, he quemado la gran ciudad de Zarahemla con sus
habitantes. He aquí, he hecho que la gran ciudad de Moroni se
hunda en las profundidades del mar, y he ahogado a sus
habitantes.
"Y he aquí, he cubierto de tierra la gran ciudad de Moroníah,
con sus habitantes, para ocultar sus iniquidades y sus
abominaciones de mi presencia, para que la sangre de los profetas
y de los santos no ascienda más hasta mí en contra de ellos. Y he
aquí, hice que se hundiera la ciudad de Gilgal, y que sus habitantes
fueran sepultados en las profundidades de la tierra; sí, y la ciudad
de Oníah con sus habitantes, y la de Mocum con sus habitantes, y
la de Jerusalén con sus habitantes; y he hecho que las aguas
ocupen sus lugares, para ocultar sus maldades y abominaciones de
mi presencia, a fin de que la sangre de los santos y de los profetas
no llegue más hasta mí en contra de ellos.
"Y he aquí, la ciudad de Gadiandi, y la de Gadiomna, y la de
Jacob, y la de Gimgimnó, todas éstas las he hecho sepultar, y he
levantado lomas y valles en su lugar; y he enterrado a sus
habitantes en las entrañas de la tierra para ocultar sus maldades y
abominaciones de mi presencia, para que la sangre de los profetas
y de los santos no ascienda más hasta mí en contra de ellos. Y la
gran ciudad de Jacobugat, donde habitaba el pueblo del rey Jacob,
he aquí, la he hecho quemar con fuego por causa de sus pecados y
maldades, que sobrepujaban todas las iniquidades de toda la
tierra, por motivo de sus secretos asesinatos y combinaciones;
porque fueron ellos los que destruyeron la paz de mi pueblo y el
gobierno del país; por tanto, los he hecho quemar, para que
desaparezcan de mi presencia, para que la sangre de los profetas
y de los santos no ascienda más hasta mí en contra de ellos.
"Y he aquí, he hecho quemar con fuego la ciudad de Lamán, y
la de Josh, y la de Gad, y la de Kishkumen, junto con sus
habitantes, por sus maldades en desechar a los profetas y
apedrear a los que mandé entre ellos para declararles sus
iniquidades y sus abominaciones. Y por haberlos desechado a
todos, de modo que no hubo justos entre ellos, envié fuego y los
destruí, para esconder sus maldades y sus abominaciones de mi
presencia, a fin de que la sangre de los profetas y los santos que
les he enviado no clamara más desde la tierra en contra de ellos. Y
he herido este país y sus habitantes con muchas grandes
destrucciones, a causa de sus maldades y abominaciones.

Son exhortados los nefitas a venir a Cristo

"¡Oh vosotros, todos los que habéis sido conservados porque


fuisteis más justos que ellos! ¿No os volveréis a mí ahora, y os
arrepentiréis de vuestros pecados, y os convertiréis para que yo os
sane? Sí, en verdad os digo que si venís a mí, tendréis vida eterna.
He aquí, mi brazo de misericordia se extiende hacia vosotros; y a
quien viniere, recibiré; y benditos son los que vienen a mí. He aquí,
soy Jesucristo, el Hijo de Dios. Yo crié los cielos y la tierra, y. todas
las cosas que en ellos hay. Fui con el Padre desde el principio. Yo
soy en el Padre, y el Padre en mí; y en mí ha glorificado el Padre su
nombre.
"Vine a los míos, y los míos no me recibieron. Y las Escrituras
relativas a mi venida se han cumplido. Y a cuantos me han
recibido, les he concedido llegar a ser hijos de Dios; y así haré con
todos los que crean en mi nombre, porque he aquí, la redención
viene por mí, y en mi se ha cumplido la ley de Moisés. Yo soy la luz
y la vida del mundo. Soy Alfa y Omega, el principio y el fin. Y
vosotros ya no me ofreceréis más derrame de sangre; sí, vuestros
sacrificios y vuestros holocaustos cesarán, porque no aceptaré
ninguno de vuestros sacrificios u holocaustos.
"Y me ofreceréis como sacrificio un corazón quebrantado y un
espíritu contrito. Y al que viniere a mí con un corazón quebrantado
y un espíritu contrito, yo bautizaré con fuego y con el Espíritu
Santo, así como los lamanitas fueron bautizados con fuego y con el
Espíritu Santo al tiempo de su conversión, por motivo de su fe en
mí, y no lo supieron. He aquí, he venido al mundo para traerle la
redención, para salvarlo del pecado. Por tanto, al que se
arrepintiere y viniere a mí como un niño, lo recibiré, porque de los
tales es el reino de Dios. He aquí, por éstos he dado mi vida, y la
he vuelto a tomar; así pues, arrepentíos y venid a mí, vosotros, los
extremos de la tierra, y salvaos.

"¡Cuántas veces os hubiera juntado!"

"Y aconteció que de nuevo llegó una voz al pueblo, y todos


oyeron y testificaron que decía:
"¡Oh pueblo de estas grandes ciudades que han caído, que
sois descendientes de Jacob, sí, que pertenecéis a la casa de Israel,
cuántas veces os he juntado como la gallina junta sus pollos bajo
las alas, y os he nutrido! Y además, ¡cuántas veces os hubiera
juntado como la gallina junta sus pollos bajo las alas, oh pueblo de
la casa de Israel que habéis caído; sí, oh pueblo de la casa de
Israel que habitáis en Jerusalén, así como vosotros que habéis
caído; sí, cuántas veces os hubiera juntado como la gallina junta
sus pollos, y no quisisteis!
"¡Oh vosotros de la casa de Israel, a quienes he perdonado,
cuántas veces os juntaré como la gallina junta sus pollos bajo las
alas, si os arrepentís y venís a mí con firme propósito de corazón!
Pero si no, oh casa de Israel, tus habitaciones quedarán desoladas
hasta la época en que se cumpla el convenio hecho con tus
padres.
"Y sucedió que después que la gente hubo oído esto,
empezaron a llorar y a gemir otra vez por la pérdida de sus
parientes y amigos. Y acaeció que así pasaron los tres días. Y
amaneció, y se disipó la obscuridad de sobre la faz del país, y cesó
la tierra de temblar, y pararon las rocas de hendirse, y terminaron
los espantosos gemidos y, se acabaron todos los sonidos
tumultuosos. Y se integró la tierra otra vez, y se afirmó; y cesaron
los lamentos, el llanto y los gemidos de los que quedaron vivos; y
tornóse su lloro en gozo, y sus lamentaciones en alabanzas y en
acción de gracias al Señor Jesucristo, su Redentor. Y hasta aquí se
cumplieron las Escrituras que los profetas habían declarado.” 101
Aquí, pues, tenemos la historia que muestra clara y
definitivamente cómo y cuándo fueron sepultadas estas
antigüedades americanas; cómo quedaron enterrados los troncos
de árboles a veinte o veinticinco metros debajo de la superficie de
101
3 Nefi 8:5-25; 9:1-22; 10:3-11.
la tierra; cómo se hundieron y fueron destruidas las ciudades;
cómo se derrumbaron las montañas y fueron levantados los valles;
cómo se hendieron las peñas y cómo fue alterada y desfigurada
toda la faz de la tierra. Terminamos este tema diciendo a todo
pueblo: Si deseáis información sobre las antigüedades de América;
o información histórica, profética o doctrinal de la mayor
importancia, leed cuidadosamente el Libro de Mormón.
CAPITULO 5
DE LA RESURRECCIÓN DE LOS SANTOS Y LA
RESTAURACIÓN DE TODAS LAS COSAS ANUNCIADAS
POR LOS PROFETAS

El significado de restauración

Este es uno de los asuntos más importantes que la mente


humana puede contemplar; y quizá tan desconocido en la época
actual como cualquier otro de los que están comprendidos dentro
de la palabra profética. Aunque ha sido abandonado en estos días,
en un tiempo fue la base de la fe, esperanza y gozo de los santos.
Era el entendimiento correcto de este asunto y la firme creencia en
él, lo que influía en todos sus movimientos.
Luego que quedaban fijos sus pensamientos en este tema, no
podían ser movidos de su propósito; su fe era firme, su gozo
constante y su esperanza como un ancla para el alma, segura y
fuerte, que penetraba hasta las cosas que se hallan dentro del
velo. Era esto por lo que podían regocijarse en medio de la
tribulación, persecución, espada y llamas; y en vista de ello
manifestaban gozo cuando eran despojados de sus bienes y
gustosamente andaban errantes como extranjeros y peregrinos
sobre la tierra. Porque buscaban un país, una ciudad y una
herencia que ninguno sino un santo jamás imaginó, entendió o
siquiera esperó.
Ahora bien, nosotros nunca podremos entender precisamente
qué quiere decir la restauración a menos que entendamos lo que
se ha perdido o quitado. Por ejemplo, cuando ofrecemos restaurar
alguna cosa a cualquier hombre, damos a entender que en un
tiempo tuvo aquello y lo perdió, y nosotros vamos a procurar
restituirle o darle posesión de lo que una vez tuvo. Por tanto,
cuando algún profeta se refiere a la restauración de todas las
cosas, significa que todas las cosas han sufrido un cambio, y que
de nuevo van a ser restauradas a su orden primitivo, tal como
existieron en el principio.

Perfección de la creación primitiva

En primer lugar, pues, se precisa que examinemos la


creación, tal como salió en su pureza de la mano de su Creador,
pues si podemos descubrir el verdadero estado en que entonces
existía y entendemos los cambios que desde ese tiempo han
ocurrido, nos será más fácil entender lo que debe ser restaurado; y
estando dispuestos nuestros entendimientos, esperaremos
precisamente las cosas que han de venir, y no habrá peligro de
que en la ignorancia levantemos nuestro débil brazo para
oponernos a las cosas de Dios.
En primer lugar, pues, nos referiremos a la tierra, en lo que
respecta a su faz, su situación local y también su producción.
Después que Dios hubo creado los cielos y la tierra, y
separado la luz de las tinieblas, su siguiente mandato fue a las
aguas: "Y dijo Dios: júntense las aguas que están debajo de los
cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fue así." 102 Esto nos
revela un hecho asombroso que muy pocos han comprendido o
creído en esta edad extraviada: aprendemos que las aguas, que
hoy se hallan dividas en océanos, mares y lagos, en esa época se
hallaban juntas en un extenso océano, y, consiguientemente, que
la tierra, que ahora se encuentra partida y dividida en continentes
e islas casi innumerables, era entonces un amplísimo continente o
cuerpo unido, y no separado como se conoce en la actualidad.
En segundo lugar, leemos que el Señor declaró que la tierra,
así como todo lo demás, era muy bueno. 103 Esto nos da a entender
que no había desiertos, yermos, pantanos, cerros escarpados o
grandes montañas cubiertas de nieves eternas; y no había parte
del planeta que estuviese en las zonas glaciales para darle un
clima lúgubre e improductivo, sujeto a heladas eternas y
perpetuas cadenas de hielo, sino que toda la tierra era
probablemente una vasta llanura, entreverada con pequeñas
elevaciones y undulaciones, bien adecuadas para el cultivo. A la
vez, su clima tenía una variedad agradable, con los moderados
cambios de calor y frío, y sus épocas de lluvia y sequía, que sólo
tendían a coronar los variados años con la mayor diversidad de
productos: todos para el bien del hombre, las bestias, las aves y lo
que se arrastra, mientras que los floridos valles y fragantes
arboledas esparcían su dulce aroma sobre las alas de toda brisa.
Toda la amplia creación de seres vivientes sólo conocía la salud, la
paz y el gozo.

La vida sobre el paraíso terrenal

Enseguida leemos: "Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda


hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra; y
102
Génesis 1:9.
103
Génesis 1:31.
todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha
para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los
cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida,
toda hierba verde les será para comer: y fue así. 104
Estos versículos nos dan a entender que la tierra no producía
hierbas nocivas, ni plantas venenosas, ni inútiles cardos y espinas.
De hecho, todo lo que crecía tenía por objeto ser por comida al
hombre, el animal, el ave y las cosas que se arrastran; y todo su
alimento era materia vegetal. Jamás se sacrificaba la carne o la
sangre para henchir sus almas o gratificar sus apetitos. Los
animales de la tierra vivían en perfecta armonía el uno con el otro:
el león comía paja como el buey, el lobo vivía con el cordero, el
leopardo se acostaba con el cabrito, y la vaca y la osa pacían
juntas en el mismo campo. Todo era paz y armonía, y no había
nada que dañara o molestara en todos los santos montes.
Entonces, para coronar todo aquello, vemos que el hombre
fue creado a imagen de Dios, y que fue exaltado en dignidad y
poder, y recibió dominio sobre la vasta creación de seres vivientes
que abundaban en la tierra. A la vez, su morada era un hermoso
jardín, bien regado, en medio del cual se hallaba el árbol de vida,
del cual podía participar libremente. Además, se hallaba en
presencia de su Creador, conversaba con El cara a cara y podía
contemplar su gloria sin que fuera necesario interponer un velo
nebuloso entre ellos.
Contemplemos por un momento esta bella creación con su
paz y abundancia: la tierra llena de animales inofensivos que se
regocijaban en toda la pradera; bellos pájaros en profusión por los
aires, cuyos incesantes trinos resonaban con variedad de
melodías, y todos sujetos a su legítimo soberano, que se deleitaba
en ellos. En un hermoso jardín, que era la capital de la creación, se
sentaba el hombre sobre el trono de este dilatado imperio, en su
mano el cetro que le daba dominio sobre toda la tierra con derecho
indisputable, mientras que legiones de ángeles en derredor unían
sus jubilosas voces en gratos himnos de alabanza y exclamaciones
de gozo. No se oían gemidos ni quejas en toda la vasta expansión;
ni había tristeza, temor, dolor, llanto, enfermedad o muerte; ni
contiendas, guerras o derrame de sangre, sino que la paz reinaba
en cada estación, y la vida, el gozo y el amor tenían completo
dominio sobre las obras de Dios. Mas, ¡oh, cómo han cambiado
esas escenas!

104
Génesis 1:29,30.
La caída transformó al hombre, la tierra y toda cosa
viviente

Tengo ahora la penosa obligación de indicar algunos de los


cambios importantes que se han verificado, así como las causas
que han conspirado para reducir a la tierra y sus habitantes a su
estado actual.
En primer lugar, el hombre cayó de su posición ante Dios por
ceder a la tentación. Esta caída afectó a toda la creación, así como
al hombre, y ocasionó varios cambios. Fue desterrado de la
presencia de su Creador, se interpuso un velo entre ellos, y el
hombre fue echado del jardín de Edén para cultivar la tierra, que
entonces fue maldecida por amor de él, y empezó a producir
espinas y cardos. En el sudor de su rostro habría de ganarse su
pan con angustia habría de comer de él todos los días de su vida y
por último volver al polvo. En cuanto a Eva, su castigo fue
multiplicidad de dolores y preñeces, y entre su descendencia y la
de la serpiente habría enemistad continua; y su simiente heriría la
cabeza de la serpiente, y ésta le heriría el calcañar.
Consideremos ahora el cambio. La escena tan bella poco ha,
se ha vuelto habitación de la tristeza y el afán, de la muerte y el
llanto. La tierra gime con su rendimiento de espinas y cardos.
Surge la enemistad entre el hombre y la bestia: la serpiente se
arrastra a escondidas, por temor de recibir la herida mortal en su
cabeza, y el hombre recorre con sobresaltos la senda llena de
espinas, temiendo que la serpiente le hinque los colmillos en el
calcañar; y mientras tanto, el cordero derrama su sangre sobre el
altar humeante. No tarda el hombre en comenzar a perseguir,
odiar y asesinar a sus semejantes, hasta que al fin la tierra se llena
de violencia, toda carne se corrompe, prevalecen los poderes de
las tinieblas y le pesa a Noé que Dios hubiese hecho al hombre, y
le duele el corazón de que el Señor tenga que ejecutar su
venganza y purificar la tierra con agua.

Es cambiada toda la superficie y condición de la tierra

Hasta qué punto ayudó el diluvio a producir los varios


cambios, en lo que concierne a la división de la tierra en
fragmentos quebrados, islas y continentes, montañas y valles, no
se nos ha informado. Los cambios deben haber sido considerables;
pero después del diluvio, fue dividida la tierra en los días de Peleg.
105
Ciertamente es una historia sumamente breve de un
105
Génesis 14:25.
acontecimiento tan importante, y sin embargo, explica la inmensa
revolución que causó que el mar se saliese de su propio lugar en el
norte y se interpusiese entre diferentes partes de la tierra, que así
quedaron divididas y más o menos en la forma que hoy tienen.
Eso, y los terremotos, revoluciones y convulsiones de la tierra
que han ocurrido desde entonces, han contribuido a la alteración
de la faz de la tierra a su estado actual, mientras que las grandes
maldiciones que han caído sobre diferentes regiones, por motivo
de la iniquidad de los hombres, explican la existencia de los
terrenos pantanosos, los lagos hundidos, los mares muertos y los
vastos desiertos. Consideremos, por ejemplo, la denunciación de
los profetas respecto de Babilonia: cómo se iba a tornar en
desolación perpetua, guarida de bestias feroces, habitación de
aves inmundas y repugnantes, nido de lechuzas; y que jamás sería
habitada, sino que sería terreno desolado de generación en
generación.
Contemplemos también las llanuras de Sodoma, cubiertas de
pueblos, ciudades y jardines florecientes, bien regados. Mas ¡oh
cómo ha cambiado! Un extenso mar de agua estancada es lo único
que marca el sitio. Acordémonos de la tierra de Palestina en los
días de Salomón: podía sostener a millones de habitantes, aparte
de rendir trigo en abundancia y otros productos que permutaban
con las naciones vecinas. Ahora es una región estéril que apenas
puede sostener unos pocos infortunados habitantes. Cuando dirijo
la mirada a mi propio país, y veo los numerosos pantanos, lagos y
lagunas de aguas estancadas, junto con las vastas montañas e
innumerables lugares escabrosos donde las peñas se han hendido
y partido, desde su centro hasta su circunferencia, tengo que
exclamar: ¿Cuál es la causa de todo esto?
Al leer el Libro de Mormón, se me informa que al tiempo que
Cristo fue crucificado entre los judíos, todo este continente
americano fue sacudido hasta sus centros; que se hundieron
muchas ciudades y aparecieron las aguas en su lugar; que todas
las rocas se partieron en dos; que las montañas fueron elevadas a
una altura grandísima, mientras que otras fueron hechas valles;
que los caminos llanos se hicieron escabrosos, y que fue cambiada
toda la faz del país. Es entonces cuando exclamo: ¡Estas cosas ya
no encierran un misterio; ahora he aprendido el porqué de tanta
maravilla que veo por todos lados al viajar por el país! Cuando
paso por un banco de rocas y veo que han sido hendidas y
despedazadas, mientras que algunos fragmentos enormes se
hallan profundamente incrustados en la tierra a varios metros de
donde fueron arrancados, exclamo con asombro: ¡Estos fueron los
gemidos, las convulsiones de la naturaleza agonizante, mientras el
Hijo de Dios sufría sobre la cruz!

Los hombres han degenerado desde los días antiguos

También los hombres se han degenerado y cambiado mucho,


al igual que la tierra. Los pecados, las abominaciones y los muchos
hábitos perversos de las postreras edades han aumentado las
miserias, afanes y sufrimientos de la vida humana. La ociosidad,
extravagancia, orgullo, codicia, borracheras y otras abominaciones
que caracterizan estas últimas épocas, se han unido todas para
hundir al género humano en el más bajo estado de miseria y
degradación. Por otra parte, la superchería sacerdotal y las falsas
doctrinas han ayudado en gran manera a adormecer a la raza
humana; y los han dejado dormidos, infinitamente lejos de las
potencias y realizaciones que los antiguos lograron, y que son lo
único que tiene por objeto elevar los poderes intelectuales de la
mente humana, establecer nobles y generosos sentimientos,
dilatar el corazón y ensanchar el alma hasta el último grado de su
capacidad.
Observemos cómo conversaban los antiguos santos con el
Gran Jehová; cómo aprendían de los ángeles y recibían
instrucciones por el Espíritu Santo, en sueños por la noche y
visiones durante el día, hasta que al fin era quitado el velo y se les
permitía contemplar con asombro y admiración todas las cosas
pasadas y futuras, sí, aun remontarse allá, entre los mundos sin
número, mientras la ancha expansión de la eternidad se
desplegaba ante su vista, y veían las poderosas obras del Gran YO
SOY, hasta que por fin conocieron como son conocidos y vieron
como son vistos.
Comparemos esta inteligencia con el inferior conocimiento
superficial de la educación y sabiduría del mundo, que parece
dejar satisfecho el estrecho pensamiento del: hombre en esta
generación. Sí, fijémonos en el mezquino, astuto, inconstante,
avaro y tacaño calumniador del siglo en que vivimos, que no
piensa más que en aumentar sus bienes o en aprovecharse del
prójimo; cuyas actividades o deberes religiosos se limitan a ir a los
servicios, pagar al sacerdote su salario y orar a su Dios, pero sin
esperar ser oído ni contestado, pues supone que Dios ha estado
sordo y mudo por muchos siglos, o que es completamente
estúpido e indiferente como lo es él.
¡Oh hombre, cómo has caído!

Así pues, habiendo visto el contraste entre una y otra cosa,


podremos formarnos una idea de la gran altura de la que el
hombre ha caído. También se verá cuán infinitamente inferior a su
gloria y dignidad anteriores es el estado en que ahora vive. El
corazón llora y se aflige en extremo de verlo en su baja condición;
y cuando reparamos en que es nuestro hermano, estamos prontos
para exclamar con asombro y admiración:
"¡Oh hombre, cómo has caído! En un tiempo fuiste el favorito
de los cielos; tu Hacedor se deleitaba en conversar contigo, y
tenías por compañeros a los ángeles y los espíritus de los justos
hechos perfectos. Ahora te has degradado y has llegado al nivel de
las bestias, sí, e inferior a ellas, porque miran con horror y espanto
tus vanas diversiones, tus juegos y borracheras, y muchas veces te
dan un ejemplo muy digno de imitar. Bien dijo el apóstol Pedro,
que no sabéis nada sino aquellas cosas que conocéis naturalmente
como bestias salvajes, hechas para ser tomadas y destruidas. 106 Y
así perecéis de generación en generación, mientras toda la
creación gime bajo su corrupción; y la angustia, la muerte, el
lamento y el llanto colman la medida de los días del hombre."
No permitamos, empero, que nuestras almas contemplen por
más tiempo este lúgubre cuadro. Bástenos decir que hemos
descubierto, hasta cierto punto, lo que se ha perdido. Tornemos
ahora nuestra atención a lo que los profetas anunciaron que sería
restaurado.

Todos los profetas esperaron el día de la restauración

Mientras el apóstol Pedro predicaba a los judíos, les declaró:


"Y enviará a Jesucristo, que os fue antes anunciado: al cual de
cierto es menester que el cielo tenga hasta los tiempos de la
restauración de todas las cosas, que habló Dios por boca de sus
santos profetas que han sido desde el siglo." 107
Parece, en vista de lo anterior, que todos los santos profetas,
desde Adán hasta Cristo, y los que siguieron después, tenían
puestos los ojos en cierta época, un tiempo en que todas las cosas
iban a ser restauradas a su prístina belleza y excelencia. También
aprendemos que los días de esta restauración habían de ser al
tiempo de la segunda venida de Cristo o cerca de esa época,

106
2 Pedro 2:12.
107
Hechos 3:20, 21.
porque los cielos han de tenerlo hasta el tiempo de esa restitución
y entonces el Padre lo enviará de nuevo a la tierra.
Vamos ahora a examinar los versículos 1 a 5 del capítulo 40
de Isaías: "Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.
Hablad al corazón de Jerusalén: decidle a voces que su tiempo es
ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido
de la mano de Jehová por todos sus pecados. Voz que clama en el
desierto: Barred camino a Jehová: enderezad calzada en la soledad
a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y
collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se
manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá;
que la boca de Jehová habló."
Estos pasajes nos hacen ver, primero, que se iba a oír la voz
de uno que clamaría en el desierto para preparar el camino del
Señor, precisamente cuando Jerusalén haya sido hollada de los
gentiles el tiempo suficiente para haber recibido doble de la mano
de Jehová por todos sus pecados sí, cuando la guerra contra
Jerusalén haya terminado y le sean perdonadas sus iniquidades.
Entonces se hará esta proclamación, como en otro tiempo la
hizo Juan; sí, una segunda proclamación de preparar el camino del
Señor para su segunda venida. Y más o menos en ese tiempo todo
valle será alzado, todo monte y collado será bajado, se enderezará
lo torcido, se allanará lo áspero y la gloria de Jehová se
manifestará, y toda carne juntamente la verá, porque la boca del
Señor lo ha hablado.

La tierra será restaurada a su estado primitivo

De manera que vemos que todo monte será bajado, todo


valle será alzado, y que lo escabroso será allanado y lo torcido
enderezado; y estas portentosas revoluciones empezarán a
restaurar la faz de la tierra a su belleza anterior. Sin embargo,
después de haberse realizado esto, no estará completa nuestra
restauración. Quedarán muchas otras cosas por hacer, a fin de que
sean restauradas todas las cosas.
Enseguida leeremos del capítulo 35 de Isaías, donde de nuevo
se habla de la segunda venida del Señor y las grandes obras que
seguirán. El estéril desierto abundará en lagunas y fuentes de
aguas vivas, y producirá césped y florecerá como la rosa; y esto
acontecerá al tiempo de la venida de su Dios, con venganza y con
pago, lo cual debe referirse a su segundo advenimiento; y es
cuando Israel ha de venir a Sión con canciones de gozo
sempiterno, y huirá la tristeza y el gemido. De modo que aquí
vemos que se quitará la maldición de los desiertos, y que se
convertirán en terrenos fructíferos y bien regados.
Investigaremos ahora si las islas han de volver a los
continentes de los que fueron separadas. Para esto nos
referiremos al Apocalipsis 6:14: "Y todo monte y las islas fueron
movidos de sus lugares." Este pasaje nos da a entender que fueron
movidas a algún lugar; y como se trata de la época de restaurar lo
que se había perdido, las islas, por tanto, volverán y se juntarán a
las tierras de las que fueron arrancadas.
El siguiente pasaje se encuentra en el capítulo 13 de Isaías,
versículos 13 y 14, y dice que "la tierra se moverá de su lugar, en
la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día de la ira de su
furor. Y será como corza amontada y como oveja sin pastor."
También Isaías 62:4: "Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu
tierra se dirá más Asolamiento; sino que serás llamada Hephzibah,
y tu tierra Beulah; porque el amor de Jehová será en ti, y tu tierra
será casada."
En el primer pasaje leemos que la tierra será movida como
corza amontada, y en el segundo, que será casada. De modo que
por todos y los varios pasajes de las Escrituras aprendemos que los
continentes y las islas serán unidos en uno, como lo eran al tiempo
de su creación; y el mar se apartará y se volverá a su propio lugar,
donde anteriormente se hallaba. Todo esto ha de acontecer
durante la grande convulsión de la naturaleza, cerca del tiempo de
la venida del Señor.
¡Mirad! el Oliveto hendido en dos
Al ser tocado por el pie de Dios:
Las islas, obedientes volverán
Y al aquilón los mares huirán;
La tierra, restaurada a su primor,
Habitación será de gozo y de amor.
La restauración de toda la vida a su perfección
edénica
Restaurada la tierra al mismo glorioso estado en que al
principio existió, por haber sido rebajadas las montañas, elevados
los valles y allanados los lugares ásperos, habiéndose tornado
fructíferos los desiertos y los continentes y las islas uniéndose en
uno, causando que fuese quitada la maldición a fin de que no
hubiera más espinas, cardos y hierbas nocivas - el siguiente paso
será reglamentar y restaurar la creación animal a su condición
anterior de paz y gloria para que cese la enemistad sobre la tierra.
Pero esto no podrá ser sino hasta que descienda una destrucción
general sobre los hombres, a fin de que la tierra sea
completamente limpiada, y toda iniquidad desaparezca de su faz.
Esto se llevará a cabo por la vara de su boca y por el aliento
de sus labios, o en otras palabras, por fuego tan universal como lo
fue el diluvio. Se declara en Isaías 11:4, 6 y 9: Sino que juzgará con
justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la
tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de
sus labios matará al impío. Morará el lobo con el cordero, y el tigre
con el cabrito se acostará: el becerro y el león y la bestia
doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la
osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey
comerá paja. Y el niño de teta se entretendrá sobre la cueva del
áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna
del basilisco. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte;
porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como
cubren la mar las aguas."
De modo que será purificada la tierra, glorificada con el
conocimiento de Dios, como cubren la mar las aguas. Él derramará
su Espíritu sobre toda carne, y los hombres, así como las bestias,
se volverán completamente inofensivos como en el principio, su
único alimento será la substancia vegetal. Nada habrá para
perjudicar o destruir en toda la vasta creación.
Muchas son las descripciones gloriosas que los profetas han
dado de la felicidad de los habitantes:
"Y edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y
comerán el fruto de ellas. No edificarán y otro morará; no
plantarán, y otro comerá: porque según los días de los árboles
serán los días de mi pueblo, y mis escogidos perpetuarán las obras
de sus manos. No trabajarán en vano, ni parirán para maldición;
porque son simiente de los benditos de Jehová, y sus
descendientes con ellos. Y será que antes que clamen, responderé
yo: aun estando ellos hablando, yo habré oído." 108
Parece que en este dichoso estado de existencia toda la
gente vivirá hasta la edad completa de un árbol, sin dolores ni
angustias; cuanto pidieren les será concedido inmediatamente y
antes que clamen les será respondido. Por supuesto, no habrá
quien duerma en el polvo, porque al morir preferirán ser
trasladados, es decir, cambiados en un abrir y cerrar de ojos, del
estado mortal al inmortal, para luego seguir reinando con Jesús en
la tierra.
108
Isaías 65:21-24
La resurrección literal de Cristo

De modo que hemos seguido las profecías a través de las


varias escenas que nos pintan la restauración de la tierra y sus
habitantes a ese estado de perfección en que al principio
existieron, y en el que existirán durante el gran día de reposo de la
creación. Habiendo, pues, examinado la restauración de todas las
cosas entre los vivientes, ahora nos tornaremos a los que duermen
en los sepulcros. Sin embargo, para poder entender con exactitud
la naturaleza de su restauración, será preciso que nos enteremos
de los detalles concernientes a la resurrección de Jesús, porque es
el modelo exacto según el cual todos sus santos han de resucitar.
Recordaremos: Primero, que tuvo un cuerpo de carne, sangre
y huesos como cualquier otro hombre, y en todo sentido estuvo
sujeto al hambre, la sed, el dolor, la fatiga, la enfermedad y la
muerte, igual que cualquier otra persona, pero con esta diferencia:
Él podía aguantar mucho más que cualquier otro cuerpo humano.
Segundo, este mismo cuerpo fue puesto sobre la cruz,
destrozado por los clavos que penetraron sus manos y pies, y por
la lanza que causó la herida en su costado, de la cual salió sangre
y agua.
Tercero, este mismo cuerpo, enteramente sin vida, como
cualquier otro cadáver, fue llevado sin que le fuera quebrantado
uno de sus huesos, y con mucho cuidado fue envuelto en una
sábana y depositado en el sepulcro, donde permaneció hasta el
tercer día. Muy de mañana llegaron las mujeres a la tumba ese día,
y después de ellas sus discípulos. Hallaron los lienzos echados y el
sudario que había estado sobre su cabeza, en un lugar aparte; mas
el cuerpo ya no estaba allí.

Ministerio del Señor resucitado

Todas estas circunstancias nos revelan el hecho de que aquel


mismo cuerpo de carne y huesos que había sido puesto en la
tumba fue en verdad revivificado, y se levantó y echó a un lado los
lienzos que ya no necesitaba. Jesucristo salió triunfante de las
mansiones de la muerte, poseyendo el mismo cuerpo con que
había nacido de mujer y había sido crucificado. Mas en sus venas
no corría sangre, porque la sangre es la vida natural, en la que se
encierran los elementos de la mortalidad; y si el hombre fuese
restaurado a la carne y la sangre, sería mortal y por consiguiente,
estaría nuevamente sujeto a la muerte. No fue así con nuestro
Salvador, aunque ciertamente tuvo un cuerpo de carne y huesos
después de su resurrección, porque cuando se apareció a sus
discípulos, llenándolos de espanto porque creían que estaban
viendo un espíritu, Él les dijo, para indicarles su error: "Palpad y
ved; que el espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo
tengo." 109 Y pidiéndoles algo de comer, le ofrecieron parte de un
pez asado y un panal de miel, que Él comió delante de ellos.
Más tarde, llamó a Tomás para que tocase con su dedo las
marcas en sus manos y sus pies, y metiese la mano en su costado.
Por tanto, queda demostrado que no sólo poseía el mismo cuerpo,
sino que las mismas heridas también se manifestaban como
testimonio; y así será hasta que Él venga de nuevo, cuando los
judíos mirarán a aquel que han traspasado, y preguntarán: "¿Qué
heridas son éstas en tus manos?” 110
¡Oh, duros de corazón, impíos hijos de los hombres! Vuestros
ojos muy pronto verán a Aquel que fue crucificado por vuestros
pecados. Entonces entenderéis que la resurrección de los muertos
es una realidad, algo tangible, y que la eternidad no es una tierra
de sombras ni un mundo de fantasmas, como algunos suponen.
Otra de las cosas que hizo Jesús después de su resurrección,
fue la humilde tarea de asar un pez e invitar a sus discípulos a
comer de él. ¡Oh, qué sencillez! ¡qué amor! ¡qué condescendencia!
¡Admiraos, oh cielos! ¡Asómbrate, oh tierra! He ahí a vuestro
Redentor, revestido de inmortalidad, y sin embargo, lo vemos,
sentado junto a las ascuas, al aire libre, humildemente comiendo
con sus hermanos del pez que había preparado con sus propias
manos. ¡Oh, grandes y nobles de la tierra, que os halláis rodeados
de lujos y refinamiento! ¡Oh, sacerdotes, que os halláis colmados
de los honores, títulos, dignidades, riquezas y esplendor del
mundo! ¡He aquí una lección que os hará sonrojar; no más os
jactéis de ser discípulos del manso y humilde Jesús!

Ezequiel anuncia la resurrección de todo Israel

Volvamos, empero, al tema de la resurrección. Habiendo


demostrado claramente que nuestro Salvador se levantó de los
muertos con el mismo cuerpo de carne y huesos con que fue
crucificado, y que comió y bebió con sus discípulos, queda resuelto
para siempre el asunto de la resurrección de los santos. Mas si se
requieren pruebas adicionales, las tenemos en la profecía de Job
que se citó en otra parte de esta obra, donde declara que su
Redentor al fin se levantaría sobre el polvo, y que en su carne lo
109
Lucas 24:39
110
Zacarías 12:10; 13:6.
vería aunque se consumieran sus riñones dentro del cuerpo que
entonces tenía. 111
El hecho es que los santos recibirán de nuevo sus cuerpos -
cada coyuntura en su propio y perfecto lugar cubiertos de carne,
nervio y piel, como nos hallamos ahora. Serán seres inmortales
que nunca más verán corrupción, y vestirán una túnica blanca de
rico lino, propia para cuerpos inmortales. Bien dijo el apóstol, que
tenemos en los cielos una mejor sustancia (no sombra). 112
A fin de aclarar este asunto un poco más, vamos a examinar
cuidadosamente el capítulo 37 de Ezequiel, al que de paso nos
hemos referido ya. En esta visión el profeta es llevado en el
espíritu y ve ante sus ojos un campo que estaba lleno de huesos,
muy numerosos y sumamente secos. Mientras contempla la
espantosa escena, se le hace una pregunta asombrosa: "Hijo del
hombre, ¿vivirán estos huesos?" Y él contesta: "Señor Jehová, tú lo
sabes." Entonces le manda: "Profetiza sobre estos huesos, y diles:
Huesos secos, oíd palabra de Jehová.” 113
Al profetizar como le fue mandado, hubo un ruido. "y he aquí
un temblor, y los huesos se llegaron cada hueso a su hueso"; y los
nervios y la carne subieron sobre ellos, y la piel los cubrió.
Entonces le fue mandado profetizar a los cuatro vientos: "Espíritu,
ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán . .
y entró espíritu en ellos y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un
ejército grande en extremo." 114
Hemos oído muchos comentarios respecto de esta visión.
Algunos la comparan a los pecadores que se convierten, y otros al
cuerpo de Cristo, es decir, la Iglesia, cuando está muerta en cuanto
a los dones espirituales. Sin embargo, la Iglesia, si muere, ya no
puede seguir siendo el cuerpo de Cristo, pues cuando persevera en
la viña verdadera, vive y da fruto, y no está muerta; mas cuando
no persevera en Él, queda cortada como rama, se seca, es
quemada y no se vuelve a levantar. Pero ¿acaso hemos oído la
explicación que el Señor mismo da a la visión en el mismo
capítulo? Es tan superior a cualquier otro comentario, que me
inclino a creerla. Por tanto, la escribiré, dándole preferencia,
aunque quizá incurriré en el peligro de llegar a ser impopular por
hacerlo.

111
Job 19:25-27.
112
Hebreos 10:34.
113
Ezequiel 37: 1-4.
114
Ezequiel 37:7-10.
Los santos resucitados heredarán la tierra

El Señor dice: "Hijo del hombre, todos estos huesos son la


casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y
pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados. Por tanto
profetiza, y diles: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo abro
vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras
sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy
Jehová, cuando abriere vuestros sepulcros, y os sacare de vuestras
sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi espíritu en vosotros, y viviréis,
y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová
hablé, y lo hice, dice Jehová." 115
De modo que se nos explica de una manera clara la visión
entera, si es que se quiere aceptar la autoridad del Señor, cosa
que raras veces acontece en esta edad de ciencia y
alumbramiento. El hecho es que toda 1a posteridad de Israel
resucitará de los muertos y será conducida a la tierra de Israel, que
le fue dada por herencia perpetua. A fin de lograrlo, sus huesos
secos serán juntados, cada hueso a su hueso, y cada parte de su
cuerpo ha de ser restituida. Habrá un gran estruendo. y asombroso
temblor cuando se junten, y ciertamente cuando se incorporen y
estén sobre sus pies serán un ejército muy grande en extremo.
Esto también explica la promesa tan frecuentemente repetida
en las Escrituras: "Mi siervo David les será príncipe para siempre."
Por cierto, en este mismo capítulo les es prometido que su siervo
David será levantado y será su príncipe, mientras que el Señor
será su rey.'' 116 A la vez, aquellos que estén vivos, así como los
que estén muertos, serán restaurados y llegarán a ser una nación
en la tierra sobre el monte de Israel. David se levantará y les
servirá de príncipe y pastor para siempre, cuando el Señor Jesús
reinare como Rey de reyes y Señor de señores.
“La luna se avergonzará y el sol se confundirá, cuando Jehová
de los ejércitos reinare en el monte de Sión y en Jerusalén, y
delante de sus ancianos fuere glorioso." 117
Glorioso día de aliento y paz,
Tú nuestro anhelo cumplirás
De saludar allá en amor
A los ancianos del Señor;
Do sólo dicha existirá,
Y muerte y penas no habrá.
115
Ezequiel 37:11-14.
116
Ezequiel 37:22-28.
117
Isaías 24:23.
La cena de la boda del Cordero
Yo dejo de maravillarme, cuando me acuerdo que Abraham se
consideró extranjero y peregrino porque esperaba ciudad con
fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios. Según las
Escrituras, Adán nuestro padre, el Anciano de grande edad, se
sentará, el Señor vendrá y la tierra será renovada. Entonces,
después de esta restauración se precisará un cambio más, a fin de
preparar la tierra para que sea la herencia eterna del hombre; y
ese cambio ha de acontecer el último día, después que los
hombres hayan vivido sobre ella en paz por mil años.
Ahora hemos descubierto el gran secreto, que nadie aparte
de los santos ha comprendido (y éstos lo han entendido bien en
todas las edades del mundo), y es que el hombre ha de morar en
la carne con el Mesías, con toda la casa de Israel, y con todos los
santos del Altísimo, no sólo mil años, sino por los siglos de los
siglos.
Allí nuevamente nuestro padre Adán con su cabello blanco
como la lana pura, se sentará sobre el trono con toda dignidad
como el Anciano de grande edad, el gran Patriarca, el potente
Príncipe, mientras que de nuevo estarán delante de él millares de
millares, y diez mil veces diez mil lo servirán. Allí recibirá a todos
sus hijos que murieron en la fe del Mesías; y Abel, Enoc, Abraham,
Job, Daniel y los profetas, apóstoles y santos de Dios de todas las
edades, se saludarán unes a otro.
Jesús el gran Mesías estará en medio de ellos, y para coronar
todo, se ceñirá y administrará pan y vino a toda la multitud. El
mismo participará con ellos sobre la tierra, y todos estarán
vestidos de lino exquisito, blanco y pura. Esta será la cena de
bodas del Cordero. Bienaventurados quienes participaren de ella.

Los profetas predicen el establecimiento de la Ciudad


Santa

Habiendo seguido la gran restauración de la tierra y sus


habitantes,' hasta hallarlos disfrutando por completo de las
promesas hechas a sus padres, y habiéndonos enterado de que el
estado futuro no es una condición de sombras y fábulas, sino algo
tangible, "una mejor sustancia", como dice la Escritura, vamos
ahora a considerar la división de su tierra y la disposición de su
ciudad, la Ciudad Santa, donde el tabernáculo de Dios y su
santuario estarán para siempre jamás. Esta, por supuesto, es la
ciudad que buscaron Abraham y otros, mas no pudieron
encontrarla.
Esta descripción se halla en el último capítulo de Ezequiel,
donde divide la tierra por suertes entre las doce tribus, y traza la
ciudad y su santuario en el centro, con sus doce puertas, tres a
cada lado, todo el conjunto dispuesto en cuadro. En el capítulo 47
de su libro hallamos la descripción de un bello río que saldrá de
debajo del umbral del templo hacia el oriente, para desembocar en
el mar Muerto, causando que las aguas sanen y produzcan gran
abundancia de peces desde En-gadi hasta Eneglaim, y los
pescadores tenderán allí sus redes. Los charcos y las lagunas no
sanarán, sino que quedarán para salinas. En las riberas crecerán
toda clase de árboles frutales, cuyas hojas nunca caerán ni les
faltará fruto. A sus meses madurará, por motivo de las aguas que
salen de debajo del santuario, y su fruto será para comer, y sus
hojas para medicina.
Sin embargo, a fin de detallar más claramente la construcción
de la ciudad y los materiales con que será edificada, citaremos del
capítulo 54 de Isaías, versículos 11 hasta el fin de dicho capítulo:
"Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo
cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré.
Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras
de carbunclo, y todo tu término de piedras de buen gusto. Y todos
tus hijos serán enseñados de Jehová; y multiplicará la paz de tus
hijos.
"Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión,
porque no temerás; y de temor, porque no se acercará a ti. Si
alguno conspirare contra ti, será sin mí: el que contra ti conspirare,
delante de ti caerá. He aquí que yo crié al herrero que sopla las
ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo
he criado al destruidor para destruir. Toda herramienta que fuere
fabricada contra ti, no prosperará; y tú condenarás toda lengua
que se levantare contra ti en juicio. Esta es la heredad de los
siervos de Jehová, y su justicia de por mí, dijo Jehová."

Descripción de la Ciudad Santa

Estos versos nos dan una idea de la belleza de la ciudad y los


materiales que se van a usar en su construcción. Sus piedras de
rubí, sus fundamentos de zafiros, sus ventanas de piedras
preciosas, sus puertas de piedras de carbunclo y todo su término
de piedras de buen gusto. Todo esto tiene por objeto embellecer el
lugar de su santuario, honrar el lugar de sus pies, así como dar un
lustre y magnificencia a la ciudad, de los cuales los gentiles
pueden tan solamente formarse un vago concepto, no obstante
toda su ostentación de riquezas y grandeza. Luego observamos en
la misma descripción el conocimiento y la paz y la seguridad de
que disfrutarán todos los habitantes, mientras que todos aquellos
que se junten contra ellos para combatirlos, tendrán que perecer.
Ciertamente ésta es la herencia de los siervos del Señor,
seguramente es ciudad deleitable, y bien vale una peregrinación
como la de Abraham.
Mas para formarnos un concepto más notable aún de la
prosperidad, riqueza, hermosura y magnificencia de las ciudades
de Sión y Jerusalén, citaremos el capítulo 60 de Isaías:
"Levántate, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria
de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán
la tierra, y oscuridad los pueblos; mas sobre ti nacerá Jehová, y
sobre ti será vista su gloria. Y andarán las gentes a tu luz, y los
reyes al resplandor de tu nacimiento. Alza tus ojos en derredor, y
mira: todos estos se han juntado, vinieron a ti: tus hijos vendrán de
lejos, y tus hijas sobre el lado serán criadas.
"Entonces verás y resplandecerás; y se maravillará y
ensanchará tu corazón, que se haya vuelto a ti la multitud de la
mar, y la fortaleza de las gentes haya venido a ti. Multitud de
camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Epha; vendrán
todos los de Seba; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas
de Jehová. Todo el ganado de Cedar será juntado para ti: carneros
de Nebayoth te serán servidos: serán ofrecidos con agrado sobre
mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.
"¿Quiénes son estos que vuelan como nubes, y como palomas
a sus ventanas? Ciertamente a mí esperarán las islas, y las naves
de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y
su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel,
que te ha glorificado. Y los hijos de los extranjeros edificarán tus
muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te herí, mas en mi
buena voluntad tendré de ti misericordia. Tus puertas estarán de
continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche; para que sea
traída a ti fortaleza de gentes, y sus reyes conducidos. Porque la
gente o el reino que no te sirviere, perecerá; y del todo serán
asoladas.
Majestad y gloria de la Ciudad Santa

"La gloria del Líbano vendrá a ti, hayas, pinos, y bojes


juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el
lugar de mis pies. Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te
afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que
te escarnecían, y llamarte han Ciudad de Jehová, Sión del Santo de
Israel. En lugar de que has sido desechada y aborrecida, y que no
había quien por ti pasase, ponerte he en gloria perpetua, gozo de
generación y generación. Y mamarás la leche de las gentes, el
pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el
Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. En vez de cobre
traeré oro, y por hierro plata, y por madera metal y en lugar de
piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus
exactores.
"Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni
quebrantamiento en tus términos; mas a tus muros llamarás Salud,
y a tus puertas Alabanza. El sol nunca más te servirá de luz para el
día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que Jehová te
será por luz perpetua y el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá
jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque te será Jehová por luz
perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu pueblo, todos
ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de
mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. El pequeño será
por mil, el menor, por gente fuerte. Yo Jehová a su tiempo haré
que esto sea presto."
Este capítulo nos hace saber: Primero, que se edificará una
ciudad en los últimos días, a la cual serán conducidos no sólo
Israel, sino las naciones de los gentiles; y que la nación y reino que
no sirva a esa ciudad perecerá y será completamente destruido.
Segundo, se nos informa que el nombre de esa ciudad es
Sión, la ciudad del Señor.
Tercero, nos es dicho que es el sitio de su santuario y el lugar
de sus pies.
Cuarto, que la madera más fina, el haya, los pinos y bojes,
será traída para adornar el lugar de su santuario y honrar el lugar
de sus pies.
Quinto, que habrá tal abundancia de metales preciosos, que
se usará oro en lugar de cobre, plata en lugar de hierro, metal en
lugar de maderas y hierro en lugar de piedras. Su tributo será la
paz, y por exactores tendrá a la justicia. Nunca más se oirá
violencia en la tierra, ni habrá más destrucción o quebrantamiento
dentro de sus fronteras. Sus muros se llamarán Salud, y sus
puertas Alabanza; y la gloria de Dios que estará en medio de ella
sobrepujará el sol. Los días de su lamentación habrán terminado,
todos sus habitantes serán justos y heredarán la tierra para
siempre, pues serán renuevos del plantío del Señor obra de sus
manos, para glorificarlo. El pequeño será nación fuerte, y el Señor
hará que acontezca presta

Sión y Jerusalén son nombrados centros del recogimiento

El salmista David nos habla concerniente al tiempo de la


edificación de esta ciudad en el Salmo 102, versículos 13 al 22:
"Tú, levantándote, tendrás misericordia de Sión; porque el
tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado.
Porque tus siervos aman sus piedras, y del polvo de ella tienen
compasión. Entonces temerán las gentes el nombre de Jehová, y
todos los reyes de la tierra tu gloria; por cuanto Jehová habrá
edificado a Sión, y en su gloria será visto; habrá mirado a la
oración de los solitarios, y no habrá desechado el ruego de ellos.
"Escribirse ha esto para la generación venidera: y el pueblo
que se criará, alabará a JAH. Porque miró de lo alto de su
santuario; Jehová miró de los cielos a la tierra, para oír el gemido
de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte; porque
cuenten en Sión el nombre de Jehová, y su alabanza en Jerusalén,
cuando los pueblos se congregaren en uno, y los reinos, para servir
a Jehová."
Estas Escrituras nos informan: Primero, que se ha señalado un
tiempo para edificar a Sión, o sea la ciudad a que alude Isaías; que
esta época será poco antes de la segunda venida de Cristo> y que
cuando se construya, el Señor aparecerá en su gloria, y no antes.
Según esto, podemos afirmar que si tal ciudad nunca fuere
edificada, el Señor jamás vendría.
Segundo, se nos da a saber que los pueblos y los reinos van a
ser reunidos para servir al Señor en Sión, así como en Jerusalén, y
Tercero, que se escribió este Salmo expresamente para la
generación venidera, y los pueblos que han de ser creados
adorarán al Señor cuando lo lean y vean su cumplimiento.
Eter habla de la Nueva Jerusalén

Ahora deseo llamar la atención a la profecía de Eter, que se


halla en el Libro de Mormón:
"Porque ciertamente les habló de todas las cosas, desde el
principio del hombre; y que después de retirarse las aguas de la
superficie de este país, llegó a ser una tierra escogida sobre todas
las demás, una tierra escogida del Señor - por tanto, el Señor
quiere que todos los hombres que en ella habitaren, lo sirvan a él y
que era el sitio de la Nueva Jerusalén que descendería del cielo, y
del santo santuario del Señor. He aquí, Eter vio los días de Cristo, y
habló de una Nueva Jerusalén sobre este país.
"Y habló también concerniente a la casa de Israel, y la
Jerusalén de donde Lehi habría de venir: que después de ser
destruida sería reconstruida de nuevo, una ciudad santa para el
Señor; por tanto, no podría ser una Nueva Jerusalén, por haber
existido ya en la antigüedad; mas sería reconstruida, y llegaría a
ser una ciudad santa del Señor; y sería edificada para la casa de
Israel; y que en este país se edificaría una Nueva Jerusalén para el
resto de la posteridad de José, de lo cual ha habido un tipo. Porque
como José había llevado a su padre al país de Egipto, donde murió,
el Señor, por tanto, sacó a un resto de la descendencia de José del
país de Jerusalén, para manifestar su misericordia hacia la
posteridad de José, a fin de que no pereciera, así como fue
misericordioso con el padre de José para que no muriese.
"Por lo tanto, el resto de la casa de José se establecerá en
este país; y será la tierra de su herencia; y levantarán una ciudad
santa para el Señor, semejante a la Jerusalén antigua y no serán
confundidos más hasta que llegue el fin, cuando la tierra será
consumida. Y habrá un cielo nuevo y una tierra nueva; y serán
semejantes a los antiguos, salvo que los antiguos habrán
desaparecido y todas las cosas se habrán vuelto nuevas. Y
entonces viene la Nueva Jerusalén; y benditos son los que moran
en ella; porque son aquellos cuyos vestidos han sido blanqueados
en la sangre del Cordero; y son los que están contados entre el
resto de la posteridad de José, que eran de la casa de Israel.
"Y entonces viene también la antigua Jerusalén; y benditos
son sus habitantes, porque han sido lavados en la sangre del
Cordero; y son los que fueron esparcidos y recogidos de las cuatro
partes de la tierra y de los países del norte, y participan del
cumplimiento de la alianza que Dios hizo con Abraham, el padre de
ellos. Y cuando sucedieren estas cosas, se cumplirá la Escritura
que dice: Hay quienes fueron los primeros, que serán los últimos; y
quienes fueron los últimos, que serán los primeros." 118

Son comparadas la Nueva y la Antigua Jerusalén

Por esta profecía vemos: Primero, que América es una tierra


escogida del Señor, más que cualquier otra.
Segundo, que es el lugar de la Nueva Jerusalén de Dios que
descenderá del cielo a la tierra, cuando ésta sea renovada.
Tercero, que se ha de edificar en América una Nueva
Jerusalén para el resto de la posteridad de José, según el modelo
de la antigua Jerusalén en la tierra de Canaán; y que la antigua
Jerusalén va a ser reedificada al mismo tiempo, después de lo cual
ambas ciudades prosperarán sobre la tierra, hasta que venga el
gran y último cambio, en que los cielos y la tierra serán hechos
nuevos.
Cuarto, nos es revelado que al tiempo de este cambio, las dos
ciudades, junto con sus habitantes, serán arrebatadas hasta el
cielo; y luego que se haya efectuado el cambio y todo se haya
hecho nuevo, una descenderá sobre el continente americano y la
otra volverá a su propio lugar anterior.
Quinto, se nos dice que los habitantes de estas dos ciudades
son los mismos que se reunieron y primeramente las edificaron. El
resto de la posteridad de José y los que se reunieron con ellos,
heredarán la Nueva Jerusalén; y las tribus de Israel, que serán
recogidas de los países del norte y de los cuatro cabos de la tierra,
habitarán la otra. De modo que después de la renovación de todas
las cosas, hallamos que aquellos que en un tiempo fueron
extranjeros y peregrinos sobre la tierra, llegarán a poseer aquella
patria mejor que buscaban.

Juan ve la Nueva Jerusalén en visión

Enseguida consideraremos la revelación de S. Juan, y


examinaremos la ciudad después que haya sido hecha nueva, para
ver si tiene alguna semejanza a lo que fue antes de sufrir su
cambio final.
"Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer
cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es. Y yo Juan vi la
santa ciudad, Jerusalén nueva, que descendía del cielo, de Dios,

118
Eter 13:2-12.
dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran
voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo
Dios será su Dios con ellos. Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos
de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor,
ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
"Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí yo hago
nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras
son fieles y verdaderas. Y díjome: Hecho es. Yo soy Alpha y
Omega, el principio y el fin. A1 que tuviere sed, yo le daré de la
fuente del agua de vida gratuitamente. El que venciere, poseerá
toas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Mas a los
temerosos e incrédulos, a los abominables y homicidas, a los
fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos,
su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la
muerte segunda.

La Santa Jerusalén descenderá del cielo

“Y vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete


copas llenas de las siete postreras plagas, y habló conmigo,
diciendo: Ven acá, yo te mostraré la esposa, mujer del Cordero. Y
llevóme en Espíritu a un grande y alto monte, y me mostró la
grande ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios,
teniendo la claridad de Dios: y su luz era semejante a una piedra
preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.
Y tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas,
doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de
los hijos de Israel. A1 oriente tres puertas; al norte tres puertas; al
mediodía tres puertas; al poniente tres puertas.
"Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los
doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. Y el que hablaba
conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la
ciudad, y sus puertas, y su muro. Y la ciudad está situada y puesta
en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y él midió la
ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la
anchura de ella son iguales. Y midió su muro, ciento cuarenta y
cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel.
"Y el material de su muro era de jaspe: mas la ciudad era de
oro puro, semejante al vidrio limpio. Y los fundamentos del muro
de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer
fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el
cuarto, esmeralda; el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el
séptimo, crisólito; el octavo, berilo, el nono, topacio; el décimo,
crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Y las
doce puertas eran doce perlas, en cada una, una; cada puerta era
de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro como vidrio
transparente. Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios
Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
"Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que
resplandezcan en ella; porque la claridad de Dios la iluminó, y el
Cordero era su lumbrera. Y las naciones que hubieren sido salvas
andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su
gloria y honor a ella. Y sus puertas nunca serán cerradas de día,
porque allí no habrá noche. Y llevarán la gloria y la honra de las
naciones a ella. No entrará en ella ninguna cosa sucia o que hace
abominación y mentira; sino solamente los están escritos en el
libro de la vida del Cordero." 119
También dice en el capítulo 22:
"Después me mostró un río limpio de agua de vida,
resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del
Cordero. En el medio de la plaza de ella, y de la una y de la otra
parte del río, estaba el árbol de vida, que lleva doce frutos, dando
cada mes su fruto: y las hojas del árbol eran para la sanidad de las
naciones. Y no habrá más maldición; sino que el trono de Dios y
del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Y verán su
cara; y su nombre estará en sus frentes.
"Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre
de antorcha, ni de lumbre de sol: porque el Señor Dios los
alumbrará: y reinarán para siempre jamás. Y me dijo: Estas
palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos
profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas
que es necesario que sean hechas presto. Y he aquí, vengo presto.
Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este
libro." 120
Esta hermosa descripción nos da a entender: Primero, que la
tierra nueva no va a estar separada por ningún mar. Por tanto, lo
que hoy llamamos los continentes oriental y occidental, en ese
tiempo serán una sola tierra.
Segundo, que el Señor no sólo va a hacer nuevos los cielos y
la tierra, sino todas las cosas (entre ellas, por supuesto, las

119
Apocalipsis 21:1-27.
120
Apocalipsis 22:1-7.
ciudades de Jerusalén y Sión, donde habrá estado su tabernáculo
por más de mil años).
Tercero, que la ciudad estará dispuesta en cuadro, tendrá
doce puertas que llevarán, cada cual, el nombre de una de las
tribus de Israel; y habrá tres puertas al norte, tres al sur, tres al
oriente y tres al occidente, precisamente como existirá
transitoriamente durante los mil años, según la descripción de
Ezequiel.
Cuarto, que será embellecida con piedras preciosas Y oro,
como lo será la ciudad provisional que describe Isaías.
Quinto, que un río puro de agua de vida, resplandeciente
como el cristal, correrá por esta ciudad nueva, y saldrá del trono
de Dios y del Cordero, así como las aguas vivas que saldrán de
debajo del santuario en la ciudad temporaria, según la descripción
de Ezequiel.
Sexto, que el árbol de vida estará de la una y de la otra parte
del río, un árbol que llevará doce frutos, uno diferente cada mes, y
cuyas hojas eran para dar salud a las naciones. Mas en la época
que Juan lo ve, las naciones no tendrán necesidad de ser sanadas,
porque no habrá más muerte, ni dolor, ni angustias, porque las
primeras cosas habrán pasado, y todo es hecho nuevo. Por tal
motivo habla en tiempo pasado y dice que eran para la sanidad de
las naciones, y se refiere, por supuesto, al tiempo en que
existieron provisionalmente, según Ezequiel, antes de su cambio
final.

Sión y Jerusalén, dos ciudades santas

Hagamos ahora un resumen de las cosas de que hemos


hablado. Ezequiel y los otros profetas nos han hecho ver las
ciudades de Sión y Jerusalén tal como existirán durante los mil
años de reposo conocido como el Milenio, mientras que S. Juan nos
presenta un cuadro de estas mismas ciudades después de su
cambio final, cuando vengan de Dios y desciendan del cielo sobre
la tierra nueva.
Eter, por otra parte, nos ha pintado la condición de ambas
ciudades, tanto en su estado temporal como eterno, y nos ha
hablado claramente acerca del sitio en que se hallarán, antes y
después: la Nueva Jerusalén en América, habitada por aquellos del
resto de la posteridad de José y los que con ellos se reunieron, que
hubieren lavado y blanqueado sus vestidos y en la sangre del
Cordero; y la otra Jerusalén, en su lugar anterior, habitada por las
tribus de Israel, recogidas de los países del norte y de todas las
tierras donde fueron echadas, y que también hayan lavado sus
vestidos y los hayan blanqueado en la sangre del Cordero. Así pues
queda el asunto.
Solamente deseo añadir que en un tiempo el gobierno de los
Estados Unidos se dedicó, durante muchos años, a recoger al resto
de la posteridad de José precisamente al lugar donde por último
edificarán una Nueva Jerusalén, una Sión, con la ayuda de los
gentiles, que los juntarán de toda la faz de la tierra. Este
recogimiento está claramente anunciado en el Libro de Mormón y
otras revelaciones, y está señalado el lugar en que acontecerá, y el
tiempo en que se ha de cumplir ya se ha fijado. Y a menos que los
gentiles se arrepientan de todas sus abominaciones y acepten el
mismo convenio, de aquí a poco serán totalmente destruidos de
sobre la superficie de este país, como dice Isaías:
"Porque la gente o el reino que no te sirviere, perecerá; y del
todo serán asoladas.” 121
Así también lo testifica el profeta Nefi en el Libro de Mormón:
"Y de cierto os digo, os daré una señal para que sepáis la
época en que estarán a punto de acontecer estas cosas, cuando
recogeré a mi pueblo de su larga dispersión, oh casa de Israel, y
estableceré otra vez entre ellos mi Sión. Y he aquí, esto es lo que
os daré por señal - porque en verdad os digo que cuando se den a
conocer a los gentiles estas cosas que os declaro y que más
adelante os declararé de mí mismo y por el poder del Espíritu
Santo que os será dado por el Padre, a fin de que los gentiles
sepan acerca de este pueblo que es un resto de la casa de Jacob, y
de este pueblo mío que será esparcido por ellos; en verdad, en
verdad os digo, que cuando el Padre les haga conocer estas cosas -
y del Padre procederán de ellos a vosotros -
"Porque en la sabiduría del Padre, deben ser establecidos en
esta tierra e instituidos como pueblo libre por el poder del Padre,
para que estas cosas procedan de ellos al resto de vuestra
posteridad, a fin de que se cumpla la alianza que el Padre ha
hecho con su pueblo, oh casa de Israel; así pues, cuando estas
obras, y las que desde ahora en adelante se harán entre vosotros,
vayan de los gentiles a vuestra posteridad, que caerá en la
incredulidad por causa de la maldad - porque así conviene al Padre
que proceda de los gentiles, con objeto de mostrar su poder a los
gentiles, a fin de que éstos, si no endurecen sus corazones,
puedan arrepentirse y venir a mí y ser bautizados en mi nombre y
121
Isaías 60:12.
conocer los verdaderos puntos de mi doctrina, para que puedan
ser contados entre mi pueblo, oh casa de Israel -
"Y cuando sucedan estas cosas, de modo que vuestra
posteridad empiece a conocerlas, entonces les será por señal, para
que sepan que la obra del Padre ha empezado ya, a fin de cumplir
el pacto que ha hecho con el pueblo que es de la casa de Israel. Y
cuando llegue este día, sucederá que los reyes cerrarán su boca;
porque verán lo que no les había sido contado, y considerarán lo
que no habían oído. Porque en aquel día hará el Padre, por mi
causa, una obra que será grande y maravillosa entre ellos; y habrá
entre ellos quienes no lo creerán, aun cuando alguno se lo declare.
Pero he aquí, la vida de mi siervo estará en mi mano; por tanto, no
lo dañarán, aunque sea desfigurado por causa de ellos. No
obstante, yo lo sanaré, porque les mostraré que mi sabiduría es
mayor que la astucia del diablo.
"Acontecerá, pues, que los que no crean en las palabras que
son de mí, Jesucristo, palabras que el Padre hará que él lleve a los
gentiles, y le otorgará el poder para llevarlas a los gentiles (se hará
según lo que dijo Moisés), serán desarraigados de entre los de mi
pueblo que son de la alianza. Y mi pueblo que es un resto de la
casa de Jacob se hallará en medio de los gentiles, sí, en medio de
ellos como león entre los animales del bosque, cachorro de león
entre las manadas de ovejas, el cual, si pasa por medio, huella y
despedaza, y nadie las puede librar. Su mano se levantará sobre
sus adversarios, y todos sus enemigos serán talados.

¡Arrepentíos, oh gentiles!

"Sí, ¡ay de los gentiles, si no se arrepienten! Porque será en


aquel día, dice el Padre, que quitaré tus caballos de en medio de ti,
y destruiré tus carros; y talaré las ciudades de tu país, y derribaré
todas tus plazas fuertes; y exterminaré de tu tierra las hechicerías,
y no tendrás más adivinos; también destruiré de en medio de ti tus
imágenes grabadas y tus esculturas, y nunca más adorarás la obra
de tus manos; y arrancaré tus bosques de entre ti; y asolaré tus
ciudades. Y acontecerá que terminará toda mentira, engaño,
envidia, contienda, superchería sacerdotal y fornicación. Porque
sucederá, dice el Padre, que en aquel día talaré de entre mi pueblo
a todo aquel que no se arrepienta y venga a mi Hijo Amado, oh
casa de Israel.
"Y ejecutaré venganza y furor en ellos, así como entre los
paganos, de manera tal que nunca ha llegado a sus oídos. Pero si
se arrepienten y escuchan mis palabras, y no endurecen sus
corazones, estableceré mi iglesia entre ellos; y entrarán en el
convenio, y serán contados entre este resto de Jacob, al cual he
dado este país por herencia. Y ayudarán a mi pueblo, el resto de
Jacob, así como cuantos vengan de la casa de Israel, a construir
una ciudad que será llamada la Nueva Jerusalén. Y entonces
ayudarán a mi pueblo que está dispersado por toda la superficie
del país, a congregarse en la Nueva Jerusalén. Y entonces el poder
del cielo descenderá entre ellos, y también yo estaré en medio.
"Y en ese día empezará la obra del Padre, sí, cuando sea
predicado este evangelio al resto de este pueblo. De cierto os digo
que en ese día empezará la obra del Padre entre todos los
dispersos de mi pueblo, sí, entre las tribus perdidas que el Padre
ha sacado de Jerusalén. Sí, la obra empezará entre todos los
dispersos de mi pueblo, mediante el Padre, para preparar la vía por
la cual puedan venir a mí, a fin de que invoquen al Padre en mi
nombre.
Sí, y entonces empezará, mediante el Padre, la obra de
preparar la vía, entre todas las naciones, por la cual podrá volver
su pueblo al país de su herencia. Y saldrán de todas las naciones; y
no saldrán de prisa, ni irán huyendo, porque yo iré delante de
ellos, dice el Padre, y seré su retaguardia." 122

Los convenios del Padre se están cumpliendo hoy

¡Oh vosotros, que sois un resto de José, vuestro secreto ha


sido revelado! ¡Vosotros que sois despreciados, heridos, esparcidos
y echados por los gentiles, hasta que sois pocos los que quedáis!
Vosotros, de quienes está escrito: "Pobrecita, fatigada con
tempestad, sin consuelo", alzad la cabeza y regocijaos, porque
vuestra redención se acerca; sí, hemos hallado vuestros anales, los
oráculos de Dios que en un tiempo fueron comunicados a vuestros
padres, pero que han permanecido ocultos de vosotros por largos
años a causa de la incredulidad. He aquí están a punto de seros
restaurados de nuevo. Entonces os regocijaréis, porque sabréis
que es una bendición que os viene de la mano de Dios, y las
escamas de tinieblas empezarán a caer de vuestros ojos, y los
gentiles cesarán de tener dominio sobre vosotros, antes os
recogerán y seréis fortalecidos, y de nuevo seréis un pueblo
agradable.

122
3 Nefi 21:1-29.
Ha llegado el tiempo, sí, y la obra ya comenzó, pues hemos
visto que se os ha recogido de todas partes de la tierra al lugar
que Dios ha dispuesto que los gentiles os congreguen. Por tanto,
cesad de oponeros a los gentiles, en lo que concierne al
recogimiento de vuestras varias tribus, porque la mano de vuestro
gran Dios está en esto, y fue predicho por vuestros antepasados
hace miles de años. Permitidles, pues, que efectúen esta postrer
misericordia, como bondadosa recompensa por los perjuicios que
os han causado.
Es con sentimientos mixtos de gozo y tristeza que medito
estas cosas: tristeza cuando evoco cómo habéis sido heridos, y
gozo cuando pienso en el feliz cambio que ahora os espera; y
nuevamente tristeza cuando mis pensamientos se vuelven a la
espantosa destrucción que espera a los gentiles a menos que se
arrepientan.
Sin embargo, los eternos fines de Jehová deben seguir
adelante, hasta que todas sus promesas se cumplan, y nadie podrá
estorbarlos. Así pues, hágase, oh Dios, tu voluntad. Pero mientras
considero todavía este tema, con sentimientos que son mucho más
fácil sentir que escribir, me parece que casi puedo oír el eco del
lastimero cantar del indio entre sus bosques nativos, que dice así:
¡Oh Gran Espíritu, ten compasión!
Al indio escucha en su lamentación;
Por largos siglos castigádolo has
Oh, ¿cuándo volverás a él tu faz?
¿No harás cesar del blanco la ambición,
Que lo hace acongojar nuestra nación?
¿Seremos perseguidos sin cesar
Y nuestra estirpe ver aniquilar?
¡Oh gran Señor, extiende tu bondad!
Recíbenos, y danos tu verdad,
Desnuda ya tu brazo con poder,
Tu pueblo y tu reino haz volver.
CAPITULO 6
DE LOS HECHOS DE DIOS PARA CON TODAS LAS
NACIONES EN CUANTO ALA REVELACION

La revelación es la piedra angular de la justicia

"Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para


que habitasen sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el
orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos . . .
para que buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le
hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros:
porque en él vivimos, y nos movemos, y somos." 123
Por estos pasajes entendemos: (1) que todas las naciones son
hechas de una sangre; (2) que se ha determinado que habiten
sobre toda la faz de la tierra (sin exclusión de las Américas); (3)
que el Señor ha fijado los términos de su habitación, es decir, ha
dividido la tierra entre sus hijos, dando a cada nación la parte que
El se propuso - por ejemplo, la tierra de Canaán a Israel, el monte
de Seir a Esaú, Arabia a Ismael, América al resto de José, etc. -
como el padre que divide un terreno grande entre sus varios hijos,
y (4) que ha concedido a todas las naciones de la tierra el
privilegio de buscarlo, palpando, a fin de encontrarlo, pues no se
halla muy lejos de ninguno de ellos, ya vivan en Asia, Africa,
Europa, América o aun en las islas del mar.
Si en cualquier época del mundo, o en cualquiera parte de la
tierra, hubiese una nación que alcanzara a vivir conforme a sus
privilegios, ¿qué lograría? La revelación, respondo yo, por la gran
razón de que ningún pueblo jamás halló a Dios de alguna otra
manera, ni podrá hallarlo. De modo que si hallaron a Dios, fue por
revelación que vino directamente de Él, en la que les reveló su
voluntad; y si no lo hallaron de esta manera, entonces nunca lo
conocieron. Si lograron revelaciones, tuvieron el privilegio de
escribirlas, guardarlas y enseñarlas a sus hijos; y esta recopilación
sería sagrada, porque contendría la palabra de Dios. De manera
que sería una Santa Biblia, y nada importaría que la hubiesen
escrito los judíos, las diez tribus, los nefitas o los gentiles.
Para mí es tan aceptable el evangelio escrito por Nefi,
Mormón, Moroni o Alma, como el que escribieron Mateo, Marcos,
Lucas o Juan. También me es tan fácil creer una revelación dada
en América, como una dada en Asia, porque si acaso ha habido

123
Hechos 17:26-28.
nación que nunca recibió revelaciones, fue porque no alcanzó
aquello que tuvo oportunidad de realizar.

Porqué la revelación cesa en algunas ocasiones

¿Por qué pues, habrán quedado algunas naciones en la


obscuridad, siglo tras siglo, sin la luz de la revelación para
guiarlas? Mi respuesta es que sus antepasados, en alguna edad del
mundo, despreciaron la revelación, echaron fuera y mataron a los
profetas y taparon sus oídos a las cosas de Dios, hasta que por fin
Él les quitó aquello que pudieron haber tenido, y lo dio a otro
pueblo; y así, han permanecido en la ignorancia, de generación en
generación, hasta que Él tenga a bien enviar de nuevo su luz y
verdad a esa nación. Por otra parte, los que no rechazan la luz, no
se hallan bajo ninguna condenación, y la misericordia de Dios tiene
derecho a ellos mediante la sangre de Cristo que expía los pecados
del mundo. Los paganos que nunca tuvieron la luz serán salvos por
la sangre de Cristo, mientras que sus antepasados se condenarán
por haber despreciado la luz, porque ésta es su condenación, que
la luz vino a ellos y la desecharon.
Pues bien, examinemos, respecto de este punto, la historia de
varias edades. Durante la mañana de la creación, los hombres
recibían la luz por revelación directa, pues Adán, Caín y Abel
hablaron con el Señor. En la siguiente generación, los hombres
recibieron luz por medio de la revelación, pues Enoc anduvo con
Dios y no sólo vio el primer advenimiento de Cristo - sino su
segunda venida también, y exclamó: "He aquí, el Señor es venido
con sus santos millares, a hacer juicio contra todos", etc., como
está escrito en S. Judas. 124 Por esto se ve que Enoc sabía acerca
del Mesías, y profetizó con toda la claridad de un apóstol. También
en la época de Noé hubo revelación directa; y hay que recordar
que todos éstos eran gentiles, es decir, el título Israel no había sido
dado a Jacob por el ángel.
De modo que si tantos gentiles tuvieron el privilegio de recibir
la palabra del Señor, y tener el conocimiento del Dios verdadero
por medio de la revelación, igual privilegio tuvieron todos los
demás. Y si algunos de ellos se apartaron a la obscuridad y
adoraron ídolos hasta que Dios los entregó "a la desvergüenza
para cometer con avidez toda suerte de impureza, 125 y por fin les
quitó los oráculos de Dios para limitarlos más particularmente a la
descendencia de Abraham, fue porque los habían rechazado por
124
Judas 14. 15.
125
Efesios 4:19.
mucho tiempo, y se habían hecho indignos de retenerlos. Así que
desde el tiempo de Israel, los oráculos de Dios, según parece, han
pertenecido más particularmente a la simiente escogida,
seleccionada para ése objeto mismo, a saber, que a ellos les serían
confiados los oráculos de Dios, el sacerdocio, el servicio de Dios y
las promesas que habían existido desde el principio entre los
gentiles, quienes mucho antes se habían hecho indignos de
aquellas bendiciones.

Para predicar la salvación se requieren administradores


legales

Con el transcurso del tiempo, los hijos de Israel dejaron de


hacerse merecedores de seguir recibiendo aquellas bendiciones.
Apedrearon y mataron a los profetas, y rechazaron al Mesías y a
todos aquellos que Dios les enviaba, hasta que por fin el Señor les
arrebató el reino, como nación, y de nuevo lo entregó a los
gentiles, disimulando la ignorancia a que éstos se habían
entregado, desde el tiempo en que habían perdido el reino hasta
que otra vez se lo restauró.
Sin embargo, en cuanto fue restituido el reino, de Dios de
nuevo a los gentiles, les mandó que se arrepintieran todos,
dondequiera que estuviesen; y si se negaban a hacerlo, entonces
caerían bajo condenación, y no antes. No bien se hubo quitado el
reino a los judíos, cuando desaparecieron sus frutos de entre ellos,
y fueron dispersados entre todas las naciones de la tierra, donde
nunca más han oído la voz de la inspiración mandándoles que se
arrepientan.
Si ha habido gentil alguno que les haya mandado arrepentirse
y bautizarse (en el nombre del Señor), sin haber recibido la
inspiración y el mandamiento para hacerlo, tal acto ha constituido
una imposición. No que el arrepentimiento sea perjudicial, sino que
la imposición ha consistido en haber pretendido que habían sido
enviados con un mensaje cuando no era así; porque cuando Dios
da mandamiento a los hombres de arrepentirse, Él envía a alguien
con ese mandato, a fin de que lo enseñe a aquellos a quienes va
dirigido. Mas cuando no les manda hacer algo, tampoco exige cosa
alguna de ellos.
El que dice que a los judíos, como nación, les ha sido
mandado que se arrepientan y se bauticen, durante los últimos mil
setecientos años, está haciendo una declaración que no puede
comprobar: a menos que se pueda mostrar que ha habido una
revelación nueva, durante ese tiempo, en la que se haya
comisionado a los hombres, a salir con ese mensaje. Por otra
parte, ninguna generación de los judíos, que ha existido desde que
cesó la inspiración, será condenada por rechazar el mensaje de
Dios, porque El no les ha mandado ningún mensaje. Por
consiguiente, no se puede decir que lo han rechazado; mas sus
padres que sí rechazaron las cosas de Dios, son los que se hallan
bajo condenación.

El hombre es condenado por rechazar a los ministros


verdaderos

Cuando eran enviados a los gentiles, los hombres que tenían


el evangelio les mandaban que se arrepintieran; y tal
mandamiento estaba en vigor cada vez que lo predicaban aquellos
que habían sido enviados por la autoridad debida, y obraban bajo
la inspiración del Espíritu Santo. Mas cuando los hombres mataban
a los profetas y a los hombres inspirados, y abusaban de sus
privilegios a tal grado que Dios les quitaba aquello y los dejaba sin
inspiración, entonces la maldad era imputada a los de esa
generación. Pero a los que han existido desde entonces, jamás se
ha dado, autorizadamente, el mandamiento de arrepentirse y
bautizarse (sino por alguna revelación nueva). De modo que la
persona que dice que Dios ha mandado a los gentiles que se
arrepientan y obedezcan el evangelio, desde los días en que
terminó la inspiración o desde la época en que cesaron de existir
los apóstoles y profetas entre los hombres, está afirmando algo
que no puede comprobar, a menos que demuestre que se ha
recibido alguna revelación nueva desde ese tiempo, que otra vez
autoriza a los hombres a ir a los gentiles con tal mensaje.
El hecho es que Dios no exige más de una generación, sino el
cumplimiento de aquellas cosas que Él le manda. La generación a
la que nada revela o a la que no envía sus siervos con un mensaje
de Él, no tiene mandamiento que obedecer ni que rechazar; por
consiguiente, no tiene más obligación que la de observar los
principios morales del bien y del mal que rigen en todas las edades
del mundo, de acuerdo con el conocimiento de la rectitud moral
que el pueblo tuviere.
Pero en estos últimos días, Dios nuevamente ha hablado
desde los cielos, y ha comisionado a sus siervos para que vayan
primero a los gentiles, mandándoles en todas partes que se
arrepientan y obedezcan el evangelio; y les ha mandado que
entonces vayan a los judíos también, con el mandamiento de
arrepentirse y obedecer el evangelio, y de este modo restaurar de
nuevo lo que por tanto tiempo se había perdido de la tierra. Así
pues, siempre que se haga esta proclamación, en el nombre de
Jesús, de acuerdo con lo que Él les haya mandado, la gente tiene la
obligación de arrepentirse y bautizarse.
El que se arrepintiere y se bautizare, será salvo; y el que no
aceptare su testimonio, ni se arrepintiere ni se bautizare, será
condenado por esta razón muy clara: que Dios ha enviado a sus
siervos por revelación, precisamente con este mensaje para esta
generación; y el que desprecia al menor de los embajadores de
Dios, rechaza al que lo envió. Por tanto, se halla bajo condenación
desde ese día.

Los que se hacen pasar por justos persiguen a los profetas


en todas las edades

Frecuentemente se pregunta: "Si Dios ha enviado a hombres


con ciertas verdades que el pueblo tiene que obedecer, y sin las
cuales no puede la gente salvarse, ¿qué será de toda la gente
buena que murió antes que llegase a ellos el mensaje?" La
respuesta es, que si obedecieron el mensaje que Dios envió a la
generación en que ellos vivieron, serán salvos; pero si Dios no
envió ningún mensaje a esa generación, entonces no han
rechazado nada y no se hallan bajo condenación, antes se
levantarán para juzgar a los de esta generación y los condenarán;
porque si a ellos les hubiesen sido extendidas las mismas
bendiciones que hoy se ofrecen a nosotros, sin duda las habrían
aceptado gozosamente. El principio de la condenación, en todas
las edades del mundo, no es ni más ni menos que rechazar el
mensaje que Dios les envía, mientras pretenden adherirse a lo que
La ha enviado en edades pasadas.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que adornáis
los sepulcros de los profetas, y decís: Si fuéramos en los días de
nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre
de los profetas." 126 Mas vosotros mismos dais testimonio que
apoyáis los hechos de vuestros padres, porque ellos mataron a los
profetas, y vosotros edificáis sus sepulcros. Así testificó el Salvador
a los judíos que pretendían honrar a sus antiguos profetas, y al
mismo tiempo lo rechazaban a Él y a sus apóstoles.
Lo mismo sucede en esta generación, Vosotros, que os hacéis
llamar cristianos, adornáis el sepulcro del Mesías y sus antiguos
126
Mateo 23:30.
apóstoles, y aun edificáis hermosas iglesias en memoria de ellos, y
las llamáis la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de San Pablo, la Iglesia
de San Juan, etc., y decís: "Si fuéramos en los días de los
apóstoles, no los hubiéramos matado y apedreado."
Mas vosotros mismos testificáis que consentís en los hechos
de vuestros padres, porque ellos mataron a los apóstoles y
vosotros edificáis iglesias en memoria de ellos; y a la vez, si algún
profeta o apóstol viene entre vosotros, inmediatamente le cerráis
vuestras puertas cuando os testifica lo que Dios le ha mandado
testificar. Porque decís que no ha de haber más profetas o
apóstoles sobre la tierra, e inmediatamente lo acusáis de ser
profeta falso; y si se levanta el populacho y lo mata, o le quema su
casa o destruye sus bienes, vosotros os regocijáis, o en silencio
consentís en el hecho, o quizá gritáis: ¡Falso profeta! Mientras
tanto, en vuestros periódicos y desde vuestros púlpitos se
proclaman toda clase de mentiras respecto de él. ¡Ay de vosotros,
sacerdotes, fariseos, hipócritas, que henchís la medida de vuestros
padres!, porque así como hicieron ellos, vosotros también hacéis.
La venganza es de Dios, y pronto vengará a sus escogidos que
claman a El día y noche.

Dios habla a muchas naciones

Volvamos, sin embargo, al tema de la revelación. "Porque no


hay nada encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto,
que no haya de ser sabido." 127 Así dijo el Salvador. También
leemos: `La tierra será llena del conocimiento de Jehová, como
cubren la mar las aguas. " 128
Cabe aquí preguntar, ¿cómo se efectuará esto? No conozco
mejor manera de contestar que citar la profecía de Nefi:
"Porque mando a todos los hombres, tanto en el este, como
en el oeste, en el norte, así como en el sur y en las islas del mar,
que escriban lo que yo les hable; porque de los libros que se han
escrito juzgaré al mundo, cada cual según sus obras, conforme a lo
que se haya escrito. Porque he aquí, hablaré a los judíos, y lo
escribirán; y hablaré también a los nefitas, y éstos lo escribirán; y
también hablaré a las otras tribus de la casa de Israel que he
conducido lejos, y lo escribirán; y también hablaré a todas las
naciones de la tierra, y ellas lo escribirán.

127
Lucas 12:2.
128
Isaías 11:9.
"Y acontecerá que los judíos tendrán las palabras de los
netas, y los nefitas las de los judíos; y los nefitas y los judíos
poseerán las palabras de las tribus perdidas de Israel, y éstas
poseerán las de los nefitas y los judíos.
"Y sucederá que mi pueblo, que es de la casa de Israel, será
reunido sobre las tierras de sus posesiones; y mi palabra se reunirá
también en una.
"Y manifestaré a los que luchen contra mi palabra y contra mi
pueblo, que es de la casa de Israel, que yo soy Dios, y que hice
convenio con Abraham de acordarme de su posteridad para
siempre." 129

129
2 Nefi 29:11-14.
CAPITULO 7
UN CONTRASTE ENTRE LAS DOCTRINAS DE CRISTO Y
LAS FALSAS DOCTRINAS DE LOS HOMBRES

"Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de


Cristo, no tiene a Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el
tal tiene al Padre y al Hijo." 130

130
2 Juan. 9.
Lo doctrina de Cristo Las doctrinas de los hombres

Y estas señales seguirán a los que Y estas señales no seguirán a los


creyeren: que creyeren, porque se han
abrogado y ya no se necesitan.

En mi nombre echarán fuera En su nombre no echarán fuera


demonios: demonios.

Hablarán nuevas lenguas; El don de lenguas ya no hace


falta.

Quitarán serpientes, y si bebieren Si alzaren serpientes los


cosa mortífera, no les dañará; morderán; y si bebieren cosa
sobre los enfermos pondrán sus mortífera les matará. No pondrán
manos, y sanarán. 131 las manos sobre los enfermos, y si
lo hicieren, no sanarán, porque
tales cosas han sido quitadas.

El que en mí cree, las obras que El que cree en Cristo no obrará


yo hago también él las hará; y ninguno de los milagros o
mayores que éstas hará; porque grandezas que Él hizo, porque
yo voy al Padre. 132 tales cosas han cesado.

Porque nada hay encubierto, que No ha de haber más revelación,


no haya de ser manifestado; ni porque todas las cosas necesarias
oculto, que no haya de saberse. ya han sido reveladas.
133

Y enviará sus ángeles, y juntarán No ha de haber más ministración


sus escogidos de los cuatro de ángeles, porque estas cosas
vientos etc. 134 han terminado.

Y vi otro ángel volar por en medio Los ángeles no aparecen en esta


del cielo, que tenía el evangelio edad ilustrada, porque ya no se
eterno para predicarlo a los que precisan.
moran en la tierra. 135

131
Marcos 16:17, 18.
132
Juan 14:12.
133
Mateo 10:26.
134
Mateo 24:31.
135
Apocalipsis 14:6.
Pero cuando viniere aquel Espíritu No se requiere la inspiración en
de verdad, él os guiará a toda esta edad de conocimiento y
verdad: . . y os hará saber las cultura. Tampoco os mostrará las
cosas que han de venir. 136 cosas que están por venir, porque
si lo hacéis, seréis profetas, y no
ha de haber profetas en estos
días.

Si estuviereis en mí, y mis No es así en esta época, y no


palabras estuvieren en vosotros, hemos de esperar sanar a los
pedid todo lo que quisiereis, y os enfermos y hacer milagros; por
será hecho. 137 consiguiente, no debemos esperar
recibir lo que pedimos.

Mas no ruego solamente por Todos somos buenos cristianos, y


éstos, sino también por los que todos creemos en Él por las
han de creer en mí por la palabra palabras de los apóstoles, aunque
de ellos. Para que todos sean una nos hallemos divididos en varios
cosa. 138 centenares de sectas.

136
Juan 16:13.
137
Juan 15:7.
138
Juan 17:20,21.
139
Un Señor, una fe, un bautismo. Muchos Señores, muchas fe, y tres
o cuatro modos de bautizar.

Porque por un Espíritu somos Y por muchos espíritus somos


140
todos bautizados en un cuerpo. divididos en diferentes cuerpos.

Y él mismo dio unos, ciertamente Y no ha de haber más apóstoles ni


apóstoles; y otros, profetas: y más profetas; antes la obra del
otros, evangelistas; y otros, ministerio, la perfección de los
pastores y doctores; para santos y la edificación de los
perfección de los santos, para la diferentes cuerpos de Cristo, se
obra del ministerio, para puede hacer muy bien sin estos
edificación del cuerpo de Cristo. dones de Dios, si tan solamente
141
nos es dado el dinero suficiente
para educar y emplear la
sabiduría de los hombres.

Estos dones y oficiales habían de Los apóstoles, milagros y dones


continuar hasta que todos habían de continuar durante la
llegásemos a la unidad de la fe y primera edad del cristianismo;
del conocimiento del Hijo de Dios, pero entonces habían de cesar,
aun varón perfecto, a la medida por no necesitarse más, después
de la edad de la plenitud de de haber cumplido su propósito.
Cristo.

139
Efesios 4:5.
140
1 Corintios 12:13.
141
Efesios 4:11,12.
Estos dones y oficios fueron dados Ahora se precisan folletos, credos,
para que ya no seamos niños sermones y comentarios de
fluctuantes, y llevados por hombres sin inspiración,
doquiera de todo viento de juntamente con sacerdotes
doctrina, por estratagema de asalariados para evitar que los
hombres que, para engañar, hombres sean llevados en
emplean con astucia los artificios derredor por todo viento de
del error. 142 doctrina. etc.

Ni nadie toma para sí la honra, Porque ningún hombre puede


sino él que es llamado de Dios, tomar para sí mismo la honra, sino
como Aarón. 143 el que haya sido educado para
este propósito, y comisionado por
los hombres.

¿Cómo predicarán si no fueren Mas ¿cómo predicarán, si no


enviados ( por Dios)? 144 fueren bien educados para tal fin,
y enviados (por su mesa
directiva)?

142
Efesios 4:13,14.
143
Hebreos 5:4.
144
Romanos 10:15.
¿Está alguno enfermo entre Si alguno está enfermo entre
vosotros? Llame a los ancianos de vosotros, no hay que enviar por
la iglesia, y oren por él, los ancianos de la iglesia, y si es
ungiéndole con aceite en el que éstos vinieren, no les
nombre del Señor. Y la oración de permitáis que pongan las manos
fe salvará al enfermo, y el Señor lo sobre el enfermo, ni que sea
levantará; y si estuviere en ungido con aceite en el nombre
pecados, le serán perdonados. 145 del Señor, porque todo esto es un
engaño de los mormones; más
bien, envíese por un buen médico,
y posiblemente el enfermo sanará.

Arrepentíos, y bautícese cada uno Arrepentíos, y venid al asiento de


de vosotros en el nombre de la penitencia, cada uno de
Jesucristo para perdón de los vosotros, y clamad: "Señor,
pecados; y recibiréis el don del Señor"; y tal vez obtendréis el
Espíritu Santo. Porque para perdón de vuestros pecados, y si
vosotros es la promesa, y para queréis ser bautizados, bien, y si
vuestros hijos, y para todos los no, no; mas si lo hacéis, no
que están lejos: para cuantos el recibiréis el Espíritu Santo, como
Señor nuestro Dios llamare. 146 se hacia antiguamente, porque
tales cosas han sido suprimidas.

145
Santiago 5:14,15.
146
Hechos 2:38,39.
Y será que después de esto, Y en estos últimos días el Señor no
derramaré mi Espíritu sobre toda derramará su Espíritu para que
carne, y profetizarán vuestros vuestros hijos e hijas profeticen, ni
hijos y vuestras hijas; vuestros que vuestros viejos sueñen
viejos soñarán sueños, y vuestros sueños, o vuestros jóvenes vean
mancebos verán visiones. 147 visiones; porque todo esto ya no
es necesario. Es una ilusión, y sólo
los ignorantes creen estas cosas.

Procurad los dones espirituales, No procuréis ninguno de los dones


148
mas sobre todo que profeticéis. sobrenaturales, y especialmente
guardaos de profetizar, porque
tales cosas han terminado.

Procurad profetizar; y no impidáis No profeticéis, y no es sino un


el hablar lenguas. 149 engaño el hablar en lenguas.

Mas en vano me honran, No importa qué clase de doctrina


enseñando doctrinas y o sistema religioso acepte un
150
mandamientos de hombres. hombre; basta con que sea
sincero y adore a Jesucristo.

147
Joel 2:28.
148
1 Corintios 14:1.
149
1 Corintios 14:39.
150
Mateo
Te alabo, Padre, Señor del cielo y Damos gracias a Dios, porque no
de la tierra, que hayas escondido ha revelado nada a persona
estas cosas de los sabios y alguna, sabia o sencilla, por
entendidos, y las hayas revelado a muchos siglos; -y porque nuestros
los niños. Así, Padre, pues que así sabios e ilustres hombres han
agradó en tus ojos. 151 podido conocer a Dios sin ninguna
revelación, y porque nunca más
seremos favorecidos con otras
revelaciones.

Nadie conoció al Hijo, sino el Todos conocemos a Dios en esta


Padre; ni al Padre conoció alguno, edad de erudición, y esto no
sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo obstante el hecho de que ni el
lo quisiere revelar. 152 Padre ni el Hijo han revelado cosa
alguna a nosotros, porque no
creemos que la revelación sea
necesaria ahora.

151
Mateo 11:25,26.
152
Mateo 11:27.
Gracias doy a mi Dios siempre por Por parte de la iglesia damos
vosotros, por la gracia de Dios que gracias al Señor en estos días por
os es dada en Cristo Jesús; que en no habérsele dado ningunos dones
todas las cosas sois enriquecidos sobrenaturales, y porque Cristo no
en él, en toda lengua y en toda la ha enriquecido con el don de
ciencia; así como el testimonio de hablar ni el don de conocimiento:
Cristo ( el espíritu de la profecía) ni tampoco se le ha confirmado el
ha sido confirmado en vosotros: testimonio de Jesús (el espíritu de
de tal manera que nada os falte la profecía). Se ha quedado atrás,
en ningún don, esperando la en cuanto a todos los dones, y ni
manifestación de nuestro Señor espera ni está aguardando la
Jesucristo. 153 venida del Señor: porque ya una
vez vino, y no volverá a venir, sino
hasta el grande y postrer día, o
sea el fin de la tierra.

Esta empero es la vida eterna: Y no podemos saber por nosotros


que te conozcan el solo Dios mismos, por ninguna
verdadero, y a Jesucristo, al cual manifestación positiva en estos
has enviado. 154 días, antes tenemos que confiar
en la sabiduría y el conocimiento
de los hombres.

153
1 Corintios 1:4-7.
154
Juan 17:3.
Porque lo loco de Dios es más La sabiduría y el conocimiento de
sabio que los hombres; y lo flaco los hombres son mejores que la
de Dios es más fuerte que los inspiración del Altísimo, porque
hombres. Porque mirad, ésta ya no es necesaria; pues
hermanos, vuestra vocación, que podéis ver vuestra vocación,
no sois muchos sabios según la hermanos, cómo son llamados los
carne, no muchos poderosos, no sabios y los ilustrados, los nobles
muchos nobles; antes lo necio del y los grandes en estos días;
mundo escogió Dios, para porque los hemos escogido para
avergonzar a los sabios; y lo flaco confundir a los sencillos, e
del mundo escogió Dios para indoctos e ignorantes; sí, para
avergonzar lo fuerte; y lo vil del confundir a las cosas bajas del
mundo y lo menospreciado mundo que son odiadas, para que
escogió Dios, y lo que no es, para la carne pueda gloriarse en la
deshacerlo que es: para que presencia del Señor.
ninguna carne se jacte en su
presencia. 155

Así que, hermanos, cuando fui a Y nosotros, hermanos, cuando


vosotros, no fui con altivez de venimos a vosotros, llegamos con
palabra, o de sabiduría, a excelencia de palabras, con la
anunciaros el testimonio de Cristo. sabiduría y el conocimiento de los
Porque no me propuse saber algo hombres; y nuestras palabras y
entre vosotros, sino a Jesucristo, y nuestras predicaciones fueron con
a éste crucificado. Y estuve yo con palabras lisonjeras de la sabiduría
vosotros con flaqueza, y con de los hombres, y no con la
mucho temor y temblor; y ni mi demostración del Espíritu, porque
palabra ni mi predicación fue con eso ya no existe; y esto a fin de
palabras persuasivas de humana que vuestra fe no se funde en el
sabiduría, mas con demostración poder de Dios, sino en la sabiduría
del Espíritu y de poder; para que del hombre.
vuestra fe no esté fundada en
sabiduría de hombres, mas en
poder de Dios. 156

155
1 Corintios 1:25-29.
156
1 Corintios 2:1-5.
Mas hablamos sabiduría de Dios Mas nosotros predicamos la
en misterio, la sabiduría oculta, la sabiduría del hombre con
cual Dios predestinó antes de los misterios, sí, la sabiduría oculta
siglos para nuestra gloria: la que que nadie conoció, sino los doctos,
ninguno de los príncipes de este porque si otros la hubiesen
siglo conoció; porque si la conocido, no habrían tenido
hubieran conocido, nunca necesidad de emplearnos para
hubieran crucificado al Señor de declarársela.
gloria. 157

Empero Dios nos lo reveló a Pero Dios no nos ha revelado nada


nosotros por el Espíritu: porque el por su Espíritu; porque la
Espíritu todo lo escudriña, aun lo sabiduría y el entendimiento del
profundo de Dios. hombre escudriñan todas las
cosas, sí, todas las cosas
profundas que tenemos necesidad
de saber.

Porque ¿quién de los hombres Porque ¿quién conoce las cosas


sabe las cosas de hombre, sino el del hombre, sino por el espíritu del
espíritu del hombre que está en hombre que está en él? De la
él? Así tampoco nadie conoció las misma manera ninguno conoce las
cosas de Dios, sino el Espíritu de cosas de Dios por el Espíritu de
Dios. Dios en estos días, porque se ha
abrogado, y ya no revela nada.

Y nosotros hemos recibido, no el Mas nosotros no hemos recibido el


espíritu del mundo, sino el Espíritu Espíritu de Dios, sino el espíritu
que es de Dios, para que del mundo, para que así no
conozcamos lo que Dios nos ha pudiésemos saber can certeza,
dado. aunque podremos conjeturar o dar
nuestra opinión respecto de las
cosas de Dios.

157
1 Corintios 2:7,8.
Lo cual también hablamos, no con Cosas que también hablamos, no
doctas palabras de humana con las palabras que el Espíritu
sabiduría, mas con doctrina del Santo enseña, porque la
Espíritu, acomodando lo espiritual inspiración del Espíritu Santo ha
a lo espiritual. cesado.

Mas el hombre animal no percibe Mas el hombre ilustrado puede


las cosas que son del Espíritu de recibir y comprender las cosas de
Dios, porque le son locura: y no Dios, por su propia sabiduría, sin
las puede entender, porque se la inspiración del Espíritu: porque
han de examinar espiritualmente. ¿quién es tan insensato para creer
158
en visiones y revelaciones en esta
edad religiosa?

Nadie se engañe a sí mismo: si Nadie se engañe a sí mismo. Si


alguno entre vosotros parece ser algún hombre entre vosotros
sabio en este siglo, hágase simple, parece ser sabio en las cosas de
para ser sabio. Dios, procure la sabiduría de los
hombres, para que sea sabio en
verdad.

Porque la sabiduría de este mundo Porque la sabiduría de Dios es


es necedad para con Dios; pues insensatez para el mundo, porque
escrito esta: : El que prende a los está escrito: Eduquemos a
sabios en la astucia de ellos. Y nuestros jóvenes para el
otra vez: El Señor conoce los ministerio; y también: Nadie
pensamientos de los sabios, que predique, si no ha sido educado
son vanos. Así que ninguno se para tal propósito. Sobre todo, no
gloríe en los hombres. 159 recibáis a ninguno que declare
tener inspiración.

Y acerca de los dones espirituales, En cuanto a los dones espirituales,


no quiero, hermanos, que ignoréis. hermanos, quisiéramos que
quedaseis completamente
ignorantes, porque ninguna falta
hacen en esta generación.

158
1 Corintios 2:10-14.
159
1 Corintios 3:18-21.
Empero a cada uno le es dada Empero la manifestación del
manifestación del Espíritu para Espíritu a nadie es dada para
provecho. provecho.

Porque a la verdad, a éste es dada Porque a uno es dada, por la


por el Espíritu palabra de enseñanza de los hombres,
sabiduría; a otro, palabra de palabra de sabiduría, y a otro,
ciencia según el mismo Espíritu; palabra de conocimiento, según la
enseñanza humana.

A otro, fe por el mismo Espíritu; y Y a otro fe, por el mismo espíritu:


a otro, dones de sanidades por el mas a nadie es dado el don de
mismo Espíritu; sanidades por el mismo espíritu.

A otro, operaciones de milagros; y Ni a persona alguna es dada la


a otro, profecía; y a otro, operación de milagros; a nadie el
discreción de espíritus; y a otro, don de profetizar; a ninguno el
géneros de lenguas; y a otro, don del discernimiento de
interpretación de lenguas. espíritus; ni hay quien tenga el
don de lenguas, ni el don de
interpretar lenguas.

Porque de la manera que el Porque así como el cuerpo se


cuerpo es uno, y tiene muchos compone de muchas sectas y
miembros, empero todos los partidos, opuestos los unos a los
miembros del cuerpo, siendo otros, y sin tener ninguno de los
muchos, son un cuerpo, así dones; pero todas estas sectas,
también Cristo. siendo muchas, son un cuerpo, así
también el Anticristo.

Porque por un Espíritu somos Porque por muchos espíritus


bautizados en un cuerpo, ora somos todos bautizados en
Judíos o Griegos, ora siervos o muchos cuerpos, ya seamos
libres; y todos hemos bebido de católicos, protestantes,
un mismo Espíritu. presbiterianos o metodistas; mas
todos hemos bebido del mismo
espíritu, a saber, del espíritu del
mundo.
Pues ni tampoco el cuerpo es un Porque el cuerpo no es una secta,
miembro, sino muchos. sino muchas.

Mas ahora Dios ha colocado los Mas ahora el dios (de este mundo)
miembros cada uno de ellos en el ha colocado sectas y agrupaciones
cuerpo, como quiso. en el cuerpo (del Anticristo) según
su voluntad.

Que si todos fueran un miembro, Pues si todos fuesen una secta


¿dónde estuviera el cuerpo? ¿dónde estaría el cuerpo?

Mas ahora muchos miembros son Mas ahora muchas sectas son,
a la verdad, empero un cuerpo. mas solamente un cuerpo (a
saber, Babilonia).

Pues vosotros sois el cuerpo de Vosotros, pues, sois el cuerpo del


Cristo, y miembros en parte. Anticristo, y miembros en
particular.

Y a unos puso Dios en la iglesia, Y los hombres han puesto a unos


primeramente apóstoles, luego en la iglesia, primeramente un
profetas, lo tercero doctores: sacerdote asalariado, luego un
luego facultades; luego dones de consejo superior, lo tercero,
sanidades, ayudas, folletos, entonces comentarios,
gobernaciones, géneros de credos y diversidad de opiniones:
lenguas. 160 y de ahí las sociedades y
maravillosos auxilios.

Bienaventurados sois cuando os Ay de vosotros cuando os


vituperaren y os persiguieren, y maldijeren y os persiguieren y
dijeren de vosotros todo mal por dijeren de vosotros todo mal
mi causa, mintiendo. Gozaos y falsamente, por causa de Cristo.
alegraos; porque vuestra merced Lamentad y entristeceos en gran
es grande en los cielos: que así manera al llegar esa hora, porque
persiguieron a los profetas que poco será vuestro galardón entre
fueron antes de vosotros. 161 los hombres, porque así
persiguieron a los Santos de los
Últimos Días.

160
1 Corintios 12:1,7-10,12-14,18-20,27,28.
161
Mateo 5:11,12.
Al que te pidiere, dale; y al que Al que pidiere dadle, si está en
quisiere tomar de ti prestado, no posición de corresponderos con un
se lo rehuses. 162 presente de igual valor; y el que
quisiere tomar de vosotros
prestado, no se lo neguéis, si
puede devolverlo a vosotros con
usura.

Sed, pues, vosotros perfectos, No penséis en poder ser perfectos,


como vuestro Padre que está en porque es cosa imposible vivir sin
los cielos es perfecto. 163 pecar.

Mirad que no hagáis vuestra Procurad hacer vuestras limosnas


justicia delante de los hombres, ante los hombres, para que así os
para ser vistos de ellos: de otra vean; de otra manera no recibís
manera no tendréis merced de ningún galardón o alabanza de los
vuestro Padre que está en los hijos de los hombres.
cielos.

Cuando pues haces limosna, no Así pues, cuando hacéis limosna,


hagas tocar trompeta delante de publicadlo en el "Heraldo
ti, como hacen los hipócritas en Misionero" o algún otro periódico,
las sinagogas y en las plazas, para para que obtengáis la alabanza
ser estimados de los hombres: de del mundo. En verdad, en verdad,
cierto os digo, que ya tienen su os digo que tendréis vuestro
recompensa. galardón.

Y cuando oras, no seas como los Y cuando oráis, sed como los
hipócritas: porque ellos aman el hipócritas de la antigüedad. Id
orar en las sinagogas, y en los ante el público y clamad con
cantones de las calles en pie, para vuestra fuerza, sin esperar ser
ser vistos de los hombres. oídos ni contestados, porque tal
cosa sería un milagro, y los
milagros han cesado.

Y cuando ayunáis, no seáis como Y cuando ayunáis, sed como


los hipócritas, austeros: porque hipócritas, con semblante triste,
ellos demudan sus rostros para para manifestar a los hombres
parecer a los hombres que que ayunáis, a fin de que recibáis
ayunan: de cierto os digo, que ya vuestro galardón.
tienen su pago.

162
Mateo 5:42.
163
Mateo 5:48.
No os hagáis tesoros en la tierra, Amontonaos abundantes tesoros
donde la polilla y el orín en la tierra, donde la polilla y el
corrompen, y donde ladrones orín corrompen, y donde ladrones
minan y hurtan; mas haceos minan y hurtan; pues no importa
tesoros en el cielo, donde ni polilla cuán ricos seáis en este mundo,
ni orín corrompe, y donde basta con que sólo penséis en el
ladrones no minan ni hurtan: cielo; porque sucede que ahora
porque donde estuviere vuestro podéis servir a Dios y a las
tesoro, allí estará vuestro corazón. riquezas también.
164

Así que, todas las cosas que Así que, todas las cosas que los
quisierais que los hombres hombres hiciesen con vosotros,
hiciesen con vosotros, así también hacedlo vosotros con ellos
haced vosotros con ellos; porque también, porque así es la ley y la
ésta es la ley, y los profetas. costumbre.

Entrad por la puerta estrecha: Entrad por la puerta ancha, por


porque ancha es la puerta, y donde pasa la multitud, porque no
espacioso el camino que lleva a es posible que todos nuestros
perdición, y muchos son los que grandes e ilustres hombres estén
entran por ella. en error, y que nadie tenga razón
sino unos cuantos individuos
desconocidos.

Porque estrecha es la puerta, y Porque el camino angosto no es


angosto el camino que lleva a la tan estrecho, pero son muy pocos
vida, y pocos son los que la hallan. los que caminan por él.

Guardaos de los falsos profetas, Guardaos de los profetas que


que vienen a vosotros con vienen a vosotros con la palabra
vestidos de ovejas, mas de dentro de Dios. Desde luego podéis saber
son lobos rapaces. Por sus frutos que son falsos, sin oírlos, ni
los conoceréis. ¿Cógense uvas de examinar sus frutos. La opinión
los espinos, o higos de los popular se opone a ellos; y si
abrojos? fueran hombres de Dios, el pueblo
estaría de su parte y hablaría bien
de ellos.

164
Mateo 6:1,2,5,16,19-21.
Así que, por sus frutos los Si tan solamente podemos estar
conoceréis. No todo el que me seguros de que simpatizamos con
dice: Señor, Señor, entrará en el la religión, y oramos
reino de los cielos: mas el que frecuentemente, seremos salvos,
hiciere la voluntad de mi Padre sea que cumplamos con la
que está en los cielos. voluntad de Dios o no; porque no
importa qué sistema abracemos,
sea verdad o error, "-asta y sobra
con que seamos sinceros.

Y fue que, como Jesús acabó estas Y aconteció que cuando los
palabras, las gentes se admiraban hombres acabaron de decir todas
de su doctrina; porque enseñaba estas cosas, el pueblo quedó
como quien tiene autoridad, y no complacido con sus doctrinas,
como los escribas. 165 porque enseñaban no como
hombres que tenían autoridad,
sino como los escribas.

165
Mateo 7:12-16,20,21,28,29.

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