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EL EMPIRISMO
1.-Generalidades
El empirismo es una doctrina filosófica que se desarrollo en los siglos XVII y XVIII
contraponiéndose al racionalismo, con el fin de concretar, el origen del conocimiento,
realizando descripciones fenomenológicas del mismo, para encontrar los elementos que
la constituyen.
El empirismo como teoría filosófica enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la
percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más extremo,
la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su origen sino
también en cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para formar los conceptos
y éstos encuentran en lo sensible su justificación y su limitación.
El término «empirismo» proviene del griego έμπειρία, cuya traducción al latín es
experientia, de donde deriva la palabra experiencia.
Jhon locke afirmaba, siguiendo a Aristóteles, que cada uno de nosotros nace con una
tabula rasa (sin aptitudes innatas) y aprende a formar representaciones como resultado
de la experiencia, y no a partir de la razón. La psicología experimental -según la
denominaba David Hume (1711-1776)- tenía como objeto el estudio de la mente,
considerada como un espejo de las representaciones de la naturaleza, que aspiraban a
dar constantemente un sentido al mundo (asociacionismo pasivo).
Tal fin intentan encontrar sus representantes: John Locke, quien pone como principio de
todo conocimiento a la experiencia, además, que rechaza las ideas innatas y hace una
comparación del espíritu como una tabula rasa, encontrando el origen del conocimiento
en la sensación y la reflexión; George Berkeley, dice que el origen del conocimiento es
como vivencia de la realidad.
Es decir todas las ideas son concretas y provienen de los sentidos externos, de los
sentidos internos y de la creación imaginativo – fantasiosa; David Hume, señala como
único fundamento de la ciencia y origen del conocimiento por medio de la experiencia, el
hábito, la costumbre, la asociación de ideas, ya que la causalidad y la sustancia son
meras ficciones; Francisco Bacon, realiza sus estudios utilizando el método inductivo en la
observación desplazando el deductivo aristotélico, propone coleccionar y organizar los
hechos que la experiencia nos brinda a fin de ascender a los axiomas y principios , por
medio de la inducción.
El empirismo considera a la experiencia como única fuente válida del conocimiento
en el contacto de los sentidos con las cosas. Son los sentidos los que, al ponerse
en contacto con las cosas capturan las formas con que las cosa impresionan,
formas que juzgándola por el lado del objeto, son las de su existencia, por el lado
del sujeto, las impresiones son el material que es transmitido hasta los centros
superiores donde se convierten no solo en percepciones, sino en ideas generales o
conceptos.
El único conocimiento que los humanos pueden poseer es el conocimiento a posteriori (el
conocimiento basado en la experiencia). Es famosa su proposición de que la mente
humana es una Tabula rasa u hoja en blanco, en la cual se escriben las experiencias
derivadas de impresiones sensoriales a medida que la vida de una persona prosigue.
Hay dos fuentes de nuestras ideas: sensación (provenientes de los sentidos) y reflexión
(provenientes de las operaciones mentales: pensamientos, memorias...), en ambas se
hace una distinción entre ideas simples y complejas. Las ideas simples son creadas de un
modo pasivo en la mente, luego de obtenerlas mediante la sensación. Por el contrario, las
ideas complejas se crean después de la combinación, comparación o abstracción de las
ideas simples. Por ejemplo la idea de un cuerno al igual que la de un caballo son ambas
ideas simples, pero al juntarse para representar a un unicornio se convierten en una idea
compleja. De acuerdo con Locke, nuestro conocimiento de las cosas es una percepción
de ideas, que están en acuerdo o desacuerdo unas con otras según unas leyes de
asociación de ideas.
Las primeras son los fenómenos psíquicos actuales, hijas de las sensaciones que se
están experimentando. Las segundas, que constituyen las verdaderas ideas, son los
fenómenos psíquicos representados, copias o reproducciones de los que fueron tenidos
en un momento determinado.
David Hume fue el primero que intentó una explicación general de la vida del espíritu,
mediante la asociación de las ideas. Este filósofo planteo el problema e indicó el método
para resolverlo. Para Hume, nuestras intuiciones en apariencias simples son en realidad,
actos muy complejos; nuestras creencias naturales son ilusiones objetivas. Estudiar el
espíritu es aplicarle el método del análisis; es descubrir sus elementos primitivos y las
leyes que las combinan.
Para Hume no existe nada innato, nada a priori, los principios de existencia se
derivan de esta misma.
El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés
del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al
filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon, y al filósofo alemán
Immanuel Kant.
Para dar una respuesta a la revolución científica, política e industrial de su tiempo, Comte
ofrecía una reorganización intelectual, moral y política del orden social. Adoptar una
actitud científica era la clave, así lo pensaba, de cualquier reconstrucción.
Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión de
diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó de los tres
estadios y que rige el desarrollo de la humanidad. Analizó estos estadios en su
voluminosa obra Curso de filosofía positiva (6 vols., 1830-1842). Dada la naturaleza de la
mente humana, decía, cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar por "tres
estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el metafísico o estadio
abstracto; y por último, el científico o positivo". En el estadio teológico los acontecimientos
se explican de un modo muy elemental apelando a la voluntad de los dioses o de un dios.
En el estadio metafísico los fenómenos se explican invocando categorías filosóficas
abstractas. El último estadio de esta evolución, el científico o positivo, se empeña en
explicar todos los hechos mediante la aclaración material de las causas. Toda la atención
debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la intención de llegar a
generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones observacionales y comprobables. La
obra de Comte es considerada como la expresión clásica de la actitud positivista, es decir,
la actitud de quien afirma que tan sólo las ciencias empíricas son la adecuada fuente de
conocimiento.
Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en
el individuo como en la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de
la filosofía positiva, es, a la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la
historia. Estos tres estados se llaman:
• Teológico.
• Metafísico.
• Positivo.
• Estado Teológico:
Es ficticio, provisional y preparatorio. En él, la mente busca las causas y los principios de
las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres fases distintas:
• Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico o
divino.
•
• Politeísmo: en que la animación es retirada de las cosas materiales para
trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta un grupo de
poderes: las aguas, los ríos, los bosques, etc.
•
• Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos poderes divinos quedan
reunidos y concentrados en uno llamado Dios.
• Estado Positivo:
El espíritu positivo tiene que fundar un orden social. La constitución de un saber positivo
es la condición de que haya un autoridad social suficiente, y esto refuerza el carácter
histórico del positivismo.
Bibliografía
"Diccionario Enciclopédico Abreviado"; (1957). Editorial, Espasa – Calpe, S.A. Tomo II.
Madrid, España.
http://www.monografias.com/trabajos/positivismo/positivismo.shtml
http://es.wikipedia.org/wiki/Positivismo
http://philosophiaescolar.blogspot.com/2009/04/david-hume.html