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LAS PALABRAS Y DISCURSOS DE JESÚS

El pensamiento y las palabras de Jesús se encuentra conservadas en cuatro formas


literarias. De ellas no es fácil distinguir aquellas palabras pronunciadas por Jesús realmente
y aquellas que fueron modificadas por las mismas comunidades para responder a nuevas
necesidades. Pero lo cierto es que fuera lo que fuera, estas palabras conservan el espíritu y,
por la tanto, la fidelidad del pensmaiento de Nazareno.

1. EN DICHOS
Son expresiones cortas y generalizadas sobre un tema, fáciles de momorizar, resumen la
predicación o las palabras de Jesús. Se divide en:

a. DICHOS PROFÉTICOS: las bienaventuranzas, las amenazas, las advertencias


(Mc 13,33) y las palabras apocalípticas (Mc 13,2)
b. DICHOS SAPIENCIALES O PROVERBIOS: afirmaciones (Mc 6,4), interrogativos
(Mt 6,27) y exhortaciones (Mt 10,16)
c. DICHOS JURÍDICOS o legislativos (Mt 6,7)
d. DICHOS EN PRIMERA PERSONA (Yo soy... yo he venido....) Mt 10,35
e. DICHOS DE SEGUIMIENTO. Mt 8,19-22. YO SOY:

- Sin especificación: Jn 6.20; 8.24*, 28; 13.19; 18.5–6, 8


- El Mesías: Jn 4.25–26
- El pan de vida: Jn 6.35, 41, 48, 51
- La luz del mundo; Jn 8.12; 9.5
- La puerta; Jn 10.7, 9
- El buen pastor; Jn 10.11, 14–15
- La resurrección y la vida; Jn 11.25
- El camino, la verdad y la vida; Jn 14.6
- La vid verdadera; Jn 15.1, 5
- Yo he venido: Mt 5,37; 9,13; 10,34-35; Mc 1,38; Lc 5,43; Jn 5,43; 7,28;

2. EN PARÁBOLAS
Son historias narrativas de carácter metafórico que Jesús utiliza para dejar más claro un
punto importante. Son comparaciones desarrolladas bajo la forma de una historia y que nos
deja una enseñanza.

Las parábolas: se afirma su autenticidad. Señala tres tipos de parábolas, a saber:


- las que parten de realidades de la vida y de los hombres “para ilustrar con
ellas la actuación de Dios”
- las que son inventadas por Cristo; y, por último,
- las parábolas en las que Jesús busca como fin enseñarnos una manera de
actuar concreta.

“Las parábolas han pasado también por las tres etapas de transmisión y, en consecuencia,
de reelaboración que han sufrido los demás pasajes de los evangelios. Es decir, las
parábolas narradas por Jesús luego fueron recontadas en la comunidad primitiva para
iluminar situaciones distintas y, por fin, fueron integradas en la teología propia de cada
evangelista que las narra. Eso explica el que algunas de las parábolas, que con toda
probabilidad en labios de Jesús enseñaban una sola idea, hoy las podemos leer en los
evangelios no ya como parábolas, sino como verdaderas alegorías en las que se nos dan
enseñanzas sobre el misterio de Cristo o sobre la Iglesia. Eso ha pasado, por ejemplo, con
las parábolas del sembrador (Mateo 13,1-23) y de los viñadores homicidas (Mateo 21,33-
46)” [9].

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Encontramos en el N.T., desde el punto de vista de los géneros literarios, esta amplia gama
de lenguaje comparativo (Mashal) o parabólico que puede subdivirse de la siguiente
manera:

1. Comparaciones breves: Ejemplo: “Todo escriba docto en el reino de los cielos es


semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.”
(Mt 13,52) Otros Mt 12,40.
2. Imágenes: Mt 5,14; 7,17; Lc 10,2 (Sin la expresión así como, es semejante, como,
etc.)
3. Hipérboles: Mt 2,29-30; 6,3
4. Metáforas: Mt 6,24; 7,13-14; 15,13; Lc 9,62; Jn 12,24; Mt 5,13-14; Lc 13,22; 18,25
5. Género parabólico. El cual podemos subdividir en:
a) Comparaciones más completas. El grano de mostaza ( Mc 4,30-32), la semilla que
crece espontáneamente ( Mc 4,2629), la higuera que brota ( Mc 13,28 s.), el hombre
armado que guarda la puerta ( Mc 13,34-37), el juez (Mt 5,25), los niños que juegan
(Mt 11,16-19), la levadura (Mt 13, 33), el tesoro hallado en un campo (Mt 13,44), la
perla (Mt 13,45), la red de pescar (Mt 13,47-50), el ladrón o salteador (Mt 24,43 s.), la
oveja perdida (Mt 18,12-14), la del siervo fiel y la del infiel (Mt 24,45-51), los puestos
en el banquete (Lc 14,7-11), la construcción de una torre y la guerra (Lc 14,28-32), la
dracma perdida (Lc 15, 8-10), el deber del criado (Lc 17,7-10). Aquí la evidencia de la
imagen, que salta a la vista, ilumina la cosa que se trata de explicar.

b) En sentido estricto la parábola. (Son de carácter narrativo): El sembrador ( Mc


4,3-8), los viñadores homicidas ( Mc 12,1-12), la cizaña entre el trigo (Mt 13,24-30),
el siervo cruel (Mt 18,23-35), la paga igual por trabajo desigual (Mt 20,1-16), los dos
hijos (Mt 20,28-32), el gran banquete (Mt 22,1-10), el convidado sin ropa de fiesta
(Mt 22,11-14), las diez vírgenes (Mt 25,1-13), los talentos (Mi 25,14-30), los dos
deudores (Lc 7,41-43, el amigo importuno (Lc 11,5-8), la higuera estéril (Lc 13,6-9),
el hijo pródigo (Lc 15,11-32), el mayordomo infiel (Lc 16,1-8), el juez inicuo (Lc 18, 1-
8). Aquí caben rasgos inverosímiles y tienen incluso por lo general significación
particular.

c) Historias ejemplarizantes. (Son también de carácter narrativo) El samaritano


compasivo (Lc 10,30-37), el rico necio (Le 12,16-21), el rico glotón y el pobre Lázaro
(Le 16,19-31), el fariseo y el publicano (Le 18,9-14). El ejemplo se distingue
esencialmente de la comparación y de la p., su intención es poner ante los oyentes
un espejo y estimularlos a un examen de su conducta moral y religiosa.

3. EN DIÁLOGOS Y DISCUSIONES
a. Los diálogos disputa. Mc 2,15-17. Tienen la forma propia de las disputas
rabínas judías como elementos de la diatriba griega o diálogos/ discusiones “ficticias”
basados en los diálogos socráticos. Aquí los interlocutores pueden ser enemigos
b. Los diálogos doctrinales. Muy parecidos a los anteriores, pero donde el
interlocutor no es un enemigo, sino un discípulo, normalmente caracterizado por la
incomprensión. Mc 10,2-12.

4. EN GRANDES DISCURSOS
Los autores de los evangelios recrean y condensan con mucha libertad e imaginación los
discursos, guardando la fidelidad más al sentido que estas palabras pudieron tener en los
personajes, que a la literalidad de las propias palabras. Igual ocurre con los personajes, los
acontecimientos, etc. En Lc 13,14, en boca del jefe de la sinagoga, está condensado el
sentido oficial del discurso de la sinagoga contra la acción de Jesús y de los primeros
cristianos. Así como en las palabras de Jesús que siguen los versículos siguientes está
condensado el discurso de Jesús y de los primeros cristianos en torno a la ley y a la
necesidad de liberación de las personas. En este sentido, cada palabra o cada gesto es
seleccionado con mucho cuidado y “precisión” por el autor.

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En Mateo se conservan las enseñanzas de Jesús en forma de discursos. Cinco de ellos, muy
conocidas, que se destacan por su extensión, y por su referencia al reino de los cielos:

a) El sermón del monte 5,3–7,27. Las condiciones para acoger el reino de los cielos.
b) El apostolado cristiano 10.,5–42. Cómo anunciarlo.
c) El reino de los cielos 13,3–52. Qué es y cuáles son sus características.
d) La vida de la comunidad cristiana 18,3–35. De quién es: de los que son como los
niños, de los pequeños, de los “perdidos”, y los principios del reino presentes en la
comunidad (el perdón).
El final de los tiempos 24,4–25,46. Sobre cuándo vendrá el Reino de los Cielos y cómo será.

Un rasgo típico de Marcos es que dedica más espacio a los actos que a los discursos de
Jesús. En realidad, solo dos de estos últimos pueden ser considerados como tales: la serie de
parábolas de 4.1–34 y el sermón escatológico de 13, 3–37

En Juan encontramos los discursos de despedida (13.1–16.33), la oración sacerdotal (17.1–


26).

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