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Los que han robado al país de manera sistemática, los que han entregado
las riquezas de nuestra patria a sus “sagrados” inversionistas, con jugadas
descaradas que han abultado sus cuentas bancarias, nos quieren decir por
quién no votar. Y llenan de discursos de hipocresías, se convierten en
“defensores de la democracia”. Fujimori heredera de la dictadura de su
padre, nos habla de democracia mientras reinvindica el golpe del 5 de abril
y ´las “mano dura” del asesino de La Cantuta y Barrios Altos. Toledo, el
mismo que adoraba el gobierno de Fujimori y se ofrecía a ser la continuidad
del japonés, el que mantuvo la Constitución del sátrapa, mantuvo el
régimen de privatizaciones del sátrapa, le pagó en tiempo récord a Ivcher
con dinero de los peruanos, supuestamente por haber sido un mártir de la
democracia, negoció de rodillas del TLC con el gobierno norteamericano.
Castañeda, exfuncionario del fujimorismo, alcalde que hizo de la trampa y el
ocultamiento de las cuentas públicas una forma de gobierno municipal, el
que se hacía el mudo para ocultar las sobrevaluaciones de las obras del
municipio de Lima. Kuczysnki, presencia permanente en el gobierno de
nuestro país desde Belaúnde hasta Toledo, dueño de una patente de corso,
otorgada por las entidades financieras internacionales para hacer y
deshacer en los sucesivos gobiernos nacionales, siempre y cuando
mantuviera la línea de poner el estado al servicio de las empresas
internacionales, en las que luego de dejar algún cargo público terminaba de
gerente o director de la empresa. Y finalmente García, el más cínico de
todos, el que roba hasta por manía, qué es capaz de pedir la suya hasta
cuando sus pirañas de poca monta le venden lapiceros al Estado, y con
mayor razón cuando él mismo se encarga de los grandes negocios desde su
oficina en Palacio. Sí García, el que no se inmuta si hay que mandar matar
gente si de mantener la comisión se trata, no importa si son indígenas
peruanos o policías peruanos, negocios son negocios.
Estos, que no están presos porque la justicia es una especie en extinción en
nuestro país, porque el poder sirve para meter presos a dirigentes
populares, para asesinar a los que protestan, pero no para juzgar y
sentenciar a los ladrones y asesinos defensores del modelo neoliberal,
estos, nos quieren decir por quién votar y por quién no. Y nos dicen
chavistas, estatistas, autoritarios, atrasados, retrógrados.