Parroquia Nuestra Señora de la Caridad

Programa de Confirmación
Retiro Kerigmático del 22 al 24 de junio 2007

MATERIAL DE EVALUACION PERSONAL

Este material, está preparado de manera que te ayude a realizar una evaluación personal lo
más completa y sincera posible. Empieza a revisarla. ¡¡Qué Dios te bendiga!!

Primer mandamiento: AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS

Se puede pecar de diversas maneras contra el Amor a Dios:

La INDIFERENCIA es como rechazar el amor de Dios, despreciar su acción y negar su
fuerza. Simplemente no hacerle caso o no dejar que entre en nuestra vida.
La INGRATITUD es negarse a reconocer la caridad que viene de Dios y también no querer
retribuirle con amor nuestro.
La TIBIEZA es la duda, indecisión o negligencia para responder al amor divino, digamos que
es como una mediocridad.
El ORGULLO y la SOBERBIA, se oponen al amor de Dios pues niegan la posibilidad de que
Él intervenga en tu vida para ayudarte a sobrellevar las pruebas del día a día.

¿Dejas que Dios sea parte de tu vida? ¿Acudes a Él sólo cuando tienes miedo de que algo
te pase o cuándo necesitas algo urgente?
¿Cuántas veces le haz sido ingrato al amor que Dios te ha dado? ¿Lo sigues siendo?
¿Sigues siendo indiferente a que Dios ingrese en tu vida?
¿Con cuál de estas maneras piensas que pecas con más frecuencia contra el amor a Dios?

Segundo mandamiento: NO JURARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO

El juramento en nombre de Dios, es poner a Dios como testigo de la verdad de lo que se

dice o de la sinceridad de lo que se promete.
La blasfemia, consiste en hablar (interior o exteriormente) con palabras de odio, de
reproche, de desafío en contra de Dios; en injuriar (es decir insultar, ofender) a Dios, faltarle
el respeto con lo que dices o piensas, en abusar de su nombre.
Más aún, el sólo hecho de jurar a pesar de saber que no es cierto lo que estamos diciendo,
es una falta (contra nosotros mismos) porque quiere decir que nuestra palabra no vale nada.

¿Qué piensas de jurar sólo por jurar? ¿Tomas en forma de broma o juego jurar en el nombre
de Dios? ¿Por ira o cólera? ¿Has llegado a blasfemar contra Dios? ¿En qué momento?
¿Tu palabra vale para los demás?

Tercer mandamiento: SANTIFICAR LAS FIESTAS

Ya que Jesús resucitó de entre los muertos "el primer día de la semana” ese día es un día
de fiesta, el día del Señor, el Domingo.
El Domingo y las demás fiestas de precepto, los creyentes tienen el deber y la alegría de
participar en la Misa.

¿Cuándo participas de la Santa Misa lo haces por convicción o por obligación? ¿Participas
activamente de la Misa y, de las fiestas de precepto o eres un simple espectador más?
 Parroquia Nuestra Señora de la Caridad
Programa de Confirmación
Retiro Kerigmático del 22 al 24 de junio 2007

Cuarto mandamiento: HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE

No tendríamos necesidad de acudir a un mandamiento sino que en cualquier cultura y

religión se intuye que esto debería ser así. Los hijos deben amar a sus padres con un amor
que ha de ser tanto interno como externo, es decir, no ha de limitarse a los hechos sino que
ha de proceder de lo profundo del corazón.

El respeto a los padres se muestra en la sincera veneración cuando se habla con ellos por
ejemplo. Es lógico que los hijos deban obedecer a sus padres en todo lo que estos puedan
indicar u orientar.

Así como en los años de infancia los hijos no pueden valerse sin la ayuda de sus padres,
puede ocurrir que en los días de ancianidad no puedan valerse los padres por si mismos sin
la ayuda de los hijos (en estos casos es de justicia que los hijos los atiendan en lo que
necesiten).

¿Qué tanto de lo que hacemos y decimos en nuestra casa y fuera de ella, diariamente, nos
lleva a honrar verdaderamente a nuestros padres o quienes los representan?
¿Cuántas veces haz gritado, insultado o quizás hasta golpeado a tu padre o tu madre (o
quienes los representan) creyendo que tienes algún derecho sobre ellos?
¿Honras verdaderamente a tus padres?
Para ti ¿Es un juego dejar que insulten a tu madre (Ej. Dejando que "te menten la madre")?

¿Tu familia en general, recibe el apoyo, la consideración, el respeto, el cuidado, el amor que
ellos necesitan de ti?

Repasa o recuerda a cada uno de los integrantes de tu familia y por cada uno pregúntate
¿Cuándo fue la última vez que le dije que lo amaba?

Quinto mandamiento: NO MATARÁS

Este mandamiento prohíbe no sólo el matar o asesinar, sino todo acto que va en contra de
la integridad de la vida propia y ajena: heridas, peleas, venganzas o simplemente no impedir
el sufrimiento de los demás ya es un atentado a este mandamiento.

Lo que atente contra la salud física, espiritual o mental de las personas también puede ser
incluido en este precepto.
También se peca por omisión al no impedir hechos violentos, permanecer indiferente ante
necesidades urgentes o vitales del prójimo o no auxiliar en caso de peligro.
Cabe aquí hablar también del respeto a la intimidad y a la vida privada que todos los
hombres tenemos que proteger.

Ahora que sabes todos lo que implica este mandamiento reflexiona en cuantas veces has
pecado en contra de este.

¿De quién hablas mal? ¿Contra quien todavía tienes sed de venganza?
¿Respetas la intimidad de las personas con las que te relacionas (padres, hermanos,
hermanas, amigos?, ¿Haces respetar tu intimidad?
¿Quién te hizo tanto daño como para que le guardes resentimiento u odio?
 Parroquia Nuestra Señora de la Caridad
Programa de Confirmación
Retiro Kerigmático del 22 al 24 de junio 2007

¿Qué esperas para dejar esas ganas de vengarte?, ¿qué crees que puede pasar en ti si
decides alejarte de esos sentimientos tan dolorosos como el odio, la venganza o el
resentimiento?

Sexto y Noveno mandamiento: NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS; NO

CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS IMPUROS

Dios ha puesto dos mandamientos para ayudarnos a orientar el instinto sexual: el Sexto “no
cometerás actos impuros", que se refiere a todos los pecados externos en este tema. Y el
noveno “no consentirás pensamientos ni deseos impuros”, que abarca todo pecado interno
de impureza.

Quizás sea importante mencionar, que la diferencia de sexos está incluida en el plan de
Dios desde el momento mismo de la creación del hombre: "Y creó Dios al hombre a imagen
suya... y los creó varón y hembra” (Gen. 1, 26-28).

¿Tú como luchas para no ir contra estos mandamientos?, ¿Cuántas veces te haz dejado
llevar por tus deseos sabiendo que lo que estabas haciendo, no necesariamente era lo
correcto? ¿Cuántas veces haz buscado pornografía (revistas, televisión, etc.) por el simple
hecho de hacerlo o por no “quedarte”?,
Para ti, ¿Qué tan degradado está el amor por el sexo?
¿Qué piensas de los anticonceptivos? ¿Es necesario el uso de la píldora del día siguiente?
Juntando el anterior mandamiento con estos 2 ¿y el aborto? ¿Alguna vez conociste a
alguien que estaba en la duda de hacerlo o no y la ayudaste a desistir? ¿No te importó? ¿O
sugeriste que lo hiciese? ¿O alguna vez fueron tú y tu pareja de turno los que pensaron en
esta posibilidad?

Séptimo mandamiento: NO HURTARÁS

El séptimo mandamiento ordena hacer buen uso de los bienes materiales, y prohíbe todo lo
que atente a la justicia en relación a nuestros bienes y los de los demás.

Cuando aquel muchacho se acercó a Jesús preguntando qué debía hacer para ir al Cielo, el Señor le
respondió: “Cumple los mandamientos". Y al señalar a continuación que ya lo hacía desde niño,
Jesús le dijo: “una cosa te falta: ve, vende cuanto tienes y dalo a los pobres y así tendrás un tesoro
en el Cielo: después Ven y Sígueme" (Mc.10, 19-21). Al oír estas palabras el muchacho se
entristeció porque era muy rico y no quena abandonar sus bienes; al marcharse, Cristo
advierte a los discípulos lo difícil que es que los ricos entren en el Reino de los cielos.

¿Estamos apegados a los bienes que tenemos? ¿Qué tan materialistas nos hemos vuelto?
¿Cuidamos y respetamos las cosas de los demás? ¿Qué tanto has sido capaz de hacer
contra los demás por conseguir algo que querías? ¿Haces uso indebidamente de lo que no
es nuestro?, ¿te preocupas de modo práctico de aquellos que tienen menos que nosotros?
¿Has permitido que se cometa una injusticia contra alguien pudiendo hacer algo para
evitarlo?
 Parroquia Nuestra Señora de la Caridad
Programa de Confirmación
Retiro Kerigmático del 22 al 24 de junio 2007

Octavo mandamiento: NO LEVANTARÁS FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS

El octavo mandamiento: "no levantarás falso testimonio ni mentirás", es muy necesario,

sobre todo cuando las relaciones entre los hombres están plagadas de tantas mentiras,
calumnias, difamaciones y falsos testimonios. Nos tocaría dar lo opuesto es decir, el amor a
la verdad y el respeto a la buena reputación de los demás.

Se relata en el Evangelio que, en el juicio del Señor ante el Sanedrín, los judíos presentaron
falsos testigos que lo acusaban de muchas cosas para condenarlo. Ante aquellos
testimonios falsos y contradictorios, Jesús permanecía en silencio. Sólo habló cuando el
Sumo Sacerdote le preguntó: “¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios?” (Mc. 14, 61). Cristo
confesó la verdad, aunque la verdad le acarreó muchos sufrimientos y ultrajes hasta la
muerte.

¿Qué tanto es parte de tu vida, la mentira? ¿Qué tanto tratas de evitar la mentira?
¿Qué tanto mientes para salvar tu pellejo? ¿Luchas para no mentir o es algo rutinario?
Y con los demás… ¿Que tan hipócrita puedes ser?
¿Cuánto de lo que los demás conocen de ti es realmente cierto?

Décimo mandamiento: NO DESEARÁS LOS BIENES AJENOS

Jesús muestra repetidas veces el motivo de fondo para vivir este precepto: "donde está tu
tesoro, ahí está tu corazón” (Mt. 6, 21). También cuando dice "no se puede servir a dos
señores, a Dios y al dinero" (Mt. 6,24).

El sentido que tiene la virtud de la pobreza es el siguiente: “No queremos tener nada, porque
queremos tenerlo todo, queremos a Dios y Dios nos manda sacar de nuestro corazón todo
lo que de alguna forma estorbe a su amor”.

Este mandamiento nos prohíbe el deseo de quitar a otros sus bienes y el de adquirirlos por
medios injustos. Dios prohíbe los deseos desordenados de los bienes ajenos porque quiere
que aun interiormente seamos justos y que nos mantengamos siempre muy lejos de las
acciones injustas.

Hay que estar contentos con el estado en que Dios nos ha puesto, y que suframos con
paciencia la pobreza cuando el Señor nos quiera en ese estado.

¿Te sientes conforme con lo que tienes en casa? ¿Lo que te puede dar tu familia o lo que
consigues con tu trabajo, te hace feliz? ¿Te parece muy poco para tus aspiraciones?
¿Sientes envidia de la gente que ves por la calle y que tiene las cosas que tú deseas o que
sabes que tiene más cosas que tú?
¿Y a tus amigas y amigos qué les envidias? ¿Sus cosas, su familia, su bienestar, sus
logros?
¿Qué es lo que quisieras y piensas que no puedes alcanzar?
 Parroquia Nuestra Señora de la Caridad
Programa de Confirmación
Retiro Kerigmático del 22 al 24 de junio 2007

SOLO UNA COSA MAS…

Los dos deudores

“Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y
comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. A éste, como
no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le
pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia
conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le
perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien
denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo,
postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Más él
no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Viendo sus consiervos lo que
pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me
rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de
ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas.”
Mateo 18, 23-35

Ahora, después de haber revisado los aspectos más importantes de tu vida y las cosas que
quizás no estás haciendo bien…

Pon en tu mente todo lo que más te duele o de fastidia, lo que odias, lo que te hace sufrir, a
aquellas personas que no hicieron por ti lo que debían, que te hicieron daño…

Trae todo ese dolor y siéntelo en la piel…

Ahora bótalo… bótalo, respira fuerte, expúlsalo… No dejes que el dolor siga maltratando tu
vida…!!!!

Es hora de ser mejor y perdonar… si sabes que alguien siente odio o resentimiento por ti…
también perdónalo… y ruega porque él o ella te perdonen también a ti…

No más… es hora de cambiar de rumbo. Si te has dado cuenta que hay cosas que cambiar,
que remover, que sacar de tu vida… no lo dejes para mañana… hazlo hoy… ahora…

Saca ese dolor de tu piel, que no se quede dentro… libera, sana…

Pero no te olvides… Cristo te puede ayudar en esto… acude a Él, apóyate en Él…
Si quieres salir libre de tus ataduras, Él puede ser el abogado…
Si quieres sanar, Él puede ser el doctor…
Si quieres avanzar, Él es el Camino, la Verdad y la Vida…