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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS
ESCUELA DE DERECHO

SOCIOLOGÍA JURÍDICA
RELACIÓN DEL PREDOMINIO DE LOS DIFERENTES CEREBROS
(REPTIL, LÍMBICO, CORTICAL) EN EL ENTORNO DEL DESARROLLO
PERSONAL Y SOCIAL.

AUTOR: GUSTAVO BUSTOS

LA MORA, MARZO DE 2011.


El cerebro triuno, o los tres sistemas que lo componen: el reptil, límbico
y cortical, están relacionados con el desarrollo personal y social del hombre,
en este sentido, el sistema reptil, el cual según Gadner (2004), se considera
el más antiguo de todos, se encarga de controlar el sistema muscular, la
respiración, el ritmo cardíaco, el instinto de supervivencia donde se
encuentran inmerso la satisfacción de comer, calmar la sed, protegerse del
frío o el calor, el deseo sexual, la defensa de espacios, o las respuestas a los
problemas enfrentándolos o evitándolos, asimismo, rige parte del
comportamiento humano: como enamorarse, tener relaciones personales,
elegir liderazgo, pertenecer a cultos, rutinas, tradiciones, el sentido de
pertenencia: afiliarse a un club, pertenecer a una familia, a una comunidad, a
un grupo, poseer vivienda. Protegerse y crear seguridad: buscar un hogar,
casarse, ubicarnos en los mismos lugares, las luchas por superarse, son
propios de este cerebro reptil el cual no está en capacidad de pensar, ni de
sentir; su función es la de actuar, cuando el estado del organismo así lo
exige.
Por su parte, en el sistema límbico es donde se originan las emociones,
se adquiere el aprendizaje y controla la memoria, por lo consiguiente es
responsable de la formación de la personalidad del hombre porque parte de
este aprendizaje se adquiere en el intercambio social y en el desarrollo
personal, de allí que todo lo que percibe en su medio es procesado,
aprendido y manifestado posteriormente, como el odio, el amor, deseo,
angustia, miedo, temor, culpa, generosidad, celos, la felicidad, la tristeza,
entre otras emociones, como la motivación al logro o al fracaso.
En este sentido Riart y Soler (2004), refiere que “El sistema límbico,
es responsable de las emociones, experimentarlas, vivirlas y sentirlas, por
tanto el hombre al concentrarse en el cuerpo y en la emoción, permite
descifrar qué es lo que siente.” (p. 54). También señala el autor que este
sistema es responsable de los cambios emocionales donde en un
determinado momento se puede estar melancólico y pasar a estar feliz. A
estos cambios de ánimo, y el poder experimentarlos sin negarlos, según el
autor citado se le ha llamado “Inteligencia Afectiva”.
En referencia al sistema cortical, Armstrong (2006), manifiesta que “es
considerado como el cerebro superior, ya que distingue al hombre de los
animales, por cuanto rige la racionalidad.” (p. 64) En él se localizan las
funciones más complejas, como son todos los procesos básicos, aprendizaje,
memoria, razonamiento, entre otros. Se encuentra ubicado sobre el sistema
límbico.
Según Beauport (1994), “…en él se desarrollan una serie de células
nerviosas dedicadas a la producción del lenguaje simbólico, a la función
asociada a la lectura, escritura y aritmética” (p.97). Es también responsable
del pensamiento, la imaginación y la razón: percibe y controla el orden y el
desorden, es imprevisible, y controla funciones que se oponen a aquellas
que caracterizan al sistema límbico. Sin embargo, al decir de Cooper (2002),
“…distintas partes del cortex y del sistema límbico se integran y conectan
para establecer la vía de la información óptica y la vía de la corteza motora o
somatosensorial...”.
Por tanto, es la parte del cerebro humano que permite al hombre
trazarse planes y alcanzar objetivos, es donde nacen la inteligencias
intrapersonal e interpersonal, además de ser el responsable de orientarlo
hacia el próximo paso de evolución humana. Es en el cortical o racional,
donde se integran las capacidades cognitivas, donde se encuentra nuestra
capacidad de ser conscientes, de establecer relaciones y de hacer
razonamientos complejos.
Es importante destacar que cada una de las inteligencias es igualmente
importante y pueden ser estimuladas o desarrolladas para mejorar los
procesos de aprendizaje, el desarrollo personal y social.
REFERENCIAS

Beauport, E. (1994). Las Tres Caras de la Mente. Caracas: Editorial Galac.

Cooper, R. (2002). Aprenda a Utilizar el Otro 90 %. Bogotá: Norma.

Gardner, H. (2004). Las Inteligencias Múltiples. Paris: RETZ.

Riart, J. y Soler, M. (2004). Estrategias para el Desarrollo de la


Inteligencia. Barcelona: CEAC.

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