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Fundamentos de la acción
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octubre siguiente y la audiencia preparatoria se celebró el 28 del mismo
mes, pero, en el transcurso de ella interpuso el recurso de apelación
contra la decisión del Juez de negarle unas pruebas, recurso del cual
desistió 2 días después.
Consideraciones
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solicitudes de libertad provisional deben tramitarse al interior del
proceso y acudiendo a los recursos previstos en él. Sin embargo, dicha
jurisprudencia no es enteramente uniforme y tiene distintos matices,
pues en unos casos se afirma que la acción de habeas corpus es
subsidiaria o residual y las solicitudes de libertad provisional sólo deben
resolverse al interior del proceso, en otros se establece que la sola
demora para resolver la petición de libertad o la conducta del juez que
omite pronunciarse sobre ella no es suficiente para deducir que se trata
de una prolongación ilícita de la libertad y admitir la pertinencia del
habeas corpus, mientras que en otras se acepta que éste es una acción
principal y es procedente si la decisión del juez constituye una vía de
hecho, o se retarda más allá de los términos constitucionales o legales, o
se presentan otros casos de prolongación ilícita de la libertad con la
decisión judicial1.
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Cfr., entre otras, Corte Suprema de Justicia, Sentencia del 27 de noviembre de 2.006
y del 6 de septiembre de 2.007, rdo. 26503 y 28288, respectivamente. Ponente: H.
Magistrado Alfredo Gómez Quintero. Sentencias del 7 de junio de 2.007, el 26 de junio
de 2.008 y el 18 de septiembre de 2.009, rdos. 27661, 30066 y 32651. Ponente: H.
Magistrado Javier Zapata Ortiz. Sentencia del 29 de agosto de 2.007, rdo. 28241.
Ponente: H. Magistrado Mauro Solarte Portilla. Sentencia del 24 de julio de 2.009, rdo.
32293. Ponente: H. Magistrada María del Rosario González de Lemus. Sentencias del 30
de junio, 4 y 21 de septiembre y 6 de octubre de 2.009, rdos. 32.115, 32572, 32691 y
32791. Ponente: H. Magistrado Yesid Ramírez Bastidas.
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Posteriormente, al examinar la constitucionalidad de los artículos 382 a
389 del Código de Procedimiento Penal de 2.000, que vinieron a regular
el habeas corpus en la nueva ley, la Corte varió la doctrina
constitucional y sostuvo que dejar la definición sobre la libertad de una
persona al mismo funcionario que ordenó su detención violaba la
Constitución porque no garantizaba una autoridad imparcial.
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fuerte, a la persona humana individual contra el poder del
Estado utilizado como fuerza opresiva….”2.
2
Corte Constitucional. Sentencia C-620 del 13 de junio de 2.001. Ponente: H.
Magistrado Jaime Araujo Rentería.
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de los términos legales la solicitud de libertad provisional
presentada por quien tiene derecho.
3
Corte Constitucional. Sentencia C-187 de marzo 15 de 2.006. Ponente: H. Magistrada
Clara Inés Vargas Hernández.
4
Ídem
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Por tanto, mantener la idea de que las discusiones sobre la libertad de
una persona detenida por orden judicial deben ventilarse al interior del
proceso únicamente no sólo desconoce esos precedentes, sino que sería
darle al habeas corpus el carácter de un derecho y una acción
subsidiarios, pues sólo procedería ante una vía de hecho o ante la falta o
ineficacia de los recursos dentro del proceso. Sólo que la Constitución no
establece que el habeas corpus sea una acción subsidiaria o residual,
como sí lo hace con la acción de tutela.
“Por lo enseñado –ha dicho la Corte- no es de recibo que en un
trámite de hábeas corpus se esgrima lisa y llanamente que la
acción constitucional es improcedente porque la persona se
encuentra privada de la libertad por cuenta de una actuación
procesal o que dentro del proceso existen recursos para
debatir la situación tildada de lesiva del derecho a la libertad
personal. Es necesario que los jueces examinen a profundidad
el caso concreto para determinar si se presenta una vía de
hecho, la que eventualmente puede surgir, por ejemplo,
cuando habiéndose edificado las circunstancias fácticas y
legales que hacen procedente una causal de libertad
provisional la misma es negada sin fundamento legal o
razonable, o contra expresa interpretación jurisprudencial
sobre la materia, o por medio de una decisión carente de
motivación, o cuando objetivamente se puede constatar que la
pena impuesta ya fue cumplida por el condenado”5.
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Sentencia del 30 de junio de 2.009, rdo. 32.115. Ponente: H. Magistrado Yesid
Ramírez Bastidas
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la acusación, sin que se haya iniciado el juicio oral, salvo que ello
obedezca a maniobras dilatorias del acusado o de su defensor o a una
causa justa o razonable. Al examinar la constitucionalidad de dicha
salvedad, la Corte declaró inconstitucional la palabra “justa”, pero
exequible la expresión “ni cuando la audiencia no se hubiere podido
iniciar por causa […] razonable”, pero bajo “el entendido de que: a) la
justificación de la causa razonable debe fundarse en hechos externos y
objetivos constitutivos de fuerza mayor, ajenos al juez o a la
administración de justicia y b) en todo caso, la audiencia se iniciará
cuando haya desaparecido dicha causa y a más tardar en un plazo no
superior a la mitad del término establecido por el legislador en el
numeral 5° del artículo 317 de la Ley 906 de 2004”6 (la subraya no es
del texto).
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Corte Constitucional. Sentencia C-1198 del 4 de diciembre de 2.008. Ponente: H.
Magistrado Nilson Pinilla Pinilla.
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respeto que le profesa a las decisiones de la Corte, tiene una opinión
diferente sobre la constitucionalidad y aplicación de la norma.
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Sentencia del 4 de febrero de 2.009, rdo. 30363 y auto del 6 de octubre de 2.009,
rdo. 32791, entre otros. Ponentes: H. Magistrados María del Rosario González de Lemus
y Yesid Ramírez Bastidas.
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libertad, se regulen de manera diferente. De hecho, la ley lo hace, pues
en el primer caso el término para obtener la libertad es de 60 días,
mientras que en el segundo es de 90 días, sin que se haya dicho que esa
diferencia es irrazonable.
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término de 68 días hábiles contados a partir del recibo del escrito de
acusación.
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mismas razones, el que en un caso el término fuera sólo de 60 días y en
otro de 90 días. En tal caso, siguiendo esa línea de argumentación,
también debería inaplicarse este último plazo, pero las consecuencias
serían inaceptables.
Siendo así, no se han cumplido los 90 días hábiles para que el acusado
Francine Agudelo Guerrero pueda gozar de libertad.
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La Corte, empero, no preciso exactamente cuáles eran los hechos
externos ajenos al juez o a la administración de justicia que podían
tenerse como causa razonable para no haber iniciado el juicio oral. Sin
embargo, es posible extraerlos de la motivación de la sentencia citada.
En ésta, se dijo que
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las causas que razonablemente o justamente pueden dar lugar
a la suspensión de la audiencia de juzgamiento’, lo que es lo
mismo en el evento que nos atañe, que impidan el inicio de la
misma.
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ineficacia o ineficiencia de los jueces o la administración de justicia, ni
en hechos que puedan atribuirse a su inoperancia, incuria o mora para
actuar y que, en todo caso, deben ser ajenos al acusado, a su defensor,
a los jueces o al aparato de la administración de justicia. Deben ser,
pues, circunstancias que se imponen de manera forzosa e irresistible e
impiden iniciar el juicio oral, sin que puedan tenerse únicamente como
tales las que corresponden a las fuerzas naturales o humanas ajenas al
proceso.
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Ahora bien, por virtud de ese recurso y por disposición de la ley, el
proceso estuvo suspendido desde el 28 de octubre hasta el 17 de
noviembre de 2.009, cuando regresó al Juez de conocimiento. En tal
caso, y de acuerdo al condicionamiento establecido por la Corte
Constitucional, la audiencia de juicio oral debe iniciarse en un término
de 45 días -o la mitad del fijado en el artículo 317 numeral 5 de la ley
906 de 2.004, modificado por el artículo 30 de la ley 1142 de 2.007-.
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Notifíquese y cúmplase
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