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Jaime Gibson
RESUMEN
En vías que soportan un alto flujo de busca los paraderos tienen una
importancia decisiva en las características de la circulación por ellas y
en la eficiencia de los busco mismos* No obstante, en Chile Be ha prestado
escasa atención a eate aspecto en materia de gestión de tránsito.
Sin embargo, aquí las cosas tienen un cariz diferente. Muchas calles
soportan flujos superiores al citado que, -eu no pocos casos, llegan a mas
de 250, y hasta 500, buses/hr en un sentido. En estas condiciones, los
paraderos se transforman en.un elemento crítico, que regula la circulación
de los buses- tanto o mas que las intersecciones o la interacción de otros
vehículos. No es raro ver 7 o más buses detenidos a lo largo de toda una
cuadra y, frecuentemente, algunos de ellos en la segunda pista o en posi-
ción diagonal. Así, salir de la cuadra es, en el fondo, salir del parade-
ro. Estas aglomeraciones en los paraderos conducen a numerosas detencio-
nes sucesivas, a veces para subir o bajar pasajeros, a veces por estar obs
taculizada la salida por otro u otros buses.
i) No para
1) Luz roja
2) Congestión vehicular
3) Subida y/o bajada de pasajeros
4) 1) + 3)
5) Para los vehículos que paran mas de una vez se dan combinaciones de
las anteriores. Fueron detectadas 17 distintas.
Por este paradero pasan 42 variantes que pasan también por el centro
de Santiago. Si bien no todas lo hacen por la misma calle, siendo esta zona
la principal atractora de viajes, hay fuerte competítividad entre e->llas.
El flujo de locomoci6n colectiva y la demanda de pasajeros que suben o
bajan, figuran en el Cuadro 1.
CUADRO N°l
Datos Globales
1 263 388
2 247 365
3 240 & 309
4 207 268
5 215 216
Se observa que la frecuencia varía menos que la demanda,que
alta. El intervalo medio entre pasadas da una misma variante fluctúa entre
4 y 15 minutos, lo que unido a la competitividad señalada» indica que los
tiempos medios de espora son muy bajos*
3. Comportamiento observado*
En lo que sigue, solo se tienen en cuenta las paradas con algún movi-
miento de pasajeros, descartándose las debidas a razones de tráfico*
CUADRO N°2
1 45 32 38
2 35 47 41
3 34 50 42
4 38 43 40
5 47 51 49
En segundo lugar, ¿se respeta la parada diferida? Puesto que las va-
riantes autorizadas a parar cubren solo un 29% del flujo, el dato relevante
a estos efectos es el porcentaje de vehículos autorizados y no autorizados
que para y aparece en el Cuadro N°3.
CUADRO N°3 Efectividad
de la parada diferida
(en *) ¡M
M^mhnnes Taxibuses
Total 63 60 50 60
Feríodc Pista 1 2 3
4 5 Total
1 64 66 59 67 60 63
2 31 33 38 29 39 34
3 5 1 3 4 1 3
Tramo
1 24 19 15 20 17 19
2 68 72 78 76 73 73
3 8 9 7 4 10 8
Se constato que el uso del tramo central no está regido por una ocu-
pación previa del cercano a la esquina. Los buses que encabezan el pelo-
tón y pueden elegir lugar de parada con mayor libertad, prefieren el 1-2
sobre el 1-1. Aun mas, gran parte de las paradas próximas a la esquina se
originan por el semáforo y la detención forzada se aprovecha para subir o
bajar pasajeros*
Estudiemos ahora para qué se realizan las paradas; El Cuadro N°5 o-
freca un panorama general de las asociadas al movimiento de pasajeros.
CUADRON°5
Características de las paradas por movimiento de paoajeros
(1)
Paradas Paradas Pax
Período Ciclo Veh. Parada
1 3.5 1.07 2.3
CUADRO N°6
Solo Microbus 53 32 24 23 22 31
Dejar Taxibus 71 56 48 43 43 54
12
Microbus 25 28 17 16
22
Tomar 25 16 21
Taxibüs 17 27
y 20
j
CUADRO N°7
Esta somera descripción del para qué se hacen las paradas» llama a un
análisis mas profundo del fenómeno. Como punto de partida admítase que si
un pasajero quiere bajar» habrá detención. Los datos muestran que el hecho
de detenerse obligatoriamente no influye sobre la probabilidad de que uno o
más pasajeros suban al bus. Solo hay un leve premio en este sentido para
los taxibuses; esto se puede relacionar con el hecho ya comentado de que
algunos de estos conductores paran en posiciones adecuadas para salir
rápido» lo que desincentiva a los pasajeros.
conjunto de factores caúsale»* Sin embargo, en las condiciones actuales, hay uno
principal: la actitud del conductor* Concentrémonos en esta variable.
Aceptando que la solicitud del pasajero para bajar sea mandatoria, se puede
distinguir tres casos: parar obligados (alguien baja)» estar dispuesto a PJL rar
(si alguien quier subir) y no estar dispuesto. En los dos primeros es posible
que suba alguien o no. Se producen así cinco combinaciones: subida y bajada»
solo subida o bajada , ningún movimiento de pasajeros y lo que llamaremos
"vitrineo". Usté da nombre al comportamiento» frecuentemente observado» de
pasar a relativamente baja velocidad a la busca de pasajeros*
(1) (2)
(3) (4)
167 -
(5) (6)
, el
(6).
CUADRO N°8
Actitud Período
1 2 3 4 5 Total X
32
- Obligados- a parar 81 75 66 40 20 294 34
• Solo bajan 57 41 30 23 12 171 20
..Suben y bajan 24 34 36 17 137 123 14
- Dispuestos a parar 71 95 90 111 58 504 59
• encuentran 21 43 49 54 79
225 26
. Vitrxnean 50 52 41 57 27Q
Período
Actitud
Hay una alta correlación entre los indicadores, con la sola excepción
de taxibuses en la punta de la mañana. Pero este es el caso en que la hip6
tesis introducida al modelo es menos confiable, por la gran cantidad de ba-
jadas desde taxibuses que se producen*
Del primer supuesto, PB^ está fijo. Luego s6lo puede actuarse sobre
CUADRO N°ll
5. Reflexiones finales