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LO URBANO COMO EXPERIENCIA DE LA MODERNIDAD

BAUDELAIRE SEGÚN BENJAMIN

Sandra C. Valdettaro
Profesora de Teoría de la Comunicación I

Poco más de una década transcu- masculina; el culto a las fundas, los es-
rrió entre los primeros esbozos del Li- tuches y los forros, la luz de gas; los
bro de los Pasajes y los ensayos sobre bazares; la autonomía femenina y el
Baudelaire. Éstos serían, según amor lésbico; la arquitectura urbana; la
Benjamin, los que más se acercan a producción en serie; etc. No encontra-
aquél. Benjamin va a buscar en la poe- mos acá un objeto de estudio fijo; se
sía de Baudelaire las huellas de lo mo- basa su acercamiento más bien en un
derno, una poesía cuya recepción ponía modo de mirar, de observar, de experi-
ya la Modernidad en serias dificultades mentar aquello que para Baudelaire la
... hipócrita lector. No pudo, en su época, Modernidad es: lo transitorio, lo fugiti-
conectar con la experiencia de sus lec- vo, lo contingente; la novedad del pre-
tores. Y es que esa experiencia, dirá sente como cualidad esencial de la vida.
Benjamin, “se ha modificado en su es- Su intención entonces parece ser “reve-
tructura”1 . lar a Baudelaire tal como está empotra-
Benjamin trata de llevar a cabo lo do en el siglo XIX”3 . Realizar, como
que Baudelaire no pudo: una teoría de Pausanias, una excavación de las capas
la Modernidad. Reconstruye su contex- topográficas de la ciudad. Lo urbano es
to y cuenta, para ello, con diversas fuen- su escenario y en él se mueve el poeta
tes2 : documentos del socialismo; me- como principal actor4 . Su tarea será en-
morias de policías y de aristócratas; im- contrar esas “correspondencias” entre
puestos sobre los vinos; las prácticas de lo antiguo y lo moderno, el “eterno re-
los traperos y de los conspiradores pro- torno de lo sempiterno” en lo nuevo,
fesionales; la flânerie; los precios de pe- en la producción de mercancías como
riódicos; la vida de bulevar; el folletín; fantasmagoría.
la situación del campesinado y el ejérci- Dos ensayos marcan este movi-
to; los tranvías; las historias de detecti miento: el París del Segundo Imperio en
ves; los colores gris y negro de la ropa Baudelaire, de 1938 -no vamos a repro-
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ducir acá la suficientemente conocida va y una valoración negativa, que cree-
crítica que Adorno realiza a este texto- mos caracteriza su pensamiento en sen-
, y Sobre algunos temas en Baudelaire, de tido general. Es preciso detenerse, se-
1939 -tampoco nos parece necesario gún nuestro modo de ver, en estos mo-
volver a hipotetizar si realmente mentos altamente dialécticos del pen-
Benjamin tuvo en cuenta o no las indi- samiento benjaminiano.
caciones de Adorno para esta segunda Entre otros aspectos, dicha oscila-
versión del texto-. También París, capital ción se verifica a partir del juego
del siglo XIX, escrito en 1935, puede in- relacional entre dos diversos acentos
cluirse en este cuerpo textual. Pero es- presentes en la recepción de la obra de
tos motivos se encontraban ya presen- arte, el valor “cultual” y el valor
tes en otros ensayos de la década del “exhibitivo”, valor, éste último, que la
30. Pequeña Historia de la Fotografía, de reproducción técnica hace emerger. La
1931, junto con El Autor como Productor, posibilidad que produce el “distancia-
de 1934, y La obra de arte en la época de su miento” técnico de articular una acti-
reproductibilidad técnica, de 1936, hablan tud crítica con una actitud fruitiva es
de una producción teórica caracteriza- uno de los tópicos más interesantes
da por el análisis materialista del arte y a tener en cuenta. La apuesta por dicha
la tecnología, y sus derivaciones socia- posibilidad, anclada como está en el
les, políticas y culturales. En todos ellos efecto de distanciamiento producido por
se preocupa Benjamin por las la tecnología, y en la irrupción de un
implicancias que sobre el plano de la “shock” perceptivo, une a Benjamin con
percepción genera un dispositivo de el proyecto de las vanguardias y con la
reproducción tecnológica del arte. Ha- “pedagogía” épica brechtiana.
bitualmente se dice que estos textos re- Benjamin caracteriza, a la manera
flejan un gesto optimista hacia la tec- de las vanguardias, a la obra de arte
nología -principalmente por las deriva- como “un proyectil”, esto es, como un
ciones positivas que Benjamin destaca shock perceptivo que implica la emer-
en relación con las posibilidades de gencia de una calidad “táctil” en el re-
apropiación masiva del arte-. Notamos, ceptor. Las técnicas del collage y el
sin embargo, una tensión que caracteri- montaje -procedimientos típicos de las
za todo su pensamiento. Su reflexión vanguardias, cooptadas por el cine y la
sobre la tecnología se desarrolla, a nues- radio, y naturalizadas en la praxis vital
tro modo de ver, en el marco de esta de la experiencia moderna- se relacio-
tensión; es decir, en el contexto de una nan con la emergencia de esa calidad
oscilación entre una valoración positi- táctil, sinestésica, orgánica, que permi-

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te lo que Benjamin nombra como “re- cine. La ciudad misma como escapara-
cepción en la dispersión”, y que, en otras te, como escenario de exhibición de
palabras, se podría sintetizar en la idea mercancías “poetizadas”, la fan-
de una tendencia al desdibujamiento de tasmagoría de lo nuevo, transforma la
la dicotomía entre recogimiento y diver- experiencia y reestructura las faculta-
sión. También el “proceso de refundi- des perceptivas. Es el mismo Benjamin,
ción” de formas literarias que implica flâneur por excelencia, coleccionista in-
el formato periódico -tema que cansable, quien, a partir de “una sensi-
Benjamin aborda, siguiendo a Brecht, bilidad micrológico-filológica sin par”,
en “El autor como productor”- apunta en se maneja en la ciudad “como si el mun-
ese sentido. En esa “impaciencia” del do fuera un texto”5 . La importancia teó-
lector que el periódico produce parece rico-metodológica que en Benjamin ad-
residir la potencialidad de las nuevas quiere el fragmento y su reticencia a ape-
técnicas y los nuevos formatos: el lec- lar a motivos de explicación esquemáti-
tor como autor por un lado, pero tam- cos, totalizadores o cerrados, derivan en
bién el lector como “perito” que, a la una manera específica de observar lo
manera de un experto, produce “tests” coleccionado: la captación de un ritmo
sobre lo observado. De ahí su insisten- diferente en las cosas y el reconocimien-
cia sobre la necesidad no ya de una edu- to de nuevas configuraciones. Esta for-
cación “especializada” en términos de ma de captación reticular, intersticial,
percepción artística, sino “politécnica”, constituye el principio general a partir
multifuncional, democrática. del cual cree posible Benjamin poder
Del lado positivo de su valoración reconstruir una prehistoria de la Moder-
se encuentra, entonces, la experiencia de nidad en su inconclusa Obra de los Pasa-
las vanguardias, principalmente el dadaís- jes, de la cual forman parte casi todos
mo y el surrealismo. El escenario en que sus otros textos. Como dice Susan Buck-
se emplaza dicha experiencia es la com- Morss: “La relación entre el arte y la
plejidad de la vida urbana. De dicha tecnología es un tema central del
complejidad, que atenta contra la posi- Passagen-Werk. El exposé de 1935 pre-
bilidad de un conocimiento integral de senta esta relación de modo
la experiencia de vida en la ciudad, pa- programático, subrayando espe-
rece surgir una nueva situación socio- cíficamente el impacto, en el siglo XIX,
antropológica: la constitución de un de la fotografía en el arte, de la ingenie-
público masivo a partir de los formatos ría en la arquitectura, y del periodismo
tecnológicos -los relatos en serie, la no- de masas en la producción literaria”6 .
vela policial, el folletín, el periódico y el Este modo de ver benjaminiano impli-

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ca adentrarse en las modificaciones es- tada y yuxtapuesta de la vida moderna,
tructurales de la relación entre concien- que contrasta con el modo de recepción
cia y realidad. La unión entre arte y tec- de la obra de arte en sentido tradicio-
nología constituía estructuralmente una nal, en tanto objeto de culto, en el cual
vía hacia la liberación total de la imagi- aparece como infranqueable la distan-
nación de sus componentes mítico- cia entre su existencia y la del especta-
oníricos, reasignándoles una función dor. Mientras esta recepción distancia-
social. da deriva en un uso elitista del arte, la
La caracterización de Benjamin del reproducción técnica anula esa distan-
siglo XIX como un período de prima- cia permitiendo un consumo
cía del “sentido óptico” merece desacralizado.
explicitarse. Benjamin observa, median- En un sentido más general,
te un contraste “críptico”, según Frisby: podemos decir que todas las metáforas
“flâneur óptico, coleccionista táctil”7 . de Benjamin sobre la cámara y sus
Lo que Frisby encuentra críptico no nos imágenes no están aisladas de su
parece tal, ya que la mirada del flâneur método. Su obra sobre los pasajes
a que apunta Benjamin no es la mirada parisinos tenía como propósito
lineal y unidireccional del ojo que lee, reflexionar sobre la producción de las
sino que se asemeja más bien a una imágenes de la Modernidad en el siglo
mirada que navega por la superficie XIX, tanto desde el punto de vista de
porosa de los objetos, con lo cual po- las formas artísticas, como en el sentido
dríamos decir que, en Benjamin, tam- concreto de los cambios en las imágenes
bién lo óptico adquiere características de la ciudad provocados por sus
táctiles. No es lo mismo, parafraseando mutaciones arquitectónicas y por la
a Benjamin, el mundo del ojo que lee, construcción de los pasajes. Benjamin
que el mundo del ojo que despliega su se interesaba por la transformación de
mirada intermitentemente por el espec- la percepción y la experiencia en la esfera
táculo de la ciudad, o que el mundo del artística y la decadencia de la experiencia
ojo que mira por detrás de una cámara. aurática primordial de las obras de arte,
Es por ello que su concepto de tactilidad pero su análisis estaba emplazado en un
tampoco tiene que ver con su acepción contexto más amplio que consistía en
vulgar, sino que remite a una especie un examen concreto de la producción
de sinestesia de los sentidos. Así tam- de las imágenes, y no sólo en la
bién, su imagen del coleccionista como fotografía, la litografía, o el cine, sino
una persona con sentido táctil está también en los espejos, en el alumbrado
entramada con la experiencia fragmen- urbano y en materiales de construcción

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como el hierro y el vidrio8 . El ambiente presenta un costado positivo, que
creado por las nuevas técnicas consiste en la posibilidad de apropiación
transformaba dinámicamente tanto los masiva del arte, y por otro lado, un
objetos de la percepción como las costado negativo, destructivo, ligado a
relaciones de los seres humanos con la liquidación del valor de la tradición
ellos. Es por eso que la técnica -sus en la herencia cultural.
procedimientos, su forma de representar La percepción no se encuentra
lo real- se transfiguraba en dispositivo condicionada solo desde el punto de
metodológico. La técnica, diríamos vista de su naturaleza, sino también
actualmente, como “lenguaje”. históricamente. Las modificaciones que
Este es el contexto general, la reproducción masiva de la obra de
entonces, de la admiración de Benjamin arte impone en la percepción humana
por las potencialidades del nuevo arte tornan a los objetos más cercanos a la
reproducido técnicamente. gente, pero también más fugaces y
En el ensayo sobre la obra de arte9 uniformes. Simultánea a una tendencia
expresa Benjamin claramente su a la apropiación, parece emerger
intención de realizar un análisis asimismo una recurrencia de “lo igual
“materialista”, analizando las en el mundo”. Aunque, por otro lado,
condiciones de producción del arte de el desvanecimiento del valor cultual de
su época. Se aparta de este modo de las la obra de arte, que se encuentra ligado
nociones clásicas sobre el arte como a su función ritual y mágica, crea la
creación individual, única y perenne. A posibilidad de refuncionalizar el arte en
partir de la litografía y la fotografía se términos políticos.
puede constatar cómo la reproducción La reflexión sobre las implicancias
técnica se convierte en una especie de perceptivas de la materialidad de los
patrón para los procedimientos significantes -la comparación entre el
artísticos, que implica, asimismo, una “lienzo” en pintura y la “pantalla”-
puesta masiva –y diaria- del arte en el reafirma esta argumentación. Mientras
mercado. Ahora bien, dicha repro- el lienzo presupone una “con-
ducción produce lo que Benjamin llama templación” que implica un
“la atrofia del aura”, es decir, el abandonarse, la pantalla no permite fijar
desvanecimiento de su autenticidad, de su fluidez y, por el “efecto de choque”
su singularidad, que es también la de las imágenes del cine, interrumpe
liquidación de las marcas de la historia bruscamente el curso de nuestras
y la tradición en la obra de arte. Por un asociaciones. Es importante también
lado, entonces, la atrofia del aura aquí tener en cuenta las ideas que

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desarrolla Benjamin en nota a pié de crítica con una actitud fruitiva, y que
página, haciendo corresponder estas constituye, a nuestro modo de ver, una
“modificaciones de hondo alcance del sugestiva indicación para pensar la
aparato perceptivo” con el “peligro” de recepción del arte en su modalidad
la vida moderna y, a escala de existencia tecnológica.
privada, con la experiencia del En resumen, el planteo de Benjamin
“transeúnte en el tráfico de una gran en el marco de estos textos previos a
urbe” 10 . En términos generales, el los ensayos sobre Baudelaire, consiste
concepto de shock, en el sentido de en que los efectos potenciales de las
impresión brusca y discontinua, se sitúa nuevas tecnologías literarias -en tanto
en el contexto más amplio de la “progresistas” en sentido político por
fragmentación de la experiencia urbana. su tendencia a crear un espacio
El shock, entonces, como forma democrático para la información y
perceptiva característica del hombre reducir así la separación entre el
urbano que, a partir de la disrupción de productor literario y la audiencia,
los sentidos, se encuentra con lo distinto. reemplazando, de este modo, el
De todos modos, la naturaleza concepto de “obra de arte” por la idea
cuantitativa del carácter masivo del política de la escritura como
comportamiento frente al arte transmuta “intervención” que tiene una “función
en calidad. Así, es posible superar la organizadora”11 - llevan a plantear que
dicotomía entre recogimiento y la tarea estratégica más importante del
disipación: de un modelo basado en la escritor no consistía meramente en
distancia (ya que para que haya arte debe llenar de contenido revolucionario las
haber distancia: el aura como “lejanía”, nuevas formas literarias, sino en
“por más cercana que pueda estar”), a desarrollar el potencial revolucionario
un modelo de la deglutición del arte, de de las formas mismas. Las tecnologías
la cercanía total en la dispersión de la dotan a los seres humanos de una
masa. El “efecto de choque” del cine agudeza perceptiva inédita. La
produce una “recepción en la importancia política que ello reviste es
dispersión”, no sólo porque reprime el altamente significativa, ya que el mundo
valor cultual posicionando al público propuesto por la técnica ofrece
como un experto, sino también porque conocimientos relevantes, e inéditos,
esta actitud no incluye “atención”, sino para actuar en él.
un “público examinador que se Esta potencialidad liberadora
dispersa”, con lo cual, creemos, está asignada a las nuevas técnicas parece
planteando la articulación de una actitud diluírse en los ensayos sobre

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Baudelaire 12 . Cerca ya de su última el mal de siécle, esa absurda melancolía
frontera, el pensamiento benjaminiano del vivir. La misma sensación se puede
se torna sombrío y un tema aparece encontrar en los grabados de Gaverni y
centralmente: el de la muchedumbre y los folletines de Sue. Y también en
la pérdida de la capacidad de Edgard Allan Poe. En la elección del
experiencia. Baudelaire se le aparece mismo título que reúne sus poemas más
como el magistral poeta de la famosos –Las flores del Mal15 - aparece
muchedumbre; su naturaleza es la ese tono bizarro, maldito; esa intención
multitud, y aunque esto no sea un de pervertir la moral burguesa. No ya
motivo consciente de su poesía, es sin las metáforas sobre las exquisitas
duda el ambiente en el cual se despliega. muchachas en flor, sino la paradoja del
Acercarse a la fisonomía de Baudelaire “mal florido”. Un satanismo mundano
significa, para Benjamin, analizarlo en que se detiene dolorosamente en la
el marco de un tipo político enfermedad de su tiempo, solo atenuado
deter minado, la bohemia, los esporádicamente. Es en esas ocasiones
“conspiradores profesionales” según esporádicas cuando aparece la imagen
Marx 13 . El poeta, como un trapero, idílica, fecunda, del paraíso. En su
trabaja sobre los restos de la miseria y poesía El Albatros podemos retener ese
el alcohol. Son “los nuevos momento fugaz, intermitente, de su
procedimientos industriales” los que viaje al Océano Indico, en 1841/42.
unen a todos -literatos, conspiradores Los cambios de título de esta obra
profesionales, traperos- “en una protesta también reflejan los titubeos de ese
más o menos sorda contra la sociedad, estado de ánimo. En 1845 pensó
ante un mañana más o menos llamarlo Baudelaire Las Lesbianas,
precario”14 . evocando las audacias que en los
No poco que ver con ello parecen cuerpos imprime la industrialización; en
tener los crudos inviernos parisinos, una 1848 encontramos a un Baudelaire
atmósfera que hace a la naturaleza de la mezclándose, por breve tiempo, en las
lírica de Baudelaire. La ambigua belleza rebeldías utópicas de Blanqui, de
del mal, la tensión entre los opuestos, Fourier, entreteniéndose por un rato en
esas paradojas de la experiencia de la las barricadas de París16 , y, en el marco
vida en una gran ciudad; todas aquellas de sus “atisbos políticos” -“¿Ofreció sus
imágenes estan presentes en los simpatías al retroceso clerical o las
románticos de 1830. Y aunque no se otorgó al levantamiento del 48?”, se
puede decir que Baudelaire fue un pregunta Benjamin 17 - el texto se
romántico, fue sí común a todos ellos llamaría entonces Los Limbos. Más que

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la de la revolución, su perspectiva era la presente23 . Pero él es un hombre de
de la revuelta: “...estamos infectados bares, de espacios densos y cerrados. Por
democrática y sifilíticamente”, dice en eso su francés culto se presenta en
sus anotaciones sobre Bélgica18 . Toda contraste con lo coloquial, y resulta
una “metafísica del provocador”19 , dirá poderosamente original. “Su
Benjamin. Ya era 1855 cuando fue, originalidad radica en sus imágenes, en
definitivamente, Las Flores del Mal20 . En el poder de evocación, en los contrastes,
sus versos se presagia esa teoría de las en la energía pictórica, en los efectos
correspondencias que luego se instalaría musicales, en la sensualidad de las
poderosamente en la poesía moderna: sinestesias que perturba la fantasía del
la búsqueda de una musicalidad cargada lector”24 . Su gran tema es el Spleen, una
de “afinidades y presagios”21 . Cuando forma vaga del tedio, un aburrimiento
Baudelaire habla del trabajo del poeta existencial, un angustioso hastío. Sólo
se puede ver su idea de las se lo explica por la rutina
correspondencias: “No es sólo en sueños, desesperanzada de los atardeceres
y en el ligero delirio que precede al brumosos de París; el gris plomo del
sueño, es también despierto, oyendo cielo parece ser su color, así como el
música, entonces es cuando encuentro gélido violeta de los piés de las
una analogía y una unión íntima entre prostitutas; ese largo invierno en soledad
los colores, los sonidos y los perfumes. de la vida en la muchedumbre25 . Y por
Me parece que todas esas cosas han sido contraposición el Ideal, el azur del cielo;
engendradas por un mismo rayo de luz un sol obsesivo, como el de los locos o
y que deben reunirse en un maravilloso los niños, insoportablemente lúcido y
concierto. El olor de los pensamientos puro. En el amor se debaten Spleen e
pardos y rojos produce sobre todo un Ideal; no son éstos más que los dos polos
efecto mágico en mi persona. Me hace del estado agónico, irresoluble, de la
caer en un profundo ensueño y oigo existencia. Pero su amor no es uno
entonces, como en la lejanía, los sonidos “ejemplar”; está viciado por el pecado
graves y profundos del oboe”22 . Pero de los sentidos, siempre temoroso de
la naturaleza no le interesaba por sí caer en el cuerpo insaciable de alguna
misma a Baudelaire. El paisajismo, “estúpida”. De esta condena no parecen
decía, consistía en “glorificar ser morales las razones del poeta; más
legumbres”. Lo que sí toma de la bien es su soberbia bohemia, su
naturaleza son las armonías, las dandysmo extremo 26 , un terror a
correspondencias entre su propio ser y el condenar su genio en deseos
mundo exterior, y entre el pasado y el tenebrosos 27 . Poco felíz resulta la

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imagen de mujer que sostiene que esa “extravagante” y “antigua”
Baudelaire. Dice de ella: “Ese ser terrible institución que es el dandysmo, asentada
e incomunicable como Dios (con esta en el ocio y el dinero, que “aparece en
diferencia, que el infinito no se las épocas transitorias, en las que la
comunica porque cegaría y aplastaría lo democracia no es todavía poderosa, en
finito, mientras que el ser del que las que la aristocracia está parcialmente
hablamos quizá sólo es incomprensible vacilante y envilecida”31 , ese “último
porque no tiene nada que destello del heroísmo de las
comunicar)” 28 . Esta angustia erótica decadencias”, se encuentra igualmente
parece ser siempre un resignado, amenazado, pues “la marea creciente de
inevitable consuelo. Pero no es su única la democracia, que invade todo y que
evasión este ambiguo placer amoroso; nivela todo, ahoga a esos últimos
también lo son los barcos, el mar, los representantes del orgullo humano”32 .
trópicos -el exotismo de lo raro-; y El suicidio 33 se le antoja, como a
también el alcohol, el vino, y las Nietzche, como a Benjamin tal vez, la
drogas29 . Todos escapes a la corrosión única y verdadera acción heroica.
del tedio. Y esta sensación se extiende El texto sobre El Pintor de la Vida
al arte, que es puesto en entredicho. No Moderna34 , dedicado a Constantin Guys,
ya una poesía “utilitaria”, al servicio de aparece en Le Figaro el 26 y 29 de
la moral o la religión. Y aunque noviembre y el 3 de diciembre de 1863.
Baudelaire proclame, según Benjamin, Es en este ensayo donde Baudelaire
hacia 1850, que “el arte no es separable encuentra en los grabados de moda, en
de la utilidad, pocos años después la representación de las costumbres y
defiende el art pour l´art”30 . Basta de los trajes de una época, un valor artístico
“mensaje”, de “significado”. Ese e histórico. Rescata la “pintura de
“sentido social” del arte también costumbres” no sólo “por su belleza”,
significaba su envilecimiento. El “sino por su cualidad esencial de
lenguaje, entonces, volverá a brillar en presente”35 . La moral y la estética de la
la exquisitez, la soberbia, la rareza del época pueden vislumbrarse en esos
dandysmo del poeta. Baudelaire teme a grabados. Es por ello que pugna por
la estupidez de un arte moralizado o “establecer una teoría racional e
político; descree ahora de las utopías histórica de lo bello por oposición a la
redentoristas; le resulta insoportable la teoría de lo bello único y absoluto -lo
masividad de la democracia, pero busca bello es siempre de una doble
refugio en la soledad de la composición: un elemento eterno,
muchedumbre. Del mismo modo, siente invariable y un elemento relativo,

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circunstancial: la época, la moda, la cosmopolita, hombre de la multitud y
moral, la pasión”36 . Esta dualidad del niño. Por ser de la multitud adora el
arte -que nos parece retoma Adorno en incógnito; su cosmopolitismo redunda
términos de heteronomía y autonomía en una modestia de “viejo viajero”; de
como constitutivos del arte moderno en vital importancia son sus grabados de
su Teoría Estética- es una consecuenica croquis de viajes (España, Turquía,
fatal de la dualidad del hombre. Cuerpo Crimea), “un informe minucioso y
y alma, lo variable y lo eternamente diario de la campaña de Crimea (sin
subsistente. No parece haber punto de firma)”41 . Por eso es un “hombre de
sutura en este desgarro. mundo”, no un artista sujeto a su paleta,
También con ello se relaciona la porque comprende el mundo y sus
experiencia de lo urbano. En el vértigo razones; es un “ciudadano espiritual del
de la vida en la ciudad encuentra universo”. La curiosidad es el punto de
Baudelaire el motivo formal del arte partida de su genio. La curiosidad, esa
moderno, constituyéndose así en “pasión fatal”, “irresistible”, como la de
prescripción metodológica: “... hay en El hombre de la multitud de Poe42 ; es como
la vida trivial, en la metamorfosis un “estado convaleciente”, como un
cotidiana de las cosas exteriores, un “retorno a la infancia”. Porque el
movimiento rápido que impone al convaleciente, como el niño, se interesa
artista la misma velocidad de vivamente por las cosas, incluso las más
ejecución” 37 . Los grabados a varias triviales en apariencia; todo lo ve como
tintas del siglo XVIII, el pastel, el novedad, está siempre “embriagado”. Su
aguafuerte, el aguatinta, y también la inspiración es como “la alegría con que
litografía, representan “un inmenso el niño absorbe la forma y el color”; es
diccionario de la vida moderna (...) tras una congestión, ya que “todo
los escaparates de las tiendas”38 . Es por pensamiento sublime va acompañado de
ello que el pintor costumbrista es para una sacudida nerviosa” 43 . De ahí la
Baudelaire “como un genio de famosa frase: “El genio no es más que
naturaleza mixta: observador, paseante, la infancia recuperada a voluntad, la
filósofo (no como el pintor de las cosas infancia dotada ahora, para expresarse,
eternas, heroicas o religiosas), pintor de de órganos viriles y del espíritu analítico
la circunstancia (Trimolet, Traviés, que le permite ordenar la suma de
cronistas de la pobreza y la vida materiales acumulada involun-
humilde)”39 . Constantin Guys40 es su tariamente”44 . El ojo de los niños ante
modelo. La descripción que sobre él lo nuevo revela ese especial genio de la
realiza Baudelaire es elocuente: artista, infancia: “un genio para el que ningún

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aspecto de la vida está embotado”45 . convertirse en antigüedad, es necesario
También tiene algo de dandy, pero no que se haya extraído la belleza misteriosa
enteramente; posee sí “una inteligencia que la vida humana introduce
sutil de todo el mecanismo moral de este involuntariamente”51 , “lo fantástico real
mundo” propia del dandy, pero se aparta de la vida”52 .
de su insensibilidad; el hastío del dandy La vida moderna es también heroica.
le produce horror; Guys, en cambio, Ese carácter heroico dota a la
puede ser sincero sin caer en el ridículo. Modernidad de su propia belleza. El
Para él, la multitud es su dominio, su dandy, ese hombre desclasado, hastiado,
ambiente, como el aire para el pájaro, desocupado, rico, nunca vulgar, es el
como el agua para el pez46 . Su pasión y “último destello del heroísmo en las
profesión es adherirse a la multitud: decadencias”53 . Baudelaire encuentra
“Para el perfecto paseante, para el también heroísmo en la belleza
observador apasionado, es un inmenso “política”, universal, del traje -“la piel
goce el elegir domicilio entre el número, del héroe moderno ... símbolo de un
en lo ondeante, en el movimiento, en lo perpetuo duelo ... expresión de la
fugitivo y lo infinito”47 . Estar fuera de igualdad universal...del alma pública”-.
casa y sentirse en casa en todas partes; En ese “inmenso desfile de ente-
ser el centro del mundo y estar oculto rradores” todos somos héroes; todos
al mundo; disfrutar del incógnito; hacer “celebramos algún entierro”54 . También
del mundo su familia; entrar en la lo busca en la mujer, que aunque
multitud “como en un inmenso aparezca como una especie de ídolo
depósito de electricidad”48 , tal es su estúpido es asimismo “deslumbrante”,
“percepción infantil aguda, mágica, a “encantador”, una “armonía general”,
fuerza de ingenuidad”49 . Pero no es un y no sólo por su aspecto o sus
simple paseante, no persigue sólo “el movimientos, sino también por sus
placer fugitivo de la circunstancia”; su vestidos: “Mujer y traje: una totalidad
tarea es buscar la Modernidad, esto es, indivisible”55 . En correspondencia es el
“separar de la moda lo que puede maquillaje otro indicio de lo bello-
contener de poético en lo histórico, de heroico, “el ornato” como “uno de los
extraer lo eterno de lo transitorio”, signos primitivos de la nobleza del alma
porque “La modernidad es lo humana”, esa “elevada espiritualidad del
transitorio, lo fugitivo, lo contingente, arreglo”56 que encontramos no solo en
la mitad del arte, cuya otra mitad es lo la mujer, sino también en los salvajes y
eterno y lo inmutable”50 , y “para que en los bebés. Los carruajes, por su parte,
toda modernidad sea digna de nos ofrecen “esos paisajes familiares e

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íntimos que son el ornato circular de apropiarse de todos los medios de
una gran ciudad”. Por todo ello los expresión para que las órdenes del
dibujos de Guys son “preciosos archivos espíritu no sean alteradas por los
de la vida civilizada”, y su función ha titubeos de la mano, para que la
sido encontrar esa “belleza pasajera, ejecución, ideal, se haga tan
fugaz, de la vida presente, el carácter de inconsciente, tan natural como la
la modernidad”57 . digestión”61 .
Esto es lo maravilloso, “lo En su Salón de 1859 -considerado
fantástico real de la vida” moderna, y una de sus obras maestras como crítico
está al alcance de la mano: “El de arte- Baudelaire se ocupa de la
espectáculo de la vida elegante y de las fotografía. En el ensayo El público
miles de existencias flotantes que moderno y la fotografía realiza una fuerte
circulan por los subterráneos de una condena de la nueva técnica
gran ciudad -criminales y entretenidas- confrontándola a la poesía. El “gusto
la Gazette de Tribunaux y el Moniteur, por lo verdadero” implícito en la
nos demuestran que nos basta con abrir fotografía “sofoca el gusto por lo bello”.
los ojos para conocer nuestro Esta nueva industria, de la cual
heroísmo”. “La vida parisina es fecunda “Daguerre fue su Mesías”, viene a
en temas poéticos y maravillosos. Lo “arruinar lo que podía quedar de divino
maravilloso nos envuelve y nos anega en el espíritu francés” y está en
como la atmósfera, pero no lo vemos”58 . correspondencia con una “multitud
De tal modo la labor del artista es un idólatra”. El arte no tiene que ver con
ejercicio de la memoria, una traducción el progreso, por eso la industria es su
de la vida exterior59 , y Guys dibuja de más mortal enemiga. Su “verdadero
memoria y no del modelo (salvo en el deber” es “ser la sirvienta de las ciencias
caso de la guerra de Crimea). El modelo y de las artes, lo mismo que la imprenta
no es más que una traba. La verdadera y la estenografía, que ni han creado ni
tarea es ejercitar la memoria y suplido a la literatura”; su función es
abastecerla de imágenes, en un “duelo ser “la secretaria y la libreta de
entre la voluntad de verlo todo, de no cualquiera que necesite absoluta
olvidar nada, y la facultad de la exactitud material... que salve del olvido
memoria”60 . Es la velocidad de la vida las ruinas... pero si se le permite invadir
moderna la que imprime ciertos rasgos el terreno de lo impalpable y de lo
en la ejecución, y ese “miedo a no ir lo imaginario, ay de nosotros ...” “... un
bastante rápido, a dejar escapar el pueblo cuyos ojos se acostumbran a
fantasma” no es más que un “deseo de considerar los resultados de una ciencia

98
material como los productos de lo bello ensayo, El París del Segundo Imperio en
... ha disminuido singularmente al cabo Baudelaire, reorganiza las imágenes del
de cierto tiempo la facultad de juzgar y poeta a partir de una reconstrucción
de sentir lo que hay más de etéreo e fragmentaria de datos históricos: la
inmaterial”62 . relación entre el mundo alcoholizado de
Benjamin parece retomar este personajes asociales, los procedimientos
conjunto de temas en su París, capital del industriales, la basura y el impuesto a
siglo XIX63 : en Fourier o los Pasajes se los vinos como condiciones de un nuevo
ocupa de los efectos de los motivo de investigación, el pauperismo;
procedimientos técnicos en la las condiciones sociales a partir de las
arquitectura y en el valor utópico de las cuales cambia de estatuto el oficio
configuraciones urbanas; el impacto de literario, la vida de bulevar y el ajetreo
la técnica en los modos de de los cafés como anticipadores del
representación y percepción estéticas es “tempo” del servicio de noticias que
tema de Daguerre o los Panoramas; el consolidaría luego el telégrafo, y la
capítulo sobre Grandville o las exposiciones consiguiente profesionalización del
universales pone de manifiesto la oficio; el vagabundeo, la flânerie, como
fantasmagoría y fetichización implícitas modelo de observación y la novela
en el modo “social” de exhibición de detectivesca como método de
mercancías; las modalidades cultuales de reconstrucción de la experiencia; la luz
adoración de objetos materiales en la de gas como condición de la
vida privada es abordado en Luis Felipe fantasmagórica transmutación de la calle
o el interior; en Baudelaire o las calles de París en interior, el “esplendor del noc-
se ocupa de la flânerie como forma de tambulismo” que los pasajes posi-
percibir la ciudad literariamente que bilitaban; la progresiva conversión del
lleva a la captación de las corres- fl-neur en cliente en los grandes bazares
pondencias entre lo moderno y lo y la multitud de la mercancía como
pasado en la topografía urbana; narcótico más reciente; el heroísmo de
finalmente, en Haussmann o las barricadas las lesbianas en la poesía de Baudelaire
reflexiona sobre los efectos sociales y como la masculinización de lo femenino
políticos de las intervenciones urbanas. producto del trabajo fabril; el fenómeno
En los ensayos sobre Baudelaire de la multitud urbana y la situación del
penetra Benjamin de una manera más proletariado como clase revolucionaria;
profunda en lo que aparece como su etc. Pero es en el segundo ensayo -Sobre
preocupación fundamental: la pérdida algunos temas en Baudelaire- donde
de la capacidad de experiencia. El primer Benjamin desarrolla plenamente su

99
teoría de la muchedumbre, demostrando vehiculada por el formato periódico
la desintegración de la capacidad de resulta un imposible. La imper-
experiencia por las transformaciones meabilización de la infor mación
que en la percepción genera la existencia periodística -“curiosidad, brevedad, fácil
urbana. Busca en la filosofía las comprensión, desconexión de las
respuestas a esta situación de “una noticias entre sí”65 - aleja la realidad de
experiencia que se sedimenta en la la experiencia del lector y, además, dicha
existencia normatizada, desnaturalizada información no deviene del ámbito de
de las masas civilizadas”, esa la tradición. Puede constatarse, en el
“experiencia inhospitalaria, deslum- contexto de “una competencia histórica
bradora, de la época de la gran entre las diversas formas de la
industria”64 , y principalmente en la obra comunicación”, una “atrofia creciente
de Bergson Matière et Mémoire con su de la experiencia” 66 . En cambio,
concepción de la experiencia, tanto “cuando impera la experiencia en
individual como colectiva, como asunto sentido estricto, ciertos contenidos del
de la tradición que se monta a partir de pasado individual coinciden en la
datos acumulados no conscientes en la memoria con otros del colectivo”67 ,
memoria, completando este desarrollo diluyéndose así la diferencia entre
acudiendo a la relación con el concepto memoria voluntaria e involuntaria. Esa
de Proust de “memoria involuntaria” y capacidad, por tanto, se encuentra
diluyendo así el contenido de libre entonces cancelada para los hombres.
resolución que supone el concepto De las derivaciones de las tesis que
bergsoniano de “memoria pura”. El Freud desarrolla en Más allá del principio
concepto de “memoria involuntaria” de del placer, toma Benjamin la idea de la
Proust se distingue del de voluntaria, conciencia no como depósito de huellas
dominada por la inteligencia, y esta rememorativas sino como dispositivo de
distinción queda clara ya en las primeras defensa frente a los estímulos externos.
páginas de A la búsqueda del tiempo perdido. Dicho entrenamiento de los estímulos
La recuperación del pasado, la hace que la recepción del shock se torne
posibilidad de adueñarnos de nuestra habitual -“la vivencia del shock se ha
propia experiencia, solo depende del convertido en norma” 68 - y en tanto
azar, y parece ser cada vez menos apresado el shock de tal forma en la
probable franquear la distancia entre conciencia, cobrará el incidente que lo
aspiraciones interiores del hombre y provoca carácter de vivencia.
datos del exterior. Recuperar para la Incorporado al registro del recuerdo
experiencia privada la realidad externa consciente, será tal incidente infructuoso

100
para la experiencia poética. Tanto el Engels, haber mirado la amenaza de la
trabajo de Baudelaire como poeta como multitud desde fuera, y tampoco, como
su propia poesía se encuentran El hombre de la multitud de Poe,
inextricablemente emparentados con mantenerse observándola de manera
esta situación. Su tarea, su plan, parece fantasmática bajo la luz de gas, ya que
ser emanciparse de las vivencias, “parar para el habitante de París era natural
con su persona espiritual y física los moverse en ella. Baudelaire se hace
shocks” 69 . El contexto en que se cómplice de la multitud y, a la manera
desenvuelve el vínculo del poeta con el del flâneur, se mantiene a su vez en una
shock son las masas, y no se trataría solo ambivalente lejanía. También en el amor
de un vínculo íntimo, sino que a su vez se encuentran los estigmas de la
implica una cierta definición de las existencia urbana; el amor en la multitud
masas. Se aparta el concepto de su nunca es a primera vista, siempre lo es
contenido de clase, de sujeto colectivo; “a última vista”, fugaz, pasajero,
las masas son, al contrario, una “amorfa solitario, desaparece en el movimiento
multitud” de “transeúntes”, “del público ondeante de la gente, como la propia
de la calle”70 . Y aunque, como dijé- experiencia.
ramos más arriba, no constituye la El contexto urbano produce una
multitud un motivo literario en profunda transformación en los modos
Baudelaire, opera sí como “una figura de percibir la realidad en todos sus
secretamente estampada en su niveles, tanto espaciales como
creatividad” 71 . En tal apropiación temporales. La percepción opera como
encuentra Benjamin la imagen del una serie de colisiones impactantes,
luchador, cuyos golpes intentan un mecánicas, discontínuas, tanto de
camino por entre la multitud. Y si para naturaleza táctil como óptica. Desde el
la mirada aun provinciana de un Engels simple acto de encender un fósforo
la masa “tiene algo que consterna”, no hasta el movimiento mecánico de
sólo desde el punto de vista moral, sino levantar el teléfono o el de “disparar”
también estético, ya que “le resulta la cámara fotográfica, desde la
desagradable el tempo con el que los fragmentación y yuxtaposición de la
transeúntes se disparan unos al lado de página de anuncios de un periódico
otros”, “en lo que concierne a hasta el tráfico de la ciudad, todo parece
Baudelaire, la masa es para él algo tan señalar, como apunta Baudelaire, a la
poco externo que en su obra se sigue multitud como una especie de “reserva
cómo, atraído y embelesado, se defiende de energía eléctrica”. Es por ello que
sin embargo de ella”72 . No podría, como “la técnica ha sometido el sensorio

101
humano a un entrenamiento de índole elementos “cultuales”, ya que “las
muy compleja”73 , semejante al “ritmo correspondencias son las fechas de la
de la producción”. Se trata entonces de reminiscencia. No son fechas históricas,
una transformación estructural que sino fechas de la prehistoria”, y no se
tiene que ver con los cambios en las trata de “correspondencias simultáneas,
condiciones de trabajo desde el como las que más tarde cultivaron los
artesanado a la producción industrial. simbolistas. Lo pasado murmura en las
La interconexión de los distintos correspondencias; y la experiencia
momentos presentes en el proceso de canónica de éstas tiene su sitio en una
trabajo manual se “independiza” vida anterior”75 .
cosificándose “en la cinta sin fin frente No solo el tiempo pierde su aura,
al obrero de la fábrica”; es un tipo de sino también los objetos percibidos y
existencia-impacto y de uniformidad los seres humanos. Los aparatos
que irradia su modalidad a todos los técnicos de reproducción, como la
ámbitos de la vida. Y aunque ni Poe ni cámara fotográfica, contribuyen, como
Baudelaire realizaron estas asociaciones, bien apuntaba Baudelaire en su texto
sus figuras literarias vuelven sobre la fotografía, a la atrofia del aura
transparentes este vínculo entre y, con ello, a recortar el ámbito de la
civilización y barbarie. En Baudelaire, fantasía. Los ojos que describe
la figura del desocupado y el juego de Baudelaire parecen haber perdido la
azar como proceso remiten a este capacidad de mirar, no son más que “la
vínculo. “En el juego de azar el llamado trituración del aura en la vivencia del
coup equivale a la explosión en el shock”76 .
movimiento de la maquinaria”74 , ambos Al recuperar los elementos de
están vaciados de contenido. Benjamin modernidad presentes en la poesía de
conecta la imagen moderna del jugador Baudelaire, Benjamin se aleja de su
con la figura arcaica del luchador en anterior optimismo con respecto a la
Baudelaire. Son ambos “figuras técnica. La pérdida de capacidad de
heroicas”. experiencia que la vida urbana hace
El tiempo vacío, uniforme, el emerger, la extinción del sujeto tanto
tiempo del calendario, del spleen, supone individual como colectivo en el estado
también una mutación en la experiencia de muchedumbre, la existencia-impacto
y conecta con la pérdida del aura. En del hombre moderno, tornan su
Baudelaire es posible una búsqueda que pensamiento sombrío. Será tarea de sus
tienda a restaurarla a partir del concepto lectores, entonces, rearticular las líneas
de “correspondencias”, que incluye trazadas en sus textos anteriores

102
manteniendo la tensión con “su” ejemplares. Escándalo. Confiscación el 17
Baudelaire.- de julio. Multa al autor y al editor. Se
suprimen seis poesías. El proceso favoreció
Notas. la venta de la obra. Baudelaire conoció las
1 Benjamin, W.; Sobre algunos temas en dos primeras ediciones (1857, 1861). La
Baudelaire, en Poesía y capitalismo, Ilumi- definitiva, prologada por Gautier, salió
naciones II, Editorial Taurus, Madrid, 1993, póstumamente en 1868.
16 En 1848 la revolución de febrero
p. 124.
2 Cfr. Ibidem, Prólogo de Jesús Aguirre, derriba el régimen de Luis Felipe.
p. 15 y stes. Baudelaire participa en las barricadas.
3 Frisby, D., Fragmentos de la modernaidad, Funda un diario con unos amigos: Le salut
La Balsa de la Medusa, Madrid, 1992, p. public. En las sangrientas jornadas de junio
365. volvemos a encontrarlo de parte de los
4 Cfr. Ibidem, p. 419 y stes. obreros. Es secretario de redacción de
5 Cfr. cita de Bloch, en Frisby, D., op cit. Tribune Nationale, periódico republicano
Nota 146, p. 385. moderado. El 15 de julio aparece –en La
6 Buck-Morss, S., Dialéctica de la mirada, La liberte de pensar- la primera traducción de un
Balsa de la Medusa, Madrid, 1995, p. 144. cuento de Poe (Revelation magnetique). Luego,
7 Cfr. nota 219 (Das Passagen Werk, p. 274) es redactor en jefe de un diario conservador.
en Frisby, D., op cit, p. 409. Se publica Le vin de l´assassin.
8 Ibidem, p. 425. 17 Benjamin, W., El París del Segundo
9 Benjamin, W., La obra de arte en la época de Imperio en Baudelaire, op cit, p. 25.
18 Citado por Benjamin, W., en Ibidem,
su reproductibilidad técnica,, en Discursos
Interumpidos I, Taurus, Madrid, 1982. p. 26.
10 Cfr. Nota a pié de página Nro. 28, en 19 Ibidem, p. 26.
20 Primera edición: 97 poesías, 6
Ibidem, p. 52.
11 Buck-Morss, S., op cit, p. 157. censuradas por el gobierno imperial.
12 Nace en París el 9 de abril de 1821. Segunda edición: agregó 35. La obra en su
Muere en 1867. conjunto: 126. Dividida en 6 partes: “Spleen
13 Benjamin, W., El París del Segundo Imperio (tedio) e ideal” (85 poesías), “Escenas
en Baudelaire, en Poesía y capitaoismo, parisinas” (Tableaux parisiens) (18 poesías),
Iluminaciones II, Editorial Taurus, Madrid, “El vino” (Le vin) (5 poesías), “Flores del
1993. Cfr. p. 23 y stes. mal” (Fleurs du mal) (9 poesías), “Rebelion”
14 Ibidem, p. 31/32. (Révolte) (3 poesías), “La muerte” (La mort)
15 Cfr. Baudelaire, Ch., Las flores del mal, (6 poesías). La esencia del libro es la primera
Editorial Porrúa, México, 1994. (Primera parte (Spleen), no solo cuantitativamente,
edición: 1857). Introducción de Arturo sino por ser su médula temática. Cfr.
Souto Alabarce, ver p. IX y stes. El libro se Ibidem, p. XIII.
21 Ibidem, p. XIII.
puso a la venta el 25 de junio de 1857. 22 Baudelaire, Ch.,Salones y otros escritos
Impreso en Poulet-Malassis, tirada de 1300

103
sobre arte., Edit. La Balsa de la Medusa, 40 Constantin Guys, 1805/1892
Madrid, 1996, p. 110. 41 Ibidem, p. 356.
23 Ibidem, p. XXIII. 42 En 1847 lee Baudelaire una traducción
24 Ibidem, p. XIV. del Gato Negro, su primer contacto con Poe.
25 Más de 1.700.000 habitantes tenía París Es 1852 el año decisivo de conocimiento
en épocas de Baudelaire. de las obras de Poe (poesías y escritos
26 En 1841 Baudelaire lleva una vida teóricos sobre poesía). Incrementa la
“libre” en París. Amistad con escritores: traducción de los cuentos. En 1853 traduce
Nerval, Balzac, Ourliac. Se entretiene en El Cuervo y en 1856 las Historias
orgías y despilfarro. Se embarca con destino extraordinarias.
a Calcuta. Conoce los trópicos, isla Reunión 43 Ibidem, p. 356.
(Mauricio). No llegará a Calcuta. De regreso 44 Ibidem, p. 357.
en París, 1842, integra la bohemia literaria. 45 Ibidem, p. 358.
27 Su conflictivo romance con la “vulgar” 46 Ibidem, p. 358.
Jeanne Duval parece así demostrarlo. El 47 Ibidem, p. 358.
otro extremo se nota en sus vínculos con 48 Ibidem, p. 359.
la “clara” Sra. Sabatier. 49 Ibidem, p. 360.
28 Baudelaire, Ch.,Salones y otros 50 Ibidem, p. 361.
escritos sobre arte, op cit, p. 381. 51 Ibidem, p. 362.
29 En 1843 se instala en el hotel Pimodán 52 Ibidem, p. 363.
en la isla de San Luis. Relación con el pintor 53 Ibidem, p. 377/8.
Fernand de Boisdenier, Theophile Gautier 54 Del heroismo de la vida moderna, en
y Mme. Sabatier. Allí se reúne el Club de Ibidem, p. 185/6.
los Fumadores de Haschís. 55 Ibidem, p. 381/2.
30 Benjamin, W., El París del Segundo 56 Ibidem, p. 384.
Imperio en Baudelaire, op cit, p. 24. 57 Ibidem, p. 392.
31 Baudelaire, Ch.,Salones.., op cit, p. 58 Del heroismo... , en Ibidem, p. 187.
379. 59 Ibidem, p. 365.
32 Ibidem, p. 380. 60 Ibidem, p. 366.
33 En 1845 publica el primer escrito de 61 Ibidem, p. 366.
crítica de arte, Salón de 1845. Intento de 62 Ibidem, p. 231/3.
suicidio. 63 Benjamin, W., París capital del siglo
34 Cfr. Baudelaire, Ch., El Pintor de la XIX, en Poesía y capitalismo, op cit, p.
Vida Moderna, en Salones y otros escritos 171 y stes.
sobre arte, op cit, p. 347/396. 64 Benjamin, W., Sobre algunos temas en
35 Ibidem, p. 350. Baudelaire, en Poesía y capitalismo, op cit,
36 Ibidem, p. 350/1. p. 124/5.
37 Ibidem, p. 353. 65 Ibidem, p. 127.
38 Ibidem, p. 353. 66 Ibidem, p. 127.
39 Ibidem, p. 354. 67 Ibidem, p. 128.

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68 Ibidem, p. 131.
69 Ibidem, p. 133.
70 Ibidem, p. 135.
71 Ibidem, p. 135.
72 Ibidem, p. 137.
73 Ibidem, p. 147.
74 Ibidem, p. 150.
75 Ibidem, p. 156.
76 Ibidem, p. 170.

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