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Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Base del Fuero CAyT

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Detalle de la Actuación
Identificacion del expediente
Tribunal : JUZGADO 1ra INST. EN LO CONTENCIOSO ADM. Y TRIB. Nº 15
Numero : EXP 39521 /0 Estado: EN LETRA
GARCIA MIGUEL ANGEL CONTRA GCBA Y OTROS SOBRE AMPARO
Caratula:
(ART. 14 CCABA)
Fecha
12/11/2010
ingreso:
Datos de la Actuación
Fecha de Tribunal
15/11/2010 J15
Firma: Origen:
Firmante: SEIJAS, GABRIELA ()
Extracto: MED CAU RECHAZADA

Ciudad de Buenos Aires, de noviembre de 2010. Y VISTOS; CONSIDERANDO: I. Que el


señor Miguel Ángel García, con el patrocinio del Dr. Ramiro Sánchez Correa, inició la
presente acción de amparo contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con el objeto
de acceder a un programa habitacional que le permita superar la situación de calle en que se
encuentra, hasta tanto puede garantizarse por sus propios medios una vivienda digna. Señaló
que está bajo tratamiento psiquiátrico por trastornos de la personalidad debido a su
dependencia al alcohol. Expresó que la enfermedad que padece limita su posibilidad de
trabajar. Informó que recibe atención médica en el Hospital Rivadavia. Puntualizó que fue
beneficiario del programa de Atención para familias en situación de calle y que, con el
dinero recibido, abonó el alquiler de una habitación en un hotel del barrio de Once de la
Ciudad de Buenos Aires. Manifestó que desde que se interrumpió el beneficio no pudo
cubrir sus gastos de alojamiento y que pernocta en la guardia del Hospital Fernández.
Añadió que el 30 de septiembre de 2010 presentó una nota dirigida al coordinador del
Programa de Atención de Familias en situación de calle, a fin de solicitar la renovación del
subsidio habitacional, pero le informaron que según la legislación vigente ello no era
posible. Relató que en la Parroquia de la Santísima Trinidad le brindan servicio de comedor,
ropa y baño. Afirmó que su único ingreso se compone de ciento ochenta pesos ($180) que
percibe del subsidio Con todo derecho ciudadanía porteña. Solicitó, como medida cautelar,
que se ordene a la demandada su inclusión en algún programa de emergencia habitacional,
durante la tramitación de la presente causa. Finalmente, ofreció prueba y efectuó la reserva
del caso federal. II. Que la procedencia de las medidas cautelares, conforme surge del
artículo 15 de la ley 2.145, se halla condicionada a que se acredite la apariencia o
verosimilitud del derecho invocado por quien las solicita (fumus bonis iuris( y el peligro en
la demora (periculum in mora(, que exige evidenciar que la tutela jurídica que el actor
aguarda de la sentencia definitiva pueda llegar a resultar inútil por el transcurso del tiempo.
III. Que la Ciudad de Buenos Aires cuenta con asistencia para personas sin techo, mediante
contención y atención institucional en albergues, donde se brinda servicio de comida y
tratamiento profesional. Además, el decreto 690/06 (modificado por el decreto 960/08,
BOCABA 2992, del 13/08/08( fue dictado “con la finalidad de mitigar la emergencia
habitacional de los residentes en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su
objetivo primordial es el fortalecimiento transitorio del ingreso familiar con fines
exclusivamente habitacionales, debiendo los fondos otorgados estar destinados a cubrir los
gastos de alojamiento” (confr. art. 3º, dec. 690/06, con las modificaciones del dec. 960/08).
La norma prevé, para determinadas personas pertenecientes a categorías con necesidades
prioritarias, el otorgamiento de un subsidio por un monto de hasta cuatro mil doscientos
pesos ($4.200), el que puede ser otorgado en seis (6) cuotas iguales y consecutivas de hasta
setecientos pesos ($700) cada una (art. 5º, dec. 690/06, con las modif. del dec. 960/08). Para
su procedencia debe considerarse, entre otros factores mencionados en la norma, la
composición de la familia, en especial los casos de familias monoparentales a cargo de
mujeres, los grupos familiares compuestos por personas con capacidades especiales, o con
menores en edad escolar, o personas con enfermedades prolongadas o graves, mujeres en
período de gestación, la cantidad de miembros que componen el grupo familiar, y si se trata
de un grupo familiar en situación de riesgo (art. 7º, dec. 690/06). Se trata, entonces, de una
ayuda temporaria, en principio, por un plazo de seis (6) meses, destinada a personas con
necesidades prioritarias.

IV. Que es preciso destacar que el subsidio estatal debe llegar a los que más lo necesitan.
Ese principio de primordial relevancia impide fundar superficialmente un sistema de
subsidios en el único dato de la percepción anterior, ya que de esa manera podría
beneficiarse antes a quienes mejor conocen los esquemas gubernamentales que a personas
incapacitadas para trabajar que no reciben asistencia estatal.

En tal sentido, el Tribunal Superior de Justicia señaló que: “El resultado que la CCBA [art.
31] pone a cargo del Estado no es de cumplimiento instantáneo. La sola circunstancia de
que prevé prioridades (personas que padecen pobreza crítica, necesidades especiales con
pocos recursos, viviendas precarias o marginación( implica que el constituyente asumió que
los recursos son escasos y, por tanto, deben ser distribuidos según criterios transparentes que
brinden apoyo antes a quienes tienen más necesidad...” y que “...[e]l bloque normativo que
regula el derecho a la vivienda no brinda derecho inmediato e irrestricto a obtener una
vivienda, los subsidios son medios paliativos que pueden ostentar carácter parcial y
temporario...” (confr. TSJ, “Alba Quintana, Pablo c/ GCBA s/ amparo s/ recurso de
inconstitucionalidad concedido”, del voto de los Dres. Ana María Conde y Luis Francisco
Lozano, Exp. 6754/09, del 12/05/10). Si bien es innegable el deber por parte del Gobierno
de asistir a personas que por sus propios medios carezcan de la posibilidad de acceder a una
vivienda, no es posible concluir, en este estado del proceso, si efectivamente la inclusión en
el plan creado por el decreto 690/06 implica para el actor un estímulo adecuado para superar
la situación crítica que denuncia.

V. Que, en el sub lite, se encuentra acreditado que el Sr. Miguel Ángel García recibió del
programa de “Atención para familias en situación de calle”, un monto de cinco mil pesos
($5.000, véase fs. 30). También, que a criterio de las autoridades competentes resultaba
inviable la renovación del subsidio habitacional. A su vez, las constancias de la causa no
evidencian impedimentos para que el actor genere estrategias laborales destinadas a
superar la situación de vulnerabilidad social que atraviesa. Se trata de un hombre de
cuarenta y dos (42), años, sin cargas de familia, cuyos alegados padecimientos físicos no
han sido acreditados en autos. En efecto, si bien el actor manifestó que se encuentra bajo
tratamiento psiquiátrico y que habría solicitado certificado de discapacidad, la prueba
acompañada a fin de probar tales hechos resulta sumamente escasa. Nótese que sólo se
agregó un informe, suscripto por el Lic. Hernán Barton, donde se consignó que se encuentra
tramitando dicho certificado (v. fs. 26) y copias simples en las cuales, en una (sin fecha(, se
indica cómo suministrar unos medicamentos y, en otra, se dejó constancias que el señor
García realizó un tratamiento durante dos (2) meses (v. fs. 27 y 29), sin precisión alguna.
Por lo demás, si bien de la documentación obrante a fs. 28 se desprende que el actor se
encontraría en tratamiento desde el 17 de mayo de 2010 en el Hospital Rivadavia, no es
posible extraer un diagnóstico que resulte demostrativo de la imposibilidad del actor de
generar alternativas laborales. Con base en tales consideraciones, no puede juzgarse
manifiestamente ilegítimo el criterio de las autoridades del programa, al considerar que el
actor no se encuentra entre los sectores más vulnerables para hacerse acreedor del beneficio
previsto en el decreto 690/06.

VI. Que, teniendo en cuenta lo expuesto, no es posible acceder a la pretensión en los


términos y con el alcance desarrollado en la demanda, condenando a la Administración al
pago de un subsidio sin plazo alguno. Sin embargo, no caben dudas de que el marco
constitucional vigente no permite consentir bajo ninguna circunstancia que el actor se
encuentre en situación de calle. De acuerdo a todo lo expuesto el Gobierno debe garantizar
al señor Miguel Ángel García, en la situación de máxima precariedad que alega, y en caso
de que así lo solicite, el acceso a un lugar habitable, respetuoso de su dignidad, donde
cuente con los servicios de alimentación e higiene que le permitan continuar el desarrollo de
su plan de vida, posibilitando el tránsito de un estado de exclusión a la vida autosustentada.

VII. Que, por último, y con el objeto de contar con mayores elementos para formar
convicción al momento de decidir en forma definitiva, corresponde ordenar al Cuerpo de
Medicina Forense del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires que tenga a
bien evaluar las distintas patologías alegadas por el señor Miguel Ángel García, así como
sus posibilidades de reinserción laboral.

Por lo expuesto; SE RESUELVE: 1. Rechazar la medida cautelar solicitada. 2. Solicitar al


Cuerpo de Medicina Forense del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires
que tenga a bien evaluar las distintas patologías alegadas por Miguel Ángel García, así
como sus posibilidades de reinserción laboral. A tal fin, líbrese oficio, cuya confección y
diligenciamiento queda a cargo de la parte actora. Regístrese y notifíquese al señor Defensor
en su público despacho.
Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Base del Fuero CAyT

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Detalle de la Actuación
Identificacion del expediente
Tribunal : CAMARA DE 2º INST. EN LO CAyT - SALA I
Numero : EXP 39521 /1 Estado: EN DESPACHO
EXP 39521 GARCIA MIGUEL ANGEL CONTRA GCBA Y OTROS SOBRE
Caratula:
OTROS PROCESOS INCIDENTALES
Fecha
30/11/2010
ingreso:
Datos de la Actuación
Fecha de Tribunal
20/04/2011 S01
Firma: Origen:
Firmante: WEINBERG DE ROCA, BALBIN ()
Extracto: CAUTELAR

“GARCÍA MIGUEL ANGEL CONTRA GCBASOBRE OTROS PROCESOS


INCIDENTALES”, EXPTE. EXP. 39521/1ln Buenos Aires, de abril de 2011.- Y VISTOS:
Estos autos para resolver sobre el recurso de apelación interpuesto y fundado por la parte
actora (ver fs. 40/51 vta.), contra la resolución obrante a fs. 37/8, mediante la cual la
magistrada de grado rechazó la medida cautelar solicitada. A fs. 58/60, dictaminó la Sra.
Fiscal de Cámara.

I. La parte actora solicitó una medida cautelar en el marco de una acción de amparo contra
el GCBA a efectos de que se ordene “…a la autoridad administrativa demandada que me
garantice el acceso a la vivienda adecuada según los estándares que emanan de los tratados
de derechos humanos”, con la finalidad de “…requerir su protección y salvaguardar mis
derechos fundamentales a la vida, a la salud, a la vivienda, y a la dignidad inherente a todo
ser humano frente a la grave y manifiestamente arbitraria conducta del GCBA”.

Relató que es un hombre solo de 42 años, en tratamiento psiquiátrico por trastorno de la


personalidad, que es emocionalmente inestable, y que padece trastornos mentales del
comportamiento (cfr. fs. 27/8). A su vez manifestó tener en trámite el certificado de
discapacidad. Señaló que desde la niñez experimentó vivencias de abandono, inestabilidad,
de precarias condiciones tanto de vivienda, como a nivel educativo, y que en la actualidad
tales carencias se tornan crónicas por no poder encontrar una salida a la emergencia
habitacional que padece. Refirió que se encuentra en efectiva situación de calle, por lo que
pasa las noches en la guardia del Hospital Fernández, y que es asistido en materia de
higiene, alimentos, vestido y calzado en la Parroquia de la Santísima Trinidad desde hace ya
varios años. Luego manifestó que a mediados de 2009 se encontró en efectiva situación de
calle y fue derivado al programa de emergencia habitacional del gobierno local – Buenos
Aires Presente –, a través del cual se contactó con el Programa Familias en Situación de
Calle, y le otorgaron el subsidio previsto por el decreto 690/06, modificado por el Decreto
960/08, con lo que pudo abonar una pieza de hotel en el barrio de Once por la suma de
$650. Una vez finalizada la percepción del beneficio y encontrándose con la misma
imposibilidad de afrontar el costo de un alojamiento solicitó la renovación del subsidio
habitacional, la que fue rechazada en base a que ya había percibido la totalidad de las sumas
previstas en el programa.

II.- La Sra. Jueza a quo rechazó la medida cautelar con sustento en que el beneficio“…se
trata de una ayuda temporaria, destinada a personas con necesidades prioritarias” y que “…
las constancias de la causa no evidencian impedimentos para que el actor genere estrategias
laborales destinadas a superar la situación social por la que atraviesa. Se trata de un hombre
de 42 años, sin carga de familia, cuyos alegados padecimientos físicos no han sido
acreditados en autos” (fs. 37 vta).

A fs. 40/51 vta. apeló el actor, y sostuvo que “… es un hombre solo con problemas de salud.
Carece de una red de contención que le permita salir de esta situación” y por ende “…no
puede sostenerse la aserción respecto a que los beneficios del Dec.690/06 se limitan a las
personas con necesidades prioritarias, y que el Sr. Miguel Ángel García no calificaría como
una de ellas”, aún cuando el peligro en la demora “…surge prístino de la efectiva situación
de calle en que se encuentra el actor desde hace más de un mes, según informe suscripto por
la Lic. Ada Quinteros (BAP)”.

III. Con respecto a las medidas cautelares en el proceso contencioso-administrativo la


doctrina, la jurisprudencia y la legislación tradicionalmente han exigido como recaudos de
admisibilidad la verosimilitud del derecho, el peligro en la demora y la no afectación del
interés público, sin perjuicio de la complementaria fijación de una contra cautela (esta Sala,
in re “Rubiolo Adriana Delia y otros c/ G.C.B.A. s/ Amparo”, expte. nº 7; “Carrizo,
Atanasio Ramón c/ G.C.B.A. s/ Medida cautelar, expte. nº 161/00; “Salariato, Osvaldo c/
G.C.B.A. s/ Impugnación de actos administrativos s/ Incidente de apelación-medida
cautelar”, expte. nº 1607/01, “Casa Abe S.A. c/ G.C.B.A. s/ Acción meramente declarativa-
art. 277 CCAyT) s/ Incid. apelación contra resolución de fs. 108/9 y aclaratoria de fs. 119”
expte. 271, entre muchos otros precedentes). Estos recaudos coinciden con los que
actualmente prevé la ley 2145, en su art. 15. En efecto, dicha norma establece como
requisitos de este tipo de medidas: la verosimilitud del derecho; el peligro en la demora; la
no frustración del interés público y la contracautela. Tales requisitos ya habían sido
receptados y regulados, con sus peculiaridades, en la ley procesal local. Así, el art. 177,
CCAyT, establece que las medidas cautelares son todas aquellas que tienen por objeto
garantizar los efectos del proceso. Por su parte, la referida previsión agrega que aquel que
tuviera fundado motivo para temer que durante el tiempo anterior al reconocimiento judicial
de su derecho, este pudiera sufrir un perjuicio inminente o irreparable, puede solicitar las
medidas urgentes que, según las circunstancias, fueran más aptas para asegurar
provisionalmente el cumplimiento de la sentencia, aún cuando no estén expresamente
reguladas. IV. Por otra parte, cabe recordar que las medidas cautelares no causan estado. Por
el contrario, éstas pueden cesar, ser sustituidas por otras más prácticas y menos gravosas,
ampliadas o disminuidas. Es decir, tienen carácter provisional (cfr. Fenochietto, Carlos E.,
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Comentado, anotado y concordado con los
códigos provinciales, Ed. Astrea, 1999, t. 1, pág. 700). De allí que la firmeza de la
resolución que concede una medida cautelar no impide examinar su eventual prolongación o
modificación a pedido de parte.

V.- El derecho invocado por el actor en sustento de su pretensión, prima facie aparenta
verosimilitud, en virtud, por un lado, de lo dispuesto por el preámbulo de la Constitución de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde propicia claramente la idea de “promover el
desarrollo humano (…) garantizar la dignidad e impulsar la prosperidad de sus habitantes…
“ y, por el otro, en los arts. 19 C.N y 12 inc. 3º, 17 y 31 CCABA. Asimismo, en el art. 11,
inc. 1 y 2 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, conforme
el cual “Los Estados parte deben adoptar las medidas apropiadas para asegurar la plena
efectividad del derecho de todo persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia,
incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados”, previsión normativa de rango
constitucional (cfr. art. 75, inc. 22, CN). Del mismo modo, cabe destacar que la necesidad
de protección del actor ha sido reconocida prima facie por la Ciudad, quién con anterioridad
lo incorporó como beneficiario del sistema de protección regulado por el decreto Nº 690/06.
De manera tal que, retrotraer su condición a la situación de desamparo anterior podría
generar graves consecuencias para el amparista.

VI. Por su parte, el peligro en la demora ––con la entidad de perjuicio inminente o


irreparable para el particular, en los términos del art. 177 CCAyT–– resulta de la
circunstancia de la efectiva situación de calle que prima facie presenta el actor. En este
sentido, no puede perderse de vista que existen en el sub exámine constancias documentales
que ponen de resalto la situación de vulnerabilidad por la que atraviesa al actor, ––conforme
el informe social que fuera suscripto por la propia trabajadora social del GCBA que presta
servicios en el Programa Buenos Aires Presente, donde se pone de manifiesto que el
peticionante se encuentra en situación de calle y se solicita evaluación para gestionar un
subsidio habitacional (v. fs. 25); como también el certificado médico donde consta que el
amparista habría recibido tratamiento psiquiátrico en el Hospital B. Rivadavia (cfr. fs. 28)–-
Además se acreditó en la causa que el actor fue asistido por Caritas, a través de la Parroquia
Santísima Trinidad. Estas constancias demuestran, prima facie, que el amparista no habría
logrado superar la situación de emergencia habitacional por la que atraviesa y que motivó,
en su momento, el otorgamiento del subsidio habitacional.

VII.- Por lo expuesto, el examen de las constancias de la causa a la luz de los principios
enunciados, conduce al tribunal a concluir que existen elementos suficientes para considerar
reunidos ––con la provisoriedad propia de este estadio del análisis–– los recaudos señalados
precedentemente, que hacen procedente la tutela cautelar solicitada por el accionante. En
mérito a las consideraciones vertidas, normas citadas, y habiendo dictaminado el Ministerio
Público Fiscal; el tribunal RESUELVE: 1) hacer lugar al recurso de apelación interpuesto y,
en consecuencia, revocar la resolución de primera instancia.

2) Conceder la medida cautelar y ordenar al GCBA que arbitre los medios necesarios a fin
de incluir al actor en alguno de los programas habitacionales vigentes, que resulte suficiente
para acceder a un alojamiento digno (art. 31, CABA), hasta tanto se dicte sentencia
definitiva en estos actuados. Regístrese. Notifíquese, al Ministerio Público Fiscal, y
devuélvase.

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