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http://www.mabuse.com.ar/mabuse/derechos.htm
Una de las paranoias más habituales de quienes empiezan a hacer circular sus
guiones es que se los afanen. No tanto los cortos, pero sí los largos, y sobre
todo los guiones para televisión. Digamos que, al margen de que no es fácil
escribir un guión que merezca ser plagiado, la fauna se va poniendo cada día
más salvaje. Así que nuestra abogada favorita va a darnos unas pistas para no
andar por la selva tan a lo babieca. Obviamente, estos consejos son aplicables a
las leyes argentinas.
Ideas y Obras.
El derecho de autor protege la manifestación de ideas expresadas en obras que
presenten originalidad o individualidad; las creaciones formales y no las ideas
contenidas en la obra. En otras palabras, la protección del derecho de autor recae
sobre la expresión de las ideas y no sobre las ideas en sí.
Ejemplo gráfico: A alguien se le ocurrió una idea brillante: una persona es condenada
a muerte por un crimen que no cometió. Si tuviese derecho de autor sobre esa idea,
imaginate la cantidad de películas, cuentos, novelas, obras de teatro, poemas,
etcétera, que otros no podrían haber realizado.
Distinto sería si lo que se le ocurre es una historia donde el condenado a muerte tiene
un nombre, unas características personales, se cuenta de qué crimen se lo acusa,
cómo fue involucrado, quién tiene interés en que lo condenen y por qué, cómo termina,
etcétera. Ahí ya podríamos hablar del derecho de autor sobre esa obra.
Entonces: si tenés una idea para un guión, el derecho de autor no va a proteger esa
idea en sí, sino su exteriorización, la forma en que se manifieste, en definitiva: el
guión.
El Derecho de Autor: Nacimiento y Registro.
El Derecho de Autor sobre una obra implica derechos exclusivos de carácter
patrimonial (como el de explotación, reproducción, cesión, etcétera, o sea todo lo que
signifique el aprovechamiento económico de la obra), y derechos exclusivos de
carácter moral (como la decisión de publicarla o no, el ser reconocido como autor
mediante la mención del nombre o seudónimo, modificarla o impedir que la
modifiquen, destruirla, etcétera).
El derecho de autor nace con el acto mismo de la creación, no depende de
formalidades. Por lo tanto tenés derechos sobre tu obra (guión, novela, cuento,
etcétera) desde el momento en que la creás, sin necesidad de registrarla.
Si bien no es necesaria la inscripción en un registro para que nazca el derecho de
autor sobre una obra, la ley argentina prevé el registro en la Dirección Nacional del
Derecho de Autor, distinguiendo entre obras publicadas y obras no publicadas, siendo
el registro obligatorio para las primeras y voluntario para las segundas.
Pero, si el derecho de autor nace de la creación, surgen dos preguntas: ¿para qué
sirve registrar una obra inédita? y ¿por qué es obligatorio el registro de las obras
publicadas?
Empecemos por la primera: