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Particiones y
Diagramas de Ferrer
por
José Luis Aguado, Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires, jaguado@exa.unicen.edu.ar
Introducción
Las funciones generadoras resultan de utilidad en muchos campos de la matemática:
teorı́a de números, combinatoria, probabilidades, teorı́a de grafos, etc. En la actua-
lidad, con la aparición de potentes paquetes de matemática simbólica se pueden
realizar, con relativa velocidad, cálculos que hace algunos años resultaban demasia-
do largos y complejos. En los puntos 1. y 2. discutimos algunos ejemplos que
muestran cómo el programa Mathematica (versión 2.2, 3.0 ó 4.0) puede aportar
ayuda en los cálculos con series de potencias formales mediante las funciones de los
paquetes Rsolve y Combinatorica que se encuentran en el subdirectorio Discrete. La
versión 3.0 presenta algunas mejoras respecto de la 2.2 (por ejemplo la simplificación
de fórmulas que involucran factoriales y mejoras de la función Sum[]). En el punto 3.
delineamos una demostración del teorema de Euler sobre las particiones utilizando
una elegante argumentación gráfica basada en diagramas de Ferrer, con lo que queda
de manifiesto que horas de computación no sustituyen aún una idea geométrico-
combinatoria genialmente explotada. Hemos agregado en el punto 4., un apéndice
con una introducción al anillo de series formales y las operaciones básicas con series
21
22 Funciones generadoras
El problema de Galileo
En la época de Galileo (1564-1642) era de actualidad el juego de dados llamado
del “pasadiez”. El juego consiste en lanzar tres dados a la vez y sumar los puntos
resultantes: el jugador gana si esta suma resulta superior a 10 y pierde en el caso
contrario. Es fácil ver que el juego es equitativo, es decir, que la probabilidad de ganar
es igual a la de perder. En efecto, como los puntos situados en caras opuestas de un
dado suman siempre 7, en cualquier posición en que queden los dados, la suma de los
puntos de las caras superiores más la suma de los puntos de las caras inferiores vale
siempre 7.3 = 21; por tanto si la suma de los puntos de las caras superiores es mayor
que 10, la suma de los de las caras inferiores será menor que 10 y recı́procamente.
Cuenta la historia que un aficionado a este juego, quién al mismo tiempo debı́a ser
un fino observador, acudió a Galileo, el matemático más famoso de su época para
exponerle sus observaciones empı́ricas, según las cuales el número 11 salı́a con más
frecuencia que el 12 y el 10 con más frecuencia que el 9. La explicación de Galileo
fué simple. Basta tener en cuenta que todas las combinaciones no son “igualmente
posibles”. La combinación 3 − 3 − 3 por ejemplo, únicamente puede presentarse
de una sola manera, mientras que la 1 − 2 − 6 se puede presentar de seis maneras,
permutando los números 1, 2, 6 entre los tres dados. Cada combinación equivale por
tanto a un cierto número de casos, que son los efectivos casos posibles que hay que
tener en cuenta para hallar la probabilidad. ¿Cómo podemos averiguar el número de
descomposiciones de cada uno de los números de 3 a 18?. ¿Y obtener una manera
mecánica de generar todas estas particiones?. Recordemos que al multiplicar dos
polinomios se suman las potencias de las variables. Ası́, si tomamos el polinomio:
p (x) = x + x2 + x3 + x4 + x5 + x6 (2.1)
b[k ]:=Coefficient[p,xˆk]/(q/.x-> 1)
t=Table[{{k,21-k},b[k]},{k,3,10}]
{{{3, 18}, 1
216
}, {{4, 17}, 1
72
}, {{5, 16}, 1
36
}, {{6, 15}, 5
108
},
{{7, 14}, 5
72
}, {{8, 13}, 7
72
}, {{9, 12}, 25
216
}, {{10, 11}, 18 }}
Subconjuntos de un conjunto
Para el conjunto C = {a, b, c, d} consideremos el polinomio
f (x) = (1 + ax)(1 + bx)(1 + cx)(1 + dx) (2.2)
Expandimos f (x) y listamos los coeficientes
CoefficientList[
Collect[Expand[(1+a*x)*(1+b*x)*(1+c*x)*(1+d*x)],x],x]
{1,a+b+c+d,ab+ac+bc+ad+bd+cd,abc+abd+acd+bcd,abcd}
Obtenemos la lista de todos los subconjuntos de C, donde 1 representa ∅. Además,
con
%/.{a->1,b->1,c->1,d->1}
4
obtenemos {1,4,6,4,1} que es la lista de los coeficientes binomiales k
, k =
0, 1, 2, 3, 4.
Ejemplos:
Binomio de Newton
n
Expandimos el polinomio de (2.2) para un n cualquiera: (1+ai x), y obtenemos la
i=1
función generadora (simbólica) de los subconjuntos del conjunto C = {a1 , ..., an }.
Ahora, haciendo todos los ai = 1, tenemos el bien conocido teorema del binomio
de Newton: n
n k
n
(1 + x) = x n∈N (2.4)
k=0
k
De modo que (1 + x)n es la función generadora ordinaria de la sucesión de coefi-
cientes binomiales:
n n n n
, , , ..., , 0, 0, ...
0 1 2 n
Aquı́ hacemos la convención habitual que nk = 0 si k < 0 o k > n.
Existen muchas relaciones entre coeficientes binomiales. Mencionamos una
fundamental:
n+1 n n
= + 1≤k≤n
k k−1 k
m
La fgo de la sucesión
n/2
∞
2 m m
Usando (2.4) vemos que: (1 + x ) = x2k . Ahora en nuestro nuevo
k
k
2 m m
lenguaje podemos decir que (1 + x ) es la fgo de la sucesión n/2 .
n≥0
26 Funciones generadoras
La sucesión de Fibonacci
A principios del siglo XIII, el matemático italiano Leonardo de Pisa (1175-1250),
llamado Fibonacci, estudió la sucesión 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21,..., que se puede
definir recursivamente por:
an+2 = an+1 + an , n ≥ 0, a0 = 0, a1 = 1 (2.10)
Abraham DeMoivre en 1718, obtuvo la expresión general en función de an como:
√ n √ n
1 1+ 5 1− 5
an = √ − (2.11)
5 2 2
y llegamos a (2.11).
De estos cálculos puede encargarse el programa Mathematica. Se carga primero
el paquete Rsolve:
<< DiscreteMath‘RSolve’
GeneratingFunction[{a[n]==a[n-1]+a[n-2],a[0]==0, a[1]==1,a[n], n,z]
{{− −1+x+x
x
2 }}
PowerSum[n,{x,n}]
x
(−1+x)2
N
f (N, k) = ik (2.16)
i=1
Un Paseo por la Geometrı́a 2002/2003 29
Particiones no ordenadas
En teorı́a de números y de representaciones de grupos finitos aparece el pro- blema
de partir un entero positivo n en sumandos positivos y buscar el número de dichas
particiones. Este número se representa por p (n). El término no ordenada se utiliza
porque p (n) cuenta el número de sucesiones no crecientes (o no decrecientes según
se convenga) de enteros no negativos tal que la suma de sus elementos es n, es decir,
dos descomposiciones se consideran iguales si difieren en el orden de los sumandos,
distinto al calculado en el ejemplo del modelo de los bosones.
Por ejemplo
30 Funciones generadoras
p (0) = 1 : (convención)
p (1) = 1 : 1=1
p (2) = 2 : 2=2+0=1+1
p (3) = 2 : 3=3+0=2+1=1+1+1
p (4) = 4 : 4=4+0=3+1=2+1+1=1+1+1+1
Definimos además:
p (n, k) = número de particiones de n como suma de elementos de {1, 2, ..., k}.
Definimos también p (0, k) = 1. Observemos que p (n, n) = n.
Es inmediata la siguiente relación de recurrencia:
p (n, k) = p (n, k − 1) + p (n − k, k) (2.17)
En efecto, el número de particiones en las que k no se utiliza como sumando es
p (n, k − 1), y por otro lado, el número de particiones en las que k aparece como
sumando es p(n − k, k).
También definimos:
pd (n, k) = número de particiones de n como suma de enteros distintos del
conjunto {1, 2, ..., k}
Vale la siguiente relación de recurrencia
pd (n, k) = p (n, k − 1) + p (n − k, k − 1) (2.18)
ya que k no puede ser usado dos veces como sumando.
Aquı́, pd (1, 1) = 1 y pd (n, 1) = 0 si n > 1. Además, pd (n, n) = pd (n) es
número de particiones de n en sumandos distintos.
Usando las ecuaciones de recurrencia para p (n, k) podemos escribir:
p (n, k) = p (n, k − 1) + p (n − k, k − 1) + p (n − 2k, k − 1) + · · ·
Luego, es suficiente observar que p (n, 1) = 1 y se calculan, p (n, 2), después p (n, 3)
utilizando recurrencia.
Un Paseo por la Geometrı́a 2002/2003 31
Diagramas de Ferrer
Podemos representar una partición de n por medio de un diagrama de Ferrer, el cual
es una matriz de puntos, con tantas filas como sumandos no nulos tiene la partición,
y en cada fila hay tantos puntos como el valor del sumando. Por ejemplo:
•
•
• •
• • •
es el diagrama correspondiente a la partición de 7 = 1 + 1 + 2 + 3. Como el orden de
los sumandos no cuenta, el diagrama puede disponerse de manera que las filas están
en orden no decreciente de sus longitudes yendo de arriba hacia abajo. Además, los
primeros puntos de cada fila se disponen en una misma columna. Un diagrama de
Ferrer dispuesto ası́ se denomina normal.
Usando estos diagramas, pueden probarse muchas propiedades de las particiones.
Por ejemplo:
uno y su dual. Naturalmente hay diagramas que coinciden con su dual, es decir, son
autoduales. Veamos algunas aplicaciones de la dualidad.
La fórmula de Euler
Se desea obtener p (n) para un n dado, sin tener que listar todas las particiones. Nece-
sitamos una herramienta para estar informados sobre el número de unos, does,..., n,
utilizados para escribir n. Ahora, las series:
1 + z + z 2 + · · · , 1 + z 2 + z 4 + · · · , ..., 1 + z 2k + z 3k + · · ·
llevan la cuenta de los 1’s, 2’s,..., ks, etc, por lo que p (n) es el coeficiente de z n en
el producto de estas series, es decir:
∞
∞
1
p (n) z n =
n=0 i=1
(1 − z i )
34 Funciones generadoras
Equivalentemente:
∞ ∞
p (n) z n 1−z i
=1
n=0 i=1
Precisamente, Leonard Euler (1707-1783) descubrió la ley que rige los coeficientes
de z n en el desarrollo infinito:
∞
1 − zi
i=1
3k 2 ± k
el coeficiente an es no nulo, sólo para n de la forma n = con k ∈ N, y en
2
este caso an = (−1)k .
Demostración. Vamos a estudiar los desarrollos del tipo:
n
fn (z) = 1 − zi
i=1
lo que muestra que el coeficiente de z n en fn+r (z) y fn (z) son los mismos, por lo
que para obtener los coeficiente de z k para k ≤ n basta desarollar fn (z).
10
Por ejemplo, para n = 10, 1 − zi
i=1
= z − z − z + z + z + z − z 43 − z 42 − z 41 − 2z 40 + z 37 + z 36 + z 35 + z 34
55 54 53 50 48 44
+3z 33 − z 30 − z 29 − 2z 28 − 2z 27 − z 26 − z 25 + 3z 22 + z 21 + z 20 + z 19 + z 18
−2z 15 − z 14 − z 13 − z 12 + z 11 + z 7 + z 5 − z 2 − z + 1
El coeficiente de z 10 es cero (vemos que hay muchos coeficientes iguales a cero).
Observemos que no podemos asegurar que el coeficiente de z 11 es 1.
Un Paseo por la Geometrı́a 2002/2003 35
p0d (n) − p1d (n) = (−1)k . Es decir, si k es par p0d (n) supera en 1 a p1d (n) y si k es
impar, entonces p1d (n) supera en 1 p0d (n).
Ahora describimos un método para transformar un diagrama de Ferrer con un
número par de filas en uno con un número impar de filas y viceversa.
Como consideramos solamente diagramas con filas todas distintas, este diagrama
estará formado por trapecios ubicados uno sobre otro:
• •
• • •
• • • • •
• • • • • •
• • • • • • •
Designemos con k el número puntos de la primera fila del diagrama, y con m el
número de filas del trapecio inferior. Por ejemplo, en el diagrama anterior es k = 2
y m = 3.
Supongamos primero que el diagrama tiene al menos dos trapecios, y que además,
es k ≤ m. En este caso, eliminamos la primera fila del diagrama y prolongamos las
últimas k filas del trapecio inferior con un punto.
• •
• • • • • •
• • • • • • • • • •
• • • • • • • • • • • • •
• • • • • • • • • • • • • • •
36 Funciones generadoras
Entonces el número de puntos del diagrama obtenido es el mismo que el del dia-
grama original, pero la paridad del número de filas ha cambiado. Es claro que esta
operación puede realizarse con el primer trapecio de arriba y cualquiera que se halle
más abajo que satisfaga la condición.
Se puede realizar exactamente la misma transformación si el diagrama es un
trapecio y k ≤ m − 1
• •
• • • • • •
• • • • • • • • •
• • • • • • • • • • •
Ahora supongamos que el diagrama tiene al menos dos trapecios y que no hay
ninguno distinto del primero que verifique k ≤ m. Entonces para cualquier trapecio
que no es el primero debe ser k > m.
• • •
• • • • •
• • • • • •
Tomemos uno de ellos, y elegimos un punto en cada fila de este trapecio y formemos
con estos la primera fila de un diagrama, y las restantes filas son las del diagrama
original. Esto se puede hacer pues es k > m
• •
• • •
• • •
• • • • • →
• • • •
• • • • • •
• • • • •
De nuevo vemos que el diagrama obtenido tiene sus filas todas distintas, pues hemos
sacado puntos de filas del trapecio inferior. Además, este diagrama tiene la misma
cantidad de puntos que el diagrama original, pero una fila más, por lo que la paridad
del número de filas ha variado.
También podemos realizar este tipo de transformaciones a un diagrama que es
un trapecio y m ≤ k − 2
• •
• • • • • • •
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Un Paseo por la Geometrı́a 2002/2003 37
Es fácil verificar que las transformaciones descriptas son inversas entre sı́: com-
puestas de las dos maneras dan la identidad.
De esto se deduce que para los diagramas con las condiciones anteriores, es
decir que no sean un sólo trapecio o si siendo un sólo trapecio verifican k ≤ m − 1
ó m ≤ k − 2, existe una biyección entre los que representan una partición de n
en un número par de sumandos distintos y los que representan una partición de n
en un número impar de sumandos distintos. Entonces para los n que tengan estos
diagramas debe verificarse p0d (n) = p1d (n).
Queda por establecer cuáles diagramas no admiten tales transformaciones. Está
claro que deben ser un sólo trapecio y que no verifique la condición k ≤ m − 1 ni
la condición m ≤ k − 2, esto es, debe ser k > m − 1 y m > k − 2, lo que significa
k − 2 < m < k + 1, por lo que debe ser m = k − 1 o m = k , lo que nos dá dos
tipos de trapecio, por ejemplo:
• • •
• • •
• • • •
• • • •
• • • • •
k=m
En general, para un trapecio de k × m, es decir k puntos en la primera fila y m
filas, el número de puntos que hay en este trapecio es:
m−1
1
k + (k + 1) + (k + 2) + · · · + (k + (m − 1)) = (k + i) = m (2k + m − 1)
i=0
2
1 2
Entonces, si k = m llegamos a n = 3k − k . Si m = k − 1 tenemos
2
1 1 2
n = m (2 (m + 1) + m − 1) = 3m + m
2 2
Observar que estamos escribiendo n en función del número de filas del trapecio.
Si x e y son enteros positivos entonces
3x2 + x = 3y 2 − y ⇒ (x + y) (3 (x − y) + 1) = 0
pero esta identidad no tiene solución en enteros positivos, lo que muestra que existe
1 2
a lo más un k tal que n = 3k ± k . Entonces, si n es de esta forma y k es par,
2
38 Funciones generadoras
Es decir,
∞
p (n) = (−1)k+1 (p (n − ω (k)) + p (n − ω (−k)))
k=1
Estos ejemplos muestran que p (n) crece muy rápidamente con n. Hay una esti-
mación asintótica de Rademacher
√
eK n
p (n) ∼ √ cuando n→∞
4n 3
donde K = π (2/3)1/2 . La demostración de esta estimación no es √
elemental, y
K n
corresponde a la teorı́a analı́tica de números. Luego la función e es una cota
superior para p (n).
40 Funciones generadoras
2.4 Apéndice
El inverso de 1 − z
Sea f := (1, 1, 1, ...). Como 1−z = (1, −1, 0, ...), usando la definición de producto
hallamos que
1 ∞
1−z = = zn
1−z n=0
La topologı́a m-ádica
Definimos m = {a (z) : a0 = 0}. Claramente m es un ideal maximal de C [[z]],
ya que C [[z]] /m C. En realidad, m es el único ideal maximal de C [[z]], lo
que se expresa diciendo que C [[z]] es un anillo local. Para cada n ≥ 1 definimos
mn = {a (z)n : a (z) ∈ m}. Entonces mn es el ideal de todas las series formales
que son divisibles por z n y tenemos la cadena decreciente de ideales m ⊃ m2 ⊃
· · · ⊃ mn · · ·. Si se define la familia de entornos de 0 como la familia {mn : n ≥ 1},
entonces C [[z]] es una anillo topológico y dada la sucesión an (z) se dice que an (z)
converge en C [[z]] a la serie b (z) si para cada m ≥ 1 existe un Nm ≥ 1 tal
que n ≥ Nm ⇒ an (z) − b (z) ∈ mm . Es decir, an (z) converge a la serie b (z)
en C [[z]], si para cada m, desde un Nm en adelante, coinciden los primeros m
términos de an (z) y b (z). Si an (z) converge a la serie b (z) escribiremos también
b (z) = limn→∞ an (z) en C [[z]].
Por ejemplo, la sucesión z n converge a 0 en C [[z]], y la sucesión an = 1 + z +
z 2 + · · · + z n converge (1 − z)−1 en C [[z]]
42 Funciones generadoras
∞
Definición del producto infinito 1 − z i en C [[z]]
i=1
Bibliografı́a
[1] J.H. van Lint and R. M. Wilson, A Course in Combinatorics, Cambrige Univ.
Press, 1992.
[2] M. Petkovsek, H. Wilf and D. Zeilberger, A=B, A K Peters, 1996.
[3] S. Skiena, Implementing Discrete Mathematics: Combinatorics and Graph Theory
with Mathematica, Addison-Wesley.
[4] N. Vilenkin, ¿De cuántas formas?, MIR, 1972.
[5] H.S. Wilf, Generatingfunctionology, Academic Press, 1994.
[6] S. Wolfram, Mathematica, Addison-Wesley, 1991.