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OPINION

CARTA DEL DIRECTOR i PEDRO J. RAMIREZ

El Papa que nos cubría las espaldas


uando a las 18.48 ho- Yo escuché en directo la voz de deroso imperio se desmoronaría Para entonces ya era evidente nizado con la misma publicidad

C
ras del 16 de octubre Felici en la Glorieta de Cuatro Ca- a la vez que el Muro de Berlín que la Iglesia había encontrado con que ejerció su magisterio,
de 1978 el cardenal minos a través de la radio del taxi tras el que se protegía, y que uno un jefe idóneo para la era de los ofreciendo desde las ventanas de
Felici, portavoz del que me llevaba a la sede del PSOE de los grandes catalizadores de medios de comunicación de ma- la clínica o del Vaticano el mudo
cónclave, anunció de la calle de Joaquín García Mo- las revoluciones de la Europa del sas, los viajes transoceánicos y la testimonio de su sufrimiento, co-
desde el balcón de la rato –todavía el nombre del avia- Este sería la figura y el mensaje globalización. Aquel no era un mo un Ecce Homo a punto de em-
plaza de San Pedro dor franquista no había sido sus- de ese robusto nuevo pontífice Papa según el molde tradicional prender su último Via Crucis.
que el nuevo Papa llevaba el tituido por el originario de Santa que, inmediatamente después de al que, con matices más intelec- En el balance de su papado
nombre latino de Carolum e hizo Engracia–, donde, como joven re- que Felici pronunciara su nom- tuales y reflexivos –Pablo VI– o quedan dos enormes campañas
una breve pero enfática pausa dactor de Abc, tenía una cita para bre, mostró por primera vez a los más bondadosos y humanistas de muy diversa índole y desenla-
antes de pronunciar su cargo y conversar con Felipe González. fieles su rostro eslavo de encane- –Juan XXIII, Juan Pablo I–, se ha- ce. Por un lado esa contribución
apellido, todos los especialistas El PSOE aún no había abando- cidos cabellos rubios. bían ceñido sus antecesores. decisiva al triunfo de la democra-
en la nomenclatura de los prínci- nado el marxismo y buscaba, co- Tal vez ocurra que a toro pasa- Aquel era un gigante mediático, cia sobre el totalitarismo que per-
pes de la Iglesia contuvieron el mo toda la izquierda europea, su do todos podemos ser profetas, un globe trotter, un cantante de mitió al siglo XX concluir su trac-
aliento presos de perplejidad, incómodo encaje en un mundo pero repasando las imágenes de rock transustanciado en misione- to histórico en paz consigo mis-
pues el único Carlo del colegio bipolar. Estados Unidos lamía sus primeros años de papado es ro, una estrella televisiva, un mo- mo. Por el otro, la tan infatigable
cardenalicio era el octogenario sus heridas de Vietnam y Water- fácil ver ahora en esa fotografía vilizador de ingentes multitudes como impotente cruzada para
Confalonieri que ni siquiera ha- gate bajo la incompetente presi- del discurso del 83 en Varsovia, y –sobre todo, nunca mejor di- preservar el concepto tradicional
bía participado en la elección. dencia de Jimmy Carter y la ante un general Jaruzelski de ga- cho– un líder carismático. de la dignidad humana, acuñado
Era tal la inercia de cinco siglos Unión Soviética, en el apogeo de fas tan negras como su futuro, el Casi 27 años después, tras ha- por el cristianismo, de su cons-
que nadie pensó en otro idioma la era Breznev, actuaba como un germen de la destrucción de un berse convertido en uno de los po- tante erosión a causa del ejerci-
que no fuera el italiano. Según el plantígrado firmemente asenta- régimen totalitario que no tuvo cos sucesores de San Pedro que cio de las libertades individuales
historiador Frederic Baumgart- do en sus zonas de influencia. más remedio que abrir sus puer- han logrado superar el mítico en un mundo cada vez más secu-
ner, no faltó incluso quien creyó Nadie hubiera vaticinado que en tas a tan vigoroso heraldo del cuarto de siglo que duró el primer larizado y hedonista.
que se trataba del segundo nom- poco más de una década ese po- cambio. pontificado, Karol Wojtyla ha ago- Sigue en página 4
bre del cardenal de Florencia
Giovanni Benelli, favorito de to-
das las apuestas.
Pese a su juventud –57 años–
Benelli había liderado las prime-
ras votaciones y en el quinto es-
crutinio se habría quedado a sólo
cinco votos de los 75 requeridos
para la fumata blanca. Su fama
de autoritario desencadenó en-
tonces todo tipo de maniobras
tras las puertas herméticamente
cerradas cum clave y una coali-
ción de miembros de la Curia y
cardenales liberales comenzó a
buscar un candidato alternativo
para cerrarle el paso.
Fueron tales las intrigas y ten-
siones que el veterano cardenal
Siri –frustrado tras su tercer fra-
caso en la persecución del papa-
do– terminaría declarándose par-
tidario de que la opinión pública
conociera a posteriori los deta-
lles de lo sucedido, alegando que
«el secreto, aunque sea útil en el
momento del cónclave, puede lle-
gar a esconder conductas muy
poco caritativas».
El caso es que lo único en lo
que los pronósticos se aproxima-
ron a la realidad fue la edad del
elegido. Cuando Felici deshizo su
pausa para desvelar que el Caro-
lum en cuestión no era otro sino
el arzobispo de Cracovia de 58
años Karol Wojtyla, millones de
católicos y no católicos del mun-
do entero dieron un respingo que
enseguida desembocó en senti-
mientos de estupor, sorpresa e
intensa curiosidad. Por primera
vez en los últimos 450 años la
Iglesia iba a tener un Papa no ita-
liano y por primera vez en sus ca-
si 2.000 años de historia la sede
de San Pedro iba a ser ocupada
por un polaco; lo cual en 1978,
con el dogma comunista preten-
diendo perpetuarse tanto como
el católico, significaba un inespe-
rado factor de confrontación adi-
cional sobre el tablero de la Gue-
rra Fría.
¿Dónde estaba usted el día que
eligieron Papa a Juan Pablo II?
Casi 27 años después probable-
mente ese sea, junto con el asesi-
nato de Kennedy y el primer paso
del hombre en la Luna, el momen-
to más emblemático que las per-
sonas de varias generaciones aso-
ciamos a nuestros recuerdos de
niñez, adolescencia o juventud.
RICARDO MARTINEZ
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OPINION

CARTA DEL DIRECTOR


ninguno de los frutos del árbol
Viene de página 3
Con Juan Pablo II desaparece el
último gran símbolo de esa Eu-
El Papa que nos prohibido, tengamos lo más a
mano posible al mejor suminis-
ropa que vio su primera luz
cuando aún retumbaba sobre las
trincheras anegadas de cadáve-
cubría las espaldas trador de antídotos, no vaya a ser
que alguno de los bocados termi-
ne siendo venenoso. No creo que
res el estúpido eco de aquellos avancemos inexorablemente ha-
cañones de agosto del 14 que cia el despeñadero de una ru-
convirtieron una guerra que na- tanto el 11-S en Manhattan co- reflejan el anhelo colectivo de la necesidad le sucede el capri- giente catarata, pero, por si aca-
die necesitaba ni quería en una mo el 11-M en Madrid, las ame- buscar libremente la felicidad en cho y al capricho la ambición, so, ha resultado muy tranquiliza-
inmensa tragedia colectiva. Esa nazas son distintas y también esta vida. puede terminar dando al traste dor llevar a bordo a alguien em-
Europa que, tras ser incapaz de han de serlo las respuestas. Siendo mi caso el de uno de con la propia noción de indivi- peñado en remar denodadamen-
cerrar en Versalles sus heridas, Juan Pablo II se ha ido con la esos millones de españoles que, duo y de persona? te en la dirección contraria a la
engendró los monstruosos sia- mitra puesta, aferrado al báculo habiendo tenido educación reli- He aquí dos buenos ejemplos de la corriente. Claro que eso po-
meses del nazismo y el estalinis- de perpetuo peregrino, firmando giosa, defendemos los valores de del debate moral que ha de pre- día reducir la velocidad de des-
mo y desencadenó una nueva los últimos nombramientos de una sociedad laica y apoyamos ceder a toda decisión política plazamiento, pero… ¿y si quien
contienda que esparciría la des- obispos apenas unas horas antes el racionalismo, el progreso y la que afecte a cuestiones tan tras- estuviera en lo cierto fuera él?
trucción y el dolor por el propio de entrar en agonía, garabatean- capacidad de cada individuo pa- cendentales para el futuro de la Probablemente para la Iglesia
continente y terminaría expor- do con el final de su resuello un ra tomar todas las decisiones humanidad. Al final no queda católica sea conveniente encon-
tando su apocalíptico paroxis- mensaje de amor al género hu- que le afecten –incluidas las en- más opción realista que la de le- trar ahora un camino interme-
mo en forma de hongo nuclear mano. Ha querido el destino que caminadas a poner fin a la pro- gislar buscando el equilibrio en- dio en el que sus proposiciones
al más remoto de los imperios su óbito suceda sólo unos días pia vida–, debo decir ahora que tre todos los criterios contra- sean más compatibles con las
asiáticos. Esa Europa que, parti- después de que la muerte bioló- desde el mismo instante en que puestos. Los riesgos de que nuevas realidades. Y entiendo
da en dos mitades, vivió luego gica de quien como Terri Schia- ha muerto este Papa he empeza- nuestra sociedad descarrile no que haya muchos cristianos que
durante otras cuatro décadas el vo había dejado de pensar y sen- do a echar de menos el sentido deben disuadirnos de seguir estén anhelando tener no sólo
perpetuo terror del pistolero compensatorio y cautelar de su un líder espiritual al que admi-
obligado a estar permanente- intransigencia. rar sino también un prescriptor
mente en disposición de desen- Juan Pablo II se ha ido con la ¿Cómo no defender el derecho Desde el momento en que de formas de vida cuya ejecu-
fundar el revolver del extermi- de una mujer a interrumpir su ción práctica no requiera más
nio atómico antes de que lo hi- mitra puesta, garabateando embarazo en las primeras sema- ha muerto echo de menos allá de un esfuerzo razonable.
ciera su adversario. con el final de su resuello nas de gestación sin que eso ten- el sentido compensatorio y Sin embargo estoy seguro de
¡Qué bien entendió el Papa, ga consecuencias penales para que seremos multitud los no
cuando llegó la crisis de Irak, un mensaje de amor ella? ¿Pero cómo no tener en cautelar de su intransigencia practicantes que vamos a echar
que, pulsiones morales al mar- cuenta, al mismo tiempo el lla- de menos el aliento en el cogote,
gen, el legado de tan espantosos mamiento del Pontífice a prote- a la vez cálido y severo, de este
antecedentes no podía ser otro tir desde hacía 15 años, atizara ger la vida ajena desde el mo- avanzando en pos del aumento polaco tozudo e infatigable. Por-
que una innegociable ansia de todos los debates sobre las fron- mento de su concepción y el ries- de la esperanza de vida y el bie- que por mucho que nos quejára-
paz, sólo revisable por una ver- teras de la vida y el papel de la fe go de que tal vez la Historia sea nestar material, asumiendo con mos de que su resistencia y reac-
dadera situación límite que na- frente a la ciencia. implacable con una civilización osadía el envite de las nuevas ción estaba entorpeciendo nues-
die percibía! En la práctica totalidad de que se aplica a la destrucción de oportunidades que nos abren la tro avance, de que siempre que
Con la muerte de Karol Wojtyla esos conflictos –libertad sexual, los seres más indefensos? ciencia y la tecnología. Pero en intentábamos ascender otro pel-
hemos dicho adiós a todo eso. control de natalidad, aborto, eu- ¿Cómo no permitir la altera- esta era del pensamiento débil, daño en la escalinata del progre-
Aunque los grandes valores a tanasia, investigación con em- ción de la carga genética de un la ética indolora y el crepúsculo so lo teníamos subido a la chepa
defender sean los mismos, difí- briones, clonación terapéutica– embrión para prevenir la trans- del deber ha sido una suerte tratando de retenernos en este
cilmente servirán ya las recetas las posiciones del Papa se han misión de una enfermedad o pa- contar con la válvula de seguri- valle de lágrimas, ni por un mo-
que nos permitieron preservar ido quedado en menguante mi- ra producir un donante compati- dad y el elemento de contrapeso mento dejamos de darnos cuen-
durante el siglo XX, en medio de noría, desbordadas por la reali- ble con un familiar que necesita de una personalidad tan colosal ta de que también estaba ahí,
tales naufragios colectivos, un dad de unos avances científicos un trasplante de médula? ¿Pero y abnegada como Juan Pablo II. gratis et amore, para cubrirnos
modelo de civilización del que a que han ampliado los márgenes cómo no escuchar a la vez la ad- Tal vez pueda parecer el col- las espaldas.
la postre nos sentimos orgullo- de decisión de los individuos y vertencia de que tal intervención mo del egoísmo, pero puesto que
sos. Tal y como quedó patente por unas leyes permisivas que en el preámbulo de la vida, si a no vamos a renunciar a probar pedroj.ramirez@el-mundo.es

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