Sie sind auf Seite 1von 8

CRISIS FINISECULAR Y SIGLO XX: POESÍA Y TEATRO.

SIMBOLISMO Y MODERNIDAD: AUTORES MÁS RELEVANTES.


BAUDELAIRE.
I.- INTRODUCCIÓN

Durante las últimas décadas del siglo XIX los cambios culturales, científicos y sociales
producidos en Francia son los causantes de la renovación de la narrativa y, también, de la
poesía.

El fracaso de la revolución de 1848 tiene como consecuencia un extremo conservadurismo en la


burguesía dominante que rechaza, con una mezcla de asco y fascinación, la nueva literatura.

Los poetas se sienten, cada vez más, seres excepcionales, alejados de la vulgaridad y el vacío de
la sociedad burguesa que los rechaza. La nueva poesía (la parnasiana y la simbolista) parte de
una evolución de la poesía romántica y tiene como base principal el individualismo exacerbado.

II.- CARACTERÍSTICAS DE LA NUEVA POESÍA. PRINCIPALES MOVIMIENTOS.

• Oposición al realismo en el arte, al positivismo en la filosofía y al conformismo de la


sociedad burguesa. El poeta rechaza la realidad, mediocre e hipócrita, y no ve en la
observación científica ni en la técnica la salvación. Por el contrario, los poetas
consideran que la ciencia deja al hombre ante el vértigo del vacío.

• Intimismo exacerbado de raíz neorromántica. En el Romanticismo el poeta era en


muchas ocasiones el portavoz de un alma colectiva, de la esencia de una nación y de un
destino colectivo. Ahora se explota la vertiente más individualista del Romanticismo,
aquella que presenta al poeta aislado del mundo que le rodeo y le agrede, atormentado
por sus fantasmas individuales.

• Defensa de la libertad de creación frente a las rígidas normas poéticas establecidas por
la Academie. Los nuevos poetas renuevan el lenguaje, los temas las estructuras
estróficas y los esquemas del ritmo y la rima. Se enfrentan al academicismo y también
rechazan el método científico de la novela naturalista.

• A la idea de la novela realista/naturalista que concibe el arte como un instrumento para


la cambiar la sociedad, en la nueva poesía se va creando la idea de que la finalidad del
arte es crear belleza por sí misma (el arte por el arte), sin más significados ni
trascendencias.

• No se busca, como en la novela realista, la creación de una imagen precisa y verosímil


de la realidad. Ahora se busca más la sugerencia, la vaguedad y el símbolo. Se trata de
crear imágenes en las que lo sensorial adquiere gran importancia.

• Las corrientes estéticas más importantes de este período son el parnasianismo, el


simbolismo y el decadentismo y las tres están relacionadas de alguna manera con el
poeta más importante del período: Baudelaire.
PARNASIANISMO

Bajo el nombre de poetas parnasianos se reúne un grupo de poetas que se dan a conocer en la
revista El Parnaso contemporáneo, bajo el influjo de Laconte de Lisle (1818-1894). Laconte de
Lisle influyó en los poetas simbolistas, sobre todo en Baudelaire, y en el Modernismo hispánico.

El parnasianismo intenta corregir los excesos del Romanticismo, sobre todo el subjetivismo, el
sentimentalismo y la omnipresencia del yo. El movimiento se da por finalizado en 1876 cuando
el simbolismo está en su momento de máximo esplendor.

Características:

a.- La creación poética debe mantenerse al margen del compromiso social o político. Se busca la
belleza en sí misma, el “arte por el arte”.

b.- Rechazo del subjetivismo romántico. Se busca la impersonalidad y la impasibilidad,


rechazando el sentimiento, las emociones y los problemas personales o colectivos (sociales). El
poeta vive aislado en su torre de marfil donde no penetra nada que no sea hermoso.

c.- Búsqueda de la perfección formal en el poema.

d.- Culto a la belleza plástica.

e.- Inspiración en la pintura, escultura y cultura clásicas.

EL SIMBOLISMO

Es difícil definir cuáles son las características del movimiento poético más importante de finales
del siglo XIX. En Francia, abarca el período entre 1885 y 1895, y nace como oposición al
movimiento naturalista. Los nombres más importantes de este movimiento son Baudelaire,
Rimbaud, Mallarmé y Verlaine.

La especialista Anna Balakian señala el origen del concepto de símbolo en la obra del filósofo
alemán Emanuel Swedenborg (s.XVIII). Este autor establece que toda visión física es la sombra
de una esencia espiritual. El significado espiritual de lo físico se puede obtener a través de la
palabra. Entre lo físico y lo espiritual, entre Dios y el hombre, existe una relación que se puede
expresar mediante símbolos, correspondencias (algo que nos lleva a otra realidad).

La palabra correspondencia es esencial en el simbolismo (ej.- Baudelaire). Es la clave de la


unión que el símbolo establece entre la realidad y la espiritualidad.

Las ideas de Swedenborg forman parte de la poética de Emerson, poeta norteamericano que crea
una teoría llamada trascendentalismo, de gran influencia en Poe, cuyas obras tradujo Baudelaire
al francés.

Características del simbolismo:

• El simbolismo tiene más puntos de conexión con el Romanticismo que el


parnasianismo, sobre todo en lo que se refiere a la vuelta al subjetivismo individualista
y la concepción del poeta como un ser inadaptado que no tiene cabida en el mundo
moderno.
• El poeta busca una revelación mediante la intuición y la adivinación (ej.- metáfora del
poeta como vate o sacerdote). Busca a través del lenguaje mostrar las correspondencias
entre el mundo real y el trascendente. Sin embargo, le resulta imposible alcanzar el
grado de trascendencia deseado, y sólo puede establecer las correspondencias entre los
elementos terrenales.

• Importancia de la música que lleva a una renovación del mundo del verso y a la
búsqueda de efectos sonoros de las palabras. La sugestión es uno de los pilares del
simbolismo. De igual manera se concede suma importancia a los estímulos externos, a
la sofisticación y a la belleza. Se va forjando el concepto de paraíso artificial, que será
fundamental en el decadentismo.

• Uso del verso libre, que permite la expresión de los sentimientos sin los corsés
academicistas.

• El poeta es un visionario, pero también un sabio que aborda el tema de la condición


humana (desde lo más sublime hasta lo más bajo; desde el ansia de trascendencia hasta
el vicio más infame).

• El poeta es un enigma en sí mismo y trabaja con el poder de sugestión de la palabra.


Importancia de la sinestesia (la clave para traducir las correspondencias) y de la música.

• El poeta se sitúa en el gouffre, entre lo angelical y lo diabólico.

• Símbolos y temas más frecuentes:

• Las aves tienen valores simbólicos (vicio o belleza ideal): el cuervo, el albatros,
el cisne.
• Los espacios desérticos.
• El agua como purificación.
• Juego simbólico de los colores (ej.- azul=mundo ideal).
• Léxico musical.
• Mitos griegos y medievales.
• El espejo (refleja el vicio y la virtud, la vejez y la degeneración moral y física).
• La muerte, la descomposición y degradación.
• El sexo, símbolo del vicio y del pecado.
• Aislamiento, maldición y soledad.

EL DECADENTISMO

Su origen coincide con el Simbolismo. En la obra de Poe y de Baudelaire encontramos el


germen de esta tendencia estética que se basa en el escepticismo de sus temas y el refinamiento
exagerado. Llega a su apogeo en la década de los 80.

Los poetas decadentistas reaccionan contra el encorsetamiento de la sociedad burguesa


refugiándose en el arte y la belleza. El hombre busca su salvación en la estética y busca
escandalizar a la sociedad con posturas vitales fuera de lo común (en el ámbito de la moda, las
relaciones sexuales, las drogas, etc.)
Los autores más importantes son Joris-Karl Huysmans, Jules Laforgue, Oscar Wilde (uno de los
creadores del dandismo y uno de los que sufrió más el rechazo de la sociedad) Gabriel
D’Annunzio, John Ruskin y Hugo von Hofmannstal (poeta y libretista de Richard Strauss).

Características del decadentismo:

a.- Contradicción de sentimientos: encontramos tristeza, melancolía, morbosidad y ansia de la


muerte; pero también rebeldía, cansancio, aburrimiento y tedio.
b.- Su refinamiento se traduce en cierto sentimiento de superioridad y en el ansia del infinito.

c.- El poeta es un elegido, pero está perdido en un mundo que no le entiende. Esto trae como
consecuencia la melancolía, un pesimismo enfermizo (spleen), o bien una reacción violenta en
una vida de escándalo.

d.- Admiración por lo decadente (el esplendor de la belleza que se encamina hacia el vacío o la
destrucción) y por los finales de épocas históricas como el bizantinismo o el alejandrinismo.

III.- BAUDELAIRE

Su vida estuvo marcada por las contradictorias relaciones con su madre y su padrastro, el ansia
de libertad y de belleza estética, el dandismo y por el sexo (murió a causa de la sífilis). Su ansia
de alejarse del vacío y del dolor le condujo a las drogas. Un viaje de juventud hacia Oriente
abrió sus sentidos hacia un mundo totalmente diferente, aunque se trata de un autor
profundamente parisino.

En su obra se funden lo ideal y la realidad más desnuda; el deseo de evasión a través de


paraísos artificiales y una profunda carnalidad y la necesidad de aturdirse en el tumulto de la
ciudad. Es uno de los primero poetas que introduce la ciudad como tema.

En su obra intenta expresar el conflicto entre el bien y el mal, la escisión del hombre en carne
y espíritu. En este sentido hay que inscribir sus propias experiencias amorosas que fluctúan
entre la pureza de una relación platónica (Madame de Autard de Bragard) y la degradación de su
relación con una prostituta (Jeanne Duval).

Otro de los temas de Baudelaire es el tedio, el spleen. Se trata de un aburrimiento existencial,


un asco vital que surge, por una parte, de la incapacidad por encajar en el mundo y, por otra, de
la incapacidad de alcanzar el ideal. El spleen incapacita al poeta para la vida y le incita a buscar
experiencias nuevas para lograr reaccionar. Pero esta búsqueda es infructuosa y la decepción es
cada vez mayor. Es consciente de que el vicio le degrada pero es incapaz de renunciar a él. De
ahí surge el remordimiento y la imposibilidad de expiación.

Musicalidad. Baudelaire admiraba a Wagner y su concepto de obra de arte total que aúna
música, palabra, arte plásticas… La unión de diferentes elementos sensoriales entra de lleno en
el concepto de la “correspondencia”.

Trabajo original sobre el lenguaje poético con una forma prosística. Utiliza un lenguaje sonoro,
preciso y puro que se convierte en modelo para los poetas posteriores.

El dandismo es un Baudelaire un exigente ejercicio ascético y un ataque constante al gusto


público. Es mezcla de sencillez calculada y extravagancia refinada. La vida bohemia es
consecuencia de la sociedad capitalista que mercantiliza la obra literaria. Lo que más se vende
es lo que más sorprende. El artista deja de ser un aristócrata y se convierte en asalariado,
muchas veces condenado a la miseria. Sin embargo en él persiste esa consciencia de
“superioridad moral” que le lleva a una postura de marginación a través del escándalo. La
selecta casta de los poetas se mueve en un ambiente hostil, cargado de vulgaridad. El artista
debe distinguirse de la muchedumbre, destacar la diferencia frente a la homogeneidad.

El hombre es malo por naturaleza, instintivamente perverso y depravado. Sus movimientos son
irracionales y se siente espontáneamente atraído por el mal, como lo prueban los instintos
sexuales; la voluptuosidad es la certidumbre de hacer el mal.

El mal es lo natural; la virtud es, por el contrario, artificial, exige un esfuerzo subjetivo o llega
impuesta desde fuera. Para Baudelaire artificial también quiere decir sobrenatural, lo mismo
que el arte. Esta identificación de arte/moral aleja al autor del arte por el arte: lo bello, igual que
lo bueno, es artificio. El arte no tiene por objeto moralizar, pero una obra bella es una obra
buena. El poeta es un moralista sin pretenderlo.

La vida es un castigo. Está marcada por el pecado original, por la noción de culpa y el
remordimiento. El mal nos atrae con su fuerza magnética, haciéndonos vivir en pecado
permanentemente, dominados por los más bajos instintos que fuerzas diabólicas mueven dentro
de nosotros. La manera de salir del pecado exige un esfuerzo: la oración, el rezo del rosario
permiten superar nuestros pecados. La idea de reversibilidad es fundamental en Baudelaire así
como el esoterismo y el fatalismo.

Incomunicación.- Es uno de los temas más frecuentes en su poesía. Sus personajes apenas si
hablan entre ellos; en la mayor parte de las ocasiones el personaje aparece solo, aislado. Si está
en medio de la multitud no habla con aquellos que le rodean, no se acerca. Sólo observa a los
demás y los mira desde lejos. Busca el anonimato mientras analiza al resto de la humanidad.

Perfección formal.- En Baudelaire hay un ideal de orden supremo, trascendente, al que se


accede a través de la perfección formal. Sin embargo los académicos no reconocieron esta
pureza formal por considerar que las materias tratadas degradan la forma literaria. Baudelaire no
creía en la inspiración romántica, sino en el trabajo.

Búsqueda activa de posesión de su propio yo, para la cual las drogas, el juego y las prostitutas le
ofrecerán inmejorables ocasiones de profundizar. Esta búsqueda nunca cesa; el dandy es un ser
en eterna vigilancia, necesita absolutamente todo su tiempo para no hacer nada, para no
distraerse en algo que podría sacarle de su propio yo. Es la moral de la no-realización, de la
insatisfacción permanente, ya que el no hacer nada no tiene final posible, es un continuo
derroche sin fin. El hastío proviene de la conciencia de la imposibilidad de cualquier progreso
futuro.

De Edgar Allan Poe toma el fatalismo, otro de los rasgos de la modernidad, y el sentido de
irreversibilidad del destino. Esta idea no es exclusiva de Poe: recordemos que la base de la
novela realista/naturalista es el pensamiento determinista y positivista. El dandismo
precisamente es una reacción ante ello, una búsqueda del dominio sobre sí mismo, de una
posesión completa sobre sí mismo.

También de Poe toma el culto a la noche y el gusto por lo decadente, por la estética enfermiza.
Para él la ciudad es hospital, purgatorio, celda, infierno y prostíbulo. La “gran ramera” donde
crece lo más terrible. La belleza es desgraciada y el mejor ejemplo de belleza viril es Satán.
Las relaciones de Baudelaire con el realismo son contradictorias. Por una parte el poeta rebelde
rechaza una estética surgida de la burguesía inmovilista; por otra parte se deja seducir por su
capacidad expresiva y por ofrecer una visión total de la existencia donde cabe lo sublime pero
también lo más degradado.

– En este sentido la poesía de Baudelaire adquiere la posibilidad de máximo


realismo, en el sentido de introducir en el lenguaje metafórico palabras del
lenguaje contemporáneo, referidas a la realidad inmediata. Así pues hablamos
de realismo en el sentido de un nuevo modo de ver la realidad y una nueva
forma de crear imágenes.

– También se habla de “realismo” en Baudelaire en la temática, donde por


primera vez la gran ciudad, multitudinaria y anónima, se convierte en el paisaje
del poeta. Unas veces el poeta será un dandy que participa de la animación
ciudadana, que se aturde con la vorágine de los espectáculos y las luces, otras
mira a la masa ciudadana desde la oscuridad de su soledad.

• Baudelaire muestra a la burguesía aquellos aspectos de la ciudad que


nunca habían aparecido antes en la poesía, aquellos lugares oscuros,
miserables, degradados por la pobreza. Baudelaire se regodea en esta
miseria, que rodea a los “lisiados de la vida”, que no son sólo los
pobres y los marginados, sino todos nosotros.

– La influencia del realismo supone el “imperativo de la totalidad”, no limitarse a


un hecho o a un aspecto de la realidad, no sólo se intenta dar una imagen total
de la realidad externa, sino también del propio poeta, con todas las paradojas
del ser humano, expresadas en alternancias en los estados de ánimo. Sin
embargo se ofrece una visión despersonalizada del yo poético, que
prácticamente desaparece. En el mundo ideal de la Poesía “no existe ni el Bien
ni el Mal” e incluso del Mal se puede extraer belleza.

La trascendencia es algo tan lejano que nunca va a ser posible alcanzarla. Por eso el mundo es
visto como una prisión opresiva que acaba destruyendo al poeta. En este contexto el viaje surge
como una posibilidad de evasión, nunca como una realidad. Por este motivo los paisajes son
siempre imprecisos.

La mujer. El tema de la mujer varía según la biografía y la experiencia del autor. Encontramos
varios tipos de mujer:

– La mujer natural, abominable, sometida a sus instintos (especialmente los


reproductores). En ella refleja, por ejemplo, las difíciles relaciones con su
madre.

– La mujer vampiro. Es la que inspira el amor carnal y que subyuga por su


belleza y su erotismo al tiempo que es fuente de pecado y de podredumbre
física y moral (ej.- la carroña). Es destructora al tiempo que se destruye a sí
misma. En su retrato hay en ocasiones un toque de sadismo.

– La mujer sensual.-El sexo también puede ser la clave de acceso a un mundo de


sensaciones (correspondencias/sinestesias), al infinito, un mundo donde no
existe ni el bien ni el mal, ni el día ni la noche.
Por una parte la mujer es luz, una puerta a la felicidad, consuelo y esperanza; por otra es
corruptora y destructora.

La belleza de la mujer suele tener un valor de destrucción. La belleza, en general, puede venir
del cielo y del infierno pero, en todo caso, es inhumana en cuanto representa la perfección,
única y fría. De esta frialdad surge la mujer diabólica. En muchos poemas Baudelaire sufre la
crueldad de la fría belleza de la mujer, que lo esclaviza. Otras veces Baudelaire habla a la mujer
como mensajera de lo más alto y puro y la exalta como esperanza de salvación. El poeta habla
desde el hundimiento y el abandono moral y la imagen de la mujer es reproche, pero también
esperanza.

La conciencia del mal.- Baudelaire fluctúa entre el “satanismo” (la corrupción moral del sexo
y las drogas, la vida de bohemia y escándalo) y el anhelo del ideal. El poeta sueña con un
mundo de perfección absoluta. Puede parecer paradójico, pero el poeta maldito sueña con el
Orden. El mundo es visto como un bosque de símbolos que remite a un sentido universal,
imposible de expresar con un lenguaje directo y denotativo. Pero el poeta duda de si podrá
alguna vez ese mundo ideal.

– La conciencia de la caída y de la culpa, de raíz profundamente cristiana, es un


tema recurrente en su poesía y la convierte en una especie de confesión. El
poeta es consciente de su degradación, de que está perdido en el pecado. El
sentimiento más frecuente es la desesperanza vacía (el spleen, l’ennui). Este
vacío existencial impide que el poeta se eleve hacia el ideal, embota su
capacidad y destruye su alma. Baudelaire estaba fascinado por los conceptos de
“pecado original” y “redención a través del sufrimiento, el trabajo y la oración”.
Sentía horror hacia la apatía, la dejadez y la relajación de las costumbres de las
cuales era víctima.

– Dios.- El individuo en Baudelaire está dividido entre Satanás y Dios, atraído


con idéntica fuerza por lo divino y lo diabólico. De esta naturaleza
contradictoria derivan sus experiencias más sublimes y más sórdidas. El
hombre solo es hombre en el punto máximo de tensión entre el bien y el mal. El
poeta, desgarrado por esta contradicción, busca la unidad en la analogía. La
naturaleza es un jeroglífico que debemos desvelar, hay que traducir ese “bosque
de símbolos”. Las percepciones pueden llevarnos a penetrar lo oculto.

Las flores del mal es el libro más importante, complejo y polémico de Baudelaire. Su
publicación le costó el rechazo de la sociedad y un juicio por inmoralidad que perdió y que le
causó graves perjuicios económicos y psicológicos.

Este libro no es un mero recopilatorio de la obra poética de Baudelaire. Los poemas están
ordenados con un sentido. Baudelaire pensó en llamar al poemario Las lesbianas, por
considerarlo la forma más improductiva del amor, pero la amenaza del escándalo público lo
disuadió de su intento.

Su compleja estructura y las diferentes transformaciones que sufrió el libro lo convierten en una
obra mítica, de referencia para los poetas posteriores.
En él se ha tratado de ver un homenaje a la Divina Comedia de Dante, pues el poeta parece
internarse en los diversos círculos de un infierno que lo apartan cada vez más del paraíso, del
ideal, a través del pecado.

El libro va encabezado por un prefacio “Al lector” en el que muestra la superación de la estética
romántica. Tras ese prefacio distinguimos seis partes:

a.- Spleen e ideal.- Muestra al poeta alternativamente buscando ansiosamente el Ideal y cayendo
en el tedio.

b.- Cuadros parisinos.- Contempla la vida de la ciudad y sus habitantes. Contempla el principal
problema de la condición humana: el mal.

c.- El vino.- intenta huir de la realidad a través de paraísos artificiales (el vino, la poesía, el
sueño), pero fracasa.

d.- Las flores del mal.- el centro es la autodestrucción, la voluntad de abrazar el mal y el pecado.
El poeta se hunde en la depravación para extraer de allí su poesía con la esperanza de vencer el
hastío, la angustia del tiempo y la falta de esperanza en la salvación.

e.- Rebelión.- infructuosamente intenta rebelarse contra la divinidad, el destino y la vida.

f.- La muerte.- deseo de desaparecer, de hundirse en lo desconocido, pero con la esperanza de


encontrar alguna respuesta

IV.- MALLARMÉ, RIMBAUD, VERLAINE

Por el libro.

Das könnte Ihnen auch gefallen