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Lograr que los trabajadores y miembros de equipos quieran hacer las cosas no
es tan sencillo como parece en un principio. Para eso hay que encontrar
primero lo que los mueve y después ponerse en acción.
Si ves que tus trabajadores se comportan de manera apática, sin ganas reales de lograr
las metas o simplemente no se sienten atraídos por el proyecto, lo que falta es
motivarlos de manera efectiva. Sin embargo, no todas las personas tienen las mismas
razones para moverse a la acción.
Hay tres reglas básicas del comportamiento que hablan de la motivación y que
sirven como guía para animar a mejorar.
> Reconocimientos, premios que se publican frente a los empleados, traen como
consecuencias que el ánimo se mantenga. Incluso, algunas personas tratan de imitar
este buen comportamiento para obtener logros similares.
> Las críticas negativas siempre son dañinas, tanto para quien las recibe como para
quienes las escuchan. Constantemente van a buscar los más mínimos errores sin
concentrarse en hacer bien las cosas ni en tener iniciativa ni creatividad.
> Aunque se piensa que no es necesario hacer estos reconocimientos bajo la idea de
que "es parte del trabajo", simplemente disminuye el deseo por tener buenos
resultados. Hay muchas maneras de mantener el ánimo, solo hay que encontrar la
mejor manera de apoyar el trabajo de cada persona.
¿Reconocimientos?
Se piensa que equivale a dar un extra sobre el salario, pero no es la única manera de
reconocer el buen trabajo de las personas.
Pueden ser tan costosos o sencillos como lo permita cada organización, lo importante es
motivar a que continúen los buenos resultados.
Ejemplos de reconocimientos:
Políticas de oficina:
Cuando se oponen o no tienen nada que ver el funcionamiento de cada persona y las
políticas de la empresa.
Cuando no se conoce bien lo bienal creer que lo logrado resulta que no obtiene ningún
reconocimiento.
Reuniones improductivas:
Cambios constantes:
El mal hábito de cambiar las metas a cada momento desmotiva a los grupos de trabajo.
Competencia interna:
Lejos de ser sana para impulsar a todos, crea una mentalidad de ser "uno contra los
demás" envez de provocar la unión del equipo.
Falta de información:
Críticas negativas:
Valorar demasiado los errores acaba por dar la sensación de que está cada vez más
lejos del éxito.
Control excesivo:
Al tratar a la gente como niños no les da la responsabilidad del trabajo en sus manos.