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Antecedentes

Todo se remonta a 1845, cuando Henreich Hoffman reparó en la “inestabilidad


motora” que presentaban algunos niños. En los años posteriores, Denoor empezó a
estudiar las características concretas de los mismos, tales como afectividad voluble
(niños que pasan rápidamente de la cólera y rabieta a la caricia), un déficit en los
mecanismos de inhibición conductual y en la atención sostenida y, por último, una
necesidad constante de movimiento y de cambio en su entorno inmediato y estimular.

Un aspecto a destacar de esta época es que la hiperactividad aún no se


consideraba un síndrome y describían a estos niños como “brillantes en algunas áreas
y nulos en otras” (Díaz, 2006).

No es hasta 1902 cuando, un médico inglés llamado Still, realiza una


descripción sistemática de las características del síndrome. Algunas de las
características son fallos en el control moral que no obedecían a deficiencias
intelectuales (Miranda y cols., 1999).

Posteriormente, en 1914 Heuyer consideró la hiperactividad como un síndrome


y en 1923 Vermeylen introduce variables de tipo neurocognitivo y divide a los niños en
dos categorías: armónicos y disarmónicos. Según este autor, los niños hiperactivos
obtendrían pobres resultados en pruebas que miden concentración, pero mejores en
las que mide memoria, razonamiento e imaginación (Díaz, 2006).

En la década de los 60, aparece el concepto de “disfunción cerebral” definida


como un trastorno de conducta y del aprendizaje que experimentan niños con una
inteligencia normal y que se asocian con disfunciones del sistema nervioso central.

En la siguiente década, Douglas afirmó que el principal problema de los niños


hiperactivos era la falta de autorregulación en su comportamiento, el cual se basaba
principalmente en su incapacidad para mantener la atención y su impulsividad
(Miranda y cols., 1999). En esta época surgieron tres distintas posturas
epistemológicas. En primer lugar, se encontraba la postura ecológica; en segundo
lugar, la biologicista y, por último, la postura en la que intervienen las variables
biológicas, psicológicas y sociales (Díaz, 2006).
1. ¿Qué es el TDAH?

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad se debe a un retraso


del desarrollo, que constituye una pauta de conducta persistente caracterizada por
inquietud y falta de atención excesivas y que se manifiesta en situaciones que
requieren inhibición motora (Safer y Allen citado por González, R. 2006).

Los síntomas principales que presenta el TDAH son:

 Inatención,

 Impulsividad

 Exceso de actividad motriz

 Problemas de comportamiento

 Dificultades de aprendizaje

 Déficits en el funcionamiento socioafectivo

Estos síntomas se manifiestan de forma clínica en la actividad social, académica


o laboral.

Cuando hablamos del TDAH nos referimos a un cuadro sintomatológico de base


neurológica que puede degenerar en problemas importantes. Según la APA
(Asociación Americana de Psiquiatría)

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), es diagnosticado


con más frecuencia en los niños, sus síntomas principales son la desatención, la
impulsividad e hiperactividad crónica e inapropiada para la edad del desarrollo (APA,
2000).
2. CAUSAS DEL TDAH / Factores

No se conocen a ciencia cierta los factores que originan el TDAH, pueden ser
biológicos, neurológicos, factores prenatales y perinatales (consumo de tabaco,
consumo de alcohol por parte de la madre durante el embarazo), genéticos o
ambientales.

2.1 Factores neurológicos

Para poder observar las anormalidades del cerebro en niños y la fisiopatología


presente en el TDAH, se utiliza el instrumento de resonancia magnética cerebral (RM),
el cual ha mostrado resultados que hablan de anormalidades estructurales de algunas
regiones del cerebro relacionadas con este trastorno (Castellanos y cols. 2004).

En relación al volumen cerebral total, varios estudios realizados en los últimos


años encontraron una reducción significativa del volumen total cerebral en niños con
TDAH. Por ejemplo, en un estudio que constaba de una muestra de 291 niños y
adolescentes, se encontró que el volumen cerebral total fue 3,2% más pequeño que el
Grupo Control, incluso en aquellos niños con TDAH que no se habían medicado
previamente (Castellanos y cols. 2004).

Por otro lado, durante largo tiempo, las áreas prefrontales del cerebro se han
asociado con este trastorno. Normalmente, la CPF derecha es ligeramente mayor que
la izquierda (Weinberger y cols. citado por Castellanos, F. y cols.). Sin embargo, esta
región es más simétrica en TDAH, incluyendo una reducción de la sustancia gris y de la
sustancia blanca en la corteza prefrontal derecha (Overmeyer, S. y cols. citado por
Castellanos, F. y cols.).

Además, se han encontrado anormalidades en las estructuras del cerebelo. Se


demostró que los volúmenes de los hemisferios cerebelosos son más pequeños, y que
éstos se mantenían durante la adolescencia (Castellanos y cols. 2004). Como dicho
órgano es el responsable de las tareas motoras y perceptivas, por tanto tareas de
control motor e inhibición motor son una causa de dicho trastorno. (Mackie, S.).En
concreto, que el vermis superior es de menor tamaño (Castellanos y cols.2004). Lo que
conlleva a una asociación de déficits en la orientación y la atención.

A su vez, parecen existir evidencias acerca de la relación entre los traumatismos


craneoencefálicos tempranos que ocasionan lesiones cerebrales y el desarrollo de
TDAH secundario (citado por Castellanos y cols. 2004). En concreto, el TDAH se ha
asociado con un aumento de los eventos prenatales y perinatales adversos
(Mielberger, S. y cols. citado por Castellanos y cols. 2004)

Las lesiones cerebrales predisponen de una mayor vulnerabilidad al niño a


sufrir complicaciones psicológicas, en lugar de ocasionar trastornos particulares como
por ejemplo TDAH. Las lesiones cerebrales no tienen porqué ser las causas necesarias
para que se desencadenen los síntomas de dicho trastorno, así como tampoco los
problemas conductuales. (González, 2006).

2.2 Factores prenatales y perinatales

El medio ambiente prenatal y las complicaciones durante el embarazo son una


de las causas que influyen en el desarrollo de los trastornos de la conducta infantil. En
los casos de niños prematuros con bajo peso al nacer e infecciones neonatales tienen
más posibilidades de desarrollar problemas conductuales y TDAH. El abuso del alcohol
durante el embarazo también predispone a la hiperactividad y es responsable de
déficit de atención además de otros trastornos y problemas.
2.3 Factores genéticos
En cuanto a las influencias biológicas, los datos sugieren que hay una
contribución genética (Whalen, 1989).

 Un gran número de padres de niños hiperactivos mostraron signos de


hiperactividad durante la infancia.

 Los niños hiperactivos, comparados con sus compañeros normales,


tienden más a tener hermanos que son también hiperactivos.

 Los hermanos completos de niños hiperactivos muestran un patrón de


conducta hiperactiva con mayor frecuencia que quienes solo son
hermanos por uno de los padres.

Se ha sugerido que hay una relación entre niños hiperactivos y trastorno


afectivo, alcoholismo y conducta antisocial en los padres u otros familiares de primer
grado.

2.4 Factores ambientales

No se puede afirmar que los factores ambientales influyan de forma directa en


la aparición del trastorno, pero sí hay que tener en cuenta las influencias psicosociales.
El bajo nivel socieconómico y las características de trabajo u ocupación profesional de
los padres y la situación familiar se relacionan con los problemas de conducta
observados en los niños.

En los últimos años se estudia la posibilidad de que la hiperactividad se vea


afectada por las influencias físicas ambientales, ya que se cree que el plomo ambiental,
la alimentación (aditivos, colorantes y azúcares) puede influir en los pacientes
(González, 2006).
3. Tipos

A lo largo de varios años se ha intentando diferenciar clínicamente la


hiperactividad según los síntomas presentados en los pacientes, para realizar una
clasificación de los diferentes tipos. Según la cuarta versión del Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV; APA, 1995), existen diferentes subtipos
de hiperactividad, los principales tipos son:

 Con predominio de hiperactivo-impulsivo

 Con predominio del déficit de atención

 Tipo combinado y no especificado


3.1 Con predominio de hiperactivo-impulsivo

Por un lado, podemos definir la hiperactividad con predominio hiperactivo-


impulsivo como un trastorno de comportamiento asociado a la afectación en el
sistema atencional especialmente en lo referente a los mecanismos de control que
rigen en la atención sostenida y selectiva (Etchepareborda, 2000). Algunas de las
características asociadas a este subtipo son:

 Menear manos o pies o moverse constantemente en el asiento

 Dificultad para mantenerse sentado

 Trepar o corretear excesivamente

 Dificultad para jugar tranquilamente

 Estar en continuo movimiento

 Hablar en exceso

 Contestar abruptamente

 Dificultad para esperar su turno

 Interrumpir a los demás


Caso Práctico LUIS

Además de ser inatento y distraído, Luis es eléctrico: no se está quiero nunca.


Siempre ha sido así. En casa todo lo hace apresuradamente y tropieza con lo que
encuentra en el camino. Ya ha tirado a su hermana varias veces. Si tengo visita o estoy
hablando por teléfono, interrumpe y no desiste de hacerlo hasta que le presto
atención. Para que coma, es un problema; no se queda sentado. A veces trata de
servirse la comida sin fijarse y gira las cosas que están en la mesa. Es muy difícil
ponerlo a estudiar. Su abuela dice que es un “trasero de mal asiento” y tiene toda la
razón. Ella me ha dicho que tenga paciencia, que el papa del chico era así. Deja de
estudiar por cualquier cosa: para ir al baño, atender a su hermana, contestar el
teléfono, o ayudarme en la cocina. Siempre tiene una excusa. Tengo que obligarlo
hacer algunos deberes. Nuevamente porque no se fija en las instrucciones o hace lo
que quiere y no lo que se le pide. Cuando va conmigo en el coche, me pone nerviosa.
No quiere usar el cinturón de seguridad se pasa hablan do o moviéndose de un asiento
a otro, insistiendo en sacar a su hermana del asiento para jugar con ella.

Es un líder y los niños del vecindario lo buscan para jugar, sin embargo, muchas
veces los juegos terminan en discusiones o peleas porque siempre quiere ser el que
manda. Tan pronto, las maestras me ven en la escuela salen de la clase a decirme que
interrumpe, se pasa hablando, que no espera su turno, que camina por la clase y que
no sigue las reglas. A menudo
me lo dicen frente a otras personas
lo cual me avergüenza. El
otro día lo expulsaron
porque empezó a dar vueltas con la
cartera en la mano, a toda
velocidad, en medio del pasillo.
Tiro sin querer a un niño e hizo
daño a otro que entraba por la
puerta en ese momento. ¡Es tremendo! En casa lo hemos regañado, castigado y le
hemos pegado por todas las cosas que hace, pero nada parece funcionar. Promete no
volver hacerlas, lo dice con sinceridad, pero al rato está en las mismas.
Etapa de la niñez media y pre adolescencia

Para la niñez media y la pre adolescencia, es decir, de 6 a 12 años de edad, el


patrón de hiperactividad-impulsividad se refleja en la tendencia a responder más a las
características del momento que a las directrices que han recibido o a las reglas o
nomas establecidas para la situación.

Es muy alta la propensión a levantar la mano sin saber la contestación a una


pregunta o a contestarla fuera de turno; a empujar o a tratar de colarse al hacer la fila;
a actuar antes de que le terminen de explicar las instrucciones; a interrumpir; a no
anticipar los riesgos o consecuencias de sus acciones; a esperar que se les complazca
en el momento, y a no trabajar hacia metas y recompensas a largo plazo. En
momentos o situaciones en que es necesario estar sentado, la dificultad para
mantenerse quiero continúa siendo un reflejo de la inhabilidad para regular el
comportamiento. Conductas tales como salirse del asiento o arrodillarse en éste, jugar
nerviosamente con las manos, tocar objetos, mover los pies, retorcerse o
contorsionarse en el asiento, hablar, mirar a los lados o hacia atrás, son
manifestaciones de esta inhabilidad.
3.2 Con predominio de déficit de atención

Por otro lado, la hiperactividad con predominio del déficit de atención es un


síndrome neurobiológico caracterizado por la presencia de un desarrollo inapropiado
de los mecanismos que regulan la atención, la reflexividad y la actividad (Miranda,
1999). Las características más destacadas son:

 No lograr fijar la atención en los detalles

 Dificultad para sostener la atención en tareas u otras actividades

 No prestar atención cuando se le habla

 No seguir instrucciones de principio a fin

 Perder las cosas

 Dificultad para organizarse

 Evitar tareas que requieren esfuerzo mental

 Distraerse fácilmente

 Ser olvidadizo
Caso Práctico IGNACIO

Mi hijo Ignacio tiene ocho años. Es un niño tranquilo y respetuoso, tanto en casa como
en la escuela. A pesar de que se comporta bien, en casa hay
mucha tensión cuando tiene que hacer los deberes de la
escuela. Me lleva tiempo encontrar los deberes para el día
siguiente. Si los copia, no siempre están completas las
instrucciones o no se encuentran en la libreta
correspondiente. No sé qué estudiar con él o cómo repasar, ya que no termina los
trabajos en clase o deja los libros y las libretas. Es como si a él no le importara, aunque
se pone contento cuando obtiene buenas notas. Se pasa el día soñando despierto o,
como dicen, “perdido en el espacio”. No lo puedo dejar sólo porque cualquier cosa lo
distrae, ya sea un mosquito o los ruidos de la calle. Lo que otros niños hacen en media
hora, nos lleva hora y media. Es como si no escuchara o no siguiera las instrucciones.
La maestra me está volviendo loca enviándome notas y avisos en sus libretas. Si sigue
así, no va a pasar de curso.
Etapa de la niñez media y la pre adolescencia

Ya en la edad escolar, la dificultad para prestar atención se observa de forma más


definida en aquellas situaciones o actividades consideradas como poco estimulantes,
repetitivas o tediosas como, por ejemplo, al pedirle que lleve a cabo algunos
quehaceres del hogar propios de edad y al hacer los deberes del colegio. La dificultad
para sostener la atención se manifiesta, sobre todo, en tareas o actividades que
requieren esfuerzo o persistencia. En esos momentos cualquier cosas interrumpe el
proceso de atender a lo que está haciendo. La experiencia en el hogar y en la escuela
es que hay que estar encima de él para que haga las cosas. Los niños con esta
dificultad son descritos como “confundidos”, “aislados”, “soñando despiertos” o “con
la mente en blanco”. En contraste, logran concentrase más en programas de televisión
de mucha acción o en juegos electrónicos. Estos programas o juegos están diseñados
para ser estimulantes y lograr capturar la atención del niño. Este hecho confunde a los
padres, maestros y otros profesionales, ya que el término deficiencia de atención
comunica erróneamente la idea de que el niño con esta condición no puede prestar
atención a nada. Éste no es el caso. La dificultad es más sobresaliente en situaciones
que consideran aburridas o tediosas y que requieren esfuerzo mental sostenido.

Además de distraerse con facilidad, mucho más de lo típico para la edad, los niños y
adolescentes con dificultades atencionales demuestran la tendencia a no fijarse en los
detalles de las tareas que tienen que hacer o a cometer errores tontos por descuido.
También demuestran la tendencia a ser olvidadizos, desorganizados y a perder cosas
necesarias para el trabajo escolar. En ocasiones, han hecho correctamente sus tareas
escolares pero tal vez no las llevan a la escuela. Si las llevan, no las encuentran o, aún
encontrándolas, olvidan entregarlas a los maestros.
3.3 Tipo combinado

Por último, el de tipo combinado incluirá las características de los dos tipos
mencionados arriba.
4. OTRAS CARACTERÍSTICAS IMPORTANTES DE LOS NIÑOS (6-
12) CON TDAH

Aunque cada cual es diferente, los niños y niñas que cumplen con los criterios
diagnósticos del TDAH suelen presentar otra serie de características similares.

 Dificultad para actuar de acuerdo a las reglas

 Variación de la conducta de acuerdo a la situación

 Variabilidad e inconsistencia en su desempeño

 Dificultad para motivarse

 Demanda de atención

 Dificultad para persistir

4.1 Dificultad para actuar de acuerdo a las reglas

Una característica importante es la dificultad del niño así diagnosticado para


seguir instrucciones y cumplir con el conjunto de reglas establecidas, al compararse
con otros niños de la edad. Esto se puede observa cuando padres, madres o maestros
le dan instrucciones al niño o niña y éstas tienen muy poco efecto para conseguir que
se haga lo que se ha pedido.

Las instrucciones, los mandatos o las reglas establecidas (“Estudia cuando


llegues a casa”) no parecen regular, controlar o dirigir la conducta indicada. Más aún,
los premios, regaños o castigos no parecen tener un efecto duradero. Los padres y
maestros se encuentran atrapados en un constante repetir las instrucciones o, en
ocasiones, en un patrón continuo de gritos, amenazas y castigos.
4.2 Variación de la conducta de acuerdo a la situación
La conducta inatenta, hiperactiva o impulsiva de los niños puede variar de
acuerdo a las características de la situación en que se encuentren.

Por ejemplo, ellos puede que se comporten mejor en situaciones de uno a uno,
cuando hacen tareas que disfrutan, cuando son supervisados, cuando esperan un
premio por comportarse bien y cuando están con sus padres, en comparación con sus
madres.

Esta variación puede ser interpretada erróneamente como que el niño no se


esfuerza lo suficiente para controlar la conducta o prestar atención. En ocasiones esta
variación puede llevarnos a responsabilizar a otra persona por la conducta del niño.

Por ejemplo, los padres encuentran que el hijo se comporta mejor con ellos que
con las madres. Esto les lleva a concluir que la madre no sabe manejar adecuadamente
al niño y que se pone “histérica” con él sin razón. No obstante, el hecho de que los
hijos tienden a comportarse mejor con el padre puede estar asociado a que los padres
son, quizás, más directivos o bruscos en las prácticas disciplinarias. Además es posible
que no estén a cargo de ellos en los momentos críticos del día, como el período de
levantarles por la mañana y de hacer las tareas escolares.

4.3 Variabilidad e inconsistencia en su desempeño


IRENE

“Hay momentos en que se comporta bien, presta atención en clase, hace las cosas con
cuidado y hasta saca sobresaliente en los exámenes. En otros momentos demuestra
todo lo contrario. Ella puede, pero no quiere. Lo que tiene es vagancia”

Esta variabilidad en el comportamiento y el desempeño, que a


veces se observa de momento a momento o de día a día parece ser una
característica importante en los niños con TDAH.
4.4 Dificultad para motivarse

Respecto a la dificultad para motivarse en los niños y niñas, es como si existiese


una barrera que se interpone entre el niño o niña y los esfuerzos de los adultos para
motivarle mediante recompensas y castigos. Es como si algo no le permitiera al niño
asimilar las consecuencias reforzantes o penalizantes de su conducta.

4.5 Demanda de atención

Como seres humanos, necesitamos recibir atención, apoyo, cariño y


consideraciones especiales de las personas que nos rodean. A medida que crecemos
aprendemos a no demandar tanto la atención de los demás.

Los niños con la condición de hiperactividad no parecen desarrollar tan bien


esta capacidad. “El comportamiento sobreactivo, la conversación continua, la
tendencia a manipular situaciones, la insistencia a ser complacidos al momento, las
rabietas frecuentes, la tendencia a “lucirse” con los amigos y las acciones arriesgadas o
potencialmente peligrosas, absorben la atención de las personas a su alrededor. Esta
demanda de atención puede perturbar, confundir, agotar emocionalmente y dejar
cansados a los padres y maestros.

5. ¿A cuántos niños afecta el trastorno? Diferencias según el


género
Estudios actuales afirman que el trastorno de déficit de atención con o sin
hiperactividad es el trastorno con mayor incidencia en la infancia. Se puede afirmar
que al menos un niño de cada aula puede presentar TDAH independientemente del
entorno y del lugar del mundo en que se encuentre.

La incidencia del TDAH es mayor entre niños que entre niñas, con una
proporción de cuatro niños por cada niña. Existen diferencias entre los niños y niñas
hiperactivos.

Ambos tienen problemas sociales pero las dificultades de los niños son más
visibles ya que su comportamiento suele ser más desobediente y son físicamente más
agresivos. Éstos presentan un mayor grado de hiperactividad-impulsividad, lo que
conlleva a conductas molestas, desorden, falta de pulcritud, comportamientos
impulsivos-agresivos con los demás compañeros y compañeras, pudiendo incluso
llegar a enfrentarse con la maestra o maestro.

Por su parte, las niñas, cuentan con problemas cognitivos y de lenguaje, siendo
su evolución más positiva. Éstas presentan problemas de rendimiento académico,
sintomatología ansiosa o depresiva y no acostumbran a mostrar conductas molestas.
De esta manera, la detención del TDAH en las niñas es más difícil.
NIÑOS NIÑAS
Es más fácil la
detención del TDAH
La detención del
Son más TDAH en las niñas es
desobedientes más difícil
Son más agresivos Presentan problemas
Predominio de cognitivos y de
hiperactivos- lenguaje
impulsivos Problemas en el
Presentan conductas rendimiento
más molestas académico
No suelen mostrar
conductas molestas
6. EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO

6.1 ASPECTOS GENERALES

6.1.1 ¿Quién detecta el problema?

Normalmente son los padres y madres los que manifiestan no poder o no saber
dirigir el comportamiento de su hijo o hija. Así mismo, los docentes también observan
y detectan que un alumno no sigue el ritmo esperado y presenta graves problemas de
comportamiento.

6.1.2 ¿Quién ha de realizar el diagnóstico?

La evaluación de un niño, en nuestro caso de 6 a 12 años y su diagnóstico de


TDAH son procesos complejos que deben ser realizados por profesionales, tales como
psiquiatras, neurólogos y pediatras especializados en neurodesarrollo.

6.1.3 ¿Cómo se lleva a cabo?

Los profesionales, en primer lugar, deben realizar una evaluación para


descartar otros problemas que pueden provocar síntomas de inatención, impulsividad
e hiperactividad, y simplemente se parecen a los del TDAH.

Para establecer la evaluación y el diagnóstico, el profesional tendrá que recabar


la información de los padres y madres sobre el comportamiento de niño o niña y de los
docentes sobre el comportamiento y rendimiento del niño o niña, y a su vez,
comparándolo con el de otros niños y niñas de su misma edad, así como del mismo
niño para averiguar cómo se ve a sí mismo.
Es habitual que el profesional haga responder uno o más cuestionarios (con
preguntas sobre el niño) a los padres y madres, docentes y al mismo niño.

También pueden facilitársele tests (al niño), que le ofrecerán más información,
sobre todo para poder descartar que los problemas de rendimiento escolar o de
comportamiento no se deben a otras cuestiones. Generalmente tendrá que realizar un
test de inteligencia y responder a otros cuestionarios para valorar el rendimiento.
6.2 LA EVALUACIÓN

6.2.1 ¿Cuándo es necesaria la evaluación?

La evaluación es necesaria cuando la dificultad del niño o niña para prestar


atención y autorregular su comportamiento tiene consecuencias negativas para él y
para las personas que le rodean. Éstas pueden ser:

Sentimientos de malestar
Trabajo escolar inconsistente o por debajo de lo esperado
Dificultades para seguir las reglas establecidas en el hogar y la escuela
Dificultades para relacionarse o ser aceptado por los demás
Conductas que ponen en riesgo su seguridad o la de otras personas

A veces, los padres y madres están tan involucrados emocionalmente con sus
hijos e hijas que no se dan cuenta de sus dificultades. Además, aunque conocen a sus
hijos e hijas y los tienen gran parte del día en el hogar, deben reconocer que ellos
también se desenvuelven en otros contextos, como la escuela, donde las exigencias
pueden ser diferentes a las requeridas en el hogar. Es posible que tanto algunas
dificultades, así como ciertas habilidades puedan ser más evidentes en la escuela. Es
por ello que hay que escuchar con atención las observaciones y recomendaciones de
otras personas con experiencia, sobre todo de los docentes. Algunas de estas
observaciones puede que causen dolor a los padres y madres.

6.2.2 El momento de la entrevista

Como ya hemos comentado, es habitual que la entrevista se haga tanto al


padre y madre, como al niño. En este caso, nos vamos a centrar en la entrevista de la
evaluación en los niños y niñas de 6 a 12 años únicamente.

En el momento de la entrevista del niño o niña con el profesional, es posible


que se sienta angustiado, confundido y avergonzado al hablar con el médico o
psicólogo concreto, dado que hablarán de porqué se comporta mal en el hogar y en la
escuela.

En los niños y niñas de esta edad, es habitual que piensen que algo malo le está
sucediendo. En este momento, hay que explicarle al niño o niña que le ayude, y para
que todos puedan entender mejor sus sentimientos y su forma de actuar. Así, lo
importante es que el niño o niña entiendan que esto es para buscar soluciones a todas
las situaciones difíciles que surgen en el hogar o en la escuela.

El evaluador querrá conocer los intereses y pasatiempos favoritos, sus


experiencias en la escuela, la relación con sus compañeros, las percepciones que tiene
acerca de algunos de los problemas que han surgido y las cosas que le gustaría cambiar
o mejorar en el hogar y en la escuela. Esta información será analizada al detalle ya que
a menudo los niños y niñas de esta edad no tienen la capacidad para identificar sus
dificultades.

A través de la entrevista, las técnicas especializadas, la administración de test u


otros procedimientos, el profesional conocerá como se siente el niño hacia sí mismo y
hacia los demás miembros de la familia y qué aspectos de su vida en el hogar y en la
escuela son positivos y cuales negativos para él.

6.2.3 Aspectos psicoeducativos

Aunque el TDAH no se diagnostica por medio de pruebas, la evaluación de la


que hemos hablado anteriormente, implica también examinar las habilidades
intelectuales y las destrezas académicas del niño o niña. Para ello, es necesario
administrar diferentes pruebas.

Los niños y niñas (6-12 años) que presentan TDAH tienden a obtener una
puntuación menor en su cociente de inteligencia. Estas puntuaciones más bajas
pueden estar asociadas a la impulsividad y a la falta de atención del niño o niña al
realizar la prueba. Además, hay que añadir que si la evaluación intelectual se hace con
instrumentos inadecuados, en menos de una hora por ejemplo, o en ambientes llenos
de distractores, el niño o niña con TDAH puede obtener un resultado muy por debajo
de lo esperado para su edad.

La evaluación de las habilidades intelectuales y de las destrezas de


lectoescrituras y matemáticas puede ser muy importante. Este tipo de evaluación
permite examinar si el nivel de aprovechamiento académico del niño o niña o su
predisposición a la distracción, hiperactividad-impulsividad durante el periodo de
estudio en el hogar o en la escuela, están asociados a exigencias académicas que no
corresponden con sus habilidades o capacidades.

6.2.4 Aspectos médicos

La evaluación antes descrita queda incompleta si no se incluye la evaluación


médica al niño o la niña. Esta evaluación se lleva a cabo a través de una entrevista, el
examen físico y pruebas de laboratorio.

La entrevista incluirá algunas preguntas parecidas a las comentadas en los


puntos anteriores. Sin embargo, el médico dará más énfasis a descartar los efectos
secundarios de medicamentos u otras condiciones médicas que pudieran explicar las
conductas de falta de atención y de hiperactividad-impulsividad. Esta evaluación es
importante, porque en ocasiones, algunos síntomas del TDAH pueden estar asociados
a un daño cerebral entre otras razones.

En el examen, el médico hará un estudio adecuado de posibles problemas


neurológicos. Además, tomará medidas de la estatura, el peso, y la circunferencia de la
cabeza del niño o niña. Con toda probabilidad, medirá la presión sanguínea y
descartará dificultades visuales, auditivas o de otro tipo. Finalmente, es muy probable
que el doctor solicite algunos análisis de laboratorio.

6.2.5 ¿Quién debe hacer la evaluación?


Es imposible que la evaluación pueda ser realizada únicamente por un solo
profesional. Diversos profesionales deben trabajar de manera cooperativa para lograr
la evaluación descrita previamente.

El psicólogo clínico especializado en niños y niñas (en este caso, especialmente


de 6 a 12 años) y el psicólogo escolar están cualificados para la evaluación de los
desórdenes emocionales, de conducta o de aprendizaje.

El psiquiatra de niños y niñas es un médico que se especializa también en la


evaluación y los problemas de la niñez (media). Este profesional puede ofrecer
tratamiento al niño o niña, además de prescribir medicamentos cuándo éstos son
parte del tratamiento. No es parte de su especialidad, por ejemplo, administrar
pruebas de inteligencia, educativas o neuropsicológicas.
6.2 EL DIAGNÓSTICO

En su momento, el profesional deberá estudiar la información obtenida en las


entrevistas, así como los resultados de las pruebas o los cuestionarios administrados y
los hallazgos de la evaluación médica. Con el propósito de establecer el diagnóstico, los
profesionales especializados en el TDAH siguen los siguientes pasos:

Primero, determinar, a base de toda la información, si los comportamientos de


inatención, sobreactividad e impulsividad del niño o niña son propios de la edad que
nos incumbe (6-12 años) o si constituyen un patrón persistente que es más frecuente y
severo que lo que se observa típicamente en niños y niñas que se encuentran en una
etapa comparable de desarrollo.

Segundo, descartar la presencia de otras condiciones médicas (por ejemplo


epilepsia) o emocionales (por ejemplo depresión) que pudieran estar contribuyendo a
que el niño o niña demuestre síntomas de inatención e hiperactividad-impulsividad
parecidos a los que definen el TDAH.

Tercero, determinar si estos comportamientos atípicos se ajustan a los criterios


diagnósticos establecidos para el TDAH.

Cuarto, establecer si el niño o niña presenta TDAH.

Quinto, identificar qué otras condiciones ocurren conjuntamente o acompañan


al TDAH (por ejemplo, inhabilidades específicas en el aprendizaje, pobres destrezas
sociales, problemas de conducta, problemas emocionales) y qué dificultades están
presentes en la familia y en la escuela del niño o niña.

Sexto, diseñar un plan de trabajo que incluya el tipo de tratamiento psicológico


y médico a seguirse para el niño o niña. Este plan debe tener en cuenta especialmente
las fortalezas y debilidades del niño o niña.

Séptimo, comunicar claramente la conclusión diagnostica y el plan de trabajo a


los padres y madres y a otros profesionales implicados. En el caso de que podría
aportar beneficios al niño o niña, también se le puede comunicar al mismo.
6.2.1 Discusión de la evaluación

Los padres y madres de niños o niñas con TDAH, en el momento de discusión


de la evaluación suelen sentirse angustiados y preocupados. El profesional debe usar
un lenguaje adecuado para que los padres puedan entender todo y aclaren sus dudas,
y debe así mismo, disponer de todo el tiempo necesario para que acepten y entiendan
la opinión diagnóstica.

El siguiente paso, es que los padres y madres sigan las recomendaciones


incluidas en el plan de tratamiento diseñado por el profesional.

El profesional debe dar un informe escrito con los resultados y las


recomendaciones que se deben seguir a la hora de tratar al niño. Además, este
informe también puede servir de ayuda para los docentes del niño o niña.

6.2.2 Explicación de los resultados al niño

Los niños y niñas entre 6 y 12 años deben recibir una explicación clara y sencilla
de sus dificultades. La mejor manera de hacerlo es la siguiente:

 El niño debe recibir una explicación clara y sencilla, por medio de


conversaciones relativamente cortas.

 Hay que animar a que el niño o niña participe activamente en la


conversación, a hacer preguntas, a explicar sus preocupaciones y a
aportar sus ideas.

 El objetivo de la explicación es que pueda entender los problemas con


que se enfrenta como resultado de las dificultades que tiene para
mantener la atención, inhibir los deseos, controlar la actividad y
autorregular la conducta.

 El objetivo no deber ser comunicar que él tiene una enfermedad.

 Hay que dejarle claro al niño o niña que cada persona es diferente, y
que hay niños que tienen cualidades o habilidades para hacer unas
cosas y dificultades para hacer otras. Es necesario dar ejemplo para que
un niño o niña con TDAH de esta edad pueda comprenderlo mejor.

 También se le puede explicar al niño o niña con TDAH, con muchos más
niños y niñas tienen dificultad para prestar atención porque sus
pensamientos saltan rápidamente de una cosa a otra. Además, tienen
dificultad para “frenar” y pensar lo que van a hacer o a decir antes de
hacerlo. Se les hace muy difícil también mantenerse quietos y como que
tienen un motor que los mantiene muy activos gran parte del tiempo.
Aquí, es cuando hay que explicarle que él es uno de esos niños.

 Hay que hacer énfasis en que él o ella no son los únicos que tienen estas
dificultades. Se le puede poner de ejemplo a atletas, estrellas de cine,
futbolistas… que tienen o que tenían cuando eran pequeños las
dificultades que él tiene ahora.

 Hay que enseñarle a aprender estrategias para que los problemas o


dificultades que tiene no le afecten tan a menudo.

 El niño o niña tiene que saber claramente que no tiene una enfermedad,
que es tan saludable como los demás niños.

 Hay que hacerle ver que no hay razón para sentirse avergonzado de
tener estas dificultades.
 El niño tiene que saber que es normal sentirse frustrado, con ira o
desanimado y que es mejor conversar sobre ello para sentirse mejor.

 Hay que explicar también que sus dificultades pueden tener aspectos
positivos.

 El niño o niña debe sentir que goza de cariño y reconocimiento por


parte de los que le rodean sin importar sus problemas.

 Siempre se debe terminar cada conversación haciendo énfasis en las


cualidades y habilidades de niño o niña y que se sienta apoyado.
EVALUACIÓN MULTIDISCIPLINARIA Y DIAGNÓSTICO

Información de los padres, del niño o niña y de


los docentes

Evaluación

FAMILIA ESCUELA

NIÑO O NIÑA
Preocupaciones Recursos
p
Estrés familiar Habilidades intelectuales Exigencias

Comunicación Problemas de conducta Estilos


educativos
Estilos Destrezas Sociales
educativos Disposición a
Niveles curriculares ayudar
Recursos
Recursos

Condiciones físicas

Problemas emocionales

Diagnóstico

Discusión de la evaluación y plan de acción con


los padres y maestros. Explicación de los
resultados al niño o niña
7. ESTRATEGIAS DE CONTROL

7.1Aplicación de consecuencias positivas

Aplicación de consecuencias positivas

Definir las Establecer Sistema de


conductas prioridades puntos
deseadas

Usar consecuencias Acuerdos


Planificar positivas

Algo que recibe gran importancia, es que es necesario aprender a trabajar con
el comportamiento del niño que presenta TDAH y que el niño, a su vez, ponga en
práctica las estrategias adecuadas. Esto ayuda a que el niño entienda las consecuencias
de su comportamiento y aprenda poco a poco la necesidad de asumir responsabilidad
por éste.

Con las estrategias que vamos a explicar a continuación, los niños y niñas
(especialmente entre 6-12 años) van a aprender a ser estructurados y organizados,
establecer prioridades, planificar, canalizar energías…

Las siguientes estrategias son fáciles de aprender, pero son difíciles a la hora de
implantarlas día tras día.

7.1.1 Establecer prioridades

Hay que seleccionar bien las conductas a manejar. Si se intenta manejar o


modificar de inmediato todas y cada una de las conductas inadecuadas del niño o la
niña, puede llegar a ser un rotundo fracaso.
De esta manera, se deben establecer conductas que tienen prioridad. Se deben
seleccionar dos o tres conductas, que al mismo tiempo, puedan ser supervisadas por
los padres y madres y por los docentes

Por ejemplo, la conducta de estar mal sentado en el asiento puede que no


interfiera en alimentarse bien o con aprender en la escuela. Por tal razón, puede que
esta conducta no tenga una prioridad muy alta, y que por otro lado, la conducta de
esforzarse por aprender tenga mayor importancia.

7.1.2 Definir las conductas deseadas

Las conductas seleccionadas deben definirse en forma muy específica e


indicando lo que niño debe hacer. Hay que describir estas conductas de modo que el
niño o niña pueda entenderlas.

Por ejemplo, vamos a suponer que la conducta desead es que el niño o niña
debe salir de casa a la hora establecida. Para ello, este comportamiento debe definirse
describiendo lo que el niño o niña debe hacer: levantarse de la cama, lavarse la cara y
cepillarse los dientes, vestirse, desayunar y estar listos con los libros a la hora indicada.

7.1.3 Planificar para intervenir a tiempo en situaciones problemáticas

Es necesario planificar para aquellas situaciones en las cuales el


comportamiento del niño o niña tiende a ser más inapropiado o difícil de manejar.

Para ello hay que identificar situaciones, repasar con el niño o niña con TDAH
las reglas que debe cumplir y las conductas que debe llevar a cabo, y explicarle las
consecuencias positivas o negativas que recibirá si obedece o no las reglas.
7.1.4 Usar consecuencias positivas

Para favorece a que los niños o niñas con TDAH tengan un buen
comportamiento, se le puede ayudar con recompensas o lo que es lo mismo,
reforzadores. Esto ayuda a motivarles en las demás tareas y que por lo tanto sigan
adquiriendo un buen comportamiento.
Los reforzadores pueden ser sociales, tangibles, o de actividad. Éstos no tienen
que ser muy elaborados ni costosos, sino todo lo contrario, mientras más naturales o
propios de las actividades diarias mejor.
Ejemplos de reforzadores:

HOGAR ESCUELA
Ver la televisión Tiempo libre
Reconocimientos Servir de mensajero
Jugar con los amigos Ayudar a recoger
Palmadas en el hombro Reconocimientos
Ayudar hacer palomitas Gestos de aprobación
Correr en bicicleta Juegos de mesa
Acostarse un poco más tarde Estrellas, sellos, puntos
Comprar un juguete

7.1.5. Sistema de fichas, bonos o puntos

Es un sistema mediante el cual, en muchas ocasiones, es más fácil manejar el


comportamiento del niño. Este sistema trata de que en un cartel se escriban las dos o
tres conductas identificadas, ahí se escribe también lo que tiene que hacer para ganar
las fichas, las estrellas o los puntos. Las fichas, las estrellas o los puntos obtenidos
pueden usarse para ganar privilegios o recompensas adicionales.

Los sistemas mencionados pueden utilizarse en el hogar, así como en


colaboración con la escuela.

A continuación, vamos a incidir un poco más en los niños y niñas con TDAH
entre 6 y 12 años, en lo que se refiere a estos sistemas.
Sistema de bonos para niños y niñas entre 6 a 8 años

 Describir claramente las conductas importantes que se desean


desarrollar en el niño.
 Darle de uno a tres bonos cada vez que las lleve a cabo, dependiendo
del grado de dificultad de la conducta.
 Puede pegar esos bonos en “cartillas” que a su vez, puede colorear.
 Cuando el niño gana el bono, es favorable felicitarle por su buen
comportamiento.
 Cuando la cartilla esté llena, el niño puede recibir un regalo
(previamente acordado)

Sistema de puntos para niños y niñas entre 8 a 12 años

Para niños y niñas con TDAH de estas edades, es más recomendable utilizar el
sistema de puntos.

 Establecer prioridades e identificar las conductas más importantes.


 Estas conductas deben definirse claramente.
 Explicar el sistema al niño o niña y hablar de las conductas que se van a
desarrollar.
 Acordar con el niño o niñas los privilegios que podrá adquirir con los
puntos ganados.

Un ejemplo sobre el sistema puntos puede ser el siguiente;


CONDUCTAS V
A
A L M MX J V
L
MEJORAR O
R
1. Se levanta al despertarle 1 0 1 1 1 0
2. Se lava la cara y los dientes 1 1 0 1 1 1
3. Se viste 1 1 1 1 1 1
4. Desayuna 1 1 1 1 1 1
5. Está listo para salir a tiempo 1 1 0 1 0 1
TOTAL DE PUNTOS 5 4 3 5 4 4

También debe estar presente al lado del anterior cartel, otro donde se
establezcan los privilegios que puede conseguir con los puntos ganados.

PRIVILEGIOS POR LOS PUNTOS GANADOS Puntos

Hacer palomitas de maíz 3

Comprar paquete de chicles 3

Media hora adicional de ver la televisión antes de acostarse 5

Oportunidad de jugar con su videojuego durante una hora 5

Comprar un paquete de cromos 5

Comer un pastelito de chocolate 5

Ir a por un helado 5

Ver una película con mama 5

Ir al parque de atracciones el fin de semana 20


Sistema de puntos en colaboración entre el hogar y la escuela

El sistema de puntos puede extenderse para comportamientos que desean


mejorarse en la escuela. Los puntos que el niño gana en la escuela pueden utilizarse
para conseguir reforzadores o privilegios en el hogar.

 Los docentes y los padres deben reunirse y gestionar así la colaboración


mutua.

 Los docentes deben entender y llevar a cabo también el sistema de


puntos.

 Se debe preparar una ficha para que los docentes rellenen a diario sobre
las conductas del niño.

 El niño o niña debe encargarse de traer el informe al hogar.

 Se deben sumar los puntos ganados en la escuela con los puntos


ganados en casa.

 Se debe mantener una comunicación eficaz entre maestros y padres

Un ejemplo de una ficha para implantar el sistema de puntos en la escuela y en el


hogar, es la siguiente:
EVALUACIÓN DE MI ESFUERZO

NOMBRE……………………………………………………….
FECHA……………………………………………………………

PUNTUACIÓN ASIGNADA PARA CADA CONDUCTA EN EL ESPACIO


CORRESPONDIENTE

CONDUCTA Ciencias Inglés Matemát. Francés

Completar tareas durante la clase

Copiar tareas para el hogar

Entregar los trabajos o tareas


asignadas

COMENTARIOS……………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
7.1.5 Acuerdos con niños y niñas con TDAH entre 6 y 12 años

Cuando hablamos de acuerdos, nos referimos a documentos escritos dónde


se establezca de forma detallada, clara y precisa los comportamientos que debe llevar
a cabo el niño o niña.

ACUERDO

Yo,…………………, me comprometo a esforzarme para comportarme mejor en casa,


con mi hermana, y con mi papa y mi mama. Esto quiere decir:

1. Compartir mis juguetes


2. Ayudar a mama a poner y quitar la mesa
3. Hacer los deberes de la escuela todos los días

Nosotros, los padres, nos comprometemos a permitir a ……………… el privilegio de


ver la televisión después de hacer las tareas escolares.

Este acuerdo empieza el 7 de diciembre. Podrá revisarse cada dos semanas.


Acordado hoy 6 de diciembre por:

……………… Papá Mamá


7.2Aplicación de consecuencias negativas

Cuando el comportamiento del niño o niña está acompañado de


consecuencias negativas (castigo), éste tiende a no repetirse. No obstante, si se usa de
manera incorrecta, el castigo es una estrategia ineficaz para manejar el
comportamiento

REGLAS IMPORTANTES QUE HAY QUE RECORDAR


Informar al niño del castigo que recibirá por su conducta
Castigar la conducta indeseada y reforzar la deseada
Usar la estrategia o pérdida de privilegios
Castigar la conducta y no al niño o niña
Mantener una comunicación eficaz con el niño o niña

Escoger aquellos que el niño pueda cumplir


Asegurarse de que el castigo no es un reforzador

Castigos físicos o corporales


No deben utilizarse
Gritos como castigos
y broncas
Privación de regalos de cumpleaños
Al seleccionar u ocasiones especiales
los castigos
Privación de actividades que fortalezcan la autoestima

El castigo debe

Estar en proporción a la falta


Aplicarse tan pronto ocurra la conducta indeseada
Ser de duración corta
Ser consecuente
HIPERACTIVIDAD
ANTECEDENTES

DENOOR 1902
Estudió las
1845 características de STILL
HOFFMAN niños con
Realiza una
"inestabilidad inestabilidad
descripción
motora que motora:
sistemática de
presentan La afectividad las
algunos niños voluble características
y niñas" Déficit en los del síndrome.
mecanismos de
inhibición
conductual
Necesidad de
movimiento
Cambio en su
entorno inmediato
y estimular

1923 AÑOS 70
VERMEYLEN AÑOS 60 DOUGLAS
los niños Surge el concepto de Niños
hiperactivos "disfunción cerebral": hiperactivos:
obtIenen pobres Un trastorno de la Falta de
resultados en conducta y del autorregulación
pruebas que aprendizaje de niños de
miden con una inteligencia comportamiento
concentración, normal y que se
pero mejores en asocian con
las que mide disfunciones del
memoria, sistema nervioso
razonamiento e central
imaginación
DEFINICIÓN
Se debe a un retraso del desarrollo,
que constituye un pauta de
conducta persistente caracterizada
por inquietud y falta de atención
excesivas.

El TDAH es
diagnosticado con
¿Qué es
más frecuencia en
los niños
el
TDAH?
SÍNTOMAS
Inatencíon
Impulsividad
Exceso de actividad motriz
Problemas de comportamiento y
aprendizaje
Déficits en el funcionamiento
socioafectivo
FACTORES
NEUROLÓGICOS
Anormalidades
estructurales en
algunas regiones del
cerebro

FACTORES
PRENATALES Y
CAUSAS FACTORES
PERENITALES
Problemas durante
DEL TDAH AMBIENTALES
Las conductas
el embarazo (niños psicosociales
prematuros, abuso
de alcochol durante
/ pueden influir en
los niños y niñas
el embarazo...)
FACTORES

FACTORES
GENÉTICOS
Padres hiperactivos,
hermanos
hiperactivos...
TIPOS

CON PREDOMINIO CON PREDOMINIO DE TIPO


DE HIPERACTIVO DE DÉFICIT DE COMBINADO Y NO
IMPULSIVO ATENCIÓN ESPECIFICADO
 No lograr fijar la atención en los detalles

 Dificultad para sostener la atención en tareas u otras actividades

 No prestar atención cuando se le habla

 No seguir instrucciones de principio a fin

 Perder las cosas

 Dificultad para organizarse

 Evitar tareas que requieren esfuerzo mental

 Distraerse fácilmente

 Ser olvidadizo

CON PREDOMINIO
HIPERACTIVO
IMPULSIVO
CON PREDOMINIO

DE

DÉFICIT DE ATENCIÓN
 No lograr fijar la atención en los detalles

 Dificultad para sostener la atención en tareas u otras actividades

 No prestar atención cuando se le habla

 No seguir instrucciones de principio a fin

 Perder las cosas

 Dificultad para organizarse

 Evitar tareas que requieren esfuerzo mental

 Distraerse fácilmente

 Ser olvidadizo
VARIACIÓN DE LA
CONDUCTA DE
ACUERDO A LA
DIFICULTAD PARA
SITUACIÓN
ACTUAR DE
ACUERDO A LAS
REGLAS

VARIABILIDAD E
INCONSISTENCIA
EN SU DESEMPEÑO

OTRAS
CARACTERÍSTICAS DE
LOS NIÑOS (6-
12AÑOS) CON TDAH

DEMANDA DE
ATENCIÓN

DIFICULTAD PARA DIFICULTAD PARA


MOTIVARSE PERSISTIR
La detención del TDAH en las niñas es más
difícil
Presentan problemas cognitivos y de
lenguaje
Problemas en el rendimiento académico
NIÑAS
No suelen mostrar conductas molestas
Es más fácil la detención del TDAH
Son más desobedientes
Son más agresivos
NIÑOS
Predominio de hiperactivos-impulsivos
Presentan conductas más molestas
EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO
ASPECTOS GENERALES

¿QUIÉN DETECTA ¿QUIÉN HA DE ¿CÓMO DE DEBE


EL PROBLEMA? REALIZAR EL LLEVAR A CABO?
Normalmente son los DIAGNÓSTICO? En primer lugar, el
profesional debe
padres y madres El diagnóstico para realizar una
quién no pueden niños y niñas entre 6 y evaluación para
controlar el 12 años con TDAH, descartar otros
comportamiento de su debe ser realizado por problemas que tengan
hijo. Así mismo, los profesionales tales los mismos síntomas
docentes también como psiquiátras, que el TDAH. También
notan que el alumno neurólogos y pediatras debe recabar la
no sigue el ritmo de la especializados en información de los
clase. neurodesarrollo. padres y docentes
sobre el
comportamiento del
niño. Y hacerle tests al
niño.
El momento de la
entrevista
Los niños y niñas con
Tdah de esta edad
pueden sentirse Aspectos
angustiados. El objetivo médicos
es conocer como se Entrevista,
siente el niño hacia los exámen físico y
demás y hacia sí mismo pruebas de
laboratorio

LA
EVALUACI
ÓN
Aspectos
psicoeducativos
¿Quién debe realizar la
Evaluación de las evaluación?
habilidades
intelectuales y No se puede llevar a cabo
destrezas por un sólo profesional. El
académicas del psicólogo clínico para
niño o niña problemas de conducta. El
médico especializado para
proporcionar el
tratamiento necesario
DIAGNÓSTICO

El profesional DISCUSIÓN DE LA EXPLICACIÓN DE


deberá estudiar la EVALUACIÓN LOS RESULTADOS
información de la Deberá informar a AL NIÑO O NIÑA
entrevista, de los los padres y a Por último, el
resultados en las madres sobre los profesional deberá
pruebas y los tests resultados del niño explicar al niño o
facilitados al niño o o niña con un niña de manera clar
niña, así como la lenguaje adecuado. y sencilla para que
información de los éstos puedan
hallazgos médicos. entenderlo, todas
sus dificultades.
ESTRATEGIAS
DE CONTROL
APLICACIÓN DE APLICACIÓN DE
CONSECUENCIAS CONSECUENCIAS
POSITIVAS NEGATIVAS

CONSECUENCIAS
Establecer prioridades
NEGATIVAS = CASTIGO
Usar consecuencias El castigo debe estar en
positivas
proporción a la falta
Planificar
Aplicarse tan pronto
Definir las conductas ocurra la conducta
deseadas indeseada
Sistema de puntos Ser de duración corta
Acuerdos Ser consecuente
8. ¿POR QUÉ HE ELEGIDO ESTE TEMA?

El tema de trastorno por déficit de atención con hiperactividad, creo que es


un fenómeno muy habitual en los niños y niñas, y por tanto, de gran importancia en la
actualidad. Las estadísticas nos informan que entre 2 y 4 niños de cada aula padecen
este trastorno, en consecuencia, me ha parecido interesante tratar este tema para
tener más información sobre las dificultades y problemas que desarrollan estos niños y
niñas. En cuanto a la edad, entre 6 y 12 años, me ha parecido la más adecuada a
trabajar dado que estoy formándome, actualmente, para maestra de educación
primaria, y en un futuro, será un trabajo que me sirva de utilidad si tengo que tratar
este problema en las aulas.

Además, a raíz de hacer un debate en mi cabeza sobre los posibles temas a


desarrollar, me decanté por éste ya que es un tema que he experimentado muy de
cerca. Por ello, siempre he tenido curiosidad por conocer como se sienten los niños y
niñas con TDAH, cuales son las causas de sus dificultades, el tratamiento y el
diagnóstico adecuado, así como las estrategias de control.
9. BIBLIOGRAFÍA

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discriminar entre sujetos con y sin trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
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