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Noticias uruguayas

martes 3 de mayo de 2011

Aldo Chiquito Perrini fue asesinado a golpes por militares en


1974 en el Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia/Abren las
puertas del Cuartel de Colonia/Tortura a picana, submarino y
plantón (testimonios)
Primero se llevaron a los comunistas
pero a mí no me importó
porque yo no era.

En seguida se llevaron a unos obreros


pero a mí no me importó
porque yo tampoco era.

Después detuvieron a los sindicalistas


pero a mí no me importó
porque yo no soy sindicalista.

Luego apresaron a unos curas


pero como yo no soy religioso
tampoco me importó.

Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.

Bertold Bretch
Todos los colonienses convivimos con uno de los más sádicos
centros de tortura del interior del país: el Batallón de Infantería Nº 4
de Colonia, con frente a la avenida Baltasar Brum. Cientos de
uruguayos fueron flagelados en ese establecimiento militar, antes y
durante la dictadura, algunos hasta la muerte. Porque en el cuartel
de Colonia también se asesinó, y de una vez por todas debe salir a
luz esta historia de horror, incluyendo los nombres de algunos de los
torturadores que todavía conviven con nosotros.

Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia

Aldo Chiquito Perrini


fue asesinado a golpes por militares en 1974

Carlos Pereira: no tenemos dudas que Chiquito fue muerto en este


lugar

Es otro de los testigos de la causa, también


detenido y torturado en aquel fatal 1974. "La idea nuestra es seguir apoyando para
que el caso de Chiquito se aclare. A 37 años de haber estado acá hay muchas
modificaciones edilicias”, dijo tras la recorrida. “De cualquier forma hay muchas
cosas que nos siguen reafirmando la idea nuestra de donde estuvimos en la tortura
y compañeros que aseguran que Chiquito fue muerto en tal lugar, cosa de la que no
tenemos dudas. Hay cosas que no están modificadas que nos parece que estamos
en el buen camino”.
“Encontramos indicios porque aún hay cosas que no modificaron pese a los años”, y
agregó que “hay que tener en cuenta que la mayor parte del tiempo estábamos
encapuchados, la mayor parte del tiempo medio locos por la tortura, por eso es
difícil precisar un montón de cosas”.

Noemí Castillo: "tengo la certeza que lo mataron acá"

Es integrante de una familia que fue devastada por la


dictadura por su militancia en el Partido Comunista. Con ellos tuvieron especial
saña pero a pesar de la cárcel y la tortura, igual salieron enteros de aquellos
oscuros años y continúan luchando para dar testimonio de todo lo que sucedió.
“Hasta después de muerta voy a seguir intentando luchar para que Chiquito tenga
justicia. Fue una barbaridad lo que le hicieron a él y a su familia. Ni siquiera era
militante”, contó Noemí.

A él lo golpearon mucho, dijo, “hasta que se oyó decir te pasaste y no volvimos a


escucharlo. A los muchos días, más de 20 días cuando estábamos limpiando la
celda encapuchados nos dijeron que Chiquito Perrini había muerto” y “ahí sentimos
más miedo porque nos habían hecho simulacro de fusilamiento entonces pensamos
que nos iban a matar a todos”.

Después nos hicieron submarino y picana “tengo la certeza de que lo mataron acá”,
reafirma Noemí Castillo. “Me siento muy triste más por Chiquito porque nosotros
sobrevivimos y nosotros vamos a ver la justicia. Le digo al hijo que después de
muerta los voy a ayudar porque fue una injusticia tremenda”.

Piero Perrini: La meta mía es llegar a que los culpables paguen


Tras la salida del recorrido EL ECO habló con Piero Pepe
Perrini: “Hicimos la recorrida, pudimos determinar con los testigos dónde
estuvieron, dónde vieron el cuerpo de papá, una testigo que vio el cajón en la
enfermería y que se chocó un cajón pensando que era un bote. Se pudo reconocer
el lugar donde se encontraba el cajón también y los lugares. Hay unos que están
confusos porque 36 años atrás las cosas estaban diferentes, pero más o menos se
llegó a una conclusión de dónde había estado”.

Consultado por cómo se siente dijo “me siento bien, normal con los nervios de
haber visto donde fue asesinado mi padre, pero contento porque esto cada vez va
adelantando más y la meta mía es llegar a que los culpables paguen”. Si bien
desconoce los pasos que seguirá la jueza “pienso que de aquí en adelante
empezarán a citar a los militares”, señaló.

Reconocieron los lugares donde mataron a Chiquito

El inexorable camino hacia la justicia.


“Bien, con los nervios lógicos de haber visto dónde fue asesinado mi padre”, contó
a EL ECO Piero Perrini tras una recorrida de más de dos horas por el Batallón de
Infantería No. 4 en el que Aldo Perrini fue asesinado a golpes por militares en 1974.
Ésta es la segunda parte de las notas de la visita al Batallón de Colonia.

Así de cruel era la dictadura en donde civiles cómplices de los militares señalaban
que fulano “era comunista” o que “anda en algo raro” siendo sinónimo de peligroso
para la sociedad ese “raro” y venían, te llevaban, te golpeaban y como en el caso
del padre de familia con una familia ejemplar e hijos chiquitos como el de la familia
Perrini, destrozaron su existencia y mataron porque sí a un hombre honesto y
trabajador.
Puntualmente una decena de testigos llegaron a las 14 horas a la entrada del
Batallón de Infantería No. 4 de Colonia donde habían sido citados por la jueza que
lleva adelante la investigación por la muerte de Aldo Perrini dentro del cuartel, el 4
de marzo de 1974. Las hermanas Ruth y Noemí Castillo, Román Chipolini, Carlos
Pereyra, Daniel Conde y José Valente eran algunos de los carmelitanos que
participaron del encuentro ya que son testigos porque en aquel año ellos también
fueron detenidos y torturados por la dictadura cívico-militar.

Junto a su compañera llegó Piero Pepe Perrini, integrante de una queridísima


familia por la que todos seguimos reclamando justicia.

Algunos de los ex detenidos ya habían entrado alguna vez. “Hice un recorrido en el


Dia del Patrimonio hace varios años atrás”, contó Román Chipolini. “Yo tiemblo
cuando veo esto”, señalando los militares en el acceso al cuartel, contaba Noemí
Castillo que contó el sadismo del trato de los militares para con las mujeres
jóvenes. “A nosotros nos violaron, nos tuvieron sin comer ni tomar agua durante
seis días”, contó.

Pasaban pocos minutos de las 14 cuando un automóvil gris del poder judicial se
detuvo frente al acceso principal y desde allí bajó la jueza Mariana Mota, la Fiscal
Ana Telechea, y la jueza local Beatriz Larreaux y la actuaria.

Allí supimos que la jueza no haría declaraciones y que los periodistas teníamos
prohibido el acceso al recorrido, “es orden de aquí adentro”, dijo escuetamente la
jueza cuando preguntamos por qué no podíamos acompañarlos. Parece que todavía
en el ambiente militar mucha democracia junta les causa trastornos.

Abriendo una ventana al pasado doloroso, los testigos en esta causa judicial
recorrieron durante dos horas el predio de aproximadamente cuatro hectáreas en
donde se encontraban las caballerizas donde mantenían a la mayoría de los
detenidos, parados durante todo el día, encapuchados mirando la pared, el casino
de oficiales y su sótano donde con la complicidad de tres médicos de la ciudad de
Colonia que aún viven, los militares desplegaban todo su sadismo torturando gente
inocente, el patio donde les permitían salir una hora cada varios días y la oficina de
interrogatorios al lado de la cocina.

Ya no existe una especie de perreras que construyeron en los viejos gallineros en


dónde ponían a la gente que apenas entraba en cuclillas y allí los tenían a la
intemperie.

Posibles involucrados en la muerte de Chiquito

La ola que comenzó a andar el 11 de noviembre de 2010, cuando Piero Perrini,


junto a su abogado Oscar López Goldaracena, se presentó ante la Justicia, tiene
insospechados caminos para muchos protagonistas de lo que sucedía en el Cuartel
de Colonia.
En el escrito presentado por López Goldaracena se solicita a la Justicia los
siguientes puntos:
- Remita a la sede copia de los legajos de Ernesto El Tordillo Rama, capitán
Bonjour, de Colonia; La Brujita o la Bruja Arab, Emilio Álvarez, que le decían
Cococho; Rabito Rivero, también de Colonia; Oficial Sosa; Capitán Baudeauan (El
Francés) Tte. Wetwe Owel o Obet, Cte. Betel Soto, Cte. Silvera, Cnel. Wilson.
Alférez Leites, Alferez De los Santos. Oficial Sosa (de inteligencia) y Trocce y de los
médicos militares Dres. Emilio Visca, Dr. Eduardo Solano y Dr. José Cambón.

- Remita copia de todas las actuaciones e intervención del HOSPITAL MILITAR


relacionadas con la atención y muerte de la víctima (según la partida de defunción
ocurrida en dicha dependencia el 4 de marzo de 1974 en base a certificado del Dr.
José Cambón)

- Al Colegio de Abogados del Uruguay y al Sindicato Médico del Uruguay para que
remita todas las instrucciones o actuaciones de la “Comisión de Ética Médica”, si las
hubiere, en relación con los médicos militares Dres. Emilio Visca, Dr. Eduardo
Solano y Dr. José Cambón (de éste último se ignora si era médico militar), quienes
también serán citados a declarar.

Abren las puertas del Cuartel de Colonia

Caso Aldo Chiquito Perrini


-

Este jueves se abrieron, por primera vez, las puertas del Cuartel de Colonia para
que se investiguen delitos de lesa humanidad; en este caso la muerte y tortura del
carmelitano Aldo Perrini, sucedida en el año 1974. EL ECO estuvo presente y
dialogó con los protagonistas.

Fue una madrugada del verano de 1974 cuando Aldo Perrini fue trasladado, junto a
otros once carmelitanos, al Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia, al mando del
Comandante Boscan Hontou. Allí, como consecuencia de las torturas recibidas,
murió.

Era un hombre concentrado en su familia y su comercio y a los 34 años presentaba


un estado de salud envidiable. No fumaba y por ello, tan arbitrario como su
asesinato, fue la causa de muerte que certificaron los médicos civiles que apoyaban
a la dictadura en Colonia: "edema de pulmón como consecuencia del consumo de
cigarrillo y el estrés", escribieron los hasta ahora impunes cómplices de su muerte.
Por aquellos años oscuros la ciudad de Carmelo recibió una represión brutal,
producto de la coordinación cívico-militar que agitaban los fantasmas comunistas y
tupamaros. Las víctimas de la tortura y de vejámenes fueron miles en nuestro país,
entre ellas están Aldo “Chiquito” Perrini y también los testigos que hoy reivindican
la memoria y la verdad y que piden que la Justicia actúe sobre los responsables de
tanto dolor.
Ante la Justicia

Este proceso, que el jueves tuvo una etapa muy importante, comenzó cuando en
noviembre del año 2010 el homicidio de Aldo Perrini fue presentado ante la Justicia
en Montevideo. Con el apoyo del doctor Oscar López Goldaracena, el 11 de
noviembre, Piero Perrini, hijo de Aldo, se presentó ante la Justicia con la siguiente
postura: “vengo a formular denuncia contra los involucrados que a cualquier título,
tengan responsabilidad por acción u omisión, ya sea en calidad de autores mediatos
o de coautores, en el CRIMEN DE LESA HUMANIDAD del HOMICIDIO POLÍTICO bajo
TORTURAS de mi padre ALDO PERRINI GUALA, todo en mérito a las
consideraciones y fundamentos que se expondrán”.

A partir de ahí el caso comenzó a andar y los testigos, uno a uno, declararon en
Montevideo, reconociendo haber estado detenidos en el Cuartel Nº 4 de Colonia, y
que vieron y escucharon a Aldo Perrini y que supieron de su muerte estando en el
Cuartel. “Es más, nos decían los milicos que a nosotros nos había salvado la muerte
de Chiquito, porque tenían orden de aflojar la mano”, indicaron testigos a EL ECO.

A pesar de que hoy las autoridades militares han hecho desaparecer muchos
archivos, existen numerosos testigos de que Aldo Perrini estuvo preso en Colonia.
En el escrito presentado por el abogado López Goldaracena dice que “si bien todos
los detenidos estaban encapuchados y esposados, pueden reconocer que Aldo
Perrini estaba siendo torturado, porque sentían sus gritos. Perrini era dueño de la
heladería más popular de Carmelo y entonces, para identificarse, gritaba ‘¡Helados,
helados!’. Los testigos narran que estaba totalmente quebrado, golpeado y que aún
así seguían torturándolo. Asimismo, señalan que ‘un día no lo escucharon más’”.

Inspección ocular, no reconstrucción

Con López Goldaracena


Oscar López Goldaracena, abogado denunciante de la muerte de Aldo Perrini, indicó
a EL ECO que “nosotros pedimos la ida al Batallón, no para una reconstrucción de
los hechos, sino para que los testigos que declararon vean si se puede ubicar
físicamente el lugar donde se torturaba y donde mataron a Perrini”.

Para llegar a esta instancia, la jueza Mariana Mota “hizo lugar”, la fiscal Ana
Telechea estuvo de acuerdo, y además, algo que remarcó el abogado querellante
dándole amplitud al caso: “Se pidió autorización a la Suprema Corte de Justicia
para hacer la diligencia fuera del departamento. Se autorizó por ésta y se diligenció
para efectuarla”.

También el abogado sostuvo que “el ministerio de Defensa realizó informes y


mandó parte de lo que se le pidió, razón por la cual se le solicitó una ampliación de
nueva información”. Y luego destacó que “se está pidiendo un expediente al
Supremo Tribunal Militar donde constaría que Perrini estuvo en el Hospital militar o
hubo participación del Hospital Militar en Montevideo”.

En esta visita al Batallón Nº 4 de Colonia, lo más importante, según López


Goldaracena, es “que se va a concurrir al lugar para verificar y tener una referencia
espacial y que los testigos puedan identificar físicamente el lugar donde estaban los
detenidos políticos y donde fue torturado y muerto Aldo Perrini. Es el objetivo de la
visita”.

Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia

Tortura a picana, submarino y plantón

por Fredy González


Todos los colonienses convivimos con uno de los más sádicos centros de tortura del
interior del país: el Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia, con frente a la avenida
Baltasar Brum. Cientos de uruguayos fueron flagelados en ese establecimiento
militar, antes y durante la dictadura, algunos hasta la muerte. Porque en el cuartel
de Colonia también se asesinó, y de una vez por todas debe salir a luz esta historia
de horror, incluyendo los nombres de algunos de los torturadores que todavía
conviven con nosotros. Por Decreto del Ministerio de Defensa Nacional, Orden Nº
450 de la Inspección General del Ejército, con fecha 22 de abril de 1939, nace el
Batallón de Infantería Nº 4 de la ciudad de Colonia, hasta ese entonces denominado
Batallón de Infantería Nº 11, unidad creada en 1842, durante la Guerra Grande. Su
origen, obviamente, no estuvo determinado para la ocupación y represión internas,
ni para combatir contra sus propios compatriotas que luchaban por la gestación de
una patria más digna y equitativa para todos. Eso vino después. Experiencias
anteriores de dictaduras militaristas fueron animando la creación de una fuerza
inhumana, sádica, terrorista y antidemocrática, que fundamentaba sus acciones en
una mentirosa defensa de esa misma democracia por ella violada. De esa violación
nacieron estos hijos, con fecha de parto 27 de junio de 1973, aunque el feto de la
traición ya venía desarrollándose desde mucho antes, en el vientre de la mal
llamada seguridad nacional, amenazada por ellos mismos. Así, la milicia oriental
(aunque con visa extranjera) fue convirtiéndose en una subraza de mano de obra
barata y descalificada que atentó contra las mejores ideas de soberanía nacional y
contra quienes las sustentaban. Los militares uruguayos (de ideas foráneas) se
fueron apartando de sus congéneres, por manija de sobreestimación discriminatoria
con matices fascistas, según el grado; con convicción en los altos mandos, con
ignorancia de buena parte del personal de tropa, y también con la renuncia de
militares realmente demócratas, que luego fueron castigados por serlo, a manos de
sus propios ex pares.

Todas las marchas y contramarchas en las investigaciones sobre violación a los


derechos humanos, que aparenta estar llevando a cabo el neo gobierno progresista,
nos llevan a suponer que existen otros acuerdos más profundos y comprometidos
que los que se dan conocer, que provienen desde el mismo Pacto del Club Naval y
que podrían estar abonando el terreno de una posible ley de punto final, como la
que existió en Argentina, y fue recientemente abolida.

La impunidad con que se manejan hoy los militares -que, a fuerza de paradoja,
estarían aportando pruebas contra ellos mismos...¿?-, incluso a través de veladas
amenazas y de confesiones (inconfesadas antes) de haber participado en acciones
represivas en el marco del Plan Cóndor, por parte de efectivos todavía en actividad,
nos hacen suponer (con muy escaso margen de error) que todas las fuerzas
represivas del país continúan intactas y preparadas para actuar contra quien sea,
llegado el momento, aunque desde el gobierno se insista con que hoy no están
dadas las condiciones para ello. Los militares jamás se manejan con propias
estimaciones coyunturales, porque no están adiestrados para un análisis de
situación, sino para responder a las órdenes del poder real, el que está incluso por
encima de quienes -coyunturalmente- ostentan hoy la administración del Estado,
que no así las megadecisiones.

Y para intentar crear un país nuevo y limpio de todo pasado dependiente no basta
-en este caso puntual- con depurar las fuerzas armadas -como se ha venido
diciendo, aunque no se ha hecho- sino que es preciso y urgente el
desmantelamiento absoluto de todas las fuerzas represivas, brazo armado del
poder real extranacional.
Por eso no alcanza con respetar el cumplimiento del artículo 4º de la ley de
caducidad de la pretensión punitiva del estado (ley de impunidad), ni de
simplemente identificar algunos de los crímenes cometidos durante la llamada
guerra sucia, o con hallar el sitio donde yacen los cuerpos de algunas de las
víctimas de esas coordinadas operaciones de inteligencia. Lo que exigimos ante
quienes nos marketinean la consigna de un nuevo país es que todos los
responsables de esos delitos vayan a la cárcel por los crímenes de lesa humanidad
cometidos contra un pueblo entero, que no prescriben por más tiempo que pase.

El gobierno encabezado por el presidente Tabaré Vázquez nos ha pedido –muy


reiteradamente- que colaboremos hacia la construcción de ese nuevo país. Lo
menos que nosotros exigimos -por tanto- es que no se haga oídos sordos a nuestra
voz.

La nota que estamos prologando es, entonces, un aporte para conocimiento de los
gobernantes y para la conciencia cívica de todos los uruguayos, con especial
atención a los habitantes de Colonia. Si -por ejemplo- en Argentina logró
desmantelarse la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los principales
centros de tortura y muerte de aquel país, ¿con qué parte de nuestra jaqueada
dignidad debemos aceptar que el Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia -uno de los
mayores centros de tortura del interior del país- se mantenga todavía en pie, para
dolor y vergüenza de todos quienes habitamos este pedazo de tierra uruguaya?

Lo que sigue son algunos testimonios reales, de gente real, que padeció ese
infierno en el cuartel de Colonia; gente que se niega a olvidar.
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Amado Curbelo, coloniense Los mandos, los médicos


-

– ¿En qué fecha fuiste detenido?


– El 6 de julio de 1972.

– Y te llevaron al Batallón 4.
– Al Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia. Yo vivía en Ruta 1, antes de lo
Bernardi. Desde que llegan a mi casa me ponen la capucha y me esposan. En el
cuartel, ya de entrada me ponen de plantón. Me meten en un lugar que no sabía
qué era, esposado y encapuchado,y me paran diciéndome que tengo que tener los
pies juntos y las manos al costado del cuerpo, rígido, sin moverme. Había un milico
con un garrote haciendo un control personal de esa posición. Era absolutamente
desgastante. No te llevaban al baño, y si te movías te daban un garrotazo, y si
caías dormido otro garrotazo. Ese es el plantón que vivimos todos los detenidos en
el cuartel de Colonia, que fuimos -sólo entre junio y setiembre del '72- unas
sesenta personas, entre mujeres y varones, contando concretamente los que
después quedamos presos, porque por el batallón de Colonia también pasó un
número incalculable de gente que sufrió todo eso pero que no la dejaron detenida.
Las mujeres estaban recluidas en la parte que da a Baltasar Brum, y los varones
estábamos en un galpón dividido por fardos de alfalfa, chapas de Coca Cola y
elementos de Sudamtex. Eran como pequeños espacios, a los dos costados del
galpón, donde solamente cabía el colchón. Después del plantón -donde unos
aguantaban un día y otros hasta cinco días- unos eran metidos al submarino, que
era un tanque de Coca Cola con agua y una tabla donde deslizaban al detenido, y lo
zambullían hasta que el encargado de dirigir la tortura ordenaba sacarlo.

– ¿Quiénes eran esos "encargados"?


– El encargado de dirigir la tortura era Ernesto Rama, que le decían El Tordillo. Yo
esa tortura del medio tanque no la viví, pero después que uno "aceptaba" firmar la
declaración de pertenecer al MLN-Tupamaros, ponían al detenido en ese espacio
que te relaté. Nos despertaban a las seis y media de la mañana, nos hacían doblar
el colchón, nos sentaban a un metro de la pared, y en ese espacio estábamos todo
el día, hasta las ocho de la noche, sentados sobre ese colchón, mirando la pared,
incomunicados, sin poder hablar. Algunos teníamos una claraboya alta, por la que
podíamos ver algún pájaro o alguna hoja durante tres meses; otro no, sólo veían la
pared durante todo el día. En algunos períodos no nos llevaban al baño -ni
esposados, ni encapuchados- y cuando queríamos hacer nuestras necesidades, el
soldado que recorría constantemente el galpón nos alcanzaba una lata de dulce de
membrillo con cuatro o cinco litros de capacidad. A veces la guardia era más
"humana" y nos llevaba al baño, lo que por lo menos nos permitía caminar y salir
de ahí aunque sea diez minutos.

– ¿No había ninguna posibilidad de verse entre los presos, en esa época?
– No. Ese espacio estaba tapiado por los cuatro costados.

– ¿También comían ahí? ¿Qué les daban?


– Sí. Nos daban un cucharón de café con leche y media galleta de mañana, un
cucharón de guiso y media galleta al mediodía y otro cucharón y media galleta a la
tardecita. Pasábamos mucha hambre, pero eso no es lo importante.

– Además de lo poco que les daban, tampoco era una comida "limpia"...
– No. A la espalda teníamos una lona, entonces a la hora que dos milicos nos traían
ese guiso, en una olla grande de aluminio, movíamos la lona apenas un centímetro
y veíamos que en el camino escupían la comida, que le tiraban soretes de perro
adentro, que la meaban... pero la comíamos igual. Los días de plantón que cada
uno de nosotros vivió, más los que vivieron el tacho y todo eso, era hasta que el
detenido firmaba la declaración que ellos querían que firmara.

– ¿En el '72 todavía no se usaba la picana eléctrica?


– Yo no tengo información de que a algún detenido le hayan aplicado la picana en
ese período de tres o cuatro meses. Tampoco puedo decir que no se usara. No
escuché relatos de picana durante ese período. Hay mucha gente que prefiere no
contarlo, porque es tan traumática la tortura que a veces es mejor olvidarla. Para
mí es mejor exteriorizarlo, decirlo.

– ¿Ya había pasado Raúl Sendic por ese batallón?


– No. Sendic fue detenido en setiembre del '72. Nosotros no lo vimos. Además,
esos tres meses, en esas condiciones, se nos terminan cuando vino el juez militar,
en octubre de 1972. Cuando el juez militar nos hace firmar la misma declaración
que ya habíamos firmado bajo tortura -con todo el circo mediante para darle una
imagen jurídico militar- nos levantaron la incomunicación, pudimos ver a nuestros
familiares cinco minutos cada uno, ese galpón se transformó en un galpón abierto,
y esa "supervivencia" cambió: podíamos recibir comida de afuera, hacíamos
quinta... En marzo del '73 cambia toda la oficialidad en el Batallón Nº 4 y empieza
otra etapa, que yo no llegué a vivirla. Nosotros tuvimos alguna experiencia con el
nueva comandante Soto, y su señora que también era militar, que entraban de
noche, cuando estábamos durmiendo, y nos insultaban, pateaban los colchones,
haciendo una especie de bravuconada que ya no asustaba a nadie. Eso fue lo que
yo personalmente viví; la persona que estoy seguro que era la encargada de la
tortura era Ernesto El Tordillo Rama, como tampoco tengo ninguna duda del resto
de la oficialidad que en ese momento actuó: el capitán Bonjour, de Colonia; Emilio
Álvarez, que le decían Cococho; Rabito Rivero, también de Colonia; Sosa, que
también era oficial; y en cuanto a los médicos, yo sólo sabía que estaba el doctor
(Eduardo) Solano y también había algún otro médico que ahora no recuerdo.

– ¿Cuál era el papel de los médicos del cuartel?


– El control del estado físico de los detenidos torturados.

– ¿También supervisaban la tortura?


– Los médicos por lo general no hablaban, y como uno estaba encapuchado...,
simplemente con la cabeza decían que nos siguieran dando o no. Pero, esa era la
función que cumplían: supervisar si algún torturado manifestaba algún síntoma que
a ellos les parecía riesgoso...

– En aquella época, que todavía no era dictadura sino "estado de guerra interno",
estando incomunicado, encapuchado y esposado en el cuartel, ¿qué esperabas que
vendría después?
– Cuando hablamos de dictadura no tenemos que hablar de un cambio brusco,
donde se pasa de blanco a negro. Fue un proceso. Las medidas prontas de
seguridad arrancan en el año 1958, donde ya hubieron sindicalistas presos, con un
gobierno blanco. Ahí se inventan esas "medidas". En el año '68, los funcionarios
públicos tienen que ser algo así como reservistas del Ejército. Tuvimos que ir al
cuartel y firmar como que estábamos a disposición si éramos agredidos desde el
exterior. Ese año, cuando AEBU decretó un paro, vino el comandante del cuartel y
nos dijo si éramos conscientes que nosotros, de acuerdo a las leyes, habiendo
medidas prontas de seguridad no podíamos hacer paros. Hicimos el paro, y a todos
los funcionarios bancarios oficiales del departamento nos llevaron al cuartel. Nos
metieron en otro galpón, y a los de Colonia nos llevaban todos los días a trabajar,
durante diez días. O sea que en 1968 ya detienen y encarcelan a trabajadores que
hacen un paro. Ese fue, para mí, el primer escalón. Las medidas prontas de
seguridad fueron una constante durante el gobierno de Jorge Pachecho Areco, o sea
que no podemos hablar de dictadura a partir del 27 de junio del '73. Tenemos que
hablar de un proceso escalonado, donde no solamente se metía gente presa, sino
que murieron estudiantes en la calle, y se sucedieron una serie de hechos que
tienen esa fecha como algo casi simbólico. Porque antes de eso también hubieron
muchas muertes, muchos torturados, muchos presos.

– Incluso se llegó a matar gente por tortura en el Batallón 4 de Colonia, Aldo Perrini
por ejemplo...
– Sí, eso fue en el año '73, cuando yo ya estaba en el penal de Libertad.

– ¿En Libertad escuchaste comentarios de que el cuartel de Colonia era uno de los
más jodidos del interior del país?
– Nosotros lo vivíamos; porque en el penal estábamos presos junto con
compañeros que habían sido detenidos en todos los cuarteles del país. Por los
relatos que nosotros recibíamos, no sé si era el primero -yo creo que era el
primero-, pero sí uno de los tres más sádicos y sanguinarios en tortura. En el penal
de Libertad todos los meses cambiaba la guardia; venían de un cuartel distinto
todos los meses. Cuando le tocaba al cuartel de Colonia ya todos los presos del país
sabíamos que se endurecía la mano, en sanciones sin visita, sin recreo, y sanciones
en "la isla", que era la sanción de aislamiento total.

– ¿Qué era -concretamente- "la isla"?


– Era un cajón de cemento, sin luz natural, con una lamparita todo el día, sin agua,
sin colchón. Estabas absolutamente solo las veinticuatro horas del día. Ahí se las
"ingeniaron" para colgarse dos compañeros; muchos salieron con problemas
psíquicos que les quedaron para el resto de su vida; era el elemento de tortura en
el penal de Libertad. Y había un milico psicólogo, Brito de apellido, que era el que
indicaba el tratamiento a los presos, el de generar una especie de inestabilidad
emocional constante, de aflojar y apretar, de sancionar por guiñar el ojo en una fila
o porque a algún milico no le gustó cómo te moviste o si te olvidaste de sacarte el
gorro cuando andábamos en fila para comer, para el recreo...

– Y acá, en el batallón de Colonia, ¿que era lo que más jodía, la tortura psicológica
o la física?
– La física tenía un tiempo y un espacio. Hasta que el detenido aceptaba lo que
ellos querían que aceptara era una tortura violenta y corta; entonces si uno se
mentaliza capaz que la aguanta. El resto del tiempo que vivimos era una tortura
más desgastante, más lenta, como aquella de la gota de agua arriba de la cabeza...
Yo recuerdo que venía un milico y gritaba bien fuerte en el galpón: "¡detuvimos al
hijo de fulano, a la mujer de mengano!". Me acuerdo de Cedrés, que fue profesor
de UTU, que entró un milico y dijo "¡al hijo de Cedrés lo tenemos ahí, y a la mujer
también!", y le dio como un ataque, y el hombre quedó mal de la cabeza; siendo
que la mayoría de las veces era falso. Ese tipo de shock...

– ¿Por qué sería el batallón de Colonia uno de los más sanguinarios?


– Yo creo que tiene mucho que ver Ernesto Rama. El comandante era un tal
Silvera, que después lo sucucharon donde repartían los uniformes y la comida de
los milicos, porque no agarraba la línea. Pero el que realmente mandaba era el
Tordillo Rama.

– ¿O sea que ese sadismo no obedeció a ningún plan sistemático?


– Creería que se debió a la presencia de este individuo, que disfrutaba con torturar.
Él integraba la Organización Comandos Antisubversivos (OCOA), un grupo que no
respondía a los mandos naturales. El nombre de guerra era Oscar, y creo que
Ernesto Rama era Oscar 1 u Oscar 2; y se ha dicho que era uno de los que cruzaba
a la Argentina a actuar como comando. Podemos imaginarnos a qué. Debe tener
mucho que ver con la muerte de Michelini y Gutiérrez Ruiz, y con otros muchos
uruguayos.
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Ramón De Pizzol, coloniense "Visca dijo: Denle más, que se hace el


vivo"

– ¿Se puede decir que el Batallón 4 fue uno de los mayores centros de tortura del
interior?
– En el penal de Libertad el 4 era uno de los que estaba... no sé si primero, pero
andaba ahí, andaba muy arriba, eran bastante "groseros" en algunos aspectos,
enfermizos incluso. -

– ¿Habrá sido casual o premeditado que fuera así?


– Yo pienso que ha sido una cuestión premeditada, una orden dada por los mandos
superiores, que en algunos casos -por la misma condición del torturador o de los
que lo mandaban- podía ser hasta más grave todavía.
– ¿Cuándo te detuvieron?
– El 16 de octubre de 1973.

– Ya era dictadura; ¿sabés si recrudeció el trato a los detenidos con relación a los
meses anteriores?
– Hasta esa fecha, del cuartel yo no conocía nada. Al único que conocía, porque lo
veía cuando salía del banco, a las siete y cuarto, buscando unas damas en el Hotel
Colonial, era a (Boscán) Hontou, en una camioneta que siempre estaba a
contramano. Lo poco que conocía fue de cuando me llevaron detenido una semana,
en el '69, cuando la huelga.

– En la última detención, en 1973, ¿cuánto estuviste en el cuartel antes de que te


pasaran al penal de Libertad?
– Me llevaron preso en octubre del '73, y al penal me parece que fui en febrero del
'74, más o menos.

– ¿Cómo era la vida en el batallón de Colonia?


– Tenía altibajos. Al principio lo que le llamaban "la máquina", la tortura, no tiene
plazo. Desde que me llevaron, yo recién supe el día que era el 29 de octubre, a las
cuatro de la tarde, cuando un soldado me lleva a bañar, y al verme los moretones
que tenía me pregunta "oh, ¿qué le pasó"... "Me caí", le dije. La tortura era de todo
tipo. Arrancaban con una tortura física, que era el plantón, donde yo estuve casi
quince días sin dormir. Ahí se te pierde la cabeza, y es muy poco lo que puedo
recordar de todos esos días. Y también hubieron otros hechos puntuales, muy
desagradables, como el "tacho", el submarino.

– ¿Pasaste casi quince días sin dormir?


– Y sí...; no te dejaban. Los tipos te ponían en posición descanso, donde estabas
parado con las piernas un poquito abiertas, siempre encapuchado, por supuesto.
Entonces, después de cinco horas así, uno intenta buscar otra posición, moviendo
de a muy poquito los pies, y ahí es donde a uno lo golpean. Además había otro
dolor, que era el de las muñecas; porque yo soy de muñecas gruesas, y las esposas
casi que no me cabían...

– ¿Llegaron a aplicarte el submarino?


– Sí, el submarino también.

– ¿Sólo de agua, o también de materia fecal?


– De agua sólo; del otro no. A mí me dieron como adentro de un gorro, y me dieron
tacho más que a ninguno. Cuando te meten al tacho vos entrás en una especie de
locura, te enajenás; pero fui muy resistente al tacho, tanto que podía escuchar la
voz de un médico diciendo: "Denle más, que se hace el vivo". Te ataban en una
tabla y te metían de cabeza en un tacho de Coca Cola.

– ¿Cuánto tiempo duraban esas sesiones de tacho?


– Eran horas o minutos; uno no puede acordarse de eso porque pierde totalmente
la noción del tiempo.

– Y te dejaban adentro hasta que no dieras más...


– Hasta que alguien daba la orden de que te sacaran. Y ahí yo pensé, tres o cuatro
veces, que la quedaba.

– ¿Siempre había un médico militar presente?


– Siempre. En ese tipo de tortura siempre había alguien que hubiera hecho el
juramento "hipócrita", aunque por más que fueran doctores en medicina nadie
puede saber cuánto carajo bancás vos adentro... Y entiendo que en muchos casos,
cuando la quedaron o cuando murieron, fue porque hubo una "mala praxis", con lo
que te estoy diciendo que hubo médicos metidos en el tema.

– ¿Llegaste a reconocer a alguno de esos médicos torturadores, aunque más no


fuera por la voz?
– A uno sí: Eugenio Visca. Ese fue el que dijo "Denle más, que se hace el vivo". Así
fue lo que dijo Visca. Luego me pasan para el penal de Libertad. Y después
que ...... cantó a todos los de Carmelo y a un montón de gente, me traen otra vez
para el cuartel de Colonia. Y cuando volví al penal, un compañero que tenía a la
mujer presa acá, me pregunta cómo estaba la cosa. Yo le mentí, groseramente, y le
dije que estaban a media máquina. Y al otro día nos enteramos que había muerto
(Aldo) Perrini, a quien yo no conocí, y lo único que sabía de él era que era de
Carmelo.

– Pero sí sabés que lo mataron en la tortura, en el batallón de Colonia...


– Lo mataron en el batallón y a la familia le entregaron el féretro sellado. Y no
tengo duda de que murió en la tortura.

– ¿En algún momento llegaste a verle la cara a algún jerarca del cuartel?
– Al único que vi fue a Bonjour (de Colonia), porque una vez me interrogó.

– ¿Lo viste pegarte?


– No. Pero yo supongo que si me pegaban, alguien lo ordenaba. Y si Bonjour fue al
oficial que me llevaron, que estaba mandando en ese momento, supongo yo que
sería él que lo mandaba... No entiendo mucho esa cuestión del "organigrama"
militar...
– ¿Sentiste torturar a otra gente?
– Y sí. Acá en el cuartel fue una cosa espantosa cuando te dejan de torturar y estás
acostado en un colchón escuchando que están torturando a la gente, que además la
conocés, sentís las voces. Y eso no sé si no es peor que cuando te la dan a vos. Un
día estaba durmiendo, por los gritos me despierto, y a un preso le estaban dando
de todos lados porque querían ubicar la casa de una mujer que yo conocía, una
amiga mía, y al tipo no le salía la ubicación de la casa, entonces le daban y le
daban. Y yo, así, sintiendo eso y recién despertado, casi se me da por decir ¡en tal
lugar! Menos mal que me callé.

– ¿En el penal de Libertad sentiste algún comentario de gente que hubiera pasado
por la picana eléctrica en el cuartel de Colonia?
– No. No toda la gente contaba algo. Los presos hablábamos poco de materias
personales, no sé si por seguridad personal o si para no comprometer. En mi caso,
quería saber lo menos posible.

– ¿Qué pasaba cuando llegaba la guardia de Colonia a Libertad?


– La guardia en el penal se cambiaba cada quince días, se iban turnando. Había
guardias más livianas y guardias más pesadas. La de Colonia era de las pesadas.
Era dura. Era de las que más apretaban.

– ¿Qué sentís cuando pasás ahora por el batallón 4?


– Ahora no siento más que un poco de bronca. Pero cuando salí del penal, por
cuatro años hacía igual setenta y cuatro cuadras por no pasar por el cuartel. No
podía pasar por ahí. Y vamos a no hacernos los valientes ni los corajudos, porque el
tipo no sabe quién es hasta que le pasan las cosas. El terror es una cosa que se te
mete en la sangre. Yo salgo en el '77, y por cuatro años no hablé con nadie,
saludaba de lejos a los amigos, no fui a ningún asado; no quería ni mancharlo ni
mancharme. Tenía pánico.

– ¿Ese mismo pánico fue el que llevó a la gente a votar en favor de la ley de
impunidad?
– Sí. El plebiscito por la famosa ley de caducidad se votó a favor por el terror de la
gente. El tema está en que no es tanto el individuo en sí, pero ¿qué pasa con la
mujer del tipo, con los hijos, qué pasa con los comentarios que había en la
dictadura de que a todos nos "limpiaban" en Libertad? Esa ley la votó la gente de
cagazo...

– ¿Ese miedo sigue todavía?


– Yo no lo tengo; pero el pueblo, en general, está muy desinformado.

– ¿Qué pasaría si hoy se llama a otro plebiscito sobre esa ley?


– Bueno... Yo creo que en este momento desaparecería, ¿no?
________________________________

- Jorge Ferrari, carmelitano “Me dieron picana eléctrica en Colonia”

– Comencemos por tus datos, para la gente que pueda no conocerte porque no sos
de Colonia.
– Nací en Nueva Palmira, pero a los tres meses mis padres se trasladaron a
Carmelo, así que más bien soy carmelitano. Ahí viví hasta los 25 años. Ahora vivo
en Montevideo.

– ¿Durante la juventud participaste, en Carmelo, en algún movimiento partidario o


gremial?
– Desde los 14 años, a nivel gremial estudiantil, en el Centro Estudiantil de
Carmelo, donde yo era secretario cuando vino el golpe de estado. Muchos de los
integrantes del Centro pasamos a ser detenidos políticos.

– ¿Qué edad tenías cuando el golpe de estado?


– 18 años. Hoy que tengo tres hijos, que felizmente también están comprometidos
a nivel gremial estudiantil y partidario, uno se hace la idea de lo que fue haber
pasado por las mazmorras de un infierno a los 18 años, algo que te marca para
toda la vida y que también te deja secuelas que uno sigue arrastrando. Por eso no
quisiera que esos horrores se repitan, pero lamentablemente las violaciones a los
derechos humanos siguen cometiéndose en Uruguay. La impunidad sigue.

– O sea que sos del mismo pueblo que Aldo Perrini, asesinado en el batallón 4 de
Colonia...
– Sí. Chiquito Perrini es un compañero que fue detenido con nosotros, el 5 de
febrero del '74, con muchos compañeros de Carmelo: Perrini, José Valenti, días
antes Román Chipolini, el Pucho Martínez, Ana Telma Delpratti...

– ¿Qué recordás de la muerte de Perrini a manos militares?


– A los pocos días de ser detenido se ensañaron con este compañero en las
prácticas de la tortura, hasta que cayó muerto por la tortura.

– Hablamos de tortura y muerte en el cuartel de Colonia...


– Sí. Los primeros días pasamos por un régimen atroz de tortura. Recuerdo que los
torturadores se ensañaron fundamentalmente con dos personas: uno el Chiquito y
el otro Pacheco Oroná, que era un contrabandista de botellas, cuando en nuestro
pueblo se contrabandeaba la ginebra. A Pacheco lo confundieron con otro del
mismo apellido que -según los milicos- había trasladado gente para la otra orilla. A
Perrini no lo pude ver porque estábamos encapuchados y esposa- dos, pero sí lo
sentíamos. Él vendía helados en Carmelo, entonces para identificarse gritaba
"¡helados, helados!". Estaba totalmente quebrado, golpeado, y seguían
ensañándose con él. Un día no lo escuchamos más. Era un padre de familia, con
dos hermosos gurises, un matrimonio joven....

– ¿Qué viviste en Colonia?


– Pasé por toda clase de tortura: picana, tacho, potro, lo único que les faltó fue
violarnos, pero también sufrimos la tortura psicológica cuando sentíamos el pedido
de clemencia de las compañeras para que no fueran llevadas nuevamente a salas
de tortura o que pasaran por violación. A raíz de todo eso tengo trasplantes en el
oído izquierdo medio, debido a las torturas con picana eléctrica; y hace pocos días
me dieron de alta del Hospital de Clínicas, donde me sacaron un quiste en el
testículo izquierdo; también tengo otro en el testículo derecho; todos los órganos
genitales los tengo afectados; y las secuelas psicológicas...

– ¿Llegaste a identificar a alguno de los torturadores?


– En un momento, en una de las salas de tortura, el torturador me saca la venda.
Lo que recuerdo es un apodo que él usaba: La Bruja o La Brujita. Llegaba a
nuestras barracas y se jactaba diciendo: "¡Llegó La Brujita; apróntense!", que sería
el que comandaría la tortura, aunque no era él solo.

– También había médicos militares en esas torturas.


– Sí. Había dos médicos, los dos de Colonia. Uno de ellos era (Eduardo) Solano; del
otro no me acuerdo el nombre. Eran médicos militares y supervisaban la tortura.

– ¿A Solano llegaste a verlo en la tortura?


– No, porque estábamos encapuchados. Lo vi en la enfermería cuando me
fracturaron tres costillas, me fajaron, y él dijo "ya pueden seguir". Y fui trasladado
a un barracón, donde seguí con un régimen de tortura.

– ¿Fue el médico quien ordenó que te siguieran torturando?


– Yo lo entiendo de esa manera.

– ¿Cómo recibís que ahora, un gobierno que se dice de izquierda, le pida


informaciones a los propios violadores de los derechos humanos? ¿Cómo interpretás
que en este Uruguay de hoy se siga respetando la impunidad de esos represores,
aplicando apenas el artículo 4º de la ley de caducidad? ¿Cómo entendés que el
gobierno continúe ascendiendo a esos violadores a los principales puestos del poder
real?
– Es un gran dolor por los que ya no están con nosotros. Eran nuestros hermanos,
nuestros padres, nuestros hijos los que ya no están. Nos duele mucho que se siga
ascendiendo a quienes están involucrados y denunciados por violaciones a los
derechos humanos, como Arab, Serrón, Guarino, Rolán, Ruiz... Nos duele que
queden impunes declaraciones como las de Lebel, justificando que en los
interrogatorios se tenían que implementar los métodos de tortura para sacarles
información a los detenidos. El caso de Roberto Rivero, en Colonia, que ejerció en
Carmelo, y que se había ensañado con dos curas gauchos: Juan José Ramilo y
Mario Guerriero, curas muy jugados en la denuncia a los atropellos que se
cometían; la persecución que le hizo Rivero a Ramilo en Carmelo, en Colonia, en
Nueva Helvecia...

Publicado en revista González, de Colonia. Octubre 2005

Fredy González

Periodista uruguayo
fredygon@adinet.com.uy

Articulos publicados en el Semanario "El Eco" (Dpto. Colonia)

Republicados por Blog "El Muerto"

"Nunca más, pero depende que no lo olvides"


Recuerda: GAZA, CIVILES MASACRADOS Y QUEMADOS VIVOS CON
FOSFORO BLANCO,MASACRES EN ESCUELAS,OCUPACION ILEGAL

Recuerda: PALESTINA !!

Recuerda: CRIMENES DE LESA HUMANIDAD DEL ESTADO DE ISRAEL

Memoria. La comunidad israelita recordó a las


víctimas del Holocausto

Mujica: "Nunca más, pero depende que no lo olvides"

Un conmovedor acto se llevó a cabo ayer lunes para no olvidar los 6 millones de
judíos, entre ellos un millón y medio de niños, masacrados por el régimen nazi
durante la Segunda Guerra Mundial.

Víctor Carrato |La Republica

El acto central recordatorio del Día del Holocausto Judío y el Heroísmo se realizó en
el Salón Principal de la Comunidad Israelita del Uruguay. El evento fue organizado
por la Comunidad Israelita del Uruguay junto al Centro Recordatorio del Holocausto
y la Federación Juvenil Sionista, auspiciado por el Comité Central Israelita del
Uruguay.
"Nosotros, los judíos somos una comunidad basada en la memoria. La memoria
compartida nos ha mantenido juntos y nos ha permitido sobrevivir. Esto no implica
que nuestra vida se haya basado sobre un determinado pasado, por más sublime
que fuere, sino que, simplemente, cada generación transmite a la que la sucede
una memoria ampliada, a la que se incorporan nuevas dimensiones de sentimiento
y destino. Más que un motivo espiritual, la memoria ampliada ha sido la fuerza que
mantuvo, nutrió y revivificó la existencia del pueblo judío todo", según expresiones
de Martin Buber.

"Frecuentemente dicen Nunca más, pero depende que no lo olvides. He ahí la


cuestión porque el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra es el
hombre", dijo a LA REPUBLICA el presidente José Mujica a su entrada para
participar en esta conmemoración de hombres, mujeres y niños asesinados y
desaparecidos.

El vicepresidente de la República, Cr. Danilo Astori dijo que se trataba de "un gran
homenaje a la memoria, sin la cual es imposible construir el futuro".

El subsecretario de la Presidencia, Dr. Alberto Breccia dijo a LA REPUBLICA que se


trata de un acto con "una memoria dolorosa pero necesaria".

El ministro de Salud Pública, Daniel Olesker aseveró que "se trata de un hecho
recordado para la memoria colectiva del pueblo judío que muestra a los niveles que
puede llegar el fascismo y el nazismo.

No sólo fueron ejecutados seis millones de judíos, sino también rusos, gitanos,
homosexuales y por lo tanto, para toda la humanidad es un hecho muy
significativo. Todo lo que sea memoria colectiva, que permanezca es muy
importante, siempre y cuando no se transforme en un anclaje en el pasado, sino
que sea para recordar, para no repetir el pasado siempre es importante".

Juan Raúl Ferreira manifestó que se trata de un "reencuentro con compatriotas que
traen una raíz muy profunda, donde está también nuestra identidad. Por otro lado
recordar el sufrimiento de toda una generación. Yo recién miraba con cierta tristeza
que los sobrevivientes se nos van yendo y son un testimonio que es muy
importante. Todo esto es un compromiso que renovamos como un juramento año a
año, no para que no ocurra más, sino para que no pueda ocurrir más".

Mauricio Rosencof dijo a LA REPUBLICA que "se trata de un acto por la memoria,
nuestra historia en todos los planos y en todos los territorios está conformada por
la memoria. Actos como éste reafirman la historia que tuvimos, la que tenemos y
los hitos que en todo ese transcurrir se fueron dando. La memoria es el alma de
una nación y es el alma de la gente".

El ex presidente de la Suprema Corte de Justicia y actual integrante de ella, Dr.


Jorge Chediak manifestó que "este es un acto que ayuda a no olvidar hechos tan
trágicos que lamentablemente se dieron en el siglo XX y que todos los seres
humanos aspiramos que no vuelvan a repetirse. Es bueno conservar la memoria
porque a los extremos de barbarie a que se llegó, como con el Holocausto, se había
pensado que a eso no se podía llegar y sin embargo se llegó.

La Comunidad Israelita del Uruguay realiza todos los años un acto recordatorio ya
que es fundamental no olvidar lo ocurrido al pueblo judío durante la Segunda
Guerra Mundial, porque olvidar el pasado es condenar a repetir los mismos errores.
Por este motivo es que la comunidad judía recurre a la memoria, 66 años después,
al menos a esos fragmentos de memoria que permiten revivir hechos y
circunstancias para transmitir de generación en generación el horror que vivieron
millones de personas inocentes.

Intelectuales y académicos israelíes firman una declaración de


apoyo al Estado palestino

Yehuda Bauer
Decenas de personalidades públicas, intelectuales y académicos israelíes han
firmado una declaración en la que apoyan la creación de un Estado palestino en
base a las fronteras de 1967, en el marco de una solución de dos estados.

Los signatarios tienen previsto presentarla este jueves frente al Hall de la


Independencia de Tel Aviv, donde el arquitecto del Estado judío, David Ben Gurión,
proclamó la independencia de Israel en mayo de 1948.

En ese acto simbólico se leerá la misiva firmada por sus promotores, que
aprovecharán la ocasión para pedir al público que sume a ellos rubricando el
documento. “El pueblo judío surgió en la Tierra de Israel, donde se forjó su
carácter. El pueblo palestino se está levantando en Palestina, donde su carácter fue
forjado”, reza el texto de la carta, cuyo contenido adelanta este miércoles la prensa
local.

Entre los firmantes se cuentan al menos una veintena de ganadores del Premio
Israel, el más prestigioso galardón del país, que anualmente se concede en
coincidencia con el Día de la Independencia.

Los promotores de la iniciativa insisten en que no se trata de un nuevo plan


político, sino de una forma de presentar a la sociedad una visión alternativa a la
postura oficial del Ejecutivo israelí.

“La idea básica contenida en la carta es favorecer el establecimiento de dos


estados: Israel y Palestina. De hecho, apoyamos el deseo de ver realizada la
solución de dos estados”, explicó Yehuda Bauer, profesor emérito de Historia y
Estudios sobre el Holocausto de la Universidad Hebrea de Jerusalén y firmante de la
iniciativa.

“Creemos que las fuerzas israelíes que ocupan Cisjordania tienen que retirarse y
que deberían trazarse nuevas fronteras en base a las líneas de 1967, con
intercambios de territorio, arreglos acordados por las partes y aprobados por la
comunidad internacional”, apostilló.

Sobre el momento elegido para formular la nueva propuesta, Bauer explicó que sus
autores decidieron darla a conocer en coincidencia con la Pascua judía o Pesaj, que
conmemora la salida del pueblo judío de Egipto y el fin de su esclavitud.

Hace dos semanas, otro grupo integrado por decenas de ex altos mandos de
diferentes organismos de seguridad, académicos y empresarios presentó un plan
basado en la solución de dos estados y destinado a acabar con lo que consideran “el
inmovilismo” del actual Gobierno de Benjamín Netanyahu en el proceso de paz.

EFE/ LibreRed.Net

DERECHISTAS HOSTIGARON A INTELECTUALES ISRAELIES JUDIOS


PRO ESTADO PALESTINO

Al grito de “nazi judía”

El grupo derechista trató de impedir que numerosos intelectuales de


mucho prestigio en Israel hicieran un acto a favor de la existencia de un
Estado Palestino. La actriz Hana Maron leyó la proclama mientras era
insultada.
.

El escritor Amos Oz y su esposa Nilly participaron del acto a favor de la creación de


un Estado Palestino.

Un grupo de ultranacionalistas israelíes boicoteó ayer, en Tel Aviv, la presentación


de una declaración en apoyo de la creación de un Estado Palestino. El documento
fue firmado por decenas de intelectuales, artistas y académicos israelíes.
Simbólicamente, el evento se realizó frente al Hall de la Independencia, en el
Bulevar Rothschild, donde David Ben Gurión proclamó en mayo de 1948 el
nacimiento del Estado de Israel. El acto transcurrió entre gritos y amenazas de
grupos de derecha y sin que la policía lo impidiese, denunciaron los organizadores.
A primera hora de la tarde, decenas de manifestantes se congregaron en el lugar
para presentar el documento que pide la creación de un Estado Palestino, en base a
las fronteras de 1967. Pero desde el otro extremo de la calle emergieron militantes
ultraderechistas que empezaron a increpar a la actriz Hanna Maron mientras
intentaba dar un discurso. “Nazi judía”, “traidora”, le gritaban. Como publicó en su
versión digital el diario Haaretz, los organizadores intentaron calmar la furia de los
sectores ultranacionalistas, recordándoles que Maron perdió la pierna en 1970 en
un ataque terrorista. Pero eso no causó efecto. Sin embargo, el profesor de la
Universidad de Princeton, Avishai Margalit, no se alarmó y le dijo al diario The
Jerusalem Post: “Esa manifestación muestra que hay gente que se opone a nuestro
pedido. Este es un Estado democrático. Todos los gritos son legítimos. Esto es la
democracia”.

Después de los encontronazos, el ministro de Defensa, Ehud Barak, emitió una


declaración en la que llamaba a resolver los enfrentamientos sin usar la palabra
traición y sin recurrir a la violencia. “El país está frente a terribles decisiones y
todos queremos un Israel seguro y fuerte”, añadió el funcionario. “Llamo a que
todos se manifiesten en forma responsable”, completó Barak.

El texto presentado ayer está firmado por 21 ganadores del Premio Israel, el más
prestigioso en ese país y que se concede anualmente con el motivo del Día de la
Independencia. También adhirieron otros intelectuales y artistas, como la ex
ministra Shulamit Aloni o el cineasta Ari Folman. “El pueblo judío surgió en la tierra
de Israel, donde se forjó su carácter. El pueblo palestino se está levantando en
Palestina, donde su carácter fue forjado. Es el derecho natural de los pueblos judío
y palestino ser como el resto de naciones: vivir de forma independiente en su
Estado nación”, se afirma en el manifiesto. Además, la declaración resalta que la
independencia de ambos Estados los fortalece mutuamente y que constituye una
“necesidad moral y existencial así como la base para la posibilidad de unas buenas
relaciones de vecindad”.

Sefi Rachlevsky, uno de los organizadores de la manifestación y habitual columnista


de Haaretz, advirtió: “Israel, en vez de ser el primero en tenderle la mano y apoyar
la independencia palestina, está tratando de impedirla. Eso no es sólo un desastre
moral, sino que también traerá aparejada una catástrofe práctica: Israel se va a
quedar solo y va a convertirse en una especie de Sudáfrica”.

En un comunicado, la Organización para la Liberación de Palestina afirmó: “Se trata


de una valiente iniciativa política que contribuye de forma decisiva a reavivar las
esperanzas de paz que los sucesivos gobiernos dispersaron”. Por el contrario, el
número dos del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, Danny Ayalon, criticó la
declaración al considerar que atenta contra las perspectivas de acercamiento.
“Iniciativas como ésta tan sólo reducen las posibilidades de una tregua y el
establecimiento de un Estado Palestino y crean la falsa esperanza entre los
palestinos de que pueden establecer un Estado unilateralmente y sin negociar con
Israel”, disparó el segundo del canciller ultraderechista Avigdor Lieberman.

Dos semanas atrás, decenas de ex altos mandos de diferentes organismos de


seguridad, académicos y empresarios presentaron un plan de paz basado en la
solución de los dos Estados y destinado a acabar con lo que definieron como el
“inmovilismo” del actual gobierno del derechista Benjamín Netanyahu. Casualmente
ayer, diplomáticos de la administración norteamericana anunciaron que el
presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro israelí buscarán
nuevas iniciativas en las próximas semanas para reactivar las negociaciones de paz.

El policía nazi que arrestó a Ana Frank en


Ámsterdam fue después espía para la
República Federal de Alemania

Josep Karl Silberbauer, y otros 200 colaboradores de Hitler,


encontraron trabajo sin problemas, en su país y en Austria, tras la II
Guerra Mundial

ISABEL FERRER | La Haya 11/04/2011-El Pais,Madrid



A pesar de su historial nazi, Josep Karl Silberbauer, miembro de las SS, los
escuadrones de la muerte de Hitler, pudo trabajar para los servicios secretos de la
República Federal de Alemania después de la II Guerra Mundial. No fue el único.
Según una investigación efectuada por la revista alemana Focus, otros 200 autores
de crímenes contra la humanidad en el Holocausto fueron espías en Alemania
occidental durante la guerra fría. El caso de Silberbauer es singular porque su hoja
de servicios incluye un dato trágico. Él mismo se encargó de arrestar en
Ámsterdam a la familia de Ana Frank, la niña judía autora del famoso diario que
lleva su nombre. Fue en 1944, y los Frank, que se ocultaron (junto con otros cuatro
amigos) de la persecución nazi durante dos años, perecieron en Auschwitz y
Bergen-Belsen. De los campos de concentración solo regresó con vida Otto, el
padre.

Aunque la identidad de Silberbauer era conocida, los detalles de su vida posterior a


la II Guerra Mundial estaban por aclarar. Se supo que trabajó como policía en su
Austria natal sin levantar sospechas. Luego su pista se perdió y parecía que llevó
una vida anodina. Sin embargo, la publicación alemana, que ha consultado archivos
en Estados Unidos, recuerda que ya fue localizado en 1963 por Simon Wiesenthal,
el judío superviviente del exterminio de Hitler especializado en perseguir nazis.

El archivo del Centro Wiensenthal señala que Silberbauer fue detenido, suspendido
de sus funciones e investigado en 1964. Poco después, sería liberado sin cargos
porque "no sabía nada del Holocausto". La investigación de Focus añade, por el
contrario, que una vez dentro de los servicios secretos de la entonces Alemania
Occidental, "aprovechó sus buenos contactos con viejos camaradas de armas",
asegura Peter-Ferdinand Koch, autor del escrito.

"Los antiguos nazis trabajaron donde quisieron después de la guerra. Llegaron a


ministros, diplomáticos, a canciller incluso. Que los servicios secretos nacionales no
mediten sobre su propio pasado es lamentable", ha dicho Thomas Heppener,
director de la Casa de Ana Frank de Alemania.

En Holanda, el nombre de Silberbauer evoca a la vez el horror y la certeza de que


el Diario de Ana Frank es verídico. No se ha podido saber quién delató a la familia
Frank, escondida en una casa de los canales de Ámsterdam. Pero la entrada del
policía nazi, con sus hombres, en pleno mes de agosto en el edificio, forma parte de
la historia del país. Ellos simbolizan la brutal ocupación por parte de las tropas de
Hitler. Y también la esperanza de un diario adolescente, rescatado del suelo por
Miep Gies (la vecina que les ayudó), que describe con igual fuerza el dolor del
cautiverio y la esperanza de la libertad.

Caducidad: Planteo de Astori divide a la interna del


Frente/Proceso contra ex director de Libertad/Del Archivo:
Maniobras de Escuela Militar incluyeron "interrogatorios" y
simulacros de "tacho"(2001)/Debate interno sindical y político

Caducidad: Planteo de Astori divide a


la interna del Frente
Diputados. La bancada define hoy la fecha de la votación
El planteo del vicepresidente Danilo Astori sobre la búsqueda de una alternativa a la anulación
de la ley de Caducidad divide al FA. La Mesa Política insiste en reclamar "unidad de acción" a
los diputados.
El vicepresidente Danilo Astori planteó en una entrevista con El País su voluntad de encontrar
una "salida alternativa" a la anulación de la ley de Caducidad, de tal forma de no pasar por alto
el resultado de las dos consultas populares que la ratificaron en 1989 y 2009.
Sin embargo, su propuesta no encontró eco dentro de la izquierda, más allá del apoyo que le
ofreció su sector, Asamblea Uruguay. "Respetamos la unidad de acción, pero somos críticos de
todo el proceso y sabemos que el proyecto interpretativo no es la solución más adecuada", dijo
a El País el diputado Alfredo Asti (AU).
En tanto, la bancada del Espacio 609 resolvió ayer continuar con el proceso de anulación de la
Caducidad en Diputados. Sin embargo, el diputado por Tacuarembó, Edgardo Rodríguez
(MPP), manifestó serias dudas respecto al proyecto interpretativo, dijeron a El País legisladores
que participaron del encuentro.
Por su parte, el diputado Alejandro Sánchez (MPP), explicó a El País que la bancada ya tomó
la definición y "la etapa de discusión está saldada". En el mismo tono, Víctor Semproni
(Espacio 609) añadió que "el tema ley de Caducidad ya está cerrado y no hay posibilidad de
cambios".
El secretario general del Partido Socialista, Eduardo Fernández, sostuvo que "si alguien
considera de que debe rever la discusión, se debe plantear dentro del Frente". Asimismo, el
diputado José Bayardi (Vertiente Artiguista) dijo que su posición personal "es seguir adelante
con lo resuelto por el Plenario Nacional y votar el proyecto interpretativo".
En tanto, la Mesa Política del FA volvió a reiterar ayer la necesidad de cumplir con el mandato
del Plenario y votar la anulación de la Ley de Caducidad.
A la reunión de la Mesa Política compareció el coordinador de la bancada de Diputados, Felipe
Michelini, quien informó el pedido de cambio de fecha que solicitó el Partido Nacional.
Michelini dijo a El País que la decisión de modificar la fecha de votación será analizada hoy por
la bancada. En tanto, señaló que en su opinión el proyecto interpretativo debería votarse el 20
de mayo o en su defecto un día antes.
POSTERGACIÓN. El líder de Alianza Nacional, el senador Jorge Larrañaga, realizó ayer un
planteamiento formal a Felipe Michelini para postergar la votación de la ley de Caducidad más
allá del 20 de este mes, tal como había anunciado El País, debido a que esa fecha se
considera significativa para todas las fuerzas políticas y no solamente para la izquierda.
La fecha recuerda los asesinatos de los legisladores Zelmar Michelini (Frente Amplio) y Héctor
Gutiérrez Ruiz (Partido Nacional) en Buenos Aires en 1976.
Michelini le respondió al senador nacionalista que hoy martes trasmitiría esa propuesta a
consideración de la bancada del Frente. Larrañaga mencionó la intención de su sector durante
la reunión del Directorio nacionalista, hablando con el resto de los responsables de los sectores
y también con Luis Lacalle Pou, presidente de la Cámara de Representantes que está
formalmente convocada para el viernes 20.
También ayer, durante la reunión del Directorio, el senador Sergio Abreu (Alianza Nacional)
propuso que la fuerza política hiciera una campaña de opinión pública, con un estilo
institucional, y finalmente se resolvió que se redactará un documento trasmitiendo la posición
oficial. Abreu y el representante de Unidad Nacional Guillermo García Costa prepararán ese
documento.
Abreu recorrerá varios departamentos dando charlas sobre la intención del FA de anular la ley
de Caducidad.
"El Frente Amplio no respeta la soberanía popular. En vez de ciudadanos ahora tenemos
súbditos", dijo al fundamentar su planteo.
Anoche la bancada de Alianza Nacional analizó entre otros asuntos la anulación de la ley de
Caducidad. Larrañaga advirtió que es contrario al planteo del catedrático Martín Risso, quien
señaló que se pueden revocar actos administrativos de gobiernos anteriores que dispusieron
que algunos casos quedaran dentro de la Caducidad. "Yo estoy en contra de todo
pronunciamiento legislativo que vaya en contra de la voluntad expresada por la ciudadanía. En
esto soy terminante. Seguir recorriendo caminos de imaginación jurídica, que pueden tener
asidero, no estoy de acuerdo", afirmó Larrañaga.
El País Digital
Proceso contra ex director de Libertad
El juez penal Ruben Saravia tiene a estudio una solicitud de la fiscal Mirtha
Guianze quien pidió el procesamiento con prisión de un ex director del Penal de
Libertad y un oficial de la Fuerza Aérea a quienes responsabiliza por el homicidio
del militante tupamaro Horacio Ramos, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en
su celda del centro carcelario en 1981. Según dijeron a El País fuentes judiciales,
la Fiscalía pidió el procesamiento del ex director del Penal de Libertad por el
delito de "homicidio", mientras que al oficial de la Fuerza Aérea Enrique Rivero lo
acusa por "encubrimiento". Rivero está en prisión desde fines de 2010, cuando
fue enjuiciado por su responsabilidad en el asesinato del militante comunista
Ubagesner Chaves Sosa, ocurrido en 1976.

Del Archivo:
Cuando mucho se habla del "nunca mas"
Recopilacion del Archivo:Blog "El Muerto"

La Republica - 16 de diciembre, 2001 - AÑO 12 - Nro.682

Cadetes sorprendidos por gritos de


oficiales: "Interróguelo, no sea cobarde,
que son comunistas y tupamaros"

Maniobras de Escuela Militar


incluyeron "interrogatorios" y
simulacros de "tacho"
Asombro y preocupación causaron en varios cadetes de la Escuela Militar los
ejercicios de "lucha antisubversiva" realizados en el marco de las maniobras de
clausura de los cursos 2001 en un campo especial de entrenamiento en el
departamento de Tacuarembó.
Maniobras militares.
En especial llamaron la atención de los jóvenes los simulacros de "tacho", en los que debieron
sumergir a algunos compañeros en el agua de un arroyo e incluso encapuchar a quienes
fungían de "guerrilleros".
A fines de noviembre, como todos los años, los cadetes de la Escuela Militar parten de
maniobras, que se extienden en general entre 15 y 20 días. Durante los ejercicios, los más de
300 estudiantes de la Escuela Militar, cuyas edades oscilan entre 17 y 21 años, demuestran en
un terreno de operaciones las habilidades que aprendieron durante un año de estudios.
Según revelaron a LA REPUBLICA fuentes militares, las maniobras se realizan en el campo de
entrenamiento Nº 2 de Zapará, que se extiende por varias hectáreas, en el departamento de
Tacuarembó.
El campo de entrenamiento está a unos 20 kilómetros de la ciudad de Tacuarembó, capital
departamental.
En las maniobras, los cadetes realizan ejercicios separados por grupos de acuerdo con la
materia y especialización de la que estén participando.
No obstante esto, hay dos materias cuyos ejercicios son realizados colectivamente por todo el
cuerpo de cadetes: Tiro y Defensa Interna (lucha antisubversiva).
Durante las maniobras, según las fuentes, se busca que los cadetes se enfrenten a situaciones
prácticas lo más similares posible a la realidad que van a tener que enfrentar.
La sorpresa de varios cadetes y de las fuentes consultadas fue cuando se explicó en qué
consistía el ejercicio de Defensa Interna.
Un grupo de alumnos se vistió de civil y conformó "un comando subversivo". Tenía que asaltar
a través del monte las posiciones del otro grupo que representaba a "los militares".
Durante las operaciones "se partió de la base de un enfrentamiento con una guerrilla rural en
nuestro país, no se habló de misiones de mantenimiento de la paz o escenarios de estallido
social que son las hipótesis de conflicto que se manejan públicamente". En el marco de estas
operaciones, que como ya se informó realizaban en conjunto todos los cadetes, a los
"prisioneros subversivos" se los encapuchaba y además se hacían simulacros de
interrogatorios.
Estos simulacros incluían prácticas de "torturas" que fueron muy utilizadas durante toda la
dictadura.
Todos los cadetes que hacían de subversivos y eran capturados, eran hostigados y
"encapuchados" por sus compañeros que hacían el papel de "militares".
Se sometió a los cadetes que hacían de "subversivos" a sesiones de "tacho": se les sumergía
la cabeza encapuchada en agua y ólo eran liberados poco antes de la asfixia. Para las
sesiones de "tacho" se utilizaron las aguas del Tacuarembó Chico, que atraviesa el campo de
entrenamiento.
En esta oportunidad, no se llegó al extremo que sí se llegó durante la dictadura. Cientos de
detenidos políticos padecieron estos tormentos. No pocos, encontraron la muerte. Entre otros,
Nibia Zabalzagaray, la profesora de literatura de 24 años, militante de la Unión de la Juventud
Comunista, quien murió en el Batallón de Ingenieros Nº 5 mientras se le aplicaba un
"submarino seco", según denunció Amnistía Internacional ante el Congreso estadounidense en
1974.

"Interróguelo, no sea cobarde"


Según varios testimonios que pudo recoger LA REPUBLICA, aunque obviamente pidieron el
anonimato, también se sumó el instigamiento permanente de los oficiales a cargo del ejercicio
para que se interrogara y "torturara". Según las fuentes varios oficiales gritaban
permanentemente cosas como estas: "Interróguelo, no sea cobarde. Dele tacho. Interróguelo
que son comunistas y tupamaros. Energía cadete". Estas frases fueron pronunciadas, según
las fuentes, particularmente por el coronel Pioli, subdirector de la Escuela Militar y por el
teniente coronel Montaner, jefe de cuerpo.
Según los informantes el Director de la Escuela Militar, el general Couture, no asistió
personalmente a estos ejercicios particulares.
Las fuentes consultadas señalaron que el hecho de ver a dos oficiales gritando e instigando a
"interrogar" a "subversivos, comunistas y tupamaros" fue comentado con sorpresa por varios
cadetes.
Sin embargo, reconocieron, que esa actitud también "entusiasmó" a otro grupo de cadetes que
participaron con gran "espíritu" de esos ejercicios. *

La Republica - Jueves, 08 de noviembre, 2007 - AÑO 12 - Nro.2723

Desde Suecia denuncian que en los días


del asesinato de Michelini y Gutiérrez Ruiz
el militar estaba en Argentina
El profesor torturador de UTU,
Abella Zuasti, "operaba" en
Buenos Aires en mayo de 1976
Alejandro Quiroga, un uruguayo radicado en Suecia, lo vio en un tren
acompañado de "represores" argentinos el día que Peñarol jugaba contra
Independiente por la Libertadores. Abella Zuasti había sido su compañero en el
liceo militar y lo había amenazado en 1975 cuando fue liberado del Regimiento Nº
9º de Caballería. Quiroga, junto al escritor Carlos Liscano, fue víctima de una
"purga" en la Escuela Militar de Aeronáutica en 1970. Abella, denunciado por el
sindicato Afutu y separado del cargo por el Consejo de la UTU, fue reincorporado
al plantel docente por el Codicen.
ROGER RODRIGUEZ - rogerrodriguez@adinet.com.uy
El profesor torturador Guillermo Abella Zuasti, recientemente reincorporado por el Codicen al
cuerpo docente de la Enseñanza al revocar una resolución del Consejo de la Universidad del
Trabajo del Uruguay (UTU) que lo había suspendido, estaba "operando" en Buenos Aires en
mayo de 1976, cuando fueron asesinados los legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez
Ruiz.
La presencia de Abella Zuasti en Argentina en los dramáticos días del golpe de Estado militar
que derivaría en la persecución, secuestro, traslado ilegal y desaparición de decenas de
uruguayos que se habían exiliado en el vecino país, fue denunciada a LA REPUBLICA por
Alejandro Quiroga Pérez, un uruguayo radicado desde hace muchos años en Suecia.
Alejandro Quiroga afirma que en mayo de 1976 se encontró en Buenos Aires a Abella Zuasti, a
quien conocía personalmente por haber sido durante varios años compañeros del Liceo Militar
y de la misma generación de cadetes de la Aeronáutica y el Ejército, y porque el torturador fue
la persona que le abrió la puerta del cuartel del 9º de Caballería donde estuvo preso hasta el 24
de julio de 1975.
"En los días cercanos al secuestro y asesinato de Zelmar y Toba, en mayo de 1976, reconocí a
Guillermo Abella en un tren que iba de Quilmes a Avellaneda. El estaba sentado tres asientos
más atrás que yo y mi esposa. Viajaba junto a tres hombres que no reconocí pero que por su
aspecto eran militares o policías. El me reconoció y riéndose me señaló con su índice a sus
acompañantes", narra.
Quiroga explica que al reconocer a Abella tuvo miedo y junto a su esposa bajó en la siguiente
estación, donde se confundió con una multitud que se dirigía al estadio de Avellaneda, donde
jugaban el local Independiente contra Peñarol por la Copa Libertadores de América. El partido
lo ganaron los rojos 1 a 0. Fue el 26 de mayo de 1976, seis días después del asesinato de
Zelmar y el Toba.

"Te voy a buscar afuera..."


"Con Abella nos conocíamos desde hace tiempo. Fuimos compañeros de clase en el Liceo
Militar en 1963 y 1964 y luego lo traté varias veces durante mi período como cadete de la
Escuela Militar de Aeronáutica hasta 1970, cuando él era cadete de la Escuela del Ejército. No
lo veía desde julio de 1975 cuando me largaron del 9º de Caballería, donde estaba preso",
cuenta Quiroga.
"Ese día, recuerdo que en la Guardia de Prevención del 9º había un soldado sancionado y de
plantón. Cuando entró Abella, el soldado le dijo algo así como "por qué me tienen a mí de
plantón como a los pichis", y la respuesta de Abella fue darle un cachetazo para que se
callara", explica Quiroga al subrayar las condiciones de represor del reintegrado profesor de la
UTU.
"Esa fue la última vez que lo había visto antes de Buenos Aires, el día que me largaron del
cuartel. Abella era teniente primero y ocupaba el cargo de capitán de Guardia. "Te suelto
porque yo no soy el que decido, pero te voy a buscar afuera", fueron sus palabras de
despedida. Tenía que presentarme al cuartel cada tres días, pero no volví nunca más y, con mi
compañera, salí como clandestino para Argentina".
La esposa de Quiroga había sido liberada el día anterior, luego de cuatro años de cárcel en
Cabildo y el Carlos Nery. Se casaron hace 45 años, cuando ella estaba libre y él se encontraba
recluido en el Penal de Punta Carretas. Hoy tienen dos hijos, Gabriela, bióloga molecular, y
Camilo Ernesto, técnico en redes de computación. Viven en Gotemburgo, donde dirigen una
empresa de servicios.
Quiroga y su esposa se exiliaron en Suecia en 1976, tras el golpe de Estado en Argentina. En
1985 regresaron a Buenos Aires y un año después intentaron radicarse nuevamente en
Uruguay, pero en julio de 1991, ante un quebranto de salud, debió volver a Suecia donde se le
unió la familia. En 2006 se acogió a la Ley 17.949 de reparación de militares destituidos, pero
aún espera una resolución.

"Aquella purga en aviación"


Alejandro A. Quiroga Pérez (CI 1.125.697-1) nació el 22 de febrero de 1948 y fue una de las
víctimas de una recordada "purga" de estudiantes realizada en la Escuela Militar de
Aeronáutica en 1970, cuando ya comenzaba la "selección" de mandos y oficiales que poco
tiempo después protagonizarían el golpe de Estado en Uruguay.
El 11 de enero de 1971, el diario "Ya" publicó un artículo en el que hizo referencia a la purga en
la aeronáutica, denunciada por el entonces senador Pedro Zabalza (padre del dirigente
tupamaro). El episodio también fue confirmado a LA REPUBLICA por el escritor Carlos Liscano,
quien había sido una de las víctimas de aquella purga y compañero de estudios de Alejandro
Quiroga, cuya credibilidad ratificó.
"La Fuerza Aérea poseía información de inteligencia policial o militar sobre vinculaciones o
simpatías de algunos cadetes del último año con la izquierda guerrillera y armó una operación
de inteligencia, por la que siete cadetes fuimos sometidos a la justicia militar, donde nos dejan
en libertad, pero luego un Consejo de Disciplina, en forma totalmente ilegal, nos da la baja",
explica Quiroga.
Entre los siete sancionados estaban Liscano y Quiroga, quienes habían aprobado todos los
cursos, otros cuatro cadetes daban sus exámenes finales y uno, compañero de tanda del actual
comandante en jefe, Enrique Bonelli, daba exámenes para pasar al último año de estudios.
"Fue una operación represiva del pachecato, unida a una limpieza preparatoria del golpe de
Estado", sostiene Quiroga.
En febrero de 1971, Quiroga fue procesado por la Justicia civil por "asociación para delinquir e
intento de rapiña". Estuvo preso en Punta Carretas y en el penal de Libertad. Liberado en 1973,
volvieron a detenerlo a fines de 1974 cuando asesinaron al coronel Ramón Trabal en París.
Estuvo en el cuartel de Blandengues, en La Paloma y en el 9º de Caballería. Cuando lo
soltaron, se exilió en Argentina.

Prontuario de un "docente"
El profesor Guillermo Abella Zuasti era docente del curso de rematador de la UTU en la
Escuela de Administración del Prado, cuando a mediados de 2006 fue reconocido como
torturador por una de sus víctimas, al aparecer en una foto con un grupo de militares y
represores que fueron a solidarizarse con el coronel Jorge "Pajarito" Silveira, quien había sido
citado por la Justicia penal.
Su identificación derivó en una denuncia de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu), que
tuvo como respuesta una suspensión de sus actividades docentes por el Consejo de UTU y
llevó a confirmar el pasado como represor del militar, según constaba en los archivos
testimoniales del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) y el Instituto de Estudios Legales y
Sociales del Uruguay (Ielsur).
Una investigación de LA REPUBLICA permitió agregar que Abella Zuasti había sido egresado
de la terrorífica School of Americas (SOA) de Estados Unidos en Panamá, donde en 1969
realizó el curso "C-1" junto a los represores Mario Cola Silvera, Héctor Lluis, Luis Maurente y
Antranig Ohannessian.
Abella, hoy con 60 años de edad, era conocido por el alias de "Cabeza Seca" y fue denunciado
ante organizaciones de derechos humanos, por sus víctimas por tortura de picana, plantón,
tacho, caballete y golpes, sufrida en 1972 en el 8º de Caballería y, posteriormente, en el 9º de
Caballería. También es señalado como represor por el desertor Hugo Walter García Rivas.
Abella no aparece en el listado de militares enviados en misión oficial a Argentina en 1976,
según las nóminas entregadas por el comandante en jefe general Hugo Medina al ministro de
Defensa Juan Vicente Chiarino, durante el gobierno de Julio María Sanguinetti, cuando en 1986
la información fue solicitada por la investigadora parlamentaria sobre el asesinato de Michelini y
Gutiérrez Ruiz. *
La Republica - Domingo, 07 de mayo, 2006 - AÑO 12 - Nro.2182

Histórico: el núcleo duro del


OCOA desfiló ayer por primera
vez ante un juzgado
José Nino Gavazzo, nacido el 2 de octubre de 1939. Casado, tres hijas. Ingresó al Ejército el
1º de marzo de 1956, en el Arma de Artillería. Cuatro años más tarde revistaba en el Grupo de
Artillería Nº 5. En 1966, con el grado de capitán se desempeñaba como instructor en la Escuela
Militar.
En 1970 viaja a Estados Unidos, donde recibe instrucción en lucha "antiinsurgente". Un año
después, con el grado de mayor aparece en la Región Militar IV con asiento en Minas. Se
especializa en inteligencia bajo las órdenes del coronel Ramón Trabal.
Desde 1972 está en el S2 (inteligencia) de la División de Ejército I. Fue fotografiado en la Plaza
Independencia observando a quienes manifestaron su apoyo al entonces presidente Juan
María Bordaberry en su decisión de disolver el Parlamento el 27 de junio de 1973.
Está implicado en la represión al MLN-Tupamaros y las negociaciones del Batallón Florida.
Opera en la represión contra uruguayos en Argentina desde 1974. Se le acusa por la
desaparición de Washington Barrios y el traslado y asesinato de cinco uruguayos en el caso de
los "fusilados de Soca".
Entre 1974 y 1975, Gavazzo actúa en el S2 del Grupo de Artillería Nº 1, integrado a la Oficina
Coordinadora de Operaciones Antisubversivas (OCOA), con la que Uruguay participó en la
coordinación represiva de las dictaduras de la región constituida en Chile bajo el nombre de
"Plan Cóndor".
En 1976, Gavazzo era el 2º jefe del Departamento III del Servicio de Información y Defensa
(SID) con sede en Bulevar Artigas y Palmar, base de operaciones en los operativos de
secuestro, tortura, asesinato y desaparición de los militantes del Partido por la Victoria del
Pueblo (PVP) en Buenos Aires.
En Argentina era el comandante uruguayo del centro de torturas Automotores Orletti, de donde
secuestró y trajo a dos grupo de exiliados vinculados al PVP. Los del "primer vuelo" fueron
procesados tras una falsa detención en Shangrilá, y los del "segundo vuelo" siguen en
condición de desaparecidos.
Apadrinado por el general Amaury Prantl desde el SID, Gavazzo operó en la interna militar
desde la publicación "El Talero" contra las aspiraciones presidenciales del general Gregorio
Alvarez. El 24 de agosto de 1978, el Goyo le dio la baja con el grado de teniente coronel por su
resolución Nº 53/495.
Cuando era convocado por la Justicia en 1986, el presidente Julio María Sanguinetti impulsó la
Ley de Caducidad. Trabajó en el frigorífico Comargen. El 7 de enero de 1995 fue procesado por
el delito de "extorsión", en una maniobra de falsificación de dólares con su socio Ricardo
"Conejo" Medina.
Ricardo José Medina Blanco. (Alias: "Rambo", "Conejo". "306"). Nacido el 1° de agosto de
1948. Ingresa a la Policía el 30 de marzo de 1966, en la Guardia Metropolitana, dentro del
Cuerpo de Granaderos. Se especializó en comunicaciones y es experto en escuchas
telefónicas clandestinas.
En 1976, junto a su amigo granadero José Sande Lima (preso por "peculado"), pasa a
desempeñarse en el Servicio de Información y Defensa (SID) y en la Oficina Coordinadora de
Operaciones Antisubversivas (OCOA). Tenía el alias de "306" en el centro de torturas "300
Carlo" del Batallón de Infantería 13.
En octubre de 1976 participa en el balneario Shangrilá del falso operativo de detención de los
militantes del PVP que habían sido trasladados en julio desde Argentina. También se le
conecta al traslado del "segundo vuelo" de Orletti cuyos pasajeros continúan desaparecidos.
La participación directa del Conejo Medina en el asesinato de María Claudia García de Gelman
fue confesada por el ex presidente Jorge Batlle al senador Rafael Michelini. Medina fue uno de
los que trasladó a la joven argentina a la Base Valparaíso, donde le habrían dado muerte.
También fue uno de los que entregó a Macarena, la hija nacida en cautiverio de María Claudia,
a la familia del policía Angel Touriño, con quien se relacionaba a través del grupo político del ex
senador Pablo Millor, de quien fue secretario en el Parlamento y chofer tras la
reinstitucionalización del país.
Medina habría participado del secuestro y desaparición del maestro Julio Castro Pérez en 1977
y en 1980 el inspector general Víctor Castiglioni lo integra al Grupo Gama de Inteligencia
policial, con el que se crea la "Base Marta", ubicada en Capurro, desde donde se hacía
"pinchazos" telefónicos.
En el área privada tuvo agencias de seguridad y trabajó en un hotel en Brasil, donde en 1993,
aparece implicado en un caso de dólares falsos. Regresó a Uruguay para refugiarse en la
policía de San José, donde fue procesado por falsificación de dólares en 1995, con su socio
José Nino Gavazzo.
Jorge Alberto Silveira Quesada, (alias "Pajarito", "Siete Sierras", "Chimichurri", "Isidorito" y
"Oscar 7"). Nació el 20 de setiembre de 1945. Ingresó al Ejército el 1º de marzo de 1965 en el
arma de Artillería. En 1968 hizo el "Special Cadet Course" en la Escuela de las Américas.
En 1969 ascendió a alférez y como teniente segundo ingreso al Grupo de Artillería 1 en 1971.
Un año después era uno de los torturadores del S2 en esa unidad militar.
Como teniente primero pasa a la Oficina Coordinadora de Operaciones Antisubversivas
(OCOA), donde opera bajo el alias de "Oscar 7".
Desde 1974 comienza a actuar en el centro de represión "300 Carlos" del Batallón 13 de
Infantería, donde encabezaba las sesiones de tortura. En esa unidad militar se produjo la
desaparición de ocho dirigentes comunistas, muertos, según la Comisión para la Paz, por los
apremios recibidos.
Asciende a capitán en 1976, cuando participa de la represión, secuestro y desaparición de
uruguayos en Argentina. Fue él quien, con el "Conejo" Medina, entregó a Macarena Gelman, la
nieta de Juan Gelman, a la familia del policía Tauriño, quien la crió bajo una falsa identidad.
En 1977 y 1978 se desempeña en el Estado Mayor del Ejército y opera en el Establecimiento
Militar de Reclusión Nº 2 de Punta de Rieles, donde tortura y acosa a las presas políticas allí
recluidas. También es enviado a reprimir presos en la cárcel de La Tablada, dada su
especialidad como torturador.
En 1980 se encontraba en el Estado Mayor Conjunto (Esmaco) y actúa como jefe de
administrativos del Palacio Legislativo, donde funcionaba el dictatorial Consejo de Estado. En la
interna militar, era integrante de la Logia "Chucrut", vinculada al Partido Colorado.
En 1981 es uno de los torturadores y violador de un grupo de estudiantes de la Unión de
Juventudes Comunistas (UJC), detenido a fines de la dictadura. Todas sus víctimas coinciden
en señalar su perversión y el placer que le generaba la práctica de sus torturas.
Durante la segunda presidencia de Julio María Sanguinetti se desempeña como miembro del
equipo del comandante en jefe del Ejército Fernán Amado, a quien asesoraba en la compra de
armas al empresario Igor Svetogorsky. Pasó a retiro con el grado de coronel en el año 2000.
José Ricardo Arab Fernández. (Alias: "El Turco". "305". "La Bruja"). Nacido el 7 de febrero de
1941. Ingresa al Ejército el 1" de marzo de 1958, en el Arma de Ingenieros. En 1967 era
teniente primero en la Escuela Militar, asciende a capitán en 1970 y pasa al Batallón de
Ingenieros N° 3 (Paso de los Toros).
Con el grado de mayor, actúa en el Servicio de Información y Defensa (SID) en 1976, y actúa
con el nombre de guerra "305", en el centro de torturas "300 Carlo" localizado en los fondos del
Batallón de Infantería Nº 13. También se integra a la Oficina Coordinadora de Operaciones
Antisubversivas (OCOA).
Ese año 1976 participa de las operaciones de represión contra uruguayos en el centro
clandestino de detención Automotores Orletti en Buenos Aires y en el traslado ilegal de medio
centenar de ciudadanos. Una veintena de ellos, pasajeros del "segundo vuelo" de Orletti,
continúa desaparecido.
Es quien traslada a María Claudia a la Base Valparaíso para darle muerte. Se le adjudica la
frase "A veces hay que hacer cosas jodidas", cuando se llevaba a la nuera de Juan Gelman.
Sería uno de los militares que conoce el destino final de la joven argentina.
El 9 de febrero de 1978 fue dado de baja y degradado, según el boletín Nº 1932 del Ministerio
de Defensa Nacional. Se dedica a distintos tipos de negocios relacionados al transporte y
abasto con una flota de camiones. Hoy aparece como dueño de varias empresas.
Ernesto Avelino Rama Pereira. (Alias: "Oscar 1". "El Tordillo". "El Gallego". "Puñales").
Nacido el 7 de febrero de 1936. Ingresó al Ejército el 1° de marzo de 1955, en el Arma de
Infantería. Entre el 15 de enero y el 1º de junio de 1962, realiza el curso de "Motor Officer" en la
Escuela de las Américas en Panamá. Hasta 1963 estuvo en el Batallón de Infantería 11
(Minas). Como capitán, en 1964 pasa al Servicio de Material y Armamento y en 1972, se
desempeña como S2 (inteligencia) en el Batallón de Infantería N° 1, donde se le sindica como
uno de los principales represores de la dictadura.
Desde 1975 actúa como comandante de la Oficina Coordinadora de Operaciones
Antisubversivas, que le valió el alias de "Oscar 1" y actúa particularmente en el centro de
torturas "300 Carlos" del Batallón de Infantería Nº 13, donde se produjeron múltiples
desapariciones.
En 1976, era uno de los "valpardos" que operaba en la Base Valparaíso, donde fue vista con
vida por última vez la joven argentina María Claudia García de Gelman. Rama sería uno de los
que dispuso su desaparición y conoce el lugar donde fue enterrada luego de su asesinato.
En los años siguientes cumplió funciones en la cárcel de La Tablada y entre 1980 y 1984 fue
asignado al Servicio de Material y Armamento. Hasta 1985, cuando la reinstitucionalización del
país, se desempeñaba en el Comando General del Ejército.
Gilberto Valentín Vázquez Bisio. Alias: "307". "el Judío", "el Diente". Nacido el 20 de agosto
de 1945. Ingresó al Ejército el 1° de marzo de 1963, en el Arma de Caballería. En 1970
ascendió a teniente primero y a partir del 1971 actuó en el S2 (inteligencia) del Regimiento de
Caballería Mecanizada N° 4.
Ascendió a capitán en el mismo cuartel y en el año 1976 pasó al Servicio de Información y
Defensa (SID) para actuar en la represión de uruguayos en Argentina y en el centro de torturas
"300 Carlo" del Batallón 13 de Infantería, donde tenía el séptimo lugar de mando ("307").
Estuvo presente en detenciones e interrogatorios de los militantes uruguayos del PVP,
secuestrados en julio de 1976. En setiembre y octubre de ese mismo año se le vio en el local
del SID de Bulevar Artigas y Palmar, donde había sido trasladada la nuera del poeta Juan
Gelman antes de dar a luz una niña.
Gilberto Vázquez era uno de los encargados de la "Base Valparaíso", la clandestina sede de
espionaje que realizaban en la dictadura con una flota de taxímetros, donde fue llevada María
Claudia García de Gelman para darle muerte y hacerla desaparecer.
En 1977 asciende al grado de mayor y su primer destino es el Instituto Militar de Estudios
Superiores (IMES). Estuvo en Estado Mayor del Ejército a partir del año 1981 con el grado de
teniente coronel. Retirado, es docente de estrategia militar en el Calen. Pertenecería a la Logia
Tenientes de Artigas. *
La Republica - Jueves, 31 de mayo, 2001 - AÑO 12 - Nro.486

Militar retirado reivindicó las


desapariciones y atacó a Michelini
El teniente coronel retirado Héctor Varela reivindicó ayer, mediante una carta pública dirigida al
senador Rafael Micheli, la desaparición de opositores a la dictadura militar y consideró que esa
tarea demostró la "valentía" de la institución castrense.
Varela, quien ingresó a la Escuela Militar el 1° de febrero de 1972 y realizó toda su carrera
durante el gobierno de facto, replicó las declaraciones en LA REPUBLICA de Michelini, quien
consideró que los militares que no aportan datos a la Comisión para la Paz son "cobardes".
El militar retirado, luego de relatar detalles de su vida y carrera militar, niega haber tenido
contacto con superiores o subordinados que hayan incurrido en acciones como las que
denuncia el líder del Nuevo Espacio, informa que actualmente percibe una jubilacion de 12.130
pesos, "algo así como la cuarta parte de lo que usted recibe por su cargo de senador, o tal vez
lo mismo que recibe para diarios y revistas".
Varela alude, en tono desdeñoso, a la afición turfística del senador Zelmar Michelini, asesinado
en Buenos Aires el 20 de mayo de 1976 a manos de militares uruguayos y argentinos. En ese
entonces, afirma el militar, él ayudaba a su padre peón en un stud "a barrer los boxes de sus
caballos o estaba sacando el abono".
Inmediatamente, Varela reivindica la labor realizada por la dictadura al encarcelar, torturar y
desaparecer a sus opositores políticos. "Premonitoria tarea esta, de sacar el abono, que años
después la vida me llevaría a sacar otros abonos de estas tierras", señala la carta. Y luego
desliza una amenaza, al citar una frase de Shakespeare: "No calientes del odio tanto el horno
que te quemes tú mismo".
"Señor senador" --agrega Varela--: "usted que ha logrado por el voto popular esa posición tan
importante en este sistema democrático que yo defendí (sic), mientras usted no sé bien qué
hacía, por qué no trabaja un poquito y presenta algún proyecto de ley".

"Regrese a Don Bosco"


Más adelante, en la carta publicada por el vespertino Ultimas Noticias, el teniente coronel
retirado recurre a la ironía para volver a atacar a Michelini. "Qué cobardía la mía, tratar de
seguir adelante en este país que ha permitido a personajes como usted llegar al Senado de la
República, usted que comparte cómodamente su banca con Mujica y Fernández Huidobro, y
hoy ante la desaparición de su grupo político pretende alianzas que le aseguren el empleo.
Permítame otro consejo. Regrese a Don Bosco (donde el legislador realizó estudios en su
adolescencia), finalice sus estudios y trate de serle útil a la sociedad, como lo han sido y lo son
todos aquellos que usted ha llamado cobardes".
"Senador" --insiste Varela-- "tome conciencia, no se escude en sus fueros, la Ley de Duelo fue
derogada, proceda con valor y mencione a los cobardes por su nombre. Las generalizaciones
son odiosas. No quiero creer que usted se refirió a mi Ejército Nacional, tal vez comprendí mal
sus palabras, tal vez usted no tenga el valor para dar los nombres de sus cobardes. Yo le
podría dar el de mis cobardes, pero prefiero decírselo personalmente a ellos, ya que a mí no
me hace falta ninguna limosna por los seres queridos que murieron enfrentando a sus
desaparecidos".

Pasajero del tren que trasladó trabajadores hacia el acto del PIT-CNT por el Día Internacional
de los Trabajadores, realizado en Las Piedras. Foto: Nicolás Celaya

Distintas velocidades
Debate interno sindical y político en el 1º de mayo, mientras el acceso a trabajo
digno se vuelve prioritario.
En una nueva conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, el PIT-CNT organizó
un acto ayer en Las Piedras en el que cuestionó a “algunos compañeros” que a su entender
menoscaban la unidad sindical. También hubo críticas a la derecha y a las patronales, se
reconocieron algunos logros del gobierno y los trabajadores se mostraron interesados en
presentar sus propuestas para el proyecto de ley de contratos de participación público-privada
(PPP).
La unidad interna del movimiento sindical fue un tema presente en los discursos de los
coordinadores del PIT-CNT. Antes de ingresar al acto de la central obrera, uno de ellos,
Fernando Pereira, expresó que “sólo hay un acto de los trabajadores, ya que para que sea un
acto de estas características es necesario que sean convocado por organizaciones de
trabajadores”. “Yo lo que vi fueron convocatorias de sectores políticos a actos vinculados al 1º
de mayo”, afirmó Pereira, en relación al acto organizado por la Coordinación de Trabajadores y
Estudiantes Clasistas (ver nota en página 2) y al de la Federación Anarquista Uruguaya.

No toquen nada
Las declaraciones del vicepresidente Danilo Astori acerca de buscar caminos alternativos a la
votación del proyecto interpretativo de la Ley de Caducidad (ver nota en página 9) no cayeron
bien en la interna de la central sindical. El coordinador Edgardo Oyenart remarcó que el planteo
del movimiento sindical “es bien claro: la anulación de la ley de impunidad ya”. Según dijo el
dirigente, el 20 de mayo la central hará un paro general, “se vote el proyecto o no”. “No es
solamente un tema de legalidad y constitucionalidad, es un tema de justicia. El mecanismo es
éste y va a ser éste”, vaticinó Oyenart. En una misma línea, el también coordinador Juan
Castillo consideró que “no hay salida alternativa”.
En tanto, la ministra de Desarrollo Social, Ana Vignoli (Partido Comunista del Uruguay),
entendió que si bien “el camino que se ha tomado puede no conformar a todos los integrantes
del FA, no se puede seguir dándole vueltas al tema”. “Hoy tenemos esta salida y tal vez no sea
la mejor para todos, pero es una salida y cambiar el rumbo en tantas oportunidades puede
generar más confusión a la gente”, entendió la secretaria de Estado, quien consideró que la
fuerza política debe “aprovechar los momentos de coincidencia”. “A este momento se llegó con
voluntad colectiva y hay que tratar de no confundir más al pueblo”, expresó.
Varios minutos después, cuando ya el acto de la central estaba culminando, otro de los
coordinadores, Juan Castillo, fue un poco más lejos a la hora de referirse a estos sectores
autodenominados de izquierda "radical" y señaló que “algunos compañeros critican y
confunden al enemigo, intentan agraviar a nuestra central, descalifican a nuestros
compañeros”. Luego saludó la “democrática participación de los trabajadores en sus gremios”
-en posible referencia a las recientes elecciones de ADEOM y AEBU (ver nota en página 8)- al
tiempo que señaló que “es mejor construir en medio de la diversidad que hacerle un flaco favor
a la derecha, a la burguesía y a la oligarquía, que siempre soñó, que hizo todo lo que pudo y
que quiere ver saltar nuestra unidad en 1.000 pedazos para volver”. La consigna de la jornada,
“1º de mayo con Artigas, que los más infelices sean los más privilegiados”, también formó parte
de los discursos. Castillo sostuvo: “La clase obrera debe apoderarse del ideario artiguista y
luchar, porque tenemos 200 años de deuda con el héroe de la patria”. El sindicalista también
destacó algunos logros del gobierno, como la baja de la mortalidad infantil, la reducción de la
pobreza y la baja del desempleo, a la vez que celebró el aumento del mínimo no imponible del
IRPF y de las asignaciones familiares, así como también la baja de dos puntos de IVA. No
obstante, cuestionó “las limitaciones” del crecimiento del país, ya que, por ejemplo, “las
condiciones laborales y salariales distan de ser dignas”. También criticó la matriz de
distribución de la riqueza. “¿Por qué los vecinos tienen que pagar religiosamente sus impuestos
so pena de multas, recargos y moras, y algunos sectores que se han visto favorecidos en estos
últimos años, los que más han crecido y ganado, están exonerados?”, se preguntó.

Todavía infelices
Castillo hizo referencia a la extranjerización y concentración de las principales exportaciones
uruguayas y concluyó que la actual matriz productiva no permite “avanzar hacia una
distribución de la riqueza en la cual los más infelices sean los más privilegiados”, por lo que
llamó a defender las empresas públicas en las áreas de participación estratégica del Estado y
también destacó las “reservas” que la central tiene sobre el proyecto de PPP. “No nos
quedamos en la facilonga de criticar en la vereda de enfrente, tenemos propuestas y queremos
involucrarnos para que el Parlamento apruebe un buen instrumento y no una arma de doble
filo”, sostuvo. El otro orador principal de la central fue el coordinador Edgardo Oyenart. Destacó
que el actor Rúben Yañez y el escritor Eduardo Galeano, quienes abrieron el acto haciendo
referencia a la educación y a Artigas, han contribuido a la "construcción de una ética y estética
antagónica con la de la clase dominante”. Oyenart también hizo referencia a la importancia de
lograr aprobar la despenalización del aborto en este período de gobierno para que “las mujeres
pobres no sigan muriendo”. También llamó a aprobar una “ley de maternidad” que brinde medio
horario por 16 semanas a las madres para amamantar. En su discurso atacó la campaña para
extender el régimen penal adulto, que calificó de “decisión politiquera” y de “reduccionista”. “No
hablan de la redistribución de la riqueza ni de construir fábricas”, fustigó. Culminó haciendo
referencia a la anulación de la Ley de Caducidad y cuestionó a quienes entienden que el tema
surge de una guerra entre dos "demonios”: “La única dicotomía es entre explotadores y
explotados, entre la oligarquía y el pueblo”, sentenció, e instó a los presentes a rodear el
Palacio Legislativo el 20 de mayo.
Santiago Sánchez
La Diaria

Pida la boleta
Corrientes sindicales que condujeron los últimos conflictos perdieron elecciones
en ADEOM y AEBU.
La categorización que divide el movimiento sindical uruguayo entre “radicales” y “moderados”
no resulta del todo útil para interpretar las últimas elecciones en AEBU y en ADEOM
Montevideo, cuyos resultados se conocieron el fin de semana.
Para entender estos fenómenos complejos, en los que las poleas de transmisión no siempre
son lineales, quizá sea mejor una mirada en las bisagras: el frente sindical del Partido
Comunista del Uruguay (PCU) es uno de los grupos triunfadores en ADEOM -ni más ni menos
que “en la era Ana Olivera”-, mientras que resultó ser el mayor derrotado en AEBU. En todo
caso, bancarios y municipales castigaron en las urnas a las corrientes que condujeron dos de
los conflictos más importantes de los últimos meses.
En ADEOM la lista 2011, una agrupación formada por las listas 5 y 112 en la que militan
simpatizantes del PCU, el Movimiento de Participación Popular (MPP) y otros sectores
frenteamplistas, obtuvo nueve de los 15 cargos del Consejo Ejecutivo, mientras que las listas
17-19.74, 307 y 1980, que hasta ahora tenía ocho cargos en el Ejecutivo, lograron seis (perdió
uno la 307, liderada por Aníbal Varela, y otro la 19.74, que tenía uno). Para Camilo Clavijo, líder
de la 2011, uno de los cambios que permitió el triunfo fue que aumentó la cantidad de votantes;
de 54% de los habilitados que votó en 2009, esta vez participó 61%.
Para los dirigentes de la 2011, en el resultado influye el rechazo de muchos municipales a la
conducción del último conflicto, que motivó el decreto de esencialidad por parte del gobierno de
la comunista Olivera, lo que fue reconocido por el todavía secretario general de ADEOM, Aníbal
Varela.
Álvaro Soto, líder de la lista 1980, interpreta la votación de otra manera. “Es resultado de una
ofensiva política del gobierno para intentar quebrar la voluntad de lucha y establecer un
copamiento del sindicato a través de las listas que tradicionalmente fueron afines al gobierno”,
consideró.
Según dijo, el resultado no significa un rechazo a la conducción del último conflicto con la
administración de Ana Olivera (PCU), sino que refleja “la intencionalidad política” y crea un
nuevo problema: “La dirección ahora le tiene que reclamar a su camarada Olivera que cumpla
con la plataforma, que retire las sanciones y la reglamentación sindical, lo que va a generar una
contradicción entre los trabajadores sindicales y el gabinete”. Este resultado modificará el
relacionamiento de ADEOM con la central sindical. De hecho, ayer las futuras autoridades
participaron en el acto del PIT-CNT en Las Piedras, mientras que el actual presidente del
gremio municipal, Soto, fue uno de los oradores del acto organizado por Tendencia Clasista y
Combativa, al que convocaba ADEOM.
Para Clavijo, de cara al Congreso del PIT-CNT que se realizará en agosto, estos resultados
son “un elemento positivo”, porque la mayoría de los delegados de ADEOM responderá a la
2011. “Fue un revés importante, porque algunos compañeros estaban decididos a dar un paso
al costado y alejarse de la central, y ése no va a ser el sentir nuestro”, añadió. Para Soto, los
resultados dificultarán el futuro del bloque sindical “opositor”, que, según dijo, enfrenta ahora
una “crisis” a la interna de Adeom. “Es un golpe para la constitución de un bloque sindical que
se establecía con una política independiente del gobierno, pero es episódico; la crisis no está
instalada porque haya un bloque radical, está porque hay una política instalada contra los
trabajadores”.
Para el dirigente del Partido de los Trabajadores, “ahora el problema es de ellos, porque es la
realidad la que está generando esta situación, no una cabeza demoníaca conspirando contra el
gobierno popular”, dijo, y explicó que el PIT-CNT y el PCU deberán resolver la “contradicción”
de “luchar por la redistribución de la riqueza, mientras que su representante en el gobierno de
Montevideo manda reprimir a los trabajadores y dice que no puede haber un convenio salarial,
en una política absolutamente reaccionaria, procapitalista y antiobrera, que no se puede hacer
en nombre del comunismo”.

Los juegos de la banca


La lista 98, afín a la corriente Articulación, resultó ser la gran triunfadora en las elecciones de
AEBU. Según los datos divulgados el sábado, esta lista recuperó, después de seis años, la
presidencia en la banca oficial, donde los dirigentes que condujeron el último conflicto
recibieron un duro revés en las urnas.
La 98 se quedó con las presidencias del Consejo Central, en la que continuará Gustavo Pérez;
del Consejo de Sector Financiero Oficial, que presidirá Gonzalo Pérez, y del Sector Financiero
Privado, donde repetirá Elbio Monegal.
En el Consejo Central, la 98 obtuvo seis lugares: dos fueron para la 17 (PCU, Fidel y aliados),
uno para la 1955 (MPP y Partido por la Victoria del Pueblo), uno para la 8103197987
(Asamblea Popular, Corriente de Izquierda y Partido Socialista de los Trabajadores) y uno para
la 575, que participó por primera vez en las elecciones de AEBU, a instancias de funcionarios
del Banco República (BROU) y del Banco de Seguros del Estado que han ingresado
recientemente a esas instituciones.
El Consejo de Sector Financiero Oficial quedará integrado con cuatro representantes de la lista
98, dos de la 8103197987, dos de la 17, dos de la 575 y uno de la 33, mientras que en el
Consejo de Sector Financiero Privado habrá nueve miembros de la 98, uno de la 1955 y otro de
la 17.
Los dirigentes bancarios consultados interpretaron que la 575 capitalizó la mayoría del
“desencanto” con la 17 -responsable de la conducción del último conflicto-, ya que la otra
corriente que tuvo participación activa en esas medidas, la 810, mantuvo sus representantes en
los organismos de conducción. En la 575 militan dirigentes de la Secretaría de Asuntos
Sociales (SAS) del Partido Nacional y frenteamplistas independientes, y ya contaba con un
delegado en la Representativa del BROU.
El dirigente Eduardo Mernier, del espacio 17, reconoce que su corriente pagó los costos del
último conflicto en la banca oficial. “La mayoría de la gente no compartió cómo se desplegó
este conflicto. No hablamos de una derrota porque fuimos minoría durante 20 años y mientras
fuimos conducción alcanzamos pautas salariales importantes y mejoras en las condiciones de
trabajo que tendrán que ser continuadas por la nueva dirección. Derrota sería no dejar ningún
sello positivo para el gremio, pero en los números de las urnas sí hubo un retroceso
significativo”, admitió.
Por su parte, Ricardo Ibarburu, de la 98, interpreta que los bancarios “claramente castigaron” a
quienes llevaron adelante una “estrategia equivocada” en el conflicto, que todavía tiene
pendiente una negociación del nuevo convenio colectivo. “AEBU había ganado prestigio en la
población, no por parar el Clearing y dejar a la gente sin cobrar, sino por su capacidad para
buscar soluciones sensatas a los problemas. En la búsqueda de la raíz de los problemas,
nosotros hemos sido más radicales que nadie y hace tiempo que se sabe que la razón no la
tiene el que más grita”, reflexionó el dirigente de Articulación. Sin embargo, en opinión de
Ibarburu, los votos en blanco y anulados de esta elección deberían significar un “mensaje” para
todas las corrientes sindicales de AEBU.
La Diaria
Los sindicalistas del PCU y el MPP
tienen mayoría en Adeom
Radicales. Dicen que ganó línea "oficialista"

Las elecciones en Adeom dejaron a los moderados con amplia mayoría en la directiva del
sindicato, con 9 de los 15 cargos en disputa. El bloque radical explica la derrota por su fractura
interna y una "ofensiva política" de la Intendencia en su contra.
A priori, el triunfo de la lista 2011, agrupación moderada, lleva a una distensión en la relación
entre la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom) y la Intendencia de
Montevideo, luego de seis años de conducción radical en el sindicato, en los que predominaron
los conflictos y tensiones con la comuna.
Para los radicales, su derrota es el desenlace de una movida de la Intendencia para instalar
una conducción afín a su línea política. "Esto es el resultado de una ofensiva política que contó
con varios colaboradores: primero, el gobierno y su intromisión en la elección, luego los
partidos y los medios con la campaña contra la dirección sindical de Adeom, de parte inclusive
del carnaval", afirmó Álvaro Soto, actual presidente de Adeom y líder de la lista 1980.
Los moderados rechazan el mote de oficialistas y replican que el conflicto que afectó los
servicios de limpieza y guardavidas en 2010, desgastó al gremio y a la mayoría que hasta
ahora ostentaban los radicales.
"Creo que fue un gran error de los compañeros (radicales) subestimar el nivel de conciencia de
los municipales. Triplicamos la votación de la segunda lista", sostuvo Camilo Clavijo, referente
de la lista vencedora.
La 2011, producto de la fusión de las listas 5 (Partido Comunista) y 112 (MPP, PS e
independientes), obtuvo en las elecciones de Adeom (del jueves 28 al viernes 29), una
importante mayoría dentro de la directiva: 9 en 15 cargos. Los 6 cupos restantes se los
reparten las listas radicales: la 1980 de Soto, la 17-1974 (nacida de la unión de los sectores de
Mabel Lolo y Elena Lequio) y la 307 de Aníbal Varela (actual secretario general). El resultado
electoral deparó que Lequio, actual vicepresidenta de Adeom, no integre la próxima directiva, la
cual aún no tiene fecha de asunción.
Diálogo. Los moderados, que basaron su campaña en el lema de recomponer la imagen del
sindicato, se mostraron satisfechos con el resultado y prometieron reconstruir el diálogo en la
interna, luego con la IMM, la población y el Pit-Cnt.
Clavijo aseguró que el mejor relacionamiento con la IMM solo implica dialogar con las
autoridades y no prescindir de la herramienta del conflicto.
La intendenta Ana Olivera dijo el domingo a El País que el triunfo moderado no cambiará el
vínculo entre la IMM y el sindicato. "Hemos fijado una forma de relacionamiento con el
sindicato, con reglas de juego claras y es lo que pensamos que debemos mantener. Es lo que
hubiéramos hecho cualquiera fuera el ganador", aseveró Olivera.
Sin embargo, el PCU "celebró" la victoria de la 2011 en Adeom, según fuentes sindicales
comunistas. El sector entiende que en la lógica sindical, en "los conflictos largos o perdidos", la
que "paga" es la conducción del gremio.
En tanto, Soto consideró que la fractura del bloque radical contribuyó a la pérdida de la
mayoría. El quiebre quedó evidenciado en el choque público entre las listas de Soto y Varela en
los comicios.
El presidente de Adeom agregó que el impasse de las medidas de fuerza y la incertidumbre de
los nuevos funcionarios de la IMM, con fuentes de trabajo "vulnerables", fueron factores que
incidieron en las urnas.
Para los radicales, la gobernabilidad de la 2011 al frente de Adeom será posible "si se respetan
las decisiones de asamblea de los trabajadores que son las que definen el carácter de la
plataforma y las medidas", concluyó Soto.
El País Digital

Jorge Brovetto. (archivo, febrero de 2011) Foto: Javier Calvelo

Compañero Danilo
Brovetto discrepó con Astori al afirmar que “los intereses políticos no pueden
estar por encima de la Justicia”
Este fin de semana, el vicepresidente Danilo Astori y la senadora Lucía Topolansky (MPP)
manifestaron por separado la necesidad de repensar la decisión de dar sanción definitiva al
proyecto interpretativo de la Ley de Caducidad. Astori alertó sobre “consecuencias negativas”
tanto políticas como jurídicas si se aprueba la iniciativa e indicó que “está en juego la
credibilidad” del Frente Amplio (FA). “La postergación de la consideración del proyecto en
Diputados es útil para que todos pensemos cómo se pueden evitar esas consecuencias [...] y al
mismo tiempo, permitir el cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana. Espero que
se pueda encontrar la salida antes del 20 de mayo”, afirmó a El País. Topolansky dijo en Salto
que no tiene “claro qué va a pasar”. “Se ha entreverado mucho la madeja. Esperemos que con
el correr de los días se despeje un poquito el panorama”, declaró, según El Pueblo.
El diputado Alfredo Asti (Asamblea Uruguay, AU), del mismo sector que Astori, recalcó a la
diaria que AU “respeta la unidad de acción” del FA y “tiene en cuenta la decisión del plenario”
de eliminar la Ley de Caducidad, pero que “ha sido crítico de todo el proceso”. “Estaremos a lo
que el FA resuelva en este período de reflexión, pero hay que ver también las señales de
Presidencia”, precisó en referencia a las afirmaciones de José Mujica acerca de que con la
aprobación del interpretativo se arriesga la “unidad nacional”.
El diputado Aníbal Pereyra (MPP) enfatizó que pese a las advertencias de los catedráticos de
que el interpretativo es inconstitucional “lo único que hay es una firme decisión política del
plenario” y “la necesidad de cumplir con el fallo de la Corte Interamericana”. Pereyra explicó
que la propuesta del abogado Martín Risso -que Astori consideró un “camino ágil”- no cumple
con esa sentencia que “el propio Risso dijo que Uruguay debe cumplir”.
Risso plantea la derogación de la Ley Caducidad y que, para sus efectos en el pasado, el
Ejecutivo decrete la nulidad de los actos administrativos por los cuales se aplicó esa norma.
Pereyra explicó que este camino dejaría afuera los casos para los cuales la Suprema Corte de
Justicia declaró constitucional la Ley de Caducidad -entre ellos el de Gelman-, ya que este
organismo no puede pronunciarse dos veces sobre los mismos expedientes. “Hoy no está en
discusión que el 20 de mayo se vote”, concluyó.
Felipe Michelini (Nuevo Espacio) afirmó que como coordinador de bancada hasta el momento
no recibió ningún planteo. “Si el Ejecutivo quiere decretar, me parece bien, pero eso no quita la
necesidad de aprobar el interpretativo. Tanto que critican que el proyecto no cumple con el
principio de retroactividad de la ley penal, no hay ley más retroactiva que la propia Caducidad”,
apuntó.
El presidente del FA, Jorge Brovetto, aseguró en diálogo con la diaria que “no hay ninguna
posibilidad” de que se convoque un plenario antes del 20 de mayo para que revea su decisión,
si bien reglamentariamente es posible. “La posición de Astori es la posición de [Eleuterio
Fernández] Huidobro y de otros. Cuando se actúa correctamente no deben hacerse cálculos
políticos sino éticos. Uruguay no está cumpliendo con los derechos humanos. Eso es lo peor
que nos pueden decir y yo, como dirigente político, tengo la obligación moral de dar los pasos
para hacerlos respetar y darle a la Justicia el valor que tiene. Definitivamente, los intereses
políticos no pueden estar por encima de la Justicia”, señaló.
Lourdes Rodríguez
La Diaria

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