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AMPARO INDIRECTO

CURSO BÁSICO PARA ESTUDIANTES

Fausto R. González Urzaiz


DERECHOS RESERVADOS
Fausto Rolando González Urzaiz
SM-57 M-14 L-2 Casa 6
Cancún, Quintana Roo, México
2009

Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio,


en forma idéntica, resumida o modificada de esta obra.

ISBN 978-0-557-02172-7
CONTENIDO

CONCEPTO DE AMPARO 5

REQUISITOS DE LA DEMANDA 17
DE AMPARO INDIRECTO

PERSONALIDAD 27

IMPROCEDENCIA 37

EL SOBRESEIMIENTO 43

ACTOS MATERIA DEL JUICIO 47


DE AMPARO INDIRECTO

SUSPENSIÓN DEL ACTO 51


RECLAMADO
(AMPARO INDIRECTO)

TRÁMITE DEL INCIDENTE DE 57


SUSPENSIÓN

SUBSTANCIACIÓN DEL JUICIO 71


DE AMPARO INDIRECTO

LA SENTENCIA DE AMPARO 85

FUENTES DE INFORMACIÓN 89

APÉNDICES 93
CONCEPTO DE AMPARO
El juicio de amparo es el procedimiento
establecido por la ley a favor de los particulares,
como medio de defensa contra los actos de
autoridad que estimen violatorios de sus
garantías individuales.
Humberto Enrique Ruiz Torres, en su
Diccionario del Juicio de Amparo, proporciona,
entre otras definiciones, la siguiente:
“El amparo es un proceso constitucional que tiene por objeto
anular, en los casos concretos, los actos de autoridad
contrarios a la Constitución realizados en perjuicio de los
gobernados, mediante la actuación de los órganos
competentes del Poder Judicial de la Federación”

Sin embargo, el artículo primero de la ley de la


materia, contempla tres distintos tipos de
controversias que pueden resolverse en el juicio
de amparo:
a).- Las que se susciten por leyes o actos de
la autoridad que violen las garantías individuales.
b).- Las que se susciten por leyes o actos de
la autoridad federal que vulneren o restrinjan la
soberanía de los estados.
c).- Las que se susciten por leyes o actos de
las autoridades de los estados que invadan la
esfera de la autoridad federal.
El fundamento constitucional del juicio de
amparo, podemos encontrarlo en los artículos
103 y 107, que son del tenor literal siguiente:
“Art. 103.- Los tribunales de la Federación resolverán toda
controversia que se suscite:

I.- Por leyes o actos de la autoridad que viole las garantías


individuales.

II.- Por leyes o actos de la autoridad federal que vulneren o


restrinjan la soberanía de los Estados o la esfera de
competencia del Distrito Federal, y

III.- Por leyes o actos de las autoridades de los Estados o del


Distrito Federal que invadan la esfera de competencia de la
autoridad federal.”

“Art. 107.- Todas las controversias de que habla el Artículo


103 se sujetarán a los procedimientos y formas del orden
jurídico que determine la ley, de acuerdo a las bases
siguientes:

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I.- El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte
agraviada;

II.- La sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe de


individuos particulares, limitándose a ampararlos y
protegerlos en el caso especial sobre el que verse la queja,
sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto
que la motivare.

En el juicio de amparo deberá suplirse la deficiencia de la


queja de acuerdo con lo que disponga la Ley Reglamentaria
de los Artículos 103 y 107 de esta Constitución.

Cuando se reclamen actos que tengan o puedan tener como


consecuencia privar de la propiedad o de la posesión y
disfrute de sus tierras, aguas, pastos y montes a los ejidos o
a los núcleos de población que de hecho o por derecho
guarden el estado comunal, o a los ejidatarios o comuneros,
deberán recabarse de oficio todas aquellas pruebas que
puedan beneficiar a las entidades o individuos mencionados y
acordarse las diligencias que se estimen necesarias para
precisar sus derechos agrarios, así como la naturaleza y
efectos de los actos reclamados.

En los juicios a que se refiere el párrafo anterior no


procederán, en perjuicio de los núcleos ejidales o comunales,
o de los ejidatarios o comuneros, el sobreseimiento por
inactividad procesal ni la caducidad de la instancia, pero uno
y otra sí podrán decretarse en su beneficio. Cuando se
reclamen actos que afecten los derechos colectivos del
núcleo tampoco procederán el desistimiento ni el
consentimiento expreso de los propios actos, salvo que el
primero sea acordado por la Asamblea General o el segundo
emane de ésta.

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III.- Cuando se reclamen actos de tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo, el amparo sólo procederá en los
casos siguientes:

a).- Contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que


pongan fin al juicio, respecto de las cuales no proceda ningún
recurso ordinario por el que puedan ser modificados o
reformados, ya sea que la violación se cometa en ellos o que,
cometida durante el procedimiento, afecte a las defensas del
quejoso, trascendiendo al resultado del fallo; siempre que en
materia civil haya sido impugnada la violación en el curso del
procedimiento mediante el recurso ordinario establecido por
la ley e invocada como agravio en la segunda instancia, si se
cometió en la primera. Estos requisitos no serán exigibles en
el amparo contra sentencias dictadas en controversias sobre
acciones del estado civil o que afecten al orden y a la
estabilidad de la familia;

b).- Contra actos en juicio cuya ejecución sea de imposible


reparación, fuera de juicio o después de concluido, una vez
agotados los recursos que en su caso procedan, y

c).- Contra actos que afecten a personas extrañas al juicio;

IV.- En materia administrativa el amparo procede, además,


contra resoluciones que causen agravio no reparable
mediante algún recurso, juicio o medio de defensa legal. No
será necesario agotar éstos cuando la ley que los establezca
exija, para otorgar la suspensión del acto reclamado, mayores
requisitos que los que la Ley Reglamentaria del Juicio de
Amparo requiera como condición para decretar esa
suspensión;

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V.- El amparo contra sentencias definitivas o laudos y
resoluciones que pongan fin al juicio, sea que la violación se
cometa durante el procedimiento o en la sentencia misma, se
promoverá ante el tribunal colegiado de circuito que
corresponda, conforme a la distribución de competencias que
establezca la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, en los casos siguientes:

a).- En materia penal, contra resoluciones definitivas dictadas


por tribunales judiciales, sean éstos federales, del orden
común o militares.

b).- En materia administrativa, cuando se reclamen por


particulares sentencias definitivas y resoluciones que ponen
fin al juicio dictadas por tribunales administrativos o judiciales,
no reparables por algún recurso, juicio o medio ordinario de
defensa legal;

c).- En materia civil, cuando se reclamen sentencias


definitivas dictadas en juicios del orden federal o en juicios
mercantiles, sea federal o local la autoridad que dicte el fallo,
o en juicios del orden común.

En los juicios civiles del orden federal las sentencias podrán


ser reclamadas en amparo por cualquiera de las partes,
incluso por la Federación, en defensa de sus intereses
patrimoniales, y

d).- En materia laboral, cuando se reclamen laudos dictados


por las Juntas Locales o la Federal de Conciliación y
Arbitraje, o por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje
de los Trabajadores al Servicio del Estado;

La Suprema Corte de Justicia, de oficio o a petición fundada


del correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito, o del

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Procurador General de la República, podrá conocer de los
amparos directos que por su interés y trascendencia así lo
ameriten.

VI.- En los casos a que se refiere la fracción anterior, la ley


reglamentaria de los artículos 103 y 107 de esta Constitución
señalará el trámite y los términos a que deberán someterse
los tribunales colegiados de circuito y, en su caso, la
Suprema Corte de Justicia, para dictar sus respectivas
resoluciones;

VII.- El amparo contra actos en juicio, fuera de juicio o


después de concluido, o que afecten a personas extrañas al
juicio, contra leyes o contra actos de autoridad administrativa,
se interpondrá ante el juez de Distrito bajo cuya jurisdicción
se encuentre el lugar en que el acto reclamado se ejecute o
trate de ejecutarse, y su tramitación se limitará al informe de
la autoridad, a una audiencia para la que se citará en el
mismo auto en el que se mande pedir el informe y se recibirán
las pruebas que las partes interesadas ofrezcan y oirán los
alegatos, pronunciándose en la misma audiencia la sentencia;

VIII.- Contra las sentencias que pronuncien en amparo los


Jueces de Distrito o los Tribunales Unitarios de Circuito
procede revisión. De ella conocerá la Suprema Corte de
Justicia:

a).- Cuando habiéndose impugnado en la demanda de


amparo, por estimarlos directamente violatorios de esta
Constitución, leyes federales o locales, tratados
internacionales, reglamentos expedidos por el Presidente de
la República de acuerdo con la fracción I del Artículo 89 de
esta Constitución y reglamentos de leyes locales expedidos
por los gobernadores de los Estados o por el Jefe del Distrito

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Federal, subsista en el recurso el problema de
constitucionalidad;

b).- Cuando se trate de los casos comprendidos en las


fracciones II y III del artículo 103 de esta Constitución.

La Suprema Corte de Justicia, de oficio o a petición fundada


del correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito, o del
Procurador General de la República, podrá conocer de los
amparos en revisión, que por su interés y trascendencia así lo
ameriten.

En los casos no previstos en los párrafos anteriores,


conocerán de la revisión los tribunales colegiados de circuito
y sus sentencias no admitirán recurso alguno;

IX. Las resoluciones que en materia de amparo directo


pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito no admiten
recurso alguno, a menos de que decidan sobre la
inconstitucionalidad de una ley o establezcan la interpretación
directa de un precepto de la Constitución cuya resolución, a
juicio de la Suprema Corte de Justicia y conforme a acuerdos
generales, entrañe la fijación de un criterio de importancia y
trascendencia. Sólo en esta hipótesis procederá la revisión
ante la Suprema Corte de Justicia, limitándose la materia del
recurso exclusivamente a la decisión de las cuestiones
propiamente constitucionales;

X.- Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en


los casos y mediante las condiciones y garantías que
determine la ley, para lo cual se tomará en cuenta la
naturaleza de la violación alegada, la dificultad de reparación
de los daños y perjuicios que pueda sufrir el agraviado con su
ejecución, los que la suspensión origine a terceros
perjudicados y el interés público.

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Dicha suspensión deberá otorgarse respecto de las
sentencias definitivas en materia penal al comunicarse la
interposición del amparo, y en materia civil, mediante fianza
que dé el quejoso para responder de los daños y perjuicios
que tal suspensión ocasionare, la cual quedará sin efecto si la
otra parte da contrafianza para asegurar la reposición de las
cosas al estado que guardaban si se concediese el amparo, y
a pagar los daños y perjuicios consiguientes;

XI.- La suspensión se pedirá ante la autoridad responsable


cuando se trate de amparos directos promovidos ante los
Tribunales Colegiados de Circuito y la propia autoridad
responsable decidirá al respecto. En todo caso, el agraviado
deberá presentar la demanda de amparo ante la propia
autoridad responsable, acompañando copias de la demanda
para las demás partes en el juicio, incluyendo al Ministerio
Público y una para el expediente. En los demás casos,
conocerán y resolverán sobre la suspensión los Juzgados de
Distrito o los Tribunales Unitarios de Circuito;

XII.- La violación de las garantías de los artículos 16, en


materia penal, 19 y 20 se reclamará ante el superior del
tribunal que la cometa, o ante el Juez de Distrito o Tribunal
Unitario de Circuito que corresponda, pudiéndose recurrir, en
uno y otro caso, las resoluciones que se pronuncien, en los
términos prescritos por la fracción VIII.

Si el Juez de Distrito o el Tribunal Unitario de Circuito no


residieren en el mismo lugar en que reside la autoridad
responsable, la ley determinará el juez o tribunal ante el que
se ha de presentar el escrito de amparo, el que podrá
suspender provisionalmente el acto reclamado, en los casos y
términos que la misma ley establezca;

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XIII.- Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten
tesis contradictorias en los juicios de amparo de su
competencia, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el
Procurador General de la República, los mencionados
Tribunales o las partes que intervinieron en los juicios en que
dichas tesis fueron sustentadas, podrán denunciar la
contradicción ante la Suprema Corte de Justicia, a fin de que
el Pleno o la Sala respectiva, según corresponda, decidan la
tesis que debe prevalecer como jurisprudencia.

Cuando las Salas de la Suprema Corte de Justicia sustenten


tesis contradictorias en los juicios de amparo materia de su
competencia, cualquiera de esas Salas, el Procurador
General de la República o las partes que intervinieron en los
juicios en que tales tesis hubieran sido sustentadas, podrán
denunciar la contradicción ante la Suprema Corte de Justicia,
que funcionando en pleno decidirá cuál tesis debe prevalecer.

La resolución que pronuncien las Salas o el Pleno de la


Suprema Corte en los casos a que se refieren los dos
párrafos anteriores, sólo tendrá el efecto de fijar la
jurisprudencia y no afectará las situaciones jurídicas
concretas derivadas de las sentencias dictadas en los juicios
en que hubiese ocurrido la contradicción, y

XIV.- Salvo lo dispuesto en el párrafo final de la fracción II de


este artículo, se decretará el sobreseimiento del amparo o la
caducidad de la instancia por inactividad del quejoso o del
recurrente, respectivamente, cuando el acto reclamado sea
del orden civil o administrativo, en los casos y términos que
señale la ley reglamentaria. La caducidad de la instancia
dejará firme la sentencia recurrida.

XV.- El Procurador General de la República o el Agente del


Ministerio Público Federal que al efecto designare, será parte

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en todos los juicios de amparo; pero podrán abstenerse de
intervenir en dichos juicios, cuando el caso de que se trate
carezca a su juicio, de interés público.

XVI.- Si concedido el amparo la autoridad responsable


insistiere en la repetición del acto reclamado o tratare de
eludir la sentencia de la autoridad federal, y la Suprema Corte
de Justicia estima que es inexcusable el incumplimiento,
dicha autoridad será inmediatamente separada de su cargo y
consignada al Juez de Distrito que corresponda. Si fuere
excusable, previa declaración de incumplimiento o repetición,
la Suprema Corte requerirá a la responsable y le otorgará un
plazo prudente para que ejecute la sentencia. Si la autoridad
no ejecuta la sentencia en el término concedido, la Suprema
Corte de Justicia procederá en los términos primeramente
señalados.

Cuando la naturaleza del acto lo permita, la Suprema Corte


de Justicia, una vez que hubiera determinado el
incumplimiento o repetición del acto reclamado, podrá
disponer de oficio el cumplimiento substituto de las
sentencias de amparo, cuando su ejecución afecte
gravemente a la sociedad o a terceros en mayor proporción
que los beneficios económicos que pudiera obtener el
quejoso. Igualmente, el quejoso podrá solicitar ante el órgano
que corresponda, el cumplimiento substituto de la sentencia
de amparo, siempre que la naturaleza del acto lo permita.

La inactividad procesal o la falta de promoción de parte


interesada, en los procedimientos tendientes al cumplimiento
de las sentencias de amparo, producirá su caducidad en los
términos de la ley reglamentaria.

XVII.- La autoridad responsable será consignada a la


autoridad correspondiente, cuando no suspenda el acto

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reclamado debiendo hacerlo, y cuando admita fianza que
resulte ilusoria o insuficiente, siendo en estos dos últimos
casos, solidaria la responsabilidad civil de la autoridad con el
que ofreciere la fianza y el que la prestare.

XVIII.- (DEROGADA, D.O.F. 3 DE SEPTIEMBRE DE 1993)

15
REQUISITOS DE LA DEMANDA DE AMPARO
INDIRECTO
La importancia de este apartado, estriba en
que antes de iniciar un juicio de garantías, el juez
debe examinar la demanda planteada a fin de
determinar si se ha cumplido con todos los
requisitos de ley, y en caso contrario, prevenir al
quejoso para que subsane la omisión en que
haya incurrido, a lo que éste debe dar
cumplimiento en un plazo de tres días, dado que
de no hacerlo, la demanda se tendrá por no
interpuesta, si el acto reclamado sólo afecta sus
derechos patrimoniales; de no ser así, se correrá
traslado al Ministerio Público por el término de
veinticuatro horas, y con base en lo que
manifieste, se decidirá si la demanda se admite o
se desecha.
Es pertinente destacar que constituye un caso
distinto, aquel en el que el juez, al analizar la
demanda de amparo, encuentra un motivo
manifiesto e indudable de improcedencia, ya que
siendo así, la desechará de plano.
Por regla general, y en cumplimiento de lo
dispuesto en el artículo 116 de la ley de la
materia, la demanda de amparo debe
presentarse por escrito, y debe contener lo
siguiente:
a).- El nombre y domicilio del quejoso y de
quien promueve en su nombre.
A este respecto, cabe destacar que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha
sentado el criterio de que no es indispensable el
señalamiento del domicilio particular del
promovente, sino que únicamente tiene el deber
de indicar un lugar donde le resulte más práctico,
cómodo o conveniente recibir las notificaciones
que tengan que hacérsele de manera personal,
ya que en caso de no hacerlo, éstas se llevarán a

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cabo por medio de lista, la cual se fijará en el
juzgado, en un lugar visible y de fácil acceso. En
consecuencia, el hecho de que el quejoso no
señale en su demanda, su domicilio particular, no
constituye una causa legal para realizar la
prevención establecida en el artículo 146 de la
ley de la materia, y por lo tanto, tampoco es
motivo para tenerla por no interpuesta.

b).- El nombre y domicilio del tercero


perjudicado.
En caso de que el domicilio del tercero
perjudicado no conste en autos, la autoridad que
conozca del juicio de amparo deberá dictar las
medidas necesarias para investigarlo, y si aun
así no se lograre obtener los datos
correspondientes, la primera notificación, se le
hará por medio de edictos a costa del quejoso.

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c).- La autoridad o autoridades
responsables.
La autoridad responsable es el ente del poder
público al que el quejoso atribuye el acto u
omisión que estima violatorio de sus garantías
individuales.
Cuando se trate de amparos contra leyes, el
quejoso deberá señalar a los titulares de los
órganos a los que la ley encomiende su
promulgación.

d).- La ley o acto que de cada autoridad se


reclame.
Aquí se hace una referencia clara y directa al
acto reclamado, que consiste en la acción u
omisión que se atribuya a la autoridad señalada
como responsable, y se estime violatorio de
garantías. En palabras de Ruiz Torres, también
puede definirse como “un hacer, un no hacer, e

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incluso la posibilidad de hacer, que el quejoso o
agraviado imputa a la autoridad responsable,
como violatorios de garantías individuales.”
La ley de la materia establece que el quejoso
manifestará, bajo protesta de decir verdad,
cuáles son los hechos o abstenciones que le
constan y que constituyen antecedentes del acto
reclamado o fundamentos de los conceptos de
violación. Ahora bien, el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, ha determinado
que dicha protesta debe manifestarse en forma
expresa, y que no basta para cumplir con el
requisito en cuestión, la fórmula “protesto lo
necesario”, que suele ponerse al final de un
escrito de demanda, ya que considera que
ambas expresiones tienen contenidos y
finalidades diferentes. En consecuencia, ha
señalado en la jurisprudencia respectiva, que “la
omisión de esa declaración, puede llevar al

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juzgador a tener por no interpuesta la demanda,
en caso de que el solicitante del amparo no llene
ese requisito cuando sea prevenido para ello”.

e).- Los preceptos constitucionales que


contengan las garantías individuales que el
quejoso estime violadas, así como el
concepto o conceptos de las violaciones.
Esto es así, si el amparo se pide con
fundamento en la fracción I del artículo 1° de la
ley de la materia, es decir, en los casos en que
se ventile ante la autoridad de amparo, una
controversia suscitada por leyes o actos de la
autoridad que violen las garantías individuales.
Por otra parte, cabe destacar que la expresión
“concepto de violación”, se refiere al argumento
por medio del cual el quejoso pretende poner de
manifiesto la inconstitucionalidad del acto que
reclama, es decir, la falta de adecuación entre

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éste y el precepto constitucional violado, y
aunque antiguamente se exigía que el concepto
de violación, para ser tal, debía presentarse
como un verdadero silogismo, siendo la premisa
mayor el precepto constitucional violado, la
premisa menor los actos autoritarios reclamados
y la conclusión la contraposición entre aquéllas,
en la actualidad, nuestro máximo tribunal ha
determinado que para que los conceptos de
violación sean estudiados por el órgano de
control constitucional, basta con que se exprese
en ellos la causa de pedir, y ha concluido que
deben tenerse como conceptos de violación,
todos los razonamientos que aparezcan en la
demanda, aunque no estén en el capítulo relativo
y aunque no guarden un apego estricto a la
forma lógica del silogismo, siempre que se
señale en ellos cuál es la lesión o agravio que el
quejoso estima le causa el acto, resolución o ley

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impugnada, y los motivos que originaron ese
agravio.
En relación con lo anterior, cabe hacer
mención de las reglas establecidas en la Ley de
Amparo para la suplencia de la queja, que
consiste en subsanar de oficio las omisiones de
las que adolezcan los conceptos de violación
expresados por el agraviado, y en algunos casos,
puede llegar el juzgador, válidamente, hasta la
integración total del concepto o agravio omiso.
Los lineamientos correspondientes, pueden
consultarse en el artículo 76 bis, que es del tenor
literal siguiente:
“ARTICULO 76 Bis.- Las autoridades que conozcan del
juicio de amparo deberán suplir la deficiencia de los
conceptos de violación de la demanda, así como la de los
agravios formulados en los recursos que esta ley establece,
conforme a lo siguiente:

I.- En cualquier materia, cuando el acto reclamado se


funde en leyes declaradas inconstitucionales por la
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia.

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II.- En materia penal, la suplencia operará aun ante la
ausencia de conceptos de violación o de agravios del reo.

III.- En materia agraria, conforme a lo dispuesto por el


artículo 227 de esta Ley.

IV.- En materia laboral, la suplencia sólo se aplicará en


favor del trabajador.

V.- En favor de los menores de edad o incapaces.

VI.- En otras materias, cuando se advierta que ha habido


en contra del quejoso o del particular recurrente una violación
manifiesta de la ley que lo haya dejado sin defensa.”

Finalmente, si el amparo se promueve con


fundamento en la fracción II del artículo 1o. de la
citada ley, deberá precisarse la facultad
reservada a los Estados que haya sido invadida
por la autoridad federal, y si el amparo se
promueve con apoyo en la fracción III de dicho
artículo, se señalará el precepto de la
Constitución General de la República que
contenga la facultad de la autoridad federal que
haya sido vulnerada o restringida.

25
PERSONALIDAD
En primer lugar, cabe destacar que en materia
de amparo, impera el principio de instancia de
parte, lo que significa que el órgano jurisdiccional
correspondiente, no puede realizar oficiosamente
la constitucionalidad de un acto de autoridad que
no haya sido sometido a su consideración por la
parte a la que perjudique dicho acto, ya sea por
sí mismo o por conducto de un representante.
Cuando se acredite que alguno de los
interesados tenga reconocida su personalidad
ante la autoridad responsable, ésta también se le
tendrá por reconocida ante la autoridad de
amparo. A lo anterior, cabe agregar que los
apoderados generales no necesitan cláusula
especial para promover el juicio de amparo, pero
sí para desistirse, y que la representación no
cesa por muerte del agraviado o del tercero
perjudicado hasta que intervenga la sucesión, a
menos que el acto reclamado afecte derechos
estrictamente personales.
Si el acto reclamado emana de un proceso
penal, el juicio de garantías puede ser promovido
por el defensor del inculpado. En este caso,
bastará, para la admisión de la demanda, la
aseveración que de su carácter haga el defensor.
En este caso, la autoridad ante quien se presente
la demanda pedirá al juez o tribunal que conozca
del asunto, que le remita la certificación
correspondiente. Si apareciere que el
promovente del juicio carece del carácter con que
se ostentó, la autoridad que conozca del amparo
le impondrá una multa de tres a treinta días de
salario y ordenará la ratificación de la demanda.
Si el agraviado no la ratificare, se tendrá por no
interpuesta y quedarán sin efecto las
providencias dictadas en el expediente principal y
en el incidente de suspensión; si la ratificare, se

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tramitará el juicio, entendiéndose las diligencias
directamente con el agraviado mientras no
constituya representante.
Cuando se trate de actos que importen peligro
de privación de la vida, ataques a la libertad
personal fuera de procedimiento judicial,
deportación o destierro, o alguno de los actos
prohibidos por el artículo 22 de la Constitución
Federal, y el agraviado se encuentre
imposibilitado para promover el amparo, podrá
hacerlo cualquiera otra persona en su nombre,
aunque sea menor de edad. En este caso, el
Juez dictará todas las medidas necesarias para
lograr la comparecencia del agraviado, y habida
que sea, ordenará que se le requiera para que
dentro del término de tres días ratifique la
demanda de amparo; si el interesado la ratifica,
se tramitará el juicio; si no la ratifica se tendrá por

29
no presentada la demanda, quedando sin efecto
las providencias que se hubiesen dictado.
Ahora bien, la parte final del artículo 4º de la
ley de la materia, establece que el juicio de
garantías, sólo podrá seguirse por el agraviado,
por su representante legal o por su defensor. Sin
embargo, merece especial mención el segundo
párrafo del numeral 27 de la misma ley, que
señala que el agraviado y el tercero perjudicado
podrán autorizar para oír notificaciones en su
nombre, a cualquier persona con capacidad
legal, quien quedará facultada para interponer los
recursos que procedan, ofrecer y rendir pruebas,
alegar en las audiencias, solicitar su suspensión
o diferimiento, pedir se dicte sentencia para evitar
la consumación del término de caducidad o
sobreseimiento por inactividad procesal y realizar
cualquier acto que resulte ser necesario para la
defensa de los derechos del autorizante, pero no

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podrá substituir o delegar dichas facultades en un
tercero. En las materias civil, mercantil o
administrativa, el mencionado autorizado, deberá
acreditar encontrarse legalmente autorizada para
ejercer la profesión de abogado, y deberán
proporcionarse los datos correspondientes en el
escrito en que se otorgue dicha autorización;
pero las partes podrán designar personas
solamente autorizadas para oír notificaciones e
imponerse de los autos, a cualquier persona con
capacidad legal, quien no gozará de las demás
facultades antes referidas.
Cuando el juicio constitucional sea promovido
por dos o más personas, éstas deberán designar
un representante común; si no lo hacen, a pesar
de haber sido prevenidas por el juez, será este
último quien lo designe.
Sentado lo anterior, se tiene que las partes en
el juicio de amparo son:

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a).- El agraviado (quejoso).
Es decir, aquel a quien perjudique el acto
reclamado. También se le puede definir como
parte demandante, o como titular de la acción de
amparo.

b).- La autoridad responsable.


Como ya se ha visto, es el ente del poder
público al que el quejoso atribuye la acción u
omisión que estima violatorio de sus garantías
individuales; es decir, es quien dicta, promulga,
publica, ordena, ejecuta o trata de ejecutar la ley
o acto que se reclama.

c).- El tercero perjudicado.


Es decir, la persona que tenga interés en que
subsista el acto reclamado; por lo tanto, hay
tratadistas que han llegado a considerarlo como
el codemandado de la autoridad responsable,

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pues comparte con ésta el interés de que el juicio
se sobresea, o que en la resolución
correspondiente se niegue la protección
constitucional al promovente.

d).- El Ministerio Público Federal.


Dicha institución podrá intervenir en todos los
juicios de amparo. También podrá interponer los
recursos de ley, excepto en amparos indirectos
en materias civil (excluyendo la materia familiar)
y mercantil que sólo afecten intereses
particulares.

LOS MENORES DE EDAD


Los menores pueden pedir amparo sin la
intervención de su representante cuando éste
esté ausente o impedido. En ese caso, el juez le
nombrará un representante especial para el juicio
de garantías, el cual podrá ser designado por el

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propio menor en su escrito de demanda, cuando
este último sea mayor de catorce años.

LAS PERSONAS MORALES


Las personas morales privadas, podrán
promover el juicio de garantías por medio de sus
legítimos representantes, y las oficiales, podrán
promover el citado proceso por conducto de
quienes deban representarlas conforme a la ley,
siempre que el acto reclamado afecte sus
intereses patrimoniales.

34
REPRESENTACIÓN DE LAS AUTORIDADES
RESPONSABLES
Las autoridades responsables no pueden ser
representadas en el juicio de amparo, pero sí
pueden designar delegados especiales para
hacer promociones, concurrir a las audiencias,
rendir pruebas, formular alegatos y promover
incidentes y recursos.
Pueden representar al Presidente de la
República, los titulares de las dependencias a las
que corresponda cada asunto, en términos de la
Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal.
Los órganos legislativos Podrán hacerse
representar, en su carácter de autoridades
responsables, por los titulares de sus oficinas de
asuntos jurídicos o representantes legales.

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IMPROCEDENCIA
La improcedencia es la situación procesal que
no permite que se inicie o continúe el trámite del
juicio de amparo, y que puede dar lugar, según el
caso, al desechamiento o al sobreseimiento, lo
que ocurre cuando se actualiza alguna de las
causas previstas en el artículo 73 de la ley
respectiva, que establece lo siguiente:
“ARTICULO 73.- El juicio de amparo es improcedente:

I.- Contra actos de la Suprema Corte de Justicia;

II.- Contra resoluciones dictadas en los juicios de amparo o


en ejecución de las mismas;

III.- Contra leyes o actos que sean materia de otro juicio de


amparo que se encuentre pendiente de resolución, ya sea en
primera o única instancia, o en revisión, promovido por el
mismo quejoso, contra las mismas autoridades y por el propio
acto reclamado, aunque las violaciones constitucionales sean
diversas;

IV.- Contra leyes o actos que hayan sido materia de una


ejecutoria en otro juicio de amparo, en los términos de la
fracción anterior;

V.- Contra actos que no afecten los intereses jurídicos del


quejoso;
VI.- Contra leyes, tratados y reglamentos que, por su sola
vigencia, no causen perjuicio al quejoso, sino que se necesite
un acto posterior de aplicación para que se origine tal
perjuicio;

VII.- Contra las resoluciones o declaraciones de los


organismos y autoridades en materia electoral;

VIII.- Contra las resoluciones o declaraciones del Congreso


Federal o de las Cámaras que lo constituyen, de las
Legislaturas de los Estados o de sus respectivas Comisiones
o Diputaciones Permanentes, en elección, suspensión o
remoción de funcionarios, en los casos en que las
Constituciones correspondientes les confieran la facultad de
resolver soberana o discrecionalmente;

IX.- Contra actos consumados de un modo irreparable;

X.- Contra actos emanados de un procedimiento judicial, o de


un procedimiento administrativo seguido en forma de juicio,
cuando por virtud de cambio de situación jurídica en el mismo
deban considerarse consumadas irreparablemente las
violaciones reclamadas en el procedimiento respectivo, por
no poder decidirse en tal procedimiento sin afectar la nueva
situación jurídica.

Cuando por vía de amparo indirecto se reclamen violaciones


a los artículos 19 o 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, exclusivamente la sentencia de
primera instancia hará que se considere irreparablemente
consumadas las violaciones para los efectos de la
improcedencia prevista en este precepto. La autoridad judicial
que conozca del proceso penal, suspenderá en estos casos
el procedimiento en lo que corresponda al quejoso, una vez

38
cerrada la instrucción y hasta que sea notificada de la
resolución que recaiga en el juicio de amparo pendiente;

XI.- Contra actos consentidos expresamente o por


manifestaciones de voluntad que entrañen ese
consentimiento;

XII.- Contra actos consentidos tácitamente, entendiéndose


por tales aquellos contra los que no se promueva el juicio de
amparo dentro de los términos que se señalan en los
artículos 21, 22 y 218.

No se entenderá consentida tácitamente una Ley, a pesar de


que siendo impugnable en amparo desde el momento de la
iniciación de su vigencia, en los términos de la fracción VI de
este artículo, no se haya reclamado, sino sólo en el caso de
que tampoco se haya promovido amparo contra el primer acto
de su aplicación en relación con el quejoso.

Cuando contra el primer acto de aplicación proceda algún


recurso o medio de defensa legal por virtud del cual pueda
ser modificado, revocado o nulificado, será optativo para el
interesado hacerlo valer o impugnar desde luego la ley en
juicio de amparo. En el primer caso, solo se entenderá
consentida la ley si no se promueve contra ella el amparo
dentro del plazo legal contado a partir de la fecha en que se
haya notificado la resolución recaída al recurso o medio de
defensa, aun cuando para fundarlo se hayan aducido
exclusivamente motivos de ilegalidad.

Si en contra de dicha resolución procede amparo directo,


deberá estarse a lo dispuesto en el Artículo 166, fracción IV,
párrafo segundo, de este ordenamiento.

39
XIII.- Contra las resoluciones judiciales o de tribunales
administrativos o del trabajo respecto de las cuales conceda
la ley algún recurso o medio de defensa, dentro del
procedimiento, por virtud del cual puedan ser modificadas,
revocadas o nulificadas, aun cuando la parte agraviada no lo
hubiese hecho valer oportunamente, salvo lo que la fracción
VII del artículo 107 Constitucional dispone para los terceros
extraños.

Se exceptúan de la disposición anterior los casos en que el


acto reclamado importe peligro de privación de la vida,
deportación o destierro, o cualquiera de los actos prohibidos
por el artículo 22 de la Constitución.

XIV.- Cuando se esté tramitando ante los tribunales ordinarios


algún recurso o defensa legal propuesta por el quejoso que
pueda tener por efecto modificar, revocar o nulificar el acto
reclamado;

XV.- Contra actos de autoridades distintas de los tribunales


judiciales, administrativos o del trabajo, que deban ser
revisados de oficio, conforme a las leyes que los rijan, o
proceda contra ellos algún recurso, juicio o medio de defensa
legal por virtud del cual puedan ser modificados, revocados o
nulificados, siempre que conforme a las mismas leyes se
suspendan los efectos de dichos actos mediante la
interposición del recurso o medio de defensa legal que haga
valer el agraviado, sin exigir mayores requisitos que los que la
presente ley consigna para conceder la suspensión definitiva,
independientemente de que el acto en sí mismo considerado
sea o no susceptible de ser suspendido de acuerdo con esta
ley.

No existe obligación de agotar tales recursos o medios de


defensa, si el acto reclamado carece de fundamentación;

40
XVI.- Cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado;

XVII.- Cuando subsistiendo el acto reclamado no pueda surtir


efecto legal o material alguno por haber dejado de existir el
objeto o la materia del mismo;

XVIII.- En los demás casos en que la improcedencia resulte


de alguna disposición de la ley.

Las causales de improcedencia, en su caso, deberán ser


examinadas de oficio.”

41
EL SOBRESEIMIENTO
El Manual del Juicio de Amparo de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, define el
sobreseimiento como un acto procesal que pone
fin al juicio sin resolver la controversia de fondo,
es decir, sin determinar si el acto reclamado es o
no contrario a la Constitución.
Los casos de sobreseimiento previstos en el
artículo 74 de la Ley de Amparo, son los
siguientes:
a).- Cuando el agraviado desista
expresamente de la demanda.
Para que el desistimiento surta efectos, es
necesario que sea expreso y que se ratifique
ante el juez del conocimiento, o ante un
funcionario investido de fe pública.
b).- Cuando el agraviado muera durante el
juicio, si la garantía reclamada sólo afecta a
su persona.
En caso de que afecte derechos
patrimoniales, el juicio podrá ser continuado por
el representante, y posteriormente por los
herederos.

c).- Cuando durante el juicio apareciere o


sobreviniere alguna causa de improcedencia.
Esto significa que las causas de
improcedencia que no sean notorias y
manifiestas al presentarse la demanda de
garantías, en vez de propiciar el desechamiento,
serán motivo para sobreseer el juicio.

d).- Cuando de las constancias de autos


apareciere claramente demostrado que no
existe el acto reclamado, o cuando no se

44
probare su existencia en la audiencia
constitucional.
Aquí resulta importante tener en cuenta que
son diferentes el caso en el que no existe el acto
reclamado, y el caso en el que deja de surtir sus
efectos, ya que en este último, la causa de
sobreseimiento sería la actualización de la
hipótesis de improcedencia prevista en la
fracción XVI del artículo 73 de la Ley de Amparo.

e).- Cuando durante la tramitación de un


juicio de amparo del orden civil o
administrativo, no se efectúe ningún acto
procesal por el término de trescientos días
naturales.
En los asuntos laborales, también es aplicable
esta causa de sobreseimiento, cuando el quejoso
sea el patrón.

45
También debe tenerse en cuenta que una vez
celebrada la audiencia constitucional en el
amparo indirecto, o listado el asunto en el
amparo directo, no procederá el sobreseimiento
por inactividad procesal.

46
ACTOS MATERIA DEL JUICIO
DE AMPARO INDIRECTO
a).- Leyes, reglamentos, decretos y
acuerdos de observancia general, que por su
sola entrada en vigor o con motivo del primer
acto de aplicación, causen perjuicios al
quejoso.
Aquí es importante recordar la diferencia entre
la ley heteroaplicativa y la ley autoaplicativa, ya
que la primera sólo puede reclamarse con motivo
del primer acto de aplicación; en cambio, la
segunda puede reclamarse desde su entrada en
vigor, dentro de un plazo de treinta días, o bien,
dentro de los quince días siguientes al primer
acto de aplicación.

b).- Actos que no provengan de tribunales


judiciales, administrativos o del trabajo.
Si el acto emana de un procedimiento seguido
en forma de juicio, debe reclamarse la resolución
definitiva, aun por las violaciones cometidas
durante el proceso, a menos que el quejoso sea
una persona extraña a éste.

c).- Actos de tribunales judiciales,


administrativos o del trabajo ejecutados fuera
de juicio o después de concluido.
Tratándose de actos de ejecución de
sentencia, deberá reclamarse la última resolución
dictada en el procedimiento respectivo (como el
auto que apruebe o desapruebe un remate), aun
por las violaciones cometidas durante el mismo.

d).- Actos de imposible reparación,


ejecutados en el juicio.
Como puede verse, esta es una hipótesis muy
amplia que la práctica debe estudiarse tomando

48
las condiciones de cada caso particular, y por
supuesto, los criterios que para tal efecto ha
establecido la jurisprudencia.
Entre algunos de los actos de imposible
reparación, podemos contar, entre otros, la
negativa del Ministerio Público a recibir pruebas
durante la averiguación previa, el no dictar una
resolución a pesar de haber transcurrido el
término legal, la admisión y el desahogo de una
prueba genética, y la negativa de emplazar a
juicio a un tercero.

e).- Actos ejecutados dentro o fuera de


juicio, que afecten a personas extrañas a él.
Estos actos serán reclamables en amparo
indirecto, siempre que la ley no establezca algún
medio ordinario de defensa con el que el
afectado pueda conseguir que sean modificados

49
o revocados (con excepción del juicio de
tercería).

f).- Leyes o actos de la autoridad federal o


de los estados, en caso de invasión de
esferas de competencia.

g).- Resoluciones del Ministerio Público


que confirmen el no ejercicio o el
desistimiento de la acción penal.

50
SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO
(AMPARO INDIRECTO)
La suspensión del acto reclamado, por regla
general, tiene el efecto de mantener las cosas en
el estado que guarden, y así evitar que el juicio
de garantías quede sin materia, o que se causen
daños de imposible o difícil reparación.

SUSPENSIÓN DE OFICIO
Se decreta de plano en el auto admisorio de la
demanda y se comunica sin demora a la
autoridad responsable para su inmediato
cumplimiento. Procede contra los siguientes
actos:

a).- Los que importen peligro de privación


de la vida, deportación o destierro o alguno
de los prohibidos en el artículo 22
constitucional.
En estos casos, los efectos de la suspensión
consistirán en ordenar que cesen los actos que
directamente pongan en peligro la vida, permitan
la deportación o el destierro del quejoso o la
ejecución de alguno de los prohibidos por el
citado precepto constitucional.

b).- Algún otro que de llegar a consumarse,


haría físicamente imposible restituir al
quejoso en el goce de la garantía individual
violada.
En estos casos, la suspensión tendrá por
efecto, ordenar que las cosas se mantengan en
el estado que guarden, y el juez deberá tomar
todas las medidas pertinentes para evitar la
consumación de la violación reclamada.

52
SUSPENSIÓN DECRETADA A PETICIÓN
DE PARTE
Para su procedencia, es necesario que la
solicite el quejoso, que no se siga perjuicio al
interés social, que no se contravengan
disposiciones de orden público y que sean de
difícil reparación los daños o perjuicios que
pudiera causar al agraviado la ejecución del acto
reclamado.
Para la procedencia de la suspensión contra
actos derivados de un procedimiento penal que
afecten la libertad personal, el juez de amparo
debe exigir al quejoso que exhiba garantía, sin
perjuicio de las medidas de aseguramiento que
estime convenientes, tomando en cuenta la
naturaleza, modalidades y características del
delito que se impute al quejoso, su situación
económica y la posibilidad de que se sustraiga a
la acción de la justicia.

53
En los casos en que la suspensión pueda
ocasionar daño o perjuicio a tercero, es
necesario que el quejoso otorgue garantía
bastante para reparar el daño e indemnizar los
perjuicios que con aquélla se causaron si no
obtiene sentencia favorable en el juicio de
amparo.
La suspensión otorgada conforme al artículo
anterior, queda sin efecto si el tercero da, a su
vez, caución bastante para restituir las cosas al
estado que guardaban antes de la violación de
garantías y pagar los daños y perjuicios que
sobrevengan al quejoso, en el caso de que se le
conceda el amparo.
No se admitirá la contrafianza cuando de
ejecutarse el acto reclamado quede sin materia el
amparo, ni en el caso del párrafo segundo del
artículo 125 de esta ley.

54
En los casos en que proceda la suspensión y
haya peligro inminente de que se ejecute el acto
reclamado con notorios perjuicios para el
quejoso, el juez de distrito, con la sola
presentación de la demanda de amparo, puede
ordenar que las cosas se mantengan en el
estado que guarden hasta que se notifique a la
autoridad responsable la resolución que se dicte
sobre la suspensión definitiva, tomando las
medidas que estime convenientes para que no se
defrauden derechos de tercero y se eviten
perjuicios a los interesados, hasta donde sea
posible, o bien las que fueren procedentes para
el aseguramiento del quejoso, si se tratare de la
garantía de la libertad personal. En este último
caso, la suspensión provisional surte los efectos
de que el quejoso quede a disposición de la
autoridad que la haya concedido, bajo la
responsabilidad de la autoridad ejecutora y sin

55
perjuicio de que pueda ser puesto en libertad
caucional, cuando sea procedente, bajo la más
estricta responsabilidad del juez de distrito, quien
debe tomar, además, las medidas de
aseguramiento que estime pertinentes.
El juez de distrito siempre debe conceder la
suspensión provisional cuando se trate de la
restricción de la libertad personal fuera de
procedimiento judicial, tomando las medidas de
seguridad correspondientes.

56
TRÁMITE DEL INCIDENTE DE
SUSPENSIÓN
En los casos en que no proceda decretar
oficiosamente la suspensión del acto reclamado,
una vez que ésta sea solicitada por el quejoso, el
juez de distrito, dentro del incidente de
suspensión que deberá tramitar por duplicado,
pedirá informe previo a la autoridad responsable,
quien deberá rendirlo dentro de veinticuatro
horas.
Cuando al presentarse la demanda no se
hubiese promovido el incidente de suspensión, el
quejoso podrá promoverlo en cualquier tiempo,
mientras no se dicte sentencia ejecutoria.
Transcurrido dicho término, con informe o sin
él, se celebrará la audiencia dentro de setenta y
dos horas, en la fecha y hora que se hayan
señalado en el auto inicial, en la que el juez
podrá recibir únicamente las pruebas documental
o de inspección ocular que ofrezcan las partes,
oirá los alegatos del quejoso, del tercero
perjudicado, si lo hubiera, y del Ministerio
Público, y resolverá en la misma audiencia,
concediendo o negando la suspensión.
Cuando se trate de actos que importen peligro
de privación de la vida, ataques a la libertad
personal fuera de procedimiento judicial,
deportación o destierro, o alguno de los actos
prohibidos por el artículo 22 de la Constitución
Federal, el quejoso también podrá ofrecer la
prueba testimonial.
Cuando al celebrarse la audiencia incidental,
apareciere debidamente probado que ya se
resolvió sobre la suspensión definitiva en otro
juicio de amparo promovido por el mismo quejoso
o por otra persona, en su nombre o
representación, ante otro juez de distrito, contra
el mismo acto reclamado y contra las propias

58
autoridades, se declarará sin materia el incidente
de suspensión, y se impondrá a dicho quejoso, a
su representante o a ambos, una multa de treinta
a ciento ochenta días de salario.

EL INFORME PREVIO
El informe previo se concretará a expresar si
son o no ciertos los hechos que se atribuyen a la
autoridad que lo rinde, y que determinen la
existencia del acto que de ella se reclama, y, en
su caso, la cuantía del asunto que lo haya
motivado; pudiendo agregarse las razones que
se estimen pertinentes sobre la procedencia o
improcedencia de la suspensión.
En casos urgentes el juez de Distrito podrá
ordenar a la autoridad responsable que rinda el
informe de que se trata, por la vía telegráfica. En
todo caso lo hará, si el quejoso asegura los

59
gastos de la comunicación telegráfica
correspondiente.
La falta de informes establece la presunción
de ser cierto el acto que se estima violatorio de
garantías, para el solo efecto de la suspensión, y
además hace incurrir a la autoridad responsable
en una corrección disciplinaria.

LA CONCESIÓN DE LA SUSPENSIÓN
Cuando el amparo se pida contra el cobro de
contribuciones, podrá concederse
discrecionalmente la suspensión del acto
reclamado, la que surtirá efectos previo depósito
de la cantidad que se cobra ante la Tesorería de
la Federación o la de la entidad federativa o
municipio que corresponda.
El depósito no se exigirá cuando se trate del
cobro de sumas que excedan de la posibilidad
del quejoso, según apreciación del juez, o

60
cuando previamente se haya constituido la
garantía del interés fiscal ante la autoridad
exactora, o cuando se trate de persona distinta
del causante obligado directamente al pago; en
este último caso, se asegurará el interés fiscal
por cualquiera de los medios de garantía
permitidos por las leyes fiscales aplicables.
Si el acto reclamado afecta la libertad
personal, la suspensión sólo producirá el efecto
de que el quejoso quede a disposición del juez
de distrito únicamente en cuanto a ella se refiera,
quedando a disposición de la autoridad que deba
juzgarlo, cuando el acto emane de un
procedimiento del orden penal por lo que hace a
la continuación de éste.
Cuando el acto reclamado consista en la
detención del quejoso efectuada por autoridades
administrativas distintas del Ministerio Público
como probable responsable de algún delito, la

61
suspensión se concederá, si procediere, sin
perjuicio de que sin dilación sea puesto a
disposición del Ministerio Público, para que éste
determine su libertad o su retención dentro del
plazo y en los términos que el párrafo séptimo del
artículo 16 constitucional lo permite, o su
consignación.
De consistir el acto reclamado en detención
del quejoso efectuada por el Ministerio Público, la
suspensión se concederá y desde luego se
pondrá en inmediata libertad, si del informe
previo que rinda la autoridad responsable no se
acreditan con las constancias de la averiguación
previa la flagrancia o la urgencia, o bien si dicho
informe no se rinde en el término de veinticuatro
horas. De existir flagrancia o urgencia, se
prevendrá al Ministerio Público para que el
quejoso, sea puesto en libertad o se le consigne
dentro del término de cuarenta y ocho horas o de

62
noventa y seis horas según sea el caso, a partir
de su detención.
Si se concediere la suspensión en los casos
de órdenes de aprehensión, detención o
retención, el juez de distrito dictará las medidas
que estime necesarias para el aseguramiento del
quejoso, a efecto de que pueda ser devuelto a la
autoridad responsable en caso de no
concedérsele el amparo.
Cuando la orden de aprehensión, detención o
retención, se refiera a delito que conforme a la
ley no permita la libertad provisional bajo
caución, la suspensión sólo producirá el efecto
de que el quejoso quede a disposición del juez
de distrito en el lugar en que éste señale,
únicamente en lo que se refiera a su libertad
personal, quedando a disposición de la autoridad
a la que corresponda conocer del procedimiento
penal para los efectos de su continuación.

63
Cuando el acto reclamado consista en la
detención del quejoso por orden de autoridades
administrativas distintas del Ministerio Público,
podrá ser puesto en libertad provisional mediante
las medidas de aseguramiento y para los efectos
que expresa el párrafo anterior.
En los casos en que la afectación de la
libertad personal del quejoso provenga de
mandamiento de autoridad judicial del orden
penal o del Ministerio Público, o de auto de
prisión preventiva, el juez dictará las medidas
adecuadas para garantizar la seguridad del
quejoso y éste podrá ser puesto en libertad bajo
caución si fuere procedente, siempre y cuando el
juez o tribunal que conozca de la causa
respectiva no se haya pronunciado en ésta sobre
la libertad provisional de esa persona, por no
habérsele solicitado.

64
CUMPLIMIENTO DE LA SUSPENSIÓN
Cuando haya temor fundado de que la
autoridad responsable trate de burlar las órdenes
de libertad del quejoso o de ocultarlo,
trasladándolo a otro lugar, el juez de Distrito
podrá hacerlo comparecer a su presencia para
hacer cumplir dichas órdenes.
En los casos en que la suspensión sea
procedente, se concederá en forma tal que no
impida la continuación del procedimiento en el
asunto que haya motivado el acto reclamado,
hasta dictarse resolución firme en él; a no ser
que la continuación de dicho procedimiento deje
irreparablemente consumado el daño o perjuicio
que pueda ocasionarse al quejoso.
Cuando la suspensión se haya concedido
contra actos derivados de un procedimiento
penal que afecten la libertad personal, el quejoso
tendrá la obligación de comparecer dentro del

65
plazo de tres días ante el juez de la causa o el
Ministerio Público y, en caso de no hacerlo,
dejará de surtir efectos la suspensión concedida.
El auto en que un juez de Distrito conceda la
suspensión surtirá sus efectos desde luego,
aunque se interponga el recurso de revisión; pero
dejará de surtirlos si el agraviado no llena, dentro
de los cinco días siguientes al de la notificación,
los requisitos que se le hayan exigido para
suspender el acto reclamado.
El auto en que se niegue la suspensión
definitiva deja expedita la jurisdicción de la
autoridad responsable para la ejecución del acto
reclamado, aun cuando se interponga el recurso
de revisión; pero si el Tribunal Colegiado de
Circuito que conozca del recurso revocare la
resolución y concediere la suspensión, los
efectos de ésta se retrotraerán a la fecha en que
fue notificada la suspensión provisional, o lo

66
resuelto respecto a la definitiva, siempre que la
naturaleza del acto lo permita.
Mientras no se pronuncie sentencia
ejecutoriada en el juicio de amparo, el juez de
Distrito puede modificar o revocar el auto en que
haya concedido o negado la suspensión, cuando
ocurra un hecho superveniente que le sirva de
fundamento.
Para la ejecución y cumplimiento del auto de
suspensión, se observarán las disposiciones de
los artículos 104, 105, párrafo primero, 107 y 111
de la Ley de Amparo, que son del tenor literal
siguiente:
“ARTICULO 104.- En los casos a que se refiere el artículo
107, fracciones VII, VIII y IX, de la Constitución Federal, luego
que cause ejecutoria la sentencia en que se haya concedido
el amparo solicitado, o que se reciba testimonio de la
ejecutoria dictada en revisión, el juez, la autoridad que haya
conocido del juicio o el Tribunal Colegiado de Circuito, si se
interpuso revisión contra la resolución que haya pronunciado
en materia de amparo directo, la comunicará, por oficio y sin
demora alguna, a las autoridades responsables para su
cumplimiento y la harán saber a las demás partes.

67
En casos urgentes y de notorios perjuicios para el
quejoso, podrá ordenarse por la vía telegráfica el
cumplimiento de la ejecutoria, sin perjuicio de comunicarla
íntegramente, conforme al párrafo anterior.
En el propio oficio en que se haga la notificación a las
autoridades responsables, se les prevendrá que informen
sobre el cumplimiento que se dé al fallo de referencia.”

“ARTICULO 105.- Si dentro de las veinticuatro horas


siguientes a la notificación a las autoridades responsables la
ejecutoria no quedare cumplida, cuando la naturaleza del acto
lo permita, o no se encontrare en vías de ejecución en la
hipótesis contraria, el juez de Distrito, la autoridad que haya
conocido del juicio o el Tribunal Colegiado de Circuito, si se
trata de revisión contra resolución pronunciada en materia de
amparo directo requerirán, de oficio o a instancia de
cualquiera de las partes, al superior inmediato de la autoridad
responsable para que obligue a ésta a cumplir sin demora la
sentencia; y si la autoridad responsable no tuviere superior, el
requerimiento se hará directamente a ella. Cuando el superior
inmediato de la autoridad responsable no atendiere el
requerimiento, y tuviere, a su vez, superior jerárquico,
también se requerirá a este último.”

“ARTICULO 107.- Lo dispuesto en los dos artículos


precedentes se observarán (sic) también cuando se retarde el
cumplimiento de la ejecutoria de que se trata por evasivas o
procedimientos ilegales de la autoridad responsable o de
cualquiera otra que intervenga en la ejecución.
Las autoridades requeridas como superiores jerárquicos
incurren en responsabilidad, por falta de cumplimiento de las
ejecutorias, en los mismos términos que las autoridades
contra cuyos actos se hubiese concedido el amparo.”

68
“ARTICULO 111.- Lo dispuesto en el artículo 108 debe
entenderse sin perjuicio de que el juez de Distrito, la
autoridad que haya conocido del juicio o el Tribunal Colegiado
de Circuito, en su caso, hagan cumplir la ejecutoria de que se
trata dictando las órdenes necesarias; si éstas no fueren
obedecidas, comisionará al secretario o actuario de su
dependencia, para que dé cumplimiento a la propia
ejecutoria, cuando la naturaleza del acto lo permita y, en su
caso, el mismo juez de Distrito o el Magistrado designado por
el Tribunal Colegiado de Circuito, se constituirán en el lugar
en que deba dársele cumplimiento, para ejecutarla por sí
mismo. Para los efectos de esta disposición, el juez de
Distrito o Magistrado de Circuito respectivo, podrán salir del
lugar de su residencia sin recabar autorización de la Suprema
Corte, bastando que le dé aviso de su salida y objeto de ella,
así como de su regreso. Si después de agotarse todos estos
medios no se obtuviere el cumplimiento de la sentencia, el
juez de Distrito, la autoridad que haya conocido del juicio de
amparo o el Tribunal Colegiado de Circuito solicitarán, por los
conductos legales, el auxilio de la fuerza pública, para hacer
cumplir la ejecutoria.
Se exceptúan de lo dispuesto en el párrafo anterior, los
casos en que sólo las autoridades responsables puedan dar
cumplimiento a la ejecutoria de que se trate y aquéllos en que
la ejecución consista en dictar nueva resolución en el
expediente o asunto que haya motivado el acto reclamado,
mediante el procedimiento que establezca la ley; pero si se
tratare de la libertad personal, en la que debiera restituirse al
quejoso por virtud de la ejecutoria y la autoridad responsable,
se negare a hacerlo u omitiere edictar (sic) la resolución que
corresponda dentro de un término prudente, que no podrá
exceder de tres días, el juez de Distrito, la autoridad que haya
conocido del juicio o el Tribunal Colegiado de Circuito, según
el caso, mandarán ponerlo en libertad sin perjuicio de que la
autoridad responsable dicte después la resolución que

69
proceda. Los encargados de las prisiones darán debido
cumplimiento a las órdenes que les giren conforme a esta
disposición, los jueces federales o la autoridad que haya
conocido del juicio.”

70
SUBSTANCIACIÓN DEL JUICIO DE
AMPARO INDIRECTO
Las autoridades judiciales que conozcan de
los juicios de amparo, deberán resolver si
admiten o desechan las demandas de amparo
dentro del término de veinticuatro horas,
contadas desde la en que fueron presentadas.
Para ello, como ya se ha comentado antes,
deben examinar el escrito de demanda; y si
encontrare motivo manifiesto e indudable de
improcedencia, la desechará de plano, sin
suspender el acto reclamado.
Si hubiere alguna irregularidad en el escrito de
demanda, si se hubiere omitido en ella alguno de
los requisitos a que se refiere el artículo 116 de
esta ley; si no se hubiese expresado con
precisión el acto reclamado o no se hubiesen
exhibido las copias que señala el artículo 120, el
Juez de Distrito mandará prevenir al promovente
que llene los requisitos omitidos, haga las
aclaraciones que corresponda, o presente las
copias dentro del término de tres días,
expresando en el auto relativo las irregularidades
o deficiencias que deban llenarse, para que el
promovente pueda subsanarlas en tiempo.
Si el promovente no llenare los requisitos
omitidos, no hiciere las aclaraciones conducentes
o no presentare las copias dentro del término
señalado, el juez de Distrito tendrá por no
interpuesta la demanda, cuando el acto
reclamado sólo afecte al patrimonio o derechos
patrimoniales del quejoso.
Fuera de los casos a que se refiere el párrafo
anterior, transcurrido el término señalado sin
haberse dado cumplimiento a la providencia
relativa, el juez mandará correr traslado al
Ministerio Público, por veinticuatro horas, y en
vista de lo que éste exponga, admitirá o

72
desechará la demanda, dentro de otras
veinticuatro horas, según fuere procedente.
Si el juez de Distrito no encontrare motivos de
improcedencia, o se hubiesen llenado los
requisitos omitidos, admitirá la demanda y, en el
mismo auto, pedirá informe con justificación a las
autoridades responsables y hará saber dicha
demanda al tercero perjudicado, si lo hubiere;
señalará día y hora para la celebración de la
audiencia, a más tardar dentro del término de
treinta días, y dictará las demás providencias que
legalmente procedan. Existe una excepción a
este término, ya que será de diez días cuando se
reclame la aplicación de leyes declaradas
inconstitucionales por la Suprema Corte, o la
violación de las garantías contenidas en los
siguientes artículos constitucionales: 16 en
materia penal, 19 y 20, fracciones I, VIII y X,
párrafos primero y segundo.

73
Al solicitarse el informe con justificación a la
autoridad responsable, se le remitirá copia de la
demanda, si no se hubiese enviado al pedirle
informe previo.

EL INFORME JUSTIFICADO
Las autoridades responsables deberán rendir
su informe con justificación dentro del término de
cinco días, pero el juez podrá ampliarlo hasta por
otros cinco si estimara que la importancia del
caso lo amerita. Existe una excepción a este
término, ya que será de tres días cuando se
reclame la aplicación de leyes declaradas
inconstitucionales por la Suprema Corte, o la
violación de las garantías contenidas en los
siguientes artículos constitucionales: 16 en
materia penal, 19 y 20, fracciones I, VIII y X,
párrafos primero y segundo.

74
En todo caso, las autoridades responsables
rendirán su informe con justificación con la
anticipación que permita su conocimiento por el
quejoso, al menos ocho días antes de la fecha
para la celebración de la audiencia constitucional.
Ahora bien, la ley de la materia dispone que si
el informe no se rinde con dicha anticipación, el
juez podrá diferir o suspender la audiencia,
según lo que proceda, a solicitud del quejoso o
del tercero perjudicado, solicitud que podrá
hacerse verbalmente al momento de la
audiencia. Sin embargo, el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, ha determinado
que en este caso, el diferimiento debe ordenarse
de oficio.
Las autoridades responsables deberán rendir
su informe con justificación exponiendo las
razones y fundamentos legales que estimen
pertinentes para sostener la constitucionalidad

75
del acto reclamado o la improcedencia del juicio y
acompañarán, en su caso, copia certificada de
las constancias que sean necesarias para apoyar
dicho informe.
Cuando la autoridad responsable no rinda su
informe con justificación se presumirá cierto el
acto reclamado, salvo prueba en contrario,
quedando a cargo del quejoso la prueba de los
hechos que determinen su inconstitucionalidad
cuando dicho acto no sea violatorio de garantías
en sí mismo, sino que su constitucionalidad o
inconstitucionalidad dependa de los motivos,
datos o pruebas en que se haya fundado el
propio acto.
Si la autoridad responsable no rinde informe
con justificación, o lo hace sin remitir, en su caso,
la copia certificada a que se refiere el párrafo
segundo de este artículo, el juez de Distrito le
impondrá, en la sentencia respectiva, una multa

76
de diez a ciento cincuenta días de salario. No se
considerará como omisión sancionable, aquélla
que ocurra debido al retardo en la toma de
conocimiento del emplazamiento, circunstancia
que deberá demostrar la autoridad responsable.
Si el informe con justificación es rendido fuera
del plazo que señala la ley para ello, será tomado
en cuenta por el juez de Distrito siempre que las
partes hayan tenido oportunidad de conocerlo y
de preparar las pruebas que lo desvirtúen.

PRUEBAS EN EL AMPARO INDIRECTO


En el juicio de amparo es admisible toda clase
de pruebas, excepto la de posiciones y las que
fueren contra la moral o contra derecho.
Las pruebas deberán ofrecerse y rendirse en
la audiencia del juicio, excepto la documental que
podrá presentarse con anterioridad, sin perjuicio
de que el juez haga relación de ella en la

77
audiencia y la tenga como recibida en ese acto,
aunque no exista gestión expresa del interesado.
Cuando las partes tengan que rendir prueba
testimonial o pericial para acreditar algún hecho,
deberán anunciarla cinco días hábiles antes del
señalado para la celebración de la audiencia
constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el
señalado para la propia audiencia, exhibiendo
copia de los interrogatorios al tenor de los cuales
deban ser examinados los testigos, o del
cuestionario para los peritos. El juez ordenará
que se entregue una copia a cada una de las
partes, para que puedan formular por escrito o
hacer verbalmente repreguntas, al verificarse la
audiencia. No se admitirán más de tres testigos
por cada hecho. La prueba de inspección ocular
deberá ofrecerse con igual oportunidad que la
testimonial y la pericial.

78
Al promoverse la prueba pericial, el juez hará
la designación de un perito, o de los que estime
convenientes para la práctica de la diligencia; sin
perjuicio de que cada parte pueda designar
también un perito para que se asocie al
nombrado por el juez o rinda dictamen por
separado.
Los peritos no son recusables, pero el
nombrado por el juez deberá excusarse de
conocer cuando en él concurra alguno de los
impedimentos establecidos en la ley. A ese
efecto, al aceptar su nombramiento manifestará,
bajo protesta de decir verdad, que no tiene
ninguno de los impedimentos legales.
La prueba pericial será calificada por el juez
según prudente estimación.
A fin de que las partes puedan rendir sus
pruebas en la audiencia del juicio, los
funcionarios o autoridades tienen obligación de

79
expedir con toda oportunidad a aquellas las
copias o documentos que soliciten; si dichas
autoridades o funcionarios no cumplieron con esa
obligación, la parte interesada solicitará del juez
que requiera a los omisos. El juez hará el
requerimiento y aplazará la audiencia por un
término que no exceda de diez días; pero si no
obstante dicho requerimiento durante el término
de la expresada prórroga no se expidieren las
copias o documentos, el juez, a petición de parte,
si lo estima indispensable, podrá transferir la
audiencia hasta en tanto se expidan y hará uso
de los medios de apremio, consignando en su
caso a la autoridad omisa por desobediencia a su
mandato.
Al interesado que informe al juez que se le ha
denegado una copia o documento que no
hubiese solicitado, o que ya le hubiese sido

80
expedido, se le impondrá una multa de diez a
ciento ochenta días de salario.
Cuando se trate de actuaciones concluídas,
podrán pedirse originales, a instancia de
cualquiera de las partes.
Si al presentarse un documento por una de las
partes, otra de ellas lo objetare de falso, el juez
suspenderá la audiencia para continuarla dentro
de los diez días siguientes; en dicha audiencia,
se presentarán las pruebas y contrapruebas
relativas a la autenticidad del documento.
Lo dispuesto en este artículo sólo da
competencia al juez para apreciar, dentro del
juicio de amparo, de la autenticidad con relación
a los efectos exclusivos de dicho juicio.
Cuando el juez desechare la objeción
presentada, podrá aplicar al promovente que la
propuso una multa de diez a ciento ochenta días
de salario.

81
AUDIENCIA CONSTITUCIONAL
Abierta la audiencia se procederá a recibir, por
su orden, las pruebas, los alegatos por escrito y,
en su caso, el pedimento del Ministerio Público;
acto continuo se dictará el fallo que corresponda.
El quejoso podrá alegar verbalmente cuando
se trate de actos que importen peligro de
privación de la vida, ataques a la libertad
personal, deportación, destierro o alguno de los
prohibidos por el artículo 22 de la Constitución
Federal, asentándose en autos extracto de sus
alegaciones, si lo solicitare.
En los demás casos, las partes podrán alegar
verbalmente, pero sin exigir que sus alegaciones
se hagan constar en autos, y sin que los alegatos
puedan exceder de media hora por cada parte,
incluyendo las réplicas y contrarréplicas.

82
El Ministerio Público que actúe en el proceso
penal, podrá formular alegatos por escrito en los
juicios de amparo en los que se impugnen
resoluciones jurisdiccionales. Para tal efecto,
deberá notificársele la presentación de la
demanda.

83
LA SENTENCIA DE AMPARO
Las sentencias que se pronuncien en los
juicios de amparo sólo se ocuparán de los
individuos particulares o de las personas
morales, privadas u oficiales que lo hubiesen
solicitado, limitándose a ampararlos y
protegerlos, si procediere, en el caso especial
sobre el que verse la demanda, sin hacer una
declaración general respecto de la ley o acto que
la motivare, y deberán contener:
a).- La fijación clara y precisa del acto o actos
reclamados, y la apreciación de las pruebas
conducentes para tenerlos o no por demostrados.
b).- Los fundamentos legales en que se
apoyen para sobreseer en el juicio, o bien para
declarar la constitucionalidad o
inconstitucionalidad del acto reclamado.
c).- Los puntos resolutivos con que deben
terminar, concretándose en ellos, con claridad y
precisión, el acto o actos por los que sobresea,
conceda o niegue el amparo.

En las sentencias que se dicten en los juicios


de amparo, el acto reclamado se apreciará tal
como aparezca probado ante la autoridad
responsable, y no se admitirán ni se tomarán en
consideración las pruebas que no se hubiesen
rendido ante dicha autoridad para comprobar los
hechos que motivaron o fueron objeto de la
resolución reclamada.
En las propias sentencias sólo se tomarán en
consideración las pruebas que justifiquen la
existencia del acto reclamado y su
constitucionalidad o inconstitucionalidad.
El juez de amparo deberá recabar
oficiosamente pruebas que, habiendo sido
rendidas ante la responsable, no obren en autos

86
y estime necesarias para la resolución del
asunto.
La sentencia que conceda el amparo tendrá
por objeto restituir al agraviado en el pleno goce
de la garantía individual violada, restableciendo
las cosas al estado que guardaban antes de la
violación, cuando el acto reclamado sea de
carácter positivo; y cuando sea de carácter
negativo, el efecto del amparo será obligar a la
autoridad responsable a que obre en el sentido
de respetar la garantía de que se trate y a
cumplir, por su parte, lo que la misma garantía
exija.
Cuando en un juicio de amparo se dicte
sobreseimiento, se niegue la protección
constitucional o desista el quejoso, y se advierta
que se promovió con el propósito de retrasar la
solución del asunto del que emana el acto
reclamado o de entorpecer la ejecución de las

87
resoluciones respectivas o de obstaculizar la
legal actuación de la autoridad, se impondrá al
quejoso o a sus representantes, en su caso, al
abogado o a ambos, una multa de diez a ciento
ochenta días de salario, tomando en cuenta las
circunstancias del caso.

88
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
Ley de Amparo reglamentaria de los artículos
103 y 107 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Ediciones Fiscales
ISEF. México, 2006.

RUIZ TORRES Humberto Enrique,


“DICCIONARIO DEL JUICIO DE AMPARO”.
Oxford University Press. México, 2004.

SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA


NACIÓN, “MANUAL DEL JUICIO DE AMPARO”.
2ª. Edición actualizada. Editorial Themis, S.A. de
C.V. México, 2000.
FUENTES ELECTRÓNICAS
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN, “COMPILA XI. Legislación Federal y
del Distrito Federal”. México, 2005.

SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA


NACIÓN, “IUS 2005 Junio 1917 – Diciembre
2005. Jurisprudencia y Tesis Aisladas”. México,
2005.
APÉNDICES
1.- Modelo de demanda de amparo indirecto.

2.- Modelo de auto admisorio de demanda de


amparo indirecto.

3.- Modelo de audiencia constitucional.

4.- Modelo de sentencia de amparo indirecto.

5.- Jurisprudencia.

6.- Tesis aisladas.


APÉNDICE 2.- Modelo de auto admisorio

de demanda de amparo indirecto.

En diez de febrero de dos mil seis, doy cuenta al

Magistrado con la demanda de garantías promovida por el

quejoso _____________________________ contra los actos

que reclama del Magistrado del Tribunal Unitario del

Decimocuarto Circuito y otras autoridades, misma que exhibió

en original y seis copias. Conste.

El Secretario del Tribunal.

Cancún, Quintana Roo, a diez de febrero de dos mil

seis.
VISTA la demanda original de amparo indirecto,

interpuesto por el quejoso

_____________________________ contra los actos que

reclama del Magistrado del Tribunal Unitario del

Decimocuarto Circuito, del Juez Segundo de Distrito "A" en el

Estado de Quintana Roo y del Juez Noveno de Distrito en el

Estado de Veracruz; SE ACUERDA: Con fundamento en los

artículos 1° al 3°, 4°, 5°, 36, 114, 116, 147, 149 y 156 de la

Ley de Amparo, se admite la demanda de referencia como

en derecho procede. Regístrese. Fórmese expediente. Dése

la intervención que le compete al agente del Ministerio

Público Federal de la adscripción, a quien se hará entrega de

una copia simple de la demanda; asimismo, con fundamento

en el artículo 155 párrafo último de la ley de la materia,


notifíquese la presentación de dicha demanda,

entregándosele copia de ella, al agente del Ministerio Público

de la Federación que actúa en el proceso penal del que

dimanan los actos reclamados, adscrito al Juzgado Segundo

de Distrito "A" en el Estado.

Como se solicita, tramítese por duplicado el incidente

de suspensión de los actos que se reclaman.

Pídase informe con justificación a las autoridades

señaladas como responsables, el que deberán rendir dentro

de los tres días siguientes al de la notificación de este

acuerdo.

Con apoyo en el numeral 78, último párrafo de la Ley de

la materia, recábese de oficio, del Juez Segundo de Distrito

"A" en el Estado, el duplicado de la causa penal _______, que


tuvo a la vista el Magistrado responsable al pronunciar la

resolución aquí reclamada, la cual se estima necesaria para

resolver el presente asunto.

Para la celebración de la audiencia constitucional se

señalan las NUEVE HORAS DEL VEINTICUATRO DE

FEBRERO DE DOS MIL SEIS.

Asimismo, hágase saber al juez responsable, que de

conformidad con lo ordenado en el artículo 73, fracción X de

la Ley de Amparo, deberá suspender el procedimiento en lo

que corresponde al agraviado de mérito, una vez cerrada la

instrucción y hasta que sea notificada la resolución que

recaiga en el presente juicio.

Téngase como domicilio del promovente para oír y

recibir notificaciones, el predio ubicado en la calle


_______________________, Manzana ______, edificio ____,

departamento _____, Supermanzana ______, de esta ciudad,

y con fundamento en el artículo 27 ley de la materia, se tiene

como autorizado para oír y recibir notificaciones a

___________________________.

Finalmente, en cumplimiento a lo dispuesto por el

artículo 8º. de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la

Información Pública Gubernamental, en concordancia con los

artículos 5 al 9 del Reglamento de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal

para la aplicación de la referida ley, publicado en el Diario

Oficial de la Federación el dos de abril de dos mil cuatro,

infórmese a las partes que la sentencia que en su caso se

dicte en el presente asunto, una vez que cause ejecutoria,


estará a disposición del público para su consulta cuando así

lo soliciten conforme al procedimiento de Acceso a la

Información Pública; así también, el derecho que les asiste

para oponerse a la publicación de sus datos personales en la

misma, y el de manifestar en forma expresa al momento de

allegar pruebas o constancias de juicio, si las mismas deben

considerarse como reservadas o confidenciales con base en

lo dispuesto en algún Tratado Internacional o en una ley

expedida por el Congreso de la Unión o las Legislaturas de

los Estados, manifestación que deberán realizar dentro de la

presente instancia, hasta antes de que se dicte el fallo, en la

inteligencia que de conformidad con el referido numeral 8º del

citado ordenamiento, será facultad de la unidad administrativa

correspondiente, determinar si tal oposición surte sus efectos,


cuando se presente una solicitud de acceso a alguna de las

resoluciones públicas o pruebas y constancias que obren en

el expediente, en la medida en que no se impida conocer del

criterio sostenido por el órgano jurisdiccional.

NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE.

Así lo proveyó y firma el Magistrado del Tribunal

Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito, licenciado

_______________________, ante el Secretario, licenciado

______________________________, que autoriza y da fe.


En la propia fecha (10 de febrero de 2006), quedó

registrado este juicio de amparo bajo el número _________,

se libraron los oficios números 24, 25 y 26, para las

autoridades señaladas como responsables, en términos de

las minutas que se agregan. Conste.


APÉNDICE 3.- Modelo de audiencia
constitucional.

En la ciudad de Cancún, Quintana Roo,


siendo las nueve horas del dieciséis de marzo de
dos mil seis, estando en audiencia pública el
Magistrado del Tribunal Unitario del Vigésimo
Séptimo Circuito, licenciado
_______________________, asistido del
secretario con quien actúa, licenciado
______________________________, se
procede a celebrar la audiencia constitucional sin
contar con la presencia de las partes. Acto
seguido el Secretario hace relación de la
demanda y demás constancias de autos y da
cuenta al Magistrado con los informes justificados
rendidos por las autoridades señaladas como
responsables, la primera en su carácter de
ordenadora, Magistrado del Tribunal Unitario del
Decimocuarto Circuito, y la segunda, como
autoridad ejecutora, Juez Segundo de Distrito en
el Estado de Yucatán; en consecuencia SE
ACUERDA: Ténganse por rendidos en tiempo y
forma los informes justificados de las autoridades
responsables que obran agregados a estos
autos. Abierto el período de pruebas, se da
cuenta con las documentales consistentes en el
duplicado del toca penal __________, así como
en el duplicado de la causa penal ________, que
remitieran el Magistrado del Tribunal Unitario del
Decimocuarto Circuito y el Juez Segundo de
Distrito en el Estado de Yucatán,
respectivamente; acto seguido, el Magistrado
actuante ACUERDA: Con fundamento en los
artículos 150 y 151 de la Ley de Amparo, se
admiten las documentales de referencia y se
tienen por desahogadas por su propia naturaleza.
Asimismo, toda vez que en la audiencia no se
hizo ofrecimiento de nuevas pruebas, se declara
cerrado el período probatorio. En la etapa de
alegatos, no se da cuenta con promoción
especial alguna, por lo que se declara cerrado
este período, haciendo constar que el agente del
Ministerio Público Federal no formuló pedimento.
Acto continuo, el Magistrado que resuelve
declara VISTO el presente expediente y procede
a dictar la resolución correspondiente.
APÉNDICE 4.- Modelo de sentencia de amparo
indirecto.

VISTO para resolver el juicio de amparo


indirecto _________, promovido por el quejoso
_____________________________, contra
actos del Tribunal Unitario del Decimocuarto
Circuito, y del Juez Segundo del Distrito en el
Estado de Yucatán por violación a los artículos
14, 16, 17, 18, 19 y 20 de la Constitución
General de la República, y
R E S U L T A N D O:
I. Mediante escrito presentado en la oficialía
de partes de este Tribunal Unitario el diez de
febrero de dos mil seis, el quejoso
_____________________________, demandó el
amparo y protección de la Justicia Federal en
contra los actos y las autoridades que a
continuación se indican:
“Autoridades Responsables.- Tribunal Unitario del
Decimocuarto Circuito, Juez Segundo de Distrito en el
Estado de Yucatán.”

“ACTO RECLAMADO.- La modificación de la


resolución de plazo constitucional, consistente en el auto
de formal prisión dictado en mi contra por el Juez
Segundo de Distrito en el Estado de Yucatán con fecha
seis de octubre de dos mil cinco, en el proceso penal
número _______, como probable responsable en la
comisión del delito de defraudación fiscal equiparable,
previsto en el artículo 109, fracción I del Código Fiscal de
la Federación, emitida por el Tribunal Unitario del
Decimocuarto Circuito el diecisiete de enero de dos mil
seis, en autos del toca penal __________, formado con
motivo del recurso de apelación interpuesto por el
suscrito."

II. Por proveído de diez de febrero de dos mil


seis, se admitió la demanda promovida, se
pidieron a las autoridades señaladas como
responsables sus informes justificados, se dio la
intervención que corresponde al representante
social federal de la adscripción, y se notificó la
presentación de dicha demanda al fiscal federal
que actúa en el proceso penal del que dimanan
los actos reclamados, señalándose fecha y hora
para la celebración de la audiencia constitucional,
misma que después de haberse diferido, se llevó
a cabo al tenor del acta que al afecto se levantó,
y
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Este Tribunal Unitario del
Vigésimo Séptimo Circuito, es legalmente
competente para resolver el presente juicio de
garantías, atento a lo dispuesto en los artículos
103, fracción I de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 29, fracción I de la
Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación.
SEGUNDO. Son ciertos los actos reclamados
del Magistrado del Tribunal Unitario del
Decimocuarto Circuito y del Juez Segundo de
Distrito en el Estado de Yucatán, según de
advierte de sus respectivos informes justificados,
lo que se corrobora con las constancias que
obran en el duplicado del toca penal __________
y de la causa penal __________, que merecen
pleno valor probatorio en términos de los
artículos 129 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria,
por tratarse de documentos públicos.
TERCERO. El duplicado del proceso penal
__________, que remitió el Juez Segundo de
Distrito en el Estado de Yucatán, del que emana
el acto aquí reclamado, tiene valor probatorio
pleno en términos de los artículos 129 y 202 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a la Ley de Amparo, y
contiene el material probatorio siguiente:
****
CUARTO.- Los conceptos de violación
expresados por el quejoso, son esencialmente
fundados, supliendo la deficiencia de la queja en
términos del artículo 76 bis, fracción II de la Ley
de Amparo, ya que efectivamente, se advierte
que la resolución de segunda instancia que
constituye el acto reclamado, resulta violatoria de
las garantías contenidas en el artículo 19 de la
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que en su primer párrafo establece lo
siguiente:
“Art. 19.- Ninguna detención ante autoridad judicial podrá
exceder del plazo de setenta y dos horas, a partir de que el
indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique
con un auto de formal prisión en el que se expresarán: el
delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje la
averiguación previa, los que deberán ser bastantes para
comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la
responsabilidad del indiciado.”

Ahora bien, el que ahora resuelve difiere


respetuosamente del criterio sostenido por el
Magistrado responsable, en el sentido de que en
la especie se cuenta con datos suficientes para
hacer probable la responsabilidad del impetrante
de garantías en la comisión del delito de
defraudación fiscal equiparada, previsto en el
artículo 109, fracción I del Código Fiscal de la
Federación, que se le atribuye.
Se dice lo anterior, toda vez que si bien es
cierto que en los autos del proceso del que
emana el acto reclamado, se advierte que una
persona consignó en una declaración para
efectos fiscales, ingresos acumulables menores a
los realmente obtenidos, no obran datos que
indiquen en forma probable que el aquí quejoso
haya sido quien desplegó dicha conducta
delictiva, ya que las declaraciones que obran en
la causa penal, fueron suscritas por persona
diversa, con el carácter de apoderado de la
sociedad mercantil denominada ___________,
SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE,
en virtud de haber sido designado por la primera
asamblea general de accionistas, que consta en
la escritura constitutiva de dicha persona moral.
En ese orden de ideas, y ante la insuficiencia
de datos sobre la probable responsabilidad del
quejoso ______________, se estima que la
resolución reclamada es violatoria de garantías,
tal como lo ha sostenido la entonces Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en la jurisprudencia publicada en el
DISCO 3 IUS 2005 con registro 904259, que
establece:
“PRUEBA INSUFICIENTE, CONCEPTO DE.- La prueba
insuficiente se presenta cuando del conjunto de los datos que
obran en la causa, no se llega a la certeza de las
imputaciones hechas; por lo tanto, la sentencia con base en
prueba insuficiente, es violatoria de garantías.”

Por tanto, al transgredirse garantías


individuales en perjuicio del quejoso, debe
concedérsele el amparo y la protección de la
Justicia Federal solicitados, concesión que se
hace extensiva a los actos reclamados de las
autoridades ejecutoras, Juez Segundo de Distrito
“A” en el Estado de Quintana Roo y Juez Noveno
de Distrito en el Estado de Veracruz, dado que
éstos no fueron reclamados por vicios propios,
sino que la inconstitucionalidad de los actos de
ejecución se hizo depender de las violaciones
atribuidas a la autoridad ordenadora.
Sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia
emitida por la otrora Tercera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, correspondiente a
la Sexta Época, visible bajo el número 278 en la
página 203 del Tomo II, Penal, Jurisprudencia
SCJN del Apéndice 2000 al Semanario Judicial
de la Federación, que establece:
“AUTORIDADES EJECUTORAS, ACTOS DE, NO
RECLAMADOS POR VICIOS PROPIOS.- Si la sentencia de
amparo considera violatoria de garantías la resolución que
ejecutan, igual declaración debe hacerse respecto de los
actos de ejecución, si no se reclaman, especialmente, vicios
de ésta.”

Ahora bien, habiendo resultado fundado y


suficiente para otorgar el amparo solicitado, uno
de los conceptos de violación, resulta innecesario
el estudio de los demás motivos de
inconstitucionalidad que expresó el quejoso.
Sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia
II.3o. J/5, sostenida por el Tercer Tribunal
Colegiado del Segundo Circuito, correspondiente
a la Octava Época, visible en la página 89 del
Tomo IX, Marzo de 1992 del Semanario Judicial
de la Federación, que es del tenor literal
siguiente:
“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. ESTUDIO
INNECESARIO DE LOS. Habiendo resultado fundado y
suficiente para otorgar el amparo solicitado, uno de los
conceptos de violación, resulta innecesario el estudio de los
demás conceptos de violación vertidos en la demanda de
amparo.”

Por lo expuesto y con apoyo además en los


artículos del 76 al 80 de la Ley de Amparo, se
resuelve:
ÚNICO.- LA JUSTICIA DE LA UNIÓN
AMPARA Y PROTEGE a
_____________________________ en contra de
los actos que reclama del Tribunal Unitario del
Decimocuarto Circuito y del Juez Segundo de
Distrito en el Estado de Yucatán, precisados en
el resultando primero de esta resolución.
Notifíquese y cúmplase.
Así lo resolvió y firma el Magistrado del
Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito,
licenciado _______________________, ante el
Secretario, licenciado
______________________________, que
autoriza y da fe.
APÉNDICE 5.- Jurisprudencia.

No. Registro: 186,786


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XV, Junio de 2002
Tesis: 2a./J. 47/2002
Página: 152

DEMANDA DE AMPARO. LA OMISIÓN DEL


QUEJOSO DE SEÑALAR SU DOMICILIO
PARTICULAR, NO ES MOTIVO PARA
TENERLA POR NO INTERPUESTA.
El artículo 116, fracción I, de la Ley de Amparo
establece que la demanda deberá formularse por
escrito, en el que se expresarán el nombre y
domicilio del quejoso y de quien promueve en su
nombre, lo cual no implica que el promovente del
juicio de garantías tenga que señalar, en lo que
respecta a su domicilio, uno de carácter
particular, sino que el legislador únicamente le
impuso el deber de indicar un lugar donde le
resulte más práctico, cómodo o conveniente
recibir las notificaciones que tengan que
hacérsele de manera personal. Este criterio es
congruente con el adoptado por el legislador en
otros ordenamientos como, por ejemplo, en los
artículos 305 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, 255 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y
739 de la Ley Federal del Trabajo, de los que se
desprende que lo que la ley exige al interesado,
en su primera comparecencia, no es el
señalamiento de su domicilio particular, sino el de
un lugar donde reside la autoridad judicial ante
quien se acude, para que puedan efectuarse
todas las notificaciones personales que fueren
necesarias dentro del juicio. Lo antes expuesto
se robustece con la circunstancia de que cuando
el peticionario de garantías se abstiene de
señalar un domicilio, la ley de la materia prevé,
en su artículo 30, fracción II, una solución
tendiente a garantizar el desarrollo expedito del
proceso, consistente en que cuando el agraviado
no cumpla con la carga de designar domicilio
ubicado en el lugar del juicio ni la casa o
despacho para oír notificaciones, éstas se harán
mediante lista, medida que es acertada, pues la
garantía dispuesta en el artículo 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, conforme a la cual la impartición de
justicia debe ser pronta y expedita, obliga a
considerar que en todos los juicios deben regir
principios que, orientados a satisfacerla, permitan
a los gobernados un efectivo acceso a aquélla,
principios que evidentemente son aplicables al
juicio de amparo, por cuanto éste se halla
instituido en los artículos 103 y 107 del
Ordenamiento Fundamental, como el medio de
control de la constitucionalidad de los actos de
las autoridades públicas en defensa de los
derechos fundamentales de los gobernados, por
lo que el señalamiento del domicilio del quejoso
no es inexcusable sino sólo conveniente para
éste, pues aun si falta, es subsanable para la
marcha del procedimiento.

Contradicción de tesis 12/2001-PL. Entre las


sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero en Materia Administrativa del Segundo
Circuito y Primero del Vigésimo Circuito. 17 de
mayo de 2002. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretario: Gonzalo Arredondo
Jiménez.

Tesis de jurisprudencia 47/2002. Aprobada por la


Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veinticuatro de mayo de dos mil dos.
No. Registro: 192,843
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: X, Noviembre de 1999
Tesis: P./J. 127/99
Página: 32

PROTESTA DE DECIR VERDAD. ES UN


REQUISITO FORMAL QUE DEBE
MANIFESTARSE DE MANERA EXPRESA EN
EL ESCRITO DE DEMANDA DE AMPARO, QUE
NO PUEDE SER SUSTITUIDO POR LA
EXPRESIÓN FINAL "PROTESTO LO
NECESARIO" Y CUYA OMISIÓN PUEDE
LLEVAR AL JUZGADOR DE AMPARO A TENER
POR NO INTERPUESTA LA DEMANDA.
Al señalar el artículo 116, fracción IV de la Ley de
Amparo, como requisito en la demanda, el
relativo a que el quejoso manifieste "bajo protesta
de decir verdad" los hechos o abstenciones que
le consten y que constituyen los antecedentes del
acto reclamado o fundamento de los conceptos
de violación, estableció, con este requisito legal,
que no constituye una fórmula sacramental o
solemne, la obligación a cargo del quejoso de
manifestar que su relato de hechos lo hace con
sujeción a la verdad. Ahora bien, la omisión de
esa declaración, puede llevar al juzgador a tener
por no interpuesta la demanda, en caso de que el
solicitante del amparo no llene ese requisito
cuando sea prevenido para ello, de conformidad
con el artículo 146 de la Ley de Amparo. De igual
forma, el hecho de que, aun habiendo realizado
la protesta de decir verdad, el quejoso incurra en
falsedad, lo hace acreedor a las sanciones
privativas de libertad o pecuniarias, establecidas
en el artículo 211 de la Ley de Amparo. De ahí
que la frase "Protesto lo necesario", que aparece
comúnmente al final de una demanda, como
expresión de cortesía y que deja ver que el
ocursante manifiesta a la autoridad sus respetos,
atenciones y consideraciones no puede ser
utilizada en sustitución de la protesta de decir
verdad, establecido como requisito en la
demanda de amparo, ya que ambas expresiones
tienen contenidos y finalidades distintas.

Contradicción de tesis 16/96. Entre las


sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Administrativa y el Octavo Tribunal
Colegiado en Materia Civil, ambos del Primer
Circuito. 18 de mayo de 1999. Unanimidad de
nueve votos. Ausentes: Mariano Azuela Güitrón y
José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: José
Carlos Rodríguez Navarro.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada


el veintiséis de octubre en curso, aprobó, con el
número 127/1999, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis de
octubre de mil novecientos noventa y nueve.
No. Registro: 191,384
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XII, Agosto de 2000
Tesis: P./J. 68/2000
Página: 38

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. PARA QUE SE


ESTUDIEN, BASTA CON EXPRESAR
CLARAMENTE EN LA DEMANDA DE
GARANTÍAS LA CAUSA DE PEDIR.
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación considera que debe abandonarse la tesis
jurisprudencial que lleva por rubro "CONCEPTOS
DE VIOLACIÓN. REQUISITOS LÓGICOS Y
JURÍDICOS QUE DEBEN REUNIR.", en la que,
se exigía que el concepto de violación, para ser
tal, debía presentarse como un verdadero
silogismo, siendo la premisa mayor el precepto
constitucional violado, la premisa menor los actos
autoritarios reclamados y la conclusión la
contraposición entre aquéllas, demostrando así,
jurídicamente, la inconstitucionalidad de los actos
reclamados. Las razones de la separación de ese
criterio radican en que, por una parte, los
artículos 116 y 166 de la Ley de Amparo no
exigen como requisito esencial e imprescindible,
que la expresión de los conceptos de violación se
haga con formalidades tan rígidas y solemnes
como las que establecía la aludida jurisprudencia
y, por otra, que como la demanda de amparo no
debe examinarse por sus partes aisladas, sino
considerarse en su conjunto, es razonable que
deban tenerse como conceptos de violación
todos los razonamientos que, con tal contenido,
aparezcan en la demanda, aunque no estén en el
capítulo relativo y aunque no guarden un apego
estricto a la forma lógica del silogismo, sino que
será suficiente que en alguna parte del escrito se
exprese con claridad la causa de pedir,
señalándose cuál es la lesión o agravio que el
quejoso estima le causa el acto, resolución o ley
impugnada y los motivos que originaron ese
agravio, para que el Juez de amparo deba
estudiarlo.

Amparo directo en revisión 912/98. Gerardo


Kalifa Matta. 19 de noviembre de 1998.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José
Vicente Aguinaco Alemán y José de Jesús
Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Alejandro Villagómez Gordillo.
Amparo directo en revisión 913/98. Ramona
Matta Rascala. 19 de noviembre de 1998.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José
Vicente Aguinaco Alemán y José de Jesús
Gudiño Pelayo. Ponente: José de Jesús Gudiño
Pelayo; en su ausencia hizo suyo el proyecto
Genaro David Góngora Pimentel. Secretario:
Miguel Ángel Ramírez González.

Amparo directo en revisión 914/98. Magda Perla


Cueva de Kalifa. 19 de noviembre de 1998.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José
Vicente Aguinaco Alemán y José de Jesús
Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretaria: Guillermina Coutiño Mata.

Amparo directo en revisión 3178/98. Jorge


Spínola Flores Alatorre. 25 de abril de 2000.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Humberto
Román Palacios y Juan N. Silva Meza. Ponente:
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Rafael
Coello Cetina.

Amparo directo en revisión 314/99. Industrias


Pino de Orizaba, S.A. de C.V. 25 de abril de
2000. Unanimidad de nueve votos. Ausentes:
Humberto Román Palacios y Juan N. Silva Meza.
Ponente: Juventino V. Castro y Castro.
Secretario: Arturo Fonseca Mendoza.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada


hoy once de julio en curso, aprobó, con el
número 68/2000, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a once de
julio de dos mil.
No. Registro: 200,066
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: IV, Agosto de 1996
Tesis: P./J. 49/96
Página: 58

SUPLENCIA DE LA QUEJA Y SUPLENCIA


ANTE EL ERROR EN JUICIOS DE AMPARO.
DIFERENCIAS.
Estos dos conceptos tienen en común que se
apartan del principio de estricto derecho, pero se
diferencian en que la suplencia de la queja sólo
opera en las situaciones y respecto de los sujetos
que señala el artículo 76 bis de la Ley de
Amparo, pudiendo llegar el juzgador,
válidamente, hasta la integración total del
concepto o agravio omiso; en cambio, la
suplencia ante el error, prevista en el artículo 79
del mismo ordenamiento, que apareció por
primera vez en el artículo 42 de la Ley de
Amparo de 1882 y se reitera en los Códigos
Federales de Procedimientos Civiles de 1897 y
1908, opera en todos los casos, situaciones y
sujetos, incluyendo los que no admiten la
suplencia de la queja, debiendo señalarse que
esta Suprema Corte interpreta el indicado artículo
79 en el sentido de que su aplicación no se
circunscribe a la corrección del error en la cita de
los preceptos constitucionales o legales, sino que
con mayor amplitud, la suplencia ante el error
procede, inclusive, cuando no se cite ningún
artículo constitucional o legal, siempre que el
recurrente dé los argumentos lógico jurídicos
necesarios o aptos para que el juzgador -como
conocedor del derecho que es-, se pronuncie al
respecto.

Contradicción de tesis 28/95. Entre las


sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materias Civil y de Trabajo, y el anterior
Segundo Tribunal Colegiado (ahora Primer
Tribunal Colegiado en Materias Civil y de
Trabajo), ambos del Segundo Circuito. 10 de
junio de 1996. Unanimidad de once votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Aristeo
Martínez Cruz.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada


el once de julio en curso, aprobó, con el número
49/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede.
México, Distrito Federal, a once de julio de mil
novecientos noventa y seis.
No. Registro: 186,334
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XVI, Agosto de 2002
Tesis: 1a./J. 32/2002
Página: 60

COMPETENCIA POR INHIBITORIA. EL AUTO


QUE DESECHA ESA CUESTIÓN CONSTITUYE
UN ACTO DENTRO DE JUICIO, QUE NO ES DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN, Y QUE PUEDE SER
COMBATIDO EN AMPARO DIRECTO, CUANDO
SEA DICTADA LA SENTENCIA DEFINITIVA.
La cuestión de competencia, planteada en su
modalidad de inhibitoria, constituye un acto que
necesariamente se presenta dentro de juicio, aun
cuando se tramite ante Juez diverso del que
recibió la demanda e inició el procedimiento, toda
vez que conforme a las reglas procesales
respectivas, por definición y en atención a la
forma y a los términos en que se tramita,
necesariamente se plantea después de que el
demandado ha sido emplazado, por lo que si el
juicio se inició con la presentación de la
demanda, entonces no cabe duda de que se trata
de un acto dentro de juicio, ya que no es lógico ni
jurídico plantearla previamente a dicha
presentación, es decir, antes de iniciado el juicio.
Además, al constituir el desechamiento de esa
cuestión un acto dentro del juicio, de naturaleza
meramente procesal, que no afecta derechos
sustantivos, sino que atiende a razones
procedimentales, porque sólo produce efectos
intraprocesales, en modo alguno es constitutivo
de derechos, por lo que no es un acto de
imposible reparación. En consecuencia, el
promovente de la inhibitoria puede impugnar el
auto que la desechó de plano, a través del
recurso correspondiente, lo que generalmente
produce la suspensión del procedimiento y contra
la resolución que se dicte en ese recurso podrá
acudir al juicio de amparo directo, conforme a las
reglas que al efecto se desprenden de los
artículos 107, fracción III, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 114,
fracción IV, 158 y 159 de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 31/2000-PS. Entre las


sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Décimo Séptimo Circuito y el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 22
de mayo de 2002. Cinco votos. Ponente: Juan N.
Silva Meza. Secretario: Pedro Arroyo Soto.

Tesis de jurisprudencia 32/2002. Aprobada por la


Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintidós de mayo de dos mil dos, por
unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros presidente: Juan N. Silva Meza,
Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas.
No. Registro: 189,403
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XIII, Junio de 2001
Tesis: P./J. 74/2001
Página: 6

PRUEBAS OFRECIDAS O ANUNCIADAS EN EL


JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. EL AUTO DE
LOS JUECES DE DISTRITO POR EL QUE
ORDENAN SU PREPARACIÓN Y DESAHOGO,
EXCEPCIONALMENTE ES IMPUGNABLE A
TRAVÉS DEL RECURSO DE QUEJA, SIEMPRE
Y CUANDO PUEDAN CAUSAR UN DAÑO O
PERJUICIO TRASCENDENTE, GRAVE Y DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN EN LA SENTENCIA
DEFINITIVA; LO QUE EN CADA CASO DEBERÁ
DETERMINAR EL TRIBUNAL COLEGIADO
COMPETENTE.
Por regla general, los autos o resoluciones
dictados por los Jueces de Distrito, dentro de los
cuales se ubica la orden de preparación y
desahogo de una prueba legal y conducente, no
son recurribles, sino sólo impugnables vía
agravio en el recurso de revisión que se
interponga contra la sentencia definitiva,
conforme a lo dispuesto en el artículo 83, fracción
IV, de la Ley de Amparo. Sin embargo, el artículo
95, fracción VI, de la ley de la materia establece
un supuesto de excepción consistente en la
impugnación, a través del recurso de queja, de
aquellos autos que no admitan expresamente el
recurso de revisión conforme a lo previsto en el
señalado artículo 83 y que por su naturaleza
trascendental y grave puedan causar un daño o
perjuicio a alguna de las partes de imposible
reparación en la sentencia definitiva, como
acontece tratándose de los autos que mandan
preparar y desahogar pruebas que, no obstante
ser legales y conducentes, contengan una
posibilidad de afectación cierta sobre cualquiera
de los sujetos de la relación procesal, con
independencia de la valoración apropiada o
inapropiada que realice el juzgador, así como de
que la sentencia definitiva le resulte favorable o
no. Empero, es claro que dicha factibilidad de
daño y perjuicio no puede considerarse ordinaria,
toda vez que se exige gravedad y trascendencia,
como puede ser el caso de que se ordene
preparar y desahogar pruebas posiblemente
atentatorias, verbigracia, de la privacidad
personal, el secreto profesional, etcétera,
hipótesis que el legislador está imposibilitado en
señalar casuísticamente; de ahí que para evitar
la materialización objetiva de aquel daño o
perjuicio, otorgó a los agraviados la posibilidad
de lograr la suspensión del procedimiento y de
probar ante los Tribunales Colegiados de Circuito
que conozcan del recurso la referida amenaza,
efectuando una valoración tendiente a ponderar
la veracidad o no de la misma. En conclusión,
debe decirse que el auto que ordena preparar y
desahogar pruebas podrá ser impugnado a
través del recurso de queja, siempre y cuando
puedan causar un daño grave y trascendente no
reparable en sentencia definitiva y serán los
órganos jurisdiccionales colegiados que
conozcan del asunto los que, atendiendo a sus
características particulares en la resolución
fundada y motivada sobre la queja hecha valer,
determinen o no su procedencia.

Contradicción de tesis 1/85. Entre las


sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Administrativa del Primer Circuito y el
Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito. 5 de
octubre de 2000. Unanimidad de ocho votos.
Ausentes: José de Jesús Gudiño Pelayo,
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Humberto Román
Palacios. Ponente: Juventino V. Castro y Castro.
Secretario: Roberto Javier Ortega Pineda.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada


hoy veintiuno de mayo en curso, aprobó, con el
número 74/2001, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a veintiuno de
mayo de dos mil uno.
No. Registro: 190,278
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XIII, Febrero de 2001
Tesis: 2a./J. 5/2001
Página: 250

PRUEBAS EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL.


EL AUTO QUE, SIN PARALIZAR EL
PROCEDIMIENTO, RESERVA ACORDAR SU
ADMISIÓN Y SU EVENTUAL DESAHOGO, NO
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN Y, POR TANTO, ES
IMPUGNABLE EN AMPARO DIRECTO.
El auto por el que se reserva acordar sobre la
admisión de pruebas en el procedimiento laboral
es impugnable en amparo directo, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 44,
46, 158 y 159, fracciones III y XI, de la Ley de
Amparo, en tanto que constituye un acto
intraprocesal que no es irreparable, esto es, de
aquellos a los que se refiere el artículo 114,
fracción IV, de la propia ley, ya que no infringe
derecho sustantivo constitucional alguno de
manera directa e inmediata; y, desde diverso
aspecto, el efecto de la sentencia que llegara a
conceder el amparo, tampoco sería el de destruir
los elementos de la acción que impidiera el
pronunciamiento de un laudo. Lo anterior, con la
salvedad relativa a que si con la expedición del
citado auto se llegara a paralizar el procedimiento
laboral, en ese supuesto se estaría en presencia
de un acto de ejecución irreparable dentro del
juicio, que afecta el derecho sustantivo del
gobernado previsto en el artículo 17
constitucional, ya que tal paralización impediría la
emisión del laudo correspondiente de manera
pronta y, por tanto, se evitaría también que la
administración de justicia tuviera lugar en los
plazos y términos que fija la ley laboral.

Contradicción de tesis 9/98. Entre las


sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto
en Materia de Trabajo del Primer Circuito y
Primero del Noveno Circuito. 30 de noviembre
del año 2000. Cinco votos. Ponente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: María
Antonieta del Carmen Torpey Cervantes.

Tesis de jurisprudencia 5/2001. Aprobada por la


Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiséis de enero de dos mil uno.
No. Registro: 190,379
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XIII, Enero de 2001
Tesis: 1a./J. 39/2000
Página: 17

DENUNCIA DEL JUICIO A TERCEROS. EL


AUTO O RESOLUCIÓN QUE NIEGA SU
ADMISIÓN, ES UN ACTO DE IMPOSIBLE
REPARACIÓN, CONTRA EL QUE PROCEDE EL
AMPARO INDIRECTO.
El auto o resolución que no admita la denuncia
del juicio a terceros, para que les perjudique la
sentencia que en él se dicte, solicitada por la
parte demandada al contestar una demanda, es
un acto dentro del juicio por emitirse en el curso
del procedimiento tramitado ante el Juez de los
autos y cuya ejecución es de imposible
reparación al producir, de manera directa e
inmediata, un grado extraordinario de afectación
a los derechos sustantivos tutelados por las
garantías individuales, y a los derechos
fundamentales que a favor del peticionario de la
denuncia consagran los artículos 14 y 16
constitucionales, al privarle, pese a la existencia
de una litisconsorcio pasiva, al peticionario del
derecho a denunciar el juicio a un tercero,
ocasionándole molestias sin causa legal, al tener
que agotar, en su caso, todo un proceso por
todas sus instancias para obtener la admisión de
la referida denuncia. Además, se infringe su
garantía individual y derecho fundamental a la
administración de justicia, consagrado en el
artículo 17 constitucional; y, porque, la autoridad
jurisdiccional no puede revocar su determinación
al pronunciar la sentencia con que concluya el
juicio; de ahí que, contra esa clase de
determinaciones es procedente el juicio de
amparo indirecto, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 114, fracción IV, de la
Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 114/98-PS. Entre las


sustentadas por el Segundo y Tercer Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Civil del Tercer
Circuito. 20 de septiembre de 2000. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y
Castro. Ponente: Humberto Román Palacios.
Secretario: Ricardo Horacio Díaz Mora.
Tesis de jurisprudencia 39/2000. Aprobada por la
Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintinueve de noviembre de dos mil, por
unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente José de Jesús Gudiño
Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto
Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas.
No. Registro: 191,313
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XII, Agosto de 2000
Tesis: 2a./J. 69/2000
Página: 214

CONTESTACIÓN A LA DEMANDA EN MATERIA


LABORAL. EL REQUERIMIENTO FUNDADO EN
EL ARTÍCULO 685 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO QUE ORDENA QUE ÉSTA SE
PRODUZCA POR ESCRITO, SIN
APERCIBIMIENTO DE QUE SI NO SE HACE
ASÍ SE TENDRÁ POR CONTESTADA EN
SENTIDO AFIRMATIVO, NO ES ACTO DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN IMPUGNABLE EN
AMPARO INDIRECTO.
El auto fundado en el artículo 685 de la Ley
Federal del Trabajo que requiere a la demandada
para que produzca por escrito su contestación,
sin apercibimiento de que si no se hace así se
tendrá por contestada en sentido afirmativo, es
un acto en el juicio que no puede reclamarse en
amparo indirecto, pues no es de imposible
reparación, ya que tales actuaciones tienden a
lograr la agilidad y brevedad del proceso,
situación que únicamente se relaciona con las
etapas del juicio y no con derechos sustantivos.
Ello es así, pues aun cuando la demanda se
tuviera por contestada en sentido afirmativo,
todavía existe la posibilidad de que el
demandado pueda obtener un laudo favorable al
final del juicio, que torne intrascendentes las
violaciones que pudieran derivarse del
requerimiento de contestación escrita de la
demanda, ya que la Junta deberá examinar si los
hechos tenidos por ciertos justifican la acción
ejercida y si el actor tiene derecho a las
prestaciones reclamadas; en conclusión, la
ejecución irreparable debe presentarse en forma
tal, que la violación no pueda ser remediada con
el dictado de un laudo favorable; por lo anterior,
el amparo indirecto que en su caso se promueva,
es improcedente en términos de lo dispuesto en
la fracción XVIII del artículo 73 en relación con el
artículo 114, fracción IV, interpretado en sentido
contrario, ambos de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 65/98. Entre las


sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero, Segundo, Tercero, Cuarto y Noveno en
Materia de Trabajo del Primer Circuito y los
Tribunales Colegiados Quinto, Sexto, Séptimo y
Octavo en Materia de Trabajo del mismo circuito.
12 de julio del año 2000. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán.
Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán; en su
ausencia hizo suyo el asunto Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretario: Emmanuel G. Rosales
Guerrero.

Tesis de jurisprudencia 69/2000. Aprobada por la


Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cuatro de agosto del año dos mil.
No. Registro: 192,838
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: X, Noviembre de 1999
Tesis: P./J. 131/99
Página: 20

APELACIÓN EN EL EFECTO DEVOLUTIVO. LA


RESOLUCIÓN QUE ADMITE EL RECURSO, NO
ES ACTO DE IMPOSIBLE REPARACIÓN PARA
EFECTOS DEL AMPARO.
La resolución que admite el recurso de apelación
en el efecto devolutivo es un acto dentro de juicio
que no tiene ejecución de imposible reparación,
en virtud de que, de acuerdo con su contenido y
alcances legales, no es una resolución
constitutiva de derechos, ni de condena, sino que
es simplemente declarativa, al haber admitido a
trámite el recurso de que se trata, pero el juicio
continúa porque no es una resolución con la que
culmina; por lo tanto, el amparo promovido en su
contra resulta improcedente de acuerdo con lo
dispuesto por el artículo 107, fracción III, inciso
b), de la Constitución, en relación con los
diversos 114, fracción IV, 158, último párrafo, y
73, fracción XVIII, de la Ley de Amparo.

Amparo en revisión 234/97. Arturo de Jesús


Soberanes González. 3 de junio de 1997.
Mayoría de diez votos. Disidente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Secretario: Juan José Franco
Luna.

Amparo en revisión 1131/96. Enrique Riveros


Cárdenas. 3 de junio de 1997. Mayoría de nueve
votos. Disidentes: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano y José Vicente Aguinaco Alemán.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Mario Alberto Flores García.

Amparo en revisión 2861/97. Domingo


Domínguez Barraza y coags. 24 de agosto de
1999. Unanimidad de diez votos. Ausente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Humberto
Román Palacios. Secretario: Jesús Enrique
Flores González.

Amparo en revisión 2289/97. José Alfredo


Monjardín López y coag. 24 de agosto de 1999.
Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente
Aguinaco Alemán. Ponente: Juventino V. Castro
y Castro. Secretario: Arturo Aquino Espinosa.

Amparo en revisión 1710/98. Sócrates Adán


Saquelares López, su sucesión. 24 de agosto de
1999. Unanimidad de diez votos. Ausente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: José Vicente
Aguinaco Alemán; en su ausencia hizo suyo el
proyecto Juan Díaz Romero. Secretario: Jorge
Alberto González Álvarez.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada


el veintiséis de octubre en curso, aprobó, con el
número 131/1999, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis de
octubre de mil novecientos noventa y nueve.
No. Registro: 195,507
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: VIII, Septiembre de 1998
Tesis: 2a./J. 71/98
Página: 375

PRUEBA PERICIAL MÉDICA EN MATERIA


LABORAL. SU CONDICIONAMIENTO A QUE EL
TRABAJADOR SE TRASLADE A UN LUGAR
DIVERSO AL EN QUE RESIDE, CONSTITUYE
UNA VIOLACIÓN PROCESAL DE IMPOSIBLE
REPARACIÓN QUE HACE PROCEDENTE EL
AMPARO INDIRECTO.
Si bien es cierto que la regla general establecida
en la fracción III del artículo 159 de la Ley de
Amparo, determina que en los juicios seguidos
ante tribunales civiles, administrativos o del
trabajo, se considerarán violadas las leyes del
procedimiento y que se afectan las defensas del
quejoso cuando no se le reciban las pruebas que
legalmente haya ofrecido o cuando no se reciban
conforme a la ley, debiendo ser en el amparo
directo que en contra del laudo correspondiente
se interponga, cuando deba hacerse valer tal
violación; también lo es que esta regla tiene una
excepción que se deriva de lo establecido en la
fracción IV del artículo 114 de la propia ley, en la
que se prevé la procedencia del amparo
indirecto, en contra de actos en el juicio que
tengan sobre las personas o las cosas una
ejecución que sea de imposible reparación,
entendiéndose por ésta la afectación a derechos
sustantivos contenidos en las garantías
individuales consagradas en la Constitución, que
no serán susceptibles de reparación aun cuando
se dictara un laudo favorable al quejoso. Ahora
bien, en el caso, por tratarse de un proceso en
materia laboral, en el que se encuentran en juego
intereses pertenecientes a esta clase social y en
el que se deben seguir ciertos principios como el
de suplencia de la queja, economía, sencillez y
no existencia de costas judiciales, es evidente
que la circunstancia de que la Junta responsable
señale como lugar de desahogo de la prueba
pericial en medicina del trabajo, un lugar
marcadamente distante de su jurisdicción y del
domicilio del demandante y una fecha demasiado
lejana para el desahogo de dicha probanza,
implica, por un lado, una erogación patrimonial
que trasciende a los derechos sustantivos de
éste, en tanto condiciona el desahogo de la
referida probanza a la capacidad económica que
el obrero tenga para trasladarse a esa ciudad;
además, aunque tuviera capacidad para hacerlo,
sería un gasto que no podría recuperar ni
siquiera en el supuesto de que el laudo le fuera
favorable. Aunado a lo anterior, debe tomarse en
consideración que el plazo tan prolongado para
el desahogo de la prueba pericial médica, podría
resultar perjudicial para la salud del trabajador.
Lo anterior impone como conclusión, que tales
actos deban ser considerados como de imposible
reparación y que en su contra sea procedente el
amparo indirecto.

Contradicción de tesis 8/97. Entre las


sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados del Décimo Noveno Circuito. 26 de
junio de 1998. Cinco votos. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria:
Clementina Flores Suárez.

Tesis de jurisprudencia 71/98. Aprobada por la


Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública de veintiséis de junio de mil novecientos
noventa y ocho.
No. Registro: 178,866
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XXI, Marzo de 2005
Tesis: 1a./J. 120/2004
Página: 188

SUSPENSIÓN DEFINITIVA. NO QUEDA SIN


MATERIA EL INCIDENTE POR EL HECHO DE
QUE EL QUEJOSO SE PRESENTE ANTE LA
RESPONSABLE A RENDIR SU DECLARACIÓN
PREPARATORIA.
En términos de los párrafos primero del artículo
136 y segundo del artículo 138 de la Ley de
Amparo si se reclama la orden de aprehensión y
el quejoso compareció ante el Juez de la causa a
rendir su declaración preparatoria, ello no
significa que la suspensión contra dicho
mandamiento quede sin materia, en tanto que el
primer párrafo de ese numeral prevé que la
suspensión en esos casos únicamente produce
el efecto de que el quejoso quede a disposición
de la autoridad de amparo por lo que respecta a
la libertad personal, y de la autoridad
responsable para la continuación del
procedimiento penal, y el segundo párrafo del
numeral 138 de la Ley en cita, exige que el
quejoso comparezca ante el Juez de la causa o
el Ministerio Público dentro del plazo de tres días
y que, en caso de no hacerlo, dejará de surtir
efectos la suspensión concedida, lo cual no
puede considerarse que por cumplir el quejoso
con la obligación que le exige la ley, traiga como
consecuencia, en su perjuicio, que se deje sin
materia el incidente, puesto que aquélla puede
seguir surtiendo efectos hasta en tanto se
resuelva el juicio principal, ya que conforme a los
citados preceptos, la concesión de la suspensión
sólo puede dejar de surtir sus efectos en caso de
no presentarse ante las citadas autoridades, lo
que implica que, de hacerlo, no procede hacer
efectivo ese apercibimiento.

Contradicción de tesis 17/2004-PS. Entre las


sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Noveno Circuito, el Primer Tribunal Colegiado
del Décimo Circuito y el Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito (ahora Primer
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto
Circuito). 6 de octubre de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 120/2004. Aprobada por
la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de noviembre de dos mil
cuatro.
No. Registro: 191,995
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XI, Abril de 2000
Tesis: P./J. 54/2000
Página: 5

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. DEBE, EN


PRINCIPIO, DIFERIRSE DE OFICIO CUANDO
LOS INFORMES JUSTIFICADOS NO SE
RINDEN CON OCHO DÍAS DE ANTICIPACIÓN
A LA PRIMERA FECHA SEÑALADA PARA SU
CELEBRACIÓN, SI EL QUEJOSO O EL
TERCERO PERJUDICADO NO TIENEN
CONOCIMIENTO DE SU CONTENIDO.
Cuando la autoridad responsable no rinda su
informe justificado al menos ocho días antes de
la celebración de la audiencia, y el quejoso o el
tercero perjudicado no comparezcan a ésta a
solicitar su diferimiento o suspensión, no debe
verificarse tal actuación con apoyo en una
aplicación aislada y restringida de la parte final
del párrafo primero del artículo 149 de la Ley de
Amparo ("... el Juez podrá diferir o suspender la
audiencia, según lo que proceda, a solicitud del
quejoso o del tercero perjudicado, ..."), sino
relacionándolo de una manera lógica, sistemática
y armónica con el párrafo último del propio
precepto ("Si el informe con justificación es
rendido fuera del plazo que señala la ley para
ello, será tomado en cuenta siempre que las
partes hayan tenido oportunidad de conocerlo y
de preparar las pruebas que lo desvirtúen."); por
lo tanto, el Juez de Distrito debe diferir, de oficio
y por una sola vez, la celebración de la audiencia
constitucional, con la finalidad de que las partes
(principalmente el quejoso) se impongan del
contenido del informe con justificación y estén en
aptitud de preparar, ofrecer y desahogar las
pruebas que, en su caso, estimen convenientes
para desvirtuarlo. De esta manera se equilibra
procesalmente a las partes y, a la vez, se podrá
aplicar cabalmente el párrafo último del referido
numeral de la ley de la materia, en virtud de que
el Juez de Distrito, al dictar la sentencia
correspondiente, tomará en cuenta los informes
justificados, aun cuando se hayan rendido sin la
anticipación debida, pero ya con el pleno
conocimiento del quejoso y del tercero
perjudicado que les haya permitido defenderse
de resultar necesario.
Contradicción de tesis 29/98-PL. Entre las
sustentadas por la actual Segunda Sala y la
anterior Primera Sala, ambas de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. 15 de febrero de
2000. Mayoría de seis votos. Ausentes: José de
Jesús Gudiño Pelayo y Juan N. Silva Meza.
Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano,
Juan Díaz Romero y Humberto Román Palacios.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Rosa Elena González
Tirado.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada


hoy veintiocho de marzo en curso, aprobó, con el
número 54/2000, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a veintiocho
de marzo de dos mil.
APÉNDICE 6.- Tesis aisladas.

No. Registro: 191,840


Tesis aislada
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XI, Mayo de 2000
Tesis: VII.1o.A.T.7 K
Página: 978

SUSPENSIÓN DE OFICIO PREVISTA EN LA


FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 123 DE LA LEY
DE AMPARO. CUÁNDO PROCEDE.
De una correcta interpretación del artículo 123,
fracción II, de la Ley de Amparo, el cual dispone
que procede la suspensión de oficio "Cuando se
trate de algún otro acto que, si llegare a
consumarse, haría físicamente imposible restituir
al quejoso en el goce de la garantía individual
reclamada. ...", en relación con lo que en lo
conducente estatuye el diverso 80 ibídem, en el
sentido de que "La sentencia que conceda el
amparo tendrá por objeto restituir al agraviado en
el pleno goce de la garantía individual violada,
restableciendo las cosas al estado que
guardaban antes de la violación ...", se colige que
los actos a que alude esa fracción, son aquellos
que de ejecutarse se consumarían
materialmente, haciendo físicamente imposible
restituir al quejoso en el goce de la garantía
individual reclamada, dejando sin materia el juicio
de garantías, como sucedería, verbigracia,
tratándose de la orden de demolición de un
inmueble arqueológico o la orden de destruir una
pintura artística, pero no cuando se reclamen
actos que, aunque se realicen materialmente, sí
es posible al través de la concesión del amparo,
conforme al citado artículo 80, devolverle al
peticionario de la acción constitucional el disfrute
de la garantía violada, como ocurre en la
especie, en que se reclama una orden de visita y
presentación de documentos para su revisión con
efectos fiscales, actos que desde luego no
pueden considerarse de imposible reparación o
que dejen sin materia el juicio de garantías, que
son las razones de ser de la procedencia de la
precitada medida cautelar oficiosa, porque es
evidente que de otorgarse la protección
constitucional se retrotraerían las cosas al estado
que tenían antes de su emisión y ejecución.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO
DEL SÉPTIMO CIRCUITO.

Queja 14/2000. Corporativo, Oficina Legal, S.C.


10 de marzo de 2000. Unanimidad de votos.
Ponente: Eliel E. Fitta García. Secretaria: Nilvia
Josefina Flota Ocampo.
No. Registro: 344,257
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
CIII
Tesis:
Página: 1784

ARRESTO, SUSPENSION TRATANDOSE DE.


Si el acto reclamado se hace consistir en el
arresto que se trata de imponer al quejoso, por
desobedecimiento a una orden dada por la
autoridad, es evidente que, de negarse la
suspensión de ese acto, quedaría sin materia el
juicio de amparo, porque en el supuesto de que
al quejoso le fuera concedida la protección de la
justicia federal, seria imposible físicamente
reponerlo en el goce de la garantía violada.

Amparo civil. Revisión del incidente de


suspensión 3516/49. Rivera Ponce Marcelino. 20
de febrero de 1950. Unanimidad de cinco votos.
La publicación no menciona el nombre del
ponente.

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