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Agua¡dando con impa-

ciencia su llegada, se-


ñor.
¿Un¿ dama, se- Buenas ta¡des, señor Buk. ¿Señor? Olvidemos
fior? La caFa se Mi nombre es Kh¡vsé. eses formelidedes.
alegrará gón Puede llamarme
Hsce mucho Buk, a secas. Soy
po que no ven¡a el mayordomo del
ninguna por aquí. señor Van Huitzen.

Qt-.

Cada dia contigo es un mundo de sorpresas, Piet. Pero


jamás creí que conocería tu casa pariicular y menos que
yo viviría en ella. Esto es como un sueño. Es eI castillo

Y aún no has conocido todos


sus secretos.

Esta es Ia sala de a¡-


mas. Es comprensible ¿Pequeña? Aquí de-
que alguien que las ven be de haber suficien
de tenga una pequeff& tes para armar un -
Presta atención. Si vas Y estas serán tus habitacio
a !ivir aquí tendrás que nes. Las ¡¡ás hc¡rnoses de-
conocer ciertas cosas. la casa. Ticnes una visión
Bajo esta madera están total del lago desde aquí.
ocultas las municiones. r-!
Pronto te entrena¡ás en
el polígono de tiro que /'
e,stá detrás de la casa.

N\
Piet, no puedo cree¡ Io que
estoy viviendo junto a ti...

-/_\r

El hclandés h¿r regresado.


Y esta vez co¡r u¡la mujer.
Me agrada qüe for-
mes parte de mi vi
da, pequeña...

YA lO Se! ldlota. lodo el


¡m
pueblo se ha ente¡ado.

has crrrnDlido bien tu


Aquí tienes. Y has-
Gracias, señor,

r...'--
t/ Tl
\\l
Partió temp¡ano en la
mañana hacia el pueblo.
Iba a comprar algunas
cosas necesa¡ias para
la casa, No sé por qué
le gusta hacer las co-
ses pe¡sonal¡nente. C¡eo
que cuando viene aquí
se siente d€ vacaciones.

Como guste, señorita. Ya sg.


to regrese dile que es- be que debe avissrme cual-
en la biblioteca. quier cosa que necesite.
Es uoo de los úItimos
lugaaes de la casa que
me queda por conocer

(Y Piet es et a¡tífice de to (Vaya, la biblioteca es más


do esto. Nada, nada se¡á - grande de lo que yo pensa-
suficiente pa¡a pagarle to- ba...)
do lo que ha hecho por mí...)

(Y hasta hay archivos... ¿serán fotográficos? Piet


debe de ten€r recuerdos de todo el mundo...)
(Piet no puede hacer algo así.
Yo no voy a meterme en sus a-
suntos, pero quisiera que él nre
cxplica¡a mcjor Ia prescncia de
Bul< aquí.)
señorila. Veo que se ha Yo... yo sólo le pre- Bueno, no. No has
de la bibliotece. No gunté si Piet había ta el momento. Pe
es precisamer¡te un parque ¡egresado. ¡o me enca¡gó prg-
de diversiones. No la escu- parar Ia cena. Ha-
ché entrar a Ia cocine- b¡á un 'paté' de avo
para comenzar y
;Automitic@
ondulantes tulipanes amarillos. Más atrás, la corta cola se
mueve afectuosantente y trota hasta Khrysé.

Pero a mitad de camino se detiene como congelado


por una rnaldición. Y sus fauces tiemblan desirudarr-
do las ogujas blancas de sus dientes, Un hilo de baba
cae con un sordo g¡uñido.
Sólo oirá ese corto y quejumb¡oso gemido de mue¡te'.'
Y g"i". t"t" q"" roaear las u."ja" l:
".b*l.J.* "n.
Pero... ¿Qué ocurre allí?

No trates de con-
fundi¡me, Buk. sd
que quieres asesi-
narm!. Y lo harás.
No ofrece¡é resis-
tencia alguna.
Sí, aquí estú todo. ToI conro Y creo que podré usarlas...
rne 1() enseñó Piet.

Señorita Khrysé. ¿Está us-

¿Por casualidad no ha visto a


D¡aco? Hace horas que lo estoy
llamando para darle la co¡¡ida,
Y no esperaré a Piet aquí.
En los espacios abiertos me
siento nrás segrra.

Los papeles se invie¡ten, p¡e- ada es imposible para Lrn expe¡to en


ciosa. Suelta éso. superv¡vencio como yo. Estds hablsn
do con un Rambo més viejo v més a3.
tuto que el de Stallone, chiquita. Y
juntos espe¡a¡emos a tu amante,

Hacia adent¡o, holandés. Quiero


que todo sea en silencio y fuera
de miredas indisc¡etas.
Ca¡ninaron en silencio hasta la Juro <júe lo ence¡ré en
biblioteca. Piet fue el que con- el sótano bajo pestillo.
dujo al grupo hasta allí' sin ha- No sé cómo pudo esca-
'bls¡, sin consultarlo con nadie.
Los hombres de combate pre_
fieren pelear en el te¡reno que

K41
ia,'
:I

Tó-aeci¿í¡é cómo solucionarlo. Y lo ese preferido hacerte


ha¡é con un disPa¡o en la nuca de sufrir. Pero no tengo mu-
da uno, Es lo más limPio e indoloro. cho tiempo para ello. O
Arrodíllate aquí holandés. Tú serás sea que adiós,

vr,
zzt/t/
l,o siento, Buk. Só que Sí, señor. Pero ya Pa
de ser duro para ti,

No comprendo cómo Buk a-


pareció en la biblioteca...

Me gustaría pedi¡le Lüego, pequeña. Sé


pe¡dón a Buk. He que él preficre estar
sido muy du¡a con solo aho¡a. Acompé
ñame, tenemos que
hablar a la policía.

El sol se ha hundido tras el lago. Ls


hora de la siesta termina con lenti-
tud, Los juegos se esfuman con ella.
Estu vez dcjHrol¡ un rastro de \angre
y tristeza. Tal vez los de nrañána
sean mús bienaventurarlos...

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