Sie sind auf Seite 1von 2

c 


 



 

{  

  
 
 

  
   

  

    

  
!
  
  
  "   
 
  #

Dios no es un Dios exigente que te obligara a algo, pero si anhela que todo aquel que se acerque a El lo haga
con un corazón sincero y transparente.
Al detenernos y analizar este pasaje bíblico nos damos cuenta de dos verdades esenciales para la vida cristiana
que se resumen en una pregunta: ¿Qué clase de ofrenda estas ofreciendo delante de Jehová?

c 
si te das cuenta en ningún momento la Palabra menciona que la ofrenda de Caín era de
lo peor que tenia de sus cosechas, sino que dice: ͞trajo del fruto de la tierra͟, eso significa que el no es que
trajese una ofrenda arruinada, sino mas bien solo se preocupo por salir del compromiso.

¿Cuántos de nosotros somos como Caín?, muchas veces estamos ofreciendo a Dios nuestro servicio pero solo
por salir de compromiso. Cuando tu comienzas a realizar ciertas cosas que lejos de sentir un deseo ferviente de
realizar determinada tarea para Dios, la sientes como una carga, entonces ahí tu ofrenda o tu servicio deja de
ser agradable para Dios. Al igual cuando damos a Dios de lo que nos sobra no creas que estamos haciendo gran
cosa, eso todos lo podemos hacer. Hay personas que se siente súper importantes delante de Dios solo porque
ofrendaron algo en grandes cantidades, pero si esa ofrenda no era la que nacía de un corazón sincero y
agradecido, esa ofrenda por mas grande que sea, no llevara el mismo resultado de un centavo ofrendado pero
con un corazón sincero y anheloso de agradar a Dios.

c  
  esta clase de ofrenda sale de la ordinariedad y simpleza y es producida por
un corazón agradecido y lleno de amor hacia aquel que le permitió realizar determinada tarea. Eso fue lo que
llevo acabo Abel, puesto que lejos de conformarse por entregar una simple ofrenda trato de buscar lo mejor de
lo primogénito, lo mas gordo de sus ovejas y por esa razón Dios se agrado de Abel y de su ofrenda.

Esto quiere decir que cuando nosotros le damos a Dios el mejor servicio que podamos realizar con nuestra
vida, Dios se agrada de nosotros como hijos suyos y además se agrada de lo que realizamos.

Pero lastimosamente esta clase de ofrenda no es muy común entre el pueblo de Dios, ya que dejados llevar por
lo que nosotros creemos correcto, muchas veces estamos ofreciendo cosas a Dios a medias o sin el propósito
principal de agradarlo.

Amigo mío, jamás caigamos en el horrible error de dar a Dios de lo que nos sobra o de lo que nosotros creemos
que es lo mejor, ¿Por qué no esforzarnos por dar lo mayor de nosotros, el mayor esfuerzo que podamos dar,
pero con un propósito claro y firme?, que el propósito de todo lo que queramos ofrecer a Dios sea el agradarle.

Es momento de examinar nuestra vida y ser sinceros con nosotros mismos y si en nosotros esta prevaleciendo
la ofrenda simple en más proporción que la ofrenda especial, es un buen momento para rectificar nuestros
errores y comenzar a dar a Dios lo que El se merece.

c  c


c 
 
c  
  
c     






Das könnte Ihnen auch gefallen