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FACULTAD DE EDUCACIÓN
PEDAGOGÍA EN HISTORIA Y GEOGRAFÍA
CONCEPCIÓN, 2010
ÍNDICE DE CONTENIDOS
2
5.3.2 Aproximación a los niveles de memoria ............................................ 28
5.3.3 Autopercepción de las mujeres en la población ................................ 29
5.3.4 Percepción del proceso actual de erradicación ................................. 29
6.- Análisis critico de discurso............................................................................... 30
6.1 Deconstrucción de discursos ..................................................................... 32
6.2 Tácticas para generar significación ........................................................... 32
6.2.1 Identificación de patrones y temas .................................................... 33
6.2.2 Establecimiento de Metáforas ........................................................... 33
3
EJE 2: Mujeres organizadas: Protagonismo femenino.......................................... 79
Categoría 1: Rellenar se convirtió en un trabajo de mujeres: espacio y
poder .......................................................................................... 80
Categoría 2: Niveles de organización colectiva: La Autogestión pilar
del espacio construido/habitado ................................................. 85
Conclusiones....................................................................................................... 109
Bibliografía .......................................................................................................... 115
Bibliografía Referencial ...................................................................................... 119
Linkografía .......................................................................................................... 120
Anexos ................................................................................................................ 121
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Figura 10. Esquema análisis de objetivos del programa rivera norte ................ 102
Figura 11. Cuadro contraste fotografías de la población versus
fotografías expuestas por el gobierno. ............................................. 103
Figura 12. El Autofinanciamiento....................................................................... 105
Figura 13. Cuadro espacio como políticas de resistencia ................................. 107
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Capitulo I: Introducción
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1.- La Espacialidad silenciada de historia y su diálogo con la categoría de
género
El estudio de los fenómenos sociales se ha enfocado desde sus inicios en el factor
temporal como agente trasformador de la realidad, considerando siempre la
temporalidad que abarcan los procesos y descuidando muchas veces la incidencia
de factores geográficos, los cuales son considerados anexos de la rendición de
cuentas que hombres y mujeres hacen de su pasado. La apertura del espacio en
el estudio de las culturas ha venido principalmente desde una relectura y
reformulación a las directrices geográficas clásicas. M. Foucault (1991) y Edward
Soja (1996) presentan una fuerte crítica a la importancia que se le concede al
tiempo histórico más que al espacio. En palabras de Soja:
“El siglo XIX fue entonces el siglo de la historia y del tiempo, cuando
pareció más importante poner los fenómenos en una secuencia
temporal antes que ponerlos juntos, o uno cerca del otro, en una
configuración espacial, de manera que tomaron prioridad temas como la
acción, la evolución, la revolución, el cambio, la modernización, la
biografía, la completa narración ontológica del llegar a ser del ser y la
socialidad mientras que el espacio y la geografía aparecían como un
entorno extra social, (solo) el escenario para la verdadera acción de
hacer historia” (Soja, 1996: 168).
Michele Foucault (1994) nos habla también que “El espacio fue tratado como lo
muerto, lo fijo, lo no dialéctico, lo inmóvil. El tiempo por el contrario fue rico,
fecundo, vivo, dialéctico”.1
Coincidimos con Foucault en que “…hay una historia sin escribir, la de los
espacios- que al mismo tiempo la de los poderes/ saberes- desde las grandes
estrategias de la geopolítica hasta las pequeñas tácticas del hábitat” (1991:149),
pero también creemos que hay una historia sin escribir, la de las mujeres en los
espacios y cómo estos espacios están cargados de ideologías de segmentación,
dentro de los que el patriarcado configura todas y cada una de las relaciones de
1
Para comprender la crítica a la tensión entre espacio y hegemonía del tiempo como última
ideología y de la historia como paradigma interpretativo ver M. Foucault (1991): “Espacios de
Poder” Genealogía del Poder 6 Editorial La Piqueta, Madrid. pp 70.
7
dominación entre los sexos, legitimando de esta manera la distribución sexual del
trabajo, los espacios y el poder entre hombres y mujeres.
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Ver por ejemplo, Garcés, M. (2002): Tomando su sitio, el Movimiento de Pobladores de Santiago,
1957 – 1970, LOM, Santiago. De Ramón, A. (1992): Santiago de Chile (1541 – 1991) Historia de
una sociedad urbana, edit. MAPFRE, España. Duque, J y Pastrana, E (1972): la Movilización
reivindicativa urbana de los sectores populares en Chile: 1964-1972, en Revista Latinoamericana
de Ciencias Sociales, santiago, 4. pp. 259-293.
Pastrana, E y Threlfall (1974): pan, techo y poder. El Movimiento de Pobladores en chile (1970-
1973), edit. Siap – planteos, Buenos Aires, Argentina.
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Durante las décadas de los 60 y 70 el movimiento de pobladores y pobladoras en
Chile se conforma como un patrón de acción social que iba a repetirse durante las
décadas siguientes, no solo en Chile, sino en el resto de America Latina con
algunas variantes (Zibechi 2008:43). Consistente en la organización colectiva y
toma de un espacio producto de la incapacidad material de acceso a la vivienda,
este movimiento alcanzó un nuevo posicionamiento territorial, social y político
(Garcés 2002 423-424).
El proceso vivido en Chile (antes de la dictadura) crea una geografía humana del
contacto social. El poder político y la distribución cambiaron como nunca antes, a
medida que las clases bajas y los pobres empezaban a captar la posibilidad de
encontrar las condiciones sociales de su propia existencia (Harvey, 2007).
La modernidad entendida a través del espacio, genera una visión metropolitana en
la cual el urbanismo debe ser rearmado y reconfigurado. De esta forma es que a
partir de la inflexión y quiebre democrático de 1973 se da inicio a un “nuevo orden
espacial” una “verdadera contrarrevolución urbana” (Zibechi, 2008:48).
Analistas de diversas corrientes coinciden en la importancia que tuvo el
movimiento poblacional, Castell, por ejemplo sostiene que “el movimiento de
pobladores de Chile fue potencialmente un elemento decisivo en la trasformación
revolucionaria de la sociedad” (Castell 1986:291 citado en Zibechi, 2008).
Generalmente dicho movimiento de pobladores y pobladoras ha sido estudiado
otorgando mayor importancia al tiempo histórico de su desarrollo, que a la
configuración espacial en el que se circunscribe dicho proceso.
Por otro lado, el estudio de los procesos socio políticos en Chile, poseen una
mirada mayoritariamente androcéntrica, siendo el orden de género un factor
primordial tendiente al olvido que nos habla de la configuración de los espacios en
resistencia articulados por las mujeres.
La naturalización de roles y la sumisión femenina es un componente trasversal
dentro de las sociedades contemporáneas, y aún mas relevante es el hecho que
las diferencias se acentúan en un proyecto distinto como es la lucha por la
vivienda, donde las mujeres siguen ejecutando labores ligadas al mundo de lo
privado, lo doméstico y aquellas acciones tendientes a constituir actos político
9
públicos, poseen componentes ideológicos que perpetúan su condición subalterna
frente a los varones.
3
Según la definición de Henri Lefebvre sobre Representación del Espacio, la población se
encuentra ubicada al sur oeste del centro de la comuna de Concepción en 36° 50´30´´ S. y 73°
03´15´´ O.
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4.- Conceptos centrales en el Marco Teórico
Nuestra investigación se plantea en torno a tres grandes ejes teóricos:
a. Teorías Postcoloniales. También llamadas “teorías sin disciplina”, nacen a
partir de la necesidad de reescribir la historia y la espacialidad de los países
que adquirieron su independencia durante el siglo XX, la India
principalmente, y de generar una nueva voz, que de cuenta de las
vivencias de los grupos sin representación, categorizados bajo el nombre
de grupos subalternos.
Autores centrales:
Antonio Gramcsi (1929), Ranajit Guha (1988), Edward Said (1988),
Homi Bhabha (1994), Edward Soja (1996), Gayatri Chakravorty Spivak
(1988),Chandra Mohanty (1988, 2008), Walter Mignolo
11
Autores Centrales: Henri Lefebvre (1976, 1991), David Harvvey (2001,
2004, 2006, 2008), Milton Santos (2003), Doreen Massey (1995) y
Linda MacDOwell (1991).
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6.- Objetivos
Objetivo general
Identificar y analizar el proceso de configuración de territorios de resistencia en la
Población Pedro de Valdivia Bajo, a través de las prácticas de discurso de género
de mujeres organizadas en defensa de sus viviendas.
Objetivos específicos
a. Conocer y situar espacialmente el proceso histórico de la población Pedro
de Valdivia Bajo por medio de testimonios orales y escritos.
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Capitulo II: Metodología
14
Paradigma de investigación
Cualitativa- Constructivista
Hermenéutica y Fenomenología
Diseño Metodológico
Métodos de análisis
Análisis
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1.- Paradigma de investigación
16
De esta manera, los paradigmas en ciencias sociales aparecen asociados con
determinadas metodologías: el Positivismo y Post-positivismo son vinculados con
las metodologías cuantitativas; mientras que al Constructivismo, naturalista e
interpretativo, se lo relaciona a las metodologías cualitativas (Creswell 1994; 1998;
Denzin y Lincoln, 2005 citado en Sautu, 2005: 27).
Además, nuestra investigación utilizará el paradigma constructivista ya que reúne
características necesarias para abordar el proceso investigativo, teniendo como
principales características: reconocer una realidad subjetiva y múltiple; el
investigador o investigadora está inmerso en el contexto que quiere investigar
asumiendo que la influencia mutua entre investigador y campo de estudio son
parte de la investigación; el investigador o investigadora asume que sus valores
forman parte del proceso de conocimiento y reflexiona acerca de ello. En este
sentido el aspecto metodológico de este paradigma contiene diseños flexibles e
interpretativos, privilegiando el análisis en profundidad y relacionando el contexto
(Sautu, 2005: 27). A diferencia de los paradigmas positivistas y pos-positivistas,
que conciben las cosas a través de generalidades relativamente libres del tiempo y
del contexto (Sandoval, 2006: 28).
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significados de lo vivido e interpretar él porque la gente define su mundo y actúa
en consecuencia (Rodríguez, Gil y García, 1999: 42).
Husserl (1982), académico clave para el desarrollo de la fenomenología, lo planteó
como una metodología y una actitud intelectual específicamente filosófica,
especialmente crítico con el conocimiento y el objeto del conocimiento, con el fin
de aclarar, ilustrar y sacar a luz, previa reducción gnoseológica de las apariencias,
“lo que parece” más allá del hecho empírico de la percepción psicológica, es decir,
la esencia del conocimiento, el enigma y la esencia de las cosas. En este sentido
la fenomenología es la ciencia de lo que aparece en cuanto tal, es decir,
investigación de esencias (Husserl, 1982).
Esta lógica es necesaria al querer conocer las historias de vida de las pobladoras
de Pedro de Valdivia, como también analizar críticamente y deconstruir sus
relatos, los cuales servirán para comprender el porqué de sus prácticas.
Lo que queda aún más claro con Sandoval (2004) quien indica los cuatro
“existenciales” básicos para el análisis fenomenológico, siendo estos: el espacio
vivido (espacialidad), el cuerpo vivido (corporeidad), el tiempo vivido
(temporalidad) y las relaciones humanas vividas (relacionabilidad o comunalidad),
(Van Mannen, 1990 citado en Sandoval, 2004: 59), recursos indiscutiblemente
abordados en el trascurso del trabajo de campo ya que pertenecen a los enfoques
estudiados en el marco teórico de la investigación, identificados como temáticas
trasversales de la metodología.
Sandoval (2004) menciona que desde el punto de vista del conocimiento, lo que
interesará desarrollar es aquello que en las percepciones, sentimientos y acciones
de los actores sociales aparece como pertinente y significativo. Por lo tanto, los
esfuerzos investigativos se orientarán a descubrir dicha realidad, aún para los
propios actores, sujetos de investigación (Sandoval, 1997: 26). En este sentido, el
investigador o investigadora asume un papel fundamental para el cumplimiento de
los objetivos.
En definitiva, el fenomenólogo quiere entender los fenómenos sociales desde la
propia perspectiva del actor. Examina el modo en que se experimenta el mundo.
La realidad que importa es lo que las personas perciben como importante,
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buscando comprensión por medio de técnicas cualitativas tales como la
observación participante, la entrevista en profundidad y otras, que generan datos
descriptivos (Taylor y Bogdan, 1988).
Como diferencia fundamental de la investigación fenomenológica, frente a otras
corrientes de la investigación cualitativa, es su énfasis sobre lo individual y sobre
la experiencia subjetiva (Rodríguez, Gil, y Garcia, .1999: 40) en contraste con
otros paradigmas cuantitativos que otorgar mayor importancia a la objetividad de
temáticas sociales, para así realzar las generalidades.
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2. Metodología cualitativa y estudios de geografía y género
Para los objetivos de nuestro estudio, revisaremos aspectos de metodología en
geografía y en especial, sobre la geografía de género.
El objetivo de esta geografía de género a finales de siglo XX es el estudio de la
identidad cultural y simbólica de los paisajes y los lugares y de su rol en los
procesos sociales y en la reproducción de los modos de producción (García-
Bertrand, 1982; Jackson, 1989; Duncan, 1990). Este interés manifiesto por la
experiencia subjetiva del espacio requiere técnicas de investigación mis sutiles,
capaces de explorar la realidad de la vida cotidiana desde la propia voz de las
personas que actúan.
Para Linda Mcdowell (1995) los conjuntos de relaciones socio-espaciales y el
significado de cada lugar, su análisis e interpretación... han profundizado y
cambiado la propia naturaleza de la geografía como disciplina... llevando a la
aceptación de que los lugares y los acontecimientos poseen múltiples significados
e interpretaciones (Mcdowell, 1995: 128).
Así las ciencias sociales y las humanidades comienzan a ver los lugares como una
especie de texto espacial, susceptible de ser interpretado por distintos lectores
(Mcdowell, 1995: 334).
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realizar ciencias paradójicas y críticas. Así, la escritura feminista del cuerpo es lo
que busca el conocimiento situado, “que acentúe de nuevo la visión, pues
necesitamos reclamar ese sentido para encontrar nuestro camino a través de
todos los trucos visualizadores y de los poderes de las ciencias y de las
tecnologías modernas que han trasformado los debates sobre la objetividad”
(Haraway, 1995: 326). Esto también será elaborado con la crítica del discurso
colonial, en donde la autora afirma que la teoría feminista y el estudio crítico del
discurso colonial hacen intersección entre ellos como dos importantes parejas
binarias, es decir, lo local y lo global con lo personal y lo político (Haraway, 1995).
La metodología cualitativa a escala local y del hogar ha sido muy importante para
hacer visibles las experiencias y las perspectivas de las mujeres y mostrar las
relaciones de género en la especificidad que proporcionan los diferentes lugares.
McDowell da especial énfasis en las metodologías ocupadas por “mujeres que
estudian a mujeres”, estos al ser estudios geográficos con perspectiva de género
son de carácter cualitativo, con métodos establecidos como cuestionarios,
entrevistas y estudios de caso (...) pero al ser abordados desde las perspectivas
feministas (basados también en entrevistas profundas, y métodos etnográficos) se
realizan estableciendo relaciones de colaboración, no explotación de las
participantes, esto para la autora quiere decir, que la facilidad para relacionarnos
entre “nosotras” no nos libre de la relación de explotación social entre el sujeto
investigador y el sujeto investigado (Mcdowell, 1999: 350).
3. Diseño Metodológico
El diseño será entendido como el “abordaje” general que utilizaremos en el
proceso de investigación. Este irá surgiendo desde el planteamiento del problema
hasta la inmersión inicial y el trabajo de campo, los cuales están en constante
proceso de revisión y modificaciones. Así es como Hernández Sampieri et al.
(2004) presenta cuatro diseños de investigación cualitativa. a) Teorías
fundamentales, b) diseños etnográficos, c) diseños narrativos y d) diseños de
investigación- acción. Manifestando que las “fronteras” entre tales diseños son
sumamente difusas, realmente no existen, y la mayoría de los estudios toma
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elementos de más de uno de éstos. Es decir, los diseños se yuxtaponen.
(Hernández Sampieri et al. 2004: 719).
Para los fines concretos de nuestra investigación hemos decidido abordar dos
tipos de diseño metodológico, que son la teoría fundamentada y la investigación
acción participante.
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dominación cuando las viejas pautas se eliminan sin cuidado ni previsión. La IAP
según algunos de sus inspiradores, sería la base principal de acción para el
cambio social y político, así como para el progreso hacia la igualdad y la
democracia, al estimular el saber popular de los sectores desposeídos (Sandoval
2002: 69).
Desde que comenzó su implementación en los años 70, la investigación-acción
participante ha sido abordada por diversas disciplinas ya que posee la capacidad
de constituir un eje, aunque sea en un grado pequeño, de cambio social, denuncia
y protesta.
Dentro de la multiplicidad de elementos que se pueden abordad de la IAP,
queremos destacar dos:
a) Funciones cognitivas: producir conocimiento con el fin de lograr un mundo más
libre y menos opresor, comprometiéndose con la investigación de la realidad con
el fin de comprender mejor el problema, y de llegar a sus raíces.
b) Funciones trasformadoras: los sujetos de la investigación no son solo objetos
de la investigación o fuente de información, sino más bien, personas comunes
que colaboran con la investigación con el fin de conocer las dimensiones de la
opresión, las contradicciones estructurales y las potencialidades trasformadoras
de la acción colectiva. (Park, 1999:140).
Precisamos que la IAP la utilizaremos entendiendo que la capacidad
trasformadora que tenemos en el espacio estudiado es reducida pero no
inexistente. Además la investigación-acción no entiende a los y las
investigadores/as como una parcela, sino en su totalidad, en la cual también
poseen grados de trasformación política y compromiso militante, es decir la
investigación es una parte que se entrelaza con otros compromisos y activismos
políticos.
Las tres fases esenciales de los diseños de investigación- acción son: Observar
(construir un bosquejo del problema y recolectar datos), Pensar (analizar e
interpretar) y Actuar (resolver problemas e implementar mejoras), las cuales se
dan de manera cíclica, una y otra vez, hasta que el problema es resuelto, el
cambio se logra o la mejora se introduce satisfactoriamente (Stringer, 1999, citado
23
en Hernández, 2004: 741). A partir de estos podemos decir que solo haremos uso
de las primeras fases del diseño, observar y pensar, ya que el resolver problemas
no será considerado para este estudio, ya que sus alcances temporales y
espaciales no es posible medirlos en el espacio de tiempo que destinamos para la
investigación.
Reconocemos las posibles tensiones que conlleva implementar este tipo de
investigación, ya que la capacidad trasformadora no será medida en su totalidad
en esta investigación, pero asumimos que los alcances de cualquier actividad
humana son inconmensurables, por lo que no desechamos futuras intervenciones
que sean parte de un proceso gradual de trasformación y que ocupe en su
totalidad la investigación acción participante.
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conocer la vida cotidiana de un grupo desde el interior del mismo. Durante el
proceso de investigación, para recolectar la información, el investigador debe
seleccionar el conjunto de informantes, a los cuales además de observar e
interactuar con ellos, puede utilizar técnicas como la entrevista, la encuesta, la
revisión de documentos y el diario de campo o cuaderno de notas en el cual se
escribe las impresiones de lo vivido y observado, para organizarlas
posteriormente.
La validez y la confiabilidad de la observación participante, según Wiseman (1970)
puede establecerse a través de procedimientos y estrategias tales como el
chequeo mediante múltiples procedimientos y formas de evidencia tales como:
Contacto con la experiencia directa, observación y apoyo de distintos informantes;
empleo de artefactos y diversos documentos, lo que Denzin (1988) llamará
triangulación, procedimiento que realizamos durante todo el proceso investigativo.
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5.- Selección de la Muestra
5.1. El Universo Social en estudio
El universo de estudio lo componen los pobladores y las pobladoras que han
articulado el movimiento social de resistencia en torno a la defensa de sus
viviendas, en un tiempo histórico y en un espacio determinado.
5.2. Muestra
La muestra será dirigida y propositiva, esto quiere decir que los participantes de la
investigación serán casos que ayuden al desarrollo de la investigación y no
aquellos que respondan a fines probabilísticos.
La muestra está compuesta por cinco mujeres de la Población Pedro de Valdivia
Bajo, cuyas edades fluctúan entre los 28 y 59 años.
El proceso de selección se llevó a cabo según la categoría de muestreo Bola de
nieve, el que “localiza a un primer representante que nos puede conducir a otro, y
este a un tercero y así sucesivamente hasta conseguir una muestra suficiente”
(Hernández, 2004:567).
El procedimiento descrito Hernández Sampieri et al. (2004) habla de identificar
participantes claves quienes se agregan a la muestra, se les pregunta si conocen
a otras personas que puedan proporcionar datos más amplios, y una vez
obtenidos sus datos, los incluimos también. (Hernández 2004:568)
Es preciso mencionar que el número de la muestra se ajusta al objetivo de la
investigación, ya que al recoger los testimonios se logran identificar reiteración y
saturación de datos.
El investigador alcanza la saturación teórica de las categorías al realizar de
manera conjunta, la recogida y el análisis de los datos; es decir una vez saturada
la categoría no existe ninguna razón para volver a recoger datos sobre las
características y propiedades de esta categoría.
En este sentido, la investigadora o el investigador debe estar atento al fenómeno
de la saturación, que aparece cuando los últimos datos ya no aportan una nueva
información (Baylina 1997:126).
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5.3. Instrumento
Generalmente dentro de la elaboración de los elementos que componen el trabajo
metodológico, se tiende a pensar que el instrumento de análisis sería solo aquel
que entrega elementos de la realidad observable, obviando el papel de los y las
investigadoras. Para Hernández Sampieri (2004) “la verdadera respuesta y que
constituye una de las características fundamentales del proceso cualitativo es: el
propio investigador o los propios investigadores… si, el investigador es quien
mediante diversos métodos y técnicas recoge los datos (él es quien observa,
entrevista, revisa documentos, conduce sesiones, etc.), no solo analiza, sino que
es el medio de obtención de datos. En la indagación cualitativa el instrumento no
es una prueba estandarizada, ni un cuestionario, ni un sistema de medición; es el
mismo investigador, que constituye también una fuente de datos” (Hernández
Sampieri 2004). A partir de esta consideración, es necesario hacer referencia al
instrumento de recogida de datos, con la finalidad de sistematizar el proceso
investigativo y facilitar el análisis discursivo.
Para la recolección de datos utilizamos la entrevista semiestructurada en
profundidad, que permite un acercamiento a la figura del individuo y ahondar en
temas propuestos como ejes de nuestro estudio.
Para la aplicación de esta técnica se elaboró una pauta de preguntas con aquellos
ámbitos temáticos necesarios de abordar de acuerdo a los objetivos de la
investigación. Esta pauta se articuló como un referente y su aplicación fue flexible
a la dinámica particular de cada mujer y su discurso.
Contó con tres ejes que se articularon de la siguiente forma:
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significativo en el discurso que las mujeres tengan con respecto a la ocupación y
resistencia dentro del espacio.
Finalmente queremos aproximarnos a los niveles de sociabilización que poseen
las mujeres dentro de su núcleo familiar y de la misma población.
Las preguntas que contiene este ítem de la entrevista son las siguientes:
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5.- A pesar de las constantes inundaciones en la población debido a estar en el
borde del lecho del Biobío ¿Por qué cree usted que la gente decidió quedarse en
la población?
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del proceso de expropiación que aún se está llevando a cabo, a fin de no
entorpecer la posible reubicación y asignación de nuevas viviendas.
El lugar donde se llevó a cabo cada entrevista dependió de la actividad que se
encontrara realizando la entrevistada al momento del contacto.
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Los y las investigadoras que deciden realizar ACD4 asumen posiciones explícitas
en los asuntos y combates sociales y políticos, y lo hacen no sólo como
ciudadanos, sino también en tanto que, precisamente, investigadores. Aspiran a
producir conocimiento y opiniones, y a comprometerse en prácticas profesionales
que puedan ser útiles en general dentro de procesos de cambio político y social, y
que apoyen en particular a la resistencia contra el dominio social y la desigualdad
(Van Dijk, 1999:6).
El ACD es así una investigación que intenta contribuir a dotar de poder a quienes
carecen de él, con el fin de ampliar el marco de la justicia y de la igualdad social.
Estas pretensiones suelen ser muchas veces tachadas de poco científicas, debido
a su carácter político serían carentes de rigor, cuestión que el ACD rechaza, ya
que primero subraya que toda investigación, para bien o para mal es política, pues
siempre responde a los intereses de algún sector social.
Fairclough y Wodak (1994: 241- 270) resumen los principios básicos del ACD de
la siguiente forma:
1.- El ACD trata de problemas sociales.
2.- Las relaciones de poder son discursivas.
3.- El discurso constituye la sociedad y la cultura.
4.- EL discurso hace un trabajo ideológico
5.- El discurso es histórico.
6.- El enlace entre texto y la sociedad es mediato.
7.- El análisis del discurso es interpretativo y explicativo.
8.- El discurso es una forma de acción social.
También resulta eficaz trabajar con este tipo de análisis ya que no se constituye
así mismo como un cuerpo rígido y unitario, sino más bien deja espacio para
utilizar varias conceptualizaciones, las cuales combinaremos en cada uno de los
subcapítulos. Es decir, el ACD constituirá una relación dialéctica con cada una de
las teorías que hemos elegido en el marco teórico de nuestra investigación. Esta
4
De ahora en adelante denominación del Análisis Critico de Discurso
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relación dialéctica y su posterior deconstrucción será analizada dentro del discurso
de las mujeres entrevistadas.
32
6.2.1 Identificación de Patrones y temas: Esta primera táctica supone adelantar
un rastreo sistemático de temas que se repiten, un análisis de causas y
explicaciones, un examen de las relaciones interpersonales consideradas y la
elaboración o uso de constructos teóricos.(Sandoval 2002: 152)
6.2.2 Establecimiento de metáforas: Es una táctica muy común en la literatura,
y en la investigación cualitativa representa un instrumento que permite reducir los
datos, tomando algunas particularidades y haciendo una generalización simple de
ellos. Las metáforas, dicen Miles y Huberman (2000), son un excelente
mecanismo de descentración y una forma práctica de conectar los hallazgos con
la teoría.
Ambas tácticas las utilizamos a la hora de estructurar los subcapítulos que
contienen el análisis de las entrevistas, documentos e imágenes.
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Capitulo III: Marco Teórico
El marco conceptual que sostiene nuestra tesis recoge abordajes teóricos que se
nutren en la Geografía Crítica y Feminista y en los Estudios Postcoloniales. La
combinación de estas perspectivas nos provee de una gama de conceptos y
categorías de análisis de tal complejidad que permite revelar y develar los
distintos, muchas veces contradictorios procesos y prácticas que forman parte de
la ilustración empírica de este estudio.
En una primera sección, revisaremos parte de los enfoques postcoloniales y su
principal base conceptual con el propósito de acercar ese abordaje a la realidad
social que estudiamos en nuestra investigación. La siguiente sección la
dedicaremos a los estudios de Género y Feminismos más relevantes para
comprender y explicar los procesos experimentados por las/los sujetos sociales
que son el centro de nuestro estudio. La Geografía de Género y los Estudios de
Género “tercermundistas” toman especial importancia en esta revisión.
Finalmente, abordaremos parte de los enfoques de Geografía Crítica y
Postmoderna, en donde conceptos centrales como espacio y lugar son abordados
desde estas perspectivas críticas que tienen una finalidad no sólo académica, sino
también transformadora de realidades sociales identificadas como desiguales e
injustas, pero con capacidad de configurar distintos espacios de resistencia.
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1.- Teorías Post coloniales
Los enfoques poscoloniales, también denominados “Teorías sin disciplina” no
pueden considerarse como un grupo homogéneo ni unitario, dado que su prisma
de análisis es utilizado por diversas ramas del conocimiento, como la literatura, la
historiografía y el género, los cuales también han tenido un desarrollo dispar en
diferentes contextos geográficos y culturales.
Los análisis poscoloniales a los que haremos referencia, han sido desarrollados
en su mayoría por académicos que tienen como origen países que adquirieron su
independencia durante el siglo XX, la India principalmente, pero su producción
intelectual ha sido elaborada en centros de estudios occidentales, lo cual
constituyó uno de los principales ejes de donde sus críticos se apoyaron para
restar validez, ya que la posición en la que escribían era mucho más cómoda que
la de los sujetos que estudiaban.
En términos amplios, utilizar la teoría poscolonial permite generar la posibilidad de
abrir un espacio desde el cual el individuo pueda adquirir agencia como sujeto, y
dotarse de elementos subversivos contra los modelos de producción de
conocimiento propuestos desde occidente y así, de la cultura hegemónica. Es
decir, no son sólo nuevas formas de producción de conocimiento académico; sino
que también constituyen formas de intervención política en esa elaboración
epistemológica, desde la perspectiva del subalterno, generando una relectura a la
historia escrita desde occidente.
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catalizador de voluntades y deseos de insurgencia. En palabras de Edward Said
(1988) “yo creo que no es una exageración decir, por consiguiente, que la
reescritura de la historia de la India hoy día es una extensión de la lucha entre
subalterno y la élite, y entre las masas hindúes y el Imperio Británico” (Said,
1988:24).
36
que calan en las localidades y permiten una serie de construcciones históricas y
sociológicas de la otredad, las que están influenciadas y determinadas por
relaciones desiguales.
En su texto Orientalismo, Said (1979) afirma que la configuración de Oriente no se
define como un proceso natural, sino que ha sido perfilado por el imaginario de
occidente, sustentando la concepción de lo europeo (o lo occidental) como algo
superior a las identidades de otras culturas, haciendo permanente un discurso de
supremacía cultural, que permite situar cualquier tipo de relación entre uno y otro
como una relación jerárquica.
Es igualmente importante señalar cómo Said no sólo realiza una constatación de
este fenómeno, sino que también se refiere a cómo las prácticas imperialistas
siguen presentes aun cuando el colonialismo ha desaparecido de forma directa,
debido al remanente cultural siempre presente a nivel de las ideologías, las
prácticas políticas, económicas y sociales.
Desde otra perspectiva, Homi Bhabha, en su libro El lugar de la Cultura (1994)
distingue la insuficiencia del entendimiento en términos binarios de las lógicas de
poder que alberga el postcolonialismo. Cree que analizar la problemática en torno
a los binomios yo/ otro y occidente/oriente carece de una multiplicidad de formas
híbridas donde aparecen retratados otro tipo de elementos que estimulan la
capacidad de agencia de los sujetos poscoloniales.
La relación entre colonizador y colonizado no es estática ni unidimensional, sino
que se caracteriza por un complejo proceso de negación y reconocimiento de las
diferencias que entretejen los hilos más finos de la correspondencia poscolonial.
Es necesario resaltar que Bhabha no busca definir las relaciones dicotómicas
entre las colonias y las metrópolis, sino dar cuenta de las relaciones más
complejas, en las cuales se abren espacios de negociación para el subalterno.
De estos espacios de negociación señalados por Bhaba también es importante
resaltar que el discurso de dominación se trasforma al entrar en contacto con los
rasgos del “otro”, impregnándose de los mismos y siendo a la vez subvertidos por
éste. Así el discurso colonial se trasforma en un híbrido, de manera que ya no
puede ser calificado como dominador, sino que como represor silencioso de las
37
tradiciones del colonizado. Esta hibridez constituye por lo tanto para el sujeto
subalterno un desafío, de lucha y resistencia contra la cultura del poder
dominante.
En este proceso los agentes mismos se desplazan de la posición inicial, ya que la
producción de un discurso híbrido requiere una aproximación que no puede darse
desde los lugares iniciales, sino desde la construcción de un “Tercer Espacio”
(Bhabha, 1994).
Tomar este elemento podría ser criticado por contraponerse con la idea de visión
del otro, elaborada por Said, la cual posee un carácter dialéctico, pero creemos
que es la convergencia de ambos desarrollos de pensamiento poscolonial lo que
brindan el sustrato para comprender los estudios de producción de diferencias y
subalternación.
En este sentido, el geógrafo Edward Soja (1996) analiza la trialéctica de la
espacialidad, apoyado en Henri Lefebvre (1976) y su lectura sobre producción del
espacio, abriendo un lugar para el estudio del tercer espacio, donde la dimensión
espacial es abarcadora de la teoría social. Entonces, la espacialidad debe ser
entendida como un componente fundamental de las relaciones sociales y no como
un “reflejo” de ésta.
Soja (1996) critica los binarismos en el sentido de distinguir la necesidad de
abarcar y restaurar la trialéctica ontológica de la socialidad, la historicidad y la
espacialidad, con las tres funcionando juntas a toda velocidad en cada nivel de la
formación del conocimiento” (Soja,1996: 171).
No podemos dejar de incluir en el debate en torno a la idea del subalterno, la
especial importancia que tiene para nuestro enfoque investigativo la india Gayatri
Chakravorty Spivak, la cual en su artículo ¿Puede hablar el subalterno? (1988),
nos entrega coordenadas dentro de las cuales los estudios de la académica y los
académicos podrían acceder a este mundo disímil de los oprimidos y oprimidas, o
por lo menos intentar esbozar una acción propositiva de conciencia.
“Cuando pasamos a la cuestión concomitante de la conciencia del
subalterno la noción de lo que el trabajo no puede decir se vuelve
importante. En la semiosis del texto social, las elaboraciones de
38
insurgencia permanecen en el lugar de la “declaración”. El emisor-“el
campesino”- esta marcado solamente como algo que señala hacia una
conciencia irrecuperable. En tanto al receptor debemos preguntarnos,
¿Quién es el “receptor real” de una “insurgencia”? El historiador
transformando una insurgencia en un “texto para el conocimiento”, es
únicamente un “receptor” de algún acto social pretendidamente
colectivo (Spivak 1988:327).
El accionar político y la organicidad que presentan los movimientos sociales, al
pasar por el cedazo del investigador, corren el riesgo de ser un parto deforme en
el cual, como plantea Spivak la insurgencia y todos los riquísimos elementos de
los cuales estas formas de rebeldía se nutren, concluyan en la simplicidad de ser
“un texto para el conocimiento”, es decir un retrato a microescala de la
reproducción de los elementos de dominación. Frente a esta disyuntiva Spivak
plantea:
Sin posibilidad de nostalgia por ese origen perdido, el historiador debe
suspender- hasta donde sea posible- el clamor de su propia conciencia-
o conciencia efecto en tanto es operada por el entrenamiento
disciplinario- para que la elaboración de insurgencia, empacada con
una conciencia- insurgente, no quede congelada como un “objeto de
investigación” o, peor todavía, como un modelo para la imitación.
(Spivak 1988:335)
Afirmamos que lo declarado por Spivak, puede y debe ser llevado a un terreno de
debate ético moral, que cuestiona los elementos más profundos que motivan a los
investigadores e investigadoras, relacionados de forma directa con el grado de
compromiso político y la visión de mundo que estos y estas tienen. Destacamos
de Spivak (1988) la capacidad de elaborar una discusión elevada en torno a estas
ideas que podrían ser obviadas en el perfil elaborado de los subalternos. Incluso
podemos encontrar como vinculantes ciertas sutilezas que debe poseer el
investigador con el estudio del subalterno. En palabras de Derrida “permitir al
otro(a) hablar por sí mismo, volver delirante esa voz interior que es la voz del otro
39
en nosotros”. Es decir, el intelectual no puede ni debe hablar “por” el subalterno,
ya que esto trae como consecuencia el robustecimiento de los pilares de la
subalternidad y la opresión.
En su artículo Bajo los ojos de occidente (1988), Chandra Mohanty aborda los
estudios de la “mujer del tercer mundo”, y cómo estos se contraponen con el
“discurso feminista occidental”, constatando la asimilación de un discurso
hegemónico sobre la problemática de la mujer en todos los rincones del planeta.
Ante esto la autora identifica categorías de análisis utilizadas en el discurso
feminista occidental que son igualmente ocupadas sobre mujeres del tercer
mundo. Provocando, en el análisis de la mujer, un claro universalismo etnocéntrico
a partir del “poder del discurso en el otro cultural”, es decir, existe un discurso que
desautoriza las diferencias raciales, culturales e históricas dentro del feminismo,
que asume una noción hegemónica de la opresión de las mujeres como grupo, lo
que contrasta absolutamente con la autorepresentación.
Esto se ha demostrado a partir de una coherencia de efectos que resultan del
supuesto implícito de “Occidente”, es decir, la codificación de las mujeres del
tercer mundo, o del Otro, se hace a partir de estrategias y categorías de análisis
generadas por feministas de Estados Unidos y Europa, impidiendo así una
representación real de culturas y territorios que se encuentran fuera de este
círculo de conocimiento.
Esta crítica apunta especialmente a las académicas que escriben desde el tercer
mundo sobre sus propias culturas utilizando las mismas estrategias analíticas, sin
poder construir conocimiento a partir de sus realidades culturales, históricas y
geográficas, generando una colonización de sus vidas y luchas.
A partir de este artículo, Mohanty es criticada por tan categórico análisis sobre
estas diferencias, por lo que responde con el artículo De vuelta a “bajo los ojos de
occidente” en el que genera una relectura de su artículo anterior, mucho más
inclusivo, ya que escribe desde un escenario distinto (EE.UU.) por lo que re-
enfatiza en los nexos entre lo local y lo universal (2008:8); al ver las diferencias se
puede evidenciar las conexiones y elementos comunes. Reformulando
conceptualmente a occidente y tercer mundo a categorías como norte y sur o un
40
tercio y dos tercios: el norte como los caminos del capital y las trasnacionales y el
sur como los pueblos marginados, todo independiente de su ubicación geográfica,
que al igual que “un tercio, dos tercios” son categorías que incorporan un análisis
crucial del poder y la agencia.
Para Mohanty se hace indispensable la conexión entre el feminismo académico y
la organización política, de manera que se pueda generar teoría, crítica y
activismo para las feministas que luchan contra la globalización, entendiéndolo
como el gran causante de espacios recolonizados, naturalizando los valores del
capital. A partir de esto, Mohanty elabora un nuevo enfoque denominado “la
práctica transnacional del feminismo anticapitalista” (2008: 13). Para ello, una de
las principales propuestas es internacionalizar el plan académico en el campo de
estudios sobre la mujer, con el fin de cubrir la brecha entre lo local y lo global en
los estudios y las prácticas pedagógicas sobre la mujer (2008: 22). Dentro de
estos planes Mohanty sugiere dos modelos: “estudios feministas comparativos” y
“solidaridad femenina”, en los cuales se genera un análisis comparativo en la
direccionalidad del poder, sobre las experiencias individuales y colectivas de
opresión y explotación, de lucha y resistencia en distintos escenarios. A partir de
esto, es posible poner en práctica la idea de “diferencias comunes” como base de
una solidaridad más profunda, que logre remontar diferencias y relaciones
desiguales de poder (2008: 23).
Es por eso que la autora cree que los estudios coloniales deben generar la
apropiación, representación y así categorías analíticas particulares, que requieren
los estudios del tercer mundo, ya que estos estudios implican en todos los casos
dominación y supresión de la heterogeneidad del sujeto.
El postcolonialismo puede ser una forma de entender la realidad que resulta útil
para evaluar muchos aspectos de la vida social e individual, pero en el caso de
nuestra investigación no podemos dejar de entenderlo profundamente ligado al
feminismo poscolonial, término tan reciente como controversial, que señala las
voces que quieren dar cabida a las mujeres oprimidas del tercer mundo, las cuales
deben ser abordadas por nuevos métodos de análisis que permitan, tal como
señala Mohanty, inhibir las distancias entre lo especifico y universal.
41
Para entender este decante de ideas es necesario antes realizar un breve
recorrido sobre las directrices generales de las teorías de género y feministas.
42
Pierre Bourdieu en su análisis sobre La dominación Masculina (2000) plantea que
el género puede conceptualizarse como un habitus, es decir, un sistema
perdurable y transponible de sentimientos, pensamientos y acciones. El concepto
de habitus puede entenderse como una “subjetividad socializada”, es decir, un
conjunto de relaciones históricas “depositadas” en los cuerpos en la forma de
esquemas mentales y corporales de percepción, apreciación y acción. Parte de la
base de considerar a la estructura desigual entre hombres y mujeres como un acto
de sumisión, apreciable en la denominada Violencia simbólica, es decir el acto
violento, invisible, insensible y desconocido incluso para las víctimas, que se
ejerce a través de caminos puramente simbólicos de la comunicación y el
conocimiento o más exactamente, del desconocimiento, del reconocimiento o, en
último término, del sentimiento (2000:13). Existe una asimilación de las relaciones
de poder que se explican en las posiciones fundadoras del orden patriarcal, dentro
de las cuales las mujeres están atrapadas por esquemas mentales que son
producto de la asimilación completa de estas relaciones.
Buscando hacer una lectura del estado actual de correlación de fuerzas materiales
y simbólicas de los sexos, es necesario advertir el peligro de recurrir, para
concebir la dominación masculina, a modos de pensamiento y estructuras de
análisis que son propios de la dominación. Por ejemplo, Bourdieu pone énfasis en
la construcción social de los cuerpos y el binarismo, dentro del que se encuentra la
topología del cuerpo socializado y la naturalización del sistema de diferencias
asignadas a hombres y mujeres como por ejemplo frío/caliente, arriba/abajo,
húmedo/seco salir/entrar fuera (público)/ dentro (privado), pueden ser categorías
no cuestionadas y ocupadas sin más, las que deben ser constantemente
revisadas y puestas en tela de juicio, de tal modo que la asignación de
características no sea una normativa que determine los roles de género.
Es necesario aclarar que al ocupar el término violencia simbólica, no nos referimos
a un tipo de violencia puramente “espiritual” dejando de lado componentes
materiales, sino que entendemos que existe una fuerza histórica capaz de
entregarnos herramientas de análisis para entender las relaciones desiguales
entre mujeres y hombres, ya que “la adhesión que el dominado se siente obligado
43
a conceder al dominador (por consiguiente a la dominación) cuando no dispone ,
para imaginarla o imaginarse a sí mismo o, mejor dicho, para imaginar la relación
que tiene con él, de otro instrumento de conocimiento que aquel que comparte con
el dominador y que, al no ser más que la forma asimilada de la relación de
dominación, hacen que esa relación parezca natural (Bourdieu, 2000:50).
Los efectos de la dominación simbólica, ya sea ésta de etnia, clase, lengua,
cultura o sexo, no se producen en la lógica pura de las conciencias conocedoras,
sino a través de percepciones, apreciaciones y acciones que son hábitos
profundamente ocultos para las mismas mujeres. La legitimidad histórica de esta
naturalización de asignaciones o roles tiene su origen, según Bourdieu, en un
orden de representación mas o menos conciente e intencional de la ideología y el
discurso.
“El orden social funciona como una inmensa máquina simbólica que
tiende a ratificar la dominación masculina en la que se apoya: es la
división sexual del trabajo, distribución muy estricta de las actividades
asignadas a cada uno de los dos sexos, de su espacio, su momento,
sus instrumentos; es la estructura del espacio, con la oposición entre el
lugar de reunión o el mercado, reservados a los hombres, y la casa,
reservada a las mujeres, o , en el interior de ésta, entre la parte
masculina, como del hogar, y la parte femenina, como el establo, el
agua y los vegetales; es la estructura del tiempo, jornada, año agrario o
ciclo de vida, con los momentos de ruptura, masculinos, y los largos
periodos de gestación, femeninos”. (2000:22)
44
necesario desentrañar dentro de las lógicas discursivas aquellos elementos
confusos que hacen que la dominación sea más escondida y por ende perpetuada
con mayor facilidad.
Dentro de la multiplicidad de definiciones que tratan de explicar el género y las
lógicas aparejadas a su análisis, generamos una síntesis más o menos
esclarecedora. El género ha sido definido como una construcción cultural que rige
las relaciones sociales entre los sexos y los códigos normativos y valores
filosóficos, políticos, religiosos, a partir de los cuales se establecen los criterios
que permiten hablar de lo masculino y lo femenino, y unas relaciones de poder
asimétricas, subordinadas, aunque susceptibles de ser modificadas en el trascurso
del tiempo (Scott, 2008).
Pero el debate continúa elaborando nuevos principios que cuestionan el género
como consecuencia de una elaboración cultural. Es así como Linda Alcoff
elabora un cierto recorrido histórico en torno a las diferentes corrientes feministas,
las cuales según su análisis, dan por sentado que se sabe a ciencia cierta qué son
las mujeres, siendo esta una postura arriesgada ya que cualquier fuente de
conocimiento abordada estará cargada de elementos misóginos y sexistas, por lo
que es necesario deconstruir y alejar de todo esencialismo la definición que
hacemos de nosotras mismas, la cual ha sido constantemente realizada desde las
lógicas patriarcales (Alcoff, 2000:14). Mientras que el comportamiento del hombre
está apenas determinado, la naturaleza de la mujer define excesivamente su
comportamiento, los límites de sus esfuerzos intelectuales, así como lo que
forzosamente debe experimentar emocionalmente en su trayecto vital.
Alcoff (2000) distingue predominantemente dos grandes corrientes feministas en la
actualidad, que buscan dar respuesta a las interrogantes que definirían a la mujer.
Por un lado está el feminismo cultural o biocultural, para el cual la pregunta
planteada por Simone de Beauvoir ¿existen las mujeres? es positiva, ya que
centra su atención en la naturaleza o esencia femenina y desde ahí quiere
revalorizarla para potenciar su discurso contra la masculinidad. La infecundidad
del varón le convierte en parásito de la energía de la mujer, que emana de la
condición biológica, generadora y garante de vida (Daly 1978). Es así como
45
Adrienne Rich (1986) vislumbra una esencia femenina la cual ha sido colonizada
por el sometimiento del patriarcado, el cual tiene su origen en la envidia y
necesidad de los varones, por lo que la solución gira en torno a redescubrirnos
desde nuestra esencia y establecer vínculos con otras mujeres.
Es la naturalización de adjetivos que plantea el feminismo cultural su principal
motivo de critica, ya que la redefinición de la mujer no sirve a la larga para
esbozar un programa para el movimiento feminista, incluso obstaculiza su
desarrollo ya que a estas alturas resulta objetiva y filosóficamente insostenible
postular que las diferencias entre los géneros, en la personalidad y en el carácter
son innatas (Alcoff 2000:20).
Desde la vereda de enfrente el feminismo post estructural, pone énfasis en los
mecanismos de poder opresivo que perpetúan el sexismo más que en la suma de
calificativos que deben ser asumidos por las mujeres para salir de su condición de
inferioridad, como lo hace el feminismo cultural. El sujeto se construye a través de
un discurso en el que poder y saber entretejen una estructura coercitiva que hace
que el individuo se retraiga sobre sí mismo y que forzosamente se aferre a su
propia identidad (Foucault 1983).5 Es decir, todo sujeto construido por oposición
(varón/mujer, cultura/naturaleza, positivo/negativo, razón/intuición) únicamente
recrean y sostienen el discurso de poder. La idea de categoría de “la mujer” es
una ficción y el feminismo debería orientar sus esfuerzos en desmantelarla.
Pero para Alcoff ambos enfoques representan un riesgo. Por un lado, el feminismo
cultural, si bien rescata a la mujer liberándola del “humano genérico” que el
liberalismo clásico determinó, en su carácter esencialista es limitante y no logra
crear proyecto político que traspase la línea meramente reivindicativa. Por otro
lado, el feminismo post estructural posee la capacidad de profundizar en lógicas
de constitución de poder y subjetividades, al mismo tiempo que tiene el peligro de
neutralizar, a través del nominalismo, que reproduce las lógicas de poder
represivo.
5
Las feministas que han tomado estos planteamientos recurren principalmente a los sistemas de
análisis de Lacan, el cual trabaja con el psicoanálisis, Derrida a la gramática y Foucault a la
historia de los discursos, donde el común denominador es la deconstrucción imperante del
sujeto. (Alcoff 2004)
46
Alcoff distingue que una solución en términos generales sería el desarrollo de una
tercera vía, una teoría que no caiga ni en el esencialismo cultural ni en el
nominalismo. Es dentro de esta tipología que encontramos a Teresa de Laurentis
(1987) la cual nos parece apropiada ya que desde su análisis del lenguaje y el
discurso semiótico, perfila cómo se (nos) construye a la mujer de una forma
arbitraria y simbólica. Esta construcción es entendida a partir de las subjetividades
de la interacción con el mundo a partir de la experiencia histórica y concreta de las
mujeres. Este postulado toma elementos que evidencian que el discurso del
femenino/subordinado es un modelo culturalmente construido, a la vez reconoce la
capacidad transformadora de los sujetos, entregando así una vía de posibilidad
reflexiva que escapa al esencialismo dicotómico varón/mujer como única fuerza
universal y ahistórica. Es decir, entiende que la formación del lenguaje se une al
complejo proceso de interacción entre la cultura, el lenguaje y la realidad personal.
La identidad de género se construye entonces como un proceso histórico de toma
de conciencia, un proceso en que cada uno reconstruye e interpreta su historia
personal y colectiva, abarcando también diferentes modos políticos de
compromiso y de lucha (De Laurentis 1987).
47
y cultural frente a conceptos falsamente “universales” y el interés por la diferencia,
con sus intersecciones de clase, raza, género, etnia, cultura, edad (Mohanty
1986:3).
Queriendo establecer una clara separación con el feminismo blanco occidental y
heterosexista, es que los criterios del feminismo de la época postcolonial ya no
entiende un sujeto unitario, siempre igual a sí mismo, dotado de una identidad
estable, ni un sujeto únicamente dividido en posiciones de masculinidad y
feminidad. Es, al contrario, un sujeto que ocupa posiciones múltiples, distribuidas a
lo largo de diversos ejes de diferencia y atravesado por discursos y prácticas que
pueden ser y, a menudo lo son, recíprocamente contradictorios (De Laurentis en
Oliva Portolés 2004).
48
Las geógrafas feministas comienzan a trabajar bajo los enfoques de género
dentro del llamado “giro cultural”, donde relacionan espacio y género considerando
la construcción social de la masculinidad y feminidad, que van del hogar a la
nación, asemejando las clases sociales, la edad, la situación familiar, los lugares
y circunstancias (McDowell, 1999: 358), detectando las divisiones espaciales del
género y a su vez los factores dominantes que se encuentran enraizados en los
individuos. Esta situación permite trabajar de manera interdisciplinar con dos
ciencias relevantes para generar una relectura de la situación de la mujer en la
sociedad.
La autora hace un llamado a las investigadoras a descartar que las mujeres sean
un grupo de investigación per se, preguntarse qué mujer se quiere estudiar, por
qué y en qué condiciones, con la finalidad de generar estudios novedosos y así
deconstruir la naturaleza autoritaria de los académicos de occidente (McDowell,
1999: 368). Para Linda MacDowell (1999) es imprescindible conocer el entramado
de relaciones que se producen entre todos los ejes del poder y la opresión social,
las diferencias sexuales en el espacio, tales como la segregación residencial y
laboral, lo que debería estar sujeto a un compromiso y acción política con la
finalidad de generar cambios a nivel institucional más allá de los académicos,
desmantelando las estructuras que refuerzan la inferioridad de la mujer y así
desafiar la visión dominante de feminidad, dualismos y opresión.
Con respecto a esta dualidad, la geógrafa Doreen Massey (1995) plantea que los
dualismos profundamente interiorizados estructuran la identidad personal y la vida
cotidiana, y este hecho tiene consecuencias para la vida de las personas, porque
estructura a su vez, la práctica de las relaciones y las dinámicas sociales, y extrae
la codificación de lo femenino y lo masculino de los cimientos socio-filosóficos más
profundos de la sociedad occidental (Massey, 1995). Esta relación binaria, según
McDowell, es decisiva en el comportamiento de las sociedades contemporáneas.
Con respecto a los movimientos sociales, el poder y la política dentro de la
comunidad, McDowell destaca que las mujeres siempre han desempeñado un
papel fundamental en todo lo relacionado con la reivindicación de bienes y
servicios que son distribuidos de manera desigual en el plano espacial. Es por eso
49
que la autora especula sobre las formas alternativas de comunidad y la posibilidad
del quiebre en las relaciones de género lo cual, indica, dependerá de factores
tales como recursos, liderazgos, compromiso político, así como el grado y
naturaleza de las movilizaciones políticas de la zona (McDowell, 1999: 174).
50
históricos y naturales (Lefebvre, 1979: 223), estando siempre presente el uso de la
violencia como evidencia de las múltiples contradicciones que genera el modelo
económico en cuestión. Estas contradicciones se dan por la racionalidad, la forma
de tratar un espacio, la propiedad privada del espacio y las relaciones sociales
dentro de éste (Lefebvre, 1979: 224). Así, el autor trabaja bajo “la producción del
espacio”, entendida como la convergencia de todos los fenómenos expuestos,
tanto sociales, económicos y políticos en un espacio determinado. Lo que resulta
un fenómeno extraordinariamente complejo de analizar (Lefebvre, 1979: 224).
Para Lefebvre (1976) el espacio:
...“no es un objeto científico separado de la ideología o de la política;
siempre ha sido político y estratégico. Si el espacio tiene apariencia de
neutralidad e indiferencia frente a sus contenidos, y por eso parece ser
puramente formal y el epítome de abstracción racional, es precisamente
porque ya ha sido ocupado y usado, y ya ha sido el foco de procesos
pasados cuyas huellas no son siempre evidentes en el paisaje. El
espacio ha sido formado y modelado por elementos históricos y
naturales; pero esto ha sido un proceso político. El espacio es político e
ideológico. Es un producto literariamente lleno de ideologías” (Lefebvre
1976: 31).
Así, Lefebvre pondrá acento en la relación integral entre teoría social y dimensión
espacial, elaborando un marco teórico sobre la producción del espacio y las
configuraciones espaciales de la vida social definidas como un producto social, es
decir, como un hecho social que debe entenderse en el marco de las estructuras
sociales correspondientes y por lo tanto en el contexto de una geografía entendida
como ciencia social.
Es por esto que utilizaremos las categorizaciones de espacios de Lefebvre,
abordando el marco teórico sobre la producción del espacio, en donde identifica
tres “momentos” interconectados: 1) prácticas espaciales; 2) representaciones del
espacio; y 3) espacios de representación.
Las prácticas espaciales se refieren a las formas en que nosotros generamos,
utilizamos y percibimos el espacio;estas prácticas espaciales están asociadas con
51
las experiencias de la vida cotidiana y las memorias colectivas de formas de vida
diferentes, más personales e íntimas. Por eso llevan también un potencial para
resistir la colonización de los espacios concretos.
La representación del espacio habla de cómo se conciben los espacios a partir
de lógicas particulares y preconcebidas, ya sea de profesionales y técnicos "un
espacio conceptualizado, el espacio de científicos, urbanistas, tecnócratas e
ingenieros sociales" (Lefebvre, 1991). Estas representaciones dependerán del
poder dominante y las “lógicas de visualización hegemónica”.
Y, finalmente, los espacios de representación son aquellos concebidos como
símbolos, sentimientos, experiencias y significados, de espacios locales,
construidos y modificados por actores sociales durante un tiempo prolongado, sin
responder a arbitrariedades ni a hegemonías: Los espacios de representación no
necesitan obedecer a reglas de consistencia o cohesión. Llenos de elementos
imaginarios y simbólicos, tienen su origen en la historia - en la historia del pueblo y
en la historia de cada individuo que pertenece a este pueblo (Lefebvre, 1991: 31).
Comprenderemos que cualquier comunidad que sea parte de un espacio en
particular desarrollará relaciones socio-espaciales comunes, las cuales serán
identificadas por medio de costumbres, rituales, trabajo en comunidad, y en
general actividades que desplieguen el valor que tiene el espacio habitado, esto
en conjunto con las relaciones sociales e históricas de aquel espacio, para
desarrollando el sentido de lugar, ya sea para crecer como comunidad o
defenderla y resistir. Defensa y resistencia que será provocada por la alteración de
estos espacios, ya sea tras la aprobación de proyectos de empresas privadas o
empresas públicas que al no concebir la esencia del espacio lo fragmentan o
redistribuyen por sus diversas aspiraciones económicas o políticas que
contemplen sus proyectos (autopistas, constructoras inmobiliarias, construcción de
termoeléctricas, parques y áreas verdes etc.) provocando el desplazamiento
forzoso de familias y comunidades que al percibir las contradicciones generan
descontento social, organización y resistencia.
Con respecto a la significación de lugar, la geógrafa Doren Massey (1999) lo
define como las prácticas socio espaciales, las relaciones sociales de poder y la
52
exclusión; por eso los espacios se superponen y se entrecruzan y sus límites son
variados y móviles (Massey, 1991; Smith 1993, citado en Macdowel, 1999).
Lo que Massey y otros deploran, es la carencia de un entendimiento analítico del
concepto de espacio: “las metáforas geográficas de las políticas contemporáneas
deben contemplar concepciones de espacio que reconocen lugar, posición,
ubicación etc. tanto los creados, como producidos” (Massey, 1991). No se trata
simplemente de reconocer la forma construida de dichos conceptos de espacio,
lugar, región y ubicación. Lo que importa es mostrar cómo han sido construidos y
bajo qué estructuras políticas y relaciones de poder y saber.
Es por esto que la autora propone romper con la noción clásica del espacio,
presentando tres proposiciones que inciden en las implicaciones políticas que
adquiere la espacialidad:
Primero propone pensar el espacio, los lugares y la identidad local, regional y
nacional como producto de las interrelaciones, constituidas a través de relaciones
que abarquen desde lo global hasta lo íntimo.
En segundo lugar, Massey (1999) sugiere pensar el espacio como una
multiplicidad, donde coexisten diferentes trayectorias, donde habrá más de una
voz. Con lo cual el espacio no puede concebirse sin la existencia de la pluralidad;
es decir, multiplicidad y espacio son co-constitutivos.
Finalmente, al ser el espacio producto de las relaciones, este está siempre en
procesos de formación, en devenir, no es acabado ni cerrado.
Vemos que la conceptualización del espacio incide en la construcción de
subjetividades y de sujetos políticos activos. De ahí la importancia de revisar,
deconstruir y resignificar el concepto de espacialidad.
Milton Santos (2003) en su Libro La Naturaleza del Espacio, aborda el espacio
como aquel conjunto indisoluble de sistemas de objetos y sistemas de acciones
(Santos, 2003: 53), en el que confluyen las categorías analíticas como: el paisaje,
la configuración territorial, la división territorial del trabajo, el espacio productivo,
las rigurosidades y las formas contenidas. Santos define sistemas de objetos
como la trasformación de la naturaleza, que al ser alterada por hombres y
53
mujeres a partir de un conjunto de intenciones sociales, pasan a ser objetos6. Así
la naturaleza se trasforma en un verdadero sistema de objetos y ya no de cosas,
siendo determinante las condiciones sociales y técnicas presentes en un momento
histórico determinado para la creación y definición de lo que será concebido como
objeto (Santos, 2003: 59).
El autor afirma que el espacio, en el estudio geográfico, debe considerar todos los
objetos existentes sin excepción. Siendo su utilidad actual, pasada o futura el uso
combinado por los grupos humanos que lo crearon o que lo heredaron de las
generaciones anteriores. Su papel puede ser sólo simbólico, aunque generalmente
es también funcional (Santos, 2003: 63).
Santos (2003) reconoce el vinculo entre sociedad y geografía: ambas se
configuran en el espacio para definirlo como formas sociales geográficas, dentro
de estas formas el autor señala: la ley, las costumbres, la familia y la propiedad
(entre otras), está ultima considerada un buen ejemplo porque es al mismo tiempo
una forma jurídica y una forma espacial, planteando con esto la necesidad, no de
buscar el origen ontológico de los distintos objetos, sino la construcción
epistemológica de un objeto de pensamiento, a partir de la experiencia que nos
interese. Este punto en particular nos permite reflexionar sobre la investigación en
curso ya que los objetos sociales y objetos geográficos se relacionan de manera
tal que logramos abordar el fenómeno como una construcción, reconociendo el
valor social de los objetos (género y resistencia), mediante un enfoque geográfico
(espacio y territorio).
Ahora bien, Santos hace igual referencia a los sistemas de acciones,
complementando la propuesta de espacios geográficos. Estos serán entendidos
como los actos y acciones de los grupos humanos. Santos cita a Anthony Giddens
(1978), quien propone distinguir entre estas categorías, definiendo acto como un
segmento identificado de una acción, esta se daría como un conjunto de actos o
como un proceso formado de subprocesos. Y la acción como la corriente de
6
“Para los geógrafos, los objetos constituyen la totalidad de la existencia en la superficie de la
tierra, toda herencia de la historia natural y todo resultado de la historia humana que se objetivó.
Los objetos son esa extensión, esa objetividad, aquello que se crea fuera del hombre y se hace
instrumento material de su vida, en ambos casos una exterioridad” Milton, S. (2003) pág. 62.
54
intervenciones causales reales u observadas de seres corpóreos en un proceso
continúo de acontecimientos en el mundo (Giddens, 1978: 80 citado en Santos,
2003: 67).
En definitiva, “la acción es lo propio del hombre y la mujer. Solo el hombre (sic)
tiene acción, porque sólo él tiene objetivo, finalidad. La naturaleza no tiene acción
por que es ciega, no tiene futuro. Las acciones humanas no se restringen a los
individuos, si no que incluyen también a las empresas y a las instituciones”
(Santos, 2003: 70).
Santos (2003) propone la inseparabilidad entre sistemas de objetos y sistemas de
acciones ya que requieren de una explicación conjunta, de forma-contenido7, que
en geografía serán correspondientes a la idea de mixtos o híbridos, (Santos, 2003:
85). Es decir, entes intermedios reconocidos como mezclas de historia y de
geografía siendo fruto de la imaginación científica. Citando a M. Godelier quien en
los años 60 indicó “todo sistema y toda estructura deben ser abordados como
realidades mixtas y contradictorias de objetos y de relaciones que no pueden
existir separadamente”, Santos comprende mixtos como un conjunto de objetos y
de normas (Santos, 2003: 85).
Finalmente el autor invita a repensar el significado de región, lugar, lo local y lo
global, problemática principales de la geografía, ya que se debería identificar la
naturaleza del espacio y encontrar las categorías de análisis que permitan
estudiarlo. Este proyecto supone aquellos conceptos, asociaciones y aplicaciones
que puedan operar sobre la dinámica social; lo que constituye un ejercicio de
análisis complejo, cuya intención intenta revelar aquellas categorías de análisis
que permitan estudiarlo.
7
La idea de forma-contenido une el proceso y el resultado, la función y la forma, el pasado y el
futuro, el objeto y el sujeto, lo natural y lo social. Esa idea también supone el tratamiento analítico
del espacio como un conjunto inseparable de sistemas de objetos y sistemas de acciones,
Santos 2003: 86.
55
(Molina, 2006:12), generando como consecuencia una ruptura de las perspectivas
teóricas positivistas y fenomenológicas. Para entender este proceso,
consideramos necesario tener claridad sobre los antecedentes que brindaron el
enfoque actual de nuestro estudio: la “geografía de resistencia”. Es así como
haremos una breve contextualización histórica sobre la evolución de este enfoque
geográfico.
Las primeras incursiones en la ampliación de los estudios geográficos ocurrió en la
escuela de Chicago, con la divulgación de las investigaciones vinculadas a temas
urbanos y poblacionales de Estados Unidos entre 1910 y 1940. Es aquí que por
primera vez se generó trabajo interdisciplinar entre geógrafos, sociólogos y
economistas permitiendo el desarrollo de numerosas ideas de gran interés
rompiendo con aquellas limitaciones impuestas por la geografía física y regional,
permitiendo la redefinición y reorientación de esta disciplina. Entre estas nuevas
ideas se encuentran los principios de la geografía urbana (muy influenciados por el
trabajo de L. Wirth, alumno de la escuela de Chicago), el desarrollo y revisión de la
teoría de la división zonal de la ciudad (H. Hoyt) y la escuela de la geografía
cultural de California (C. Sauer) (Mattson, 1978).
La revolución cuantitativa, entre los años cuarenta y cincuenta, consistió
principalmente en darle cientificidad a la disciplina, por lo que se introdujo métodos
estadísticos avanzados y el uso de tecnología cibernética, hasta entonces
prácticamente desconocidos por la geografía. De cierta manera el movimiento
cuantitativo consistió en lograr la unión entre el método y la técnica, esta última
utilizada en la geografía moderna.
Hacia los años sesenta la geografía cuantitativa cesó de ser un fenómeno
circunscrito a Norteamérica y el debate alcanzó a Gran Bretaña, apareciendo una
obra clave en el desarrollo de esta tendencia, el libro sobre la "Explicación en
Geografía" (ExpIanation in Geography, 1969) de David Harvey, siendo este uno de
los primeros geógrafos que evidenció las contradicciones de los métodos
cuantitativos, insistiendo en los estudios urbanos, basándose principalmente en la
teoría marxista.
56
W. Bunge junto a D. Harvey fueron los pioneros en la construcción de la geografía
radical, que más que una escuela, se entiende como un proceso de crecimiento a
partir de diversas fuentes y en distintas direcciones (Mattson, 78). Lo trascendente
de esta etapa fue la búsqueda de alternativas, resolver las contradicciones, para
superar el conocimiento positivista y promover la preocupación por la construcción
social del espacio, comprometiendo la cientificidad geográfica en pos de los
estudios de la vida urbana, el bienestar social y la crítica al modelo capitalista.
Así es como desde el punto de vista teórico, la geografía crítica o radical que
introducirá el marxismo dentro la disciplina de manera trasversal. Se configura
gradualmente una geografía marxista muy cercana a las ciencias sociales, con
fuertes influencias del marxismo francés, en especial del ya mencionado Henri
Lefebvre.
Lefebvre (1976) en su libro Derecho a la ciudad, desarrolla el concepto de ciudad,
la que en primera instancia comprende como “proyecciones de la sociedad sobre
el terreno, es decir, no solamente sobre el espacio sensible, si no, sobre el plano
específico percibido y concebido por el pensamiento, que determina la ciudad y lo
urbano”, pero esta tesis fue controversial por lo que Lefebvre busca redefinirla ya
que el mismo la encuentra excluyente con factores como el tiempo, así como los
ritmos de las distintas ciudades y los efectos de la división del trabajo, logrando
una nueva definición: “la ciudad como conjunto de diferencias entre las ciudades”.
Ésta nuevamente es considerada incompleta ya que pone acento a las
particularidades más que a las generalidades, descuidando las singularidades de
la vida urbana, las maneras de vivir de la ciudad, el habitar propiamente dicho. De
ahí, otra definición por la pluralidad, la coexistencia y la simultaneidad en lo urbano
(la vivienda pabellón, el gran conjunto, la copropiedad, el alquiler, la vida cotidiana
y sus modalidades en los intelectuales, los artistas, los comerciantes, los obreros,
etc).
Según Lefebvre (1976), las definiciones de ciudades no serán ni absolutas ni
excluyentes, premisa que nos permite entender la ciudad de concepción bajo una
dinámica no determinante, sino más bien una creación en base a características
naturales e históricas propias, provocando los diversos conflictos y contradicciones
57
en función de esta lógica. Consideraciones que deben ser abordadas al momento
de analizar el conflicto especifico el cual trata esta investigación. Tal como dice
Lefebvre...“si algún teórico viera en la ciudad el lugar de confrontaciones y
relaciones (conflictivas) entre deseo y necesidad, entre satisfacción e
insatisfacción, si fuera hasta describir la ciudad como “lugar de deseo” estas
determinación serian examinadas y tomadas en consideración” (Lefebvre,1976:
32) es decir, la lectura de la ciudad bajo sus conflictos, influencias y proyecciones
es lo que se hará para entender el conflicto en cuestión.
58
Esta explotación de la fuerza de trabajo no será retribuida a los trabajadores si no
que al capital.
De la plusvalía será donde se extrae una de las más importantes premisas
elaboradas por Marx, la acumulación de capital, es decir, el trabajo del hombre
convertido en capital para renovar ampliamente la producción. Dentro de esta
tendencia de acumulación Marx distingue “la acumulación primitiva la que se lleva
a cabo mediante la separación violenta del trabajador de los medios de
producción, expulsión del campesino de su tierra, robo de los terrenos comunales,
sistema colonial, etc.” (Lenin, 1974: 25).
Marx caracteriza la “tendencia histórica de la acumulación capitalista” como la
disposición de generar propiedad privada, fruto de la fuerza de trabajo, basado en
la compenetración del obrero individual e independiente con sus instrumentos y
medios de trabajo, los que son desplazados por la propiedad privada capitalista,
basada en la explotación de la fuerza de trabajo ajena, aunque formalmente libre
(Marx, El Capital tomo I, citado en Lenin, 1974: 26)
Así, en términos simples podemos entender la utilización del marxismo como eje
articulador de la producción intelectual de la geografía critica. En palabras de
David Harvey (2007)
“El plusvalor, sostenía [Marx], se originaba de un plustrabajo, que es esa
parte del tiempo de trabajo del trabajador entregada de manera gratuita al
capitalismo. Para obtener empleo, un obrero puede tener que trabajar diez
horas. El trabajador produce suficiente para cubrir sus propias necesidades
de subsistencia en seis horas. Si el capital paga un salario de subsistencia, el
obrero trabaja el equivalente a cuatro horas gratis para el capitalista. Este
plustrabajo se puede convertir a través del intercambio de mercado en su
equivalente en dinero: plusvalor. Y el plusvalor, bajo el capitalismo, es renta,
el interés y el beneficio. Basándose en esta teoría del plusvalor, Marx obtiene
una teoría de la población específica” (Harvey, 2007: 68).
La originalidad de David Harvey (2004) reside en su lectura de la lógica del capital
en clave espacial, es decir, la creación y trasformación del espacio a partir de la
demanda del capital, y los prejuicios que esto conlleva para la sociedad. Ya que tal
59
como señala, el capitalismo para que sobreviva, debe existir o hay que crear un
nuevo espacio para la acumulación (Harvey, 2007: 275).
Es así como Harvey desarrolla variados conceptos, de los cuales ocuparemos los
siguientes: “sobreacumulación”, ajuste espacio temporal, acumulación por
desposesión.
Producto del capitalismo global en los años 70, se intensifica la problemática de la
sobreacumulación, la que será entendida como los excedentes o exceso del
capital en un determinado sistema territorial. Esto supone un excedente de trabajo
(creciente desempleo) y excedente de capital (expresado como una
sobreabundancia de mercancías en el mercado que no pueden venderse sin
pérdidas, como capacidad productiva inutilizada, y/o excedentes de capital dinero
que carecen de oportunidades de inversión productiva y rentable) (Harvey, 2004).
Esta reasignación de los excedentes de capital y trabajo, requiere de la mediación
de las instituciones financieras y/o estatales capaces de generar crédito. Se crea
una cantidad de “capital ficticio” que puede trascender el consumo actual para
asignarse a proyectos futuros (Harvey, 2004).
Ahora bien, en su libro Espacios del Capital (2007) , Harvey plantea, desde un
análisis marxista, que la sobreacumulacion es resultado de las contradicciones de
la clase dominante en constante búsqueda de beneficios, ya que se propone
demasiado capital en relación con las oportunidades de encontrar usos rentables
para sí mismo, provocando crisis periódicas marcadas por la caída de los
beneficios, la capacidad productiva ociosa, la sobreproducción de mercancías, el
desempleo, el capital monetario ocioso y similares. (Harvey, 2007: 93).
En esta lógica de producción del espacio, el autor plantea como solución los
espacios- temporales, en respuestas a las crisis de sobre acumulación:
“El “ajuste” espacio-temporal, es una metáfora de las soluciones a las crisis
capitalistas a través del aplazamiento temporal y la expansión geográfica. La
producción del espacio, la organización de nuevas divisiones territoriales de
trabajo, la apertura de nuevos y más baratos complejos de recursos, de
nuevos espacios dinámicos de acumulación de capital y de penetración de
relaciones sociales y arreglos institucionales capitalistas (reglas
60
contractuales y esquemas de propiedad privada) en formaciones sociales
preexistentes brindan diversos modos de absorber los excedentes de capital
y trabajo existentes”. (Harvey, 2004: 98)
Estos excedentes pueden ser absorbidos por: (a) el desplazamiento temporal a
través de las inversiones de capital en proyectos de largo plazo o gastos sociales
(tales como educación e investigación), los cuales difieren hacia el futuro la
entrada en circulación de los excedentes de capital actuales; (b) desplazamientos
espaciales a través de la apertura de nuevos mercados, nuevas capacidades
productivas y nuevas posibilidades de recursos y de trabajo en otros lugares; o (c)
alguna combinación de (a) y (b) (Harvey, 2004).
Harvey argumenta y resume este proceso de la siguiente manera: el capital, en su
proceso de expansión geográfica y desplazamiento temporal que resuelve las
crisis de sobre acumulación a la que es proclive, crea necesariamente un paisaje
físico a su propia imagen y semejanza en un momento, para destruirlo luego. Esta
es la historia de la destrucción creativa (con todas sus consecuencias sociales y
ambientales negativas) inscripta en la evolución del paisaje físico y social del
capitalismo.
Nuestro interés por el análisis del espacio a través del capital tiene como finalidad
comprender cómo los excesos de capital provocan el movimiento de estos a otros
lugares para así dinamizar la acumulación del capital en el nuevo espacio (Harvey,
2004: 104). Esto responde a la demanda de infraestructura física en otros lugares,
la masiva compra de terrenos, el desalojo de pueblos originarios y pobladores sin
derecho de propiedad. Proyectos elaborados por poderes públicos y privados,
pero esencialmente avalados, respaldados y promovidos por los estados
neoliberales para continuar con las bases de la futura acumulación de capital.
Esta teoría de la acumulación y la liberalización mercantil producirá un Estado
incapaz de sostener una armonía social, pues promoverá la desigualdad e
inestabilidad, lo predice Marx “en crisis crónica de acumulación” de la que hoy
somos testigos.
Harvey se refiere al Estado Corporativo, el cual en función de las “necesidades y
prioridades nacionales” debe ser capaz de diseñar y aplicar una variedad de
61
técnicas de manipulación control y absorción, tales como (1) preservar y realzar el
crecimiento económico, la tasa de acumulación de capital y la posición competitiva
del Estado en los mercados mundiales; (2) poder manejar las crisis cíclicas de la
economía; y (3) poder contener y desactivar el descontento. (Harvey 2007:44)
Es por esto que Harvey definirá acumulación por despojo, al proceso donde la
acumulación de capitales, el libre mercado y la privatización de la tierra
provocarán la expulsión forzosa de indígenas, pobladores y pobladoras,
campesinos y campesinas, así como la conversión de diversas formas de
derechos de propiedad (común, colectiva, estatal) en derechos de propiedad
exclusivos, la supresión del derecho a los bienes comunes, la transformación de la
fuerza de trabajo en mercancía y la supresión de formas de producción y consumo
alternativas, los procesos coloniales, neocoloniales e imperiales de apropiación de
activos, incluyendo los recursos naturales; la monetización de los intercambios y la
recaudación de impuestos, particularmente de la tierra ; el tráfico de esclavos, y la
usura, la deuda pública y, finalmente, el sistema de crédito (Harvey, 2004).
Harvey apunta a aquella desproporción y toca un caso el cual en este informe se
quiere mostrar como gran ejemplo del fenómeno en estudio. En la ciudad de
Mumbai, India, se encuentra una de las principales inmobiliarias del país, con
proyectos inmobiliarios bajo la tutela de las autoridades regionales quienes creen
que la ciudad pueda competir con Shangai como centro comercial y financiero.
En la conferencia “Los espacio del capital global” dada por David Harvey en la
Universidad de Buenos Aires (2006), el geógrafo realiza un análisis de la geografía
y la acumulación del capital. Esta fusión compromete en gran medida los precios
de las propiedades en las metrópolis o centros financieros, por lo que se pregunta
qué está pasando con el sector financiero que hace que las propiedades sean de
tal alto valor en ciudades como New York, Londres, Manhattan, por mencionar
algunos. Esta conferencia nos ayuda a relacionar el caso de esta investigación, de
la acumulación por despojo: luego de aproximarse a un análisis ético y moral, del
porqué de tan grandes remuneraciones, plantea un caso en particular que se
asemeja a la situación tratada en esta investigación. Menciona el caso de los Slum
(“barrios bajos”, precarios o deteriorados de la ciudad de Mumbai), están situación
62
sobre tierras extremadamente valiosas, ya que están en medio del centro de esta
ciudad, por lo que el interés de erradicar a estos pobladores y pobladoras ha
generado una presión inminente.
Una de las opciones que se barajan para erradicarlos es que cedan sus terrenos
para que en ellos se construyan torres de 30 pisos y que estos se queden con los
primeros cuatro.
Otra posibilidad “es sostener que la gente no tiene derecho de propiedad, se trata
de ocupantes ilegales de la tierra… y por lo tanto se le pueden sacar sin ningún
tipo de compensación”. Y es así como el caso pasó a los tribunales de justicia,
bajo la defensa y apelación legal de que la constitución del estado indio tiene el
deber de velar por el bienestar y salud de los ciudadanos. Finalmente la justicia
dictaminó que no había ninguna base legal para compensar a las personas. Así es
como son evaluados, como “una población descartable” que está tratada de
manera “descartable”, “en nombre del desarrollo de las tierras y en nombre de
ganar recursos”, esto es a lo que Harvey llamó acumulación por despojo.
A raíz de este fenómeno es que nacen nuevas luchas sociales, políticas y vastas
oleadas de resistencia (Harvey, 2003: 128). En este planteamiento, los actores no
son definidos por sus objetivos inmediatos, sino por las relaciones sociales y de
poder dentro de las cuales están situados. Sus identidades son dimensiones
culturales expresadas como protesta social. Estas pueden tomar formas muy
sutiles, y particular énfasis se ha puesto, por ejemplo, en el tono y el sentimiento
de los actores en su potencial de impulsar eventos.
Mucha atención ha recibido entonces el lenguaje y las voces de actores en el
proceso de articulación de movimientos sociales. Como Melucci (1989) lo ha
expresado: "El movimiento es el mensaje".
Así es como el espacio es un sitio de constante interacción y lucha entre
dominación y resistencia. Estas luchas están frecuentemente articuladas por
movimientos sociales, que han sido identificados como espacios privilegiados para
estudiar los procesos de mediación en el campo de construcción de democracias
(Jelin 1987, citado en Oslender, 2002).
63
Estos análisis, para Harvey, deberían servir para elaborar un proyecto político
académico de izquierda esperanzador, desde donde se pueda construir otro tipo
de propuesta globalizadora que supere los particularismos y trabaje con valores
universales como el derecho de los individuos a producir sus propios espacios
(Harvey, 2003).
64
CAPITULO IV: Análisis
65
Eje 1: Significación del Espacio creado
66
1.1 Ampliación de los circuitos del capital y proceso migración campo
ciudad
El proceso migratorio en Chile debe ser comprendido como parte de la expansión
del capitalismo en Chile, tal como plantea Lefebvre: “Es el espacio y por el
espacio donde se produce la reproducción de las relaciones de producción
capitalista. El espacio deviene cada vez más un espacio instrumental”. En este
sentido, la formación de Pedro de Valdivia, está íntimamente ligada a este
fenómeno ya que el espacio original de la población es parte de una zona de
conexión ferroviaria entre los pueblos interinos y la capital regional, parte de un
circuito por donde se canalizó un flujo constante de personas y mercancías. Hacia
finales del siglo XIX y principios del XX es posible apreciar la formación de un
importante enclave ferroviario, a partir del cual se fueron agregando continuos
conjuntos residenciales, en su mayoría de trabajadores vinculados a la empresa
de ferrocarriles junto a sus familias.
El antecedente del paso del ferrocarril es fundamental para comprender la
configuración del capitalismo en el espacio. Como plantea Harvey, la fluidez del
movimiento sobre el espacio depende de que se fijen ciertas infraestructuras
materiales en el espacio (ferrocarriles, aeropuertos, instalaciones portuarias, etc.)
lo que el denomina “capital fijo en la tierra” (Harvey, 2004: 87) (Observar imagen
1).
El excedente de fuerza de trabajo, producto del desplazamiento del campo a la
ciudad, produce un proceso de sobreacumulación en un determinado sistema
territorial, para el que inevitablemente es necesario buscar una salida. Según la
categorización de Harvey, estos excedentes pueden ser potencialmente
absorbidos a través de desplazamientos espaciales mediante la apertura de
nuevos mercados, que es lo que finalmente sucede con el proceso migratorio
campo-ciudad.
Para el historiador Gabriel Salazar (2002) el proceso de instalación de rancheríos,
conventillos y “poblaciones callampas” entre 1800 y 1957 en Chile, se explica por
la endémica escasez de empleos productivos estables que ha generado en Chile
la aparición de una masa acumulada de trabajadores desempleados (u ocupados
67
precariamente), los cuales, pese a su gran número, no han operado en el espacio
público como un actor social con identidad e intereses funcionales, sino como
habitantes de terrenos suburbanos, marginales y barrios “de emergencia”
(Salazar y Pinto, 2002:240).
Imagen 1: Línea Férrea construida como “capital fijo en la tierra” que conecta el Puerto de
Talcahuano con otros polos productivos, trasladando mano de obra y mercancías.
Obtenida el 20 de diciembre de 2010. (Foto: Retamal y Zagal, 2010)
68
…“mi padre se vino el
año 1944, de
Pailahueque a trabajar a
las minas de Swager. Él,
se tomó un pedacito de
río. Tomaba los trenes
que salían de aquí de la
población” Guillermina
… “Nos quisimos
quedar porque no “Yo trabajo como
había otra parte a la asesora del hogar,
que irse “aquí yo no siempre he trabajado
pago arriendo”, es un en eso, siempre he
ahorro para la persona Extracción de Clase sido sola”. Ana
que es de bajos
recursos”. Haydé Proceso migración
Campo- ciudad
Ampliación de los
circuitos del Capital
Figura 2: diagrama de Interrelación clase/ migración campo ciudad/ Ampliación de los circuitos del capital 69
Practicas espaciales
Espacios de Representación
Confrontación/resistencia
Imagen 2: Gran parte de lo que hoy es Pedro de Valdivia Bajo era espacio ocupado por el río.
Pedro de Valdivia Bajo 1972 Fuente: www.riveranorte.cl
71
“Nosotros domamos al enemigo”
Imagen 3: Plano Urbano de Concepción, 1926. Fuente: Sala Chile, Universidad de Concepción
...”cuando yo nací, yo
cruzaba la vereda así al
frente y eran puras playas, Esta imagen confirma la
agua... el río llegaba a la extensa zona de
línea del tren” inundación a orillas del
río Bíobío.
...”nosotros esto se lo
ganamos al río”...
Imagen 4: Plano Urbano de Concepción, 1945. Fuente: Sala Chile, Universidad de Concepción
72
A partir del compromiso colectivo del relleno afloran los más profundos
sentimientos por la Población, adquiriendo identidad a partir del lugar. Así lo
manifiesta Guillermina, quien nos permite apreciar la fuerte idea de resistir y
luchar por aquello que ama, comparando su lucha con la de los pueblos
originarios, viendo en ellos un referente histórico de la resistencia organizada por
sus tierras.
Yo no me voy de aquí, muerta me sacan, yo voy a luchar por mis
terrenos, igual que los pehuenches por mi tierra porque es de nosotros,
nos pertenece… Yo amo mi sector, lo amo, y me da mucha pena lo
que está pasando, y a veces he botado muchas lágrimas, me da pena”
Guillermina.
Al igual que Guillermina, Liliana toma como ejemplo de lucha a los mapuches, y
nos resume como los mismos pobladores y pobladoras son lo que han ido
consiguiendo mejores condiciones de vida para la población.
“siento orgullo de mi madre, de mi familia y de mi tierra y si me quiebro
en este momento, es porque lo siento así, siento que amo mi tierra, que
soy como una mapuche que años y años ha luchado años y años con
muchas piedras en el camino pero así y todo hemos logrado lo que
tenemos como población, tenemos una población con alcantarillado,
agua potable, luz eléctrica en las calles domiciliarias, tenemos calles
pavimentadas, evacuación de aguas lluvias”. Liliana.
73
inundaciones provocadas por la crecida del río Bíobío, que durante muchos años
se llevaba violentamente una parte importante de la población (ver imagen 5).
Esto provocó la constante lucha de los y las pobladores/as para que año a año
esta situación mermara.
“Cuando llovía años atrás, llovía tanto, se subía el río y ahí es donde se
llevaba casas completitas” Guillermina.
“cuando subía el río, nos llevaba casa con living comedor y todo lo que
había abajo incluyendo dormitorio, porque se llevaba todo, veíamos
pasar casa completas, animales, personas, muchos invierno que de
niña yo vi que pasaron muchas desgracias en nuestra población y
nosotros éramos sacados del lugar porque carabineros nos sacaba, nos
obligaba porque muchas personas no querían dejar las pocas
pertenencias no querían dejarlas” Liliana.
Imagen 5: Crecida del río en Pedro de Valdivia Bajo. año 1968. Fuente: www.riberanorte.cl
74
los inviernos los embates del clima penquista, expresaron con claridad que ocupan
un lugar privilegiado dentro de la ciudad, es decir, son concientes de lo valioso que
es su terreno y las ventajas comparativas que poseen sus terrenos.
El plusvalor del suelo lo entenderemos como aquel valor comercial dado por las
macroestructuras económicas al espacio que ocupa la población Pedro de
Valdivia, la que, al encontrarse dentro de los circuitos administrativos y
económicos del Gran Concepción, es evaluada por entidades gubernamentales y
privadas como foco de posibles inversiones (Harvey, 2007). Esta situación sólo
comienza a evidenciarse a partir de la intervención del proyecto Ribera Norte que
propone erradicar a los pobladores y construir en aquel espacio áreas verdes y
proyectos inmobiliarios.
En palabras de Engels “la extensión de las grandes ciudades modernas da a los
terrenos, sobre todo en los barrios del centro, un valor artificial a veces
desmesuradamente elevados; los edificios construidos sobre estos terrenos, lejos
de aumentar su valor, por el contrario lo disminuyen, ya que no corresponden a las
nuevas condiciones, y son derribados para reemplazarlos por nuevos edificios. Y
esto ocurre en primer término, con las viviendas obreras situadas en el centro de
la ciudad…son derribadas para construir en su lugar tiendas, almacenes o
edificios públicos” (Engels 1872: 538, citado en Harvey 2007: 147).
Esta contradicción entre el valor de cambio del suelo, entendido como mercancía,
y el valor de uso otorgado por quienes habitan el espacio será el foco del conflicto
y el motivo de lucha de las pobladoras entrevistadas, quienes reconocer el valor
comercial de sus terrenos, situación que genera aún más resistencia.
Los valores de uso reflejan una mezcla de necesidades y exigencias sociales,
idiosincrasias personales, hábitos culturales, estilos de vida, etc. El valor de uso,
concebido en su sentido cotidiano “queda fuera de la esfera de la economía
política” (Harvey 2007:166).
75
Una casa por ejemplo, puede ser usada simultáneamente de múltiples formas,
proporciona:
1.- Alojamiento.
2.- Una cantidad de espacio para el uso exclusivo de sus habitantes.
3.- Intimidad.
4.- Una localización mejor o peor con respecto a los lugares de trabajo, zonas
comerciales, servicios sociales, familia y amigos, etc. (y esto incluye la capacidad
de trabajar en la propia casa).
5.- Una localización con respecto a un vecindario que tiene características físicas,
sociales y simbólicas (estatus social).
6.- Un medio para aumentar y almacenar la riqueza.
“Es porque está cerca del centro, está cerca de todo, uno si no tiene
monedas para ir al hospital va caminando, si quiere salir a pasear está
el parque, si quiere ir a ver la parada está la plaza, claro uno puede
hacerlo caminando, la gente se ahorra plata” Haydé
Una de las reflexiones más profundas surge de Liliana, quien analiza la situación
desde una posición activa como dirigenta poblacional, quien al estar en contacto
76
con las distintas autoridades puede percibir las reales intenciones de este
proyecto. Distinguimos en su relato una especial claridad con los orígenes del
conflicto, el que nace de las intenciones de “la clase alta” a quienes identifica
como enemigos.
“Hoy en día lamentablemente la ciudad de Concepción nos mira como
el patio trasero de la ciudad y aparte de mirarnos como el patio trasero,
nos quieren quitar nuestros terrenos, porque estos terrenos hoy en día
para ellos son valiosos, porque están a minutos de la ciudad, estamos
con una carretera que se va ampliar al borde del río, el río ha sido para
nosotros, cuando esto recién se estaba construyendo, como el enemigo
nuestro pero nosotros domamos al enemigo y ahora es nuestro amigo,
y ese amigo que hoy día tenemos, ellos quieren que nosotros nos
vayamos de aquí y ellos poder disfrutar de esto, cuando me refiero a
ellos me refiero a la clase alta, a los concejales, la gente que tiene el
poder del dinero, el poder político, ellos quieren usufructuar de lo que
nosotros construimos”. Liliana
“En nuestra pobreza y nuestra necesidad, éramos felices y hoy por hoy
esta felicidad se ha ido apagando de apoco, por la plusvalía que a ido
teniendo este terreno” Liliana.
77
“Nosotros no tenemos título de dominio, porque estos son terrenos que
nosotros rescatamos al río, estos fueron terrenos de autoconstrucción y
nuestras casas son de autoconstrucción, la mitad de nuestra población
le quito al río y la otra son terrenos de bienes nacionales que no se
cómo y en que circunstancias lo inscribió ferrocarriles y ferrocarriles les
vendió a sus trabajadores”. Liliana.
A partir del valor de uso que le han entregado al terreno que ocupan es que las
pobladoras logran hacer una lectura mucho más profunda en relación a las
ventajas que tiene la población en función de una localización mejor con respecto
a los lugares de trabajo, de los hospitales, zonas comerciales y servicios sociales,
además de una localización con respecto a su vecindario, el cual tal como señala
Harvey (2007) que tiene características físicas, sociales y simbólicas.
La autoconstrucción de las viviendas es sentida como Espacios de
Representación, los cuales como identificamos en la figura 3 se confrontan a
Representación del Espacio, por parte de las autoridades. Visión que según la
percepción de las mujeres es simplista, carece de todos los elementos cargados
de significancia para ellas y no toma en cuenta el papel que han desempeñado
por décadas.
78
Eje II Mujeres Organizadas: Protagonismo femenino
79
independientes, sino que constituyen actos políticos que dan cuenta de las
relaciones de poder en la que se encuentran las pobladoras.
80
De este relato podemos inferir que una de las características del proceso de
relleno es utilizar el material que se encuentra más cercano al sitio a rellenar. La
cervecería Unida se encuentra aproximadamente a unos 200 metros de la casa de
Hayde (Ver imagen 6).
En el relato también es importante resaltar cómo Haydé se siente la gestora del
relleno. Posee conciencia de su labor, poniendo especial énfasis en que fue ella la
que trabajó, tanto así que es la primera en nombrarse, en reconocerse como
protagonista del relleno, para en un segundo momento nombrar en plural el trabajo
colectivo. Ella deja fuera de su relato una asignación de importancia al trabajo
masculino, el cual fue obviado en su discurso, ya que casi no existió. Este fue
corroborado por Yasna quien nos cuenta:
“Es que todos trabajábamos, niños todo, pero generalmente las mujeres
porque los hombres trabajaban, así que eran las mujeres las que tenían
que rellenar, porque los camiones venían en la semana, así que
generalmente eran las mujeres, en cambio los hombres trabajando, no
quedaba de otra, es que generalmente todo lo que se hace aquí se
hace en la semana, así que generalmente las mujeres. Los hombres
son cómodos en todo sentido” Yasna.
Yasna, ante todo, hace primar el carácter colectivo del proceso de relleno,
incluyendo a los niños en su relato; establece una clara diferencia con las labores
que ellas debieron asumir en función del trabajo asalariado masculino, el cual se
realizaba en la semana. Podemos ver cómo distingue un deber asumido al decir
“no quedaba de otra”, en su condición de mujeres cuidadoras, guardianas de la
integridad de toda la familia, que además debían asegurar las condiciones
mínimas para establecer una vivienda.
Desde los estudios subalternos podemos entender cómo las mujeres se auto-
representan y con esto se otorgan poder, constituyéndose como sujetas activas y
partes de un proceso histórico espacial. Tal como recuerda Yasna:
“Yo me acuerdo de haber jugado mientras mi mamá y mis tías hacían
los escombros, llegaban los camiones y corríamos todos detrás de los
camiones” Yasna.
81
Esta idea de autorepresentación queda también plasmada con lo que dice Haydé.
Para ella el acto más importante realizado por las mujeres en la población y al cual
le otorgó mayor tiempo dentro del relato es el relleno.
“Las mujeres participamos, y lo más importante fue el relleno. Nos
venían a dejar una camionada y uno la esparcía, la iba esparciendo
hacíamos el hoyo, hasta que se iba rellenando, uno rellenaba ya un
pedacito así, chum paraban los palos y se hacia una mediagua, y
después seguía rellenando. Haydé
Al darse cuenta de sus realidades, reconocen que eran ellas las que quedaban día
a día a cargo de sus hogares y al cuidado de los hijos e hijas, lo que no impidió
tomar la iniciativa de una labor que puede ser considerada para hombres.
Estas primeras formas organizativas tenían un carácter nuclear propiamente
femenino ligado al mundo de lo doméstico, a la preparación de comida, y del
desarrollo de una economía de subsistencia para poder juntar el dinero necesario
para pavimentar las principales calles y hacer veredas en los pasajes.
“Sobre todo cuando se iba a hacer las calles las veredas, igual
ayudamos a hacer ¿como se llama? Vendiendo completos…
beneficios!, cosas así, y casi siempre la mujer es la que anda adelante
porque los hombres trabajan mucho, igual que yo casi no participo
porque trabajo pero siempre estoy poniendo mis cosas y colaborando”
Ana.
Ana distingue que la mujer es la que siempre “anda adelante”, es decir, ella
reconoce a la mujer como cuidadora y encargada de los otros, pero establece una
diferencia con los hombres que son los que “trabajan mucho”, trabajan de verdad,
no distinguiendo su trabajo y el de sus vecinas como un trabajo real. Junto a
Haydé trabajaron asalariadamente fuera de su hogar durante el tiempo que las
mujeres se organizaban para lograr mejorías; sin embargo, su escasez de tiempo
no fue impedimento para que cooperaran en los beneficios del barrio. Existió en
este caso una tripe labor: dueña de casa al interior del hogar, empleada doméstica
asalariada en una casa particular y además pobladora organizada.
“Trabajaba en una casa particular, haciendo aseo, lavando, planchando,
o sea que hacia doble trabajo, Triple en el fondo! Tripe porque el trabajo
que hacia en esa casa, en mi casa y en otra casa… ¡bueno Cuádruple!
Porque el otro trabajo de reunirse, estar pendiente del relleno, varios
papeles, papá, mamá amo de casa, dueño de casa, de todo” Haydé.
82
Este testimonio es tremendamente decidor de la realidad vivida por estas mujeres.
En él identificamos claramente la violencia simbólica a la que se refiere Bourdieu:
el acto invisible, violento, insensible y desconocido que significa realizar una
multiplicidad de labores aparejadas a lógicas patriarcales, en las que las mujeres
no se reconocen como víctimas, ya que asimilan las relaciones de poder en las
que están inmersas. A partir de la relación entre del rol masculino como la
estructura establecida, el “deber” de la mujer como habitus socializado y las
prácticas sociales para el beneficio común, se genera una auto representación de
las mujeres de la población, definiéndose ellas mismas como mujeres de triple
labor. Tensión que queda de manifiesto en el siguiente esquema (Ver figura 5).
83
P. Bourdieau
AUTOREPRESENTACION
Como mujeres de “triple” labor
Al rendir cuenta del proceso de asentamiento, todas las mujeres realzan su propia
labor, haciéndonos ver cómo este accionar poco a poco decantó en una misión
que involucraba a gran parte de las mujeres del barrio.
Una vez que cada mujer ya tenía más o menos resuelto el tema del relleno
(aunque cada invierno fuese un tema pendiente) vino la lucha colectiva por los
servicios básicos, como alcantarillado y alumbrado público, los cuales no estaban
garantizados por el Estado pues lo que trataba de una ocupación irregular de
terrenos. Tal como destaca Linda McDowell (1999), las mujeres siempre han
desempeñado un papel fundamental en todo lo relacionado con la reivindicación
85
de bienes y servicios que son distribuidos de manera desigual en el plano
espacial. Como nos cuenta Haydé, los servicios básicos fueron obtenidos de
forma progresiva.
…“nosotros hicimos la alcantarilla… nosotros teníamos un solo medidor
de luz y llegaba un solo recibo a todas las casas, éramos dieciocho
personas las que vivíamos en ese entonces… teníamos un solo pilón
que íbamos a buscar agua ahí, y después con el tiempo también
pusimos agua. Nosotros hicimos la excavación para el alcantarillado”.
Haydé.
Cuando dice que eran dieciocho personas se refiere a que era esa cantidad la que
vivía en el sitio, es decir alrededor de seis familias ubicadas en casas de
construcción irregular. En nuestras visitas a la población comprobamos esta
situación, ya que dentro de un pasaje podemos encontrar varios sub- pasajes en
los cuales se ordenan de forma irregular varias familias unidas por lazos
consanguíneos. Por esta razón, las soluciones siempre estuvieron determinadas
por la capacidad de auto- organización de las pobladoras, que hicieron junto a sus
hijos e hijas las excavaciones para la instalación del alcantarillado.
Para la instalación de alumbrado público siguen la misma lógica de auto-
organización reuniendo el dinero necesario, tal como nos cuenta Liliana, quien
rescata también el carácter dinámico y fraterno que se le daba a los eventos
organizados.
…“aquí para acceder al alumbrado público, se hicieron candidaturas a
reinas, toda la población se reunió, se juntó, se hizo candidatura a
reina, se vendía los votos, se vendía el plato único, los famosos
malones, se inventaba cualquier cosa, en ese tiempo no se vendían
completos porque no nos habían invadido con la comida chatarra, pero
era básicamente las carnes, el pollito y concluía con una fiesta en
donde se cerraban las calles y se coronaba la reina, la primera reina fue
una de mis hermanas, para el efecto de construir alumbrado público,
porque antes era todo oscuro, habían unos farolitos porque eran de
esas ampolletas antiguas, de esas blancas, ese es el alumbrado que
teníamos”. Liliana.
86
Queremos evidenciar cómo distinguimos la generación de la trialéctica de Soja
(2006), y es que a partir de la frase donde una de las pobladoras recuerda cómo
se efectuó la obtención de la luz, es que se aprecia cómo los factores de
socialidad, historicidad y espacialidad se conjugan generando una salida
alternativa a la confrontación de fuerzas entendida en términos duales; por esto
es que mezclamos la división de creación de espacio de Lefebvre para identificar
como estos puntos de fuga se dan al interior de esta dinámica del espacio vivido,
los cuales no pueden ser obviados o simplemente incorporados a las lógicas
dialécticas, ya que representan un híbrido, que no tiene necesariamente que ver
con la representación del espacio que realiza el discurso hegemónico (Ver figura
5).
Distinguimos que el espacio es clave en las formas de socialización ya que las
viviendas se articulan de tal manera que permiten el encuentro de las personas, lo
cual conduce a realizar un diagnostico de las necesidades colectivas, dando paso
de esta forma a la autogestión de la vida, en las cuales las mujeres extrapolan el
trabajo desarrollado dentro de su casa, al mundo público- político. El alcantarillado
y la electricidad no se consiguen armando campeonatos de fútbol, ni
competencias de rayuela, sino a través de labores asignadas a mujeres, como
hacer completos, platos únicos y candidaturas a reina. A partir de esto, se abren
“espacios de negociación” (Soja, 2006), donde las sujetas logran generar niveles
discursivos en los cuales se identifican como protagonistas, dotándolas de
capacidad de agencia, que permite que modifiquen su existir, donde lo domestico
es político. (Ver figura 6).
87
Trialéctica
“hicimos
candidaturas a
reina para sacar
la luz, toda la
Socialidad población se
reunió”
Historicidad
Espacialidad
88
Figura 6: Diagrama relación género - espacio - política
89
las necesidades, se dialogaba, se resolvían conflictos, es decir, se generaban
espacios de socialización que tenían pleno carácter político.
Este carácter de sociabilización no es casual, ya que es el espacio el que permite
tal nivel de compromiso socia. Tal como plantea Juan Carlos Skewes (2005), en
las tomas no existen planos ni ideas preconcebidas; esto difiere del diseño oficial
hegemónico, aquí el diseño y organización del espacio es fruto de prácticas
cotidianas de quienes “al habitar generan el espacio habitado”.
En la siguiente figura (7) queremos evidenciar la idea de habitus de Pierre
Bourdieu (2000) y cómo esta subjetividad socializada crea esquemas mentales y
corporales de percepción, apreciación y acción que son repetidos sin
cuestionamientos.
90
entrega y sufrimiento silencioso como regalo sin contrapartida posible o como
deuda impagable (Bourdieu, 2000).
Ocupando la categorización que realiza Scott (2008) entenderemos que las
relaciones desiguales entre hombres y mujeres se perpetúan mediante la
asociación de lo femenino con aquellos rasgos “inferiores” (el otro, lo privado, lo
irracional, lo subjetivo), así como la identificación del conocimiento masculino
hegemónico con el conocimiento universal general. Es aquí donde los roles se ven
alterados ya que las mujeres escapan de esta asignación de características.
Primero, no se reconocen como “el otro” ya que tienen autoconciencia de la labor
realizada; además, racionalizan sus actos para ser parte de un proyecto común,
escapando finalmente de la esfera de lo privado y constituirse como sujetas
políticas liderando todos los proyectos necesarios para urbanizar el espacio.
“Y todo hemos logrado, lo que tenemos como población, tenemos una
población con alcantarillado, agua potable, luz eléctrica en las calles
domiciliarias, tenemos calles pavimentadas, evacuación de aguas
lluvias, se están construyendo departamento y todo eso gracias a la
luchas de las mujeres. Así como mi madre muchas mujeres, muchas
mujeres” Liliana.
Este dualismo, según Doren Massey (1995), está profundamente interiorizado por
las mujeres, las que van a estructurar su vida cotidiana y su identidad personal a
partir de esta pre-concepción de roles, repercutiendo en la elaboración de los
espacios, perpetuando su condición en las labores que deban ser desarrolladas
en la ampliación de un proyecto común.
“y en eso jugó un rol muy importante la mujer, porque el hombre iba a
trabajar, pero la mujer era la que quedaba en la casa, quedaba con los
hijos, entonces la mujer tomó ese rol” Liliana.
91
dice Guillermina “más que los hombres” no quiere decir mejor, sino como sujeta a
la estructura jerárquica del hombre.
.. “entonces las mujeres si pues, más que los hombres, que siempre
van como más atrás, de primera fueron hombres que lucharon, pero no
era mucho la lucha que ellos hacían, entonces cuando nosotras nos
fuimos metiendo en el cuento hay fueron creyendo harto”…
Guillermina.
92
militado en ningún partido político a fin de no entorpecer su trabajo como
presidenta de la junta de vecinos y su discurso como pobladora.
Salazar (2002) señala que el compromiso femenino en las poblaciones de Chile es
“producto de la explotación del trabajo asalariado (que afectaba mayoritariamente
a los proveedores masculinos) y la expoliación de la vida del hogar (que afectaba
sobre todo a las mujeres de conventillo), la que experimentó una incómoda
división interna entre un “actor obrero” centrado en el movimiento sindical y
político, y un “actor poblacional centrado en el movimiento más inclusivo de la
vida, la familia y el hogar” (Salazar, 2002: 247). Esta constatación, si bien
acertada, no resulta del todo completa ya que al otorgar importancia a la división
sexual del trabajo no considera la producción del espacio en la división de las
actividades asociadas a los sexos y las prácticas políticas.
Tal como señala Linda McDowell (1989) desde los enfoques geográficos, el
investigador debe analizar la realidad para intentar cambiarla, a partir de la
reflexión y deconstrucción de su vida diaria. De esta forma relacionamos el
feminismo utilizado e interiorizado para el análisis de los discursos, ya que más
que evidenciar o destacar los esfuerzos hechos por las mujeres de la población,
queremos mostrar lo difícil y perjudicial para sus vidas esta doble y/o triple labor
para lograr desarrollarse como actoras sociales.
En el siguiente eje desarrollamos un análisis de las prácticas de resistencia en las
cuales las mujeres han sido protagonistas, la confrontación que existe con el
discurso hegemónico y las tensiones en disputa por el espacio.
93
Eje 3: “La tierra conquistada”
94
Este sitio de Internet cuenta con imágenes a través de las cuales se busca
trasmitir un mensaje a la comunidad y el cual forma parte del discurso oficial
implícito. Estas imágenes serán confrontadas con actuales imágenes que
tomamos de la población a fin de develar las tensiones entre la realidad y el
discurso gubernamental.
Paralelo a este trabajo es que recogemos los discursos de las mujeres
entrevistadas a fin de comprender y empatizar con los sentimientos que les genera
su expulsión de la población, ya que con esto comprenderemos los motivos más
profundos asociados a sus prácticas de resistencia.
95
construidos por el Estado o el mercado (Garcés 2002: 425). Entre 1973 y la
actualidad se produjo una profunda inflexión, una verdadera contrarrevolución
urbana (Zibechi 2008: 48). A modo de ejemplo, sólo en Santiago entre 1980 y
2000 se construyeron 202.000 “viviendas sociales” para trasladar a un millón de
personas que vivían en poblaciones autoconstruidas - la quinta parte de la
población de la capital - a conjuntos habitacionales segregados, alejados del
centro (Rodríguez y Sugranyes 2005). Así se fortalece el paso de “la complejidad
espacial de los campamentos a la uniformidad de los conjuntos de viviendas
sociales”, de “la organización a la fragmentación” y, muy en particular, de “la toma
como acto de integración a la ciudad, a la expulsión de la ciudad que perciben los
habitantes de las villas” (Rodriguez y Sugranyes 2005:17 citado en Zibechi
2008:49). Este patrón de reconfiguración urbana en Chile, es el que sigue
primando como eje de acción estatal.
Este proceso de limpieza y exclusión de la ciudad no es una medida casual. Es un
acto político, ya que existe una clara conciencia de que la geografía es “un arma
para la guerra” (Lacoste, 1976). La junta militar que toma el poder en Chile en
1973 posee claridad de la utilidad que presta el espacio para los fines de
consolidación de la identidad nacional. A modo de ejemplo, una de las medidas
implementadas es la transformación del sistema sanitario (geografía de la salud),
el que durante la Unidad Popular es incentivado y fortalecido en los centros de
salud comunitarios para luego ser sustituido por un centralismo curativo en manos
de hospitales a los cuales solo las clases medias y altas tendrán acceso (Harvey
2007:40). La misma Junta incentiva además el estudio de la geografía física en las
escuelas e instituciones educativas y promueve esta idea de espacio público como
propiedad impenetrable que debe estar bajo el dominio y control del estado. Por
lo que las tomas de terreno constituyen claramente una amenaza a la legalidad del
régimen.
Esta política habitacional elaborada en dictadura fue continuada por la coalición
concertacionista (1990- 2010), la que adopta sin ningún reparo el sistema
neoliberal impuesto a sangre y fuego en todas las esferas de la vida chilena y que
pesar de haber sido promotora de la democratización de los sistemas de acceso al
96
poder político, sigue el patrón de Estado Corporativo garante de las condiciones
materiales propicias para la inversión de capitales. Referente al tema de la
vivienda, las “necesidades y prioridades nacionales” son capaces de diseñar y
aplicar una variedad de técnicas de manipulación, control y absorción del conflicto.
Tal como señala Harvey (2007), el poder de control y manejo sobre el
descontento social, se puede ver apreciado en que en Chile nunca más existió una
toma de terreno, gracias a la desarticulación de los movimientos sociales, las
diversas formas enajenación del mercado y la disgregación y traslado a los
extramuros de la ciudad, una colonización forzosa de las periferias en la que los
nuevos vecinos se convierten en deudores desarraigados de sus mundos (Zibechi,
2008: 50).
La erradicación de Pedro de Valdivia se enmarca en esta lógica de adecuación de
los sistemas productivos capitalistas y de disciplinamiento espacial, el cual tiene
su expresión máxima en el Proyecto Ribera Norte.
97
Categoría 2: Programa Ribera Norte
Al momento de realizar este capítulo, la pagina oficial del programa aún se
encontraba con el logo de la antigua administración, en ella encontramos un link
que hace referencia a la historia del programa Ribera Norte.
Aquí evidenciamos que el proceso antes descrito tiene relación temporal con el
marco que da inicio al Plan Ribera Norte. En el tercer párrafo podemos distinguir
cómo se evidencian los “agudos problemas sociales del área” y se asocia su
solución a la inversión privada en la generación de espacios para proyectos
inmobiliarios. Es decir un punto depositario de nueva inversión de capitales a
través del despojo de los y las pobladores/as que allí habitan.
98
En el punto siguiente mencionan que “contaban con la propiedad de los terrenos”
como si ya estuviera resuelto y no existiera ningún tipo de resistencia a la
actividad, lo cual es falso y queda de manifiesto en las entrevistas de las mujeres
pobladoras. Además existe un marco legal regulatorio a través de la Ley de
concesiones que potencia la inversión privada en conjunto con la intervención
estatal que dota de todas las facilidades para hacer viable el proyecto.
Finalmente en el último párrafo se crea una imagen de que todo el proyecto
avanza con la venia de los pobladores, anulando cualquier voz que se mostrara
disidente ante el proceso de expropiación.
El proyecto contempla varias etapas, de las cuales ya se han concretado la
Avenida Costanera y Puente Llacolén, Avenida Prat y Padre Hurtado, Barrio
Cívico, Parque Costanera, Parque Central, viviendas de radicación, supermercado
Líder, Portal Bicentenario. Queda pendiente el proyecto de erradicación del sector
Pedro de Valdivia Bajo. Esta última etapa del proyecto es justificado, además, por
la precariedad en que viven los pobladores, así queda de manifiesto en el
siguiente cuadro de texto extraído de la pagina de Internet, en donde tildan la
situación de los vecinos de Pedro de Valdivia como de extrema pobreza, tal como
vemos en figura de la pagina siguiente.
99
Figura 9: Pobreza a orillas del río. Fuente: www.riberanorte.cl/pobreza.html
100
En el siguiente diagrama contraponemos los objetivos que justifican para la
autoridad la ejecución del Programa Ribera Norte, a los cuales hemos realizado un
análisis desde la geografía crítica.
101
¿Qué quiere decir el gobierno con visión metropolitana?
Primero es evidente que la política pública entiende el
4. Forjar espacios públicos con Espacio como Representación del espacio (Lefebvre
una visión metropolitana. 1967) obviando el carácter dinámico que se da a los
espacios socialmente vividos por los pobladores/as. La
opción aquí es invertir a tal punto de convertir la ciudad en
un polo atractivo de inversiones inmobiliarias, situación
que podemos evidenciar en el resto de la ciudad.
Figura 10: Esquema análisis de los objetivos del Programa Rivera Norte.
102
En el siguiente esquema de imágenes contraponemos las fotos tomadas por nosotras a la
población y las expuestas en la página de Internet del Proyecto Rivera Norte.
103
Imágenes actuales de la Imágenes antiguas alejadas
población de la realidad
Violencia simbólica
Figura 11: Contraste fotografías actuales de Pedro de Valdivia Bajo versus fotografías expuestas en la
página www.riveranorte.cl Fuentes: Tomas propia y www.riveranorte.cl
Dentro de la población podemos ver que las fotografías que exhibe la página
oficial del proyecto no tienen relación con la realidad de sus habitantes. Si bien
existen focos de precariedad, el material de las viviendas autoconstruidas ha
mejorado, constituyéndose como espacios donde prima el valor de uso de la tierra
ocupada por sobre el valor de cambio que le otorgan las autoridades que quieren
sacar a sus habitantes.
104
Figura 12: El Autofinanciamiento. Fuente: www.riberanorte.cl/autofinanciamiento.html
Como hemos visto, existe una tensión entre la legalidad y la legitimidad que tiene
el espacio ocupado por los pobladores y pobladoras. Este choque de fuerzas
desiguales queda de manifiesto evidente cuando evaluamos las condiciones en
las que se plantea la inversión de capitales, asumiendo que el proyecto será
ejecutado de todas maneras, aún cuando la situación de los y las pobladores/as
no está resuelta. Otro elemento de violencia simbólica que genera niveles de
inseguridad y miedo dentro de las vidas de los y las vecinos/as.
Se realizan estimaciones de la inversión privada cercanas a los 370 millones de
dólares, y no esconde las intenciones de ubicar en el sector viviendas de estratos
medios-altos y altos, lo cual se opone totalmente al estrato social actualmente
ubicado en Pedro de Valdivia Bajo. Aquí se hace patente el hecho señalado por
105
Marx en el que la acumulación de capital se produce en un contexto geográfico,
que a su vez produce tipos específicos de estructuras geográficas, demostrando
cómo es posible relacionar, teóricamente, los procesos generales de crecimiento
económico con la comprensión explícita de una estructura emergente de
relaciones espaciales (Harvey, 2007: 255). También podemos ver cómo se estima
por parte de las autoridades que dentro de una década el proyecto será capaz de
albergar la inversión privada. Para nosotras, esto trata de ajustes espacio-
temporales (Harvey 2007) (desarrollado en el capitulo II p. XX), que necesita el
capitalismo para sobrevivir de modo que sea capaz de absorber los excedentes de
capital y trabajo existentes (Harvey 2004: 98).
De esta forma, la acumulación por despojo provoca la expulsión forzosa de los
pobladores y pobladoras, enmascarada bajo formas amables de planteamiento de
alternativas de viviendas para los actuales habitantes de Pedro de Valdivia Bajo.
Además, para que ocurra la desposesión, se deben contemplar factores que
propicien el proceso de desalojo forzado. Uno responde al plusvalor del suelo
garante de inversiones privadas y como segunda categoría, es que parte de los
pobladores no tenga título de propiedad, para lo que indica Harvey, o bien resisten
y luchan, o simplemente se trasladan adoptando lo ofrecido.
Para Harvey (2008), la urbanización es canal esencial de uso del excedente, por lo
tanto, el derecho a la ciudad va de la mano con la democratización de la
producción y utilización de este excedente. Esto debe ser exigido por los
habitantes como cuota pública por el plusvalor que se ha generado en los terrenos
luego de los espacios creados, pero tal como señala Harvey, esta acción justa y
democrática ha sido inhibida por el neoliberalismo por medio de las distintas
ofertas, en el caso de la población, las viviendas sociales, que de igual forma
responden a las estrategias desarticuladoras de protesta social. El derecho a la
ciudad, tal como se halla hoy constituido, se ha entregado a una reducida elite
política y económica que se halla en condiciones cada vez más de conformar las
ciudades de acuerdo con sus propios deseos (Harvey, 2008:37). Esto se ve
claramente reflejado en las oferta que hace el proyecto Ribera Norte para que los
terrenos sean adquirido para proyectos inmobiliarios y de comercio con categoría
106
“alta, media- alta” con el fin de continuar los deseos de que el barrio sea
constituido en su totalidad por familias adineradas, es decir, la élite.
Desafortunadamente, los movimientos sociales no son lo suficientemente fuertes
como para proponer una solución, ni han confluido en torno al objetivo singular de
obtener un mayor control sobre los usos del excedente y mucho menos sobre las
condiciones de su producción (Harvey, 2008). En este sentido, el movimiento de
pobladores de Pedro de Valdivia se ha desarticulado por el enfrentamiento entre lo
atractivo de las propuestas inmobiliarias y por la resistencia de los vecinos que
han sido parte de la creación del espacio a partir de un proyecto que ha ido
creciendo de generación en generación, por lo que su concepción de lugar es
mucho más profunda que la de los habitantes que encontraron en la población una
solución habitacional.
La reflexión final que compartimos con Harvey es “La libertad de hacer y rehacer
nuestras ciudades y a nosotros mismos es uno de nuestros derechos humanos
más preciosos, pero también uno de los más descuidados” (2008: 39).
A partir de esto, es que la resistencia la hemos encontrado en el transcurso de la
investigación, no sólo entendida como formas de protesta organizada (cortes de
ruta, murales y pegatina de afiches en contra de la expropiación) las cuales han
sido constates durante este proceso, sino también como discursos constitutivos,
en donde habitar también es resistir. (Ver figura 13).
107
“No me voy por ningún motivo y yo creo que mucha
Identidad en función del
espacio y del tiempo (yo gente, de mi edad, o más, o un poco menos, igual
pertenezco aquí, ésta es mi
jóvenes, que son de generaciones que han vivido
biografía, mi historia)
(Harvey, 2007:140) acá, por ningún motivo quieren dejar su espacio,
porque esto les ha costado a sus padres, sus
abuelos y cada grano de arena, no hay que ser
melodramático para hacer este relato, cada grado de
arena nos ha costado a nosotros, aquí no ha venido
ninguna autoridad a darnos una camionada de arena,
a darnos un palo” Liliana.
Sensación de valor
“Yo le tengo cariño a la Población, si no me dieran
adjunto , entorno
conseguido a partir del casa aquí yo no me voy…a otra parte no. Uno llegó
trabajo(Raymond Williams
joven, bueno ni tan joven, pero empecé a hacer mi
citado por Harvey, 2007:
191) vida aquí...nunca he andado arrendando, empecé mi
vida aquí, en este ranchito y aquí sigo, nacieron mis
hijos crecieron mis hijos”. Haydé
108
Conclusiones
109
político, se perpetúa el habitus y la lógica del cuidado de los otros como
condiciones naturalmente femeninas.
110
Visibilizando estas importante labores realizadas por las mujeres es que no
queremos otorgar significancia, en el sentido de enaltecer la capacidad de
“aguantar” de las mujeres ante esta pesada carga, sino que nos mostramos
críticas ante el hecho de que esta sobreexigencia no representa una labor
reconocida, sino que es ocultada y pasada por alto al momento de querer
erradicar a la población.
111
existir en algunos pasajes de la población, donde se sabe hay delincuencia y
drogadicción. Esta realidad no es negada en la investigación ya que es real y
latente, pero criticamos que a partir de esta condición de vulnerabilidad, se
desarrollen generalidades, las que potencian los discursos hegemónicos para
efectos de la erradicación. Creemos que esta es una condición que se da a nivel
trasversal en todas las poblaciones vulnerables del país, pero no debe ser una
situación utilizada como pretexto para una expropiación, ya que la solución no es
sacarlos, si no rearticular la población a partir de políticas habitaciones que
fortalezcan las cualidades del lugar, les ayuden a reconvertir la población, y de
este modo, potenciar las redes de sociabilidad que se han generado en torno a la
articulación de espacios. Esto les permitiría, en primer lugar, acceder al derecho a
titulo de dominio, gestión que ha sido negada, y que representa una medida
arbitraria que ayuda a su erradicación y genera miedo constante a la salida
forzosa, ya que tal como manifiestan “no tenemos nada, no tenemos donde irnos”.
Es el plusvalor del suelo y su importancia dentro de la ciudad lo que representa el
interés más grande de la expansión geográfica capitalista, mostrando cómo los
intereses por la reinversión de capitales constituyen la finalidad de su erradicación,
ya que el proyecto no responde a las necesidades habitacionales que los y las
pobladores/as tienen. Trasladarlos a departamentos alejados del centro, implica
una serie de “nuevos gastos”, una alteración en la economía domestica, y una
mutación en las dinámicas familiares de convivencia y sociabilidad.
112
originaria de capital. Tal como uno de los mayores aportes que el mundo feminista
hizo al marxismo consistió en que había que considerar el trabajo femenino en el
análisis de acumulación agregando plusvalor del trabajo doméstico -entendido
como las acciones en donde el trabajador había dormido en una cama hecha, se
había alimentado e iba sexualmente satisfecho para rendir ante las exigencias
capitalistas- así mismo, existe un plusvalor en la creación de espacios por parte de
las mujeres, el cual será usurpado por el Programa Ribera Norte.
113
saneamiento de los terrenos que fuera efectivo, en contraste al proceso vivido en
Chile a partir de 1990, en el cual se regularizan muchas tomas de terreno. Sus
implicancias pueden ser muy profundas y no fueron desarrolladas en este estudio.
Cabe preguntarse ¿Existió en Pedro de Valdivia un cierto clientelismo que
desarticuló el movimiento social en función de la obtención de titulo de dominio?
También sería útil continuar el proceso de las familias que están próximas a ser
reubicadas en otro sector, aunque ya existen luces sobre el tema en otros estudios
(Rodríguez y Sugranyes, 2004) los cuales han dejado al descubierto cómo la
política habitacional implementada desde el gobierno ha conseguido aumentar los
niveles de delincuencia y de infelicidad de las familias chilenas reubicadas.
Es importante señalar que, sin perjuicio de que podamos seguir desarrollando
investigación, uno de nuestros campos de acción profesional, se desarrolla en el
aula de clases, donde a pesar que la labor docente está supeditada a las
decisiones del gobierno de turno y que los Planes y Programas muchas veces
limitan a los profesores y profesoras, es necesario la actualización disciplinar de
los y las docentes y la integración de teorías que deben ser incorporadas, a fin de
educar de forma más completa y entregar herramientas para la modificación de la
realidad, desde una visión crítica y antipatriarcal.
114
Bibliografía
115
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Linkografía
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www.jacquesderrida.com.ar
www.caosmosis.acracia.net
120
Anexos
I. Entrevistas
121
entonces cuando llovía años atrás, llovía tanto, se subía el río y ahí es donde se llevaba casas
completitas.
122
Es que a nosotros siempre nos han querido sacar de aquí, entonces las mujeres si pues, mas que
los hombres, que siempre van como más atrás, de primera fueron hombres que lucharon, pero no
era mucho la lucha que ellos hacían, entonces cuando nosotras nos fuimos metiendo en el cuento
hay fueron creyendo harto, porque antes nosotros nos alumbrábamos con vela, aquí no teníamos
agua adentro de las casas, teníamos que ir a buscar agua a la cancha. Atrás de esto, que después
ya se empezó a poblar, aquí la cuadra no era completa, una que otra entonces uno iba hacia atrás
y en esa casa había un pilón y ahí íbamos a buscar agua. Las mujeres más que todo eran las que
hacían fila con los tarros para ir a buscar agua con los baldes, los niños también.
3.- ¿Por qué cree usted que desempeñaron dicho papel?
Esa es la pena que nos da chiquillas, que este lugar quieren hacerlo parque, entonces díganme
¿Quién va a venir al parque aquí si le tienen miedo a la delincuencia? Si el parque tiene que
quedar hasta ahí donde está. En la junta de vecino nos juntábamos, la junta de vecinos numero 32,
que esta como en la parte del medio, como en el ombligo, porque el sector de de Pedro de Valdivia
parte en el puente viejo hacia la mochita, pero ahora la población está toda dividida, empezaron
que el alcantarillado que no se que, pero aquí la junta de vecino no la dividieron los vecinos la
dividieron los políticos, la alcaldesa, quiso hacer una junta de vecino de derecha para ella manejar
toda esta gente y así están.
4.- ¿Cree que la participación de las mujeres fue primordial para el desarrollo del proceso de
la toma?
Fue fundamental, éramos súper unidas y con los hombres igual, lo que pasa es que no es bueno
politizar, que si uno es de derecha es de izquierda, no. Eso digo yo, nosotros somos los tontos
útiles porque nosotros le damos el voto a los políticos porque nosotros no tenemos que
abanderarnos con nadie, si uno sus ideas las tiene adentro, hay gente que cree, que dice “esta
vieja es comunista” “esta vieja es revolucionaria”, pero que queden con la duda, no uno llevar la
bandera, en eso yo no.
Cuando estamos unidas, las mujeres éramos las protagonistas, hicimos, empezamos a trabajar,
esto mas o menos, haber hace unos 12 o 15 años empezamos a trabajar, porque esto no tenia
alcantarillado, entonces empezamos a trabajar por comités, porque la junta de vecino numero 32
hizo comités, alcanzamos a llegar hasta 36 comités por distintas partes, entonces cada comité
trabajaba con sus vecinos y colocábamos plata entonces nos organizábamos haciendo
empanadas, platos únicos, que el pollo y las papas mayos que era común, entonces “vecinos
saben que este fin de semana no hagan almuerzo porque nosotros vamos a juntar la plata para ir
a entregarla arriba para que el alcantarillado no se nos salga tan pesado, como te dijera yo para
que nos salga mas o menos gratis, así había que hablarle a la gente, entonces ya “¿cuantas
tarjetas quiere usted? Yo quiero tres”, en ese tiempo a mil pesos, quinientos pesos el plato,
entonces una presidenta, la secretaria, y vamos anotando, una tesorera, ya “en tal parte hay que
entregar tantos platos” entonces era una organización, nos organizábamos para poder tener
alcantarillado.
Me gustaría rescatar lo que se hacia aquí antiguamente, en este sector, este sector era muy unido
hijita, se hacían carnavales, eso se perdió por la desunión de los políticos que vinieron en vez de
unirnos nos desunieron, ahí se vio, este es de derecha y este es de izquierda, y ahora la pelea es,
uno pasa y esta tal por cual, como tirandose, como dice el chileno mierda pa aya mierda para acá,
123
entonces derepente uno pasa y los vecinos que llevan 30, cuarenta años aquí en el sector no se
saludan, por la diferencia política, eso me gustaría a mi rescatar, esas cosas de antes, los
carnavales, las candidatas a reina los clubes deportivos, era todo unión, ahora llega un cabro de
trece o catorce años a disparar entonces prefieren todos estar en la casa, entonces uno quisiera
rescatar eso de antes que se perdió. Yo fui deportista, organice ramas femeninas en los clubes
deportivos, llegamos a tener mas de 50, fuimos las primeras mujeres que jugamos fútbol aquí en la
octava región, yo te estoy hablando del año 67, 68, 70, 71, fuimos a jugar hasta santiago, jugamos
aquí en el estadio, hay recortes de diarios, todo.
Yo amo mi sector, lo amo, y me da mucha pena lo que esta pasando, y a veces he botado muchas
lagrimas, me da pena, pero voy a defender mi terreno como lo hacen nuestros hermanos
pehuenches, a mi me da pena cuando empiezo hacer historias y me acuerdo de la unión de los
vecinos pero ahora eso se perdió.
Yo le digo a la juventud que está aquí que luche por su sector, porque los viejos nos estamos
muriendo, pero la gente joven, los hijos los nietos que luchen porque lo que nuestros padres y
madres hicieron, eso me gustaría rescatar que algún día dijeran “tenemos nuestra escritura”,
porque hay muchas pero muchas constructoras que están interesadas en este sector, estamos
cerca de todo, tenemos el sanatorio alemán, tenemos buena movilización, estamos en un sector
que quien no quisiera vivir en este sector. Entonces bueno digo yo, el que se quiere ir que se valla,
pero no sabe lo que se está perdiendo vivir en este sector.
124
Y ahí al frente tenia mi casita, después me fui, estuve un tiempo en Cañete un par de tiempo,
después trabajando en san pedro puertas adentro con mi hijo, y después cuando se fueron mis
patrones que yo tenia, entonces la hayde me dijo porque no me venia para acá. Son 13 años los
que yo llevo en esta casa, eso…como no me acuerdo la fecha, pero esta fecha me la hice hacen
13 años que estoy aquí. Y de ahí me vine para acá, compré madera, con mi plata, sola. Solo que
uno de mis hermanos me vino a hacer la casa si, pero yo igual ayudando.
2- ¿Cuenta usted con relatos sobre la ocupación del terreno que le hayan sido traspasados
desde la misma población (vecinos, ancestros, amigos)?
Si po, si incluso mi hijo ayudó también, a hacer alcantarillado también, pero yo no porque yo
trabajaba entonces no estaba a estas horas, pero el venia y ayudaba. Los niños como eran chicos,
se podían meter a seguir haciendo los hoyos debajo de la tierra, para dar con el porte del tubo que
se iba a instalar después. Así que todos… todos estaban ahí poniéndole el hombro.
3.- ¿Que hechos puede relatarnos sobre el proceso de ocupación de terreno?
Es que todos ayudaban, unos más otros menos, pero todos ponían su cuotita
4.- ¿Existieron momento de tensión con la fuerza publica y/o la autoridad?
No, que yo me acuerde.
5.- A pesar de las constantes inundaciones en la población debido a estar en el borde del
lecho Biobío ¿Por qué cree usted que la gente decidió quedarse en la población?
Bueno, la gente que se vino, fue porque no pagaban arriendo y cosas así, sino uno tiene que pagar
arriendo y estar botando plata plata, lo mismo que yo aquí no pago nada, pago luz y agua no más,
no pago nada, igual porque queda cerca del centro, está todo mas cerca, se puede ir caminando.
4.- ¿Cree que la participación de las mujeres fue primordial para el desarrollo del proceso de
la toma?
Si, porque igual mis vecinas, se han sacado la mugre trabajando para subsistir, el doble trabajo, el
trabajo en la casa y más trabajando. Bueno yo ahora no puedo decir trabajo y hago las cosas
porque ya no, tenemos nana jajaja (nuera de la señora ana).
Me gustaría que las autoridades tuvieran más consideración, nadie viene, la municipalidad, la
junta de vecinos. yo no puedo decir: me ayudan aquí allá. Ahora mismo cuando fue el terremoto
se quebró unos vidrios, usted cree que alguien vino “¿Le falto algo? que le paso en su casa?” uno
125
se las arregla solitas no mas. Bueno ahora con mi hijo que creció esta mas grande uno tiene una
esperanza algo así.
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¿Como avanzaban, en los veranos y los inviernos?
En todo tiempo, porque cuando estaban ensanchando Pedro de Valdivia, toda esa tierra que
sacaron de Pedro de Valdivia…
¿Qué año fue eso?
Haber… no me acuerdo…pero tiene que haber sido…entre el 85 y el 90 tiene que haber sido el
ensanche de Pedro de Valdivia, para hacer la doble vía, entonces toda esa tierra que allá
desecharon la gente rellenó aquí para allá.
3.- ¿Que hechos puede relatarnos sobre el proceso de ocupación de terreno?
Haber...nosotros hicimos la alcantarilla… nosotros teníamos un solo medidor de luz y llegaba un
solo recibo a todas las casas, éramos dieciocho personas las que vivíamos en ese entonces, y
esas tenían un solo medidor de luz. Pero por ejemplo en ese entonces no toda la gente tenía tele
ni nada, si éramos gente súper pobre, no había refrigerador, no había nada en ese tiempo, no salía
mucha luz, por eso muchos tienen muchos hijos jajaja, no había tele no había nada, una radio loca
por ahí. Y la luz de la ampolleta. Después teníamos un solo pilón que íbamos a buscar agua ahí,
íbamos a buscar agua, y después con el tiempo también pusimos agua. Nosotros hicimos la
excavación y vino uno de ESBIO y puso las mangueras y puso medidor para hacer el agua. Y
después como en el 95, 96 aproximadamente ahí pusimos alcantarillado y antes como pozo negro,
los patios tenias varios orificios, porque se llenada uno se hacia otro.
¿Y el agua para cocinar?
Había que ir a buscar al pilón que estaba como a media cuadra, para lavarse la cara, para cocinar,
para todo.
¿No había ducha hasta el año 95?
No, no, no, después tiraron una cañería por blanco cuando se puso (…) y ahí tiraron mangueras,
pero era un solo medidor que teníamos que pagar nosotros, eso se dividía en todas las casas que
había, un medidor común igual que la luz.
¿De eso quien estaba a cargo?
Ponían el medidor en una casa y esa casa se quedo a cargo del medidor, y después ella avisaba
cuanto salio del agua, de la luz, y nosotros íbamos a pagarle a ella y ella iba a pagarle a la
compañía, la gente se relacionaba mucho más, ya todos los meses había que ir a pagar, ella venia
a avisar y todo eso. Y nos tocaba un mes cada uno cobrar la luz, o el agua. Eso casi siempre lo
hacían mas las mujeres, aunque a veces los hombres, pero mas las mujeres.
4.- ¿Existieron momento de tensión con la fuerza publica y/o la autoridad?
No, nunca desde que yo estoy acá, lo único que vinieron a reclamar que eran dueños los terrenos
para abajo, aya por la mochita hacia abajo ahí nos iban a hacer casa a nosotros hace un par de
años atrás, y no se pudo porque supuestamente había un señor que era propietario de esos
terrenos, de la mochita para allá hacia Lonco. Y después no se en que quedaría en realidad,
hicimos marchas y todas esas cosas pero nunca pasó nada. Apareció un dueño porque ese dueño
reclamaba su terreno como tránsfugamente, porque una vez yo vine cuando era cabra chica y eso
era río, de la línea hacia allá era puro río.
5.- A pesar de las constantes inundaciones en la población debido a estar en el borde del
lecho Biobío ¿Por qué cree usted que la gente decidió quedarse en la población?
Es porque está cerca del centro, esta cerca de todo, uno si no tiene monedas para ir al hospital va
caminando, si quiere salir a pasear está el parque, si quiere ir a ver la parada está la plaza, claro
uno puede hacerlo caminando, la gente se ahorra plata. Además la gente se quiso quedar porque
no había otra parte a la que irse, bueno a lo mejor si había pero…es que también uno pensaba
“aquí yo no pago arriendo”, bueno luz y agua siempre hay que pagar, pero no tengo que pagar
dividendo, arriendo y también es un ahorro para la persona que es de bajos recursos.
127
llegaba a las once de la noche, es como vivir sola. Yo iba a las reuniones, yo veía las cosas del
pasaje.
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carabineros en bote, conmigo recién nacida, yo nací aquí y con mucho orgullo he vivido estos 53
años aquí, 58 años he vivido aquí, pero en historia nosotros llevamos 5 generaciones viviendo en
Pedro de Valdivia, la familia Montesinos Alarcón
¿Tiene titulo de dominio de su vivienda?
No, no tenemos titulo de dominio, porque estos son terrenos que nosotros rescatamos al río, estos
fueron terrenos de auto construcción y nuestras casa son de auto construcción, la mitad de nuestra
población le quito al río y la otra son terrenos de bienes nacionales que no se cómo y en que
circunstancias lo inscribió ferrocarriles y ferrocarriles les vendió a sus trabajadores. Entonces la
mitad de este sector, o menos de la mitad es con terreno regularizado con título de propiedad y el
resto sin título de propiedad hoy en día entre bines nacionales y terreno serviu son los que se
adjudican estos terrenos, pero en realidad estos terrenos los sentimos nuestros, porque nosotros
los construimos y nosotros le quitamos al río y a la naturaleza 23 hectáreas.
¿Y usted tiene más familia aquí en la población?
Sí, vive una hermana, una hermana, un hermano, bueno en total nosotros fuimos 12 hermanos y
yo soy la menor, ahora quedamos 9 hermanos, dentro de este sector vivimos 3, antes vivíamos
todos pero algunos emigraron, pero ahora vivimos 3 hermanos dentro de este sector de la
jurisdicción de Pedro de Valdivia, que es desde el puente viejo, de la mitad del puente viejo hasta
la calle “sanders” vivimos 3 familias de la familia Montesinos Alarcón, pero de ahí vienen nietos,
sobrinos, yo tengo tátara sobrinos, así que de la familia directa somos 3 pero de esa generación
son no se cuanto, ya perdimos la cuenta, pero yo digo que somos como un clan bastante grande,
yo diría que son más de 300 personas.
II. Aproximación a los niveles de memoria
Y usted que recuerdos tienen de la población, de niña toda la vida criada aquí...recuerda que
cosas se hacían para crear espacios
Como se empezó a trabajar los rellenos, La gente históricamente como empezó a llegar aquí, mi
abuelo llego cerca del 1900 del campo, ellos venían del campo, de parte materna venían de
Cobquecura, ellos llegaron aquí a concepción producto que hubo una crisis económica y ellos
perdieron todo su campo y tuvieron que venirse a la ciudad a buscar nuevos horizontes y trabajo
para poder alimentar a su familia. Y mi padre viene del otro lado, de la novena región de Pinochao,
cerca de la cordillera, entonces se juntaron dos polos, producto de la necesidad de trabajo, porque
esta zona era una área de micro empresas familiares, entonces la gente llegaba a buscar trabajo
aquí, producto de eso y de la necesidad de tener un lugar donde vivir la gente le fue tomando al
río, después vinieron el terremoto del 30 y tanto, producto de esos mismos escombros ellos en
carretones, carretillas, porque en ese tiempo no existía la maquinaria que existe hoy en día, ellos
trasladaban material e iban tomándole al río y las casa en palafito, de esa forma fueron llegando,
se fueron organizando, como poder tener seguridad, y en eso jugó un rol muy importante la mujer,
porque le hombre iba a trabajar, pero la mujer era la que quedaba en la casa, quedaba con los
hijos, entonces la mujer tomo ese rol, porque aquí no había agua potable, no había luz, no había
alcantarillado, no teníamos nada.
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Y cuál cree usted que es la importancia de este lugar porque la gente ya decidió quedarse a
pesar de las inundaciones, de tener que rellenar, cual es la significación que usted le da a
este espacio dentro por ejemplo de la ciudad...
R: para mí el significado de esta tierra, y de muchas personas que usted puede conversar de mi
edad o personas de más de mi edad o con muchos más años, que nosotros esto se lo ganamos al
río, nos sentimos plenamente orgullosos, porque nosotros no le quitamos nada a nadie, no le
robamos nada a nadie, nosotros no nos fuimos a tomar un predio que le perteneciera a otra
persona y nos fuimos a instalar, no... nosotros construimos nuestra población, nosotros hicimos
patria, hemos hecho patria, y de eso nos sentimos enormemente orgullosos, de haber hecho
patria y de haber construido 23 hectáreas, que no es menor, para la ciudad de concepción, y que
hoy en día lamentablemente la ciudad de concepción nos mira como el patio trasero de la ciudad y
aparte de mirarnos como el patio trasero, nos quieren quitar nuestros terrenos, porque estos
terrenos hoy en día para ellos son valiosos, porque están a minutos de la ciudad, estamos con una
carretera que se va ampliar al borde del río, el río ha sido para nosotros, cuando esto recién se
estaba construyendo, como el enemigo nuestro pero nosotros domamos al enemigo y ahora es
nuestro amigo, y ese amigo que hoy día tenemos, ellos quieren que nosotros nos vallamos de aquí
y ellos poder disfrutar de esto, cuando me refiero a ellos me refiero a la clase alta, a los concejales,
la gente que tiene el poder del dinero, el poder político, ellos quieren usufructuar de lo que nosotros
construimos, y ese es el orgullo que nosotros tenemos y que lo llevamos muy dentro de nuestro
corazón, y en nuestras vidas, el haber construido nuestra propia población y nuestro propios
terrenos , ese es el orgullo que vamos a tener y que vamos a morir con eso.
Contándole parte de la historia mía, de mi familia, como le contaba mis abuelos llegaron cerca del
1900, mi madre nació aquí en Pedro de Valdivia, conoció a mi padre aquí, y mi madre murió de 96
años en el año 1995, y hay esta mi madre (indica fotografía), cinco generaciones, y mi madre lucho
contra el río, contra las autoridades que en algún momento venían y la echaban abajo su casa o lo
que ella tuviera se lo echaban abajo y ella volvía a construir, luego le volvían a echar su casa abajo
y ella volvía a construir, porque ella quedo viuda a los 55 años, cuando mi padre falleció yo tenía 6
años y ella quedo con muchos hijos pequeños, y ella lucho, y ese ejemplo que me dejo mi madre
de lucha y sacrificio yo lo voy a llevar hasta el día que dios me lleve a su lado, porque siento
orgullo de mi madre, de mi familia y de mi tierra y si me quiebro en este momento, es porque lo
siento así, siento que amo mi tierra , que soy como una mapuche que años y años ha luchado
años y años con muchas piedras en el camino pero así y todo hemos logrado lo que tenemos
como población, tenemos una población con alcantarillado, agua potable, Luz eléctrica en las
calles domiciliarias, tenemos calles pavimentadas, evacuación de aguas lluvias, se están
construyendo departamento y todo eso gracias a la luchas de las mujeres. Así como mi madre
muchas mujeres, muchas mujeres, Aquí antes no había junta de vecinos porque no había una ley,
esa ley la creo Frei Montalva en el año 68 69 creo ley para las juntas de vecinos, ley y estatutos
para juntas de vecinos, nosotros tuvimos esa personalidad jurídica el 21 de septiembre de 1970,
desde ahí se constituye la junta de vecinos, pero antes teníamos un comité que se llamaba.... no
me puedo recordar en ese momento, pero eran dos comités muy importantes y eran formados
mayoritariamente de mujeres.
Por ejemplo aquí para acceder al alumbrado público, se hicieron candidaturas a reinas, toda la
población se reunió, se junto se hizo candidatura a reina, se vendía los votos, se vendía el plato
único, los famosos malones, se inventaba cualquier cosa, en ese tiempo no se vendían completos
porque no nos habían invadido con la comida chatarra, pero será básicamente las carnes el pollito
y concluía con una fiesta en donde se cerraban las calles Y se coronaba la reina, la primera reina
fue una de mis hermanas, para el efecto de construir alumbrado público, por que antes era todo
oscuro, habían unos farolitos porque eran de esas ampolletas antiguas, de esas blancas, ese es el
alumbrado que teníamos.
Después para sacar el agua potable lo mismo, se hacían campañas, y quien hacia esas campañas
y quienes hacían todos esos trabajos eran las mujeres, por que los hombres trabajaban y nos
decían que teníamos que hacerlo nosotras aparte de criar los hijos teníamos que hacer todo lo
demás, pero quien siempre lidero todo el procesos e Pedro de Valdivia fueron las mujeres, Muy
poco hombres, no quiero dejar mal a los hombre tampoco, pero muy pocos se comprometieron en
la lucha de lo que hoy es la población Pedro de Valdivia.
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La señora Guillermina no decía que hace poco los denominación Pedro de Valdivia alto y
bajo...
R: Muy poco, antes éramos un solo Pedro de Valdivia, después del 73 ya se nos denomino en alto
y bajo, en una forma peyorativa, pero yo digo que nosotros debemos tomar de buena forma porque
desde el punto de vista geográfico estamos bajos, pero no por eso valemos menos personas que
ellos, pero del punto de vista valorativo nosotros valemos más que ellos. De hecho nosotros
tenemos muchos amigos que viven, por generaciones que somos amigos, que viven en pedro de
valdivia alto.
¿Usted no se quiere ir de aquí?
No por ningún motivo y yo creo que mucha gente, de mi edad, o más, o un poco menos, igual
jóvenes, que son de generaciones que han vivido acá, por ningún motivo quieren dejar su espacio,
porque esto les ha costado a sus padres, sus abuelos y cada grano de arena, no hay que ser
melodramático para hacer este relato, cada grado de arena nos ha costado a nosotros, aquí no ha
venido ninguna autoridad a darnos una camionada de arena, a darnos un palo, excepción de la las
personas que a través de los programas puentes, programas que implemento los gobiernos de la
concertación para ayudar a los que tenían menos posibilidades de arreglar sus casas, a jefas de
hogar ,a esos se los ayudaba, pero en su mayoría la gente con lucha y sacrificio y todo lo que hay
aqui, clavos todo, de sacrificio de las personas que hemos luchados y trabajo para obtener lo que
tenemos. No hay ayuda de por medio gubernamental, de ninguna clase, si yo le estoy contando los
que para sacar la luz, el agua, los gobiernos nunca nos han ayudado a nosotros a tener algo tan
importante como el agua, nosotros tuvimos que sácalos, y hoy en día con el programa chile barrios
tenemos que pavimentar, hicimos las aguas lluvias. Y hoy en día por el programa chile barrios
tenemos calles pavimentadas, vamos hacer las aguas lluvias, hacia el año 97 logramos el
alcantarillado, 98 tiene y un 2 que no tiene. Por las cuotas que no dan por que el terreno no lo
permite. Pero el resto lo hemos hecho todo nosotros, yo me siento muy orgullosa.
Yo llevo 18 años siendo dirigente vecinal, creo que el apoyo que me han brindado mis vecinos y la
responsabilidad que significa para mi estar al frente de la organización y la confianza que ellos han
depositado en mí no los he defraudado, y de alguna u otra manera aquí hay un cuento político que
cuando una persona lucha por el bienestar común vienen las luchas políticas también, que ellos no
permiten que personas que supuestamente no hemos ido a la universidad, pero si tenemos la
universidad de la vida que suena cliché pero es verdad. Pero que conocemos nuestra historia y
llegamos con base, y esa base nos permite que los vecinos sepan que uno los esta representando
a todos y cada uno de ellos, que no somos personas que hablamos por que tengamos facilidad de
palabras o porque dios nos brinda la posibilidad de tener más acceso a las autoridades. Yo creo
que nosotros tenemos harta gente aquí, profesionales que con mucho sacrificio de sus padres han
sacado sus títulos, aquí tenemos abogados, médicos, ingenieros. Pero en el ultimo tiempo nos han
tratado de estigmatizar, porque estos terrenos son muy cotizados y toda esta gente, que yo les
digo cabeza de zapallo porque tienen muchas pepas en la cabeza que miran esto como un
negocio y no miran la parte humana, yo no quiero vivir en un gheto, en un lugar que no tenga
identidad ni tenga historia. Mi población tiene identidad y tiene historia y eso lo hemos plasmado
nosotros en un trabajo de la época de la presidenta Bachelet que hicimos un pequeño libro que
narra la historia y esas cosas sabrosas como los carnavales, los clásicos deportivos donde la
población se volcaban hacia una cancha, hacia el industrial, el rifo, el huracán que se les cobraba
una pequeña cantidad para una servia para una obra que nosotros necesitábamos realizar de esa
forma se fue construyendo Pedro de Valdivia Bajo.
Pero las organizaciones de mujeres, aquí había una organización muy antigua, la estrellita, a esa
pertenencia mi madre, ellas buscaban en esos años en la iglesia fondos, ropa alimentos para los
que no tenían, ellos siempre se dedicaron a mejorar la condición de vida, aunque nosotros éramos
pobres, ellos eran mas pobre s que nosotros, como te digo nosotros no tuvimos necesidad de
balneario, tu ves esta casa aquí, en esta misma dirección estaba mi casa antigua, aquí mismo
abajo estaba el río, en el verano era playa, arena, y en verano no tenia necesidad de ir a un
balnearia, arena, aquí tenia playa, vista al río, yo en nuestra pobreza y nuestra necesidad, éramos
felices y hoy por hoy esta felicidad se ha ido apagando de apoco, por la plusvalía que a ido
teniendo este terreno.
Para concluir
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Yo veo el futuro de nuestra población bien negro en este momento, la verdad, nosotros tuvimos
una época que se pudieron haber logrado muchas cosas y sobre todo en el ordenamiento de
barrio, y los títulos de dominio y de nuestras propiedad, lamentablemente no hubo una voluntad
política, de la concertación en este caso, porque aquí se firmo en el año 2004 un protocolo donde
vino el presidente Lagos, donde vino el intendente Toha, vinieron todos los ministros, donde se
firmo un protocolo, se iba hacer una inversión importante en nuestra población, y se iban a
construir 500 viviendas dinámicas sociales sin deuda al sur de la mochita, que me refiero al sur de
la mochita, al lado de ESBBIO.
Nosotros hicimos una toma simbólica de esos terrenos, nosotros hicimos una gran marcha
recorrimos pedro de valdivia v y llegamos a ese lugar, colocamos un letrero y colocamos una
bandera donde decía que esos terrenos nos pertenecen, fue una gran marcha, se despobló esto,
porque eso son 10.9 hectáreas que son terrenos de nuestra jurisdicción, que son los terrenos al sur
de la Mochita, y ese proyecto quedo hay, están ahí por que apareció un supuesto dueño, que la
teoría que el tenia para solicitar esos terrenos no tenían ningún asidero, por el hecho de que el dice
que los terrenos son de su tatarabuelos, y el dice que esos terrenos colinda con el río Bíobío, y
tendría que solicitarle a todos los que viven arriba en avenida pedro de valdivia tendrían que
pedirle a obras publicas que los indemnice por la avenida pedro de valdivia a ferrocarriles, que
supuestamente son herencia de su tatarabuelo.
Eso se llevo a la corte suprema, y se gano las dos veces que se presento y esos terrenos están
liberados por eso hay que luchar por esos terrenos para que se construyan vivienda, que nosotros
mejoramos ese proyecto.
Porque los vecinos de pedro de valdivia muchos se oponían por que iban a llegar delincuentes,
que sus plusvalía iba a bajar, que le iban a llegar personas a robar cuando qui hay mucha gente
que trabaja con ellos, nanas, carpinteros, un montón de gente que trabaja con ellos, que nos
conocen, cosa que siempre hemos convivido con ellos .. ellos se asustaron, de nosotros, pero
nosotros tenemos que luchar por esas 10, 9 hectáreas, que nos va a permitir ordenar nuestra
población, y que las autoridades no se salgan con la suya diciendo: saben que, no, ustedes van a
tener que irse de este sector, porque no cumplen con lo establecido en la ley, nosotros tenemos
todo lo que establece la ley, tenemos alcantarillado, tenemos luz, tenemos agua, evacuación de
aguas lluvias, tenemos calles pavimentadas, tenemos todo lo que la ley nos pide. Ahora lo único
que necesitamos es la inversión para ordenamiento de barrio que en su momento estaba, ahora
que habrá pasado con esas platas no se... en el 2004 cuando vino el presidente Lagos, quien firmo
el documento fue el ministro Jaime Ravinet que ahora es ministro de defensa, el firmo ese
protocolo de inversión de nuestra población, estaba el intendente Jaime Toha, estaba la actual
intendenta Jacqueline Van Riselvergue
Todos los acuerdos que se han tomado, todo lo que ha firmado con la mano lo están borrando con
el codo, y nosotros vamos permitir, yo no voy a permitir eso, yo no voy a permitir que nos sigan
tratando como gente ignorante y como que ellos puedan hacer porque tienen el poder político y del
dinero, nosotros vamos a luchar igual, si los mapuches han luchado nosotros porque no, como lo
han hecho ellos y a ellos los han tratado muy mal, y a nosotros no nos van a seguir tratando como
nos han tratado, que por una canasta de alimento yo le cambio la ideología, y por una canasta de
alimento nos van a entregar un nicho, porque para mi son nichos a los departamentos que nos
quieren dar, que son de 49 metros cuadrados, que por fuera se ven muy bonitos, pero para
hacerse la idea por dentro tiene un living comedor, 3 dormitorios, cocina, un baño, una logia, o sea
quien va a vivir ahí, los pitufos? una familia que son numerosos, 6, 5, 4,¿ como viven hay? No les
han dado ninguna charla, si la persona está acostumbrada a vivir en un terreno bajo, tienen niños,
no les han enseñado a los niños a tener precaución con las ventanas, que van a tener que pagar
gastos comunes, y todas esas cosas a las personas no las han instruido en eso, van a llegar a un
lugar en tierra de nadie donde no van a hallar que hacer, ni de eso se han preocupado, y cuando
paso van decir ehh es que ellos no saben vivir de esta forma. Entonces tenemos que sacarlos de
aqui, porque no sabe vivir de esta forma y hay que sacarlos de aquí, entonces nosotros tenemos
que cambiar ese concepto y decirles no.
Nosotros que pedimos, viviendas bajas, porque esta población es en su gran mayoría es adulto
mayor, hoy en día personas discapacitadas por el mismo trabajo y por la misma lucha de haberle
ganado al río, personas que sufren de artrosis, columna, de salud por estos mismo problemas de
132
vivir al lecho del río, Muchas personas que tiene fibrosis pulmonar, por la inhalación de ese
material.
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Todos éramos familia, generalmente son familia, hay gente que se ha ido después llega otra gente
arrendando, compra las casas…
Yo me acuerdo de haber jugado mientras mi mamá y mis tías hacían los escombros, llegaban los
camiones y corríamos todos detrás de los camiones.
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IV. ¿Te quieres ir?
No, porque a pesar de todo esto es una población donde el ambiente no es malo, no es malo para
los niños, comparado con otros sectores que también son poblaciones. Aquí a veces anda un
borrachito por aquí por aya, pero también ese borrachito trata bien a los niños y todo, es muy poca
la gente que hace las cosas con maldad.
135