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@IUSMASOQUISTA CURSO 2009/10
   
 

  DERECHO CIVIL II: Contratos 
  Apuntes para repaso final 
 
1. Preguntas exámenes años anteriores … pág. 2 
 
2. Cuadro resumen y estadística… pág. 52 
 

  3. Prácticum …pág. 55 

   

     

 
TEMA 19: El contrato    Curso 09/10 

TEMA 19: EL CONTRATO 

3. LAS CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOS: jun 05 (1) 

3.1. Cuadro sinóptico sobre la clasificación de los contratos: 

1) Elemento determinante en el proceso formativo: 

‐ Consentimiento         CONSENSUALES 
‐ Entrega de la cosa      REALES 
‐ Forma solemne        FORMALES 
 
2) Finalidad perseguida: 
 
‐ Liberalidad o altruismo   GRATUITOS 
‐ Intercambio económico recíproco y Equivalente   ONEROSOS 
 
3) Regulación del tipo contractual por el Derecho positivo: 
 
‐ Sí        TÍPICOS 
‐ No      ATÍPICOS 
 
4) Momento o período: 

‐ Único         INSTANTÁNEOS 
‐ Continuado no periódico     DURADEROS 
‐ Periódico       DE EJECUCIÓN PERIÓDICA 
 
5) Nacimiento de obligaciones a cumplir por: 
 
‐ Una sola parte           UNILATERALES 
‐ Ambas partes            BILATERALES 
 
3.2. Contratos consensuales, reales y formales: jun 04, jun 08, sep 08 (3) 
 
Atendiendo  a  la  primacía  del  mero  consentimiento  como  elemento  genético  de  los  contratos,  la 
mayor parte de los contratos tienen carácter consensual: 
 
a)  contratos consensuales: el contrato se perfecciona (esto es, genera derechos y obligaciones para 
las partes por entenderse válidamente celebrado) por el mero consentimiento contractual. 
 
Tienen carácter consensual en nuestro Derecho: 
1. Los contratos de compraventa 
2. Los contratos de permuta 
3. Los contratos de sociedad 
4. Los contratos de mandato, seguro, fianza, etc. 
5. Todos los que no sean calificables como formales o reales 
 
b)  contratos reales: una limitada relación de contratos para cuya perfección el CC requiere, además 
del mero consentimiento, la entrega de una cosa (si no se produjera la entrega de la cosa estaríamos 
ante un mero precontrato). Se trataría de los siguientes: 
 
1. Préstamos (en sus dos versiones: mutuo y comodato) 
2. Depósito 
3. Prenda 
 

 
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TEMA 19: El contrato Curso 09/10

c) contratos formales: la forma asume carácter de elemento esencial o estructural del propio
contrato a efectos de determinación de la validez del mismo: sin forma solemne, cuando ésta es
requerida, no se puede decir que el contrato haya sido perfeccionado o celebrado.

3.3. Contratos gratuitos y contratos onerosos.

9 CONTRATO GRATUITO ( o lucrativo) cuando una de las partes contratantes se enriquece u obtiene
un beneficio a consecuencia del contrato, sin asumir carga o contraprestación alguna.

9 CONTRATOS ONEROSOS: la prestación de una parte encuentra su razón de ser en la


contraprestación de la otra:

1. Contrato conmutativo: La relación de equivalencia entre las prestaciones de las partes


suele quedar fijada, de antemano y de forma cierta y segura, al celebrar el contrato.

2. Contrato aleatorio: Por el contrario, en caso de que la ejecución de alguna de las


prestaciones, o su concreta cuantía, dependa de un acontecimiento incierto (la cosecha de
trigo, el número de la ruleta, etc). La mayor parte de los contratos onerosos tienen carácter
conmutativo.

3.4. Contratos típicos y atípicos: sep 04 (1)

9 CONTRATOS TÍPICOS: aquellos esquemas contractuales que están legalmente contemplados y a los
que el Derecho objetivo proporciona una regulación de carácter general.

9 CONTRATOS ATÍPICOS: aquellos que, aun careciendo de reconocimiento legal y de regulación


positiva, reúnen los requisitos esenciales de la genérica figura contractual. Su admisibilidad es
indiscutible.

3.5. Contratos instantáneos, duraderos y de ejecución periódica. jun 10 (1)

9 CONTRATOS INSTANTÁNEOS: Aquellos cuya completa ejecución se realiza en un acto temporal único
o en un breve lapso temporal.

9 CONTRATOS DURADEROS: Conllevan cierta continuidad temporal en su vigencia y ejecución,


estableciendo un vínculo entre las partes contratantes que se prolonga durante un determinado
plazo temporal.

9 CONTRATOS DE EJECUCIÓN PERIÓDICA: Cuando al menos una de las partes contratantes deba
realizar alguna o algunas prestaciones con una determinada regularidad temporal.

3.6 Contratos bilaterales y unilaterales.

9 CONTRATOS BILATERALES O SINALAGMATICOS : generan obligaciones para ambas partes, de forma


recíproca y correspondiente.

9 CONTRATOS UNILATERALES: generan obligaciones para una sola de las partes contratantes.

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TEMA 20: Los elementos del contrato    Curso 09/10 

TEMA 20: LOS ELEMENTOS DEL CONTRATO 

 
1. LOS ELEMENTOS DEL CONTRATO. 

1.1. Elementos esenciales y elementos accidentales del contrato: jun 05, jun 09 (2) 

9  ELEMENTOS  ESENCIALES:  Deben  estar  presentes  en  todo  contrato  para  que,  válidamente,  se 
pueda hablar de tal. Requisitos : 
 
1º Consentimiento de los contratantes. 
2º. Objeto cierto que sea materia del contrato. 
3º. Causa de la obligación que se establezca”. 
 
9 ELEMENTOS  ACCIDENTALES:  pueden  estar  presentes  por  voluntad  de  las  partes  en  un 
determinado contrato, pese a que su presencia no es esencial, ni determinante, para que pueda 
hablarse de contrato válido. Son: 
1º. La condición 
2º. El término 
 
2. LA CAPACIDAD CONTRACTUAL: jun 09 (1) 
 
La  manifestación  del  consentimiento  de  cada  una  de  las  partes  puede  darse  de  muy  diferentes 
maneras    pero  requiere  en  todo  caso  que  el  consentimiento  se  haya  formado  libre  y  conscientemente  y, 
además, por persona que tenga capacidad de obrar o capacidad contractual. 
 
2.1.  La  capacidad  para  contratar  con  anterioridad  a  la  Ley  Orgánica  1/1996  (de  protección  jurídica  del 
menor) 
 
Según la redacción del art. 1.263 CC, anterior a la Ley Orgánica 1/1996 : 
 
“No pueden prestar consentimiento: 
1º Los menores no emancipados. 
2º. Los locos o dementes y los sordomudos que no sepan escribir”. 
 
La delimitación de la capacidad contractual establecida, sugería que ésta coincide tendencialmente 
con la capacidad general de obrar. Concluyendo que la capacidad de obrar y la capacidad contractual 
son una misma cosa. 
 
Dicha asimilación entre ambos conceptos no era totalmente exacta y, por consiguiente, requería ser 
precisada. 
 
A) Los menores no emancipados: 
 
En la redacción originaria del Código, la barrera entre capacidad e incapacidad de obrar por 
mor de la edad era nítida: la mayoría de edad. Conforme a ello, los menores de edad eran, 
técnicamente, incapaces con carácter general. 
 
Hoy día, el Derecho positivo ha acabado por reconocer que, en la práctica, la adquisición de 
la capacidad de obrar es gradual y paulatina. 

 
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TEMA 20: Los elementos del contrato    Curso 09/10 

 
El menor sigue careciendo de capacidad contractual, pese a no ser técnicamente un incapaz. 
Aún así, el ordenamiento jurídico protege al menor, considerando que el contrato celebrado 
por el menor no es radicalmente nulo, sino sólo anulable. (Vetando el Código la posibilidad 
de que la contraparte mayor de edad pueda impugnarlo o instar su anulación). 
 
B) Los locos o dementes y los sordomudos que no sepan escribir: 
 
Las personas descritas en el epígrafe son seres que se encuentran incursos en causa de incapacitación 
(art. 200) en atención a la falta de discernimiento de los primeros y, respecto de los segundos, a su 
imposibilidad  de  relación  o  comunicación  con  otras  personas.  En  el  caso  de  que  haya  recaído  sobre 
tales personas sentencia de incapacitación, es obvio que la incapacidad para contratar declarada por el 
art. 1.263.2 coincidía plenamente con la general privación de capacidad de obrar que la incapacitación 
supone. 
 
C) La cuestión de la incapacidad natural: 
 
El art. 1.263.2 no trataba de regular la validez de los contratos celebrados por las personas que eran 
susceptibles de ser incapacitadas, en el caso de que hubiese recaído sentencia de incapacitación. Sino 
que  quedaba  circunscrito  a  la  actuación  de  locos  y  sordomudos  que,  pese  a  su  incapacidad  natural 
para relacionarse con los demás, llegaban a contratar. 
 
2.2. La reforma del artículo 1.263. por la Ley Orgánica de Protección del Menor. 
 
El Art. 1263.2 ahora dispone sencillamente que 
 
“No pueden prestar consentimiento: 
1º Los menores no emancipados. 
2º. Los incapacitados. 
 
Semejante  reforma  afecta  profundamente  sobre  todo  a  la  denominada  incapacidad  natural.  No  obstante, 
cabe  seguir  defendiendo  que  la  incapacidad  natural  genera  un  contrato  inválido,  por  falta  de  verdadero 
consentimiento. 
 
Aunque  el  precepto  reformado  inhabilite  a  los  incapacitados  para  emitir  el  consentimiento  contractual,  la 
aplicación  de  las  normas  generales  sobre  incapacitación  y  el  carácter  gradual  de  su  alcance  (fijado  en  la 
correspondiente sentencia) deben primar sobre el tenor literal del nuevo art. 1.263.2. 
 
2.3. Las prohibiciones de contratar. 
 
Se  habla  de  prohibiciones  de  contratar,  con  la  intención  de  resaltar  que  la  existencia  de  capacidad 
contractual  de  los  posibles  contratantes  se  ve  restringida  por  una  prohibición  expresa  respecto  de  un 
determinado o concreto contrato.  
 
Se  basan  en  razones  de  orden  público  económico  y  tratan  de  evitar  que  ciertos  grupos  de  personas  se 
prevalgan de la función (pública o no) que socialmente desempeñan, obteniendo un enriquecimiento injusto 
a  costa  de  otra  persona  que  se  encuentra  en  una  situación  dependiente  o  subordinada  (cargos  tutelares, 
mandatarios, albaceas, empleados públicos, toda la Admción Justicia respecto de bienes objeto de sus funciones). 
 
2.4. El autocontrato. 
 
Aquellos  supuestos  en  que  una  sola  persona  asume  las  posiciones  contractuales  contrapuestas  por  contar 
con  poderes  representativos  de  otra  persona,  sea  natural  o  jurídica,  o  bien  por  tener  capacidad  decisoria 
sobre dos patrimonios separados. 

 
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TEMA 20: Los elementos del contrato Curso 09/10

3. LA LIBRE FORMACIÓN DEL CONSENTIMIENTO Y LOS VICIOS DE LA VOLUNTAD.

3.1. En general

Dispone el art. 1265 CC que “será nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo”.
A tales anomalías en la formación del consentimiento se les conoce, técnicamente, como vicios de la
voluntad o vicios del consentimiento.

3.2. El error como vicio del consentimiento.

Requisitos o circunstancias fundamentales que comportan que el error sea relevante o no con vistas a privar
de eficacia al contrato celebrado:

A) REQUISITOS DEL ERROR COMO CAUSA DE ANULABILIDAD DEL CONTRATO: sep 06 (1)

Según el Art. 1.266 CC: “para que el error invalide el consentimiento deberá recaer sobre la sustancia
de la cosa que fuere objeto del contrato o sobre aquellas condiciones de la misma que principalmente
hubiesen dado motivo a celebrarlo (error esencial o sustancial). El error sobre la persona sólo
invalidará el contrato cuando la consideración a ella hubiese sido la causa principal del mismo” (error
sobre la persona).

3.4. La intimidación.

A) NOCIÓN GENERAL Y REQUISITOS: sep 05 (1)

Es otro de los vicios de la voluntad que puede comportar la invalidez del contrato. Consiste en
“inspirar a uno de los contratantes el temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave en
su persona y bienes, o en la persona o bienes de su cónyuge, descendientes o ascendientes”.

3.6. El Dolo: sep 09 (1)

A) NOCIÓN Y REQUISITOS: jun 06, jun 10 (2)


“Hay dolo cuando, con palabras o maquinaciones insidiosas de parte de uno de los contratantes, es
inducido el otro a celebrar un contrato que, sin ellas, no hubiera hecho”. “Para que el dolo produzca
la nulidad de los contratos deberá ser grave
y no haber sido empleado por las dos partes
contratantes. El dolo incidental sólo obliga al que lo empleó a indemnizar daños y perjuicios”.

Para que el dolo sea causa de anulabilidad del contrato, se requiere:

1) Que el dolo sea grave, llevado a cabo con la intención, con la mala intención consciente y
deliberada de engañar a la otra parte.
2) El dolo ha de inducir a la otra parte a celebrar el contrato. Es decir tiene que tratarse de un dolo
determinante o causante, sin cuya existencia la parte que lo sufre no hubiera contratado.
3) Que el dolo no haya sido empleado por las dos partes contratantes, ya que en tal caso la actuación
malévola de ambos excluye la protección a la buena fe que fundamenta la regulación positiva del
dolo.

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TEMA 20: Los elementos del contrato    Curso 09/10 

B) EL DOLO OMISIVO. 
 
El  dolo  puede  consistir  también  en  conductas  pasivas  o  reticentes  que,  resultando  a  la  postre 
engañosas,  induzcan  a  contratar  a  quien  no  hubiera  llegado  a  hacerlo  en  caso  de  habérsele  hecho 
saber cuanto, consciente y deliberadamente, le oculta la otra parte. 
 
C) EL DOLO DEL TERCERO. 
 
El Art. 1.269 parece requerir de forma necesaria que el agente doloso sea precisamente la otra parte 
del contrato. 
 
Dicha expresión no excluye la existencia de dolo cuando la tercera persona actúa a consecuencia de 
una  maquinación  de  uno  de  los  contratantes,  ya  que  en  tal  caso  la  intervención  del  tercero  es 
sencillamente  material.  No  obstante  la  Jurisprudencia  parece  inclinarse  hacia  una  interpretación 
excesivamente  literal  y  rigorista  del  art.  1.269,  privando  de  trascendencia  anulatoria  al  dolo  del 
tercero. 
 
4. EL OBJETO DEL CONTRATO. 
 
4.2. Requisitos del objeto del contrato: jun 05, jun 07 (2) 
 
A) LICITUD: 
 
Tanto las cosas cuanto los servicios objeto del contrato han de ser lícitos: 
 
a) Respecto de las cosas, el Código excluye del ámbito contractual “las cosas que está fuera 
del comercio”  
 
b)  En  relación  con  los  servicios,  se  excluye  del  contrato  “todos  los  servicios  que  sean 
contrarios a las leyes o a las buenas costumbres. 
 
B) POSIBILIDAD: 
 
El  Código  plantea  este  requisito  de  forma  positiva:  “no  podrán  ser  objeto  de  contrato  las  cosas  o 
servicios imposibles”. 
 
La posibilidad o imposibilidad ha de quedar circunscrita a la posibilidad física o material de entregar 
la cosa o ejecutar el servicio que constituya objeto del contrato.  
 
C) DETERMINACIÓN O DETERMINABILIDAD: 
 
Aunque el Código se refiera exclusivamente a las cosas, este requisito es igualmente aplicable a los 
servicios. 
 
Una vez perfeccionado el contrato, se requiere que la cosa o servicio que constituya su objeto quede 
determinado. En caso contrario sería necesario un nuevo pacto o acuerdo de las partes para estar 
conformes en el objeto del mismo.

 
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TEMA 20 bis: La forma del contrato    Curso 09/10 

 
TEMA 20 bis: LA FORMA DEL CONTRATO 

 
3. LA FORMA COMPLEMENTARIA O AD PROBATIONEM: jun 07 (1) 
 
3.1. La constancia en documento público requerida por el artículo 1.280 del Código Civil: 
 
Indica en su encabezamiento: “deberán constar en documento público”: 
 
1. La transmisión de bienes inmuebles y derechos reales inmobiliarios. 
2. Los arrendamientos de bienes inmuebles. 
3. Las capitulaciones matrimoniales y sus modificaciones. 
4. La cesión de derechos. 
5. Los poderes. 
 
4. LA PRIMACÍA DEL CONSENTIMIENTO. 
 
4.2. La categoría de los contratos formales: sep 07 (1) 
 
Para  referirnos  al  grupo  de  contratos  en  los  que  la  forma  es  solemne,  se  utiliza  técnicamente  el  giro  de 
contratos formales. En algunos contratos  la forma asume el carácter de elemento esencial o estructural del 
propio  contrato  a  efectos  de  determinación  de  la  validez  del  mismo:  sin  forma  solemne,  cuando  ésta  es 
requerida, no se puede decir que el contrato haya sido perfeccionado o celebrado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
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TEMA 21: La formación del contrato    Curso 09/10 

 
TEMA 21: LA FORMACIÓN DEL CONTRATO 

 
 
2. LAS FASES DE FORMACIÓN DEL CONTRATO: LA GÉNESIS PARADIGMÁTICA CLÁSICA: 
 
2.2. La aceptación: el valor del silencio. SEP 06, 08, 09 (3) 
 
La  aceptación  es  una  declaración  de  voluntad  por  naturaleza  recepticia;  esto  es,  debe  ser  dirigida 
precisamente  al  oferente  y  ser  plenamente  concordante  con  la  oferta  (o,  en  su  caso,  contraoferta),  con 
independencia  de  que  pueda  realizarse  tanto  de  forma  expresa  cuanto  tácita,  o  a  través  de  hechos 
concluyentes que no dejen lugar a dudas sobre la admisión de las condiciones contractuales ofrecidas. 
 
9 ACEPTACIÓN TÁCITA: El silencio o la falta de actuación de quien no puede ser considerado aún 
eventual aceptante no puede considerarse como una manifestación positiva de voluntad que lo 
vincule contractualmente.  
 
Sin embargo, según STS, cabe considerar el silencio como declaración de voluntad cuando dada 
una determinada relación entre dos personas, el modo corriente de proceder implica el deber de 
hablar, ya que si el que puede y debe hablar no lo hace se ha de reputar que consiente, en aras 
de la buena fe. 
 
2.3. La perfección del contrato ente ausentes: sep 08 (1) 
 
Cuando los contratantes celebran el contrato de forma directa y personal, el juego de oferta y aceptación no 
ofrecerá  problemas  de  importancia.  En  cambio,  cuando  los  contratantes  están  llevando  a  cabo  las 
negociaciones  en  la  distancia  y  no  tienen  un  medio  que  de  forma  inmediata  les  permita  concluirlas  en  su 
caso  (teléfono,  radio...),  pueden  surgir  graves  incógnitas  en  relación  con  el  momento  de  perfección  del 
contrato. 
 
9 Teorías formuladas por la Doctrina y los distintos sistemas jurídicos: 
 
1.  Teoría de la emisión: Según ella, dada la concurrencia del consentimiento de ambas partes 
contratantes,  debe  considerarse  perfecto  el  contrato  desde  el  mismo  momento  en  que  el 
aceptante emite su declaración de voluntad. 
 
2.    Teoría  de  la  expedición  o  remisión:  Bastaría  que  el  aceptante  remitiese  al  oferente  la 
declaración de voluntad para que este último quede vinculado contractualmente. 
 
3.    Teoría  de  la  recepción:  exige  que  la  aceptación  llegue  al  círculo  propio  de  actividad  del 
oferente, aunque la recepción no suponga efectivo conocimiento de la aceptación por parte 
de éste. 
 
Hasta  la  promulgación  de  la  Ley  34/2002  (de  servicios  de  la  sociedad  de  la  información  y  de  comercio 
electrónico),  el  Código  Civil  adoptaba  como  propia  la  denominada  Teoría  del  conocimiento.  Estableciendo 
que la aceptación “no obliga al que hizo la oferta sino desde que llegó a su conocimiento”. 
 
La  Doctrina,  sin  embargo,  consideraba  preferible  pronunciarse  a  favor  de  la  Teoría  de  la  Recepción,  al 
entender que la aceptación de la Teoría del Conocimiento suponía una flagrante conculcación del Art. 1.256 
(la validez y el cumplimiento de los contratos no pueden dejarse al arbitrio de uno de los contratantes) 
 

 
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TEMA 21: La formación del contrato    Curso 09/10 

El  Código  de  Comercio  se  adscribía  a  la  Tesis  de  la  expedición  o  remisión  como  momento  perfectivo  del 
contrato,  al  disponer  que  “los  contratos  que  se  celebren  por  correspondencia  quedarán  perfeccionados 
desde que se conteste aceptando la propuesta”. 
 
2.6 Los tratos preliminares: La responsabilidad precontractual. sep 07 (1) 
 
En determinados casos, el paradigma formativo de oferta y aceptación suele verse precedido en la práctica 
de  una  serie  de  conversaciones,  trueque  de  información,  adelanto  de  condiciones  contractuales  no 
cerradas… que se conocen con el nombre de tratos preliminares. 
 
Por  lo  común,  brillan  por  su  ausencia  en  los  contratos  instantáneos,  en  los  actos  contractuales  en  masa  y 
sometidos  a condiciones  generales,  en  la  mayor  parte  de  los  contratos  normativos  y,  en general,  en  todos 
aquellos  supuestos,  en  que  el  contenido  del  contrato  se  encuentra  virtualmente  predeterminado  y  deja 
escaso margen de negociación a las partes. 
 
No son objeto de contemplación normativa por la mayor parte de los sistemas jurídicos; Nuestro Código Civil 
no dedica norma alguna a ellos.  
 
Como  regla  general,  la  ruptura  de  los  tratos  preliminares  no  conlleva  consecuencia  alguna.  Sin  embargo, 
cuando  dichos  tratos  preliminares  han  sido  llevados  a  cabo  por  una  de  las  partes  sin  observancia  del 
principio general de buena fe, para después provocar injustificadamente la ruptura de los mismos, ésta dará 
lugar  a  la  denominada  responsabilidad  precontractual,  expresión  que  algunos  autores  equiparan  a  la  de 
culpa in contrayendo (noción utilizada para explicar genéricamente ciertos supuestos de ineficacia o nulidad 
contractual a consecuencia de circunstancias que eran conocidas para una de las partes contratantes). 
 
3. EL PRECONTRATO: sep 05, jun 09 (2) 
 
También denominado promesa de contrato o contrato preliminar. Nuestro Código Civil regula 2 supuestos: 
 
‐ La promesa de vender o comprar 
‐ La promesa de constituir prenda o hipoteca  
 
En la práctica actual son sumamente frecuentes los contratos de opción de compra. 
 
3.1. El precontrato o promesa de contrato. 
 
La idea genérica de precontrato es referida doctrinalmente a los acuerdos 
contractuales cuyo contenido radica precisamente en la celebración de un contrato 
futuro,  ora  mediante  la  prestación  de  nuevo  consentimiento  respecto  de  éste  (promesa  bilateral),  ora 
mediante la manifestación de unas sola de las partes, por entender que la otra se encuentra ya vinculada por 
el primer contrato (promesa unilateral). 
 
3.2. El contrato de opción: jun 04, jun 08 (2) 
 
Se caracteriza por incorporar una promesa unilateral, en cuya virtud el optante tiene la facultad de realizar 
un determinado acto jurídico, cuyo contenido vincula al promitente (la otra parte del contrato) por la mera 
declaración de voluntad de aquél, siempre y cuando la opción sea ejercitada en las condiciones establecidas 
en el contrato. 
 
En la práctica, su operatividad se encuentra  reducida a la opción de compra y, más raramente, a la opción de 
venta. 
 

 
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TEMA 21: La formación del contrato    Curso 09/10 

9 OPCIÓN DE COMPRA: el concedente del derecho de opción (el dueño) está otorgando un derecho de 
preferencia en la adquisición al optante a cambio de un precio que, en la práctica, suele conocerse 
como prima o señal de la opción. 
 
9 OPCIÓN  DE  VENTA:  mucho  menos  frecuente,  cuando  el  eventual  adquirente  queda  obligado  a 
comprar y es el propietario el que puede optar entre vender o no vender. 
 
El ejercicio o no del derecho de opción y, por tanto, la consumación del contrato previsto durante el periodo 
temporal  contemplado  dependen  en  exclusiva  de  la  declaración  de  voluntad  (recepticia,  en  este  caso)  del 
optante. 
 
En  caso  de  incumplimiento  de  lo  pactado  por  parte  del  promitente  el  optante  puede,  demandar  al 
concedente  de  la  opción,  reclamándole  la  correspondiente  indemnización  de  daños  y  perjuicios.

 
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TEMA 21 bis: El contenido del contrato    Curso 09/10 

 
TEMA 21 bis: EL CONTENIDO DEL CONTRATO 

 
2. LA CONDICIÓN: jun 04, sep 04, jun 08, jun 09 (4) 
 
2.1. Noción general y requisitos. 
 
La celebración de un contrato puede quedar fijada bajo determinadas condiciones que afectan directamente 
a la eficacia del mismo. 
 
La  eficacia  del  contrato  depende  un  suceso  futuro  o  incierto,  cuyo  efectivo  acaecimiento  o  falta  de 
acaecimiento reúne las características requeridas por el Código para que pueda hablarse de condición: 
 
1º. El suceso contemplado como condición tiene que ser posible. 
2º. Las condiciones no pueden ser contrarias a las leyes ni a las buenas costumbres. 
3º.  El  acaecimiento  (o  falta  de  acaecimiento)  del  suceso  contemplado  como 
condición no puede depender de la voluntad de los contratantes 
 
2.2. Condición suspensiva y condición resolutoria: jun 06 (1) 
 
Cuando la eficacia del contrato depende del acaecimiento de la condición, se habla de condición suspensiva, 
ya que, hasta tanto se produzca el evento futuro o incierto, los efectos propios del contrato se encuentran 
“en suspenso”. (Eficacia del contrato) 
 
Por  el  contrario,  cuando  el  contrato  apenas  celebrado  genera  los  efectos  propios,  cual  si  no  existiera 
condición, pero el acaecimiento de ésta supone la ineficacia sobrevenida del contrato, se habla de condición 
resolutoria. (Ineficacia del contrato) 
 
Para  ambos  tipos  el  acaecimiento  de  la  condición  opera  con  efecto  retroactivo  (desde  el  momento  de  la 
celebración del contrato). 
 
2.3. La condictio iuris o condición legal. 
 
En  ciertos  casos,  la  ley  subordina  la  eficacia  de  un  contrato  u  otro  negocio  (como,  por  ejemplo,  el 
testamento) al acaecimiento de un suceso futuro o incierto y, en todo caso, no dependiente de la voluntad 
de las partes. 
 
La condición es un elemento accidental o contingente (no necesario) del contrato; mientras que, en su caso, 
la denominada conditio iuris constituirá un presupuesto legal y necesario de eficacia del contrato. 
 
El cumplimiento de la conditio iuris no tendrá por principio eficacia retroactiva.

 
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TEMA 22: La interpretación e integración del contrato    Curso 09/10 

 
 
TEMA 22: LA INTERPRETACIÓN E INTEGRACIÓN DEL CONTRATO 

 
3. LOS CRITERIOS INTERPRETATIVOS DE CARÁCTER SUBJETIVO: sep 05 (1) 
 
Inicialmente la interpretación debe dirigirse a desentrañar la “intención  de los  contratantes”, generándose 
así  la  denominada  interpretación  subjetiva:  la  que  trata  de  indagar  tanto  la  voluntad  de  cualquiera  de  las 
partes cuanto la intención común a ambas. 
 
9 El CC proporciona los siguientes criterios: 
 
1. La intención de los contratantes asume primacía, aunque la fórmula contractual utilizada por las 
partes arroje, literalmente interpretada, un resultado contrario a aquella (art. 1.281). 
 
2.  Cuando  la  discordancia  entre  la  intención  de  las  partes  y  los  términos  del  contrato  no  sea  o 
resulte evidente y los términos utilizados sean claros, habrá de mantenerse la interpretación literal 
(art. 1.281.1). 
 
3.  Respecto  de  los  extremos  de  carácter  complementario  o  de  detalle,  la  intención  de  las  partes 
debe  prevalecer  sobre  los  términos  contractuales,  cualquiera  que  sea  la  generalidad  de  éstos,  no 
deberán  entenderse  comprendidos  en  él  cosas  distintas  y  casos diferentes  de  aquellos  sobre  que 
los interesados se propusieron contratar. (art. 1.283)  
 
4.  El  elemento  volitivo  (lo  querido  por  las  partes)  requiere  prestar  principal  atención  a  los  actos 
constatables de las partes, coetáneos y posteriores al contrato (art. 1.282) 
 
7. LA INTEGRACIÓN DEL CONTRATO. 
 
Generalmente, la interpretación y la calificación del contrato son operaciones cuyo resultado ofrece  
la  precisa  determinación  de  los  derechos  y  obligaciones  de  las  partes.  Sin  embargo,  en  otros  casos,  la 
determinación del exacto contenido del contrato, y, por tanto, la efectiva ejecución del mismo no 
habrían  de  derivarse  sólo  de  la  actividad  interpretativa  y  calificadora  de  forma  exclusiva,  sino  que  sería 
necesario  extraer  consecuencias  complementarias  acordes  con  el  conjunto  del  sistema  normativo.  A  dicha 
operación  se  le  conoce  técnicamente  con  el  nombre  de  integración  del  contrato,  en  cuanto  su  resultado 
puede suponer la agregación de derechos y obligaciones no contemplados por las partes ni por las normas de 
carácter dispositivo aplicables al contrato en cuestión. 
 
7.2. Los medios de integración: sep 07 (1) 
 
1. La Ley: 
 
‐ La norma imperativa aplicable a un supuesto contractual determinado conformará e integrará el 
régimen del mismo con primacía incluso sobre el acuerdo o clausulado contractual.  
 
‐ Las normas dispositivas (aquellas normas jurídicas de cuyo contenido puede prescindirse en virtud del principio 
de autonomía de la voluntad. Su ámbito normativo se reduce así a los casos en los que los individuos no establecen una 
regulación  distinta  a  la  dispuesta  legalmente)  sólo  integrarán  el  contrato  cuando  contemplen  un 
elemento  natural  del  mismo  que  no  haya  sido  contemplado  o  regulado  de  forma  diversa  a  la 
legalmente prevista. 
 
 

 
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TEMA 22: La interpretación e integración del contrato    Curso 09/10 

2.  Los usos normativos: 
 
Los  usos  tienen  carácter  normativo  y,  por  tanto,  integran  el  acuerdo  contractual  en  cuanto 
costumbre. 
 
Ahora  bien,  los  usos  normativos,  al  igual  que  la  norma  dispositiva,  en  caso  de  ser  conocidos  y  no 
queridos por las partes, pueden ser excluidos del acuerdo contractual. 
 
3.  La buena fe: 
 
Es simultáneamente  un principio general del  Derecho. Por consiguiente, la  buena fe no puede ser 
extraña a la propia conformación de los usos normativos y de los mandatos legales. 
 
Su plasmación no puede reducirse a lo establecido en la ley o en los usos. Debe ser entendido como 
un criterio ordenador de las relaciones contractuales, que se superpone al propio comportamiento 
de las partes y configura el contenido o los efectos del contrato de acuerdo con las reglas de 
conducta socialmente consideradas como dignas de respeto. 

 
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TEMA 23: La eficacia del contrato    Curso 09/10 

 
 
TEMA 23: LA EFICACIA DEL CONTRATO 

 
2. LOS CONTRATOS A FAVOR DE TERCERO: sep 04, jun 06 (2) 
 
Artículo  1.257,  dispone  su  segundo  párrafo  que  “si  el  contrato  contuviere  alguna  estipulación  a  favor  de 
tercero, éste podrá exigir su cumplimiento, siempre que hubiese hecho saber su aceptación al obligado antes 
de que haya sido aquélla revocada”. 
 
La  práctica  contractual  y  el  propio  Código  Civil  conocen  ciertos  esquemas  contractuales  que  responden 
precisamente  al  designio  de  favorecer  a  una  persona  ajena  a  las  partes  otorgantes  del  contrato  (Ejm. 
Contrato de seguro de vida a favor cónyuge viudo). 
 
2.1. Partes contratantes y beneficiario. 
 
La existencia de un contrato (o de una estipulación contractual) a favor de tercero presupone que éste, pese 
a  no  haber  sido  parte  contratante,  es  titular  de  un  determinado  derecho  de  crédito  que  puede  exigir 
directamente  a  aquella  de  las  partes  contratantes  que  resulte  obligada  al  cumplimiento.  El  Código  Civil  la 
denomina,  directamente,  el  obligado;  doctrinalmente,  por  lo  común,  se  le  suele  denominar  promitente, 
mientras  que  a  la  parte  contratante  de  la  que  trae  causa  el  beneficio  para  el  tercero  recibe  el  nombre  de 
estipulante. 
 
El beneficiario, en cuanto no es parte contractual, no tiene por qué acreditar capacidad de obrar alguna, ni 
siquiera es necesario que sea persona. 
 
En la práctica, la concreta y expresa determinación del beneficiario tiene lugar en el propio contrato, pero 
cabe también reservar la posibilidad de que el estipulante lo designe a posteriori. 
 
2.2. La aceptación por el beneficiario en relación con la revocación de la estipulación: sep 07 (1) 
 
El  beneficiario  del  contrato  (o,  en  su  caso,  de  la  estipulación)  “podrá  exigir  su  cumplimiento,  siempre  que 
hubiese hecho saber su aceptación al obligado antes de que haya sido aquélla revocada”. 
 
El derecho del tercero nace automáticamente desde el mismo momento de perfección del contrato del que 
trae causa el beneficio, pues éste no ingresa en el patrimonio del estipulante, sino, de forma directa, en el 
patrimonio del beneficiario. 
 
Dada la libertad de forma de la aceptación, mientras no se haya producido la revocación, la consolidación 
definitiva del derecho del beneficiario pueda deducirse incluso del propio hecho de que el tercero reclame al 
obligado el cumplimiento del contrato (STS de 6 de marzo de 1989, la aceptación “pueda hacerla el tercero 
beneficiario en forma expresa o tácita, por palabras o por hechos”). 

 
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TEMA 24: La ineficacia del contrato: la invalidez    Curso 09/10 

 
TEMA 24: LA INEFICACIA DEL CONTRATO: LA INVALIDEZ 

2. LA NULIDAD DEL CONTRATO. 
 
2.1. Idea general: jun 06 (1) 
 
La nulidad del contrato representa el supuesto más grave de ineficacia. Por ello, suelo ser adjetivada como 
nulidad absoluta o nulidad de pleno derecho. 
 
2.2 Causas de nulidad: sep 04, jun 05, jun 06, jun 07, jun 08 (5) 
 
Las razones o causas que predeterminan la nulidad absoluta de los contratos son de extraordinaria gravedad. 
 
9 Son causas de nulidad radical del contrato: 
 
1.  La  carencia  absoluta  o  inexistencia  (excluidos,  por  tanto,  los  denominados  vicios  del 
consentimiento, pero no la violencia absoluta) de cualquiera de los elementos esenciales. En 
tal caso “no hay contrato”. 
 
2.  El  incumplimiento  de  cualquiera  de  los  requisitos  del  objeto  del  contrato:  licitud, 
posibilidad y determinación. 
 
3. La ilicitud de la causa. 
 
4. El incumplimiento de la forma sustancial. 
 
5. La contrariedad a las normas imperativas, a la moral y al orden público, en cuyo caso suele 
hablarse, directamente, de contrato ilegal. 
 
6.  Los  actos,  a  título  gratuito  sobre  bienes  comunes  realizados  por  un  cónyuge  sin  el 
consentimiento del otro (o consentimiento uxorio o marital). 
 
2.3. La acción de nulidad: jun 09 (1) 
 
Por muy nulo que sea un contrato, en caso de haberse celebrado, producirá una apariencia de tal que, salvo 
que sea destruida, seguirá produciendo los efectos propios del contrato de que se trate, como si fuera válido. 
 
Para evitarla, el Derecho dota a la acción de nulidad (vehículo procesal tendente a lograr que el Juez decrete 
la nulidad del contrato) de una serie de caracteres: 
 
A) Es imprescriptible, es decir, puede ser ejercitada en cualquier momento. 
B) Puede ejercitarla cualquier persona interesada en deshacer el contrato nulo. 
 
 
 
 
 
 

 
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TEMA 24: La ineficacia del contrato: la invalidez    Curso 09/10 

3. LA ANULABILIDAD DEL CONTRATO. 
 
3.1. Idea general 
 
Un  contrato  anulable  será  aquel  que  pueda  ser  anulado  o,  por  el  contrario,  seguir  produciendo  efectos 
(incluso frente al Derecho) en caso de que su efectiva anulación no tenga lugar. 
 
3.2. Causas de anulabilidad: jun 09 (1) 
 
Las razones o causas de anulabilidad, de menor gravedad que las propias de nulidad, pueden identificarse en: 
 
1. Todos los vicios del consentimiento. Error, violencia (no absoluta), intimidación y dolo. 
 
2. Inexistencia de plena capacidad de obrar en alguno de los contratantes. 
 
3. Inexistencia de consentimiento marital o uxorio (esto es, del otro cónyuge) respecto de los actos o 
contratos onerosos realizados por el otro cónyuge, cuando legalmente se requiere el consentimiento 
de ambos. 

 
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TEMA 24 bis: La ineficacia en sentido estricto    Curso 09/10 

 
 
TEMA 24 bis: LA INEFICACIA EN SENTIDO ESTRICTO 

1. EL MUTUO DISENSO. 

Aunque el Código Civil no lo mencione, los contratantes tienen la posibilidad de celebrar un nuevo contrato 
encaminado a privar de efectos al contrato inicialmente concluido. Ese contrato que tiene por objetivo poner 
fin a una relación obligatoria preexistente se conoce habitualmente con el nombre, de mutuo disenso. 
 
2. EL DESISTIMIENTO UNILATERAL: sep 08 (1) 
 
2.1. La categoría del libre desistimiento. 
 
El art. 1.256 CC dispone: que “la validez y el cumplimiento de los contratos no pueden dejarse al arbitrio de 
uno de los contratantes”. 
 
Esta regla, sin embargo, parece ser ignorada o flexibilizada por el legislador en una serie de supuestos, que se 
caracterizan porque en determinados contratos se reconoce a una o a cada una de las partes contratantes la 
posibilidad de extinguir la relación contractual por su libre decisión. 
 
2.2. Principales supuestos. 
 
Los  principales  casos  en  los  cuales  el  legislador  consiente  que  una  o  cada  una  de  las  partes,  por  su  sola 
decisión unilateral y sin necesidad de causa que lo justifique ponga fin a una relación contractual son: 
 
1. El dueño de la obra o comitente puede por su sola voluntad dar orden al contratista para que cese 
la  construcción,  poniéndose  fin  al  contrato.  En  tal  caso,  habrá  de  abonar  al  contratista  una 
indemnización. 
 
2.  Cualquiera  de  los  socios  de  la  sociedad  civil  concluida  por  tiempo  indeterminado  puede,  por  su 
sola voluntad renunciar a la sociedad poniendo fin a la relación social, sin necesidad de indemnizar a 
nadie. 
 
3. El mandante, libremente y por su decisión, puede revocar el mandato, que deja de producir sus 
efectos sin que se establezca ningún efecto indemnizatorio. 
 
4. Pactado el comodato por tiempo indeterminado, el comodante puede reclamar la devolución de la 
cosa prestada a su libre voluntad. 
 
5.  El  depositante,  se  haya  o  no  pactado  tiempo  de  duración  del  depósito,  puede  reclamar  la 
restitución de la cosa depositada en cualquier momento y dependiendo de su libre decisión. 
 
2.3. El desistimiento a favor de consumidores y usuarios. 
 
Atendiendo  a  la  protección  del  consumidor,  algunas  Directivas  europeas  y  las  consiguientes  disposiciones 
legales internas han acentuado la importancia del desistimiento por parte del adquirente de bienes muebles, 
sobre todo aquellos que son adquiridos a través de ventas de carácter especial (LOCM: “cuando la perfección 
del  contrato  no  sea  simultánea  con  la  entrega  del  objeto,  el  comprador  dispondrá  de  un  plazo  mínimo  de 
siete días hábiles para desistir del contrato sin penalización y sin indicación de los motivos”) 
 

 
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TEMA 24 bis: La ineficacia en sentido estricto    Curso 09/10 

Actualmente,  en  el  vigente  TRLCU,  el  desistimiento  ha  incrementado  su  importancia  en  relación  entre 
suministradores de bienes y servicios y consumidores y usuarios. 
 
El  mencionado  Texto  Refundido  define  al  derecho  de  desistimiento  contractual  como  “la  facultad  del 
consumidor y usuario de dejar sin efecto el contrato celebrado, notificándoselo así a la otra parte contratante 
en  el  plazo  establecido  para  el  ejercicio  de  ese  derecho,  sin  necesidad  de  justificar  su  decisión  y  sin 
penalización  de  ninguna  clase.  Serán  nulas  de  pleno  derecho  las  cláusulas  que  impongan  al  consumidor  y 
usuario una penalización por el ejercicio de su derecho de desistimiento”. 
 
Pese  a  la  generalización,  este  derecho  requiere  una  norma  que  así  lo  reconozca:  “el  consumidor  tendrá 
derecho  a  desistir  del  contrato  en  los  supuestos  previstos  legal  o  reglamentariamente  y  cuando  así  se  le 
reconozca en la oferta, promoción, publicidad o en el propio contrato”. 
 
2.4. Presupuestos de libre desistimiento. 
 
Son los siguientes: 
 
1º. Que exista una relación de tracto sucesivo o continuada, que desarrolle su eficacia en un período 
de tiempo de mayor o menor duración. 
 
2º. Además, pero alternativamente, deben darse algunas de las situaciones siguientes: 
 
a) Que la duración de esa relación sea indeterminada. 
b)  Que  la  economía  interna  de  la  relación  contractual  en  cuestión  asigne  roles  no 
equilibrados a las partes. 
 
2.5. Efectos. 
 
Efecto claro es que, cuando se admite el libre desistimiento, se extingue la relación obligatoria, pero parece 
que  sin  alcance  retroactivo.  Al  tratarse  de  una  relación  duradera,  normalmente  habrá  de  procederse  a 
liquidarla, con la oportuna, en su caso, rendición de cuentas, reembolsos y restituciones. Pero lo hecho hasta 
el momento ha surtido plenamente sus efectos. 
 
2.6. Desistimiento unilateral convencional. 
 
Resulta difícil admitir lisa y llanamente la introducción convencional del desistimiento unilateral, sin mayores 
precisiones. Pues choca frontalmente contra el tenor del art. 1.256 y 1.115 (inadmisibilidad de condiciones 
puramente potestativas). Pero no se excluye que en el proceso de formación del contrato, hasta que éste se 
perfecciona no exista tal facultad. 
 
3. LA RESOLUCIÓN DEL CONTRATO POR INCUMPLIMIENTO: sep 05 (1) 
 
3.1. El artículo 1.124 del Código Civil: la facultad resolutoria. 
 
Viene a decir que si uno de los contratantes no quiere o no puede cumplir, más vale aceptar tal realidad y 
permitir al otro que dé por resuelto el contrato: reconocerle una facultad resolutoria del contrato en base al 
incumplimiento de la otra parte. 
 
3.2. Facultad resolutoria, cláusula resolutoria expresa y condición resolutoria: precisiones. 
 
La  facultad  resolutoria  contemplada  en  el  art.  1.124  ha  sido  presentada  como  una  condición  resolutoria 
tácita,  originando  no  pocos  confusionismos  y  embrollos  entre  ella  y  la  condición  resolutoria  propiamente 
dicha. 

 
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En  la  práctica  anterior  al  Código  y  en  la  actual  es  sumamente  frecuente  pactar  una  cláusula  resolutoria 
(expresa) para caso de incumplimiento. 
 
9 Ante semejante estado de cosas, hay que precisar que: 
 
1.  La  facultad  resolutoria  establecida  legalmente  en  el  art.  1.124.1  no  es  una  condición; 
sencillamente  porque  el  evento  futuro  contemplado  (el  incumplimiento)  no  es  ajeno  a  las  partes 
contratantes. Además la condición requiere, por definición, que  su establecimiento se haga por las 
partes  de  forma  voluntaria,  es  decir,  pactándola  expresamente.  (Por  tanto,  la  denominación 
“condición resolutoria tácita” debe abandonarse). 
 
2.  El  establecimiento  de  la  cláusula  resolutoria  expresa  es,  sencillamente,  el  ejercicio  extrajudicial 
anticipado y previsor de la facultad resolutoria legalmente reconocida. 
 
3.3. Requisitos del ejercicio de la facultad resolutoria. 
 
1. Que el reclamante o demandante haya cumplido su obligación o que acredite que se encuentra en 
condiciones de hacerlo. 
 
2. Que la otra parte no cumpla o no haya cumplido cuanto le incumbe, aunque su incumplimiento no 
sea total, sino parcial. 
 
3. Que se encuentre ligadas las partes por un contrato bilateral. 
 
4. Que la obligación sea exigible. 
 
5. Que la frustración del contrato sea patente o, al menos, acreditable. 
 
La imputabilidad del incumplimiento tendrá importancia a la hora de determinar la indemnización. 
 
3.4. Ejercicio de la acción resolutoria. 
 
El perjudicado puede optar por exigir el cumplimiento o la resolución del contrato. 
 
Es más, puede incluso optar por la resolución tras haber intentado lograr el cumplimiento. 
 
Cualquiera  de  ambas  opciones  va  acompañada,  en  principio,  por  la  indemnización  de  daños  y  perjuicios, 
aunque  no  de  forma  necesaria,  porque  no  cabrá  reclamarla  cuando  el  incumplimiento  se  deba  a 
circunstancias no imputables al demandado. 
 
El  Juez  está  autorizado  para  que,  en  caso  de  haber  causas  justificadas,  conceder  al  deudor  un  plazo  para 
cumplir. 
 
El  Código  Civil  no  prevé  el  plazo  de  ejercicio  de  la  acción,  por  lo  que  se  entiende  que  es  el  general  de 
prescripción de las acciones personales: 15 años. 
 
3.5. Efectos de la resolución. 
 
La  resolución  del  contrato  tiene  efecto  retroactivo  y  eficacia  restitutoria,  por  lo  que  las  partes  habrán  de 
reintegrarse recíprocamente el objeto del contrato que hubieran recibido. 
 

 
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Estamos ante un supuesto más de ejecución específica o in natura que, conforme a las reglas generales, en 
caso de resultar imposible, se verá sustituida por la consiguiente reparación pecuniaria. 
 
No hay que confundir esta reparación sustitutoria con la, en su caso, aneja prestación indemnizatoria, haya 
sido o no contemplada expresamente por las partes esta última mediante la incorporación de una cláusula 
penal. 
 
4. LA ALTERACIÓN DE LAS CIRCUNSTANCIAS CONTRACTUALES: 
 LA CLÁUSULA REBUS SIC STANTIBUS: sep 06 (1) 
 
4.1.  La  alteración  de  las  circunstancias  contractuales  y  la  cláusula  rebus  sic  stantibus  (“estando  así  las 
cosas”). 
 
    REBUS SIC STANTIBUS: hace referencia a un principio de Derecho, en virtud del cual, se entiende que 
  las  estipulaciones  establecidas  en  los  contratos  lo  son  habida  cuenta  de  las  circunstancias 
  concurrentes  en  el  momento  de  su  celebración,  esto  es,  que  cualquier  alteración  sustancial  de  las 
  mismas puede dar lugar a la modificación de aquellas estipulaciones 
 
 
Como consecuencia  de la  extraordinaria alteración  de las circunstancias atinentes al contrato, no previstas 
por  las  partes,  se  producen  efectos  que  atentan  contra  la  equivalencia  de  las  prestaciones  establecidas 
originariamente en el momento de celebración del contrato. 
 
Basta  pensar  en  aquellos  contratos  cuya  ejecución  queda  diferida  temporalmente,  sean  o  no  de  carácter 
duradero,  y  cuyo  cumplimiento  exija  para  una  de  las  partes  un  inusitado  sacrificio,  claramente 
desproporcionado en relación con el contenido inicial de la relación obligatoria. 
 
Ante  semejante  eventualidad,  la  doctrina  y  jurisprudencia  españolas  han  hablado  tradicionalmente  de  la 
llamada  cláusula  rebus  sic  stantibus  como  remedio  al  desequilibrio  patrimonial  que  la  alteración  de  las 
circunstancias contractuales comporta, en el sentido de entender implícito o subyacente en todo contrato de 
tracto  sucesivo  un  pacto,  en  virtud  del  cual  el  cumplimiento  del  mismo  se  entiende  necesario  siempre  y 
cuando las cosas sigan manteniéndose tal y como se encontraban en el momento de perfección del contrato. 
 
Esto  es,  en  caso  de  una  extraordinaria  modificación  del  entorno  contractual,  habría  de  concluirse  que  el 
contrato no vincula a las partes o que, por lo menos, no les obliga más que adecuándolo a las circunstancias 
coetáneas al momento de ejecución. 
 
No obstante, semejante pretensión no puede cohonestarse fácilmente con otro de los principios básicos de 
la  materia  contractual,  como  mecanismo  jurídico  de  la  necesidad  económica  de  intercambio  de  bienes  y 
servicios: pacta sunt servanda (“lo pactado obliga o los contratos son para cumplirlos”). La jurisprudencia ha 
admitido la cláusula que estudiamos, si bien de manera restrictiva, por afectar a este último principio general 
y a la seguridad jurídica. 
 
4.2. La cláusula rebus sic stantibus como supuesto de integración contractual. 
 
La confrontación entre el principio de seguridad contractual (pacta sunt servanda) y el mantenimiento de la 
equivalencia de las prestaciones (cláusula rebus sic stantibus) se ha pretendido superar, a favor de 
esta última, argumentando que dicha cláusula se encuentre ínsita en todo contrato por voluntad presunta de 
las partes. 
 
Dicho planteamiento es erróneo. La virtualidad propia de esta cláusula (adecuar el contenido contractual a 
las nuevas circunstancias o declarar su ineficacia para el futuro) no se deriva de pacto entendido alguno, ni 
de  la  voluntad  presunta  de  las  partes  ni,  por  supuesto,  es  una  cláusula  contractual.  Al  contrario,  se  trata 

 
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sencillamente de una aplicación concreta a los contratos de ejecución temporalmente diferida de las reglas 
de  integración  contractual  imperativamente  establecidas  por  el  art.  1.258CC  que,  por  principio,  son 
indisponibles para la voluntad (presunta, implícita, tácita o declarada) de las partes. 
 
4.3. Requisitos y efectos de la aplicación de la cláusula rebus sic stantibus. 
 
9 Circunstancias o requisitos para la aplicación de esta cláusula: 
 
1.  Que  entre  las  circunstancias  existentes  en  el  momento  de  celebración  de  contrato  y  las 
concurrentes  en  el  momento  de  su  cumplimiento  o  ejecución  se  haya  producido  una  alteración 
extraordinaria. 
 
2.  Que  resulte  una  desproporción  exorbitante  y  fuera  de  todo  cálculo  entre  las  prestaciones 
convenidas. 
 
3. Que no exista otro medio de remediar el desequilibrio sobrevenido. 
 
4. Que las nuevas circunstancias fueran imprevisibles para las partes en el momento de celebración. 
 
5. Que quien alegue la cláusula rebus sic stantibus tenga buena fe y carezca de culpa. 
 
 
5. LA RESCISIÓN DEL CONTRATO. 
 
5.1 Idea general. 
 
La  rescisión  es  una  forma  particular  de  ineficacia  del  contrato  que  procede  de  un  momento  posterior  a  la 
celebración  del  mismo,  el  cual  nace  plenamente  válido,  pero  posteriormente  puede  ser  declarado  ineficaz 
por sus efectos lesivos o perjudiciales para una de las partes o un tercero. 
 
Diferencia con la nulidad y de la anulabilidad del contrato: la rescisión presupone un contrato inicialmente 
válido,  mientras  que  la  nulidad  y  la  anulabilidad  implican  la  invalidez  inicial  del  contrato  a  que  estén 
referidas. 
 
5.3. La acción rescisoria: jun 07 (1) 
 
A) REQUISITOS: 
 
Exige el Código 3 requisitos para que sea posible el ejercicio de la acción rescisoria: 
 
1. Que el perjudicado carezca de otro recurso legal para obtener la reparación del perjuicio. 
2. Que el perjudicado pueda devolver aquello a que estuviera obligado. 
3. Que las cosas objeto del contrato no se hallen legalmente en poder de terceras personas 
que hubieren procedido de buena fe. 
 
B) PLAZO: 
 
La acción para pedir la rescisión dura 4 años. Es el mismo plazo que se señala para las acciones de 
anulabilidad. 
 
Cuando  se  trate  de  rescisión  de  enajenaciones  fraudulentas  de  bienes  inmuebles  inscritos  en  el 
Registro a nombre de tercero, rige el mismo plazo de 4 años. 
 

 
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TEMA 24 bis: La ineficacia en sentido estricto    Curso 09/10 

C) CÓMPUTO DEL PLAZO: 
 
Para las personas sujetas a tutela y para los ausentes, los 4 años no empezarán hasta que haya 
cesado la incapacidad de los primeros o sea conocido el domicilio del segundo. En los demás casos, 
empezará a correr el plazo desde la celebración del contrato.

 
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TEMA 25: La donación    Curso 09/10 

 
TEMA 25: LA DONACIÓN 

1. LA DONACIÓN COMO CONTRATO. 

La  donación  es  la  transmisión  voluntaria  de  una  cosa  o  de  un  conjunto  de  ellas  que  hace  una 
persona, donante, a favor de otra, donatario, sin recibir nada como contraprestación.  
 
2. MODALIDADES DE LA DONACIÓN. 
 
2.1. y 2.2. Donaciones remuneratorias y Donaciones modales u onerosas: jun 04 (1) 
 
9 Serían  aquellas  que  encuentran  su  razón  de  ser  en  los  méritos  del  donatario  o  en  los  servicios 
prestados por éste al donante. 
 
9 Aquellas donaciones que incorporan una carga modal (es la condición que se exige para que la donación sea 
efectiva‐le exige al tributario de los bienes que los utilice de una manera determinada o que realice, a su vez, determinada 
prestación  a  favor  del  disponente  o  de  un  tercero), pues la onerosidad propia está excluida de los actos de 
liberalidad, en general, y de la donación, en particular. 
 
Son también donaciones “aquellas en que se impone al donatario un gravamen inferior al valor de lo 
donado”. 
 
La donación modal puede suponer: 
 
a) La asignación de una parte de lo donado a un cierto destino en beneficio de un tercero. 
b) Un gravamen independiente del propio objeto de la donación. 
 
3. PRESUPUESTOS Y ELEMENTOS DE LA DONACIÓN: jun 09 (1) 
 
9 Son elementos esenciales de la donación: 
 
1. El empobrecimiento del donante. 
2. El enriquecimiento del donatario 
3. La intención de hacer una liberalidad (o animus donando). 
 
Estos  requisitos  excluyen  de  la  categoría  de  la  donación  a  aquellos  actos  realizados  a  título  gratuito  que, 
otorgando  una  ventaja  patrimonial  sin  contraprestación,  no  entrañen  una  pérdida  patrimonial  (préstamo, 
depósito o fianza establecidos con carácter gratuito, etc.). 
 
3.1. Capacidad de las partes: sep 08 (1) 
 
La donación implica: 
 
9 Para el donante: una disminución patrimonial provocada por un acto de enajenación, de transmisión 
a  otro  de  algo  que  previamente  le  pertenecía,  que,  por  consiguiente,  requiere  una  especial 
capacidad, además de encontrarse sometido a una serie de límites. 
 
9 Para  el  donatario,  en  cambio,  la  donación  supone  un  acto  de  enriquecimiento  que  difícilmente 
puede comportar consecuencias desfavorables. 
 
 
 

 
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TEMA 25: La donación Curso 09/10

a) CAPACIDAD PARA DONAR:

Podrán hacer donaciones todos los que puedan contratar y disponer de sus bienes.

9 Reglas específicas:

1. El hijo menor que haya cumplido 16 años necesitará el consentimiento de los padres.
2. Los padres necesitarán autorización judicial para donar bienes inmuebles u objetos preciosos y
valores mobiliarios pertenecientes a los hijos cuya administración ostenten.
3. Los herederos del ausente que, finalmente, es declarado fallecido “no podrán disponer a título
gratuito hasta 5 años después de la declaración del fallecimiento”.
4. El menor emancipado, no podrá donar bienes inmuebles y establecimientos mercantiles o
industriales u objetos de extraordinario valor sin consentimiento de sus padres o del tutor

b) CAPACIDAD PARA ACEPTAR DONACIONES.

El Código establece que “podrán aceptar donaciones todos los que no estén especialmente incapacitados
por la ley para ello.

La Doctrina afirma que: “teniendo capacidad natural para entender y querer, pueden emitirse
válidamente declaraciones de voluntad dirigidas a aceptar donaciones”.

3.4. Forma: sep 06, jun 08, sep 10 (3)

a) Si se trata de donación de cosa mueble puede hacerse verbalmente o por escrito, requiriéndose,
en el primer caso, la entrega simultánea de la cosa y, en el segundo, que la aceptación conste
igualmente por escrito.

b) En el caso de que esté referida a bienes inmuebles, la donación ha de hacerse necesariamente en


escritura pública, al igual que su aceptación, debiéndose producir ésta en vida del donante.

4. LA REVOCACIÓN DE LAS DONACIONES: sep 06, sep 07 (2)

La donación es irrevocable, en el sentido de que no puede quedar sin efecto por la sola voluntad del
donante, una vez que haya tenido lugar la aceptación del donatario.

El Código, no obstante, faculta al donante para recuperar lo donado en algunos supuestos. La causas de
revocación se encuentran legalmente predeterminadas o tasadas y son las siguientes:

4.1. Supervivencia o superveniencia de hijos jun 05 (1)

El Código dispone que “Toda donación entre vivos, hecha por persona que no tenga hijos ni descendientes,
será revocable por el mero hecho de ocurrir cualquiera de los casos siguientes”:

1º. Que el donante tenga, después de la donación, hijos, aunque sean póstumos. (superveniencia). El
donante habrá de ejercitar la acción de revocación en el plazo de 5 años, contados desde que se tuvo
noticia del nacimiento del último hijo o de la existencia del que se creía muerto. En caso de
fallecimiento la acción de revocación se transmite a sus hijos y descendientes.

2º. Que resulte vivo el hijo del donante que éste reputaba muerto cuando hizo la donación
(supervivencia).

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TEMA 26: El contrato de compraventa Curso 09/10

TEMA 26: EL CONTRATO DE COMPRAVENTA

1. LA COMPRAVENTA: IDEAS GENERALES.

Por el contrato de compra y venta uno de los contratantes se obliga a entregar una cosa determinada y el
otro a pagar por ella un precio cierto, en dinero o signo que lo represente”.

1.2. Capacidad para celebrar el contrato de compraventa: las prohibiciones: sep 09 (1)

La compraventa exige, como todos los contratos, que las partes contratantes tengan la capacidad suficiente
para contratar y obligarse. El Art. 1457 CC sienta como regla general, que”podrán celebrar el contrato de
compra y venta todas las personas a quienes este Código autoriza para obligarse, salvo las modificaciones
contenidas en los artículos siguientes”. Se establece así una remisión a la normativa en materia de capacidad
de obrar, siendo especialmente relevantes:

9 Los arts. 1661.1 y 271.2 CC, al exigir autorización judicial

9 El art. 323 CC, que requiere el consentimiento de los padres o tutor, para enajenar bienes muebles
de extraordinario valor y bienes inmuebles o establecimientos mercantiles.

El CC no dispone ninguna restricción en la actualidad a las compraventas entre cónyuges.

Asimismo el Código, para evitar posibles fraudes o perjuicios en supuestos en que hay intereses encontrados,
prohíbe a determinadas personas adquirir por compra, aunque sea en subasta pública o judicial, por sí ni por
persona alguna intermedia, bienes de otras sobre las que tienen algún tipo de influencia: Tutor/pupilo,
mandatarios/albaceas; funcionarios públicos/bienes a su cargo; personal administración justicia/bienes
litigiosos, etc.

La compraventa de alguna de estas prohibiciones llevará aparejada la nulidad radical y absoluta del contrato
así celebrado, independientemente de la posible responsabilidad disciplinaria y penal a que pudiera dar lugar
en su caso.

2.2. El precio en la compraventa: sep 05, jun 10 (2)

a) Requisitos:

Consiste en la suma de dinero que el comprador se obliga a entregar al vendedor a cambio de la cosa
entregada. Ha de reunir los siguientes requisitos :

1. Precio verdadero o real.‐ El pago del precio constituye la prestación a cargo del comprador, de tal
modo que si no existiera estaríamos ante un contrato simulado de compraventa, que si cumple los
requisitos de la donación se considerará como tal, o bien, al constituir el precio para el vendedor la
verdadera causa del contrato, su ausencia o ilicitud provocaría la declaración de la inexistencia de la
compraventa.

2. Precio cierto o determinado.‐ Basta con que el precio pueda determinarse sin necesidad de nuevo
convenio.

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TEMA 26: El contrato de compraventa    Curso 09/10 

3. Precio consistente en dinero o signo que lo represente.‐ Por principio, el precio debe consistir en 
dinero, en cuanto medio legal de pago, pues si consiste en cualquier otra cosa debe entenderse que 
estaremos frente a un supuesto de permuta. 
 
4.  ¿Precio  justo?  Para  el  Código  Civil  la  compraventa  no  supone  una  estricta  equivalencia  objetiva 
entre el valor de la cosa y el precio pactado, circunstancia por la que no existe la exigencia de que el 
precio sea justo, si bien el precio irrisorio se equipara al precio simulado. 
 
b) El pacto de arras: 
 
En la celebración del contrato de compraventa es sumamente frecuente el establecimiento de un pacto de 
arras,  regulado  en  el  art.  1454  CC.  (“Si  hubiesen  mediado  arras  o  señal  en  el  contrato  de  compra  y  venta,  podrá 
rescindirse el contrato allanándose el comprador a perderlas, o el vendedor a devolverlas duplicadas”). 
 
3. DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL VENDEDOR: 
 
3.1. La entrega de la cosa: jun 06, jun 09 (2) 
 
3.1.1. Objeto y circunstancias de la entrega de la cosa: 
 
La obligación primera y fundamental del vendedor es la de llevar a cabo la entrega del objeto de 
la compraventa. 
 
La  entrega  de  la  cosa  abarca  no  sólo  a  ésta,  sino  a  sus  accesorios,  aunque  no  hayan  sido 
mencionados,  así  como  a  los  frutos  producidos  desde  el  día  en  que  se  perfeccionó  el  contrato. 
Además,  el  vendedor  habrá  de  facilitar  al  comprador  los  títulos  de  pertenencia  y  los  informes 
necesarios para hacer valer lo transmitido. 
 
El Código no contiene reglas especiales sobre el tiempo y lugar de realización de la entrega, por 
lo que deben entenderse aplicables, salvo pacto en contrario de las partes, las reglas generales. 
 
3.1.2. Formas de entrega: la tradición. 
 
9 Las diversas formas de entrega o tradición son: 
 
a) Tradición real: material y simbólica: 
 
 “Se  entenderá  entregada  la  cosa  vendida  cuando  se  ponga  en  poder  y  posesión  del 
comprador”. Puede tener lugar de dos formas: 
 
ƒ Materialmente:  Cuando  hay  una  entrega  manual  y  efectiva  o  cuando  el 
adquirente de facto y de forma inmediata, ejercita los poderes característicos 
del propietario. 
 
ƒ De  forma  simbólica:  sin  llegar  a  producirse  una  transmisión  material  de  la 
cosa, el vendedor manifiesta de forma inequívoca e irreversible su intención 
de transferir la posesión al adquirente (eje. Entrega de llaves x vendedor). 
 
b) Constitutum possessorium y traditio brevi manu: 
 
ƒ Costitutum possessorium: suple a la tradición material, y se da en aquellos supuestos 
en  los  que  el  vendedor  continúa  poseyendo  la  cosa,  pero  en  virtud  de  otro  título 
diferente al de propietario que antes ostentaba. 

 
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TEMA 26: El contrato de compraventa    Curso 09/10 

ƒ Traditio  brevi  manu:  el  comprador  tenía  ya,  con  anterioridad  a  la  compra,  la 
posesión  inmediata  de  la  cosa,  aunque  fuera,  en  concepto  distinto  al  de  dueño, 
pasando ahora a serlo. 
 
c) La tradición instrumental: 
 
 “cuando se haga la venta mediante escritura pública, el otorgamiento de ésta equivaldrá a la 
entrega de la cosa objeto del contrato… ”. 
 
El  otorgamiento  de  la  escritura  pública  equivale  o  hace  las  veces  de  entrega  o  tradición, 
aunque en realidad y materialmente no haya habido transmisión posesoria del transmitente 
al adquirente. 
 
3.1.3. Reglas especiales en materia de venta de inmuebles. 
 
Los inmuebles pueden ser adquiridos bien atendiendo a la medida de los mismos a  razón de 
un  precio  por  unidad  de  medida  o  número,  bien  por  un  precio  alzado  sin  atender  a  la  medida  o 
concreta extensión de la misma. Supuestos: 
 
1.  Venta  de  inmueble  por  unidad  de  medida  con  cabida  inferior  a  la  señalada  en  el 
contrato:  El  vendedor  se  encuentra  obligado  a  entregar  al  comprador,  si  éste  lo  exige, 
todo  cuanto  se  haya  expresado  en  el  contrato;  pero  si  esto  no  fuere  posible,  podrá  el 
comprador  optar  entre  una  rebaja  proporcional  del  precio  o  la  rescisión  del  contrato, 
siempre que en este último caso no baje de la décima parte de la cabida la disminución 
de la que se le atribuyera al inmueble. 
 
2.  Venta  de  inmueble  por  unidad  de  medida  con  cabida  superior  a  la  señalada  en  el 
contrato: En este caso el comprador tendrá la obligación de pagar el exceso de precio si la 
mayor  cabida  o  número  no  pasa  de  la  vigésima  parte  de  los  señalados  en  el  mismo 
contrario;  pero,  si  excediere  de  dicha  vigésima  parte,  el  comprador  podrá  optar  entre 
satisfacer el mayor valor del inmueble o desistir del contrato. 
 
3.  Venta  por  unidades  de  medida  y  problemas  de  calidad:  El  Código  regula  el  defecto  de 
calidad  del  inmueble  vendido  en  el  art.  1469  CC.  (“Lo  mismo  se  hará,  aunque  resulte  igual 
cabida, si alguna parte de ella no es de la calidad expresada en el contrato. La rescisión, en este 
caso, sólo tendrá lugar a voluntad del comprador, cuando el menos valor de la cosa vendida exceda 
de  la  décima  parte  del  precio  convenido”).  Respecto  al  exceso  de  calidad,  el  Código  no 
establece norma alguna.  
 
4. Venta de inmueble hecha por precio alzado: En este supuesto no tendrá lugar el aumento 
o la disminución del precio convenido. 
 
5. Plazo de ejercicio de las acciones: El CC otorga para las acciones dimanantes de los arts. 
1469  a  1471  un  plazo  de  prescripción  de  6  meses  pero  la  jurisprudencia  otorga  a  dicho 
plazo  carácter  de  caducidad  en  los  supuestos  en  los  que  el  comprador  opte  por  la 
rescisión  o  la  anulación  del  contrato,  en  cuanto  se  trata  del  ejercicio  de  un  derecho 
potestativo. 
 
3.1.4. La facultad de suspender la entrega. 
 
El  Código  considera  la  facultad  excepcional  de  que  el  vendedor  retenga  o  suspenda  la 
entrega de la cosa en dos supuestos concretos, aun sin necesidad de instar la resolución del contrato: 
 

 
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TEMA 26: El contrato de compraventa Curso 09/10

1. Compraventa con precio de presente: “El vendedor no estará obligado a entregar la cosa
vendida si el comprador no le ha pagado el precio o no se ha señalado en el contrato un
plazo para el pago”.

2. Compraventa con precio aplazado: en cuyo caso tampoco estará obligado el vendedor a
realizar la entrega “si después de la venta se descubre que el comprador es insolvente, de
tal suerte que el vendedor corre inminente riesgo de perder el precio”. “Se exceptúa de
esta regla el caso en que el comprador afiance pagar en el plazo convenido”.

3.2. La obligación de saneamiento.

Las obligaciones del vendedor no se agotan con la entrega de la cosa, pues está constreñido, además, al
saneamiento, en virtud del cual responderá al comprador:

9 De la posesión legal y pacífica de la cosa vendida.


9 De los vicios o defectos ocultos que la cosa tuviera, es decir, de su posesión útil.

3.3. El saneamiento por evicción: jun 04, sep 10 (2)

(EVICCIÓN: pérdida de un derecho por sentencia firme y en virtud de un derecho anterior ajeno)

3.3.1. Noción y requisitos: jun 06 (1)

La evicción (de evincere, vencer en juicio) es un acto de iniciativa extraña al comprador y


vendedor que acarrea para el comprador verse privado de la propiedad de la cosa comprada,
en cuanto ésta pasa a ser propiedad de un tercero, total o parcialmente, a consecuencia de
una sentencia judicial firme y en virtud de un derecho anterior a la compraventa.

Para que surja la obligación de saneamiento a cargo del vendedor es necesario que la
demanda de evicción le haya sido notificada a instancia del comprador.

La notificación debe realizarse en la forma prevenida en el Art. 1.482 del CC, el cual concede al
comprador la facultad de solicitar la notificación al vendedor dentro del plazo previsto para su
propia contestación a la demanda, que quedará en suspenso, mientras no proceda a contestar
a la demanda el propio vendedor.

3.3.2. Pactos sobre el saneamiento por evicción.

El saneamiento por evicción es, para nuestro Código, un elemento natural del contrato de
compraventa. Por consiguiente, se presume su existencia; pero, se admite la validez de los
pactos que acerca del saneamiento por evicción puedan celebrar las partes.

El Código Civil mira con recelo y franca desconfianza la cláusula por la que el comprador
renuncia al saneamiento y la restringe.

En la práctica los pactos relativos a la obligación de saneamiento por evicción son virtualmente
desconocidos.

3.3.3. Efectos de la evicción.

Producida la evicción, si ésta es total y no había renunciado el comprador al saneamiento, éste


tendrá derecho a exigir del vendedor todos los conceptos indemnizatorios que recoge el art.
1.478 CC:

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TEMA 26: El contrato de compraventa    Curso 09/10 

1. La restitución del precio que tuviere la cosa vendida al tiempo de la evicción, ya sea mayor 
o menor que el de la venta. 
2. Los frutos o rendimientos, si se le hubiere condenado a entregarlos al que le haya vencido 
en juicio. 
3.  Las  costas  del  pleito  que  haya  motivado  la  evicción  y,  en  su  caso,  las  del  seguido  con  el 
vendedor por el saneamiento. 
4. Los gastos del contrato, si los hubiese pagado el comprador. 
5. Los daños e intereses y los gastos voluntarios o de puro recreo u ornato, si se vendió de 
mala fe. 
 
3.3.4. Los supuestos de evicción parcial. 
 
Para  el  caso  de  que  el  comprador  perdiere  con  motivo  de  la  evicción  una  parte  de  la 
cosa vendida de tal importancia con relación al todo que sin dicha parte no la hubiere 
comprado,  o  si  se  vendiesen  dos  o  más  cosas  conjuntamente  por  un  precio  alzado,  o 
particular  para  cada  una  de  ellas,  constando  claramente  que  el  comprador  no  habría 
comprado la una sin la otra, dispone el art. 1.479 CC que el comprador “podrá exigir la 
rescisión  del  contrato,  pero  habrá  de  devolver  la  cosa  sin  más  gravámenes  de  los  que 
tuviera al adquirirla”. 
 
3.3.5. Evicción de cargas o gravámenes ocultos. 
 
“Si la finca vendida estuviese gravada, sin mencionarlo la escritura, con alguna carga o 
servidumbre no aparente, de tal naturaleza que deba presumirse no la habría adquirido 
el  comprador  si  la  hubiera  conocido,  podrá  pedir  la  rescisión  del  contrato  a  no  ser  que 
prefiera la indemnización correspondiente. 
 
Durante  un  año,  a  contar  desde  el  otorgamiento  de  la  escritura,  podrá  el  comprador 
ejercitar la acción rescisoria o solicitar la indemnización. 
 
3.4. El saneamiento por vicios ocultos. 
 
Surge igualmente la obligación de saneamiento a cargo del vendedor cuando la cosa vendida tuviere vicios o 
defectos ocultos que la hagan impropia para el uso a que se destina o disminuyan de tal modo este uso que, 
de haberlos conocido el comprador, no la habría adquirido o habría dado menos precio por ella. Se excluye la 
garantía por vicios ocultos cuando éstos son manifiestos o estuvieren a la vista.  
 
9 El  VENDEDOR  responde  del  saneamiento  por  vicios  ocultos  aunque  los  ignorase,  a  menos  que  se 
hubiere estipulado lo contrario, y el vendedor ignorara los vicios o defectos ocultos de lo vendido. 
 
9 El  COMPRADOR  podrá  optar  entre  resolver  el  contrato  (acción  redhibitoria)  con  restitución  de  los 
gastos  que  pagó,  o  rebajar  una  cantidad  proporcional  del  precio,  a  juicio  de  peritos  (acción 
estimatoria o quanti minoris). 
 
La acción habrá de ejercitarse en el plazo de 6 meses contados desde la entrega de la cosa vendida. 
 
3.5. La contaminación acústica en los inmuebles como vicio oculto: La ley 37/2003 y el RD 314/2006. 
 
La  Ley  del  Ruido  ha  considerado  oportuno  recurrir  al  saneamiento  por  vicios  ocultos  en  relación  con  la 
contaminación acústica de los inmuebles, provocada por el incumplimiento de las normas técnicas relativas 
al debido aislamiento de las construcciones. 
 
 
 

 
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TEMA 26: El contrato de compraventa    Curso 09/10 

3.6. El saneamiento por vicios ocultos en la venta de animales. 
 
El comprador ha de ejercitar la correspondiente acción (redhibitoria o quanti minoris) en el plazo de 40 días 
a  partir  de  la  entrega  del  animal  o,  en  su  caso,  en  el  establecido  por  el  uso  local  y  sólo  procederá  el 
saneamiento si se dan los requisitos: 
 
1. Ha de tratarse de vicio oculto. 
2. El vicio o defecto de que se trate ha de estar determinado por la ley o los usos locales. 
3. No ha de tratarse de ventas hechas en feria o pública subasta... 
 
3.7. Garantías del pago del precio a favor del vendedor. 
 
El  VENDEDOR  se  encuentra  facultado  para  suspender  la  entrega  de  la  cosa  cuando  el  pago  temporáneo  y 
preciso del precio pactado constituye un albur (contingencia o azar) de difícil materialización.  
 
3.7.1. El supuesto del art. 1.503. 
 
 “Si  el  vendedor  tuviere  fundado  motivo  para  temer  la  pérdida  de  la  cosa  inmueble  vendida  y  el 
precio, podrá promover inmediatamente la resolución de la venta. 
 
3.7.2. El pacto expreso de resolución en las ventas inmobiliarias: el pacto comisorio. 
 
Consiste el pacto de lex commissoria en la facultad resolutoria concedida al vendedor, en virtud de 
pacto expreso, ante la falta de pago en el término convenido o en cada uno de los plazos señalados. 
 
Requisito esencial: el previo requerimiento judicial o por acta notarial. 
 
Junto  a  la  resolución  propiamente  dicha,  es  frecuente  estipular  el  comiso  (=decomiso;  DECOMISAR: 
incautarse  de  ello  como  pena)  de  todo  o  gran  parte  de  lo  que  hubiese  pagado  el  comprador  hasta  el 
momento de la resolución. 
 
5. LA DOBLE VENTA: sep 04, jun 05, sep 06, sep 07, jun 08 (5) 
 
La doble venta o, según precisa el TS, la “pluralidad de ventas sobre una misma cosa”, es, por desgracia muy 
frecuente en la práctica. 
 
El CC se preocupa en estos casos única y exclusivamente en determinar cuál de los compradores devendrá 
propietario, según unas reglas preestablecidas: 
 
9 Si el objeto de la venta consistiere en  una cosa mueble, la propiedad se trasmite a quien primero 
haya tomado posesión de ella con buena fe. 
 
9 Si fuere inmueble, la propiedad pertenece a quien antes lo haya inscrito en el Registro. Si no hay 
inscripción, a quien de buena fe sea primero en la posesión, y, faltando ésta, a quien presente título 
de fecha más antigua.  
 
8. EL CONTRATO DE PERMUTA: PRACTICUM 
 
8.1. Concepto y caracteres. 
 
La  permuta  es  el  intercambio  de  cosa  por  cosa,  “la  permuta  es  el  contrato  por  el  cual  cada  uno  de  los 
contratantes se obliga a dar una cosa para recibir otra”. 
 

 
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TEMA 26: El contrato de compraventa    Curso 09/10 

9 Características: 
 
1. Es un contrato consensual. 
2. Es un contrato bilateral. 
3. Es un contrato oneroso. 
4. Es un contrato traslativo del dominio. 
 
8.2. La remisión a las reglas de la compraventa. 
 
La regulación de la permuta por nuestro Código Civil es muy escasa. 
 
Se limita a regular dos aspectos (la permuta de cosa ajena y la pérdida de la cosa permutada por evicción) 
estableciendo para todos los demás extremos que “la permuta se regirá por las disposiciones concernientes a 
la compraventa”. 
 
La inexistencia de precio conlleva que las disposiciones (normas de la compraventa) relativas a él no pueden 
ser objeto de aplicación a los supuestos de permuta. Tampoco cabe la aplicación de aquellas disposiciones 
que  parten  de  la  base  de  una  diferente  posición  de  vendedor  o  comprador,  pues  los  permutantes  son 
simultáneamente vendedor y comprador cada uno por su parte. Sí serán, en cambio, aplicables las normas 
relativas a la capacidad de las partes y las disposiciones sobre los requisitos de las cosas objeto del contrato. 
 
8.3. La permuta de cosa ajena. 
 
 “Si uno de los contratantes hubiese recibido las cosas que se le prometió en permuta, y acreditase que no era 
propia del que la dio, no podrá ser obligado a entregar la que él ofreció en cambio, y cumplirá con devolver la 
que recibió”. 
 
8.4. La evicción en la permuta. 
 
El  permutante  que  ha  recibido  una  cosa  ajena  sólo  podrá  accionar  contra  la  otra  parte  si  es  objeto  de 
evicción. 
 
 “El que pierda por evicción la cosa recibida en permuta podrá optar entre recuperar la que dio en cambio o 
reclamar la indemnización de daños y perjuicios; pero sólo podrá usar el derecho a recuperar la cosa que él 
entregó  mientras  ésta  subsista  en  poder  del  otro  permutante,  y  sin  perjuicio  de  los  derechos  adquiridos 
entretanto sobre ella con buena fe por un tercero”. 
 

 
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TEMA 29: Los arrendamientos urbanos    Curso 09/10 

TEMA 29: LOS ARRENDAMIENTOS URBANOS (PRACTICUM) 

1. INTRODUCCIÓN. 

En  España,  la  legislación  vigente  hasta  la  publicación  de  la  Ley  29/1.994,  de  24  de  noviembre,  de 
Arrendamientos Urbanos estaba constituida por el Texto Refundido de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 
1964. Posteriormente, el Real Decreto‐Ley 2/85, llamado coloquialmente “Decreto Boyer”, sobre medidas de 
política económica, suprimió la obligatoriedad de la prórroga. 
 
Su  aprobación  no  supone,  ni  mucho  menos,  que  pueda  hacerse  tabla  rasa  de  la  regulación  anterior,  pues 
como prevén las disposiciones transitorias de la Ley 29/1.994, habrá de tenerse en cuenta el régimen jurídico 
anterior durante largo tiempo. 
 
LOS ARRENDAMIENTOS URBANOS CON ANTERIORIDAD A LA LEY 29/1994 DE 24 DE NOVIEMBRE 
 
2. LA RENTA O PRECIO DEL ARRENDAMIENTO: 
 
La renta base para las viviendas y locales cuyo arrendamiento subsistiera el día de entrada en vigor de la ley 
de 1 de julio de 1964 será la que  en tal fecha  cobrara el arrendador. En la realidad, se trata de una renta 
prácticamente congelada. 
 
En los arrendamientos de viviendas y locales de negocios celebrados después de la entrada en vigor de la ley, 
la  renta  base  o  inicial  será  libremente  pactada;  pero  una  vez  pactada  seguirá  vigente  mientras  subsista  el 
arrendamiento, aunque sea en situación de prórroga legal. 
 
Las partes pueden establecer cláusulas de estabilización del contrato, no obstante, el incremento o reducción 
de  la  renta  no  opera  automáticamente,  sino  que  es  una  facultad  del  arrendador,  que  queda  sujeta  a  lo 
dispuesto en el Artículo 1964. CC: “La acción hipotecaria prescribe a los veinte años, y las personales que no 
tengan señalado término especial de prescripción a los quince” 
 
Tras el “Decreto Boyer”, podemos contemplar tres grandes bloques o grupos de rentas arrendaticias: 
 
  1.  Contratos  anteriores  al  TR‐LAU:  la  renta  es  irrisoria  al  encontrarse  “congelada”.  Suelen 
encontrarse en pleno centro de las poblaciones, con lo que su valor real es muy alto. 
 
  2.  Contratos  entre  el  TR‐LAU  y  “Decreto  Boyer”:  La  mayoría  se  encuentra  en  la  situación  de 
prórroga forzosa. La renta base es la pactada por lo que las subidas proporcionales al coste de la 
vida, produce también un desfase. 
 
  3. Contratos tras el “Decreto Boyer”: la liberalización producida tuvo como consecuencia  rentas 
muy altas y brevedad de los contratos (entre uno y tres años). 
 
3. OBRAS DE CONSERVACIÓN Y MEJORA: 
 
3.1. Reparaciones necesarias: 
 
Si bien son por cuenta del arrendador, sobre el arrendatario pesa un deber de diligencia en cuanto a poner 
en conocimiento sobre obras de conservación; obras urgentes para evitar un daño inminente y la posibilidad 
de que sean a su cargo si el daño es doloso o negligente. 
 
 
 
 

 
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TEMA 29: Los arrendamientos urbanos    Curso 09/10 

3.2. Obras de mejora: 
 
El arrendatario necesita el consentimiento por las obras de mejora. El arrendador podrá, en consecuencia, 
elevarles la renta. 
 
4. LA DURACIÓN DEL CONTRATO: 
 
4.1. La prórroga forzosa: 
 
El  contrato  durará  el  tiempo  que  las  partes  hubieren  estipulado,  pero,  una  vez  finalizado  el  plazo,  se 
establece  como  obligatoria  para  el  arrendador  y  potestativa  para  el  arrendatario,  siendo  un  derecho 
irrenunciable, la prórroga indefinida del contrato, aunque un tercero suceda al arrendador en sus derechos y 
obligaciones  (p.e. por compra del inmueble). La  prórroga legal es un beneficio para el arrendatario, que le 
permite  continuar  en  el  contrato  más  allá  del  plazo  pactado  y  no  le  vincula  indefinidamente,  pues  puede 
darlo por terminado a su voluntad. 
 
Excepciones: 
 
‐ Cuando el arrendador necesite la vivienda o local de negocio para sí o para sus ascendientes o 
descendientes. 
‐ Cuando se proyecte el derribo de la finca para edificar otra que tuviere por lo menos un tercio 
más de viviendas o una, como mínimo, si no hubiere ninguna, respetando además el numero de 
locales de negocio. 
‐ Cuando la vivienda no esté ocupada. 
‐ Cuando el inquilino ocupe dos o más viviendas en una misma población y el uso de todas ellas no 
sea indispensable para atender a sus necesidades. 
‐ Cuando  el  inquilino  en  los  seis  meses  anteriores  a  la  demanda  hubiese  tenido  a  su  libre 
disposición,  una  vivienda  desocupada  y  apta  para  la  satisfacción  de  sus  necesidades  y  de 
características análogas a la arrendada. 
 
4.2. La supresión de la obligatoriedad de la prórroga: 
 
Tras el “Decreto Boyer”, los arrendamientos tendrán la duración que libremente estipulen las partes, sin que 
les sea aplicable forzosamente el régimen de prórroga legal. Ello no quiere decir que no puedan establecerla, 
sino que es potestativa (art. 57 TR‐LAU). 
 
4.3. La tácita reconducción: 
 
Si  al  terminar  el  contrato,  permanece  el  arrendatario  disfrutando  quince  días  de  la  cosa  arrendada  con 
consentimiento del arrendador, se entiende que hay tácita  reconducción por el tiempo establecido en el art. 
1.581 CC. 
 
4.4. La subrogación: 
 
Al fallecimiento del inquilino titular del contrato de arrendamiento su pareja (casada o no), descendientes, 
hijos  adoptivos,  ascendientes  y  hermanos  que  con  él  hubieren  convivido  podrán  subrogarse,  en  todos  sus 
derechos y obligaciones. 
 
Tampoco  se  extingue  con  el  fallecimiento  del  subrogado.  Puede  quedar  una  vivienda  en  manos  de  una 
misma familia durante tres generaciones. 
 
 
 

 
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TEMA 29: Los arrendamientos urbanos    Curso 09/10 

5. LA TRANSMISIÓN DEL DERECHO DEL ARRENDATARIO: 
 
5.1. El subarriendo: 
 
Es  el  arrendamiento  de  vivienda  hecho  por  el  propio  arrendatario  con  una  tercera  persona.  Necesita 
autorización expresa y escrita del arrendatario. Es parcial cuando el inquilino siga habitando la vivienda. 
 
5.2. La cesión de vivienda: 
 
Supone la transferencia por el arrendatario a un tercero del uso de la vivienda, desapareciendo el cedente de 
la relación contractual, al que sustituye el cesionario en todos sus derechos y obligaciones. La ley prohíbe la 
cesión a titulo oneroso. 
 
6. TANTEOS Y RETRACTOS: 
 
El inquilino de vivienda tiene derecho de tanteo en caso de venta por pisos de un inmueble. Podrá usar el 
derecho de retracto si el arrendador no le hace la notificación prevenida, ésta fuese incompleta, el precio de 
la  transmisión  fuese  inferior  al  notificado  o  se  hiciese  la  venta  a  persona  distinta  de  la  señalada.  Ambos 
derechos caducan a los sesenta días naturales desde el siguiente a la notificación fehaciente. 
 
RETRACTO:  derecho  que  compete  a  ciertas  personas  para  quedarse,  por  el  tanto  de  su  precio,  con  la  cosa 
vendida a otro. Funciona como complemento del derecho de tanteo, pero en vez de mostrar sus efectos antes 
de la compraventa, lo hace en momentos posteriores, sirviendo así de garantía ante un eventual fraude en las 
condiciones mostradas en el tanteo. 
 
 
LA REGULACIÓN DE LOS ARRENDAMIENTOS URBANOS CELEBRADOS A PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 1995 
 
 
1. Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos (LAU): rasgos fundamentales. 
 
Frente al fárrago acumulado en los diversos textos legales de los años cuarenta y cincuenta, hasta llegar al 
definitivo Texto Refundido de 1964, la vigente LAU se caracteriza inicialmente por establecer una regulación 
de  nueva  planta  que,  al  menos  de  cara  al  futuro,  se  caracteriza  por  la  extraordinaria  sencillez  de  sus 
planteamientos. 
 
Desde un punto de vista sistemático, la LAU aparece estructurada en cinco títulos: 
 
I. Ámbito de la Ley (arts. 1 a 5) 
II. De los arrendamientos de vivienda (arts. 6 a 28) 
III. De los arrendamientos para uso distinto del de vivienda. (arts. 29 a 35) 
IV. Disposiciones comunes. (arts. 36 y 37). 
V. Procesos arrendaticios. (arts. 38 a 40). 
 
El cuerpo central de la regulación de futuro de la LAU viene constituido por el título II; el legislador procura 
un  régimen  relativamente  tuitivo  y  sometido  a  regulación  imperativa  del  arrendamiento  de  vivienda, 
mientras que cualesquiera otros arrendamientos quedan reservados al libre pacto de las partes. 
 
 
 
 
 

 
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TEMA 29: Los arrendamientos urbanos Curso 09/10

2. La delimitación del arrendamiento de vivienda: exclusión de los inmuebles destinados a actividades


profesionales.

La nueva Ley considera arrendamiento de vivienda exclusivamente al alquiler cuyo destino primordial será
satisfacer la necesidad permanente de vivienda del arrendatario. Mientras que el arrendamiento para uso
distinto del de vivienda se caracteriza por vía negativa: se considera tal aquel arrendamiento que recayendo
sobre una edificación tenga como destino primordial uno distinto del establecido en el artículo anterior.

Salen, del ámbito propio del arrendamiento de vivienda y se consideran “de uso distinto todos los contratos
de inquilinato (arrendamiento de vivienda) regulados por el TR‐LAU, particularmente: los locales ocupados
por la Iglesia católica, Estado, Provincia; Municipio, Entidades benéficas, Asociaciones piadosas…
Corporaciones de Derecho público, y, en general, cualquiera otra que no persiga lucro; casinos o círculos
dedicados al esparcimiento de recreo ;inmuebles destinados a actividades profesionales.

Aun cuando constituyan inicialmente inmuebles aptos para satisfacer la necesidad permanente de vivienda,
el art. 2.2. excluye del régimen tuitivo del título II a las que podríamos calificar como viviendas suntuarias
(relativo al lujo), cuyo alquiler puede regirse por el libre pacto de las partes.

3. LOS ARRENDAMIENTOS DE VIVIENDA.

El Título II tiene carácter imperativo y, por consiguiente, cualesquiera condiciones o estipulaciones


contractuales que resulten perjudiciales para el arrendatario respecto de la regulación legalmente
establecida son sancionadas con la nulidad.

3.1. La duración del contrato. jun 10 (1)

art. 9.1. “Plazo mínimo”: La duración del arrendamiento será libremente pactada por las partes, aunque a
voluntad del arrendatario‐ verdaderamente el plazo de duración contractual es el de cinco años, mediante el
sistema de prórroga potestativa para el arrendatario.

art. 9.3 (redacción 1994): La prórroga anual durante el quinquenio inicial sólo podrá ser excluida cuando, de
forma expresa, conste en el contrato que la duración tendencialmente quinquenal no puede entrar en juego
en atención a la necesidad del arrendador de ocupar por sí o para sí mismo, como vivienda permanente, el
inmueble objeto de arrendamiento. En caso de efectiva extinción del contrato por tal causa, la propia norma
establece sanciones para el arrendador verdaderamente disuasorias de actuaciones fraudulentas o faltas de
seriedad.

Artículo 9 (apdo. 3): Redacción según Ley 19/2009, de 23 de noviembre, de medidas de fomento y agilización
procesal del alquiler y de la eficiencia energética de los edificios.

“No procederá la prórroga obligatoria del contrato cuando, al tiempo de su celebración, se haga constar en el
mismo, de forma expresa, la necesidad para el arrendador de ocupar la vivienda arrendada antes del
transcurso de cinco años para destinarla a vivienda permanente para sí o sus familiares en primer grado de
consanguinidad o por adopción o para su cónyuge en los supuestos de sentencia firme de divorcio o nulidad
matrimonial”.
(NOTA: para este curso no es necesario contestar con la redacción nueva, para el que viene sí.)

art. 10: Concluido el período quinquenal sin que ninguna de las partes haya notificado a la otra su voluntad
de no renovarle, se permite la continuidad contractual, de año en año, por un nuevo período trienal.

El nuevo texto legal descarta la existencia de subrogaciones inter vivos en el sentido del TR‐LAU. La cesión
del contrato o el subarriendo requieren el consentimiento, expresado por escrito, del arrendador conforme
a las reglas generales en materia de contratación.

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TEMA 29: Los arrendamientos urbanos    Curso 09/10 

El  efecto  de  la  subrogación  mortis  causa,  queda  limitado  al  período  contractual  restante,  con  lo  que 
realmente su incidencia es absolutamente diversa a la representada en el TR‐LAU. 
 
Ha habido también cambio de criterio respecto del uso de la vivienda familiar en casos de crisis matrimonial.  
El texto finalmente aprobado ha desechado semejante opción y establece que “el cónyuge no arrendatario 
podrá continuar en el uso de la vivienda arrendada… ”, 
 
3.2. La renta: 
 
El  índice  nacional  general  del  IPC  constituye  el  tope  máximo  de  revalorización  anual  de  la  renta.  El 
fundamento  radica  en  evitar  que  el  incremento  de  la  renta  libremente  pactado  pudiera  convertirse  en  un 
factor inflacionista de evidente trascendencia general. 
 
3.3. Contenido del contrato: derechos y obligaciones de las partes. 
 
La nueva LAU introduce la novedad de que, sin necesidad de contar con el consentimiento del arrendador, el 
arrendatario  podrá  realizar  las  obras  requeridas  por  la  condición  de  minusválido  de  sí  mismo  o  de 
cualesquiera otras personas que con él convivan (cónyuge, pareja de hecho o familiares). 
 
Aunque el precepto, de forma cautelar, exige la previa notificación escrita del arrendador de las obras que 
pretenda  llevar  a  cabo.  Con  ello  se  pretende  dejar  preconstituida  la  prueba  de  la  posible  reposición  de  la 
vivienda al estado anterior que puede exigir el arrendador al finalizar el arrendamiento. 
 
El  texto  actual  mantiene  los  derechos  de  tanteo  y  retracto  a  favor  del  arrendatario  en  los  contratos  de 
duración igual o superior a cinco años. 
 
Erradicada  la  prórroga  legal  forzosa,  el  significado  y  la  problemática  de  los  derechos  de  adquisición 
preferente del arrendatario cambian radicalmente de cariz y alcance. La renuncia del arrendatario sólo será 
válida y eficaz respecto de los contratos de duración superior a cinco años. 
 
La  vigente  LAU  regula  sólo  los  aspectos  de  contenido  contractual  que  ha  considerado  indispensables  en 
evitación  de  litigios  innecesarios.  Para  todos  los  demás  extremos  que  las  partes  estimen  de  interés,  son 
plenamente  libres  para  establecer  un  clausulado  contractual  prolijo  y  detallado,  en  dependencia  de  las 
circunstancias  del  caso  concreto.  Además  hay  que  tener  en  cuenta  la  eficacia  supletoria  de  las  reglas  del 
Código  Civil,  cuyo  contenido  normativo  ha  de  tenerse  más  presente  a  partir  de  la  derogación  del  Texto 
Refundido de 1964. 
 
3.4. La terminación del contrato. 
 
Una  vez  superado  el  llamado  “plazo  mínimo”  (que  tendencialmente,  es  el  quinquenal,  y,  en  su  caso,  la 
prórroga trienal), la extinción del contrato se produce de forma automática por el mero transcurso del plazo 
pactado. 
 
La posible suspensión del contrato por obras, sean acordadas por una autoridad competente, aunque sean 
meras obras de conservación. 
 
Causas de resolución: acción general de resolución a causa del incumplimiento por cualquiera de las partes 
de cualquiera de las obligaciones que le competan. 
 
Causas específicas de extinción: 
 
1. La pérdida de la finca 
2. La declaración de ruina. 

 
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4. LOS RESTANTES ARRENDAMIENTOS URBANOS. 
 
Cualquier arrendamiento que no tenga por objeto la satisfacción de la necesidad permanente de vivienda del 
arrendatario viene englobado por la ley bajo el concepto (negativo) de “arrendamientos  para uso  distinto 
del de vivienda”. 
 
Estos arrendamientos se rigen por la voluntad de las partes, en su defecto por lo dispuesto en el Título III de 
la presente ley y, supletoriamente, por lo dispuesto en el Código Civil. 
 
5. BREVE REFERENCIA A LAS DISPOSICIONES TRANSITORIAS. 
 
El verdadero y grave problema jurídico‐social que debía afrontar la nueva ley era regular las situaciones de 
Derecho transitorio, la paulatina acomodación de los contratos preexistentes a las nuevas reglas. 
 
La DT 1ª, relativa tanto a las viviendas cuanto a los locales de negocio sometidos al imperio del RDL 2/1985, 
garantiza  la  pervivencia  normativa  de  su  regulación  hasta  que,  por  extinción  del  plazo  estipulado,  se 
produzca  o  pueda  producirse  la  tácita  reconducción.  A  partir  de  ésta,  el  contrato  renovado  comenzará  a 
regirse por la nueva LAU. 
 
La DT 2ª a los actuales arrendatarios de vivienda con prórroga legal forzosa les garantiza vitaliciamente tal 
condición, aunque al propietario se le permite proceder a la –paulatina‐ actualización de la renta durante un 
plazo que, tendencialmente, llega a los diez años, dependiendo de los ingresos familiares del arrendatario. El 
inquilino, no obstante, no está obligado a actualizar, si bien en tal caso la duración del contrato no excederá 
de  ocho  años,  a  partir  de  la  publicación  de  la  ley.  Por  otra  parte  se  priva  al  propietario  (a  quien  se  le 
bonificará  fiscalmente,  conforme  a  la  DT  4ª)  de  la  posibilidad  de  actualizar  la  renta  cuando  los  ingresos 
familiares del arrendatario no superen entre 2,5 y 3,5 veces el salario mínimo interprofesional. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
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TEMA 30: El contrato de obra Curso 09/10

TEMA 30: EL CONTRATO DE OBRA

1. INTRODUCCIÓN: CONCEPTO Y CARACTERES. sep 04, sep 08 (2)

1.1. El contrato de obra en el Código Civil.

El Código contempla una subespecie de contrato de arrendamiento a la que denomina “arrendamiento de


obra”.

La concepción de contrato de obra como arrendamiento hay que entenderla totalmente desfasada, por lo
que la doctrina y Jurisprudencia trata de evitar la denominación de arrendamiento de obra.

El Código Civil utiliza otros giros y vocablos distintos:

9 Dueño, propietario o comitente: para referirse a quien encarga la obra.

9 Contratista: o constructor: para identificar a quien queda obligado a realizar la obra.

Contrato de obra: aquel en cuya virtud una persona, contratista, se obliga a ejecutar una obra en beneficio
de otra, comitente, que habrá de pagar por ella un precio cierto.

Queda sometido el contratista al desempeño de una obligación de resultado.

1.2. La Ley de Ordenación de la Edificación. sep 10

El contrato de servicios sigue regulado por las anticuadas normas del Código, mientras que los contratos de
obra inmobiliaria que se acometan con posterioridad a la entrada en vigor de la Ley 38/1999, de 5 de
noviembre (LOE), que tuvo lugar el 7 de mayo de 2000, con carácter general habrán de entenderse
sometidos a ella.

La promulgación de la LOE no puede suponer hacer tabla rasa del Código Civil por dos razones:

1. En primer lugar, cualesquiera obras, que como obligación de resultado, hayan de considerarse
objeto del contrato y no sean susceptibles de ser calificadas como edificaciones a los efectos de la
LOE obviamente requieren la aplicación e interpretación del Código.

2. Incluso en relación con las edificaciones, durante años habrá de pervivir el régimen de
responsabilidad previsto en el art. 1.591 del Código Civil (“por vicios de construcción: 10 años; por
faltar a las condiciones del contrato 15 años”). jun 10 (1)

7. EXTINCIÓN: jun 07 (1)

A las causas generales de extinción de las obligaciones añade el Código Civil, para este contrato, las
siguientes causas específicas:

7.1. El desistimiento unilateral del comitente.

“El dueño puede desistir, por su sola voluntad, de la construcción de la obra aunque se haya empezado,
indemnizando al contratista de todos sus gastos, trabajo y utilidad que pudiera obtener de ella”.

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TEMA 30: El contrato de obra    Curso 09/10 

En relación a “la utilidad que pudiera obtener de ella”, la práctica y la jurisprudencia suelen concretar dicho 
componente indemnizatorio en el denominado beneficio industrial que le correspondería al contratista sobre 
el total de  la obra realizada el  cual, salvo pacto en  contrario, se  considera equivalente el  15 por 100 de la 
totalidad de la obra contratada. 
 
7.2. La muerte del contratista. 
 
La  muerte  del  contratista  determine  la  extinción  del  contrato  si  la  obligación  de  hacer  que  pesaba  sobre 
aquél tenía carácter personalísimo y, en consecuencia, no puede considerarse transmisible a los herederos 
del contratista. 
 
7.3. La imposibilidad sobrevenida de la ejecución. 
 
Si el contratista no puede concluir la obra “por alguna causa independiente de su voluntad”. Debe tratarse de 
causas fortuitas que, por consiguiente, resulten insuperables para el contratista, no obstante haber 
observado éste la diligencia exigible en el cumplimiento de la obligación que sobre él pesaba. 

 
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TEMA 31 y 32: El contrato de sociedad y El mandato    Curso 09/10 

 
 
TEMA 31 y 32: EL CONTRATO DE SOCIEDAD Y EL MANDATO 

1. EL CONTRATO DE SOCIEDAD 

1.1. Concepto. 
 
Pacto que crea una entidad formada por los interesados y que, mediante el desempeño de una actividad de 
carácter económico, persigue un fin con ánimo de lucro. 
 
 La sociedad  es un  contrato por el  cual dos o más personas se obligan a poner en común dinero, bienes o 
industria, con ánimo de partir entre sí las ganancias. 
 
1.2. Notas esenciales de la sociedad. 
 
Notas características de la sociedad: 
 
1)  La  constitución  de  un  fondo  común  con  las  aportaciones  de  los  socios.  La  aportación  puede 
consistir: 
 
a) en cosas materiales: dinero o bienes (aportación propia); 
b) En el trabajo del socio: industria (recibiendo la denominación de aportación impropia). 
 
2)  El  fin  de  obtener  un  lucro  repartible.  Esta  intención  es  un  elemento  esencial  del  contrato  de 
sociedad y supone que: 
 
a) La sociedad se constituye para obtener un lucro o ganancia; si no, le sería aplicable la Ley 
de Asociaciones vigente. 
b) La ganancia ha de ser común a todos los socios. 
c) La ganancia o la pérdida, en su caso, ha de ser repartida entre los socios, considerándose 
nula la cláusula que excluya a uno o más socios de la correspondiente parte de las ganancias 
–se denomina sociedad leonina‐ o de las pérdidas. 
 
2. CARACTERES DEL CONTRATO DE SOCIEDAD. 
 
a) Es un contrato consensual, en cuanto se perfecciona por el mero consentimiento. El Código Civil consagra 
la  libertad  de  forma;  si  bien,  para  que  tenga  existencia  frente  a  terceros,  será  necesaria  escritura  pública 
siempre que se aporten a la sociedad bienes inmuebles o derechos reales. 
b)  Es  un  contrato  bilateral  o  plurilateral,  que  da  origen  a  derechos  y  obligaciones  recíprocos  (aportación, 
participación en ganancias). 
c)  Es  un  contrato  oneroso  y  conmutativo,  pues  todas  las  partes  han  de  aportar  algo  y  desde  el  inicio  se 
establece la prestación que ha de realizar cada socio. 
d) Es un contrato preparatorio, en el sentido de que tiene por objeto crear una entidad destinada a celebrar 
otros contratos. 
e) Es un contrato de tracto o ejecución sucesiva, porque no se agota ni consume por el cumplimiento de una 
o  varias  prestaciones  determinadas,  como  los  contratos  instantáneos,  sino  que  está  destinado  a  desplegar 
efectos reiterados y escalonados durante un período de tiempo más o menos largo. 
 
 
 

 
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TEMA 31 y 32: El contrato de sociedad y El mandato    Curso 09/10 

1. EL CONTRATO DE MANDATO. 

1.1. Concepto y Caracteres del mandato: jun 04, jun 08 (2) 

Por el contrato de mandato se obliga una persona a prestar algún servicio o a hacer alguna cosa por cuenta o 
encargo de otra”. Esta última es denominada mandante, mientras que la persona obligada a la realización 
del servicio recibe el nombre de mandatario. 
 
La barrera divisoria entre arrendamiento y mandato viene dada por la naturaleza de las prestaciones a que se 
obligan arrendatario y mandatario: 
 
9 Trátese  de  arrendamiento  de  obra  o  de  servicios,  el  arrendador  se  obliga  a  ejecutar  por  sí  mismo 
una determinada actividad de carácter material en beneficio del arrendador. 
 
9 El mandatario, en cambio se obliga a gestionar los intereses del mandante (actuando ciertamente en 
su  beneficio,  al  igual  que  en  el  arrendamiento)  a  través  de  la  realización  de  determinados  actos 
jurídicos cuyo contenido acabará recayendo en la esfera jurídica del mandante. 
 
‐ Sus caracteres fundamentales son: 
 
1. Es un contrato consensual. 
 
2. Impera el principio de libertad de forma (puede ser expreso o tácito, y la aceptación también). 
 
3.  Es un contrato naturalmente gratuito. 
 
4. Es un contrato basado en la confianza que el mandante otorga al mandatario. 
 
2. Clases de mandato: sep 05 (1) 
 
2.1. Mandato simple y mandato representativo: sep 04, jun 07 (2) 
 
El  mandatario  puede  actuar  en  su  propio  nombre  (sin  revelar  que  gestiona  intereses  ajenos),  si  bien  por 
cuenta,  interés  y  encargo  de  su  mandante,  en  cuyo  caso  estaríamos  ante  un  mandato  simple,  no 
representativo.  No  se  produciría  vinculación  entre  mandante  y  terceros,  los  cuales  tendrían  acciones 
exclusivamente  contra  el  mandatario,  sin  perjuicio  de  las  que  puedan  derivar  de  la  relación  de  mandato 
propiamente dicha entre mandante y mandatario. 
 
Mandato representativo: si el mandatario actúa en nombre del mandante, por el contrario, éste es parte en 
los  contratos  o  actos  jurídicos  que,  gestionando  sus  intereses,  celebra  el  mandatario  con  terceros:  el 
mandante es quien adquiere los derechos y asume las obligaciones que se derivan de esos actos o contratos 
debiendo cumplir todas las obligaciones que el mandatario haya contraído dentro de los límites del mandato. 
 
 
 
 
 
2.2. Tipos de mandato conforme a la extensión de las facultades conferidas: 
 
1. Mandato general o especial: 

Considerando el número de asuntos o negocios del mandante que puede gestionar el mandatario, el 
mandato puede ser: 

 
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TEMA 31 y 32: El contrato de sociedad y El mandato Curso 09/10

9 Mandato general: “comprende todos los negocios del mandante”

9 Mandato especial: sólo “uno o más negocios determinados”.

2. Mandato concebido en términos generales y mandato expreso:

En cuanto a la naturaleza de las operaciones que está autorizado a realizar el


mandatario, el mandato concebido en términos generales no comprende más
que los actos de administración; mientras que para transigir, enajenar, hipotecar o
ejecutar cualquier acto de riguroso dominio se necesita el denominado mandato
expreso.

3. RÉGIMEN BÁSICO DEL CONTRATO DE MANDATO.

3.1. Obligaciones del mandante: jun 06 (1)

El mandante asume la iniciativa del contrato, y, establece las bases del desarrollo del mandato y
fijará al mandatario instrucciones y reglas.

9 Obligaciones:

1. Debe anticipar las cantidades necesarias para la ejecución del mandato, si el mandatario
las pidiere.
2. Está obligado a indemnizar los daños y perjuicios ocasionados al mandatario por el
cumplimiento del mandato, siempre que el mandatario no haya incurrido en culpa o
imprudencia en su gestión.
3. Deberá pagar al mandatario la retribución procedente si así se pactó.
4. En el caso de pluralidad de mandantes quedan obligadas solidariamente frente a él.
5. Cuando se trata de un mandato con poder de representación, el mandante debe cumplir
todas las obligaciones que el mandatario haya contraído dentro de los límites del
mandato.

3.2. Derechos y obligaciones del mandatario: jun 10 (1)

3.2.1. Obligaciones: jun 05 (1)

1. Debe ejecutar el mandato de acuerdo con las instrucciones del mandante, teniéndole informado
de su gestión.
2. Rendir cuentas de sus operaciones al mandante y a abonarle cuanto haya recibido en virtud del
mandato.
3. Obligación de resarcir los daños y perjuicios que, por su gestión o por la falta de ella, haya causado
al mandante, ya sean debidos a actuación dolosa o culposa.
4. Si un mandante ha nombrado dos o más mandatarios se excluye la responsabilidad solidaria, si no
se ha expresado.
5. Cuando el mandatario obra en su propio nombre, queda obligado directamente a favor de la
persona con quien contrató, como si el asunto fuere personal suyo, sin perjuicio de las acciones
entre mandante y mandatario.

3.3. Extinción del mandato: sep 05 (1)

El mandato se acaba:

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TEMA 31 y 32: El contrato de sociedad y El mandato    Curso 09/10 

1º. Por su revocación. 
2º. Por su renuncia o incapacitación del mandatario. 
3º.  Por  muerte,  declaración  de  prodigalidad  o  por  concurso  o  insolvencia  del  mandante  o 
mandatario. 
4º. Por incapacitación sobrevenida del mandante. 
 
1. La revocación del mandato: 
 
Al  ser  el  mandato  un  contrato  basado  en  la  confianza  que  el  mandante  ha  depositado  en  el 
mandatario,  se  explica  la  posibilidad  de  la  revocación  unilateral  por  parte  del  mandante, 
produciendo sus efectos desde que el mandatario la conozca. 
 
2. La renuncia del mandatario: 
 
La renuncia es una facultad del mandatario, si bien ha de ponerla en conocimiento del mandante 
y  ha  de  continuar  la  gestión  hasta  que  el  mandante  haya  podido  tomar  las  medidas  necesarias 
para evitar la interrupción de los asuntos gestionados. 
 
3. La muerte del mandante o mandatario: 
 
La reiterada confianza como base del negocio supone que la muerte de uno de los contratantes 
dé  lugar  a  su  extinción.  Sin  embargo,  lo  hecho  por  el  mandatario,  ignorando  la  muerte  del 
mandante, es válido y surtirá todos sus efectos. 
 
4. La quiebra o insolvencia de las partes: 
 
A ellas habría de añadirse la situación de ausencia legal. 

 
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TEMA 33 bis: El depósito    Curso 09/10 

 
TEMA 33 bis: EL DEPÓSITO 

2. EL DEPÓSITO VOLUNTARIO: sep 09 (1) 
 
2.1. Concepto y presupuestos: jun 04 (1) 
 
Depósito  voluntario  es  aquel  en  que  se  hace  la  entrega  por  la  voluntad  del  depositante.  Notas  que  le 
caracterizan: 
 
1. La finalidad principal es la obligación de guarda y custodia. 
2. El objeto de la obligación debe ser una cosa ajena, (no perteneciente al depositario). 
3. El objeto del depósito ha de recaer sobre un bien mueble, corporal, incluidos los títulos valores. 
 
De  todo  ello  se  puede  inferir  que  el  depósito  es  un  contrato  en  virtud  el  cual  una  persona  (depositante  o 
deponente) entrega una cosa mueble a otra (depositario), para que ésta la guarde y se la restituya cuando 
aquélla se la reclame. 
 
2.2. Características del contrato. 
 
1. Gratuidad y unilateralidad del contrato: Salvo pacto contrario, el depósito es un contrato gratuito 
y, por ende, unilateral, salvo que se pacte una retribución, con lo cual la relación jurídica devendrá 
bilateral. 
 
2. El carácter real: se constituye el depósito desde que uno recibe la cosa… ”; “depósito voluntario es 
aquel en que se hace la entrega… ”, parece desprenderse que se exige necesariamente la entrega de 
la cosa parra el nacimiento del contrato de depósito. Sin embargo, la doctrina actual pone de relieve 
el posible carácter consensual del contrato. 
 
4. CONTENIDO DEL CONTRATO DE DEPÓSITO: 
 
4.1. Obligaciones del depositario: sep 05 (1) 
 
1. La obligación de guarda y custodia: 
 
La  responsabilidad  exigida  en  el  ejercicio  de  dicha  obligación  de  guarda  es  la diligencia  exigida  con 
carácter  general  en  sede  de  obligaciones.  No  obstante,  dicha  responsabilidad  experimenta  una 
agravación: 
 
9 Cuando la cosa depositada se entrega cerrada y sellada. 
9 Si existe pacto expreso en tal sentido. 
9 En el caso del depósito remunerado, según algunos autores 
 
En cualquier caso, salvo permiso expreso que debe probarse, el depositario no puede servirse de la 
cosa  depositada,  ni  de  sus  productos,  frutos  o  accesiones,  respondiendo  en  caso  contrario  de  los 
daños y perjuicios. 
 
La guarda y custodia, salvo prohibición del depositante, podrá encomendarse a un sustituto (Ejem. 
Entidad bancaria). 
 
 

 
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TEMA 33 bis: El depósito    Curso 09/10 

2. La obligación de restitución: 
 
La  cosa  depositada  debe  ser  restituida  al  depositante,  o  a  sus  causahabientes,  o  a  la  persona  que 
hubiere sido designada en el contrato con todos sus frutos, productos y accesiones. 
 
En el caso de un depósito de dinero, el depositario será deudor de los intereses de las cantidades que 
haya  aplicado  a  usos  propios  o  de  las  que  no  haya  restituido  una  vez  extinguido  el  depósito  y  tras 
haber sido constituido en mora. 
 
La obligación de entrega o restitución se transmite a los herederos del depositario. 
 
3. Momento temporal de la restitución: 
 
La restitución debe producirse cuando el deponente la reclame, sin necesidad de justa causa (esto es, 
libremente) y con independencia de plazo contractual alguno, puesto que el depósito es un contrato 
establecido a favor del depositante. Sin embargo se otorga al depositario que tenga justos motivos 
para  hacerlo,  la  posibilidad  de  proceder  a  la  restitución  antes  del  término  convenio,  legitimándolo 
incluso  para  proceder  a  la  consignación  judicial  del  objeto  del  depósito  en  el  caso  de  que  el 
depositante se resista a aceptar la devolución. 
 
4. El lugar de la restitución: 
 
Cuando al hacerse el depósito se designó lugar para la devolución, el depositario debe llevar a él la 
cosa  depositada;  pero  los  gastos  que  ocasione  la  traslación  serán  de  cuenta  del  depositante.  No 
habiéndose  asignado  lugar  para  la  devolución,  deberá  ésta  hacerse  en  el  que  se  halle  la  cosa 
depositada,  aunque  no  sea  el  mismo  en  que  se  hizo  el  depósito,  con  tal  que  no  haya  intervenido 
malicia por parte del depositario. Los gastos de transporte corren a cargo del depositante. 
 
5. Pérdida de la cosa y subrogación legal: 
 
En  el  supuesto  de  pérdida  de  la  cosa,  es  especialmente  relevante  la  presunción  de  culpa  del  art. 
1.183, pues en el depósito la cosa se encuentra en poder del deudor (depositario). 
 
En  el  art.  1.777  CC  se  contempla  un  supuesto  concreto  de  aplicación  del  principio  de  subrogación 
real: en caso de pérdida por fuerza mayor de la cosa depositada, si el depositario recibiere otra en su 
lugar, estará obligado a entregar ésta al depositante. 
 
6. EL DEPÓSITO IRREGULAR: sep 06 (1) 
 
Contrato cuyo objeto consiste en una determinada cantidad de cosas fungibles (principalmente dinero) que 
pueden ser no sólo utilizadas, sino incluso consumidas por el depositario. 
 
El depositario, queda obligado a entregar al depositante una misma cantidad de cosas fungibles, su 
equivalente exacto, llamado tantundem. 

 
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TEMA 34: Los contratos aleatorios Curso 09/10

TEMA 34: LOS CONTRATOS ALEATORIOS

3. EL CONTRATO DE RENTA VITALICIA.

ACLARACIÓN DEL CURSO VIRTUAL: La diferencia con el “contrato de alimentos” consiste en que en la renta vitalicia se
perciben las rentas en dinero, mientras que en el de alimentos se perciben en especie (manutención, alojamiento, cuidados...).
Así, los contratos de renta vitalicia son bastante frecuentes en el ámbito bancario: Vd. entrega a la entidad bancaria un capital (que
ya no recuperará en sí mismo) a cambio de asegurarse unas pensiones de por vida. También se da en el caso de personas de cierta
edad que no tengan necesidades vitales inmediatas (que les harían pensar más en el contrato de alimentos) ni familiares próximos:
entregan un bien (normalmente la nuda propiedad de un inmueble, reservándose el usufructo de modo que siguen viviendo en él) a
cambio de asegurarse la percepción periódica de un complemento de su pensión.

3.4 Contenido del contrato de renta vitalicia: sep 08,jun(2)

1. La entrega del capital:

Consiste en la entrega de bienes muebles o inmuebles, materiales o inmateriales, cuyo dominio se


transmite al deudor de la pensión sin que esta última suponga derecho real, carga o afección sobre
aquéllos a favor del rentista, sino simplemente el nacimiento de una relación obligatoria en cuya
virtud el deudor queda vinculado a satisfacer dicha renta o pensión.

2. El derecho a la pensión o renta:

a) La pensión.

El art. 1802 CC habla de “pagar una pensión o rédito” sin establecer que deba consistir
necesariamente en una suma dineraria, pudiendo estribar en la entrega de cualquier otro
tipo de bienes muebles (ej. Frutos que produzcan bienes entregados en concepto de capital).

b) La periodicidad de la renta.

No es necesario que el pago se efectúe anualmente, pudiendo las partes estipular períodos
distintos para la satisfacción de la renta; incluso, cabe la posibilidad de satisfacer la renta por
plazos anticipados.

c) Satisfacción de la renta.

La renta correspondiente al año en que muere el que la disfruta, se pagará en proporción a


los días en que hubiese vivido; si debía satisfacerse por plazos anticipados, se pagará el
importe total del plazo que durante su vida hubiese empezado a correr.

d) Incumplimiento y aseguramiento del pago de la renta.

La falta de pago de las pensiones vencidas no autoriza al perceptor de la renta vitalicia a


exigir el reembolso del capital ni a volver a entrar en la posesión del predio enajenado; sólo
tendrá derecho a reclamar judicialmente el pago de las rentas atrasadas y el aseguramiento
de las futuras.

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TEMA 35: La transacción    Curso 09/10 

 
TEMA 35: LA TRANSACCIÓN 

1. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS: sep 04, jun 07, jun 08 (3) 
 
1.1. Introducción: 
 
Mediante  este  contrato  las  partes,  dando,  prometiendo  o  reteniendo  cada  una  alguna  cosa,  evitan  la 
provocación de un pleito o ponen término al que había comenzado. 
 
Son  las  propias  partes  interesadas  quienes  llegan  a  un  pacto,  convenio  o  acuerdo  que  dirime  sus 
controversias. Dicho pacto, tiene carácter contractual. 
 
1.2. Presupuestos de la transacción: 
 
1. Existencia de controversia entre las partes. 
 
2. Voluntad de las partes de poner fin a la situación de incertidumbre. 
 
3. Reciprocidad de las concesiones acordadas. 
 
1.3. Características propias del contrato: 
 
9 La transacción es: 
 
1. Un contrato consensual. 
 
2. Un contrato bilateral o sinalagmático y, simultáneamente, recíproco. 
 
3. No exige forma solemne alguna, de conformidad con el principio general de libertad de forma, 
aunque se da por supuesta la forma escrita. 

 
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TEMA 35 bis: El convenio arbitral    Curso 09/10 

 
TEMA 35 bis: EL CONVENIO ARBITRAL 

2. EL CONVENIO ARBITRAL. 
 
2.1. Concepto. 
 
Constituye  un  acuerdo  de  voluntades  de  naturaleza  contractual  cuyo  objeto  radica  en  someter  cuestiones 
litigiosas  a  la  decisión  de  uno  o  varios  árbitros.  Dicho  acuerdo  de  voluntades  podrá  adoptar  la  forma  de 
cláusula incorporada a un contrato o de acuerdo independiente y deberá expresar la voluntad de las partes 
de someter a arbitraje todas o algunas de las controversias que hayan surgido o puedan surgir respecto de 
una determinada relación jurídica, contractual o no contractual. 
 
2.2. Tipos de arbitraje: sep 07 (1) 
 
Puede ser, a elección de las partes:  
 
9 Arbitraje de Derecho: el que ha de ser resuelto y fundamentado atendiendo al conjunto de normas 
jurídicas aplicables al caso debatido. Los árbitros han de ser especialistas en Derecho. 
 
9 Arbitraje en equidad: los árbitros actuarán según su saber y entender, resolviendo la cuestión 
litigiosa atendiendo a la justicia material del caso concreto planteado sin necesidad de fundamentar 
su decisión en norma jurídica alguna. 

 
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TEMA 36: La fianza    Curso 09/10 

 
TEMA 36: LA FIANZA 

1. EL CONTRATO DE FIANZA: jun 04, sep 08 (2) 
 
1.2. Ideas generales: fianza subsidiaria y fianza solidaria. 
 
La  fianza  es  la  garantía  personal  que  se  constituye  al  asumir  un  tercero  el  compromiso  de  responder  del 
cumplimiento  de  una  obligación  si  no  la  cumple  el  deudor  principal,  extendiendo  la  responsabilidad  a  su 
propio patrimonio.  
 
Se deduce del que, en principio, para el Código Civil la fianza tiene carácter subsidiario. 
 
Sin  embargo,  no  desconoce  el  propio  Código  la  posibilidad  de  que  el  deudor  principal  y  fiador  queden 
obligados al pago de la obligación asegurada en un mismo plano, de forma solidaria. En tal caso, el acreedor, 
llegado  el  momento  de  cobro  de  la  deuda,  puede  reclamarla  a  cualquiera  de  ellos  (deudor  y  fiador)  o  al 
fiador directamente. En tales supuestos, deudor y fiador se hallan solidariamente obligados al pago, se habla 
de fianza solidaria. 
 
1.2. Relación de fianza y contrato de fianza. 
 
El contrato de fianza es el acuerdo contractual celebrado entre fiador y acreedor, en cuya virtud aquél asume 
la obligación de asegurar el cumplimiento de la obligación del llamado deudor principal. 
 
El contrato de fianza no está sometido a regla especial alguna en relación con la forma, ni tampoco respecto 
a la capacidad de las partes, puesto que basta la capacidad general para obligarse. 
 
Para referirse al entramado de posibles relaciones entre los sujetos indicados, doctrinalmente suele hablarse 
más de relación de fianza o, a secas de la fianza, que de contrato de fianza. 
 
1.3. Características del contrato de fianza. 
 
1. Carácter accesorio. 
2. Consensual. 
3. Gratuita u onerosa. 
4. Unilateral (en el caso de que la fianza sea de carácter gratuito) o  bilateral (en el caso de que el 
fiador reciba una retribución ya sea del deudor o del acreedor). 
5. Abstracto y no causal. 
 
2. CLASES DE FIANZA. 
 
2.2. Fianza simple y subfianza: sep 07 (1) 
 
Atendiendo al carácter y naturaleza de la obligación garantizada: 
 
1. Fianza simple: garantiza la obligación principal. 
 
2. Doble (subfianza): garantiza una fianza anterior, es decir, la obligación del fiador. 
La existencia de subfianza supone, pues, que existe un fiador principal y un fiador 
secundario o complementario, es decir “un fiador del fiador”. En la práctica, es raro 
acudir a semejante mecanismo. 

 
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TEMA 36: La fianza Curso 09/10

4. LAS RELACIONES ENTRE ACREEDOR Y FIADOR. sep 10 (1)

4.1. El beneficio de excusión en la fianza subsidiaria: jun 05, jun 06, jun 07, jun 10 (4)

En la fianza subsidiaria el fiador cuenta con el beneficio de excusión para remarcar que el acreedor, antes de
dirigirse contra el fiador, debe procurar encontrar y perseguir los bienes de que eventualmente disponga el
deudor principal. Es decir, visto desde la perspectiva contraria, el fiador tiene derecho a eludir el pago
mientras no se demuestre la insolvencia del deudor.

Para que el fiador pueda aprovecharse del beneficio de la excusión debe oponerlo al acreedor luego que éste
le requiera para el pago, y señalarle bienes del deudor realizables dentro del territorio español que sean
suficientes para cubrir el importe de la deuda.

4.3. El beneficio de división en el caso de cofianza: jun 06 (1)

Consiste este último en el hecho de que, “siendo varios los fiadores de un mismo deudor y por una misma
deuda, la obligación a responder de ella se divide entre todos”, constituyéndose, pues, la obligación de los
fiadores con el carácter de mancomunada.

En la práctica, sin embargo, son extraños los casos de cofianza en los que no se encuentre prevista
especialmente la exclusión del beneficio de división. Excluido dicho beneficio, cualesquiera de los fiadores ha
de ser considerado fiador solidario por el íntegro montante de la deuda.

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Preguntas años anteriores: cuadro resúmen    Curso 09/10 

 
 
 
 
Preguntas que más han salido (Incluidas las referidas a practicum) 
 
 
 
 
 
 
Lección  N.º  PRACTICUM  Título 
  1    3. LAS CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOS. 
19  3    3.2 Contratos consensuales, reales y formales. 
  1    3.4 Contratos típicos y atípicos 
  2    1.1. Elementos esenciales y elementos accidentales del contrato 
  1    2. LA CAPACIDAD CONTRACTUAL 
20  1    3.2 a) Requisitos del error como causa de anulabilidad del contrato 
  1    3.4. La intimidación 
  1    3.6. El dolo 
  1    3.6 a) El dolo: noción y requisitos 
  2    4.2. Requisitos del objeto del contrato 
20 bis  1    3. LA FORMA COMPLEMENTARIA O “AD PROBATIONEM” 
  1    4.2  La categoría de los contratos formales 
  3    2.2. La aceptación. El valor del silencio 
  1    2.3. La perfección del contrato entre ausentes: 
21  1    2.6. Los tratos preliminares: la responsabilidad precontractual 
  2  Doc. 7  3. EL PRECONTRATO 
  2    3.2. El contrato de opción 
    Doc. 7  EL CONTENIDO DEL CONTRATO (tema entero) 
21 bis  4    2. LA CONDICIÓN 
  1    2.2. Condición suspensiva y condición resolutoria 
22  1    3. LOS CRITERIOS INTERPRETATIVOS DE CARÁCTER SUBJETIVO 
  1    7.2. Los medios de integración 
23  2    2. LOS CONTRATOS EN FAVOR DE TERCERO 
  2.2. La aceptación por el beneficiario en relación con la revocación de 
 
1  la estipulación 
  1    2.1. La nulidad del contrato: idea general 
24  5    2.2. Causas de nulidad 
  1    2.3. La acción de nulidad 
  1    3.2  Causas de anulabilidad 
  1    2. EL DESISTIMIENTO UNILATERAL 
24 bis  1    3. LA RESOLUCIÓN DEL CONTRATO POR INCUMPLIMIENTO 
  4.  LA  ALTERACIÓN  DE  LAS  CIRCUNSTANCIAS  CONTRACTUALES:  LA 
 
1  CLÁUSULA REBUS SIC STANTIBUS 
  1    5.3. La acción rescisoria 
  1    2.1. Donaciones remuneratorias y 2.2. Donaciones modales u onerosas 
  1    3. PRESUPUESTOS Y ELEMENTOS DE LA DONACIÓN 
25  1    3.1. Capacidad de las partes 
  2    3.4. Forma 
  2    4. LA REVOCACIÓN DE LAS DONACIONES 
  1    4.1. Supervivencia o supervenencia de hijos 

 
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Preguntas años anteriores: cuadro resúmen    Curso 09/10 

Lección  N.º  PRACTICUM  Título 


    Doc. 8 y 10  EL CONTRATO DE COMPRAVENTA (tema entero) 
  1.2.  Capacidad  para  celebrar  el  contrato  de  compraventa:  las 
 
1  prohibiciones 
  1    2.2. El precio en la compraventa 
26  2    3.1. La entrega de la cosa 
  1    3.3. El saneamiento por evicción 
  1    3.3. a) El saneamiento por evicción: noción y requisitos 
  5    5. LA DOBLE VENTA 
    Doc. 10  8. EL CONTRATO DE PERMUTA 
 
 
29    Doc. 11  ARRENDAMIENTOS URBANOS: 8. Tanteos y retractos 
30  2    EL CONTRATO DE OBRA 1. INTRODUCCIÓN: CONCEPTO Y CARACTERES 
  1    7. EXTINCIÓN 
  2    EL MANDATO: 1.1. Concepto y 1.2. Caracteres del mandato 
  1    2. CLASES DE MANDATO 
32  2    2.1. Mandato simple y mandato representativo 
  1    3.1. Obligaciones del mandante 
  1    3.2 a) obligaciones del mandatario 
  1    3.3. Extinción del mandato 
  1    2.. EL DEPÓSITO VOLUNTARIO 
33 bis  1    2.1. el depósito voluntario:  Concepto y presupuestos 
  1    4.1. Obligaciones del depositario 
  1    6. EL DEPÓSITO IRREGULAR 
34  1    3.4. Contenido del contrato de renta vitalicia 
    Doc. 12  4. EL CONTRATO DE ALIMENTOS O VITALICIO 
35  3    LA TRANSACCIÓN: 1. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS 
    Doc. 13  3. OBJETO DE LA TRANSACCIÓN Y 5. EFECTOS DE LA TRANSACCIÓN 
35 bis  1    2.2. Tipos de arbitraje 
  2    1. EL CONTRATO DE FIANZA 
36  1    2.2. Fianza simple y subfianza 
  3    4.1. El beneficio de excusión en la fianza subsidiaria 
  1    4.3. El beneficio de división en el caso de confianza 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
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Preguntas años anteriores: cuadro resúmen    Curso 09/10 

 
 
 
 
 
 
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19  2  1        2        5 
20     3  4        3     10 
20 bis           2           2 
21  1  1  1  1  3  2     9 
21 bis  2     1     1  1     5 
22     1     1           2 
23  1     1  1           3 
24  1  1  2  1  1  1     7 
24 bis     1  1  1  1        4 
25  1  1  2  1  2        7 
26  2  2  3  1  1  2     11 
30  1        1  1        3 
32  2  2  1  1  1        7 
33 bis  1  1  1        1     4 
34              1        1 
35  1        1  1        3 
35 bis           1           1 
36  1  1  2  2  1        7 
                        0 
Doc. 7  1     1  2           4 
Doc. 8  1        1  2  1     5 
Doc. 10  1  2  2     1  1     7 
Doc. 11        1              1 
Doc. 12  1        1           2 
Doc. 13     1        1  1     3 
Total  20  18  23  19  20  13  0  113 
 
 
 
 

 
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Prácticum    Curso 09/10 

 
DOCUMENTO 7: Opción de compra (Tema 21) 
 
A)   En  mi  opinión,  el  Señor  Notario  acierta  con  la  calificación,  puesto  que  el  dueño  está  otorgando  un 
derecho de preferencia en la adquisición al optante a cambio de un precio que suele conocerse como prima 
o señal de la opción. 
 
La  opción  es  un  contrato  en  virtud  del  cual  una  persona  se  obliga  a  vender  a  otra  una  cosa  bajo 
ciertas condiciones contractualmente previstas, en las que destaca el plazo temporal concedido al optante. 
 
En este caso es opción de compra, porque el concedente del derecho de opción (D. Benito Almansa y 
Dña. Jacinta Colomer) queda obligado a vender y es el optante el que decide si compra o no. 
 
La opción de venta (que no es el caso), es mucho menos frecuente, y tiene lugar cuando el eventual 
adquiriente queda obligado a comprar y es el propietario el que puede optar entre vender o no. 
 
B)   Los 18.000€ son una prima o señal de la opción, que tienen que ir aparte de los 90.000€, que es el 
precio de la finca. 
 
El contrato de opción que tenemos aquí, no es de carácter gratuito, si no que es de carácter oneroso. 
 
Por lo tanto, tenemos por un lado los 18.000€ de la prima o señal de la opción (que si decidieran no 
comprar, los perderían), y por otro lado, los 90.000€ que es el precio de la finca. O sea, que si compraran la 
finca tendrían que pagar un total de 108.000€. 
 
Además,  en  las  estipulaciones  segunda  y  tercera,  se  reconoce  que  el  derecho  de  opción  es  de 
18.000€ y que el precio de la compra futura será de 90.000€. 
 
C)   En mi opinión, los Sres. Almansa‐Colomer, no tienen razón, puesto que el plazo de opción no es de 
término (o sea, no hay que esperar a que pasen esos tres años), si no que los optantes pueden ejercitar ese 
derecho  durante  dicho  plazo.  Por  lo  tanto,  si  los  Sres.  Navarrete‐Silva  quieren  comprar  la  finca  ahora,  los 
esposos Almansa‐Colomer tienen que vendérselo. 
 
En caso de que los promitentes incumplan lo pactado, el optante puede demandar a los concedentes 
de la opción, reclamándole daños y perjuicios 
 
DOCUMENTO 8: Escritura de compraventa y condición resolutoria por precio aplazado (Tema 26) 
 
A)   Si en el contrato no viene recogida expresamente la evicción, según el art. 1475 CC, se entiende que 
el vendedor responde de la evicción. 
 
Según el art. 1476 CC, será nulo el pacto que exima al vendedor de responder de la evicción, siempre 
que hubiera mala fe de su parte. 
 
El  saneamiento  por  evicción  es,  para  nuestro  Código,  un  elemento  natural  del  contrato  de 
compraventa. 
 
Asimismo,  según  el  art.  1477  CC,  si  el  comprador  renuncia  a  este  derecho,  si  llega  a  producirse,  el 
vendedor sólo tendrá que entregar el precio de la cosa vendida en el momento de la evicción, a no ser que el 
comprador renunciara con conocimiento de los riesgos que ello entraña y sometiéndose a sus consecuencias. 
 
 

 
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B)   Esta  cláusula  penal  se  encuentra  insertada  dentro  de  una  condición  resolutoria  y  dentro  de  la 
escritura.  Conforme  al  art.  1504  CC,  aún  cuando  se  hubiera  estipulado  que  por  falta  de  pago  del  precio 
convenido tendrá lugar de pleno derecho la resolución del contrato, el comprador podrá pagar, aún después 
de expirado el término hasta que no haya sido requerido judicialmente o por acta notarial, una vez hecho tal 
requerimiento, el Juez no podrá imponerle término. 
 
Según  está  recogido  en  la  escritura,  conforme  al  art.  1154  CC,  el  Juez  modificará  equitativamente 
cuando la obligación principal hubiera sido en parte o irregularmente cumplida por el deudor. 
 
En mi opinión, esta cláusula penal es abusiva de todas las maneras, puesto que aunque no se pagara 
el  primer  plazo,  el  vendedor  se  quedaría  con  40.000€  que  ya  fueron  pagados,  y  que  son  casi  la  mitad  del 
precio de la venta. 
 
C)   Según el art. 1462 CC, se entenderá entregada la cosa vendida, cuando se ponga en poder y posesión 
del  comprador.  Cuando  se  haga  la  venta  mediante  escritura  pública,  como  es  el  caso,  el  otorgamiento  de 
ésta,  equivaldrá  a  la  entrega  de  la  cosa  objeto  del  contrato,  si  de  la  misma  escritura  no  resultase  o  se 
dedujere claramente lo contrario. 
 
Por lo tanto, por lo dicho anteriormente, como en la escritura no se dice nada al respecto, habrá que 
entender que se ha efectuado por el mero hecho de otorgarse la escritura. Y puesto que se ha efectuado la 
transferencia  posesoria,  debe  entenderse  también  transferida  la  propiedad,  puesto  que  la  propiedad  en  la 
compra venta se transmite por la compra de la cosa en poder y posesión del comprador. 
 
DOCUMENTO 9: Contrato privado de arrendamiento de vivienda (Tema 29) 
 
El  sentido  de  la  exigencia  de  este  aval  bancario,  es  para  asegurar  las  responsabilidades  en  que  los 
arrendatarios pudieran incurrir, según recoge el contrato de arrendamiento. 
 
En mi opinión es conforme a Derecho, puesto que dice “aval”, y se podría encuadrar en el art. 20.1 
de la LAU, al recoger que las partes podrán pactar los gastos generales para el adecuado sostenimiento del 
inmueble, sus servicios, tributos, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles de individualización y 
que corresponden a la vivienda arrendada o a sus accesorios, sean a cargo del arrendatario. 
 
Lo  que  no  se  podría  hacer  será  que  el  arrendador  exigiera  el  pago  anticipado  de  más  de  una 
mensualidad de renta, según el art. 17.2 de la LAU. 
 
DOCUMENTO 10: Escritura de permuta de bienes inmuebles (Tema 26) 
 
A)   Yo  le  diría,  por  lo  que  se  dice  aquí,  que  no  tiene  nada  que  hacer.  A  no  ser  que  la  perdiera  por 
evicción,  que  es  un  elemento  natural  del  contrato  aunque  no  esté  recogido  en  el  mismo  (y  tampoco  se 
renunció al saneamiento por evicción). 
 
Esta evicción daría lugar al saneamiento sólo si el Sr. Espejo ha perdido la cosa como consecuencia de 
una  sentencia  firme  dictada  contra  él  interpuesta  por  un  tercero  que  ostentara  un  derecho  anterior  a  la 
permuta. 
 
Si  fuera  así,  según  el  art.  1540  CC.,  el  Sr.  Espejo  podría  optar  entre  recuperar  la  finca  que  dio  a 
cambio o reclamar la indemnización de daños y perjuicios, pero sólo mientras siga en poder de Don Manuel y 
Doña Josefa. 
 
 
 

 
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B)   Debemos de tener en cuenta que para lo no previsto especialmente en la permuta, se regirá por las 
reglas de la compra venta. 
 
En la compra venta no existe el precio justo, así que las partes, en principio, pueden convenir lo que 
quieran. 
 
Si todos los permutantes dicen que ambas cosas permutadas valen lo mismo, será válido. 
 
DOCUMENTO 11  Retracto: retracto arrendaticio urbano (Tema 29) 
 
A)   El  presente  documento  está  sometido  a  la  Ley  29/1994,  de  24  de  noviembre  de  Arrendamientos 
Urbanos, puesto que la fecha del documento data del año 2003. Además, así lo recoge el documento notaria 
al hacer referencia al art. 25 de la misma. 
 
La  escritura  puede  ser  perfectamente  real,  puesto  que  todo  lo  referido  en  ella,  se  encuentra  en  la 
legislación vigente. 
 
Existen  estos  derechos  de  adquisición  preferente  en  nuestra  legislación  arrendaticia  urbana. 
Podemos encontrar tanto el tanteo como el retracto en el citado art. 25 de la LAU. Asimismo, se regula en 
numerosos preceptos del Código civil, como en los arts. 1506 a 1525 (retracto convencional y retracto legal) 
art. 1636 (tanteo y retracto), arts. 1638 a 1643 y 1637 (tanteo y retracto)... 
 
B)   Se  trata  de  un  retracto,  porque  quien  aparece  como  transmitente  son  Manuel  Gómez  y  Josefa 
Hidalgo,  que  le  compraron  el  piso  a  Antonio  Antunez  (que  es  el  propietario  –  arrendador  original)  y  el 
adquiriente es Juan Espejo. Por lo tanto, Juan Espejo, el arrendatario, es quien se queda con el piso vendido a 
Manuel  Gómez  y  Josefa  Hidalgo  (considerados  como  terceros,  puesto  que  eran  ajenos  al  contrato  de 
arrendamiento). Juan Espejo ha tenido que pagar el precio que pagaron Manuel Gómez y Josefa Hidalgo más 
los gastos legítimos (un total de 131.000€). De lo que se desprende que el arrendador omitió la notificación o 
no la hizo fehacientemente conforme al art. 25 de la LAU, comunicándole la intención de vender, para que 
éste pudiese ejercer su derecho de tanteo, como recoge también el artículo 25 de la citada ley. Si lo hubiera 
hecho así, no habría sido necesaria esta escritura de retracto. 
 
DOCUMENTO 12  Cesión de fincas por alimentos con el carácter de vitalicio y condición resolutoria (Tema 34) 
 
A)   Es un contrato de alimentos, por el cual Adoración Campos se obliga a prestar durante toda la vida 
de Armando Santos sustento, habitación, vestido y asistencia médica, a cambio de un piso. 
 
Es un contrato consensual, oneroso, sinalagmático y aleatorio. 
 
A  día  de  hoy  es  un  contrato  típico,  recogido  en  el  art.  1791  y  ss.  del  CC.  Pero  en  el  momento  del 
documento notarial (agosto de 2003), no era típico, puesto que se añadió al CC por la ley 41/2006 de 18 de 
noviembre, entrando en vigor el 20 de noviembre de 2003. 
 
En  ese  momento,  debido  a  la  falta  de  regulación  específica  era  un  contrato  atípico,  que,  según  la 
jurisprudencia y la doctrina, era diferente del de renta vitalicia. 
 
B)   Legalmente es justo y razonable, conforme a los arts. 1255 y 1791 y ss. del CC. 
 
Aunque yo creo que habrías más opciones, sin tener que meter a Don Armando en un centro. Como 
podría ser que doña Adoración lo cuidara sin recibir nada a cambio. O que lo cuidara pudiendo recibir algo en 
el testamento de don Armando (puesto que parece que no tiene más familiares, ni por tanto, a quien dejarle 
sus bienes). 
 

 
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C)   Tal  y  como  está  redactado,  a  mi  parecer,  hay  dudas  acerca  de  lo  que  ocurriría  si  doña  Adoración 
fallece  antes  que  don  Armando  (puesto  que  no  sabemos  la  edad  de  doña  Adoración,  aunque  vamos  a 
suponer que sea más joven que él). Según se desprende del documento notarial, si doña Adoración fallece 
antes, cesa la obligación de alimentos y no se transmite a los herederos y don Armando no podría recuperar 
la casa, que yo entiendo que sí pasaría a los herederos de doña Adoración. 
 
Así que yo modificaría un poco el documento, y añadiría que si doña Adoración fallece, no se extinga 
la obligación de dar alimentos, bien porque pasa a los herederos esta obligación o bien porque don Armando 
recupera su casa. 
 
DOCUMENTO 13  SAP Barcelona de 23 de junio de 2000: objeto y alcance de la transacción (Tema 35) 
 
1. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS:  
 
1.1. Introducción: 
 
Mediante este contrato las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada una alguna cosa, evitan la provocación de un 
pleito o ponen término al que había comenzado. 
 
La  actividad  transaccional  es  frecuentísimamente  desempeñada  por  los  Abogados  hasta  el  extremo  de  que  los 
honorarios por transacción tienen propia carta de naturaleza en las normas colegiales. 
 
Son las propias partes interesadas quienes llegan a un pacto, convenio o acuerdo que dirime sus controversias. Dicho 
pacto, tiene carácter contractual. 
 
1.2. Presupuestos de la transacción: 
 
1. Existencia de controversia entre las partes. 
2. Voluntad de las partes de poner fin a la situación de incertidumbre. 
3. Reciprocidad de las concesiones acordadas. 
 
1.3. Características propias del contrato: 
 
9 La transacción es: 
 
1. Un contrato consensual. 
2. Un contrato bilateral o sinalagmático y, simultáneamente, recíproco. 
3. No exige forma solemne alguna, de conformidad con el principio general de libertad de forma, aunque se da por 
supuesta la forma escrita. 
 
3. OBJETO DE LA TRANSACCIÓN. 
 
En estrecha conexión con la exigencia de la plena disponibilidad exigida en materia de capacidad para poder transigir, 
los artículos 1.813 y 1.814 establecen el mismo criterio al excluir de la transacción las materias que atentan al orden 
público y al interés general, y que, por lo tanto, se encuentran fuera del ámbito de disposición de los particulares. 
 
Además se requiere, como en cualquier otro contrato, que el objeto sea posible, lícito y determinado. 
 
El art. 1.814 dispone que no se puede transigir sobre el estado civil de las personas, ni sobre las cuestiones 
matrimoniales, ni sobre alimentos futuros. 
 
 
5. EFECTOS DE LA TRANSACCIÓN. 
 
1) Efectos interpartes: por aplicación del art. 1.257 “los contratos sólo producen efectos entre las partes que los otorgan 
y sus herederos…” 
 

 
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Prácticum    Curso 09/10 

2) Efectos de la transacción para con terceros: 
 
Juegan aquí las reglas generales, de forma tal que en principio la transacción genera consecuencias entre las partes por 
aplicación del art. 1.257. En cambio, cualquier acuerdo transaccional es “res inter alios acta” (“cosa realizada entre 
otros”; se utiliza para expresar que un contrato o acuerdo entre varias personas –inter partes‐ no puede afectar a un 
tercero que no ha sido parte del mismo) para los terceros, salvo que éstos sean causahabientes de una de las partes del 
contrato o se encuentren unidos con el transigente por lazos de solidaridad o a consecuencia de la naturaleza indivisible 
de la prestación. 
 
5.1. La excepción de cosa juzgada. 
 
El art. 1.816 CC dispone que la transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa juzgada; pero no procederá la vía 
de apremio sino tratándose del cumplimiento de la transacción judicial. 
 
Ello quiere decir que las partes dan por resuelta definitivamente la cuestión, quedando obligados a no volver a plantear 
de nuevo la cuestión controvertida, de forma que si alguno de los transigentes acude a los tribunales buscando un 
pronunciamiento más favorable, le podrá ser opuesta la denominada exceptio rei per transactionem  finitae. 
 
Ello no obsta para que no se pueda acudir a los tribunales para instar el cumplimiento de lo pactado 
transaccionalmente, o para solicitar la ineficacia de la transacción por las causas establecidas en los arts. 1.877 a 1.879 
(HIPOTECA: expropiación, enajenación, cesión a un tercero). 
 
DOCUMENTO 14  SAP Asturias de 6 de junio de 2001: resarcimiento del fiador solvens (Tema 36‐La fianza) 
 
(Repasar del tomo Dº de Obligaciones “las deudas pecuniarias y la mora plurianual”) 
 
Según  la  sentencia  tiene  que  pagar  el  Real  Avilés  11.042.281  Ptas.,  más  el  interés  legal  desde  la 
interposición de la demanda hasta la fecha de la sentencia y desde entonces el interés del art. 921 de la LEC. 
 
Tenemos una cantidad principal que son 11.042.281 ptas., a la que hay que calcularle los intereses. Y 
hay dos períodos distintos con dos tipos de intereses diferentes: 
 
1.‐ Desde la interposición de la demanda hasta la sentencia, que será aplicable el interés legal. 
2.‐ Desde la sentencia hasta la fecha del pago (o sea, el interés legal más 2 puntos). 
 
DOCUMENTO 15  Contrato de arrendamiento de temporada (Tema 29) 
 
Respecto  a  la  cuestión  primera,  no  sirve  de  nada  que  unilateralmente  comunique  al  arrendador  el 
cambio  de  circunstancias  ni  sus  pretensiones.  Sin  citar  literalmente  el  C.C.  ya  sabemos  que  los  contratos 
tienen  fuerza  de  ley,  que  están  para  cumplirlos,  que  su  validez  no  puede  dejarse  al  arbitrio  de  uno  de  los 
contratantes, etc. Ni siquiera existe un cambio de condiciones tan extrema para aplicarle la cláusula "rebus 
sic stantibus" por pesar más en este caso el principio "pacta sunt servanda". 
 
Respecto de la segunda, para nada está abusando el arrendador, puesto que el supuesto de hecho 
está literalmente contemplado en la cláusula VIII del contrato (del que además adjunta un inventario anexo). 
En puridad no nos encontramos ante una fianza tal y como se concibe en nuestro Código Civil (la mal llamada 
fianza arrendaticia)  

 
© IUSMASOQUISTA 2.010   Página 59 de 59 
 

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