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A) Introducción
Siempre cuando fue posible, y con la debida autorización de las personas entrevistadas y
encuestadas, se procedió a grabar magnetofónicamente las conversaciones sostenidas
con los actores involucrados. Algunos fragmentos de tales conversaciones son expuestos
en el presente informe pues expresan de manera más fidedigna la opinión de la persona
entrevistada.
B) Metodología
Tabla 1
Entrevistados por Localidad
Localidad Nº Entrevistados
San Pedro de Atacama 15
Toconao 15
Talabre 3
Camar 3
Socaire 6
Peine 7
Río Grande 5
Machuca 3
Total 58
Las personas entrevistadas pertenecen a diferentes grupos etarios, no obstante una parte
significativa del grupo muestreado estuvo constituido por individuos clasificados como
adultos jóvenes.
Tabla 2
Nº de entrevistados según grupo etario
Pauta Entrevistas
1. ¿Qué piensa del trabajo de los Arqueólogos?
2. ¿ Qué Arqueólogos o Antropólogos han trabajado en la Localidad?
3. ¿ Cuál es el trabajo que han realizado?
4. ¿ Le gustaría trabajar en ese tipo de investigaciones?
5. ¿ Le interesaría conocer el trabajo que realizan?
6. ¿ Le gustaría conocer la prehistoria e historia del área atacameña?
7. ¿ Conoce algún museo, sea arqueológico o histórico?
8. ¿ Le gusta el museo que conoce?
9. ¿ Le gustaría que su localidad contará con un museo?
10. ¿Esta de acuerdo con que se excaven sitios arqueológicos, sean estos sitios
habitacionales, cementerios, talleres líticos etc.?
11. ¿ Está de acuerdo con que se exhiban restos óseos humanos en los Museos?
12. ¿Qué percibe cuando pasa por un sitio arqueológico?
13. ¿ Sabe si se venden objetos arqueológicos?
14. ¿ Qué tipo de objetos se venden?
15. ¿ Es gente de la misma localidad la que vende esos objetos o personas de afuera?
16. ¿ A quién le venden esos objetos arqueológicos?
17. ¿ Qué lugares de su pueblo le gustaría proteger por su valor, su historia?
Por razones de fuerza mayor fue imposible aplicar tal instrumento a más personas, ya que
cada una de las entrevistas demandaba una considerable cantidad de tiempo (± 30
minutos). En todo caso, si bien puede ser cuestionada la representatividad de la muestra
por su reducido tamaño, creemos que las opiniones expresadas por los entrevistados son
representativas de diferentes sectores de la comunidad (v.gr. Pastores, Agricultores,
Dirigentes, Yatiris, Jóvenes, Profesantes de diferentes credos religiosos, dueñas de casa,
etc.).
Situados en este contexto, el presente informe graficará una situación que ha venido
generándose desde hace mucho tiempo y que se expresa en el choque entre dos
perspectivas distintas. En relación a esto, creemos que el choque entre dos visiones y
concepciones de mundo, que tienden a ser calificadas como antagónicas (v.gr. visión
“indígena o nativa” v/s visión científica), antes de señalarnos y demostrarnos la existencia
de profundos vacíos comunicacionales entre los actores sociales involucrados
(Comunidades Indígenas y Comunidades Científicas), debe sentar las bases para una
futura convivencia armónica entre dos discursos, igual de validos y objetivos, que han
tendido a ser dicotomizados por parte de la sociedad en su conjunto.
Construyendo una “nueva relación” entre los actores sociales involucrados, será posible
generar una instancia de participación reciproca que nutra y sumerja a ambos sectores
en los particulares y característicos conocimientos que presenta y posee la otredad, (e.i.
conocimiento científico y conocimiento indígena).
En ningún caso nuestro deseo es agudizar más la situación antes señalada, sino que
sistematizar y describir una serie de percepciones y apreciaciones de los grupos humanos
de la zona, fenómenos que se han producido a raíz de una profunda falta de
comunicación entre las instancias involucradas, y que de revertirse en un plazo cercano
traerá positivas y beneficiosas consecuencias para todos los actores participes de esta
“nueva relación”.
C) Exposición de Resultados
La zona de los oasis de San Pedro de Atacama ha sido testigo del desarrollo del trabajo
de los arqueólogos desde fines del siglo pasado, pero tal fenómeno sólo adquirio
características más sistemáticas con la llegada a la zona del R. Gustavo Le Paige, en
1954. Muchas personas entrevistadas nos dieron su opinión en relación a la labor
científica del clérigo belga, opiniones que van desde el más profundo aprecio hasta la
crítica más ponzoñosa. Dichas opiniones se encuentran registradas en grabaciones
magnetofónicas y serán analizadas en un estudio venidero.
Sin bien tal opinión representa el sentir de una anciana de Toconao, hay un grupo de
entrevistados (14 personas) que señala los beneficios que ha traído tal disciplina científica
a la zona con la instauración del museo arqueológico de San Pedro de Atacama y el
conocimiento y divulgación de la Cultura Atacameña (“Esta bien porque se puso un
museo bonito”).
Sin embargo, una cantidad similar de entrevistados (15) no comparte la anterior opinión y
señala su descontento ante tal labor científica. Una joven San Pedrina expresa lo que
piensa en relación al trabajo de los arqueólogos:
En todo caso, la anterior opinión puede ser comprendida desde la perspectiva de los
nuevos movimientos sociales que han surgido al interior de la Etnia Atacameña,
movimientos que han intentado reivindicar el valor de la cultura de esta zona y que han
considerado la protección del patrimonio cultural como un eje clave para fundamentar las
posiciones que se sostienen. Si bien esta opinión es compartida por un grupo etario y
generacional que va de los 15 a los 37 años, no es una apreciación exclusiva de éste, ya
que las generaciones más adultas entrevistadas también manifestaron su reparo y
reproche a la labor de los profesionales de tal disciplina, fenómeno que encuentra su
fundamentación en antiguas y milenarias creencias tradicionales. Una persona de Solor
nos señala:
“De acuerdo no...me gustaría dejarlo como están, porque pa' que
molestar a los abuelos...yo se como son los abuelos...nosotros por
decirte acá tenemos un entierro y una vez me quiso llevar, le hicimos
pago y lo dejamos tranquilo y ahí esta...pa’ que desenterrarlo...mi tío
igual, una vez encontró lo dejo ahí nomás...hay que tenerlo respeto”
No obstante, un reducido número de entrevistados (6) señalo que era posible excavar los
cementerios y otros tipos de sitios arqueológicos “porque de ahí salen cositas bonitas”, sin
descartar la apreciación que plantea la necesidad de tal actividad para ahondar en el
conocimiento de la Cultura Atacameña:
En todo caso un pequeño número de entrevistados (6 personas) nos señalo que se podía
realizar el trabajo arqueológico, eso sí, siguiendo las pautas establecidas por la tradición,
pautas que de no ser cumplidas pueden producir el castigo a la persona que realiza tal
actividad. Una Pastora de Talabre nos señala que:
De esta forma, los párrafos precedentes nos caracterizan las percepciones que algunos
habitantes de la Comuna de San Pedro de Atacama presentan en relación al trabajo
arqueológico, percepciones que nos evidencian el choque entre culturas distintas, choque
que sólo será superado cuando se creen los canales de comunicación que tanta falta
hacen entre los actores involucrados.
“Si...pero por parte turística puede ser comprensible, pero por parte
de una persona del lugar, que es de la zona, quizás lo desentienda
un poco, por las palabras que se usan, su forma de adecuar cosa, de
exhibismo, a mi no me gusta, en ese aspecto...eso de exhibiciones
es para turístico, pero con respecto a la comunidad no entrega
ninguna enseñanza...por eso falta información....por eso tiene que
ser un lugar de educación de la Cultura, no un lugar de exhibición de
la cultura...de enseñanza...yo encuentro el museo más turístico que
educativo”
Una habitante de la localidad de Toconao también nos explicó que ese era el motivo de
que mucha gente no quisiera conocer la institución que cobija el patrimonio arqueológico
de la zona:
Una dueña de casa de San Pedro de Atacama también nos manifestó sus críticas en
relación al cambio de algunas piezas arqueológicas, fenómeno que si bien no es
compartido ni cuestionado por la mayoría de los entrevistados, generó ciertas críticas no
sólo por algunos habitantes de la comuna, sino que también del público que visita tales
recintos.
“Yo creo que hay que restaurar y cercar el Pukara, pienso que del
museo se puede sacar plata para hacer esas cosas...porque el
atacameño no administra lo que tiene...porque digo yo...porque
tienen que venir otros gueones, con permiso tuyo, venir a llenarse los
bolsillos de plata....tiene que ser la misma comunidad la que
administre su museo...lógico... yo pienso que hay tanta plata, quien
sabe cuanto despilfarro de plata hay...yo nunca he estado de
acuerdo que la Universidad del Norte venga a administrar cosas que
es de nosotros, que es tuyo, es mío, nosotros que nos hemos criado
aquí, es un patrimonio de todos los atacameños”
Un habitante del ayllu de Solor también manifestaba la misma opinión pero señalaba que
era necesario que los fondos generados por tales instituciones fueran en beneficio directo
a las mismas comunidades atacameñas:
En resumen, podemos señalar que las temáticas expuestas en este apartado poseen
características y connotaciones sumamente complejas y a la vez presentan diversos
matices ya que se cruzan una serie de fundamentos que los habitantes de la comuna
consideran igual de validos, mezclando consideraciones de tipo económico, religioso y
político que se han desarrollado en el contexto de las actuales dinámicas jurídicas,
políticas y culturales que presenta nuestro país.
La mayoría de los entrevistados, inclusive los sectores más jóvenes, expresaron su fuerte
devoción y creencia a los “abuelos y gentiles”, seres humanos extintos, dotados de
características y poderes sobrenaturales, que vivieron en épocas pretéritas y que según
ellos constituyen sus ancestros y antepasados de sangre.
Lo anterior, desde una óptica científica, podría ser rebatido e invalidado, ya que se sabe,
gracias a los antecedentes arqueológicos, que desde el período agroalfarero tardío (1.000
D.C.) se experimentó un gran movimiento poblacional en el área centro-sur andina,
fenómeno que se acrecentó con la llegada de los Conquistadores y que produjo la mezcla
de diversos grupos étnicos provenientes de lejanos lugares. Sin embargo, y considerando
la anterior situación desde una perspectiva más cultural, y teniendo en cuenta la
autoadscripción de los entrevistados a la Etnia Atacameña, se debe reconocer y validar la
postura manifestada por los habitantes de la Comuna en términos de sentirse los
legítimos herederos de la tradición cultural denominada Atacameña.
La primera actitud que presenta el atacameño ante un sitio arqueológico, sea habitacional
o fúnebre, es el respeto expresado en una profunda veneración, actitud que encuentra su
fundamentación en una serie de creencias y tradiciones que forman parte del complejo
sistema ideológico-cultural atacameño. Una pastora de Machuca nos señala:
“Yo los respeto a ellos, cuando me siento a dormir por ahí y ahí
están los antepasados, uno siempre esta pendiente, lleva una harina
tostada, su hojitas entonces uno convida a ellos, como es la
costumbre, convido a la tierra, a los abuelos, entonces es una
manera de respetarlos...porque a uno los abuelos lo pueden castigar,
y eso son cosas verídicas que el yerbatero le saca ello, si Ud. tiene
un mal y le agarraron los abuelos, entonces Ud. necesita una limpia
y la gente se ha sanado”
“Mas que nada respeto, porque esos son los que castigan a uno...
cuando uno anda con flojera, anda con rabia le puede golpear... y
eso mismo le pesca a uno y uno se enferma, por eso hay que tenerle
más respeto”
En esta misma localidad, muchos de sus habitantes tienen noticia del reiterado saqueo
que experimentan los sitios arqueológicos del sector, saqueo llevado a cabo por
personas, que según los lugareños, son oriundas de otras localidades del país. Una
dirigente de la localidad en cuestión nos contaba que no poseía antecedentes concretos
en relación a la venta de material cultural de carácter arqueológico, aunque conocía
algunos yacimientos arqueológicos que habían sido objeto de saqueo:
“Ese cementerio que esta en Zapar, el pukara que le llaman, la
aldea...esa parte esta muy destrozada, le han sacado los
huesos....nosotros cuando llegamos a ver estaba todo hecho
pedazo....debería estar prohibido llegar ahí...porque eso no es un
lugar público para que vayan a ser destrozos más que nada, porque
los huesos estaban tirados por todos lados, había cerámica, había
de todo hecho pedazo, habían esas piedras de molino, el hueso,
incluso las prótesis de los huesitos, todo hecho pedazo, las
clavículas, las piernas...es un desastre”
Los habitantes de los Ayllus entrevistados que manifestaron tener conocimiento acerca
del saqueo y posterior venta de los bienes patrimoniales, señalaron que tales acciones
eran, por lo general, llevadas a cabo por gente que no pertenecía a la comunidad,
principalmente afuerinos. Un habitante del Ayllu de Solor interrogado en relación a esto
respondió:
Por otra parte, tal percepción varía entre los habitantes del Pueblo de San Pedro de
Atacama, ya que algunos de los entrevistados señalaron que conocían a gente
atacameña que solucionaba sus problemas económicos vendiendo algunos objetos
arqueológicos. Un joven atacameño oriundo del Pueblo mismo, nos contó que el conocía
a varias personas que comercializaban particulares bienes arqueológicos
En este contexto, basta con hacer una visita a los lugares aludidos, para percatarse de
forma personal, que muchas de las personas que confeccionan orfebrería utilizan puntas
de proyectil y cuentas de collar para realizar sus objetos (Joyas y Alhajas), provocando un
daño irreparable y estimulando una actividad que esta penada por los cuerpos legales
encargados de proteger los monumentos nacionales de nuestra nación (e.i. Ley 17.288).
En relación a lo anterior, escasas son las medidas adoptadas por la autoridad edilicia ya
que no se han establecido ordenanzas de carácter municipal que controlen la anterior
situación. Lo anterior se plantea, ya que se observa un incumplimiento constante y
recurrente de los artículos que presenta la Ley de Monumentos Nacionales, instrumento
jurídico que no ha podido ser aplicado con efectividad en la mayoría del territorio nacional.
Una zona que ha presenciado una ocupación continua desde hace más de 10.000 años,
ha sido testigo de una serie de sucesos y eventos que han quedado registrado en
diversos soportes materiales (talleres liticos, aldeas, artefactos culturales, documentos
escritos etc.) y que nos expresan particulares momentos de la compleja historia del área
atacameña.
La gran mayoría de los llamados herederos del patrimonio cultural de la zona atacameña,
no tienen conocimiento de los particulares procesos que experimento la región en épocas
pretéritas. Una cantidad considerable de los entrevistados declaro reconocerse ignorante
de la historia de su localidad en particular, y de la región en general. La falta de políticas
educacionales que palearan la anterior situación, es un fenómeno que en la actualidad se
está revirtiendo, ya que gracias a la denominada “Ley Indígena” se están implementando
programas de estudio acordes a las particulares realidades étnicas que existen en nuestro
territorio. Sin embargo, a partir del análisis de las entrevistas realizadas se puede concluir
que una fracción importante de la población analizada desea tener conocimientos
generales y específicos respecto de la historia desarrollada en la región atacameña.
“Si...todo, todo eso, eso es lo que nos hace falta, porque a veces
muchos nos preguntan y uno no sabe como responder, porque ...yo
creo que los arqueólogos deberían enseñar parte de la cultura
atacameña, como murieron, cuantos años están enterrados...es
necesario saberlo”
Sin embargo, hay ciertos sectores de la población que poseen conocimientos de la cultura
e historia de la región atacameña, conocimientos adquiridos por su propia cuenta, que a
veces se mezclan con la tradición oral, esta última transmitida de padres a hijos. Respecto
a esto, la particular concepción de un habitante de la zona es la siguiente:
D) Conclusiones
En términos del montaje que presenta la institución presente en el sector una cantidad
considerable del universo analizado señalo su aprensión y recelo en relación a la
exhibición de específicos objetos arqueológicos (v.gr. restos óseos humanos). Lo anterior
se suma a la disconformidad en términos de la administración de tal institución, ya que
una cantidad significativa del universo muestreado es partidario de que dicha
administración se traspase a las comunidades locales.
En relación a la percepción y significación que poseen los sitios arqueológicos para los
habitantes de la comuna, se manifiesta un alto grado de respeto y valoración a estos
lugares, los que son considerados sagrados por una porción considerable de los
entrevistados. Lo anterior encuentra su fundamento en el fuerte peso de la tradición
cultural, ya que muchas costumbres y creencias de la zona giran en torno a estos sitios y
a sus moradores (abuelos y gentiles).