Sie sind auf Seite 1von 8

NÚMERO 25

AGOSTO DE 2006 – VOL. II

ISSN 1696-7208

DEPOSITO LEGAL: SE – 3792 - 06

EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS AUTISTAS

ESTER HERVÁS ANGUITA

Entre los trastornos mentales de los niños probablemente los más delicados sean aquellos que
afectan a su desarrollo, entre estos podemos destacar el autismo. Los niños autistas muestran
problemas importantes que dificultan considerablemente su desarrollo y requieren adaptaciones
curriculares.

Nada parece más intrínseco al ser humano que la necesidad de establecer relaciones con los demás,
la sociedad es el único medio en el que el ser humano puede sobrevivir, para cualquier persona no
autista es inverosímil situarse en el lugar de un autista y comprender y percibir qué se siente.

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
1
E- Mail ense41@csi-csif.es
CONCEPTO

En la línea de Wing (1981), nos dice que siempre han existido niños autistas. El primer estudio de
autismo lo encontramos en el “niño salvaje”, separado de sus padres o abandonado por ellos porque
era autista y difícil de tratar. En 1943, Leo Kanner fue el primero en distinguir conceptual y
diagnósticamente el autismo dentro de la psicosis, al definir en el grupo de las esquizofrenias
infantiles una ente sindrómica a la que denominó autismo infantil precoz (esto creó una cierta
confusión, entre los profesionales que interpretaron que el autismo era tipo de psicosis), y se
caracteriza por:

Ø Incapacidad para relacionarse

Ø Retraso y alteración en el lenguaje

Ø Insistencia en el ambiente sin cambios

Ø Aparición precoz

Ø Gran potencial cognitivo

La Organización Mundial de la Salud define al autismo así:

• Se presenta desde el nacimiento o durante los 30 primeros meses de vida

• Respuesta anormal a los estímulos auditivos o visuales

• Retraso en el desarrollo del lenguaje

• Graves perturbaciones relacionales

• Comportamiento ritualista (resistencia al cambio)

La Asociación Americana de Psiquiatría, en 1952, elaboró un manual diagnóstico estadístico para


proporcionar a los profesionales del área un material para ayudarles en su labor ofreciéndoles
criterios basados en la distribución y caracterolo gía estadística de los trastornos psicológicos. Con
ello se pretendía relacionar los criterios usados por los profesionales en el momento de diagnosticar.
Permanece vigente el Diagnostic Statistical Manual IV, que entiende al autismo como un trastorno
profundo del desarrollo caracterizado por una distorsión en la evolución de múltiples funciones
psicológicas básicas implicadas en el desarrollo y adquisición de las habilidades sociales y del
lenguaje. La sintomatología principal radica en una falta de respuesta ante los demás, por lo que
fracasa la comunicación y la interacción social. Según el DSM IV, el autismo es tres veces más
frecuente en niños que en niñas y se define por un deterioro cualitativo en la comunicación verbal y
no verbal y en la vida imaginativa que empieza en la infancia o en la niñez. Se trataría de un
trastorno que afecta a muchas funciones de manera que el desarrollo no sólo se retrasa, sino que se
altera cualitativamente.

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
2
E- Mail ense41@csi-csif.es
2.- HIPÓTESIS ETIOLÓGICAS

Distinguimos dos grupos de teorías explicativas del origen del autismo: las psicogénicas o
emocionales y las físicas u orgánicas.

Hipótesis psicológicas.

Las causas del autismo habría que buscarlas en el ambiente en el que se desarrolla el niño y en la
forma en que los adultos de su entorno interactúan con él. Varios autores, entre ellos Kanner,
dijeron haber encontrado personalidades frías y duras entre los padres de estos niños. Kanner
observó que el trabajo al que se dedicaban reclamaba una gran dedicación hacia él, con lo cual no
podían dedicar mucho tiempo a sus hijos, imaginó que en la base del trastorno existía una
insuficiencia afectiva. Obtuvo tal conclusión debido a que la mayor parte de niños autistas cuyos
padres asistían a su consulta correspondían a la clase media acomodada. Ante esto nos encontramos
con pocos estudios rigurosos que entreguen pruebas incuestionables de esa supuesta anormalidad
paterna. Actualmente se verifica que el trastorno se distribuye equitativamente a lo largo de todos
los niveles sociales.

Hipótesis orgánicas.

Alrededor de un tercio de los niños/as autistas poseen otras anomalías en el cerebro y el sistema
nervioso. De esta perspectiva de investigación se intenta conocer el origen del trastorno y las partes
del cerebro implicadas en él. Las hipótesis orgánicas más extendidas son:

• Enfermedad orgánica sin lesión específica detectable

• Trastorno metabólico

• Hipótesis de la parsimonia (excesiva sensibilidad auditiva)

Posiblemente se trate de una recapitulación de distintos procesos patológicos que influyen en partes
del cerebro determinantes para la comunicación humana, pero no pasan de ser simples hipótesis que
actualmente no pueden probarse ni confirmarse

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
3
E- Mail ense41@csi-csif.es
EVOLUCIÓN DEL CUADRO CLÍNICO

Sintomatología del primer año.

Es difícil asegurar el diagnóstico del niño autista hasta los dos años, ya que los síntomas son poco
claros. Cuando se pregunta a los padres de éstos niños/as acerca de esta etapa algunos comentan que
sus hijos eran muy pasivos, no lloraban nunca, mientras otros decían que su llanto era difícil de
calmar, Los síntomas más comunes son:

• Problemas de alimentación, sueño, movimientos extraños...

• Falta de atención a estímulos sociales

• Ausencia de gestos comunicativos

• Resistencia a cambios ambientales y rutinas habituales

Síntomas De 1 a 5 años.

Suele ser la etapa más desconcertada. Aparecen los siguientes problemas:

- Problemas en la comprensión del mundo: respuestas no usuales a sonidos, dificultades en el


lenguaje, dificultades en el habla (ecolalia), deficiencias en la pronunciación y control de la voz, uso
más frecuente del tacto, gusto y olfato, movimientos corporales poco usuales (aumento de las
estereotipias motoras, dificultad en la alimentación, sueño, rabietas, autoagresiones, excitación y
ansiedad).

- Problemas emocionales y de conducta: alejamiento social, (no muestran interés si alguien sufre,
viven absortos en sus actividades sin ninguna finalidad), resistencia al cambio, incapacidad de jugar
(no se interesa por los juguetes y si lo hace no es como un niño normal).

- Habilidades especiales: utilizan mejor en aquellas habilidades que no requieren del lenguaje.

Entre los 5 años y el inicio de la adolescencia.

En esta etapa se puede apreciar cierta mejoría, pues desciende el nº de rabietas, autoagresiones,
estereotipias...se muestran menos resistentes al cambio, se vuelven más afectuosos y sociables, pero
no aparecen amistades, aumentan las habilidades cognitivas, verbales y la autonomía del sujeto. La
evolución puede ser muy variable.

Durante la adolescencia puede evolucionar positiva o negativamente según lo dicho anteriormente


reapareciendo problemas de conducta ya superados o surgir otros como por ejemplo la epilepsia.

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
4
E- Mail ense41@csi-csif.es
DESARROLLO MOTOR

El desarrollo motor en los niños autistas pueden presentar algunas anormalidades como son:

• Forma característica de estar de pie (cabeza inclinada y brazos doblados)

• Andar de puntillas sin mover los brazos

• Autoestimulación hasta llegar al punto de la autolesión

• Retraso en el control de esfínteres

DESARROLLO PERCEPTIVO

Las reacciones sensoriales del niño autista son extrañas a continuación ofrecemos algunas de ellas:

- Estímulos visuales: está fascinado por luces, cosas que giran... estimulaciones repetitivas

- Estímulos auditivos: a veces se comporta como si no los recibiera (sordo), otras como si el sonido
le produjera mucho dolor.

- Estímulos táctiles, olfativos y gustativos: alta tasa de respuestas táctiles y olfativas.

- Estímulos dolorosos: se muestra impasible al dolor o al frío, otras veces, hipersensible.

- Falta de reconocimiento de personas a quienes conoce bien.

Los niños autistas actúan como si no pudieran dar sentido a las experiencias que le rodean, tal vez
por su incapacidad de utilizar la información procedente de distintos sentidos.

DESARROLLO COGNITIVO

Las habilidades cognitivas no se desarrollan debidamente.

Atención.

Las características que destacan en la atención del niño autista son la hiperselectividad involuntaria
de los estímulos.

Comprensión del objeto.

No utilizan los objetos para juegos imaginarios o simbólicos y no ingenian juegos diferentes.
Pueden demostrar miedo excesivo ante objetos familiares o tranquilidad ante estímulos que asustan.
No muestran una comprensión de los objetos como la del niño normal.

Comprensión de otras personas.

Demuestran dificultades para la comprensión de uno mismo y los demás como personas, no pueden
comprender ni predecir el comportamiento de los demás, sus compañeros lo consideran fríos e
insensibles. Son incapaces de entender la actuación de los demás.

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
5
E- Mail ense41@csi-csif.es
El recuerdo.

Los niños autistas gozan de buena memoria episódica, pero su noción general del mundo es
incompleto. Varios muestran gran capacidad para el dibujo, el niño autista dibuja lo que puede ver,
recuerdan conversaciones, pueden recitar canciones... pero acumulan sin codificar, no usan métodos
para recordar las cosas.

Solución de problemas.

El aprendizaje de estos niños se caracteriza por ser específico a las situaciones y por su incapacidad
para divulgar situaciones nuevas, las estrategias aprendidas en una contexto no podrán ser usadas si
el mismo problema se plantea en una contexto nuevo, ante ella se encuentra perdido y si la solución
no funciona no puede usar estrategias nuevas, lo que provoca reacciones de ira.

Juego simbólico.

El niño autista no conoce el juego simbólico, interactúa con las propiedades físicas de los juguetes,
sin importarle la relación simbólica que hay entre los juguetes y los objetos reales. Le gustan los
rompecabezas, pero no es creativo con ellos, los hace de manera mecánica, sólo quiere reunir las
piezas, no conseguir un dibujo.

Motivación.

Estos niños no tienen competitividad, miedo al fracaso... porque no tienen en cuenta las
valoraciones de los demás, lo que quieren es hacer las cosas bien y también se sienten mal si no les
salen como esperaban, pero no lo hacen para satisfacer a las personas.

DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN

Cuanto más limitado sea su lenguaje, peor será su futuro.

Comunicación no verbal.

Las caras de éstos niños son poco expresivas y no suelen gesticular con las manos ni el cuerpo,
lloran y gritan para expresarse no usan palabras (es una especie de código que generalmente sólo
sus padres pueden entender; los padres de un autista entienden y comprenden a su hijo, pero no a
otro niño/a con el mismo trastorno, sin embargo, no parecen comunicarse con sus padres) y cuando
utilizan gestos no lo hacen igual que los niños normales.

Lenguaje hablado.

Retraso en la adquisición y desarrollo del lenguaje: el niño autista no aumenta su vocabulario con
la rapidez con que lo haría un niño normal y tienen un significado fijo de las palabras.

Anomalías en el habla: ecolalia (repetición sin sentido de palabras), inversión pronominal, omisión
o disfunción en el uso de palabras (quizá porque no conocen el significado de las preposiciones).

Bajo nivel de abstracción: lenguaje concreto, no utiliza un lenguaje complicado.

Dificultades sintácticas: desorganización del lenguaje

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
6
E- Mail ense41@csi-csif.es
Dificultades para la conversación: pocos de éstos niños pueden mantener una conversación, no
respetan el turno al hablar y no identifican ni relaciona lo que el otro dice con la información que ya
poseían.

DESARROLLO SOCIAL

Los bloques afectados en los niños/as autistas están relacionados con déficits de tipo social. Rivière
dijo que estos bloques forman parte de un “racimo funcional” que contendría pautas sociales,
habilidades simbólicas y el sistema de las emociones, de forma que si uno de estos ámbitos se
afecta, los demás se debilitan.

El recién nacido prefiere el estímulo social, los autistas no se favorecen de los sentimientos ajenos,
expresan sus emociones de tal manera que a los adultos les es difícil comprenderles. Alrededor del
tercer mes, los niños normales lloran o sonríen según nuestra forma de dirigirnos a ellos, tienen la
capacidad de sentir la misma emoción que la otra persona, los autistas aprecian menos estas
emociones y no las reviven. Los niños normales comienzan a enunciar los primeros imperativos
para favorecerse de los demás y conseguir algún tipo de respuesta, los autistas todavía no han
logrado este hito. Los niños autistas perciben ind iferencia social y son incapaces de interactuar, no
se mantienen cerca de su madre, hay una falta de contacto físico porque piensan que no les da
seguridad.

Según Polaino-Lorente, estas alteraciones pueden explicarse desde un punto de vista funcional:

La obsesión por mantener las cosas en su sitio sin cambios es porque busca un mundo que le sea
familiar y entrañable, no quiere experimentar estímulos nuevos.

La aproximación a él de algún familiar u observador para estimularle o motivarle por medio de


gestos, voz...le crearía un aumento estimular insufrible que si se repite más veces, irá seguido de
intentos de evitación por parte del niño

IMPLICACIONES EDUCATIVAS

Antes de comenzar la educación del niño autista, se ha de tener en cuenta que debe adaptarse el
currículum a las características del niño, es importante el enfoque desde el que se diseñarán los
objetivos que se pretenden alcanzar con ese niño/a. El profesor debe tener en cuenta los siguientes
aspectos:

• Condiciones estimulares y motivaciones (evitar la distracción por parte del niño)

• Explicaciones claras y simples (después de asegurarse de que atienden)

• Aprendizaje “sin errores” (no ayudar cuando no es necesario, ya que esto crea dependencia)

Áreas a desarrollar en los objetivos:

Área de desarrollo social y comunicativo: expresión de deseos, evitar el asociamiento de la


comunicación con el castigo, premiar la espontaneidad.

Área de desarrollo cognitivo: desarrollar la atención selectiva y las asociaciones sencillas.

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
7
E- Mail ense41@csi-csif.es
CONCLUSIÓN

El autismo es un síndrome que estadísticamente afecta a 4 de cada 1,000 niño, actualmente


las causas son desconocidas, aún y cuando desde hace muchos años se le reconoce como un
trastorno del desarrollo.

BIBLIOGRAFÍA:

American Psychiatric Association DSM IV. Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos
mentales. Editorial Masson

American Psychiatric Association, versión española coordinada por M. Valdés Miyar


Masson,“Manual de diagnostico y estadística de los trastornos mentales (DSM IV)” Barcelona,
1995

Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid, 1984 "Intervención educativa en autismo infantil"

REVISTA I+E
CSI—CSIF Sector de Enseñanza de Sevilla - C/ San Juan Bosco 51 B 41008 Sevilla. Tlf. 954069012
8
E- Mail ense41@csi-csif.es

Das könnte Ihnen auch gefallen