Sie sind auf Seite 1von 4

Nota de Prensa

Fecha 17 de mayo de 2011


Contacto Xavi Janer, PwC. Xavier.janer.serra@es.pwc.com
Teléfono 91 568 42 75
Páginas 6

Informe de PwC sobre el Impuesto sobre el Valor Añadido en el Mundo

La Unión Europea pierde más de 100.000 millones de


euros al año por fraude en el IVA
Madrid, 17 de mayo 2011. La Europa de los 27 deja de ingresar cada año más de 100.000
millones de euros, por fraude en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) o, lo que es lo mismo,
pierde el 11% de su recaudación debido, entre otras causas, al fraude en cadena o “carrusel”. Este dato,
hecho público por la Comisión Europea, se refleja en el informe Shifting the Balance, de la
imposición directa a la indirecta, elaborado por PwC, y junto con otros problemas derivados de
avances tecnológicos y de la propia evolución de la actividad económica, justificaría el inicio de una
profunda reflexión sobre cómo mejorar el vigente IVA, tanto en su normativa como en su aplicación. El
estudio hace un análisis sobre la imposición indirecta en el mundo y concluye que existe una tendencia
inexorable de las autoridades fiscales de sustituir impuestos directos por indirectos como consecuencia
del proceso de globalización de la economía y de la complicada situación de las arcas públicas en todo
el planeta. El informe, además, dibuja algunas de las líneas que debería seguir la reforma del IVA sobre
la que está trabajando la UE y recoge algunos ejemplos de cómo otros países de fuera de la zona euro
-como los llamados BRIC, Australia, México o Singapur-, organizan, estructuran y gestionan el
impuesto sobre el valor añadido.

En la actualidad, 156 países de todo el planeta tienen sistemas de IVA o similares.


China e India y los países que integran el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico
(GCC) ya han puesto en marcha o han mostrado su intención de adoptar sistemas de
imposición indirecta. Grecia, por ejemplo, se ha comprometido a una fuerte reducción de su
déficit presupuestario en 2014 y, para ello, debe reducir sustancialmente la diferencia entre lo que
recauda y lo que debería recaudar en concepto de IVA. Una situación en la que se encuentran muchos
otros estados de la Unión y que hace todavía más necesaria su reforma en profundidad.

El IVA en Europa se ha quedado obsoleto, según el estudio. El sistema fue diseñado en los
años sesenta y estaba pensado para seis países. Desde entonces, los grandes cambios experimentados
por el comercio mundial y en particular la creciente importancia de los servicios, unidos al impacto del
comercio electrónico en pleno desarrollo, hacen imprescindible una nueva formulación. Esta reforma
debería afectar tanto al diseño, como a su estructura y administración. En la actualidad, el IVA en la
UE se administra de forma estrictamente independiente por cada uno de los 27 estados, incluye
numerosas excepciones y recoge distintos tipos en función de las prioridades de cada país. Basta echar
un vistazo a la tabla adjunta (al final de la nota). De los 29 países que integran la UE, más
Noruega y Suiza, 28 tienen tipos reducidos o súper reducidos, que oscilan entre el 0% y
el 19%; y no hay un tipo general armonizado sino que existen once gravámenes distintos, que
van del 7,6 de Suiza al 25% de Hungría, Noruega y Suecia.

Entonces, ¿cómo debería ser el nuevo Impuesto sobre el Valor Añadido? Según el estudio, la
UE debería de aprender de las mejores experiencias de fuera del Viejo Continente. Un sistema
moderno y eficiente exige, primero, que éste sea único para toda la unión. Es decir que, se
articule como una única iniciativa legislativa en toda la UE -y no una directiva que deban ir
incorporando de forma separada e independiente cada uno de los 27 países-. Una normativa que
atribuya, a empresas y contribuyentes, acceso directo al tribunal de justicia europeo.
En dicho escenario ideal, podría existir, además, un registro único, con unas mismas reglas y
un tipo de IVA único que operaría sobre una base muy amplia. Comparado con un escenario así, hoy
en Europa, los ingresos por IVA representan, de media, sólo el 55% de los ingresos que, en teoría, se
deberían recaudar si existiera dicho tipo único y general de IVA que gravara todo el consumo. Esta
situación, por ejemplo, contrasta con la de Nueva Zelanda donde dicho porcentaje se aproxima al
100%. El informe destaca que para que este nuevo IVA fuera aceptado por los ciudadanos debería
hacerse un esfuerzo presupuestario que permitiera percibirlo como justo. Para ello, propone
compensar la regresividad que, sin duda, tiene un impuesto sobre el consumo como el IVA (no tiene en
cuenta los ingresos de quien lo paga), con rebajas de otros impuestos.

Por ejemplo, cuando Nueva Zelanda incrementó su Impuesto sobre el Valor Añadido del 12.5%
hasta el 15%, en octubre del año pasado, rebajó los impuestos directos y personales para compensar a
aquellos contribuyentes con menores ingresos. Además, redujo del 30% al 28% la imposición a las
empresas. Singapur, que cuenta con uno de los sistemas más simples y modernos, hizo algo parecido
cuando subió progresivamente (desde 1994) el IVA del 3% al 7% por ciento y, al mismo tiempo, redujo
los impuestos a las empresas del 33% al 17%.

En el ámbito de las empresas, la complejidad en el pago del impuesto es uno de


los principales caballos de batalla. Según el estudio, de media una empresa dedica más tiempo al
pago del Impuesto sobre el Valor Añadido que al pago del impuesto de sociedades y de los gravámenes
propios de las compañías. Este tiempo varía entre las 73 horas de media en la UE y las 192 que
emplean las compañías en Latinoamérica –ver cuadro-.

Media de horas que emplean las empresas en el pago del IVA, por regiones.

Estados Unidos es la única economía desarrollada que no cuenta con un impuesto sobre el
valor añadido (existen impuestos sobre ventas minoristas pero no son federales) y, aunque la
Administración norteamericana no se ha pronunciado al respecto, el fuerte incremento de su déficit
está empezando a poner el debate sobre la mesa.

Para Alberto Monreal, socio responsable de Imposición Indirecta de PwC,


“Debemos ser conscientes de que el IVA se ha convertido en un impuesto global y, por tanto, su
reforma no puede venir sólo de Europa sino que tiene que realizarse coordinadamente con el resto de
países utilizando mecanismos de ajuste y coordinación, bilaterales y multilaterales. Debemos reducir
barreras administrativas del IVA que perjudican su eficiencia, acabar con los solapamientos con otros
impuestos y dar seguridad a aquellos contribuyentes que actúan de buena fe frente aquellos que
pretenden defraudar”. A pesar de la necesidad de reformular el impuesto, Monreal considera que “es

2 of 4
difícil que esta se produzca en el medio plazo, ya que cualquier reforma del IVA debe realizarse por
decisión unánime de los 27 países que integran la UE”.

El IVA en la UE-27, más Noruega y Suiza.

Nota:

3 of 4
Nota:

PwC (www.pwc.com) ofrece servicios de auditoría, consultoría y asesoramiento legal y fiscal, especializados en
cada sector, para dar confianza e incrementar el valor de sus clientes. Más de 161.000 personas en 154 países
aúnan sus conocimientos, experiencia y soluciones para aportar nuevos puntos de vista y un asesoramiento
práctico.

© 2011 PricewaterhouseCoopers S.L. Todos los derechos reservados. "PricewaterhouseCoopers" se refiere a la red
de firmas miembros de PricewaterhouseCoopers International Limited; cada una de las cuales es una entidad
legal separada e independiente.

4 of 4

Das könnte Ihnen auch gefallen