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Thomas A. Szlezák. "Leer a Platón", Alianza Universidad, 1997.

Schleiermacher (1768-1834) desarrolló una reflexión sobre el papel del lector


y una hermenéutica de los diálogos platónicos. Tendencia romántica y visión
antiesotérica del diálogo. Noción de "comunicación indirecta".

A la luz de nuestra cultura moderna tenemos una tendencia a entender


negativamente que en los diálogos se planteen aporías (que para nosotros
significa un tiempo perdido o estéril después de haber seguido el diálogo con
interés; o cuando se dice de ciertos problemas que no se pueden tratar "ahora";
o que nos presente al conductor del diálogo muy por encima de sus
interlocutores.
Szlezák propone la pregunta acerca de qué idea de filosofía tenía Platón.

Tema de la "ocultación" en los diálogos. Para Platón la reserva consciente del


saber filosófico no se plantea sólo individualmente (cuando Sócrates omite o
evade preguntas y temas por considerar que su interlocutor no está preparado)
sino también como una medida de Estado para la organización de la
educación, en relación con su idea de paideia (los contenidos filosóficos para
formar a la elite no están a disposición de todos, y sólo se transmiten los
contenidos más elevados a aquellos que han recorrido un largo camino de
preparación).
Sócrates reserva su saber, actúa muchas veces de forma esotérica. Ahora bien,
la capacidad de reservar el saber filosófico, si las circunstancias lo exigen, es
para Platón una cualidad positiva del filósofo (disputa con los sofistas). Éste
debe reservar el saber con responsabilidad y sentido, lo comunica allí donde
ve preparación y sintonía en el receptor.
Los diálogos también remiten más allá de sí mismos; existen explícitos
"lugares de omisión".

Características Diálogos platónicos. En referencia a un concepto determinado


de comunicación del saber filosófico.
a) son conversaciones. También son posibles los monólogos;
b) se desarrollan en un lugar y espacio determinados. Los participantes son
reales, podemos identificarlos;
c) el director del coloquio está encumbrado por sobre los interlocutores;
d) el director habla en cada caso con un interlocutor, sea este real o
imaginario. Los diálogos de a tres son efímeros o de poca importancia;
e) el director contesta todas las objeciones. En los coloquios agonales puede
replicar a todos, pero él nunca es replicado. Él introduce los elementos que
hacen avanzar la conversación (de vez en cuando de forma mayéutica);
f) la conversación avanza entrecortadamente, aumentando cualitativamente el
contenido;
g) el director no llega a una conclusión definitiva, sino que apunta a temas e
investigaciones futuros. Cada diálogo tiene sus lugares de omisión.

Respecto de a) el diálogo para Platón e superior a los largos discursos de los


sofistas, aunque también echa mano de ellos. Aquí hay que tener presente la
idea de la dialogicidad del pensamiento (entendido este como un diálogo del
alma consigo misma): lo pnsado en soledad debe ser puesto a prueba en el
diálogo con otros.
Rspecto de e) y f) la "verdadera filosofía" no se brinda por sí misma a los
receptores sino que desea ser solicitada por ellos.

Teoría moderna del diálogo. Desde la tradición que empieza Schleiermacher.


- el propio diálogo puede buscarse por sí mismo sus lectores;
- nunca dice los mismo, ya que ante nuevos lectores descubre nuevos niveles
de sentido;
- el diálogo por sí mismo puede defenderse contra ataques. Quien no lo
entiende no se sumerge en los niveles más profundos de sentido, y quien
pregunta con sentido obtiene respuestas con sentido;
- el diálogo es concebido como un "texto activo", como un interlocutor con el
que el lector entra en conversación;
- el diálogo es pensado como de igual índole que el coloquio oral y por tanto
que ofrece la totalidad de la filosofía de Platón.
- la comunicación del saber filosófico es indirecta, fruto de una técnica
literaria que excluye el esoterismo;
- la moderna teoría del diálogo ha convertido el esoterismo en una "condición
del lector", lo ha colocado en el interior del receptor. Es decir, al igual que la
interpretación esotérica, no discute la opinión de que Platón no quería ofrecer
sin más el saber filosófico que consideraba fundamental. Discute únicamente
el hecho de que Platón haya limitado conscientemente la comunicación
filosófica, y asegura que todo lo fundamental está en los escritos y solamente
velado por las técnicas de comunicación indirecta;
- es el diálogo entonces quien tiene la capacidad de excluir a los lectores "no
apropiados", y son los lectores "apropiados" quienes acceden a los contenidos
fundamentales mediante un des-velar.

Para Slezák no debemos elegir entre una interpretación esotérica o


antiesotérica de Platón, sino entre dos formas del esoterismo: al esoterismo
inmanente al texto (esoterismo hermenéutico) se le opone el esoterismo
"histórico", éste da cuenta de una doctrina de los ppios. que nunca ha sido
fijada por escrito (a la que se refiere Aristóteles en la Metafísica).

Crítica de la escritura en el Fedro. Lo primero que hay que aclarar es el


concepto de discurso en Platón. El rango del discurso depende de si es o no
conforme a la "medidad de arte", esto es: uso correcto de todos los recursos
retóricos; capacidad de conocimiento de la esencia de las cosas de las que se
trata; y el conocimiento de las almas a las que se dirige el discurso.
Platón expresa en la historia de los "jardines de Adonis" (en el que un grupo
de semillas eran plantadas en macetas, en lugares oscuros y regadas, de modo
que florecían en ocho días. Esta cosecha era luego tirada al mar como parte de
un rito dirigido al dios Adonis) la diferencia entre el logos escrito del logos
oral. Compara a un campesino razonable con el filósofo o "dialéctico". Un
campesino razonable no agotará sus semillas en la efímera cosecha de los
"jardines de Adonis", sino que reservará sus mejores semillas y las cultivará
en terreno apopiado, esperando cosechar al cabo de ocho meses. "De manera
igualmente razonable obrará el "dialéctico" con su simiente: no sembrará
seriamente en los jardines de Adonis de la escritura con logoi que no tienen la
capacidada de ayudarse a sí mismos ni de enseñar la verdad de forma
satisfactoria. Los jardines de la escritura sólo los sembrará por juego cuando
"cuente historias" sobre justicia y temas semenjantes. Su seriedad la reservará
para el empleo del "arte de la dialéctica" que practica, cuando toma un "alma
apropiada" y siembra en ella sus logoi que tienen la capacidad de ayudarse a sí
mismos y al que los siembra y que no quedan sin cosecha" (szlézak, p.67).
Tenemos entonces una comparación en el aspecto de la cosecha: la floración
de los jardines de Adonis es comparada con el conocimiento transmitido por la
escritura; del hecho de que nunca se contendrá una cosecha en las semillas
mismas, Platón considera a la escritura estéril, carente de fruto.

Otra comparación en el aspecto de la duración: ocho días contra ocho meses


es lo que diferencia a los jardines de Adonis de un cultivo serio. El saber
filosófico transmitido oralmente por el dialéctico es un camino largo que
sobrepasa con creces lo expresado en la escritura.

Aspecto de la elección: al igual que el campesino siembra en terreno


apropiado, el dialéctico tambien debe buscar un "alma apropiada" para
sembrar su semilla dialéctica. Respecto de sus semillas, el campesino
razonable no las sembrará todas en los jardines de Adonis, como tampoco el
dialéctico agotará sus semillas en la escritura.

Para Platón las características del logos escrito son las siguientes:
- el libro habla a todo el mundo, no puede escoger a su lector ni silenciarse
ante el. La elección y la capacidad de silenciarse son rasgos decisivos del
filosofar oral;
- el libro siempre dice lo mismo: la única "respuesta" es la repetición de los
mismo. Cuestión que para Platón está muy lejos de la verdadera
comunicación;
- el libro no puede defenderse ni ayudarse frente mensoprecios o
malentendidos. El dialéctico, en su filosofar oral, tiene la capacidad de
ayudarse, de ayudar al logos y a quien lo expresa, como también al que lo
recibe.

El valor de los logoi escritos reside en el de mero papel de auxiliares de la


memoria de "los que saben". También reside en su valor como ejercicio
lúdico, ingenioso y placentero.
El philósophos (amante de la sabiduría) es aquel que dispone de algo más
valioso que lo que escribió. Que incluso muestra el valor inferior de lo escrito
frente a "cosas de más valor". Sócrates, en un pasaje del Fedro, dice: "Quien,
por otro lado, no tiene nada más valioso que aquello que compuso y escribió
cambiándolo muchas veces de un sitio para otro, pegando o separando unas
partes de otras, a ese, ¿no le llamarías con razón "poeta" o "escritor de
discursos" o "escritor de leyes"?".
El filósofo es concebido como aquel que experimenta una "transformación del
alma", un cambio de orientación hacia la vida: aquel que trasciende el mundo
de las cosas sensibles y en constante movimiento para conocer el mundo de
las Ideas.

El logos oral es superior al escrito porque puede ofrecer más contenidos


filosóficos, diferentes y mejores, "de un valor más alto", cosas timiótera. La
última fuente de rango y valor es para Platon la idea del Bien, como principio
de todo. El logos de más valor debe ser el más científico y riguroso (el logos
escrito se entiende como lo "no especializado, no técnico"), ya que se
fundamenta en el principio de todo.
El modo en que el dialéctico filosofa es "ascencional": desde un caso concreto
o una hipótesis particular hacia un principio último y trascendente, éste es el
fin del conocer, elevarse desde lo sensible e inmediato hacia lo suprasensible y
mediato.
Los diálogos escritos pueden reproducir la actividad de los discursos vivos,
esto es, la ayuda o defensa de su logos. Ahora bien, en los diálogos escritos se
muestra sólo una parte de este proceso ascencional, que se entiende teniendo
en cuenta la crítica de la escritura de Platón en el Fedro. Se recurre a silencios,
omisiones o ayudas por medio de cosas timiótera, "cosas de más valor".
¿Por qué habría de excluirse de la difusión escrita la parte de la filosofía que
trata de los principios?
Porque cuanto más complejo es el objeto, tanto mayor es el peligro de una
minimiación de su valor por parte de receptores carentes de preparación
filosófica. Contra lo cual el libro no puede defenderse.
Hay que recordar que el mundo de las Ideas era para Platón de orden divino:
los más altos principios son sólo conocidos por Dios (sophós), y entre los
hombres por los amigos de Dios (philo-sophós). De modo que el fijar por
escrito contenidos filosóficos que se acercan a la divinidad era una
irresponsabilidad por parte del dialéctico.
La dialéctica escrita es iferior a la oral porque su elaboración y uso van por
separado: ese "ser extraño uno de otro" (autor y lector) hace de la escritura por
principio incapaz de las exigencias del verdadero "arte del discurso".
El ámbito de la oralidad y el ámbito de la escritura no son dos campos
diferentes del filosofar, sino dos modos de comunicación de los problemas
filosóficos que se diferencian por su grado de profundidad.
Szlezák plantea que Platón ciertamente dispone de referencias indirectas,
indicios, pistas y alusiones, pero en ningún texto da a entender que le conceda
un papel central en la comunicación filosófica a la técnica literaria de la
alusión.

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reminiscencia: aprehensión actual de las ideas a través de las sombras de
los sentidos, constituye la anámnesis única fuente de saber verdadero.
Es una prueba de la inmortalidad del alma, ya que Ferrater Mora
es indispensable que en otro tiempo hayamos aprendido las cosas que
nos acordamos en este bajo forma humana (Fedón).
Es también un principio activo del alma: aquello que hace
que el alma despierte del "sueño" cuando está entregada a las
cosas y la acción y olvida la contemplación y el ser verdadero.
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Doctrina de la anámnesis. "... dado que toda la naturaleza está emparentada".


- el que está en trance de conocer puede buscarlo todo a partir de un
"recuerdo", pues hay una familiaridad de naturaleza que liga todas las cosas;
- toda alma, antes de entrar en el cuerpo, ha contemplado las Ideas. Por tanto,
todo hombre sabe potencialmente todo. En el Menón Sócrates interroga a un
esclavo que resulta tener conocimientos de geometría
Técnica dramática en Platón. A la luz de que la forma del diálogo no es algo
exterior, sino algo esencial con relación al contenido filosófico mismo.
- "acción" dominante: en el sentido de un leitmotiv del diálogo. Para mantener
la acción viva en el recuerdo del lector, Platón nos recuerda constantemente el
motivo.
-interrupción del diálogo narrado: por medio del diálogo marco. En estos
momentos se advierte al lector sobre la importancia de la "ayuda" al propio
logos, ayuda que siempre debe ir más allá del caso concreto (Eutidemo,
Fedón).
- cambio de interlocutor: representa un cambio en el nivel de la argumentación
y, por regla general, está relacionado con un caso de "ayuda al logos"
(Gorgias, La República, El Banquete).

Ironía en Platón. Es para Platón un medio de expresión de alcance limitado.


La ironía se detiene ante el ámbito de "lo que siempre es" y ante la filosofía
"divina".
La ironía es un medio para preparar la actitud que es fundamental para acceder
al mundo de las Ideas.
Es diferente de la idea romántica de ironía, que es un fenómeno moderno, y
cuya función es ironizar sobre uno mismo y nio dejar nada fuera del alcance
de la relativización por medio de la ironía.
Existen interpretaciones que confían en que una des-ironización de los
diálogos nos llevaría hacia el tema central. Pero según Szlezák esta
interpretación no se hace cargo de los conocimientos que de filosofía platónica
tiene como presupuestos, y por ello creen haber sacado "sin presupuestos"
todo el partido al diálogo.

Mito en Platón. Pesenta el mito en clara oposición al logos. En algunos casos


difumina la linea que los separa (en el Fedro se cuenta el mito de la invención
de la escritura por Theuth, aquí mito y logos se confunden).
El mito aparece no como subordinado ni como superior al logos, sino como
una segunda vía de acceso a la realidad, que ciertamente no puede ser
independiente del logos, pero que ofrece frente a él "algo más" que no puede
ser sustituido (fuerza psicagógica del mito. psychaogía: arte de conducir y
educar el alma)

El sentido filosófico de la técnica literaria del diálogo imaginario dentro del


diálogo marco parece ser doble:
a) si se presenta dialógicamente lo que el dialéctico aporta al diálogo significa
que el pensar es de carácter dialógico (diálogo del alma consigo misma).
Además, el pensamiento que pretende validez debe ser confrontado a la crítica
de otro: por eso los pensamientos de reflexiones solirarias se presentan como
diálogo con otro;
b) el dialéctico puede encontrar la comprobación intersubjetiva de su
pensamiento sin restricciones de tiempo, lugar o interlocutor. Él debe
desarrollarlo sea con un interlocutor real, imaginario, o mediante el silencio.

Fundamentación de las características diálogos platónicos. Revisión a partir


de la crítica de la escritura en el Fedro. Orden Inverso.

g) ningún escrito está en situación de proporcionarse a sí mismo las ayudas


necesarias en caso de ataque. Es el dialéctico o philósophos quien tiene la
capacidad de defender su logos (sea escrito u oral) aportando "cosas de mayor
valor".
Los "lugares de omisión" nos dicen: este escrito es obra de un philósophos que
puede fundamentar oralmente lo que ha fundamentado con menor profundidad
en el escrito;

f) la situación de fondo es siempre una "situación-ayuda", que no es sino un


método para saber si el interlocutor es o no un philósophos. Éste debe ser
capaz de "ayudar al logos" con argumentaciones que van cualitativamente
aumentando de nivel y profundidad;

e) se comprnde la situación de dominancia del dialéctico en el diálogo: él es el


"que sabe", el que ha alcanzado el conocimiento de las Ideas y de la dialéctica.
Los demás, si les falta la filosofía de las Ideas, son "aprendices".
Los diálogos muestran el mismo suceder: la búsqueda del "alma apropiada"
por parte del dialéctico;

d) el director del diálogo tiene la autoridad para imponer la concentración en


un tema y con un interlocutor. Se comprende que la posición del director es
analizar el estado del alma del interlocutor y cuán lejos o cerca está la
"conversión del alma".
Tampoco se dan diálogos entre puntos de vista diferentes al de la filosofía de
las Ideas: se trata de no medir el error con el error. La "verdadera filosofía" es
la medidad para todas las opiniones.
Como todas las almas tienen el conocimiento potencial de las ideas, y tienden
hacia ellas, se ve como todos los interlocutores necesitan al dialéctico. Éste, a
su vez, puede prescindir de aquellos;

c) el conductor del diálogo tiene los hilos del coloquio. No existe un diálogo
entre interlocutores del mismo rango, salvo el Timeo, que se desarrolla
mediante monólogos;

b)el dialéctico no puede prescindir de las circunstancias y particularidades de


cada interlocutor, que son las que en cada caso dificultan su acceso a la
capacidad de filosofar. El fin posibilitar a cada alma los discursos que le son
convenientes;

a) el diálogo no es la única forma de preñar o comunicar el saber filosófico. A


Platón le interesaba retratar el acuerdo (homología) conseguido en el diálogo.
Bajo la dirección de un dialéctico se puede llegar a una homología
"responsable", es decir, duradera. Desde pasos y opiniones ambivalentes se
llega a una declaración conclusiva.

La concepción hermenéutica romántica de Platón ve en él el gusto por lo


infinito. Un constante estar en camino sin fin del pensamiento y un buscar
ininterrumpido que no llega a ningún sitio definitivo. La verdad filosófica
sería siempre puesta en cuestión.

Idea del filosofar en Platón.


- la dialéctica como una posibilidad real, como un camino transitable (si bien
largo) que llega a un destino alcanzable;
- el término es la idea del Bien, que es cognoscible por el nous humano;
- conocer los principios y las ideas es "asimilarse a lo divino" , que es la
finalidad ontológica y ética del ser humano;
- el saber de las ideas es firme y constante;
- el discurso filosófico está expuesto a malentendidos, pero no se logra con la
fuerza;
- es preciso leer los diálogos como lugares de referencia de la filosofía de
Platón. La forma es esencal para el contenido. Deben ser leídos como dramas.

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