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04/05/2009
Vivimos en la Modernidad?
Distintos autores han escrito periódicamente sobre las distintas “edades” en la evolución de
la historia universal y local de los pueblos del mundo, haciendo alusión a factores que se
supone han variado con el correr del tiempo e incluso han sido superados en nuestro
querido libro de arena.
La edad antigua que abarca desde las primeras civilizaciones del obrar humano colectivo,
hasta la caída del imperio romano. La edad media, aquella donde se inventó la imprenta y
calló Constantinopla. La edad moderna que principia con el evento anteriormente
enunciado (los turcos en Constantinopla) para concluir con la revolución francesa de 1789,
y para finalizar, La edad Contemporánea que atraviesa nuestra actualidad.
Pues bien, si esta separación etárea es razonable, no debería ponerla en peligro algunos
cuestionamientos al respecto.
Partamos por definir lo que es el feudalismo, como característica esencial de la edad media.
Todo aquel al que se le pronuncia la palabra “feudo” piensa de inmediato en la edad media
y se imagina al Rey o señor feudal, su bufón, su vomitorio, sus vasallos, su guardia real, las
extensiones de tierra, los ciervos de la gleba, los animales, y los con mas imaginación
llegan a pensar incluso en el rey Arturo y mesas redondas. Bueno, el feudalismo,
etimológicamente derivado de la palabra feudo o probablemente del latín Feodum, era una
organización política, económica y social basada en el cultivo de la tierra la cual el rey por
graciosa concesión arrendaba a sus ciervos y disponía de las voluntades de aquellos,
siempre bajo el código moral de las autoridades eclesiásticas y unos cuantos puñados de
nobles.
A simple vista podríamos decir que nuestra sociedad ha avanzado, se han conformado los
llamados “estados modernos”, con respeto a los derechos humanos, constituciones, códigos
legales y morales.
En cuanto a los otros factores de identificación etárea, Dos millones de personas mueren al
año a causa de la tuberculosis, según datos facilitados por el secretario de la organización
Stop Tb, Marcos Espinal, durante la Cumbre de Premios Nobel de la Paz, celebrada en
Roma el 24 de noviembre del 2005, La peste negra ha sido sustituida por enfermedades
como el Sida, cáncer y otras nuevas como la influenza porcina, que según el reporte del
periodista mexicano Fernando Velázquez, el cual hace mención de un artículo de la
investigadora norteamericana Lori Price, titulado “La gripe acaba con los memos de la
tortura”, asegura que la influenza porcina fue fabricada probablemente en laboratorios
militares de Estados Unidos, y ha acabado con la noticia de los memorandos sobre la
tortura ordenada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) contra prisioneros en
Guantánamo, Abu Ghraib, y cárceles secretas. (fuente http://www.ladiagonal.cl/).
Todo esto, sumado a la crisis económica mundial, enfermedades de otros tipos, la
delincuencia, los asesinatos, violaciones, siguen aumentando drásticamente el pánico (que
ya dejó de ser miedo) de las personas, la sensación de desprotección, la intranquilidad, que
hace que los distintos sabores de helados que podemos elegir con la gran libertad de la que
disponemos gracias a nuestro querido Estado, parezca un chiste cruel.
Y como decía un grande “un pueblo que no sabe leer ni escribir, es un pueblo fácil de
engañar “. ¿Como será entonces un pueblo que sabe en su mayoría leer y escribir, pero que
ha sido desposeído de la capacidad de pensar?.