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Es un Osha que se corona, va a estera el día del itá de Osha y habla por el caracol. El
signo principal del Olosha está determinado por su conversación y la del ángel de la
guarda. También es el intérprete principal de las letras del sistema del oráculo del
caracol y juega un rol fundamental en los subsistemas del oráculo de Coco o Aditoto.
Es entregado por Babaloshas y Santeros. Ha sido el único que ha ido y regresado del
mundo de Ará Onú (cielo). Ganó suficientes privilegios de parte de Olofin, Obbatala
y Orunmila para ser el primero en ser atendido. Su mano de caracoles es la mayor, ya
que consta de 21. Le pertenece por excelencia junto a Obbatala el oráculo del coco
(Obí).
Su número es el 3, sus colores el rojo y el negro. El lunes y los días 3 de cada mes son
sus días. En el sincretismo se compara con el Santo niño de Atocha (1ro de Enero). Su
celebración es el 3 de Enero y el 13 de Junio.
Familia de Elegua.
Elegguá es hijo de Okuboro y Añagui, reyes de la región de Egbá. Su nombre
original proviene del Yoruba Èsú Elègbará (mensajero príncipe de los que
viven en Egbá). Se dice también que fue hijo de Obbatalá y Yembó,
hermano de Shango, Oggun, Ozun y Orunmila.
Caracol en Elegua.
Elegguá habla por todos los odú (letras) por este pertenecerle, pero
fundamentalmente lo hace por Oddi (7), Okana Sode (1) y Ojuani Shogbe
(11).
Herramientas de Elegua.
Eleguá se asienta en una otá (piedra), otá conchífera, de arrecife, otá con carga,
caracol cobo con carga, un coco seco o de masa con carga y demás secretos.
Se coloca en una vasija plana, sus atributos son los cascabeles, un garabato (bastón)
de guayaba, una trampa de ratón, monedas, juguetes de niño como las bolitas, pitos,
matracas, sombrero de guano o paja, una maraca pintada con sus colores.
Trajes de Elegua.
Elegua se viste con levita, pantaloncillos y un sombrero rojo. Los colores de
estos deben ser combinando el rojo con el negro. Algunas veces, en vez de
combinarse se utiliza todo a rayas rojas y negras. Todo el traje,
especialmente el gorro, se ornamentan con bolitas y caracoles.
Ofrendas a Elegua.
A Eleguá se le inmolan chivos, gallos o pollos, pollitos, jutías, ratones negros
o rojos. Su tabú son las palomas, pues lo debilitan, excepto a algunos
caminos particulares donde si las admiten. Sus ewes (hierbas) son abre
caminos, sabe lección, croto, algarrobo, alcanfor, almacigo, berro,
albahaca, ají chileno, ají guao guao, álamo, atiponlá, almendra, pata de
gallina, Ceiba, curujey, chichicate, bejuco guaro, jobo, peonía, peregún,
maravilla, pica pica, raspa lengua, siempreviva, rompesaragüey, verdolaga,
travesura, zarza blanca, pendejera, piñón botija, etc.
Cómo se le atiende.
Todos los lunes se le prende su ataná, se le purea y se le sopla su
aguardiente o ron, también se le refresca con manteca de corojo y se le
pueden ofrecer guayabas, dulces, pastelitos, maíz tostado, etc.
Bailes de Elegua.
Cuando baja Elegua, este correrá y se pondrá tras la puerta. Entonces dará
brincos y se contorsionará, haciendo muecas infantiles y jugando como los
niños. Algunos de sus movimientos pueden ser muy eróticos. Le hará bromas
a la audiencia y podrá desaparecer de la vista para aparecer en el momento
menos esperado. Un paso característico es pararse en un pie y dar vueltas
rápidamente. Siempre se le dará un garabato, lo utilizará para hacer mímica
de abrir un camino a través de una tupida vegetación. Los otros danzantes
imitarán sus movimientos, individualmente o en grupos en contra de las
manecillas del reloj.
Elegua, Oggún, Oshosi, Obbatalá, Oke, Yemayá, Ibeyis, Shangó, Ogué, Oshún y Oyá.
• Elegua Abaile.
• Elegua Afrá.
• Elegua Agbanukué [Agbanuké].
• Elegua Akéru.
• Elegua Agongo Ogo.
• Elegua Akesan.
• Elegua Alá Le Ilú.
• Elegua Alá Lu Banshé.
• Elegua Alaroye Akokelebiyú.
• Elegua Añanki.
• Elegua Awó Bara.
• Elegua Elufé.
• Elegua Barakikeñerí.
• Elegua Bara Ala Asuayo [Lasuayo].
• Elegua Aggó Meyó.
• Elegua Biawooná.
• Elegua Eborikeke.
• Elegua Agüere Kikeño [Kinkeñe].
• Elegua Agatigaga.
Obí los insultó por haberse atrevido a venir a su casa vestidos con harapos. Salgan de
aquí inmediatamente –les gritó.
Un día, Olofin mandó a Eleguá con un recado para Obí. –Me niego a servir a Obí –
dijo Eleguá–. Ha cambiado mucho, ya no es amigo de todos los hombres. Está lleno
de arrogancia y no quiere saber nada de los que sufren en la Tierra.
Olofin, para comprobar si esto era cierto, se vistió de mendigo y fue a casa de Obí.
–Necesito comida y refugio –le pidió fingiendo la voz.
–Obí, Obí.
Olofin le contestó:
–Tú eras justo y por eso fue que yo hice tu corazón blanco y te di un cuerpo digno de
tu corazón. Ahora estás lleno de arrogancia y orgullo. Para castigar tu soberbia te
quedarás con las entrañas blancas, pero caerás y rodarás por la tierra hasta ensuciarte.
Además tendrás que servir a los Orishas y a todos los hombres. Así fue como el coco
se convirtió en el más popular de los oráculos