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La Escuela del Espíritu - Parte 1

Cada vez nos convencemos más de la importancia de enseñar en la iglesia del Señor, sobre lo
que significa vivir en el Espíritu, ya que de acuerdo a lo que dice la palabra esta es la única forma
de que llevemos fruto e impactemos el mundo con las manifestaciones del Reino de Dios.

“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisieres” Gálatas 5: 17

Yo entiendo que todo creyente maduro desea hacer la voluntad de Dios, más que su propia
voluntad, por esto el apóstol Pablo al escribirle a los Gálatas les dice que la carne les impide
hacer lo que quieren (La voluntad de Dios).

Pero ellos no lo estaban haciendo, porque estaban siendo muy “intelectuales” de la palabra, con
mucho conocimiento, claro está, en este caso específico, recordando leyes Judías establecidas
en el antiguo testamento, que las podríamos comparar con el creyente actual que se llena de
conocimiento “intelectual” de la palabra, o aún peor, que tiene “revelación” de la palabra, pero son
poco eficaces en obedecerla por falta de la vida en el Espíritu; O sea estos hermanos por su
propio esfuerzo no van nunca a hacer la perfecta voluntad del Padre.

Veo que con mucha facilidad se confunde la emoción con la vida en el Espíritu, y esto puede
inclusive considerarse como brujería o encantamiento, produciendo en el creyente un gozo
temporal que no lo ayuda a madurar en ninguna manera, sino que más vale lo frustra al ver que
después de tremenda emoción, las cosas siguen iguales o peores que antes.

Por eso estamos iniciando esta escuela del Espíritu, a la que te invitamos te anotes para juntos
caminar por este camino hacia la madurez.

Primero debemos de estar seguros que tenemos tres partes que conforman nuestro ser.

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de Nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el
que os llama, el cual también lo hará” 1 Tesalonicenses 5:23 y 24.

Aquí hay una clara división entre el alma y el espíritu; entonces si quiero crecer espiritualmente
deberé conocer lo que es el espíritu y su mundo.

Pero esto no será por mucho más conocimiento sino por nuestra posición de humildad que le
permitirá al Espíritu Santo dividir nuestra alma de nuestro espíritu; es decir, el más ignorante
puede tener esta experiencia de división del espíritu y alma por el solo hecho de desearla y tener
una actitud de humildad, mientras que otros podrán inclusive entenderla, pero a causa de su
orgullo, dejar de vivir esta experiencia.

Vamos entonces a ver primero las funciones del alma y las funciones del espíritu, para poder
buscar lo espiritual.

El espíritu en sí es el que nos pone en contacto con el mundo espiritual.

En el alma se desarrollan 3 funciones: Emociones, intelecto y voluntad.

En el espíritu se desarrollan 3 funciones: Comunión, intuición y conciencia.


Pero hay dos asuntos que debemos considerar y tener muy claro:
1.- Una cosa es el espíritu del hombre y otra es el Espíritu Santo.
Romanos 8:16 “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

2.- La importancia del alma: Adam, antes de la caída, no sabía nada de estas luchas que
nosotros tenemos a diario, entre el espíritu y la carne, el estaba en perfecta comunión tripartita
con Dios.

Continuaremos analizando estas funciones para poder discernir como estamos andando, si en el
espíritu o en el alma, o la “carne” como nos referimos con frecuencia.

Bendiciones,

Apóstol Hugo Oberti

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